Concursos y quiebras

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Concursos y quiebras. Concurso. Emergencia económica. Pesificación. Acreedor hipotecario
en moneda extranjera. Conversión a moneda de curso legal. Aplicación del art. 127 de la Ley
24.522. Procedencia. Sinwald International S.A. c/Vaneskehian Ernesto s/quiebra s/incidente
de concurso especial, C.N.Com., Sala C, 31/8/04.
y VISTOS:
I. Fueron elevadas las actuaciones para resolver el recurso deducido a fs. 713. El apoderado
judicial de Sinwald International S.A. lo fundó a fs. 735/7 y pidió la revocación de la decisión
que obra a fs. 703/6 “... la cual, arbitrariamente, ‘pesifica’ el crédito de mi poderdante, a la
confiscatoria e improcedente relación de cambio de 1 U$S = 1$ y –en consecuencia–, se
reconozca el crédito de mi poderdante en dólares billetes estadounidenses, declarando la
inconstitucionalidad de la normativa atacada por mi parte, entre otras, Ley 25.561, Dtos.
214/02, 318/02, 320/02 y cc.” (sic. fs. 735). Agregó que el art. 127, LCQ, no es de aplicación al
“sub lite” y que en los presentes actuados se dictó sentencia declarando verificado un crédito
en dólares estadounidenses que fue cedido al recurrente, por lo que pidió la aplicación de la
doctrina de los propios actos. Solicitó, además, que se aplique por analogía la solución
adoptada en los autos caratulados “Koner S. A. s/quiebra s/inc. de distribución parcial de
fondos”.
II. Entiende la Sala que ante la previsión contenida en el art. 127 de la LCQ, el crédito del
acreedor hipotecario resultó convertido a moneda de curso legal, cuanto más, al tiempo de la
declaración de la quiebra; ello implica la conversión de ese crédito a pesos con una relación
equivalente de U$S 1 = $ 1, de conformidad con la Ley 23.928, vigente al momento de la
falencia (v. Sala proveyente, 8/6/04 “Feller Pablo s/quiebra s/inc. de verificación por Silvia
Santos y otros”).
A diferencia de lo que sostiene la recurrente, la pauta establecida procede tanto respecto de
acreedores privilegiados como quirografarios, con prescindencia de la aplicación de los
ordenamientos respectivos, a los que sólo corresponde remitir para determinar los rubros que
el privilegio ampara, mas no (...) en lo referente al momento fijado para establecer la
conversión de la moneda, aspecto regulado –para el supuesto falencial– exclusivamente por el
artículo citado en el párrafo anterior, sin que cuadre distinguir –a tal efecto– acerca del carácter
privilegiado del crédito del incidentista (conf. esta Sala, 6/2/81, “Bernalesa S.R.L. s/quiebra”; id.
Quintana Ferreyra “Concursos”, Bs. As. 1986, T.2, pág. 131; id. Fassi Gebhardt “Concursos y
Quiebras”, Bs. As. 1997, pág. 310 con cita de jurisprudencia concordante).
En cuanto a la circunstancia apuntada a partir del tercer párrafo de fs. 736, referida a la
moneda en que fue verificado el crédito según la copia que obra a fs. 326/7, entiende el
Tribunal que la contingencia de que la resolución consigne el crédito en dólares no tiene
entidad para variar la solución dada, pues la conversión operó de pleno derecho y sin margen
de discrecionalidad que le permita al juez decidir de modo diverso al previsto en la norma. Esa
conversión fue definitiva –en tanto estuvo destinada a establecer una relación de equivalencia
entre acreedores de los fallidos al tiempo de la declaración de su quiebra– y se produjo al tipo
de cambio vigente en ese momento (en tal sentido Barreiro Lorente, “Estado actual de algunas
cuestiones sobre efectos de la pesificación en los concursos” en LL 2003–D, pág. 1307; id.
Vitólo “Aplicación del CER y del CVS a los créditos en las hipótesis de concursos y quiebras”,
ver LL 2003-B pág. 1432).
Es forzoso concluir, entonces, que las normas de emergencia que dispusieron la denominada
pesificación no resultan de aplicación al caso, porque el crédito de los peticionarios ya había
sido pesificado al tiempo de la declaración de la quiebra del deudor hipotecario, con arreglo a la
disposición mencionada, antes de entrar en vigencia aquellas normas legales (en sentido
similar C.N. Com. Sala D, 26/4/04, en “Hardui Juan P. c/Valentini Luis y otros s/ejecución
hipotecaria s/inc. de inconstitucionalidad”).
III. Lo expuesto en el párrafo anterior exime al Tribunal de tratar el planteo de
inconstitucionalidad formulado oportunamente por devenir carente de utilidad su consideración.
Se agrega, a mayor abundamiento, que las leyes de emergencia no derogaron el régimen de
conversión que establece el art. 127 LCQ, por lo que su aplicación resulta imperativa (conf. C.
N. Com. Sala B, 30/10/03, en “Termez S. A. s/quieb s/inc. de rev. por Manuchar” N. V.”) con
más razón cuando no fue cuestionada la constitucionalidad de la norma mencionada, aspecto
que fue destacado por la juez “a quo” en la resolución apelada.
Corresponde destacar, finalmente, que la solución alcanzada resulta equitativa pues preserva
el derecho de los acreedores concurrentes y la relación activo-pasivo existente al tiempo de la
declaración de la quiebra, sin que resulte de aplicación analógica lo decidido por este Tribunal
en el precedente que se cita a fs. 736 vta., ni deban considerarse en este estado del trámite los
efectos que pueden derivarse de esa decisión.
IV. Por lo expuesto y oída la Sra. fiscal general subrogante se resuelve desestimar el recurso
deducido. Costas por su orden en atención a la naturaleza de la cuestión objeto de debate
(arts. 68 y 69 Cód. Proc.).
V. En razón de la naturaleza de este proceso, no corresponde que los honorarios se fijen en
función de lo dispuesto por el art. 33 de la Ley 21.839 modificada por Ley 24.432, sino en virtud
de lo regulado por el art. 40 de ese cuerpo legal, habida cuenta de la naturaleza esencialmente
ejecutoria del proceso (cfr. esta Sala 29/12/94 en: “B. Caballero y Cía. s/quiebra s/concurso
especial por F. Caballero”).
En mérito de la importancia, calidad, eficacia y extensión de los trabajos desarrollados por los
profesionales beneficiarios de la regulación apelada, se elevan a dieciocho mil pesos ($
18.000) los estipendios correspondientes al síndico contador Eduardo Jorge Garbarini, y a siete
mil doscientos pesos ($ 7.200) los de su letrado patrocinante Dr. Javier A. Dasso.
Finalmente, por las labores efectuadas en la incidencia resuelta en fs. 402/404 se reducen a
trescientos sesenta pesos ($ 360) los honorarios fijados al síndico contador Eduardo Jorge
Garbarini y a novecientos pesos ($ 900) los del Dr. Javier A. Dasso en el carácter de letrado
patrocinante del síndico, regulados todos a fs. 752.
Devuélvase.
H. M. Di Tella. B. Caviglione Fraga y J. L. Monti. Ante mí: Paula María Hualde
“Sinwald International S.A. s/quiebra s/incidente de concurso especial”
Excma. Cámara:
I. 1. La acreedora hipotecaria apeló la sentencia de fs. 703/706, en la cual se declaró abstracta
la elucidación del planteo de inconstitucionalidad que había formulado y se dispuso que el
crédito debe pesificarse. El recurso se sustentó con el memorial de fs. 735/738.
2. Considero aplicables al caso, en lo pertinente, los argumentos que expresé en el expte. reg.
Fiscalía 76.446, Cám. 24.104/03, dictamen del 18 de julio de 2002, autos “Feller, Pablo
s/quiebra s/inc. de verificación de crédito por Silva Santos Ramón y otros”.
Puse allí de relieve que, según nuestro régimen concursal, el acreedor hipotecario en la
quiebra tiene derecho al cobro íntegro de su crédito por aplicación del art. 241:4 y del 243:1
que remite “a los respectivos ordenamientos”, es decir, al Código Civil.
Así lo ha dicho la Corte en el caso “Marrona Roberto c/Egom S.C.A., quiebra”, del 12/11/81 (ED
97:776), en cuanto resolvió que el derecho al reajuste privilegiado del crédito se reafirma con el
art. 130, parte 2 del párrafo 2 (actual art. 126 ley 24.522), en cuanto alude a la satisfacción
“íntegra” del crédito hipotecario, consagrando así una facultad que presupone la totalidad del
cumplimiento de la prestación.
El Alto Tribunal destacó que uno de los aspectos esenciales en lo que concierte a la materia es
la satisfacción de dichos acreedores con independencia de la liquidación colectiva, y que la
garantía real de hipoteca sin el complemento del privilegio y del régimen preferencial en las
quiebras carecería de sentido y utilidad práctica, pues las seguridades con ellas pretendidas se
frustrarían en la emergencia más delicada para el acreedor: la insolvencia del obligado.
Sostuvo que una solución que desconozca esta realidad altera gravemente el delicado
instrumento de las garantías reales, afectando de un modo insospechado la seguridad del
tráfico, ya que la esterilización de la hipoteca traería el retorno a las fianzas personales o a las
condiciones usurarias en los préstamos.
Por lo tanto, no puede interpretarse que la regla del art. 127 LC cercena los derechos del
acreedor hipotecario que resultan de las normas específicas de la ley concursal (art. 241:4 y
243:1).
Por ello consideré que debe dárseles en la quiebra el tratamiento postulado en el dictamen
89.967 del 18/6/02 emitido en el expediente reg. Fiscalía 72.176, Cám. 126.863/00,
“Automotores Roca S.A. c/Montillo Yolanda Rosa s/ejecución prendaria”, del cual adjunto la
copia correspondiente.
Por esos argumentos, opino que V.E. debe admitir el recurso con el alcance aquí expuesto.
II. Las apelaciones deducidas contra el auto regulatorio de los honorarios se relacionan con
materias que son ajenas a los intereses que debo resguardar, razón por la cual prescindiré de
expedirme al respecto y estimo que la causa está en condiciones de ser dirimida por V.E.
Alejandra Gils Carbo, fiscal general subrogante
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