8C Zócalo Saltillo Viernes 20 de agosto de 2010 Zócalo Saltillo Viernes 20 de agosto de 2010 9C cuando los esfuerzos no bastan Corazones incompatibles con la vida ALTRUISMO » El programa De Corazón a Corazoncito del DIF Coahuila realiza 4 cirugías mensualmente. » En los 5 años de esta administración estatal se contabilizan casi 297; el próximo mes serán ya 300. » A lo largo de estos 10 años son casi 400 niños operados y más de 2 mil atendidos con valoraciones para sus expedientes. » De cada mil nacimientos entre 5 a 18 niños nacen enfermos de corazón, y sólo un mínimo porcentaje tendrá una cardiopatía incompatible con la vida. Estos niños necesitarán un trasplante. “ ¿Cómo identificar una cardiopatía congénita? » En la consulta pediátrica un especialista puede determinar si existe una cardiopatía; sin embargo, éstas se puede manifestar cuando los niños frecuentemente no se terminan el biberón y se cansan. » Se pueden identificar signos como labios y uñas en tonos morados, lo que es conocido como cianosis. » Además estos pequeños no desarrollan un crecimiento normal y se agitan cuando juegan. Fotos: Zócalo | Karla Itzel Ruiz/Archivo S A LVA N A N I Ñ O S C O N C I R U G Í A S D E C O R A Z Ó N Recuperan la esperanza de vivir » Equipo Esfuerzo de médicos, autoridades y empresas rinde frutos Médicos voluntarios » Mark Morales, Roberto Treviño, Carlos López, José Antonio del Campo, Juan Ibarra, Gabriela Vázquez, María del Carmen González, así como personal del Hospital del Niño. Leticia Espinoza Zócalo | Saltillo C uando la esperanza de vida parece perdida para los niños, un grupo de médicos hace sus mayores esfuerzos desinteresadamente para mejorarles radicalmente la existencia y en la mayor parte de los casos lo logran. Los desvelos de los papás y el sufrimiento de los niños encuentran su fin gracias al programa De Corazón a Corazoncito, en el que participan empresas socialmente responsables. Las historias de éxito se pueden contar por cientos en la última década, pero unas cuantas bastan para corrobar que el esfuerzo mancomunado es capaz de devolver la sonrisa y la alegría de vivir a niños con cardiopatías congénitas. razoncito, donde gracias Dios me operaron a la niña”, relata la señora Tommy Martínez. Fue aquella bendita casualidad la que hizo que la pequeña Paola, de ocho años, fuera diagnosticada luego de que aparentemente tenía una cardiopatía: “La llevé a Similares y me dijeron que traía diarrea. Allí mismo me dicen que la niña trae un soplo, pero no había seguridad y empiezo a buscar recursos porque yo trabajo vendiendo productos, entonces encontrarme a la señora Vanessa para mí fue una bendición”, dice la madre de Paola. Comenta que es justo ahora que ya operaron a su hija que se da cuenta por qué antes siempre le faltaba peso y se cansaba. Noches sin dormir Cada mes el Hospital del Niño abre sus puertas para que más niños sean evaluados y obtengan un diagnóstico para ser o no candidatos a una operación, como en el caso de Arely Lizbeth Cuéllar Flores, quien recibió buenas noticias. “Vi por el periódico que ayudaban a niños con problemas de cardiopatías, a niños que no tienen Seguro Social, como mi niña. Hoy la buena noticia es que me la van a operar, ahora sólo tengo que conseguir los donadores”, cuenta Yesenia Flores Carreón. A la pequeña Arely Lizbeth Cuéllar Flores le detectaron un soplo en el corazón cuando tenía dos meses, y aunque algunas opiniones médicas señalaban que su problema se corregiría, son ya tres años en los que no se ha podido renovar porque su problema se encuentra en el tejido membranoso y no en La operación de Santiaguito fue difícil, pero al final ganó la batalla. una parte superficial. “Arely se agita mucho y se cansa cuando está jugando. La verdad, me quitan un peso de encima muy grande porque supe que tenía que ser operada, fueron muchas noches sin dormir, porque yo no tengo dinero para pagar una operación. Ahora estoy tranquila porque me van apoyar“, dice Yesenia Flores Carreón, madre de Arely. Santiaguito A Santiaguito, como lo conocen dentro del programa, lo operaron el 23 de abril. Tenía un soplo en el corazón y una vena cerrada, que desde su nacimiento se le diagnosticó y fue desde entonces que lo canalizaron al programa De Corazón a Corazoncito. “La operación fue riesgosa y difícil porque él, después de operado, se puso grave dos veces. Me dijeron los médicos que como podía salir podía ser que no, teníamos que esperar. Sentía mucha desesperación, pero le pedía a Dios que si me lo había dado que me lo dejara”, comenta Perla Vanessa Arévalo Flores, madre de Santiaguito Fuentes, que ahora se encuentra en perfecto estado de salud. Benditas coincidencias “Un día me encontré a la señora Vanessa en un estacionamiento y le dije que mi niña tenía un soplo de corazón, yo le dije que no tenía para los estudios de la niña y me envió directamente a Sí a la Vida, en el programa De Corazón a Co- El programa El programa de Corazón a Corazoncito del DIF Coahuila, a través de Sí a la Vida, hoy realiza 4 cirugías mensualmente, en estos 5 años se contabilizan casi 297, el próximo mes serán ya 300, aunque a lo largo de estos 10 años son casi 400 niños operados y más de 2 mil atendidos con valoraciones para sus expedientes. El programa De Corazón a Corazoncito es un esfuerzo del Gobierno del Estado, y es la mano de la señora Vanessa Guerrero de Moreira quien se ha preocupado para que todo niño con una cardiopatía congénita sea operado a la brevedad, esto con la unión de diferentes actores sociales desde empresas y por su puesto médicos voluntarios. El costo de una cirugía de corazón en instituciones privadas oscila entre 350 y 500 mil pesos, por ello se han tocado las puertas de empresas socialmente responsables que han respondido, como lo son Banamex, Martin Rea, Aguas de Saltillo y muchas más en todo el estado, que se suman para que estas operaciones puedan ser de forma gratuita a niños de escasos recursos. Cuando se pierde la batalla En el programa De Corazón a Corazoncito se puede relatar cientos las historias de éxito, pues gracias a las manos mágicas de los cirujanos los pequeños han logrado recuperar su salud. Sin embargo, la batalla no siempre se gana, y aunque Roberto Didier Obregón González se aferró a la vida ,su corazón no resistió más. La cardiopatía de Roberto Didier era de las llamadas “incompatibles con la vida”; sin embargo, desde los esfuerzos del programa se hizo lo posible por apoyarlo en los chequeos y la realización de un expediente, para luego ser canalizado al Hospital Infantil Federico Gómez en México, donde recibió cirugías paliativas y tratamiento que le permitió alargar su vida. Esto con ayuda del gobernador Humberto Moreira y la señora Vanessa Guerrero, quienes giraron instrucciones precisas en este caso especifico. Tenía casi 3 años cuando Zócalo Saltillo publicó la historia de Robertito, quien falleció apenas hace unas semanas de un infarto en un hospital de Monterrey. Estaba en una lista de espera para recibir un trasplante, y aunque sus padres, Nancy González y Roberto Obregón, incluso sus padrinos y familia, nunca se cansaron de luchar por el pequeño, su corazón se detuvo. “Estamos tranquilos ya, porque sabemos que él ya no sufre y fueron cinco años los que se aferró a la vida, y nos dio muchas alegrías, pero no pudo esperar más aunque se tenía el apoyo de todos. “A toda esa gente que se preocupó le damos las gracias y él también se las dará en el cielo”, expresa su Cuando todo parecía perdido para Paola, ella y su madre se encontraron con Vanessa Guerrero de Moreira en su camino. Vi por el periódico que ayudaban a niños con problemas de cardiopatías, a niños que no tienen Seguro Social, como mi niña. Hoy la buena noticia es que me la van a operar”. Yesenia Flores Carreón madre, que nunca cesó de pedir ayuda para su niño, que conforme se desarrollaba, el tamaño de su corazón crecía de forma anormal. “Nosotros remediamos la situación del corazón, pero un corazón tan dañado a veces no se puede. Eso es lo más difícil de decir y aceptar, que no podemos, como el caso del niño que al tener que partir a México se encuentra con una serie de problemas para acceder a un trasplante”, menciona Ileana Ibarra, del programa De Corazón a Corazoncito. Voluntario de corazón El doctor Roberto Treviño López es uno de los médicos voluntarios provenientes del Children’s Hospital de Corpus Christi, Texas; es el encargado de seleccionar y diagnosticar a los pacientes que necesitarán de una operación de corazón. “Operar a niños es algo que se abrió primero en la frontera; fundamos un programa en Corpus Christi, Texas, con procedimientos quirúrgicos voluntarios, porque había mucha población que no podía pagar una operación. Además el doctor Mark Morales ya había ido a otros lugares para hacer cirugías voluntarias”, relata el médico. Apoyado con el estetoscopio y una máquina donde observa el movimiento del corazón de los pequeños, dice que en su labor dentro del equipo sólo falta su voluntad, y esa siempre la ha tenido para hacer que un niño sea feliz. Desde 1978 el doctor Treviño ejerce su profesión y recuerda que la primera cirugía voluntaria en la que participó fue en 1997 en Reynosa. Luego por azares del destino se pudo entablar un contacto con el DIF Coahuila hace 10 años para instaurar el programa De Corazón a Corazoncito. “Vimos que aquí había una gran necesidad y primero estuvimos trabajando en La Conchita, y luego aquí en el Hospital del Niño, con máquinas facilitadas por el doctor Mark Morales”, indica. Se trata de mejorar la calidad de vida del niño, pero hay que saber que en las cardiopatías congénitas el niño nació con una enfermedad del corazón y puede vivir con ello toda su vida. Algunas son completamente corregidas con las cirugías, otras necesitan vigilancia permanente del cardiólogo y tienen limitaciones moderadas”, explica el cardiólogo Roberto Treviño López. Comenta que algunos casos son inoperables aunque es un porcentaje mínimo, esto puede ser por la complejidad de la cardiopatía, se trata de niños con una sola arteria, arterias de un solo lado o las venas ubicadas en lado equivocado. “Se hacen cirugías paliativas, pero hay cardiopatías incompatibles con la vida; ellos necesitan trasplante, y se les canaliza a hospitales de Monterrey y de la Ciudad de México, a donde se canalizan un 5% o menos, pues en lo que va del año se van uno o dos pacientes”, dice. Para el doctor Treviño sin duda el alcance del programa De Corazón a Corazoncito sería muy importante si se pudieran realizar trasplantes de corazón; sin embargo, la infraestructura a nivel nacional aún no lo permite. “Sería un paso importante, probablemente a nosotros no nos toque”, comenta el especialista. Muchas veces los niños tienen más que los adultos después de ser sometidos a una cirugía. Factores de riesgo De cada mil nacimientos entre 5 a 18 niños nacen enfermos de corazón a nivel mundial y por alguna razón es más común en gente de escasos recursos socioeconómicos, de hecho las cardiopatías congénitas son multifactoriales. El doctor Treviño señala que es común en madres con problemas infecciosos y metabólicos como la diabetes, o para quienes consumen drogas no permitidas o permitidas como alcohol o tabaco. Explica que la obesidad también es otro de los factores para desencadenar una cardiopatía congénita, y puede ser atribuible cuando hay un antecedente familiar. Además las cardiopatías congénitas están asociadas con el síndrome Down, el 45% de los niños con este síndrome nacen con una cardiopatía de leve a severa. Las trisomías, más comunes entre las jóvenes embarazadas entre los 13 y los 18 años, pueden provocar que los niños nazcan con una cardiopatía, y en este caso será incompatible con la vida, pues el promedio de vida de estos pequeños es de 2 años; sin embargo, cuando el problema es tan complejo no llegan a nacer. Hoy en día existen incluso cardiólogos de enfermedades congénitas del adulto, porque la medicina ha avanzado de tal forma, que el promedio de vida de una persona con este padecimiento ha aumentado y aquellos niños que se operan llegan a tener una vida normal como cual- Ileana Ibarra es la coordinadora del programa De Corazón a Corazoncito. Se hacen cirugías paliativas, pero hay cardiopatías incompatibles con la vida; ellos necesitan trasplante, y se les canaliza a hospitales de Monterrey”. Roberto Treviño López Cardiólogo El doctor Roberto Treviño López es uno de los médicos altruistas. quier otra, de allí que se atienden pacientes mayores de 40 o 50 años que siempre han hecho caso de las recomendaciones. Los niños son mágicos “Sabemos que la cirugía es muy invasiva, pero los niños son mágicos, porque al siguiente día de la operación los vemos tristes, pero conforme los días pasan los vemos sentados comiendo y con una sonrisa que los hace renacer”, dice Ileana Ibarra, coordinadora del programa De Corazón a Corazoncito. Entre el trajín de un día de valoraciones, cuenta que son 10 años ofreciendo a las familias de Coahuila una mejor calidad de vida través de cirugías de co- El equipo de médicos voluntarios es encabezado por Mark Morales. razón cerrado y abierto, gracias al apoyo del doctor Mark Morales y un equipo de especialistas de la Clínica 34 de Monterrey. Es desde hace tres años que se ha encargado de la logística del programa, donde el principal aprendizaje es que ha aprendido a servir a los demás. El programa de cirugías de corazón a niños implica primero que el equipo médico esté al día, y que él niño se pueda traer desde su lugar de origen, puesto que se ha atendido a niños de ejidos lejanos aquí en Coahuila, es entonces que se tienen que unir esfuerzos para que el niño llegue. Para una cirugía se necesitan 10 donadores de sangre como mínimo, los cuales deben ser traídos por cada paciente, también se necesita que todos los insumos estén para cada operación, los cuales son proporcionados por el Hospital del Niño.