Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. (Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2009; 56: 565-568) CASO CLÍNICO Desarrollo de síndrome de hiperestimulación ovárica grave tras la administración exógena de gonadotropina coriónica humana O. Aznar Millán*, R. Ramos Aparici**, J. Campos Pérez**, M. Vila Sánchez*** Servicio Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor. Hospital General de Castellón. Castellón de la Plana. Resumen El síndrome de hiperestimulación ovárica grave es una entidad clínica que puede ocurrir tras la administración de gonadotropina coriónica humana, utilizada para inducir la ovulación en las pautas de estimulación ovárica de la fecundación in vitro. Presentamos el caso de una mujer de 27 años, que tras recibir tratamiento con gonadotropina y ser sometida a fertilización in vitro consiguiendo gestación, presentó un cuadro clínico de dolor abdominal, ascitis, edemas en miembros inferiores, disnea, derrame pleural bilateral y síndrome de distrés respiratorio del adulto. La paciente precisó ingreso en la unidad de cuidados intensivos y ventilación mecánica, así como la realización de legrado uterino para frenar la progresión del cuadro. Palabras clave: Anestesia obstétrica. Complicaciones. Síndrome de hiperestimulación ovárica. Introducción El síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) representa una de las complicaciones más graves que puede aparecer en las mujeres que son estimuladas con gonadotrofina coriónica humana (hCG) en las pautas de estimulación ovárica de la fertilización in vitro (FIV). La hCG se administra para inducir la ovulación pero, en ocasiones, puede producir una respuesta excesiva del ovario que desencadena una respuesta inflamatoria sistémica con aumento de la permeabilidad capilar, provocando la aparición de síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA), ascitis y edemas por retención masiva de fluidos en un tercer espacio. Presentamos un caso de SHO grave con desarrollo de SDRA. Se discute las pautas terapéuticas, especial*Médico Interno Residente. **Médico Adjunto. ***Jefe del Servicio. Correspondencia: Olga Aznar Millán Plaza Mar Egeo, nº7, 2ºF. 12006 Castellón de la Plana. E-mail: [email protected]. Aceptado para su publicación en noviembre de 2009. 47 Severe ovarian hyperstimulation syndrome after exogenous administration of human chorionic gonadotropin Summary Severe ovarian hyperstimulation syndrome can occur after administration of human chorionic gonadotropin used to induce ovulation in the context of in-vitro fertilization protocols. We report the case of a 27-yearold woman who had received gonadotropin treatment. In-vitro fertilization was successful but she developed abdominal pain, ascites, lower limb edema, dyspnea, bilateral pleural effusion, and adult respiratory distress syndrome. The patient was admitted to the intensive care unit, where mechanical ventilation was started. Uterine dilatation and curettage was required to halt the process. Key words: Obstetric anesthesia. Complications. Ovarian hyperstimulation syndrome. mente la interrupción quirúrgica urgente del embarazo ante la imposibilidad de frenar la progresión del cuadro clínico con tratamiento médico. Caso clínico Mujer de 27 años, 60 kg de peso y 162 cm de altura, con antecedentes de serología positiva para virus de la hepatitis C y un aborto espontáneo. Tras someterse a proceso de FIV con transferencia embrionaria consiguió gestación, desarrollando en el curso de 10 días un cuadro clínico de dolor abdominal, náuseas, vómitos y mareo. La paciente fue ingresada con el diagnóstico de SHO moderado en el hospital, pero tras una semana pidió el alta voluntaria. Doce días después del alta, acudió a urgencias de nuestro hospital por dificultad respiratoria progresiva y dolor abdominal intenso con aumento del perímetro abdominal y disminución de la diuresis. No aportaba ningún informe de su reciente ingreso. Con la sospecha diagnóstica de SHO ingresó en la Unidad de Ginecología. La ecografía al ingreso mostró anexos hiperestimulados de más de 20 cm de diámetro, útero con saco gestacional, feto con latido cardiaco positivo (6 semanas) y ascitis. Se instauró tratamiento que consistió en fluidoterapia, infusión de seroalbúmina, heparina de bajo peso molecular a dosis profiláctica, analgésicos, progesterona 565 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 56, Núm. 9, 2009 vaginal y monitorización del peso y diuresis diario. A los 3 días se realizó paracentesis evacuadora por mala tolerancia clínica, obteniendo 1.500 ml de líquido ascítico. Durante los días sucesivos continuó el empeoramiento clínico con gran distensión abdominal, disnea en reposo y edemas en los miembros inferiores. A los 13 días de su ingreso, precisó traslado a UCI, destacando presión arterial (PA) 150/85 mmHg, frecuencia cardiaca (FC) 135 latidos por minuto (lpm), saturación de oxígeno por pulsioximetría (SpO2) con FiO2 50% de 92%, frecuencia respiratoria de 32 respiraciones por minuto. En la auscultación pulmonar se detectó hipoventilación bibasal con crepitantes finos en los campos superiores. El hemograma mostraba leucocitosis 14.590/μl, y 90% de neutrófilos, 809.000 plaquetas por μl, hemoglobina 7,3 g/dl, hematocrito 21,7% y dímero D 1300. La función renal estaba conservada, con creatinina 0,9 mg/dl y urea 30 mg/dl. La gasometría arterial con FiO2 50% dió los siguientes resultados pH 7,35, pO2 189 mmHg, pCO2 33,7 mmHg, HCO 2- 18,2 mmHg, EB -6,2 MEq/L. Las cifras máximas detectadas de β-hCG fueron de 405 UI/L. Una radiografía del tórax mostró un infiltrado alveolar bilateral compatible con SDRA. Se inició ventilación mecánica no invasiva en modo CPAP con FiO2 60% y PEEP +10 cmH2O. Se transfundieron 2 unidades de concentrado de hematíes por un descenso progresivo del hematocrito. A pesar de estas medidas, persistió la mala evolución en las siguientes horas, precisando intubación orotraqueal y ventilación mecánica. La intubación fue de secuencia rápida con propofol, succinilcolina y maniobra de Sellick. La sedación se mantuvo con perfusión de propofol. Ante el evidente fracaso del tratamiento conservador, a las 5 horas del ingreso en UCI, se decidió la interrupción terapéutica del embarazo, siendo trasladada al quirófano para proceder al legrado uterino evacuador. A su entrada en quirófano la SpO2 era de 75% con FiO2 al 100% y PEEP de 5 cmH2O, que se consiguió aumentar al 97% colocando a la paciente en posición de anti-Trendelenburg, ya que la gran distensión abdominal dificultaba la ventilación correcta de la paciente. La PA era de 130/80 mmHg, la FC de 125 lpm, PVC de 19 con PEEP +5 cmH2O y la diuresis previa de 50 ml/h. La monitorización intraoperatoria consistió en ECG, FC, SpO2, presión arterial invasiva (arteria femoral) y presión venosa central. Durante la intervención presentó inestabilidad hemodinámica con tendencia a la hipotensión, precisando aporte de coloides y soporte vasoactivo con noradrenalina iv en dosis promedio de 0,4 μg/kg/min con buena respuesta. La anestesia se mantuvo con sevoflurano. Tras la intervención, que duró unos 10 minutos, fue trasladada de nuevo a la UCI. En ella se mantuvo el tratamiento para el SHO, aunque se añadió furosemida y espironolactona para forzar balances hídricos negativos. A las 24 horas del legrado, cuando la hCG endógena todavía no había descendido significativamente, presentó un nuevo empeoramiento clínico con deterioro del intercambio gaseoso y de la hemodinámica. Se realizó TC abdominopélvica que objetivó gran derrame pleural bilateral y múltiples condensaciones bilaterales con broncograma aéreo más afectación intersticial, exploración sugestiva de SDRA. Asi566 mismo presentaba abundante líquido libre abdominal y múltiples quistes foliculares de gran tamaño, con la sospecha de rotura de un quiste folicular (Figs. 1 y 2). Se realizó drenaje pleural bilateral, extrayendo un total de 200 ml de líquido de aspecto seroso, así como una nueva paracentesis, obteniendo 1.900 ml de líquido similar. A los 6 días de estancia en UCI se consiguió la estabilización del cuadro respiratorio y hemodinámico, por lo que pudo retirarse el apoyo vasoactivo y desconectarse de la ventilación mecánica. A los 15 días del legrado se procedió al alta a su domicilio con buen estado general, eupneica sin necesidad de oxigenoterapia, abdomen discretamente distendido y sin edemas en los miembros inferiores. Todos los parámetros analíticos se encontraban dentro de la normalidad. En la espirometría destacaba patrón ventilatorio restrictivo moderado con FVC 1,96l L (58%), FEV1 1,75l L (62%), FEV1/FVC 90% y DLCO 34%. A los dos meses se resolvió totalmente. Discusión El SHO es una entidad clínica que en la actualidad sigue encerrando incógnitas que no han sido completamente dilucidadas. Por una parte, aparece principalmente como consecuencia de las pautas de estimulación ovárica utilizadas para las técnicas de FIV, siendo por tanto un síndrome de relativamente reciente aparición, de menos de 30 años de historia. Por otra parte, a pesar de ser objeto de muchos estudios, sigue sin haberse aclarado por completo aspectos como etiología, fisiopatología o tratamiento específico. No obstante, la incidencia del SHO no deja de aumentar paralelamente al mayor volumen de técnicas de FIV. Actualmente su incidencia es de 0,6-14% de todos los ciclos de FIV con transferencia embrionaria3. La incidencia de la forma grave es sustancialmente menor, de 0,2 a 5% 1. Su mortalidad es de 1/45.000-50.000 pacientes2. Fig. 1. TC torácica en la que se observa derrame pleural bilateral y condensaciones bilaterales con broncograma aéreo con afectación intersticial sugestiva de SDRA. 48 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. O. AZNAR MILLÁN ET AL– Desarrollo de síndrome de hiperestimulación ovárica grave tras la administración exógena de gonadotropina coriónica humana Fig. 2. TC abdominal en la que se observa líquido libre abdominal así como imágenes nodulares de contenido homogéneo compatibles con quistes foliculares. No es un cuadro limitado al área ginecológica, ya que se produce una respuesta inflamatoria sistémica. Además, en el transcurso del cuadro se puede requerir cirugía urgente, como en el caso clínico que nos ocupa, todo ello en el contexto de una paciente con posibles alteraciones renales, respiratorias, hemodinámicas, etc. En cuanto a la patogenia, parece claro que la permeabilidad capilar aumentada consecuencia de la liberación de mediadores inflamatorios es la responsable del cuadro clínico del SHO. La hCG exógena produce luteinización folicular masiva con liberación de mediadores inflamatorios intraováricos. Se han implicado distintos mediadores, principalmente citocinas como interleukina-6, interleukina-8, factor de necrosis tumoral α y factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), siendo este último el mediador más aceptado como principal responsable del efecto de la hCG sobre el endotelio, causando así las alteraciones vasculares del síndrome. El VEGF es una glicoproteína vasoactiva que estimula la proliferación de las células endoteliales y la angiogénesis. Asimismo, es un potente estimulador de la permeabilidad vascular (1.000 veces más que la histamina) y de la inflamación3. Los mediadores inflamatorios activan una respuesta inflamatoria sistémica, que aumenta la permeabilidad capilar a proteínas y produce extravasación de líquido fuera del espacio intravascular. Se genera así un tercer espacio masivo que conlleva la aparición de las complicaciones como ascitis, edemas en miembros inferiores y el SDRA, como ocurrió en el caso descrito. Al mismo tiempo, la extravasación de líquido conduce a hipovolemia y hemoconcentración, que a su vez puede presentar como complicación un estado de hipercoagulabilidad y una disminución de la perfusión renal con insuficiencia renal prerrenal4. 49 En la fisiopatología del daño pulmonar, existen dos mecanismos. Por una parte, el SDRA se origina por el aumento de la permeabilidad capilar a proteínas consecuencia de la respuesta inflamatoria sistémica. Por otra parte, el derrame pleural es consecuencia del paso de líquido ascítico a través de los hiatos o defectos diafragmáticos desde el abdomen al espacio pleural, debido al aumento de la presión abdominal consecuencia de la combinación de ascitis y múltiples quistes foliculares de gran tamaño. El diagnóstico se realiza sumando varios criterios, como los signos y síntomas clínicos, los hallazgos ecográficos y los hallazgos analíticos1, clasificados por Golan et al2. en tres estadios, leve, moderado y grave (Tabla 1)2. La evolución más frecuente del SHO es hacia la resolución clínica espontánea, que se facilita con la luteólisis y la menstruación, paralelamente a la disminución de hCG exógena residual. Sin embargo, si se produce el embarazo, no habrá un descenso de la hCG, ya que se está produciendo de manera endógena, y puede prolongar o empeorar el SHO inicial5. En el caso que nos ocupa, el embarazo empeoró un SHO en estadio moderado a un estadio grave. En cuanto a la clínica, los síntomas más tempranos pueden aparecer a las 48 horas siguientes a la administración de hCG y son náuseas, vómitos y dolor abdominal. Los síntomas relacionados con la ascitis aparecen una semana después de la administración de hCG. Las complicaciones más graves son hemorragia intraperitoneal o torsión anexial, ascitis a tensión, fenómenos tromboembólicos, insuficiencia renal aguda, disfunción hepática, SDRA y derrame pleural. El tratamiento del SHO es principalmente de soporte. Se basa en el manejo adecuado de fluidos, tromboprofilaxis, paracentesis evacuadoras y drenaje de derrame pleural si lo hubiese. En cuanto al manejo de fluidos, casi todos los autores coinciden en un tratamiento inicial con 1 litro de suero salino 0,9% intravenoso perfundido en una hora. Si la paciente presentara una apreciable excreción urinaria en respuesta al TABLA 1 Clasificación del síndrome de hiperestimulación ovárica según Golan2 Gravedad Grado Síntomas Leve I II Moderada III Grave IV V Distensión y molestias abdominales Grado 1 + náuseas, vómitos y/o diarrea. Ovarios de 5-12 cm Forma leve + Evidencia ecográfica de ascitis Forma moderada + Evidencia clínica de ascitis y/o hidrótorax o dificultad respiratoria Grado IV + hemoconcentración, coagulopatía, disminución de la perfusión renal 567 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 56, Núm. 9, 2009 bolo de fluido inicial (1 ml/kg en la hora tras dicho bolo), se inicia el protocolo de mantenimiento de fluido (ej. a un ritmo de infusión de cristaloides de 2 ml/Kg/hora) con evaluación de la excreción urinaria cada 4 horas y del Hto a las 4 horas del inicio de la hidratación. El volumen diario de soluciones cristaloides oscilará entre 1,5 y 3 litros1. Si la respuesta de excreción urinaria al bolo inicial de fluido es inadecuada, se inicia administración endovenosa con expansores del plasma con el fin de aumentar la presión oncótica intravascular y extraer así líquido del tercer espacio. Se emplea para ello una infusión lenta de albúmina para que la hemoconcentración no revierta rápidamente. Si aún así la diuresis es escasa y la PA está mantenida, puede administrarse furosemida1,5. Si el tratamiento médico fracasa, el tratamiento definitivo es la interrupción terapéutica del embarazo, con el objetivo de descender los niveles de hCG. El manejo del SHO grave debe ser agresivo y multidisciplinar incluyendo el tratamiento de cuidados críticos. Es importante que el anestesiólogo participe activamente en el manejo de este tipo de pacientes ante la más mínima sospecha de progresión a SHO grave. En cuanto al SDRA asociado al SHO, lo más importante es mantener un alto nivel de sospecha en aquellas pacientes con SHO moderado-grave para poder comenzar su tratamiento, el cual es similar al que se 568 realizaría si fuera debido a otras causas. No obstante, y teniendo en cuenta la fisiopatología del SHO en el que existe hipovolemia e hipoproteinemia, se debe mantener un control especialmente estricto en el manejo de fluidos. Como conclusión, debemos destacar que lo más frecuente en el SHO es que tenga un curso autolimitado, siendo infrecuente el desarrollo de graves complicaciones que precisen tratamiento quirúrgico urgente, sin embargo ante éstas debemos proceder a la detección precoz y tratamiento agresivo. BIBLIOGRAFÍA 1. Remohí J, Bellver J. Síndrome de hiperestimulación ovárica. Actualización Sociedad Española de Fertilidad. Vol 2-2. Junio 2004. Disponible en: http://www.sefertilidad.com/publicaciones/actualizaciones/documentos/vol2-2.com 2. Olivares R, Serra O. Síndrome de la hiperestimulación ovárica. En: Martín MC, ed. Medicina Crítica Práctica. Patología crítica en embarazo y postparto. Edikamed 2007:123-3. 3. Pau E, Alonso-Muriel I, Gomez R, Novella E, Ruiz A, Garcia-Velasco JA, Simon C, Pellicer A. Plasma levels of soluble vascular endothelial growth factor receptor-1 may determine the onset of early and late ovarian hyperstimulation syndrome. Human Reproduction. 2006; 21(6):1453-60. 4. Justice HM, Counselman FL. Ovarian hyperstimulation syndrome: an important complication of in vitro fertilization. Am J Emerg Med. 2007;26(1):115.e3-e4. 5. Mathur R, Sumaya W. Prevention and management of ovarian hyperstimulation syndrome. Obstet Gynaecol Reprod Med. 2008;18(1):1822. 50