Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 251-257 Fusarium lateritium: NUEVO PATÓGENO DE LA RAÍZ DEL FRIJOL EN MÉXICO* Fusarium lateritium: NEW PATHOGEN OF BEAN ROOTS IN MEXICO Bertha María Sánchez-García1, Francisco González-Flores1, José Luis Pons-Hernández1, Jorge Alberto Acosta-Gallegos1, Mariandrea Cabral-Enciso2, Saúl Fraire-Velázquez3, June Simpson4 y Raúl Rodríguez-Guerra1§ Unidad de Biotecnología, Campo Experimental Bajío, INIFAP. Km 6.5 carretera Celaya-San Miguel de Allende. Apartado Postal 112. 38010 Celaya, Guanajuato, México. 2Unidad Académica de Agronomía, Universidad Autónoma de Zacatecas. 3Unidad Académica de Biología Experimental, Universidad Autónoma de Zacatecas. 4 Departamento de Ingeniería Genética, CINVESTAV, Unidad Irapuato. §Autor para correspondencia: [email protected] 1 RESUMEN Las pudriciones de raíz del frijol son causadas por un complejo grupo de especies de hongos del suelo. En México, se han identificado 10 especies de Fusarium asociadas a estas pudriciones y, debido a su frecuencia y amplia distribución, se ha sugerido que F. lateritium juega un papel como patógeno de raíces del frijol (Phaseolus vulgaris L.) en varios estados del centro de México. En esta investigación se evaluó la patogenicidad de siete cepas de F. lateritium provenientes de cuatro estados del país, se determinaron los síntomas y el tiempo de aparición sobre la variedad de frijol Montcalm del acervo Andino y sus síntomas se compararon con los causados por F. solani sobre esta misma variedad. Todas las cepas de F. lateritium causaron síntomas de enfermedad en raíces e hipocotilo de las plantas inoculadas y hubo diferencias entre ellas y el control (p≤0.01). Las cepas probadas causaron una reacción de intermedia a susceptible sobre la variedad Montcalm, lo que indica escasa variabilidad en agresividad entre aislados de F. lateritium del frijol. El hongo sólo fue recuperado de las plantas inoculadas. Los síntomas causados por F. lateritium fueron observados a los siete días de inoculación y fueron diferentes de los causados por F. solani a los 21 días de inoculados. Los resultados indicaron que aislados de F. lateritium obtenidos de raíces de frijol, provenientes del centro de México, son patógenos de este cultivo y que la variedad Montcalm es susceptible. * Recibido: Julio de 2005 Aceptado: Julio de 2006 Palabras clave: Phaseolus vulgaris L., cv. Montcalm, patogenicidad, síntomas. ABSTRACT Root rots in common bean are caused by a complex of soil fungal species. In Mexico, 10 Fusarium species have been identified in association with root rots in common bean and it has been suggested that F. lateritium has a role as bean pathogen due to its high frequency and wide distribution in several states of central Mexico. In this investigation, the pathogenicity of seven isolates of F. lateritium, obtained from four different Mexican states, was evaluated on the common bean cultivar Montcalm (Andean gene pool). The time of appearance and characteristics of symptoms caused by F. lateritium were observed on cv. Montcalm and compared to those symptoms caused by F. solani on the same cultivar. All F. lateritium isolates caused symptoms on the roots and hypocotyls of the inoculated plants and significant differences were observed among isolates and between them and the control (p ≤0.01). The isolates caused reactions from intermediate to susceptible on cv. Montcalm which suggests poor variation in the agressiveness of the isolates of F. lateritium when inoculated on common bean. The fungus recovered was only from the inoculated plants. The symptoms caused by F. lateritium were observed seven days after inoculation and were distinguishable from those 252 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Bertha María Sánchez-García et al. Key words: Phaseolus vulgaris L., cv. Montcalm, phatogenicity, symptoms. considerando su frecuente presencia y amplia distribución, puede jugar algún papel importante entre los organismos que causan la pudrición de raíz del frijol. El objetivo de esta investigación fue evaluar el papel de cepas de F. lateritium, aisladas de plantas de frijol en México, para determinar si es causante de pudriciones de raíz y comparar sus síntomas con los causados por F. solani. INTRODUCCIÓN MATERIALES Y MÉTODOS Entre los géneros de hongos que destacan como responsables de las pudriciones de raíz del frijol se encuentran Fusarium, Rhizoctonia, Sclerotium y Pythium, entre otros (Bolkan, 1980). De estos, el género Fusarium es uno de los más diversos y complejos. F. oxysporum y F. solani son las especies más comúnmente reportadas y estudiadas como patógenas de la raíz del frijol en el mundo. F. oxysporum f. sp. phaseoli es causante de la enfermedad conocida como marchitamiento o amarillamiento del frijol; los síntomas que causa en el hipocotilo y la raíz consisten en decoloración externa del tejido normal, que se va tornando café rojizo y el tejido vascular se vuelve anaranjado a café rojizo (Bolkan, 1980). F. solani f. sp. phaseoli causa la pudrición seca de la raíz del frijol y su síntoma inicial consiste en la formación de vetas rojizas en la raíz y en el hipocotilo. Las lesiones no tienen un margen definido y pueden desarrollar grietas longitudinales en la raíz; éstas se agrandan y se tornan café (Bolkan, 1980). Material biológico caused by F. solani at twenty one days after innoculation. Results indicated that the F. lateritium isolates obtained from common bean roots in central Mexico are pathogenic to this crop and that the cv. Montcalm is susceptible. Además, F. sambucinum y F. graminearum también han sido reportados como patógenos de la raíz en frijol (Dhingra y Muchovej, 1979; Chongo et al., 2001). En 2003 se colectaron raíces de plantas de frijol en cinco estados de la región central de México para conocer la presencia y distribución de especies de Fusarium asociadas a las pudriciones de la raíz (MontielGonzález et al., 2005). En esta investigación se determinó que F. oxysporum F. y F. solani F. tuvieron mayor frecuencia y distribución, y por primera vez se reportó la ocurrencia de F. lateritium asociada a pudriciones de la raíz del frijol en México. F. lateritium fue la tercera especie más frecuente y se distribuyó en cuatro estados de México. Esta especie sólo había sido reportada en frijol por Wellman (1972); sin embargo, también ha sido reportada como patógena de otras especies de plantas como en camote (Ipomea batatas Lam.) (Clark, 1992), mora (Vajna, 2000), cedro apestoso (Torreya taxifolia) (El-Gholl, 1985) y avellana (Belisario et al., 2005), causando lesiones en tubérculo, hojas o yemas. Montiel-González et al. (2005) sugieren que F. lateritium, Se utilizaron siete cepas monoconidiales de F. lateritium y dos de F. solani, obtenidas de raíces de frijol por MontielGonzález et al. (2005). Las cepas de F. lateritium (Fla) provenían de los estados de Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro. Las dos cepas de F. solani fueron aisladas con material colectado en Aguascalientes (Fsol25-03) y Guanajuato (Fsol35-03). Estas cepas se mantuvieron a 4 ºC en el medio de cultivo Spezieller Nährstoffmmarmer Agar (SNA: 1.0 g de KH2PO4, 1.0 g de KNO3, 0.5 g de MgSO4.7H2O, 0.5 g de KCl, 0.2 g de glucosa, 0.2 g de sacarosa y 20.0 g de agar en un litro de agua destilada) de acuerdo con Nirenberg (1976) y fueron reactivadas al transferir fragmentos de las colonias a cajas Petri (100 x 15) conteniendo este mismo medio de cultivo. Para el experimento de patogenicidad se utilizó la variedad Montcalm, de origen andino, bajo la consideración de que las cepas fueron aisladas de genotipos comúnmente cultivados en México que mostraron raíces con daños evidentes de pudrición de raíz y que representan germoplasma de origen mesoamericano. Lo anterior permitiría determinar si el germoplasma de origen andino podía ser potencialmente susceptible de ser afectado por cepas del patógeno. Esta variedad, indicadora de susceptibilidad a F. solani (Schneider y Kelly, 2002), fue inoculada con las cepas Fsol25-03 y Fsol35-03 para comparar los síntomas causados por ambas especies de Fusarium. Elaboración de inóculo La producción de inóculo de las cepas de F. lateritium se realizó a partir de las colonias reactivadas en el medio SNA. Se transfirió un fragmento de las colonias a cajas Petri (100 x 15) conteniendo el medio de cultivo papa-dextrosaagar acidificado (PDA: 200 μL de ácido láctico al 85%), incorporado antes de vaciar a las cajas Petri (GonzálezChavira et al., 2004) y se mantuvieron a temperatura 253 Fusarium lateritium: Nuevo patógeno de la raíz del frijol en México aproximada de 25 ºC en laboratorio. A los cinco días se agregó 50μL de agua estéril a cada placa y las colonias se dispersaron con una varilla de vidrio a fin de distribuir los conidios producidos para lograr el desarrollo homogéneo y abundante de nuevos conidios en toda la placa. Las placas fueron mantenidas a temperatura ambiente por 10 días adicionales hasta la inoculación. El inóculo de las cepas de F. solani se elaboró de manera similar que el de F. lateritium, sólo que después de la dispersión de las colonias, las cepas fueron mantenidas por cinco días adicionales hasta su uso. Lo anterior se debe a que F. lateritium sólo produce macroconidios y el tiempo para lograr una abundante producción de éstos es más largo que en F. solani. Se obtuvo una suspensión de conidios de cada cepa y se realizó un conteo con ayuda de un hematocímetro. Finalmente se elaboró una suspensión con 200 000 conidios mL-1 de cada cepa de F. lateritium y F. solani para ser utilizadas como inóculo. Esta concentración de inóculo ha sido previamente utilizada para la selección de genotipos de frijol resistentes a F. solani (Schneider y Kelly, 2002). Prueba de patogenicidad Las semillas fueron desinfectadas superficialmente con hipoclorito de sodio al 1% por 3 min y lavadas en tres pasos de agua estéril. Posteriormente fueron colocadas individualmente en vasos de unicel Núm. 14 que contenían sustrato de vermiculita. Las plantas desarrolladas a los 15 días de la siembra fueron utilizadas en las pruebas de patogenicidad. Fueron inoculados los tallos con 50 mL de la suspensión del patógeno. Cada cepa fue aplicada por triplicado y cada repetición consistió de tres plantas inoculadas. Como tratamiento control se utilizaron plantas a las que se les aplicó 50 mL de agua. Las plantas fueron regadas cada tercer día y se mantuvieron en invernadero hasta los 21 días de la inoculación a una temperatura media diaria de 28 ºC. Las plantas fueron extraídas del sustrato, lavadas en agua común y evaluadas según su reacción a cada cepa. Se tomaron tres plantas del tratamiento control y de las inoculadas con cada cepa (una de cada repetición) para determinar la presencia de F. lateritium. Fragmentos de raíz e hipocotilo fueron tratados con hipoclorito de sodio al 1% y lavados en ocasiones con agua estéril (Montiel-González et al., 2005). Los fragmentos fueron colocados en el medio de cultivo PDA acidificado y las colonias desarrolladas fueron transferidas a nuevo PDA acidificado. Los hongos aislados fueron identificados con ayuda de las claves de Nelson et al. (1983) y comparados con la morfología de la colonia y macroconidios de las cepas inoculadas mantenidas en el mismo medio de cultivo. La reacción de la variedad Montcalm a la inoculación de las cepas de F. lateritium, fue evaluada con la escala visual de daño creada por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, 1987) para F. solani. La escala incluye nueve valores: 1= 0%; 2= 1-5%; 3= 6-10%; 4= 11-25%; 5= 26-35%; 6= 36-50%; 7= 51-65%; 8= 66-75%; 9= más del 75% del hipocotilo y tejido de la raíz con lesiones. Las plantas control (sin inocular) fueron evaluadas de igual manera. Los valores de 1 a 3 fueron categorizados como una reacción resistente; de 4 a 6, reacción intermedia y de 7 a 9, susceptible. El promedio de la reacción de las tres plantas de cada repetición fue sometido a un análisis de varianza con un diseño al azar y las medias fueron comparadas con la prueba de Tukey (p≤0.05). Desarrollo de síntomas Con el propósito de conocer la rapidez con que se desarrollan los síntomas causados por F. lateritium, fueron inoculadas 10 plantas de la variedad Montcalm con la cepa Fla21-03 como se describió anteriormente, y seis plantas fueron mantenidas como control. Esta cepa fue seleccionada debido a que fue la más agresiva de las utilizadas en la prueba de patogenicidad. Se extrajeron cinco plantas inoculadas y tres plantas control cada siete días después de la inoculación, para describir los daños observados sobre cada grupo de plantas. Adicionalmente, la variedad Montcalm fue inoculada con las cepas Fsol25-03 y Fsol35-03 de F. solani para comparar los síntomas causados por estas cepas y los causados por Fla21-03 a los 21 días de la inoculación. En este tiempo, ambas especies son capaces de mostrar síntomas claros de la enfermedad sobre Montcalm. De cinco a seis plantas contenidas en macetas fueron inoculadas con 50 mL (200 000 conidios mL-1) de inóculo de cada cepa de F. solani. También se incluyeron plantas control sin inocular. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se observó en plantas inoculadas por F. lateritium, que a los siete días sin hipocotilo presentó pequeñas lesiones dispersas de color rojizo (Figura 1), las cuales a los 14 días se unieron y extendieron para cubrir mayor superficie del tejido sano (Figura 2). En algunas plantas, la raíz principal y la parte subterránea del hipocotilo se encontraron completamente 254 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 cubiertas por lesiones del patógeno a los 14 días de la inoculación; mientras que a los 21 días las lesiones se extendieron a toda la raíz principal y cubrieron la mayor parte del hipocotilo subterráneo de las plantas inoculadas (Figura 3). Lo que muestra que F. lateritium es capaz de producir rápidamente síntomas sobre el tejido de la raíz y del hipocotilo de frijol. Bertha María Sánchez-García et al. las lesiones causadas por F. semitectum son similares a las causadas por Rhizoctonia solani; sin embargo, los síntomas causados por este hongo se diferencian claramente de los daños causados por F. lateritium sobre frijol. Aunque la descripción de síntomas sobre el hipocotilo y la raíz principal causados por F. solani es similar a los síntomas causados por F. lateritium, las dos cepas de F. solani utilizadas no causaron síntomas confundibles al nivel del hipocotilo entre las dos especies sobre la variedad Montcalm (Figura 4), la cual fue reportada como susceptible a F. solani por Schneider y Kelly (2000). Figura 1. Síntomas de Fusarium lateritium sobre la variedad Montcalm a los siete días de la inoculación. Planta del lado izquierdo sin inocular, tres plantas inoculadas del lado derecho. Figura 3. Síntomas de Fusarium lateritium sobre la variedad Montcalm a los 14 días de la inoculación. Planta del lado izquierdo sin inocular, tres plantas inoculadas del lado derecho. Figura 2. Síntomas de Fusarium lateritium sobre la variedad Montcalm a los 14 días de la inoculación. Planta del lado izquierdo sin inocular, tres plantas inoculadas del lado derecho. A los siete días después de la inoculación, las raíces secundarias de las plantas inoculadas mostraron un cambio de coloración de claro a café rojizo, comparado con el control sin inocular. Lesiones similares han sido reportadas para F. semitectum (Dhingra y Muchovej, 1979) y F. solani (Bolkan, 1980) sobre frijol. Dhingra y Muchovej (1979) indicaron que Figura 4. Síntomas causados por Fusarium solani sobre la variedad Montcalm a los 21 días de la inoculación. Planta del lado izquierdo sin inocular, tres plantas inoculadas del lado derecho. Observe la ausencia de lesiones extendidas sobre el hipocotilo. 255 Fusarium lateritium: Nuevo patógeno de la raíz del frijol en México La variedad de frijol Montcalm mostró, a los 21 días de la inoculación, lesiones de color café rojizo en raíz e hipocotilo con todas las cepas de F. lateritium inoculadas (Figura 3). Fue posible aislar al hongo F. lateritium a partir de las lesiones de raíz e hipocotilo de las plantas inoculadas, pero no de las plantas control. Estos resultados indican que las lesiones observadas en las plantas inoculadas fueron causadas por F. lateritium. Considerando que el hongo de esta especie es de lento crecimiento (Nelson et al., 1983), es posible que no haya sido aislado y reportado previamente asociado a la pudrición de la raíz del frijol en México, debido a que especies como F. oxysporum y F. solani, entre otras, son de rápido crecimiento y pueden encubrir el desarrollo y síntomas de F. lateritium. La presencia de síntomas en las plantas inoculadas y la recuperación del hongo en las lesiones, permiten reportar por primera vez en México a F. lateritium como patógeno de la raíz del frijol. Los valores de reacción entre plantas individuales inoculadas variaron entre 5 y 9 (datos no mostrados), es decir, con tendencia a ser susceptibles. El análisis de varianza de los promedios escalares detectó diferencias entre cepas y el control (p≤0.01). El coeficiente de variación en el experimento fue de 13.2%. Los valores promedios de reacción variaron entre 6.2 y 8.8 (Cuadro 1) siendo Fla21-03 la cepa que causó la reacción más severa sobre Montcalm (Tukey, p≤0.05). Con base en el sistema de evaluación de daño utilizado (CIAT, 1987), todas las cepas causaron una reacción de intermedia a susceptible en Montcalm. Estos resultados sugieren que existe escasa variación en agresividad entre cepas de F. lateritium, a diferencia de cepas obtenidas de camote donde se reportaron dos patotipos contrastantes, uno patogénico y otro no patogénico (Clark et al., 1995). Considerando que la cepa Fla21-03 causó la mayor severidad sobre Montcalm, ésta puede ser utilizada en la búsqueda de fuentes de resistencia contra el patógeno. De las especies de Fusarium comúnmente reportadas como patógenas de la raíz del frijol, sólo en F. oxysporum se han observado cepas patogénicas y no patogénicas obtenidas de este cultivo (Alves-Santos et al., 2002). También en F. oxysporum f. sp. phaseoli se han identificado razas del patógeno al inocularlas sobre diferentes variedades de frijol pero no en F. solani f. sp. phaseoli (Woo et al., 1996; Alves-Santos et al., 1999). Los resultados indican que todas las cepas de F. lateritium provenientes de diferente origen geográfico, utilizadas en esta investigación, fueron patógenas del frijol. La reacción causada por las cepas sobre la variedad Montcalm sugiere la ausencia de cepas no patogénicas sobre el cultivo, a diferencia de lo reportado en camote Ipomea batatas Lam. (Clark et al., 1995). Aunque en esta investigación sólo se inoculó la variedad de frijol Montcalm, es necesario inocular mayor número de variedades para determinar la ocurrencia de razas entre cepas de este patógeno aisladas de este cultivo. También es necesario evaluar la capacidad que tienen estas cepas de infectar otras especies de plantas para conocer sus hospederos y forma especial (Hyun y Clark, 1998; Vajna, 2000). Cuadro 1. Comparación de medias de la reacción causada por siete cepas de Fusarium lateritium en raíces e hipocotilo de la variedad de frijol Montcalm. Cepa Origen Reacción1 Fla21 Fla17 Fla15 Fla23 Fla10 Fla25 Fla3 San Luis Potosí Guanajuato Guanajuato Querétaro Zacatecas Querétaro Zacatecas 8.8 a2 7.7 ab 7.5 ab 7.3 ab 7.0 ab 6.4 b 6.2 b 1.0 c Control Escala de 1 a 9, donde: 1= 0%, 2= 1-5%, 3= 6-10%, 4= 11-25%, 5= 26-35%, 6= 36-50%, 7= 51-65%, 8= 66-75%, 9= más del 75% del hipocotilo y tejido de la raíz con lesiones; 2Prueba de Tukey 0.05. 1 La coloración rojiza de las raíces secundarias causadas por F. lateritium fue similar a la causada por F. solani a los 21 días de la inoculación (comparar Figuras 3 y 4). Los resultados anteriores sugieren que el diagnóstico de patógenos causantes de pudriciones de la raíz del frijol, basado en la descripción de síntomas, puede ser complejo bajo condiciones de campo, donde dos o más patógenos pueden ocurrir simultáneamente. La demostración de la patogenicidad de cepas de F. lateritium sobre frijol, que ocurren en la región central de México, permitirá la dirección de nuevas investigaciones para el control del patógeno. Se ha iniciado la búsqueda de fuentes de resistencia contra este hongo en variedades mejoradas de frijol liberadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y se está realizando la caracterización genética de un amplio número de cepas del hongo aisladas de esa región. 256 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 CONCLUSIONES Este es el primer reporte en México de que cepas del hongo F. lateritium, aisladas de raíces de frijol con evidentes daños de pudriciones y provenientes de cuatro estados del centro del país, son patógenas de este cultivo. La reacción de la variedad Montcalm a cepas de F. lateritium muestra que genotipos de frijol del acervo andino pueden ser susceptibles a este patógeno. Los síntomas causados por F. lateritium pueden confundirse con daños causados por otras especies del género Fusarium. Es necesario determinar la ocurrencia y frecuencia de esta especie en otros estados productores de frijol y considerar la necesidad de generar medidas de combate contra este patógeno. AGRADECIMIENTOS Se agradece al Sistema de Investigación Regional Miguel Hidalgo el financiamiento otorgado para la realización de este trabajo a través del convenio 2002020610. LITERATURA CITADA Alves-Santos, F. M.; Benito, E. P.; Eslava, A. P. and DíazMínguez, J. M. 1999. Genetic diversity of Fusarium oxysporum strains from common bean fields in Spain. Appl. Environ. Microbiol. 65:3335-3340. Alves-Santos, F. M.; Ramos, B.; García-Sánchez, M. A.; Eslava, A. P. and Díaz-Mínguez, J. M. 2002. A DNA-based procedure for in plant detection of Fusarium oxysporum f. sp. phaseoli. Phytopathology 92:237-244. Belisario, A.; Maccaroni, M. and Coramusi, A. 2005. First report of twig canker of hazelnut caused by Fusarium lateritium in Italy. Plant Dis. 89(1):106. Bolkan, H. A. 1980. Las pudriciones radicales. In: Schwartz, H. F. y Gálvez, G. E. (eds.). Problemas de producción del frijol. Centro Internacional de Agricultura Tropical. Colombia. p. 65-99. Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). 1987. Standard system for the evaluation of bean germplasm. van Schoonoven, A. and PastorCorrales, M. A. (compilers). Cali, Colombia. 54 p. Chongo, G.; Gossen, B. D.; Kutcher, H. R.; Gilbert, J.; Turkington, T. K.; Fernandez, M. R. and McLaren, Bertha María Sánchez-García et al. D. 2001. Reaction of seedling roots of 14 crop species to Fusarium graminearum from wheat heads. Can. J. Plant Pathol. 23:132-137. Clark, C. A. 1992. Histological evidence that Fusarium lateritium is an exopathogen on sweetpotato with chlorotic leaf distortion. Phytopathology 82:656663. Clark, C. A.; Hoy, M. W. and Nelson, P. E. 1995. 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J.; Cabral-Enciso, M. y Mendoza-Elos, M. 2005. Especies de Fusarium (Link) presentes en raíces de frijol (Phaseolus vulgaris L.) con daños de pudriciones, en cinco estados del centro de México. Rev. Mex. Fitopatol. 23:1-10. Nelson, P. E.; Toussoun, T. A. and Marasas, W. F. O. 1983. Fusarium species: An illustrated manual for identification. The Pennsylvania State University, University Park. Pennsylvania, USA. 193p. Nirenberg, H. I. 1976. Untersuchungen uber die morphologische and biologische differenzierungin der Fusarium-sektion Liseola. Mitt. Biol. Bundesanst. Land-Forstw. Berlin-Dahlem 169:1-117. Schneider, K. A. and Kelly, J. D. 2000. A greenhouse screening protocol for Fusarium root rot in bean. Hortscience 35:1095-1098. Vajna, L. 2000. First report of trunk blight and canker of Morus alaba var. pendula caused by Fusarium lateritium f. sp. mori in Hungary. Plant Dis. 84:372. Fusarium lateritium: Nuevo patógeno de la raíz del frijol en México Wellman, F. L. 1972. Tropical American Plant Diseases (Neotropical Phtopathology Problems). The Scarecrow Press. Metuchen, N. J., USA. 989 p. Woo, S. L.; Zoina, A.; Del Sorbo, G.; Lorito, M.; Nanni, B.; Scala, F. and Noviello, C. 1996. Characterization of Fusarium oxysporum f. sp. phaseoli by pathogenic races, VCGs, RFLPs, and RAPD. Phytopathology 86:966-973. 257 Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 259-265 LA TEMPERATURA EN LA ETAPA REPRODUCTIVA DEL CULTIVO DE CANOLA (Brassica napus L.)* TEMPERATURE ON THE REPRODUCTIVE STAGE IN CANOLA (Brassica napus L.) Alfredo Sergio Ortegón Morales1§, Arturo Díaz Franco1, Javier González Quintero1 e Idalia Garza Cano1 1 Campo Experimental Río Bravo, INIFAP. Carretera Matamoros-Reynosa. Km 61. C. P. 88900 Río Bravo, Tamaulipas, México. §Autor para correspondencia: [email protected] RESUMEN La alta producción de canola a nivel mundial ha permitido impulsar la formación de híbridos y variedades adaptadas a una amplia gama de ambientes. En México, la canola se encuentra en etapa de introducción en varias regiones del norte y centro del país donde se incluye el estado de Tamaulipas. No obstante que es un cultivo de invierno, períodos con altas temperaturas pueden coincidir durante el estado reproductivo. El objetivo de este trabajo fue determinar el efecto acumulado de la temperatura sobre el período reproductivo y el rendimiento de canola durante 2003-2004, en Río Bravo, Tamaulipas, México. Se utilizaron cuatro variedades y dos híbridos de canola. Se establecieron tres fechas de siembra y se analizaron los datos de inicio de floración, madurez fisiológica, duración en días en la etapa reproductiva, acumulación de unidades calor, número de silicuas, peso de grano por planta, peso de 1000 semillas, peso de materia seca a la cosecha y el rendimiento de grano. Con excepción del rendimiento por planta, el peso volumétrico de la semilla y la materia seca, la respuesta de los materiales fue significativa en los demás componentes de rendimiento y en el rendimiento de grano en su interacción con las fechas de siembra. La influencia de la temperatura templada en la etapa reproductiva en la primera fecha se manifestó con un incremento promedio de 22.2 días del período reproductivo, sobre la segunda y tercera fecha de siembra. El híbrido Hyola 401 fue el más precoz, estable, con * Recibido: Julio de 2005 Aceptado: Julio de 2006 mayor rendimiento y la duración de su etapa reproductiva no fue afectada significativamente a través de las fechas de siembra. Palabras clave: Brassica napus L., componentes de rendimiento, cultivares, fechas de siembra, unidades calor. ABSTRACT The elevated production of canola in the world, has promoted the formation of hybrids and cultivars with adaptation to a wide range of environments. This crop is being introduced in some regions of north and central Mexico, including the state of Tamaulipas. The objective of this study was to determine the environmental effect of temperature (heat units) on the reproductive period and yield of canola during the period of 2003-2004 at Rio Bravo, Tamaulipas, Mexico. Four cultivars and two hybrids were tested. There sowing dates were established and data taken included begining of flowering, physiological maturity, duration of reproductive stage, accumulation of heat units, number of pods per plant, seed weight per plant, 1000-seed weight, dry matter and seed yield at harvest. With the exception of yield per plant, volumetric seed weight and dry matter, the response of the genotypes was significant for the other seed yield components and with the interaction between seed yield and planting date. The 260 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 influence of moderate temperatures during the reproductive stage in the first planting date was manifested by an average increase of 22.2 days in the reproductive period as compared to the second and third planting dates. The Hyola 401 hybrid was the earliest, more stable, and higher yielder, and the duration of its reproductive stage was not affected across planting dates. Key words: Brassica napus L., cultivars, planting dates, yield components, heat units. INTRODUCCIÓN El cultivo comercial de canola (Brassica napus L.), que figura entre las principales semillas oleaginosas, se ha expandido notablemente en varios países del noreste de Europa, China, India, Canadá y Australia, luego de que por medio de mejoramiento genético se logró incrementar la calidad comestible de su aceite y pasó a ocupar el segundo lugar en la producción mundial (Downey, 1990). Como consecuencia de dicho mejoramiento se promovió la formación de varios híbridos y variedades con los que se pretende incrementar el nivel de rendimiento de grano y aceite, así como su adaptación a diferentes ambientes específicos. La canola es un cultivo de reciente introducción en México en algunas áreas del norte y centro del país. Debido a la demanda de aceite por la industria alimenticia y a la agricultura por contrato que ésta promueve, tiene buenas expectativas para su explotación comercial. En la región semiárida del norte de Tamaulipas se considera una opción importante para su cultivo en el ciclo otoño-invierno (Díaz y Ortegón, 2006; González y Ortegón, 2006); sin embargo, por tener un período de floración indeterminado y, en consecuencia, un período largo de madurez del grano, es limitada la información sobre las condiciones cambiantes de clima de la región que pudieran influir en su rendimiento. Actualmente el híbrido Hyola 401, ha sido uno de los genotipos más sobresalientes en productividad en la región norte de Tamaulipas y en otras regiones del país (Ortegón et al., 2002; Ortegón et al., 2006). El genotipo y la temperatura durante la etapa reproductiva son los principales factores que afectan el rendimiento de grano y el contenido de aceite de la canola; estos factores pueden ser controlados al seleccionar los cultivares, época de siembra y regiones de cultivo. Sidlauskas y Bernotas (2003) señalaron que el rendimiento en este cultivo depende Alfredo Sergio Ortegón Morales et al. de factores genéticos, ambientales y agronómicos, así como de la interacción entre éstos. Se han hecho numerosos intentos (Tayo y Morgan, 1979; Polowick y Sawhney, 1988; Morrison, 1993) por entender la influencia de los diversos factores para considerar la adecuada aplicación de los mismos en la canola. Los cultivares de primavera de canola (B. napus y B. rapa) se adaptan mejor en las regiones de clima frío o templado; no obstante, al cultivarlos en regiones de clima caliente, pueden alcanzar rendimientos favorables (Morrison y Stewart, 2002). En la mayoría de las regiones productoras de canola, ocurren temperaturas mayores a los 27 ºC durante la etapa de floración y dichas temperaturas impactan negativamente en el rendimiento de grano. En condiciones controladas en invernadero, las temperaturas mayores a 27 ºC incrementaron la esterilidad de flores, mientras que las temperaturas inferiores afectan negativamente el rendimiento debido a la disminución del número y tamaño de semilla por silicua (Morrison y Stewart, 2002). Olsson (1960) reportó que el rendimiento de canola en siembras de verano fue determinado por el número de silicuas por planta, semillas por silicua y peso de semilla; de estos componentes, el número de silicuas por planta fue el más afectado debido a estrés ambiental, principalmente sequía. Por su parte McGregor (1981) mostró que el aborto de silicuas se incrementó al retrasar la fecha de siembra y coincidir la floración con temperaturas superiores a 29 °C. Al establecer la relación entre los días a madurez y la temperatura media, se obtuvo una línea de regresión estrecha (R² = 0.94), lo que indica que por cada grado de incremento en la temperatura se redujo el tiempo a madurez fisiológica en casi ocho días (Mendham et al., 1981). Se ha establecido que en ambientes con temperaturas frescas entre 14 a 16 °C en un período amplio del ciclo del cultivo, el rendimiento con B. napus se incrementó comparado con un ambiente bajo temperaturas altas (Rao y Mendham, 1991). El objetivo del presente trabajo fue determinar el efecto acumulado de la temperatura sobre el período reproductivo y el rendimiento en cultivares en canola (Brassica napus L.). MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se realizó durante el ciclo otoño-invierno 20032004 en el Campo Experimental Río Bravo, del Instituto 261 La temperatura en la etapa reproductiva del cultivo de canola (Brassica napus L.) Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), localizado en el municipio de Río Bravo, Tamaulipas, a 25º 57’ de latitud norte , 98º 01’longitud oeste y a 25 msnm. Se utilizaron cuatro variedades: IMC 104, IMC 105, IMC 204 (IMC-Cargill, Idaho, EUA), y Monty (Dovuro/New South Wales, Australia) y dos híbridos de canola CNH 505 y Hyola 401 (Interstate, Fargo, North Dakota, EUA), este último como testigo (Ortegón et al., 2006). Se establecieron tres fechas de siembra: 10 de octubre, 4 y 19 de noviembre de 2003. El suelo fue de textura arcillosa sin problemas con sales, pH alcalino (7.9) y con 1.67% de materia orgánica. La siembra fue mecanizada y en suelo húmedo; se utilizó la sembradora de precisión Max Emerge, la cual se calibró para obtener una densidad de 1.2 kg ha-1 (≈ 200 000 plantas/ha). Se registraron datos de: días a inicio de floración (IF) y madurez fisiológica (MF), duración en días de la etapa reproductiva (ER), acumulación de unidades calor (UC), número de silicuas (NSP), peso de grano por planta (PGP), peso de 1000 semillas (P1000S), peso de materia seca a la cosecha (PMS) y el rendimiento de grano (RG) en kg ha-1. La cosecha se efectuó en forma manual y el corte de plantas se realizó conforme cada cultivar llegaba a madurez de cosecha cuando el grano contenía una humedad de 10 a 13% la cual se ajustó a 10%. Se practicaron análisis de varianza por fecha de siembra y análisis combinado de las tres fechas de siembra utilizando la versión 6.12 de SAS (SAS, 1995), y para comparar diferencias entre medias se utilizó la prueba de Tukey (p≤0.05). Se fertilizó con la formula 100-60-00, utilizando urea como fuente de nitrógeno y superfosfato triple de calcio como fuente de fósforo, la aplicación manual se hizo siete días antes de la siembra para cada fecha y se practicó en su oportunidad un cultivo y un deshierbe manual. Otras prácticas agronómicas se siguieron según las indicaciones locales (Ortegón, 2003). Los cultivares se distribuyeron en un diseño de bloques al azar; cada parcela consistió de seis surcos de 12 m con cuatro repeticiones y se consideró como parcela útil dos surcos centrales de 4 m en cada fecha de siembra. En las primeras dos fechas de siembra se aplicaron dos riegos de auxilio, el primero antes de iniciar la floración y el segundo 30 días después, mientras que en la última sólo se aplicó un riego debido a que se presentaron lluvias durante el mes de abril (255 mm), las cuales no influyeron en las primeras por lo avanzado de su ciclo. Durante los meses de enero y febrero se acumuló una precipitación de 46 mm y en marzo de 104 mm. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Las temperaturas mínimas, máximas y promedio registradas durante el período de octubre a marzo (2003-2004) se obtuvieron de la estación meteorológica localizada en el mismo Campo Experimental. Las unidades calor (UC) se calcularon con los datos de temperatura diaria máxima y mínima con apoyo de la relación (T máx. + T mín.)/2 - 5 °C, este último valor estimado como temperatura base mínima en la cual el cultivo mantiene su proceso fisiológico (Morrison et al., 1989). La estimación de UC en este estudio sólo se incluyó para la etapa reproductiva del cultivo al cubrir desde el inicio de floración hasta la madurez fisiológica de cada genotipo, período que se consideró de mayor importancia para el rendimiento. El análisis de varianza mostró diferencia altamente significativa (p≤0.01) para fecha de siembra en todas las variables incluidas, mientras que entre cultivares, no hubo significancia en el número de silicuas (NSP), peso de grano (PGP) por planta ni acumulación de materia seca (PMS). Cabe señalar que las variables que afectan el rendimiento de grano (peso de grano por planta y peso de 1000 semillas) no mostraron efecto significativo en la interacción cultivar por fecha de siembra. Las UC acumuladas durante la etapa reproductiva (ER) y el rendimiento de grano (RG), mostraron diferencia altamente significativa en la interacción cultivar por fecha de siembra (Cuadro 1). El intervalo de temperaturas promedio máxima registradas desde la siembra hasta el inicio de floración en cada fecha de siembra fue de 19 a 27 ºC; mientras que durante la etapa reproductiva del cultivo se mantuvo en promedio entre los 17 °C para la media y 25 °C para la máxima (Figura 1). Aún cuando la temperatura registrada estuvo en la amplitud favorable para el cultivo en las tres fechas de siembra, se pudo detectar que las UC acumuladas que se registraron para cada genotipo, mostraron efectos diferenciales entre fechas de siembra y genotipos. En el Cuadro 2 se muestra que las UC, ER y RG, mostraron diferencia significativa entre fechas. En la fecha de siembra de 10 de octubre se registraron las mayores acumulaciones de UC, esto asociado a que en el IF [50 a 60 días después de la siembra (DDS)] las temperaturas máximas estuvieron cercanas a 25 ºC y después de esta etapa y hasta MF (135 a 262 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Alfredo Sergio Ortegón Morales et al. Cuadro 1. Análisis de varianza de variables en cultivares de canola sembrados en tres fechas de siembra y su significancia estadística. Rio Bravo, Tamaulipas, México Variable Cultivar (C) Fecha de siembra (F) C x F ** ** ** ** NS NS ** NS ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** * ** ** ** ** NS NS NS ** Días a inicio de floración Días a madurez fisiológica Días de la etapa reproductiva Unidades calor Núm. de silicuas por planta Peso de grano por planta Peso de 1000 semillas Peso de materia seca por planta Rendimiento de grano (kg ha-1) NS= No significancia; *, **= Significancia en nivel de p≤0.05 y 0.01, respectivamente. Máxima Media 30 Mínima 25 Temperatura (ºC) 20 15 10 5 ct. 3 ov .1 N ov . N 2 ov .3 D ic. 1 D ic. 2 D ic. 3 En e. 1 En e. 2 En e. 3 Fe b. 1 Fe b. 2 Fe b. 3 M ar .1 M ar .2 M ar .3 N ct. 2 O O O ct. 1 0 Mes-Decena Los números en el eje de la abscisa se refieren las decenas del mes. Figura 1. Registro de temperatura decenal (máxima, media y mínima) de los meses de octubre a marzo (20032004), período de las tres fechas de siembra de cultivares de canola. Río Bravo, Tamaulipas, México. Cuadro 2. Comparación de medias por fecha de siembra de unidades calor acumuladas en la etapa reproductiva y rendimiento de grano. Río Bravo, Tamaulipas, México. Fecha de siembra Unidades calor Etapa reproductiva (días) Rendimiento de grano (kg ha-1) 10 de octubre 4 de noviembre 19 de noviembre 891 a* 722 c 806 b 86.9 a 65.8 b 63.6 b 1654 a 1539 a 1457 b *Valores con misma letra en columnas no muestran diferencia estadística, Tukey (p≤0.05). La temperatura en la etapa reproductiva del cultivo de canola (Brassica napus L.) 150 DDS) se mantuvieron entre 15 a 22 ºC. En la siembra de 4 de noviembre se registraron las menores acumulaciones de UC, donde las temperaturas máximas fluctuaron entre 15 y 18 ºC desde la etapa de IF (60 a 70 DDS) hasta MF (120 a 135 DDS). De forma opuesta a lo observado en la fecha de 10 de octubre, en la fecha de 19 de noviembre las temperaturas máximas registradas durante la etapa de IF (65 a 80 DDS) fluctuaron entre 16 y 24 ºC, mientras que para MF (130 a 140 DDS) estuvieron cercanas a 25 ºC (Figura 1). La mayor duración de la etapa reproductiva fue en la fecha de 10 de octubre (Cuadro 2) y puede ser consecuencia de diferentes factores, entre ellos a la interacción cultivar por fecha de siembra y a la precocidad a IF por altas temperaturas, particularmente en esa fecha, durante el período vegetativo (datos no incluidos). La variabilidad del rendimiento entre las fechas de siembra (Cuadro 2) puede ser atribuido a la interacción cultivar por fecha de siembra. La influencia de la temperatura templada se manifestó en la fecha 10 de octubre con mayor promedio en la duración de la ER de los genotipos con 86.9 días en promedio, lo cual influyó en la mayor acumulación de UC. En cuanto al RG, las siembras de 10 de octubre y 4 de noviembre superaron estadísticamente y de manera similar a la siembra de 19 de noviembre. Sidlauskas y Bernotas (2003) mencionaron que un aumento en el período vegetativo combinado con alta precipitación favorece un incremento en el rendimiento; mientras que un aumento en la temperatura al incrementar las UC tiene un efecto negativo. Rao y Mandham (1991) mostraron que B. napus establecida en un ambiente con temperatura templada produjo rendimientos más altos que cuando creció en ambientes con temperaturas altas. Se ha demostrado que temperaturas templadas y humedad adecuada favorecen el desarrollo, peso y contenido de aceite del grano (Sidlauskas y Bernotas, 2003; Ortegón et al., 2006). Para tener un mayor conocimiento sobre la respuesta de los cultivares en relación con la temperatura, se practicó un análisis de varianza para cada fecha de siembra, donde se consideraron las variables significativas en su interacción cultivar por fecha de siembra. Las variedades precoces IMC 104 y Monty establecidas en las fechas de octubre y primera de noviembre se comportaron estadísticamente iguales en las variables estudiadas y mantuvieron un mayor RG en las dos primeras fechas; mientras que en la tercera fecha, mostraron una diferencia significativa en UC y RG, donde la mayor acumulacion de 263 UC en Monty pudo influir en este resultado. En general, esos genotipos mostraron una mejor respuesta a las siembras tempranas (10 de octubre y 4 de noviembre) (Cuadro 3). Las variedades tardías IMC 105 y IMC 204 en la primera fecha de siembra mostraron una diferencia en la duración de la ER, marcada por los días a IF, ya que la MF al igual que las UC acumuladas, se mantuvieron sin diferencias. La mayor ER en IMC 204 pudo influir en la diferencia estadística con relación al RG. En la segunda fecha, ambos genotipos fueron iguales estadísticamente en todas las variables. En la tercera fecha mostraron diferencia estadística en IF y ER, pero no en MF, UC y RG. Ambos genotipos mostraron su mayor rendimiento en la primera fecha (Cuadro 3). Los híbridos Hyola 401 y CNH 505 mostraron en las tres fechas de siembra una alta diferencia estadística en IF, MF y UC, sin diferencia en ER, mientras que en el RG solamente hubo diferencia estadística en la segunda fecha. La precocidad del híbrido Hyola 401 con un promedio entre fechas de 54.9 días a IF y 129.5 días a MF comparada con la de CNH 505 con 70.3 y 143.4 días en la misma etapa, no mostró diferencia estadística en su ER, pero si en la acumulación de UC. El RG en la primera fecha fue igual estadísticamente entre los híbridos, mientras que en la segunda y tercera fecha, Hyola 401 fue superior a CNH 505 (Cuadro 3). La precocidad a floración y una ER normal le confieren a Hyola 401 un mayor potencial de rendimiento. Muñoz et al. (2002) y Ortegón et al. (2006) han señalado que Hyola 401 supera en productividad a otros genotipos de canola. El incremento de días en la etapa reproductiva en la primera fecha favoreció un mayor rendimiento de los cultivares por efecto de las temperaturas templadas; mientras que en la tercera fecha de siembra, el aumento de la temperatura diaria mostró su efecto al reducir ambas características, la duración del ER y el rendimiento, en las variedades y en el híbrido CNH 505; el híbrido Hyola 401 fue el más estable. Thurling (1974) al establecer tres fechas de siembra, señaló que la siembra tardía resultó con menor número de días de siembra a inicio de floración y redujo el potencial de la planta en la producción y llenado de semilla. Richard y Thurling (1978) mostraron que las altas temperaturas durante la etapa de floración redujeron el rendimiento de grano. McGregor (1981) y Morrison (1993) indicaron que las temperaturas mayores de 27 ºC durante la floración, ocasionaron reducción en la fertilidad de las flores por 264 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Alfredo Sergio Ortegón Morales et al. Cuadro 3. Respuesta de cultivares de canola por etapa reproductiva en tres fechas de siembra. Río Bravo, Tamaulipas. Variablez IMC 104 IF MF ER UC RG 47.8 c* 134.5 b 86.8 b 847 bc 1618 ab IF MF ER UC RG 60.0 b 122.3 b 62.3 b 628 b 1563 ab IF MF ER UC RG 65.8 bc 128.3 c 62.5 a 704 b 1468 b Monty IMC 105 IMC 204 Hyola 401 Primera fecha de siembra (10 de octubre) 47.3 c 63.5 a 54.3 b 42.3 d 134.3 b 151.0 a 148.5 a 131.3 b 87.0 b 87.5 b 93.8 a 89.0 b 866 b 938 a 968 a 793 c 1616 ab 1804 a 1412 b 1713 a Segunda fecha de siembra (4 de noviembre) 58.8 b 73.0 a 68.0 a 58.5 a 124.8 b 136.5 a 134.8 a 126.3 b 66.0 ab 63.3 ab 66.8 ab 67.8 a 640 b 750 a 846 a 643 c 1631 ab 1428 b 1335 b 1905 a Tercera fecha de siembra (19 de noviembre) 62.8 c 80.0 a 71.0 b 64.8 bc 129.8 c 136.3 ab 136.3 b 131.6 c 67.0 a 56.3 b 65.3 a 66.8 a 854 a 822 a 862 a 724 b 1257 b 1274 b 1318 b 1895 a CNH 505 CV % 62.3 a 151.3 a 89.0 b 934 a 1761 a 2.2 2.9 1.2 3.3 9.9 71.0 a 136.5 a 65.5 ab 826 a 1375 b 4.0 1.5 3.4 4.0 10.9 79.0 a 142.5 a 63.5 a 873 a 1529 b 3.9 1.1 3.2 4.3 16.7 IF= Inicio de floración; MF= Madurez fisiológica; ER= Etapa reproductiva; UC= Unidades calor; RG= Rendimiento de grano; *Valores con misma letra en hileras no muestran diferencia estadística, Tukey (p≤0.05). z esterilidad de los ovarios, infertilidad del polen y aborto de silicuas. En este estudio en particular, las temperaturas máximas no alcanzaron los 25 ºC, por lo que los bajos rendimientos se debieron a la reducción en el período de la etapa reproductiva. Las diferencias observadas en los componentes de rendimiento en respuesta al estrés de temperatura dentro de especies sensibles, indican que hay variabilidad en esos componentes, existiendo la posibilidad de seleccionar variedades con mayor tolerancia a altas temperaturas a través de los componentes del rendimiento (Morrison y Stewart, 2002). Hyola 401 puede ser un ejemplo a lo señalado por estos autores. Al conducir el ensayo bajo condiciones favorables de humedad y fertilización en un mismo tipo de suelo y donde no se presentaron problemas de plagas y de enfermedades, se considera que las diferencias en el rendimiento se atribuyen al genotipo dentro de la misma fecha y a la interacción del genotipo con la temperatura entre fechas de siembra. CONCLUSIONES Los cultivares mostraron amplia variabilidad de respuesta en los componentes de rendimiento entre y dentro de las fechas de siembra. El rendimiento promedio en la primera y segunda fecha fue similar y superior al de la tercera fecha. La influencia de la temperatura templada (891 UC) se manifestó incrementando la duración de la etapa reproductiva de los cultivares con un promedio de 86.9 días en la primera fecha de siembra, siendo este de 22.2 días mayor que en la segunda y tercera fechas. El híbrido Hyola 401 mostró estabilidad en el rendimiento a través de las fechas de siembra estudiadas. LITERATURA CITADA Díaz F., A. y Ortegón M., A. 2006. Efecto de inoculación con Azospirillum brasilense y fertilización química en el crecimiento y rendimiento de canola (Brassica napus). Rev. Fitotec. Mex. 29:63-67. La temperatura en la etapa reproductiva del cultivo de canola (Brassica napus L.) Downey, R. K. 1990. Canola: A quality brassica oilseed. In: Janick, J. and Simon, J. E. 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Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 267-279 CARACTERIZACIÓN MOLECULAR Y BIOLÓGICA DE GENES RECOMBINANTES EN MAÍZ CRIOLLO DE OAXACA* MOLECULAR AND BIOLOGICAL CHARACTERIZATION OF RECOMBINANT GENES IN MAIZE LANDRACES FROM OAXACA Dora Alicia Landavazo Gamboa1, Karla Guadalupe Calvillo Alba1, Elsa Espinosa Huerta1, Laura González Morelos1, Flavio Aragón Cuevas2, Irineo Torres Pacheco1, Salvador Horacio Guzmán Maldonado1, Victor Montero Tavera1 y María Alejandra Mora Avilés 1§ Unidad de Biotecnología, Campo Experimental Bajío, INIFAP. Km. 6.5 carretera Celaya-San Miguel de Allende. Apartado Postal 112. 38010. Celaya, Guanajuato, México. 2Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca, INIFAP. §Autora para correspondencia: [email protected] 1 RESUMEN Se analizó maíz criollo de tres regiones representativas de producción del estado de Oaxaca (Sierra Norte, Valles Centrales y Costa), con el fin de establecer la presencia de secuencias transgénicas. Las estrategias empleadas fueron: 1) búsqueda del promotor 35S del virus del mosaico de la coliflor por medio de PCR cualitativo, 2) detección inmunológica de la actividad de la enzima fosfinotricin acetil transferasa (PAT) que confiere resistencia a herbicida 3) detección de resistencia a la aplicación de glufosinato en plantas, 4) detección molecular del transgen bar, mismo que codifica la proteína fosfinotricin acetil transferasa, 5) determinación del contenido transgénico de las muestras positivas por PCR en tiempo real y 6) secuenciación de las bandas específicas de amplificación. Como resultado de la primera estrategia se detectó la secuencia del promotor 35S en plantas de cinco parcelas de maíz de la Sierra Norte, pertenecientes al distrito de Ixtlán. Este promotor no se detectó en el resto de las muestras colectadas de las regiones Valles Centrales y Costa. La detección inmunológica de la proteína PAT fue negativa en todas las muestras analizadas. De 1435 plantas sometidas a la aplicación de glufosinato, 23 resistieron la actividad del herbicida; sin embargo, ninguna evidenció amplificación del fragmento del transgen bar. Las * Recibido: Mayo de 2005 Aceptado: Julio de 2006 cinco plantas inicialmente positivas para PCR cualitativo se redujeron a tres muestras positivas por PCR cuantitativo y secuenciación. En conclusión, las muestras amplificadas para el promotor 35S no evidenciaron presencia ni actividad del gen bar; sin embargo, podría ser otro el origen del promotor 35S y la naturaleza de la resistencia al glufosinato en los maíces criollos de la Sierra Norte. Palabras clave: Zea mays L., fosfinotricin acetil transferasa, glufosinato de amonio, PCR tiempo real, promotor 35S, virus del mosaico de la coliflor. ABSTRACT Maize landraces from three regions: Sierra Norte, Valles Centrales and Costa in the state Oaxaca, were sampled looking for transgenic sequences. The strategies to accomplish this goal were: 1) search for 35S promoter of the cauliflower mosaic virus by qualitative PCR, 2) immunological detection of phosphinotricin acetyl transferase (PAT) enzyme activity, which confers resistance to the herbicides glufosinate, 3) detection of resistant plants to glufosinate, 4) detection Dora Alicia Landavazo Gamboa et al. 268 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 of the transgene bar by PCR, 5) assessment of transgenic content by quantitative PCR and 6) sequencing of specific amplified fragments. The use of the first technique allowed for the detection of the 35S promoter sequence in plants from five plots from the Sierra Norte region, in the district of Ixtlan. The 35S promoter was not detected in samples from the other two regions. Immunological detection for the phosphinotricin acetyl transferase protein was negative for all samples analyzed. Twenty-three plants out of 1435 were resistant to the herbicide glufosinate; however, none showed amplification of the bar transgene. Out of five initial samples only three were confirmed positive for 35S promoter by quantitative PCR and sequencing. The 35S positive samples did not test positive for the bar transgen; therefore, the detected 35S promoter sequence might have a different origin as well as the herbicide resistance present in these maize landraces from the region Sierra Norte. Key words: Zea mays L., cauliflower mosaic virus, glufosinate-ammonium, phosphinothricin acetyl transferase, real time PCR, 35S promoter. INTRODUCCIÓN México es reconocido como el centro de origen del maíz (Zea mays L.). La arqueología demuestra que los restos más antiguos provienen de los estados de Oaxaca y Puebla, donde existe una gran variedad de especies criollas y parientes silvestres (Benz, 2001; Piperno y Flannery, 2001). La diversidad genética del maíz es patrimonio nacional y mundial, y una fuente importante para los programas de mejoramiento genético en este cultivo (FAO, 1995). La biotecnología ha producido cultivos de maíz modificado genéticamente con la introducción de genes que codifican para resistir a diferentes factores: por ejemplo, los genes cry (cristal de proteína insecticida, de Bacillus thuringiensis) le confieren resistencia al ataque por lepidópteros; los genes pat (fosfinotricin N-acetiltransferasa, de Streptomyces viridochromogenes) y bar (resistencia a bialafos, de Streptomyces hygroscopicus) proveen resistencia a los herbicidas glufosinato, bialofos y fosfinotricina; el gen cp4 epsps (3-enol piruvil siquimato 5-fosfato sintasa, de Agrobacterium tumefaciens) proporciona resistencia al glifosato (James, 2005). De los materiales de maíz comerciales patentados, 69% poseen resistencia a insectos y a herbicidas simultáneamente: predomina el resistente a glufosinato, en 60% de los tipos de resistencia a herbicidas y los resistentes a glifosato representan 24% (James, 2005). Estos maíces modificados se han aprobado y liberado comercialmente en Estados Unidos de América, China, Canadá y Argentina. Sin embargo, en muchos otros países aún existen dudas e inquietudes respecto al riesgo sobre la salud de los seres humanos y animales. Asimismo, preocupan las posibles modificaciones de los ecosistemas al introducir estos organismos, aun cuando no se ha reportado algún efecto dañino. Por lo tanto, es importante establecer si existen maíces modificados en áreas de cultivo en México, para aclarar los temores de su posible riesgo ambiental y de consumo. En el marco de la moratoria de facto al maíz transgénico, se publicó en el año 2001 un reporte que muestra la presencia de dos secuencias de ADN en la construcción de organismos transgénicos, inexistentes en forma natural en el maíz convencional (Quist y Chapela, 2001). Este reporte provocó mucha incertidumbre y preocupación a nivel internacional, tanto en la comunidad científica como en la sociedad civil, debido al flujo de genes del maíz transgénico hacia los parientes silvestres y maíces criollos. Preocupa, principalmente, que los transgenes del maíz resistente a herbicidas se desplacen hacia la maleza, situación naturalmente indeseable (Altieri, 2002). Ante este escenario, se analizaron las secuencias del promotor 35S del CaMV y del gen bar, así como la expresión y actividad de la proteína PAT, en plantas de maíz tomadas de un número mayor de parcelas de las que se han estudiado a la fecha. Además, se utilizó un mayor número de estrategias de detección, con el objetivo de analizar globalmente la situación actual de la presencia de los genes pat/bar y del promotor 35S del CaMV. MATERIALES Y MÉTODOS Zona de Muestreo Las muestras de maíz criollo se colectaron en las regiones Sierra Norte (Distrito de Ixtlán), Valles Centrales (Distritos de Tlacolula, Ocotlán, Ejutla de Crespo y Etla) y Costa (Distritos de Pochutla, Juquila y Jamiltepec) del estado de Oaxaca, abarcando todas las formas y colores de grano (Cuadro 1). Caracterización molecular y biológica de genes recombinantes en maíz criollo de Oaxaca 269 Cuadro 1. Procedencia del maíz criollo colectado en el estado de Oaxaca. No. de localidades seleccionadas No. de parcelas seleccionadas No. de productores donantes Costa 22 106 95 Valles Centrales 8 91 83 Sierra Norte 14 162 95 Total 44 309 273 Región Tipo de Muestreo Germinación de semillas y procesamiento de muestras En cada región se seleccionaron al menos ocho localidades y en cada una de éstas al menos cuatro parcelas, de las que se colectaron de 10 a 20 mazorcas de maíz. De cada mazorca se desgranó 50% y el grano se concentró por parcela, cuyo tamaño de muestra consistió en la agrupación de 400 semillas seleccionadas arbitrariamente. Las 400 semillas de cada parcela se trataron con una solución de hipoclorito de sodio comercial (Cloralex ®) al 5% por 10 min, y se lavaron, al menos tres veces, con agua destiladaestéril; para su germinación se colocaron en papel de estraza previamente humedecido con agua destilada-estéril y se depositaron dentro de una bandeja cubierta con plástico en una incubadora a 20-25 ºC por tres a cuatro días en oscuridad, hasta el desarrollo del epicótilo. Sensibilidad del tamaño de muestra El grado de sensibilidad del tamaño de muestra se definió con la ecuación: r= (1-(p/100))n x 100 donde: r= Probabilidad de que exista un porcentaje máximo de semillas transgénicas igual a p, aún sin detectar transgenes. p= Porcentaje de GMO en el lote (0.9%, European Parliament and Council Regulation 1829/2003). n= Tamaño de muestra [Número de semillas (Dodd, 2002)]. Dado que se seleccionaron 400 granos de maíz por parcela, la ecuación anterior quedó de la siguiente forma: r= (1(0.9/100))400 x 100. Como resultado se obtuvo un valor de r= 2.7%. La probabilidad de que exista un porcentaje máximo de semillas transgénicas igual a 0.9% aun si no se detectan transgenes, fue de 2.7%. En otras palabras, existe un nivel de confianza del 97.3% de encontrar 0.9% de semillas transgénicas en las muestras analizadas. Los epicótilos se disectaron de los granos germinados y se colocaron en bolsas de malla, distribuidos en tres submuestras de cada parcela. Las bolsas se colocaron sobre hielo, para congelarse posteriormente con nitrógeno líquido. Finalmente, se conservaron en un ultracongelador REVCO a -41 ºC hasta su liofilización. Las muestras congeladas se liofilizaron a 20 milibares de presión y a -48 a -50 ºC de temperatura por tres días; después se molieron y se les extrajo el ADN, de acuerdo con la técnica modificada de Dellaporta et al. (1983). Detección molecular del promotor 35S del CaMV Las mezclas del PCR se prepararon en un volumen de 25 μL, combinando el ADN blanco (150-300 ng/μl), iniciadores (0.2 μM; sentido: 5’-gCACCTACAAATgCCATCA3’, antisentido: 5’-gATAgTgggATTgTgCgTCA-3’, de PROMEGA, Corp.); dNTP’s (0.25 mM), Taq Polimerasa (1.5 U), cloruro de magnesio (2mM), solución salina reguladora (buffer; 1X), y agua destilada estéril. El fragmento esperado fue de 195 pb. Como control interno se amplificó la secuencia 16S ribosomal con los iniciadores, sentido: 5’TgAgAATggATAAgAggCTC-3’ y antisentido: 5’- 270 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 TgTTgTTCCCCTCCCAAggg-3' (Rivera-Bustamante1, comunicación personal). Las concentraciones de los componentes para cada reacción de PCR fueron las mismas que las del promotor 35S. El fragmento esperado fue de 315 pb. Las reacciones anteriores se amplificaron en un termociclador (Techne, TC-412) bajo las mismas condiciones: desnaturalización a 95 ºC por 4 min durante un ciclo y 30 ciclos de desnaturalización a 95 ºC por 1 min, alineamiento a 54 ºC por 1 min, y extensión a 72 ºC por 1 min; y una extensión final a 72 ºC por 7 min durante un ciclo. Los fragmentos amplificados se separaron en geles de agarosa al 2% y teñidos con bromuro de etidio (5 ng/100 ml), para visualizar el producto de la amplificación. Bioensayo para la detección de resistencia a fosfinotricina La selección de muestras para este experimento se basó en los resultados de la detección por PCR del promotor 35S, por lo cual se trabajó con muestras que revelaron indicios de contener dicho promotor. Se probaron un total de 1435 plantas de cinco parcelas, cuyas semillas se obtuvieron de las mazorcas desgranadas de origen, y 50 controles positivos que consistieron en 50 semillas T3, producto de dos retrocruzas parentales transformadas con el promotor 35S y el transgen bar. Además, se probaron 20 controles negativos de maíz híbrido de Michoacán y 20 controles negativos de maíz de la Sierra Norte. Las semillas se colocaron en una cámara de crecimiento sobre bandejas germinadoras, usando, para germinación, el sustrato Sunshine No. 3® a 25±1 ºC; las plántulas se sometieron a un fotoperíodo de 12 h luz-12 h oscuridad e iluminación de 20 000 luxes, después de 15 días, se trasplantaron a vasos de 355 ml, y se trasladaron a un invernadero con medidas de bioseguridad de nivel 1 (Traynor et al., 2001) y mantenidas a 30-32 ºC, hasta obtener plantas con cuatro hojas verdaderas. La solución de fosfinotricina (BASTA®) se aplicó a una hoja por planta, mediante un hisopo que absorbió un volumen aproximado de 130 μL de una solución, con una concentración de 0.75% (De la Fuente2, comunicación personal). El hisopo se frotó tres veces a lo largo de la hoja, dentro de un área de 5 cm entre dos líneas delimitadas con un marcador. Los resultados se Rivera-Bustamante, R. CINVESTAV-Campus Irapuato. De la Fuente, J. M., Monsanto-México 1 2 Dora Alicia Landavazo Gamboa et al. evaluaron diariamente durante 15 días. Se analizó el área marcada con base en seis niveles de daño (0, 5, 25, 50, 75 y 100%), en función del grado de avance de toxicidad en el tejido del control negativo susceptible a fosfinotricina. Después 24 h de la inoculación, se inició una observación (considerada día 1) del nivel de daño sobre las hojas inoculadas con fosfinotricina. A partir de la aplicación del herbicida se realizaron tres mediciones cada tres días, por un período de 15 días. Detección del transgen bar por PCR Las muestras sometidas a este análisis provinieron de las plantas resistentes a la fosfinitosina en el bioensayo. La secuencia del transgen bar se detectó con iniciadores bar1 (sentido: 5’-TgCACCATCgTCAACCACTA-3’) y bar2 (antisentido: 5’-CACgCgACCACgCTCTTgAA-3’) (Spangenberg et al., 1994), y los iniciadores patjv1 (Sentido: 5’-CAggAACCGCAggAgTggA-3’) y patjv2 (antisentido: 5’-CCAgAAACCCACgTCATgCC-3’) (Vickers et al., 1996). Las concentraciones del resto de los componentes de la reacción de amplificación del gen bar fueron similares a las empleadas para amplificar el promotor 35S. El tamaño de fragmento esperado para cada par de iniciadores fue de 310 pb y 372 pb, respectivamente. Las condiciones de amplificación para ambos pares de iniciadores fueron: desnaturalización inicial a 95 ºC por 2 min durante 1 ciclo; 30 ciclos de desnaturalización a 95 ºC por 45 seg, alineamiento a 58 ºC por 30 seg y extensión a 72 ºC por 1 min y una extensión final de un ciclo a 72 ºC por 7 min. Los productos de las reacciones de amplificación fueron corridas en geles de agarosa a 2% con TBE 1X teñidos con bromuro de etidio. Detección inmunológica de la actividad de la enzima PAT Se empleó el paquete comercial Trait LL Lateral Flow (Strategic Diagnostics Inc.), para detectar la expresión de la proteína PAT producida por los genes bar y pat derivados de S. hygroscopicus y S. viridochromogenes, respectivamente. Se molieron 400 semillas por muestra y se tomaron 10 g de polvo. Cada muestra se colocó en pequeños recipientes y se agregaron 10 ml de buffer del kit; se introdujo una tira reactiva y se incubó a temperatura ambiente por 10-15 min. Transcurrido el tiempo, se verificó la presencia de la banda de prueba que indica el resultado positivo. Caracterización molecular y biológica de genes recombinantes en maíz criollo de Oaxaca 271 Contenido transgénico por PCR en tiempo real Clonación y secuenciación de fragmento amplificado Muestras, iniciadores y sondas. Se utilizó el mismo ADN empleado para los análisis por PCR cualitativo. Los iniciadores y sonda del gen 35S se diseñaron en el laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales de la Unidad de Biotecnología del Bajío del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Los iniciadores sentido fueron: MORASEQ SF (5’-gACAgTggTCCCAAAgATggA-3’) y antisentido MORASEQ SR (5’-TgCTTTgAAgACgTggTTggAA-3’), y la sonda MORASEQ SM1 FAM 5’-CCCACgAggAgCATC3’ 5NFQ marcada con el fluoróforo FAM en su extremo 3´ y el apagador NFQ (non fluorescent quencher) en su extremo 5´. Se purificaron tres fragmentos amplificados a partir de las bandas aisladas de agarosa, con el kit de extracción QUIAquick (QIAGEN Inc. CA, USA). La concentración de estos productos se cuantificó mediante fluorómetro (Minifluorometer, TBS-380 TURNER Biosystems, Inc.), utilizando el kit de medición PicoGreen (Molecular Probes ds DNA Quantitation Reagent and Kits, USA). El control interno (18S) pertenece a un kit, prediseñado por Applied Biosystems (Applied Biosystems Lincoln, USA) marcado con el fluoróforo VIC y el terminador NFQ. Las reacciones se amplificaron en un volumen total de 25 μl (2.5 μl de sonda, 0.25 μM) y oligos (2.0 μl, 0.9 μM), 12.5 μl de Master Mix (Taq DNA polimerasa, dNTP´s y buffer; Applied Biosystems Lincoln, USA) y de ADN (25 ng). Cada reacción de amplificación para el promotor 35S y el gen 18S se desarrolló por separado (single) y en forma conjunta (multiplex). Se generó una curva estándar de calibración para determinar el umbral crítico Ct de detección, utilizando concentraciones de ADN conocido, correspondiente al maíz MON 810 en concentraciones de 0, 0.1, 0.5, 1, 2 y 5% de contenido transgénico (IRMM 413; Institute for Reference Materials and Measurements, Fluka). Las condiciones de amplificación se desnaturalizaron inicialmente a 94 °C por 9 min, posteriormente a 95 °C durante 20 seg, alineación a 60 °C por 1 min y extensión a 72 °C por 30 seg durante 40 ciclos (PCR tiempo real Applied Biosystems 7000). El promedio de los valores ∆Ct se calcularon para determinar el porcentaje de contenido transgénico de cada muestra. Los valores comparativos de Ct (∆∆Ct) se calcularon restando los valores ∆Ct del gen endógeno marcado con el fluoróforo VIC a los valores ∆Ct del transgen marcado con el fluoróforo FAM. Los datos se analizaron calculando el logaritmo de la tendencia de los valores ∆∆Ct (calculada con el método de mínimos cuadrados) con respecto a los valores de los estándares definidos y analizados previamente. El ADN purificado fue precipitado (NaOAc 3M y etanol absoluto) para eliminar trazas de dNTP´s e iniciadores. Los controles de amplificación fueron los plásmidos pCAMBIA y pUC. El fragmento amplificado se clonó en el vector pGEM®-T Easy Vector Systems (PROMEGA, Madison, WI, USA) siguiendo las instrucciones del fabricante. Los posibles transformantes se seleccionaron en medio LB, adicionado con ampicilina (100mg/l), IPTG (0.5 mM), XGal (40 μg/ml). En un proceso aleatorio se seleccionó un total de 158 colonias, en su mayoría bacterias blancas, que indican una transformación positiva. La transformación se verificó mediante amplificación del fragmento insertado en el vector. Se realizó una lisis bacteriana en 50 μl de agua desionizada estéril, se administró choque térmico en termobaño a 95° C por 10 min y posteriormente se colocó la muestra en hielo por otros 10 min. Se tomaron 3 μl de muestra para la verificación por amplificación, empleando los iniciadores de PROMEGA. De la amplificación se definieron las colonias que dieron positivoparaelfragmentodeinterés,deellasseextrajoplásmido mediante la técnica de minipreps (Qiagen Spin Miniprep QIAGEN, USA), siguiendo el protocolo de extracción. La calidad de los plásmidos se visualizó en un gel de agarosa al 1% con buffer TAE 1X y se cuantificaron con el fluorómetro. Se seleccionaron tres muestras para secuenciarse (dos controles positivos pCAMBIA y pUC y un producto de PCR purificado conteniendo el fragmento 35S) mediante la reacción de PCR, en base a los protocolos de iniciadores marcados de Sequi Therm EXCELTM (Epicentro Technologies, Madison, WI, USA). Los productos del PCR anterior se amplificaron a partir de 400 fmoles del 272 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 vector pGEM®-T, conteniendo el fragmento 35S de 195 pb, utilizando 1.5 pmoles de iniciadores universales M13 (-29) sentido (5´-CACgACgTTgTAAAAcgAC-3´) y M13 antisentido (5´-ggATAACAATTTCACACAgg3´) marcados con fluoróforos infrarojos por los canales de 795 nm (IRD800 heptametino alanina) y 685 nm (IRD 700 pentametino carbocianina), respectivamente, desarrollados por Li-cor (Li-cor Lincoln, USA). El programa de amplificación consistió en un ciclo inicial de desnaturalización de 92 °C por 2 min, seguido de 30 ciclos de 92 °C de desnaturalización por 30 seg, 54 °C por 30 seg de alineamiento específico de los iniciadores y 70 °C por 1 min de extensión. Finalmente, las reacciones se mantuvieron a 4 °C para conservar estable la reacción. La reacción de secuenciación se analizó directamente con el secuenciador automático de ADN Li-cor Global Edition IR2 System Modelo 4200 (Li-cor Inc., Lincoln, USA), a través de la secuenciación simultánea bidireccional previamente desnaturalizada a 95 °C por 3 min, con 3 μl de amortiguador de carga a base de formamida, y colocados en el sistema de gel vertical de 41 cm de poliacrilamida KB plus 5.5% y 1X TBE KB plus [0.89 M Tris base, 0.89 M ácido bórico, 0.02 M EDTA, agua desionizada (18 MΩ) pH 8.3] de Li-cor a 55 °C y 1200 voltios. Las secuencias obtenidas se analizaron con el programa e-Seq 3.0.9 (DNA Sequencing and Analysis Software, Copyright 1999-2003, Li-cor Inc., Michigan Technology University), las cuales finalmente se compararon con secuencias conocidas y reportadas en la base de datos NCBI mediante Blast (Altschul et al., 1997) y Blast 2 sequences (Tatusova y Madden, 1999). RESULTADOS Y DISCUSIÓN Resultados Detección del promotor 35S del CaMV por PCR. En cinco parcelas de la Sierra Norte (SN-18, SN-28, SN-30, SN-70 y SN-153) se identificaron plantas que mostraron evidencia de amplificación del promotor 35S, mediante la técnica de PCR, obteniéndose un fragmento esperado de 195 pb (Figura 1). Por otro lado, en ninguna de las parcelas de las regiones Valles Centrales ni Costa se amplificó la secuencia del promotor de las plantas analizadas. Las muestras positivas representan 3.1 del número total de parcelas analizadas de la región Sierra Norte. Asimismo, representan 1.62% de las regiones Sierra Norte, Valles Centrales y Costa con un nivel de confianza de 97.3%. Dora Alicia Landavazo Gamboa et al. Carril 1= Escalera de 50 pb; Carril 2= Control negativo sin ADN con componentes de la reacción; Carril 3= Control negativo con ADN de maíz no modificado genéticamente con componentes de la reacción; Carril 4= Control positivo; Carriles 5-9= Plantas de parcelas (SN-18, SN-28, SN-30, SN-70 y SN-153 respectivamente). Figura 1. Productos de amplificación para el fragmento 35S del CaMV visualizados en gel de agarosa a 2%. El fragmento de 315 pb de la secuencia 16S ribosomal, usado como control interno, se amplificó con plantas de todas las parcelas, demostrando que el protocolo de amplificación se realizó eficientemente (datos no mostrados). Detección inmunológica de la actividad de la enzima PAT. La detección de la expresión de la proteína fosfinotricin acetil transferasa (PAT) por medio de tiras de flujo lateral, resultó negativa para las plantas de todas las parcelas de las tres regiones sometidas a esta prueba (datos no mostrados). Detección de resistencia a fosfinotricina: bioensayo. La observación de daño de las plantas indicó que al tercer día entre 65 y 93% de las plantas presentaron 25% de daño (Figura 2). Al sexto día, del 89 al 98% de las plantas estaban totalmente cloróticas en el área marcada en las hojas; para el noveno día, del 93 al 99.4% de las plantas mostraban daño en 100% de la superficie de la hoja inoculada; el día 12, 98.4% las plantas mostraron toxicidad en 100% de la planta y para el día 15, habían muerto todas las plantas que mostraron alto nivel de toxicidad (98.4%). El nivel de daño ocasionado por el herbicida indica que la muestra SN-18 presentó una incipiente resistencia al herbicida durante los primeros tres días del bioensayo; sin embargo, a partir del día seis se aproximó a la media de respuesta del resto de las muestras (Figura 3). Sólo 23 plantas que representan a las cinco parcelas, resistieron la acción del herbicida sin ningún síntoma de toxicidad. Caracterización molecular y biológica de genes recombinantes en maíz criollo de Oaxaca 0 5 75 50 273 25 100 Figura 2. Porcentaje de avance de daño en hoja de maíz en planta control susceptible a fosfinotricina inoculada con 0.75% de BASTA®. de plantas dañadas también estuvo dentro del rango de los controles negativos y de las muestras. Ninguna de las plantas utilizadas como control positivo sobrevivió, lo cual impidió compararlas con las plantas resistentes. 110 Porcentaje de plantas con daño 100 SN-18 90 SN-28 SN-30 80 SN-70 SN-153 70 C+ C- 60 50 1 3 6 9 12 15 Detección del transgen bar por PCR. Se analizó el ADN extraído de las 23 plantas que resistieron el efecto del herbicida fosfinotricina en el experimento anterior. Los resultados de la amplificación con los iniciadores patjv1-patjv2 y bar1-bar2, fueron negativos para todas las plantas; ninguna de las 23 presentó las bandas esperadas de 375 pb y 310 pb, respectivamente, las que se observaron en el control positivo (Cuadro 2). Días posteriores a la inoculación Figura 3. Porcentaje de daño en plantas de maíz de la Sierra Norte (SN) de Oaxaca inoculadas con fosfinotricina a lo largo de los 15 días de duración del bioensayo (positivas en la amplificación del CaMV 35S) y de plantas control con y sin el gen bar. Los controles negativos exhibieron daño en la misma proporción que las plantas bajo estudio. Los daños y número de plantas afectadas cayeron dentro del margen esperado. En el caso de los controles positivos, el número PCR en tiempo real. Se realizó un rango dinámico de la concentración del control positivo para determinar la curva estándar y definir el rango de detección confiable y consistente. El rango dinámico consistió en cuatro diluciones seriales de ADN, manejadas al 50% en cada etapa. El rango dinámico para el gen 35S y el gen 18S muestran una alta eficiencia, de acuerdo a las curvas de cada concentración en las que en puntos equidistantes y paralelos se duplica la concentración de ADN de una dilución (Figura 4). La curva estándar define el umbral de detección (Ct), donde se observa una relación lineal entre los productos de PCR y la concentración de ADN durante la fase exponencial (Figura 5). La correlación del 98.5%, proporcionada en este análisis, Dora Alicia Landavazo Gamboa et al. 274 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Cuadro 2. Resultados de los diferentes métodos de detección de los eventos transgénicos del promotor 35S del CaMV y del gen/proteína bar/PAT. Detección proteína PAT Núm. de plantas resistentes a Fosfinotricina bar (PCR) 35S (PCR) % Contenido transgénico PCR tiempo real - 5(2.1){ - + 0.00000000143 - 4(1.4) - + 0.00000023 - 4(1.3) - + 0.000016 - 2(0.61) - + 0.000012 17° 17´ 25´´ LN, 96° 25´ 11´´ LW - 8(2.9) - + 1.038404 Control positivo N/A - 0(0.0) + + 1, 2 y 5 Control negativo N/A - 0(0.0) - - - Parcela Comunidad SN-18 La Nevería 17° 07´ 30´´ LN, 96° 31´49´´LW SN-28 Latuvi 17° 11´ 01´´ LN, 96° 30´ 46´´ LW SN-30 Latuvi 17° 11´ 46´´ LN, 96° 30´ 48´´ LW SN-70 Santiago Comaltepec 17° 33´ 54´´LN 96° 32´ 54´´ LW SN-153 Santiago Xiacui N/A= No aplica; += Resultado positivo; -= Resultado negativo; º= Porcentaje de plantas resistentes a glufosinato, con respecto a la población total evaluada. indica que es posible detectar organismos genéticamente modificados en un rango entre 100 ng y 12.5 ng deADN inicial. Los estándares de referencia se ajustaron a 12.5 ng. Los estándares de contenido transgénico de 0.1 y 0.5% fueron inconsistentes en su amplificación, por lo que se desecharon en los siguientes análisis. Únicamente se analizaron los estándares representados por las plantas que contenían 1, 2 y 5% de contenido transgénico. El patrón de comportamiento de las curvas de amplificación en cada caso corresponde a una distancia equivalente a un ciclo, definiéndose como el doble de contenido transgénico en cada caso (2n). En todos los casos, el control interno amplificó (datos no mostrados). Las plantas de tres parcelas del distrito de Ixtlán (Figura 6 y Cuadro 2), amplificaron el fragmento 35S, correspondientes a SN-153 de la localidad de Santiago Xiacui, SN-30 de la localidad de Latuvi y SN-70 de la localidad de Santiago Caracterización molecular y biológica de genes recombinantes en maíz criollo de Oaxaca 50 ng 100 ng 200 ng 12.5 ng 275 en la región Sierra Norte, evidencia contrastante con los datos del reporte preliminar de Herrera et al. (2002), donde se revelan 13 parcelas positivas (44%) con el promotor 35S, de un análisis de 29 parcelas en el estado de Oaxaca. 6.25 ng Figura 4. Rango de detección de amplificación del promotor 35S. Comaltepec. Todas las muestras amplificaron el gen 18S (datos no mostrados). Secuenciación de fragmento amplificado. De las tres secuencias analizadas, dos coincidieron con la secuencia del vector pGem7ZF, una correspondió en 100% a la secuencia del promotor 35S del CaMV en ambas secuenciaciones (700 y 800 nm). La secuencia correspondiente al 35S tuvo alta similitud con la p35S-GFP (NCBI U28417) en 95%, evidenciando la presencia del promotor 35S en el maíz de la muestra SN-30, correspondiente a la Sierra Norte de Oaxaca. De 354 nucleótidos de la secuencia (NCBI X04879) del promotor reportada por Sanders et al. (1987), hubo similitud al 100% en la secuencia amplificada en el material de maíz SN-30 (Figura 7). Discusión Todas las muestras evidentes del promotor 35S del CaMV provienen del distrito de Ixtlán de la región Sierra Norte del estado de Oaxaca, resultado concordante con el estudio realizado por Quist y Chapela (2001), quienes reportaron la presencia del promotor 35S en el mismo estado. El muestreo en cada una de las parcelas es un sistema eficiente para detectar introgresiones del promotor 35S a los materiales criollos de maíz. El grado de sensibilidad en el muestreo, indica que el tamaño de muestra fue suficiente tanto para manipular apropiadamente un número sustancial de muestras, como para asegurar un nivel de confianza hasta ahora sin reportar en los análisis publicados. En conjunto, las muestras SN-18, SN-28, SN-30, SN-70 y SN-153 representan 3.1 del número total de las analizadas Es importante resaltar que las frecuencias transgénicas (el número de muestras positivas y el contenido transgénico) son bajas, ya que el porcentaje de parcelas positivas es reducido, sin detectar inmigración en parcelas vecinas. La baja incidencia del promotor 35S puede deberse a varias causas, entre las que destacan: a) las plantas híbridas (con introgresión) tienen baja adaptación a las condiciones ambientales de la región, b) una posible asincronía en los períodos de floración, limitando así la posibilidad del cruzamiento entre la planta transgénica y el criollo, o c) la introgresión puede encontrarse en etapa temprana, por lo que su distribución aún sería limitada. Las evidencias en los análisis por PCR en tiempo real y secuenciación del promotor 35S, sugieren que la introducción de transgenes proviene de la mezcla de grano a las parcelas y no por polinización libre, en cuyo caso se esperaría un número mayor de parcelas positivas en las localidades a las cuales pertenecen. El promotor 35S resultó inexistente en todas las parcelas de las localidades pertenecientes a las regiones Valles Centrales y Costa. La ausencia de amplificación de la secuencia del gen bar en las plantas resistentes a fosfinotricina, y de la actividad proteica de la enzima PAT, descarta la hipótesis de la resistencia de las plantas por el transgen 'bar. Esta prueba puede eliminar las teorías del silenciamiento del gen bar (Matzke y Matzke, 1995; Baulcombe, 1996; Depicker y Van Montangu, 1997) o de la baja expresión de la proteína que impidiera detectar su actividad. Una posible explicación de la resistencia a fosfinotricina en las 23 plantas, es la resistencia natural, tomando en cuenta la amplia diversidad genética del maíz en el estado de Oaxaca. Con este estudio se descarta la presencia del transgen bar; sin embargo, puede haber otros transgenes diferentes como los de la delta-endotoxina de Bacillus thuringiensis (cry), para la resistencia a insectos. Otro evento a detectar en maíz es la presencia del gen cp4 epsps que confiere resistencia al herbicida glifosato; aunque con mucha menor incidencia en los productos biotecnológicos comerciales de maíz. Además, en el análisis realizado por Herrera et al. (2002), se reportó sin ningún evento cp4 epsps. 276 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Dora Alicia Landavazo Gamboa et al. Figura 5. Curva estándar para el promotor 35S del CaMV, muestra el log de referencias de maíz MON 810, con cantidades conocidas de contenido transgénico versus el umbral Ct, con datos de Figura 4. Figura 6. Amplificación del promotor 35S de muestras de plantas de maíz. Muestra SN-153 ubica su Ct en el ciclo 26, en tanto que las muestras SN-30 y SN-70 amplificaron en el ciclo 32. Caracterización molecular y biológica de genes recombinantes en maíz criollo de Oaxaca 277 a) X04879: ctacaaatgccatcattgcgataaaggaaaggctatcgttcaagatgcctctgccgacag 117 |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| S.I.: ctacaaatgccatcattgcgataaaggaaaggctatcgttcaagatgcctctgccgacag 68 X04879: tggtcccaaagatggacccccacccacgaggagcatcgtggaaaaagaagacgttccaac 177 |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| S.I.: tggtcccaaagatggacccccacccacgaggagcatcgtggaaaaagaagacgttccaac 128 X04879: cacgtcttcaaagcaagtggattgatgtgatatctccactgacgtaagggatgacgcaca 237 |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| S.I.: cacgtcttcaaagcaagtggattgatgtgatatctccactgacgtaagggatgacgcaca 188 58 9 118 69 178 129 X04879: 238 atcccactatc 248 ||||||||||| S.I.: 189 atcccactatc 199 b) 1 gaattcccga tcctatctgt cacttcatca aaaggacagt agaaaaggaa ggtggcacta 61 caaatgccat cattgcgata aaggaaaggc tatcgttcaa gatgcctctg ccgacagtgg 121 tcccaaagat ggacccccac ccacgaggag catcgtggaa aaagaagacg ttccaaccac 181 gtcttcaaag caagtggatt gatgtgatat ctccactgac gtaagggatg acgcacaatc 241 ccactatcct tcgcaagacc cttcctctat ataaggaagt tcatttcatt tggagaggac 301 acgctgaaat caccagtctc tctctacaag atctctagac gatcgtttcg catg Figura 7. a) Alineación de la secuencia amplificada de plantas de la muestra SN-30, con la secuencia del promotor 35S de CaMV en pMON 273, vector 3 [NCBI X04879; Sanders et al., (1987)]; Score= 367 bits (191); Esperado= 8e-99; Idéntico= 191/191 (100%); Cadena= Sentido/Sentido. b) La secuencia sombreada corresponde al 100% de similitud con la secuencia amplificada. Los iniciadores se muestran subrayados. Los resultados de PCR cuantitativo reducen a tres las muestras positivas de las cinco originalmente obtenidas por PCR. La inconsistencia en resultados de PCR cualitativo y PCR cuantitativo demuestran que, la detección por la técnica de PCR cualitativo no necesariamente proporciona resultados fiables respecto a las muestras positivas. Es claro que amplicones no específicos pueden reducirse eventualmente; sin embargo, también representa una fuente de falsos positivos indeseables en detecciones puntuales. La ventaja del análisis por PCR en tiempo real es la inclusión de una sonda específica, la cual incrementa la precisión en la detección. La verificación de las muestras positivas mediante secuenciación, valida los resultados de amplificación por PCR y PCR en tiempo real en las muestras SN-30, SN-70 y Dora Alicia Landavazo Gamboa et al. 278 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 SN-153. La elevada identidad de las secuencias obtenidas y comparadas con bases de datos de secuencias reportadas para el promotor 35S, confiere la presencia de este promotor en el genoma de maíz en dos parcelas a niveles de introgresión menor al 1% (una semilla de cada 100 tiene el promotor 35S). Respecto a la posible persistencia de los elementos de introgresión detectados, es importante destacar su permanencia o incremento de su frecuencia en selección positiva, es decir, la asociación de estos genes con otros genes nativos que confieren características seleccionadas por el agricultor, la aplicación de herbicidas o bien la resistencia a plagas. Sin embargo, en la región Sierra Norte no se reporta la aplicación de estos químicos o la presencia de plagas como el gusano barrenador del tallo o algún otro lepidóptero plaga considerado blanco de la toxina Bt, por lo que el material estaría libre a una selección que representara desventaja para los materiales criollos nativos, disminuyendo así la frecuencia del transgen hasta desaparecer. Es importante considerar que, dada la diversidad del maíz criollo, se han detectado genes que de manera natural codifican para la resistencia a glufosinato, como lo demuestran los resultados del bioensayo. Probablemente existen maíces criollos con resistencia natural, sin detectar por falta de selección. Por lo tanto, si hubiera un maíz transgénico resistente a herbicidas en la misma zona donde se encuentra un maíz con resistencia natural a herbicidas, ambos podrían coexistir sin ninguna alteración a la diversidad genética. Respecto a la preocupación de la seguridad para el consumo, se han desarrollado protocolos de evaluación previos a la aprobación del cultivo comercial de maíz genéticamente modificado. Los protocolos contemplan análisis de alergenicidad y toxicidad de la nueva proteína sintetizada. En ninguno de los casos estudiados hasta ahora, relacionados con las proteínas PAT, se ha reportado un efecto tóxico. Tampoco se ha presentado algún cuadro alergénico en consumidores humanos (Ash et al., 2000; Khumnirdpetch et al., 2001; Klotz et al., 2002). Por lo tanto, con respecto a la inocuidad alimentaria, como se reportó, es improbable el riesgo en el consumo de maíz con la proteína PAT. Finalmente, queda abierta la posibilidad de encontrar otros eventos transgénicos; sin embargo, la pregunta más importante es: ¿Cuál es la posibilidad de que esto ocurra y sus consecuencias? posteriormente, ¿Estas consecuencias son un riesgo real y científicamente avalado? Los esfuerzos deben orientarse en el análisis de posibles riesgos de la introgresión en especies de países de origen. CONCLUSIONES Existe evidencia de la presencia del promotor 35S del virus del mosaico de la coliflor en plantas de maíz de tres parcelas de la región Sierra Norte de Oaxaca. La base para detectarlo fue la vinculación del promotor 35S con construcciones transgénicas, ya que lo contienen la mayoría de los materiales comerciales de maíz genéticamente modificados. El número de parcelas positivas, así como el porcentaje de contenido transgénico (en relación a las referencias internacionales) fue bajo, por lo que se infiere que el tiempo en el que ocurrió la introgresión es reciente. Si bien se desconoce con toda certeza la existencia de transgenes específicos, la evidencia para encontrar el gen bar, que confiere resistencia al herbicida fosfinotricina, está ausente en las muestras obtenidas o no fue posible detectarlo con los diferentes métodos ensayados. LITERATURA CITADA Altieri, M. A. 2002. Aspectos socioculturales de la diversidad del maíz nativo. Departamento de Ciencias Políticas y Gestión del Medio Ambiente, Universidad de California. www.cec.org/files/pdf//altieri-s.pdf Altschul, S. F.; Madden, T. L.; Schaffer, A. A.; Zhang, J.; Zhang, Z.; Miller, W. and Lipman, D. J. 1997. Gapped BLAST and PSI-BLAST: a new generation of protein database search programs. Nucl. Acids Res. 25:3389-3402. Ash, J. A.; Sceideler, E. and Novak, C. L. 2000. The fate of genetically modified protein from Roundup Ready soybeans in the laying hen. Poultry Sci. 79 (Suppl.1), 26. Baulcombe, D. C. 1996. RNA as a target and an initiator of post-transcriptional gene silencing in transgenic plants. Plant Mol. Biol. 32:79-88. Benz, B. F. 2001. Archeological evidence of teosinte domestication from Guilá Naquitz, Oaxaca. Proc. Natl. Acad. Sci. 98:2104-2106. Dellaporta, S. L.; Wood, J. and Hicks, J. B. 1983. A plant DNA minipreparation. Version II. Plant. Mol. Biol. 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Reynosa, Tamaulipas, México. 2Campo Experimental Río Bravo, INIFAP. §Autor para correspondencia: [email protected] RESUMEN El análisis de la diversidad genética del germoplasma de soya es importante para la identificación de los genotipos mejor adaptados a las condiciones agroclimáticas de una región. En esta investigación se caracterizaron 108 genotipos de soya: nueve variedades introducidas de soya, cinco mexicanas y 94 líneas experimentales con 18 parámetros morfoagronómicos y marcadores moleculares AFLP con el objetivo de determinar las relaciones genéticas y la diversidad genética en el germoplasma. En 2004 se evaluaron 82 genotipos por sus características morfoagronómicas en el Campo Experimental Sur de Tamaulipas. El color de las vainas y de la pubescencia de las vainas, número de vainas con un grano y con dos granos, y peso de la semilla fueron las variables con mayor valor descriptivo de acuerdo con el análisis de componentes principales. Con base en estas características, el germoplasma de soya se dividió en tres grupos. En el grupo I se incluyó el germoplasma con vainas y pubescencia de vainas grises, valores intermedios en vainas con una y dos semillas, y bajo peso de semilla y rendimiento. En el grupo II, el que mostró color de la pubescencia y de vaina café y alto rendimiento, y en el grupo III el que presentó valores intermedios en todas las características mencionadas. El dendrograma obtenido con datos AFLP presentó tres grupos principales de genotipos, con disimilitud genética de 7.25 a 8.25%. El grupo I incluyó líneas derivadas de los progenitores Júpiter y Santa Rosa, así como variedades * Recibido: Julio de 2005 Aceptado: Agosto de 2006 mexicanas y extranjeras; el grupo II incluyó variedades introducidas, líneas experimentales derivadas de Júpiter y variedades mexicanas; el grupo III sólo incluyó líneas experimentales. Las variedades introducidas Júpiter y Santa Rosa generaron 38 y 37% de la variabilidad genética total, respectivamente. El análisis de componentes principales de datos AFLP no separó las variedades introducidas de las mexicanas, aunque las líneas experimentales derivadas de Santa Rosa y Júpiter fueron diferentes a estos progenitores. El análisis de varianza molecular indicó reducida diversidad genética en el germoplasma de soya. Los resultados indicaron que no existe estrecha asociación entre los patrones de variabilidad genética y morfoagronómica en soya, y que es necesario ampliar la base genética del germoplasma de soya en México. Palabras clave: Glycine max (L.) Merr., diversidad, marcadores moleculares AFLP. ABSTRACT The analysis of genetic diversity in soybean germplasm is important for the identification of contrasting and complementary parental genotypes for its utilization in a given region. In this work nine introduced and eight local 282 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 cultivars as well as 94 experimental soybean lines were characterized with 18 agronomic traits and AFLP molecular markers in order to determine the genetic relationships and genetic diversity in the germplasm. During 2004 at the Experimental Station South of Tamaulipas, Mexico, a subset of 82 genotypes was evaluated under field conditions. Based on results of a principal component analysis, color of pod and pubescence, number of pods with one and with two seeds and seed weight were the most descriptive agronomic traits. Using those traits, genotypes were then classified in three groups. Group I included genotypes with grey pod and pod pubescence, intermediate number of pods with one and two seeds and low seed weight and seed yield; group II included genotypes with brown pods and pod pubescence and high seed yield; group III with genotypes of intermediate values for all traits. The dendrogram constructed based on AFLP data showed three major groups of genotypes with genetic dissimilarity from 7.25 to 8.25%. Group I included lines derived from cultivars Jupiter and Santa Rosa, local and introduced cultivars; group II included introduced cultivars, experimental lines derived from Jupiter and local cultivars; group III only included experimental lines. Cultivars Jupiter and Santa Rosa generated 38 and 37% of the total genetic variability, respectively. Principal component analysis from AFLP data did not separate introduced from local cultivars, although experimental lines derived from Santa Rosa and Jupiter were distinct from their parents. An analysis of molecular variance showed reduced genetic diversity. No significant association was found between genetic and agronomic variability patterns in the genotypes characterized. Broadening the soybean genetic basis of the germplasm in Mexico, is urgently needed. Key words: Glycine max (L.) Merr., genetic diversity, AFLP molecular markers. INTRODUCCIÓN La soya [Glycine max (L.) Merr.] es originaria de Asia y es la oleaginosa que más se comercializa en el mundo. La soya se adapta a diversos climas, aunque se desarrolla de manera óptima en regiones tropicales (Pecina et al., 2005). En 2004, en México se sembraron 96 400 ha con soya con una producción de 133 200 t (1.4 t ha-1). En el caso de Tamaulipas se sembraron 57 400 ha (60% del total nacional) con una producción de 93 600 t (1.6 t ha-1) (SIAP, 2006). El grado de adaptación del germoplasma de soya exótico en ambientes contrastantes es importante para la selección Homar Rene Gill-Langarica et al. de progenitores; sin embargo, la selección por sí misma no predice la probabilidad de éxito en combinaciónes alélicas. Los programas de mejoramiento genético han utilizado características morfológicas y bioquímicas para la selección de variedades de soya; aunque estas características son importantes, presentan limitaciones particularmente cuando se utilizan variedades emparentadas como progenitores ya que se incrementa el grado de endogamia (Nelson et al., 1987 y 1988; Juvik et al., 1989; Perry y McIntosh, 1991; Gizlice et al., 1994; Sneller, 1994; Bernard et al., 1998; Priolli et al., 2002) ya que se incrementa el grado de endogamia. Diversos estudios con marcadores moleculares como el Polimorfismo en la Longitud de los Fragmentos de Restricción (RFLPs) indican que la soya cultivada presenta niveles bajos de diversidad genética (Keim et al., 1992; Shoemaker et al., 1992; Skorupska et al., 1993; Thompson et al., 1998; Li y Nelson, 2001; Chowdhury et al., 2002; Xu y Gai, 2003); microsatélites (SSRs) (Akkaya et al., 1992; Maughan et al., 1995 y 1996; Doldi et al., 1997; Jin et al., 2003) o Polimorfismos en la Longitud de los Fragmentos Amplificados (AFLPs) (Maughan et al., 1996; Ude et al., 2003; Pecina et al., 2005). Lo anterior se debe fundamentalmente a que el germoplasma analizado está estrechamente emparentado entre sí, dada la reducida base genética de la que han partido la mayoría de los programas de mejoramiento genético de la soya en el mundo (Gizlice et al., 1994). Los altos niveles de parentesco entre los progenitores que utilizan soya podrían limitar el éxito de los programas de mejoramiento genético de soya. Las introducciones de germoplasma y adaptación proveen variabilidad genética, pero poco se utilizan como fuente de nuevos genes de rendimiento (Ude et al., 2003). Las poblaciones desarrolladas a partir de la cruza entre introducciones seleccionadas por sus características fenotípicas, generalmente tienen menor rendimiento y producen con menor frecuencia líneas deseables comparadas con las desarrolladas a partir del cruzamiento entre progenitores élite adoptados (Ininda et al., 1996). Thompson et al. (1998) y Narvel et al. (2000) han identificado, por medio de marcadores moleculares de ADN, introducciones genéticamente distintas y aptas para su uso en programas de mejoramiento genético de soya; con ellas, los resultados han sido más exitosos que los obtenidos con programas de mejoramiento genético convencional para la producción de líneas superiores de cruzas de introducciones con genotipos élite. El análisis molecular del germoplasma de soya que se utiliza en México podría asistir, a los mejoradores de Caracterización morfoagronómica y genética de germoplasma mejorado de soya esta especie, en la selección de progenitores genéticamente distantes y complementarios para desarrollar diversidad genética y obtener progenies superiores (Hudcovicová y Kraic, 2003). El objetivo de esta investigación fue determinar la diversidad y las relaciones genéticas del germoplasma de soya desarrollado en el sur de Tamaulipas. Las hipótesis del estudio fueron: i) existe escasa diversidad morfoagronómica y genética en las variedades de soya utilizadas en México y ii) no existe asociación significativa entre los patrones de diversidad morfoagronómica y genética en soya. MATERIALES Y MÉTODOS Material biológico Se estudiaron 108 genotipos de soya: nueve variedades comerciales provenientes de EE. UU., Taiwán y Brasil; cinco variedades desarrolladas en México y 94 líneas experimentales generadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). La relación de accesiones, origen y condición genética se consignan en el Cuadro 1. Con excepción de las variedades Suaqui 86 y Surubi, que pertenecen al grupo de maduración V (24º a 33º latitud norte), el resto del germoplasma pertenece al grupo de maduración IX (14º a 22º latitud norte) (USDA, 1995). Caracterización morfoagronómica Se sembraron 82 genotipos del germoplasma arriba mencionado bajo condiciones de riego en el Campo Experimental Sur de Tamaulipas (CESTAM) del INIFAP, ubicado en Estación Cuauhtémoc, Tamaulipas (25º 59’ LN; 98º 06’ LO y 30 msnm). El germoplasma se cultivó de acuerdo con el paquete tecnológico desarrollado por INIFAP (1999) para la producción de soya bajo condiciones de riego en el sur de Tamaulipas. Se registraron ocho características morfológicas de acuerdo con los descriptores de soya del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, 1995) (Cuadro 2). Se sembraron 50 semillas de cada genotipo en un surco de 5 m de largo con separación entre surcos de 0.76 m (parcela experimental de 3.8 m2) el 15 junio de 2004. En cinco plantas de cada genotipo se registraron la altura de planta a la primera vaina, altura de planta a la cosecha, número de vainas por planta con uno, dos y tres granos; peso 283 de semilla (rendimiento de semilla/número de semillas por planta). En la parcela experimental se estimaron los días a floración completa, porcentaje de humedad de la semilla a la cosecha, rendimiento al 14% de humedad y el porcentaje de acame. Caracterización genética Los 108 genotipos se sembraron en el invernadero del Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Reynosa, Tamaulipas, México, el 22 de septiembre de 2004. Se sembraron 12 semillas de cada genotipo en charolas de poliestireno de 96 pozos con sustrato “Peat Moss Tourbe” (Premier®; Québec, Canadá). La extracción del ADN genómico total se llevó a cabo con el método de Dellaporta et al. (1983). El germoplasma se analizó con el método AFLP (Vos et al., 1995). Para la digestión del ADN se utilizó una mezcla de reacción de 50 μL que contenía 1 μL de ADN (150 ng μL-1); 3μL de EcoRI (Roche®) de 10 U μL-1; 3 μL de Tru9I (Roche®) de 10 U μL-1 y 5 μL de RL 10X. Las muestras se incubaron por 4 h a 37 °C. Enseguida, las enzimas se inactivaron a 70 °C por 15 min y posteriormente, se ligaron los adaptadores específicos a los sitios de restricción. La mezcla de ligación consistió de 1 μL del adaptador EcoRI (5 pmol), 1 μL del adaptador MseI (50 pmol), 1.2 μL de ATP 10 mM, 1 μL de buffer RL 10X y 1 μL de T4 DNA ligasa (Roche®) de 1 U μL-1, en un volumen total de 10 μL. La preamplificación incluyó 5 μL de la mezcla de ligación más la adición de una mezcla de los oligonucleótidos AFLP específicos (50 ng μL-1); 2 μLde dNTPs 10 mM, en un volumen total de 25 μL. La mezcla de reacción complementaria se preparó con 0.2 μL de Taq DNA polimerasa (Roche®) (5 U μL-1) y 5 μL de buffer de PCR 10X, en un volumen final de 20 μL. El volumen total de la mezcla de reacción fue 50 μL. La mezcla se sometió a amplificación por PCR en un termociclador GeneAmp 9700 (Applied Biosystems®). Se utilizó el siguiente programa de PCR: 94 °C por 30 s; 56 °C por 60 s y 72 °C por 60 s por 20 ciclos. Posteriormente, se tomaron 3 μL del ADN pre-amplificado y se agregó 0.5 μL del oligonucleótido de EcoRI + 3 (EcoRI + AGG), 0.6 μL del oligonucleótido MseI + 3, ambos con una concentración de 50 ng μL-1, así como 0.4 μL de la mezcla de dNTPs 10 mM, para un volumen total de 5 μL; además de 0.2 μL de Taq DNA polimerasa de 5 U μL-1 y 2 μL de amortiguador para PCR 10 X, para un volumen total de 10 μL. La mezcla de reacción se sometió al siguiente programa de PCR: 94 °C por 30 s, 65 °C por 30 s y 72 °C por 60 s; esto por 11 ciclos donde la temperatura de alineamiento se redujo en 0.7 °C 284 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Homar Rene Gill-Langarica et al. Cuadro 1. Relación del germoplasma de soya utilizado en el estudio Genotipo Estatus genético Procedencia Genotipo Estatus genético Procedencia AGS-154 Curio DM-301 Doko EMBRAPA-48* Júpiter Santa Rosa Tukano* UFV-1 Huasteca-100 Huasteca-200 Tapachula-86 Suaqui-86 Surubi H96-0431 H86-4965 H86-4645 H96-0065 H96-0889 H96-0147 H96-0209 H96-0210 H96-0786 H96-0283 H81-1706 H86-4717 H96-0383 H80-1852 H86-4563 H86-5030 H86-3687 (FM) H86-3967 H85-2325 H85-3526 H85-2372 H98-1504 H98-1066 H96-1331 H98-1641 H96-1096 H98-1484 H85-1875 H88-1880 H81-1808 H80-1646 H80-1969 H80-1773 H80-1028 H98-1076 H98-1552 F81-5428* H96-1256 H85-2456 H85-0771 VE VE VE VE VE VE VE VE VE VM VM VM VM VM LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE Taiwán Brasil Brasil Brasil Brasil EE. UU. Brasil Brasil Brasil México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México EE. UU. México México México H85-2754 H85-3340* H82-2162* H85-2339 H85-2206* H82-2641 H85-1280 H96-0357 H82-2658 H85-1031* H86-4363* H82-2014 H88-2166* H86-5201* H84-2895 H82-1927* H85-2828* H94-0751 H94-0764 H86-4834* H88-4926* H88-4482 H96-0504 H98-1172* H82-1838* H98-0962 H98-0996* H96-1068 H98-1413 H98-0917 H98-0909 H98-0740 H80-1087* H80-0994 H94-1597 H96-0668 H80-2096 H82-1835* H80-2058 H82-2052 H85-3500 H85-3052* H88-4568 H88-4290 H98-0777 H98-1482 H85-2382* H86-3005* H86-2796* H98-0881 H88-0031 H82-2352* H84-2792* H82-2110* LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE LE México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México VE= Variedad introducida; VM= Variedad mexicana; LE= Línea experimental; * No incluidas en el análisis morfoagronómico en campo. Caracterización morfoagronómica y genética de germoplasma mejorado de soya 285 Cuadro 2. Características morfológicas y escala de medida en 82 genotipos de soya establecidos en campo. Escala1 Característica Forma de la semilla Color de cubierta de la semilla Lustre de la cubierta de la semilla Color del hilum Peso semilla Color del hipocótilo Color de la flor Color de la vaina Color de la pubescencia de la vaina 1 1= esférica, 2= esférica aplanada, 3= alargada, 4= aplanada 1= amarillo intenso, 2= medio, 3= ligero, 4= medio ligero, 5= verdoso, 6= verdoso ligero 1= opaca, 2= brillante 1= piel, 2= amarillo, 3= café, 4= gris, 5= negro, 6= negro imperfecto gramos 1= verde, 2= morado 1= blanco, 2= morado 1= gris, 2= café 1= gris, 2= café USDA (1995) por cada ciclo y, posteriormente, continuó con el siguiente programa de PCR: 94 °C por 30 s, 56 °C por 30 s y 72 °C por 60 s durante 23 ciclos. Los productos amplificados se separaron en gel de acrilamida al 6%. La electroforesis se realizó a 2000 V por 3 h. Para la detección de los productos amplificados se utilizó el Silver Sequence Staining Reagents Kit de Promega®. Análisis estadístico de datos morfoagronómicos Con la información obtenida en campo se calcularon media, rango, varianza, desviación estándar y coeficiente de variación de las características morfoagronómicas cuantitativas medidas en los 82 genotipos. Además, se calcularon las frecuencias de clase de cada característica cualitativa estimada. Finalmente, la información de las características morfoagronómicas se sometió al análisis de componentes principales (ACP) y al análisis de conglomerados que incluyó solo las variables con mayor valor descriptivo de acuerdo con el ACP. El análisis se realizó con el programa de cómputo Statistica versión 5.0 (StatSoft, 1997). Análisis estadístico de datos AFLP El polimorfismo detectado por cada combinación de iniciadores AFLP se determinó con base en la presencia o ausencia de cada banda, donde se asignó 1 a la presencia y 0 a la ausencia. Se elaboró una matriz de ceros y unos que se utilizó para determinar la distancia genética entre cada par de genotipos con base en el coeficiente de apareamiento simple (Skroch et al., 1992) y cuya ecuación se presenta a continuación: Coeficiente de apareamiento simple= a + d / (a + b + c + d) donde: a= número de apareamientos 1, 1 entre productos amplificados de pares de genotipos b= número de apareamientos 1, 0 entre productos amplificados de pares de genotipos c= número de apareamientos 0, 1 entre productos amplificados de pares de genotipos d= número de apareamientos 0, 0 entre productos amplificados de pares de genotipos La matriz se utilizó para construir un dendrograma con el algoritmo UPGMA (Un-weighted pair-grouping method using arithmetic averages) (Hair et al., 1992) y con el programa Statistica. La matriz de ceros y unos se usó para calcular el análisis de varianza molecular (AMOVA) (Schneider et al., 1996) de acuerdo con las siguientes jerarquías propuestas: grupos = variedades mexicanas y variedades extranjeras; poblaciones dentro de grupos = variedades y líneas experimentales mexicanas; variedades extranjeras, la variedad Santa Rosa y la variedad Júpiter. Además, se calculó el índice de la diversidad genética del germoplasma con base en la fórmula de Powell et al. (1996): S D = 1 − ∑ Pi 2 i =1 286 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Homar Rene Gill-Langarica et al. donde: RESULTADOS Y DISCUSIÓN D= Índice de diversidad genética Resultados Pi= Frecuencia de una banda dada en una población Análisis morfoagronómico. Las 18 características morfoagronómicas medidas se clasificaron en cualitativas y cuantitativas. Tres características cualitativas mostraron más de tres clases fenotípicas y el resto solo presentó dos (Cuadro 3). Algunas características cuantitativas fueron altamente variables, tales como altura de la primera vaina, color de la cubierta de las semillas, vainas con tres granos y un grano (Cuadro 4). S= Número total de bandas El análisis estadístico se realizó con el paquete Statistica versión 5.0 (StatSoft, 1997). Cuadro 3. Resumen de las características cualitativas registradas en 82 genotipos de soya cultivados en Estación Cuauhtémoc, Tamaulipas. 2004. Clase1 Característica Forma de la semilla Color de cubierta de la semilla Lustre de la cubierta de la semilla Color del hilum Color del hipocótilo Color de la flor Color de la vaina Color de la pubescencia de la vaina 1 1(5), 2(53), 3(4), 4(20) 1(14), 2(41), 3(16), 4(2), 5(2), 6(7) 1(74), 2(8) 1(6), 2(1), 3(42), 4(2), 5(8), 6(23) 1(41), 2(41) 1(41), 2(41) 1(9), 2(73) 1(9), 2(73) Los números entre paréntesis indican el número de genotipos observados en cada clase. Cuadro 4. Resumen estadístico de las características cuantitativas registradas en 82 genotipos de soya cultivados en Estación Cuauhtémoc, Tamaulipas. 2004. Característica Parámetro descriptivo Media Días a floración completa Altura a primera vaina Altura a cosecha Vainas con tres granos Vainas con dos granos Vainas con un grano Peso de semilla Porcentaje de humedad Rendimiento Acame CV = Coeficiente de variación. 50.87 35.58 90.78 54.40 168.36 23.92 69.33 13.18 0.79 1.72 Rango 31.00 63.00 98.00 212.00 345.00 81.00 130.00 8.80 1.81 2.00 Varianza 31.67 381.23 378.80 1381.13 6247.95 244.98 589.50 1.40 0.11 0.67 Desviación estándar 5.63 19.53 19.46 37.16 79.04 15.65 24.28 1.18 0.33 0.82 CV (%) 11.07 54.89 21.44 68.31 46.95 65.43 35.02 8.95 18.33 47.67 Caracterización morfoagronómica y genética de germoplasma mejorado de soya El ACP explicó 45% del total de la variación observada en los primeros tres componentes principales obtenidos (Cuadro 5). Siete características fueron las más importantes: tres cualitativas (color de la vaina, color de la pubescencia de la vaina y acame de planta) y cuatro cuantitativas (vainas con uno y dos granos, peso de semilla y altura de planta a cosecha) (Cuadro 6). Se observaron tres grupos principales de genotipos con base en el ACP. El grupo I incluyó ocho líneas experimentales que muestran color gris de la vaina y de la pubescencia, con valores intermedios de vainas con dos granos y un grano; peso de semilla y rendimiento de semilla. El grupo II incluyó nueve líneas experimentales que muestran pubescencia de la vaina gris y vaina café; valores altos de vainas con uno y dos granos, y peso de semilla; así como altos rendimientos de semilla. El grupo III incluyó 65 accesiones de soya entre líneas experimentales, variedades mexicanas y extranjeras, y se caracterizan por valores intermedios de las características medidas (Figura 1). 287 producidas a partir de dichas variedades se dispersaron en ambos componentes principales (1 y 2) y se separaron claramente de los progenitores y de otras variedades mejoradas en México y en el extranjero (Figura 2). Cuadro 6. Vectores característicos de las variables con mayor valor descriptivo en los genotipos de soya caracterizados morfoagronómicamente en campo bajo condiciones de riego. Estación Cuauhtémoc, Tamaulipas. 2004. Variable Componente principal 1 Color de la flor Color de la pubescencia de la vaina Color de la vaina 2 3 0.11 0.10 0.06 1 -0.01 0.01 -0.93 -0.01 0.01 -0.93 Días a floración completa 0.05 0.22 -0.51 Altura a primera vaina 0.06 0.28 0.55 Análisis genético. Las cuatro combinaciones de oligonucleótidos AFLP utilizadas amplificaron 278 productos en total, de los cuales 172 fueron polimórficos (60.73%) (Cuadro 7). El análisis de varianza molecular (AMOVA) indicó la existencia de diferencias significativas (p<0.001) entre jerarquías (grupos= variedades mexicanas y variedades extranjeras; poblaciones dentro de grupos= variedades y líneas experimentales mexicanas; variedades extranjeras, la variedad Santa Rosa y la variedad Júpiter). La mayor varianza genética molecular se encontró dentro de las poblaciones de soya (Cuadro 8). El índice de diversidad genética fue menor en el germoplasma mejorado generado en el extranjero (33%) (Cuadro 9). Altura a cosecha -0.18 Color del hilum -0.49 Brillo de la cubierta de la semilla -0.20 -0.11 0.33 Forma de la semilla 0.01 0.53 0.05 Color de cubierta de la semilla 0.45 0.20 -0.20 Tanto el análisis de conglomerados como el ACP de los datos moleculares mostraron estrecha relación genética entre el germoplasma de soya analizado. El ACP mostró diferencias genéticas entre las líneas experimentales derivadas de Santa Rosa y Júpiter en comparación con éstos, pues las líneas 0.00 -0.87 0.10 -0.05 Vainas con tres granos 0.10 0.13 0.09 Vainas con dos granos -0.15 -0.79 0.06 Vainas con un grano 0.03 -0.71 0.16 Peso de semilla 0.02 -0.74 0.16 Porcentaje de humedad -0.03 -0.06 -0.16 Rendimiento 0.19 -0.61 -0.11 Acame 0.11 0.06 -0.84 Color del hipocótilo 0.11 0.10 0.06 Varianza total explicada (%) 16.73 15.06 13.21 Varianza acumulada (%) 16.73 31.79 45.00 Los valores subrayados indican las variables con mayor valor descriptivo. 1 Cuadro 5. Vectores característicos con mayor valor descriptivo en las accesiones de soya analizadas morfoagronómicamente. Estación Cuauhtémoc, Tamaulipas. 2004. Componente principal 1 2 3 Valor característico 3.01 2.71 2.38 Varianza total (%) 16.73 15.06 13.21 Valor característico acumulado 3.01 5.72 8.10 Varianza total acumulada (%) 16.73 31.79 45.00 Componente principal 2 288 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 76 49 54 1,5 51 2 7 7 55 75 52 59 64 67 41 45 61 3 9 14 4 63 18 2 3 26 0 ,5 3 6 73 3 2 8 53 9 2 4 3 5 74 6 5 21 62 48 60 77-0 ,5 4 3 3 8 2 5 37 8 46 47 -0 ,5 70 6 72 42 32 5 2 71 19 44 33 29 -1,5 12 13 6 8 31 56 57 17 15 16 34 0 ,5 1,5 2 ,5 3 ,5 58 Grupo II 10 20 Grupo I Grupo III 22 1 Homar Rene Gill-Langarica et al. -1,5 40 50 11 66 69 -2 ,5 30 -3 ,5 Componente principal 1 Figura 1. Dispersión del germoplasma de soya con base en los dos primeros componentes principales del análisis de componentes principales de datos morfoagronómicos de soya. Estación Cuauhtémoc, Tamaulipas. Cuadro 7. Iniciadores AFLP utilizados y número y porcentaje de bandas polimórficas detectadas en el germoplasma de soya. Combinación AFLP EcoRI/MseI Productos amplificados Polimorfismo (%) Monomórficos Polimórficos Total AGG / ACA ACC / AGT AAC / ACA AAC / AAG 13 25 29 39 43 41 68 20 56 66 97 59 76.8 62.1 70.1 33.9 Total / Media 106 172 278 60.7 Cuadro 8. Análisis de varianza molecular (AMOVA) del germoplasma de soya analizado con AFLPs. Fuente de variación g.l. Suma de cuadrados Componentes de varianza Porcentaje de variación F Entre grupos Entre poblaciones Dentro de grupos Dentro de poblaciones Total 1 92.761 0.12869 0.38 0.314 3 103 107 162.142 3294.986 3549.889 1.61630 31.99016 33.73514 4.79 94.83 100.00 0.182 0.009 g. l.= Grados de libertad. Caracterización morfoagronómica y genética de germoplasma mejorado de soya 289 Cuadro 9. Índices de diversidad genética del germoplasma de soya. Combinación AFLP Variedades introducidas (9)1 Variedades mexicanas (5) Líneas experimentales (50) Santa Rosa (16) Júpiter (28) 0.35 0.34 0.41 0.22 0.33 0.34 0.43 0.46 0.24 0.37 0.38 0.36 0.45 0.25 0.36 0.44 0.37 0.42 0.29 0.38 0.40 0.33 0.47 0.26 0.37 AGG/ACA ACC/AGT AAC/ACA AAC/AAG Media 1 Líneas derivadas Los números entre paréntesis indican la cantidad de genotipos por origen o condición genética. 0,9 LE24 0,8 LE46 0,7 Componente principal 2 LE3 LE93 LE8 LE74 0,6 LE5 LE6 LE9 Líneas experimentales LE21 LE71 LE19 LE4 LE61 LE47 LE27 LE22 LE26 LE69 LE73 LE28 LE51 LE72 LE94 S URUB I LE50 C U R IO HU A S 10 0 TU KA N O LE45 0,5 SUAQ UI 0,4 0,3 LE89 Líneas experimentales LE11 A GS LE17 LE65 LE84 LE85 LE59 LE70 LE79 LE39 LE63 LE15 LE81 LE12 LE36 LE34 LE64 LE37 LE35 LE58 S A N TA R OS A LE53 LE83 LE57 LE33 LE54 J Ú P ITER LE32 TA P A C HU LA U FV 0,2 LE55 0,1 0 -0,1 EMB R A PLE75 A D OKO LE62 D M- 3 0 1 LE29 LE10 LE18 HU A S 2 0 0Variedades LE52 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 LE87 LE60 LE78 0,6 LE13 LE40 LE90 LE41 LE49 LE42 LE86 LE23 LE76 LE14 LE88 LE48 LE43 LE91 LE16 LE66 LE92 LE44 LE80 0,7 0,8 0,9 -0,1 Componente principal 1 Figura 2. Dispersión del germoplasma de soya con base en datos AFLP y análisis de componentes principales de datos genéticos. En el dendrograma de los datos AFLP se observó la formación de dos grupos principales de accesiones de soya con dos subgrupos de genotipos en cada caso. El primer grupo (A) incluyó 54 genotipos de los cuales se observaron tres líneas experimentales en A1 y 41 líneas experimentales y cuatro variedades desarrolladas en México y seis variedades introducidas en A2; mientras que B incluyó 54 genotipos de los cuales se observaron 28 líneas experimentales, tres variedades introducidas y una variedad mexicana en B1 y en B2 22 líneas experimentales (Figura 3). (Barriga, 1978). Cui et al. (2001) observaron mayor similitud fenotípica en germoplasma de soya de EE. UU. que entre variedades originarias de China. Las líneas ancestrales de soya utilizadas en los programas de mejoramiento genético de Estado Unidos de América fueron introducidas de China a principios del siglo XX. No obstante lo anterior, actualmente en China se utilizan variedades élite producidas en EE. UU. para el mejoramiento genético de la soya con rendimiento de 4.5 t ha-1 (Li et al., 2001), mientras que en México los máximos rendimientos son de 3 t ha-1 en promedio. Discusión Las características morfoagronómicas no discriminaron entre variedades mexicanas e introducidas, tal como lo observaron Cui et al. (2001), lo que está relacionado con un alto grado de parentesco entre el germoplasma estudiado en este trabajo. Lo anterior, porque la mayoría del germoplasma utilizado en el sur de Tamaulipas fue introducido de los EE. UU. Nueve líneas experimentales (H96-0383, H86-4717, Diversidad morfoagronómica. La reducida diversidad morfológica observada se explica por el alto grado de parentesco entre variedades y líneas utilizadas como progenitores en los programas de mejoramiento genético de la soya en EE. UU. (Sneller, 1994), Canadá y México 290 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Homar Rene Gill-Langarica et al. H96_0431 H86_4965 H86_4645 H96_0065 H96_0889 H96_0147 H96_0209 H96_0210 H96_0786 H96_0283 H81_1706 H86_4717 H96_0383 H801852 H86_4563 H86_5030 H86_3687 H86_3967 H85_2325 H85_3526 H85_2372 H98_1504 H98_1066 SURUBI CURIO H86_1331 H98_1641 H96_1096 H98_1484 H85_1875 H88_1880 H81_1808 H80_1646 H80_1969 H80_1773 HUAST100 TUKANO H80_1028 HUAST200 DM_301 H98_1076 H98_1552 DOKO AGS_154 EMBRA48 F81_5428 SUAQUI_8 H96_1256 H85_2456 H85_0771 H85_2754 H85_3340 H82_2162 H85_2339 H85_2206 H82_2641 H85_1280 H96_0357 H82_2658 H85_1031 H86_4363 H82_2014 H88_2166 H86_5201 H84_2895 H82_1927 H85_2828 H94_0751 H94_0764 H86_4834 H88_4926 H88_4482 H96_0504 H98_1172 H82_1838 H98_0962 H98_0996 H96_1068 H98_1413 H98_0917 H98_0909 UFV_1 H98_0740 TAPACHUL JUPITER STAROSA H80_1087 H80_0994 H94_1597 H96_0668 H80_2096 H82_1835 H80_2058 H82_2052 H85_3500 H85_3052 H88_4568 H88_4290 H98_0777 H98_1482 H85_2382 H86_3005 H86_2796 H98_0881 H88_0031 H82_2352 H84_2792 H82_2110 A1 A A2 B1 B B2 2 3 4 5 6 7 8 9 Disimilitud Genética (%) Disimilitud Genética (%) Figura 3. Dendrograma de disimilitudes genéticas entre accesiones de soya con base en el método UPGMA. Caracterización morfoagronómica y genética de germoplasma mejorado de soya H84-2895, H96-0283, H85-3526, H88-0031, H94-0751, H82-2641, H81-1808) fueron divergentes al resto del germoplasma, lo que sugiere complementaridad de los progenitores utilizados en su desarrollo. Diversidad genética. El polimorfismo detectado (60.7%) con los marcadores AFLP fue similar al reportado por Priolli et al. (2002) (64%) quienes utilizaron marcadores microsatélites y por Pecina et al. (2005) (60%) quienes utilizaron AFLPs en soya con orígenes diferentes. Sin embargo, fueron menores a los reportados por Rongwen et al. (1995) (74%); Hudcovicová y Kraic (2003) (69%) y Diwan y Cregan (1997) (69%) quienes utilizaron microsatélites en soya de distintos orígenes. Las diferencias en el nivel de polimorfismo detectado en dichos trabajos posiblemente estriban en que el germoplasma analizado tiene distinta y quizás más amplia base genética. Cui et al. (2000) indicaron que los mejoradores de soya de China evitan el uso de progenitores emparentados para la producción de líneas segregantes y continúan con la introducción de nuevo germoplasma para el desarrollo de variedades, inclusive con germoplasma de Estados Unidos de América, mismo que en la actualidad contribuye con 7% de la base genética de soya en China. Por el contrario, en Estados Unidos de América la base genética de la soya la constituyen pocos genotipos ancestrales (Gizlice et al., 1994) ya que las variedades generadas entre 1947 y 1988 se originaron a partir de 16 líneas. Las reducidas diferencias observadas entre poblaciones con base en sus orígenes indican que existe una relación estrecha entre los genotipos de soya evaluados en este trabajo. Pecina et al. (2005) encontraron estrecha relación genética entre 24 líneas élite de soya generadas por el INIFAP en el sur de Tamaulipas, México y nueve variedades introducidas principalmente de Brasil al programa de mejoramiento genético del INIFAP. Estos resultados contrastan con los de Ude et al. (2003) quienes con AFLPs observaron clara diferenciación entre un grupo de variedades de China, Japón, Estados Unidos de América y líneas ancestrales de Estados Unidos. Zhou et al. (2000) indicaron que el germoplasma élite de EE. UU. y de China debe utilizarse en Japón por los mejoradores de soya para desarrollar variedades élite e incrementar el rendimiento y ampliar la base genética. El índice de diversidad genética observado fue bajo (36%) y similar al reportado por Pecina et al. (2005) (31%) y otros autores quienes utilizaron diferentes fuentes de germoplasma y sistemas de marcadores moleculares de ADN (30% por Keim et al., 1992; 31% por Powell et al., 1996; 43% por Liu et al., 2000). Los cultivares extranjeros 291 generaron 33% de la variabilidad genética total mientras que la variedad Santa Rosa generó 38% y Júpiter 37%. Esto indica la importancia de ambos cultivares en el mejoramiento genético de la soya en México al participar en la producción de 16 (Santa Rosa) y 28 líneas (Júpiter) experimentales. Es evidente que al estar ambos cultivares bien adaptados a la región del sur de Tamaulipas, generan líneas segregantes con buen comportamiento morfoagronómico, lo que indica que tienen buena aptitud combinatoria debido a que generan alta variabilidad genética y líneas con alto rendimiento. El ACP de los datos AFLP no logró separar a las variedades mexicanas de las introducidas y las líneas élite generadas de las variedades Santa Rosa y Júpiter fueron distintas a sus progenitores, lo que sugiere la presencia de segregación transgresiva y nuevas combinaciones genéticas a partir del cruzamiento entre estos cultivares. Cabe aclarar que el germoplasma generado de las variedades Santa Rosa y Júpiter, y analizado en este trabajo fue tomado al azar. Los resultados obtenidos fueron similares a los reportados por Pecina et al. (2005) y Priolli et al. (2002), quienes no diferenciaron entre germoplasma de soya nacional y del extranjero. El ACP de datos genéticos mostró las múltiples dimensiones de la distribución de los genotipos en un gráfico bi o tridimensional (Keim et al., 1992) y así se pueden identificar relaciones multidimensionales que describen porciones de la varianza genética de un grupo de datos (Ude et al., 2003). Los primeros dos componentes principales del ACP de datos AFLP explicaron 54.5% del total de la varianza genética observada, lo que se puede considerar como un buen nivel de explicación por ejemplo, Ude et al. (2003) reportaron que el análisis AFLP de germoplasma de tres orígenes distintos sólo explicó 15.4% del total de la varianza. No obstante que el ACP de datos genéticos no fue capaz de separar al germoplasma con base en el origen, si fue clara la separación de grupos de líneas experimentales respecto a variedades desarrolladas en México o introducidas. Estos resultados sugieren que las variedades introducidas y las locales forman un mismo acervo genético, por lo que deberá introducirse germoplasma de Asia al Programa Nacional de Soya del INIFAP. Por otra parte, el cruzamiento entre las variedades Santa Rosa y Júpiter o su uso como progenitores sugiere alta aptitud combinatoria general como se comprobó en campo, con mayor frecuencia de líneas con mejor adaptación y productividad (Pecina et al., 2005), quizás también debido a la segregación transgresiva resultante del cruzamiento entre germoplasma élite de soya (Ude et al., 2003). 292 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 El dendrograma generado de datos AFLP formó tres grupos principales de genotipos, en donde las variedades de soya de introducción, variedades liberadas en México y las líneas élite generadas se dispersaron sin patrón definido, con disimilitud máxima de 8.75%. Resultados similares en cuanto a similitud genética en germoplasma de soya fueron reportados por Ude et al. (2003); mientras que Pecina et al. (2005) observaron que la máxima distancia genética entre accesiones de soya fue de 25%, y 80% del germoplasma mostró baja disimilitud (4 a 12%). Priolli et al. (2002) observaron disimilitud promedio de 63% en soya, valor alto si se considera que el germoplasma estudiado era procedente de programas de mejoramiento de Estados Unidos e incluía variedades obtenidas en Brasil. Hiromoto y Vello (1986) reportaron que todas las variedades comerciales de soya en Brasil se derivaron de 26 genotipos ancestrales, responsables del 80% del acervo genético manejorado. No obstante que a nivel internacional Brasil es un productor importante de soya, actualmente tiene una base genética reducida. Implicaciones en mejoramiento genético. Los resultados enfatizan la existencia de estrecha relación entre las variedades comerciales de soya de introducción y las líneas y variedades Mexicanas obtenidas por mejoramiento genético en México. Además, las variedades Santa Rosa y Júpiter han contribuido de manera importante a la base genética de la soya para el trópico húmedo de México. El nivel de diversidad genética observado en el programa de mejoramiento de soya en México podrá ser un punto de referencia para el diseño de un programa de cruzamientos para aumentar la diversidad genética del mismo, por ejemplo mediante la selección de progenitores genéticamente distantes para así obtener la mayor variación genética posible en las progenies (Hudcovicová y Kraic, 2003). Aunque la diversidad morfoagronómica no fue alta, la diversidad genética si lo fue de acuerdo con los valores de polimorfismos detectados en este trabajo (mayores al 60%) y al incremento en los valores de diversidad genética en progenies derivadas de variedades comerciales, así como a la dispersión de dicho germoplasma segregante respecto a sus progenitores y a otro germoplasma mejorado de México y el extranjero. Pecina et al. (2005) indicaron que los altos valores de polimorfismos genéticos observados en soya, vía el análisis con marcadores moleculares de ADN, son factibles de ser explotados en el mejoramiento genético de este cultivo en México sin necesidad de nuevas introducciones exóticas. Se considera que la introducción de nuevo germoplasma silvestre o líneas élite de soya de China, Japón o EE. UU., podrá potenciar aún más el mejoramiento genético de la Homar Rene Gill-Langarica et al. especie en México, particularmente cuando se requiera incorporar características ausentes en el germoplasma local como podrían ser genes de resistencia a enfermedades, plagas de insectos o sequía. Un ejemplo actualizado, es la roya de la soya, enfermedad de reciente introducción en los EE. UU. y en México, y para la cual no existe resistencia en el germoplasma local. CONCLUSIONES Se observó reducida diversidad morfoagronómica en el germoplasma de soya analizado debido al alto grado de parentesco entre progenitores, así como al constante uso de algunos cultivares mejorados como progenitores. En contraste, el análisis genético detectó alto grado de polimorfismo en el germoplasma aunque no se observó asociación entre los patrones de variabilidad genética y morfoagronómica. AGRADECIMIENTOS El presente trabajo fue financiado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) (proyecto CGPI-20040311), el Programa de Soya del Campo Experimental Sur de Tamaulipas del INIFAP y por el Fondo Mixto-Gobierno del Estado de Tamaulipas (TAMPS-2003-C01-03). H. R. Gill-Langarica agradece al Instituto Politécnico Nacional (Becas PIFI e IPN Número B030906) y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) (registro 195236) las becas otorgadas para realizar estudios de Maestría en Ciencias en Biotecnología Genómica en el CBG-IPN. N. Mayek-Pérez y V. Pecina-Quintero son becarios del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT-México; N. Mayek-Pérez es becario del Sistema de Becas por Exclusividad y del Programa de Estímulos al Desempeño de los Investigadores del IPN. LITERATURA CITADA Akkaya, M. G.; Bhawat, A. and Cregan, P. B. 1992. Length polymorphisms of simple sequence repeat DNA in soybean. Genetics 132:1131-1139. Barriga, S. C. 1978. Soya. In: Cervantes-Santana, T. (ed.). Análisis de los recursos genéticos disponibles a México. Sociedad Mexicana de Citogenética. México. p. 253-255. Caracterización morfoagronómica y genética de germoplasma mejorado de soya Bernard, R. L.; Cremeens, C. R.; Cooper, R. L.; Collins, F. L.; Krober, O. A.; Athow, K. L.; Laviolette, F. A.; Coble, C. J. and Nelson, R. L. 1998. Evaluation of the USDA soybean germplasm collection: Maturity groups 000 to IV (FC 01.547-PI 266.807). United States Department of Agriculture. Washington, DC, USA. 215 p. (Tech. Bull. 1844). Chowdhury, A. 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Crop Sci. 40:1794-1802. Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 295-301 ASPECTOS TÉCNICOS Y SOCIOECONÓMICOS DE LA PRODUCCIÓN DE NUEZ (Carya illinoensis Koch.) EN LA COMARCA LAGUNERA, MÉXICO* TECHNICAL AND SOCIOECONOMIC ASPECTS OF PECAN NUT PRODUCTION (Carya illinoensis Koch.) IN THE COMARCA LAGUNERA REGION, MEXICO Ignacio Orona Castillo1§, José de Jesús Espinoza Arellano2, Guillermo González Cervantes3, Bernardo Murillo Amador4, José Luis García Hernández4 y Jesús Santamaría César2 1 Facultad de Agricultura y Zootecnia, Universidad Juárez del Estado de Durango. Domicilio Conocido Venecia, Gómez Palacio, Durango. 2Campo Experimental La Laguna, INIFAP. 3Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relación Agua, Suelo, Planta y Atmósfera, INIFAP. 4Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste. § Autor para correspondencia: [email protected] RESUMEN ABSTRACT El cultivo del nogal en la Comarca Lagunera ha ido en aumento tanto en superficie como en valor de la producción. El presente estudio se realizó en 2003 en la Comarca Lagunera, situada en el norte-centro de México y su objetivo fue caracterizar el sistema de producción de nuez pecanera. Se diseñó y aplicó una encuesta a productores ejidales y pequeños propietarios que incluyó aspectos técnicos y socioeconómicos. El método de muestreo utilizado fue el estratificado aleatorio con asignación proporcional al tamaño del estrato. Los principales problemas técnicos encontrados fueron: alta incidencia de plagas y enfermedades, y la escasez de agua para riego; en los socioeconómicos se encontró el intermediarismo y la venta de nuez con cáscara sin valor agregado al producto. El productor ejidal, a diferencia del privado, es el que más problemas técnicos y socioeconómicos enfrenta. En el aspecto técnico se identificó la necesidad de implementar programas de capacitación en el control fitosanitario y el uso de sistemas de riego eficientes para el aprovechamiento del agua, mientras que en los aspectos socioeconómicos, éstos fueron la organización de productores para vender directamente al consumidor o al mayorista, así como para gestionar financiamiento para la producción y para darle valor agregado a la nuez. The pecan crop at the Comarca Lagunera region of NorthCentral Mexico has been growing in area and productivity. The objective of this study, carried out during 2003, was to characterize the production systems of the pecan crop at the Comarca Lagunera region. A survey was designed and applied to randomly select communal and single landowner growers; it included technical and socioeconomic aspects. The sample method used was the random stratified and the sample size defined in correspondence with the size of the strata. The most important technical factors that limit pecan productions were a high incidence of plagues and diseases, as well as water scarcity; whereas for the socioeconomic factors were the abundance of middlemen and nut sale without added value. All problems were more accentuated among the communal producers. Main needs on the technical aspects include a training program on pest and diseases control and efficient irrigation practices. On the socioeconomic aspects, the organization of farmers is needed to sell directly to wholesalers and consumers and to negotiate financial credits for production and to add value. Palabras clave: Carya illinoensis Koch., comercialización, factores limitantes, organización de productores. * Recibido: Agosto de 2005 Aceptado: Agosto de 2006 Key words: Carya illinoensis Koch., commercialization, farmers organization, restrictive factors. 296 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 INTRODUCCIÓN La Comarca Lagunera está ubicada en el norte-centro de México, integrada por cinco municipios del suroeste del estado de Coahuila y 10 del noreste del estado de Durango. El clima es seco desértico con una precipitación media de anual 220 mm con una altitud media de 1100 msnm. Las primeras plantaciones de nogal en la Comarca Lagunera fueron establecidas en 1948 y actualmente el valor de la producción de nuez ocupa el primer lugar entre los frutales de la región, con un valor de la producción de 182.4 millones de pesos (SAGARPA, 2003). La superficie sembrada en la Comarca en 2003 fue de 5534 ha con una producción de 7600 t. En México la producción de nuez en condiciones de riego pasó de 19.9 mil t ha-1 en 1980 a 37.8 y 68.9 t ha-1 en 1990 y 2003 respectivamente, con rendimientos unitarios de 0.77, 1.15 y 1.47 t ha-1 para los tres años señalados. La producción nacional se incrementó más por el aumento en la productividad que por la superficie cosechada, el rendimiento creció 89.5% y la superficie 82.9%. El incremento en la productividad se atribuyó a la introducción de nuevas variedades y al mejor manejo fitosanitario del cultivo. La superficie establecida bajo condiciones de temporal en 2003 ascendió a 2132 ha, con un rendimiento medio de 560 kg ha-1 (SAGARPA-SIAP, 2005). Por otro lado, 92% de la producción nacional de nuez en México, en 2003 se concentró en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango y Sonora, que en total representan 92.36% del la producción nacional. Destacan los estados de Chihuahua y Coahuila, con 60.3 y 16.87% de la producción nacional, respectivamente. El rendimiento medio a nivel nacional es de 1.5 t ha-1. El cual se considera bajo (SAGARPA 2005). Por otra parte y no obstante de la importancia del cultivo del nogal en la región, no se cuenta con información técnica y socioeconómica que sirva de base para impulsar el desarrollo de este cultivo. Por tal motivo, el objetivo fue caracterizar el sistema de producción de la nuez pecanera en la Comarca Lagunera. MATERIALES Y MÉTODOS La investigación se realizó en el año 2003 en la Comarca Lagunera, situada en 102º 22´ y 04º 47´ longitud oeste y Ignacio Orona Castillo et al. los paralelos 24º 22´ y 26º 23´ latitud norte, y una altura de 1100 y 1150 msnm. La información de campo se obtuvo mediante una encuesta aplicada a los productores de junio a septiembre de 2003. Las variables técnicas incluidas en la encuesta fueron: fechas de plantación y cosecha, principales plagas y enfermedades, sistema de plantación, edad del huerto, variedades establecidas y su procedencia, rendimiento, número de riegos y lámina aplicada. Las variables socioeconómicas fueron: edad del productor, asistencia técnica, crédito, esquema de comercialización, pertenencia a alguna organización y beneficios obtenidos por ello y problemas económicos relacionados con la actividad. Con base en la información disponible sobre superficie plantada, tecnología de producción y número de productores por tenencia de la tierra, se definieron dos estratos: productores ejidales y pequeños propietarios. Para obtener el tamaño de muestra se utilizó el método estratificado aleatorio, con asignación proporcional al tamaño del estrato siguiendo el criterio de asignación óptima (Bhattacharyya y Johnson, 1977) proporcional al tamaño del estrato, de acuerdo a la siguiente fórmula: n i N σi i n h j 1 N σj j donde: σi es la desviación estándar del i-ésimo estrato de la variable de interés h es el número de estratos Nj es el número de elementos en el i-ésimo estrato h N tamaño poblacional, N j 1 N j y según Sukhatme y Balkrishna (1970) el tamaño de muestra total es: n t2 ( α , ) S2 22 y 2N , t2 2 1 ( α, ) S 1 2 N y 2N Aspectos técnicos y socioeconómicos de la producción de nuez (Carya illinoensis Koch.) en la Comarca Lagunera, México donde: y N es el error permisible en por ciento de la media de la variable de interés y 1 - α el grado de confianza, en donde generalmente α= 0.05 ó 0.1. La variable considerada fue el rendimiento en kg ha-1, la cual describe a una de las propiedades más importantes en la caracterización del sistema de producción del nogal. Con base en lo anterior y considerando un error permisible de 0.1 se determinó un tamaño de muestra total de 33 unidades de producción; y se aplicaron 33 cuestionarios, nueve a pequeños propietarios y 24 a ejidatarios. Los datos de campo fueron capturados y procesados en el paquete computacional excel contenido en el software Office XP 2000. El análisis de la información se hizo contrastando el sector ejidal y de la pequeña propiedad. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Aspectos técnicos Edad de los huertos y tamaño. La edad de los huertos varió de acuerdo al tipo de tenencia de la tierra, observándose que los del sector ejidal fueron en promedio de 27 años, dos años más jóvenes que los de la pequeña propiedad. La huerta más antigua registrada en este estudio se localiza en el municipio de Matamoros con 55 años de establecida. El tamaño de los huertos varió de 1.0 a 110 ha, con 20.2 ha en promedio. La superficie de los huertos del sector ejidal fue en general más pequeño que la de los pequeños productores. Se observó que 17% de los productores concentra 68% de la superficie, mientras que 57% posee solamente 4%, lo que indica la existencia de grandes y pequeños productores. Se conoció que los huertos con menor rendimiento fueron aquellos de tamaño menor a dos hectáreas, seguidos por los de entre 4.1 y 20 ha. El coeficiente de correlación entre éstas dos variables fue significativo (r= 0.41, N= 35, p= 0.013) indicando que a mayor superficie del huerto el rendimiento tiende a ser mayor. Esto se puede deber a que los productores a pequeña escala no cuentan con recursos económicos para aplicar la tecnología de producción que les permita aumentar sus rendimientos. En un estudio realizado en la Huasteca Potosina, Orona y Martínez (1992) observaron que a mayor tamaño del huerto mayor el rendimiento, lo cual atribuyeron a los recursos financieros disponibles para desarrollar su proceso productivo. 297 Variedades de nogal en la región. La variedad Western se observó en el 100% de los huertos, seguida de Wichita en 62%. En menor proporción se reportaron las variedades Choctaw, Fructuoso, Cheyenne, Barton y Mahan. En 43% de los huertos del sector ejidal se utiliza la variedad Wichita como polinizadora en el sector privado está presente en 100% de los huertos. Las variedades Western y Wichita se introdujeron de Nuevo México, EE. UU.; sin embargo, también se han introducido a la Comarca árboles de éstas variedades, de los estados de Nuevo León y Chihuahua, México. Núñez (2001) señaló que la variedad Western se encuentra plantada en el 100% de los huertos de la Costa de Hermosillo, señalándola como un árbol vigoroso, altamente productivo y de producción precoz. Puente (2002) señaló que para el Estado de Chihuahua la producción se basa en dos variedades: la Western (85 %) y la Wichita (15%). Es decir, para los estados del norte de México las variedades Western y Wichita son las más importantes. En la adopción de variedades para el establecimiento de huertas en la región de estudio influyeron de manera importante productores de nogal de Nuevo México, EE. UU.; sin embargo, dicho por los productores encuestados, en el establecimiento de huertos posteriores, sobre todo del sector ejidal, influyeron instituciones de crédito y de asistencia técnica del sector agropecuario. Por su amplia adaptación a las condiciones de suelo y clima, así como por la amplia aceptación de su fruto en el mercado nacional e internacional, las variedades Western y Wichita son las de mayor importancia en la Comarca Lagunera (Medina y Cano, 2002). Sistemas y densidad de plantación. El número de árboles por hectárea, tuvo un rango de 44 a 100. Se observó que el sistema de plantación más común fue el denominado “tresbolillo 12 x 12 m”, con 80 árboles por hectárea; seguido de “marco real 10 x 10 m” con 100 plantas por hectárea; el “marco real 15 x 15 m” con 44 árboles; “marco real 12 x 12 m” con 70 plantas y “tresbolillo 15 x 15 m” con 51 plantas por hectárea. Los resultados coinciden con los de Medina (1980). Asistencia técnica. En general, 60% de los productores recibió asistencia técnica. El 43% del sector ejidal la recibió por parte de instituciones del estado y 91% de pequeños propietarios por parte de técnicos privados. 298 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 El rendimiento promedio obtenido por los productores ejidales que no reciben asistencia técnica fue de 0.630 kg ha-1 y el de los que la reciben, de 1.19. En la pequeña propiedad los valores correspondientes fueron de 1.5 y 2.13 ton ha-1 respectivamente, lo que permite afirmar que la asistencia técnica contribuye a mejorar la productividad del nogal. Sistema de riego y fuente de agua. Los sistemas de riego identificados en el cultivo de nogal fueron tres: gravedad tradicional (51%), multicompuertas portátil (46%) y aspersión (3%). En relación a la fuente de agua para riego se identificaron tres formas de aprovechamiento: 1) las que utilizan agua, proveniente de la presa y del subsuelo, 2) las que usan sólo agua de la presa y 3) las que utilizan sólo agua del subsuelo. En el primer tipo de unidades se encuentra 26% de los huertos encuestados; 63% utilizan sólo agua procedente de la presa y 11% utiliza sólo agua de bombeo. El análisis de la fuente de agua por tipo de tenencia, se encontró que 42% de los predios de la pequeña propiedad, 42% utiliza agua de la presa y de bombeo; 33% sólo agua de la presa y 25% sólo agua del subsuelo. En los predios ejidales los porcentajes anteriores se distribuyeron en 17, 79 y 4%, respectivamente, siendo más importante para este sector el agua procedente de la presa. Las fuentes de agua utilizadas en el estado de Chihuahua, primer lugar en superficie cosechada y producción de nuez en México, son el de gravedad con 35% de la superficie, bombeo con 33% y bombeo con riego presurizado (32%), con los mayores rendimientos (1.6 a 2.5 t ha-1) bajo el último sistema de riego señalado (Puente, 2002). Se obtuvo una correlación no significativa (r= 0.266, N= 35, p= 0.122) entre el número de riegos aplicados al cultivo y el rendimiento por hectárea reportado por los productores. Al respecto, Godoy y Lagarda (1978) determinaron que los requerimientos de agua para este cultivo son de 120 cm año-1 para huertos de nueve años de edad; sin embargo, tales requerimientos son mayores conforme aumenta la edad del árbol. Estos datos coinciden con los obtenidos por Miyamoto (1983) y Jasso (1980). Con riego por microaspersión Mendoza y Lagarda (1993) reportan láminas de riego de 112.3 cm para huertos de siete años de edad. Fechas de establecimiento y control fitosanitario. La fecha de establecimiento de huertos de nogal y la poda de árboles ya establecidos, ambas se efectúan en enero Ignacio Orona Castillo et al. y febrero y en menor proporción en el mes de marzo. El período de cosecha se concentra en los meses de octubre y noviembre; aunque un 8% inicia desde la segunda quincena de septiembre y aproximadamente un 10% se extiende hasta diciembre y en ocasiones hasta el mes de enero. Otras prácticas culturales del cultivo son la fertilización al suelo y al follaje; la primera la realiza el 100% de los productores; mientras que la segunda sólo 68%, quienes pertenecen al sector ejidal y el motivo principal de no realizarla es la falta de financiamiento y equipo. Se encontró que 69% de los productores controlan plagas; 34% enfermedades y 51% malezas. Los productores que no controlan plagas, enfermedades y maleza pertenecen al sector social (Figuras 1 y 2), siendo la causa principal la falta de recursos económicos y financiamiento tanto en la fase de producción como en la de comercialización. Las principales plagas observadas coinciden con las reportadas por Nava y Ramírez (2002). B arrenador d e la n u e z 24% C h in c h e 14% B arrenador d el ru ezn o 33% P u lg ó n 29% Figura 1. Principales plagas del nogal y porcentaje de huertos afectados en la Comarca Lagunera. C o r r e h u e la 27% Z a c a te C h in o 31% Z a c a te J o h n so n 42% Figura 2. Principales malezas en el cultivo nogal y porcentaje de huertos afectados en la Comarca Lagunera. Aspectos técnicos y socioeconómicos de la producción de nuez (Carya illinoensis Koch.) en la Comarca Lagunera, México Aspectos socioeconómicos Edad del productor. La edad de los productores encuestados varió entre 31 y 84 años, con un promedio de 61 años para el sector ejidal y de 60 para el privado. En primera instancia se planteó la hipótesis de que la edad del productor pudiese influir en los rendimientos alcanzados debido al supuesto de que cuanto más joven es el productor mayor esfuerzo y dedicación aplica en el manejo del cultivo; sin embargo, el coeficiente de correlación entre ambas variables no fue significativo (r= -0.112, N= 35, p= 0.519), lo cual significa que la edad del productor y el rendimiento del cultivo son independientes. Crédito y comercialización. Los resultados obtenidos indican que sólo 11% de los productores solicita crédito a la banca, complementando con ello sus propios recursos. Respecto al grado de dificultad para obtener crédito, 54% de los productores confirmó que es difícil su tramitación y consecución; 32% contestó lo contrario y 14% dijo no saber. Se determinó que 88% de los productores comercializan el producto en forma embalada (directa), esto es, sin agregación de valor. El 12% restante vende parte de su producción sin cáscara, a un precio tres veces superior. Aun cuando parte de la producción regional se destina a satisfacer la demanda nacional, los canales de comercialización identificados incluyen también la exportación al mercado internacional. Al respecto, 48% de los productores afirmó que parte de su producción se comercializa en EE. UU. por empresas como South West, John Pecan, San Filipo, entre otras. Un requisito importante para que la nuez regional se exporte es el porcentaje de almendra, el cual requiere como mínimo un 54%. Organización de productores. Un aspecto fundamental que el productor debe considerar para mejorar el precio de su cosecha es la organización para la producción y la comercialización de su nuez; sin embargo, este elemento, al menos en su aspecto formal, es deficiente, pues según los resultados de la encuesta, 70 % de los productores manifestó no estar organizado para producir ni comercializar. Los que están organizados pertenecen a la Sociedad Cooperativa Agropecuaria Local de la Comarca Lagunera y a la Asociación de Agricultores de Gómez Palacio, Durango, de donde reciben como beneficio insumos para la producción a menor costo que en el mercado abierto. En relación con la comercialización, los productores no reportaron beneficios por parte de la organización, y desean que su sociedad 299 influya a fin de mejorar su posición negociadora. Ante esta situación, es evidente la presencia de intermediarios y comercializadoras quienes aprovechan la desorganización para imponer los precios de compra del producto. En Chihuahua y Sonora, los productores no participan en el proceso avanzado de la comercialización ni el procesamiento, venden directamente a las empresas comercializadoras de nuez con cáscara y a las descascaradoras (Valenzuela y Núñez, 2001; Puente 2002). Los productores organizados desean que su organización desempeñara las siguientes actividades como servicio a sus asociados: a) control de plagas entre huertos vecinos para evitar la transmisión, b) vigilancia de la calidad con que los muestreos de nuez son realizados por compradores regionales y c) planear la comercialización e incluso procesar el producto. El sector ejidal desea que la organización se relacione con la adquisición de créditos que les permita financiar sus gastos familiares a fin de no vender cuando los precios sean bajos, debido a que muchas veces venden barato por necesidad de saldar adeudos financieros. Los apoyos dirigidos al productor de nuez por parte del gobierno estatal y federal son mínimos, ya que no es un cultivo considerado dentro del Programa de Apoyo al Campo (PROCAMPO). Sólo 23% de los productores manifestó recibir apoyos procedentes de las presidencias municipales y de los programas estatales. Factores que limitan la producción de nuez. El total de los productores manifestaron que las principales limitantes en la producción son falta de agua y problemas con plagas en 40 y 31%, respectivamente. Estas dos limitantes también afectan al 48% de los productores del sector ejidal; pero 44% tienen problemas principalmente por la incidencia de plagas, ya que por falta de recursos económicos no realizan el control de éstas, lo que repercute negativamente en los productores que sí las controlan, pero la persistencia de las mismas, en otros huertos donde no se controlan, los hace susceptibles de tener nuevamente la plaga. La falta de agua y la incidencia de plagas fueron las principales limitantes de la producción de nuez para los productores privados; sin embargo, la proporción de productores con estos problemas fue menor que en el ejido (del 25 respecto al agua y 17% con relación a plagas). Factores que limitan la comercialización de nuez. Respecto a los factores que afectan la comercialización de nuez en el sector ejidal, 48% indicó que es la mala calidad 300 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 de la nuez (bajo porcentaje de almendra, nuez pequeña y almendra manchada); la falta de organización para vender y la falta de liquidez financiera los empuja a vender lo antes posible para cubrir deudas contraídas para producir. Ignacio Orona Castillo et al. y Producción de Nuez Pecanera en la Comarca Lagunera, A. C. en Torreón, Coahuila. LITERATURA CITADA El 40% de los productores privados manifestaron que la principal limitante es la falta de organización para la venta del producto. La tercera parte de ellos afirmaron no tener problema alguno para comercializar. Respecto a la rentabilidad del nogal, 17% de los productores lo consideran muy rentable, mientras que 83% lo calificaron como rentable. Por otro lado, el 100% de los productores estaría dispuesto a sembrar este cultivo si se contara con más agua y tierras de cultivables, especie que podrían intercalar en sus primeros cinco años con otros cultivos anuales o con alfalfa. La rentabilidad del cultivo de nogal bajo riego por bombeo es 38.5% y 44% bajo riego con aguas superficiales (FIRA, 2005). CONCLUSIONES En la Comarca Lagunera existen dos tipos de productores diferenciados en cuanto a superficies establecidas, manejo técnico del cultivo y formas de comercializar el producto: el ejido y la pequeña propiedad. Los problemas técnicos que enfrenta el sector ejidal son similares a los de la pequeña propiedad; sin embargo, el número de productores es mayor en el primero. Los elementos requeridos para disminuir los factores restrictivos que enfrenta el sistema productivo se refieren a la necesidad de realizar un programa de capacitación en relación con el mejoramiento del riego y control de plagas. En el aspecto socioeconómico se identificó la necesidad de promover la organización de productores para la búsqueda de apoyos financieros seguros y oportunos en la producción y comercialización de nuez; se facilite la venta directamente al consumidor o al mayorista y se dé valor agregado a la nuez. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a la Fundación Produce Durango por el financiamiento económico al trabajo de investigación, al Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relación Agua-Suelo-Planta y Atmósfera (CENID RASPA) por el apoyo logístico, así como al Patronato para la Investigación Adams J., C. and Thielges B., A. 1977. Research underway on pecan timber improvement. Louisiana Agriculture. 20:14-15. Bhattacharyya G., K. and Johnson R., A. 1977. Statistical concepts and methods. John Wiley & Sons. p. 563573 Brison R., F. 1976. Cultivo del nogal pecanero. Comisión Nacional de Fruticultura (CONAFRUT). México, D. F. 350 p. Economic Research Service (ERS). 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Anuario estadístico de la producción agropecuaria para la Región Lagunera Coahuila-Durango. Cd. Lerdo, Durango. 150 p. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 2003. Anuario Estadístico de la Producción Agropecuaria para la Región Lagunera Coahuila-Durango. Cd. Lerdo, Durango. Disco Compacto. Sukhatme P., V. and Balkrishna V, S. 1970. Sampling theory of surveys with applications. Iowa State University Press. Ames, Iowa, USA. 358 p. Toole E., R. 1965. Pecan (Carya illinoensis). In: H. A. Fowells (comp.). Silvics of forest trees of the United States. Agriculture Handbook 271, Washington, D. C. p. 12-15. Valenzuela C., E. y Núñez M, J. H. 2002. Análisis socioeconómico de la producción de nuez pecanera en Sonora. In: El nogal pecanero en Sonora. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Campo Experimental Costa de Hermosillo. Hermosillo, Sonora. 210 p. (Libro Técnico No. 3). Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 303-312 IDENTIFICACIÓN DE VERTISOLES DE ORIGEN SEDIMENTARIO A TRAVÉS DE SU FIRMA ESPECTRAL* IDENTIFICATION OF VERTISOLS OF SEDIMENTARY ORIGIN THROUGH THEIR SPECTRAL SIGNATURE Erasto Sotelo Ruiz1§, María del Carmen Gutiérrez Castorena1, Carlos Alberto Ortiz Solorio1, Gustavo Cruz Bello2 y Miguel Ángel Segura Castruita3 Programa de Edafología, Instituto de Recursos Naturales, Colegio de Postgraduados. Km. 35.5 carretera México-Texcoco. 56230 Montecillo, Texcoco, Estado de México. CENID COMEF, INIFAP. 3 ITA No. 10. Torreón, Coahuila. §Autor para correspondencia: [email protected] 1 2 RESUMEN La clasificación de suelos es costosa y tardada, por ello es necesario buscar métodos alternativos para realizar esta actividad. Las imágenes de satélite se emplean para identificar los suelos, con base en la reflectancia de algunas de sus propiedades como: contenido de arcilla, humedad, rugosidad, densidad aparente, color y contenido de materia orgánica. El porcentaje de arcilla y la densidad aparente definen a un suelo Vertisol y las demás propiedades están relacionadas, por eso su estudio conjunto genera un patrón espectral que ayuda a su delimitación en una imagen de satélite. Los objetivos de esta investigación fueron: 1) clasificar y determinar la mineralogía de suelos Vertisoles de origen sedimentario de San Fernando, Tamaulipas, 2) identificar su firma espectral presente en la zona de estudio, 3) determinar las propiedades típicas de los suelos Vertisoles con respecto a la reflectancia en la imagen de satélite y 4) modelar la distribución típica de suelos Vertisoles a través de procedimientos de interpretación de imágenes de satélite. El estudio se llevó a cabo en 25 000 ha del municipio de San Fernando, Tamaulipas, México. Se utilizó una imagen del satélite Landsat 7 ETM+ del 29 de abril de 2002. Los suelos se clasificaron como Vertisoles y Molisoles con el mismo tipo de minerales primarios y secundarios, y diferenciados por su contenido de calcita. Los valores de reflectancia de los suelos fueron estadísticamente diferentes en las bandas * Recibido: Noviembre de 2005 Aceptado: Agosto de 2006 5 y 7. Sin embargo, los suelos no pudieron ser diferenciados por medio de una clasificación supervisada con el método de Máxima Verisimilitud de Idrisi en las imágenes de satélite debido a que los contenidos de calcita >60% y el carbonato de calcio >15% definieron la firma espectral de ambos suelos, Vertisoles y Molisoles. Palabras clave: Calcita, carbonato de calcio, contenido de arcilla, levantamiento de suelos. ABSTRACT Soil classification is expensive and time consuming; therefore, it is necessary to develop alternative methods for this task. The satellite images can be used for identifying the soil class, since some properties such as: clay content, moisture, roughness, bulk density, color, and organic matter content have a characteristic reflectance. The percentage of clay and the bulk density define the Vertisols and the others properties mentioned are also related, for that reason its study in conjunction can generate a spectral pattern that contribute towards its delimitation on a satellite image. The objectives of this research were 1) To classify and determine the mineralogy in Vertisols of sedimentary origin from San Fernando, Tamaulipas, 2) To identify the spectral signature of the Vertisols present in the area of study, 3) To determine the typical properties of the Vertisol soils with respect to 304 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 its reflectance on the satellite image and 4) To model the distribution of the typical Vertisols through methods of satellite image interpretation. The study was carried out in 25 000 ha in the municipality of San Fernando, Tamaulipas, Mexico. The satellite image Landsat 7 ETM+ used was taken on April 29th, 2002. The soils were classified as Vertisols and Mollisols with the same type of primary and secondary minerals, and differentiated by its content of calcite. The reflectance values of the soils were statistically different in the bands 5 and 7. However, the soils could not be differentiated by a supervised classification with the method of Maximum Likelihood of Idrisi in the satellite images, due to the fact that the content of calcite >60% and calcium carbonate >15% defined the spectral signature of both soils, Vertisols and Mollisols. Key words: Calcite, calcium carbonate, clay content, soils survey. INTRODUCCIÓN En la actualidad, el desarrollar estudios formales de suelos resulta costoso y tardado por la cantidad de trabajo de campo y gabinete requerido (Ortiz y Gutiérrez, 1999) razones que han propiciado la búsqueda de métodos alternativos para realizar estos estudios. La percepción remota es una alternativa ya que determina las características de los objetos mediante mediciones a distancia (Lillesand y Kiefer, 1994). Las imágenes de satélite son el medio para lograr este fin debido a que cada material tiene una reflectancia de energía específica conocida como firma espectral, misma que produce un patrón único (Melesio-Nolasco, 1991); además, proporciona resultados uniformes sobre una escala de alta resolución con mínimo tiempo y esfuerzo (Kali et al., 2003), y abarca grandes extensiones. Los estudios realizados acerca de reflectancia de los suelos indican que las bandas del infrarrojo 5 y 7, del satélite Landsat (Lillesand y Kiefer, 1994; Ben-Dor, 2002), específicamente de 1550-1750 nm del infrarrojo cercano y de 2080-2350 nm en el infrarrojo lejano (Baumgardner et al., 1985; Ben-Dor, 2002) expresan la mayor manifestación del suelo. Las propiedades que se estudian en los suelos son: el contenido de materia orgánica, humedad y óxidos de fierro, textura, conductividad eléctrica, densidad aparente, color y rugosidad (Baumgardner et al., 1985; Escadafal et al., 1989; Major et al., 1992; Kali et al., 2003; Fox et al., 2004). Sin Erasto Sotelo Ruiz et al. embargo, se desconocen cuantitativamente las relaciones entre las diferentes propiedades físicas y químicas del suelo con su reflectancia (Baumgardner et al., 1985). La calibración de las relaciones entre las propiedades del suelo y la reflectancia proporcionará una herramienta nueva e importante para los científicos de la ciencia del suelo. Existe la posibilidad de separar los diferentes órdenes de suelos con el uso de imágenes, sobre todo con sensores aeroespaciales (Baumgardner et al., 1983) e inclusive hasta llegar a su clasificación, génesis y levantamiento, utilizando longitudes de onda corta a partir de estudios de reflectancia de los suelos en condiciones controladas de laboratorio (Ben-Dor, 2002). Sin embargo, se carece de investigación en campo e imágenes de satélite, en donde es posible que otros factores influyan en la reflectancia, por ejemplo: la vegetación, pendiente, contenido de humedad, diferente etapa de crecimiento de los cultivos y época de toma de la imagen de satélite. Los suelos se clasifican con base en sus procesos de formación, de los cuales se derivan sus propiedades físicas, químicas y mineralógicas (Soil Survey Staff, 2003). Todos los Órdenes tienen propiedades distintivas; por ejemplo, los suelos Vertisoles se identifican por el contenido de arcilla de tipo 2:1 (>30%), formación de grietas (contenido de humedad), caras de fricción y agregados en forma de cuña en los horizontes superficiales y subsuperficiales (Soil Survey Staff, 2006; IUSS - ISRIC - FAO, 2006). Algunos Órdenes comparten propiedades y procesos por ejemplo, el horizonte Mólico se presenta en Molisoles o Alfisoles; en Vertisoles el horizonte Mólico nunca se presenta. En México, los Vertisoles ocupan 9.5 millones de ha, representan 4.8% del territorio nacional: 38% y 18% son de agricultura de temporal y de riego, respectivamente (Ortiz, 1997); éstos son unidades puras, es decir, con pocas asociaciones con otros tipos de suelos. Estos suelos se concentran en El Bajío (principalmente en Guanajuato) y en las planicies costeras del Golfo de México (Tamaulipas, Veracruz y Tabasco). Chen et al. (2004) determinaron que en las planicies costeras de Estados Unidos de América se pueden mapear los diferentes contenidos de arcilla de la superficie del suelo (<22%) a través del uso de imágenes de satélite. Por su parte, Escadafal et al. (1989) reportaron que en suelos Inceptisoles calcáreos se tiene reflectancia de hasta 75%. Los Vertisoles en Tamaulipas, además de presentar altos contenidos de Identificación de suelos Vertisoles de origen sedimentario a través de su firma espectral arcillas >30%, también se caracterizan por la presencia de altos contenidos de carbonato de calcio >15%; por lo que teóricamente es posible identificar y delimitar estos suelos directamente en campo. Los objetivos de esta investigación fueron: 1) clasificar y determinar la mineralogía de los suelos Vertisoles de origen sedimentario de San Fernando, Tamaulipas, 2) identificar su firma espectral presente en la zona de estudio, 3) determinar las propiedades típicas de los suelos Vertisoles con respecto a la reflectancia en la imagen de satélite y 4) modelar la distribución de las propiedades típicas de Vertisoles a través de procedimientos de interpretación de imágenes de satélite. MATERIALES Y MÉTODOS La zona de estudio comprendió 25 000 ha y se localizan en San Fernando, Tamaulipas, México entre los paralelos 25° 13’ 22’’ y 25° 29’ 34’’ N y los meridianos 98° 00’ 18’’ y 98° 06’ 23’’ O. Fisiográficamente está comprendida dentro de la planicie costera con pequeños lomeríos de origen sedimentario, en donde dominan los materiales calcimórficos; el contenido de arcilla alcanza hasta 70% en los planos de inundación y <30% en los lomeríos (INEGI, 1988a). El origen de las arcillas se debe primero a procesos de sedimentación marina (en los planos costeros) y después a la depositación aluvial. Se realizaron muestreos en campo del 21 al 26 de febrero de 2005, durante la estación seca. Los sitios de muestreo se seleccionaron con base en los mapas edafológicos escala 1:250 000 (INEGI, 1983, 1988a, 1988b). En el mapa se eligieron tres zonas de estudio de 12 cm2 cada una; según la clasificación del INEGI, dos zonas presentan suelos Vertisoles y Gleysoles como dominantes y una zona presenta suelos Vertisoles. En total se estudiaron 36 cm2 de mapa y se ubicó un sitio de muestreo cada cm2; en el campo se colectó una muestra de suelo de 2 kg de 0 a 30 cm de profundidad en cada sitio de muestreo de mapa; además, se barrenó a través del perfil a una profundidad mayor de 90 cm, con el propósito de verificar y diferenciar los tipos de suelo. Con base en las barrenaciones se excavaron pozos pedológicos y se describieron morfológicamente conforme a la metodología FAO (1990) para trazar los límites de los suelos. En cada perfil se colectaron muestras por horizontes para su posterior análisis en el laboratorio. 305 Las determinaciones físicas y químicas de los suelos se realizaron con los procedimientos de Van Reeuwijk (1995) y fueron las requeridas para clasificar a los suelos de acuerdo con el Soil Survey Staff (2006). La mineralogía se determinó con base en el análisis de la fracción gruesa (arena) y fina (arcilla). El análisis de la fracción gruesa se realizó para identificar la naturaleza del material parental y la presencia de discontinuidades litológicas. Las partículas gruesas se limpiaron (remoción de agentes cementantes como materia orgánica y carbonato de calcio), se separaron granulométricamente (fracción de 0.5 mm) y se colocaron en un porta objetos utilizando resina, posteriormente se identificaron los minerales en el microscopio petrográfico. El análisis de la fracción arcillosa se realizó para la fracción <2 μm; ésta se separó de las arenas y de los limos a través del método de pipeta, y luego se secó en baño María para obtener polvo seco. El polvo se dispersó a través de agitación magnética y luego se colocaron unas gotas en un porta objeto para su sedimentación y favorecer la orientación de las arcillas, mismas que se identificaron usando un difractómetro de rayos X. La imagen de satélite Landsat 7 ETM+ que se empleó para el modelado de los suelos Vertisoles fue la 26/42 del 29 de abril de 2002. Esta imagen tiene una resolución de 30 x 30 m el píxel; consta de siete bandas, las cuales van del visible al infrarrojo térmico; una banda pancromática de 15 x 15 m el tamaño del píxel; un ciclo de 16 días y cobertura de imagen de 185 x 185 km (Lillesand y Kiefer, 1994). Se determinaron los valores de reflectancia de las diferentes bandas de la imagen de satélite para cada sitio de muestreo; después se realizó una comparación de medias para identificar las bandas donde la reflectancia fue estadísticamente diferente y con éstas se hizo una clasificación supervisada. Por ser propiedades que definen a los suelos Vertisoles (Soil Survey Staff, 2006) se establecieron tres intervalos de contenido de arcilla: 12.46-30%, 30-50% y 50-72% y densidad aparente: 1.3-1.6 g cm-3, 1.6-1.7 g cm-3 y 1.71.90 g cm-3; además, se graficaron los diferentes valores de dichas variables contra la reflectancia espectral para buscar tendencias. También se generaron modelos de regresión para determinar cual propiedad presenta el mayor ajuste y así poder identificar y delimitar a los suelos. La clasificación supervisada se realizó para determinar la distribución de las propiedades típicas de suelos Vertisoles, para ello se empleó el método de Máxima Verisimilitud 306 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Erasto Sotelo Ruiz et al. con el fin de delimitar con precisión los diferentes tipos de coberturas, el porcentaje de agrupación que se utilizó fue de 33%. Esta clasificación se realizó con el sistema de información geográfica Idrisi, las parcelas de entrenamiento para cada intervalo fueron por lo menos siete (Eastman, 2001). RESULTADOS Y DISCUSIÓN Clasificación y mineralogía Los suelos identificados en la zona de estudio se clasificaron a nivel de subgrupo como: Chromic Calciusterts, Perfiles 1 y 2, y Typic Calciustoll, Perfil 3 (Cuadro 1) de acuerdo con el Soil Survey Staff (2003) o como suelos Vertisoles cálcicos y como suelo Calcisol hipercálcico (IUSS ISRIC - FAO, 2006). Los dos primeros correspondieron a suelos Vertisoles con presencia de más de 30% de arcilla expandible, superficies de deslizamiento y grietas que se abren y se cierran periódicamente; presentan un horizonte cálcico y son los suelos dominantes en la región; el tercero correspondió a suelos Molisoles o Calcisoles, dependiendo del sistema de clasificación. Cada uno de estos suelos presentó diferentes propiedades de absorción y reflexión de la luz, dependiendo del color, contenido de carbonatos de calcio, composición mineralógica, ubicación en el paisaje y geomorfología. Los Chromic Calciusterts son suelos Vertisoles con coloraciones claras y brillantes (10YR5/1 y 10YR5/2 en húmedo y en seco, respectivamente), lo que hace que los suelos reflejen más la luz y por lo tanto sus valores de reflectancia (65% y 58% respectivamente) sean altos, de acuerdo con la escala reportada por Lillesand and Kiefer (1994). Estos suelos se presentan en la parte centro, oriente y norte de la zona de estudio; su material de origen son sedimentos arcillosos, calcáreos y calizas. La mineralogía de la fracción gruesa (arena) es: calcita (64%), cuarzo (34%) y feldespatos (2%); en tanto que la fracción fina está compuesta por esmectitas, vermiculita, cuarzo, calcita y feldespatos (Figura 1), minerales responsables de aportar los colores claros y brillantes al suelo. Los Typic Calciustolls son suelos ligeramente más desarrollados porque presentan un epipedón mólico y un horizonte subsuperficial cálcico; se localizan en la parte alta de la zona de estudio y se ubican en la zona suroeste. Son suelos con colores pardos (10YR5/3) en seco y negros en húmedo (10YR2/1), de textura media y formados por minerales de colores claros. Su composición mineralógica en la fracción gruesa (arena) es: calcita (88%), cuarzo (10%) y feldespatos (2%); mientras que la fracción fina es: esmectita, cuarzo, calcita, magnetita y goethita. Los altos contenidos de carbonato de calcio confieren a estos suelos valores de reflectancia de hasta 86%. Dixon y Weed (1989) señalaron que los suelos arcillosos se forman por intemperismo in situ del material o por procesos aluviales donde las arcillas, predominantemente esmectitas, son transportadas a los planos de inundación con pendientes suaves, donde se depositan. Este último es el proceso característico de los suelos de la zona debido a que presentan un comportamiento irregular en los porcentajes de carbón orgánico, arcilla y carbonatos de calcio con respecto a la profundidad, lo que evidencia su origen aluvial. De acuerdo con Porta et al. (2003), las rocas sedimentarias del tipo de las calizas forman suelos de colores claros aunque tengan alto contenido de esmectitas (Cuadro 1). Esto explica porque la cantidad de energía reflejada de los suelos está más relacionada con el contenido de carbonato de calcio que con el tamaño de partícula; por ejemplo, en suelos con más de 65% de arcilla se esperaría una reflectancia menor de 30% tal como lo reportaron Escadafal et al. (1989). Escadafal et al. (1989) encontraron que los suelos Inceptisoles (con 97% de carbonato de calcio y 89% de arena) alcanzan valores de reflectancia entre 50 y 70%. Cuadro 1. Clasificación en tipo de suelo con base en sus diferentes propiedades y contenidos cuantitativos. San Fernando, Tamaulipas, México. Perfil Tipo de suelo CO (%) CaCO3 (%) Arcill a (%) Arena (%) Calcita (%) Cuarzo (%) Feld. (%) Reflectancia (%) 1 2 3 Chromic Calciusterts Chromic Calciusterts Typic Calciustoll 1.1 1.1 1.5 23.4 15.2 30.4 65.4 67.7 33.3 13.3 12.5 37.2 64 56 88 34 40 10 2 4 2 B-5 65 58 86 CO= Carbón orgánico; CaCO3= Carbonato de calcio; Feld.= Feldespatos; B= Banda. 10 Calcita 20 30 40 Calcita Cuarzo 1.82Å 2.19Å 2.89Å 1.87Å Goetita 2.56Å 1.91Å 5.51Å 10 3.03Å Dolomita 3.76Å 307 Dolomita 6.45Å Kaolinita 4.44Å 3.36Å 3.50Å 7.55Å Vermiculita 4.18Å Goetita Calcita 11.58Å Feldespato Cuentas 20 Kaolinita 14.20Å Esmectita Vermiculita 40 Cuarzo Identificación de suelos Vertisoles de origen sedimentario a través de su firma espectral 50 Figura 1. Composición mineralógica, donde se observan los valores de los diferentes minerales presentes en el suelo del perfil uno de la zona de estudio de San Fernando, Tamaulipas, México. Estos valores son similares a los obtenidos en los suelos estudiados, lo cual significa que no se pueden separar suelos a nivel de Orden, porque el carbonato de calcio enmascara a otros horizontes como el Mólico o a propiedades de suelos Vertisoles determinantes en su clasificación. Asimismo, a pesar de que la zona estudiada es una planicie costera donde los suelos Vertisoles son dominantes, no se puede realizar una delimitación de suelos como lo estableció Chen et al. (2004). Firmas espectrales La firma espectral de suelos Vertisoles y Molisoles se presenta en los Cuadro 2 y 3; estos suelos no se pudieron diferenciar en todas las bandas analizadas debido a que las firmas espectrales se traslaparon, aunque en algunos casos el traslape fuera mínimo; por ejemplo, las bandas 5 y 7 sólo se traslapan 23% y 24% respectivamente (Cuadro 2). Cuadro 2. Firmas espectrales de suelos Vertisoles en la zona de San Fernando, Tamaulipas, México. Banda % Reflectancia Firma Media D. E. Media -ó+ D. E. 1 2 3 4 5 7 42-52 33-48 36-55 20-38 58-94 42-81 106-133 84-122 92-139 52-98 147-239 107-206 122.3 104.7 118.9 77.4 191.5 151.1 7.9 9.6 13.8 9.4 18.7 21.1 114-130 95-114 105-133 68-87 173-210 130-172 D. E.= Desviación estándar. 308 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Erasto Sotelo Ruiz et al. Cuadro 3. Firmas espectrales de suelos Molisoles en la zona de San Fernando, Tamaulipas, México. Banda % Reflectancia Firma Media D. E. Media -ó+ D. E. 1 2 3 4 5 7 44-51 42-47 51-55 32-36 86-91 71-75 113-131 108-119 130-141 82-91 218-233 180-190 121.3 114.7 136.0 86.0 226.0 185.3 9.1 5.9 5.6 4.6 7.5 5.0 112-130 109-121 130-142 81-91 219-234 180-190 D. E.= Desviación estándar. Las diferencias en la firma espectral se debieron al tamaño de partículas, las cuales fueron finas en suelos Vertisoles o gruesas en suelos Molisoles. Los altos contenidos de arcilla hacen que los suelos absorban mayor cantidad de luz y por lo tanto, sus valores de reflectancia sean menores (Cuadro 3). La disminución de los valores de la banda 5 y 7, estuvo relacionada con las bandas del infrarrojo al infrarrojo lejano, donde la reflectancia empieza a disminuir (Lillesand y Kiefer, 1994). Con el propósito de buscar diferencias significativas se realizó una comparación de medias de los valores de reflectancia; ésta resultó estadísticamente diferente en las bandas 5 y 7, donde los suelos Molisoles y Vertisoles se pueden diferenciar. Sin embargo, cuando se realizó la clasificación supervisada con el propósito de delimitar estos suelos, los mapas resultaron imprecisos, lo anterior se debió a que los modelos estadísticos explicaron solamente 21% en la banda 5 y 17% en la banda 7. Ben-Dor (2002) y Baumgardner et al. (1985) reportaron que algunas propiedades de suelos como: contenido de humedad, color, materia orgánica, textura y óxidos de fierro pueden ser predichas en la banda 7 que corresponde a la región espectral de 2080-2350 nm, lo cual puede ser válido siempre y cuando los suelos no presenten alto contenido de calcio. Análisis de las propiedades En el Cuadro 4 se presentan los intervalos del porcentaje de arcilla y densidad aparente de los suelos estudiados, los cuales se establecieron según la clasificación de suelos y por intervalos con aplicación práctica (Porta et al., 2003; Soil Survey Staff, 2003). En el Cuadro 4 se observa que conforme se incrementan los porcentajes de arcilla, los valores de reflectancia disminuyen en la banda 7. Escadafal et al. (1989) determinaron que la cantidad de calor absorbido por un suelo varía por el tipo de suelo y el tamaño de partícula; los suelos arcillosos tienden a absorber más calor que los suelos arenosos, en tanto los suelos arenosos reflejan más la luz por lo que presentan menor temperatura. En cuanto a la distribución de los valores de reflectancia según el porcentaje de arcilla de los suelos, en la banda 5 la reflectancia se concentró de 67-81% (intervalo de 35) Cuadro 4. Intervalos de los contenidos de arcilla y densidad aparente de los suelos en el área de estudio y sus valores de reflectancia en la imagen Landsat 7 ETM+ del 29 de abril de 2002. Variable Porcentaje de arcilla Porcentaje de arcilla Porcentaje de arcilla Densidad aparente (g cm-3) Densidad aparente (g cm-3) Densidad aparente (g cm-3) Intervalo 12.46-30.00 30.00-50.00 50.00-72.00 1.30-1.60 1.60-1.70 1.70-1.90 Reflectancia (%) Banda 5 Banda 7 58 68-75 76-81 67-78 78-81 89-91 75 62-65 59-62 55-62 62-65 69-75 Identificación de suelos Vertisoles de origen sedimentario a través de su firma espectral 309 en 79% de los sitios; en tanto, en la banda 7 la reflectancia fue de 52-71% (intervalo de 48) en el 74% de los puntos de muestreo (Figura 2). mapa por medio de un sistema de información geográfica, debido a que encontraron correlaciones de hasta 83% entre la arcilla y la reflectancia de los suelos. La mayoría de los puntos muestreados presentaron contenidos de arcilla >34% para ambas bandas. Aparentemente estos intervalos son estrechos y permitirían separar a los suelos por sus contenidos de arcilla; sin embargo, cuando se analizaron con respecto a la reflectancia se observó que son indiferentes a los contenidos de arcilla, ya que todos los puntos presentaron reflectancia similar (alrededor de 78%). En el caso de la densidad aparente, los valores que se obtuvieron variaron de 1.3 g cm-3 a 1.99 g cm-3, aunque el mayor número de sitios muestreados se concentró en 1.5 g cm-3 (Figura 3). Si bien esta propiedad esta inversamente relacionada con la reflectancia, los valores se concentraron en 78%. Como se observa en la Figura 3, los valores de la densidad aparente en la banda 5 muestran que la reflectancia se concentró de 67-81% (intervalo de 35) en 79% de los puntos muestreados y en la banda 7, los valores de la reflectancia se concentraron de 52-71% (intervalo de 48) en 74% de los sitios. A pesar de que los intervalos fueron Estos resultados difieren de lo reportado por Chen et al. (2004) y por Sorensen y Dalsgaard (2005) quienes encontraron que los contenidos de arcilla (<22% y <26%, respectivamente) se pueden estratificar y delimitar en un A= 205.58-0.9637(Re) y R2= 0.301 100 Banda 5 Reflectancia (%) Reflectancia (%) A= 238.5-0.8246(Re) y R2= 0.2672 80 60 40 20 0 0 20 40 60 100 Banda 7 80 60 40 20 0 0 80 20 Arcilla (%) 40 60 80 Arcilla (%) A= Arcilla; Re= Reflectancia Figura 2. Reflectancia de los suelos en San Fernando, Tamaulipas, México, según el porcentaje de arcilla de las bandas 5 y 7, de la imagen Landsat 7 ETM+ de 2002. 100 Banda 5 80 60 40 20 0 0,0 0,5 Da= 269.28-72.768(Re) y R2= 0.1106 Reflectancia (%) Reflectancia (%) Da= 330.72-86.036(Re) y R2= 0.1866 1,0 1,5 Densidad aparente 2,0 100 Banda 7 80 60 40 20 0 0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 Densidad aparente Da= Densidad aparente (g cm ); Re= Reflectancia -3 Figura 3. Reflectancia de los suelos en San Fernando, Tamaulipas, México, según la densidad aparente en las bandas 5 y 7, imagen Landsat 7 ETM+ de 2002. 310 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 estrechos, los modelos estadísticos sólo explicaron 18 y 11%, respectivamente. Modelado de las imágenes de satélite La delimitación de los suelos (Vertisoles y Molisoles) fue imposible con los métodos de Máxima Verisimilitud, Mínima Distancia y Paralelepípedo de la clasificación supervisada en forma directa; tampoco se logró con la reagrupación de las propiedades del suelo, basada en el supuesto de que los suelos Vertisoles son más arcillosos y duros, y los suelos Molisoles más arenosos y suaves, es decir; >30% de arcilla y >1.6 g cm-3 de densidad aparente para suelos Vertisoles y <30% de arcilla y <1.6 g cm-3 de densidad aparente para suelos Molisoles (Figura 4). Erasto Sotelo Ruiz et al. Al delimitar sobre la imagen de satélite las propiedades mencionadas para suelos Vertisoles y Molisoles, en ambos casos correspondieron en campo con suelos Vertisoles (áreas identificadas en gris). Por lo tanto, se dedujo que la delimitación de los suelos tuvo baja precisión, debido a que los límites y distribución de los suelos en la imagen de satélite no coincidieron con la delimitación en campo (Figura 5). CONCLUSIONES Los suelos dominantes en la zona de estudio se clasificaron como Vertisoles (Chromic Calciusterts) y Molisoles (Typic Calciustolls). Simbología Simbología Zona urbana Densidad aparente <1.6 Densidad aparente >1.6 Zona urbana Arcilla <30% Arcilla >30% Coordenadas UTM Zona 14N NAD27 Coordenadas UTM Zona 14N NAD27 Kilómetros a) b) Kilómetros Figura 4. Distribución de los diferentes intervalos de arcilla (a) y densidad aparente (b) resultantes con el método de Máxima Verisimilitud con las bandas 5 y 7 de la imagen Landsat 7 ETM+. Identificación de suelos Vertisoles de origen sedimentario a través de su firma espectral Simbología Zona urbana Densidad aparente <1.6 Densidad aparente >1.6 Coordenadas UTM Zona 14N NAD27 b) Kilómetros Figura 5. Suelos delimitados en campo y clasificados con la Base Referencial Mundial del Recurso Suelo de 1999. Los porcentajes de arcilla y la densidad aparente no permitieron identificar a los suelos Vertisoles de origen sedimentario de la zona de estudio en la imagen de satélite Landsat 7 ETM+ debido a que presentaron baja relación con la reflectancia, lo que impidió una separación adecuada de la firma espectral. Los altos contenidos de carbonato de calcio en el suelo del área de estudio provocaron alta reflectancia, enmascarando la reflectancia espectral de sus propiedades características. LITERATURA CITADA Baumgardner, M. F.; Crosson, P. R.; Dregner, H.; Drosdoff, M. and Westin, F. C. 1983. Resource inventory and baseline study methods for developing countries. 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En este estudio se evaluó el rendimiento y la calidad de la semilla de nueve variedades de frijol ayocote en dos fechas de siembra: 1) 2 de mayo y 2) 17 de junio de 2003 en Montecillo, Estado de México, México. Se evaluó la calidad fisiológica con base en el vigor de la semilla después de someterla a envejecimiento acelerado a 42 °C y alta humedad relativa durante 120 h. El vigor se determinó con base en el porcentaje y velocidad de emergencia en arena y la producción de materia seca de plántulas. El rendimiento en la primer fecha de siembra (529 g planta-1) fue superior al de la segunda (334 g planta-1), así mismo, la calidad física de la semilla con valores de peso hectolítrico de 75 y 73 kg hL-1 y de 123 y 110 g para el peso de 100 semillas, respectivamente. Por el contrario, los valores para las variables relacionadas con la calidad fisiológica de la semilla fueron mayores en la segunda fecha, con respecto a la primera, cuyo porcentaje de emergencia fue 84 y 62%, 2.81 y 2.15 para el número de plántulas emergidas por día y 3.7 y 3.1 g para el peso promedio de 10 plántulas, respectivamente. En la primer fecha se obtuvo el mayor rendimiento y calidad física de la semilla y en la segunda se produjo semilla con mayor calidad fisiológica. Lo anterior fue debido a que esta fecha tuvo, durante su producción, menor tiempo de exposición a los factores ambientales. Se recomiendan siembras tempranas y * Recibido: Abril de 2005 Aceptado: Septiembre de 2006 cosechas rápidas después de la madurez para obtener semilla de frijol ayocote de alta calidad y vigor. Palabras clave: Phaseolus coccineus L., calidad física, calidad fisiológica, vigor. ABSTRACT In the conservation and propagation of runner bean (Phaseolus coccineus L.), the seed is a basic element. In this study, the seed yield and seed quality of nine runner bean cultivars were evaluated in two planting dates 1) May 2nd and 2) June 17th, 2003) at Montecillo, State of Mexico, Mexico. Seed physiological quality was evaluated by the accelerated aging test at 42 °C and high relative humidity for 120 h. Seed vigor was determined by the velocity of seed emergence in sand, the percentage of emergence and the dry weight of 10 seedlings. Seed yield from the first planting date (529 g plant-1) was significantly higher than the yield from the second date (334 g plant-1), this was also true for the seed physical quality with a hectoliter weight of 75 and 73 kg hL-1 and 100-seed weight with 123 and 110 g, respectively. On the contrary, the parameters related to seed physiological quality were higher in the second planting date in relation to the first, whose percent of emergency were 84 and 62%, and 2.81 and 2.15 for the number of seedlings emerged d-1 and 3.7 and 3.1 g for the average dry weight of 10 seedlings, respectively. 314 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Higher yields and seed physical quality were obtained in the first planting date, while high seed physiological quality was observed in the second. This last result was due to the fact that the seed produced in the second date had less exposure to the environmental conditions after maturation. Early sowing dates and harvesting as soon as maturity is reached is necesary to obtain seeds of high quality and vigor. Key words: Phaseolus coccineus L., seed physical quality, seed physiological quality, vigor. INTRODUCCIÓN El frijol ayocote (Phaseolus coccineus L.) es una leguminosa nativa de México con gran potencial de uso y aprovechamiento con fines alimenticios para la población humana mediante el uso de su follaje, flores, vainas y semillas (Basurto et al., 1996). En otras partes del mundo esta leguminosa se aprovecha como planta ornamental, debido al gran tamaño y diversidad de colores del estandarte y las alas de la flor, entre los cuales el más atractivo es el rojo escarlata. Además, también puede usarse como frijol ejotero y actualmente existen variedades registradas con este fin (León, 1987). En estado silvestre es una planta perenne y su forma cultivada es anual, tradicionalmente se siembra en asociación con maíz (Miranda, 1979; Castillo et al., 2006). A pesar de las características excepcionales de esta especie, ha sido menos estudiada que el frijol común (Phaseolus vulgaris L.). Sus diferencias morfológicas respecto a P. vulgaris L. son de importancia en cuanto a la producción de semillas ya que el frijol ayocote, debido al mayor grado de polinización cruzada favorecida por los insectos, tiene más probabilidades de ser infectado por patógenos transmitidos por semilla (Maude, 1996). En México se ha investigado en la conservación y mejoramiento genético del frijol ayocote, principalmente en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) (Vargas et al., 2000; Vargas, 2001). En el Colegio de Postgraduados (CP), se ha iniciado la producción de semilla de alta calidad como contribución para un programa continuo de conservación y aprovisionamiento de semilla de esta especie para los productores y para el mejoramiento genético de la misma. Por lo anterior, se debe identificar la fecha de siembra óptima para la producción de semilla de frijol ayocote con alta calidad física y fisiológica en el Valle de México, región con Oscar Javier Ayala Garay et al. una superficie importante de esta especie (Vargas y Muruaga, 1999; Castillo et al., 2006). Además, es necesario desarrollar y adaptar técnicas para establecer un método sistemático que permita evaluar la calidad de la semilla certificada de diferentes variedades de frijol ayocote. Una de las técnicas utilizadas para evaluar la calidad física y fisiológica de lotes de semilla es el envejecimiento acelerado, el cual consiste en la exposición de muestras de semilla a una temperatura entre 40 y 42 ºC y entre 85 y 100% de humedad relativa por un período de tiempo definido (Copeland y McDonald, 2001). El objetivo de esta investigación fue evaluar el rendimiento y la calidad física y fisiológica de la semilla de nueve variedades de frijol ayocote producidas en dos fechas de siembra. MATERIALES Y MÉTODOS Germoplasma utilizado El estudio se realizó en el Colegio de Postgraduados en Montecillo, Estado de México (19° 29’ N, 98° 51’ O y 2250 msnm). Se utilizaron nueve variedades de frijol ayocote: Ixtenco, colectada en el estado de Tlaxcala; Compuesto Montecillo, Blanco Tlaxcala, Blanco CP, Tequexquinahuac, San Francisco, Ozumba, San Juan Tepecoculco, y Juchitepec, colectadas en el Estado de México. Con excepción de Blanco Tlaxcala y Blanco CP, que son variedades mejoradas, el resto son variedades nativas sin datos de caracterización o evaluación previa. Durante el ciclo primavera-verano de 2003 se estableció un experimento con un diseño de bloques completos al azar, considerando dos fechas de siembra: 2 de mayo (FS1) y 17 de junio (FS2), nueve variedades y tres repeticiones. La unidad experimental constó de un surco de 12 m de largo y 0.8 m entre surcos y entre plantas (15 625 plantas ha-1). Se utilizaron tutores para las plantas y se aplicó un riego de presiembra, el resto del ciclo biológico se mantuvo al cultivo en condiciones de temporal, el cual mostró distribución regular de las lluvias durante el ciclo del cultivo (Figura 1). Variables evaluadas En cada fecha de siembra se registraron los días a floración y a la madurez de cosecha de cada variedad, en esta última etapa por cada unidad experimental se cosecharon al azar Rendimiento y calidad de semilla del frijol ayocote en el Valle de México 315 Precipitación 35 Tmax Tmin 30 50 20 40 15 30 10 FS1 Precipitación (mm) 60 25 Temperatura (ºC) 70 FS2 20 5 10 0 -5 0 Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Figura 1. Promedio de temperatura máxima (T max), temperatura mínima (T min) y precipitación acumulada semanalmente en Montecillo, Estado de México durante la evaluación de nueve variedades de frijol ayocote sembradas el 2 de mayo (FS1) y 17 de junio (FS2) de 2003. tres plantas con competencia completa y en ellas se evaluó el rendimiento promedio de semilla en g planta-1 (RDTO). Para determinar la proporción para cada tamaño de semilla (%), se mezcló la semilla correspondiente a las tres repeticiones de cada variedad en cada fecha de siembra. Cada uno de los 18 lotes de semilla obtenidos se pasaron por mallas circulares para separarlos con base en tres tamaños de semilla: grande (G) obtenido con la malla de 12/64”, mediano (M) 11/64” y pequeño (P) 10/64”. Para las pruebas de calidad de semilla se tomó una muestra de 1 kg del tamaño de mayor proporción (Cuadro 1). El porcentaje de humedad de cada lote de semilla se determinó en una sola muestra con un determinador electrónico Motomco 919. El peso hectolítrico (PH) de la semilla, expresado en kg hL-1, también se obtuvo en una muestra de 1 L de semilla y se pesó en una balanza OHAUS. El peso de mil semillas (P1000S), expresado en g, se obtuvo con base en ocho muestras de 100 semillas, cada una y se determinó en una báscula electrónica siguiendo el método propuesto por la ISTA (2004) y se analizó estadísticamente como 18 lotes de semilla en un arreglo factorial de origen de la semilla: dos fechas de siembra, nueve variedades y ocho repeticiones. Para evaluar el vigor de la semilla se utilizó la prueba de envejecimiento acelerado, con el método propuesto para soya (Glicine max L.) por McDonald y Phaneedranath (1978), colocando únicamente 75 semillas en una cámara germinadora (Cleland International 1000 FAATR) a una temperatura de 42 °C por un período de 120 h. Una vez concluido dicho período para cada variedad, se evaluaron junto con un número similar de semillas sin envejecimiento acelerado, las cuales representaron los testigos. La semilla de las nueve variedades de cada fecha de siembra se estableció en un semillero de madera de 2.5 x 5 m, con arena esterilizada como sustrato. Se utilizó un diseño de bloques al azar con un arreglo en parcelas divididas, con tres repeticiones de 25 semillas cada una, en donde la parcela principal la representaron las variedades, las parcelas secundarias fueron las fechas de siembra y las subparcelas los tratamientos de envejecimiento acelerado. La profundidad de siembra fue de 5 cm y se aplicó un riego al momento de la siembra y luego se regó regularmente para mantener húmedo el sustrato. El semillero se colocó bajo una estructura metálica con cubierta de polietileno. Las variables evaluadas fueron: porcentaje de germinación (PG) y porcentaje de plántulas anormales (PPA), las que se evaluaron siguiendo la metodología de la ISTA (2004), longitud de plántula (LP), peso seco de plántula (PSP) y velocidad de emergencia (VE). La LP se midió en centímetros 11 días después de la siembra, tomando al azar 10 plántulas normales de cada uno de los tratamientos. El PSP se expresó en gramos y para obtenerlo se cortaron 10 plántulas sin cotiledones y raíces, las cuales fueron secadas en una estufa a 70 °C por 72 h y pesadas en una báscula electrónica (OHAUS). La VE se determinó con 316 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Oscar Javier Ayala Garay et al. Cuadro 1. Promedio para variables evaluadas en nueve variedades de frijol ayocote sembradas el 2 de mayo y 17 de junio de 2003. Montecillo, Texcoco, Estado de México. Variedad Días Floración Compuesto Ixtenco Compuesto Montecillo Blanco Tlaxcala Blanco CP Tequexquinahuac San Francisco Ozumba San Juan Tepecoculco Juchitepec Promedio Compuesto Ixtenco Compuesto Montecillo Blanco Tlaxcala Blanco CP Tequexquinahuac San Francisco Ozumba San Juan Tepecoculco Juchitepec Promedio CV (%) Semilla Rendimiento (g planta-1) Cosecha Tamaño (%) Hum (%) PH (kg hL-1) - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2 de Mayo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 62 188 86 M 375 11.1 72 68 202 53 G 596 10.5 73 42 188 78 M 569 10.2 83 46 188 66 M 600 10.5 82 40 188 78 M 504 10.5 77 82 205 80 G 524 10.4 70 93 205 50 G 455 10.2 71 96 205 71 G 589 10.5 72 40 188 49 P 546 10.8 74 63 196 529 10.5 75 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 17 de Junio - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 63 161 42 G 295 10.7 74 71 161 51 G 374 10.7 68 44 161 64 M 289 10.2 78 50 161 51 M 279 10.4 78 43 162 51 G 426 10.7 76 79 168 85 G 302 10.5 68 85 168 45 P 210 11.3 74 92 168 69 G 390 10.1 72 42 161 439 63 G 10.7 74 63 163 334 10.6 73 1.2 0.9 25.9 Hum= Humedad de la semilla; PH= Peso hectolítrico; Los valores de Hum y PH se midieron en una sola muestra; G= Tamaño grande; M= Tamaño mediano; P= Tamaño pequeño. base en el método establecido por Copeland y McDonald (2001). La información de rendimiento en campo y de la prueba de vigor en el laboratorio se analizó utilizando el programa Statistical Analysis System (SAS) y para las variables que mostraron diferencias estadísticamente significativas se realizó la prueba de comparación de medias de Tukey, p< 0.05. (Figura 1). En la segunda fecha de siembra (FS2), el ciclo fue interrumpido por una helada (-2 oC) ocurrida a los 156 días después de la siembra (DDS). La helada dañó el follaje y redujo la duración del período reproductivo, aunque no afectó la calidad de la semilla. Se considera que el nivel de daño de una helada en frijol común (P. vulgaris L.) está en función de su intensidad y de la etapa de desarrollo en que se encuentre el cultivo (Jacinto y Fernández, 1993) y cuando la helada coincide con el llenado de las vainas se observan efectos negativos como llenado de grano deficiente, lo que reduce el rendimiento. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En la primera fecha de siembra (FS1) la temperatura y la precipitación favorecieron el crecimiento de las plantas Lo anterior explica en parte los resultados obtenidos (Figura 1), debido a que la interrupción del desarrollo por efecto de la helada disminuyó significativamente (37%) el rendimiento Rendimiento y calidad de semilla del frijol ayocote en el Valle de México 317 promedio de la FS2 (334 g planta-1) con respecto a la FS1 (529 g planta-1). Se considera que esta disminución se originó por un ciclo reproductivo más corto. En la FS2 la duración del ciclo biológico fue 42 días menor que en la FS1. En el frijol ayocote el proceso de producción de flores y vainas se traslapan, por lo que es posible encontrar en una misma planta: flores, vainas en formación y granos en proceso de maduración. Al interrumpirse el período de llenado de las semillas, por efecto de la helada, las plantas de la FS2 no expresaron todo su potencial productivo. Cuadro 2. Cuadrados medios y nivel de significancia estadística para el rendimiento de nueve variedades de frijol ayocote cultivadas en dos fechas de siembra en Montecillo, Texcoco, Estado de México, 2003. Fuentes de variación Grados de libertad Fecha de siembra (FS) Bloque /FS Variedad (V) FS*V Error CV (%) 1 4 8 8 32 Rendimiento (g planta-1) 513852.43 12873.88 23045.18 11604.22 12442.48 25.87 ** NS NS NS **= Altamente significativo con p< 0.01; NS = No significativo. El análisis de varianza registró diferencias altamente significativas (p<0.01) entre fechas de siembra para el rendimiento (Cuadro 2), lo que demuestra la influencia de la longitud de la etapa reproductiva en esta importante característica. No hubo diferencias para rendimiento entre variedades ni para la interacción fecha de siembra x variedad, lo que indica que todas las variedades mostraron respuesta similar para cada fecha y mantuvieron esa respuesta entre fechas. En el Valle de México y de manera similar a lo observado en esta investigación, se reportó que el rendimiento de cinco variedades de frijol común se redujo 44% cuando se sembró el 13 de julio respecto a la fecha del 12 de junio (Esquivel et al., 2004). atribuirse a la interacción genotipo-ambiente incrementada por la helada ocurrida en la FS2. Se considera que la clasificación de la semilla por longitud y grosor con cribas circulares permitió la homogenización de la calidad física y fisiológica de la semilla de cada variedad. Al respecto, Filho y Avancine (1983) demostraron que la calidad fisiológica se incrementó con la clasificación de la semilla de frijol común basada en el grosor, por lo que los valores más bajos para esta característica se asociaron a una reducción del vigor y emergencia. El contenido de humedad de la semilla resultó similar entre fechas, tuvo una amplitud de 10.1 a 11.3% entre los 18 lotes de semilla analizados (Cuadro 1). Las variedades que presentaron los valores más altos de peso hectolítrico (PH) en las dos fechas de siembra fueron Blanco Tlaxcala (FS1: 83 y FS2: 78 kg hL-1) y Blanco CP (FS1: 82 y FS2: 78 kg hL-1). La variedad San Francisco mostró el menor PH en ambas fechas de siembra con 70 kg hL-1 en la primera y 68 kg hL-1 en la segunda. Esta respuesta se debió principalmente a que la variedad San Francisco posee semillas de mayor tamaño y quedan huecos mas grandes al acomodarse ésta en los frascos utilizados para la determinación de PH. También puede ser debido a que las semillas de Blanco Tlaxcala y Blanco CP, por su forma plana, dejaron menor cantidad de espacios entre ellas y por lo tanto, un valor más alto de su peso hectolítrico. El PH promedio en la FS1 fue 75 kg hL-1 y 73 kg hL-1 en la FS2, lo que corroboró los resultados obtenidos por Bernabé (2004) en lotes de semilla de frijol común (P. vulgaris L.) producida en dos fechas de siembra. Calidad física de la semilla El P1000S mostró diferencias altamente significativas (p<0.05) entre variedades, fechas de siembra y para la interacción (Cuadro 3). La semilla de la variedad San Francisco presentó el P1000S más alto promedio de las dos fechas de con 1467 g, mientras que Blanco CP tuvo el menor con 928 g. La FS1 tuvo el promedio más alto de P1000S con 1225 g en comparación con la FS2 que mostró 1095 g. Con base en los resultados puede decirse que la mejor fecha para obtener semillas de mayor peso es la realizada el mes de mayo, lo que contribuyó a incrementar el rendimiento y la calidad física de la semilla. La variedad San Francisco produjo mayor cantidad de semillas grandes en ambas fechas de siembra (Cuadro 1). Las variedades Blanco Tlaxcala y Blanco CP produjeron semilla de tamaño mediano y diferentes proporciones para cada tamaño de semilla entre fechas de siembra, lo que puede Las semillas producidas en la FS2 tuvieron un menor PH y P1000S con respecto a la FS1, lo que estuvo relacionado con la reducción del período de llenado de grano por efecto de las temperaturas bajas que afectaron negativamente a todas las variedades en la segunda fecha de siembra. Se ha establecido 318 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Oscar Javier Ayala Garay et al. que el PH y P1000S, son afectados negativamente en plantas sujetas a falta de nutrimentos, deficiencia de agua y a daños ocasionados por heladas, granizo, plagas y enfermedades (Bustamante, 1983). Calidad fisiológica de la semilla En la prueba de vigor se observaron diferencias altamente significativas (p<0.01) para todas las variables entre fechas de siembra, tratamientos de envejecimiento acelerado, variedades y sus interacciones (Cuadro 4). La excepción fueron las variables PSP, que presentó diferencias significativas (p<0.05) y el porcentaje de plántulas anormales (PPA) que sólo mostró diferencias entre fechas de siembra y tratamientos de envejecimiento acelerado. Para la velocidad de emergencia (VE), la variedad Juchitepec resultó sobresaliente con 3.1 plantas/día; mientras que la variedad de la menor VE fue Blanco CP con 1.5 plantas/día. Cuadro 3. Cuadrados medios y nivel de significancia estadística para el peso de 1000 semillas (P1000S), evaluado en nueve variedades de frijol ayocote cultivadas en dos fechas de siembra en Montecillo, Texcoco, Estado de México. 2003 Fuentes de variación Variedad (V) Fecha de siembra (FS) V*FS Error CV (%) Grados de libertad 8 1 8 126 P1000S (g) 544891.62 ** 603340.56 ** 109623.94 ** 1058.39 2.80 **= Altamente significativo con p< 0.01. Cuadro 4. Cuadrados medios y nivel de significancia estadística de variables consideradas en la prueba de vigor en nueve variedades de frijol ayocote producidas en dos fechas de siembra y sometidas a dos tratamientos de envejecimiento. Montecillo, Estado de México. 2003. Fuentes de variación GL VE (plántulas/día) Bloque (B) 2 0.64 * Variedad (V) 8 B*V/Error A PE (%) PPA (%) LP (cm) PSP (g) 159.63 NS 25.23 NS 19.62 ** 2.17 * 2.99 ** 1432.32 ** 85.17 NS 33.28 ** 4.47 ** 16 0.04 NS 42.54 NS 48.46 NS 1.70 NS 0.09 NS FS 1 2.28 ** 2454.13 ** 705.48 ** 1.87 NS 3.56 * V*FS 8 0.31 NS 154.29 NS 20.67 NS 4.95 NS 0.30 NS EA 1 11.60 ** 6806.09 ** 774.64 ** 39.85 ** 10.33 ** V*EA 8 1.14 ** 208.45 NS 134.37 NS 7.23 * 2.02 ** FS*EA 1 0.12 NS 2.28 NS 74.15 NS 0.43 NS 0.02 NS V*FS*EA 8 0.27 NS 164.97 NS 77.45 NS 0.80 NS 0.37 NS Error 54 0.18 109.18 64.69 2.68 0.55 17.25 17.09 64.76 8.73 22.11 C.V. (%) GL= Grados de libertad; FS= Fecha de siembra; EA= Envejecimiento acelerado; VE= Velocidad de emergencia; PE= Porcentaje de emergencia; PPA= Porcentaje de plántulas anormales; LP= Longitud de plántula; PSP= Peso seco de plántulas. **= Altamente significativo con p<0.01; *= Significativo con p< 0.05; NS= No significativo. Rendimiento y calidad de semilla del frijol ayocote en el Valle de México 319 Las variedades con los valores más altos de porcentaje de emergencia (PE) fueron Juchitepec (88%), Ixtenco (85%) y Ozumba (83%), mientras que la variedad Blanco CP presentó el menor con 40%. En longitud de plántula (LP) la mayor fue para la variedad Tequexquinahuac con un promedio de 21.6 cm; por el contrario, las variedades Ozumba (16.2 cm) y Blanco CP (17.9 cm) fueron las de menor longitud. La variedad Tequexquinahuac tuvo el mayor PSP con 4.2 g, mientras que Blanco CP mostró el menor con 2.4 g. Los resultados muestran un vigor reducido de la variedad Blanco CP, lo cual pudo ser favorecido por su maduración temprana en campo y semilla sensible al envejecimiento natural y al acelerado, ya que debido a su precocidad la semilla estuvo expuesta una cantidad mayor de tiempo a los factores ambientales. La FS2 produjo semillas con mayor calidad fisiológica que la FS1 (Cuadro 5), ya que todas las variables evaluadas mostraron valores superiores, con excepción del número de plantas anormales. La interacción variedad x fecha de siembra no presentó significancia estadística para ninguna de las variables evaluadas. La semilla del tratamiento de envejecimiento acelerado presentó los valores más bajos en todas las variables, con excepción de PPA (Cuadro 5), lo que demostró que este tratamiento deterioró las semillas y disminuyó significativamente el vigor. Shephard et al. (1995) y Cruz et al. (2003) establecieron que el deterioro de las semillas se origina por cambios internos como la degradación de la membrana celular, daños en los mecanismos de transporte de energía, alteraciones en la biosíntesis de proteínas, lo cual reduce: velocidad de emergencia, capacidad de almacenamiento, velocidad de crecimiento, desarrollo, uniformidad de emergencia, resistencia de la planta a factores adversos y rendimiento. Además, el envejecimiento acelerado incrementó el número de plántulas anormales y acentuó la pérdida de vigor de las semillas. En general, se tuvieron valores más altos de VE en los lotes de semilla sin envejecimiento acelerado (Cuadro 5). La variedad Juchitepec mostró la mayor respuesta con (3.3 plantas/día) y con envejecimiento acelerado (2.9 día). La semilla de la variedad Blanco CP con envejecimiento acelerado presentó la menor VE con 0.8 plantas/día. Aunque los valores de longitud de plántula (LP) fueron similares, sí se observó variación entre 15 y 22 cm y fue posible detectar diferencias estadísticamente significativas entre con y sin envejecimiento. La variedad Montecillo fue menos afectada por el envejecimiento acelerado y las semillas de este tratamiento tuvieron valores altos de LP. En los lotes con envejecimiento acelerado y en el testigo, la variedad Tequexquinahuac tuvo los valores más altos de LP (21.1 y 22.1 cm, respectivamente), mientras que la variedad Ozumba mostró los valores más bajos (15.7 y 16.8 cm, respectivamente). Las plántulas de la variedad Tequexquinahuac presentaron el PSP más alto en el tratamiento testigo (4.6 g), mientras que con envejecimiento acelerado las de la variedad Montecillo mostraron el peso mayor con 3.9 g. La variedad Blanco CP Cuadro 5. Comparación de medias para las variables evaluadas en la prueba de vigor de nueve variedades de frijol ayocote cultivadas en dos fechas de siembra y sometidas a envejecimiento acelerado. Montecillo, Texcoco, Estado de México. 2003. Factor Fecha de siembra 2 de mayo 2003 17 de junio 2003 Tratamiento Envejecimiento acelerado Testigo DHS Promedio VE (plántulas/día) PE (%) PPA (%) LP (cm) PSP (g) 2.3 b* 2.6 a 67 b 78 a 8a 5b 18.8 a 18.6 a 3.1 b 3.5 a 2.1 b 2.8 a 62 b 84 a 9a 5b 18.1 b 19.3 a 3.1 b 3.7 a 0.1 2.5 4.5 73 1.9 7 0.7 18.7 0.3 3.4 VE= Velocidad de emergencia; PE= Porcentaje de emergencia; PPA= Porcentaje de plántulas anormales; LP= Longitud de plántula; PSP= Peso seco de plántula; *Valores con la misma letra son estadísticamente similares (Tukey, p< 0.05); DHS= Diferencia Honesta Significativa. 320 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 tuvo el menor PSP (1.5 g), cuando se aplicó envejecimiento acelerado, lo que demuestra su susceptibilidad a ese tratamiento. En la variedad Tequexquinahuac se observó que la diferencia de la LP entre los tratamientos de envejecimiento acelerado y el testigo fue de 5% y de 17% para PSP. Esto muestra que para una similar longitud de planta, puede haber diferencia de peso ocasionada por la diferencia de acumulación de materia seca en órganos individuales de la plántula. Además, la disponibilidad de reservas, en el interior de la semilla, pueden influir significativamente y cuando éstas fueron insuficientes las plántulas obtuvieron un peso seco más bajo. Oscar Javier Ayala Garay et al. más afectadas por el envejecimiento acelerado. Lo anterior, pudo estar relacionado con el grosor de la testa, ya que se ha demostrado en frijol común que testas más delgadas se agrietan y rompen fácilmente, absorben líquidos más rápidamente y son afectadas fácilmente por la humedad y temperatura del ambiente (Wyatt, 1977; Dickson, 1980; Roos, 1988). Además, el incremento de la permeabilidad de la testa provoca la aceleración de los procesos fisiológicos cuando la semillas se someten a envejecimiento artificial (Roos, 1988). CONCLUSIONES Se ha demostrado que el envejecimiento acelerado provoca el consumo de parte de las reservas de las semillas al incrementar su respiración y además daña las membranas celulares (Delouche y Baskin, 1973; Shephard et al., 1995). Los resultados demostraron que el peso seco de la plántula es la característica más confiable para predecir el vigor de un lote de semilla, porque refleja la cantidad de reservas almacenadas y disponibles para su uso fisiológico en el desarrollo de la planta (Knittle y Burris, 1976). Las nueve variedades de frijol ayocote produjeron mayor rendimiento y calidad física de semilla en la siembra de mayo. Las semillas de algunas variedades de frijol ayocote tuvieron una cantidad suficiente de reservas para germinar y emerger en la arena después del deterioro ocasionado por el envejecimiento acelerado. En la segunda fecha de siembra se produjeron semillas con un mayor vigor, peso y calidad fisiológica que las obtenidas en la primera fecha. La mayor calidad fisiológica de la semilla obtenida en la segunda fecha se debió a que las plantas de la FS1 se cosecharon hasta que maduraron todas las plantas de una parcela, por lo que las más precoces pasaron mayor tiempo a la intemperie. En el caso de la FS2, la cosecha se realizó más rápido por que el efecto de las bajas temperaturas hizo que el ciclo de todas las variedades fuera más corto y la madurez más sincronizada. Por lo anterior, es recomendable realizar pruebas de calidad y vigor con semillas inmediatamente después de la madurez fisiológica de la misma dando un manejo similar a las distintas variedades. Las variedades de testa oscura, como Juchitepec y Tequesquinahuac, mostraron calidad fisiológica y vigor superior con respecto a las variedades de testa banca, como Blanco CP y Blanco Tlaxcala. Las características de la testa favorecieron las diferencias en calidad fisiológica y vigor entre las variedades evaluadas. La permeabilidad es la característica de mayor importancia en la testa y está relacionada con la entrada de agua, intercambio gaseoso, ingreso de patógenos, pérdida de reservas y respuesta al deterioro ocasionado por el ambiente. Se observó que las variedades de testa de color blanco fueron En la siembra de 17 de junio se obtuvo semilla de mayor calidad fisiológica debido a que ésta pasó durante la maduración una menor cantidad de tiempo expuesta al ambiente por efecto de bajas temperaturas que sincronizaron la maduración y vigor. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen la asesoría estadística al Dr. Fernando Castillo González, Profesor Investigador del Colegio de Postgraduados. LITERATURA CITADA Basurto P., F.; Martínez C., D.; Castellanos V., A. y Martínez A., M. A. 1996. Ciclo agrícola y fenología de Phaseolus coccineus L. en sistemas de agricultura tradicional en la Sierra Norte de Puebla, México. Etnoecológica 3:71-81. Bernabé A., A. 2004. Respuesta del frijol a la fertilización foliar y densidad de población en rendimiento y calidad de semillas. Tesis de Maestría en Ciencias. Colegio de Postgraduados, Programa de Semillas. 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Sci. 102:478480. Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 323-331 LOS SUBSIDIOS AGRÍCOLAS DE MÉXICO* AGRICULTURAL SUBSIDIES IN MEXICO Adrián González-Estrada1§ y Manuel Alejandro Orrantia-Bustos2 1 Programa de Economía, Campo Experimental Valle de México, INIFAP. Km. 18.5 carretera Los Reyes-Lechería, Texcoco, Estado de México, México. 2El Colegio de México. §Autor para correspondencia: [email protected] RESUMEN La agricultura mexicana afronta graves problemas y retos, muchas voces demandan más subsidios y apoyos del gobierno. En México prevalece la idea de que la agricultura no es apoyada de la misma manera que en países desarrollados; se argumenta que países con los que se realiza intercambio comercial subsidian en mayor grado su agricultura y que por eso no podemos competir internacionalmente. Los objetivos de esta investigación fueron analizar el comportamiento temporal del monto total de los subsidios a la agricultura mexicana durante el período 1986-2003; comparar los subsidios agrícolas de México con sus principales socios comerciales y evaluar las tesis que sustentan el abandono del campo por el Estado mexicano, la falta de protección a la agricultura y la insuficiencia de los subsidios. En contra de la creencia de la mayoría de los economistas de México, con el cálculo del porcentaje del valor de la producción que corresponde a subsidios (EPS%) se concluyó que los subsidios a la agricultura son similares en términos relativos, que los de sus principales socios comerciales (Estados Unidos de América y Canadá) y menores que la Unión Europea y Japón. En lugar de aumentar los subsidios agrícolas, en México se debería invertir considerablemente más en los servicios de apoyo necesarios para impulsar la intensificación y la productividad en la agricultura. * Recibido: Agosto de 2005 Aceptado: Septiembre de 2006 Palabras clave: Apoyos productivos, comercio nternacional, protección, subsidios agrícolas. ABSTRACT The Mexican agriculture confronts serious problems and challenges, many voices demand for more subsidies and supports from the government. The prevailing idea is that our agriculture is not supported in the same way as it is in developed countries and it is argued that countries we trade with, subsidize much more their agriculture and that for that reason, we are an able to compete internationally. The objectives of this research were: to analyze the temporal behaviour of the total amount of the subsidies to the Mexican agriculture during 1986-2003; to compare the agricultural subsidies in Mexico to those of our main commercial partners, and to evaluate propositions supporting the idea of abandonment of the Mexican rural sector by the State, the lack of protection to our agriculture and the insufficiency of agricultural subsidies. In opposition to the belief of the majority of Mexican economists, and after the calculation of the percentage of the production value that corresponds to subsidies (EPS%) it was concluded that our country’s relative level of subsidies to its agriculture is similar to those in the United States of America and Canada, its main commercial partners, and less than those in the European 324 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Union and Japan. Rather than to increase agricultural subsidies, Mexico should invest considerably more in all the support services required to promote the intensification and productivity of the agricultural sector. Key words: Agricultural subsidies, international trade, productive supports, protection. INTRODUCCIÓN Ante los graves problemas y retos que afronta la agricultura mexicana, muchas voces demandan más subsidios y apoyos por parte del Gobierno. El sentido común presupone que el aumento de los subsidios al campo es una condición imprescindible para incrementar la producción agrícola y el bienestar de los mexicanos. La idea prevaleciente es que en México no se apoya a la agricultura de la misma manera que los países desarrollados. Se argumenta que países con los que se realiza intercambio comercial subsidian mucho más su agricultura, razón por la cual los subsidios en México deberían ser mayores, con el fin de poder competir internacionalmente. Por lo anterior, resulta trascendental conocer los montos de los subsidios al sector agrícola en México, además de analizar si son eficientes o no, desde el punto de vista del bienestar social. Los objetivos de la presente investigación fueron: a) analizar el comportamiento temporal del monto total de los subsidios a la agricultura mexicana durante el período 1986-2003, b) comparar los subsidios agrícolas de México con los de sus principales socios comerciales, y c) evaluar la tesis del abandono del campo mexicano por el Estado mexicano, la falta de protección a la agricultura y la insuficiencia de los subsidios. La hipótesis general de este artículo es que durante el período 1995-2003 los subsidios dirigidos al campo mexicano no han disminuido, como comúnmente se cree, y que la importancia relativa de los mismos en la producción agrícola ha crecido, no obstante que el monto total medio de los mismos durante ese período es considerablemente inferior al monto total medio durante 1989-1994. La hipótesis particular es que los principales socios comerciales de México también difieren de él en cuanto a estructura y a orientación de los subsidios al sector agrícola. Adrián González Estrada et al. MATERIALES Y MÉTODOS Las transferencias y los subsidios De acuerdo con Zúñiga y González-Estrada (2003), “cuando una transferencia tiene como finalidad sufragar los gastos corrientes de producción de las empresas será considerada como subsidio, lo mismo que si se destina a programas de inversión privada”. Monke y Pearson (1989), consideran como subsidios a las transferencias directas que proporciona el Estado a las empresas privadas, así como a los aranceles y cuotas proteccionistas. Estas últimas transferencias son subsidios otorgados vía precios. Según estos autores, los subsidios se dividen en dos clases: transferencias directas a través del gasto gubernamental, y transferencias vía precios, como los aranceles y cuotas proteccionistas a los productos agrícolas en México. De acuerdo con lo anterior, los subsidios son sólo una parte de las transferencias del gobierno de un país; la otra parte la constituyen los servicios de apoyo, como la investigación agrícola, la difusión, la capacitación, etc. Así, con el fin de medir los subsidios a la agricultura, se deben de cuantificar las transferencias de ingreso vía gasto del gobierno y las transferencias de ingreso vía precios. La suma de ambas se conoce con el nombre de transferencia bruta de ingresos. Los subsidios en la contabilidad del equilibrio general de la economía El equivalente de subsidio al productor agrícola incluye tanto las transferencias de ingresos a través de los gastos presupuestales o fiscales, así como las transferencias a través de los precios internos (Monke y Pearson, 1989; Omaña, 2000). El equivalente de subsidio al productor (ESP) es la transferencia neta de ingresos de una política determinada, como proporción de los ingresos brutos totales de los agricultores a precios privados (Monke y Pearson, 1989); es decir, ESP= (D – H) / A= L / A donde: D es la ganancia a precios privados H es la ganancia a precios económicos L es la transferencia total o efecto total de las políticas Los subsidios agrícolas de México A es el ingreso total a precios privados. El ESP puede expresarse de acuerdo a la siguiente expresión algebraica: 325 PBIG son todas aquellas transferencias basadas en el ingreso global. El equivalente de subsidios al productor total neto se define como: ESP= (P – PWnc) × Q + DP - LV + OS ESPTN= (P – PWnc) × Q + DP - LV + OS - FA donde: donde: P representa el precio interno de la producción PW es el precio internacional (precio de referencia) en la frontera en moneda nacional Q designa el volumen de producción DP representa los pagos directos FA representa el ajuste a la alimentación animal (sólo para los productos de ganadería). Por otra parte, el equivalente unitario de subsidios al productor está determinado por: ESPU= ESP / Q El equivalente porcentual de subsidios al productor (EPS%) se calculó como: LV representa los impuestos a la producción EPS%= 100 × ESP / (P × Q + DP - LV) OS designa los otros apoyos financiados con cargo al presupuesto. La OCDE (1997, 2003) con el fin de adaptar la definición anterior a las estadísticas reportadas por los países miembros, definió al equivalente de subsidio al productor (ESP) de la siguiente forma: Este es el indicador teóricamente correcto para medir el grado en que un país subsidia a su agricultura, ya que no depende de las unidades monetarias de medición, de la escala o del tamaño del sector, ni de los cambios en las variables nominales como precios, inflación y efectos monetarios, etc. ESP= SP + PCP + PBS + PPA + PUI + PBIG Con base en la OCDE (1997, 2003), el procedimiento operativo usado para calcular el EPS% en esta investigación fue el siguiente: SP representa a las transferencias en forma de soportes de precios EPS%= (ESP / (P x Q + PD - IMP)) x 100 donde: PCP es el monto de los pagos basados en la cantidades producidas PBS designa a los pagos basados en la superficie cultivada [Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA) y Programa de Apoyos a la Comercialización Ejidal (PACE)] PPA son las transferencias a través de los Programas: Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO) y Alianza para el Campo PUI representa a las transferencias en forma de pagos por el uso de insumos donde el equivalente porcentual de subsidios es calculado como el cociente de dividir el equivalente de subsidio al productor entre el valor total de la producción agrícola más pagos directos, menos impuestos. Dado que DP= PD y LV= IMP, entonces ambas definiciones de EPS% son equivalentes. La relación de costo privado, también llamada competitividad privada de un cultivo (RCP), es el cociente de dividir el costo de los factores internos de la producción entre el valor agregado, ambos valorados a precios de mercado. Es decir, RCP= C / (A - B), en donde: A es el ingreso bruto valuado a precios privados, B es el costo de producción de los insumos comerciales valuados a precios privados, C es el costo de los factores internos valuados a precios privados, y (A - B) es el valor agregado valuado a precios de mercado. 326 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 RESULTADOS Y DISCUSIÓN Adrián González Estrada et al. de ingreso global y los soportes a los precios internos. Los subsidios agrícolas de México durante el período 1986-2002 se presentan en el Cuadro 1. Los subsidios agrícolas en México Contrariamente a la idea predominante, el campo mexicano ha recibido cuantiosos apoyos durante los últimos sexenios, según lo demuestran Yates (1978), OCDE (1997), Zúñiga y González-Estrada (2003). En un estudio sobre la política fiscal y el sector agropecuario en México, Zúñiga y GonzálezEstrada (2003) concluyeron que el sector agropecuario se beneficia de un número considerable de exenciones fiscales y de cuantiosas transferencias por parte del Estado las cuales en promedio anual, representaron el 87.5% del producto interno bruto de la agricultura durante el período 1999-2002. De acuerdo con la OCDE (2003) y con Monke y Pearson (1989), las transferencias del Estado mexicano a la agricultura consideradas como subsidio fueron todas aquellas directas de ingreso, como los pagos basados en la superficie, las de PROCAMPO y ALIANZA, las basadas en los montos producidos (ASERCA y PACE), los pagos por el uso de insumos (subsidio al diesel), los pagos por concepto No obstante que a partir de 1988 México emprendió un ambicioso programa de reformas a la política agrícola del país, con orientación hacia el reforzamiento del papel de los mercados, la liberalización comercial, la reducción de los servicios de apoyo proporcionados por el Estado, la desregulación económica y la modernización de la agricultura (OCDE, 1997), los subsidios agrícolas han aumentado durante el período 1995-2003. Nótese que en el Cuadro 1 sólo disminuyeron drásticamente en los años de recesión y devaluación (1988 y 1995). Sin embargo, el monto total medio de los subsidios agrícolas durante ese período (1995-2003) fue considerablemente inferior al monto total medio durante 1989-1994, lo cual confirma la segunda hipótesis. Esto indica que la liberalización comercial posterior a 1994 estuvo acompañada de una disminución de los subsidios agrícolas medios, como se muestra en la Figura 1. Cuadro 1. Subsidios agrícolas en México. (Millones de pesos constantes, 2002 = 100). Año 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Suma Soporte de precios -39 701.8 -32 927.0 -46 521.9 20 020.6 37 086.6 95 242.9 94 921.3 92 804.9 46 687.2 -44 222.2 -791.7 38 157.8 49 627.9 42 949.0 59 704.4 45 543.5 51 336.3 37 038.8 546 956.6 Pagos con base en cantidades producidas 54.3 40.0 21.0 43.8 54.3 586.8 611.0 835.2 717.3 491.3 37.5 49.3 73.2 51.7 77.3 4406.5 2723.0 3112.8 14 223.3 Pagos basados en la superficie (ASERCA, PEASE) 16.2 35.2 40.6 46.3 56.1 33.7 46.0 201.7 920.8 873.7 782.3 638.9 595.6 595.2 3698.9 2465.9 11 047.1 Pagos de PROCAMPO y ALIANZA 17 566.8 15 127.7 13 575.8 12 403.0 12 208.2 11 477.7 11 617.1 11 557.7 12 420.7 13 620.9 131 575.5 Pagos por uso de insumos 44 816.6 43 713.2 29 000.8 30 128.8 43 822.7 19 529.4 16 034.7 17 267.6 21 177.1 12 925.2 15 229.2 7460.7 5944.8 7493.9 7854.3 8631.9 6374.5 5351.7 342 757.0 Pagos con base en el ingreso global 493.0 579.4 855.2 614.6 626.8 1503.3 192.0 4861.2 Fuente: Elaboración propia con base en la información estadística de la OCDE (2003); ESP= Monto total de equivalentes de subsidio al productor. Total (ESP) 5169.1 10 826.2 -17 484.0 50 228.3 81 004.3 115 405.4 111 623.1 110 941.4 86 194.5 -15 476.3 28 971.5 59 437.5 69 215.8 63 466.4 80 463.3 71 361.5 78 053.6 61 782.1 1 051 420.7 Los subsidios agrícolas de México 327 fueron PROCAMPO y “Alianza para el Campo”, entre otros apoyos suplementarios. 140,000 120,000 Los subsidios agrícolas en Estados Unidos de América 100,000 Millones 2002 = 100 80,000 Acosta (2005), con toda razón, denuncia la doble acción de los países desarrollados, quienes por un lado pugnan por la liberalización del comercio exterior, y por otro, aumentan los subsidios a sus agricultores para protegerlos. Como se puede observar en la Figura 2, los subsidios en los Estados Unidos de América aumentaron a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), efectuada en 1994. 60,000 40,000 20,000 0 -20,000 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 -40,000 70000 ESP en dólares constantes A partir de 1991 la situación cambió radicalmente, ya que los subsidios al sector agrícola se dirigieron principalmente hacia el soporte de precios (Cuadro 1). El precio pagado a los productores dentro del país era mayor al precio internacional. Como es lógico, la cantidad producida aumentó durante ese período. Otros apoyos importantes 50000 40000 30000 20000 10000 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 0 1987 Durante el período 1986-1988 el apoyo al precio de mercado era negativo. El precio pagado a los agricultores en el país era menor que el que se pagaba en frontera, debido principalmente a los precios fijados por la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), supuestamente como parte de su política de apoyos a los agricultores marginados. El precio base se tomaba para cubrir los costos de los productores y no para apoyar al crecimiento de la productividad. Durante ese período los subsidios en México se destinaron en su mayoría para el apoyo a la compra de insumos agrícolas. De acuerdo con la OCDE (1997), “los principales objetivos de la reforma de la política agrícola iniciada por el gobierno de México en 1988 eran incrementar la eficiencia en el uso de los recursos, liberar las importaciones de aranceles y cuotas proteccionistas y limitar los incrementos de precios, con el supuesto fin de mejorar el bienestar de la población rural. Se creó también un sistema de pagos directos a los agricultores a través de PROCAMPO”. 60000 1986 Figura 1. Subsidios agrícolas en México período 19862003. (Millones de dólares y pesos constantes, 2002= 100). Fuente: Elaboración propia con base en la información de la OCDE (2003) y de la Penn World Table 6.2 (Heston et al., 2006). Millones de dólares ESP a pesos constantes Figura 2. Subsidios agrícolas en EE.UU. (Millones de dólares constantes, 2002 = 100). Fuente: Elaboración propia con base en la información de la OCDE (2003). Una diferencia notoria entre México y EE. UU., durante 1986-1988, es que mientras en el primer país no se dio apoyo al precio de mercado, en el segundo ese apoyo fue considerable. Durante el período 2000-2002 aumentaron de manera importante los apoyos a la comercialización y a las transferencias basadas en la propiedad de la tierra. El apoyo al precio de mercado es el apartado más subsidiado tanto en EE.UU. como en México. La manera en que México orienta las transferencias totales a la agricultura es muy diferente en comparación con la de sus principales socios comerciales. Por ejemplo, en el 2002 el país mantuvo más de 90% de sus transferencias en forma de subsidios, mientras que en Estados Unidos de América sólo el 48% eran subsidios. El porcentaje de las transferencias a la agricultura, que corresponde a los servicios de apoyo 328 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Adrián González Estrada et al. (investigación, capacitación, difusión, etc.), es varias veces mayor, en EE. UU. que en México. Así, en México, aunada a la insuficiencia de recursos destinados al campo, se observa una asignación de los mismos muy ineficiente. Los subsidios agrícolas en la Unión Europea En la Figura 3 se presentan los montos de los subsidios agrícolas de la Unión Europea (UE), los cuales son considerablemente mayores a los de los EE. UU., máxime que su actividad agrícola es mucho menor que la de este último. Por otra parte, el monto total de subsidios a la agricultura europea ha sido muy variable a través del tiempo, lo cual pone en evidencia las dificultades políticas y las contradicciones del proceso de aprobación de los mismos. 140000 Euros Dólares Millones de euros y dólares 130000 120000 110000 100000 90000 80000 70000 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 60000 Figura 3. Subsidios agrícolas en la Unión Europea (Millones de Euros y dólares constantes, 2002 = 100). Fuente: Elaboración propia con base en la información de la OCDE (2003) y de la Penn World Table 6.2 (Heston et al., 2006). Durante el período 1986-1988 en la Unión Europea ya se daba un gran subsidio al precio de mercado de los productos agrícolas (74 585 millones de euros), caso completamente contrario al que se vivía en México para ese mismo período. Aunado a lo anterior, el proteccionismo al campo europeo se encontraba muy fortalecido desde el período en el cual México apenas empezaba a liberar su comercio exterior y a integrarse más al mercado mundial. Sin embargo, después de 1994 en México se incrementó en altas proporciones el apoyo al precio de mercado, mientras que en la Unión Europea disminuyó en 31%. Las diferencias en cuanto a la orientación de los subsidios entre México y la Unión Europea son muy notables. En el año 2002 el primer país asignó más de 67% del total de los subsidios al apoyo del precio de mercado, mientras que el segundo asignó sólo 56%. A los pagos directos por hectárea sembrada, por número de animales o por transferencias a la propiedad de la tierra, el primero dirigió 28% del total de los subsidios, mientras que el segundo, tan solo 17%, situación que pone en evidencia la ineficiencia en la asignación de los subsidios en México. La Comunidad Económica Europea asigna a ciencia y tecnología, y a otros servicios complementarios de apoyo a la producción, montos considerablemente mayores que en México, tanto en términos absolutos como relativos. Mediciones equivocadas para determinar la importancia económica de los subsidios agrícolas La OCDE (1997) usó tres indicadores para evaluar la política de subsidios agrícolas de México: monto anual, monto per cápita y monto por hectárea. Los valores para los países seleccionados se describen a continuación: 1) durante el período 1999-2002, el monto medio anual de los subsidios agrícolas fue de 7500 millones de dólares en México, 5400 en Canadá, 94 160 en EE.UU. y 112 000 en la Comunidad Económica Europea; 2) los países miembros de la OCDE tuvieron un monto promedio de subsidios agrícolas per cápita de 292 dólares/año considerablemente superior al de México, que fue de 77 dólares, mientras que en Japón ese monto fue 493, Corea 553, Noruega 576 y Suiza 719; 3) los subsidios agropecuarios en dólares por hectárea/año fueron de 10 269 en Japón, 9305 en Corea, 2926 en Suiza, 2272 en Noruega, 1000 en EE. UU., 1900 en la Unión Europea, 58 en México, 55 en Canadá, 6 en Nueva Zelanda y 2 en Australia. Con esos tres criterios en apariencia el campo mexicano ha recibido considerablemente menos subsidios que los sectores agrícolas de sus principales socios comerciales: Estados Unidos de América, la Comunidad Económica Europea y Japón. Los argumentos para demostrar que los indicadores mencionados para evaluar la política de los subsidios no son correctos se fundamentan básicamente en un desacuerdo de carácter teórico. Las mediciones de los subsidios agrícolas por su monto total en dólares por hectárea o en dólares per cápita no representan procedimientos teóricamente correctos para comparar internacionalmente el grado en que los países subsidian a su agricultura, ni la magnitud de la distorsión del Producto Interno Bruto (PIB) agrícola Los subsidios agrícolas de México debido a los subsidios (Monke y Pearson, 1989; Zúñiga y González-Estrada, 2003). Supóngase un subsidio del país A de 4 unidades y con un valor de su producción de 20, y que el país B subsidia con 1 unidad a su producción que tiene un valor de 2. Claramente el monto total de subsidios de A es mayor que el de B; sin embargo, es B quien otorga mayor subsidio a su producción, ya que de cada peso producido 50 centavos corresponden a subsidios, mientras que en el país A sólo corresponden 20 centavos. De acuerdo con las teorías del valor y del equilibrio general (de la escuela neoclásica), el indicador correcto para medir el grado en que un país subsidia a su agricultura no es el monto total de subsidios, ni el monto per cápita, ni los subsidios por hectárea, sino el cociente que resulta de dividir el monto total de subsidios agrícolas entre el valor de la producción agrícola, corregido por los pagos directos y los impuestos a la producción (González-Estrada, 2002). Monke y Pearson (1989) definieron a dicho indicador como el “equivalente porcentual de subsidio (EPS%)”, concepto y ecuación de estimación incluidos en el apartado de materiales y métodos. El equivalente porcentual de subsidio tiene ventajas respecto a los indicadores antes criticados: 1) es independiente de las unidades monetarias de medición, de la escala o tamaño del sector y del tamaño de la población, 2) toma en cuenta la superficie cultivada, rendimientos y la intensidad económica, 3) es un solo indicador y 4) no está influenciado por los cambios en las variables nominales o en los precios, ni se distorsiona por los cambios de la masa monetaria o de las tasas de cambio. Por todo ello, este indicador posibilita la correcta comparación entre países. 329 los EE. UU. Es pertinente señalar que esa propuesta y otras análogas no son factibles en México, dadas las ecuaciones de balance de las finanzas públicas de este país; y si lo fueran, sería un error económico, social e histórico usar ese enorme monto anual de recursos, simplemente para proteger el atraso en la agricultura (formas tradicionales de producción, patrón de cultivos ineficiente y oneroso, y distribución territorial ineficiente de las fuerzas productivas en el campo). En Australia y Nueva Zelanda la agricultura es avanzada, no obstante los bajos subsidios que recibe (4.2% del PIB agrícola), porque en lugar de invertir en su protección, los gobiernos han invertido prioritaria y consecuentemente en el desarrollo de las fuerzas productivas del campo. Ello denota que la mejor protección comercial es la promoción de la productividad y la competitividad. Los subsidios agrícolas en México y de sus principales socios comerciales El resultado fundamental de esta investigación fue el cálculo del porcentaje del valor de la producción que corresponde a subsidios (EPS%) después de corregir por pagos directos e impuestos a la producción. En este apartado se discute si los subsidios al sector agrícola en México realmente han estado disminuyendo o no, y su comparación con los de sus principales socios comerciales. Las trayectorias temporales del índice EPS% en México, EE. UU., UE, Canadá, Australia y Japón se muestran en la Figura 4. 70.0% 60.0% 50.0% EPS% 40.0% 30.0% 20.0% 10.0% 0.0% México EE. UU. UE Canadá Australia Japón 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 -10.0% 1985 En la 5a Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), celebrada en Cancún, Quintana Roo, México en septiembre del 2003, los gobiernos de México, Brasil y de otros países en desarrollo exigieron -con justa razón- que los países desarrollados eliminaran sus subsidios agrícolas como condición para hacer lo propio. Zúñiga y González-Estrada (2003) señalaron que ante la postura negativa de los países desarrollados, muchas organizaciones globalicríticas demandaron un aumento a los subsidios a la agricultura en México hasta igualar el nivel de sus principales socios comerciales, argumentando que de no ser así, el campo mexicano no podría competir en esas condiciones de desventaja. Esa política de subsidios requeriría, para el caso de México, de 250 000 millones de dólares/año al nivel de subsidios por hectárea otorgados en Japón; de 38 000 mil millones de dólares/año al nivel de subsidios de la UE o de 20 000 millones de dólares/año al nivel de subsidios/ha de Figura 4. Subsidios agrícolas (EPS%) de los principales socios comerciales de México. Fuente: Elaboración propia con base en la información de la OCDE (2003). Durante el período 2000-2003 en México los subsidios representaron en promedio 23.6% del valor de la producción agrícola. La Figura 4 corrobora la hipótesis de que el nivel relativo de los subsidios agrícolas de México creció durante 330 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 el período 1995-2003, aunque sin alcanzar el valor registrado durante 1991-1994 (29.3%). A partir del año 2000 México ha subsidiado al sector agrícola en un grado relativo similar al de los EE. UU., y ligeramente mayor que Canadá, el otro miembro del TLCAN. Los subsidios agrícolas en Australia y Nueva Zelanda representan 4.2% del PIB del sector. Nótese, por el contrario, el extraordinario (e igualmente ineficiente) nivel de los subsidios agrícolas de Japón (62.1%) y de la Unión Europea, (41.5%). ¡El epítome de la política de subsidios como instrumento de promoción agrícola es Noruega, en donde alcanza 115% del PIB agrícola! La información mostrada en la Figura 4 da respuesta elocuente a la pregunta de que si México subsidia menos a su agricultura que sus principales socios comerciales. También permite evaluar críticamente la pertinencia de la demanda de más subsidios al campo, con el argumento de que México subsidia menos a su agricultura que sus principales socios comerciales. Finalmente, indica que en años de estabilidad, los subsidios agrícolas de México han aumentado con el fin de apoyar los precios internos que reciben los agricultores y de propiciar un mayor uso de insumos, y que han disminuido en años de recesión y devaluación. ¿Se deben aumentar los subsidios a la agricultura en México? ¿Es conveniente responder con más subsidios a los retos y a la problemática del sector agrícola en México? En México, la mayoría de los analistas asumen, implícita o explícitamente, que los aumentos de los subsidios son benéficos porque redundan en aumentos en la producción y en el ingreso. Con muy honrosas excepciones se formulan preguntas relevantes como ¿cuáles son los costos macroeconómicos y sociales de los beneficios inducidos por los subsidios al campo, considerando explícitamente las exigencias de la etapa actual del desarrollo de la agricultura y los rezagos sociales tan graves de México? y ¿cuáles son los beneficios económicos y sociales netos de los subsidios agrícolas? González-Estrada (2002) mostró que los subsidios en forma de transferencias directas al ingreso, como las de PROCAMPO, tienen efectos económicos y de bienestar agregado negativos, y que por lo tanto, esas políticas del gasto son ineficientes desde el punto de vista de la economía nacional y de la sociedad mexicana en su conjunto. La ineficiencia de la política de subsidios y de protección a la agricultura en la etapa actual del desarrollo agrícola de México, significa que es posible lograr, con los mismos Adrián González Estrada et al. recursos destinados a los subsidios agrícolas, mayores beneficios económicos y sociales si se les usara de una manera más eficiente. De acuerdo con González-Estrada (2002), tanto para la economía en su conjunto como para la agricultura en particular, sería conveniente invertir en todos aquellos servicios de apoyo (investigación, difusión, infraestructura de riego, capacitación, crédito, seguro, etc.) tendientes a promover el cambio tecnológicos y la productividad, que en subsidios y en la protección a través de transferencias directas de ingreso, las que además de agravar los problemas financieros del Estado, alimentan la ineficiencia de la economía en su conjunto y propician la corrupción. Se entiende que en las primeras etapas de la formación de una nación y de su desarrollo capitalista los Estados correspondientes se vieran obligados a apoyar y subsidiar a las “empresas nacientes”, movidos por la necesidad imperiosa de formar rápidamente la clase de empresarios nacionales que fuesen, a su vez, el sustento del Estado y de la nación. En el caso de la agricultura mexicana, González-Estrada (1990, 2001) mostró que la primera fase del desarrollo agrícola (fase extensiva) ya fue recorrida, ya que las formas de producción capitalistas en el campo mexicano son hoy en día dominantes y predominantes económicamente. De 1936 a 1985 la política de protección y de subsidio a la agricultura dio todo de sí y agotó todas sus posibilidades. En la etapa actual del desarrollo agrícola de México (fase intensiva) el papel del Estado no debiera ser el de otorgar onerosos subsidios y protección a la agricultura, sino el de financiar a aquellos servicios de apoyo a la producción que impulsen la intensificación y la productividad de la agricultura (González-Estrada, 2002). Otra parte debería usarse para mejorar las condiciones de vida de millones de habitantes del campo que viven en la pobreza, prioritariamente de quienes viven en pobreza extrema. También se debe considerar, de acuerdo con GonzálezEstrada (2002), que el aumento de las transferencias totales al campo -subsidios más apoyos a la producción- sin que se reformen previamente las instituciones que lo ejercerán, sería una fuente adicional de ineficiencia del gasto público que distorsionaría aún más los procesos productivos. CONCLUSIONES Con base en el cálculo del porcentaje del valor de la producción que corresponde a subsidios (EPS%), se Los subsidios agrícolas de México concluye que no sólo no se deben aumentar los subsidios agrícolas de México como porcentaje del PIB del sector, sino que deberían ser eliminados hasta donde fuera políticamente posible. En el futuro, los cuantiosos recursos que se destinen a subsidiar la agricultura como lo demuestran los montos (durante el período 1986-2003 sumaron más de 1 billón de pesos y 61 782 millones en 2003) deberían invertirse en otros rubros, por ejemplo, en infraestructura de riego y de transporte, investigación, difusión, educación y capacitación, organización para la compra de insumos y para la venta de la producción, seguro agrícola, crédito, etc. Con el fin de evitar las consecuencias negativas inmediatas que tal reducción de los subsidios agrícolas tendría en el bienestar y en el ingreso de los agricultores, se podrían ir disminuyendo paulatinamente en la medida en que los programas de mejoramiento de la productividad, financiados y reformados de manera adecuada, induzcan aumentos equivalentes de ingreso para los agricultores. El campo mexicano requiere de aumentos considerables de la inversión pública y privada en servicios de apoyo que promuevan el avance técnico, la intensificación del proceso productivo y la productividad, y una reforma profunda de las instituciones del Estado relacionadas con el sector, para que ejerzan esos recursos con eficiencia y con mayor compromiso social. LITERATURA CITADA Acosta, B. 2005. Libre comercio y protección. Buzos 6 (149):20-31. González-Estrada, A. 1990. Los tipos de agricultura y las regiones agrícolas de México. Talleres Gráficos de la Nación. Colegio de Postgraduados. Montecillo, Estado de México, México. 152 p. González-Estrada, A. 2001. La Descampesinización de México. Universidad Autónoma Chapingo. División de Ciencias Económico-Administrativas. Chapingo, Estado de México, México. 210 p. González-Estrada, A. 2002. Dinámica de los cultivos básicos en la liberalización comercial de México: Modelo dinámico multisectorial de equilibrio general. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Campo Experimental Valle de México. Chapingo, Estado de México, México. 138 p. (Libro Técnico Núm. 5). 331 Heston, A.; Summers, R. and Aten, B. 2006. Penn world table Version 6.2. Center for International Comparisons of Production, Income and Prices. University of Pennsylvania. Philadelphia, PA., USA. Monke, E. and Pearson, S. 1989. The policy analysis matrix for agricultural development. Johns Hopkins University Press. Baltimore, Maryland, USA. 420 p. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 1997. Examen de las políticas agrícolas de México: Políticas nacionales y comercio agrícola. Secretariado de la OCDE. México, D. F. 234 p. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 2003. Agricultural policy indicators, statistics, data and indicators. Secretariado de la OCDE. París, Francia. 542 p. Omaña, S. 2000. Análisis económico en microcomputadoras. Colegio de Posgraduados. Montecillo, Estado de México, México. 67 p. Yates, P. 1978. El campo mexicano. El Caballito. México, D. F. 760 p. Zúñiga Y., S. y González-Estrada, A. 2003. La política fiscal y el sector agropecuario de México. Universidad Autónoma Chapingo, División de Ciencias Económico-Administrativas, Chapingo, Estado de México, México. 20 p. Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 333-340 INDICADORES COMPARATIVOS DEL USO DEL AGUA EN LA AGRICULTURA* COMPARATIVE INDEXES OF WATER USE IN AGRICULTURE Ignacio Sánchez Cohen1§, Ernesto Catalán Valencia1, Guillermo González Cervantes1, Juan Estrada Avalos1 y David García Arellano2 1 Centro de Investigación Disciplinaria Relación Agua-Suelo-Planta-Atmósfera, INIFAP. Km. 6.5 Canal Sacramento. 35140. Gómez Palacio, Durango, México. 2Centro de Investigación Disciplinaria Relación Agua-Suelo-Planta-Atmósfera, hasta julio de 2003. §Autor para correspondencia: [email protected] RESUMEN La evaluación de la productividad de los recursos naturales es primordial para su uso óptimo y garantizar su sustentabilidad. El objetivo del presente trabajo fue determinar la pertinencia del uso de indicadores de eficiencia de uso del agua para evaluar la vulnerabilidad de los sistemas agrícolas bajo riego. Se evaluó de la productividad de los patrones de cultivo para dos ciclos agrícolas (primavera-verano 2003 y otoño-invierno 2003-2004) de dos Distritos de Riego del Norte Centro de México; así como la operatividad para cuatro Distritos de Riego. En la evaluación se aplicó el índice propuesto por el Instituto Internacional del Manejo del Agua. Se concluye la utilidad del uso de indicadores para la adecuada toma de decisiones para el uso eficiente del agua de riego en la producción agrícola de los Distritos de Riego. indexes for the use of water in agricultural systems under irrigation. A study case is presented regarding the evaluation of crop patterns for the agricultural year 2003 during the spring-summer season and fall-winter 2003-2004 of two irrigation districts in the central-north region of Mexico. Also, the evaluation of the operation of four irrigation districts is presented. In both cases, indexes developed for the International Water Management Institute were used. We concluded on the utility of these indexes for satisfactory decision taking processes and for clasifing farmers according to their capacity to cope with climatic uncertainty. Palabras clave: Agricultura de riego, recursos naturales, toma de decisiones. INTRODUCCIÓN ABSTRACT The evaluation of productivity of the natural resources is an essential task for promoting its sustainability and optimal use. The overall objective of this study was to expose the relevance of the use of efficiency and vulnerability * Recibido: Octubre de 2005 Aceptado: Septiembre de 2006 Key words: Decision, rainfed, risk taking, uncertainty, vulnerability. Ante la incertidumbre climática que impacta la disponibilidad o carencia de agua para la producción agropecuaria, productores, legisladores, funcionarios públicos en diferentes órdenes de Gobierno y la sociedad en su conjunto, requieren de métodos para evaluar la productividad de los recursos naturales suelo y agua, a fin de tomar mejores decisiones en cuanto a políticas y estrategias para su utilización de manera sostenible. Los administradores del agua de riego necesitan 334 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 identificar tendencias en los patrones de uso y niveles de eficiencia para fijar metas compartidas con los usuarios y mejorar la productividad por unidad de volumen usado y por unidad de superficie de suelo. El objetivo de los productores es transformar el agua disponible en alimentos y materias primas, y ser competitivos en los mercados nacionales e internacionales. La agricultura es una actividad económica de alto consumo de recursos hídricos (CNA, 2006) por lo que es imprescindible estimar la eficiencia de utilización del agua en el proceso de transformación insumo-producto. Desde este punto de vista, los productores, más que usuarios del agua, se convierten en transformadores del recurso a bienes de consumo. En este proceso se establecen relaciones como insumos-productos primarios, por ejemplo: agua-rendimiento (alfalfa, maíz) o materias primas- productos secundarios con valor agregado, como rendimiento comercial-producto consumible (leche, tortillas). Obviamente, en la relación agua-rendimiento se busca el incremento en la productividad del insumo agua en términos de maximizar el rendimiento del producto por unidad de volumen invertido (Sánchez et al., 2006). En un sistema productivo, algunos insumos se producen en el propio sistema y otros se importan de entidades vecinas cuando las necesidades son mayores a la disponibilidad o por conveniencia, dada la restricción y costos; tal es el caso del agua como insumo para la producción. Para que las cadenas productivas sean permanentes, es necesario establecer el límite ecológico permisible de la variable que restringe al sistema. Acorde a Wackernagel y Rees (1996), por límite ecológico permisible se entiende al estado de recursos (en este caso el agua) en que la capacidad de producir no comprometa al ecosistema; si se rebasa este límite, la sustentabilidad de la cadena productiva está en riesgo. En las regiones áridas y semiáridas del país, este límite es tan variante como lo sea la disponibilidad del agua, de tal manera que los volúmenes extraídos de los acuíferos no deberían sobrepasar a la recarga, y la cantidad “entregada” a los usuarios de los Distritos de Riego debería ser proporcional a los volúmenes almacenados en embalses para que se garantice la seguridad de la infraestructura hidráulica, así como las reservas (Palacios, 1989). Por lo tanto, la planeación para el desarrollo agrícola nacional deberá realizarse considerando diferentes escenarios de disponibilidad, apegándose a la ley que regula el uso de aguas nacionales (CNA, 2004). Ignacio Sánchez Cohen et al. El paradigma del desarrollo agrícola sustentable plantea incrementar su eficiencia de transformación en los procesos de la cadena productiva con la meta de incrementar su eficiencia mediante la identificación de puntos vulnerables en donde la toma de decisiones tendría el mayor impacto. Es claro que el agua es un factor de desarrollo productivo en donde deberían confluir los intereses de los usuarios (transformadores) y de los administradores del recurso, y en donde se requiere encontrar los medios para que este recurso produzca el mayor beneficio social. De lograrse lo antes mencionado, el agua puede convertirse en un instrumento para fomentar y potenciar la actividad productiva, y el bienestar de la población. Con fundamento en lo anterior, el objetivo del presente trabajo fue presentar un esquema de análisis mediante indicadores de eficiencia del uso de agua en la agricultura de riego, como una herramienta de evaluación del desempeño de estos sistemas y como plataforma para la adecuada toma de decisiones. MATERIALES Y MÉTODOS La propuesta del uso de indicadores de eficiencia surge de la necesidad de que productores, administradores del recurso, investigadores y técnicos vinculados al uso del agua, cuenten con instrumentos expeditos para la evaluación de sistemas productivos, bajo incertidumbre en la disponibilidad del recurso. Así, la cantidad de variables que integran la agricultura de riego (tecnología de producción, infraestructura, diseño de sistemas, condiciones climáticas, precios de mercado, aspectos sociales, comparación entre sistemas y cadenas productivas) son esenciales para definir esquemas que maximicen la productividad del agua de riego (Molden et al., 1998). Los métodos aquí expuestos vinculan experiencias y desarrollos institucionales en aras de proveer estas herramientas para decisiones de los actores mencionados. En la evaluación de sistemas productivos con distintos volúmenes disponibles de agua es necesario estandarizar las medidas para hacer “comparables” las localidades, aunque tengan diferentes posibilidades e intereses de producción (Levine, 1982). Existen algunos indicadores para cuantificar y medir el desempeño productivo y económico de los sistemas agrícolas. Cuando los indicadores son usados racionalmente constituyen la pauta para identificar puntos vulnerables del sistema en los que se pueden tomar decisiones con mayor impacto positivo. Indicadores comparativos del uso del agua en la agricultura 335 Indicadores de eficiencia en la agricultura de riego Rendimiento relativo de cultivos La evaluación del desempeño de los sistemas de riego puede tomar dos perspectivas: una a escala regional y otra a nivel de predio. En ambas se pueden establecer las necesidades de mejoramiento de la infraestructura hidroagrícola, los patrones de cultivo y detectar las necesidades de transferencia de tecnología e investigación para mejorar la operación del riego (Peterson, 1972; Moreno et al., 2000). La estandarización de la producción en una entidad, Distrito de Riego u otro nivel de organización productiva, consiste en igualar los rendimientos de los cultivos de interés a un rendimiento equivalente al cultivo principal del área en cuestión (Kloezen, 1998; Levine, 1999). Para obtener este resultado se utiliza la siguiente expresión: Se han generado indicadores básicos para la evaluación del desempeño productivo en la agricultura de riego; éstos relacionan los rendimientos de los cultivos por unidad de superficie con la cantidad de agua utilizada (Molden et al., 1998). En las siguientes ecuaciones Iac es la ganancia por área de riego cultivada (Ai). R es el rendimiento. Ian es la ganancia por área nominal (o área planeada para ser irrigada) (An). Iv es la ganancia por volumen de agua proveído (Ae). IEt es la ganancia por unidad de agua consumida (Er). I ac R Ai 1 RE REC x 5 Pc Pcb donde: RE es el rendimiento estandarizado REC es el rendimiento comercial de un cultivo de interés Pc es el precio del cultivo a estandarizar Pcb es el precio del cultivo base. Este último es la especie que más se siembra en la localidad o la de mayor preferencia por los usuarios. Valor bruto estandarizado de la producción (VBEP) I an R An 2 Iv R Ae 3 I Et R Er 4 Estos cuatro indicadores relacionan el producto por unidad de agua y tierra, y proveen la base para la comparación del desempeño productivo y económico en agricultura de riego. Así, donde el agua es el recurso restringido, el producto por cantidad de agua invertida o consumida es el más importante (indicadores 3 y 4, expresados en pesos por metro cúbico u otra unidad de volumen). Por otro lado, si la tierra es el factor limitante, el rendimiento por unidad de este recurso se convierte en el parámetro indicativo de productividad más relevante (indicadores 1 y 2 expresados en pesos por hectárea). Este índice, en su más simple expresión, describe el entorno agro-económico en el que funcionan los Distritos de Riego y constituye la base para el cálculo de otros índices. El VBEP hace posible comparar la operatividad de sistemas productivos sin importar qué tan diferentes son ni dónde se encuentren. También incorpora las preferencias locales y el valor de los cultivos, considerando que algunos de estos pudieran tener valor internacional bajo, pero un valor local alto. El VBEP se calcula con la siguiente ecuación (Kloezen, 1998; Levine, 1999): n VBEP Ai RECi i 1 Pci Pm Pcb 6 donde: Σ es la sumatoria para los cultivos considerados (i= 1, 2, …, n) Ai es el área del cultivo i REC es el rendimiento comercial de un cultivo de interés 336 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Ignacio Sánchez Cohen et al. Pc es el precio del cultivo a estandarizar (EUA) que en su justo significado se refiere al uso del agua a nivel parcelario. Pcb es el precio del cultivo base Pm es el precio del cultivo base en los mercados internacionales De la ecuación 6, si el cultivo no se exporta (Pm= 1) y el cálculo se desarrolla por hectárea (A= 1) de manera individual por cultivo, entonces resulta igual a la ecuación 5. Eficiencia monetaria del uso del agua (EMUA) Este índice relaciona el valor monetario del sistema con la cantidad de agua utilizada. Su importancia estriba en que permite conocer qué tan eficiente utiliza los recursos el sistema en términos comparativos. La EMUA se obtiene mediante el desarrollo de la siguiente ecuación: EMUA VBEP Et A diferencia de la EUA, el DRA presenta una visión neutral de la relación entre la cantidad de agua disponible o suministrada y la cantidad utilizada para la producción de los cultivos. Existen tres connotaciones para este indicador: el DRA teórico (DRAT), el DRA planeado (DRAP) y DRA real (DRAR). El DRAT es el cociente que resulta de dividir el suministro de agua en el lugar de interés entre la demanda asociada a la producción máxima del cultivo, o patrón de cultivos óptimo producido con las prácticas de cultivo apropiadas en la superficie total irrigable. El DRAP a diferencia de DRAT, considera el suministro total de agua (riego más precipitación) y la superficie planeada en lugar de la irrigable. El DRAP ofrece menor incertidumbre que el DRAT. 7 El DRAR se define como el cociente entre el suministro real de agua y la demanda de los cultivos producidos realmente. donde: VBEP es el valor bruto estandarizado de la producción RESULTADOS Y DISCUSIÓN Et es el volumen de agua consumido por el cultivo durante su ciclo vegetativo Eficiencia monetaria del uso del suelo (EMUS) La EMUS relaciona el VBEP con la superficie irrigada en el área considerada (AI). Este índice es útil para conocer la productividad del área agrícola de interés; por ejemplo, en un Distrito de Riego. EMUS VBEP AI 8 Disponibilidad relativa de agua (DRA) Dos elementos individuales (la disponibilidad del agua y la demanda de ésta) son factores básicos en la planeación, diseño y operación del riego que en su conjunto definen la suficiencia hídrica en los Distritos de Riego. En este contexto, la DRA es una variable que cuantifica la relación entre el suministro del agua y la demanda. Este valor es el inverso del término “tradicional” Eficiencia del uso del Agua Agricultura de riego Los índices descritos para agricultura de riego fueron aplicados a los Distritos de Riego 017 en la Comarca Lagunera y 05 en Delicias Chihuahua, para los ciclos agrícolas primavera-verano 2003 y otoño-invierno 20032004. Los Cuadros 1, 2, 3 y 4 muestran los resultados. En los Cuadros 1 y 3 se puede detectar, en la fila de totales, que los Distritos de Riego analizados tienen una EMUT muy similar (36 410 y 35 619) que indica una ganancia parecida por hectárea. Por el contrario, al analizar EMUA, el Distrito de Riego 017 obtiene aproximadamente dos veces más valor de la producción por unidad de agua utilizada (27 376 949 contra 13 354 735). Nótese en éste índice la importancia de la Et. Así, mientras más eficientes son los métodos de riego, menor será la cantidad de agua aplicada; tal es el caso del algodón en surcos estrechos utilizado en ese ciclo agrícola en la Comarca Lagunera del que se elimina uno o dos riegos de auxilio, o el riego por goteo en alfalfa utilizado en Delicias, Chihuahua. Indicadores comparativos del uso del agua en la agricultura 337 Cuadro 1. Índices de eficiencia del uso del agua para el Distrito de Riego 017, Comarca Lagunera. Ciclo agrícola 2003-2004. Datos básicos del Distrito de Riego. Comisión Nacional del Agua. Cultivo A (ha) V (t) Pt ($/t) VBP VBEP Et (cm) EMUA EMUT (t ha-1) REC Algodón 13 590 4.9 66 591 12 343 66 591 821 969 338 55 14 944 897 17 243 Chile 1240 11.4 14 111 12 665 1478 178 718 348 61 2 929 808 3 749 Frijol 272 1.21 329 5250 140 1 727 880 49 35 262 36 248 Jitomate 556 14.2 7884 2115 1351 16 674 829 90 185 275 350 M.F. 15 691 45 70 7193 250 14 323 176 798 342 64 2 762 474 3709 M.G. 445 4.6 2073 2480 416 5 142 776 76 67 668 108 Melón 924 20.4 18 877 896 1370 16 914 078 97 174 371 355 Otras H. 519 12.8 6638 850 457 5 642 308 45 125 384 118 Sandía 495 36.4 18 013 1166 1701 21 003 216 97 216 528 440 Sorgo E. 1836 4.9 8996 1435 1054 13 015 220 55 236 640 273 Sorgo F. 3607 48.2 17 3965 328 4622 57 060 720 41 1 391 724 1197 Alfalfa 4377 44.9 19 6352 808 12 853 15 8652 593 120 13 22 104 3328 Nogal 4057 2.11 8560 30 579 21 206 261 764 496 88 29 74 596 5491 Vid 59 2.0 118 4500 43 531 000 52 10 211 11.14 Total 47 668 140 609 1 735 615 147 990 27 376 949 36 410 A= Área sembrada; REC= Rendimiento medio del Distrito; V= Volumen cosechado; Pt= Precio por tonelada; VBP= Valor bruto de la producción; VBEP= Valor bruto estandarizado de la producción tomando como cultivo base el algodón; Et= Evapotranspiración; EMUA= Eficiencia monetaria del uso del agua; EMUT= Eficiencia monetaria del uso de la tierra; M.F.= Maíz forrajero; M.G.= Maíz grano; otras H.= Otras hortalizas; Sorgo E.= Sorgo escobero; Sorgo F.= Sorgo forrajero. Por otro lado, en los Cuadros 2 y 4 se presenta el RE, el cual es útil en esquemas de reconversión productiva en la agricultura en donde se busca obtener la máxima productividad de los recursos. De esta forma, RE es un indicador de cuántas toneladas habría que obtener de un determinado cultivo para que sea comparable al cultivo base, preferido por los productores locales por diversas circunstancias. Resultó que en la Comarca Lagunera, el nogal compite por ganancias ya que con solo 0.40 t ha-1 se ganaría lo mismo que una tonelada de algodón. En Delicias, Chihuahua con tan solo 0.04 t ha-1 de nuez se obtendría la misma ganancia que con una tonelada de alfalfa. Cabe señalar que este valor refleja la diferencia en precios el cual, a su vez, es función de situaciones de mercado e infraestructura post-cosecha, como disponibilidad de cuartos fríos para almacenado de la almendra, entre otros. De esta manera se puede observar que aunque el rendimiento del nogal es menor en Delicias, el precio del producto es mayor debido a la oportunidad del mercado. De manera general, los rendimientos equivalentes en Delicias son más equilibrados que en la Comarca Lagunera con márgenes de ganancia similares para todos los cultivos. Cuadro 2. Rendimiento relativo de cultivos en la Comarca Lagunera. Ciclo agrícola 20032004. Cultivo Rendimiento (t ha-1) Precio ($/t) R.E. (t ha-1) Chile Frijol Jitomate M.F. M.G. Melón Otras H. Sandía Sorgo E. Sorgo F. Alfalfa Nogal Vid 11.4 1.21 14.2 45 4.6 20.4 12.8 36.4 4.9 48.2 44.9 2.11 2 12665 5250 2115 250 2480 896 850 1166 1435 328 808 30579 4500 0.97 2.35 5.84 49.37 4.98 13.78 14.52 10.59 8.60 37.63 15.28 0.40 2.74 R.E.= Rendimiento equivalente se refiere a toneladas del cultivo que corresponden a una tonelada de algodón en pluma con precio= $12 343.00 por tonelada; M.F.= Maíz Forrajero; M.G.= Maíz Grano; otros H= Otras hortalizas; Sorgo E.= Sorgo escobero; Sorgo F.= Sorgo forrajero. 338 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Ignacio Sánchez Cohen et al. Cuadro 3. Índices de eficiencia del uso del agua para el Distrito de Riego 05, Delicias Chihuahua. Ciclo agrícola 2003-2004. Datos básicos del Distrito de Riego. Comisión Nacional del Agua. Cultivo Algodón Avena Cacahuate Cebolla Chile Frijol Maíz G. Otros Sorgo G. Alfalfa Nogal Vid Total A (ha) REC (t ha-1) V (t) Pt ($/t) VBP VBEP Et (cm) EMUA EMUT 4801 5 1015 596 4477 6 1278 1570 36 5595 2179 183 21741 4.2 7 2.5 35.7 24.8 2.0 4.6 21.41 4.2 12.0 1.5 15.0 20 164 35 2537 21 277 111 029 12 5878 33 613 151 67 140 3268 2745 5527 980 4849 1435 3190 3800 1400 2078 1150 1029 35 000 1500 88 426 27 9762 24 225 281 021 36 6530 55 420 138 54 815 90 766 3266 614 437 111 447 533 34300 12 304 337 30 532 782 354 184 424 45 600 82 30 320 69 849 268 173 880 69 087 060 114 397 500 41 17 500 774 404 505 70 48 70 28 61 49 76 45 45 42 88 52 674 1 592 107 714 175 776 1 090 456 5 806 302 930 108 293 1 552 205 3864 16 44 930 1 299 971 79 182 13 354 735 5126 1.57 566 1404 16 291 2 378 3212 8 3177 5261 189 35 619 A= Área sembrada; REC= Rendimiento medio del Distrito; V= Volumen cosechado; Pt= Precio por tonelada; VBP= Valor bruto de la producción; VBEP= Valor bruto estandarizado de la producción tomando como cultivo base a la alfalfa; Et= Evapotranspiración; EMUA= Eficiencia monetaria del uso del agua; EMUT= Eficiencia monetaria del uso de la tierra; M.F.= Maíz forrajero; Sorgo G.= Sorgo grano. Cuadro 4. Rendimiento relativo de cultivos para Delicias, Chihuahua. Ciclo agrícola 2003-2004. Cultivo Algodón Avena Cacahuate Cebolla Chile Frijol Maíz G. Otros Sorgo G Alfalfa achicalada Nogal Vid Rendimiento (t ha-1) 4.2 7.0 2.5 35.7 24.8 2.0 4.6 21.41 4.2 12.0 1.5 15.0 Precio ($/t) 5527 980 4849 1435 3190 3800 1400 2078 1150 1029 35 000 1500 R.E. (t ha-1) 0.23 1.29 0.26 0.88 0.40 0.33 0.90 0.61 1.10 1.22 0.04 0.84 R.E.= Rendimiento equivalente se refiere a toneladas del cultivo que corresponden a una tonelada de alfalfa con precio= $1260.35 por tonelada; M.G.= Maíz grano; Sorgo G.= Sorgo grano. Con relación a los índices que consideran la disponibilidad de agua, el Cuadro 5 muestra los valores de DRAP y DRAR para los módulos V y XII el Distrito de Riego 017 de la Comarca Lagunera (Cruz y Levine, 1998; García, 1998). En términos generales, un valor de DRAR inferior a la unidad indica que se tuvieron deficiencias de agua para satisfacer los requerimientos del cultivo, por lo que no se logró el rendimiento máximo por unidad de superficie. Cuando el valor DRAR es alrededor de 1.5 se entiende que la operación del sistema estuvo “relajada”. A medida que aumenta el valor DRAR disminuyen los requisitos de manejo para la operación con éxito. En sistemas con valores DRAR iguales o mayores a 2.5 se asume que la carencia de agua no es factor importante que afecte el desempeño del riego con un adecuado control del suministro de este insumo. Estos índices se pueden usar para evaluar el estado del suministro de agua en una serie de niveles, desde la fuente hasta la parcela. Por ejemplo, la Figura 3 muestra el valor Indicadores comparativos del uso del agua en la agricultura 339 Módulo V V V V XII XII XII XII Cultivo Maíz grano Maíz forrajero Algodón Sorgo Sorgo industrial Frijol Maíz Sorgo Sorgo industrial DRAP DRAR 1.46 1.48 1.35 1.68 1.98 1.86 1.47 1.77 1.35 1.65 1.53 1.45 1.53 1.29 1.13 1.48 1.75 1.53 de las tomas se deben a que existen grandes pérdidas en conducción. En el Distrito de Riego El Grullo se pueden esperar problemas considerables debido a los bajos DRAR que sugieren la posibilidad de combinar agua de bombeo para satisfacer el déficit. En el Distrito de Culiacán es necesario conservar altos niveles de manejo y en los Distritos Río Mayo y Delicias, bastaría con niveles moderados de manejo. DRAR Cuadro 5. Disponibilidad relativa de agua planeada y real por cultivo para dos módulos del Distrito Riego 017, Comarca Lagunera. DRAP= Disponibilidad relativa de agua planeada; DRAR= Disponibilidad relativa de agua real. de DRA a nivel de parcela y en la toma para el Módulo Cortázar en el Distrito de Riego 011 Alto Río Lerma para los ciclos de invierno de 1983 a 1994. Según estos datos, hay pérdidas sustanciales en el sistema de distribución dentro del módulo (Rymshaw, 1988). El valor resultante del indicador DRAR sugiere que para regar adecuadamente las parcelas se requiere una eficiencia de aplicación de 70%. 5 4,5 4 3,5 3 2,5 2 1,5 1 0,5 0 El Grullo Culiacán Río Mayo Delicias 82 84 86 88 90 92 94 AÑO 3 2.5 El Grullo DRAR 2 La Figura 4 muestra la variación de DRAR en la red mayor (a) y al nivel de toma (b) en cuatro Distritos de Riego del país. De acuerdo con la Figura 4, las diferencias entre la conducción del agua en el canal principal y los niveles Culiacán 1.5 Río Mayo 1 Delicias 0.5 0 82 3 84 86 88 90 92 94 AÑO 2.5 Entrada módulo planeado Figura 4. Disponibilidad relativa de agua real (DRAR) para cuatro Distritos de Riego en México, 1984 - 1992. (Adaptada de Levine, 1999). Nivel parcela planeado CONCLUSIONES DRA 2 1.5 1 0.5 0 80 85 90 95 AÑO Figura 1. Valores de disponibilidad relativa de agua (DRA) planeada, Módulo Cortázar Distrito de Riego 011 Alto Rio Lerma. 1983-1994. (Adaptada de Levine, 1999). En los Distritos de Riego evaluados se constató que la eficiencia de aplicación del agua determina el valor de los índices de desempeño como Eficiencia Monetaria del Uso de la Tierra y Eficiencia Monetaria del Uso del Agua al impactar el valor del uso de agua por los cultivos (Et); de igual modo se pudo comprobar que las condiciones de mercado contribuyen sustancialmente a los cambios de los índices. 340 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 El índice Disponibilidad Relativa de Agua Real (DRAR), sirve para detectar fallas en sistemas donde se tiene el control del recurso en todo el gradiente hidrológico, como en la red de canales de un Distrito de Riego; de esta forma, la inversión puede ser dirigida para mejorar en la eficiencia de aplicación de los recursos. Para el caso de los Distritos de Riego evaluados, esta inversión deberá orientarse al nivel de toma, principalmente de la red mayor, con la aclaración de que no son excluyentes y que la eficiencia global es el producto de las eficiencias parciales. El uso de los índices empleados en esta investigación permite una apreciación y entendimiento de la productividad de los recursos naturales agua y suelo. LITERATURA CITADA Comisión Nacional del Agua (CNA). 2004. Ley de aguas nacionales y su reglamento. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. México, D. F. 174 p. Comisión Nacional del Agua (CNA). 2006. El Agua en México. México, D. F. 35 p. Cruz, A. J. y Levine, G. 1998. El uso de aguas subterráneas en el Distrito de Riego 017, Región Lagunera. IWMI. México, D. F. 35 p. (Serie Latinoamericana No. 3). García A., D. 1998. Evaluación del riego por superficie. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Centro de Investigación Disciplinaria Relación Agua, Suelo, Planta, Atmósfera. Gómez Palacio, Durango, México. 54 p. (Memorias del Curso de Capacitación. XXV Aniversario del CENID-RASPA). Kloezen, W. H. 1998. Measuring land and water productivity in a Mexican irrigation District. Water Resour. Dev. 14(2):231-247. Levine, G. 1982. Relative Water Supply: An explanatory variable for irrigation systems. The determinants of developing country irrigation project problems. United States Agency for International Development and Cornell University. 28 p. (Technical report No. 6). Levine, G. 1999. Entendiendo el comportamiento del riego: La disponibilidad relativa del agua como variable explicativa. Internacional Water Management Institute IWMI. México, D. F. 28 p. (Serie Latinoamericana No. 6). Ignacio Sánchez Cohen et al. Molden, D. J.; Sakthivadivel, R.; Christopher, J.; Perry, Ch. F. and Kloezen, W. H. 1998. Indicators for comparing performance of irrigated agricultural systems. International Water Management Institute. Colombo, Sri Lanka: (Research Report 20). Moreno D., L.; García A., D. y Faz C., R. 2000. Manejo del riego en la alfalfa. In: Producción y utilización de la alfalfa en la zona norte de México. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Centro de Investigación Norte Centro, Campo Experimental La Laguna. Matamoros, Coahuila, México. p. 109-132. (Libro Técnico No. 2). Palacios V., E. 1989. Introducción a la teoría de la operación de distritos y sistemas de riego. Colegio de Postgraduados, Centro de Hidrociencias. 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Our ecological footprint. Reducing human impact on the earth. New Society Publishers. Canada. 160 p. Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 341-352 TAMAÑO DE SEMILLA Y RELACIÓN CON SU CALIDAD FISIOLÓGICA EN VARIEDADES DE MAÍZ PARA FORRAJE* SEED SIZE AND ITS RELATIONSHIP WITH PHYSIOLOGICAL QUALITY IN FORAGE MAIZE CULTIVARS Claudia Pérez Mendoza1, Adrián Hernández Livera1, Félix Valerio González Cossio2, Gabino García de los Santos1, Aquiles Carballo Carballo1, Tito Roque Vásquez Rojas2 y María del Rosario Tovar Gómez3§ 1 Instituto de Recursos Genéticos y Productividad. Programa de Semillas, Colegio de Postgraduados. 2Instituto de Socioeconomía, Estadística e Informática, Colegio de Postgraduados. 3Campo Experimental Valle de México, INIFAP. Apartado Postal No. 10. 56230. Chapingo, Estado de México, México. §Autora para correspondencia: [email protected] RESUMEN El objetivo de este estudio fue evaluar el tamaño de semilla y su relación con la calidad fisiológica en variedades de maíz para forraje. La investigación se realizó durante el 2002 en los campos experimentales del Colegio de Postgraduados y el Valle de México. El trabajo comprendió dos fases: en la primera se evaluó la calidad física de la semilla a través de su caracterización por forma y tamaño (plano grande y medio); en la segunda se analizó la calidad fisiológica, mediante pruebas de germinación estándar en laboratorio y de vigor en microtúnel y en campo. Se evaluaron nueve variedades de maíz con un diseño factorial en bloques al azar con cuatro repeticiones. Se determinó la asociación entre variables de calidad física y fisiológica con el comportamiento en campo. Los resultados indicaron diferencias (p<0.05) entre variedades para la mayoría de los parámetros de calidad física y fisiológica, excepto para porcentaje de viabilidad. El tamaño de semilla mostró efecto significativo (p<0.05) en gran parte de las variables de calidad física menos en espesor de la semilla; en la calidad fisiológica solo se observaron diferencias (p<0.05) en el peso seco de la raíz evaluado en el laboratorio. En calidad física, un análisis multivariado otorgó mayor ponderación al peso de 1000 semillas y longitud de la semilla. En la calidad fisiológica evaluada en el laboratorio, los pesos secos de la plántula y de la raíz tuvieron * Recibido: Mayo de 2005 Aceptado: Octubre de 2006 relevancia y en microtúnel, el peso seco de la parte aérea y la velocidad de emergencia. Los parámetros que explicaron el comportamiento en campo fueron el peso de 1000 semillas, longitud de semilla, velocidad de emergencia y peso seco de la parte aérea. La calidad de la semilla de maíz depende principalmente del potencial genético de la variedad más que del tamaño de la misma. La semilla de las variedades Campeón, HS-2, Promesa y VS-22 mostró mayor calidad física y fisiológica. Palabras clave: Zea mays L., calidad de semilla, establecimiento en campo, tamaño de semilla. ABSTRACT The objective of this study was to evaluate the relationship between seed size and its physiological quality in forage maize cultivars. The study was carried out during 2002 at the Colegio de Postgraduados and Valle de México Experimental Stations. The research consisted of two phases: in the first, the physical quality of the seed was characterized throughout its shape and size: flat large and flat medium. In the second, its physiological quality was determinated through standard germination test in laboratory and vigor tests conducted in microtunnel and field conditions. Nine cultivars of forage 342 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 maize were evaluated using a randomized block design with four replications in a factorial array of treatments. The relationship between physical and physiological characteristics with field performance was determined. Cultivar differences (p<0.05) were found for most of the evaluated traits related to physical and physiological quality, except for the percentage of viability. Seed size showed a significant effect (p<0.05) on a large number of traits related to of physical quality, with exception of seed density. In regard to the physiological quality traits, significant differences (p<0.05) were only found in root dry weight evaluated in laboratory conditions. As for physical quality, a multivariate analysis granted the larger weight to the traits seed length and weight of 1000 seeds. For the physiological quality in laboratory, plantlet and root dry weight were the most relevant variables, whereas in microtunnel, plant dry weight and rate of emergence were the most important. The traits that contributed to explain the field response were: weight of 1000 seeds, seed lenght, rate of emergence and plant dry weight. The quality of forage maize seed is more dependent on the genotype of the cultivar than on the seed size. The seed of cultivars Campeón, HS-2, Promesa and VS22 showed the higher physical and physiological quality. Key words: Zea mays L., seed quality, field establishment, seed size. Claudia Pérez Mendoza et al. De manera adicional, hoy resultan valiosas para las empresas productoras de semilla y para el usuario, tamaño y forma de la semilla, peso de mil semillas, color y daño por insectos y hongos (Basra, 1995; ISTA, 2005). Cabe destacar que la calidad fisiológica se refiere a mecanismos intrínsecos de la semilla que determinan su capacidad de germinación, la emergencia y el desarrollo de aquellas estructuras esenciales para producir una planta normal bajo condiciones favorables (Basra, 1995). Faiguenbaum y Romero (1991) señalan que la calidad fisiológica de la semilla para distintas especies se relaciona con el tamaño de la misma. Otros autores (Shieh y McDonald, 1982; Kelly, 1988) reportan que la calidad fisiológica no depende del tamaño de semilla. Quintana (1992) al estudiar el efecto del tamaño y la forma de la semilla de maíz en la calidad fisiológica, no encontró diferencias significativas en el primero y el último conteo de la prueba de germinación estándar ni en las pruebas de vigor. En tanto que Martinelli y Moreira de Carvalho (1999) al evaluar la influencia del tamaño de semilla de maíz en campo, encontraron que semillas grandes germinaron más rápidamente que semillas pequeñas, resultando 25 días después de la siembra, plantas más altas y posteriormente, mazorcas con mayor número de granos por hilera y mayor rendimiento por unidad de superficie. Estos autores también mencionan que el tipo de híbrido ocasiona respuesta diferente a las variaciones del tamaño de semilla. INTRODUCCIÓN Un factor básico para el éxito de la agricultura moderna es la utilización de variedades con potencial para obtener altos rendimientos en granos o forrajes. Para contribuir a este propósito, se han desarrollado técnicas de análisis que permiten evaluar la calidad de las semillas para la siembra (Hernández y Carballo, 1997), las cuales son de interés tanto para la industria semillera como para las instituciones responsables de la certificación, ya que determinan el valor de las semillas para beneficio del agricultor (ISTA, 2005). Una semilla de calidad contribuye a mayor eficiencia varietal productiva, ya que es capaz de emerger de manera rápida y uniforme, bajo diferentes condiciones ambientales. La calidad de la semilla es un concepto basado en la valoración de diferentes atributos (Kelly, 1988), los cuales mejoran el establecimiento de la planta en campo, entre los que destacan: la calidad genética, fisiológica, física y sanitaria. (Basra, 1995; Copeland y McDonald, 1995). Por otro lado, la calidad física involucra características tales como: contenido de humedad, peso por volumen y pureza (Moreno, 1996). En México se han realizado diferentes estudios en maíz para cuantificar el efecto del tamaño de semilla sobre algunas características de calidad de la misma, tanto agronómicas como de rendimiento del grano (Kurdikeri et al., 1998), sin embargo, se consideran limitados los estudios que evalúan estas características en variedades de maíz con potencial para la producción de forraje. La utilización de maíz para forraje es importante en los sistemas de producción pecuaria y mixtos, ya que constituye un componente energético básico para la alimentación animal. Con base en lo anterior se realizó la presente investigación con el objetivo de conocer el efecto del tamaño de semilla en la calidad fisiológica de distintas variedades de maíz con potencial forrajero. MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se llevó a cabo durante el 2002, de manera conjunta entre el Colegio de Postgraduados (CP) ubicado en Montecillo, Estado de México, México y el Campo Experimental Valle de México, perteneciente al Instituto Tamaño de semilla y relación con su calidad fisiológica en variedades de maíz para forraje Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), ubicado en Chapingo, Estado de México. La investigación consistió en dos fases: en la primera se hizo una evaluación y caracterización de la calidad física de la semilla y en la segunda se hicieron pruebas de germinación estándar, de vigor en microtúnel y la evaluación del establecimiento en campo. El diseño experimental en ambas fases fue bloques completos al azar con cuatro repeticiones y arreglo de tratamientos factorial, excepto para la variable de calidad física peso de mil semillas, la cual fue determinada con ocho muestras. Se utilizaron nueve variedades de maíz para forraje: seis híbridos (Promesa, HS2, H-157, H-135, H-358 y A-791), las variedades sintéticas VS-2000 y VS-22 y el criollo (Campeón). Caracterización física. Para evaluar la calidad física se realizó una caracterización de la semilla por su forma y tamaño, mediante el uso de cribas. Se consideró como semilla plano grande (PG) aquella que fue retenida por una criba con perforaciones redondas de 8 mm de diámetro (C1), la que posteriormente se pasó a través de una criba con perforaciones oblongas de 5.5 x 19.05 (C2) mm y finalmente se retuvo en una criba oblonga de 5.0 x 19.05 mm (C3). La semilla plano medio (PM) fue tamizada a través de las cribas C1 y C3, pero se detuvo sobre la criba oblonga de 4.75 x 19.05 mm. Enseguida, se hizo la depuración de manera visual con el fin de eliminar semillas con daño mecánico, de insectos, de hongos o con alguna anormalidad. Una vez clasificada la semilla, se efectúo la valoración de la calidad física de las variedades. Las variables estudiadas en esta primera etapa fueron: peso de mil semillas (P1000S), peso hectolítrico (PH), longitud (LS), ancho (AS) y espesor de semilla (ES) así como la relación longitud-ancho (RLA) de la semilla. El P1000S se obtuvo contando y pesando ocho repeticiones de 100 semillas por cada variedad y tamaño. Se calculó el Coeficiente de Variación (CV%) el cual fue menor a 4.0% y el P1000S se obtuvo multiplicando por diez la media aritmética de las ocho repeticiones (ISTA, 1996). Para caracterizar el tamaño de la semilla de cada variedad, se utilizaron muestras de diez semillas tomadas al azar y se midieron las variables LS, AS, ES y RLA. El PH se determinó mediante el método de la probeta con agua, que consistió en pesar muestras de 100 semillas de cada variedad y tamaño las cuales fueron depositadas en una probeta con agua (100 mL); el volumen desplazado por la semilla en la probeta se tomó como dato para el cálculo del PH, utilizando para ello la siguiente ecuación: 343 Peso Hectolítrico (kg hL-1)= (volumen desplazado/peso de la muestra) x 100 donde: el peso hectolítrico fue expresado en kg hL-1 Evaluación de la calidad fisiológica en laboratorio. En las pruebas de germinación estándar se utilizó el método de “entre papel” (ISTA, 1999), el cual consistió en colocar sobre una superficie plana dos toallas sanitas® previamente mojadas con agua destilada y acomodar en ellas 25 semillas distribuidas en cinco columnas y cinco hileras. Posteriormente, las semillas se cubrieron con otras dos toallas húmedas, se enrollaron en forma de “taco” y se pusieron a germinar colocándolas verticalmente dentro de bolsas de polietileno transparente en una cámara germinadora de ambiente controlado (Cleland International 1000 FAATR®). Durante la prueba, se mantuvo constante el nivel de temperatura a 25 °C; la evaluación de los tratamientos se realizó a los cuatro y siete días. Los parámetros evaluados fueron: porcentaje de germinación al cuarto (PG4D) y al séptimo día (PGT), en plántulas con raíz y plúmula bien desarrolladas, sanas y sin malformación. El porcentaje de viabilidad (VIA) incluyó plántulas normales y anormales al séptimo día de establecida la prueba. Asimismo, se registró el peso de la plántula (PSP) y de la raíz (PSR), del total de plántulas después de secadas en una estufa a 75 oC durante 72 h (ISTA, 1999). Evaluación de la calidad fisiológica en microtúnel. Para esta evaluación se utilizaron 25 semillas por tratamiento y repetición, en cada unidad experimental (UE). La siembra se efectuó en semilleros de 4.9 m de largo por 2.1 m de ancho y 24 cm de alto, se utilizó como sustrato suelo de campo sin esterilizar. La UE dentro del semillero fue un surco de 0.85 m de longitud separados a 11 cm y 3.2 cm entre semillas; la siembra fue hecha a una profundidad de 10 cm, con el propósito de someter a la semilla a una condición de estrés se colocó con la “corona” hacia arriba. Se cubrió con el sustrato y se niveló con razadores de madera de 2 cm, obteniéndose así la profundidad deseada. Se regó en el momento de la siembra y después cada tercer día para mantener húmedo el sustrato. El semillero se cubrió con un invernadero móvil tipo “túnel”, con estructura metálica y cubierta de polietileno. Las variables en esta prueba fueron: porcentaje de emergencia (PE) medido al momento en que la emergencia permaneció constante, peso seco de la parte aérea de la planta (PSPA) y del mesocótilo (PSM) así como velocidad de emergencia 344 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 (VE). La variable VE fue calculada mediante la fórmula propuesta por Maguirre (Copeland y McDonald, 1995). n VE= Σ (xi / n) i=1 donde: Xi= Número de plántulas emergidas por día n= Número de días después de la siembra Establecimiento en campo. Los experimentos de campo se establecieron en dos localidades: Tecámac y Coatlinchán en el Estado de México. Se utilizaron 160 semillas en cada unidad experimental, la cual tuvo una superficie de 19.2 m2 (4 surcos de 6 m de largo, distanciados a 80 cm y entre semillas 15 cm, la profundidad de siembra fue de 5 cm). Se evaluó el porcentaje de establecimiento en Tecámac (PECT) y en Coatlinchán (PECSL) a los 30 días de sembrado, cuando la emergencia de plántulas se mantuvo constante. El PEC se estimó como la relación del número de plántulas emergidas/ número de semillas sembradas. Análisis estadístico. La transformación de datos se hizo para cada variable medida en porcentaje, mediante la fórmula: arco seno √X/100. Posteriormente, se analizó la varianza mediante el procedimiento de PROC GLM, con el paquete estadístico SAS. Se efectuaron pruebas de comparación múltiple de medias (Tukey α= 0.05). Las variables P1000S y PH se sometieron a los análisis de regresión lineal simple. Todas las variables de calidad de semilla se analizaron mediante análisis de colinealidad, de varianza multivariada, discriminante canónico y correlaciones canónicas, utilizando los procedimientos PROC REG, PROC REG ALL, PROC MANOVA, PROC CANDISC y PROC CANCORR del SAS, respectivamente (SAS, 2000). RESULTADOS Y DICUSIÓN Resultados Caracterización física de la semilla. El análisis de varianza mostró diferencias significativas (p<0.01) para variedades (V) y tamaños de semilla (TS) en todos los parámetros de calidad física estudiados, excepto en ES. En la interacción de variedad por tamaño de semilla (VxTS) se encontró significancia estadística (p<0.01) en P1000S, PH, LS y RLA. Claudia Pérez Mendoza et al. La prueba de Tukey estableció diferencias entre las variedades de maíz evaluadas para todas las variables de calidad física (Cuadro 1). La variación observada para el P1000S entre las variedades fue de 221.4 a 427.9 g con una media de 326.7 g. Las variedades H-358, H-157 y VS-22 presentaron los menores promedios en esta variable, mientras que el criollo Campeón y el híbrido Promesa registraron los valores más altos. Respecto al peso hectolítrico (PH), la variación entre variedades fue de 73.9 a 85.5 kg hL-1 con una media de 78.7 kg hL-1, siendo H-157 el de menor peso y VS-2000 el que obtuvo el valor más alto. Por otra parte, el criollo Campeón, VS-2000 y VS-22 tuvieron los valores más altos de PH, LS y RLA, en comparación con las demás variedades evaluadas (Cuadro 1). Para el caso del AS y ES, la mayoría de las variedades estudiadas registraron valores de 0.7 a 0.8 cm en AS, con una media de 0.7 cm y de 0.3 a 0.4 cm para ES, con una media de 0.4 cm. En cuanto al efecto del tamaño de semilla, se observó en la mayoría de los materiales, que al emplear semillas de tamaño grande hubo mayor P1000S, PH, LS y RLA, con respecto a semillas de tamaño medio. Esto es, para P1000S se tuvo 348.8 g en tamaño grande y 304.6 g en tamaño medio; PH 80 kg hL-1 y 77.3 kg hL-1 en medio; LS 1.3 cm para tamaño grande y 1.2 cm en la categoría media; RLA 1.6 en simiente grande y 1.5 en tamaño medio. En cuanto a las combinaciones generadas entre variedades por tamaño de semilla (VxTS), (Figura 1) hubo variación entre los tamaños de semilla grande y medio, donde el criollo Campeón y el híbrido Promesa registraron los valores más altos de P1000S en contraste, con la variedad VS-22 con el menor peso en ambos tamaños. La variación para P1000S fue de 209.6 a 446.6 g, por ello se considera que la clasificación de la semilla por tamaño fue adecuada para diferenciar las variedades. Si considera el peso hectolítrico (PH) en la combinación de variedad por tamaño de semilla, a diferencia del P1000S se observó que el PH con semilla de tamaño grande fue menor al PH de la simiente de tamaño medio, esto se observó en las variedades VS-2000, A-791 y HS-2. Los híbridos H-358 y H-157 con tamaño medio tuvieron bajos PH sin alcanzar los 75 kg hL-1 que establece la norma de certificación de calidad de semillas para maíz. La variación registrada en las combinaciones fue de 70.9 a 86.3 kg hL-1. Tamaño de semilla y relación con su calidad fisiológica en variedades de maíz para forraje 345 Cuadro 1. Comparación de medias para las variables de calidad física en variedades de maíz para forraje. Variables -1 Variedad P1000S (g) PH (kg hL ) LS (cm) AS (cm) ES (cm) RLA Campeón Promesa H-135 VS-2000 HS-2 A-791 H-358 H-157 VS-22 Media 427.9 409.8 341.9 338.6 328.5 327.6 272.8 272.0 221.4 326.7 82.3 79.6 76.6 85.5 78.2 74.7 76.9 73.9 80.2 78.7 1.7 1.2 1.2 1.4 1.2 1.1 1.0 1.1 1.3 1.3 0.8 0.8 0.8 0.7 0.7 0.8 0.7 0.8 0.7 0.7 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.3 0.4 0.4 2.1 1.4 1.5 1.8 1.6 1.4 1.3 1.4 1.7 1.6 a b c c d d e e f ab bcd de a cd e cde e bc a d d b d e f e c a a a b b a b a b a a a a a a a b a a d cd b c de e de b P1000S= peso de mil semillas; PH= peso hectolítrico; LS= longitud de semilla; AS= ancho de semilla; ES= espesor de semilla; RLA= relación longitud/ancho de la semilla; Medias con la misma literal en cada columna son estadísticamente iguales (Tukey, α = 0.05). Referente a la longitud (LS) y a la relación longitud-ancho de la semilla (RLA), en la combinación entre variedad y tamaño (Figura 2) las variedades Campeón, VS-2000 y VS22 con semilla de tamaño grande, fueron las variedades que registraron los valores más altos de LS y RLA. La variación entre variedades por tamaño de semilla para LS fue de 1.0 a 1.7 cm y para RLA de 1.2 a 2.1. 100 450 90 400 80 350 70 Grande 2 Medio LS (cm) 50 40 150 30 100 20 0,4 50 10 0,2 0 A-791 VS-2000 Campeón Promesa HS-2 VS-22 Medio H-358 Variedades Figura 1. Comportamiento del peso de mil semillas (P1000S) y peso hectolítrico (PH) para la combinación entre variedad por tamaño de semilla. 1,5 1,2 200 H-135 Grande 2 1,4 250 H-157 Grande Medio 1,6 Medio 60 0 2,5 1,8 Grande -1 300 En el análisis discriminante canónico se observó que tomando el factor variedad, las dos primeras variables canónicas (CAN1 y CAN2) resultaron significativas y ambas explicaron 91% de la varianza total. Al efectuar el MANOVA para el factor tamaño de semilla, hubo significancia estadística para la calidad física, por ello se realizó el CANDISC. De dicho procedimiento se infirió que el factor tamaño de semilla, en una sola variable CAN1, aglomeró 100% de la variación parcial acumulada y significativa (p<0.0001). Para la interacción VxTS, el 96% de la varianza total fue para semilla de tamaño grande y 97% fue para la interacción VxTS medio. En el caso del RLA 500 PH (kg hL ) P1000S (g) En los análisis de varianza multivariado (MANOVA), discriminante canónico (CANDISC) y correlación canónica (CANCORR) que se realizaron en esta etapa se excluyeron a las variables RLA y PH, la primera por presentar colinealidad con LS y AS y la segunda porque se empleó en la regresión simple con P1000S. El MANOVA (Cuadro 2) mostró diferencias significativas entre variedades, tamaños de semilla e interacción variedad por tamaño de semilla (p<0.0001), en la calidad física. 1 1 0,8 0,6 0,5 0 0 H-157 H-135 A-791 VS-2000 Campeón Promesa HS-2 VS-22 H-358 Variedades Figura 2. Comportamiento de la longitud de la semilla (LS) y su relación largo-ancho (RL/A) para la combinación entre variedad de maíz por tamaño de semilla. 346 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Claudia Pérez Mendoza et al. Cuadro 2. Proporción de la varianza explicada, probabilidad y coeficientes canónicos estandarizados para las dos primeras variables canónicas de la calidad física. Coeficientes canónicos estandarizados Factor Variable canónica Proporción de la varianza explicada Valor de probabilidad Variedad (V) CAN1 CAN2 CAN1 0.77 0.14 100 CAN1 CAN2 CAN1 CAN2 0.92 0.04 0.91 0.06 Tamaño de semilla (TS) VxTS Grande VxTS Medio P1000S (g) LS (cm) AS (cm) ES (cm) < 0.0001 < 0.0001 < 0.0001 0.18 0.53 0.0009 1.00 -0.39 0.72 -0.52 -0.27 0.78 0.10 0.85 -0.05 < 0.0001 0.0008 < 0.0001 0.0001 0.009 0.17 0.11 -0.01 1.01 -0.02 1.16 -0.09 0.11 0.92 0.14 -0.79 0.21 0.41 -0.57 0.95 P1000S= peso de mil semillas; LS= longitud de semilla; AS= ancho de semilla; ES= espesor de semilla. factor variedad, y los coeficientes canónicos estandarizados, se observó que su valor absoluto, para CAN1 las variables LS y AS de la semilla, fueron las relevantes y en CAN2 se le atribuyó importancia a ES y P1000S. En cambio, en el factor tamaño de semilla, las variables de mayor relevancia para diferenciar variedades de maíz con potencial forrajero a través del tamaño de semilla fueron LS (0.7249) y AS (0.7805), mientras que para la interacción VxTS grande y medio, fueron LS y ES en CAN1 y en CAN2 fueron AS y ES. Evaluación de la calidad fisiológica en laboratorio. En esta evaluación hubo diferencias estadísticas (p<0.05) entre variedades (V) para la mayoría de las variables, excepto para VIA. Respecto al tamaño de semilla (TS) se obtuvieron diferencias (p<0.05) sólo en PSR y en la interacción de variedad por tamaño de semilla (VxTS) hubo significancia (p<0.05) en PSP y PSR. Con la prueba de Tukey para las variables de calidad fisiológica (Cuadro 3) se encontró que, los promedios del híbrido H-358 y la variedad VS-2000 en las variables de PG4D y PGT, sólo diferenciaron a las variedades que mostraron vigor contrastante. Para porcentaje de viabilidad, el híbrido H-135 fue el más sobresaliente con 99% en comparación con VS-2000 con una VIA de 92.3%. En cuanto a los pesos secos de las diferentes estructuras de la planta, el híbrido Promesa presentó los valores más altos en PSP y PSR, seguido del HS-2 y finalmente el VS-22 (Cuadro 3). Cuadro 3. Comparación de medias para las variables en relación con la calidad fisiológica medidas en condiciones de laboratorio en variedades de maíz para forraje. Variedad H-358 HS-2 Promesa VS-22 Campeón A-791 H-135 H-157 VS-2000 Media Variables PG4D (%) PGT (%) VIA (%) PSP (g) PSR (g) 90.0 a 83.5 ab 82.0 ab 82.0 ab 81.5 ab 81.5 ab 80.5 ab 78.0 ab 69.5 b 80.9 91.0 a 89.5 a 88.5 a 89.0 a 85.0 ab 88.5 a 89.0 a 85.0 ab 77.0 b 86.9 97.0 ab 96.5 ab 97.0 ab 95.0 ab 97.0 ab 95.0 ab 99.0 a 96.0 ab 92.3 b 96.0 1.1 a 1.2 a 1.2 a 1.0 ab 1.1 a 0.8 ab 1.0 ab 1.0 ab 0.8 ab 1.0 0.7 bc 0.9 ab 1.0 a 0.8 abc 0.9 ab 0.6 c 0.7 bc 0.7 bc 0.6 c 0.8 PG4D= porcentaje de germinación al cuarto día; PGT= porcentaje de germinación total; VIA= porcentaje de viabilidad; PSP= peso seco de plántula; PSR= peso seco de la raíz; Medias con la misma letra en cada columna son estadísticamente iguales (Tukey α = 0.05). Tamaño de semilla y relación con su calidad fisiológica en variedades de maíz para forraje En la comparación de medias para el tamaño de semilla, en varios materiales se observó, que al emplear semillas de tamaño grande éstas obtuvieron mayor PSR (0.80 g) con respecto a la registrada con semilla de tamaño medio (0.72 g). Al evaluar las combinaciones de las variedades por tamaño de semilla a través de las variables PSP y PSR, se obtuvo mayor acumulación de materia seca en las variedades con semillas de tamaño grande siendo, los híbridos H-157, Promesa y HS-2 los que acumularon mayor peso en las dos estructuras de la planta. En tanto que para el criollo Campeón este resultado fue diferente ya que con semilla de tamaño medio fue mayor el PSP y PSR. La variación observada en las combinaciones para PSP fue de 0.70 a 1.3 g y para PSR de 0.43 a 1.0 g. En los análisis de varianza multivariado y discriminante canónico que se aplicaron, se excluyó la variable PGT por requerir mayor tiempo para la medición, además de presentar colinealidad con PG4D. El MANOVA detectó diferencias significativas entre variedades (p<0.001) para CAN1 y CAN2 y en la interacción de VxTS medio en CAN1, pero no en tamaño de semilla (Cuadro 4). Con el CANDISC, se encontró que el factor variedad en CAN1 y CAN2 explicó 85% de la proporción de la varianza total, mientras que para el tamaño de semilla en CAN1 se acumuló 100% de la varianza. Al considerar las combinaciones de variedad por tamaño de semilla (VxTS) se determinó que en la interacción VxTS grande y medio, el CAN1 y CAN2 explicaron 85 y 86% de la proporción de la varianza total, respectivamente. 347 Al considerar el factor variedad, los coeficientes canónicos estandarizados para las dos primeras variables canónicas indicaron que con base en su valor absoluto, el PSP y el PG4D en CAN1 y el PSR y PSP en CAN2 fueron las variables de mayor relevancia (Cuadro 4). Se careció de diferencia estadística para tamaño de semilla, sin embargo, los coeficientes canónicos mostraron que las variables más importantes fueron el PSR y el PSP. Asimismo, los coeficientes canónicos estandarizados indicaron que en la interacción de VxTS grande, las variables importantes en CAN1 y CAN2 fueron el PSP y el PSR. Si se toman en cuenta los valores absolutos de las dos primeras variables canónicas, para la interacción VxTS medio al PSR en CAN1 y en CAN2 se le atribuye la mayor importancia en este estudio. Por esta razón, se considera a estas variables más precisas en la diferenciación de variedades de maíz con base en su calidad fisiológica medida en laboratorio. Evaluación de la calidad fisiológica en microtúnel. En esta evaluación hubo diferencias significativas (p<0.001) entre variedades (V) para todas las variables, excepto para tamaño de semilla (TS); para la interacción variedad por tamaño de semilla (VxTS) no hubo significancia (p<0.05). La comparación (Cuadro 5), indicó que el criollo Campeón fue el de mejor calidad fisiológica, con mayor VE, PE, PSPA y PSM con valores de 4.1, 98%, 11.3 g y 2.2 g, respectivamente; por el contrario, el híbrido H-358 fue el de menor calidad fisiológica. Cuadro 4. Proporción de la varianza explicada, probabilidad y coeficientes canónicos estandarizados para las dos primeras variables canónicas de la calidad fisiológica en laboratorio. Coeficientes canónicos estandarizados Proporción de la varianza explicada Valor de probabilidad PG4D (%) VIA (%) PSP (g) PSR (g) CAN1 CAN2 0.49 0.36 0.001 0.04 0.52 -0.13 0.31 -0.14 0.82 -0.50 -0.32 1.32 Tamaño de semilla (TS) CAN1 100 0.58 0.04 0.38 -0.65 1.25 VxTS Grande CAN1 CAN2 0.49 0.36 0.07 0.28 0.45 0.16 0.34 -0.28 1.11 0.26 -0.71 1.11 VxTS Medio CAN1 CAN2 0.58 0.28 0.0008 0.18 0.40 0.50 -0.18 0.44 0.20 0.63 0.84 -0.85 Factor Variable canónica Variedad (V) PG4D= porcentaje de germinación al cuarto día; VIA= porcentaje de viabilidad; PSP= peso seco de plántula; PSR= peso seco de la raíz. 348 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Claudia Pérez Mendoza et al. Cuadro 5. Comparación de medias para las variables evaluadas para calidad fisiológica en condiciones de microtúnel en variedades de maíz para forraje. Variables Variedad VE Campeón H-157 HS-2 VS-22 Promesa VS-2000 A-791 H-135 H-358 Media 4.1 3.9 3.7 3.7 3.6 3.4 3.1 3.0 2.4 3.4 a ab abc abc abc bc cd cd d PE (%) PSPA (g) PSM (g) 98.0 94.0 94.5 93.0 98.0 91.5 93.5 93.0 83.0 93.2 11.3 a 18.8 bcd 09.3 abc 07.6 cde 10.4 ab 07.3 cdef 05.3 f 06.8 def 05.6 ef 08.0 2.2 1.9 1.7 1.6 1.8 1.5 1.2 1.8 1.2 1.7 a a a a a ab a a b a ab abcd bcd ab bcd d ab cd VE= velocidad emergencia; PE= porcentaje de emergencia; PSPA= peso seco de la parte aérea; PSM= peso seco del mesocótilo; Medias con la misma letra en cada columna son significativamente iguales (Tukey α 0.05). El MANOVA realizado en esta etapa de investigación, mostró diferencias estadísticas (p<0.0001) entre variedades (V), tamaño de semilla (TS) y las interacciones de variedad por tamaño de semilla (VxTS). En el análisis discriminante canónico para variedad (Cuadro 6) se observó, que para el factor variedad las dos primeras variables canónicas resultaron significativas y ambas explicaron 85% de la varianza total; para el tamaño de semilla sólo una variable canónica acumuló 100% de la varianza y en la interacción de VxTS grande y medio, las CAN1 y CAN2 explicaron 93% de la varianza total. Los coeficientes canónicos estandarizados con base en su valor absoluto, establecieron que para variedad, el PSPA fue determinante en ambas variables canónicas. Para el tamaño de semilla la variable de mayor ponderación entre tamaños de semilla fue el PSPA. Para la interacción de VxTS grande el PSPA en CAN1 y los parámetros VE y PSPA en CAN2 fueron las variables de mayor peso canónico. Asimismo, en la interacción VxTS medio se encontró que en CAN1 el PSPA fue la variable sobresaliente; para CAN2, el PSM así como la VE fueron las variables relevantes para diferenciar las variedades y el tamaño de semilla de maíz para forraje si se considera su calidad fisiológica mediante la prueba de microtúnel. Cuadro 6. Proporción de la varianza explicada, probabilidad y coeficientes canónicos estandarizados para las dos primeras variables canónicas en la calidad fisiológica de la semilla de maíz para forraje en microtúnel. Coeficientes canónicos estandarizados Factor Variable canónica Proporción de la varianza explicada Valor de probabilidad VE PSPA (g) PSM (g) Variedad (V) CAN1 CAN2 0.77 0.14 <0.0001 0.0007 0.25 -1.06 0.78 0.76 0.18 -0.08 Tamaño de semilla (TS) CAN1 1.00 0.83 -0.35 1.25 -0.09 VxTS Grande CAN1 CAN2 0.61 0.32 <0.0001 0.02 0.06 -1.19 0.82 0.63 0.33 0.17 VxTS Medio CAN1 CAN2 0.71 0.22 <0.0001 0.0004 0.36 -0.97 0.71 0.03 0.11 1.17 VE= velocidad emergencia; PSPA= peso seco de la parte aérea; PSM= peso seco del mesocótilo. Tamaño de semilla y relación con su calidad fisiológica en variedades de maíz para forraje Evaluación del vigor de la semilla en campo. Para el porcentaje de establecimiento medido en campo (PEC), en el análisis factorial sólo se observaron diferencias significativas (p<0.001) entre variedades para PEC en las localidades de Tecámac y Coatlinchán. La comparación múltiple de medias, mostró diferencias (p<0.05) entre variedades con base en su capacidad para el establecimiento en campo. Sin embargo, el PEC fue insuficiente para diferenciar variedades y separando sólo aquellas de vigor contrastante; este fue el caso de los híbridos H-358 y H-135, sembrados en Coatlinchán (52.1 y 77.9%) y el híbrido H-358 en Tecámac (85.6%), en cambio los materiales Promesa, HS-2, Campeón y VS-22 tuvieron mayor porcentaje de establecimiento en campo, en ambas localidades. 349 la calidad física, o en conjunto (calidad física y fisiológica) y estimar el comportamiento de la semilla en campo. Las variables PSP y PSM se excluyeron por su colinealidad con PSPA. El análisis de correlación canónica (Cuadro 7) indicó que la LS tuvo mayor asociación con la calidad fisiológica y que el PSPA fue la variable que más contribuyó al explicar el 67% de la calidad de la semilla en condiciones de laboratorio y microtúnel (p<0.007). Análisis de correlación canónica entre la calidad de semilla y el establecimiento en campo. Este análisis se realiza usando las variables de calidad física y fisiológica en relación con el establecimiento de plantas en campo (Cuadro 8), e indicó que el PSPA y P1000S fueron las variables con mayor peso canónico para predecir el establecimiento en campo en la localidad de Tecámac (PECT). En tanto, que para la localidad de Coatlinchán la LS, VE, PSPA y ES fueron las más apropiadas para evaluar el comportamiento en campo (PECSL), esto contribuyó a explicar 100% de la varianza total de la predicción del establecimiento en campo, en ambas localidades (p<0.09 y p<0.0001). Análisis de correlación canónica entre la calidad física y fisiológica de la semilla. Con frecuencia, en el comercio de semillas se necesita conocer de manera rápida y precisa, la calidad fisiológica de un lote de semilla. En el presente trabajo, el análisis de correlación entre dos o más variables (CANCORR) fue útil pues permitió estudiar el grado de asociación para predecir la calidad de la semilla a partir de Cuadro 7. Correlación canónica entre las variables de calidad física y fisiológica. Variables Variables Canónicas P1000S (g) Calidad física Física 1 Física 2 LS (cm) 0.15 -0.90 AS (cm) 0.87* 0.51 ES (cm) 0.23 0.50 PG4D (%) VIA (%) PSR (g) VE PSPA (g) 0.11 0.71 0.10 -0.84 0.37 0.93 0.63* 0.41 -0.02 -0.43 Calidad fisiológica Fisiol 1 Fisiol 2 -0.16 0.19 P1000S= peso de mil semillas; LS= longitud de semilla; AS= ancho de semilla; ES= espesor de semilla; PG4D= porcentaje de germinación al cuarto día; VIA= porcentaje de viabilidad; PSR= peso seco de la raíz; VE= velocidad emergencia; PSPA= peso seco de la parte aérea; *= probabilidad al 0.007. Cuadro 8. Correlación canónica entre la calidad de semillas con el establecimiento en campo (PEC). Variables de calidad de semillas P1000S LS AS ES PG4D VIA PSR VE PSPA (g) (cm) (cm) (cm) (%) (%) (g) PECT 0.62* -0.10 -0.28 -0.32 -0.11 0.37 -0.12 -0.20 0.81 * PECSL -0.08 0.40** -0.03 -0.31 -0.27 -0.06 0.08 0.37 ** 0.34 ** (g) P1000S= peso de mil semillas; LS= longitud de semilla; AS= ancho de semilla; ES= espesor de semilla; PG4D= porcentaje de germinación al cuarto día; VIA= porcentaje de viabilidad; PSR= peso seco de la raíz; VE= velocidad emergencia; PSPA= peso seco de la parte aérea; PECT= porcentaje de establecimiento en campo en Tecámac; PECSL= porcentaje de establecimiento en campo en Coatlinchán; **, * = probabilidad al 0.0001 y 0.09. 350 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Discusión En diversos estudios realizados tanto en cereales como en leguminosas sobre el tamaño de semilla y su relación con la calidad de la misma, se han obtenido respuestas favorables (Sánchez, 1982); pero son limitados aquellos trabajos en los que se relacione el tamaño de semilla de variedades de maíz para forraje, con parámetros de calidad física y fisiológica. En esta investigación las variables de calidad física de mayor importancia para clasificar variedades por su tamaño de semilla fueron las medidas de longitud, ancho y espesor y en menor proporción el peso de mil semillas, siendo las más sobresalientes Campeón, VS-2000 y VS-22. Esto difiere con lo señalado por Thomson (1979) quien menciona que el peso de mil semillas es la variable más importante para clasificar el tamaño de semilla. Batistella et al. (2002) reportaron la caracterización de variedades de maíz con base en la longitud de semilla, y en cuanto al tamaño, indican que el peso de mil semillas es el más conveniente, independientemente de la variedad. En este estudio, el resultado obtenido se debió a la utilización de semillas de variedades muy uniformes, previamente clasificadas por las empresas semilleras e instituciones de investigación, a excepción del criollo Campeón, en el cual fue posible una mejor clasificación de los tamaños de semilla y en el que también se presentó la mejor respuesta en los parámetros de calidad física. En la evaluación de la calidad fisiológica en laboratorio mediante la prueba de germinación estándar se encontró que las variables de mayor importancia, con base en el análisis multivariado, fueron el peso seco de la planta y de raíz, parámetros considerados de mayor confiabilidad para diferenciar variedades y tamaños de semilla. Tomando en cuenta estos parámetros, en este estudio los materiales más sobresalientes fueron Promesa, HS-2, criollo Campeón y VS-22. Esto concuerda con lo reportado por Carballo et al. (1998) quienes indicaron que el peso seco aéreo y de raíz determinados en laboratorio tienen mayor confiabilidad en la medición de vigor. Asimismo, se observó que el tamaño de semilla también tuvo efecto en el peso seco de la planta y de la raíz, esto se asocia a semillas con un embrión de mayor tamaño y con mayor cantidad de sustancias de reserva, dando como resultado plántulas más grandes y con mayor capacidad para la acumulación de materia seca, cuando germinan en condiciones favorables (Thomson, 1979). Esta respuesta se explica con base en una alta producción de energía en forma de ATP debido a un elevado contenido de proteína en las mitocondrias (McDaniel, 1973). Claudia Pérez Mendoza et al. Por otra parte, se detectó que tanto en variedades como en tamaños de semilla, las variables de mayor predominancia para realizar estimaciones confiables de la calidad fisiológica en condiciones de microtúnel fueron: velocidad de emergencia, peso seco de la parte aérea y del mesocótilo, siendo el criollo Campeón y los híbridos H-157 y Promesa, las variedades más sobresalientes. Estos resultados concuerdan con trabajos previos, en el sentido de que las variables relacionadas con el peso seco producido por las plántulas, son los mejores indicadores de vigor (Hernández, 1998). Con la finalidad de estimar de manera rápida y precisa la calidad fisiológica de un lote a partir de la calidad física, definida por el peso de 1000 semillas y tamaño (Besnier, 1989) se empleó para ello el análisis de correlación canónica. Tomando en cuenta este análisis, se encontró una asociación estrecha entre LS con PSPA lo cual indica que a semillas de mayor longitud corresponde una cantidad más alta de sustancias de reserva y un embrión de mayor tamaño, lo que podría al mismo tiempo verse reflejado en un incremento en el porcentaje y en la velocidad de emergencia de las plántulas (Wood et al., 1977) y también con la capacidad de realizar el proceso fotosintético de una manera más rápida (Thomson, 1979). Al evaluar en condiciones de campo la calidad fisiológica mediante el porcentaje de plantas emergidas, el efecto del tamaño de semilla fue nulo, pero sí se manifestó el de variedades en ambas localidades (Tecámac y Coatlinchán). Las diferencias entre localidades y variedades están explicadas por el comportamiento de las mismas durante el establecimiento en campo o por factores adversos en el suelo o ambientales (Perry, 1981) independientemente del tamaño y la densidad de población establecida en campo. En ese contexto, el criollo Campeón y los híbridos Promesa y HS-2 presentaron los más altos PEC en ambas localidades, ubicándose como variedades con buena calidad de semilla. Finalmente, al llevar a cabo la asociación de las variables de calidad, como parámetros para predecir el comportamiento de la semilla en campo, se encontraron correlaciones significativas entre el peso de mil semillas, longitud de la misma, así como el peso seco de la parte aérea con el establecimiento en campo. Estos resultados indican que al sembrar la semilla de tamaño grande y con mayor peso, se presenta mejor establecimiento en campo, y por ende se refleja en un mayor contenido o acumulación de materia seca de la planta de maíz. Estos resultados concuerdan con Tamaño de semilla y relación con su calidad fisiológica en variedades de maíz para forraje Hernández et al. (2000) y Carballo et al. (1998) quienes mencionaron que las variables de mayor importancia para predecir el establecimiento en campo son el PSPA, PSR o VE en lo que se refiere a calidad fisiológica. CONCLUSIONES La calidad de la semilla de maíz depende más del genotipo de la variedad utilizada que del tamaño de la misma. El tamaño de la semilla de variedades de maíz con potencial forrajero afectó el peso de mil semillas, longitud, ancho y espesor de la misma y en la calidad fisiológica a la longitud de plántula, raíz y planta total, así como en el peso seco de la raíz. Los parámetros que más determinaron la calidad física en variedades de maíz con potencial forrajero fueron el peso de mil semillas y la longitud de la misma. Para la calidad fisiológica en laboratorio, los pesos secos de la plántula y de raíz fueron los de mayor relevancia y en microtúnel el peso seco de la parte aérea y la velocidad de emergencia. En la calidad de semilla las variables más relevantes para la diferenciación de las variedades de maíz fueron la longitud de la misma y el peso seco de la parte aérea, contribuyendo a explicar 67% de la varianza total. El establecimiento en campo del maíz no fue afectado por el tamaño de semilla (plano grande y medio) sino más bien estuvo determinado por la variedad. Las variables de calidad de semilla más importantes para predecir el establecimiento en campo del maíz con potencial forrajero, fueron el peso de mil semillas, longitud de semilla, velocidad de emergencia y peso seco de la parte aérea. Las variedades con mayor calidad física y fisiológica de semilla fueron el criollo Campeón, los híbridos HS-2, Promesa y la variedad sintética VS-22. LITERATURA CITADA Basra, A. S. 1995. Seed quality; basic mechanisms and agricultural implications. Basra, A. S. (ed.) Food Products Press. Preface. New York, USA. Batistella, F. F.; Moro V., F. y De Carvalho M., N. 2002. 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Agricultura Técnica en México Vol. 32 Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2006 p. 353-358 CONTROL QUÍMICO Y MECÁNICO DE MALEZA EN SOYA DE TEMPORAL* CHEMICAL AND MECHANICAL WEED CONTROL IN RAIN-FED SOYBEAN Valentín Alberto Esqueda Esquivel1§ y Oscar Hugo Tosquy Valle1 1 Programa de Maleza y su Control, y de Agronomía de Cultivos Básicos del Campo Experimental Cotaxtla, INIFAP. Km 34 carretera Veracruz-Córdoba. Apartado Postal 429. 91700 Veracruz, Veracruz, México. §Autor para correspondencia: [email protected] RESUMEN En el Trópico Mexicano la maleza es uno de los principales problemas para la producción de soya bajo condiciones de temporal. Se realizó un estudio en 2003 en la Región Centro de Veracruz con el objetivo de determinar la efectividad de la aplicación de varios herbicidas y deshierbes mecánicos para el control de maleza y determinar su repercusión en el rendimiento de soya. Se evaluaron 12 tratamientos diseñados con dosis y combinaciones de los herbicidas: clomazone, pendimetalina, bentazón, imazethapyr, fluazifop butil y fomesafén, así como dos tratamientos de deshierbe mecánico y un testigo sin control de maleza. Todos los herbicidas tuvieron control eficiente de Lagascea mollis Cav., con excepción de pendimetalina. Los tratamientos con mayor control de Phyllanthus niruri L., fueron las dos dosis probadas de imazethapyr y la mezcla de fluazifop butil + fomesafén. Echinochloa colona (L.) Link fue controlada por todos los tratamientos de control químico, excepto por el de imazethapyr. Cyperus rotundus L. fue controlada con dos deshierbes mecánicos, con los tratamientos de clomazone y pendimetalina aplicados en pre-emergencia y complementados con bentazón a los 21 días después de la emergencia, y en menor grado con imazethapyr. El mayor rendimiento se obtuvo con imazethapyr a 75 g ha-1; por el contrario, el rendimiento obtenido con pendimetalina y con un deshierbe mecánico, a los 15 días después de emergencia, fue similar al del testigo sin control. * Recibido: Agosto de 2005 Aceptado: Octubre de 2006 Palabras clave: Glycine max (L.) Merr., Cyperus rotundus L., Echinochloa colona (L.) Link, Lagascea mollis Cav., Phyllanthus niruri L., herbicidas. ABSTRACT In the tropics of Mexico weed competition is one of the major problems for rainfed soybean production. In 2003, a trial was established in the central region of Veracruz in order to determine the effectiveness of several herbicides and mechanical weeding on weed control and yield of soybean. Twelve treatments were designed with varied doses and combinations of the herbicides: clomazone, pendimethalin, bentazon, imazethapyr, fluazifop butil and fomesafen, two treatments of mechanical weeding and a weedy check. Except for pendimethalin, all tested herbicides had an efficient control of Lagascea mollis Cav. The highest control of Phyllanthus niruri L., was obtained with the two rates of imazethapyr tested and the mixture of fluazifop butil + fomesafen. Except for imazethapyr, Echinochloa colona (L.) Link was efficiently controlled by all herbicide treatments. Cyperus rotundus L. was controlled by two mechanical weedings, the treatments with clomazone and pendimethalin in pre-emergence complemented with bentazon at 21 days after emergence (DAE) and in a lesser degree by imazethapyr. The highest soybean yield was obtained from the treatment with imazethapyr at 75 g ha-1; 354 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 on the contrary, the yields obtained with pendimethalin and with a mechanical weeding at 15 DAE, were similar to that of the weedy check. Key words: Glycine max (L.) Merr., Cyperus rotundus L., Echinochloa colona (L.) Link, Lagascea mollis Cav., Phyllanthus niruri L., herbicides. Uno de los principales problemas para producir soya Glycine max (L.) Merr., en las zonas tropicales, es la competencia ocasionada por grandes poblaciones de maleza, las cuales al no ser controladas oportunamente pueden ocasionar reducciones significativas en el rendimiento de grano (Fundora et al., 1991). La duración del período crítico de la competencia de la maleza con el cultivo de soya depende de la densidad de población de la primera, la época en que emerge con relación al desarrollo del cultivo, así como por el número de plantas y arreglo topológico (Esqueda et al., 1997; Eyherabide y Cendoya, 2002; Knezevic et al., 2003). En los años 1991 y 1992, en la Región Central del estado de Veracruz, se generaron recomendaciones para el control de maleza en soya (Esqueda et al., 1999). Desde entonces, en dicho estado se han comercializado nuevos herbicidas con selectividad a este cultivo, tales como el clomazone, que se aplica en preemergencia y el imazethapyr, cuya aplicación puede ser en pre y postemergencia (Thomson, 1993). Estos herbicidas requieren ser evaluados para el control de especies de maleza bajo las condiciones climatológicas del centro de Veracruz. Los objetivos de la investigación fueron: 1) determinar la efectividad del clomazone y el imazethapyr para el control de maleza en soya; 2) comparar la efectividad de estos herbicidas, respecto a los herbicidas usados tradicionalmente y con los deshierbes mecánicos, y 3) determinar el efecto del control de maleza en el rendimiento de soya. El experimento se estableció el 3 de julio de 2003 con la siembra de soya bajo condiciones de temporal en el Campo Experimental Cotaxtla, municipio de Medellín de Bravo, Veracruz, México. Se utilizó semilla de la variedad Huasteca 200 a una densidad de 60 kg ha-1. Los 12 tratamientos probados (Cuadro 1) se distribuyeron en un diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones. La parcela experimental constó de cinco surcos de 5 m de longitud y 0.60 m de separación entre ellos. La parcela útil fueron los tres surcos centrales. Valentín Alberto Esqueda Esquivel et al. La densidad de población por especie de maleza se determinó en las parcelas del testigo sin control, antes de realizar la aplicación de los tratamientos 7, 8 y 9. La identificación de las especies de maleza se realizó por comparación con ejemplares colectados e identificados por personal del Herbario del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Las evaluaciones de control de maleza se realizaron a los 15, 30 y 45 días después de la aplicación de los tratamientos (DDA). Se utilizó la escala de 0 a 100%, en donde 0 significó que la maleza no fue afectada y 100% que fue completamente destruida. La toxicidad a la soya por la aplicación de los herbicidas se evaluó simultáneamente con el control de maleza. Los síntomas de toxicidad fueron calificados en la escala de 0 a 100%, en donde 0 significó que la soya no fue afectada y 100% que fue completamente destruida. En la etapa de madurez fisiológica se seleccionaron cinco plantas al azar de cada parcela y se cuantificaron las vainas producidas por planta. La cosecha se realizó el 24 y 25 de noviembre. La humedad del grano se ajustó al 14% y se realizaron transformaciones para expresar el rendimiento en kilogramos por hectárea. Se realizaron análisis de varianza, para lo cual se requirió la transformación de los porcentajes de control de las diferentes especies de maleza a su valor de arco seno (Gomez y Gomez, 1984); donde se detectaron diferencias significativas se utilizó la prueba de separación de medias de Tukey (0.05). La densidad de población promedio del total de las malas hierbas fue de 2 640 000 plantas/ha a los 14 DDE y de 2 530 000 a los 19 DDE. La especie dominante fue hierba ceniza (Lagascea mollis Cav.), la cual representó 36.7% en el primer conteo y 32.0% en el segundo. También se observaron poblaciones importantes de collarcillo (Phyllanthus niruri L.), zacate de agua [Echinochloa colona (L.) Link] y coquillo (Cyperus rotundus L.). La especie L. mollis fue controlada eficientemente durante todo el período de evaluación con clomazone, fluazifop butil + fomesafén, imazethapyr a 100 g ha-1 y las aplicaciones secuenciales de clomazone seguida de bentazón, y pendimetalina seguida de bentazón (Cuadro 2). El imazethapyr a 75 g ha-1 controló del 95 al 100% de esta especie, mientras que la pendimetalina, aplicada en preemergencia, no tuvo efecto sobre ella, por lo que se puede inferir que el control que se muestra en el tratamiento 6 fue debido exclusivamente a la aplicación complementaria de bentazón. Al respecto, Palmer et al. (2000) indicaron que la aplicación de un solo herbicida, generalmente dá como resultado el control marginal o nulo de algunas especies de Control químico y mecánico de maleza en soya de temporal 355 Cuadro 1. Descripción de tratamientos evaluados para el control de maleza en soya. Región Centro de Veracruz, 2003. No. Tratamiento Dosis (g ha-1) Época de aplicación 1 Clomazone 480 Preemergencia 2 Clomazone 720 Preemergencia 3 Clomazone/bentazón 480 y 960 Preemergencia y 21 DDE 4 Pendimetalina 1188 Preemergencia 5 Pendimetalina 1386 Preemergencia 6 Pendimetalina/bentazón 1188 y 960 Preemergencia y 21 DDE 7 Imazethapyr 75 14 DDE 8 Imazethapyr 100 14 DDE 9 Fluazifop butil + fomesafén 125 + 250 19 DDE 10 Deshierbe mecánico - 15 DDE 11 Deshierbe mecánico - 15 y 30 DDE 12 Testigo sin control - - DDE= Días después de la emergencia de la soya; La diagonal (/) indica que los herbicidas fueron aplicados en forma secuencial en diferentes épocas; El signo (+) colocado entre dos herbicidas, indica que éstos fueron mezclados para su aplicación simultánea. maleza. El control de L. mollis con un deshierbe mecánico, sólo fue eficiente hasta los 15 días después de realizado, lo que confirma lo señalado por Esqueda et al. (1997) en el sentido de que la soya requiere al menos de dos deshierbes mecánicos (Cuadro 2). Respecto a P. niruri, su mayor control final se obtuvo con ambas dosis de imazethapyr, así como con dos deshierbes mecánicos y con la mezcla de fluazifop butil + fomesafén. El clomazone y la pendimetalina tuvieron un control inicial de regular a bueno de esta especie; sin embargo, su efecto se redujo significativamente entre los 15 y 30 DDA, para finalmente desaparecer por completo a los 45 DDA. Cuando el bentazón se aplicó como complemento a clomazone y a pendimetalina, se obtuvo un control final de 83%. El control de P. niruri con una sola operación de deshierbe mecánico fue muy eficiente hasta los 15 DDA, pero disminuyó significativamente su acción después de esta época (Cuadro 2). El clomazone y la mezcla de fluazifop butil + fomesafén controlaron completamente a E. colona por todo el período de evaluación. La pendimetalina también ofreció un control eficiente de esta especie. Los menores controles de E. colona se tuvieron con imazethapyr y con un solo deshierbe mecánico. Por su parte, cuando se realizaron dos deshierbes mecánicos, el control de esta especie fue significativamente mayor, que cuando sólo se realizó uno (Cuadro 3). C. rotundus no fue afectada por ninguno de los herbicidas preemergentes. Sin embargo, cuando se aplicó bentazón como complemento a clomazone y a pendimetalina, se obtuvo un buen control final de esta maleza, el cual fue estadísticamente similar a dos deshierbes mecánicos. El efecto de imazethapyr sobre C. rotundus fue similar con ambas dosis y consistió en clorosis, reducción del crecimiento y necrosis, lo que ocasionó la muerte de algunas plantas. La mezcla de fluazifop butil + fomesafén provocó una ligera clorosis y reducción del crecimiento, pero no todas las plantas fueron afectadas (Cuadro 3). Sólo la mezcla de fluazifop butil + fomesafén 356 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 Valentín Alberto Esqueda Esquivel et al. Cuadro 2. Porcentaje de control de Lagascea mollis Cav. y Phyllanthus niruri L. a los 15, 30 y 45 días después de la aplicación de los tratamientos. Tratamiento Días después de la aplicación de los tratamientos 15 30 45 15 - - - - - - - - - L. mollis- - - - - - - † 45 - - - - - - - - P. niruri - - - - - - - - - Clomazone (480) 100 a 99 a 100 a 69 b 33 e 0 d Clomazone (720) 100 a 100 a 100 a 80 b 55 cd 0 d Clomazone/bentazón (480/960) 100 a 100 a 100 a 68 b 71 bc 83 b Pendimetalina (1188) 0 d 0 c 0 e 75 b 48 de 0 d Pendimetalina (1386) 0 d 0 c 0 e 84 b 70 bc 0 d 100 a 100 a 100 a 68 b 79 b 83 b Imazethapyr (75) 96 c 100 a 95 b 99 a 100 a 97 ab Imazethapyr (100) 99 b 100 a 100 a 100 a 100 a 100 a 100 a 99 a 99 a 99 a 93 ab Pendimetalina/bentazón (1188/960) Fluazifop butil + fomesafén (125 + 250) 100 a Deshierbe mecánico 15 DDE 98 bc 83 b 65 d 99 a 63 bcd 55 c Deshierbe mecánico 15 y 30 DDE 97 bc 89 b 85 c 94 a 99 a 98 ab 0 d 0 c 0 e 0 c 0 f Testigo sin control † ‡ 30 0 d Cifras entre paréntesis (g ha-1); ‡ Valores con la misma letra dentro de columnas son iguales estadísticamente (Tukey 0.05). Cuadro 3. Porcentaje de control de Echinochloa colona (L.) Link y Cyperus rotundus L. a los 15, 30 y 45 días después de la aplicación de los tratamientos. Tratamiento Días después de la aplicación de los tratamientos 15 30 45 - - - - - - - - - E. colona- - - - - - - - † 30 45 - - - - - - C. rotundus- - - - - Clomazone (480) 100 a 100 a 100 a 0 e 0 f 0 d Clomazone (720) 100 a 100 a 100 a 0 e 0 f 0 d 100 a 58 c 68 bc Clomazone/bentazón (480/960) 99 a 88 bc Pendimetalina (1188) 98 a 98 a 98 ab 0 e 0 f 0 d Pendimetalina (1386) 100 a 100 a 99 ab 0 e 0 f 0 d 90 a Pendimetalina/bentazón (1188/960) 92 b 86 bc 99 ab 58 c 48 d 90 a Imazethapyr (75) 60 d 65 d 74 c 63 bc 73 bc 61 b Imazethapyr (100) 80 c 78 cd 79 c 73 b 76 b 65 b Fluazifop butil + fomesafén (125 + 250) 100 a 100 a 100 a 21 d 13 e 25 c Deshierbe mecánico 15 DDE 81 c 70 d 68 c 71 b 63 c 62 b Deshierbe mecánico 15 y 30 DDE 99 a 91 b 97 b 99 a 94 a 96 a 0 e 0 e 0 d 0 e 0 f 0 d Testigo sin control † ‡ 15 Cifras entre paréntesis (g ha-1); ‡ Valores con la misma letra dentro de columnas son iguales estadísticamente (Tukey 0.05). Control químico y mecánico de maleza en soya de temporal ocasionó toxicidad a la planta de soya, cuyos síntomas consistieron en clorosis en algunas de las hojas más viejas, con presencia de pequeñas áreas necróticas y una ligera reducción en la altura y el vigor. A los 15 DDA, la toxicidad promedio fue de 28%, la cual se redujo a 10% a los 30 DDA, para desaparecer completamente a los 45 DDA, sin que se afectara el rendimiento. Al respecto, existe reporte (LSU, 2005) de que las condiciones cálido húmedas son propicias para la toxicidad por fomesafén en soya. El número de vainas por planta en los dos tratamientos de pendimetalina se redujo significativamente en comparación con los demás tratamientos de control químico y mecánico, y fue estadísticamente similar al testigo sin control (Cuadro 4). El mayor rendimiento de grano se obtuvo con imazethapyr a 75 g ha-1 y fue estadísticamente similar al obtenido con ambas dosis de clomazone, clomazone seguido de bentazón, pendimetalina seguida de bentazón, imazethapyr a 100 g ha-1, fluazifop butil + fomesafén y con dos deshierbes mecánicos. Se observó un bajo rendimiento de grano con pendimetalina a 1188 y 1386 g ha-1 y con un deshierbe mecánico, que fue estadísticamente similar al del testigo sin control (Cuadro 4). 357 Lo anterior es explicable, pues la pendimetalina no controló a la maleza dominante. Por otra parte, se observó que un solo deshierbe mecánico no fue suficiente para controlar la maleza, lo cual redujo el rendimiento de soya, como lo indicaron Esqueda et al. (1997). En general, se encontró diferencia en el espectro de los tratamientos para el control de maleza como se describe a continuación: en preemergencia fue suficiente con aplicar clomazone; mientras que con pendimetalina se necesitó realizar una aplicación posterior de bentazón; el imazethapyr fue eficiente para controlar las especies de hoja ancha, aunque su efectividad en zacates fue regular. También se corroboró que para el método de control mecánico, es mejor realizar dos deshierbes que uno. Los tratamientos herbicidas con diferente modo de acción, permiten hacer rotaciones a fin de reducir el riesgo de aparición de biotipos resistentes, lo cual puede alternarse con deshierbes mecánicos. De acuerdo a los resultados obtenidos, se concluye que: 1) el clomazone en dosis de 480 g ha-1 e imazethapyr con 75 g ha-1 proporcionaron control eficiente de maleza, excepto para coquillo; además, fueron herbicidas altamente selectivos a la variedad Huasteca 200, 2) la pendimetalina requiere de Cuadro 4. Efecto de los tratamientos en el número de vainas y el rendimiento de grano. Tratamiento Rendimiento (kg ha-1) Clomazone (480)† 97.2 a‡ 3007.5 ab Clomazone (720) 116.6 a 3359.5 a Clomazone/bentazón (480/960) 109.6 a 3288.0 a Pendimetalina (1188) 66.9 b 1585.0 cd Pendimetalina (1386) 68.1 b 1158.3 d Pendimetalina/bentazón (1188/960) 108.3 a 2751.3 abc Imazethapyr (75) 111.8 a 3782.0 a Imazethapyr (100) 102.3 a 3144.5 ab Fluazifop butil + fomesafén (125 + 250) 110.7 a 2762.5 ab Deshierbe mecánico 15 DDE 105.2 a 2018.3 bcd Deshierbe mecánico 15 y 30 DDE 112.1 a 2703.5 abc Testigo sin control † Vainas/planta 59.1 b Cifras entre paréntesis (g ha-1); ‡ Valores con la misma letra dentro de columnas son iguales estadísticamente (Tukey 0.05). 1128.5 d 358 Agric. Téc. Méx. Vol. 32 Núm. 3 Septiembre - Diciembre 2006 una aplicación complementaria de bentazón para lograr el control efectivo de maleza, 3) la mezcla de fluazifop butil + fomesafén tuvo buen control de maleza, pero ocasionó toxicidad temporal a la soya, 4) el deficiente control de la especie dominante por la pendimetalina ocasionó una reducción significativa en el rendimiento de grano en compraración con el resto de los tratamientos químicos y 5) la soya requirió de dos deshierbes mecánicos para alcanzar un rendimiento de grano similar a los mejores tratamientos de herbicidas. LITERATURA CITADA Esqueda E., V. A.; Durán P., A.; López S., E. y Cano R., O. 1997. Efecto de la competencia y de la época de limpia de la maleza en soya Glycine max (L.) Merr. de temporal en el centro de Veracruz. Agric. Téc. Méx. 23(1):27-40. Esqueda E., V. A.; López G., V. O. y López S., E. 1999. Control de maleza en soya Glycine max (L.) Merr. de temporal con herbicidas. Agric. Téc. Méx. 25(1):41-51. Eyherabide, J. 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