Grupo de liturgia MIERCOLES DE CENIZA Ciclo B MONICIÓN DE ENTRADA: Hermanos, el Señor nos ha convocado este miércoles de Ceniza, y nosotros hemos respondido a su llamada para empezar, con anhelo de conversión, este tiempo de Cuaresma. 40 días de preparación para la Pascua. La ceniza que hoy recibiremos será como una oración que desde el fondo de nuestro corazón sube a Dios. Porque sin él no podemos hacer nada. MONICIÓN A LAS LECTURAS: Las lecturas que ahora vamos a escuchar, nos llaman a la conversión, al cambio de nuestra vida. Y nos dirán que, hoy mismo, es el día de la salvación, el tiempo de gracia. Quieren dejarnos muy claro que la conversión agradable a Dios, es la que empieza en el corazón, no la que se queda en la apariencia. MONICION A LA IMPOSICION Hoy con la imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas, nos reconocernos pequeños, pecadores, necesitados del perdón y del don de la conversión Convertirse es volver a Dios con ánimo firme y sincero. Se trata de rasgar los corazones, no los vestidos. En este tiempo de gracia y reconciliación, el Señor nos ofrece tres pistas para la acción que debemos interpretar y vivir adecuadamente: el ayuno, la oración y la limosna, para construir una familia humana universal según los valores del Evangelio. BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DE LA CENIZA [Después de la monición anterior tiene lugar el rito de la Imposición de la Ceniza. El sacerdote se acerca al lugar donde está la ceniza y el agua bendita, e invita a la oración.] Con espíritu humilde oremos, hermanas y hermanos, a Dios nuestro Padre, para que bendiga, esta ceniza que vamos a imponer en nuestra cabeza. Con este gesto, queremos reconocernos pequeños, pecadores, necesitados de perdón. Grupo de liturgia BENDICION DE LA CENIZA Oh Dios que buscas el arrepentimiento y la conversión del pecador, escucha nuestra oración y bendice esta ceniza que vamos a imponer sobre nuestra cabeza, y porque sabemos que somos polvo y al polvo hemos de volver, concédenos por medio del ayuno y la oración, creer y convertirnos al Evangelio; así podremos alcanzar, la vida nueva, a imagen de tu Hijo resucitado, que vive contigo y el Espíritu por los siglos de los siglos. Amén. Finalizada la oración, rocía con agua bendita las cenizas. Seguidamente, se dirige al lugar desde el que va a imponer la ceniza. PETICIONES En este tiempo de gracia, la ceniza nos recuerda que somos poca cosa, limitados, pecadores; por eso acudimos a ti, Padre, para que vengas en nuestra ayuda. Por las personas que sufren; especialmente, por las víctimas de las estructuras de pecado: los parados, los sin hogar, los inmigrantes, los muertos de hambre, los olvidados. Roguemos al Señor. Por nuestra Iglesia. Para que evitando el conformismo o la desesperanza, busque la conversión y su renovación, desde la fidelidad al Evangelio. Roguemos al Señor. Para que en el mundo, se acaben las guerras, cese todo tipo de violencia, y se ponga fin a la desigualdad y a la pobreza. Roguemos al Señor. Por todos nosotros, para que la Cuaresma sea el principio de una mayor cercanía a Jesucristo y a los hermanos. Roguemos al Señor. Señor y Padre nuestro, ten misericordia de nuestra debilidad, y ayúdanos a caminar decididos hacia tu Reino, pues somos tus hijos. Por Jesucristo nuestro Señor. MONICION DE DESPEDIDA La Eucaristía ha terminado y hoy nos hemos reunido aquí para celebrar el comienzo de la Cuaresma, tiempo de gracia, de conversión y de responsabilidad. Hoy con la imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas, hemos querido reconocernos como pecadores y necesitados del perdón porque ya ha empezado este tiempo de amor y de misericordia.