Icono bizantino del siglo XIV que representa al Arcángel Gabriel

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LA ICONOCLASTIA BIZANTINA
Uno de los hechos históricos más conocidos de Bizancio es la querella
sobre el culto de las imágenes.
El iniciador de esta crisis religiosa fue León III a comienzos del siglo
VIII, posiblemente por su contacto con los musulmanes a los que combatía;
además, León III y sus sucesores (especialmente su hijo Constantino V)
fortalecieron el cerco contra el culto a todo tipo de reliquias y
representación de santos y la divinidad, lo que incluía estatuas, pinturas y
mosaicos.
En la segunda mitad de este siglo la prohibición iconoclasta se
convirtió en persecución y martirio de muchos que no se plegaron a la
reforma. De hecho, Bizancio quedó divida religiosamente en los partidarios
Icono bizantino del siglo XIV
de una y otra tendencia.
que representa al Arcángel
Gabriel
El clímax del enfrentamiento civil
llegó durante el gobierno de León V cuando éste fue asesinado por los
iconófilos por su implacable defensa de la iconoclastia.
El período iconoclasta llegará a su fin con la emperatriz Teodora que
recupera la ortodoxia religiosa en el año 843; había pasado un siglo de división
religiosa en Oriente que había afectado gravemente la relación con la Iglesia de
Occidente.
De hecho, en el año 731, el papa de Roma, reaccionó excomulgando
a todos los que se oponían al culto tradicional. Se estaba poniendo la primera
piedra en las desavenencias entre las iglesias de Roma y Bizancio, que al cabo
del tiempo desembocaría en el Cisma de Oriente acaecido en el año 1054.
Emperatriz Teodora
En resumen, la iconoclastia fue una doctrina oficial en el Imperio bizantino desarrollada durante los
siglos XVIII y IX que prohibía la representación y el culto a las imágenes de Cristo y de los santos.
Fuentes:
–
TALBOT RICE, D.: El arte de la época bizantina. Ediciones destino, Barcelona, 2000.
–
www.artehistoria.com
José Manuel Pablos Heras
1º de Geografía y Ordenación del Territorio
Asignatura: Historia del Arte Medieval
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