2º PA Cuadernillo II -Trimestre II- 2015

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INSTITUTO NUESTRA SEÑORA DE FATIMA
HISTORIA Y GEOGRAFÍA
II AÑO PERITO AUXILIAR
TURNO NOCHE
II TRIMESTRE
CICLO LECTIVO 2015
Profesor: Osvaldo M. Castaldi.
PROGRAMA
UNIDAD I
− El Modo de Producción Feudal y la expansión Europea.
− Las civilizaciones americanas. Y la dominación española.
UNIDAD II
− Cambios en el sistema económico mundial.
UNIDAD III
− Antecedentes y desencadenantes de la revolución de mayo de 1810.
1
Pautas de trabajo
1.
El alumno debe concurrir a la clase con la carpeta y el material solicitado.
2.
La carpeta debe estar ordenada, completa, prolija y legible (se debe entender lo
que está escrito). Se visará y evaluará periódicamente.
3.
La ausencia en clase no justifica desconocer el tema del día ni tener incompletos
los trabajos y tareas asignadas.
4.
Los trabajos prácticos, guías de estudio, tareas y trabajos de investigación
deberán ser confeccionados y entregados en tiempo y forma; es decir, en la fecha
solicitada y con las características que correspondan a cada trabajo. El incumplimiento
significa una baja en la nota.
5.
El alumno debe respetar el ejercicio del derecho al estudio de sus compañeros.
Criterios de evaluación
1.
Se evaluará cotidianamente: la resolución de problemáticas en forma oral y
escrita; la adquisición de los contenidos de la materia; la participación en clase; el
cumplimiento de normas y consignas; el uso de técnicas grupales; análisis de textos; el
manejo del vocabulario y la ortografía.
2.
Las evaluaciones escritas, correspondientes a cada unidad o a la finalización de
un tema, serán avisadas con anticipación.
3.
El tema del día podrá ser evaluado en forma oral o escrita.
4.
Si durante la evaluación, el alumno procede incorrectamente, la prueba será
retirada y el alumno desaprobado.
5.
Sólo se justificará la ausencia durante la evaluación (avisada con anticipación)
con certificado médico. El recuperatorio se tomará en la clase siguiente.
2
La aparición del Protestantismo
El inicio de la Reforma Protestante se produjo cuando Martin Lutero público en la
puerta de la Iglesia de Wittenberg sus 95 tesis contra la venta de la indulgencia de los
pecados en el año 1517, en estas denunciaba los abusos cometidos en la propagación de
la doctrina católica, también criticaba las deformaciones de la vida eclesiástica y el
mercantilismo en las Venta de Indulgencias para los pecados, esto iniciaría la ruptura
con las autoridades de Roma.
Principales doctrinas del Luteranismo:
a) Justificación de la salvación solo por la fe.
b) El acceso del sacerdocio a todos los fieles (sacerdocio universal)
c) Rechazo de los sacramentos, excepto del Bautismo y la eucaristía como símbolos de
la última cena de Jesucristo.
d) Condenación al culto a los santos y la valorización de la misa
e) Rechazo a la autoridad papal y a la jerarquía de la Iglesia Católica.
f) La negación de que el hombre sea libre para practicar el bien o el mal
g) La abolición de la jerarquía y del celibato
h) La instauración de pastores como ministros de las iglesias luteranas
I) El acceso de las mujeres al ministerio
Además de estos principios religiosos Juan Calvino agrego la doctrina de la
predestinación (el hombre nace predestinado para la salvación o la condenación), que es
la diferencia esencial entre luteranos y calvinistas.
El crecimiento de las Iglesias Reformadas y calvinistas pertenece a la segunda fase de la
Reforma Protestante. Tras la excomunión de Martín Lutero por la Iglesia Católica
Romana, Calvino se refugió en Ginebra. Había firmado la confesión de Augsburgo en
1540, pero su repercusión fue más notable en la Reforma Suiza, la cual no era luterana,
sino que se basaba en las enseñanzas de Ulrico Zuinglio. La enseñanza y la doctrina
protestantes estaban evolucionando de manera independiente a Martín Lutero, bajo la
influencia de muchos escritores y reformadores, entre los que destacaba Ítalo Calvino.
En el siglo XVI, el calvinismo se extendió por los Países Bajos y algunas regiones
limítrofes de Alemania, por Francia, Inglaterra, Hungría, Lituania y Polonia. La
emigración a Norteamérica llevó el calvinismo al Atlántico Medio de Estados Unidos y
a Nueva Inglaterra, donde la mayor parte de los colonos fueron calvinistas. Incluían a
los puritanos ingleses, los hugonotes franceses, los colonos holandeses de la Nueva
Ámsterdam, y a los escoceses presbiterianos de los Montes Apalaches.
El calvinismo fue ampliamente aceptado por los Burgueses de la era moderna ya que
sus doctrinas rompían con las limitaciones políticas y de desarrollo económico que la
iglesia católica imponía a todos aquellos de sus fieles que, por nacimiento o matrimonio
no pertenecieran a la nobleza. A diferencia del catolicismo tradicional, el calvinismo
celebraba las empresas de enriquecimiento personal, los intercambios comerciales y el
préstamo a interés por considerar la prosperidad económica como un signo de
predestinación divina de los individuos y, por lo tanto agradable a Dios.
1
Independencia de los Paises bajos o Provincias Unidas
El origen de las Provincias Unidas radicó en los problemas políticos y religiosos bajo la
dominación de los Habsburgo. El enfrentamiento entre católicos y calvinistas produjo el
establecimiento de la Unión de Arras y la Unión de Utrecht (1579), que dio origen a las
Provincias Unidas. En 1581, los representantes de la Unión depusieron a Felipe II de
España y nombraron a Francisco de Anjou (muerto en 1584).
La cohesión de las provincias fue posible gracias a la hegemonía de la burguesía y el
liderazgo en Holanda. Las Provincias Unidas obtuvieron ayuda militar de Inglaterra,
que junto a Francia reconocerían a la República en 1596. En virtud de la Tregua de los
Doce Años (1609-1621) con Felipe III, la La Corona de España reconoció la existencia
de las Provincias Unidas.
Hegemonía holandesa
El transporte de productos, principalmente Cereales, hierro y madera, así como la pesca
en la región del mar Báltico funcionó durante los siglos XVII y XVIII como el punto de
partida de los procesos de industrialización y con ellos la transformación del antiguo
modo de producción feudal en modo de producción capitalista.
Los esquemas políticos fueron adecuándose a los cambios de los objetivos económicos,
primero orientándose hacia el mercantilismo y más tarde hacia la industrialización y la
acumulación de capital.
El centro de la economía mundial estaba, hacia mediados del siglo XVII firmemente
asentado en el Noroeste de Europa, es decir Holanda, Londres y el norte y Oeste de
Francia. Esta fue una etapa de competencia “Mercantilista” y a su vez de conflictos
entre los monarcas absolutos dentro del continente. El resultado de éste proceso es un
mayor interés por parte de ciertos estados en consolidar la base de su producción.
La primer zona a destacar en esta carrera por mejorar la eficacia productiva fue la
recientemente independizada “República de los Siete Países Bajos Unidos” o
“Provincias Unidas” ya que a pesar de las falencias en la construcción de su aparato de
estado logró convertirse, con eficacia, en la primer potencia Hegemónica de la nueva
economía mundial capitalista.
La Hegemonía supone algo más que un status de centro. Podría ser definida como
una situación en la que los productos de un determinado estado del centro se
producen con tanta eficiencia que son competitivos incluso en otros estados del
centro y, por consiguiente, ese estado del centro es el principal beneficiario de un
mercado mundial enteramente libre.”1
La llegada de holanda a esta posición se va a deber principalmente a dos puntapiés
iniciales:
1
Wallerstein, Immanuel “El moderno sistema mundial” Tomo II de III Cáp. 2 “La hegemonía Holandesa
en la economía mundo. Pág. 51.
2
1. La invención de un barco pesquero conocido como “Buss” que por su diseño
ofrecía una mayor maniobrabilidad velocidad y capacidad de carga. Estas
características del Buss le permitían utilizar grandes redes de pesca barredera y
curar el pescado a bordo con las nuevas técnicas de limpieza y salazón,
directamente en la cubierta, asegurando su conservación. Esto permitió a los
Busses alejarse de las costas de holanda durante seis u ocho semanas,
transfiriendo sus cargamentos a los “Ventjagers”, barcos más veloces que
volvían a la costa con el producto de la pesca.
2. la pesca del arenque y su procesamiento mediante las técnicas de salazón les
permitió gozar de una prosperidad económica sin par en la época e incluso
extender sus zonas pesqueras a Islandia, el mar del norte y prácticamente hasta
las propias costas inglesas. Generando la irritación de éstos últimos que veían a
los holandeses pescando en sus aguas y luego debían comprar el pescado a estos
a precios competitivos con los del propio mercado interno.
Las grandes monarquías absolutas y sus intentos de conquista imperiales habían
generado una fuerte escasez de productos alimenticios en el continente europeo, los
campos, dañados por las guerras, las personas azotadas por la peste y las miserias de las
batallas libradas en los terrenos de labranza, etc. Generó una enorme demanda en los
grandes países continentales (España, Francia, Alemania, etc.) de importación de
alimentos para cubrir la falta de producción de trigo. Las provincias unidas, gracias a su
posición geográfica pero, sobre todo a su formación política orientada hacia la
producción comercial y sustentada ideológicamente en las religiones protestantes como
el calvinismo, indujo a los holandeses a intentar la empresa de cubrir, con grandes
ganancias para ellos, la demanda alimenticia del continente. En esas zonas el recurso
natural más abundante era la pesca pero la pesca no servía para comerciar a gran
distancia ya que el pescado no podía conservarse fresco el tiempo necesario para
comercializarlo internacionalmente y a gran escala. Los holandeses buscaron formas de
resolver ese problema y así valerse de su recurso natural más abundante.
El comercio del arenque (nombre del pescado que se explotaba en el mar báltico) y de la
sal es la principal causa de que este país haya acaparado el comercio del mar báltico.
Cuyo control fue el factor determinante en el desarrollo de la industria naval holandesa.
También lograron idéntica superioridad en la agricultura, esencial para la época.
Debido a la baja calidad de sus suelos los holandeses eran incapaces de producir
cereales o desarrollar la mayoría de las otras formas de agricultura.
Su primer acción fue secar artificialmente las zonas pantanosas lo que requería de
ciertos adelantos tecnológicos, esto fue un fuerte impulso para el desarrollo de la
ingeniería mecánica, siendo, los holandeses, los inventores del molino de viento.
La necesidad los llevo a dedicarse a la agricultura intensiva, ya que el suelo era malo
para la labranza la producción agraria se orientó hacia el cultivo de plantas de uso
industrial como el Lino (telas), el cáñamo (cuerda) y el lúpulo (cereal ingrediente de la
cerveza). Así como a la producción de tinturas para la industria textil.
La estabilidad de la moneda holandesa hizo que se convirtiera en el dinero preferido
para toda transacción comercial, atrayendo así a los grandes prestamistas que otorgaban
créditos a cualquiera que quisiera invertir en empresas holandesas a cambio de recibir
un interés (Capital financiero). El flujo de capital financiero creó y mantuvo los valores
de los intereses por préstamos en tipos de interés bajos, lo que obligó a Inglaterra y
Francia a bajar sus propios tipos de interés.
La abundancia de financiación generó crecimiento en todas las ramas de las industrias.
La actividad pesquera creció enormemente y eso hizo que crezca también la industria de
fabricación de barcos, a su vez eso generó mayor demanda de madera, la cual no podía
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cubrirse con lo producido por los bosques holandeses y llevó a los comerciantes a
navegar por el mar báltico hasta el norte donde se compraba la producción de madera de
los bosques del imperio ruso. Tan constante fue el trafico de barcos holandeses de una
punta a la otra del mar báltico que lo comerciantes de los puertos de paso y
reaprovisionamiento de todos los países que daban a la costa comenzaron a poner sus
mercaderías en barcos holandeses para que las transportaran y comercializaran a cambio
de un porcentaje, a esto se lo llama “Flete”. El control de los fletes del mar báltico
marcó definitivamente el lugar hegemónico de holanda en esa región ya que de toda
actividad y/o tráfico comercial que se sucedía en la zona holanda obtenía beneficios
económicos.
Holanda también exportaba tecnologías y técnicos a otros países incrementando su
capital financiero, en Inglaterra por ejemplo, un ingeniero naval holandés encontraba
poca competencia en sus pares Ingleses. Además la mayor parte del tráfico de
manufacturas Inglesas quedaba en manos de buques holandeses que cobraban los
precios de flete.
Cambios en las formas de propiedad y explotación de las tierras en Inglaterra
Hacia mediados del siglo XV, en Europa occidental, la producción agraria estaba
todavía organizada sobre la base de las relaciones feudales tradicionales (Señor-Siervo).
Las familias campesinas organizaban ellas mismas la producción de las parcelas ya que
los señores, excepto en algunos casos, no participaban directamente en la producción
agrícola. Sin embargo, los señores continuaban recibiendo una buena parte del producto
de los campos en forma de tributo. A partir del siglo XVI y, debido en gran medida a
los progresos del mercantilismo, muchos señores comenzaron a exigir que el tributo se
pagara en dinero en lugar de en especie (producto), esto implicaba, para el campesino,
agregar a su labor la tarea de convertir el producto de los campos en mercancía e
intercambiarla por dinero. En muchos casos los campesinos hallaron una forma de
producción mixta para poder obtener su propio sustento y, a la vez, cumplir con las
demandas del señor.
Mientras los hombres trabajaban las tierras, sus familias realizaban productos de
manufactura simple en sus hogares. Llamaremos a este sistema, modo de producción
doméstico.
De esta manera el modo de producción feudal se combinaba con el modo de producción
doméstico, integrando una formación económico social en la que el modo de
producción dominante (Feudal) se combina con otros modos de producción
(Capitalismo) que, con el tiempo terminarán por convertir el sistema poniéndose a la
cabeza de una nueva Formación Económico Social (Capitalista).
Los campesinos eran dueños de sus herramientas de trabajo (azadas, arados, etc,) y de
los bueyes con los que labraban la tierra. Por otro lado estaban integrados en grandes
comunidades aldeanas llamadas “comunas” que trabajaban grandes extensiones de tierra
de uso común (tierras comunales). Estas tierras eran utilizadas para hacer pastar
animales, obtener recursos (madera, Forrajes, Etc.) o eran utilizadas por los campesinos
más pobres para completar el producto mínimo necesario para su supervivencia.
A principios del Siglo XVI, motivado por el aumento en la circulación de moneda y el
aumento de la población este sistema comenzó a cambiar.
Los señores comenzaron a ocuparse de la producción, llevando adelante cambios que
apuntaban a obtener mayores beneficios para sí mismos.
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En Inglaterra los señores decidieron apropiarse de las tierras comunales, reinterpretando
las relaciones de producción feudales para reclamar el derecho de propiedad privada de
las mismas.
En todos los países de Europa la producción feudal se caracterizaba por la división de la
tierra entre el mayor número posible de campesinos que pagaban tributo. El poder del
señor feudal no se basaba en el número de sus ingresos, sino en el número de sus
súbditos, es decir de la cantidad de campesinos que trabajaban su propia tierra y
pagaban el tributo.
El florecimiento de la manufactura lanera de Flandes y el consiguiente aumento de los
precios de la lana llevaron a los grandes señores feudales a expulsar violentamente a los
campesinos de las tierras, sobre las que tenían los mismos títulos jurídicos feudales que
ellos, y a usurpar las tierras comunales. De esta forma creó una masa de mano de obra
libre y desocupada que fue encontrando su lugar empleándose como jornaleros o
migrando hacia las ciudades que habían empezado un proceso de gran crecimiento por
causa del comercio generado con la colonización de América.
Las grandes guerras entre reyes feudales habían aniquilado a la vieja nobleza y la nueva
era hija de su época, y para ella el dinero era el poder de todos los poderes. Su interés
primordial era entonces transformar las tierras de labranza en tierras de pastura para
ovejas, orientando la producción a la demanda del mercado de exportaciones y de
producción de manufacturas.
Las tierras comunales se dividieron en parcelas, instalando cercas de alambre para
demarcar los límites de cada una, estas parcelas se vendían, se alquilaban o bien, eran
trabajadas por jornaleros (campesinos contratados) para beneficio de los señores
terratenientes.
Varios reyes adoptaron medidas contra las usurpaciones pero el parlamento, integrado
por los propios nobles y por los burgueses que perseguían el objetivo común de
aumentar la producción para el comercio se oponía constantemente a las leyes de
protección del campesinado del rey.
El rey Jacobo I (1603-1625) encabezó un régimen que intentó imponer en Inglaterra un
poder absolutista, similar al de los reyes de Francia y España. Durante las primeras
décadas del siglo XVII esta política comenzó a ser criticada por distintos sectores de la
sociedad inglesa, principalmente por los nobles y burgueses que se dedicaban al
comercio y a la producción de manufacturas. La mayoría de los opositores eran,
además, puritanos, un grupo religioso que proponía un regreso a una religión más
simple, una relación directa con Dios y la aplicación metódica al trabajo.
Para sostener los crecientes gastos de la corte, la monarquía intentó apropiarse de la
nueva riqueza que obtenían y acumulaban los grupos sociales dedicados al comercio a
través de la creación de impuestos y el aumento de los que ya existían. Jacobo I y,
posteriormente su hijo Carlos I (1625-1647) gobernaron sin hacer mucho caso del
parlamento. En 1628 el parlamento presentó una petición de derechos que demandaba
que se les protegiera contra los abusos del rey. En 1642 Carlos I intentó disolver el
parlamento y estalló una guerra civil. Los bandos enfrentados eran 2: los
parlamentarios, en su mayoría puritanos, y los Realistas. Los realistas tenían apoyo en
las zonas donde el cercamiento de tierras aún no se había llevado a cabo en gran escala
y los parlamentarios en las zonas del sur de la isla donde se encontraban los centros de
comercio y las áreas de producción cercadas.
En 1648 triunfan los puritanos y declaran al rey “Traidor al reino”. En 1649 Carlos I es
decapitado públicamente.
Oliver Cromwell, un parlamentario puritano y notable entre los líderes de la facción
parlamentaria asumió el gobierno y tomó una serie de medidas que beneficiaron a la
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burguesía mercantil y manufacturera, se eliminaron los monopolios comerciales
controlados por el estado, se establecieron impuestos al consumo y a la propiedad de la
tierra para fomentar la exportación y se sancionaron las actas de navegación (leyes que
obligaban a transportar en barcos ingleses las mercaderías que llegaban a Inglaterra,
desmantelando la hegemonía sobre los fletes del báltico de los holandeses). Cromwell
ejerció un poder dictatorial y pretendió perpetuarse en el gobierno, los partidarios de la
nobleza restauraron en 1660 a la monarquía de los Estuardo en el poder. Sin embargo
los enfrentamientos políticos continuaron ya que los reyes Carlos II y Jacobo II
intentaron nuevamente otorgar a sus monarquías un carácter absoluto.
En 1688 se produjo una nueva revolución, llamada “Revolución Gloriosa” con la cual
los parlamentarios expulsaron al rey y le ofrecieron la corona al estatúder (presidente)
de holanda Guillermo de Orange, a partir de este momento el rey se convirtió en una
figura meramente simbólica y el gobierno inglés quedo por completo en manos del
parlamento. La monarquía parlamentaria inglesa profundizó los cambios políticos y
socioeconómicos iniciados por Cromwell, tomando medidas que aceleraron el
movimiento de cercadío de tierras, liberando enormes masas de campesinos, en muchos
casos por la fuerza, que pasaron a formar las filas de obreros industriales de las
ciudades, dando el punto de partida para la revolución industrial.
El triunfo político de las clases sociales vinculadas al comercio y las manufacturas
aceleró enormemente la consolidación de las relaciones de producción capitalistas.
El parlamento, además fomentó la formación una poderosa flota mercante que convirtió
a Inglaterra en la potencia Hegemónica de los mares del mundo, desplazando a Holanda
en el dominio de los mares y del centro del sistema mundial.
Cambio de Hegemonía de Holanda a Inglaterra
La ubicación geográfica sumada al despegue técnico, sobre todo en navegación, pesca y
producción agrícola llevó a Holanda a una posición privilegiada con respecto a todas las
demás economías Europeas, sin embargo son estos mismos factores que le otorgan su
gran poder los que repercutirán sobre países como Inglaterra y Francia al punto que
éstos comenzarán a buscar la eliminación de la primacía Holandesa.
Dado que Holanda era la potencia Hegemónica, solo había dos formas de fomentar el
comercio inglés: que el estado apoyara a los comerciantes ingleses o que impusiera
restricciones a los comerciantes extranjeros (proteccionismo).
En 1621 los ingleses, temiendo enfrentarse a los holandeses si adoptaban esta última
política, optaron por la primera, en forma de compañías reguladas. Esto resultó útil a las
compañías pero no a la burguesía Inglesa en su conjunto. A pesar de las objeciones de
las compañías, los ingleses atacaron directamente a los holandeses restringiendo las
importaciones. La ley de navegación de 1651 decretaba que todas las mercancías que
entraran en Inglaterra tendrían que ser transportadas por barcos ingleses o por barcos del
país productor. Esta medida estaba destinada a obstaculizar el transporte y el comercio
de distribución (Fletes) holandeses.
A comienzos de 1651 los holandeses rechazaron un tratado con los ingleses y las
relaciones entre ambos países se deterioraron rápidamente.
En 1562 una vez iniciada la guerra, la situación pronto se mostró desfavorable para los
holandeses ya que, las provincias unidas, a pesar de sus riquezas, eran demasiado
pequeñas para hacer frente indefinidamente al ataque inglés. La marina inglesa acabó
por superar a la holandesa, en buena parte porque Inglaterra contaba con mayores
recursos. El comercio del Báltico quedó exclusivamente en manos inglesas y los
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holandeses fueron desbancados y orientaron sus actividades económicas principalmente
al circuito financiero.
Con el Báltico en sus manos, las colonias ultramarinas y las factorías africanas que
habían sido ganadas a los holandeses durante las sucesivas guerras, los ingleses
reorganizaron su estructura productiva sobre la base del comercio triangular.
El comercio triangular
El comercio triangular fue una ruta comercial que se estableció en el Océano Atlántico
desde el siglo XVI hasta el XIX, por lo tanto puede considerarse un fenómeno histórico
de larga duración. Involucraba tres continentes y su ruta era una especie de triangulo.
Comenzaba con la salida de Inglaterra con manufacturas o suministros de todo tipo. Se
recalaba en la costa occidental de África (entre los ríos Senegal y Congo, con centro en
la zona genéricamente conocida como Guinea), donde algunos productos (a veces
llamados quincalla: cascabeles, espejitos, cuentas de colores, telas de baja calidad)
podían servir para el intercambio. El producto que allí se cargaba eran esclavos negros,
cuyo comercio y suministro era incentivado por los comerciantes locales.
La siguiente escala eran las islas de las Antillas o la costa americana, donde los esclavos
y la mayor parte de las mercancías europeas eran vendidos, y se cargaban productos
coloniales (azúcar, tabaco, cacao) y metales preciosos de vuelta a Inglaterra.
El comercio triangular Inglés sentó las bases para el desarrollo de la segunda etapa de la
revolución industrial que requería de una fuerte base de capitales para invertir en la
mecanización de la industria.
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Industrialización y Revolución industrial en Inglaterra
La Revolución Industrial es un período histórico comprendido entre la segunda mitad
del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Inglaterra primero, y el resto de la
Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones
socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el
Neolítico.
La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la
industria y la manufactura.
La industrialización comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el
desarrollo de los procesos del hierro.
Pasó por varias etapas intermedias, entre ellas la producción domiciliaria en la que el
capitalista proveía al campesino de los materiales necesarios para producir y luego
pagaba por cantidad los productos elaborados.
La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes.
Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la
denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil
que hacía las veces de un gran telar industrial, produciendo más cantidad de tela en
menor tiempo que la producción domiciliaria.
Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de
producción y trajeron consigo la necesidad de instalaciones que se adecuaran a la forma
de producir, así nacerían las primeras fábricas.
De todos modos para poder aplicar estas tecnologías a gran escala era necesario partir
de la existencia de grandes cantidades de capital para invertir en la compra de
maquinaria, instalaciones, materias primas y el pago de salarios, así como de una gran
disponibilidad de mano de obra libre, dispuesta a trabajar largas horas a cambio de un
salario que apenas alcanzaba a cubrir sus necesidades básicas de subsistencia y contar
con una organización política abierta al comercio y con libertad de las restricciones a la
producción masiva tales como las leyes de gremios. Es este el motivo principal por el
que Inglaterra sería la punta de lanza en este proceso de industrialización.
Los comerciantes ingleses poseían importantes cantidades de capital acumulado gracias
a los beneficios del sistema de comercio triangular, las ciudades inglesas rebozaban de
personas en busca de cualquier tipo de trabajo ya que los movimientos de enclosure y la
usurpación de las antiguas tierras comunales por parte de los señores feudales habían
obligado a los campesinos a migrar masivamente a las ciudades en busca de
posibilidades laborales. Por estos motivos, sumados al sistema político emergente de la
revolución de 1642 que estableció fomentos al comercio y el desarrollo industrial, entre
otras cosas derogando las leyes que protegían la producción artesanal por gremios, la
burguesía urbana en Inglaterra se hallaba en mejor posición que los otros reinos de
Europa, especialmente aquellos en los que gobernaban monarquías absolutas que
mantenían su producción social sobre la base de las relaciones de producción feudales
señor-vasallo o señor-siervo, como para iniciar el proceso de industrialización aplicando
sus capitales al desarrollo e inversiones en el ámbito de la producción industrial.
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Independencia de los Estados Unidos
La Guerra de la Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto que enfrentó a las
trece colonias estadounidenses en América del Norte con Inglaterra. Ocurrió entre 1775
y 1783, finalizando con la firma del Tratado de París.
Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios estadounidenses con tropas bajo
el mando del Marqués de La Fayette.
Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el primer
sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los Estados
Unidos de América, incorporaron las nuevas ideas revolucionarias que propugnaban la
igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de oleadas de colonos
inmigrados, y no existían en ella los rasgos característicos del rígido sistema de clases
europeo.
Los principios ideológicos de la revolución independentista norteamericana sirvieron de
base a los grandes pensadores Franceses que comenzaron a hallar bases importantes
para cuestionar la legitimidad del absolutismo y que dieron pié, sumados a motivos
interiores de Francia, a la revolución francesa y la confección de la declaración de los
derechos del hombre.
La revolución Francesa
La Revolución francesa fue un proceso social y político que se desarrolló en Francia
entre 1789 y 1799 cuyas principales consecuencias fueron la abolición de la monarquía
absoluta y la proclamación de la República, eliminando las bases económicas y sociales
del Antiguo Régimen.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía
durante 75 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de
Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del
absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones
las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país.
Los Estados Generales de 1789
Ante la crisis económica y política que Francia atravesaba hacia fines del siglo XVIII el
Rey Luis XVI decidió Convocar a reunión a los Estados Generales.
Los Estados Generales eran una antigua institución en Francia, estaban formados por los
representantes de cada clase social y de la iglesia. Sus miembros estaban separados a la
hora de deliberar y tenían sólo un voto por grupo. La convocatoria fue un motivo de
preocupación para la oposición, ya que existía la creencia de que no era otra cosa que un
intento, por parte de la monarquía, de manipular la asamblea a su antojo. La cuestión
que se planteaba era importante. Estaba en juego la idea de Soberanía Nacional, es
decir, admitir que el conjunto de los diputados de los Estados Generales representaba la
voluntad de la nación.
El tercer impacto de los Estados Generales fue de gran tumulto político, particularmente
por la determinación del sistema de votación. El Parlamento de París propuso que se
mantuviera el sistema de votación que se había usado en 1614, si bien los magistrados
no estaban muy seguros acerca de cuál había sido en realidad tal sistema. Si se sabía, en
cambio, que en dicha asamblea habían estado representados (con el mismo número de
miembros) La iglesia (Primer Estado), la nobleza (Segundo Estado) y la burguesía
(Tercer Estado). Inmediatamente, un grupo de liberales parisinos denominado «Comité
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de los Treinta», compuesto principalmente por gente de la nobleza, comenzó a protestar
y agitar, reclamando que se duplicara el número de asambleístas con derecho a voto del
Tercer Estado (es decir, los «Burgueses»).
El gobierno aceptó esta propuesta, pero dejó a la Asamblea la labor de determinar el
derecho de voto. Este cabo suelto creó gran tumulto.
El rey y una parte de la nobleza no aceptaron la situación. Los miembros del Tercer
Estamento se autoproclamaron Asamblea Nacional, y se comprometieron a escribir una
Constitución. Sectores de la aristocracia confiaban en que estos Estados Generales
pudieran servir para recuperar parte del poder perdido, pero el contexto social ya no era
el mismo que en 1614. Ahora existía una clase dominante burguesa que tenía una serie
de reivindicaciones e intereses que chocarían frontalmente con los de la nobleza (y
también con los del pueblo, cosa que se demostraría en los años siguientes).
La Asamblea Nacional
Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en Versalles, el 5 de
mayo de 1789 y se originaron las disputas respecto al tema de las votaciones, los
miembros del Tercer Estado debieron verificar sus propias credenciales, comenzando a
hacerlo el 28 de mayo y finalizando el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer
Estado se declararon como únicos integrantes de la Asamblea Nacional: ésta no
representaría a las clases pudientes sino al pueblo en sí.
La primera medida de la Asamblea fue votar la «Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano». Si bien invitaron a los miembros del Primer y Segundo
Estado a participar en esta asamblea, dejaron en claro sus intenciones de proceder
incluso sin esta participación.
La monarquía, opuesta a la Asamblea, cerró las salas donde ésta se estaba reuniendo.
Los asambleístas se mudaron a un edificio cercano, donde la aristocracia acostumbraba
a jugar el juego de la pelota, conocido como Jeu de paume. Allí es donde procedieron
con lo que se conoce como el «Juramento del Juego de la pelota» el 20 de junio de
1789, prometiendo no separarse hasta tanto dieran a Francia una nueva constitución.
La mayoría de los representantes del clero se unieron a la Asamblea, al igual que 47
miembros de la nobleza. Ya el 27 de junio, los representantes de la monarquía se dieron
por vencidos. También por esa fecha grandes contingentes de tropas militares
comenzaron a llegar a París y Versalles. Los mensajes de apoyo a la Asamblea llovieron
desde París y otras ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró a sí misma
«Asamblea Nacional Constituyente».
El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles
conservadores al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois, despidió al ministro
Necker y ordenó la reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del pueblo de
París interpretó esta medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la calle en
abierta rebelión. Algunos de los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se
unieron al pueblo.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el
temor de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla,
símbolo del absolutismo monárquico pero también punto estratégico del plan de
represión de Luis XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro
horas de combate, los revolucionarios tomaron la prisión, matando a su gobernador, el
Marqués Bernard de Launay. Si bien sólo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se
convirtió en un potente símbolo de todo lo que resultaba despreciable en el antiguo
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régimen. Retornando al Ayuntamiento, la multitud acusó al Alcalde Jacques de
Flessilles de traición y lo ejecutó.
La Revolución se fue extendiendo por ciudades y pueblos, creándose nuevos
ayuntamientos que no reconocían otra autoridad que la Asamblea Nacional.
Los campesinos dejaron de pagar impuestos y destruyeron castillos y todo lo que
simbolizara al feudalismo. La Asamblea Nacional, actuando detrás de los nuevos
acontecimientos, suprimió por ley las servidumbres personales (abolición del
feudalismo), los diezmos, y las justicias señoriales, que ya habían sido suprimidos de
hecho por el campesinado.
El rey, junto con sus seguidores militares, retrocedió al menos por el momento.
Lafayette tomó el mando de la Guardia Nacional de París y Jean-Sylvain Bailly,
presidente de la Asamblea Nacional, fue nombrado nuevo Alcalde de París. El rey visitó
París el 27 de julio y aceptó la bandera tricolor de la revolución, que representaba la
coexistencia de los tres estados.
Sin embargo, después de esta violencia, los nobles, no muy seguros del rumbo que
tomaría la reconciliación temporal entre el rey y el pueblo, comenzaron a salir del país,
algunos con la intención de fomentar una guerra civil en Francia y de llevar a las
naciones europeas a respaldar al rey. Éstos fueron conocidos como los «émigrés» (los
emigrados).
La insurrección y el espíritu de poder popular siguieron extendiéndose por toda Francia.
En las áreas rurales se llevaron a cabo actos de quema de títulos sobre tierras, y varios
castillos y palacios fueron atacados. Esta insurrección agraria se conoce como «Le
Grand Peur» (el gran miedo).
La abolición del feudalismo
El 4 de agosto de 1789, en la llamada "Noche de la locura", la Asamblea Nacional
abolió el feudalismo, eliminando las prebendas que recibía el Primer Estado (el clero) y
los derechos señoriales del Segundo Estado (los nobles). En cuestión de horas, los
nobles, el clero, las provincias, ciudades, pueblos y compañías perdieron sus privilegios.
El curso de los acontecimientos estaba ya marcado, si bien llevó cuatro años la
implantación del nuevo modelo.
Pérdida de poder de la Iglesia
La Revolución originó un masivo traspaso de poder de la Iglesia al Estado. En 1790 se
eliminó la autoridad de la Iglesia para imponer impuestos sobre las cosechas, se
eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron los bienes de la Iglesia.
Bajo el Antiguo Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más tarde se
promulgaron leyes que convertían al clero en empleados del Estado. Éstos fueron unos
años de dura represión para el clero, siendo comunes la prisión y masacre de sacerdotes
en toda Francia.
Pronto comenzaron a aparecer facciones dentro de la Asamblea.
Los conservadores que buscaban imponer un sistema similar al parlamentarismo
británico conservando al rey como figura simbólica pero sin poder verdadero y los
revolucionarios más radicales que proponían la anulación de la monarquía y la
instauración de un gobierno republicano con la correspondiente división de poderes.
A los primeros se los conoció como Girondinos ya que la mayoría de sus integrantes
provenían de la región de la Gironda.
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A los segundos se los llamó Jacobinos por ser sus líderes miembros del club de “San
Jacobo”.
El 27 de agosto de 1789 la Asamblea publicó la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano inspirándose en gran parte en la Declaración de Independencia
de los Estados Unidos y estableciendo el principio de libertad, igualdad y fraternidad.
Dicha declaración establecía una serie de principios más que una constitución con
efectos legales.
La Asamblea Nacional Constituyente no era sólo un órgano legislativo sino la
encargada de redactar una nueva Constitución. Algunos, como Necker, favorecían la
creación de una asamblea bicameral en donde el senado sería escogido por la Corona
entre los miembros propuestos por el pueblo. Los nobles, por su parte, favorecían un
senado compuesto por miembros de la nobleza elegidos por los propios nobles.
Prevaleció, sin embargo, la tesis liberal de que la Asamblea tendría una sola cámara,
quedando el rey sólo con el poder de veto, pudiendo posponer la ejecución de una ley,
pero no su total eliminación.
El movimiento de los monárquicos para bloquear este sistema fue desmontado por el
pueblo de París, compuesto fundamentalmente por mujeres (llamadas despectivamente
"Las Furias"), que marcharon el 5 de octubre de 1789 sobre Versalles (palacio real).
Tras varios incidentes, el rey y su familia se vieron obligados a abandonar Versalles y se
trasladaron a Las Tullerías en París.
Durante 1790 se intensificó la lucha política e incluso se produjeron movimientos antirevolucionarios, pero sin éxito. En este periodo se comenzaron a formar «clubes»
políticos entre los que destacaban los Jacobinos. En agosto de 1790 existían 152 clubes
jacobinos.
Al final venció la tesis de mantener al rey como una figura decorativa. Jacques Pierre
Brissot introdujo una petición insistiendo en que, a los ojos del pueblo, Luis XVI había
sido depuesto por el hecho de su huida. Una inmensa multitud se congregó en el Campo
de Marte para firmar dicha petición. Georges Danton y Camille Desmoulins
pronunciaron discursos exaltados. La Asamblea pidió a las autoridades municipales
guardar el orden. Bajo el mando de La Fayette, la Guardia Nacional se enfrentó a la
multitud. Al principio, tras recibir una oleada de piedras, los soldados respondieron
disparando al aire; dado que la multitud no cedía, Lafayette ordenó disparar a los
manifestantes, ocasionando más de 50 muertos.
Tras esta masacre, las autoridades cerraron varios clubes políticos, así como varios
periódicos radicales como el que editaba Jean-Paul Marat. Danton se fugó a Inglaterra y
Desmoulins y Marat permanecieron escondidos.
Mientras tanto, la Asamblea había redactado la Constitución y el rey había sido
restituido, aceptándola. El rey pronunció un discurso ante la Asamblea, que fue acogido
con un fuerte aplauso. La Asamblea Constituyente cesó en sus funciones el 29 de
septiembre de 1791.
La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía
Bajo la Constitución de 1791, Francia funcionaría como una monarquía constitucional.
El rey tenía que compartir su poder con la Asamblea, pero todavía mantenía el poder de
veto y la potestad de elegir a sus ministros.
La Asamblea Legislativa se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791,
degenerando en un caos un año después. La componían: Derecha: 264 diputados
feuillants (dirigidos por Barnave, Duport y Lameth) y girondinos, portavoces
republicanos de la gran burguesía. Centro: 345 diputados independientes, carentes de
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programa político definido. Izquierda: 136 diputados inscritos en el club de los
jacobinos o en el de los cordeliers.
Los Girondinos dominaron la asamblea durante su primer época debido a su
importancia numérica y poder económico, que eran sus puntos fuertes, mientras que los
jacobinos tenían detrás a la gran masa de la pequeña burguesía, los cordeliers cuentan
con el apoyo del pueblo llano, a través de las secciones parisienes. Por medio de sus
periódicos L´Ami du Peuple y Le Père Duchesne, Marat y Hebert se convierten en sus
portavoces.
Este gran número de diputados dio lugar a los partidos políticos o "clubes". El más
célebre de entre éstos fue el partido de los jacobinos, dominado por Robespierre. A la
izquierda de este partido se encontraban los "cordeleros", quienes defendían el sufragio
universal masculino (derecho de todos los hombres al voto a partir de una determinada
edad). Los cordeliers querían la eliminación de la monarquía e instauración de la
república. Estaban dirigidos por Jean-Paul Marat y Georges Danton, representando
siempre al pueblo más humilde. El grupo de ideas más moderadas era el de los
girondinos, que defendían el sufragio censitario y propugnaban una monarquía
constitucional. También se encontraban aquellos que formaban parte de "el pantano", o
"el llano", como eran llamados aquellos que no tenían un voto propio, y que se iban por
las proposiciones que más les convenían, así ya vinieran de los jacobinos, ya de los
girondinos.
En los primeros meses de funcionamiento de la Asamblea, el rey había vetado una ley
que amenazaba con la condena a muerte a los "émigrés", y otra que exigía al clero
prestar juramento de lealtad al estado. Desacuerdos de este tipo fueron los que llevaron
más adelante a la crisis constitucional.
Mientras tanto, dos potencias absolutistas europeas, Austria y Prusia, se dispusieron a
invadir la Francia revolucionaria, lo que hizo que el pueblo francés se convirtiera en un
ejército nacional, dispuesto a defender y a difundir el nuevo orden revolucionario por
toda Europa. Durante la guerra, la libertad de expresión permitió que el pueblo
manifestase su hostilidad hacia la reina María Antonieta (llamada la "austriaca" por ser
hija de un emperador de aquel país y "Madame Déficit" por el gasto que representaba al
Estado, que no era mayor que la mayoría de los cortesanos) y contra Luis XVI, que casi
siempre se negaba a firmar leyes propuestas por la Asamblea Legislativa.
El 10 de agosto de 1792, las masas asaltaron el Palacio de las Tullerías, y la Asamblea
Legislativa volvió a suspender las funciones constitucionales del rey. La Asamblea
acabó convocando elecciones con el objetivo de configurar (por sufragio universal) un
nuevo parlamento que recibiría el nombre de Convención.
Aumentaba la tensión política y social en Francia, así como la amenaza militar de las
potencias europeas. El conflicto se planteaba así entre una monarquía constitucional
francesa en camino de convertirse en una democracia republicana, y las monarquías
europeas absolutas. El nuevo parlamento elegido ese año abolió la monarquía y la
proclamación de la República. Creó también un nuevo calendario, según el cual el año
1792 se convertiría en el año 1 de la nueva era.
El gobierno pasó a depender de la Comuna revolucionaria.
Esta situación persistió hasta el 20 de septiembre de 1792, en que se creó un nuevo
cuerpo legislativo denominado Convención, y que de hecho se convirtió en el nuevo
gobierno de Francia.
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La Convención
El poder legislativo de la nueva República estuvo a cargo de la Convención, mientras
que el poder ejecutivo recayó sobre el Comité de Salvación Nacional.
En el Manifiesto de Brunswick, los Ejércitos Imperiales y de Prusia amenazaron con
invadir Francia si la población se resistía al restablecimiento de la monarquía. Esto
ocasionó que Luis XVI fuera visto como conspirador con los enemigos de Francia. El
17 de enero de 1793, la Convención condenó al rey a muerte por una pequeña mayoría,
acusándolo de «conspiración contra la libertad pública y la seguridad general». El 21 de
enero el rey fue ejecutado, lo cual encendió nuevamente la mecha de la guerra con otros
países europeos. La reina Maria Antonieta, nacida en Austria y hermana del Emperador,
fue ejecutada el 16 de octubre del mismo año, iniciándose así una revolución en Austria
para sustituir a la reina. Esto provocó la ruptura de toda relación entre ambos países.
El reino del terror
La constante amenaza exterior y la flama reavivada por la ejecución del rey hicieron que
la conducción de la convención recayera sobre el grupo de los jacobinos.
Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano,
y una nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal. El
Comité de Salvacion Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los
jacobinos desataron lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794). No menos
de 10.000 personas fueron guillotinadas ante acusaciones de actividades
contrarrevolucionarias. La menor sospecha de dichas actividades podía hacer recaer
sobre una persona acusaciones que eventualmente la llevarían a la guillotina. El cálculo
total de víctimas varía, pero se cree que pudieron ser hasta 40.000 los que fueron
víctimas del Terror
En lo referente a la guerra con el exterior los jacobinos instauraron el sistema de leva
masiva que imponía que todo ciudadano capaz y en edad de portar armas podría ser
reclutado por el estado para formar parte del ejercito, esto llevó a Francia a obtener
grandes victorias contra los enemigos externos de la revolución que pagaban a ejercitos
mercenarios y se veían así limitados en numero y en costos.
El mismo día en el que se reunía la Convención, todas las tropas francesas (formadas
por tenderos, artesanos y campesinos de toda Francia) derrotaron por primera vez a un
ejército prusiano en Valmy, lo cual señalaba el inicio de las llamadas Guerras
Revolucionarias Francesas.
En 1794, Robespierre procedió a ejecutar a ultra-radicales y a jacobinos moderados. Su
popularidad, sin embargo, comenzó a decaer. El 27 de julio de 1794, ocurrió una
revuelta popular contra Robespierre, apoyada por los moderados que veían peligroso el
trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El pueblo, por otro lado, se rebela
contra la condición burguesa de Robespierre.
Los miembros de la Convención lograron convencer al "pantano", y derrocar y ejecutar
a Robespierre junto con otros líderes del Comité de Salvacion Pública. La Convención
aprobó una nueva Constitución el 17 de agosto de 1795, ratificada el 26 de septiembre
en un plebiscito.
La nueva legislación confería el poder ejecutivo a un Directorio, formado por cinco
miembros llamados directores. El poder legislativo sería ejercido por una asamblea
bicameral, compuesta por el Consejo de Ancianos (250 miembros) y el Consejo de los
Quinientos.
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La nueva Constitución encontró la oposición de grupos monárquicos y jacobinos. Hubo
diferentes revueltas que fueron reprimidas por el ejército, todo lo cual motivó que el
general Napoleón Bonaparte, retornado de su campaña en Egipto, diera el 9 de
noviembre de 1799 un golpe de estado (18 de Brumario) instalando el Consulado, que le
daba de forma efectiva poderes dictatoriales, cerrando con esto el capítulo histórico de
la Revolución Francesa y dando paso al futuro Primer Imperio Francés. El nuevo
gobierno instaurado, a pesar de ser una monarquía, mejoraba las condiciones de vida del
tercer estado, otorgándoles derechos y obligaciones morales y cívicas iguales a los otros
dos estados (sacerdotes y los nobles); por lo que Napoleón recibió un gran apoyo
popular.
Imperio de Napoleón
La nueva Constitución del Año VIII (1799), convertía al general Bonaparte en Primer
Cónsul y, volvía este cargo vitalicio con facultad de designar a su sucesor.
Paulatinamente, el Primer Cónsul ganó apoyos para su proyecto político y empezó así la
completa reconstrucción de Francia que se encontraba en ruinas tras años de guerras
internas y externas. Gradualmente, el Primer Cónsul fue diluyendo a las facciones y el
odio revolucionario y estableciendo una sólida administración por vías constitucionales.
El 24 de mayo de 1804, el senado francés le otorgó el título de "Emperador de los
franceses", como una manera fortificar y perpetuar el nuevo sistema.
Inglaterra, que había roto el tratado de Paz, no descansaba en sus esfuerzos por destruir
a la Francia nueva, defensora de los Derechos del Hombre, la igualdad civil y la
tolerancia religiosa, en completa oposición con los valores feudales defendidos por las
monarquías de derecho divino.
Napoleón defendió el derecho de propiedad, promulgó la ley de perdón a los opositores
políticos, creó y promovió la libertad de culto, restableciendo el catolicismo en Francia,
dando un estatuto legal a los protestantes, liberando a los judíos de las prisiones y
dándoles un estatuto civil que nunca habían tenido, etc.
Más tarde, aboliría el vasallaje. Al igual que el pueblo francés, su ejército lo adoraba, lo
cual era natural, pues por primera vez los franceses conocían de manera formal la
igualdad ante la ley y el impuesto, y el derecho al libre ascenso social. Junto con las
grandes obras (caminos, puentes, puertos etc.), las instituciones civiles creadas por
Napoleón (el Código Napoleón, la Universidad, los liceos, la Banca de Francia, el
Tribunal de Comercio, los prefectos, etc.) muy pronto, y a pesar de estar en una
situación de defensa permanente por la guerra impuesta por Inglaterra, la economía
francesa sería la más poderosa de Europa y su industria una de las más activas del
continente.
Esta fabulosa explosión política, industrial, agrícola y cultural no se detendría durante
todo el periodo imperial a pesar de las permanentes. Al contrario, las constantes
victorias obtenidas por los ejércitos franceses en esta serie de batallas defensivas no
dejaron de incrementar la gloria francesa.
La Consagración y Coronación del Emperador se llevaron a cabo el 2 de diciembre de
1804, presididas por el Papa Pío VII en persona, en una catedral de Nuestra Señora de
París.
Durante el régimen napoleónico se elaboraron políticas de desarrollo y protección social
(primer ensayo de seguridad social), de grandes reformas agrícolas, de mejoras de salud
y obras públicas (primer servicio de ambulancia, escuela veterinaria, fuentes, puentes y
canales, etc.), de fomento industrial y artístico, y se extendió el concepto de la
enseñanza pública gratuita.
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El Bloqueo Continental
El Bloqueo Continental fue uno de los vértices en la política exterior de Napoleón en su
intento de asfixiar la economía británica como última manera de obligarla a aceptar una
paz que el gabinete británico se rehusaba a conceder. Napoleón era un genio militar, y
sin duda alguna hubiera derrotado a los ingleses de haber conseguido desembarcar sus
tropas en las Islas. Sin embargo, falto de recursos y de personal calificado, fue
imposible hacer frente a la armada inglesa. Los planes para ello se frustraron
definitivamente con la Batalla de Trafalgar, en 1805 donde los ingleses al mando del
almirante Nelson destrozaron a la flota francesa.
Constantemente agredido en todos los frentes abiertos y mantenidos por el oro inglés,
Napoleón suplió la imposibilidad de enfrentarse militarmente al imperio haciendo la
guerra comercial a Gran Bretaña. Como resultado de la Revolución industrial, Gran
Bretaña era una potencia emergente en Europa en fabricación manufacturera, y era por
ello vulnerable a un embargo comercial.
El Bloqueo Continental era justamente eso: un embargo. En noviembre de 1806, tras
haber vencido a los ejércitos agresores y logrado ventajosas alianzas con todas las
mayores potencias de la Europa Continental, Napoleón publicó el Decreto de Berlín,
prohibiendo a sus aliados y al resto de naciones conquistadas comerciar con el Reino
Unido, el embargo fue un fracaso, aun cuando Inglaterra estuvo a punto de sucumbir a
la terrible presión económica y social, la exclusividad napoleónica sobre los puertos no
podía detener el contrabando británico, especialmente por la gigantesca demanda de
productos coloniales y exóticos en Europa, y los mercantes británicos buscaron de
forma agresiva otros mercados. Inglaterra, por medio de las "Órdenes en Consejo" de
1807, prohibieron a sus socios comerciales el comercio con Francia. El Congreso de los
Estados Unidos decretó el Acta de Embargo de 1807, por el que los puertos americanos
quedaban cerrados al comercio británico, y estos hechos les condujeron a la guerra con
Gran Bretaña en 1812.
Además, la política de Napoleón había provocado una fuerte dependencia de Francia
con relación a las colonias españolas en América para proveerse de los productos
necesarios, el rey español Fernando VII había sido tomado prisionero y esto generaba
muchos inconvenientes políticos dentro de España y en las colonias.
Los ingleses aprovecharon esa debilidad del imperio para fomentar y ayudar a financiar
los procesos revolucionarios de la América hispana, de tal modo que Napoleón perdiera
el monopolio de esos mercados.
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Actividades del Cuadernillo Nº 2
Trabajo Práctico Nº1
1. Explicar los orígenes y la importancia del protestantismo en la fundación de
estados burgueses como las Provincias Unidas.
2. Explicar detalladamente el proceso que llevó a las Provincias Unidas (Holanda)
a alcanzar la hegemonía comercial sobre la zona del mar báltico.
3. Explicar las transformaciones en las relaciones de producción en los campos
ingleses y la reinterpretación sobre los derechos de propiedad de las tierras
comunales.
4. ¿Cuál fue el destino de los campesinos desterrados tras el movimiento de
enclosure?
5. Explicar las transformaciones políticas que se dieron en Inglaterra durante el
siglo XVII.
6. Explicar los puntos fundamentales que llevaron a Inglaterra a reemplazar a
Holanda en la Hegemonía comercial.
7. ¿Qué fue el comercio triangular y en qué consistía?
8. Explicar qué fue la revolución industrial y por qué fue Inglaterra el país que
mejor posicionado se encontraba para realizar esta transformación de su base
productiva.
9. Relizar dos cuadros conceptuales: uno sobre el punto 2 y otro sobre los puntos
3,4 y 5.
Trabajo Práctico Nº2
1. Explicar las etapas más sobresalientes y las transformaciones más significativas
de la Revolución Francesa.
2. ¿Qué objetivos perseguía Napoleón Bonaparte con el Bloqueo Continental,
cuáles fueron los resultados de esa política y por qué?
3. ¿Cómo repercute el conflicto entre Francia e Inglaterra en España y sus colonias
americanas?
4. Construir un cuadro conceptual sobre el punto 1.
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