J. M . VALDERAS: LA POLÉMICA EN LA INVESTIGACIÓN BOTÁNICA 267 de raíz la inicial fama del texto de Lusitano, más conocido en un principio siquiera fuera por estar escrito en latín. La diatriba, y no polémica genuina —pues a Lusitano se le impide la contrarréplica que había preparado—, consta de una portadilla con el título, un poema en griego dedicado a ensalzar la Apología de Mattioli contra Lusitano, una carta que remite a Mattioli "Franciscus Parthinus Roboretanus Serenissimi Maximiliani Regis Bohemiae Medicus" fechada en Viena "Quarto Nonas Septembris" de 1557, una carta de Mattioli al "Magnifico, ac Clarissimo D. Petro Cannizero Serenissimi Regis Romanorum &c. Archiatro", fechada en Praga el día "Quarto Calend. Septembris" (se supone que de 1557), un prefacio de Mattioli al que siguen sin solución de continuidad las 20 "Calumniae" de Lusitano contestadas por el de Siena y, claramente diferenciado, el resto de la obra: "Petri Andreae Matthioli In Amathi Lusitani Enarrationes Censura". Esta segunda parte viene precedida por un prefacio; su disposición varía de la primera, por cuanto se destacan en encabezamiento la planta, animal o mineral objeto de recriminación. Aunque hemos trabajado con la edición de la Apología y de las Censuras de 1558, trascribimos el texto recogido luego en el libro I y II de las Cartas medicinales, en su edición de 1564, ambas en vida de ambos personajes. Puesto que ambas sólo difieren en contadas correcciones tipográficas o retoques menores (partículas en su mayoría), tiene esta decisión un tanto arbitraria la ventaja importante, entre otras, de una mayor facilidad del cotejo y referencia, pues el suelto de 1558 de Valgrisi carece de paginación. Mattioli ocupa en esas fechas un puesto de privilegio dentro del reparto de fuerzas de la política europea que sabrá aprovechar en su beneficio, hasta destruir a su oponente. Fernando I, "rey de romanos", se acababa de erigir en 1556 emperador de Alemania, tras la abdicación de su hermano Carlos V, quien moriría en Yuste en 1558. Pese a sostener la adhesión a Roma, Fernando se esforzó por facilitar la convivencia entre católicos y protestantes. En ese ambiente interesadamente ambiguo de la corte austríaca cabe entender la complacencia de Mattioli con los autores reformados. En 1557, Franciscus Parthinus Roboretanus era médico de Maximiliano II, hijo de Fernando y rey de Bohemia. Otro de los personajes traídos al frontispicio, Pedro Carnicer, sirvió como médico de cámara de Fernando I entre 1553 y 1558. No fue Mattioli el único que le dedicó alguna obra. Hicieron lo propio Andrés Laguna y Cristóbal de Castillejo, éste en su Aula de cortesanos, de 1547. Carnicer muere en Zaragoza en 1564. Estando ya en España, le envía a Giovanni Odorico Melchiori, protegido de Mattioli, un espécimen y un dibujo de la escorzonera (Scorzonera hispánica L.) La acompaña con una descripción detallada que revela la preparación botánica del médico español y sus conocimientos terapéuticos. 64 La misiva de Franciscus Parthinus Roboretanus es una carta abierta a Mattioli, "praeclarissimo medico". Rezuma toda ella una extremada adulación hacia el destinatario, que refuerza con un ataque durísimo contra Lusitano, de magra solvencia intelectual y nula ética. Parthinus inicia el rosario de insultos que irá desgranando Mattioli en la diatriba. Se adivina que se trata de una carta solicitada, pues tiene constancia de la misma antes de la dedicatoria a Carnicer. Mattioli aporta este testimonio para señalar que se ve inducido por personajes del mayor peso a publicar la Apología y la Censura. Se trata de una exigencia para no dejar esa labor a otros, como 65 66