TEMA 3 Intento de construcción de un Estado democrático 1

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TEMA 3
Intento de construcción de un Estado democrático
1.- ANTECEDENTES de la Revolución
. Resistencia de la Corona a perder su poder, lo que puso en su contra a amplios grupos sociales.
. Varios sectores, al no alcanzan el gobierno democráticamente, recurren a los
pronunciamientos.
. Las sublevaciones (como la del Cuartel de San Gil), causaron represiones; que motivan la
firma del Pacto de Ostende (agosto de 1866) entre progresistas (que desean acabar con los
Borbones) y demócratas (que quieren acabar con la Monarquía). En 1867 se les unen los
unionistas (Serrano).
1.1.- Factores Políticos:
. La última etapa isabelina de Gobierno de unionistas y moderados (con retroceso de los
progresistas).
. Oposición política de los no dinásticos: carlistas y demócratas (éstos apoyan la soberanía
popular).
. Aislamiento de la Monarquía: sólo le apoya la alta burguesía, la nobleza y algunos militares.
Además, desaparecen los que la apoyaban (como Narváez y O´Donnell).
. En el verano de 1868 se unen para destronarla los progresistas, demócrata y unionistas.
1.2.- Factores sociales
. Los consumos (aprobados en 1845): impuestos indirectos sobre artículos de 1ª necesidad. Era
muy impopular, pero los liberales lo mantienen porque con él consiguen importantes ingresos…
. Las quintas (contribución de sangre): servicio militar del que sólo se libraban con dinero (los
ricos…).
Lo anterior influyó en las revueltas del s. XIX y en el Pacto de Ostende.
1.3.- Factores económicos
. Crisis de Subsistencia: a partir de 1866 hubo malas cosechas, por lo que escasea el trigo y
sube su precio. La situación fue peor en el Centro que en la Costa (donde hay pesca y
comercio externo). Eso dará lugar al Hambre en muchas zonas (como sucedió en el invierno de
1868).
. Crisis financiera: sobre todo en el ferrocarril (con más gastos que ingresos…).
. Crisis bancaria: por lo anterior y otras causas.
. Desempleo: por la crisis y finalización de las obras de líneas férreas.
. Crisis en el sector textil: falta de apoyo, desfase y competencia inglesa, falta de algodón, etc.
2.- LA REVOLUCIÓN DE 1868 (“La Gloriosa”)
. La última revolución que lidera la burguesía, con la intención (como antes) de gobernar con un
golpe de estado. Pero el apoyo popular hizo que adquiera tintes revolucionarios. No sólo querían
derrocar a la Reina, sino introducir reformas para modernizar el sistema liberal, hacerlo más
democrático (eliminar el sufragio censitario, participar las clases populares, etc.). Los objetivos
eran:
- Lograr el respeto de los derechos ciudadanos.
- Reconocer la soberanía nacional.
- Constituir unas Cortes constituyentes, elegidas mediante sufragio universal.
Manuel Alcayde Mengual
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Por eso, este movimiento era distinto de los anteriores. Además, los protagonistas eran dobles y
antagónicos: la burguesía pretendía acabar con los obstáculos que impedían la modernización
del sistema capitalista, y las clases populares querían transformar las estructuras de la propiedad
agraria (que no se arreglaron con las desamortizaciones).
Así pues, “La Gloriosa” comienza con el típico pronunciamiento militar, apoyado por la
burguesía. Pero, al intervenir activamente el pueblo, se convierte en revolución. Tendrá grandes
repercusiones.
2.1.-Triunfo de la revolución
Prim, militar progresista de gran prestigio, fue elegido jefe del Comité Revolucionario en
Ostende.
La revolución comenzó en Cádiz, cuna del liberalismo español, al pronunciarse el cuerpo de
marina (dirigido por el almirante Topete) el 17-IX-1868. Fue un triunfo fácil y sin sangre.
Regresa Prim del exilio y se constituye la primera Junta Revolucionaria.
Se forma otra en Sevilla, que formula los principios revolucionarios: sufragio universal,
libertad absoluta de imprenta, abolición de la pena de muerte, abolición de las quintas, supresión
del impuesto de consumo, elección de Cortes que hicieran una Constitución, etc.
Desde Madrid envían un ejército (al mando de Novaliches) para defender a la Reina, pero son
derrotados por Serrano en Alcolea. Isabel se exilia desde San Sebastián a Francia.
2.2.- El Gobierno Provisional y las Juntas Revolucionarias
Las Juntas Revolucionarias surgieron por toda la geografía nacional. Defendían un programa
más radical que el del Comité Revolucionario (predominaban los demócratas). Una de sus
medidas fue la de armar al pueblo y crear grupos de defensa civil parecidos a la antigua Milicia
Nacional (Voluntarios de la Libertad).
A veces (como en Madrid) se formaron dos Juntas: una integrada por unionistas y progresistas,
y otra por demócratas; que acabaron uniéndose para formar un Gobierno Provisional, en el que
aparecen figuras como Prim, Ruiz Zorrilla y Sagasta. Su primer trabajo fue convencer a las Juntas
de que se disolviesen, a cambio de dar satisfacción a sus peticiones e integrar a sus miembros
significativos en la administración.
Después, Prim disuelve los grupos de defensa civil. Lo que fue tomado por los campesinos
andaluces como una maniobra contra la revolución social pretendida, dando lugar a
levantamientos.
En lo económico, se normaliza el sistema monetario con el establecimiento de la peseta para
todo el territorio nacional, se abolió el derecho de puerta y se estudiaron medidas de corte
librecambista y otras para mitigar el paro, subvencionando a los Ayuntamientos que contratasen
jornaleros.
Después, el Gobierno Provisional publica el Manifiesto de la Nación, que recoge las medidas
demandadas por las Juntas (menos la abolición de quintas). Se disolvieron casi todas, algunas
como la de Barcelona se resistieron, iniciando los conflictos entre periferia y Gobierno Central.
• Las fuerzas políticas en este período se reestructuraron en torno a cuatro bloques:
- La extrema derecha: los carlistas, tras la renuncia de don Juan en Carlos VII, aceptan el
juego parlamentario momentáneamente, con lo que se incorporan al sistema.
- La derecha: aglutinada en torno a los moderados, se aprovecha del uso de la libertad de
prensa para demandar el regreso de Isabel II, con apoyos de la grandeza de España y grandes
latifundistas.
- En el centro se situaba la tendencia monárquico-demócratica, que integran las fuerzas
firmantes del Pacto de Ostende: progresistas, unionistas y algunos demócratas que aceptan la
monarquía.
- A la izquierda quedaba situado el Partido Republicano Federal, una facción distanciada de
los demócratas (los que se oponían a la monarquía).
Manuel Alcayde Mengual
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2.3.- Inicio de los problemas coloniales
A la vez que los sucesos anteriores, se producen movimientos independentistas en Cuba y
Puerto Rico. En la primera, tras el "Grito de Yara" lanzado por el criollo Manuel Céspedes,
pretendían crear una república independiente con el apoyo de una guerrilla, de los esclavos, de
plantadores, etc.
El origen estuvo en el brutal sometimiento político y económico que ejercía España. En el plano
social, las desigualdades eran enormes, ya que debido a los intereses de los terratenientes, la
esclavitud era legal. Además estaban las intrigas de USA, muy interesados en la isla, cuyo control
económico pretendían. De nada servían las promesas del Gobierno Provisional (Prim), ofreciendo
mejoras políticas por la vía del diálogo: incluso se llegó a proponer el traspaso de la isla a EEUU.
El conflicto se radicalizó, originando la “Guerra Larga”, en la que los insurrectos, apoyados por
los norteamericanos, fueron incapaces de vencer a las tropas españolas. En 1878 se firma la “Paz
de Zanjón”, que no sería más que una tregua transitoria en el conflicto.
3.- DEL GOBIERNO PROVISIONAL A LA MONARQUÍA DEMOCRÁTICA
El Gobierno Provisional presidido por Serrano convocó Cortes Constituyentes, con triunfo del
sector monárquico democrático, lo que parecía significar una cierta estabilidad para afrontar la
difícil situación. Pero había demasiados problemas:
• Sociales: derivados de la crisis agrícola y el paro existente, así como la no eliminación de las
quintas (que se mantienen debido a dos guerras: la de Cuba y la Carlista, que se reinicia con la
llegada de Amadeo I). Además, el Impuesto de Consumo se sustituye por otro peor: el de
Capitación, impopular e insolidario, pero necesario por la delicada situación de Hacienda.
• Económicos: destacan los enfrentamientos entre el Gobierno (librecambista) y los industriales
catalanes (partidarios del proteccionismo).
• Políticos: sobresalen las citadas guerras Carlista y de Cuba, el asesinato de Prim, la escisión
del partido Progresista, la consolidación del partido Republicano y la actitud de Amadeo I.
3.1.- El Período Constituyente
Recibe este nombre porque fue el encargado de elaborar una Constitución.
- El mayor logro de la Revolución del 68 fue el establecimiento del sufragio universal, con el
que se eligieron unas Cortes que redactaron la Constitución de 1869. En este período, el general
Serrano fue nombrado regente hasta llegar a un consenso para ocupar la Corona (ya que en los
comicios venció la coalición monárquica-demócrata: progresistas, unionistas y demócratas
monárquicos).
- La libertad de culto y la disolución de la Compañía de Jesús (con incautación de bienes y
expulsión) molestó a los sectores más conservadores del país. Además, el acoso a la Iglesia
culminó con la derogación del Fuero Eclesiástico (beneficios que la Iglesia obtenía del Estado
desde 1851).
3.2.- La Constitución de 1869
 Fue la primera constitución española verdaderamente democrática pues, además de reflejar la
soberanía popular (era el pueblo quien elegía al monarca y limitaba sus poderes), reconocía
derechos fundamentales como el de reunión, asociación e inviolabilidad de correspondencia.
 Se establecía también la libertad religiosa, reconociendo la práctica de otras religiones.
 Así mismo, contemplaba la descentralización estatal.
 Establecía la monarquía constitucional, con soberanía popular y división de poderes:
. El legislativo era bicameral (Congreso y Senado), elegido por sufragio universal (masculino y
directo): el nº de diputados por provincia era proporcional al nº de sus habitantes, pero cada
provincia tenía un nº fijo de 4 senadores (varones > 40 años: con recursos, cargos y titulación).
. El poder judicial gozaba de total independencia. Incorporó los Jurados para delitos políticos
(para garantizar las libertades y derechos) y mantuvo la pena de muerte (limitada a casos
concretos).
Manuel Alcayde Mengual
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. El ejecutivo lo tenía el Rey (era el jefe del Estado), pues los ministros gobernaban en su
nombre. El monarca podía disolver las Cámaras (sólo una vez en cada legislatura) y
sancionaba las leyes.
 El gobierno local quedaba en manos de los Ayuntamientos democráticos, encargados además- de la instrucción pública primaria, obligatoria desde 1857.
3.3.- La Regencia de Serrano
Según la Constitución, Serrano fue nombrado Regente y Prim Jefe del Gobierno (y ministro de
Guerra).
Buscan un monarca que encaje con la Constitución. Tarea que fue difícil, pues unos renuncian y
otros son rechazados por las Cortes. Hasta dar con Amadeo de Saboya.
Durante este período se llevó a cabo una intensa labor legislativa, para acomodar las leyes a la
nueva Constitución: se aprobó un nuevo Código Penal (más humanitario), se legalizó el
matrimonio civil, la Ley Orgánica del Poder Judicial y se creó el Registro Civil.
3.4.- La Monarquía Democrática de Amadeo I
Fue elegido porque no había otro. Y, aunque era correcto y neutral políticamente, nadie le
apoyaba (el único que lo hizo, Prim, fue asesinado):
. La Iglesia porque, durante la unificación italiana, la casa de Saboya mantuvo una postura
anticlerical. Preferían, igual que la aristocracia y parte del ejército, al hijo de Isabel II: Alfonso.
La nobleza latifundista se le oponía porque los principios democráticos del régimen podían
derivar hacia el socialismo y la disolución del orden tradicional (deseaban la vuelta al
liberalismo doctrinario que, con el voto censitario, alejase las probabilidades de cualquier
revolución).
. La burguesía, sobre todo la catalana, se distanció del régimen descontenta con la política
librecambista, retirando incluso el apoyo financiero a Amadeo y optando por Alfonso XII.
. La monarquía democrática fue atacada incluso por las clases populares. Así como por los
demócratas y por los republicanos. Y no digamos por las fuerzas obreras, agrupadas en la
Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), controlada por los anarquistas.
. El resto de partidos (unionistas, progresistas -que desaparece-, etc.) estaban divididos y
Amadeo no fue capaz de agruparlos. La coalición y los gobiernos se desunieron unos tras
otros. Sagasta y Serrano se suceden en el gobierno, hasta que el estallido de la nueva guerra
carlista y los problemas de orden público llevan a Serrano a pedir al rey la suspensión de las
garantías constitucionales (libertades). La negativa de Amadeo originó la dimisión de Serrano;
sustituido por Ruiz Zorrilla, que ganó las nuevas elecciones con el Partido Radical (nueva
facción escindida de los progresistas).
El final del reinado tuvo su origen en la insubordinación de los oficiales de Artillería: Zorrilla
presentó un decreto al rey para disolver dicho cuerpo, pero eso conllevaba un doble problema
para Amadeo: si firmaba, se enemistaba con los militares; y, si no lo hacía, con los escasos
políticos que le eran fieles. De modo que presentó su renuncia en febrero de 1873.
3.5.- La Guerra carlista
Sería el último intento de los sectores tradicionalistas para hacerse con el trono. La caída de
Isabel II renovó las esperanzas del carlismo, un movimiento que 30 años después de la 1ª guerra
aún tenía adeptos. Durante la etapa de Amadeo, con la esperanza de alcanzar el poder sin la
ayuda de las armas, actúa dentro del marco constitucional. En mayo de 1872, aprovechando al
creciente impopularidad de Amadeo I y las actuaciones del gobierno contra los intereses de la
Iglesia, se reinicia la Guerra y entra en España Carlos VII; pero los carlistas son derrotados y don
Carlos tuvo que refugiarse en Francia.
Cuando llegó la República, la Guerra se recrudeció en el Maestrazgo y Vascongada. En 1873
regresa don Carlos y toman Estella, ciudad que convirtieron en capital de un pretendido Estado
Carlista. Después pretenden tomar Bilbao, para ganar prestigio y reconocimiento de las potencias
extranjeras; pero, tras meses de asedio, las tropas de Serrano les obligan a levantar el cerco.
Incapaces de tomar otras ciudades y tras la proclamación de Alfonso XII, su causa perdió el apoyo
de sectores más conservadores. En 1876 serán expulsados a Francia, terminando el último
intento de los carlistas.
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4.- LA PRIMERA REPÚBLICA
Tras la abdicación de Amadeo, Congreso y Senado (en contra de lo que dictaba la Constitución)
se constituyen en Asamblea Nacional y asumen la soberanía. Tras el fracaso anterior, los
monárquicos no tienen más remedio que entregar el poder a los republicanos (cuando menos lo
esperaban).
. Hay, pues, un cambio sociopolítico: por primera vez en la historia de España, el poder civil se
impone al Ejército y a la Iglesia. Además, quieren descentralizar España y apoyar el federalismo.
. Las clases populares tuvieron cierto protagonismo. Pero su idea de la República era más social
que política (asociada al mito del “reparto”). El extremismo anarquista dio lugar al cantonalismo.
. Los republicanos se dividieron: los que pretendían instituir una República Federal por la vía
revolucionaria, y los que querían hacerlo por la democrática. Esta lucha acabó por desprestigiarles
y destruir el sistema. Además, el peligro de disolución social empujo a la República hacia posturas
conservadoras (pues la burguesía estaba asustada: agitación, caos, inseguridad, cantones...).
4.1.- Hacia la República Federal
Llenó el vacío de poder existente, pero continuaban los graves problemas: crisis de Hacienda, la
guerra carlista, un ejército inclinado hacia posiciones moderadas, el problema agrario, la falta de
apoyo internacional (sólo fue reconocida por Suiza y Estados Unidos) y la creciente radicalización
de la lucha social. Por eso, aumentó el temor de las clases propietarias a una posible revolución:
en Madrid, la burguesía llegó a organizarse para defenderse del populacho (“Cuerpo de vecinos
honrados”), muchos huyeron y numerosos inversores sacaron sus capitales del país. Conozcamos
el proceso cronológico e ideológico que tuvo lugar:
• Como decíamos, tras la dimisión de Amadeo, el 11 de febrero de 1873, el Congreso y Senado
constituidos en Asamblea Nacional asumen la soberanía y proclaman la República. Figueras
fue elegido primer presidente, ayudado por un gabinete de republicanos en coalición (Pi i
Margall, Castelar, Salmerón, etc.).
Pero, además de los problemas ya señalados, existía una gran incongruencia: una República
bajo una Constitución monárquica. Por eso, urgía convocar Elecciones Constituyentes, que
elaboraran una nueva Constitución.
Toman la iniciativa un grupo de republicanos radicales, que se enfrentan al poder y anteponen
los intereses de su partido a los nacionales, intentando sublevarse; siendo frenados por el Ministro
de la Gobernación, Pi y Margall. Entonces, los republicanos federales se quedan solos y adoptan
medidas populares que no había adoptado la monarquía democrática: la concesión de una
amnistía, supresión de los consumos y la desaparición de las quintas (pero nunca serán puestas
en práctica…).
En mayo de 1873 se celebran esas Elecciones a Cortes, con el objetivo de elaborar una
estructura federal del Estado (pues eran los que mandaban…). Sin embargo, la abstención fue
mayoritaria: por el retraimiento de los partidos tradicionales (los alfonsinos de Cánovas,
constitucionalistas de Sagasta y radicales de Ruiz Zorrilla), el rechazo a la participación política de
los anarquistas, e incluso del pueblo (desanimado por la no aplicación de medidas sociales
concretas).
• Vencen pues los federalistas y, reunidas las Cortes en junio, se proclama la República
Federal. Figueras abandona el poder y nombran presidente a Pi i Margall.
En este breve período se redacta el proyecto de la Constitución Federal de 1873, precipitada e
innovadora: soberanía popular (la 1ª que lo menciona claramente), gran independencia del Poder
Judicial, intenta solucionar el problema colonial con la asimilación de Cuba y Puerto Rico como
estados de la nación española y la regulación de otros enclaves coloniales, pretende conformar
una estructura territorial integrada por 17 estados federados (algunos se correspondían con los
viejos territorios históricos, como Cataluña y Extremadura, mientras que se establecen otros con
criterios menos claros; pero se trataba de liquidar la estructura centralista impuesta por los
moderados y dar paso a un sistema descentralizado y democrático), y presentaba incluso un
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cuarto poder denominado “poder de relación” (reservaba al presidente de la República las
facultades de nombrar al jefe del poder ejecutivo, como si de un monarca constitucional se
tratara).
Pero, en contra de lo que cabría esperar, en lugar de pacificación creció la inestabilidad:
- Los federalistas insisten en sus objetivos y surge el levantamiento cantonal (sobre todo en
Cartagena, en el mes de julio, y en otros lugares de la costa mediterránea), que se niega a
reprimir Pi i Margall (porque era federalista). Además, los obreros apoyan este movimiento,
especialmente el sector anarquista (aunque no tanto como se ha escrito); por lo que se convierte
en un problema político-social, con marcado tinte popular y revolucionario.
- No se solucionan los problemas sociales.
- Se hizo más intensa la guerra carlista, que se extiende a Cataluña.
- En un mes tuvo que formar tres gobiernos
Debido al cariz de la situación, por las causas señaladas y ante la necesidad de controlar tan
graves problemas, se produce un giro del régimen hacia la derecha.
4.2.- El giro de la República hacia la derecha
• Renuncia, pues, Pi y Margall; y la única salida que le queda a la República es la de controlar el
orden público. Tras la elección de Salmerón como presidente el 18 de julio, éste encargó a los
generales Pavía y Martínez Campos la pacificación del área andaluza y levantina,
Paradójicamente, el ejército que había pretendió marginar se convertía de nuevo en el
instrumento de su salvación.
De 1873 a 1874, los cantones fueron cayendo; a la vez que la República perdía atractivo para
las clases populares y lo ganaba para los sectores burgueses y financieros, que veían cómo se
alejaba el peligro revolucionario. Como consecuencia de esta contradicción entre libertad y
autoridad, dimite Salmerón, que se negó a firmar penas de muerte consideradas imprescindibles
para mantener el orden.
• Se hace cargo de la presidencia Castelar en septiembre; y, con el giro definitivo hacia la
derecha, se revistió de poderes extraordinarios que le permitieran suspender las Cortes y
recortar las libertades. Esta posición provocó la aparición de dos posturas: por un lado los
intransigentes, mayoritarios en las Cortes, que querían que la República se orientara hacia la
izquierda; y, por otro, los antiguos radicales, partidarios de estabilizar la situación como única
salida del régimen.
4.3.- El fin de la República
Cuando Castelar fue derrotado por una moción de los intransigentes, el general Pavía (partidario
de los segundos), se apresuró a disolver las Cortes, poniendo fin a una República (3 de enero de
1874) que nunca tuvo legitimidad constitucional. Y prosigue la precariedad institucional…
Tras esto, Pavía entregó el poder a un grupo de políticos participantes en la Revolución de 1868
y que había destacado por su protagonismo durante la primera fase del Sexenio. Conceden la
presidencia a Serrano y se nombró un gobierno integrado por antiguos monárquicos, ante la
negativa de los republicanos de Castelar a colaborar con Serrano. Tampoco Cánovas, partidario
de Alfonso XII le apoya; al igual que las clases conservadoras, que también se inclinan por el
futuro rey. A lo largo de 1874, estos sectores conspiran a favor de la Restauración:
terratenientes, banqueros y muchos políticos están convencidos de que sólo una reorientación
autoritaria salvaguardaría sus intereses.
Mientras, Serrano refuerza el orden público: disuelve la AIT, acaba con el problema cantonal,
con la Guerra Carlista (en la que participa personalmente) y refuerza el aparato militar. Aunque no
logra estabilizar su régimen autoritario; de modo que, a finales de 1874, la totalidad de la clase
política pensaba en la Restauración: aunque se dudaba de la vía a seguir, si la militar o la civil.
Cánovas se inclinaba por la civil, o acción política. Pero los acontecimientos se precipitan al
pronunciarse Martínez Campos en Sagunto a favor de la monarquía. El gobierno de Madrid, al
comprobar que el nuevo movimiento contaba con el apoyo de los militares, no opuso resistencia y
se consumaba la Restauración.
Manuel Alcayde Mengual
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