Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez Cómo tratar a los falsos maestros, 2ª Parte Escritura: 1 Timoteo 1:7-11 Código: 54-45 John MacArthur Abramos nuestras Biblias esta mañana, de regreso a nuestro estudio de 1 Timoteo. Nos encontramos en el sexto y último capítulo de esta epístola, y nuestro texto en esta mañana viene de los versículos 3, 4 y 5. Conforme Pablo lleva esta maravillosa epístola a una conclusión, él concluyó con algunas de las cosas que están en su corazón, y una de ellas en esta sección está en los versículos 3-5, que tiene que ver con los falsos maestros. En esta sección en particular, Pablo usa terminología tomada del campo médico. Él usa terminología relacionada a la salud y la enfermedad para describir a los falsos maestros. Y entonces he escogido el título para el mensaje: “La patología de los falsos maestros”. “La Patología de los falsos maestros”. El diccionario define la patología como el estudio de la naturaleza y el curso de la enfermedad. Una definición son las desviaciones de lo normal que caracterizan a una enfermedad. Ahora, cuando usted está hablando acerca de la patología, está hablando de los elementos de anormalidad que crean una enfermedad. La enseñanza falsa es una enfermedad mortal y tiene una patología observable, y es presentada para nosotros por el apóstol en este pasaje. Ahora él ya nos ha advertido acerca de la enseñanza falsa en el capítulo 1, versículos 3-7, también en el capítulo 1:1820, también en el capítulo 4:1-5, y va a hablar un poco más de esto en el capítulo 6:20-21, conforme cierra la epístola. Él entonces ha hablado y continuará hablando de ello, pero él aquí entra con mayor profundidad a la patología de los falsos maestros. En otras palabras, las desviaciones internas del estado normal espiritual que caracterizan a la enfermedad con la que ellos infectan a la gente. Recientemente nuestra sociedad ha llegado a estar muy consciente de la patología de la enfermedad, particularmente en referencia a una enfermedad nueva y mortal que ha llegado a ser conocida como el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), y todos estamos muy, muy conscientes de la realidad y el desastre potencial de esa enfermedad. Vemos de manera más bien regular en los periódicos, revistas y la televisión lo que le hace a los individuos. Vemos las consecuencias terribles que se ven en el cuerpo físico, y la muerte horrenda y trágica que trae, y también vemos desde un punto de vista estadístico lo que le hace a una sociedad entera. Es aterradora y mortal, no solo debido a su poder sobre un individuo, sino debido a su potencial para infectar y destruir a una sociedad entera. Tiene la capacidad de aplastar de manera total a una población. Estamos muy conscientes, creo yo, en la actualidad, de algo de la patología de esta enfermedad. Algunas de las desviaciones de la condición normal que ocurren en una persona que tiene SIDA, que hace que esa persona sea incapaz de pelear contra cualquiera otra enfermedad invasora y, por lo tanto, muera una muerte terrible. Me parece curioso que haya algunas personas que quieren que creamos que no es tan seria como podamos pensar. Somos bombardeados, creo yo, repetidamente por parte de la propaganda incesante homosexual y lesbiana que quiere que creamos que unas cuantas precauciones, tales como sexo seguro y no usar agujas, es lo único que se necesita, y fuera de eso no tenemos nada que temer. Claro que quieren hacer ilegal el discriminar en contra de algún portador de SIDA, y si usted fuera a salir hoy y se le hiciera una prueba de SIDA, sería un número y no un nombre, y nadie sabría dónde estaría usted. La gente que le diera a usted la prueba no querría saber quién era usted, por lo menos en algunos hospitales, y eso es definitivamente el caso. Y creo que se está demandando en todos lados. Hay un intento primordial fuerte por cubrir la mortandad tremenda de esta enfermedad. Me pareció interesante el otro día encontrar en un periódico que el SIDA estaba siendo transmitido de una persona a otra en Inglaterra a través de un mero trasplante de piel. Hasta este entonces no se pensaba posible, y pueden encontrar otras maneras en las que el SIDA puede ser transmitido. Todo esto para decir esto: que estamos amenazados en nuestra sociedad por la devastación de esta enfermedad. Nos vemos amenazados, y no creo que en mi vida entera jamás he conocido una así. Como niño estuve en cuarentena por dos enfermedades diferentes que llegaron a mi casa. Esta enfermedad va mucho más allá de esta enfermedad, y no oigo ningún clamor por que haya una cuarentena; solo para “el sexo seguro”. Nadie parece decir que haya algo malo acerca del sexo, y simplemente cuestión de que esté seguro, no malo. Pero con toda la palabra–información por un lado, pánico por otro lado, aquellos que quieren que creamos que no es tan potencialmente devastadora como podría ser, con todo lo que está pasando,–no obstante estamos más y más conscientes de que siempre estamos, inclusive como una sociedad, al borde de un desastre terrible, terrible. Si no es un holocausto de bombas nucleares, son los titulares de nuestro propio pecado que viene de regreso en contra de nosotros en forma de la enfermedad. Y creo que la gente tiene miedo. Creo que podría ser aún más que cualquier otro momento de la historia: la gente tiene miedo de una enfermedad, por lo menos de algún otro momento en mi vida. No sabemos cómo esta enfermedad es transmitida, no sabemos lo que puede hacer. Permítame dejar de hablar acerca del SIDA por un momento y cambiar de tema y traerlo a este texto. Por muy mortal que sea el SIDA, por muy destructivo que sea su potencial, no creo que ni siquiera se acerca a la mortandad de la enseñanza falsa, porque la enseñanza falsa condena almas. El SIDA mata cuerpos. He conocido dos personas que murieron con SIDA, quienes antes de su muerte se entregaron a Jesucristo como su Señor y Salvador. El SIDA mató su cuerpo, pero no mató su alma. La enseñanza falsa condena almas, la enseñanza falsa destruye el alma. Es mucho más mortal que el SIDA, y sin embargo me parece que el mundo está muy preocupado por cómo detener el SIDA; la Iglesia está muy poco preocupada por cómo enfrentar la enseñanza falsa. Y en el nombre del amor, algún tipo de amor que la Biblia no enseña, queremos ser tan tolerantes como sea posible de toda persona y de todo lo que se enseña. Y de hecho, al exponernos a nosotros mismo a algo que es tan peligroso, tan trágico, si realmente conociéramos las realidades de un infierno eterno sin Dios, estaríamos muy molestos, inclusive 100 veces más de lo que estamos por cualquier asesino físico que enfrenta nuestra sociedad. Para ayudarnos a entender la patología de la mortandad de la enseñanza falsa, vamos a ver los versículos 3-5, y Pablo aquí presenta ciertas características patológicas de los falsos maestros. No son cosas que no conocemos, quizás ni siquiera son nuevas para usted, pero son presentadas de una manera que son un recordatorio muy útil para nosotros. Y permítame tan solo decir, antes de que veamos el texto, que una de las funciones que un pastor tiene, unas de las funciones que cualquier maestro de la Biblia o líder espiritual tiene, es que debe advertir. No es solo suficiente siempre ser positivo y siempre estar tratando de hacer que la gente vea el lado bueno de todo. Hay un área que es absolutamente esencial del ministerio con respecto a advertir a la gente de la enseñanza falsa. Resuena a lo largo del Nuevo Testamento entero, como también en el Antiguo Testamento, porque Dios sabe que su pueblo, si no está preparado, puede ser arrastrado por la falsa enseñanza, y hay algunas personas que son víctimas de eso. Nunca habiendo abrazado la verdad, van a ser condenadas para siempre bajo la ilusión de que han encontrado la verdad. Y entonces se nos recuerda de nuevo en esta porción de la seriedad, de la necesidad de advertir, así como Pablo advierte a Timoteo, y alienta a Timoteo a advertir a la Iglesia en Éfeso, en la cual Timoteo está ministrando. Ahora comenzamos al principio aquí, en el versículo 3, y lo haremos al ver la marca de los falsos maestros, la marca que podemos identificar en los falsos maestros. ¿Qué es lo que los caracteriza? Si estamos buscando una especie de característica patológica de diagnóstico, ¿qué es lo que encontramos en los falsos maestros que nos capacita para percibir que, de hecho, por ser una enfermedad mortal? Bueno, el versículo 3 comienza: “Si alguno enseña otra cosa”. Si alguno enseña otra cosa. Ahora ahí tiene usted la primera característica patológica de la enseñanza falsa. Su enseñanza es diferente. ¿Diferente de qué? Regrese al versículo 2 al final. “Esto manda y enseña,” Pablo dice al final del versículo 2. ¿Y qué cosas tiene él en mente? Todas lo que él ha enseñado en esta epístola. Tiene que regresar inclusive más allá de los versículos 1 y 2, lo cual tiene que ver con la responsabilidad del empleado, para incluir a la epístola entera. Y eso comenzó en el capítulo 1 con un entendimiento apropiado de la Ley de Dios; con un entendimiento apropiado del Evangelio, el Evangelio Salvador; con un entendimiento apropiado de la majestad de Dios en el versículo 17. Se remonta al capítulo 2, donde Pablo instruyó acerca de la oración evangelística: orar por los perdidos. Se remonta al capítulo 2:9-15, la instrucción de la función de una mujer en el orden de la Iglesia. Capítulo 3, principios que caracterizan a los líderes de la Iglesia y diáconos de la Iglesia. Capítulo 4, usted tiene ahí afirmaciones con respecto a la doctrina falsa, y después usted tiene el modelo de un ministerio eficaz presentado, principios para el ministerio apropiado. El capítulo 5 tiene que ver con cómo tratar a los ancianos y cómo tratar a las ancianas, en particular a las viudas. Y después cómo tratar a las viudas jóvenes. Y después discute también cómo tratar a los ancianos de la Iglesia. Después usted llega al capítulo 6 y el asunto del empleo, y cómo es que uno debe trabajar, tanto bajo un jefe creyente como bajo un jefe incrédulo. Y lo que Pablo está diciendo al final del versículo 2 es que todas estas cosas deben ser enseñadas y presentadas a manera de amonestación y exhortación. En otras palabras: enseña la verdad, enseña la verdad revelada de Dios en todas estas dimensiones. Y después dice en el versículo 3, “Si alguno enseña otra cosa”, algo diferente de la Revelación, diferente de lo que ha sido revelado a través de la inspiración del Espíritu de Dios en las Escrituras. Ahora por cierto el “si” aquí es sub condicional de primera clase en el griego, y eso significa que asume, supone la realidad. “Si” y “es verdad”: “si es verdad” podría ser traducido “debido a”. Debido a que algunos están enseñando otra cosa. Se asume entonces que esto es una realidad. Y era una realidad. Ya a partir del estudiar 1 Timoteo, sabemos que habían hombres que se habían infiltrado en la iglesia enseñando fábulas ridículas, genealogías interminables, enseñando preguntas en lugar de cosas que edificaban, palabrería vana. Estaban deseando ser maestros de la ley, pero no sabían de qué estaban hablando. Estaban naufragando en cuanto a la fe, estaban enseñando doctrinas de demonios producidas por espíritus engañadores. Estaban mintiendo en hipocresía. Estaban enseñando áreas de abstinencia que eran contrarias a la verdad de Dios. Estaban enseñando el conocimiento supuestamente llamado, cosas profanas, vanas. La falsa enseñanza estaba ahí. Y entonces cuando él dice “Si alguno enseña otra cosa,” él está diciendo: y sé que lo están haciendo. Esa es la razón por la que él usa la construcción de un condicional de primera clase. No hay un maestro específico mencionado, no hay una enseñanza específica, de tal manera que podemos decir que es una frase genérica. Es una afirmación genérica que incluye toda la enseñanza falsa, toda doctrina engañosa, todos los agentes engañosos de Satanás, que han infiltrado a la Iglesia para infectar a la gente con su SIDA espiritual, con el virus mortal de la mentira, la enseñanza falsa. Entonces es lo suficientemente genérico, no solo para relacionarse con todo lo que Timoteo enfrentaría, sino para relacionarse con todo lo que la Iglesia enfrentaría en cualquier época, incluyendo la actualidad. ¿Y que era lo que estaban enfrentando específicamente? Buenos, los falsos maestros abundaban en ese mundo antiguo. Simplemente era algo común desde el principio, cuando Satanás se rebeló contra Dios, y cómo es enseñar las mentiras, y como Juan 8:44 dice que era el padre de mentira, él ha estado produciendo otros mentirosos para atacar la fe cristiana, no necesariamente mediante un ataque abierto en contra de lo que la Biblia dice, sino mediante una sustitución del error. Y entonces los maestros siempre han venido entre el pueblo de Dios sembrando mentiras, sea que esté hablando usted acerca de falsos maestros del Antiguo Testamento o falsos maestros en el Nuevo Testamento. Siempre ha sido parte del pueblo de Dios el estar batallando contra las mentiras y los errores, y cualquier iglesia o cualquier pastor o cualquier cristiano que no esté consciente de esta realidad, tiene su cabeza en la arena o su cabeza inmersa en la arena, porque siempre está ahí. Nuestro Señor Jesús dijo que vendrían falsos cristos: “Verán muchos que vendrán y dirán ‘Yo soy el Cristo’.” Y habrán falsos maestros, habrán mentirosos. La escritura literalmente está repleta con advertencias como estas. Y entonces Pablo dice, “Mira, si alguno enseña algo diferente, esa es la marca. Así es como los vas a identificar”. Es entonces en primer lugar lo que afirman. Usted debe escuchar lo que dicen. ¿Es diferente de lo que usted sabe que las Escrituras dicen? ¿Están diciendo algo diferente? La palabra es heteros didaskalia, una enseñanza heterodoxa en lugar de una enseñanza ortodoxa. Eso significa una herejía, una enseñanza falsa, algo que es diferente de lo que las Escrituras enseñan. No tienen en su enseñanza de la Palabra de Dios, tienen algo diferente de la Biblia, alguna visión, alguna revelación, algún entendimiento psicológico, alguna doctrina promovida generada por ellos mismos, alguna interpretación que es contraria a las Escrituras. Algo que es diferente de la enseñanza sana, verdadera de la Palabra de Dios revelada, caracteriza un falso maestro. Podría ser una enseñanza que niega que Dios es el único Dios verdadero. Podría ser una enseñanza que niegue que Dios es un Espíritu, y convierta a Dios en un ídolo u hombre. Podría ser una enseñanza que niega que Dios es una Trinidad, o niega alguno de los atributos, o cualquiera de los atributos, de Dios. Podría ser una enseñanza que niega que Dios es Todopoderoso, que Dios es Soberano, que Dios es el Creador, que Dios se ha revelado a sí mismo en la historia. Podría ser una enseñanza que niega Su persona, Sus atributos, Sus obras. Y cualquier cosa así caracteriza a alguien que tiene un virus que es mortal. Podría ser error acerca de Cristo, error acerca de Su linaje, error acerca de Su nacimiento virginal. Alguien que enseña algo opuesto a la perfección sin pecado de Cristo, opuesto a Su muerte expiatoria sustitucionaria en la cruz, opuesto a Su resurrección, opuesto a Su vida y obras milagrosas, Su enseñanza perfecta, Su segunda venida, Su ministerio sumo sacerdotal de intercesión, Su reinado eterno, cualquiera de esas cosas. Cualquiera que enseña algo diferente de eso podría ser una negación de la autenticidad de las Escrituras, la inspiración de las Escrituras, la autoridad de las Escrituras, la inerrancia de las Escrituras. Podría ser una negación de la obra y ministerio y persona del Espíritu Santo como se revela en las páginas de las Sagradas Escrituras. Cualquier desviación de lo que la Biblia enseña caracteriza el virus de la enseñanza falsa, que puede ser mortal, infectando de una manera mortal a la gente. Cualquier área de verdad torcida, pervertida o que sujeta a las Escrituras a esa enseñanza, es causa para que nosotros lo identifiquemos. Ahora, ¿qué nos dice eso? Si los falso maestros se caracterizan porque enseñan algo diferente de las Escrituras, ¿qué nos dice eso? ¿Cómo vamos a poder identificar a los que están contaminados por el virus espiritual y la infección mortal? Muy simple: al conocer– ¿qué? –las Escrituras. Si la falsa enseñanza es opuesta a las Escrituras, es fácilmente identificada por alguien que conoce lo que las Escrituras enseñan, alguien quien, en términos de 1 Juan 2, se ha vuelto un joven espiritual, porque “la Palabra de Dios permanece en vosotros, y sois fuertes, y por lo tanto han vencido al Maligno”. El Maligno que está promoviendo su enseñanza falsa es vencido por el que es fuerte en la Palabra. Cuando comencé el pastorado aquí hace muchos años atrás, dos versículos establecieron el curso para mi vida entera, y todavía están en mi mente. Dos versículos. Hechos 20:27, Pablo dijo: “Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”. En tres años, él pasó su tiempo, día y noche, con lágrimas, de casa en casa, públicamente en las reuniones de la Iglesia, en el Día del Señor, enseñando la Palabra, enseñando la Palabra, enseñando la Palabra. De tal manera que él declaraba todo el Consejo de Dios. ¿Por qué? Porque él dice inmediatamente después de eso: “Porque yo sé que después de mi partida lobos rapaces entrarán en medio del rebaño, y de vosotros mismos se levantarán hombres perversos para arrastrar tras sí a los discípulos”. Y él dice “Os encomiendo a la Palabra de Su Gracia, que tiene poder para sobreedificaros”. La única manera en que pueden ser protegidos en contra del error es conociendo la verdad. Esa es la única manera. Viene con lo que Pedro llama herejías destructoras, condenadoras. Vienen con lo que Juan se refiere a espíritus engañadores, que no deben ser creídos y enseñan sus mentiras hipócritas, como Pablo los llama en esta misma epístola, y la gente que los reconoce son las personas que conocen la Palabra de Dios. Esa es la razón por la que la tarea primordial del pastor es alimentar la oveja para que comience a reconocer cuál es su dieta apropiada y no salga a comer de los arbustos mortales, venenosos que crecen al lado de su pastura. De hecho en Efesios 4, Pablo dice que Dios ha dado a la Iglesia apóstoles, profetas, evangelistas y pastores maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a la medida de la estatura de Cristo. ¿Por qué? Para que ya no seamos niños fluctuantes echados por doquier, por todo viento de doctrina, por la estratagema de hombres que con astucia mienten esperando engañarnos. Debemos conocer la Palabra, debemos ser instruidos por la Palabra para que podamos identificar y discernir el error. El otro versículo, que no solo Hechos 20, pero el segundo versículo que realmente ha resonado en mi corazón a lo largo de los años es Efesios 6:17: “Y tomad la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios”. Y el reconocimiento que un creyente tiene al tener la espada en todo punto en la vida para poder defenderse a sí mismo contra los ataques de Satanás, esa es la razón por la que por ejemplo Pablo en 1 Timoteo 4:6 dice, “Si eres un buen ministro de Jesucristo, serás nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina”. Y en el versículo 16: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina, y continúa en ello, porque de esta manera te salvarás a ti mismo y a aquellos que te oyen”. Cuando conoce usted buena doctrina y su congregación conoce buena doctrina, usted es protegido. Usted es protegido del virus mortal del error. Y el único antibiótico protector que tenemos contra la enseñanza falsa es la verdad. La Verdad de Dios. Entonces Pablo, al escribir su segunda epístola a Timoteo inclusive lo reitera otra vez, 1:13: “Retén la forma de las sanas palabras”. Lo bueno es el contenido doctrinal que te fue encomendado. “Guárdalo,” dice en el versículo 14. Capítulo 2, “Lo que has oído de mí ante otros testigos, esto enseña a otros para que puedan enseñar también a otros”. Este compromiso tremendo con la verdad. “Predica la Palabra,” dice él. Y no te permitas el ser atrapado con el error, el cual es el deseo de muchas personas que quieren que le rasquen los oídos, quieren maestros que satisfagan sus deseos. Y entonces los falsos maestros, en primer lugar, conforme vemos su patología, son marcados, son caracterizados por la herejía. Enseñan algo diferente de la Palabra de Dios. Afirman cosas diferentes de lo que dicen las Escrituras. Añaden a las Escrituras. Hablan cosas que las Escrituras no enseñan. En segundo lugar, no es solo lo que afirman, es lo que niegan. Regrese de nuevo al versículo 3. No solo afirman ciertas cosas, sino que no se conforman a las sanas Palabras, las Palabras de Nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad. Afirman algo diferente de las Escrituras y no están dispuestos a consentir a palabras saludables, las Palabras de Nuestro Señor Jesucristo. Ese es un tiempo perfecto. El falso maestro no está en la actualidad de acuerdo con... La idea aquí es, en su enseñanza, están en desacuerdo con las Escrituras. No están de acuerdo con las sanas Palabras. Esa palabra en el griego se vuelve en el español la palabra ‘higiene’. No se entregan a sí mismos a las palabras higiénicas, las palabras benéficas que son las Palabras de Nuestro Señor Jesucristo. Ahora, ¿qué quiere decir él con eso? Bueno, las Palabras de Nuestro Señor Jesucristo, realmente en la literatura, el griego dice “las de Nuestro Señor Jesucristo”. En otras palabras, no se comprometen consigo mismos a las palabras saludables que dan vida, benéficas espiritualmente, que han venido a nosotros de Nuestro Señor Jesucristo. Y esto no simplemente se refiere a las citas mismas de Jesús en los Evangelios, sino a todas las Palabras que Él nos ha dado, como el Autor de las Escrituras, usando al Espíritu de Dios en inspiración a través de los escritores humanos. Las Palabras de Nuestro Señor Jesucristo se refieren a cualquier revelación dada a nosotros y, en particular, de manera más particular, a la Revelación del Nuevo Testamento. Simplemente para apoyar esa idea recordarán que en Colosenses 3:16 llama a las Escrituras la Palabra de Cristo; 1 Tesalonicenses 1:8, llama a las Escrituras la Palabra de Nuestro Señor; 2 Tesalonicenses 3:1, llaman a las Escrituras la Palabra del Señor. Las Escrituras son la Palabra del Señor, son la Palabra de Cristo, son la Palabra de Nuestro Señor Jesucristo. Entonces lo que él está diciendo: en primer lugar, afirman cosas que son diferentes, que son diferentes de las Escrituras. En segundo lugar, niegan cosas en las Escrituras. Así es como usted los identifica, así es como usted los puede identificar. No aceptan ciertas cosas enseñadas en la Palabra de Dios, y añaden cosas a la Palabra de Dios. Son las Escrituras las que proveen la enseñanza saludable. Pedro dice, “Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis”. Es aquello que nos hace crecer. Pero estas personas, literalmente el griego dice, no están prestando atención al mensaje espiritualmente saludable que viene de Nuestro Señor Jesucristo. No están comprometidos con las Escrituras. Los falsos maestros van a estar por todos lados. Pueden hablar de Jesús, pueden hablar de Dios, pero el corazón de su ministerio no será la Palabra de Dios. Añaden a eso y le quitan a eso. Y entonces afirman cosas diferentes de las Escrituras y no consienten con lo que está en las Escrituras. Puede así identificarlos. Las Escrituras son el principio y el final de la Revelación de Dios, y todo lo que debemos enseñar está contenido dentro de sus páginas. Además, él añade al final del versículo 3 que no solo no están consintiendo a las palabras sanas, las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, sino que, por lo tanto, no están consintiendo con la doctrina o enseñanza que es conforme a la piedad, o que está relacionada con la piedad, o que está ligada, acata a la piedad. ¿Qué significa eso? Eso significa que la prueba definitiva–escucha esto–la prueba definitiva de una enseñanza es que si produce – ¿qué? Piedad. Esa es la prueba definitiva. Añadirán a las Escrituras. Negarán las Escrituras. Y también debido a la ausencia de la verdad escritural, van a producir una vida que carece de piedad. La prueba definitiva de la verdad es una piedad consecuente. No están de acuerdo con la enseñanza que se relaciona con la piedad. La verdad siempre resulta en la piedad cuando es aplicada. La Palabra de Dios va a producir una conducta espiritualmente saludable. La Palabra de Dios va a traer la verdad en una vida que resulta en piedad. Esa es la razón por la que el 1 Timoteo 4:7 dice: “Ejercítate para la piedad”. Ejercítate para la piedad. Ahora escuche: el error nunca puede producir piedad. ¿Qué queremos decir con piedad? Reverencia, piedad, pero simplemente ser como Dios, ser como Cristo. La enseñanza falsa, la herejía, el error no pueden producir semejanza a Cristo. Solo la Verdad de Dios puede hacer eso. Solo la Palabra puede producir piedad. Vivir en santidad, vivir en reverencia, vivir en semejanza a Dios, vivir en semejanza a Cristo, es el fruto de la verdad. Entonces la prueba definitiva de la enseñanza de un maestro es ver su propia vida. Jesús lo dijo en Mateo 7, hablando de los falsos maestros, que vienen como lobos vestidos de ovejas. Él dijo, “Por sus frutos los conoceréis”. Por sus frutos los conoceréis. Ve el producto de su vida. Vea su conducta. ¿Disfrutan la impiedad como Pedro dice que lo hacen? ¿Están entregados a la lujuria presuntuosa, obstinada como Pedro también lo dice en 2 Pedro 2, en tantas palabras? ¿Están entregados a una vida pecaminosa? ¿Están orientados al orgullo? Cuando los veo preocupados por el prestigio y el reconocimiento y el poder y la popularidad, y hay cierta soltura sexual en su conducta, están sentados en sí mismos. Buscan gratificarse a sí mismos. Y es así, esas son las cosas que no producen la verdad, sino que producen las mentiras. Vean su credo, escuchen lo que dicen. ¿Están llamando al arrepentimiento, están llamando a la santidad, están llamando a la semejanza a Dios y a la semejanza a Cristo? ¿Están diciéndole a la gente que abandone su egoísmo? ¿Están llamando un quebrantamiento por el pecado? ¿O están enseñando enseñanzas que se acomodan a la mente carnal y alimentan la naturaleza caída del hombre? Esa es la pregunta. Y entonces cuando usted busca marcas que identifican la patología de los falsos maestros: en primer lugar, dicen cosas diferentes a las Escrituras; en segundo lugar, niegan lo que las Escrituras dicen; y en tercer lugar, lo que enseñan no produce piedad. Así es como usted los identifica. Pedro describe sus vidas estériles, su impiedad en términos vividos. En 2 Pedro 2, permítame decirle algunas de las cosas que él dice: “Satisfacen la carne en sus deseos corruptos. Son obstinados y atrevidos. Lo consideran un placer el disfrutar de su pecado a luz del día.” En otras palabras, pecan a plena luz del día. Son manchas, como dice el griego, disfrutando sus engaños conforme se entregan a su pecado. Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca dejan de pecar. Son hijos maldecidos. Apelan mediante deseos carnales, mediante la sensualidad. Son como perros que vuelven a su vómito y cerdos que se revuelcan en su propio lodo. Judas también dice que son personas impías, lo opuesto a la piedad. Convierten la gracia en libertinaje, contaminan la carne, se preocupan solo por ellos mismos, y ellos muestran su propia vergüenza como espuma. Estos son los patrones de la conducta entre los falsos maestros. El punto que reforzar, amados, es este: la verdad produce piedad. Y cuando usted ve un falso maestro y quiere características que los identifiquen, usted ve: en primer lugar, ¿dicen cosas que las Escrituras no dicen? Dos, ¿si eso podría ser diferente a las Escrituras, adicional a las Escrituras? Dos, ¿niegan algunas cosas que son dichas en las Escrituras, o las niegan abiertamente, o las niegan al nunca referirse a ellas? Y en tercer lugar, usted ve sus vidas y no ve la piedad producida por la verdad, sino que ve la impiedad producida por el error. Entonces la marca de los falsos maestros es herejía en doctrina y herejía en conducta. Herejía en doctrina y herejía en conducta. Ahora rápidamente, simplemente para ver algunos de los otros elementos en su patología: número dos, su actitud. Viendo un poco más de cerca, ¿cuál es la actitud de los falsos maestros? Versículo 4. La primera afirmación es simple: “Está – ¿qué?–envanecido”. ¿Cual es su actitud? Orgullo. Su marca es herejía y su actitud es orgullo. Es la misma palabra usada en el capítulo 3, versículo 6. Es una palabra única, es la palabra ‘tufo’, la cual significa estar envuelto en humo, inmerso en humo. Es una forma pasiva perfecta, lo cual significa que están en un estado estable de estar inmersos en su propio humo. En otras palabras, son puro humo. Arrogancia es lo que la palabra implica. Son arrogantes. Los falsos maestros inevitablemente son arrogantes. Dice usted, ¿cómo? Simplemente si usted coloca su enseñanza como superior a la enseñanza de la Palabra de Dios, esa es la epítome de la arrogancia. Eso difícilmente necesita ser dicho. Cuando usted dice, “Yo sé que la Biblia dice, pero yo digo”, y se coloca por encima de eso, eso es arrogancia. Arrogancia es estar inflado con su propio sentido de importancia personal. Pedro dice que son tan arrogantes, en 2 Pedro 2, que no tiemblan cuando blasfeman a las majestades angelicales. Pedro dice que son tan arrogantes que son totalmente obstinados. Tan arrogantes (versículo 18 de ese capítulo) él dice, que hablan palabras arrogantes de vanidad. Simplemente hablan palabras vacías que demuestran su propia arrogancia. Judas dice en su epístola acerca de su orgullo, rechazan la autoridad y hablan de manera arrogante (versículo 16). Cualquier persona que coloca su enseñanza por encima de la Palabra de Dios es arrogante. Y los falsos maestros, de manera arrogante, se rehúsan a aceptar la verdad simple de Dios, la cual está ligada con la piedad. Pueden presentarse como personas humildes y mansas, pero son los más arrogantes cuando afirman cosas opuestas a la Palabra de Dios. Con frecuencia pienso en eso cuando algún tipo de hombre intelectual viene con todos los títulos de la teología liberal y comienza a promover cosas contrarias a la Palabra de Dios. Y la gente supone que básicamente eso es intelectualismo, y lo único que eso es, es un ego inflado. Alguien que no puede de manera humilde postrarse debajo de la verdad de la Palabra de Dios, sino que se coloca a sí mismo como mayor que Dios. Cuando hablamos de expresar la verdad, eso es la culminación de la arrogancia, la cúspide de la arrogancia. ¿Debemos esperar algo menos cuando Satanás, en su arrogancia, decidió ser mayor que Dios y ha producido una generación de pecadores con el mismo deseo? De hecho, cuando usted ve la ilustración en Hechos 8 de Simón, el hechicero que iba por todos lados diciéndole a todo mundo que él era alguna persona grande. Muy típico. Muy típico. Estas personas que son arrogantes, que están inflados con su propio sentido de importancia personal, como Colosenses 2:18 dice, no son nada más que promotores del error que revela la patología de su virus. ¿Cuál es su marca? Herejía. ¿Cuál es su actitud? Orgullo. En tercer lugar: su mentalidad. ¿Con qué estamos lidiando? Esto es muy directo. Está envanecido. Las siguientes dos palabras: nada– ¿qué?– ¡sabe! No me importa cuántos doctorados en filosofía tengan, o cuánta preparación tengan. No sabe nada. No dice que no sabe mucho. Dice que no sabe nada. Son unos ignorantes orgullosos. No saben nada, pero están inflados acerca de lo que creen que saben. Desfilan su inteligencia imaginaria, su erudición imaginaria, su entendimiento superior imaginario, su entendimiento religioso imaginario. Y la verdad es que no saben nada. Son necios. 1 Corintios, capítulos 1 y 2. Son necios absolutos. Y la sabiduría del mundo, dice él, es– ¿qué? Necedad con Dios. No entienden ningún asunto de verdad espiritual. Tienen la sabiduría del Santiago, que no es de arriba, sino que es terrenal, animal, diabólica. No tienen verdad alguna. La gente que viene, sean los teólogos liberales o líderes de sectas como Brigham Young o Joseph Smith o Mary Baker Eddy o el juez Rutherford, o sea quien sea. Sea L. Ron Hubbard, o sea quien sea, vienen y promueven una gran verdad, y la realidad es que son absolutamente ignorantes. No saben nada. Absolutamente nada. Porque usted no puede conocer nada fuera de la Revelación de Dios. Esto es, nada acerca de la realidad espiritual. Dicen tener alguna nueva verdad, algún nuevo entendimiento. Dicen conocer cosas que nadie más conoce. Y lo presentan con autoridad, pontificando en su ignorancia arrogante acerca de todas las ilusiones, a todo, y no saben nada. Amados, es tan maravilloso que el Señor ha escogido esconder estas cosas de “los sabios y los prudentes” en sus propios ojos, y revelarlas a los niños. Dios ha escondido estas cosas de las mentes prósperas que buscan promoverse a sí mismas de este mundo, y se las ha dado a las personas comunes y corrientes como nosotros. Aquellos de nosotros que conocemos la Palabra de Dios, conocemos mucho más que las personas más eruditas, educadas, que la niegan. Pedro de nuevo clasifica su ignorancia con terminología bastante fuerte en 2 Pedro 2. Él dice que son animales irracionales, nacidos como criaturas de instinto para ser capturadas y matadas. Bastante directo. No son nada más que bestias brutas. Él dice que se deleitan en donde no tienen conocimiento, y después los llama fuentes secas, fuentes sin agua. Prometen satisfacer su sed y están tan secos como la arena. No tienen sabiduría, y Judas dice que son nubes sin agua. Prometen lluvia, pero no dan ninguna. Son árboles otoñales sin fruto. Prometen alimento, pero no tienen nada. Olas salvajes del mar que solo promueven problemas, doblemente muertas sin raíz. Él los llama estrellas errantes flotando por todos lados sin ningún curso. No pueden ser rastreadas, no pueden ser seguidas. Todo esto es inútil. Y después él dice–observe el versículo 4–en su estatus de no saber nada, están ocupados con algo. Está envanecido, nada sabe, y en el griego se traduciría así: teniendo un anhelo enfermo con respecto a cuestiones y contiendas de palabras. Tienen, y aquí está la terminología patológica, un hambre enferma. Tienen una enfermedad. Están enfermos. Y su enfermedad es una preocupación con cuestiones y batallas de palabras enfermas, no saludables, infecciosas, peleando por terminología. El término aquí que dice cuestiones es el término zetesis, que significa “especulaciones vanas”. Teorías pseudointelectuales, peleando por todo tipo de teorías en lugar de la verdad simple de la Palabra de Dios. ¿Sabe una cosa? Es algo sorprendente cuando usted lee todo lo que se ha escrito desde un punto de vista liberal o neo ortodoxo de las Escrituras. Usted literalmente se pierde en todas las palabras de toda esta especulación, cuando lo único que necesita es aceptar la verdad simple de la Palabra de Dios. Y después se meten en logomaquias, batallas de palabras, peleando por terminología. Yo creo que la Biblia dice que Dios creó el mundo en seis días. ¿Tiene un problema con eso? Simplemente lo dice. Primer día, Él hizo esto; el segundo día, Él hizo esto; el tercer día, esto. Dice usted: Bueno, ¿son días reales? Bueno, dice: Y fue a la tarde y la mañana, el primer día; la tarde y la mañana, el segundo día; la tarde y la mañana, el tercer día. Y no tengo que ser un Phi Beta Kappa para decirle que probablemente ese es un día de 24 horas. Bueno, dice usted, no es intelectual creer eso. No, es simplemente sensato creerlo. Usted simplemente tiene que leerlo, y después dice: es verdad. Eso es lo que dice. ¿Pero sabe una cosa? Vienen estas personas, y vieron eso hace unos años atrás, que promovían: no podemos aceptar una creación de seis días. Eso no es admirado intelectualmente el día de hoy. Y si queremos ser admirados por los intelectos de nuestro mundo, tenemos que inventar algún tipo de condecensión a la evolución. ¿Y sabe una cosa? Que el evolucionista dice que una vez hubo un mar, no queremos hablar de dónde salió el charco. Había un charco una vez, pero estaba el charco y tenía una cosa de una célula, y esa cosa de una célula dijo, “Pienso que voy a ser dos”, y entonces fue dos. Y después seguimos con eso, y aquí estamos. Eso es intelectualismo. Eso es ciencia astuta. Y entonces no queremos refutar eso, e inventaron un término, una palabra. Inventaron la idea de que somos evolucionistas teístas. ¿Qué quiere decir eso? Bueno eso significa que tenemos que aceptar la información científica acerca de la evolución, porque no podemos menospreciar los científicos, pero creemos en Dios. Entonces tenemos una evolución teísta, lo cual significa que la evolución va de la mano, y de vez en cuando Dios entra en la acción y hace algo muy especial, y algo que solo Dios podría hacer. Y después alguien más vino y dijo: No, no, promovemos el creacionismo progresivo. ¿Qué es eso? Bueno, queremos enfatizar a Dios, entonces decimos que Dios está creando, pero lo está haciendo a través de un proceso progresivo evolucionario. Y entonces los evolucionistas teístas discuten con los creacionistas progresivos. Y después, últimamente, el Dr. Smith, el director de nuestro seminario, me estaba diciendo que hay uno nuevo llamado el providencialismo progresivo, y realmente no estoy muy seguro de lo que eso significa, excepto de que Dios en cierta manera, de manera providencial, de cierta manera progresiva y de evolución, en cierta manera normal, van de la mano todos y aquí estamos. Y en cierta manera se dan el uno al otro doctorados en filosofía por ese tipo de cosas. Y el resto de nosotros tomamos la Biblia y decimos “Oh, veo. En el primer día Él hizo esto, en el segundo día Él hizo esto, en el tercer día Él hizo esto, el cuarto día Él hizo esto. El quinto día hizo esto y el sexto día hizo esto, y después reposó. Esto es bastante claro, vayamos al siguiente capítulo.” Y no es suficiente aceptar la Biblia. Tome usted los primeros cinco libros de la Biblia. Las Escrituras dicen que fueron escritos por Moisés. Y vienen los críticos: “No, ahora espere un momento. Esos libros no fueron escritos por Moisés. Tenemos una mejor solución”. E inventaron lo que es llamada la Hipótesis Documentaria. Palabras, palabras, la Hipótesis Documentaria. Dice usted: ¿qué es la Hipótesis Documentaria? Eso significa que Moisés no escribió el Pentateuco. ¿Quién fue? J, E, P y D. ¿Quiénes son J, E, P y D? Cada vez que usted vea Jehová, eso es el escritor J. Cada vez que usted vea Elohim, ese es el escritor E. Cada vez que vea un pasaje sacerdotal ese es el S. Y el Deuteronomio fue escrito por los deuteronomistas. Y estas son personas desconocidas, quienes mucho más adelante–que las declaraciones de la Biblia–tuvieron muchos documentos, e hicieron lo que quisieron hacer y mezclaron todo, y muchos redactores y editores vinieron y cambiaron esto y cambiaron eso, y fijaron esto y aquello. Y así es como recibimos la Biblia. Y dice usted ¿dónde dice eso? Oh, no lo dice. Bueno, entonces cuando la Biblia dice que una cierta persona escribió un libro, ¿eso es la verdad? No, no, no, esa no es la verdad. Entonces negamos las Escrituras, postulamos la Hipótesis Documentaria, tenemos a todas estas personas tratando de entender como J, E, P y D pudieron hacer todo esto, especialmente cuando tiene usted a J, E, P y D en el mismo versículo. ¿Acaso se están pasando la pluma? Viene el Nuevo Testamento y tiene a personas, y quieren negar la autoría de las epístolas. Puedo llevarlo libro tras libro tras libro acerca de la introducción del Nuevo Testamento, en donde el enfoque entero del autor es negar que Pablo escribió los libros Paulinos, Santiago escribió esta epístola, negar que Pedro escribió esto, y a lo largo de esto negar, negar, negar y postular algo especulativo que ellos han desarrollado. Y esto es típico. Puedo regresar al alegorismo en donde estaban inventando cosas en la Biblia que realmente no significaban eso. Por ejemplo, los rabinos antiguos suelen decir que al nombre Abraham usted le da equivalencia numérica a las consonantes, y terminan con 318. Y cada vez que usted ve la palabra Abraham, significa que él tuvo 318 siervos. Eso es absurdo. Absolutamente absurdo. Y ese tipo de cosas continúan. Estaba tratando de inscribirme en un programa doctoral en la Escuela de Claremont de Teología en una ocasión, y dijeron: vas a estar bien en este doctorado en religión, excepto que tienes demasiada Biblia. Y creo que les dije que querían que tomara un curso llamado “Jesús y el Cine”, y dije “yo no necesito eso”, y ahí se acabó el programa. Me acuerdo de un profesor, quien es bien conocido por mi familia, en un seminario–un seminario bien conocido–que se metió en todo este tipo de especulaciones, este tipo de juegos de palabras. Y se frustró tanto que se metió en un departamento una noche, cerró las ventanas, prendió el gas y se mató. Nubes sin aguas. Olas que no promueven nada más que vergüenza. Estrellas errantes. Sus mentes no saben nada. Y se involucran a sí mismos en especulaciones inútiles acerca de palabras que solo comienzan batallas. Logomaquias. Batallas semánticas. Entonces la enfermedad del falso maestro es vista en su rechazo a afirmar la Palabra de Dios como la única fuente de enseñanza espiritualmente saludable. Su rechazo de la Palabra del Señor como inferior a la suya. La pérdida resultante de cualquier tipo de piedad y conducta, y de manera arrogante, se involucra en especulaciones inútiles que engendran la depravación de su propia mente, llevando a una lucha sobre palabras que no es nada más que ignorante de verdad espiritual. ¡Que patología! ¿Y a dónde llevan–número 4–los efectos? Cuales son los efectos de esto. Esto es bastante simple. En una palabra: caos. Y confusión, otra palabra. Versículo 4, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres. Eso es lo que usted obtiene. ¿Quiere saber algo? Hace un momento le dije que usted puede identificar la verdad porque la verdad puede revelarse en la conducta, ¿verdad? La piedad es la prueba definitiva de la verdad. Permítame darle una segunda prueba de la verdad. La unidad es la prueba de la verdad. Lo que nos une es un compromiso en común con la verdad. Eso es lo que nos une. Y debido a que creemos todos la misma verdad, estamos todos unidos. Es interesante, por ejemplo, en el proceso de buscar la acreditación con el Master Seminary, algunas personas que vinieron a nosotros de otros seminarios liberales a evaluarnos en ese proceso–creo que es más amplio que el estado, ese proceso de comisión,–no pueden entender cómo es que todos nosotros (y tenemos un grupo grande de personas, por lo menos un puñado, 5 personas en el seminario y estamos añadido a 5 profesores nuevos de tiempo completo en Septiembre), como todos estábamos de acuerdo en nuestra dirección. No pueden entender eso. Como el presidente del seminario nos confesó: él tiene 15 diferentes miembros de la facultad, básicamente de 15 diferentes puntos de vista. ¿Puede imaginarse tratar de tener una meta en común de eso? ¿Y un plan de estudios en común, e ir en una dirección en común? ¿Pero cómo puede ser con nosotros? Es muy simple, porque todos creemos lo mismo. Todos creemos en la Biblia de pasta a pasta. Como un niño dijo, del genio a la revolución. Creemos lo mismo. Y entonces todos aceptamos eso. No tenemos que debatir eso. No tenemos que discutir. Sabemos a dónde vamos, sabemos lo que creemos, sabemos cuáles son nuestros objetivos. No pueden entender cómo hemos entendido eso tan rápido, pero como puede ver, la verdad unifica. Ahora, cuando usted tiene a personas que están enseñando cada uno lo que quiere, todo mundo está enseñando solo lo que está bien a sus propios ojos, y todo el mundo es en cierta manera su propio maestro, motivado por su ego. Todo el mundo añadiendo sus cosas a las Escrituras. Todo el mundo negando las Escrituras a favor de lo que él enseña, y debido a que todo mundo se convierte en su propio estándar, se coloca en contra del resto de la gente, y lo único que tiene es discordia. Lo único que tiene es caos. Esa es la razón, cuando los alumnos van a escuelas así o se exponen a ese tipo de enseñanza, salen totalmente confundidos porque no hay uniformidad entre el error. Versículos 4 y 5, al final del versículo 4, sigamos el pequeño camino aquí. Comienza con los celos. Celos. La falta de contentamiento interno por las ventajas disfrutadas por la popularidad y prosperidad de alguien más, y los seguidores que están obteniendo. Entonces, en primer lugar, tienen un hombre tratando de enseñar una cosa, otro hombre trata de enseñar a otra persona, y están celosos el uno del otro y del éxito que pueden estar teniendo. Eso lleva a la contención. Esa es la batalla que surge. La contención llega a blasfemias o insultos. Es la palabra para blasfemias. Esa es la calumnia, el insultar a alguien que está en desacuerdo contigo. Eso lleva a la sospecha maligna, lo cual significa asignarle a algo motivos malos, motivos malignos. Y eso lleva a una lucha constante, incesante, llamadas contiendas perversas de hombres. La palabra es muy interesante, es una palabra compuesta doble. Diaparatribas. Significa estar frotándose de manera mutua, en fricción constante, en lucha constante, irritación constante. De hecho, Crisóstomo solía decir que era como dos ovejas enfermas contagiándose sus enfermedades al frotarse la una a la otra. Entonces, ¿qué es lo que usted recibe como legado del error? Caos. Uno que promueve el error en contra del otro. Celos. Luchando el uno contra el otro, blasfemando, insultándose el uno al otro. Sospechando los motivos el uno del otro. Quedando nada más que irritación y fricción incesante. No producen un efecto bueno. No producen nada bueno en absoluto. Nada bueno. Pedro habla del producto de la enseñanza falsa. Él dice, “Estas personas y su enseñanza causan que el camino de la Verdad sea blasfemado”. Explotan a través de falsas palabras. Atraen a las almas inconstantes. Dejan el camino correcto, se han desviado. Prometen libertad pero son esclavos de corrupción. Judas dice, “Son animales irracionales que siguen sus propios instintos depravados a la destrucción”. Se han apurado al error. Han ido por el camino de la desobediencia, entrados en sí mismos, y han perecido en su propia rebelión. Judas dice, “Son arrecifes escondidos en sus festividades de amor”. Quieren hundir tu barco. Sus efectos son malos en su totalidad. Condenan, confunden, causan caos, porque el error nunca puede producir unidad, porque si hay tantos falsos maestros, habrá tantas falsas enseñanzas. Solo la verdad unifica. Solo la verdad unifica. La marca, entonces: herejía. La actitud: orgullo. La mentalidad: ignorancia. Los efectos: caos. Número cinco, brevemente: la causa de los falsos maestros. Ahora, no quiero decir con eso la causa sobrenatural, la causa satánica o demoníaca. Quiero referirme a la fuente dentro de ellos. Observe el versículo 9 de nuevo. Disputas necias de hombres corruptos de entendimiento. Ahí está su causa básica. Lo que usted tiene es una mente no regenerada. Tiene una mente que nunca ha sido transformada. Tiene una mente que está en enemistad contra Dios, como Pablo le llama en Romanos 8. La mente carnal está en enemistad contra Dios. Es un enemigo de Dios. Es esa sabiduría terrenal a la que se refiere Santiago, que pelea contra Dios. Mentes corruptas, Romanos 1:28, Pablo dice “una mente reprobada”, entregada a toda maldad. Sus facultades mentales no pueden funcionar de manera normal en la esfera moral o espiritual. No reaccionan de manera normal a la verdad. Son hombres naturales (1 Corintios 2:14) que no entienden las cosas de Dios. Entonces la fuente patológica de su enfermedad es una mente corrupta. El virus mortal de palabras ignorantes sale de una mente anormal. No entienden a Dios. No entienden la Verdad. No pueden entender la Verdad. Sus mentes están entenebrecidas, Efesios 4 dice. Sus mentes están separadas de Dios, Efesios 4 dice, sus mentes son totalmente impías. Dice en Colosenses 1:21, su mente básicamente está apegada a obras impías. Entonces, mentes alejadas, mentes impías, mentes oscurecidas, mentes carnales, mentes corruptas: esa es la fuente. Nunca han sido transformados. No han recibido lo que me encanta, que dice 1 Corintios 2:16: “Mas vosotros habéis recibido la mente de Cristo”. No tienen esa mente. No tienen la mente renovada de la que Pablo escribe. Y esa es la fuente. Usted está tratando con una mente corrupta. Está tratando con una mente no regenerada. Pueden tener títulos que le salen por las orejas. Pueden tener involucramiento religioso, pueden ser parte de una secta. Pero su mente es corrupta. Y a partir de una mente corrupta, salen palabras ignorantes. Esa es la causa. Número seis: la condición de los falsos maestros. ¿Cuál es la condición actual? Versículo 5, de nuevo, él dice que no solo son hombres corruptos de entendimiento, sino también privados de la verdad. Privados de la verdad. Esta es su condición. Su condición actual es que están privados. La palabra ‘privados’ significa, viene de un verbo que significa “robar”. Privar. Han sido privados de la verdad. O podría ser una voz media, se han privado a sí mismos de la Verdad. Se han robado a sí mismos de la Verdad. O han sido robados de la Verdad. Las formas son las mismas. Si usted lo toma como un verbo en voz media, diría que estuvieron en contacto con la Verdad, pero se han privado a sí mismos de ella. Se han alejado de la Verdad por su propia voluntad. No está diciendo que llegaron a ser salvos, sino que tenían una Biblia, leyeron la Biblia, conocieron la Verdad, pero se alejaron de la misma. Por otro lado podría ser un pasivo: alguien se la quitó. Quizás estuvieron bajo la influencia de alguien que los haló de la Verdad. Podemos advertirle a la gente que tenga cuidado con quién escucha y con quién lee, para que no se vuelva víctima de eso. Estas son personas que en una ocasión estuvieron en proximidad a la Verdad, estuvieron en contacto con la Verdad. Quizás no tuvieron nada más que la Palabra de Dios a la mano, y eso es suficiente. Tuvieron una Biblia, pero ahora han sido privados de ella, o se han privado a sí mismos de la misma. Literalmente han caído, en Hebreos 6, Hebreos 10, aquellos que en el pasado fueron alumbrados, iluminados pero ahora han abandonado aquello que una vez conocieron. Han visto y conocido, y ahora han rechazado. Y entonces decimos que su condición es apostasía. Su condición es apostasía. Su efecto es caos, su condición es apostasía. Se han apartado de la fe, aquí han estado escuchando al padre de toda mentira (Juan 8:44), Satanás mismo. Se han apartado de la Verdad. Se han desviado de la Verdad. Como dice en 2 Timoteo 2:18, han errado con respecto a la verdad. Siempre están aprendiendo (2 Timoteo 3:7), pero nunca pueden llegar al conocimiento de la Verdad. Dice en el siguiente versículo, “Resisten la verdad porque son hombres de mentes corruptas”. Aquí está: réprobos, con respecto a la fe. Mentes corruptas, privados de la Verdad, réprobos en cuanto a la fe. Todo va de la mano. Todo va de la mano. Su condición es de apostasía. Se han desviado de la Verdad. Siete, conforme vemos una conclusión (solo una más después de esta). Siete: ¿Cuál es la prognosis de los falsos maestros? Esto se implica en la afirmación “privados de la verdad”, y su prognosis es juicio. Cualquier persona que está totalmente privado de la Verdad, cualquiera que está privado de la Verdad, se dirige al juicio. De hecho, en Hebreos 6, si usted se aleja de la Verdad, no hay esperanza de volver a regresar a la salvación. En Hebreos 10, si usted pisa la sangre del pacto, usted se dirige a un juicio desastroso y eterno. Pero dice en 2 Pedro 2, de nuevo, traen “sobre sí mismos destrucción repentina”. Él dice que su destrucción no se retrasa. Su juicio, desde la antigüedad, no espera. Y después él da ilustraciones al decir (versículo 4), “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno, y si Dios no perdonó al mundo antiguo antes de Noé, sino que destruyó a ese mundo de impíos, y si Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra y los convirtió en cenizas”, si Dios le hizo todo eso a esos apóstatas, entonces usted puede esperar que él le haga lo mismo a estos. Y entonces él procede a describir a estos apóstatas y lo que Dios va a hacerles. Judas, en su pequeña epístola, se vuelve muy directo. Él dice que desde la antigüedad, (versículo 4), están ordenados a la condenación. Y después él dice acerca de ellos, en el versículo 15, que Dios va a venir y va a convencer a todos los impíos, entre ellos a todas sus obras impías que han cometido impíamente, y de todas sus palabras duras, que los pecadores impíos han hablado en contra de él. Juicio. La prognosis de los falsos maestros es juicio. Infierno eterno, y el infierno más severo de todos, porque ellos, habiendo visto la Verdad, tocado la Verdad, apostataron de ella. Y finalmente, ¿por qué hacen esto? Entendiendo toda la patología de los falsos maestros, ¿cómo es posible que alguien haga esto? Y aquí está el motivo. Que toman la piedad como fuente de ganancia. Que toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales, pero los manuscritos más antiguos no tienen esa última frase. Aparentemente algún escriba lo añadió más tarde. El versículo termina diciendo que toman la piedad como fuente de ganancia. ¿Sabe por qué están metidos en esto? Muy simple. ¿Por qué están metidos en esto? Dinero. Dinero. Tienen la audacia de presumir que su piedad–y es usada de manera sarcástica aquí, de manera irónica – que ese tipo de piedad falsa es una manera de producir dinero. Esa es la razón por la que Pablo, como puede ver en Hechos 20, cuando les dice, “porque yo se que después de mi partida vendrán entre vosotros lobos rapaces, y hombres perversos se van a levantar, y los encomiendo a la Palabra de Su Gracia”, la cual es el único antibiótico contra el SIDA del error espiritual. Después en el siguiente versículo (versículo 33) dice “No he codiciado ni vestido ni plata ni oro de nadie”. ¿Por qué? Porque esos, de manera típica, los que eran falsos maestros, estaban metidos en esto para trasquilar a la gente, no alimentar a las ovejas. Y entonces Pablo les dice, yo no soy así, yo no busco nada. Él le dice a los corintios: no vine a ustedes buscando nada. Él le dice a los tesalonicenses: no queremos que paguen nada, y trabajé por eso con mis manos, para proveer para mi vida personal, para mi propia vida. Y él dijo antes, en el capítulo 3, que un anciano y diácono no puede ser avaro, no puede ser un amante del dinero. ¿Por qué? Porque el potencial en la esfera religiosa para usarlo, para producir dinero, siempre ha sido el factor motivador de los falsos maestros. Pedro lo dice de nuevo en 2 Pedro 2: en su avaricia los van a desacreditar. Han seguido el camino de Balaam, quien amó el premio de la injusticia. Usted se acuerda de Balaam, el profeta que podía ser comprado y daba un mensaje al mejor postor. Judas dice que se han apresurado al error de Balaam, y que adulan a la gente por causa de su propia ventaja. En Hechos 8, Simón quiso comprar el Espíritu Santo. Él habría pagado todo lo que podía pagar para comprar el poder que él vio revelado, porque él sabía que con ese poder, podía recuperar todo eso y mil otras fortunas más como eso. ¿Está consciente, puede ver con sus ojos, puede ver a los charlatanes religiosos que son un desfile constante en sus ojos, en esta sociedad, que están metidos en eso por el dinero? Están por todos lados. Esa es la patología de los falsos maestros y su SIDA espiritual mortal. Permítame repasarlo brevemente. Escuche con atención. Manténgase alejado de personas que enseñan cosas contrarias a las Escrituras. Aléjese de aquellos que niegan la Verdad. Aléjese de aquellos que no son semejantes a Cristo ni son piadosos en su conducta. Aléjese de esas personas, y no escuche a aquellos cuya actitud es arrogante, que son totalmente ignorantes de la realidad y la verdad espiritual y constantemente están metidos en teorías acerca de especulación inútil que genera batallas de problemas, llevando solo al caos, a la confusión, al desorden y a la división. Aléjese de aquellos, y no escuche a aquellos que presentan su enseñanza arrogante a partir de mentes corruptas, que han dejado la Verdad y se dirigen al juicio eterno. Aléjese de aquellos que desean el enriquecimiento personal a expensas de usted. Lo van a contagiar de SIDA espiritual. Están infectados, y la prognosis para ellos y aquellos que infectan es muy, muy triste. Inclinémonos en oración. Seños, te damos gracias porque nos has dado advertencia suficiente en Tu Palabra para que podamos saber y estemos conscientes de la infiltración del error contra la Verdad. Padre, gracias por la Palabra de Dios por maestros fieles, por el Espíritu Santo. Ayúdanos a ser estudiantes de la Palabra de Dios, a tal grado que el error sea reconocido por nosotros inmediatamente. Que podamos mantenernos alejados y nunca ser infiltrados por un virus tan mortal. Padre, simplemente oro por que nadie aquí jamás sea engañado por la multitud de falsos maestros. Y te damos gracias por una Iglesia en donde Tu Palabra es proclamada. Ayúdanos a conocer todo el consejo de Dios. Ayúdanos a tener la espada para que podamos permanecer en pie y pelear en toda batalla. Protégenos del Maligno y sus agentes mentirosos. Mantén a Tu Iglesia pura. Y te damos gracias. En el nombre de Cristo. Amén. 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