CENTRO DE CULTURA CASA LAMM CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, SEGÚN ACUERDO No. 20080040 DE FECHA 6 DE FEBRERO DE 2008 LA UTILIDAD SOCIAL DEL LENGUAJE LLANO: TEORÍA Y PRÁCTICA TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN LITERATURA Y CREACIÓN LITERARIA P R E S E N T A KARINA CASTRO GONZÁLEZ DIRECTOR: DR. JUAN ANTONIO ROSADO ZACARÍAS MÉXICO, D.F. 2015 AGRADECIMIENTOS Agradezco profundamente A mi madre, la profesora Ofelia González V., por inculcarme desde siempre el amor por la lengua española. A mi asesor, el Dr. Juan Antonio Rosado Z., por revelarme el rigor de la lengua española y guiarme en el descubrimiento de la magia y el poder de la palabra escrita. A mi tía, Raquel González V., por su invaluable apoyo y su confianza depositada en mi capacidad. A mi hermano, Ángel Castro, por su incondicional apoyo en cada paso de mi carrera. ÍNDICE INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 1 PRIMERA PARTE: TEORÍA .................................................................................... 6 Dónde aplicar el lenguaje llano ......................................................................... 7 Textos y contextos................................................................................... 7 Comunicación externa y comunicación interna ...................................... 8 A favor y en contra del lenguaje llano ............................................................ 10 Lenguaje especializado: estatus y poder ............................................... 10 Riqueza y complejidad vs sencillez y concisión ................................... 13 Lenguaje llano y política ...................................................................... 15 El lenguaje llano en el texto literario .............................................................. 22 La técnica del lenguaje llano ........................................................................... 26 Planificar ............................................................................................... 26 Escribir .................................................................................................. 30 Nivel léxico y sintáctico (sencillez y claridad) Nivel semántico (enfoque) Formato Corregir ................................................................................................. 48 Conclusiones ................................................................................................... 49 SEGUNDA PARTE: PRÁCTICA ............................................................................. 52 Recomendaciones básicas sobre gramática..................................................... 53 Ejercicios ......................................................................................................... 57 Introducción .......................................................................................... 57 Nivel léxico ........................................................................................... 57 Palabras simples y complicadas Palabras precisas y ambiguas Palabras positivas y negativas Mal uso del gerundio Nivel sintáctico...................................................................................... 60 Orden sintáctico Reducción de voz pasiva Reducción de perífrasis Reducción de subordinadas Nivel semántico ..................................................................................... 67 Información cero Soluciones Conversión de textos a lenguaje llano .................................................. 69 Párrafos problemáticos Soluciones Fuentes consultadas ............................................................................... 73 1 INTRODUCCIÓN El lenguaje llano es una forma sencilla y clara de expresión escrita, cuyo propósito es que la información comunicada sea fácil de leer, entender y usar. Su utilización suele vincularse a textos administrativos, legales y financieros; sin embargo, considero que puede y debe aplicarse en otros ámbitos, pues el ideal de comunicación eficiente consiste en que el lector —sin ser especialista en el tema— comprenda el texto desde la primera lectura, independientemente del uso que le dé a esa información. El primer antecedente notable de la aplicación del lenguaje llano ocurrió en Canadá, en 1971, cuando el gobierno creó una comisión para reescribir las leyes con el fin de hacerlas accesibles a los ciudadanos. Durante las siguientes dos décadas, las autoridades de Estados Unidos, Suecia, Reino Unido y Australia lanzaron iniciativas similares. En España y Chile se ha promovido su uso en el ámbito legal, mientras que en Francia y México los gobiernos se han limitado a distribuir manuales de lenguaje llano y a recomendar su uso a las distintas dependencias a su cargo. La aplicación del lenguaje llano a los textos producidos por instituciones públicas y privadas, o por cualquier persona que escriba para un público determinado, proporciona grandes beneficios en materia social y económica, pues al propiciar una comunicación clara y directa, simplifica procesos, reduce errores y costos, aumenta la productividad, agiliza la realización de trámites y ahorra horas de trabajo. En México, es incontable la cantidad de tiempo y dinero que se pierde por la falta de eficiencia en la comunicación entre empresas e instituciones y sus clientes o usuarios. A pesar de lo anterior, no se ha dado seguimiento a las pocas iniciativas gubernamentales para aplicar el lenguaje llano, por lo que es momento de que las autoridades y los ciudadanos tomen 2 conciencia de la importancia de utilizar un estilo de escritura claro, sencillo y enfocado al lector medio. Demostrar la utilidad social del lenguaje llano parece una tarea simple, dado que en general sus beneficios son muy evidentes: ahorrar tiempo y aumentar la productividad. Nadie rechazaría algo que le ofreciera tales ventajas. No obstante, existen problemas por considerar. Uno de ellos es la reticencia de los especialistas a sacrificar ciertos tecnicismos en aras de hacer el texto accesible a lectores no especializados en sus temas. Lo anterior se debe principalmente a que existe la creencia de que expresarse con un lenguaje sencillo implica rebajar el estatus y, por lo tanto, perder autoridad y poder sobre la audiencia. En este trabajo se analizaron las causas de dicho recelo, a fin de encontrar soluciones y convencer a los especialistas de los beneficios de manejar un lenguaje accesible, ya que la riqueza léxica y sintáctica, así como la complejidad semántica, son materia de textos literarios y académicos, y allí deben ser apreciadas y perseguidas. Por el contrario, en textos jurídicos y administrativos, cuyos propósitos son diametralmente distintos, la sencillez y la concisión resultan grandes virtudes. Otro obstáculo al que se enfrenta la propuesta de simplificar el lenguaje es la falta de disposición para modificar las formas estandarizadas o los esquemas de documentos que se han manejado en muchas instituciones durante largo tiempo. Tal vez este fenómeno se deba a la falta de presupuesto o al apego a lo establecido, o quizá a la creencia común de que planear los textos representa una pérdida de tiempo, cuando en realidad es lo opuesto: planificar los documentos ahorraría el tiempo de futuras aclaraciones causadas por errores o por una redacción deficiente. 3 Mientras que en inglés existen muchas guías a disposición del público en general para que éste aprenda y practique el lenguaje llano, en español sólo se cuenta con los manuales (ahora en desuso) que se distribuyeron en algunas dependencias gubernamentales, pero no hay textos que pongan esta técnica a disposición de la sociedad. Para enmendar dicha carencia, la presente investigación se propone, por un lado, mostrar las ventajas de emplear el lenguaje llano y desmitificar los argumentos que lo detractan, y, por otro, proporcionar paso a paso la técnica para producir textos claros y de fácil comprensión y sugerir una serie de ejercicios y ejemplos. Asimismo, esta obra considera aspectos sobre la capacitación en lenguaje llano para proponer estrategias útiles y adecuadas para los interesados en la técnica, pues si bien es cierto que tendrá que invertirse tiempo y recursos en contratar talleres impartidos por especialistas en lenguaje llano, éstos buscan —después de una nivelación de conocimientos de redacción y gramática— fomentar la autocorrección, es decir, que los interesados sean capaces de llegar al lenguaje llano por sí mismos; por lo tanto, a largo o mediano plazo, serán más los beneficios que la inversión, al lograr la eficiencia en la comunicación externa e incluso interna en empresas o instituciones. El marco teórico de referencias se divide en tres grandes rubros: lenguaje llano, proceso de escritura y comprensión lectora. Me fueron útiles las Recetas para escribir de Daniel Cassany y Antonio García del Toro, uno de los pocos textos en español que aportan sugerencias sobre técnicas del lenguaje llano; la guía de la Unión Europea How to write clearly y algunos números de la revista Clarity, editada por la asociación internacional del mismo nombre, que se limita al lenguaje llano en el ámbito legal; por último, los manuales sobre lenguaje 4 llano editados por la Secretaría de la Función Pública1. El artículo «El lenguaje ciudadano: purismo lingüístico y retos del siglo XXI» de Juan Antonio Rosado me fue útil para reflexionar sobre los retos y alcances de la simplificación de las formas lingüísticas en la expresión escrita. Finalmente, me adentré en las fases del proceso de escritura, para lo cual me sirvió una serie de libros tradicionales en torno a la redacción, así como a la comprensión lectora y sus técnicas más importantes. El presente trabajo consta de una parte teórica y una práctica. En el primer capítulo, se explica a qué tipos de textos puede aplicarse el lenguaje llano y se advierte sobre la importancia del contexto para decidir qué técnicas utilizar y cuáles no; asimismo, se analiza la utilidad del lenguaje llano en la comunicación externa e interna de las empresas e instituciones. En el segundo, se confrontan y refutan los argumentos que descalifican el lenguaje llano. En el tercer capítulo se reflexiona sobre el papel de éste en el texto literario y se recomiendan estrategias para intensificar y hacer más efectivo el lenguaje literario. En el cuarto, se explica paso a paso la técnica para escribir en lenguaje llano y se proporcionan ejemplos y sugerencias. Finalmente, en el quinto, se exponen las conclusiones y se reflexiona acerca de los retos que implica impulsar un cambio en la expresión escrita, así como sobre los criterios que deben tomarse en cuenta al aplicar el lenguaje llano y los excesos y riesgos que se debe evitar al buscar la eficiencia del lenguaje. Con base en lo anterior, se ofrecen propuestas para que el lenguaje llano cumpla su función: el entendimiento social. 1 Lamentablemente, a pesar de las valiosas aportaciones y los útiles ejercicios y modelos, hay en estos manuales pasajes que contradicen los consejos del lenguaje llano (por ejemplo: «Estimadas y estimados colegas» o «El primer paso para lograr que nuestros lectores comprendan la información que queremos transmitirles es conocer las características de quienes nos van a leer»); pasajes muy mal redactados (por ejemplo: «La escritura es el ejercicio de los servidores públicos por excelencia» o «La información pública gubernamental y la que manejan las instituciones públicas en el día a día no tiene un beneficio real»), y constantes faltas de ortografía y puntuación (por ejemplo: «Cuanto tiempo puede perder un ciudadano», «México, se convierte en el primer país» o «si él que escribe no sabe quién es su lector»). (Ejemplos tomados de Secretaría de la Función Pública, 2007: 5, 6, 7, 9, 11, cursivas mías.) 5 La parte práctica incluye recomendaciones básicas sobre gramática para que el interesado disipe las dudas surgidas sobre los conceptos citados a lo largo de la obra. Enseguida, se encuentra una serie de ejercicios que contemplan los tres grandes niveles de la lengua: léxico, sintáctico y semántico 2. Después, el lector aplicará la técnica aprendida en conjunto para la conversión o traducción de textos inútilmente complejos a lenguaje llano. Todos los ejemplos utilizados fueron tomados de documentos reales levemente modificados. Finalmente, se muestran las soluciones para que el lector coteje sus ejercicios y se autoevalúe. 2 Excluyo el nivel fonético-fonológico. El problema de los sonidos (nivel de habla) y de los fonemas (nivel de lengua) no es contemplado por las técnicas del lenguaje llano, al que no le incumbe necesariamente el trabajo poético. 6 PRIMERA PARTE: TEORÍA 7 DÓNDE APLICAR EL LENGUAJE LLANO Textos y contextos El lenguaje llano se compone de una serie de técnicas para escribir de manera clara y concisa. Por lo tanto, es posible aplicar una o varias de ellas a cualquier tipo de texto: Leyes y reglamentos Oficios y comunicados Formatos de trámites y servicios Informes presupuestales y reportes de auditorías Instructivos, manuales y guías Artículos y reportajes Discursos políticos Discurso publicitario Sitios de internet Correos electrónicos Libros didácticos Textos académicos Textos de divulgación en general Textos literarios Para elegir las técnicas apropiadas, es esencial tomar en cuenta el contexto en que escribimos. Por ejemplo, en un instructivo es necesario emplear los términos más sencillos, pues su finalidad es que el lector tenga claro lo que debe 8 hacer. En cambio, en ciertos textos de divulgación científica no es posible prescindir de tecnicismos sin afectar su sentido; en otros, el autor recurre a símiles o analogías para presentar los contenidos de modo accesible. En un informe o comunicado, se apreciará la brevedad y precisión, mientras que en un texto literario, simplificar indiscriminadamente violentaría el estilo. Comunicación externa y comunicación interna El principal objetivo del lenguaje llano es que quien lea entienda el mensaje de quien escribió. Tanto en el ámbito de la administración pública como en el privado, un lenguaje más comprensible permitirá que el ciudadano, el cliente y el consumidor asimilen la información que se les brinda y puedan usarla. La clave para lograr lo anterior es tener en mente al lector a la hora de planear el texto. No es lo mismo escribir para colegas expertos en nuestra misma área (comunicación interna), que para especialistas en otra, o para el público en general (comunicación externa). En la comunicación externa es un error, por ejemplo, que las leyes estén redactadas por abogados y para abogados, excluyendo al ciudadano común, quien sin comprenderlas no está en condiciones de ejercer sus derechos y cumplir con sus obligaciones. Otro error es escribir sin tomar en cuenta lo que el lector ya sabe, lo que ignora y lo que no necesita saber. Los mensajes claros y concisos evitarán errores y aclaraciones. El lenguaje llano también resulta muy útil en la comunicación interna de las instituciones. Es muy común entre colegas —incluso de la misma especialidad— que no exista un buen entendimiento. En estos casos, no será necesaria una simplificación del lenguaje desde el punto de vista semántico, sino que se aplicarán las técnicas referentes a la sintaxis para eliminar 9 estructuras rebuscadas y ambiguas, así como vicios que entorpezcan la comunicación. 10 A FAVOR Y EN CONTRA DEL LENGUAJE LLANO Lenguaje especializado: estatus y poder La diferencia entre el lenguaje especializado y la lengua general radica en los niveles léxico y semántico. El lenguaje especializado está compuesto de tecnicismos, es decir, palabras o expresiones utilizadas sólo por especialistas de determinada área del conocimiento. Dichos términos suelen tener un significado distinto del que se les da en el léxico general, a pesar de tratarse de un mismo vocablo; por ejemplo: la palabra auto, que en la lengua general se utiliza como abreviación de automóvil, en la terminología jurídica se refiere a una resolución judicial que no requiere sentencia. Estas particularidades alejan los lenguajes especializados de sus equivalentes en otras áreas, así como de la lengua general. Silvia Montero Martínez, en su tesis de doctorado Estructuración conceptual y formalización terminográfica de frasemas en el subdominio de la oncología, retoma los tres grados de especialización propuestos por Anne Condamines en el libro Terminologie et représentation des connaissances: 1) el de un texto dirigido a especialistas, 2) el del texto didáctico dirigido a lectores que se forman en el mismo campo y 3) el del texto de divulgación dirigido a lectores que conocen poco o nada de la jerga especializada (Montero Martínez, 2002: 34). El grado de especialización del léxico debe depender del nivel de conocimiento del lector. Cuando la comunicación ocurre entre expertos de una misma área, se da por entendido que el emisor y el receptor cuentan con un nivel equivalente de conocimientos que les permite comprender los mismos códigos. 11 Por el contrario, cuando un especialista escribe para un público que no domina el tema y utiliza tecnicismos pensando en su propio grado de especialización y no en el del lector, el discurso se torna hermético, excluyente, y el objetivo de la comunicación no se logra. Eso es grave en la comunicación externa de cualquier ámbito, pero sobre todo en el legal y administrativo, pues se atenta contra los derechos de los ciudadanos. Lenguaje formal no es lo mismo que lenguaje oscuro. El administrativo, jurídico, médico, científico, etc., son lenguajes especializados y obligados a ser claros, precisos e inteligibles. ¿Cómo será capaz el ciudadano de ejercer sus derechos y cumplir con sus obligaciones si no entiende a su gobierno?, ¿cómo podrá hacerse responsable de su salud si no comprende la información que el médico le transmite?, ¿cómo podrá construirse una sociedad más educada e informada sin una labor eficiente de divulgación? Desafortunadamente, los especialistas suelen creer que si se expresan en un lenguaje sencillo, con términos de la vida diaria, rebajarán su estatus y parecerán poco educados, lo que dañará su imagen pública y redundará en la pérdida de autoridad y poder de que gozan sobre la audiencia. De esto se dio cuenta Erasmo de Rotterdam en pleno siglo XVI, cuando afirma que los jurisconsultos se sienten muy satisfechos de sí mismos «amontonando glosas sobre glosas y opiniones sobre opiniones», para manipular las leyes a conveniencia y para hacer creer «que su ciencia es la más difícil de todas, pues entienden que cuanto más trabajosa es una cosa más mérito tiene» (Rotterdam, 1969: 99). Los especialistas no podrían estar más equivocados. Lo rebuscado no es más elegante, ni lo críptico o difícil más erudito. La audiencia se conquista por medio de la elocuencia y la claridad, no de la intimidación o de la simulación 12 ostentosa. Es deplorable que personas educadas sigan alimentando la actitud retrógrada de temor a lo que no se entiende. No utilicemos el lenguaje como un arma para confundir al enemigo (a menos que esa sea nuestra intención) o para impresionar al público, sino como un medio para transmitir eficazmente nuestros mensajes e ideas. La autoridad de un especialista debe estar basada en su conocimiento, y para demostrarlo debe ser capaz de comunicarlo con claridad. De la misma manera, el respeto que inspire un funcionario debe basarse en la eficiencia con que preste su servicio, para lo cual es esencial que su comunicación sea clara. El lenguaje llano no está contra el lenguaje especializado. Suprimir información o términos relevantes sólo por ser complejos sería caer en el reduccionismo e incluso alterar el significado del texto. No se trata de trivializar el contenido complejo, sino de presentarlo de la manera más clara y accesible. Para esto, el lenguaje llano propone una serie de técnicas (expuestas en el cuarto capítulo) que, además de acercar el lenguaje al nivel de la audiencia-objetivo, permiten simplificar la estructura, utilizar un tono adecuado y accesible, y un formato atractivo que facilite la lectura. En el lenguaje técnico, existen términos insustituibles que será necesario conservar, pero que se pueden hacer comprensibles para el lector lego con la ayuda de notas aclaratorias o glosarios. En este tipo de textos, es común el uso (o abuso) de neologismos y extranjerismos. Lo anterior es válido cuando no existen términos en español, y en ese caso resulta imprescindible el glosario. El especialista debe ser capaz de distinguir los términos que no es posible sacrificar de los que pueden sustituirse por unos más accesibles sin afectar el mensaje. Al llevar a cabo esta selección, debe tener en cuenta el contexto en que escribe, es decir, en cuál de los tres grados de especialización se encuentra su lector objetivo. Cuando el especialista no logra salir de su esfera lingüística para 13 «ponerse en los zapatos» de su lector, se hace necesaria la capacitación en lenguaje llano, cuyo objetivo es que, con la práctica, el especialista pueda producir textos en lenguaje llano por sí mismo. Las propuestas anteriores podrán ponerse en práctica cuando el especialista haya tomado conciencia de la necesidad de acercarse a la comprensión del lector no especializado. Para que esto ocurra, deben erradicarse las ideas ya mencionadas, que propician la reticencia a simplificar los textos. Una buena estrategia es llevar a cabo pequeños sondeos (¿de verdad sus lectores lo comprenden?), y reflexionar sobre su propia escritura (¿para qué escriben?, ¿qué se espera de sus textos?, ¿cumplen éstos su finalidad?). Si las respuestas son negativas, el mejor recurso es acercarse a expertos en lenguaje llano, cuyo objetivo es no sólo fungir como correctores, sino, como ya se dijo, capacitar al especialista para que cobre conciencia del lenguaje, así como demostrar que se puede utilizar un lenguaje claro, económico y preciso, y a la vez respetar todo tecnicismo justificado. Riqueza y complejidad vs sencillez y concisión Existen textos complicados y confusos. Los primeros son producto del tema que tratan y el lenguaje que éste requiere, y pueden hacerse más comprensibles simplificando su estructura y sustituyendo las palabras que sea pertinente. Los segundos se deben a una intención deliberada de oscurecer el mensaje o a la falta de dominio de la lengua de quien los escribe. Como ya se expuso en el apartado anterior, la complejidad no está reñida con la concisión. Un texto puede redactarse con toda la complejidad semántica que el tema exija, y con toda la riqueza léxica y sintáctica que el autor decida, siempre que la audiencia y el contexto lo permitan o requieran. En el caso 14 contrario, la sencillez, la claridad y la concisión deben valorarse por encima de cualquier pretensión estética, y el vocabulario especializado debe acercarse al lector con recursos como los ya mencionados. Pensemos en un hipotético texto de Eduardo Galeano en el que reflexiona sobre un problema político y que publicará en su próximo libro de ensayos. Seguramente será un texto no sólo rico en léxico y con una sintaxis variada, sino abundante en figuras retóricas, y estará pensado para un público que, además de interesarse en el contenido, apreciará el lenguaje literario. Resultaría inapropiado que un activista que planea distribuir folletos para informar a la sociedad sobre ese mismo problema político redactara un texto semejante al descrito. El tema lo permite; la audiencia no. Seguir las técnicas del lenguaje llano sería vital para que el proyecto del activista cumpliera su propósito. Lo anterior es un ejemplo de la gran importancia del contexto, en la que insistiré a menudo. No debemos considerar todo blanco y negro, como hace el lingüista Luis Fernando Lara al afirmar que «la simpleza del “plain language” conlleva el empobrecimiento de las lenguas» e invitar a apreciar la complejidad (Lara, 2006: 20). El equilibro se encuentra no en despreciar la complejidad, sino en utilizarla y estimarla en donde es necesaria, y evitarla donde resulta perjudicial o fuera de lugar. Advierte Lara que no debemos «dejarnos dominar por la chata concepción simplificadora y eficientista del “plain language”», sino «asumir en toda su riqueza y diversidad el estado actual de nuestra lengua y de nuestra cultura» (Lara, 2006: 20). Esa misma diversidad de nuestra lengua permite que la utilicemos para satisfacer un gran abanico de quehaceres humanos, y en cada caso el lenguaje debe adaptarse a la circunstancia. Es absurdo pretender que toda la población sea escritora. Incluso un literato preferirá que el lenguaje de su contrato de hipoteca sea chato pero claro, a que sea increíblemente bello y 15 elaborado, pero que fácilmente oculte desventajas para él. La riqueza de nuestra lengua y de nuestra cultura no tiene por qué mezclarse con otras funciones del lenguaje3. Son usos distintos con diferentes propósitos. Coincido con Lara en reprobar a aquellos que se dicen expertos en lenguaje llano y que elaboran intransigentes listas negras de palabras o de estructuras sintácticas y afirman en sus manuales que se debe hacer algo siempre o nunca. Sin embargo, no es correcto condenar al lenguaje llano a causa de esas mentalidades rígidas, ya que son muchos los beneficios que se pueden obtener siguiendo las técnicas que nos conducen a la llaneza y a la claridad, y aprendiendo a utilizarlas de manera oportuna. Por lo tanto, la tarea de quienes nos dedicamos al estudio de la lengua es hacer aportaciones para perfeccionar esta técnica y no permitir que se incline hacia el sometimiento ante la tecnología y ante otras lenguas, así como promover la literatura y la creación literaria para preservar la riqueza de nuestra lengua. Estas tareas de ningún modo se contraponen con la del lenguaje llano, siempre que ésta sea llevada a cabo sin violentar las normas lingüísticas. Lenguaje llano y política Los lingüistas Luis Fernando Lara y Luis de la Peña Martínez coinciden en que el lenguaje llano es una herramienta de sometimiento de la lengua a cuestiones económicas e ideológicas. El primero considera que se trata de la «funcionalización de las lenguas para la racionalización neoliberal de la eficacia, de la eficiencia, de la acumulación capitalista salvaje» (Lara, 2006: 15). El segundo afirma que no es sino un «recurso administrado para beneficio 3 Las funciones del lenguaje propuestas por Roman Jakobson son referencial, expresiva, conativa, fática, metalingüística y poética. Para profundizar en este tema, véase Jakobson (1960). 16 de los intereses tecnocráticos que orientan a las políticas gubernamentales en la actualidad» (De la Peña Martínez, 2009: 80). Es cierto que algunos sectores intentan utilizarlo como instrumento de control para facilitar la adaptación al mundo globalizado, aunque eso signifique subordinar la lengua a las necesidades tecnológicas de los medios de comunicación y atropellar las normas específicas de cada lengua obedeciendo sólo a intereses económicos, pero también es verdad que puede utilizarse justo con los fines contrarios: por un lado, recurrir a las posibilidades que ofrece la lingüística para facilitar al ciudadano la comprensión del lenguaje de la Administración Pública, de manera que haga efectivos sus derechos y conozca sus obligaciones, y pueda acceder a información clara, completa, inteligible y útil; por otro lado, permitir que tanto en el ámbito público como en el privado, el ciudadano, el cliente o el consumidor puedan realizar las gestiones que requieran sin necesidad de traductores y sin peligro de ser emboscados. Más allá del dogmatismo que implican las citas de Lara y De la Peña Martínez, debemos recordar que el lenguaje llano no fue pensado ni para empobrecer la lengua ni para supeditarla a los intereses neoliberales: sus inicios respondieron a la necesidad de entendimiento entre el gobierno y el pueblo canadienses. Un desarmador puede usarse para colocar un tornillo, pero también para herir o incluso matar a alguien; una ambulancia, para llevar a un herido al hospital, pero también para atropellar a alguien. Un texto literario, por ejemplo, puede utilizarse con motivos ajenos a la literatura. Además de su función estética, puede tener otros fines, como el crítico, el didáctico o moralizante, el político, el desestabilizador, etcétera 4 . Estos usos no son el objetivo de la literatura, sino algunas de sus posibilidades. De igual forma, el lenguaje llano 4 Para profundizar en las funciones sociales de la literatura, véase Vital Díaz (1996). 17 puede usarse para redactar un buen instructivo de licuadora, un manual sencillo, ayudar a un ciudadano a obtener con rapidez un pasaporte, pero también para homogeneizar valores culturales que sirvan al neoliberalismo. Toda herramienta tiene muchas posibilidades de uso, dependiendo de la intención de quien la utilice. Los ejemplos anteriores demuestran que las intenciones pueden atacarse o apoyarse, pero es absurdo satanizar el lenguaje llano, pues sólo se trata de una herramienta lingüística para facilitar la comprensión de los textos. Mi propuesta es aprovechar los beneficios que una expresión en lenguaje llano ofrece a la sociedad y defender —cada quien desde su trinchera— la preservación de nuestra lengua sin permitir su sometimiento ni su violación por parte de tecnólatras que ignoran las normas gramaticales, aunque pretendan redactar en lenguaje llano. Las transformaciones sociales, políticas y económicas provocadas por un proceso de globalización mal administrado pueden conducir hacia una homogeneización cultural que amenace la diversidad y la identidad de los pueblos en muchos aspectos; entre ellos, la lengua. Sin embargo, preservar los vicios de un lenguaje arcaico no es manera de proteger nuestra identidad cultural. De acuerdo con Lara, el discurso jurídico hispánico tiene su origen en el derecho romano y en el visigótico, y es poco probable que se someta «al dictado de los seudotécnicos del “plain language”» (Lara, 2006: 20). Si las lenguas no son estáticas, sino que van cambiando y adaptándose, ¿por qué dejar estancado el lenguaje de un ámbito tan importante para la sociedad? ¿Por qué aferrarse a una misma expresión tantos siglos después, ignorando que, como el mismo Lara sostiene, «las tradiciones lingüísticas se van nutriendo de las prácticas sociales de las sociedades» (Lara, 2006: 19)? ¿A quién puede convenir este estancamiento? Definitivamente, no al ciudadano. Por lo tanto, al contrario 18 que Lara, quien considera que cualquier reforma «en busca de mayor claridad y cercanía con los ciudadanos tiene que provenir del ámbito jurídico mismo, no de una agencia externa» (Lara, 2006: 20), yo pienso que los mismos ciudadanos deben tomar la iniciativa del cambio, si ésta no viene del gobierno, puesto que ellos son los directamente afectados. Esto es justo lo que ocurre en países como Inglaterra y Canadá, donde las recomendaciones para que el gobierno lance iniciativas de simplificación del lenguaje en distintas agencias gubernamentales surgen de las universidades y de las ONG. No cabe duda de que si se evaluara la eficiencia de los lenguajes legislativo y administrativo en México, se obtendrían resultados negativos. Baste por ahora el siguiente ejemplo, tomado del Código civil del Distrito Federal vigente para 2014, que establece una de las veinte causas de divorcio: La declaración de ausencia legalmente hecha, o la de presunción de muerte, en los casos de excepción en que no se necesita para que se haga esta que preceda la declaración de ausencia. El ciudadano se encuentra con textos densos, ampulosos, de párrafos interminables y con formatos tramposos o intrincados, como los artículos de las leyes, los machotes de los juicios, las llamadas «letras chiquitas» de los contratos, etcétera. En el ejemplo anterior, es notoria una redacción confusa e inútilmente complicada que impide la transmisión del mensaje. Al tratar de convertirlo a lenguaje llano aplicando ciertas operaciones sintácticas que explicaré más adelante, tuve que recurrir a la interpretación, debido a que el mensaje original es ininteligible: 19 [Una de las causas de divorcio es] La declaración legal de ausencia o de sospecha de muerte. Ya no será necesaria la declaración si la muerte es anterior. Actualizar este tipo de discursos, despojarlos de muletillas, de palabras rimbombantes, arcaísmos o latinismos, del abuso de ciertas estructuras sintácticas y de tecnicismos innecesarios redundaría en una adecuada y transparente comunicación entre gobierno y ciudadanos, congruente con las necesidades de la sociedad actual, aunque como ya vimos, Erasmo opinaba lo mismo, como lo haría después Cervantes y muchos otros autores. De ningún modo considero que esta actualización atente contra la pluralidad de géneros discursivos, como sostiene Lara, ya que, lejos de someterlos, se les transforma para hacerlos comprensibles, accesibles al ciudadano y, en consecuencia, útiles. Otro aspecto relativo a la función del gobierno en cuanto al lenguaje llano es su responsabilidad como proveedor de la educación para el pueblo. En opinión de Lara, la llaneza en el lenguaje es un valor que debe estar al alcance de toda la sociedad, y es deber del maestro inculcarlo desde abajo, desde las escuelas, para que los «usurpadores de la cultura» o expertos en lenguaje llano no cobren por hacerlo desde arriba (Lara, 2006: 20). Efectivamente, en un escenario ideal, el gobierno asumiría este tipo de iniciativas y responsabilidades, y se haría cargo de la educación de los ciudadanos para que no hubiera niveles pobres de alfabetización o de comprensión lectora, pero como en los hechos esta justicia social no se aplica y, por lo tanto, existen y existirán personas con dichas carencias, la intervención del lenguaje llano puede ayudar a que esas personas comprendan bien los mensajes para ser capaces de cumplir con sus obligaciones y ejercer sus derechos como ciudadanos, a pesar de las limitantes causadas por el rezago educativo. 20 El gobierno no se encarga de integrar el lenguaje llano en el estudio formal de la lengua desde los niveles básicos. Al contrario, los profesores — incluso de universidad— enseñan a repetir los esquemas del lenguaje oscuro, a asimilar los vicios de este tipo de expresión. En consecuencia, las generaciones crecen e ingresan al mundo laboral con la idea de que expresarse con un lenguaje rebuscado es lo apropiado. Si el gobierno no impulsa una enseñanza de la lengua enfocada a la precisión, la concisión, la llaneza y la clara organización de las ideas, resulta oportuno que de la sociedad —y sobre todo de quienes trabajan con la lengua— surja la iniciativa de limpiar las viejas estructuras, de pugnar por el uso de un lenguaje claro en las instituciones y presionar para que el gobierno proporcione ese enfoque a la enseñanza de la lengua en todos los niveles de educación. Con el tiempo, estos esfuerzos redundarían en que, por un lado, ya no se necesitarían expertos para traducir documentos o para capacitar funcionarios, sino que con esa capacitación se habría logrado que ellos practicaran la autocorrección y fueran conscientes de su lenguaje, y por otro, en que las nuevas generaciones egresarían de las escuelas con la llaneza en la expresión escrita como un valor asimilado. En España, por ejemplo, se pretende educar a la población desde la primaria para que aprenda una forma clara de comunicarse. En ese país, el lenguaje llano más que «una campaña de simplificación y reformulación de documentos», se considera un elemento crucial para crear un «estilo de retórica» para las lenguas que se hablan en España (castellano, catalán, gaélico y vasco), por lo que se han hecho campañas para que forme parte del plan de estudios de la educación primaria, media superior y superior. «No ha habido grandes proyectos destinados a corregir la expresión escrita [de documentos gubernamentales]; la mayoría de las campañas se ha enfocado en instruir a la población sobre cómo escribir en lenguaje llano» (Gelpi, 2006: 24). 21 En México evidentemente no había un interés genuino de transformar la comunicación entre gobierno y sociedad, pues la iniciativa que comenzó en el sexenio foxista no continuó. Si realmente el lenguaje llano fuera una herramienta del sistema económico neoliberal que responde a intereses empresariales y comerciales, lo lógico sería que el gobierno que se autorreconocía como “de empresarios, por los empresarios y para los empresarios” (Fox, 2001: 3) lo hubiera implementado efectivamente y se hubiera servido de él para lograr sus fines. Considero que el lenguaje llano se utilizó sólo como parte de la campaña publicitaria de un gobierno que pregonaba transparencia, en contraposición con el partido que dejaba en ese momento Los Pinos. Para que las políticas del capitalismo más salvaje puedan ponerse en práctica, es necesaria una sociedad desinformada; en consecuencia, una comunicación transparente por parte del gobierno estorbaría a estos intereses. Entonces, ¿es de verdad el lenguaje llano —como señala Luis de la Peña Martínez retomando al lingüista Norman Fairclough 5 — una «política del lenguaje que corresponde a intereses empresariales, nacionales e internacionales, que guían la economía neoliberal en la era de la globalización y que determinan, como una forma de control ideológico, las variedades discursivas, los discursos, y los estilos dominantes» (De la Peña Martínez, 2009: 69)? ¿Por qué no darle vuelta a la moneda y promover la otra cara: un enfoque lingüístico del lenguaje llano, bien fundamentado y separado de intereses tecnocráticos e ideológicos, que conduzca a una expresión clara y apropiada para cada contexto? 5 Lingüista británico, autor de Métodos de análisis crítico del discurso (2003). 22 EL LENGUAJE LLANO EN EL TEXTO LITERARIO Como ya se dijo, es posible aplicar una o varias de las diferentes técnicas del lenguaje llano a cualquier tipo de texto. Podría pensarse que esta expresión escrita simplificada y accesible para el lector al que va dirigida es la antítesis del texto literario; sin embargo, si se eligen las técnicas adecuadas y se excluyen o matizan las que no convienen a la función estética, se obtendrán grandes beneficios al intensificar y hacer más efectivo el lenguaje literario. Para comprobar lo anterior, he rastreado las opiniones de grandes autores respecto de la llaneza y la concisión que debe tener el lenguaje literario, lo que me ha llevado hasta Miguel de Cervantes, quien en la segunda parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1615), se burlaba de la retórica en boga y proponía expresarse «a lo llano, a lo liso, a lo no intricado» (2004: 1088). En el prólogo a la primera, ya había recomendado la concisión para que las ideas cobren fuerza: procurar que a la llana, con palabras significantes, honestas y bien colocadas, salga vuestra oración y periodo sonoro y festivo, pintando en todo lo que alcanzáredes y fuere posible vuestra intención, dando a entender vuestros conceptos sin intrincarlos y escurecerlos (2004: 13). Hacer efectivo el lenguaje literario significa conseguir que provoque un efecto en el lector. Todos los recursos que el autor emplee deben ir encaminados al logro de ese objetivo. Un autor barroco, por ejemplo, perdería riqueza expresiva si simplificara sus textos porque su estética se basa en la complejidad de la forma y en la acumulación, características que dotan a los textos de una facultad evocadora y sensorial. Lo mismo sucede con autores que sin estar 23 insertados en el periodo barroco abordan temas que exigen un lenguaje acumulativo, como es el caso de José Eustasio Rivera, quien recurre a un virtuoso lenguaje barroco para describir la selva amazónica en La vorágine (1924). Una escritura llana no hubiera causado el mismo efecto de plasticidad envolvente, pues la selva es intrincada, exuberante y compleja. Un lenguaje recargado siempre debe obedecer a necesidades expresivas, ya que si es gratuito o accidental despoja al texto de intensidad, verosimilitud y claridad. Si nuestro tema no exige un lenguaje complejo, lo mejor siempre será seguir el consejo de Cervantes: «Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala» (2004: 754), así como tener presente que aquellos que equivocadamente recurren a construcciones perifrásticas, nominalizaciones o formas complicadas para decir algo sencillo evidencian un afán de ostentación, como si por medio de la forma quisieran darle valor a un fondo que no tiene el suficiente. La sencillez y la brevedad no están peleadas con el arte; al contrario, se hallan vinculadas a la expresión poética, como lo manifiesta Antonio Machado a través de su alter ego, Juan de Mairena, en su clase de retórica y poética, cuando el profesor apócrifo le indica a un alumno que convierta a lenguaje poético la siguiente frase: «Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa». El estudiante, después de meditar, escribe: «Lo que pasa en la calle». Mairena considera que «no está mal» (Machado, 1981: 65). Escritores como Hemingway, Azorín, Rulfo y Monterroso, cuyas obras son ejemplos de llaneza literaria, eliminaron de ellas lo que hoy el lenguaje llano denomina como información cero. El primero afirmaba que «la virtud más esencial de un buen escritor es un detector natural, a prueba de golpes, para detectar la mierda. Ése es el radar del escritor y todos los grandes lo han tenido» (Hemingway, 2006: 159). Para Azorín, un buen estilo es aquel que lleva al 24 lector directamente a la idea, sin distraerlo con las palabras; considera que la cualidad más importante del estilo es la claridad, y el peor defecto, «la hinchazón» (Azorín, 1957: 43). El autor jalisciense fue muy riguroso al sintetizar su extenso manuscrito de Pedro Páramo y convertirlo en el ejemplo de concisión que hoy conocemos. En una entrevista, revela que originalmente tenía muchas divagaciones y «explicaciones aberrantes». Cuando modificó la estructura y suprimió todo eso: «hice de Pedro Páramo 150 páginas tomando en cuenta al lector como coautor» (Rulfo, 1983: 1). En una conferencia de 1975, Rulfo recuerda a su amigo y maestro Efrén Hernández, el autor del célebre cuento «Tachas», y afirma: «Él tenía unas tijeras podadoras enormes, y quitaba y ponía, y decía dónde estaban bien las cosas, dónde no» (Celorio, 2001: 51). La aparente simplicidad de las obras literarias que emplean un lenguaje llano está muy lejos de ser fácil de lograr; requiere un arduo trabajo con el lenguaje y un minucioso proceso de selección. Ningún elemento presente en una obra de arte debe ser superfluo, como lo advierte Vicente Huidobro en «Arte poética» al afirmar que «el adjetivo, cuando no da vida, mata» (1994: 19). Toda la creatividad que en lenguaje llano se emplea para producir textos visualmente atractivos, con esquemas, tablas y gráficas, en la literatura se destina a lograr un tratamiento artístico del tema, por lo que las recomendaciones concernientes al formato quedan excluidas en este contexto. En el lenguaje literario es necesario evitar la pobreza léxica y de registro, así como la sintáctica, es decir, la repetición constante de una misma fórmula, muletilla, palabra o estructura gramatical. Por lo tanto, los consejos del lenguaje llano, como evitar el hipérbaton y la voz pasiva, no pueden aplicarse con el mismo criterio que en un texto administrativo o legal. Un ensayo, por tratarse de un texto expositivo-argumentativo, tiene como principal objetivo exponer y desarrollar una o varias ideas, por lo que, si bien 25 debe presentar un cuidado del estilo y poseer riqueza léxica y sintáctica, la concisión será una cualidad esencial para transmitir el mensaje con éxito al lector, sin obligarlo a releer. En este sentido, evitar el abuso de oraciones subordinadas, nominalizaciones y perífrasis verbales, repeticiones e información innecesarias puede mejorar el texto haciéndolo más conciso y accesible e incluso embelleciendo su estilo, si partimos de las afirmaciones de los autores mencionados. En conclusión, al aplicar las estrategias del lenguaje llano en un contexto literario, no se busca la simplificación, sino el aumento en la intensidad de los textos para provocar un impacto en el lector, lo que se consigue despojando al texto de lo que le sobra y manteniendo siempre en mente que fondo es forma. 26 LA TÉCNICA DEL LENGUAJE LLANO Planificar Quien se enfrenta a la tarea de escribir un documento, por lo general también enfrenta presiones de tiempo; en consecuencia, prefiere no demorarse en la planificación. Esto es un error. Planificar nuestros textos agiliza el proceso de escritura. Antes de comenzar, es muy útil calcular la dimensión del proceso (no tomará el mismo tiempo redactar una carta que un reglamento), para evitar la frustración y el bloqueo. Hay cuatro pasos esenciales para planear la escritura de un documento: 1) Definir el propósito 2) Pensar en el lector 3) Generar ideas 4) Organizar ideas 1) Definir el propósito Responder a las siguientes preguntas nos ayudará a decidir la estructura del texto y reducirá los tachones sobre la marcha: ¿Cuál es la intención del documento? Si el objetivo está identificado, no nos perderemos en digresiones. ¿Qué debe hacer el lector con esa información? Tener claro qué acciones se espera que emprenda el lector con la información proporcionada nos ayuda a responder la siguiente pregunta: ¿Qué temas se debe abordar? 27 Es útil elaborar una lista con los temas en desorden y luego tachar los innecesarios, los que no tienen que ver con el objetivo del documento. 2) Pensar en el lector Dentro de la técnica del lenguaje llano, el enfoque al lector es la herramienta más importante. Ponernos «en los zapatos» de quien lee nos permitirá transmitirle el mensaje de manera más efectiva. Para conocer al lector, debemos empezar por analizarlo: ¿Quién es? ¿Qué características tiene? (edad, escolaridad, profesión, región) ¿Qué información necesita? ¿Qué ya sabe y qué no sobre el tema? ¿Qué tan familiarizado está con nuestra terminología? Saber las respuestas a estas preguntas nos servirá para decidir qué información incluir y cuál discriminar, así como para determinar el tono y el lenguaje que utilizaremos. 3) Generar ideas Enfrentarse a la hoja en blanco es motivo de estrés para muchos. Esto se debe a la pretensión de escribir el texto perfecto y definitivo «a la primera». Ni el más hábil escritor hace eso. La página vacía dejará de ser un obstáculo si empezamos escribiendo todas nuestras ideas sobre el tema, sin preocuparnos por la redacción ni el orden de importancia. Afirma Daniel Cassany: Escribir no es una habilidad espontánea como conversar. El escritor no redacta los textos a chorro, sino que los construye con trabajo y oficio: reflexiona sobre la situación de comunicación, apunta ideas, hace esquemas, redacta borradores, 28 repasa pruebas. Mientras realiza operaciones, relee, corrige y reformula repetidamente lo que está escribiendo (Cassany, 2000: 19). Algunas personas prefieren elaborar esquemas o mapas mentales, otras trabajan mejor con lluvias de ideas o borradores. Lo importante de este paso es que al escribir sin presiones, todo será más fluido porque sabemos que nadie más verá nuestra preescritura. 4) Organizar ideas Tanto en su sentido etimológico (de la palabra órgano, instrumento), que tiene el sentido de emplear una herramienta para producir una unidad útil, como en su significado actual (establecer o reformar algo para lograr un fin; poner algo en orden), la palabra organizar implica darle utilidad a algo. En este caso, al ordenar las ideas que hemos generado, se convertirán en útiles herramientas que desarrollaremos con mayor eficiencia en la siguiente fase (escritura) para lograr un texto cohesionado. Consideremos este paso una transición entre la preescritura y la escritura, ya que si bien aún no desarrollaremos ninguna idea, sí daremos un poco de estructura al material previamente reunido, para lo cual manipularemos y ampliaremos lo ya escrito, de acuerdo con las necesidades de nuestro texto y con la manera en que hayamos trabajado el paso anterior. Si en el paso 3 (generar ideas) hicimos sólo una lluvia de ideas o una lista de frases, en este paso podemos agruparlas por temas o hacer un esquema para subdividir la información en categorías y distinguir las relaciones entre ellas. Elaborar un esquema nos ayuda a identificar las ideas principales y a seleccionar y discriminar el resto. En cambio, si en el paso 3 se elaboró ya una especie de borrador o esbozo, aunque con un orden espontáneo y arbitrario, en este paso 29 se debe organizar esa información dentro de la estructura básica: introducción, desarrollo y conclusión. Habrá quien no necesite pasar por la elaboración del esquema, y a partir de la lluvia de ideas inicial, genere en este paso frases o periodos y decida su orden secuencial; otros habrán comenzado con un mapa o esquema y de ahí pasarán directamente al esbozo y algunos necesitarán recorrer paso por paso, empezando por una lista de palabras e ideas, después un esquema y por último el borrador bien estructurado, antes de comenzar la escritura. Esto depende de la práctica que se tenga en redactar, así como del dominio del tema. De acuerdo con María Teresa Serafini, la mejor manera de concluir la primera fase (preescritura) es con un esbozo ya organizado, pues aunque «parezca una tarea larga y fatigosa», si se lleva a cabo este paso de transición «el trabajo de redacción se hace, de verdad, mucho más fácil» (Serafini, 1997: 58), y podremos comprobarlo en la siguiente fase, donde desarrollaremos cada idea. 30 Escribir En esta etapa del proceso, se recomienda concentrarse en el desarrollo de las ideas, sin preocuparse por redactar de manera impecable. La corrección vendrá al final. La preescritura está hecha; el texto, planeado. Ahora empieza la escritura. Las ideas ya ordenadas en el esbozo serán «definidas, desarrolladas y ejemplificadas» (Serafini, 1997: 61), siguiendo la estructura de introducción, desarrollo y conclusión. Introducción La introducción puede indicar el tipo de documento, su objetivo, la información que se encontrará en él y la forma en que está organizado. También puede presentar el tema, proporcionar el contexto o señalar los alcances y limitaciones. Desarrollo En el desarrollo se presenta el contenido organizado en párrafos no muy extensos. El orden de las ideas es esencial para que el texto tenga cohesión y coherencia. Éstas pueden estar presentadas en orden ascendente (de lo menos a lo más relevante) o descendente (de lo más a lo menos relevante). En cualquier caso hay que comprobar que al terminar cada párrafo, el lector sepa lo necesario para entender el siguiente. Conclusión En la conclusión, dependiendo del tipo de texto, se puede parafrasear o reformular las ideas centrales y agregar un ejemplo o una precisión, o puntualizar más sobre algún aspecto; también se puede indicar los alcances y las limitaciones del texto si no se hizo en la introducción. 31 A continuación se ofrece una serie de técnicas para redactar en lenguaje llano. Entendamos como técnica (palabra derivada del griego tekhne, arte), el «conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte» (Real Academia Española, 2001). De ningún modo se trata de reglas rígidas y no se aplican por igual en todos los casos, de ahí la importancia de tener siempre en cuenta el contexto, como se dijo antes. Las diferentes técnicas están enfocadas a cada aspecto del texto, por lo que se presentan divididas en tres grupos: léxico y sintáctico, semántico y formato. Nivel léxico y sintáctico (sencillez y claridad) Palabras sencillas y complicadas El tipo de lector al que nos dirigimos y las circunstancias en que escribimos son determinantes para decidir qué grado de formalidad y de especialización emplearemos en nuestro lenguaje. Utilizar términos complicados no parecerá más culto ni elegante; en cambio, las palabras sencillas facilitarán la comprensión del texto. La Comisión de Seguridad e Intercambio de Estados Unidos, en su manual A Plain English Handbook, recomienda elegir siempre el sinónimo más simple. A causa de proposiciones como ésa es que los detractores del lenguaje llano cuestionan la utilidad y la seriedad de la técnica, ya que tomar ésta como una norma estricta podría producir textos injustificadamente simples, que en determinados contextos resultarían inapropiados por su tono, que el lector podría interpretar como coloquial o poco serio y, por lo tanto, poco confiable. No se trata de usar a ciegas la palabra más simple, sino de encontrar la más sencilla de entre las palabras adecuadas y de evitar aquellas que oscurecen 32 el mensaje. A continuación se ofrece ejemplos de palabras ineficientes y su traducción a términos más comprensibles: × Tecnicismos innecesarios Se procederá a diligenciar su Se va a tramitar su solicitud solicitud Llámeme si presenta émesis, cefalea Llámeme si tiene vómito, dolor de o esputo El uso cabeza o flemas concomitante del Combinar este medicamento con medicamento puede inducir estatus otros puede causar pérdida parcial de ausencia en pacientes con de conciencia en pacientes que ya historia de crisis de tipo ausencia. hayan presentado este tipo de crisis. × Arcaísmos Entrambos Ambos Empero sin embargo Correspondo a su atento escrito Respondo a su escrito Verbos en futuro de subjuntivo Verbos en pretérito de subjuntivo (hubiere, constituyere, designare) (hubiera, constituyera, designara) × Neologismos innecesarios Accesar acceder Aperturar Abrir Infraccionar Multar eficientar/eficientizar hacer eficiente/agilizar Probatura Prueba 33 Propagandizar hacer propaganda/propagar/difundir /publicitar Recepcionar Recibir × Extranjerismos innecesarios y falsos cognados Randomizar distribuir al azar o aleatoriamente Presumir suponer Realizar darse cuenta Pretender Fingir Actualmente en realidad Customizar personalizar × Nominalizaciones presentar una propuesta proponer poner de manifiesto manifestar tener el requerimiento requerir realizar una investigación investigar hacer de su conocimiento informar dar aviso Avisar hacer una petición pedir/solicitar dar atención Atender dar trámite tramitar hacer responsable responsabilizar hacer alusión Aludir 34 × Exceso de adverbios terminados en «mente» Primeramente primero Frecuentemente frecuente Consecuentemente en consecuencia × Verbos en futuro para indicar al lector lo que debe hacer Se deberán adjuntar los documentos Adjunte los documentos Se presentará en la fecha señalada Preséntese en la fecha señalada Palabras precisas y ambiguas Escribir con palabras precisas evita que al lector le queden dudas y tenga que solicitar aclaraciones, lo que significa ahorro de tiempo y recursos. Por el contrario, expresarse de forma ambigua crea confusión y provoca que el lector tenga que interpretar y quede insatisfecho con la comunicación. Ejemplo con palabras ambiguas Los desafortunados eventos ocurridos en algunos estados en años anteriores causaron incalculables estragos. Ejemplo con palabras precisas Las inundaciones en Tabasco y Chiapas en 2007 causaron pérdidas por 700 millones de dólares y afectaron a unos 400 mil habitantes. Palabras positivas y negativas Las frases escritas en positivo son más cortas, más fáciles de entender y recordar, y más amables. 35 Ejemplos con palabras negativas: 1) No se permitirá la entrada a los alumnos que no porten el uniforme completo. 2) Por favor no solicite revisión de examen, a menos que esté seguro de que no se le evaluó de manera correcta. Ejemplos con palabras positivas: 1) Sólo se permitirá la entrada a los alumnos que porten el uniforme completo. 2) Por favor, solicite revisión de examen sólo si está seguro de que se le evaluó de manera incorrecta. Uso del gerundio El gerundio es un verboide que suele expresar acciones simultáneas al conectarse con el verbo principal de la oración. Es incorrecto utilizarlo para indicar acciones muy posteriores o como adjetivo. El mal uso del gerundio puede producir absurdos y confundir al lector. Ejemplo con gerundio mal usado: Gógol quemó la segunda parte de su novela, muriendo diez días después. Redacción correcta: Gógol quemó la segunda parte de su novela y murió diez días después. Ejemplo con gerundio usado correctamente: El abogado salió de la habitación murmurando. 36 Orden sintáctico La sintaxis (orden de las palabras) básica del español es SUJETO + VERBO + COMPLEMENTOS. A cada uno de esos componentes de la oración le llamamos sintagma. A fin de que el texto no resulte monótono para el lector, es útil variar la sintaxis. Sin embargo, en lenguaje llano se recomienda limitar esta práctica cuando el hipérbaton (desplazamiento de sintagmas) complica la idea o relega la información importante. Ejemplo: Cuando se ingresa como alumno a los niveles medio superior y superior, los alumnos deberán contar con los conocimientos y habilidades suficientes para poder desarrollarse adecuadamente en éstos. En el ejemplo anterior, el sintagma subrayado es un complemento. Si modificamos su estructura para respetar la básica (S + V + C), el mensaje será mucho más claro: Los alumnos que ingresan a los niveles medio superior y superior deben contar con los conocimientos y habilidades suficientes para desarrollarse adecuadamente. Mantener juntos el sujeto y el verbo evitando oraciones largas y encadenadas —siempre que sea posible— impide confusiones producidas por inconcordancias de género y número, que suceden cuando el escritor pierde el sujeto enredándose en oraciones subordinadas. Esta técnica también da fuerza a los mensajes y propicia que se afiancen en la memoria del lector. 37 Ejemplo con el sujeto y el verbo separados: Los directivos en cumplimiento con la normatividad vigente deberán aplicar semestralmente una evaluación a la plantilla docente y reportar los resultados a la supervisión en tiempo y forma. Ejemplo con el sujeto y el verbo unidos: Los directivos deben aplicar cada semestre una evaluación al personal docente y reportar los resultados a la supervisión para cumplir con las normas vigentes. Hemos visto la utilidad de respetar la sintaxis básica. No obstante, a pesar de que en lenguaje llano se suele aconsejar no utilizar el hipérbaton, considero que desplazar un complemento en ocasiones puede ayudar a llamar la atención del lector hacia lo más relevante del mensaje. Ejemplo: Para tramitar actas de nacimiento foráneas, diríjase a la ventanilla 3. En este caso, el hipérbaton ayuda al interesado a identificar rápidamente que ésa es la información que necesita, y enseguida descubre la acción que debe emprender. Si la oración tuviera la sintaxis básica, el lector recibiría primero una indicación que aún no sabe si le sirve. Si bien varios manuales estadounidenses de lenguaje llano, así como los de la Secretaría de la Función Pública, insisten en que se debe poner siempre lo más importante al principio para dar mayor fuerza al mensaje, resulta curioso que las guías distribuidas por la Unión Europea entre sus funcionarios sostengan que la información principal debe ir al final de la oración, ya que es lo que el lector retiene en su mente. Sin duda, para decidir el orden sintáctico de nuestras 38 oraciones, lo más recomendable es aplicar el criterio: tener en cuenta el objetivo del texto y el tipo de lector al que va dirigido, así como identificar la idea más importante para colocarla donde el lector pueda percibirla más fácilmente para satisfacer sus necesidades de información. Por ejemplo, no es correcto ocultar la idea principal en medio de la oración: Con base en lo acordado en la reunión de vecinos que se llevó a cabo el pasado día catorce del presente, la cuota de mantenimiento se cubrirá los primeros cinco días de cada mes, a partir del próximo mes de enero. Es evidente que la oración subrayada es la idea principal que el autor del texto quiere comunicar; sin embargo, al encerrarla entre dos complementos dificulta su rápida localización y la transmisión del mensaje se hace ineficiente. Para lograr el impacto del mensaje respecto del que no se ponen de acuerdo americanos y europeos, es necesario —como ya se dijo— ponerse en los zapatos de quien lee. No sólo nosotros tenemos prisa al redactar un documento, seguramente nuestro lector también la tendrá cuando busque lo que necesita en el texto; por lo tanto, seamos conscientes de que es probable que el lector no llegue al final del documento, sino que al no encontrar la información importante al principio, comience a leer entre líneas o a saltar de párrafo en párrafo buscando palabras o encabezados que, como focos rojos, llamen su atención hacia el objeto de su búsqueda. En el ejemplo anterior, aplicando el criterio y un poco de sicología, podemos decidir que lo correcto es empezar con la idea más importante, ya que es probable que el lector no tenga interés o tiempo de leer los detalles: 39 La cuota de mantenimiento se cubrirá los primeros cinco días de cada mes a partir de enero, según lo acordado en la reunión de vecinos del pasado día catorce del presente. Aún más llano: Favor de cubrir la cuota de mantenimiento en los primeros cinco días de cada mes a partir de enero, como se acordó en la pasada reunión de vecinos. Lo subrayado puede omitirse si todos los vecinos saben que los acuerdos siempre se toman en las reuniones. Construcciones paralelas Un texto que respeta la estructura de sus construcciones agiliza la lectura y facilita la comprensión. Cuando variamos la estructura en un mismo párrafo, confundimos al lector y provocamos que pierda tiempo y atención tratando de ordenar las ideas en su mente para descifrar el mensaje. Ejemplo con estructura no unificada: Llenar el pre-registro, una entrevista, la audición, seis fotografías tamaño infantil, y aprobar la totalidad de los exámenes constituyen la primera etapa del Proceso de Admisión. Ejemplo con estructura unificada: La primera etapa del proceso de admisión consiste en llenar el pre-registro, entregar seis fotografías tamaño infantil, presentarse a una entrevista y a una audición, y aprobar todos los exámenes. 40 Nótese que en la primera versión, la enumeración de requisitos comienza con un verbo en infinitivo (llenar) y un objeto directo (el pre-registro); los siguientes tres elementos son sólo sustantivos (entrevista, audición y fotografías), y al final se vuelve al verbo en infinitivo con un objeto directo. En cambio, en la versión con estructura unificada, vemos que todos los elementos de la enumeración cuentan con un verbo en infinitivo (llenar, entregar, presentarse y aprobar) y sus respectivos objetos directos. En lenguaje llano, optaríamos por facilitar aún más la lectura enlistando los requisitos: Primera etapa del proceso de admisión: - Pre-registro - Seis fotografías tamaño infantil - Entrevista - Audición - Exámenes (psicométrico y conocimientos generales) Voz activa y voz pasiva La voz activa transmite mensajes más claros debido a que el sujeto es el que realiza la acción; en cambio, la voz pasiva puede hacer lenta la lectura, producir oraciones más largas y quitar fuerza al mensaje, pues el sujeto recibe la acción. Ejemplos con voz pasiva: 1) El reglamento fue revisado y aprobado por los distintos consejos académicos. 2) Los grupos vulnerables serán beneficiados con la aplicación de vacunas contra la influenza. 41 Ejemplos con voz activa: 1) Los consejos académicos revisaron y aprobaron el reglamento. 2) Se aplicará vacunas contra la influenza a los grupos vulnerables. Es importante mencionar que en español existe otro tipo de voz pasiva: la voz pasiva refleja, que en ocasiones puede causar ambigüedad. Ejemplos: 1) Se solicitan empleados. 2) Se vacunan perros. En el primer ejemplo, el sujeto es «empleados», y en el segundo, «perros». Por lo tanto, puede interpretarse que los empleados se solicitan a sí mismos y que los perros se vacunan a ellos mismos. Para evitar posibles confusiones, recomiendo utilizar el sujeto impersonal activo: 1) Se solicita empleados. 2) Se vacuna perros. Con esta estructura, el sujeto en ambos ejemplos es «se» y equivale a «alguien» que realiza la acción, por lo que el verbo se escribe en singular, y no caben interpretaciones erróneas. No obstante, debemos aplicar el criterio para decidir en qué casos es necesario mencionar el sujeto y eliminar la ambigüedad del pronombre «se». 42 Perífrasis verbales Una perífrasis verbal es una unidad sintáctica indisoluble compuesta por un verbo auxiliar conjugado y un verboide (infinitivo, gerundio o participio). A veces, puede interponerse algún nexo entre el auxiliar y el verboide. La perífrasis constituye un solo núcleo del predicado. El verbo auxiliar modifica al verbo auxiliado expresando un matiz de modo o de aspecto. Por ejemplo, no es lo mismo «Tuve que comprar un nuevo celular porque el otro explotó», que «Compré un nuevo celular porque el otro explotó». La perífrasis denota una intención de obligación que el verbo solo no indica. Las perífrasis verbales enriquecen y precisan el significado del verbo; sin embargo, se ha abusado de ellas —no sólo en el habla coloquial— y se utilizan aun cuando no es necesario matizar el verbo, porque sin su auxiliar expresa la misma idea. Por ejemplo: «El total del cargo a su cuenta viene siendo de 4 mil pesos» no necesita la perífrasis; es más claro con un solo verbo: «El total del cargo a su cuenta es de 4 mil pesos». Dado que el lenguaje llano busca la concisión del texto, se recomienda usar construcciones perifrásticas sólo cuando aporten información relevante. Oraciones subordinadas Una de las formas en que se establecen relaciones entre las oraciones es la subordinación. Las oraciones subordinadas sustituyen un elemento de la oración simple por una oración completa, que puede desempeñar la función de sustantivo, adjetivo o adverbio. Ejemplos: 1) Le envío los textos que ya revisamos. 2) El empleado que acaba de entrar firmó un contrato que estaba en blanco. 43 En lenguaje llano: 1) Le envío los textos revisados. 2) El nuevo empleado firmó un contrato en blanco. El abuso de subordinación produce un encadenamiento de oraciones que resulta complejo y puede alentar la lectura o —si está mal puntuado— producir ambigüedades; por lo tanto, se recomienda reducir el uso de este tipo de construcciones aplicando el criterio, para conseguir un texto ágil y claro. Nivel semántico (enfoque) Información cero En lenguaje llano llamamos información cero a las palabras, oraciones o párrafos que no aportan información necesaria para que el texto cumpla con su objetivo, que no tienen una función, no significan nada o simplemente sobran. Dichos elementos innecesarios abultan el documento, hacen perder tiempo al lector y lo distraen del mensaje fundamental. Se considera información cero a los siguientes elementos: - Información que el lector ya sabe - Información que el lector no necesita saber - Repeticiones innecesarias - Pleonasmos Ejemplo: Formato de solicitud de beca Nuestra institución, fundada en 1972 por la doctora en derecho Laura López, con el apoyo de un grupo de abogadas de diferentes especialidades y países, con el propósito de promover los estudios jurídicos de posgrado a las mujeres 44 que carecen de recursos para llevarlos a cabo, ofrece tres becas para abogadas comprometidas en su ámbito e interesadas en desarrollar un proyecto en las siguientes áreas: derecho penal, mercantil, civil y laboral. Para solicitar la beca, la interesada, quien deberá contar con una trayectoria prominente, deberá enviar el presente formato debidamente requisitado a la dirección que se indica. Analicemos el párrafo anterior: - ¿Es necesario decir que la institución otorga becas en un documento para solicitar una? - ¿Es necesario mencionar la historia de la institución y el nombre de su fundadora en un documento cuyo objetivo es solicitar a la interesada su información personal para evaluar su candidatura? - ¿Es necesario repetir al final que la interesada debe contar con una trayectoria prominente si ya se dijo que las becas son para abogadas destacadas en su ámbito? Para identificar la información cero en nuestros documentos sólo tenemos que volver a las dos claves generales de la técnica: contexto y lector. ¿Qué función tiene mi documento? ¿Qué necesita y qué no necesita saber el lector? ¿Qué ya sabe? Respondiendo a estas preguntas, encontraremos gran cantidad de “paja” (lo prescindible, lo irrelevante) que cortar. El adjetivo Un adjetivo bien utilizado revela información útil y acertada sobre el sustantivo. Por el contrario, el exceso de adjetivación y el uso de adjetivos superfluos e imprecisos debilitan al sustantivo o entorpecen la idea, y por lo tanto, se consideran también información cero. Recordemos la máxima de Huidobro: «el 45 adjetivo, cuando no da vida, mata» (1994: 19). Cuando se cree que una idea no ha quedado clara, se tiende a recurrir a los adjetivos, se agrega uno y otro con la intención de aclarar el sentido, pero se obtiene el resultado contrario. La clave para no abusar de los adjetivos consiste en utilizar sustantivos precisos y significativos; de esta manera, sólo tendremos que adjetivarlos cuando realmente se necesite precisarlos más. Por ejemplo, ¿para qué adjetivamos sustantivos como «penumbra» o «catástrofe», si ya son lo suficientemente significativos y transmiten una idea clara? Decir «profunda penumbra» o «enorme catástrofe» es convertir los adjetivos en información cero, y empañar los sustantivos. Formato Una vez concluida la redacción de nuestro texto, podemos ocuparnos de darle formato. Un mal diseño puede hacer que un documento bien escrito no logre una comunicación eficiente. Un diseño pobre puede producir pereza al lector, y uno demasiado vistoso, distracción. El lenguaje llano recomienda elegir uno simple que sirva a los propósitos de comunicación para que la atención del lector recaiga en el texto y no en el diseño. Para producir un documento cómodo de leer, necesitamos en primer lugar distinguir los niveles de jerarquía del texto: título general, títulos de capítulos, de subcapítulos y de párrafos o ejemplos, y texto general. Es recomendable no utilizar más de seis niveles de jerarquía para no complicar demasiado el documento. Con los diferentes niveles ya identificados, podemos aprovechar una serie de recursos para darle al texto un formato visualmente atractivo: 46 Encabezados. Ayudan al lector a encontrar rápidamente la información que busca. Listas. Agilizan la lectura y restan densidad al texto. Para enlistar se puede utilizar números, letras o viñetas. Tablas y esquemas. Al organizar la información de un modo sencillo y atractivo, evitan grandes bloques de texto. Gráficas. Comunican la información cuantitativa y estadística de una manera sencilla. Tipografía. El tamaño y la fuente son elementos importantes para la legibilidad. No todas las fuentes sirven para el cuerpo del texto. Se recomienda utilizar máximo dos tipos y dos tamaños de letra en un documento. No recomiendo usar bloques de mayúsculas ni de negritas para resaltar información importante, ya que lejos de enfatizar la idea, dificulta su lectura y comprensión debido a que las letras mayúsculas poseen las mismas dimensiones de altura y anchura, a diferencia de un texto en mayúsculas y minúsculas. Además de los recursos enlistados, existen diferentes opciones para destacar pasajes de texto sin afectar la legibilidad, como itálicas y negritas — no en bloque—, sangrías, subrayado y espacios en blanco. Ejemplos: En esta obra los títulos de los ejemplos se resaltan en cursivas y se ha utilizado sangría izquierda y un punto menos en el tamaño de la letra para diferenciar los ejemplos del texto general. Es importante unificar el método elegido dentro de un documento; de lo contrario, distraeremos la atención del lector. 47 EJEMPLO: EN ESTA OBRA LOS TÍTULOS DE LOS EJEMPLOS SE RESALTAN EN CURSIVAS Y SE HA UTILIZADO SANGRÍA IZQUIERDA Y UN PUNTO MENOS EN EL TAMAÑO DE LA LETRA PARA DIFERENCIAR LOS EJEMPLOS, DEL TEXTO GENERAL. ES IMPORTANTE UNIFICAR EL MÉTODO ELEGIDO DENTRO DE UN DOCUMENTO, DE LO CONTRARIO DISTRAEREMOS LA ATENCIÓN DEL LECTOR. En los ejemplos anteriores, observamos que en efecto las mayúsculas y las negritas en bloque no ayudan al lector, sino que lastiman la vista e invitan a esquivar el párrafo, mientras que el buen uso de cursivas y sangría ayuda a diferenciar el ejemplo del texto general. Se debe tomar en cuenta todos estos aspectos de formato al elaborar manuales de estilo para empresas o al redactar directamente los documentos, siempre considerando que el diseño no busca adornar, sino apoyar sin distraer. 48 Corregir Hemos pasado por las dos primeras fases del proceso de escritura: planear y escribir. Ahora es tiempo de entrar en la tercera fase: corregir. En esta etapa se revisa el texto en busca de errores o defectos para corregir o reformular, según sea el caso. Se debe revisar el texto para mejorarlo en su totalidad. No sólo se corregirán «dedazos», faltas de ortografía, acentuación y puntuación, sino también se profundizará en la revisión de la cohesión y la coherencia. Podemos corregir los errores mediante el reordenamiento de frases y el uso de nexos o frases conectoras. Es recomendable leer dos veces: una en busca de errores de contenido o fondo, y otra en busca de errores formales. Durante la relectura puede surgir una nueva idea o la necesidad de reformular una ya plasmada, y al revisar la estructura del documento podemos encontrar oportunidades para aplicar los consejos que se explicaron en la etapa anterior. Dejar descansar el texto —si el tiempo lo permite— puede ser de mucha ayuda, dado que volveremos a él con una perspectiva un tanto alejada (como si fuera un escrito ajeno), lo que nos permitirá ser más críticos y descubrir nuevos errores o faltas y nuevas maneras de corregirlos. 49 CONCLUSIONES Desafío Introducir en México el valor de la sencillez y la claridad en el lenguaje. En nuestro país lo anterior no puede empezar desde abajo, como se procura en España, porque los maestros de educación básica se encuentran limitados a enseñar a sus alumnos a repetir los vicios del lenguaje tradicionalmente rebuscado e ineficiente; sin embargo, tampoco puede venir de arriba, como en Suecia, porque el gobierno mexicano decidió no continuar ni desarrollar la iniciativa de comunicarse en lenguaje llano con los ciudadanos, y no muestra interés en crear comisiones interdisciplinarias integradas por lingüistas y por especialistas en derecho para la revisión, aprobación y reescritura de leyes, como se hace en el país nórdico. Propuesta Corresponde a los estudiosos de la lengua promover el lenguaje llano desde una posición intermedia con la finalidad de avanzar hacia arriba (capacitar a funcionarios de dependencias de gobierno y a ejecutivos de empresas para que implementen políticas de comunicación efectiva) y hacia abajo (capacitar a maestros que inculquen el valor de la llaneza a los futuros ciudadanos). Es indispensable que los funcionarios se convenzan de la necesidad de adoptar un lenguaje claro y efectivo en la comunicación del gobierno con los ciudadanos. En muchos países donde ahora se aplica el lenguaje llano en la comunicación de la administración, fueron los funcionarios quienes promovieron o presionaron para que comenzara el cambio, y posteriormente, el fenómeno se extendió a bancos, empresas privadas y a la ciudadanía en general. 50 Desafío Despojar al lenguaje llano de la concepción que se le ha dado como instrumento de estandarización de la lengua con fines de control económico, que considera a los ciudadanos como clientes o potenciales consumidores. Propuesta La ideologización del lenguaje llano limita y empobrece un recurso que puede utilizarse como herramienta útil para que las personas entiendan la información que reciben de cualquier institución y puedan usarla eficazmente. Propongo un lenguaje llano con una visión más amplia: no clientes ni ciudadanos, sino lectores en general. Una orientación del discurso en función del destinatario. Se trata de impulsar un lenguaje claro y conciso, adecuado a las necesidades de cada contexto, que comunique sin ambigüedad y termine con lo deliberadamente complejo. Desafío Impedir que intereses ajenos a la lengua alteren las normas lingüísticas escudándose en que la simplificación del lenguaje facilita el uso de la tecnología. En la década de los 90, la Unión Europea presionó al gobierno español y a la Real Academia de la Lengua Española para que eliminara la letra eñe y los signos de apertura de interrogación y admiración, y al francés para que suprimiera la ce con cedilla, con objeto de estandarizar la comunicación por medios electrónicos y así favorecer el libre comercio. Propuesta El lenguaje llano debe ser proyectado y promovido por especialistas en la lengua y no por tecnólatras, tecnócratas o empresarios. En un mundo gobernado 51 por la tecnología y dominado por la compulsión de la comunicación, la información, el entretenimiento y el comercio, existe el riesgo de que la lengua se subordine a todos estos factores, por lo que es necesario que quienes trabajamos con el lenguaje entendamos su flexibilidad, pero no permitamos su sometimiento, y promovamos su buen uso para cada uno de sus objetivos y en cada uno de sus contextos. De igual forma, es fundamental que todo usuario de la lengua aprenda a expresarse con sencillez y claridad, para que ésta siga su curso natural de evolución como un valor cultural vivo. 52 SEGUNDA PARTE: PRÁCTICA 53 RECOMENDACIONES BÁSICAS SOBRE GRAMÁTICA En la presente obra se expone la técnica para redactar de forma clara y concisa, con estructuras sencillas y léxico adecuado; no obstante, para obtener el máximo provecho de estos consejos, es fundamental que el interesado cuente con las nociones básicas de índole gramatical a fin de que sea capaz de comprender los conceptos a los que se alude constantemente. Aquí se proporcionan dichos conocimientos básicos. Categorías gramaticales Las frases están hechas de palabras, y cada palabra posee una categoría gramatical. Existen ocho categorías: 1) Sustantivos. Palabras que designan a las personas, animales, objetos o conceptos, y que admiten un artículo antepuesto. 2) Adjetivos. Palabras que modifican al sustantivo, agregan información sobre él. a) Especificativo (tela negra) b) Explicativo o epíteto (negra tela) c) Posesivos (mi, tu, su, nuestro d) Demostrativos (este, ese, aquel, [a]) etc.) e) Numerales (uno, dos, tres) f) Gentilicios (francés, chino) g) Definidos (el, la, los, las) h) Indefinidos (un, una, unos, unas) 54 3) Adverbios. Modifican al adjetivo, al verbo o a otro adverbio. a) Afirmación (sí) b) Negación (no) c) Tiempo (hoy, ayer, mañana, d) Cantidad (más, menos, muy, siempre, nunca) mucho, etc.) e) Modo (fácilmente, alegremente, f) Lugar (aquí, allá, ahí, detrás, etc.) rápidamente, lentamente, etc.) g) Duda (tal vez, quizá, etc.) 4) Pronombres. Palabras que sustituyen al sustantivo. a) Personales (yo, tú, él, nosotros, b) Posesivos (mí, mío, tuyo, suyo, ustedes, ellos) nuestro) c) Relativos (quien, que, cual, d) Indefinidos (algo, alguien, nada, cuales, cuyo) nadie) e) Reflexivos (se, nos ,te) f) Demostrativos (éste, ésa, aquél) 5) Verbos. Son los núcleos de un predicado que generalmente expresan la acción (o cualidad) que realiza o recibe el sujeto. Siempre concuerdan en persona y número con el núcleo del sujeto. Los verbos copulativos funcionan como nexos (por ejemplo, Juan es médico, María está enferma, el chocolate parece malo, chair significa silla). 55 6) Conjunciones. Partículas que unen oraciones o palabras. a) Condicional (si) b) Copulativa (y, e, ni) c) Disyuntiva (o, u) d) Adversativas (pero, mas, sin embargo) e) Causales (así que, por lo tanto) 7) Preposiciones. Partículas que agregan significación a las palabras que preceden. a ante bajo con contra de desde hacia hasta para por según sin so en entre sobre tras 8) Interjecciones. Partículas o palabras que expresan emociones o reacciones. ah ay eh oh uf uy ojalá ¡Dios mío! ¡bravo! ¡caramba! ¡demonios! Funciones gramaticales Esta clasificación corresponde a la función que desempeñan las palabras en un sintagma (grupo de palabras con una función específica dentro de una oración), y no a su categoría semántica (de significado), como la lista anterior. Existen tres funciones básicas: 1) Núcleos. Son las palabras más importantes de un sintagma. La revista mensual que publica nuestra asociación cumplirá diez años. 2) Modificadores. Modifican (agregan información) a los núcleos. La revista mensual que publica nuestra asociación cumplirá diez años. 56 3) Nexos. Unen palabras, sintagmas u oraciones. La revista mensual que publica nuestra asociación cumplirá diez años. Verboides Los verboides son formas no personales del verbo. Esto quiere decir que no se refieren a la persona que realiza la acción debido a que no están conjugados. Existen tres tipos de verboides: 1) Infinitivo (terminaciones ar, er, ir): escribir, corregir. 2) Gerundio (terminaciones ando, iendo): escribiendo, corrigiendo. 3) Participio (terminaciones ado, ido, to, so, cho): escrito, corregido. Estructura de la frase En español, la estructura básica de la frase consiste en SUJETO + VERBO PRINCIPAL + COMPLEMENTOS. Cuando redactamos una idea respetando esta estructura, no utilizamos puntuación, sin importar si es una oración simple o compuesta: 1) El texto es claro. S V C 2) El texto que redactamos en lenguaje llano tiene una estructura sencilla y S V C un lenguaje accesible. 57 EJERCICIOS Introducción En este apartado se ofrece una serie de ejercicios para aplicar la técnica aprendida convirtiendo o traduciendo textos inútilmente complejos a lenguaje llano. Al final se muestra las soluciones para que el lector coteje sus ejercicios y se autoevalúe. Los ejercicios contemplan los tres grandes niveles de la lengua: léxico, sintáctico y semántico. Nivel léxico Palabras simples y complicadas En los siguientes párrafos, elimina o sustituye tecnicismos, neologismos y extranjerismos innecesarios, así como arcaísmos, falsos cognados, nominalizaciones, exceso de adverbios terminados en «mente», adjetivos superfluos y verbos en futuro que indiquen al lector lo que debe hacer. 1) Para dar proceso a su solicitud el cliente deberá presentar primeramente su estado de cuenta como probatura de su buen historial crediticio. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 2) Una vez que hubieren transcurrido veinte días sin que se haya efectuado la devolución del artículo inmediatamente se presumirá que el usuario incurrió en 58 incumplimiento intencional y se procederá a aplicar la sanción que corresponda. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ Palabras precisas y ambiguas En las siguientes oraciones, sustituye las palabras ambiguas por palabras que brinden la información necesaria y que aludan a datos específicos. 1) Los problemas detectados hace tiempo se solucionarán si todos colaboramos oportunamente. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 2) Algunos elementos de la reciente disposición tendrán efectos negativos a largo plazo. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ Palabras positivas y negativas En las siguientes oraciones, cambia las palabras negativas por positivas. 1) No utilice el producto si no ha leído el instructivo. _______________________________________________________________ 59 2) Nuestra empresa no hace mal uso de sus datos personales. _______________________________________________________________ Mal uso del gerundio Corrige los gerundios mal usados en las siguientes oraciones. 1) Leyendo el periódico nos enteramos de que se aprobó una ley previniendo el plagio de obras intelectuales. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 2) Comenzó la presentación del libro, sentándose todos los asistentes. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ Repaso general del nivel léxico El siguiente párrafo contiene varios errores del nivel léxico. Localízalos y reformula el mensaje. Ninguna inhumación o cremación se hará sin autorización escrita dada por el juez del registro civil, quien se asegurará suficientemente del fallecimiento, con certificado expedido por médico legalmente autorizado. No procediendo al asunto sino hasta después de que hubieren transcurrido veinticuatro horas 60 del fallecimiento, excepto en los casos en que se emita una orden que dicte otra cosa por la autoridad que corresponda. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ Nivel sintáctico En los siguientes párrafos, localiza y corrige el exceso de voz pasiva, oraciones subordinadas y perífrasis verbales. Cuida que las ideas más importantes estén al principio, que los verbos se encuentren junto al sujeto que les corresponde y que las construcciones sean paralelas. 1) La empresa, de conformidad con los términos que se estipulan en el contrato, mantiene todo derecho y título sobre el servicio y sobre todos los productos que son propiedad de la empresa, y que son facilitados a usted o utilizados por usted a través del servicio. 2) El estudiante interesado en realizar su servicio social debe entregar su carta de aceptación en la coordinación, presentarse con su futuro jefe y su historial académico con los créditos que se necesitan para emitir la liberación del servicio social. 3) Terminado el plazo que se estipula en el reglamento, los vehículos que no son útiles para el instituto serán ofrecidos en venta, en las condiciones en las 61 que se encuentran, por lo que no se extenderá garantía alguna, ni se responderá por defectos o falta de componentes que dichos bienes pudieran presentar. Nivel semántico Información cero Elimina la información cero en los siguientes párrafos. 1) Las metas que resulta necesario plantearse para que el lenguaje llano cumpla su función esencial. 2) A continuación me permito exhibir los resultados correspondientes a las actividades realizadas por el instituto durante el primer trimestre del presente año, las cuales han estado regidas bajo la premisa del cumplimiento de los proyectos que forman parte de la denominada «Agenda 100». 3) El problema básico en estos tiempos tan avanzados en tecnología es que dichos avances no están funcionando como se esperaba y las enfermedades no están siendo vencidas. Actualmente, muchos médicos afirman que los enfermos deben adaptarse a vivir con sus enfermedades, acostumbrarse a padecer; sin embargo, el estado natural del hombre no es estar enfermo. 62 SOLUCIONES Nivel léxico Palabras simples y complicadas 1) Para procesar su solicitud el cliente debe presentar su estado de cuenta como prueba de su buen historial crediticio. Aún más llano 1) Para procesar su solicitud, presente su estado de cuenta como prueba de su buen historial crediticio. Explicación En la primera versión corregida se eliminaron nominalizaciones, adverbios y neologismos innecesarios, así como el verbo en futuro que da instrucción. La segunda versión no habla del cliente, sino que se dirige a él, por lo que el mensaje tiene más fuerza. 2) Transcurridos veinte días sin que se haya devuelto el artículo, se asumirá que el usuario cometió incumplimiento intencional y se aplicará la sanción correspondiente. Aún más llano 2) Si el usuario no devuelve el artículo después de veinte días, se considerará incumplimiento intencional y se aplicará la sanción correspondiente. 63 Explicación En la primera versión se eliminaron nominalizaciones, adverbios, arcaísmos y falsos cognados. En la segunda se modificó la sintaxis para comenzar con la idea más importante y se eliminó la oración subordinada «que el usuario cometió incumplimiento intencional». Palabras precisas y ambiguas 1) La reducción en la matrícula detectada hace dos semestres se solucionará si los coordinadores mejoramos los planes de estudios para el nuevo ciclo escolar. Explicación La palabra «problemas» se puede sustituir por cualquier problema específico. En lugar de decir «hace tiempo», se alude al tiempo exacto. Es necesario especificar quiénes somos «todos», qué es «colaborar» y cuándo es «oportunamente». 2) Los recortes a la cultura anunciados en la reforma presupuestal de este año dejarán en quiebra a la secretaría de cultura cuando termine el sexenio. Explicación Se debe especificar cuáles son esos elementos, cuándo es «reciente», a qué disposición se refiere, cuáles son los efectos negativos y cuánto es un largo plazo. 64 Palabras positivas y negativas 1) Utilice el producto después de leer el instructivo. Aún más llano 1) Lea el instructivo antes de utilizar el producto. Explicación En la primera versión sólo se cambiaron las palabras negativas por positivas; en la segunda se colocó al principio la idea más importante. 2) Nuestra empresa protege / respeta sus datos personales. Explicación En este ejemplo no basta con usar palabras positivas, ya que «hacer buen uso» es ambiguo. Es mejor utilizar un verbo que además de decir el mensaje en positivo tenga un significado claro, como «proteger» o «respetar». Mal uso del gerundio 1) Leyendo el periódico nos enteramos de que se aprobó una ley que previene el plagio de obras intelectuales. Explicación El gerundio se liga al verbo inmediato anterior para expresar acciones simultáneas (nos enteramos previniendo). Quienes leemos el periódico no 65 prevenimos el plagio; lo hace la ley. La oración subordinada «que previene» funciona como adjetivo de ley. 2) Comenzó la presentación del libro cuando se sentaron todos los asistentes. Explicación El gerundio «sentándose» se liga con el verbo «comenzó». La presentación no se sentó, sino los asistentes. El nexo «cuando» introduce una oración subordinada que funciona como circunstancial de tiempo (cuando se sentaron comenzó). Repaso general del nivel léxico Las inhumaciones o cremaciones se realizarán sólo con la autorización escrita del juez del registro civil, quien confirmará el fallecimiento con el certificado expedido por un médico legalmente autorizado. La inhumación o cremación se llevará a cabo después de veinticuatro horas del fallecimiento, excepto cuando la autoridad correspondiente ordene otra cosa. Aún más llano Requisitos para inhumaciones o cremaciones: - Certificado expedido por un médico legalmente autorizado. - Autorización escrita del juez del registro civil. - Que hayan transcurrido mínimo 24 horas del fallecimiento (excepto que la autoridad correspondiente ordene lo contrario). 66 Explicación En la primera versión se cambiaron las palabras negativas por positivas; se eliminó el adverbio «suficientemente» porque no agregaba información relevante (no se trata de suficiencia ni insuficiencia; el juez sólo se basa en el certificado para confirmar el fallecimiento); después, se eliminó el gerundio mal usado; se repitió el sujeto «la inhumación o cremación» porque la palabra «asunto» es ambigua; se omitió el arcaísmo «hubieren»; se utilizó el adverbio «cuando» en lugar de «en los casos en que», y finalmente, la nominalización «emitir una orden» se sustituyó por «ordenar» y se cambió la oración subordinada «que corresponda» por el adjetivo «correspondiente». En la segunda versión se colocó al principio la idea más importante, lo que el lector busca, y después mediante un formato atractivo visualmente, se enlistaron los requisitos que se informan en el párrafo original. Nivel sintáctico 1) La empresa mantiene el derecho y la propiedad sobre sus servicios y productos, que son facilitados a usted o utilizados por usted, según los términos estipulados en el contrato. Explicación El sujeto (la empresa) se colocó junto al verbo (mantiene). Se omitieron las oraciones subordinadas («que son» y «que se estipulan») y la repetición «de la empresa». La palabra «título» se cambió por «propiedad» por ser más clara, y la frase «a través del servicio» se suprimió por estar implícita. 67 2) El estudiante interesado en realizar su servicio social debe entregar su carta de aceptación y su historial académico con los créditos necesarios en la coordinación, antes de presentarse con su futuro jefe. Explicación Se colocaron juntos los dos requisitos que debe entregar el interesado (la carta y el historial académico) para hacer la construcción paralela. 3) Los vehículos que no usa el instituto serán vendidos (sin garantía alguna) terminado el plazo que indica el reglamento. Explicación Se colocó la idea más importante al principio. Se conservó la voz pasiva porque son más importantes los vehículos que el instituto. Se omitieron las últimas dos líneas por ser redundantes. Nivel semántico Información cero 1) Las metas para que el lenguaje llano cumpla su función esencial. Explicación Cualquier meta es necesaria y ya está planteada. ¿Para qué utilizar la oración subordinada adjetiva? En la oración original con información cero, hay tres subordinadas; en la corregida, sólo una. 68 2) A continuación, exhibo los resultados de las actividades del primer trimestre del presente año, las cuales obedecen al cumplimiento de los proyectos de la «Agenda 100». Explicación Se eliminaron frases y palabras que no aportaban información, como «me permito», «correspondientes», «realizadas», «regidas bajo la premisa» y «que forman parte de la denominada». Si por el contexto está claro que se habla de actividades del instituto, no es necesario mencionarlo. 3) El problema actual es que los avances tecnológicos no están venciendo a las enfermedades como se esperaba. Muchos médicos afirman que los pacientes deben adaptarse a vivir con sus padecimientos; sin embargo, el estado natural del hombre no es la enfermedad. Explicación Se eliminaron redundancias, como «en estos tiempos» y «actualmente», «avanzados» y «avances», «estado» y «estar», «adaptarse» y «acostumbrarse». 69 CONVERSIÓN DE TEXTOS A LENGUAJE LLANO Textos problemáticos Reformula los siguientes textos. Primero elimina o sustituye las palabras que los dificultan; después, reacomoda los sintagmas correctamente, y por último, sintetiza suprimiendo lo irrelevante. 1) En esta administración estamos convencidos que la transparencia y el acceso a la información, juegan un papel esencial en la construcción de entidades más abiertas al escrutinio público, capaces de fomentar una participación creciente de la sociedad en el diseño y evaluación de las políticas públicas y por lo tanto de una mayor rendición de cuentas pública. Por lo anterior, la política de transparencia que ha implementado el gobierno tiene como objetivo no sólo contribuir a garantizar el derecho de acceso a la información de los ciudadanos, sino también a brindar información oportuna que permita mejorar la toma de las decisiones de los ciudadanos y mejorar la confianza y certidumbre respecto de la gestión administrativa. Aquí encontrarás información básica sobre la política de transparencia del gobierno, sus objetivos, alcances, los principales resultados obtenidos de su implementación, así como los retos que aún tenemos por delante. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 70 _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 2) Las licitaciones deberán entregarse en sobre cerrado, en cuyo exterior preferentemente contendrá el nombre del participante y número de la categoría en la que participa. El citado sobre deberá contener la propuesta económica y la documentación legal administrativa. Los participantes deberán registrar su participación previo al inicio de los actos, en las listas de asistencia respectiva. A los actos podrá asistir cualquier persona interesada, quienes deberán registrase en la lista de asistencia correspondiente, absteniéndose de intervenir en el mismo. Asimismo estará permitida la asistencia de representantes de asociaciones, grupos o colectivos, de conformidad con el último párrafo de la Norma Trigésima Primera de las Normas Generales para el registro y disposición final. Los representantes de los licitantes que ingresen a las instalaciones, deberán cumplir con las medidas de seguridad establecidas por el instituto, en caso de apegarse a su cumplimiento, no les será permitido el acceso al inmueble. _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ 71 _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ Soluciones 1) La administración está convencida de que la transparencia y el acceso a la información son esenciales en la construcción de entidades abiertas al escrutinio público, capaces de fomentar la participación de la sociedad en el diseño y la evaluación de las políticas públicas y, en consecuencia, una mayor rendición de cuentas. Por lo anterior, el objetivo de la política de transparencia es contribuir a garantizar el derecho de los ciudadanos al acceso a la información y brindar información oportuna que mejore la toma de decisiones de los ciudadanos y la confianza en la gestión administrativa. Aquí encontrarás información básica sobre la política de transparencia, sus objetivos, alcances y principales resultados, así como sobre los retos pendientes. 2) Las licitaciones (incluyendo la propuesta económica y la documentación legal administrativa) deben entregarse en sobre cerrado con el nombre del participante y el número de la categoría a la vista. 72 Los participantes deben registrarse en la lista de asistencia respectiva antes del inicio de los actos. A los actos puede asistir cualquier persona interesada, siempre que se registre en la lista de asistencia correspondiente y se abstenga de intervenir. También pueden asistir representantes de asociaciones, grupos o colectivos. Los representantes de los licitantes deben cumplir con las medidas de seguridad del instituto para tener acceso al inmueble. 73 FUENTES CONSULTADAS BASSOLS, Margarida y Anna M. Torrent (1997), Modelos textuales. Teoría y práctica, Barcelona, Eumo / Octaedro. CASSANY, Daniel (2002), La cocina de la escritura, Barcelona, Anagrama. CASSANY, Daniel y Antonio García del Toro (2001), Recetas para escribir, San Juan, Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor. CELORIO, Gonzalo (2001), «Historia y carácter de El llano en llamas», en Sergio López Mena, Perfil de Juan Rulfo, México, Praxis, pp. 4551. DE LA PEÑA MARTÍNEZ, Luis (2009), “El lenguaje de la transparencia y la transparencia del lenguaje: uso y control económico-administrativo del lenguaje” en Sociedad y discurso, revista del Departamento de Lengua y Cultura de la Universidad de Aalborg, núm. 14, pp. 69-80. DIRECTORATE-GENERAL FOR TRANSLATION, EUROPEAN COMISSION (2006), How to write clearly, [texto en línea disponible en http://ec.europa.eu/translation/writing/clear_writing/how_to_write _clearly_en.pdf] Última fecha de consulta 8 de diciembre de 2014. Fox, Vicente (2001), «Mi gobierno “es de y para empresarios”», en La Jornada, México, 16 de junio, pp. 3 y 5. GELPI, Cristina (2006), “Plain language in Spain”, en Clarity, núm. 55, pp. 23-25. GONZÁLEZ MANJÓN, Daniel y Ángel Marcilla Fernández (1996), Programas de comprensión de textos. Bases psicopedagógicas para su evaluación, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. 74 HEMIGWAY, Ernest (2006), «El arte de escribir», en Carlos López, Decálogos, mandamientos, credos, consejos y preceptos para oficiantes de la escritura, México, Editorial Praxis, pp. 159-162. HUIDOBRO, Vicente (1994), “Arte poética”, en Poética y estética creacionistas. Selección y prólogo de Vicente Quirarte, México, UNAM, p. 19. JAKOBSON, Roman (1960), Las funciones del lenguaje, La Haya, Siglo XXI. LARA, Luis Fernando (2006), «“Plain language” y cultura en el siglo XXI», Boletín editorial, El Colegio de México, septiembre-diciembre 2006, núm. 124, pp. 15-20. LÓPEZ, Carlos (2012), Redacción en movimiento, México, Editorial Praxis. MACHADO, Antonio (1981), Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, Madrid, Alianza. MONTERO MARTÍNEZ, Silvia (2002), Estructuración Conceptual y Formalización Terminográfica de Frasemas en el Subdominio de la Oncología, Valladolid, Universidad de Valladolid, Facultad de Filosofía y Letras. PERELMAN, Ch., y L. Olbrechts-Tyteca (1994), Tratado de la argumentación, Madrid, Gredos. PLAIN LANGUAGE ACTION AND INFORMATION NETWORK (2011), Federal Plain Language Guidelines, Washington. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (2001), Diccionario de la lengua española, [texto en línea disponible en http://www.rae.es/] ROSADO, Juan Antonio (2010), Cómo argumentar. Antología y práctica, 2ª edición, México, Editorial Praxis. ROTTERDAM, Erasmo de (1969), Elogio de la locura, Madrid, Austral. 75 RULFO, Juan (1983), «Revela Rulfo el proceso de creación de sus personajes» (entrevista), en Excélsior, sección cultural, México, 14 de agosto, pp. 1-2. SALVADOR MATA, Francisco (1997), Dificultades en el aprendizaje de la expresión escrita. Una perspectiva didáctica, Málaga, Ediciones Aljibe. SERAFINI, María Teresa (1997), Cómo redactar un tema. Didáctica de la escritura, México, Paidós. SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA (2004), Lenguaje ciudadano. Un manual para quien escribe en la Administración Pública Federal, 2ª edición, México. SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA (2007), Lenguaje claro. Manual, 3ª edición, México. URDIALES, Carlos y Aurelio Labajo (1991), La redacción hecha método, Madrid, Editorial Bruño. U.S. SECURITIES AND EXCHANGE COMMISSION (1998), A Plain English Handbook, Washington. VITAL DÍAZ, Alberto (1996), Conjeturas verosímiles. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Literarios.