Ministro Ottone anula Premio Rodrigo Rojas De Negri [94] CULTURA FOTO: ARCHIVO Sociedad Lollapalooza 2017 comienza a tomar forma [100] ESPECTACULOS Bolaño inédito y universal: la historia de una novela inacabada Toda la obra del escritor fallecido en 2003 saldrá por Alfaguara tras un acuerdo por más de $ 250 millones. Se incluye El espíritu de la ciencia ficción, que el mismo autor señaló a sus cercanos que no finalizó. Javier García Fue en enero de 1981 cuando llegó a vivir a la casa en el barrio Las Pedreras, en Gerona. Había dejado su cuarto de la calle Tallers, en Barcelona, a cinco años de su llegada a España desde México. Un veinteañero Roberto Bolaño se instaló entonces en la ciudad del norte de Cataluña, en el hogar arrendado por su hermana Salomé. Pero pronto ella regresó a México y el escritor quedó solo con su perra Laika. También recibía a viejos amigos. “Cada vez que lo visitaba estaba solo y hacía un frío que no se te iba de los huesos”, recuerda Bruno Montané. “Roberto se quedó con la biblioteca de ciencia ficción que le había prestado su cuñado Narcís”, agrega el poeta que formó junto a Bolaño y otros pares el movimiento Infrarrealista, en el D.F. “La situación real: estaba solo en mi casa, tenía veintiocho años, acababa de regresar después de pasar el verano fuera de la provincia, trabajando y las habitaciones estaban llenas de telarañas”, apuntó el narrador en Prosa del otoño en Gerona, ciudad en la que estuvo hasta 1984. Mientras participa y gana algunos concursos de cuentos prepara por lo menos tres novelas. Las titula Diorama, La paloma Tobruck y El espíritu de la ciencia ficción. Y lee a autores del género fantástico como Fritz Leiber, Ursula K. Le Guin, Joe Haldeman y por supuesto Philip K. Dick, de quien dijo dos décadas después: “El escritor de los paranoicos, el profeta lumpen”. Una de las novelas que publica estando en Gerona es Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, escrita junto a su amigo Antoni García Porta. Es 1984 y el diario local El Punt entrevista a Bolaño. “Un verdadero escritor de novela negra”, anotó. Una especie de presentación en sociedad para el joven chileno que se convertiría tras su muerte, a los 50 años en 2003, en la figura literaria latinoamericana de mayor resonancia mundial. “Rechazos de Anagrama, Grijalbo, Planeta, con toda seguridad / también de Alfaguara, Mondadori: Un no de Muchnik, / Seix Barral, Destino... Todas las editoriales / Todos los lectores / Todos los gerentes de ventas (...) Bajo el puente, mientras llueve, una oportunidad de oro / Para verme a mí mismo: / Como una culebra en el Polo Norte, pero escribiendo”, apuntó Bolaño en los 80. En la década siguiente su historia cambiaría. El editor español Jorge SIGUE EN PAG. 92 R