Revista Aniversario Casa del Poble

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Casa del Pueblo
de La Romana
PRESENTACIÓN La exposición sobre el 80 Aniversario de la Casa del Pueblo de La Romana, que la asociación “El Tramvia nº2” ha preparado, recoge el espíritu comprometido de tantos y tantos de nuestros antepasados, trabajadores de La Romana sometidos a la opresión y la pobreza, que un día creyeron en sí mismos y en su capacidad para transformar la triste realidad que les castigaba, hacia un mundo mejor de igualdad y libertad. Para todos ellos va, en primer lugar, nuestro más sincero y emocionado recuerdo. En los cimientos de la Casa del Pueblo de La Romana se encuentran los más virtuosos ideales de desarrollo humano, un proyecto cuyos ecos pretendemos hacer oír con toda su fuerza ochenta años después. La extensión de la cultura a toda la ciudadanía se consideró desde el primer momento la principal herramienta para forjar seres humanos libres y capaces de afrontar la inmensa tarea de cambiar un mundo que ante sus ojos se manifestaba agreste y ofensivo. El establecimiento de la primera biblioteca pública, el proyecto de desarrollar escuelas y un teatro, la organización de recitales, veladas musicales o la incesante participación en publicaciones, fueron algunas expresiones de la que se revela como primera iniciativa cultural de carácter popular en La Romana. Todo ello da idea del espíritu que jalonó aquellos momentos de esperanza, en que la cultura se convertía en el trampolín desde el cual saltar a las más altas esferas de la libertad humana y rociarse de los húmedos vientos que mecen la cota más elevada de la condición humana. Las hostiles circunstancias laborales constituían el principal motivo de batalla por parte de quienes integraban las organizaciones y sociedades obreras instaladas en la Casa del Pueblo de La Romana. En este edificio, los trabajadores deliberaban y adoptaban decisiones sobre nuevas condiciones de trabajo que favorecieran un equilibrio entre la dignidad de los trabajadores y la imposición de los patronos y propietarios. Reivindicaciones como las de la jornada de ocho horas, salarios justos o medidas de colocación obrera con objeto de mitigar la situación de paro de muchos obreros, fueron algunos de los ejes de acción que se desarrollaron en La Casa del Pueblo. Por ello hoy, ante una crisis global de efectos similares a la del 1929, en que el sistema económico neoliberal ha comenzado a dar muestras de su naturaleza falaz, es preciso que extraigamos del olvido la virtuosa labor de quienes lucharon a través de la organización obrera y el cooperativismo para enfrentarse a los retos relacionados con la defensa de los derechos laborales. Cabe poner de manifiesto la dificultad que se nos ha presentado en torno a la obtención de los documentos y de la información que ha hecho posible esta Exposición de la Casa del Pueblo de La Romana, y la 1
redacción de las presentes líneas. La labor de amnesia que durante decenios ha venido inoculándose desde las instancias del poder dictatorial, han surtido un efecto devastador para la memoria de los pueblos, y es sabido que sin memoria no hay identidad, y sin identidad no hay reconocimiento ni autoestima propia, tanto individual como colectiva. Por ello, queremos recordar y homenajear a aquellos que, tras la dictadura, lucharon honradamente por recuperar lo que era SUYO, lo que legítimamente les correspondía y que es de su propiedad, tratando de recuperar la Casa del Pueblo con objeto de honrar la noble finalidad para la que fue construida. Y del mismo modo, condenamos la actitud de cuantos, de forma injustificada, trataron de manipular la historia y erosionar la dignidad y el buen nombre de quienes creían en sus posibilidades de transformación social y en una nueva aurora. Agradecemos, así mismo, la colaboración de aquellos que desde la Agrupación Socialista Local de La Romana, han aportado la documentación necesaria para seguir el hilo de la historia de la Casa del Pueblo. En especial, a Julio Díez, a Casto Sánchez, a Ceferino Pérez y José Luís Navarro, que fueron la voz de todos aquellos que vieron en la instauración democrática el momento de restituir la situación que, por la fuerza de las armas, fue desgraciadamente ultrajada. También queremos agradecer la colaboración prestada desde el Exmo. Ayuntamiento de La Romana, apoyando este proyecto de recuperación de la memoria de La Casa del Pueblo. Es deseo de el “Tramvia nº 2” que este ejemplo de honrosa cooperación simbolice la normalización de una realidad histórica, reconociendo finalmente, y de forma decidida, el sentido que encierra esta Casa del Pueblo. Ello implicaría uno de los mayores avances que haya experimentado la conciencia histórica y colectiva de La Romana, al enfrentarse, de una vez por todas, a la negación institucional a que ha sido sometida durante décadas. Que la luz penetre por los ventanales de este robusto edificio y que de una vez por todas destierre la obscuridad y la amnesia que secuestró el recuerdo de quienes la construyeron y en ella creyeron; que la luz permita ver con claridad los documentos y las fotografías que custodian sin encerrar ni clausurar el acceso a la historia; y que la Casa del Pueblo de La Romana sirva de centro alrededor del cual orbite nuestro compromiso con el esclarecimiento de una viva parte de la historia en favor de los que formaron parte de ella y de aquellos que la construirán el día de mañana. ¡Viva la Casa del Pueblo de La Romana! ¡Viva a los trabajadores que la construyeron y creyeron en ella! EL TRAMVIA Nº2 2
EL MOVIMIENTO OBRERO. MALESTAR Y REIVINDICACIONES LABORALES. El movimiento obrero surge como reacción al modelo económico y social propio del sistema industrial capitalista. Tal y como se desprende de los numerosos textos que fueron elaborados por la propaganda obrerista, la lucha de los trabajadores debía llevarles a una situación en la que desapareciesen todo tipo de relaciones que implicasen explotación o dominación. En este sentido, son de destacar las formulaciones marxistas de superación de la lucha de clases, que llevará a una situación idílica en la que desaparecerá la lucha entre las clases proletaria y burguesa dándose “una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno es la condición del libre desarrollo de todos”. En fin, y cómo fuese publicado en la revista de la Casa del Pueblo de Novelda, bajo los versos y la firma de Miguel R. Seisdedos, “¡Ojalá en breve la vida sea / un mayo hermoso que no termine!”. Se propone, en este sentido, y entre otras medidas, “la unión de la explotación agraria y la industria, medidas para superar paulatinamente la diferencia entre ciudad y campo”. El reparto de la riqueza resulta elemental en un sistema productivo basado en la concentración de los recursos dinerarios y patrimoniales. Del mismo modo, se pretendía recuperar la esencia del ser humano, desnaturalizado por un “régimen del trabajo asalariado, (en el que) la clase capitalista aspira a aumentar su ganancia explotando a los obreros en la mayor escala posible. Si no se opone un límite a estos métodos, se dejará que conduzca necesariamente a la decadencia física, moral e intelectual de los trabajadores y de su descendencia” (Pág. 8, Boletín de la UGT de España: Mayo de 1930). Hemos de tener en cuenta las penosas condiciones laborales y retributivas de los jornaleros de toda España y de nuestra zona en concreto, que les llevaba a una situación de pobreza extrema y de falta de garantías laborales, sanitarias y educativas. Y así, en Alicante, los jornales medios 1 eran los siguientes: Canteros de 10 a 10,5 ptas al día; los jornaleros agrícolas varones, de 4,5 a 6 ptas (siendo variable en el caso de mujeres y niños); costureras y modistas de 2 a 4 ptas. En La Romana, el jornal (12 horas diarias) era de 3 a 3,5 ptas. La sociedad se hallaba sumida en un estado de pobreza considerable que les convertía en un agente vulnerable ante enfermedades y ante las etapas de crisis económica que les podía expulsar fácilmente a los márgenes de la sociedad y al hambre. 1
Anuario de Estadística. Año 1929de 1929. Tipos medios de jornales de algunos oficios, de las capitales de España 3
El movimiento obrero es, pues, la manifestación de una situación social caracterizada por la carestía económica y cultural de la clase trabajadora que se manifestará en forma de organizaciones sindicales y otro tipo de colectivos (agrupaciones políticas de carácter socialista, sociedades obreras, etcétera). Los conflictos laborales quedan recogidos en distintas referencias como la que sigue: “(…) en la mayoría de las canteras de piedra y mármol de La Romana, Monóvar y Novelda, de un mes a esta parte se ha despedido a casi todo el personal, y en aquellas canteras donde la orden de despido no se había dado todavía, el sábado último recibieron los obreros aviso de los ocho días de tiempo que les quedaba de trabajo en las canteras. Esta medida lanzaba al paro forzoso a cerca de 400 obreros canteros y peones“ (2). Pero, por otra parte, el movimiento obrero dará acogida a las propuestas de libertad más absoluta bajo los planteamientos del anarquismo. En La Romana, el movimiento obrero se manifestó bajo las siglas y los posicionamientos socialistas. Así, la Casa del Pueblo será el domicilio de la Agrupación Socialista y de la UGT. Por tanto, podemos considerar inexistentes, al menos desde un punto de vista organizativo, los movimientos de carácter anarquista, que encontraron sede, sobre todo, en ámbitos geográficos tales como las zonas agrícolas de Andalucía o las industriales de Cataluña bajo las siglas, en mayor medida, de la CNT. Por todo ello, las Casas del Pueblo tratarán de crear un ambiente y un espacio en el que la masa trabajadora sea capaz de organizarse al margen de cualquier poder no haciendo más uso que del suyo propio. La emancipación y liberación del ser humano implicará, necesariamente, la extensión de la cultura a todas las capas de la población, por lo que se expande un amor por la sabiduría y la literatura que motivará la existencia en las Casas del Pueblo de bibliotecas, así como la proyección en ellas de escuelas, tanto infantiles como para adultos. Del mismo modo cabe considerar las Casas del Pueblo como un “nuevo espacio de sociabilidad obrera, con actividades culturales destinadas a la formación intelectual del proletariado, en un ambiente sano en el que los vicios populares como el alcohol, la taberna, el juego, etc., estuviesen ausentes (lo cual) contribuiría a despertar y modelar la conciencia de clase”. Resulta gráfico la denominación que adquieren las distintas sociedades obreras y agrupaciones socialistas, y que encierran una noción de liberación, de emancipación y de un nuevo tiempo, una nueva aurora, en la que los trabajadores logren finalmente escapar de la situación de pobreza extrema, de explotación y de opresión en que se ha visto sumido fruto del sistema económico y de régimen laboral asalariado. Tales son los casos de “Nueva Aurora” en La Romana u otras de distintos puntos de la geografía española como “La Emancipación” (Illora, Granada). Si bien, cabe considerar otras alusivas a 2
Revista Reflejos. 11 de Noviembre de 1931. 4
motivos agrícolas tales como la Sociedad Obrera “La Parra Productiva” (Córdoba) y otras de similar denominación. La lucha obrera requería, no obstante, para su éxito, la unión de los trabajadores. Operativamente, el movimiento obrero centralizó sus esfuerzos en lanzar mensajes de fuerza colectiva y unión de todos los trabajadores para hacer realidad las reivindicaciones que se planteaban. Y así, los ecos de aquél originario “¡Proletarios de todos los países, uníos!”, irá resonando por todo el mundo motivando consignas de unión de distinta naturaleza. Así, encontramos algunas como “¡Asóciate Campesino!”, considerando que “asociar es reunir unidades simples para formar un organismo compuesto, más o menos grande (…). No debe perderse de vista que la persona aisladamente considerada, podemos compararla a un átomo de materia separada de todo organismo (…) ¡Piensa y reflexiona, camarada del terruño! El hecho de asociarte implica deseos de querer regenerarse, de querer emanciparse de la triste y mísera vida de esclavitud (…)”. Esta exaltación de la unión vendrá a ubicarse en su punto más álgido cuando las organizaciones obreras toman partido en la Guerra Civil. Así, en los boletines de la UGT de la época nos encontramos con consignas al respecto tales como: “Unificación”, “Todos los esfuerzos unidos en la misma lucha” o “¡Hacia la cumbre con nuestro esfuerzo!”. Las Casas del Pueblo suponían la manifestación de todas las funciones que en un momento dado debiera haber asumido un Estado. En este sentido, podemos entender cómo las Casas del Pueblo tenían una ambición integradora y de acción global, que comprendiera todos los ámbitos de actuación social a nivel económico, social, cultural y político. Por ello, en ellas se gestionaban servicios sociales tales como la educación, la sanidad o la promoción del deporte. Y también en ellas se realizaban servicios de carácter laboral a través de mutualidades y la propia acción sindical. Ello resulta congruente con la noción que del Estado y del poder tenían los movimientos obreros y que compartían los espectros ideológicos políticos obreristas desde el comunismo hasta el anarquismo, desde el ámbito agrícola hasta el de la siderurgia. A saber, el Estado como instrumento de poder de la burguesía y de los poderes que controlan, oprimen y explotan a la clase trabajadora. Por ello, los trabajadores, como ensayo a la situación que se describiría tras la lucha de clases, constituyeron las Casas del Pueblo como manifestación de su poder. Así, la Casa del Pueblo era el lugar en que se manifestaba el poder, cual consistorio o cualquier otra sede de poder. De ahí la simbología que rodeaba cada acto y que ornamentaba todas sus estancias: los cuadros e imágenes de Carlos Marx o Pablo Iglesias; las banderas ondeando en el balcón, como las que ondearon en los balcones de la Casa del Pueblo desde el año 1929. Sabemos que a partir del año 1932 se confeccionó una de color rojo, con un bordado en el centro de una hoz, un martillo y una azada, (tal y como así estaba tallado en la propia fachada del edificio). 5
EL MOVIMIENTO OBRERO EN LA ROMANA En coherencia con el sentimiento de malestar que se manifiesta entre la clase trabajadora a nivel internacional por las deplorables condiciones laborales, económicas y humanas en que se encuentra este sector de la población, los obreros comenzarán a organizarse en las primeras décadas del S. XX. La historia del movimiento obrero en La Romana se remonta a finales de la segunda década del pasado siglo. Pero ya en 1905 tenemos noticias del malestar de los campesinos romaneros, reflejado en un artículo de opinión suscrito el 20 de abril de 1905 por Francisco Jover Pastor 3. En él denuncia la íntima vinculación entre caciquismo y el nuevo vicario para explotar a los trabajadores: “(…) ¡Buena hormiguita nos han mandado! Durante los once años que estuvo en La Romana el anterior vicario, ni uno solo salió por estos campos a recoger lo que aquí llamamos la mona; pero ha venido el que ustedes nos han mandado de allí y a los pocos meses de estancia en ésta, ha salido por estos caseríos pidiendo, como los frailes, y recogiendo sus buenos reales, algunas docenas de huevos, aves de corral y todo los que estos feligreses han querido darle, unos por voluntad y la mayor parte por compromiso. Y digo por compromiso porque acompañando al vicario iban unos cuantos ricachones de aquí haciendo propaganda para que todos diesen. (…) Con la sequía hay muchos jornaleros faltos de trabajo y sobrados de hambre y este año se les ha ocurrido al vicario y a los ricos que le acompañaban, sablearnos místicamente. (…) Por aquí se dice que no solo para el vicario es la mona recogida, sino que entran otros a la parte. ¿Y estamos en pleno siglo XX? Será en las principales poblaciones de Europa, porque lo que es en La Romana no pasamos del XVIII.” Es así como se van forjando las posturas ideológicas que definirían la religión como el Opio del Pueblo y que entendían que “la moral, la religión son para (el proletario) prejuicios burgueses, bajo los cuales se esconden otros tantos intereses burgueses”. El movimiento obrero tuvo, entre los principales objetivos de su lucha, la conquista de las parcelas de poder que durante siglos habían venido siendo usurpadas por las instancias católicas en toda España. En esta línea, conviene señalar aunque ya en los años treinta, el entierro civil referido en Reflejos, la revista editada por la Casa del Pueblo de Novelda, en su publicación de 21 de Mayo de 1931. En la noticia se señalaba que “por voluntad expresa de la finada, el martes día 19 del corriente fue enterrada civilmente Francisca Boyer Lledó, de 30 años de edad, esposa de nuestro entrañable camarada Vicente Gran Martínez. La cerril intransigencia del cura párroco de La Romana, impidió que el cadáver recibiera sepultura en el cementerio de la citada población, en cuyo término municipal falleció, y hubo de ser conducido al cementerio civil de esta ciudad (Novelda)”. 3
“Desde La Romana”. Unión Republicana. Novelda, 22 de Abril de 1905 6
SOCIEDADES OBRERAS EN LA ROMANA A principios de la década de los años 20 encontramos el malestar de la clase obrera comienza a evidenciarse como se puede comprobar en otro artículo de opinión que, suscrito por un obrero de La Romana, se publica en el diario AVANTE4:“(…) Nosotros, obreros romanenses, no podemos ni debemos olvidar ni un solo momento, el inocuo proceder de los malvados que, de común acuerdo, intentan, no sólo que perezcamos de hambre, negándonos el jornal por el terrible delito de ser asociados; con esto ‐dicen los patronos‐ hacemos morir a los obreros y por consiguiente a sus hijos, y de esta manera acabaremos para siempre con las sociedades obreras (…)”. Del mismo modo, en la revista Reflejos, encontramos la desgarrada y enérgica queja en relación con los “salarios de hambre” de la época. “Es la dura realidad. La mujer obrera, que va al trabajo porque con el sueldo que gana el padre o el marido no se cubren las más elementales necesidades del hogar, gana una peseta diaria. Y lo doloroso es que no es esto solamente. Aún hay sueldos más bajos. Sabemos que muchas de las obreras que trabajan en la almendra cobran un sueldo semanal de CINCO PESETAS con céntimos. ¡Cinco pesetas semanales! (…)”. Finalmente, el artículo culmina con una advertencia decidida y clara: “Continuad pagando sueldos de hambre y miseria. Seguid apretando el cuello de la clase obrera. Ero oíd también un consejo desinteresado. Llevad cuidado, no sea que cuando queráis retroceder sea tarde. Meditad vuestra conducta. Hoy no nos merecéis otro concepto que éste: ¡Desalmados!”. Las condiciones de vida empezaban a cobrar forma a través de un discurso elaborado sobre las propuestas básicas del socialismo y el marxismo, en torno al cual girarían las críticas al sistema de producción vigente. Así será como en el plazo de apenas veinte años, proliferarán en La Romana varias sociedades obreras y una organización política (Agrupación Socialista de La Romana). Aquellas de las que tenemos constancia documental son cuatro: Sociedad Obrera Nueva Aurora (canteros y agricultores), que se disgregará años más tarde en dos sociedades: Sociedad Obrera La Aurora (canteros) y Sociedad Obrera La Agrícola (agricultores); Sociedad Obrera de Oficios Varios. Todas ellas adscritas a la Unión General de Trabajadores. Según testimonios orales, existía otra más: la de albañiles. Surgirán dentro de estas organizaciones varias secciones: Juventud Socialista y Sociedad Femenina de Oficios Varios El Faro. También se constituiría, en 1921, la sociedad patronal “Sindicato Agrícola de La Romana de Novelda y Monóvar”. Y a finales de los años 20, la agrupación de “Unión Patriótica”, cuya afiliación era condición para poder acceder al nuevo Ayuntamiento de La Romana, tras la segregación de Novelda el 24 de mayo de 1929. 4
“ Mi Criterio. Desde La Romana”. Diario Avante. Novelda, 12 Marzo 1921 7
SOCIEDAD OBRERA DE CANTEROS “LA AURORA” En octubre de 1927 contaban con 100 asociados. Acudió como Delegado de la Sociedad José Luis Fernández Vicedo. En ella se integraban los trabajadores de las canteras que, como se ha dicho más arriba, se habían organizado anteriormente, junto a los agricultores en la Sociedad Obrera Nueva Aurora. SOCIEDAD OBRERA DE AGRICULTORES “LA AGRÍCOLA” 5
La Sociedad Obrera La Agrícola se crea en agosto de 1927. Su Junta directiva está formada por las siguientes personas: Presidente: Francisco Rico Albert; vicepresidente: Manuel Lledó Manero; secretario, Francisco Martínez; vicesecretario, Vicente Escolano Martínez; contador, Antonio Manero Martínez; tesorero, Lula Mondeja Luz; vocales: Victoriano Azorín Llobregat y Vicente Gamboa. Según aparece en la noticia reflejada en el periódico nacional El Socialista: “Estos nuevos camaradas saludan por medio de El Socialista a todos los trabajadores organizados que luchan por emancipación”. 6En octubre de 1927 contaban con 80 socios. Acudió como Delegado de la Sociedad Vicente Escolano al Congreso de la UGT. Y en el año 1933, según el censo electoral social, el número de asociados ascendía a 203. Los agricultores se habían hallado integrados, organizativamente, hasta 1927, en la Sociedad Obrera Nueva Aurora, que hasta entonces habría dado cabida, tanto a los agricultores como a los canteros. Con fecha 25 de febrero de 1928, se refiere en la prensa la impartición de una conferencia el 14 de Febrero, en la antigua Casa del Pueblo de La Romana (La Terraza) a cargo del secretario de la Federación Regional Levantina de Agricultores y Similares, “versando sobre cuestiones agrarias relacionadas con la legislación vigente”. La charla puso de manifiesto “las ventajas que a los obreros del agro reporta la organización sindical, a la que es necesario procurar incorporar la mujer del campo, tan necesitada de apoyo del hombre y por considerársela factor indispensable en nuestros cuadros de lucha por la conquista de la emancipación integral de todos los trabajadores”. SOCIEDAD OBRERA DE OFICIOS VARIOS Se constituye en 1930 (7 ingresa en la UGT el 18/09/1930. Con 20 asociados). Años más tarde (1935 ó 36), se integraría en ella la Sociedad Femenina de Oficios Varios: El Faro. En ella se completaba el conjunto de los oficios y labores comerciales y productivas excluyendo los referentes a las actividades agrícolas, de la construcción y canteros; a saber: comerciantes, carpinteros, herreros, carniceros, etc. 5
El Socialista. 25/08/1927 8
EL SINDICATO AGRÍCOLA DE LA ROMANA DE NOVELDA Y MONÓVAR El 29 de Mayo de 1920 se constituye en La Romana el Sindicato Agrícola de La Romana de Novelda y Monóvar, siendo elegido primer presidente D. Manuel Sepulcre Pastor y como Secretario D. Silverio Jover Mira. En 1934, según el Registro de Sindicatos Agrícolas, contaba con 259 socios (responsabilidad de 1000 acciones de 50 pesetas). Siendo la labor que realizaba el depósito de productos y compra en común abonos, maquinarias, semillas y plantas. Su domicilio social estuvo ubicado, desde 1922 hasta 1954, en la calle de Antonia Navarro (posteriormente Avda. Caudillo, nº29 y actualmente Carrer Major). A partir de 1954 pasará a ocupar el antiguo edificio de la Casa del Pueblo. El Sindicato Agrícola de La Romana, como el resto de entidades de similar naturaleza (Entidades de responsabilidad limitada y Pósitos) se acogía a la Ley de 28 de Enero de 1906 de Sindicatos Agrícolas. En dicha Ley “se recogía la expresión española Sindicato, de más noble abolengo que Cooperativa, utilizada en el resto de los países europeos” (Origen y normativa de los Sindicatos Agrícolas Católicos). Si bien, de forma previa a dicha normativa, nos encontramos con otro tipo de disposiciones normativas que enraizaban en la década de los ochenta del S. XIX tal como fue la Ley de Asociaciones de 1887 y otras, ya del S. XX, de carácter más o menos disperso y con distinto rango normativo (Código de Comercio, Real Decreto de 12 de Julio de 1917 y distintas leyes que serán derogadas por la de 1906). En su artículo primero, la Ley de Sindicatos Agrícolas detalla las funciones de dichas entidades como sigue: En 1934 se procede a la modificación del Reglamento por el que se regía el Sindicato Agrícola “La Romana y Romana de Monóvar” en la Junta General celebrada en 13 de Septiembre de 1933 siendo Presidente José Tendero y Secretario Luís Vidal. Ya en el año 1946, se adapta a la Ley de Cooperación de 2 de enero de 1942, transformándose como Cooperativa Local del Campo denominada “Caja Rural Cooperativa Agrícola Católica de La Romana y Romana de Monóvar”. AGRUPACIÓN SOCIALISTA Con fecha de 3 de Junio de 1928, se constituirá en La Romana la Agrupación Socialista que establecerá su sede en La Casa del Pueblo y que, a partir de la instauración del régimen monárquico de 1978, llevará a cabo todo un conjunto de gestiones con el fin de recuperar la Casa del Pueblo como sede de la organización local. 6
El Socialista. 27/10/1927 9
El 2 de Junio de 1928 se anunciaba en el Periódico El Socialista “la aprobación del reglamento por el que ha de regirse la Agrupación Socialista de La Romana”. En la crónica periodística del 9 de Junio de 1928 del mismo diario, el acto de constitución y presentación de la Agrupación es descrito en un tono de festividad y gran concurrencia pública, cuyo guión contaría con la Presentación del presidente y secretario de la Oficina de Reclamaciones, por parte de Alejandro Balart, “con frases sencillas y elocuentes”. Posteriormente intervendría Rafael Sierra, emitiendo “un recuerdo de admiración y gratitud al apóstol del Socialismo español, Pablo Iglesias”. Del mismo modo, lanza dos mensajes claros: Por un lado, la necesidad de combatir el analfabetismo y recomienda la instrucción y la cultura, “únicas armas que debemos emplear para llegar a la verdadera emancipación”; Por otro lado, con sus palabras, el interviniente combate el abuso del alcohol, “por ser causa de la perdición de infinidad de honradas familias”. El presidente de la Oficina de Reclamaciones y Propaganda Socialista se lamenta de que muchos obreros no correspondan su actividad a la acción socialista, y plantea que “muchos hermanos nuestros (…) no saben la injusticia que cometen, por ignorancia unos y por perfidia los demás, combatiendo el redentor ideal socialista; verdaderamente son dignos de lástima esos obreros que hablan mal de nuestra doctrina”. UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES En el año 1923 se dará la constitución de la UGT en La Romana, integrada en la Sociedad Obrera La Nueva Aurora, de ahí que miembros de cada una de estas dos organizaciones obreras asistan como delegados a los distintos congresos de la UGT. Su sede se ubicaba en la primera Casa del Pueblo de La Romana, en régimen de alquiler, junto lo que era el Bar “La Terraza”. Allí permanecerán hasta la construcción de la nueva Casa del Pueblo, seis años después. LA CONSTRUCCIÓN DE LA CASA DEL PUEBLO La Historia de la Casa del Pueblo de La Romana se remonta al 14 de abril de 1918, en que tiene lugar la Asamblea para la emisión de acciones nominativas para la creación de la Casa del Pueblo de La Romana y donde son aprobadas las Bases de las mismas con el régimen de derechos y obligaciones de las que serán titulares sus propietarios. (Un año antes de la inauguración de la Casa del Pueblo de Novelda) 7
Boletín Mensual de la UGT. Octubre de 1930 10
Para este cometido se opta por uno de los muchos sistemas que existían en España para proceder a la construcción de las Casas del Pueblo. Dichos sistemas contemplaban la venta de acciones entre los jornaleros tal y como así fue el caso de La Romana. Este modelo se materializó de tal suerte que “a primeros del año de 1927, un grupo de afiliados a la U.G.T. a los que tal vez con alguna razón se les denominaba descamisados estimaron la necesidad de construirse su CASA DEL PUEBLO y dejar el local que ocupaban en alquiler junto a lo que era bar “La Terraza” ya que, además de estar pagando un alquiler, corrían el riesgo de ser un día desahuciados como un inquilino cualquiera y verse sin tener a dónde trasladar su sede. Al efecto, acordaron aportar cada una cantidad de VEINTICINCO pesetas reflejadas en una acción por si un día existía la posibilidad de ser cancelada”. Así lo explica la Agrupación Socialista de La Romana en 1978 en la revista Libertad. “para que la gente de hoy se dé una idea del sacrificio que dicha aportación suponía diremos, que el jornal de un obrero cualquiera trabajando desde la salida hasta la puesta del sol durante la semana, no alcanzaba la suma de aquella aportación y que, en el mejor de los casos, a una familia media apenas alcanzaba para comer carne una vez a la semana, calzar durante los días laborables unas albarcas hechas de goma de rueda de coche y sin calcetines y los domingos unas alpargatas de suela de cáñamo o yute, y obtener algún pequeño ahorro que tan necesario era en previsión de alguna posible enfermedad ya que no existía seguridad social que los amparase”. La emisión de las acciones constituye, en esencia, un medio de financiación que prevé un conjunto de derechos y obligaciones para aquellos que serán titulares de las mismas. En las bases aprobadas el 14 de Abril de 1918 por la Asamblea de la Sociedad Obrera La Aurora, se establecían: Las condiciones de pérdida de los derechos que otorgan las acciones con la salvedad de los casos de ausencia o enfermedad; El reintegro del valor de los cupones en qué consisten las acciones “una vez terminada y liquidada la CASA DEL PUEBLO”; La necesidad de que el accionista esté afiliado a cualquiera de las entidades domiciliadas en la CASA y que para el momento en que se encuentre la Casa construida serían la 11
Agrupación Municipal Socialista, las Sociedades Obreras o la UGT; El carácter hereditario de la acción o acciones “en caso de fallecimiento del interesado”. Las acciones estaban constituidas por cincuenta cupones con un período de amortización de cuatro años. Si bien, y por otra parte, en otros lugares la construcción se fundamentó en la solicitud de préstamos a entidades financieras, así como cuotas voluntarias o incrementadas. Desde la antigua Casa del Pueblo de La Romana, con sede en La Terraza, la Sociedad Obrera Nueva Aurora, procederá a la realización de las gestiones que llevarían a la construcción de la Casa del Pueblo. Tras la emisión de las acciones y con ello del sistema de financiación, el 8 de Enero de 1927 se escritura el solar por la Sociedad Obrera Nueva Aurora, afiliada a la UGT, que adquiere a Luisa Navarro Navarro. La compra del solar implicará la emisión de más acciones tales como las descritas más arriba, con un valor de 25 pesetas cada una de ellas, con objeto de hacer frente a las 1.042 que, con cargo al fondo social de la Sociedad Nueva Aurora, costará la operación. El inmueble quedará inscrito en el libro 314 de Novelda, folio 19, finca número 20.695, inscripción primera. La descripción de la propiedad contempla este solar para edificar en forma de rectángulo, que mide 38 metros, 60 centímetros en dirección de Este‐Oeste y 9 metros de Norte‐Sur, o sean trescientos cuarenta y siete metros, con cuarenta decímetros cuadrados, situada en el Caserío de La Romana; lindante: “Por la derecha entrando al solar, por la calle de Doña Antonia Navarro, o sea, por Mediodía, con más terreno de doña Luisa Navarro; Izquierda, con solar de don Joaquín Gómez; Por el fondo o Levante, con la calle de la Purísima; Y por el frente o Poniente, con la Casa del Poble. La Romana 1929 citada calle de doña Antonia Navarro.” A partir de este momento, se procederá al levantamiento del inmueble que, entendemos de forma aproximada que se produjo entre los años 1927 y 1929. 12
En el artículo publicado en la revista “Libertad”8, la agrupación socialista de La Romana explica en qué condiciones se comenzó a construir La Casa del Pueblo: “con este enorme sacrificio y con una tremenda fe en la consecución de sus reivindicaciones laborales y sociales mediante la continuación de su organización obrera y socialista, al cabo de dos años ya se encontraron en condiciones de ocupar su propia CASA DEL PUEBLO trasladando allí su sede social para continuar bajo un techo sin temores” La construcción de la Casa del Pueblo, más allá del sistema de financiación por emisión de acciones, contó con la participación de todos y cada uno de los jornaleros de La Romana. Como así lo atestiguan las fuentes orales consultadas, los jornaleros llevaban a cabo la contribución a la construcción mediante prestaciones personales aportando los medios materiales a su disposición (carros, mulas, herramientas) y su propio trabajo (determinado número de jornadas): “Es treballadors van posa cinc duros a ca uno i alguns des patronos o algunos des obreros que tenien per exemple un carro i una mula acarrejaven pedra, o aljeps, o coses d´exes”. “El que tenia un carro i una mula anava a carrejà pedra , algeps o lo que fora. El sogre de la meua (filla) tenia carro i mula i eixe va tení que carrejà. “La casa se va fe ajundant tots els del poble, igual que les escoles de l´alcanà, de la boquera: Uno anava en el carro, mun pare anava en la mula, l´altre anava dos dies a la semana, (…)” El día 1 de Mayo de 1929, con ocasión de la celebración de la Festividad del Trabajador, se lleva a cabo la Inauguración de la Casa del Pueblo de La Romana. De este evento, el periódico El Socialista procede a una crónica de estilo claro, altivo y enérgico bajo el titular de “Ejemplo Imitable: En La Romana se inaugura una Casa del Pueblo”. El artículo comienza aludiendo a la noción obrera de la voluntad, que entiende el cronista como “la base para triunfar en la vida. Hombres con voluntad precisan todos los pueblos y nuestros ideales”. A continuación, el artículo alude a la voluntad de “los obreros de La Romana (que) han dado buena prueba de ello. Desde hace tiempo dedicaban su esfuerzo a construir una Casa social. Una de esas casas alegres donde se vierten los conceptos más sublimes y se labora generosamente en bien de la Humanidad. Modestamente, poco a poco, han conseguido los obreros de La Romana su ideal. Unos cuantos hombres entusiastas de la organización han verificado lo que debe ser uno de los primeros anhelos de todo trabajador”. 8
La Casa del Pueblo, de La Romana. Nº6 de la Revista “Libertad”. Febrero de 1978. (Boletín informativo del PSOE de la Comarca del Medio Vianlopó) 13
La crónica contiene, además, los siguientes datos y referencias: Describe la arquitectura de la Casa del Pueblo de La Romana como un edificio de “aspecto simpático y alegre, consta de planta baja y un piso alto, donde, además de la vivienda del conserje, se ha instalado un salón espacioso para la celebración de juntas”. A continuación, señala el régimen de Obreros de La Romana en el día de la inauguración de la Casa del Pueblo, el 1 de mayo de 1929 alquiler en se hallan las organizaciones allí domiciliadas, y que implica el abono por cada uno de los afiliados a dichas organizaciones “de 0,25 pesetas mensualmente, con lo cual se continuará mejorando la instalación de salones, Secretarías, conservación del edificio, etc. Etc., teniendo en cuenta que el inmueble no podrá venderse ni hipotecarse”. Finalmente, la redacción felicita y anima a los compañeros de La Romana por su labor y actividad en la construcción de la Casa del Pueblo. En este sentido, “a todos los compañeros de La Romana, testimoniamos también la satisfacción que nos ha producido tan grata noticia, motivada por su incesante trabajo, ejemplo digno de ser imitado por todos los trabajadores”. Una vez construida e inaugurada, la Casa del Pueblo será la sede del movimiento obrero en La Romana. Todas las gestiones y actividades de administración, dirección e impulso organizativo en la Casa del Pueblo de La Romana serán responsabilidad de “La Fraternal”, nombre bajo el que se presenta el ente que administrará la copropiedad entre las sociedades La Aurora y La Agrícola. Las Casas del Pueblo pues, allí donde proliferaron, fueron la sede del movimiento obrero. En ellas se depositará la organización y el desarrollo de la actividad sindical, la reivindicación laboral y la reunión lúdica de los trabajadores de los distintos sectores productivos (agricultura y construcción sobre todo). Sus antecedentes nos obligan a remontarnos a la Revolución Francesa, en concreto a los clubes jacobinos. También cabe considerar los clubes republicanos, aunque salvando la distancia del carácter socialista y no republicano ni anarquista de la Casa del Pueblo en La Romana. Si bien, en Alicante, concretamente, “fue el Círculo de Artesanos el que, junto con la asociación progresista La Tertulia, cumplió (…) [el papel], como decían sus 14
estatutos, [de] “desarrollo moral e intelectual de la clase jornalera”, pero sirvió de agrupación política de los demócratas alicantinos, centro de reunión y de propaganda del partido y de la ideología democrática” (autor). No obstante, el precedente más genuino se encuentra en Bélgica, cuando en los últimos años del S. XIX, el socialismo tendrá como sede física las Casas del Pueblo. En España, no será hasta entrado el S. XX, cuando las Casas del Pueblo empiecen a extenderse por toda la geografía, aunque con distinta intensidad, siendo nuestra zona, la del Levante, una de las de mayor florecimiento. Sus funciones son, siguiendo a Luís Martín, Francisco y Arias González, Luís, las siguientes: Formación ideológica y política. En ellas se realizaban tertulias, discusiones, debates y foros de opinión e intercambio sobre ideas políticas como por ejemplo: las formas de acción sindical, la historia del socialismo y el movimiento obrero o interpretaciones de las ideas marxistas y socialistas en general. Socialización. En las Casas del Pueblo se establecieron bibliotecas en las que se contenían distintas obras que podían ser consultadas por los trabajadores y que, en algunos casos podían ser llevadas a casa para su consulta y lectura. Espacio lúdico. Los jornaleros de los distintos sectores productivos asistían a las Casas del Pueblo a, simplemente, charlar y descansar, conversando sobre distintos temas en torno a un café y sentados en torno a una mesa, en la calle o en el patio del inmueble, si lo tenía. Algunas Casas del Pueblo sirvieron como centros para la promoción del deporte y, con ello, de los valores de salud que, en ocasiones, iban ligados a campañas de buena alimentación o contra determinados hábitos de consumo de alcohol. Por otro lado, también servían como cooperativas de consumo y producción, siendo espacios para el intercambio de distintos productos. Con ser numerosas no paraban aquí las prestaciones de servicios, puesto que debemos mencionar también la existencia de farmacias, mutualidades y consultorios médicos y dispensatorios. 15
Finalmente, las Casas del Pueblo se convertían en entes de coordinación y comunicación junto con organizaciones obreras y otras Casas del Pueblo de municipios colindantes. Así, en caso de huelgas, paros obreros o reivindicaciones comunes, los jornaleros encontraban en las Casas del Pueblo un espacio de coordinación y confluencia. Pero, ¿qué sabemos de la Casa del Pueblo de La Romana en cuanto a sus funciones se refiere? Por lo que hemos podido constatar, la Casa del Pueblo de La Romana cumplía las siguientes funciones: Formación ideológica y política. En la Casa del Pueblo de La Romana se celebraron, durante la Guerra Civil, algunos mítines relativos a la situación política que, tensa y conflictiva, se vivía. Del mismo modo, en las celebraciones que cada año se realizaban con motivo de la Festividad del 1 de Mayo, los dirigentes de cada una de las organizaciones domiciliadas en la Casa del Pueblo solían pronunciar discursos propios de las reivindicaciones laborales y sociales del movimiento obrero con vítores e himnos alusivos a las peticiones obreristas. En cualquier caso, la actividad cotidiana de la Casa del Pueblo contemplaba la discusión ideológica y la transmisión de los valores, principios e ideas que conformaban el ideario socialista y sindicalista. Socialización. La Casa del Pueblo de La Romana contó con una biblioteca, la primera de La Romana y única hasta la apertura de la Biblioteca Municipal en 1935: una estantería con libros, algunos de ellos donados por D. José Luis Gómez Navarro. Ello resulta coherente con el espíritu ya contenido en la crónica que en El Socialista dedica a esta Casa del Pueblo, en virtud de la cual les es deseado que “sus salones y Secretarías sirvan de claustros universitarios donde resplandezca la virtud y la justicia”. El espíritu que emana del ideario socialista y de las consignas planteadas por los miembros de las organizaciones radicadas en la Casa del Pueblo caminaba en la dirección de proveer a los trabajadores de un nivel de cultura necesario para hacer frente a la ardua labor de la lucha obrera y la emancipación. Mutualidades. En La Casa del Pueblo de La Romana se determinaba la ocupación de determinados jornaleros que se encontraban en paro. Cabe considerar, a este respecto, las medidas previstas, a nivel nacional por la Ley de 27 de Noviembre de 1931 de Colocación Obrera y por el Reglamento de 6 de Agosto de 1932. Así, cuando algún romanero no tenía empleo durante una determinada temporada, desde La Casa del Pueblo se trataba de garantizarle su ocupación. En este sentido, se preveía la obligación de que los propietarios (grandes o pequeños) de terrenos agrícolas emplearan durante un tiempo determinado de semanas o meses, pero no más, a un considerado número de trabajadores en función de las posibilidades del propietario. Tal y como así nos lo han hecho saber testimonios orales: “Havia que repartimos, com aquell que diu, perque conforme estaba la situación, era pa di: anem a salvà a este home que hay hui parat. Havia que colocalos. Mosatros no 16
estavem pa tení homens treballant, perque no mos alcansava la terre, pero mos van obligà a colocar a uno. Vam posà a Ramón Montera, germà de Remedio la Montera, que estava parat. I un germà d´ell i ell van vení a fé clots, pa la vinya. També tenía una mula i treballava en la terre de mosatros. Pero no era aixina de contino; después se n´anava perque comprenien que no era pa teni un home contino (…)”. Por otro lado, en la Casa del Pueblo, los encargados de la dirección y gestión de cada una de las sociedades obreras allí instaladas, de forma conjunta o separadamente, procedían a la deliberación acerca del número de horas en que consistiría en cada momento la jornada laboral y la cuantía del salario. Otro testimonio oral nos hace llegar la siguiente declaración: “eixa casa era dels treballadors, des obrés. El meu home va estar, dos o tres anys. I allí anaven i se juntaven a pujar els jornals, a vore les hores que tenien que treballar, i tot (...)”. Entes de coordinación y comunicación junto con organizaciones obreras y otras Casas del Pueblo de municipios colindantes. La Casa del Pueblo de La Romana tuvo relaciones con Casas del Pueblo de municipios colindantes tales como la de Novelda, sobre todo por cuanto se refiere a la colaboración de miembros de la Casa del Pueblo de La Romana en la publicación noveldense Reflejos. Espacio de reivindicación lúdica: La Fiesta del 1 de Mayo. La Casa del Pueblo cuenta como principal referente para el recuerdo de nuestros mayores con la celebración de la Fiesta del 1 de Mayo. Es esta una de las cuestiones que mayor curiosidad suscita a los investigadores y a los propios entrevistados. Esta celebración consistía, según testimonios orales en una procesión que salía y acababa en la Casa del Pueblo y en la que, acompañados de música, los romaneros del núcleo urbano y venidos de distintas pedanías del municipio, sacaban imágenes de políticos e ideólogos socialistas tales como Pablo Iglesias o Carlos Marx. Cabe considerar que en aquellas fechas, la mayor parte de la población residía en las distintas pedanías ubicadas en el término municipal definido a partir de la independencia, en 1929, de La Romana respecto de Novelda. Como alguna crónica ha venido en señalar, “(…) el salón de actos de la Casa del Pueblo estaba totalmente invadido por los trabajadores, muchísimos de ellos, casi la mayoría, que habían venido de cinco y seis kilómetros de distancia, donde tienen sus hogares, con el fin de habitar cerca de las canteras donde trabajan”. La fiesta se recuerda por todos como una fiesta muy concurrida en la que se estrenaban trajes; en ella tenían como punto de encuentro muchos jóvenes y no tan jóvenes; y la música sonaba alegre con los bailes y la confraternización de todos los trabajadores y sus familias al completo. Según testimonios orales de La Romana: “Era jo xiqueteta i me’n recordé que feen la festa de la Casa del Poble: Posaven unos cuadros de Pablo Iglesias i feen la provesó; cada uno llevaba uno. Me´n recorde 17
que estaba Ramoneta, la de Maseo. M´abuela va vindre un dia d’ allí i després li dia a ma mare: Xica, estaven allí de be, tenien una estufa. ¡Qué calentetes que estavem!... Pos d’allí ixien tots en provesó, en els cuadros eixos d’homes en bigots. Era una festa, com la que fan ara des sagrados corazones. Tamé havia música. Conforme ara saquen els sant, sacaven abans els cuadros i les banderes per el poble.!” Cabe destacar cómo Antonio Segura se refiere a la procesión del 1º de Mayo al señalar que “sería un éxito su vuestra Sociedad Femenina hiciera un número más de las sociedades que conviven en la Casa del Pueblo y desfilara juntamente con las demás que han de componer la manifestación en el 1º de Mayo, ese día tan memorable para los trabajadores que militan en las filas del Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores de España”. La simbología del movimiento obrero protagonizaba y ornamentaba la Casa del Pueblo de La Romana. Junto con las imágenes en las paredes de Pablo Iglesias (“apóstol del socialismo español”), nos encontramos con las banderas que ondeaban en el balcón. En todas las Casas del Pueblo, las banderas se erigieron en un objeto de entidad homologable a las imágenes sagradas de carácter religioso, y presidían cada acto, siendo el objeto de mayor entrega por parte de los jornaleros. Así, en La Romana, como las imágenes atestiguan, y como los testimonios orales así lo acreditan también, los balcones estaban todo el año presididos por una bandera que fue objeto de gran interés social: La bandera de las chicas de La Boquera. Esta bandera, al parecer, de considerables dimensiones, era de color rojo, y en el centro, como se ha dicho más arriba, tenía una hoz, un martillo y una azada. Según las personas entrevistadas: “eixa bandera va aparéixer en Novelda. Una bandera gran. Mira lo que te dic, la bandera eixa llevaba pintà enmig, enmig una falç, un Martell, i una llegona. D´això sí que m´enrecorde com si fora ara... Pos eixa bandera se la van lleva a Novelda, la tenia la tia Elisa. Un dia la meua cosina va anà a Novelda i la tia Elisa li va dir: ¡mira! Entra i vorás lo que tinc aquí. I li va mostrar la bandera i va dir ¡oy! Exa bandera es la que havia en la casa des treballaos, en la Casa del poble. Diu, sí ...me la vaig portà pa baix. Pos Eixa bandera estaba penjà en el balcó sempre”. Esta versión resulta confirmada y complementada por otros testimonios que avanzan en la propia manufactura de la bandera y en todo cuanto rodeó a su presentación pública: “Van fe una bandera es de la Boquera: Mèn recorde de la mare de Lus, Ramoneta, Maleneta,... moltes eren fadrines. La bandera era preciosa, preciosa. M’en recorde d’una cançó que se me va quedà en la memoria: “Las chicas de la Boquera han causado admiración, de entregar esta bandera en el año treinta y dos”. 18
A las mujeres se dirigía, desde la revista Reflejos, el secretario de la Agrupación Socialista Antonio Segura: “A las compañeras de la partida de la Boquera, que se han decidido a militar en las filas societarias: que no demoren ni teman al riesgo de luchar sin cesar hasta ver constituída la Sociedad Femenina (...)”. Esta simbología resulta congruente con la que manifestó la Casa del Pueblo de La Romana en sus distintas expresiones, no sólo mobiliarias (banderas, cuadros), sino también arquitectónicas. Cabe destacar cómo la fachada se encontraba presidida, en su parte más alta, y en el centro de la misma, por un grabado en piedra en que se contenía una hoz, un martillo y una azada. Motivos de corte comunista que expresaban los principales oficios de los trabajadores romaneros y que enraizaban en las reivindicaciones ideológicas propias del socialismo real. OTRAS CASAS DEL PUEBLO DE NUESTRO ENTORNO En el Boletín de la UGT de España número 53 del mes de Mayo de 1933, se recoge lo que el propio boletín considera “una representación gráfica, tan completa y decorosa como nos ha sido posible, de las Casas del Pueblo que son albergue colectivo y fraterno en todas las regiones de España de las Sociedades pertenecientes a la UGT”. La Romana se encuentra en un espacio en donde la proliferación de las Casas del Pueblo se realiza en un nivel intermedio. Los pocos académicos e historiadores9 que han estudiado las Casas del Pueblo, convienen en diferenciar tres ámbitos geográficos: De mayor desarrollo: Madrid, Extremadura, País Vasco, Andalucía y Asturias.; Intermedio: Levante, así como Castilla y León y Castilla‐La Mancha. En éste ámbito se encontraría La Romana y las Casas del Pueblo de nuestro entorno; De menor desarrollo: Galicia, Baleares, Cataluña, norte de África, Navarra, Canarias y Aragón. En este sentido, el Boletín citado reseña algunas de las Casa del Pueblo construidas en nuestro entorno, siendo la más antigua la de Villena. VILLENA. Esta Casa del Pueblo, templo de trabajo y de cultura, sostiene unas escuelas de primera enseñanza, con dos clases, regida cada una por un maestro titulado, adonde asisten los niños en las clases diurnas y 50 9
Entre otros. Luís Martín, Francisco y Arias González, Luís. Los “templos obreros”: funciones, simbología y rituales de las Casas del Pueblo socialistas en España (1900‐1936). Cuadernos de Historia de España, Universidad de Buenos Aires, 2000; Arbeloa, Victor Manuel. Las Casa del Pueblo. Madrid, Editorial Mañana, 1977; Guerreña, Jean Louis, Les socialistes espagnols et la cultura. La Casa del Pueblo de Madrid au debut du XXe. Sièle. En Maurice, Jaques; Magnien, Brigitte y Genevous, Daièle (dirs); Ídem, Las Casas del Pueblo y la educación obrera a principios del siglo XX. En Hispania, LI/2, no. 178, 1991, pp.: 645‐692; Redero, Manuel (coord.), La educación obrera en las Casas del Pueblo. Sindicalismo y movimientos sociales. Siglos XIX‐XX, Madrid, Centro de Estudios Históricos‐UGT, 1994, pp.: 51‐72; Álvarez Rubio, Amparo. La Biblioteca de la Casa del Pueblo de Valencia, En Estudis d´historia contemporania del Pais Valencià. No. 6, 1985, pp.: 295‐316; Gutiérrez Esteban, A.J.La Mutualidad Obrera de la Casa del Pueblo de Madrid, En Libro de Actas del I Congreso de Historia de Castilla‐La Mancha, Toledo, Junta de Castilla‐La Mancha, vol. 9, 1989, pp.: 419‐428. 19
adultos en las nocturnas. También existe una cooperativa de producción de calzado, regida por la Sección de Zapateros, y otra de productos agrícolas, regida por la Sección de Obreros Agricultores. Fue inaugurada en el año 1906, y en ella se domicilian dos organismos políticos, la Juventud y Agrupación Socialista y 17 sindicales. La casa retribuye a dos maestros y a un conserje, y se calcula su valor en 15.000 pesetas. Durante el año pasado realizó una intensa campaña de propaganda, ya que en ella se dieron veintidós actos de carácter cultural, diez y siete de carácter político y diez y nueve de carácter sindical. Tiene Cooperativa de consumo, Mutualidad Obrera, grupo artístico, grupo deportivo y biblioteca circulante, con 558 volúmenes, editando además un periódico, Acción Social, que tira semanalmente 1.000 ejemplares. NOVELDA. La Casa del Pueblo de Novelda (Alicante) está enclavada en la Glorieta de Pablo Iglesias, número 27, la cual fue inaugurada el 8 de Febrero de 1919. Su valor es de 35.000 pesetas, y en ella se albergan 13 organismos, dos de los cuales son políticos, teniendo para su servicio tres compañeros retribuidos. Durante el año 1932 se celebraron doce actos de carácter cultural, dos de carácter político y cuatro de sindicales. Existen dentro de esta Casa del Pueblo una Cooperativa de consumo con 118 afiliados, cuadro artístico, biblioteca circulante y un periódico decenal titulado Reflejos, con una tirada de 750 ejemplares. En ella “desarrollaban su actividad numerosas entidades sindicales políticas, económicas y culturales que se cobijaban –tal como se señala en un reportaje aparecido en mayo de 1934 en las páginas de la publicación socialista local Reflejos‐ “en los cada día más estrechos muros de nuestra Casa del Pueblo”. En los programas de las funciones dominicales de “El Grupo Artístico Thalía, de Novelda (…) se mezclaban los dramas sociales de Fula Igúrbile o Miguel Seisdedos con juguetes cómicos como En temps de la dictadura o alcalde per real orde”. HONDÓN DE LAS NIEVES. Sobre un solar valorado en 1.250 pts., y adquirido por la Sociedad “La Constancia” en 1929, se construirá la Casa del Pueblo de Hondón de las Nieves, de dos plantas, “en la Avenida del Directorio actual Calle Vereda” (article Programa de festes Fondo 2003). ELCHE. En Ella “se alojaban hacia 1932 la agrupación socialista local, el Círculo Obrero Ilicitano (al que pertenecían numerosas sociedades obreras), el grupo Femenino Socialista, la Juventud Socialista, la redacción del semanario El Obrero (órgano del PS y de las sociedades obreras locales), la sección de Elche de la Cooperativa de Casas Baratas Pablo Iglesias, la biblioteca, la Asociación Artística Socialista (que incluía un grupo teatral y un orfeón), una asesoría laboral y un servicio médico (…)”. “La Casa del Pueblo de Elche (…) solía organizar veladas en las que su cuadro teatral escenificaba obras como el señor feudal, de Dicenta, o El Alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca, junto a “farsas cómicas” como colombaire de Profit o Per menchar carn de burro”. Se conoce, además, la existencia de numerosas Casas del Pueblo como las de Monóvar, Yecla, Crevillente, Elda o Aspe. En relación a las numerosas sociedades obreras constituidas en 20
nuestro entorno podríamos citar las siguientes: Sociedad de Trabajadores de la Tierra (UGT) de Hondón de los Frailes (30/09/1931); La constancia, Sociedad Obrera de Agricultores (UGT) de Hondón de las Nieves (09/08/1916); El Porvenir, Sociedad de Trabajadores de la Tierra (UGT) de Pinoso (24/11/1931); Sociedad de Oficios Varios La Libertad de Casas del Señor (16/09/1921); Sociedad de Trabajadores de la Tierra: Crevillente (04/04/1932); Sociedad de Hiladores de Crevillente: Crevillente (18/02/1910); Sindicato del Ramo de la Alpargata y Oficios Similares: Aspe (12/02/1930); etc. LA II REPÚBLICA EN LA ROMANA (1930‐1939) En los últimos años de la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923‐1930), las ideas socialistas y anarquistas que desde Europa entraban de forma lenta pero imparable desde los primeros años del S. XX, constituyeron el caldo de cultivo para lo que, en 1931, sería un régimen político republicano que vendría a ser la vanguardia política del mundo occidental en los años que corrían. Anarquismo, feminismo, obrerismo, socialismo, marxismo y republicanismo, fueron forjando una oposición al régimen monárquico de Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII, exiliado en Abril de 1931 a causa de la II República. La Constitución de la II República daba construcción jurídica y estatus máximo a todas aquellas aspiraciones que desde la base popular habían venido suspirando por un mundo más justo en el que la renta fuera repartida equitativamente entre todos los ciudadanos, en el que la cultura, a través de la enseñanza y la educación, calase en la población y fuese el suelo sobre el que germinara una nueva sociedad libre de toda opresión y explotación, y, en definitiva, un régimen sin el que la igualdad, la libertad y la justicia, hubieran sido imposibles tras tantos decenios de opresión. La libertad religiosa, el reparto de la riqueza nacional o la extensión del sufragio a todos los ciudadanos sin condicionantes patrimoniales ni económicos, de religión o de género, fueron los resultados de esta aspiración colectiva. Es en este contexto en el que la Casa del Pueblo de La Romana, como otras tantas de España y de nuestro entorno geográfico más inmediato llevará a cabo el desarrollo de su actividad en el ejercicio de las funciones que a continuación desarrollaremos. Si bien, la Casa del Pueblo fue uno de los ejes en tornos a los cuales orbitó la intensa actividad política y la confrontación social que en determinados momentos de la II República se vendrían a producir dado el temor de muchos sectores sociales de la derecha y la patronal a perder las parcelas de poder que durante tantos siglos había venido disfrutando. En los años de la República, la Casa del Pueblo culminará y perfeccionará la labor organizativa que habían iniciado las Sociedades Obreras adheridas a la UGT y la Agrupación Socialista de La Romana. Así, entre 21
1935 y 1936, se dará cabida a las mujeres en la estructura organizativa a través de la Sociedad Femenina de Oficios Varios El Faro. Además, los sectores de la juventud de La Romana encontrarán su espacio mediante la Juventud Socialista, fundada en 1932 con objeto de otorgar un espacio propio de acción y organización a los jóvenes asociados a la Agrupación Socialista de La Romana, con sede en La Casa del Pueblo. Uno de los principales aspectos a destacar fue el impulso que se dio a las decisiones en defensa de un mayor papel de la mujer en el mundo de las reivindicaciones laborales y en la acción social y económica. “Es la dura realidad. La mujer obrera, que va al trabajo porque con el sueldo que gana el padre o el marido no se cubren las más elementales necesidades del hogar, gana una peseta diaria. Y lo doloroso es que no es esto solamente. Aún hay sueldos más bajos. Sabemos que muchas de las obreras que trabajan en la almendra cobran un sueldo semanal de CINCO PESETAS con céntimos. ¡Cinco pesetas semanales! (…)”. El Secretario de la Agrupación Socialista, Antonio Segura, en la revista Reflejos escribiría: “¡Mujeres romanenses! Pensad que vuestros deberes de estar organizadas son iguales que los del hombre y pensad que venís a la vida política con una trascendental misión que cumplir, con un porvenir lleno de promesas de un mañana más venturoso (…) ¡Mujeres que pertenecéis al ramo del obrerismo! Hemos iniciado una nueva vida bajo la bandera tricolor”. Será el mismo Antonio Segura quien bajo el título de “La Mujer y la Familia” conmine de nuevo a las mujeres de La Romana a la lucha obrera. Y lo hace preguntándose si “¿no es injusto condenar a la mujer a un papel inferior?”, para a continuación señalar que “yo les digo a las mujeres de La Romana y su campo, que sólo con la realización del ideal socialista le permitirá transformar en realidad los bellos sueños de felicidad, justicia y paz que en su corazón guarda la mujer”. Del mismo modo, desde la Casa del Pueblo se pretendía culminar la actividad organizativa de las organizaciones y agrupaciones allí radicadas, mediante la configuración de un núcleo de acción propio de la juventud romanera. Y así, Antonio Segura, Secretario de la Agrupación Socialista, se dirige a los jóvenes de La Romana “para que no demoren en que esté pronto constituida la Juventud Socialista en La Romana” en atención a “ese bello ideal (socialista) que todos los jóvenes debemos llevar como símbolo de nuestro espíritu (…). Por eso, yo os digo, jóvenes de La Romana, que hoy no se discute con el cerebro lleno de copas de vino, sino nutrido de lecturas sanas y culturales. ¡Jóvenes! Apartad de vuestro cerebro esos vicios tan perjudiciales para el desenvolvimiento de nuestra vida, y formad vuestro espíritu de nobles y sanos sentimientos, para ser útiles a la familia y a la sociedad en general, y nada mejor para conseguir estas cualidades, que constituir la Juventud Socialista e ingresar todos en ella, que es donde se capacitan y se educan todos. A la juventud le está reservado un alto papel que ejercer en la sociedad futura”. 22
Durante los años de la II República en La Romana, la Agrupación Socialista ocuparía un papel central en el desarrollo de los acontecimientos políticos y sociales que en tal período histórico se sucederían. El régimen democrático instaurado a partir de 1931 permitió la libre concurrencia electoral de las distintas fuerzas políticas que se irían fraguando en aquellos momentos. Así, José Ferrandiz Vicedo sería alcalde en representación del PSOE durante dos períodos: del 18 de Abril de 1931 hasta el 23 de Mayo de 1934 (PSOE), y del 21 de Febrero José Ferrandiz Vicedo hasta el 8 de Mayo de 1936 (Frente Popular). En 1933, el Partido Socialista de La Romana tendría 150 afiliados, muy por encima de los que pudieran presentar otros partidos como la CEDA, con 75, o Izquierda Republicana, con 25 afiliados; pero inferior al que en aquel momento tenía el Partido Radical Republicano, cuya representación ostentaba Vicente Amorós. Segura. En el mismo año, el 19 de noviembre, se celebran las segundas Elecciones Generales para las Cortes de la II República. Los resultados en La Romana fueron favorables para derechas y radicales coaligados, con 604 votos en primera vuelta y 610 en segunda, mientras que los socialistas en solitario, obtendrían por sí solos un total de 473 votos en primera vuelta y 479 en segunda. Con estas resultas, y habiendo accedido los radicales al gobierno de la República, liderado por Alejandro Lerroux y apoyado en las Cortes por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), se abriría un periodo de confrontación entre Radicales y Socialistas por el control del Ayuntamiento romanero. En una carta de Francisco Sepulcre Martínez, presidente del Partido Radical Republicano, dirigida al secretario general de dicho partido en la provincia de Alicante y Diputado a Cortes, César Oarrichena, le expone la situación creada en las celebraciones del 1 de Mayo de 1934 en La Casa del Pueblo de La Romana. “Hoy primero de mayo, como es de suponer, los socialistas han celebrado la fiesta del obrero con un entusiasmo extraordinario, pero con muy mala intención. Esta tarde, a las seis, ha pronunciado uno de sus discursos uno de sus “compañeros” desde el balcón de la Casa del Pueblo, y ha dicho: Que se fije el pueblo de La Romana, en la forma que se administra por los socialistas su Ayuntamiento, que sus enemigos políticos locales han mandado una inspección gubernativa para destituir a sus “camaradas” de dicha administración: pero al enterarse el Señor Gobernador, y hasta el Señor Ministro de la Gobernación inclusive, del expediente por su delegado, que el Ayuntamiento de La Romana se rige en una forma tan legal y bien cumplimentada, que todos los asuntos se llevan al día y que siempre hay dineros en caja, han comprendido que es injusta la petición que les han hecho y falsos los argumentos que, para ello, han empleado. Y, francamente, les decía, por si alguno de los que habían tenido el atrevimiento estaba presente, que podía servirles de desengaño; que no es que no habían entrado a formar parte en el Ayuntamiento, sino que no entrarían jamás; y como habían más de veinte 23
correligionarios presentes, han armado tal revuelo que se han venido al Círculo diciendo que si se ríen de nosotros, es porque no tramitamos los asuntos en la energía suficiente; que estamos haciendo el ridículo porque los superiores de nuestro partido no nos atienden. En vista de la forma que se complican las cosas, y de la manera que se ponen los correligionarios locales, yo, si usted no puede hacer nada antes del domingo próximo, presento la dimisión de Presidente y ya se entenderá usted con ellos.” Unos días más tarde, el 23 de mayo del 34, los radicales accederán a la alcaldía de La Romana, expulsando de allí al grupo socialista. De este modo se presentaba el nuevo alcalde, Vicente Amorós Segura, en un escrito dirigido al pueblo de La Romana: “¡Romanenses! Designios de la Superioridad me elevan al cargo que os ofrezco. Al cargo de Alcalde de este mi querido pueblo. Voy a él haciendo un sacrificio. Solamente guiado por sinceros deseos de hacer bien a nuestro pueblo. Para poner a contribución mi buena voluntad en beneficio de la prosperidad de nuestra patria chica. Para buscar por todos los medios a mi alcance, la armonía y la paz que tan necesarias son en estos tiempos, para bien Vicente Amorós Segura de España y de La República. ¡Romanenses! Unas palabras nada más que brotan del fondo de mi alma: Aspiro a hacer justicia para todos sin mirra ideologías. A todos procuraré atender en vuestras dudas y quejas en esta Alcaldía, que es vuestra. No vengo con ideas de odio y venganza. Vengo con ideas de orden, de paz, de justicia y de amor” Pero lejos de obtener la paz que pregonaba en este alegato, los trabajadores del campo romanero convocaban al paro obrero unas semanas más tarde, justo en la época de recolección. Esta huelga provocó la clausura de la Casa del Pueblo y la creciente tensión entre los obreros. De ello nos llega el testimonio a través de una noticia publicada en el periódico “La Verdad” de Murcia, el 10 de junio de 1934. Tenemos, así mismo, noticias de la clausura de otras casas del pueblo de nuestro entorno, como el caso de la de Novelda y Villena. El clima de tensión en este intenso año de 1934 no se produce únicamente entre las partes opuestas ideológicamente, sino que se acrecentaría también dentro de la misma organización política local que acababa de acceder al Ayuntamiento. En septiembre de ese mismo año, en una carta privada que Francisco Sepulcre dirige al Presidente del Comité Ejecutivo Provincial del Partido Republicano Radical, Sr. Oarrichena, explicaba las razones de su dimisión como Presidente del Partido Republicano Radical de La Romana: “Ayer éramos en la Junta General 16 socios contando los miembros del Comité, y yo, viendo el fracaso que se avecina en el Partido, me retiro de Presidente y le digo que si Vd. atiende Amorós lo mismo que hasta la fecha y el amigo Amorós no 24
procura corregirse, pronto conseguirá la disolución del Partido Radical en La Romana”. Informaba del malestar que, entre las filas de la militancia, había producido la actitud de Vicente Amorós desde que accedió a la alcaldía apenas 4 meses antes: “El día que Vd. Le dijo a Vicente Amorós que el expediente del Ayuntamiento de La Romana se encontraba en el Gobierno, de regreso del Ministerio de Gobernación, a nosotros nos lo presentó tan secreto que me prohibió que convocara Junta General para elegir las personas que tenían que ocupar los puestos del Ayuntamiento. Y elegimos casi todos del Comité, como es de suponer, a espaldas de la Junta General; lo que originó un resentimiento y una desmoralización enorme en esta sociedad, que por nada fue, sino porque Amorós lo dijo a varios de sus amigos particulares. Posteriormente, ya desempeñando el cargo de Presidente Alcalde, muchos correligionarios le han pedido varios favores del Ayuntamiento, lo que ha sido del todo imposible; siempre ha tenido sus argumentos para no servirles casi en nada. En cambio no le han pedido nada ninguna de sus simpatías particulares que se haya llevado a la práctica. Y toda esta complicación de asuntos ha ocasionado tan grandes disgustos que en la actualidad de 70 socios que se compone el Círculo, no hay ni diez que estén al corriente con sus cuotas. Y a quien se dirija a decirles algo respecto a la situación económica de la sociedad, le contesta que una vez que en La Romana no manda el Partido Republicano Radical sino Vicente Amorós y sus simpatías particulares, que ellos lleven el Partido. A pesar de todo, Vicente Amorós se mantendrá en la alcaldía. El 16 de febrero de 1936 se celebran en España las terceras Elecciones Generales de la II República, cuyos resultados dan el triunfo a la coalición de izquierdas “Frente Popular”, que agrupaba ‐ entre otros partidos‐ al PSOE, Izquierda Republicana, Unión Republicana y PCE. Cinco días después el socialista, y representante del Frente Popular, José Ferrándiz vuelve a ocupar el cargo de alcalde, relevando en el mismo a la persona que dos años antes le había arrebatado el puesto; de este modo, Vicente Amorós es destituido el 21 de febrero de 1936. Se abre un nuevo periodo de fuerte inestabilidad y violencia en el país. La ideología más radical de izquierdas se impone a la moderada, como respuesta a las políticas desarrolladas hasta el momento, que no dieron solución a una situación de extrema pobreza (especialmente en el campo). El 17 de julio del 36 estalla la Guerra Civil Española, declarándose el Estado de guerra en la provincia de Alicante en enero de 1939. La Romana quedaría sometida al ejército sublevado a partir del 1 de abril de ese mismo año. 25
Durante la guerra, el Frente Popular desarrollará en La Romana colectividades comunistas y procederá a la incautación de propiedades e industrias. 10La Federación Provincial Campesina nace en diciembre del 36 con objeto de “defender al campesino y la pequeña propiedad del campo”, así como la ocupación y explotación conjunta de las tierras. En este régimen de colectividad se explotaron en La Romana 15.000 tahullas de secano y 150 de eventual regadío. Por otro lado, se constituye en La Romana La Cooperativa Popular Campesina “La Alianza”, dedicada a vender directamente los productos (almendra) al consumidor, eliminando los intermediarios. Ya en 1932 “Bandera Roja”, de Alicante, publicaba una crónica, firmada por Navarro Sepulcre, en la que se animaba a formar cooperativas en la localidad: “Pueblo de La Romana, trabajadores todos: ¿Odiáis la especulación? ¿Sí? Pues entonces atacadla como enemiga; luchad implacablemente contra ella como se lucha frente a un enemigo peligroso del obrero. El mejor medio de atacarla y luchar contra ella es asociándose en cooperativas.” Por otro lado, en octubre de 1937 son incautadas por el Frente Popular en La Romana las canteras de La Solana, La Replana, Sierra Fuente Loca. CLAUSURA E INCAUTACIÓN (1939‐1975) En el Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional de España número 22, de 16 de septiembre de 1936, se da publicación al Decreto número 108 por el que se procederá, según su artículo segundo, a decretar “la incautación de cuantos bienes muebles, inmuebles, efectos y documentos pertenecieren a los referidos partidos o agrupaciones, pasando todos ellos a la propiedad del Estado”. En base a este artículo, y a lo que, se establecerá en la Ley de Responsabilidades Políticas veintiocho meses después, es por lo que se procederá a la incautación de la Casa del Pueblo de La Romana y su posterior cesión a la Delegación Nacional de Sindicatos de Falange Española Tradicionalista (FET) y Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (JONS) el 25 de Marzo de 1943. La Ley de Responsabilidades Políticas de 9 de Febrero de 1939, no hace sino dar validez jurídica a la arbitrariedad de las decisiones que por la fuerza de las armas fueron adoptadas por las tropas rebeldes que dieron el golpe de Estado de 18 de Julio de 1936, dando con ello inicio a la Guerra Civil. 10
La Guerra Civil en La provincia de Alicante. Vicente Ramos. Ediciones Biblioteca Alicantina (Tomos I, II y III) 26
Esta voluntad de juridificar la situación se desprende del artículo 3 de la mencionada Ley, al señalar que “quedan confirmadas las incautaciones llevadas a cabo en aplicación de lo dispuesto en el artículo 2 del Decreto número 108 antes citado y en sus disposiciones complementarias y concordantes”. Si bien, el artículo 1 de la mencionada Ley empieza por declarar “la responsabilidad política de las personas (…) jurídicas”, tal como sería el caso de las organizaciones que tenían como sede, en La Romana, la Casa del Pueblo. Personas jurídicas que, según la interpretación oficial del Régimen Franquista “contribuyeron a crear o a agravar la subversión de todo orden de que se hizo víctima España” desde el 1 de Octubre de 1934. A partir de esta declaración de responsabilidad política, el artículo 2 hace quedar “fuera de la Ley [a la] Unión General de Trabajadores [y al] Partido Socialista Obrero”. Ambas agrupaciones tenían la Casa del Pueblo como sede, y la UGT integraba a las sociedades obreras de La Romana. El artículo 3 continúa señalando que estas agrupaciones “sufrirán la pérdida absoluta de sus derechos de toda clase y la pérdida total de sus bienes. Estos pasarán íntegramente a ser propiedad del Estado”. En concreto, la incautación de La Casa del Pueblo se realizará como expresión de las sanciones definidas por el artículo octavo de la Ley como del Grupo III (Económicas), y que implican, entre otras, “la pérdida total de los bienes (…)”. Con ello, se consumaría el expolio, mediante la incautación, de todos los bienes que habían servido durante decenios a las organizaciones del movimiento obrero para defender, promocionar y extender sus reivindicaciones y actividades de organización obrera. Por tanto, la Casa del Pueblo fue adquirida por la Delegación Nacional de Sindicatos de F.E.T. y las J.O.N.S, tal y como se desprende de la “certificación del acta de la Cesión celebrada el 25 de Marzo de 1943 por la Comisión Calificadora de bienes sindicales Marxistas”, en aplicación de las órdenes ministeriales de 10 de enero, seis de febrero de 1937, y en cumplimiento del artículo 12, párrafo 2 del decreto de 14 de diciembre de 1940. En aplicación del artículo 67. D) de la Ley de Responsabilidades Políticas, se procederá, en la década de 1950, a la compra de La Casa del Pueblo por parte de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de La Romana. El mencionado apartado legislativo contempla que “respecto a los inmuebles se procederá a subastarlos” para, finalmente, el 20 de mayo de 1957, proceder a la cesión de la Casa del Pueblo a la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de La Romana, entidad encuadrada en la Cámaras Oficial Sindical Agraria. En tal sentido, comparecen en dicha fecha, Francisco Gandía García, Delegado Sindical Provincial en nombre de la Delegación Nacional de Sindicato de F.E.T. y de las J.O.N.S, y José Mira Rico, 27
agricultor y vecino de La Romana. Los términos de la compraventa contemplan un precio de “diez mil pesetas, pagaderas en cuatro anualidades, a razón de dos mil quinientas pesetas cada una de ellas (…)”. Es importante subrayar el hecho de que la Casa del Pueblo, que en 1929 había costado 10.642 pesetas (valor del solar y los gastos de construcción ‐mano de obra aparte‐), se subastaba por 10.000 pesetas 28 años después. A partir de ese momento, y a lo largo de dos décadas, la Casa del Pueblo será la sede de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de La Romana; hasta que, en 1977, extinguida la sindicación obligatoria, dicha entidad es sustituida por La Cámara Agraria Local, como órgano de representación de los agricultores y ganaderos para la defensa de sus intereses comunes. LA INSTAURACIÓN DEMOCRÁTICA: ESPERANZAS Y DESILUSIONES (1977‐2009) Con la entrada de la democracia, se inició la lucha para recuperar lo que tan injustamente y por la fuerza de las armas, había sido robado a sus legítimos propietarios. El 10 de febrero de 1977 se legaliza el PSOE en España y dos meses después, el 17 de abril, tendrá lugar la primera reunión formal para la constitución‐
refundación de la Agrupación en el comedor de la vieja “Cerámica La Romana”. Asisten Julio Diez Navarro, Francisco Moya Verdú, José Navarro Pérez, José Luis Navarro Sepulcre, Miguel Falcó Martínez, Roberto Gómez Merlo y Alfredo Gran Amorós. Desde entonces ya comienza a debatirse la posibilidad de reivindicación de la Casa del Pueblo, sucediéndose los primeros contactos con abogados que concluyen, para ello, en la necesidad de que fuera la UGT, como propietaria del inmueble, la que reivindicara el edificio. El 28 de abril se legaliza la UGT en España e inmediatamente se inician las gestiones pertinentes para constituir dicha organización en la localidad, por los mismos que integran la Agrupación Socialista, dado que a ella pertenecían antes de 1936. En Julio del 77 se refundará la UGT en La Romana. A pesar de todo ello, todavía no existía el marco legal para poder reivindicar la Casa del Pueblo, debiendo esperar a que el Gobierno dictara una disposición en tal sentido; hecho que, a pesar de anunciarse durante esos meses, no ocurriría hasta 9 años después… No obstante no cesaron las gestiones con la Unión Provincial de la UGT para preparar la documentación que avalara dicha reivindicación. 28
A pesar de la espera, los acontecimientos se sucedían favorables: En el Referéndum para el Proyecto Constitucional de 1978, el SI obtendría en La Romana una clara mayoría (83,6%); y ello, a pesar de la alta abstención (29,7%). En las elecciones municipales de 1979 los resultados no confirmaron las esperanzas en el cambio, pero sirvieron para demostrar la actitud de concordia con la que la Agrupación Socialista pretendía convivir en el nuevo marco político. El Presidente de la Agrupación, José Luis Navarro Sepulcre, se dirigía al primer alcalde democrático de La Romana, Gonzalo Jover, en un escrito: “Creemos llegado el momento de demostrar, por parte de todos, nuestra mejor voluntad de convivencia y nuestro más vivo deseo de olvidar, de una vez y para siempre, los odios, rencores o resquemores que pudieran permanecer como consecuencia de la guerra civil que lamentablemente padecimos. Es por ello por lo que estimamos igualmente que deben desaparecer de la vista del ciudadano los símbolos que hagan recordar aquella fatídica confrontación entre hermanos; toda vez que, en cierto modo, dichos símbolos siguen humillando a los vencidos y, sobre todo, a los represaliados después de la contienda. No cabe duda que la permanencia de éstos podría considerarse como una imposición humillante para un sector de la población que ha demostrado, no obstante, que desea la reconciliación y el olvido” En Enero de 1986, y con el ánimo de devolver a sus legítimos dueños lo que les había sido incautado por la dictadura franquista, el Gobierno democrático promulgó la Ley 4/1986 de Cesión de Bienes del Patrimonio Sindical Acumulado. Siete meses después, y tras más de 9 años de lucha, Julio Díez Navarro se dirige al Presidente del Gobierno, y Secretario General del PSOE, Felipe González, a través de una carta en la que solicita encarecidamente que “nos sea devuelta la casa que nos fue arrebatada, que con tanto sacrificio construimos”, pues “nadie sería capaz de imaginar la vergüenza que nos supone, después de diez años de democracia en el país y de tres años y medio de Gobierno Socialista, pasar por la puerta de aquel edificio que es de nosotros los trabajadores y ver que lo siguen disfrutando aquellos que siempre formaron la oposición a la causa obrera”. En septiembre de este mismo año el Ministerio de Trabajo reconoce a la UGT como legítima propietaria de la Casa del Pueblo de La Romana, incluyéndola en el Inventario del Patrimonio Sindical Acumulado. Este patrimonio incluía “los patrimonios propios de los extinguidos Sindicatos nacionales, provinciales, comarcales o locales”, así como, entre otros, “los patrimonios propios de las asociaciones, agrupaciones y uniones sindicales de todas clases” 29
Pero el reconocimiento de la propiedad no fue suficiente para que fuera efectiva la devolución del inmueble. Y dos años más tarde, Casto Sánchez Pérez, en una nueva carta dirigida al Presidente del Gobierno, se lamenta de que hayan “transcurrido seis años y, pese a nuestras reiteradas reclamaciones, lo único positivo que hemos obtenido han sido promesas, que no se han cumplido” para, finalmente, solicitar encarecidamente la devolución de la Casa del Pueblo, pues “no quisiera abandonar este mundo sin antes haber puesto los pies en mi querida y estimada casa del pueblo”. El obstáculo estaba en el propio articulado de la Ley del 86, que estableció mecanismos de tramitación y admisión para los cientos expedientes que, durante los casi 20 años de vigencia de La Ley, han evidenciado su falta de adecuación a la realidad histórica de ese tema. En 1989 se iniciaban los trámites para que La Casa del Pueblo, una vez extinguidas las Cámaras Agrarias, pasara a ser propiedad del Ayuntamiento de La Romana, que culminarían en 1995. Todo ello con la constante oposición por parte del grupo socialista, que observaba impotente la negación de un derecho legítimo, usurpado por el régimen franquista; tampoco sería reconocida oficialmente la denominación del inmueble como “Casa del Pueblo”, sustituida por “Oficinas de la Cámara Agraria”. A partir de 1998, y tras la rehabilitación del edificio, se convertiría en Oficina Agraria Municipal; cayendo en desuso pocos años después. La UGT en La Romana se disolvió a principios de los años 90 sin lograr llegar a recuperar La Casa del Pueblo. Y desde entonces, la Agrupación socialista asumió la reivindicación como propia, habiendo encontrado una vía en la Ley de 15 de diciembre de 1998 (de restitución de bienes a los partidos políticos) más allanada que la seguida hasta ahora. Pero el Tribunal Supremo, en sentencia de Marzo de 2005, desestima la solicitud presentada para la restitución o compensación de la Casa del Pueblo, “Pues de la certificación registral consta inscrito el inmueble a favor de Sociedad Obrera Nueva Aurora, sin que conste la vinculación de la misma con el Partido Socialista. Los documentos que se acompañan a la demanda no tienen fuerza probatoria suficiente para acreditar tal extremo al ser solo cartas privadas de miembros del Partido”. Efectivamente, el edificio no era propiedad del partido, sino de la UGT. No podemos olvidar los nombres de aquellos que, a lo largo del Régimen Democrático, han colaborado, en mayor o menor medida, a que se reconociera esta injusta realidad. Entre otros muchos: Julio Diez Navarro, Francisco Moya Verdú, José Navarro Pérez, José Luis Navarro Sepulcre, Miguel Falcó Martínez, Roberto Gómez Merlo, Alfredo Gran Amorós, Francisco Navarro Quiles, Casto Sánchez Pérez, Ceferino Pérez Tortosa, Maria Victoria Belando, José Ramón García, Leonor Botella, Mª Carmen Aracil, Francesc Gallado i Enrique Rizo (primer alcalde socialista de la democracia). 30
RECOPILACIÓN DE ARTÍCULOS Y CRÓNICAS PUBLICADAS SOBRE LA CASA DEL PUEBLO
DE LA ROMANA
DESDE LA ROMANA.
Francisco Jover Pastor. Unión Republicana (Novelda). 22/05/1905 “Al cabo de once años, cuando ya el vicario tenía motivos para conocer a sus feligreses de este lugar, ha sido trasladado de aquí y sustituido por el vicario que fue de Novelda Sr. Martínez ¡Buena hormiguita nos han mandado! Durante los once años que estuvo en La Romana el anterior vicario, ni un solo año salió por estos campos a recoger lo que aquí llamamos la mona; pero ha venido el que ustedes nos han mandado de ahí y a los pocos meses de estancia en ésta, ha salido por estos caseríos pidiendo, como los frailes, y recogiendo sus buenos reales, algunas docenas de huevos, aves de corral y todo lo que estos feligreses han querido darle; unos por voluntad y la mayor parte por compromiso. Y digo por compromiso porque acompañando al vicario iban unos cuantos ricachones de aquí haciendo propaganda para que todos diesen. ¡Y buen año que ha escogido el vicario para venir pidiendo! Si al menos las rogativas nos hubiesen traído lluvias, todo podía darse por bien empleado. Pero, no; las rogativas no han hecho llover, pero en cambio han servido para que el vicario cosechara comestibles y dinero para pasar una temporada tan ricamente. Y los de La Romana tan tontos creyendo que a cambio de lo que al vicario daban, éste ahuyentaba de las casas los malos espíritus. Y que debía haber muchos pues, como llevo dicho, en once años no se había hecho tal desinfección. Excuso decir a Vd, señor Director, que con la sequía hay muchos jornaleros faltos de trabajo y sobrados de hambre; y este año se les ha ocurrido al vicario y a los ricos que le acompañan, sablearnos místicamente. Si los esfuerzos en pedir para la Iglesia los hubiera empleado para hacer limosnas a los pobres, mejor hubiera sido. Pero se conoce que el vicario que nos ha tocado en suerte es partidario de dar cachos de cielo a cambio de algunos reales, docenas de huevos, etc…. Y siempre hay tontos que aceptan esta clase de cambios. Por aquí se dice que no solo para el vicario es la mona recogida, sino que entran otros a la parte. Es natural; salir de casa y estar dos días por estos campos, descarándose para pedir y recomendado a la gente que diera, merece recompensarse con algo. ¿Y estamos en pleno siglo XX? Será en las principales poblaciones de Europa porque lo que es en La 31
Romana no pasamos del XVIII. Salvo que opinen en contrario Antonio el barbero, los Menuts, padre e hijo, y demás propagandistas de la mona para el señor Vicario y partícipes. Suplicándole la inserción de estas líneas en el periódico de su digna dirección, se despide su afectísimo amigo. MI CRITERIO (DESDE LA ROMANA) Diario Avante. 12/03/1921. La Biblia tiene un capítulo que dice: “El que a hierro mata a hierro muere”, y este es el lema que nosotros debemos llevar a cabo. Nosotros, obreros romanenses, no podemos ni debemos olvidar ni un solo momento, el inicuo proceder de los malvados que de común acuerdo intentan, no sólo hacer que perezcamos de hambre, negándonos el jornal por el terrible delito de ser asociados; con esto –dicen los patronos‐, hacemos morir a los obreros y por consiguiente a sus hijos, y de esta manera acabaremos para siempre con las sociedades obreras. ¡Criminales! ¿No veis que matáis a unos inocentes por negarle al padre un derecho que la ley le concede? Compañeros: vosotros sin duda tenéis rudimentos de que tiempos antiguos existía una Santa Inquisición; pues bien, no debéis dudar que hoy también existe. Si alguno de vosotros ha leído historia, recordará que aquella otra inquisición tuvo idénticos principios que la de ahora. La historia dice que hubo en aquella época un personaje, con el título de Inquisidor General, llamado Torquemada y si, como afirma la filosofía espiritista, la reencarnación es un hecho, no cabe duda que el espíritu de Torquemada, después de tantos años, ha tomado cuerpo en un tío de aquí de La Romana. Yo, que he leído la historia de aquel hombre y observo las tendencias de este tío, veo tanta analogía entre los dos, que creo no equivocarme de que uno y otro son una misma persona. Vosotros, obreros asociados y no asociados (porque el látigo alcanza a todos), creéis que debéis permitir semejante atentado? No se cómo pensaréis vosotros, pero mi criterio es de que no debemos consentirle más abusos a ese señor. Entre vosotros muy bien se yo, que habéis ido muchos ante la urna para colocar en el poder a quien más tarde había de ser vuestro verdugo. A estos inconscientes que se han buscado el mal, les está muy bien empleado; pero la mala acción de estos, ha recaido sobre todos. 32
Los patronos de esta comarca están muy persuadidos de que el obrero local es muy incapaz de hacerles daño, y fiados en este carácter tímido del obrero, ellos no tienen temor de atropellar Leyes y consciencias, pero no pierdan de vista que la timidez tiene aun límites como todas las cosas. Ya lo sabéis, trabajadores de La Romana de La Romana; el único medio que tenéis para impedir el avance de la inquisición moderna, es estar unidos como las abejas a su reina; y cuando llegue una elección buscar la manera de restar la mayor cantidad de votos a los santos inquisidores y unir nuestra fuerza al partido que más oposición haga a esta semilla tan retrógrada. EJEMPLO IMITABLE: EN LA ROMANA SE INAUGURA UNA CASA DEL PUEBLO El Socialista, 14 mayo 1929. Alejandro Balart “La voluntad es la base para triunfar en la vida. Hombres con voluntad precisan todos los pueblos y nuestros ideales. Los obreros de La Romana han dado una prueba de ello. Desde hace tiempo dedicaban su esfuerzo a construir una Casa social. Una de esas casas alegres donde se vierten los conceptos más sublimes y se labora generosamente en bien de la Humanidad. Modestamente, poco a poco, han conseguido los obreros de La Romana su ideal. Unos cuantos hombres entusiastas de la organización han verificado lo que debe ser uno de los primeros anhelos de todo trabajador. El 8 de enero de 1927, “La Nueva Aurora”, organización creada por los agricultores y canteros, compró un solar, de una superficie de 347 metros 40 decímetros cuadrados, por el cual abonó de su fondo social la cantidad de 1.042 pesetas. Una vez adquirido el terreno, nuestros compañeros, para poder construir la casa, emitieron acciones reintegrables por valor de 25 pesetas cada una. El edificio, de aspecto simpático y alegre, consta de planta baja y un piso alto, donde, además de la vivienda del conserje, se ha instalado un salón espacioso para la celebración de juntas. En la planta baja, donde se hallan instaladas las Secretarías, se ha construido un salón amplio, especial, destinado a conferencias y actos públicos. Hasta la fecha, la Comisión encargada de la construcción ha hecho pagos por valor de 9.600 pesetas. La Administración y Gobierno de la nueva Casa corre a cargo de “La Fraternal”, entidad formada por las Sociedades copropietarias “La Aurora” y “La Agrícola”, de canteros y agricultores, respectivamente, las cuales se hallan adheridas a la Unión General de Trabajadores. También tiene instalado su domicilio social en la Casa 33
del Pueblo la Agrupación Socialista de esta localidad. Los afiliados que se hallan domiciliados en el citado local abonan cada uno, en concepto de alquiler, la cantidad de 0,25 pesetas mensualmente, con lo cual se continuará mejorando la instalación de salones, Secretarías, conservación del edificio, etc., teniendo en cuenta que el inmueble no podrá venderse ni hipotecarse. A todos los compañeros de La Romana testimoniamos también la satisfacción que nos ha producido tan grata noticia, motivada por su incesante trabajo, ejemplo digno de ser imitado por todos los trabajadores. Y para terminar, les deseamos que sus salones y Secretarías sirvan de claustros universitarios donde resplandezca la virtud y la justicia.” CRÓNICA DEL 1 DE MAYO DE 1929 EN LA ROMANA Alejandro Balart El Socialista. 14 de mayo 1929 “Con gran entusiasmo se celebró en la nueva Casa del Pueblo la Fiesta del Trabajo. El paro fue general. El compañero Sellés, de Novelda, dio lectura a varias poesías del camarada Seisdedos y de don Joaquín Dicenta. A continuación el compañero Luis díez pronunció un bello discurso enalteciendo la figura del inolvidable maestro Iglesias. Después, con el tema “Importancia del Tribunal industrial y seguros sobre Accidentes del trabajo”, dio el citado compañero Díez una conferencia interesantísima, demostrando hallarse impuesto en tal complicado asunto. El compañero Díez fue muy aplaudido. Y para terminar, se dio un concierto musical y se cantaron himnos alusivos al acto.” CRÓNICA DEL 1 DE MAYO DE 1928 EN LA ROMANA El Socialista, 8 mayo 1928. Alejandro Balart “Las Sociedades obreras “La Aurora” y “La Agrícola” de esta localidad celebraron la Fiesta Internacional del Trabajo reuniéndose el día 1 de mayo en su local social, Casa del Pueblo. Leídas por el secretario las conclusiones que las Sociedades Obreras elevan al Poder Público, fueron aprobadas por unanimidad y remitidas a su destino. El compañero Balart, secretario de la Comisión administrativa de la Casa del Pueblo, hizo uso de la palabra para explicar la importancia y transcendencia del acto, para deducir de ello lo que es la organización obrera y el sinnúmero de obstáculos que ha habido que vencer para conseguir las ventajas que se han conseguido, reclamando constancia, fe y gran perseverancia para conseguir el logro de nuestros redentores ideales. 34
Propuso que, con el fin de hacer una propaganda eficaz, se constituyera una Agrupación Socialista, cuyos afiliados, sin regatear esfuerzos ni trabajos de ninguna clase, trabajen con el fin de atraer a la organización los elementos que hay dispersos. Tomada en consideración dicha propuesta, llenos del mayor entusiasmo, y prometiendo no desmayar en dicha empresa, se apuntaron voluntariamente para formar dicha Agrupación los compañeros siguientes: Francisco Lledó Martínez, Antonio Martínez Marín, Julio Martínez López, José Palomares Amorós, Vicente Escolano Martínez, Benjamín Sentenero Amorós, Antonio Jover, Julio Díez Navarro, José Navarro Amorós, José Ferrandiz Vicedo, José Tolmos Maruenda, Francisco Navarro Mira, José Aracil Beltrá, Luis Aracil Navarro y Antonio Moreno Martínez.” NUEVA AGRUPACIÓN SOCIALISTA EN LA ROMANA El Socialista. 8/06/1928 “Como teníamos anunciado, el día 3 del actual se trasladaron al pintoresco pueblo de La Romana el presidente y el secretario de la Oficina de Reclamaciones y Propaganda Socialista, para tomar parte en el acto de la constitución de la Agrupación Socialista del indicado pueblo. En Novelda esperaban a los camaradas alicantinos algunos compañeros de la localidad y el entusiasta luchador de La Romana, compañero Ferrándiz, que vino con un auto conducido por su propietarios y puesto desinteresadamente a disposición de los compañeros de La Romana. Recorrimos los catorce kilómetros que distan desde Novelda a La Romana: Los lugares que atravesamos no podían ser más pintorescos y deliciosos: las viñas, los olivos, los almendros y pinares presentaban un encantador golpe de vista por su lozanía y frondosidad. Llegamos al pueblo, que está enclavado entre las sierras de mármol rojo, que es la industria más importante de este pueblo, que da trabajo a centenares de obreros. El pueblo de La Romana está rodeado de corpulentos pinos; sus calles son anchas, limpias y alineadas; las casas son casi todas de reciente construcción. La Casa del Pueblo es de planta baja y un piso, y es propiedad de los trabajadores; en unos terrenos que poseen, lindantes a la Casa del Pueblo, piensan construir un teatro y escuelas. A la hora señalada, el salón de actos de La casa del Pueblo, estaba totalmente invadido por los trabajadores, muchísimos de ellos, casi la mayoría, que habían venido de cinco y seis kilómetros de distancia, donde tienen sus hogares, con el fin de habitar cerca de las canteras donde trabajan. 35
Ocupa la presidencia el veterano e ilustrado camarada Alejandro Balart, que con frases sencillas y elocuentes hace la presentación del presidente y secretario de la Oficina de Reclamaciones, concediendo la palabra al compañero Rafael Sierra. Este compañero dice que para darle más esplendor al acto que se estaba celebrando debe dedicarse, en primer lugar, un recuerdo de admiración y gratitud al apóstol del Socialismo español, Pablo Iglesias. A grandes rasgos, explica la importancia y utilidad de la Oficina de Reclamaciones. Dice que este organismo se constituyó con nueve Agrupaciones y una Sociedad sindical, y en la actualidad cuenta con 18 Agrupaciones y 54 organismos sindicales. Combate el analfabetismo y recomienda la instrucción y la cultura, únicas armas que debemos emplear para llegar a la verdadera emancipación. Combate el abuso del alcohol, por ser causa de la perdición de infinidad de honradas familias, y termina con un viva al Socialismo. Le sigue en el uso de la palabra el compañero Ángel Martínez, presidente de la Oficina, el que saluda a la concurrencia en nombre del organismo que en este acto representa. Con párrafos claros y sencillos explica lo que es el Socialismo. “Muchos hermanos nuestros –dice‐ no saben la injusticia que cometen, por ignorancia unos y por perfidia los demás, combatiendo el redentor ideal socialista; verdaderamente son dignos de lástima esos obreros que hablan mal de nuestra doctrina.” Dice que no deben tener prisa en atraer a la Agrupación muchos compañeros; que lo que conviene es que, aunque seamos pocos, seamos buenos y conscientes. Explica la Ley del Retiro Obrero, la de la Jornada de ocho horas, la cual hay que defender a toda costa; y termina recomendando procuren instruirse y prepararse, para el día de mañana ocupar los puestos que sus compañeros les designen. Al terminar fue muy aplaudido. El presidente recomienda al auditorio tenga presente lo que se ha dicho, para sacar el mayor partido posible. Al terminar el acto se afiliaron a la Agrupación varios trabajadores. Ha sido una jornada provechosa para nuestro partido.” CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD OBRERA “La Agrícola” El Socialista. 25 agosto 1927 “Ha quedado legalmente constituida la Sociedad de obreros agrícolas “La Agrícola” de La Romana. Su junta directiva está formada por los siguientes compañeros: Presidente, Francisco Rico Albert; vicepresidente, Manuel Lledó Manero; secretario, Francisco Martínez; vicesecretario, Vicente Escolano Martínez; contador, 36
Antonio Manero Martínez; tesorero, Lula Mondeja Luz; vocales: Victoriano Azorín Llobregat y Vicente Gamboa. Estos nuevos camaradas saludan por mediación de El Socialista a todos los trabajadores organizados que luchan por su emancipación.” CONFERENCIA SOBRE CUESTIONES AGRARIAS. El socialista, 25/02/1927 “El compañero Pedro García, secretario de la Federación Regional Levantina de Agricultores y Similares, ha explicado una interesante conferencia en la Casa del Pueblo de esta localidad, versando sobre cuestiones agrarias relacionadas con la legislación vigente. Durante hora y media ha estado perorando el secretario de los agricultores levantinos organizados en la Unión General de Trabajadores, quien con gran acopio de datos ha expuesto las ventajas que a los obreros del agro reporta la organización sindical, a la que es necesario procurar incorporar la mujer del campo, tan necesitada del apoyo del hombre y por considerársela factor indispensable, en nuestros cuadros de lucha por la conquista de la emancipación integral de todos los trabajadores.” ENTIERRO CIVIL EN LA ROMANA Revista Reflejos. Novelda, 21 de Mayo de 1931 “Por voluntad expresa de la finada, el martes día 19 del corriente fue enterrada civilmente Francisca Boyer Lledó, de 30 años de edad, esposa de nuestro entrañable camarada Vicente Gran Martínez. La cerril intransigencia del cura párroco de La Romana, impidió que el cadáver recibiera sepultura en el cementerio de la citada población, en cuyo término municipal falleció, y hubo de ser conducido al cementerio civil de esta ciudad (de Novelda). El féretro fue trasladado de La Romana al cementerio de Novelda envuelto con la bandera de la Agrupación socialista y acompañado de una impotentísima manifestación, que fue presidida por las autoridades socialistas del vecino pueblo, el Comité de aquella Agrupación y los familiares de la finada. Reciba el camarada Gran Martínez la expresión sincera de nuestra viva condolencia.” A LOS JÓVENES DE LA ROMANA Antonio Segura (Secretario de la Agrupación Socialista). Revista Reflejos. Febrero 1932 “Con un esfuerzo mental empuño la pluma para dirigirme a todos los jóvenes y en general a todos los que conviven en la Casa del Pueblo de La Romana; no lo hago con el propósito de hacer gala de mis conocimientos insignificantes, sino impulsado por el ideal socialista o mejor dicho, velando por nuestros ideales, por la educación y cultura de todos los jóvenes; para que no demoren en que esté pronto constituida la 37
Juventud Socialista en La Romana. Este es el motivo que me inspira al hilvanar estas mal trazadas líneas, que aún que estén escritas por unas toscas y torpes manos, se sienten impregnadas de socialismo, de ese bello ideal que todos los jóvenes debemos llevar como símbolo de nuestro espíritu. Hay que darse cuenta, jóvenes de La Romana, de que las escasas horas de descanso de la ruda tarea del trabajo del campo, de la cantera o del taller, nos deja libres no son para visitar establecimientos que embrutecen y oscurecen nuestra inteligencia, sino para frecuentar nuestra Casa del Pueblo y crear nuestra Biblioteca, etc; donde podamos despertar nuestra dormida inteligencia, educándonos y capacitándonos para la lucha de la vida, porque la vida tiene guardados para la clase humilde y proletaria todos los rigores y sinsabores que en ella existen. Por eso, yo os digo, jóvenes de La Romana, que hoy no se discute con el cerebro lleno de copas de vino, sino nutrido de lecturas sanas y culturales. ¡Jóvenes! Apartad de vuestro cerebro esos vicios tan perjudiciales para el desenvolvimiento de nuestra vida y formad vuestro espíritu de nobles y sanos sentimientos, para ser útiles a la familia y a la sociedad en general, y nada mejor para conseguir estas cualidades, que constituir la Juventud Socialista e ingresar todos en ella, que es donde se capacitan y se educan todos. A la juventud le está reservado un alto papel que ejercer en la sociedad futura. DE LA ROMANA A LOS JÓVENES. Antonio Segura (Secretario de la Agrupación Socialista). Revista Reflejos. 9/02/1932 “La Romana, pueblo agrícola y con algunas explotaciones de canteras, hoy paralizadas, debido a incógnitas entre obreros y patronos; pueblo de construcción moderna y de ambiente aromado por las frondosas pinadas que lo rodean. En uno de sus extremos, en la parte sur, está enclavada la Casa del Pueblo, edificio amplio propiedad de los trabajadores. Bajo su techo conviven los gremios de Canteros, Agricultores, Oficios Varios y la Agrupación Socialista. Esta Agrupación Socialista ha emprendido con tesón una campaña para la creación de la Juventud Socialista en esta Casa del Pueblo y a tal efecto hace un llamamiento a la juventud romanense para que acuda a inscribirse en las listas que se están formando. Juventud de La Romana: Vosotros que sois los hombres de mañana, no debéis esperar un momento 38
más para constituir la Juventud Socialista. La Agrupación os invita y os presta para ello su desinteresado concurso. Jóvenes romaneases: Leed el periódico “Renovación”, órgano de la Federación Nacional de Juventudes Socialistas de España, y conoceréis el sublime ideario socialista.” DE LA ROMANA. A VUESTRO PUESTO Antonio Segura (Secretario de la Agrupación Socialista). Revista Reflejos. 5/03/1932 “¡Mujeres que aspiráis al Socialismo! A vosotras no será necesario explicaros lo que es la República. Habéis experimentado de obra las maldades y los prejuicios de la monarquía, para que no estimarais como bueno cualquier régimen que la sustituyera. Pero pensad que la República no es más que un paso que hemos dado en el avance del pueblo y por consiguiente, de la democracia. La República no es todavía la redención del pueblo trabajador. Es un régimen que faculta a éste para lograr la máxima mejora posible si hay masa que tenga fuerza para impulsarla. ¡Mujeres romanenses! Pensad que vuestros deberes de estar organizadas son iguales que los del hombre y pensad que venís a la vida política con una trascendental misión que cumplir, con un porvenir lleno de promesas de un mañana más venturoso. La fuerza de vosotras al estar organizadas y ser incorporadas a la República naciente, habrá de prestaros calor de reivindicaciones proletarias, mínima compensación a tantos años de miseria y de explotación. Esperamos ver en La Romana dos nuevas organizaciones: La Sociedad Femenina y la Juventud Socialista. Lo debéis de hacer con la seguridad de cumplir un deber. ¡Mujeres que pertenecéis al ramo del obrerismo! Hemos iniciado una nueva vida bajo la bandera tricolor. Mirad, mujeres romanenses, el ejemplo de la mujeres inglesas que saben cumplir su derecho al voto y sus deberes en el seno de la organización con la misma alegría que las demás funciones de su vida, sin menguas, por ello, del sentido de su responsabilidad. La era se inicia para vosotras; ahí tenéis dos mujeres en las Cortes Constituyentes: Clara Campoamor y Victoria Kent, que luchan por la causa del voto de la mujer y derecho. Al ingresar en la lucha política se os va a plantear el mismo problema que al hombre: de saber elegir a quien os representen, latiendo con vuestras inquietudes. Ahora entráis en ella como espectadoras y cuando llegue el momento de entrar en la lucha lo hagáis conscientemente, viendo que la fuerza radica en los partidos que representan el ideal del proletariado, juntas con vuestros compañeros de trabajo. A la lucha podéis aportar un elemento decisivo. La actuación de vosotras, 39
por ahora, es una incógnita. Y frente a la mujeres catequistas que pretenden hacer de la religión un comercio; frente a recalcitrantes monárquicas que defienden en la fenecida institución sus amores de vanidades, poned vosotras vuestro pecho, mujeres romaneases y mujeres de toda España. ¡Jóvenes mujeres y jóvenes hombres! Venid a formar parte con nuestras luchas, a formar parte del número de compañeros que integran la Casa del Pueblo. Las sociedades que conviven en ella, esperan con fe que responderéis a este llamamiento. Vuestro puesto como proletarias está al lado de todos los trabajadores de La Romana. En particular un ruego a las compañeras de la partida de la Boquera, que se han decidido a militar en las filas societarias; que no demoren ni teman al riego de luchar sin cesar hasta ver constituida la Sociedad Femenina. Igual os digo, jóvenes romaneases: No dejeis de luchar para constituir la Juventud Socialista y será un triunfo más en La Romana. DE LA ROMANA. LA MUJER Y LA FAMILIA Antonio Segura (Secretario de la Agrupación Socialista). Revista Reflejos. 5/04/1932 “Hago un llamamiento a las mujeres del campo y de La Romana para que vengan a organizarse y compartir entre sus compañeros los momentos de lucha que pudieran surgir. Todos los que están organizados deben propagar para que sus compañeras se organicen y, una vez organizadas, cumplir una misión de transcendental interés. A mi juicio no limitaré demasiado el papel de la mujer. La mujer, tanto como el hombre, tiene el derecho de emplear sus facultades, sus fuerzas, sus aptitudes según le convenga. ¿No es injusto condenar a la mujer a un papel inferior? No examinaré hoy cual puede ser la misión de la mujer en la sociedad; no abordaré la cuestión de su trabajo fuera del hogar. Me contentaré con esbozar en qué consiste la influencia de la mujer sobre la familia. A la mujer, abandone o no su hogar para el trabajo, no se la exime de cumplir sus ocupaciones domésticas. Pregunto yo, ¿Debe limitarse a este simple papel? Ciertamente que no. La mujer debe procurarse un desenvolvimiento, no solo moralmente sino intelectualmente. Ella no puede permanecer ignorando las cuestiones económicas, las ideas políticas y las tendencias sociales. Yo les digo, a las mujeres de La Romana y su campo, que sólo con la realización del ideal socialista le permitirá transformar en realidad los bellos sueños de felicidad, justicia y paz que en su corazón guarda la mujer. 40
De esta forma, no será relegada a sus ocupaciones domésticas; se convertirá en compañera colaboradora y consejera de su marido. Si la acción de la mujer es grande sobre el esposo, con mayor razón lo será sobre los hijos. Toda madre debe ser consciente de sus deberes y debe preocuparse de la salud física de sus hijos y también de su salud moral. La tierna sensibilidad del niño queda profundamente marcada por las primeras impresiones. Tiene, pues, la madre que vigilar. Ella debe atender a que todas las emociones infantiles sena creadoras de belleza moral. Debe formar pequeños seres sanos, francos, justos, capaces de comprender, razonar; y por este simple hecho, capaces de convertirse en sinceros socialistas. La madre formará para la futura sociedad, mujeres y hombres libres, desligados de todos los prejuicios que remachan los cerebros en las tradiciones desusadas. A la mujer corresponde esta empresa. A ella corresponde preparar una generación conciente de sus derechos y sus deberes, capaz de compartir la doctrina socialista, susceptible de encauzar el triunfo rápido de la sociedad futura. La más simple, la más ignorante de las mujeres, como la más cultivada en su inteligencia, debe superarse al acometer esta noble tarea, con ardor y con fe. Nuestros esfuerzos serían vanos, mujeres de la Boquera, del Alcaná, del Algayat, de La Romana, si vosotras, desde el hogar, no os convertís en propagandistas persuasivas del Socialismo y animadoras de todas las voluntades. El camino a seguir que vuestro deber os impone, es ayudar a vuestros compañeros. Sería un éxito si vuestra Sociedad Femenina hiciera un número más de las sociedades que conviven en la Casa del Pueblo y desfilara juntamente con las demás que han de componer la manifestación en el 1º de Mayo, ese día tan memorable para los trabajadores que militan en las filas del Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores de España. DESDE LA ROMANA. LAS COOPERATIVAS 11
ULIANOV POSSE ( ) .Bandera Roja. 5 octubre 1932 “Pueblo de La Romana, trabajadores todos: ¿Odiáis la especulación? ¿Sí? Pues entonces atacadla como enemiga; luchad implacablemente contra ella como se lucha frente a un enemigo peligroso del obrero. El mejor 11
ULIANOV POSSE es el pseudónimo con el que firmaba José Luis Navarro Sepulcre las crónicas en el diario Bandera Roja. Secretario General de las Juventudes Socialistas de La Romana. Presidente de la sociedad de Oficios Varios. Secretario del Frente Popular en La Romana) 41
medio de atacarla y luchar contra ella es asociándose en cooperativas. Ahora, que existen muchas personas que aún no tienen una comprensión clara de lo que es o significa una cooperativa, es por lo que voy a explicar lo que ésta es y lo que significa: Una cooperativa es una sociedad de obreros que tiende a procurar ventajas económicas a los que la constituyen. En ella se ingresa pagando una cierta cantidad de dinero, en una especie de acción, teniendo tregua a abonar dicha cantidad durante un cierto tiempo. Una vez pagada esta cantidad, que es para iniciar la marcha de la sociedad, los asociados ya no tendrán que abonar jamás ninguna otra. Entonces, una vez iniciada la marcha de la cooperativa, se le extenderá a cada uno de los asociados una libreta donde se le irán anotando todas las compras que éste efectúe, y al final del año se hará el balance general de cuentas; y se verá los beneficios que ha habido después de descontados los gastos de dependiente, viajes, etc.; y estos beneficios, si es que los hubiera, se repartirán entre los socios individualmente, según las compras que cada uno haya efectuado. De modo que la cooperativa no se queda con ningún céntimo y los socios habrán comprado al mismo precio, o más barato que en las tiendas, los artículos de primera necesidad. Y por el contrario, el que compra en las tiendas, si se deja 10 céntimos de beneficio por cada compra que efectúa, ya sabe que de ellos ya no participa para nada, pues son para el tendero; y si compra en la cooperativa puede ser que parte de los 10 céntimos se le devuelvan. Así que la cooperativa es el mejor medio para luchar contra la especulación. Obreros, campesinos todos, asociaros en cooperativas.” EL JOVEN CAMPESINO ULIANOV POSSE . Bandera Roja. 26/10/1937 “No hay más que dar un breve repaso a la historia de nuestro campo desde hace unos cuantos meses a esta parte para poder apreciar el gran contraste y la extraordinaria diferencia existente entre lo que eran los jóvenes campesinos, la joven generación agrícola en tiempos de la monarquía, del bienio negro o la reacción, y lo que es en la actualidad bajo la protección del Gobierno del Frente Popular. En aquellos tiempos que jamás volverán, los jóvenes campesinos parecía que se encontraban oprimidos, sin libertad de acción y, en efecto, no es que parecía, sino que en realidad así era. Aquellos asquerosos caciques no querían que los jóvenes del campo acudiesen a la escuela y demás centros de enseñanza; no querían, en fin, que se acercasen a ninguno de los medios por medio de los cuales se pudiesen instruir y capacitar para poder defender mejor sus propios intereses. Y ante todo esto hay que formular y contestar a la siguiente pregunta: ¿Por qué motivo aquellos 42
parásitos de la clase obrera tenían tal empeño en que los jóvenes campesinos no se instruyesen ni se capacitasen? ¿Por qué aquella cuadrilla de verdugos no querían que los jóvenes campesinos no acudiesen a las escuelas y demás centros de enseñanza? Pues, simplemente, compañeros, porque aquella cuadrilla de gobernantes reaccionarios sólo, única y exclusivamente estaba compuesta de señoritos chulos que no hacían más que llenar su barrigón a costa del sudor que los campesinos derramaban y con el que regaban los campos que trabajaban. Y ellos sabían que si los jóvenes llegaban a capacitarse, a persuadirse y darse cuenta del estado de esclavitud en que se encontraban, se levantarían contra ellos, contra sus verdugos que bárbaramente les trataban. Porque ellos sabían que los jóvenes se tenían que transformar en el día de mañana en hombres y que si llegaban a adquirir algún grado de cultura, cuando fuesen adultos reaccionasen contra los desaprensivos señoritos que de tan mal trato les hacían objeto; y entonces ellos ya no podrían vivir tan desahogadamente, ni tan tranquilamente podrían llenar ni desarrollar su barrigón. Para que no acudiesen a centros donde se pudiesen capacitar los jóvenes campesinos, les hacían trabajar de sol a sol, desde la edad de los seis años, en que empezaban a guiar un rebaño cabrío o lanar. En aquellos tiempos la mayoría de los campesinos no sabían ni poner su nombre siquiera por falta de enseñanza, por falta de escuelas. La República ha construido escuelas en los campos para que allí aprendan a leer y escribir los jóvenes campesinos, ha organizado brigadas contra el analfabetismo y acaba de dar a luz los institutos obreros, donde los campesinos podrán llegar a ser arquitectos, médicos, ingenieros, etc.” LA CASA DEL PUEBLO, DE LA ROMANA AGRUPACION LOCAL DEL PARTIDO SOCIALISTA Revista Libertad. Febrero 1978 “A primeros del año de 1927, un grupo de afiliados a la U.G.T. a los que tal vez con alguna razón se les denominaba descamisados y entre los que se contaban los que aparecen en la fotografía que ilustra este trabajo, estimaron la necesidad de construirse su CASA DEL PUEBLO y dejar el local que ocupaban en alquiler junto a lo que era bar “La Terraza” ya que, además de estar pagando un alquiler, corrían el riesgo de ser un día desahuciados como un inquilino cualquiera y verse sin tener a dónde trasladar su sede. Al efecto, acordaron aportar cada uno la cantidad de VEINTICINCO pesetas reflejadas en una acción por si un día existía la posibilidad de ser cancelada. Para que la gente de hoy se dé una idea del sacrificio que dicha aportación suponía diremos, que el jornal de un obrero cualquiera trabajando desde la salida hasta la puesta del sol durante la semana, no alcanzaba la suma e aquella aportación y que, en el mejor de los casos, a una familia media apenas alcanzaba para comer carne una vez a la semana, calzar durante los días laborables unas 43
albarcas hechas de goma de rueda de coche y sin calcetines y los domingos unas alpargatas de suela de cáñamo o yute, y obtener algún pequeño ahorro que tan necesario era en previsión de alguna posible enfermedad ya que no existía seguridad social que los amparase. Con este enorme sacrificio y con una tremenda fe en la consecución de sus reivindicaciones laborales y sociales mediante la continuación de su organizaci6n obrera y socialista, al cabo de desafíos ya se encontraron en condiciones de ocupar su propia CASA DEL PUEBLO trasladando allí su sede social para continuar bajo un techo sin temores. Como consecuencia de una situación de anormalidad como lo fue el final de nuestra guerra civil, dicho edificio fue usurpado e incautado en virtud de unas órdenes ministeriales dictadas por el gobierno de la dictadura, sin que sus legítimos propietarios contasen con alternativa alguna de reivindicación de lo que tanto sacrificio les costó. Finalizado ya el período de dictadura y abierto el cauce de una democracia y de una nueva convivencia de todos los españoles, lo lógico será que, igual que ocurriera al finalizar la guerra con los bienes que durante la misma fueron incautados, la CASA DEL PUEBLO vuelva a ser ocupada por sus legítimos propietarios, desapareciendo la nostalgia y la zozobra que durante 40 años ha permanecido dentro de lo más profundo de quienes con tanta ilusión la construyeron y han tenido que vivir mirando cómo la ocupaban y la disfrutaban entidades o personas que muy poco o nada les había costado. La Agrupación local del Partido Socialista Obrero Español, entre cuyos afiliados existen algunos de los que aportaron las 25 pesetas y otros lo son herederos de los que igualmente las aportaron, se solidariza totalmente con la pretensión de la Unión General de Trabajadores de reivindicar lo que es legítimamente suyo y está segura de que en un plazo que se vislumbra ya va a ser muy breve, será devuelto a sus propietarios el inmueble que nos ocupa. Por otra parte, quiere dejar constancia a través de estas líneas, que en su momento solicitó verbalmente de la entidad que la ocupa, autorización para celebrar allí sus reuniones, recibiendo la contestación de que dicha autorización habría de solicitarse por escrito a la Cámara Sindical Agraria de la provincias y esperar su resolución. ¿No es la Hermandad Sindical la que dice ser propietaria en escritura pública de dicho inmueble? Siendo así, ¿.por qué tener que dirigirse a la Cámara Sindical Agraria para solicitar la mencionada autorización? La contestación a estas dos preguntas la dejamos al mejor criterio del buen lector. CASA DEL POBLE Francec Gallardo García. Diario Información. /5/1999 “Quisiera desde esta página de INFORMACIÓN, destacar un artículo publicado el pasado 17‐5‐98, en el 44
cual se hacía referencia a la inauguración en La Romana de una Oficina Agraria Municipal como un acto más dentro de las fiestas de San Isidro Labrador. En dicho artículo leemos “…Inauguración de la Oficina Agraria Municipal, un bonito edificio, que ha sido rehabilitado y con anterioridad albergó la desaparecida Cámara Agraria…” Yo estuve en dicha inauguración y después de presenciar la bendición del edificio por parte del cura, el Padre Nuestro de rigor y los numerosos aplausos de la concurrencia, cabría hacerse la siguiente reflexión: ¿Por qué se habrá relegado al más profundo de los olvidos la verdadera historia de este edificio? ¿Por qué no se cita en ninguna parte que antes de ser Cámara Agraria fue la “Casa del Pueblo”? ¿Acaso se siente vergüenza por ello? Esta casa empezó a construirse en el año 1928 por un grupo de personas de La Romana, cuando a ésta se la conocía como “caserío” (de Novelda); dichas personas tuvieron que hacer un enorme esfuerzo para poder construirla. Una vez acabada la misma, a la asociación se la denominó “Sociedad Obrera Nueva Aurora” y pertenecía a la UGT. En ella se registraron tres colectivos: “Agricultores”, “Canteros” y “Albañiles”, incorporándose dos años más tarde otro denominado “Oficios Varios”. Se pagaba por cada acción veinticinco pesetas y la cuota mínima semanal era de veinte céntimos. Estos colectivos estuvieron funcionando unos diez años hasta que por Decreto de 14 de diciembre de 1940, se inscribió el edificio a favor de la Delegación Nacional de Sindicatos de Falange Española Tradicionalista y de las Jons. Hoy, en el 70 aniversario de su construcción, los cimientos y las piedras de esta vieja casa, llenas de estupor, observaban cómo las bendecía un cura extraño, un santo desconocido y un numeroso grupo de gente que aplaudía entre los sonidos de una banda de música. Pero su pensamiento seguramente estaría con aquellos hombres que con su sudor la fueron modelando poco a poco como por ejemplo Daniel Lledó, Francisco Sepulcre, el Tío Gabriel, Quito “Puchares”, Daniel “el Musoreño”, Antonio Mateo, Daniel Nogales “el Negre”, Julio Diez, Silverio Cantó; Tío Balard, Ermesto Martínez “Rada”, Toni López “el Perot”, José Poveda “Cantares”, Pepito “el de la tía Celedonia”, Juan y Antonio Martínez “el Valent”, Tomás Tolmo, Adrian Mira y un largo etcétera.” La Casa del Poble Francec Gallardo García. Programa de Festes de La Romana 2004 “Corrien els anys 1925 (aprox.) el nou traçat de la carretera Romana‐Alguenya acabava de ser inaugurat (anublant‐se I'antic que passava per la Rambla Fonda de la Boquera). Eren temps de canvis i comenqament del progrés per a La Romana que aleshores pertanyia Jurisdiccionalment a Novelda, fins que el 45
10 d'agost de 1928 es rep a l'Ajuntament de Novelda una carta signada per molts veins de La Romana sol‐
licitant la seva segregació de Novelda. El 18 d'octubre del mateix 1928 es reuneixen l'alcalde de Novelda En Manuel Bonmatí junt l'assessor Tecnic i Agregat d'lntervenció En Andrés Rodríguez Capelo en representació de la vila de Novelda, tots dos amb En Manuel Abad Aracil com alcalde pedani, En. José Aracil Beltra En José Beltra Pastor i En Fermín Escolano Beltra com a representants de La Romana, aquestes, degudament autoritzats per a procedir a fixar els Iímits dels que endavant seria el nou terme de La Romana , tots es mostren d'acord amb el pla aportat pels de La Romana acostant‐se a continuació a la "Cuesta del Collado" per tal de veure sobre el terreny el comenqament del nou terme i fixar les fites. I és de data 22 de maig de 1929 quan es rep l'Ordre del Ministeri de Governació el qual confirma la nova constitució de l'Ajuntament de La Romana. La precarietat en el treball al nostre poble, va fer que els veins de La Romana es mobilitzaren d'alguna manera per tal de millorar les seues condicions en el treball, aco va fer que un nombrós grup de romaners pensaren en formar col.lectius de treball de diferents oficis. Per tot aqo es comenqa a construir‐se a I'any 1928 un local on poder reunir‐se dits col.lectius, després d'un gran esforq, I'obra s'acaba de construir a I'any 1929 (coincidint amb la separació de Novelda) I'associació es denomina "Sociedad Obrera Nueva Aurora" i pertanyia a U.G.T. De primer es van registrar tres col.lectius: agricultors, picapedrers i obrers, incorporant‐se dos anys més tard un altre anomenat: "oficios varios". Es pagava per cada acció 25 pessetes i de quota mínima setmanal vint centims. Aquests col.lectius funcionaren durant uns deu anys, on per decret de 14 de desembre de 1940, l'edifici es va inscriure a favor de: "Delegación Nacional de Sindicatos de Falange Española Tradicionalista y de las JONS". Més tard es denomina com tots sabem "Cámara Agraria" i mes recentment a I'any 1998 "Oficina Agraria Municipal". Per acabar, un record a tots aquells homes que amb el seu esforq feren que La Romana avancara una miqueta més cap el progrés. D'entre tots recordem a: Daniel Lledó Navarro, Elías Deltell López, Paco Lledó, el "Tío Gabriel", Francisco Sepulcre, Antonio Mateo, Jesús "El Granaero", Alfredo Mira, "dels Canicios", Daniel Nogales "El Negre", Antonio Navarro, Antonio Tolmo "Toni", Tomas Tolmo, Daniel "El Musoreño", Quito "Puchares", Adrián Mira, Silverio Cantó, Antonio López "El Perot", "El Tío Balard", Ernesto Martínez "Rada", Julio Diez, José Poveda "Cantares", Pepito "el de la tía Celedonia", Juan Martínez "El Valent", Ramón Cantó, Paquito "Capellaneta", Elías Deltell "El Teniente", Antonio García ... i molts altres que degut al temps no hem pogut reconéixer‐los. 46
Testimonios de la realidad silenciada
Edita: Asociación socio-cultural “El Tramvia nº2”. Agradecimientos: PSOE. Agrupación Local de La Romana; Exmo.
Ayuntamiento de La Romana; Archivo de Memoria Histórica de Salamanca; Archivo Municipal de Alicante; Archivo
Municipal de Novelda; Fundación Pablo Iglesias; Archivo digital de la UGT.
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