la utilidad social del lenguaje llano: teoría y práctica

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CENTRO DE CULTURA CASA LAMM
CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS DE LA
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, SEGÚN ACUERDO
No. 20080040 DE FECHA 6 DE FEBRERO DE 2008
LA UTILIDAD SOCIAL DEL LENGUAJE LLANO: TEORÍA Y PRÁCTICA
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN LITERATURA Y CREACIÓN LITERARIA
P R E S E N T A
KARINA CASTRO GONZÁLEZ
DIRECTOR:
DR. JUAN ANTONIO ROSADO ZACARÍAS
MÉXICO, D.F. 2015
AGRADECIMIENTOS
Agradezco profundamente
 A mi madre, la profesora Ofelia González V., por inculcarme desde siempre el amor por la lengua española.
 A mi asesor, el Dr. Juan Antonio Rosado Z., por revelarme el rigor de la
lengua española y guiarme en el descubrimiento de la magia y el poder
de la palabra escrita.
 A mi tía, Raquel González V., por su invaluable apoyo y su confianza
depositada en mi capacidad.
 A mi hermano, Ángel Castro, por su incondicional apoyo en cada paso
de mi carrera.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 1
PRIMERA PARTE: TEORÍA .................................................................................... 6
Dónde aplicar el lenguaje llano ......................................................................... 7
Textos y contextos................................................................................... 7
Comunicación externa y comunicación interna ...................................... 8
A favor y en contra del lenguaje llano ............................................................ 10
Lenguaje especializado: estatus y poder ............................................... 10
Riqueza y complejidad vs sencillez y concisión ................................... 13
Lenguaje llano y política ...................................................................... 15
El lenguaje llano en el texto literario .............................................................. 22
La técnica del lenguaje llano ........................................................................... 26
Planificar ............................................................................................... 26
Escribir .................................................................................................. 30
Nivel léxico y sintáctico (sencillez y claridad)
Nivel semántico (enfoque)
Formato
Corregir ................................................................................................. 48
Conclusiones ................................................................................................... 49
SEGUNDA PARTE: PRÁCTICA ............................................................................. 52
Recomendaciones básicas sobre gramática..................................................... 53
Ejercicios ......................................................................................................... 57
Introducción .......................................................................................... 57
Nivel léxico ........................................................................................... 57
Palabras simples y complicadas
Palabras precisas y ambiguas
Palabras positivas y negativas
Mal uso del gerundio
Nivel sintáctico...................................................................................... 60
Orden sintáctico
Reducción de voz pasiva
Reducción de perífrasis
Reducción de subordinadas
Nivel semántico ..................................................................................... 67
Información cero
Soluciones
Conversión de textos a lenguaje llano .................................................. 69
Párrafos problemáticos
Soluciones
Fuentes consultadas ............................................................................... 73
1
INTRODUCCIÓN
El lenguaje llano es una forma sencilla y clara de expresión escrita, cuyo
propósito es que la información comunicada sea fácil de leer, entender y usar.
Su utilización suele vincularse a textos administrativos, legales y financieros;
sin embargo, considero que puede y debe aplicarse en otros ámbitos, pues el
ideal de comunicación eficiente consiste en que el lector —sin ser especialista
en el tema— comprenda el texto desde la primera lectura, independientemente
del uso que le dé a esa información.
El primer antecedente notable de la aplicación del lenguaje llano ocurrió
en Canadá, en 1971, cuando el gobierno creó una comisión para reescribir las
leyes con el fin de hacerlas accesibles a los ciudadanos. Durante las siguientes
dos décadas, las autoridades de Estados Unidos, Suecia, Reino Unido y
Australia lanzaron iniciativas similares. En España y Chile se ha promovido su
uso en el ámbito legal, mientras que en Francia y México los gobiernos se han
limitado a distribuir manuales de lenguaje llano y a recomendar su uso a las
distintas dependencias a su cargo.
La aplicación del lenguaje llano a los textos producidos por instituciones
públicas y privadas, o por cualquier persona que escriba para un público
determinado, proporciona grandes beneficios en materia social y económica,
pues al propiciar una comunicación clara y directa, simplifica procesos, reduce
errores y costos, aumenta la productividad, agiliza la realización de trámites y
ahorra horas de trabajo. En México, es incontable la cantidad de tiempo y dinero
que se pierde por la falta de eficiencia en la comunicación entre empresas e
instituciones y sus clientes o usuarios. A pesar de lo anterior, no se ha dado
seguimiento a las pocas iniciativas gubernamentales para aplicar el lenguaje
llano, por lo que es momento de que las autoridades y los ciudadanos tomen
2
conciencia de la importancia de utilizar un estilo de escritura claro, sencillo y
enfocado al lector medio.
Demostrar la utilidad social del lenguaje llano parece una tarea simple,
dado que en general sus beneficios son muy evidentes: ahorrar tiempo y
aumentar la productividad. Nadie rechazaría algo que le ofreciera tales ventajas.
No obstante, existen problemas por considerar. Uno de ellos es la reticencia de
los especialistas a sacrificar ciertos tecnicismos en aras de hacer el texto
accesible a lectores no especializados en sus temas. Lo anterior se debe
principalmente a que existe la creencia de que expresarse con un lenguaje
sencillo implica rebajar el estatus y, por lo tanto, perder autoridad y poder sobre
la audiencia.
En este trabajo se analizaron las causas de dicho recelo, a fin de encontrar
soluciones y convencer a los especialistas de los beneficios de manejar un
lenguaje accesible, ya que la riqueza léxica y sintáctica, así como la complejidad
semántica, son materia de textos literarios y académicos, y allí deben ser
apreciadas y perseguidas. Por el contrario, en textos jurídicos y administrativos,
cuyos propósitos son diametralmente distintos, la sencillez y la concisión
resultan grandes virtudes.
Otro obstáculo al que se enfrenta la propuesta de simplificar el lenguaje
es la falta de disposición para modificar las formas estandarizadas o los
esquemas de documentos que se han manejado en muchas instituciones durante
largo tiempo. Tal vez este fenómeno se deba a la falta de presupuesto o al apego
a lo establecido, o quizá a la creencia común de que planear los textos representa
una pérdida de tiempo, cuando en realidad es lo opuesto: planificar los
documentos ahorraría el tiempo de futuras aclaraciones causadas por errores o
por una redacción deficiente.
3
Mientras que en inglés existen muchas guías a disposición del público en
general para que éste aprenda y practique el lenguaje llano, en español sólo se
cuenta con los manuales (ahora en desuso) que se distribuyeron en algunas
dependencias gubernamentales, pero no hay textos que pongan esta técnica a
disposición de la sociedad. Para enmendar dicha carencia, la presente
investigación se propone, por un lado, mostrar las ventajas de emplear el
lenguaje llano y desmitificar los argumentos que lo detractan, y, por otro,
proporcionar paso a paso la técnica para producir textos claros y de fácil
comprensión y sugerir una serie de ejercicios y ejemplos. Asimismo, esta obra
considera aspectos sobre la capacitación en lenguaje llano para proponer
estrategias útiles y adecuadas para los interesados en la técnica, pues si bien es
cierto que tendrá que invertirse tiempo y recursos en contratar talleres
impartidos por especialistas en lenguaje llano, éstos buscan —después de una
nivelación de conocimientos de redacción y gramática— fomentar la
autocorrección, es decir, que los interesados sean capaces de llegar al lenguaje
llano por sí mismos; por lo tanto, a largo o mediano plazo, serán más los
beneficios que la inversión, al lograr la eficiencia en la comunicación externa e
incluso interna en empresas o instituciones.
El marco teórico de referencias se divide en tres grandes rubros: lenguaje
llano, proceso de escritura y comprensión lectora. Me fueron útiles las Recetas
para escribir de Daniel Cassany y Antonio García del Toro, uno de los pocos
textos en español que aportan sugerencias sobre técnicas del lenguaje llano; la
guía de la Unión Europea How to write clearly y algunos números de la revista
Clarity, editada por la asociación internacional del mismo nombre, que se limita
al lenguaje llano en el ámbito legal; por último, los manuales sobre lenguaje
4
llano editados por la Secretaría de la Función Pública1. El artículo «El lenguaje
ciudadano: purismo lingüístico y retos del siglo
XXI»
de Juan Antonio Rosado
me fue útil para reflexionar sobre los retos y alcances de la simplificación de
las formas lingüísticas en la expresión escrita. Finalmente, me adentré en las
fases del proceso de escritura, para lo cual me sirvió una serie de libros
tradicionales en torno a la redacción, así como a la comprensión lectora y sus
técnicas más importantes.
El presente trabajo consta de una parte teórica y una práctica. En el primer
capítulo, se explica a qué tipos de textos puede aplicarse el lenguaje llano y se
advierte sobre la importancia del contexto para decidir qué técnicas utilizar y
cuáles no; asimismo, se analiza la utilidad del lenguaje llano en la comunicación
externa e interna de las empresas e instituciones. En el segundo, se confrontan
y refutan los argumentos que descalifican el lenguaje llano. En el tercer capítulo
se reflexiona sobre el papel de éste en el texto literario y se recomiendan
estrategias para intensificar y hacer más efectivo el lenguaje literario. En el
cuarto, se explica paso a paso la técnica para escribir en lenguaje llano y se
proporcionan ejemplos y sugerencias. Finalmente, en el quinto, se exponen las
conclusiones y se reflexiona acerca de los retos que implica impulsar un cambio
en la expresión escrita, así como sobre los criterios que deben tomarse en cuenta
al aplicar el lenguaje llano y los excesos y riesgos que se debe evitar al buscar
la eficiencia del lenguaje. Con base en lo anterior, se ofrecen propuestas para
que el lenguaje llano cumpla su función: el entendimiento social.
1
Lamentablemente, a pesar de las valiosas aportaciones y los útiles ejercicios y modelos, hay en estos manuales
pasajes que contradicen los consejos del lenguaje llano (por ejemplo: «Estimadas y estimados colegas» o «El
primer paso para lograr que nuestros lectores comprendan la información que queremos transmitirles es conocer
las características de quienes nos van a leer»); pasajes muy mal redactados (por ejemplo: «La escritura es el
ejercicio de los servidores públicos por excelencia» o «La información pública gubernamental y la que manejan
las instituciones públicas en el día a día no tiene un beneficio real»), y constantes faltas de ortografía y puntuación (por ejemplo: «Cuanto tiempo puede perder un ciudadano», «México, se convierte en el primer país» o «si
él que escribe no sabe quién es su lector»). (Ejemplos tomados de Secretaría de la Función Pública, 2007: 5, 6,
7, 9, 11, cursivas mías.)
5
La parte práctica incluye recomendaciones básicas sobre gramática para
que el interesado disipe las dudas surgidas sobre los conceptos citados a lo largo
de la obra. Enseguida, se encuentra una serie de ejercicios que contemplan los
tres grandes niveles de la lengua: léxico, sintáctico y semántico 2. Después, el
lector aplicará la técnica aprendida en conjunto para la conversión o traducción
de textos inútilmente complejos a lenguaje llano. Todos los ejemplos utilizados
fueron tomados de documentos reales levemente modificados. Finalmente, se
muestran las soluciones para que el lector coteje sus ejercicios y se autoevalúe.
2
Excluyo el nivel fonético-fonológico. El problema de los sonidos (nivel de habla) y de los fonemas (nivel de
lengua) no es contemplado por las técnicas del lenguaje llano, al que no le incumbe necesariamente el trabajo
poético.
6
PRIMERA PARTE: TEORÍA
7
DÓNDE APLICAR EL LENGUAJE LLANO
Textos y contextos
El lenguaje llano se compone de una serie de técnicas para escribir de manera
clara y concisa. Por lo tanto, es posible aplicar una o varias de ellas a cualquier
tipo de texto:
 Leyes y reglamentos
 Oficios y comunicados
 Formatos de trámites y servicios
 Informes presupuestales y reportes de auditorías
 Instructivos, manuales y guías
 Artículos y reportajes
 Discursos políticos
 Discurso publicitario
 Sitios de internet
 Correos electrónicos
 Libros didácticos
 Textos académicos
 Textos de divulgación en general
 Textos literarios
Para elegir las técnicas apropiadas, es esencial tomar en cuenta el contexto en
que escribimos. Por ejemplo, en un instructivo es necesario emplear los
términos más sencillos, pues su finalidad es que el lector tenga claro lo que debe
8
hacer. En cambio, en ciertos textos de divulgación científica no es posible
prescindir de tecnicismos sin afectar su sentido; en otros, el autor recurre a
símiles o analogías para presentar los contenidos de modo accesible. En un
informe o comunicado, se apreciará la brevedad y precisión, mientras que en un
texto literario, simplificar indiscriminadamente violentaría el estilo.
Comunicación externa y comunicación interna
El principal objetivo del lenguaje llano es que quien lea entienda el mensaje de
quien escribió. Tanto en el ámbito de la administración pública como en el
privado, un lenguaje más comprensible permitirá que el ciudadano, el cliente y
el consumidor asimilen la información que se les brinda y puedan usarla.
La clave para lograr lo anterior es tener en mente al lector a la hora de
planear el texto. No es lo mismo escribir para colegas expertos en nuestra misma
área (comunicación interna), que para especialistas en otra, o para el público en
general (comunicación externa).
En la comunicación externa es un error, por ejemplo, que las leyes estén
redactadas por abogados y para abogados, excluyendo al ciudadano común,
quien sin comprenderlas no está en condiciones de ejercer sus derechos y
cumplir con sus obligaciones. Otro error es escribir sin tomar en cuenta lo que
el lector ya sabe, lo que ignora y lo que no necesita saber. Los mensajes claros
y concisos evitarán errores y aclaraciones.
El lenguaje llano también resulta muy útil en la comunicación interna de
las instituciones. Es muy común entre colegas —incluso de la misma
especialidad— que no exista un buen entendimiento. En estos casos, no será
necesaria una simplificación del lenguaje desde el punto de vista semántico,
sino que se aplicarán las técnicas referentes a la sintaxis para eliminar
9
estructuras rebuscadas y ambiguas, así como vicios que entorpezcan la
comunicación.
10
A FAVOR Y EN CONTRA DEL LENGUAJE LLANO
Lenguaje especializado: estatus y poder
La diferencia entre el lenguaje especializado y la lengua general radica en los
niveles léxico y semántico. El lenguaje especializado está compuesto de
tecnicismos, es decir, palabras o expresiones utilizadas sólo por especialistas de
determinada área del conocimiento. Dichos términos suelen tener un significado
distinto del que se les da en el léxico general, a pesar de tratarse de un mismo
vocablo; por ejemplo: la palabra auto, que en la lengua general se utiliza como
abreviación de automóvil, en la terminología jurídica se refiere a una resolución
judicial que no requiere sentencia. Estas particularidades alejan los lenguajes
especializados de sus equivalentes en otras áreas, así como de la lengua general.
Silvia Montero Martínez, en su tesis de doctorado Estructuración conceptual y
formalización terminográfica de frasemas en el subdominio de la oncología,
retoma los tres grados de especialización propuestos por Anne Condamines en
el libro Terminologie et représentation des connaissances:
1) el de un texto dirigido a especialistas,
2) el del texto didáctico dirigido a lectores que se forman en el mismo
campo y
3) el del texto de divulgación dirigido a lectores que conocen poco o nada
de la jerga especializada (Montero Martínez, 2002: 34).
El grado de especialización del léxico debe depender del nivel de
conocimiento del lector. Cuando la comunicación ocurre entre expertos de una
misma área, se da por entendido que el emisor y el receptor cuentan con un nivel
equivalente de conocimientos que les permite comprender los mismos códigos.
11
Por el contrario, cuando un especialista escribe para un público que no domina
el tema y utiliza tecnicismos pensando en su propio grado de especialización y
no en el del lector, el discurso se torna hermético, excluyente, y el objetivo de
la comunicación no se logra. Eso es grave en la comunicación externa de
cualquier ámbito, pero sobre todo en el legal y administrativo, pues se atenta
contra los derechos de los ciudadanos.
Lenguaje formal no es lo mismo que lenguaje oscuro. El administrativo,
jurídico, médico, científico, etc., son lenguajes especializados y obligados a ser
claros, precisos e inteligibles. ¿Cómo será capaz el ciudadano de ejercer sus
derechos y cumplir con sus obligaciones si no entiende a su gobierno?, ¿cómo
podrá hacerse responsable de su salud si no comprende la información que el
médico le transmite?, ¿cómo podrá construirse una sociedad más educada e
informada sin una labor eficiente de divulgación?
Desafortunadamente, los especialistas suelen creer que si se expresan en
un lenguaje sencillo, con términos de la vida diaria, rebajarán su estatus y
parecerán poco educados, lo que dañará su imagen pública y redundará en la
pérdida de autoridad y poder de que gozan sobre la audiencia. De esto se dio
cuenta Erasmo de Rotterdam en pleno siglo
XVI,
cuando afirma que los
jurisconsultos se sienten muy satisfechos de sí mismos «amontonando glosas
sobre glosas y opiniones sobre opiniones», para manipular las leyes a
conveniencia y para hacer creer «que su ciencia es la más difícil de todas, pues
entienden que cuanto más trabajosa es una cosa más mérito tiene» (Rotterdam,
1969: 99).
Los especialistas no podrían estar más equivocados. Lo rebuscado no es
más elegante, ni lo críptico o difícil más erudito. La audiencia se conquista por
medio de la elocuencia y la claridad, no de la intimidación o de la simulación
12
ostentosa. Es deplorable que personas educadas sigan alimentando la actitud
retrógrada de temor a lo que no se entiende.
No utilicemos el lenguaje como un arma para confundir al enemigo (a
menos que esa sea nuestra intención) o para impresionar al público, sino como
un medio para transmitir eficazmente nuestros mensajes e ideas. La autoridad
de un especialista debe estar basada en su conocimiento, y para demostrarlo
debe ser capaz de comunicarlo con claridad. De la misma manera, el respeto
que inspire un funcionario debe basarse en la eficiencia con que preste su
servicio, para lo cual es esencial que su comunicación sea clara.
El lenguaje llano no está contra el lenguaje especializado. Suprimir
información o términos relevantes sólo por ser complejos sería caer en el
reduccionismo e incluso alterar el significado del texto. No se trata de trivializar
el contenido complejo, sino de presentarlo de la manera más clara y accesible.
Para esto, el lenguaje llano propone una serie de técnicas (expuestas en el cuarto
capítulo) que, además de acercar el lenguaje al nivel de la audiencia-objetivo,
permiten simplificar la estructura, utilizar un tono adecuado y accesible, y un
formato atractivo que facilite la lectura.
En el lenguaje técnico, existen términos insustituibles que será necesario
conservar, pero que se pueden hacer comprensibles para el lector lego con la
ayuda de notas aclaratorias o glosarios. En este tipo de textos, es común el uso
(o abuso) de neologismos y extranjerismos. Lo anterior es válido cuando no
existen términos en español, y en ese caso resulta imprescindible el glosario. El
especialista debe ser capaz de distinguir los términos que no es posible sacrificar
de los que pueden sustituirse por unos más accesibles sin afectar el mensaje. Al
llevar a cabo esta selección, debe tener en cuenta el contexto en que escribe, es
decir, en cuál de los tres grados de especialización se encuentra su lector
objetivo. Cuando el especialista no logra salir de su esfera lingüística para
13
«ponerse en los zapatos» de su lector, se hace necesaria la capacitación en
lenguaje llano, cuyo objetivo es que, con la práctica, el especialista pueda
producir textos en lenguaje llano por sí mismo.
Las propuestas anteriores podrán ponerse en práctica cuando el
especialista haya tomado conciencia de la necesidad de acercarse a la
comprensión del lector no especializado. Para que esto ocurra, deben
erradicarse las ideas ya mencionadas, que propician la reticencia a simplificar
los textos. Una buena estrategia es llevar a cabo pequeños sondeos (¿de verdad
sus lectores lo comprenden?), y reflexionar sobre su propia escritura (¿para qué
escriben?, ¿qué se espera de sus textos?, ¿cumplen éstos su finalidad?). Si las
respuestas son negativas, el mejor recurso es acercarse a expertos en lenguaje
llano, cuyo objetivo es no sólo fungir como correctores, sino, como ya se dijo,
capacitar al especialista para que cobre conciencia del lenguaje, así como
demostrar que se puede utilizar un lenguaje claro, económico y preciso, y a la
vez respetar todo tecnicismo justificado.
Riqueza y complejidad vs sencillez y concisión
Existen textos complicados y confusos. Los primeros son producto del tema que
tratan y el lenguaje que éste requiere, y pueden hacerse más comprensibles
simplificando su estructura y sustituyendo las palabras que sea pertinente. Los
segundos se deben a una intención deliberada de oscurecer el mensaje o a la
falta de dominio de la lengua de quien los escribe.
Como ya se expuso en el apartado anterior, la complejidad no está reñida
con la concisión. Un texto puede redactarse con toda la complejidad semántica
que el tema exija, y con toda la riqueza léxica y sintáctica que el autor decida,
siempre que la audiencia y el contexto lo permitan o requieran. En el caso
14
contrario, la sencillez, la claridad y la concisión deben valorarse por encima de
cualquier pretensión estética, y el vocabulario especializado debe acercarse al
lector con recursos como los ya mencionados.
Pensemos en un hipotético texto de Eduardo Galeano en el que reflexiona
sobre un problema político y que publicará en su próximo libro de ensayos.
Seguramente será un texto no sólo rico en léxico y con una sintaxis variada,
sino abundante en figuras retóricas, y estará pensado para un público que,
además de interesarse en el contenido, apreciará el lenguaje literario. Resultaría
inapropiado que un activista que planea distribuir folletos para informar a la
sociedad sobre ese mismo problema político redactara un texto semejante al
descrito. El tema lo permite; la audiencia no. Seguir las técnicas del lenguaje
llano sería vital para que el proyecto del activista cumpliera su propósito.
Lo anterior es un ejemplo de la gran importancia del contexto, en la que
insistiré a menudo. No debemos considerar todo blanco y negro, como hace el
lingüista Luis Fernando Lara al afirmar que «la simpleza del “plain language”
conlleva el empobrecimiento de las lenguas» e invitar a apreciar la complejidad
(Lara, 2006: 20). El equilibro se encuentra no en despreciar la complejidad, sino
en utilizarla y estimarla en donde es necesaria, y evitarla donde resulta
perjudicial o fuera de lugar.
Advierte Lara que no debemos «dejarnos dominar por la chata
concepción simplificadora y eficientista del “plain language”», sino «asumir en
toda su riqueza y diversidad el estado actual de nuestra lengua y de nuestra
cultura» (Lara, 2006: 20). Esa misma diversidad de nuestra lengua permite que
la utilicemos para satisfacer un gran abanico de quehaceres humanos, y en cada
caso el lenguaje debe adaptarse a la circunstancia. Es absurdo pretender que
toda la población sea escritora. Incluso un literato preferirá que el lenguaje de
su contrato de hipoteca sea chato pero claro, a que sea increíblemente bello y
15
elaborado, pero que fácilmente oculte desventajas para él. La riqueza de nuestra
lengua y de nuestra cultura no tiene por qué mezclarse con otras funciones del
lenguaje3. Son usos distintos con diferentes propósitos.
Coincido con Lara en reprobar a aquellos que se dicen expertos en
lenguaje llano y que elaboran intransigentes listas negras de palabras o de
estructuras sintácticas y afirman en sus manuales que se debe hacer algo
siempre o nunca. Sin embargo, no es correcto condenar al lenguaje llano a causa
de esas mentalidades rígidas, ya que son muchos los beneficios que se pueden
obtener siguiendo las técnicas que nos conducen a la llaneza y a la claridad, y
aprendiendo a utilizarlas de manera oportuna. Por lo tanto, la tarea de quienes
nos dedicamos al estudio de la lengua es hacer aportaciones para perfeccionar
esta técnica y no permitir que se incline hacia el sometimiento ante la tecnología
y ante otras lenguas, así como promover la literatura y la creación literaria para
preservar la riqueza de nuestra lengua. Estas tareas de ningún modo se
contraponen con la del lenguaje llano, siempre que ésta sea llevada a cabo sin
violentar las normas lingüísticas.
Lenguaje llano y política
Los lingüistas Luis Fernando Lara y Luis de la Peña Martínez coinciden en que
el lenguaje llano es una herramienta de sometimiento de la lengua a cuestiones
económicas e ideológicas. El primero considera que se trata de la
«funcionalización de las lenguas para la racionalización neoliberal de la
eficacia, de la eficiencia, de la acumulación capitalista salvaje» (Lara, 2006:
15). El segundo afirma que no es sino un «recurso administrado para beneficio
3
Las funciones del lenguaje propuestas por Roman Jakobson son referencial, expresiva, conativa, fática, metalingüística y poética. Para profundizar en este tema, véase Jakobson (1960).
16
de los intereses tecnocráticos que orientan a las políticas gubernamentales en la
actualidad» (De la Peña Martínez, 2009: 80). Es cierto que algunos sectores
intentan utilizarlo como instrumento de control para facilitar la adaptación al
mundo globalizado, aunque eso signifique subordinar la lengua a las
necesidades tecnológicas de los medios de comunicación y atropellar las
normas específicas de cada lengua obedeciendo sólo a intereses económicos,
pero también es verdad que puede utilizarse justo con los fines contrarios: por
un lado, recurrir a las posibilidades que ofrece la lingüística para facilitar al
ciudadano la comprensión del lenguaje de la Administración Pública, de manera
que haga efectivos sus derechos y conozca sus obligaciones, y pueda acceder a
información clara, completa, inteligible y útil; por otro lado, permitir que tanto
en el ámbito público como en el privado, el ciudadano, el cliente o el
consumidor puedan realizar las gestiones que requieran sin necesidad de
traductores y sin peligro de ser emboscados.
Más allá del dogmatismo que implican las citas de Lara y De la Peña
Martínez, debemos recordar que el lenguaje llano no fue pensado ni para
empobrecer la lengua ni para supeditarla a los intereses neoliberales: sus inicios
respondieron a la necesidad de entendimiento entre el gobierno y el pueblo
canadienses. Un desarmador puede usarse para colocar un tornillo, pero también
para herir o incluso matar a alguien; una ambulancia, para llevar a un herido al
hospital, pero también para atropellar a alguien. Un texto literario, por ejemplo,
puede utilizarse con motivos ajenos a la literatura. Además de su función
estética, puede tener otros fines, como el crítico, el didáctico o moralizante, el
político, el desestabilizador, etcétera 4 . Estos usos no son el objetivo de la
literatura, sino algunas de sus posibilidades. De igual forma, el lenguaje llano
4
Para profundizar en las funciones sociales de la literatura, véase Vital Díaz (1996).
17
puede usarse para redactar un buen instructivo de licuadora, un manual sencillo,
ayudar a un ciudadano a obtener con rapidez un pasaporte, pero también para
homogeneizar valores culturales que sirvan al neoliberalismo. Toda
herramienta tiene muchas posibilidades de uso, dependiendo de la intención de
quien la utilice.
Los ejemplos anteriores demuestran que las intenciones pueden atacarse
o apoyarse, pero es absurdo satanizar el lenguaje llano, pues sólo se trata de una
herramienta lingüística para facilitar la comprensión de los textos. Mi propuesta
es aprovechar los beneficios que una expresión en lenguaje llano ofrece a la
sociedad y defender —cada quien desde su trinchera— la preservación de
nuestra lengua sin permitir su sometimiento ni su violación por parte de
tecnólatras que ignoran las normas gramaticales, aunque pretendan redactar en
lenguaje llano.
Las transformaciones sociales, políticas y económicas provocadas por un
proceso de globalización mal administrado pueden conducir hacia una
homogeneización cultural que amenace la diversidad y la identidad de los
pueblos en muchos aspectos; entre ellos, la lengua. Sin embargo, preservar los
vicios de un lenguaje arcaico no es manera de proteger nuestra identidad
cultural. De acuerdo con Lara, el discurso jurídico hispánico tiene su origen en
el derecho romano y en el visigótico, y es poco probable que se someta «al
dictado de los seudotécnicos del “plain language”» (Lara, 2006: 20). Si las
lenguas no son estáticas, sino que van cambiando y adaptándose, ¿por qué dejar
estancado el lenguaje de un ámbito tan importante para la sociedad? ¿Por qué
aferrarse a una misma expresión tantos siglos después, ignorando que, como el
mismo Lara sostiene, «las tradiciones lingüísticas se van nutriendo de las
prácticas sociales de las sociedades» (Lara, 2006: 19)? ¿A quién puede convenir
este estancamiento? Definitivamente, no al ciudadano. Por lo tanto, al contrario
18
que Lara, quien considera que cualquier reforma «en busca de mayor claridad
y cercanía con los ciudadanos tiene que provenir del ámbito jurídico mismo, no
de una agencia externa» (Lara, 2006: 20), yo pienso que los mismos ciudadanos
deben tomar la iniciativa del cambio, si ésta no viene del gobierno, puesto que
ellos son los directamente afectados. Esto es justo lo que ocurre en países como
Inglaterra y Canadá, donde las recomendaciones para que el gobierno lance
iniciativas de simplificación del lenguaje en distintas agencias gubernamentales
surgen de las universidades y de las ONG.
No cabe duda de que si se evaluara la eficiencia de los lenguajes
legislativo y administrativo en México, se obtendrían resultados negativos.
Baste por ahora el siguiente ejemplo, tomado del Código civil del Distrito
Federal vigente para 2014, que establece una de las veinte causas de divorcio:
La declaración de ausencia legalmente hecha, o la de presunción de muerte, en
los casos de excepción en que no se necesita para que se haga esta que preceda
la declaración de ausencia.
El ciudadano se encuentra con textos densos, ampulosos, de párrafos
interminables y con formatos tramposos o intrincados, como los artículos de las
leyes, los machotes de los juicios, las llamadas «letras chiquitas» de los
contratos, etcétera. En el ejemplo anterior, es notoria una redacción confusa e
inútilmente complicada que impide la transmisión del mensaje. Al tratar de
convertirlo a lenguaje llano aplicando ciertas operaciones sintácticas que
explicaré más adelante, tuve que recurrir a la interpretación, debido a que el
mensaje original es ininteligible:
19
[Una de las causas de divorcio es] La declaración legal de ausencia o de
sospecha de muerte. Ya no será necesaria la declaración si la muerte es anterior.
Actualizar este tipo de discursos, despojarlos de muletillas, de palabras
rimbombantes, arcaísmos o latinismos, del abuso de ciertas estructuras
sintácticas y de tecnicismos innecesarios redundaría en una adecuada y
transparente comunicación entre gobierno y ciudadanos, congruente con las
necesidades de la sociedad actual, aunque como ya vimos, Erasmo opinaba lo
mismo, como lo haría después Cervantes y muchos otros autores. De ningún
modo considero que esta actualización atente contra la pluralidad de géneros
discursivos, como sostiene Lara, ya que, lejos de someterlos, se les transforma
para hacerlos comprensibles, accesibles al ciudadano y, en consecuencia, útiles.
Otro aspecto relativo a la función del gobierno en cuanto al lenguaje llano
es su responsabilidad como proveedor de la educación para el pueblo. En
opinión de Lara, la llaneza en el lenguaje es un valor que debe estar al alcance
de toda la sociedad, y es deber del maestro inculcarlo desde abajo, desde las
escuelas, para que los «usurpadores de la cultura» o expertos en lenguaje llano
no cobren por hacerlo desde arriba (Lara, 2006: 20). Efectivamente, en un
escenario
ideal,
el
gobierno
asumiría
este
tipo
de
iniciativas
y
responsabilidades, y se haría cargo de la educación de los ciudadanos para que
no hubiera niveles pobres de alfabetización o de comprensión lectora, pero
como en los hechos esta justicia social no se aplica y, por lo tanto, existen y
existirán personas con dichas carencias, la intervención del lenguaje llano puede
ayudar a que esas personas comprendan bien los mensajes para ser capaces de
cumplir con sus obligaciones y ejercer sus derechos como ciudadanos, a pesar
de las limitantes causadas por el rezago educativo.
20
El gobierno no se encarga de integrar el lenguaje llano en el estudio
formal de la lengua desde los niveles básicos. Al contrario, los profesores —
incluso de universidad— enseñan a repetir los esquemas del lenguaje oscuro, a
asimilar los vicios de este tipo de expresión. En consecuencia, las generaciones
crecen e ingresan al mundo laboral con la idea de que expresarse con un
lenguaje rebuscado es lo apropiado. Si el gobierno no impulsa una enseñanza
de la lengua enfocada a la precisión, la concisión, la llaneza y la clara
organización de las ideas, resulta oportuno que de la sociedad —y sobre todo
de quienes trabajan con la lengua— surja la iniciativa de limpiar las viejas
estructuras, de pugnar por el uso de un lenguaje claro en las instituciones y
presionar para que el gobierno proporcione ese enfoque a la enseñanza de la
lengua en todos los niveles de educación. Con el tiempo, estos esfuerzos
redundarían en que, por un lado, ya no se necesitarían expertos para traducir
documentos o para capacitar funcionarios, sino que con esa capacitación se
habría logrado que ellos practicaran la autocorrección y fueran conscientes de
su lenguaje, y por otro, en que las nuevas generaciones egresarían de las
escuelas con la llaneza en la expresión escrita como un valor asimilado. En
España, por ejemplo, se pretende educar a la población desde la primaria para
que aprenda una forma clara de comunicarse. En ese país, el lenguaje llano más
que «una campaña de simplificación y reformulación de documentos», se
considera un elemento crucial para crear un «estilo de retórica» para las lenguas
que se hablan en España (castellano, catalán, gaélico y vasco), por lo que se han
hecho campañas para que forme parte del plan de estudios de la educación
primaria, media superior y superior. «No ha habido grandes proyectos
destinados a corregir la expresión escrita [de documentos gubernamentales]; la
mayoría de las campañas se ha enfocado en instruir a la población sobre cómo
escribir en lenguaje llano» (Gelpi, 2006: 24).
21
En México evidentemente no había un interés genuino de transformar la
comunicación entre gobierno y sociedad, pues la iniciativa que comenzó en el
sexenio foxista no continuó. Si realmente el lenguaje llano fuera una
herramienta del sistema económico neoliberal que responde a intereses
empresariales y comerciales, lo lógico sería que el gobierno que se
autorreconocía como “de empresarios, por los empresarios y para los
empresarios” (Fox, 2001: 3) lo hubiera implementado efectivamente y se
hubiera servido de él para lograr sus fines. Considero que el lenguaje llano se
utilizó sólo como parte de la campaña publicitaria de un gobierno que
pregonaba transparencia, en contraposición con el partido que dejaba en ese
momento Los Pinos.
Para que las políticas del capitalismo más salvaje puedan ponerse en
práctica, es necesaria una sociedad desinformada; en consecuencia, una
comunicación transparente por parte del gobierno estorbaría a estos intereses.
Entonces, ¿es de verdad el lenguaje llano —como señala Luis de la Peña
Martínez retomando al lingüista Norman Fairclough 5 — una «política del
lenguaje
que
corresponde
a
intereses
empresariales,
nacionales
e
internacionales, que guían la economía neoliberal en la era de la globalización
y que determinan, como una forma de control ideológico, las variedades
discursivas, los discursos, y los estilos dominantes» (De la Peña Martínez, 2009:
69)? ¿Por qué no darle vuelta a la moneda y promover la otra cara: un enfoque
lingüístico del lenguaje llano, bien fundamentado y separado de intereses
tecnocráticos e ideológicos, que conduzca a una expresión clara y apropiada
para cada contexto?
5
Lingüista británico, autor de Métodos de análisis crítico del discurso (2003).
22
EL LENGUAJE LLANO EN EL TEXTO LITERARIO
Como ya se dijo, es posible aplicar una o varias de las diferentes técnicas del
lenguaje llano a cualquier tipo de texto. Podría pensarse que esta expresión
escrita simplificada y accesible para el lector al que va dirigida es la antítesis
del texto literario; sin embargo, si se eligen las técnicas adecuadas y se excluyen
o matizan las que no convienen a la función estética, se obtendrán grandes
beneficios al intensificar y hacer más efectivo el lenguaje literario.
Para comprobar lo anterior, he rastreado las opiniones de grandes autores
respecto de la llaneza y la concisión que debe tener el lenguaje literario, lo que
me ha llevado hasta Miguel de Cervantes, quien en la segunda parte de El
ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1615), se burlaba de la retórica
en boga y proponía expresarse «a lo llano, a lo liso, a lo no intricado» (2004:
1088). En el prólogo a la primera, ya había recomendado la concisión para que
las ideas cobren fuerza:
procurar que a la llana, con palabras significantes, honestas y bien colocadas,
salga vuestra oración y periodo sonoro y festivo, pintando en todo lo que
alcanzáredes y fuere posible vuestra intención, dando a entender vuestros
conceptos sin intrincarlos y escurecerlos (2004: 13).
Hacer efectivo el lenguaje literario significa conseguir que provoque un
efecto en el lector. Todos los recursos que el autor emplee deben ir encaminados
al logro de ese objetivo. Un autor barroco, por ejemplo, perdería riqueza
expresiva si simplificara sus textos porque su estética se basa en la complejidad
de la forma y en la acumulación, características que dotan a los textos de una
facultad evocadora y sensorial. Lo mismo sucede con autores que sin estar
23
insertados en el periodo barroco abordan temas que exigen un lenguaje
acumulativo, como es el caso de José Eustasio Rivera, quien recurre a un
virtuoso lenguaje barroco para describir la selva amazónica en La vorágine
(1924). Una escritura llana no hubiera causado el mismo efecto de plasticidad
envolvente, pues la selva es intrincada, exuberante y compleja.
Un lenguaje recargado siempre debe obedecer a necesidades expresivas,
ya que si es gratuito o accidental despoja al texto de intensidad, verosimilitud y
claridad. Si nuestro tema no exige un lenguaje complejo, lo mejor siempre será
seguir el consejo de Cervantes: «Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda
afectación es mala» (2004: 754), así como tener presente que aquellos que
equivocadamente recurren a construcciones perifrásticas, nominalizaciones o
formas complicadas para decir algo sencillo evidencian un afán de ostentación,
como si por medio de la forma quisieran darle valor a un fondo que no tiene el
suficiente.
La sencillez y la brevedad no están peleadas con el arte; al contrario, se
hallan vinculadas a la expresión poética, como lo manifiesta Antonio Machado
a través de su alter ego, Juan de Mairena, en su clase de retórica y poética,
cuando el profesor apócrifo le indica a un alumno que convierta a lenguaje
poético la siguiente frase: «Los eventos consuetudinarios que acontecen en la
rúa». El estudiante, después de meditar, escribe: «Lo que pasa en la calle».
Mairena considera que «no está mal» (Machado, 1981: 65).
Escritores como Hemingway, Azorín, Rulfo y Monterroso, cuyas obras
son ejemplos de llaneza literaria, eliminaron de ellas lo que hoy el lenguaje llano
denomina como información cero. El primero afirmaba que «la virtud más
esencial de un buen escritor es un detector natural, a prueba de golpes, para
detectar la mierda. Ése es el radar del escritor y todos los grandes lo han tenido»
(Hemingway, 2006: 159). Para Azorín, un buen estilo es aquel que lleva al
24
lector directamente a la idea, sin distraerlo con las palabras; considera que la
cualidad más importante del estilo es la claridad, y el peor defecto, «la
hinchazón» (Azorín, 1957: 43). El autor jalisciense fue muy riguroso al
sintetizar su extenso manuscrito de Pedro Páramo y convertirlo en el ejemplo
de concisión que hoy conocemos. En una entrevista, revela que originalmente
tenía muchas divagaciones y «explicaciones aberrantes». Cuando modificó la
estructura y suprimió todo eso: «hice de Pedro Páramo 150 páginas tomando
en cuenta al lector como coautor» (Rulfo, 1983: 1). En una conferencia de 1975,
Rulfo recuerda a su amigo y maestro Efrén Hernández, el autor del célebre
cuento «Tachas», y afirma: «Él tenía unas tijeras podadoras enormes, y quitaba
y ponía, y decía dónde estaban bien las cosas, dónde no» (Celorio, 2001: 51).
La aparente simplicidad de las obras literarias que emplean un lenguaje
llano está muy lejos de ser fácil de lograr; requiere un arduo trabajo con el
lenguaje y un minucioso proceso de selección. Ningún elemento presente en
una obra de arte debe ser superfluo, como lo advierte Vicente Huidobro en «Arte
poética» al afirmar que «el adjetivo, cuando no da vida, mata» (1994: 19).
Toda la creatividad que en lenguaje llano se emplea para producir textos
visualmente atractivos, con esquemas, tablas y gráficas, en la literatura se
destina a lograr un tratamiento artístico del tema, por lo que las
recomendaciones concernientes al formato quedan excluidas en este contexto.
En el lenguaje literario es necesario evitar la pobreza léxica y de registro, así
como la sintáctica, es decir, la repetición constante de una misma fórmula,
muletilla, palabra o estructura gramatical. Por lo tanto, los consejos del lenguaje
llano, como evitar el hipérbaton y la voz pasiva, no pueden aplicarse con el
mismo criterio que en un texto administrativo o legal.
Un ensayo, por tratarse de un texto expositivo-argumentativo, tiene como
principal objetivo exponer y desarrollar una o varias ideas, por lo que, si bien
25
debe presentar un cuidado del estilo y poseer riqueza léxica y sintáctica, la
concisión será una cualidad esencial para transmitir el mensaje con éxito al
lector, sin obligarlo a releer. En este sentido, evitar el abuso de oraciones
subordinadas, nominalizaciones y perífrasis verbales, repeticiones e
información innecesarias puede mejorar el texto haciéndolo más conciso y
accesible e incluso embelleciendo su estilo, si partimos de las afirmaciones de
los autores mencionados.
En conclusión, al aplicar las estrategias del lenguaje llano en un contexto
literario, no se busca la simplificación, sino el aumento en la intensidad de los
textos para provocar un impacto en el lector, lo que se consigue despojando al
texto de lo que le sobra y manteniendo siempre en mente que fondo es forma.
26
LA TÉCNICA DEL LENGUAJE LLANO
Planificar
Quien se enfrenta a la tarea de escribir un documento, por lo general también
enfrenta presiones de tiempo; en consecuencia, prefiere no demorarse en la
planificación. Esto es un error. Planificar nuestros textos agiliza el proceso de
escritura. Antes de comenzar, es muy útil calcular la dimensión del proceso (no
tomará el mismo tiempo redactar una carta que un reglamento), para evitar la
frustración y el bloqueo.
Hay cuatro pasos esenciales para planear la escritura de un documento:
1) Definir el propósito
2) Pensar en el lector
3) Generar ideas
4) Organizar ideas
1) Definir el propósito
Responder a las siguientes preguntas nos ayudará a decidir la estructura del
texto y reducirá los tachones sobre la marcha:
 ¿Cuál es la intención del documento?
Si el objetivo está identificado, no nos perderemos en digresiones.
 ¿Qué debe hacer el lector con esa información?
Tener claro qué acciones se espera que emprenda el lector con la información
proporcionada nos ayuda a responder la siguiente pregunta:
 ¿Qué temas se debe abordar?
27
Es útil elaborar una lista con los temas en desorden y luego tachar los
innecesarios, los que no tienen que ver con el objetivo del documento.
2) Pensar en el lector
Dentro de la técnica del lenguaje llano, el enfoque al lector es la herramienta
más importante. Ponernos «en los zapatos» de quien lee nos permitirá
transmitirle el mensaje de manera más efectiva.
Para conocer al lector, debemos empezar por analizarlo:
 ¿Quién es?
 ¿Qué características tiene? (edad, escolaridad, profesión, región)
 ¿Qué información necesita?
 ¿Qué ya sabe y qué no sobre el tema?
 ¿Qué tan familiarizado está con nuestra terminología?
Saber las respuestas a estas preguntas nos servirá para decidir qué
información incluir y cuál discriminar, así como para determinar el tono y el
lenguaje que utilizaremos.
3) Generar ideas
Enfrentarse a la hoja en blanco es motivo de estrés para muchos. Esto se
debe a la pretensión de escribir el texto perfecto y definitivo «a la primera». Ni
el más hábil escritor hace eso. La página vacía dejará de ser un obstáculo si
empezamos escribiendo todas nuestras ideas sobre el tema, sin preocuparnos
por la redacción ni el orden de importancia. Afirma Daniel Cassany:
Escribir no es una habilidad espontánea como conversar. El escritor no redacta
los textos a chorro, sino que los construye con trabajo y oficio: reflexiona sobre
la situación de comunicación, apunta ideas, hace esquemas, redacta borradores,
28
repasa pruebas. Mientras realiza operaciones, relee, corrige y reformula
repetidamente lo que está escribiendo (Cassany, 2000: 19).
Algunas personas prefieren elaborar esquemas o mapas mentales, otras
trabajan mejor con lluvias de ideas o borradores. Lo importante de este paso es
que al escribir sin presiones, todo será más fluido porque sabemos que nadie
más verá nuestra preescritura.
4) Organizar ideas
Tanto en su sentido etimológico (de la palabra órgano, instrumento), que tiene
el sentido de emplear una herramienta para producir una unidad útil, como en
su significado actual (establecer o reformar algo para lograr un fin; poner algo
en orden), la palabra organizar implica darle utilidad a algo. En este caso, al
ordenar las ideas que hemos generado, se convertirán en útiles herramientas que
desarrollaremos con mayor eficiencia en la siguiente fase (escritura) para lograr
un texto cohesionado.
Consideremos este paso una transición entre la preescritura y la escritura,
ya que si bien aún no desarrollaremos ninguna idea, sí daremos un poco de
estructura al material previamente reunido, para lo cual manipularemos y
ampliaremos lo ya escrito, de acuerdo con las necesidades de nuestro texto y
con la manera en que hayamos trabajado el paso anterior. Si en el paso 3
(generar ideas) hicimos sólo una lluvia de ideas o una lista de frases, en este
paso podemos agruparlas por temas o hacer un esquema para subdividir la
información en categorías y distinguir las relaciones entre ellas. Elaborar un
esquema nos ayuda a identificar las ideas principales y a seleccionar y
discriminar el resto. En cambio, si en el paso 3 se elaboró ya una especie de
borrador o esbozo, aunque con un orden espontáneo y arbitrario, en este paso
29
se debe organizar esa información dentro de la estructura básica: introducción,
desarrollo y conclusión.
Habrá quien no necesite pasar por la elaboración del esquema, y a partir
de la lluvia de ideas inicial, genere en este paso frases o periodos y decida su
orden secuencial; otros habrán comenzado con un mapa o esquema y de ahí
pasarán directamente al esbozo y algunos necesitarán recorrer paso por paso,
empezando por una lista de palabras e ideas, después un esquema y por último
el borrador bien estructurado, antes de comenzar la escritura. Esto depende de
la práctica que se tenga en redactar, así como del dominio del tema.
De acuerdo con María Teresa Serafini, la mejor manera de concluir la
primera fase (preescritura) es con un esbozo ya organizado, pues aunque
«parezca una tarea larga y fatigosa», si se lleva a cabo este paso de transición
«el trabajo de redacción se hace, de verdad, mucho más fácil» (Serafini, 1997:
58), y podremos comprobarlo en la siguiente fase, donde desarrollaremos cada
idea.
30
Escribir
En esta etapa del proceso, se recomienda concentrarse en el desarrollo de las
ideas, sin preocuparse por redactar de manera impecable. La corrección vendrá
al final. La preescritura está hecha; el texto, planeado. Ahora empieza la
escritura. Las ideas ya ordenadas en el esbozo serán «definidas, desarrolladas y
ejemplificadas» (Serafini, 1997: 61), siguiendo la estructura de introducción,
desarrollo y conclusión.
Introducción
La introducción puede indicar el tipo de documento, su objetivo, la información
que se encontrará en él y la forma en que está organizado. También puede
presentar el tema, proporcionar el contexto o señalar los alcances y limitaciones.
Desarrollo
En el desarrollo se presenta el contenido organizado en párrafos no muy
extensos. El orden de las ideas es esencial para que el texto tenga cohesión y
coherencia. Éstas pueden estar presentadas en orden ascendente (de lo menos a
lo más relevante) o descendente (de lo más a lo menos relevante). En cualquier
caso hay que comprobar que al terminar cada párrafo, el lector sepa lo necesario
para entender el siguiente.
Conclusión
En la conclusión, dependiendo del tipo de texto, se puede parafrasear o
reformular las ideas centrales y agregar un ejemplo o una precisión, o
puntualizar más sobre algún aspecto; también se puede indicar los alcances y
las limitaciones del texto si no se hizo en la introducción.
31
A continuación se ofrece una serie de técnicas para redactar en lenguaje llano.
Entendamos como técnica (palabra derivada del griego tekhne, arte), el
«conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte»
(Real Academia Española, 2001). De ningún modo se trata de reglas rígidas y
no se aplican por igual en todos los casos, de ahí la importancia de tener siempre
en cuenta el contexto, como se dijo antes.
Las diferentes técnicas están enfocadas a cada aspecto del texto, por lo
que se presentan divididas en tres grupos: léxico y sintáctico, semántico y
formato.
Nivel léxico y sintáctico (sencillez y claridad)
 Palabras sencillas y complicadas
El tipo de lector al que nos dirigimos y las circunstancias en que escribimos son
determinantes para decidir qué grado de formalidad y de especialización
emplearemos en nuestro lenguaje. Utilizar términos complicados no parecerá
más culto ni elegante; en cambio, las palabras sencillas facilitarán la
comprensión del texto. La Comisión de Seguridad e Intercambio de Estados
Unidos, en su manual A Plain English Handbook, recomienda elegir siempre el
sinónimo más simple. A causa de proposiciones como ésa es que los detractores
del lenguaje llano cuestionan la utilidad y la seriedad de la técnica, ya que tomar
ésta como una norma estricta podría producir textos injustificadamente simples,
que en determinados contextos resultarían inapropiados por su tono, que el
lector podría interpretar como coloquial o poco serio y, por lo tanto, poco
confiable.
No se trata de usar a ciegas la palabra más simple, sino de encontrar la
más sencilla de entre las palabras adecuadas y de evitar aquellas que oscurecen
32
el mensaje. A continuación se ofrece ejemplos de palabras ineficientes y su
traducción a términos más comprensibles:
× Tecnicismos innecesarios
Se procederá a diligenciar su Se va a tramitar su solicitud
solicitud
Llámeme si presenta émesis, cefalea Llámeme si tiene vómito, dolor de
o esputo
El
uso
cabeza o flemas
concomitante
del Combinar este medicamento con
medicamento puede inducir estatus otros puede causar pérdida parcial
de ausencia en pacientes con de conciencia en pacientes que ya
historia de crisis de tipo ausencia.
hayan presentado este tipo de crisis.
× Arcaísmos
Entrambos
Ambos
Empero
sin embargo
Correspondo a su atento escrito
Respondo a su escrito
Verbos en futuro de subjuntivo Verbos en pretérito de subjuntivo
(hubiere, constituyere, designare)
(hubiera, constituyera, designara)
× Neologismos innecesarios
Accesar
acceder
Aperturar
Abrir
Infraccionar
Multar
eficientar/eficientizar
hacer eficiente/agilizar
Probatura
Prueba
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Propagandizar
hacer propaganda/propagar/difundir
/publicitar
Recepcionar
Recibir
× Extranjerismos innecesarios y falsos cognados
Randomizar
distribuir al azar o aleatoriamente
Presumir
suponer
Realizar
darse cuenta
Pretender
Fingir
Actualmente
en realidad
Customizar
personalizar
× Nominalizaciones
presentar una propuesta
proponer
poner de manifiesto
manifestar
tener el requerimiento
requerir
realizar una investigación
investigar
hacer de su conocimiento
informar
dar aviso
Avisar
hacer una petición
pedir/solicitar
dar atención
Atender
dar trámite
tramitar
hacer responsable
responsabilizar
hacer alusión
Aludir
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× Exceso de adverbios terminados en «mente»
Primeramente
primero
Frecuentemente
frecuente
Consecuentemente
en consecuencia
× Verbos en futuro para indicar al lector lo que debe hacer
Se deberán adjuntar los documentos Adjunte los documentos
Se presentará en la fecha señalada
Preséntese en la fecha señalada
 Palabras precisas y ambiguas
Escribir con palabras precisas evita que al lector le queden dudas y tenga que
solicitar aclaraciones, lo que significa ahorro de tiempo y recursos. Por el
contrario, expresarse de forma ambigua crea confusión y provoca que el lector
tenga que interpretar y quede insatisfecho con la comunicación.
Ejemplo con palabras ambiguas
Los desafortunados eventos ocurridos en algunos estados en años anteriores
causaron incalculables estragos.
Ejemplo con palabras precisas
Las inundaciones en Tabasco y Chiapas en 2007 causaron pérdidas por 700
millones de dólares y afectaron a unos 400 mil habitantes.
 Palabras positivas y negativas
Las frases escritas en positivo son más cortas, más fáciles de entender y
recordar, y más amables.
35
Ejemplos con palabras negativas:
1) No se permitirá la entrada a los alumnos que no porten el uniforme
completo.
2) Por favor no solicite revisión de examen, a menos que esté seguro de que no
se le evaluó de manera correcta.
Ejemplos con palabras positivas:
1) Sólo se permitirá la entrada a los alumnos que porten el uniforme
completo.
2) Por favor, solicite revisión de examen sólo si está seguro de que se le evaluó
de manera incorrecta.
 Uso del gerundio
El gerundio es un verboide que suele expresar acciones simultáneas al
conectarse con el verbo principal de la oración. Es incorrecto utilizarlo para
indicar acciones muy posteriores o como adjetivo. El mal uso del gerundio
puede producir absurdos y confundir al lector.
Ejemplo con gerundio mal usado:
Gógol quemó la segunda parte de su novela, muriendo diez días después.
Redacción correcta:
Gógol quemó la segunda parte de su novela y murió diez días después.
Ejemplo con gerundio usado correctamente:
El abogado salió de la habitación murmurando.
36
 Orden sintáctico
La sintaxis (orden de las palabras) básica del español es SUJETO + VERBO +
COMPLEMENTOS. A cada uno de esos componentes de la oración le
llamamos sintagma. A fin de que el texto no resulte monótono para el lector, es
útil variar la sintaxis. Sin embargo, en lenguaje llano se recomienda limitar esta
práctica cuando el hipérbaton (desplazamiento de sintagmas) complica la idea
o relega la información importante.
Ejemplo:
Cuando se ingresa como alumno a los niveles medio superior y superior, los
alumnos deberán contar con los conocimientos y habilidades suficientes para
poder desarrollarse adecuadamente en éstos.
En el ejemplo anterior, el sintagma subrayado es un complemento. Si
modificamos su estructura para respetar la básica (S + V + C), el mensaje será
mucho más claro:
Los alumnos que ingresan a los niveles medio superior y superior deben contar
con los conocimientos y habilidades suficientes para desarrollarse
adecuadamente.
Mantener juntos el sujeto y el verbo evitando oraciones largas y encadenadas
—siempre
que
sea
posible—
impide
confusiones
producidas
por
inconcordancias de género y número, que suceden cuando el escritor pierde el
sujeto enredándose en oraciones subordinadas. Esta técnica también da fuerza
a los mensajes y propicia que se afiancen en la memoria del lector.
37
Ejemplo con el sujeto y el verbo separados:
Los directivos en cumplimiento con la normatividad vigente deberán aplicar
semestralmente una evaluación a la plantilla docente y reportar los resultados
a la supervisión en tiempo y forma.
Ejemplo con el sujeto y el verbo unidos:
Los directivos deben aplicar cada semestre una evaluación al personal docente
y reportar los resultados a la supervisión para cumplir con las normas vigentes.
Hemos visto la utilidad de respetar la sintaxis básica. No obstante, a pesar de
que en lenguaje llano se suele aconsejar no utilizar el hipérbaton, considero que
desplazar un complemento en ocasiones puede ayudar a llamar la atención del
lector hacia lo más relevante del mensaje.
Ejemplo:
Para tramitar actas de nacimiento foráneas, diríjase a la ventanilla 3.
En este caso, el hipérbaton ayuda al interesado a identificar rápidamente que
ésa es la información que necesita, y enseguida descubre la acción que debe
emprender. Si la oración tuviera la sintaxis básica, el lector recibiría primero
una indicación que aún no sabe si le sirve.
Si bien varios manuales estadounidenses de lenguaje llano, así como los
de la Secretaría de la Función Pública, insisten en que se debe poner siempre lo
más importante al principio para dar mayor fuerza al mensaje, resulta curioso
que las guías distribuidas por la Unión Europea entre sus funcionarios sostengan
que la información principal debe ir al final de la oración, ya que es lo que el
lector retiene en su mente. Sin duda, para decidir el orden sintáctico de nuestras
38
oraciones, lo más recomendable es aplicar el criterio: tener en cuenta el objetivo
del texto y el tipo de lector al que va dirigido, así como identificar la idea más
importante para colocarla donde el lector pueda percibirla más fácilmente para
satisfacer sus necesidades de información. Por ejemplo, no es correcto ocultar
la idea principal en medio de la oración:
Con base en lo acordado en la reunión de vecinos que se llevó a cabo el pasado
día catorce del presente, la cuota de mantenimiento se cubrirá los primeros
cinco días de cada mes, a partir del próximo mes de enero.
Es evidente que la oración subrayada es la idea principal que el autor del texto
quiere comunicar; sin embargo, al encerrarla entre dos complementos dificulta
su rápida localización y la transmisión del mensaje se hace ineficiente. Para
lograr el impacto del mensaje respecto del que no se ponen de acuerdo
americanos y europeos, es necesario —como ya se dijo— ponerse en los zapatos
de quien lee. No sólo nosotros tenemos prisa al redactar un documento,
seguramente nuestro lector también la tendrá cuando busque lo que necesita en
el texto; por lo tanto, seamos conscientes de que es probable que el lector no
llegue al final del documento, sino que al no encontrar la información
importante al principio, comience a leer entre líneas o a saltar de párrafo en
párrafo buscando palabras o encabezados que, como focos rojos, llamen su
atención hacia el objeto de su búsqueda.
En el ejemplo anterior, aplicando el criterio y un poco de sicología,
podemos decidir que lo correcto es empezar con la idea más importante, ya que
es probable que el lector no tenga interés o tiempo de leer los detalles:
39
La cuota de mantenimiento se cubrirá los primeros cinco días de cada mes a
partir de enero, según lo acordado en la reunión de vecinos del pasado día
catorce del presente.
Aún más llano:
Favor de cubrir la cuota de mantenimiento en los primeros cinco días de cada
mes a partir de enero, como se acordó en la pasada reunión de vecinos.
Lo subrayado puede omitirse si todos los vecinos saben que los acuerdos
siempre se toman en las reuniones.
 Construcciones paralelas
Un texto que respeta la estructura de sus construcciones agiliza la lectura y
facilita la comprensión. Cuando variamos la estructura en un mismo párrafo,
confundimos al lector y provocamos que pierda tiempo y atención tratando de
ordenar las ideas en su mente para descifrar el mensaje.
Ejemplo con estructura no unificada:
Llenar el pre-registro, una entrevista, la audición, seis fotografías tamaño
infantil, y aprobar la totalidad de los exámenes constituyen la primera etapa del
Proceso de Admisión.
Ejemplo con estructura unificada:
La primera etapa del proceso de admisión consiste en llenar el pre-registro,
entregar seis fotografías tamaño infantil, presentarse a una entrevista y a una
audición, y aprobar todos los exámenes.
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Nótese que en la primera versión, la enumeración de requisitos comienza con
un verbo en infinitivo (llenar) y un objeto directo (el pre-registro); los siguientes
tres elementos son sólo sustantivos (entrevista, audición y fotografías), y al final
se vuelve al verbo en infinitivo con un objeto directo. En cambio, en la versión
con estructura unificada, vemos que todos los elementos de la enumeración
cuentan con un verbo en infinitivo (llenar, entregar, presentarse y aprobar) y sus
respectivos objetos directos. En lenguaje llano, optaríamos por facilitar aún más
la lectura enlistando los requisitos:
Primera etapa del proceso de admisión:
- Pre-registro
- Seis fotografías tamaño infantil
- Entrevista
- Audición
- Exámenes (psicométrico y conocimientos generales)
 Voz activa y voz pasiva
La voz activa transmite mensajes más claros debido a que el sujeto es el que
realiza la acción; en cambio, la voz pasiva puede hacer lenta la lectura, producir
oraciones más largas y quitar fuerza al mensaje, pues el sujeto recibe la acción.
Ejemplos con voz pasiva:
1) El reglamento fue revisado y aprobado por los distintos consejos
académicos.
2) Los grupos vulnerables serán beneficiados con la aplicación de vacunas
contra la influenza.
41
Ejemplos con voz activa:
1) Los consejos académicos revisaron y aprobaron el reglamento.
2) Se aplicará vacunas contra la influenza a los grupos vulnerables.
Es importante mencionar que en español existe otro tipo de voz pasiva: la voz
pasiva refleja, que en ocasiones puede causar ambigüedad.
Ejemplos:
1) Se solicitan empleados.
2) Se vacunan perros.
En el primer ejemplo, el sujeto es «empleados», y en el segundo, «perros». Por
lo tanto, puede interpretarse que los empleados se solicitan a sí mismos y que
los perros se vacunan a ellos mismos.
Para evitar posibles confusiones, recomiendo utilizar el sujeto impersonal
activo:
1) Se solicita empleados.
2) Se vacuna perros.
Con esta estructura, el sujeto en ambos ejemplos es «se» y equivale a «alguien»
que realiza la acción, por lo que el verbo se escribe en singular, y no caben
interpretaciones erróneas. No obstante, debemos aplicar el criterio para decidir
en qué casos es necesario mencionar el sujeto y eliminar la ambigüedad del
pronombre «se».
42
 Perífrasis verbales
Una perífrasis verbal es una unidad sintáctica indisoluble compuesta por un
verbo auxiliar conjugado y un verboide (infinitivo, gerundio o participio). A
veces, puede interponerse algún nexo entre el auxiliar y el verboide. La
perífrasis constituye un solo núcleo del predicado. El verbo auxiliar modifica al
verbo auxiliado expresando un matiz de modo o de aspecto. Por ejemplo, no es
lo mismo «Tuve que comprar un nuevo celular porque el otro explotó», que
«Compré un nuevo celular porque el otro explotó». La perífrasis denota una
intención de obligación que el verbo solo no indica.
Las perífrasis verbales enriquecen y precisan el significado del verbo; sin
embargo, se ha abusado de ellas —no sólo en el habla coloquial— y se utilizan
aun cuando no es necesario matizar el verbo, porque sin su auxiliar expresa la
misma idea. Por ejemplo: «El total del cargo a su cuenta viene siendo de 4 mil
pesos» no necesita la perífrasis; es más claro con un solo verbo: «El total del
cargo a su cuenta es de 4 mil pesos».
Dado que el lenguaje llano busca la concisión del texto, se recomienda
usar construcciones perifrásticas sólo cuando aporten información relevante.
 Oraciones subordinadas
Una de las formas en que se establecen relaciones entre las oraciones es la
subordinación. Las oraciones subordinadas sustituyen un elemento de la oración
simple por una oración completa, que puede desempeñar la función de
sustantivo, adjetivo o adverbio.
Ejemplos:
1) Le envío los textos que ya revisamos.
2) El empleado que acaba de entrar firmó un contrato que estaba en blanco.
43
En lenguaje llano:
1) Le envío los textos revisados.
2) El nuevo empleado firmó un contrato en blanco.
El abuso de subordinación produce un encadenamiento de oraciones que resulta
complejo y puede alentar la lectura o —si está mal puntuado— producir
ambigüedades; por lo tanto, se recomienda reducir el uso de este tipo de
construcciones aplicando el criterio, para conseguir un texto ágil y claro.
Nivel semántico (enfoque)
 Información cero
En lenguaje llano llamamos información cero a las palabras, oraciones o
párrafos que no aportan información necesaria para que el texto cumpla con su
objetivo, que no tienen una función, no significan nada o simplemente sobran.
Dichos elementos innecesarios abultan el documento, hacen perder tiempo al
lector y lo distraen del mensaje fundamental.
Se considera información cero a los siguientes elementos:
- Información que el lector ya sabe
- Información que el lector no necesita saber
- Repeticiones innecesarias
- Pleonasmos
Ejemplo:
Formato de solicitud de beca
Nuestra institución, fundada en 1972 por la doctora en derecho Laura López,
con el apoyo de un grupo de abogadas de diferentes especialidades y países,
con el propósito de promover los estudios jurídicos de posgrado a las mujeres
44
que carecen de recursos para llevarlos a cabo, ofrece tres becas para abogadas
comprometidas en su ámbito e interesadas en desarrollar un proyecto en las
siguientes áreas: derecho penal, mercantil, civil y laboral. Para solicitar la beca,
la interesada, quien deberá contar con una trayectoria prominente, deberá
enviar el presente formato debidamente requisitado a la dirección que se indica.
Analicemos el párrafo anterior:
- ¿Es necesario decir que la institución otorga becas en un documento para
solicitar una?
- ¿Es necesario mencionar la historia de la institución y el nombre de su
fundadora en un documento cuyo objetivo es solicitar a la interesada su
información personal para evaluar su candidatura?
- ¿Es necesario repetir al final que la interesada debe contar con una trayectoria
prominente si ya se dijo que las becas son para abogadas destacadas en su
ámbito?
Para identificar la información cero en nuestros documentos sólo tenemos que
volver a las dos claves generales de la técnica: contexto y lector. ¿Qué función
tiene mi documento? ¿Qué necesita y qué no necesita saber el lector? ¿Qué ya
sabe? Respondiendo a estas preguntas, encontraremos gran cantidad de “paja”
(lo prescindible, lo irrelevante) que cortar.
 El adjetivo
Un adjetivo bien utilizado revela información útil y acertada sobre el sustantivo.
Por el contrario, el exceso de adjetivación y el uso de adjetivos superfluos e
imprecisos debilitan al sustantivo o entorpecen la idea, y por lo tanto, se
consideran también información cero. Recordemos la máxima de Huidobro: «el
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adjetivo, cuando no da vida, mata» (1994: 19). Cuando se cree que una idea no
ha quedado clara, se tiende a recurrir a los adjetivos, se agrega uno y otro con
la intención de aclarar el sentido, pero se obtiene el resultado contrario.
La clave para no abusar de los adjetivos consiste en utilizar sustantivos
precisos y significativos; de esta manera, sólo tendremos que adjetivarlos
cuando realmente se necesite precisarlos más. Por ejemplo, ¿para qué
adjetivamos sustantivos como «penumbra» o «catástrofe», si ya son lo
suficientemente significativos y transmiten una idea clara? Decir «profunda
penumbra» o «enorme catástrofe» es convertir los adjetivos en información
cero, y empañar los sustantivos.
Formato
Una vez concluida la redacción de nuestro texto, podemos ocuparnos de darle
formato. Un mal diseño puede hacer que un documento bien escrito no logre
una comunicación eficiente. Un diseño pobre puede producir pereza al lector, y
uno demasiado vistoso, distracción. El lenguaje llano recomienda elegir uno
simple que sirva a los propósitos de comunicación para que la atención del
lector recaiga en el texto y no en el diseño.
Para producir un documento cómodo de leer, necesitamos en primer lugar
distinguir los niveles de jerarquía del texto: título general, títulos de capítulos,
de subcapítulos y de párrafos o ejemplos, y texto general. Es recomendable no
utilizar más de seis niveles de jerarquía para no complicar demasiado el
documento. Con los diferentes niveles ya identificados, podemos aprovechar
una serie de recursos para darle al texto un formato visualmente atractivo:
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 Encabezados. Ayudan al lector a encontrar rápidamente la información
que busca.
 Listas. Agilizan la lectura y restan densidad al texto. Para enlistar se
puede utilizar números, letras o viñetas.
 Tablas y esquemas. Al organizar la información de un modo sencillo y
atractivo, evitan grandes bloques de texto.
 Gráficas. Comunican la información cuantitativa y estadística de una
manera sencilla.
 Tipografía. El tamaño y la fuente son elementos importantes para la
legibilidad. No todas las fuentes sirven para el cuerpo del texto. Se
recomienda utilizar máximo dos tipos y dos tamaños de letra en un
documento.
No recomiendo usar bloques de mayúsculas ni de negritas para resaltar
información importante, ya que lejos de enfatizar la idea, dificulta su lectura y
comprensión debido a que las letras mayúsculas poseen las mismas dimensiones
de altura y anchura, a diferencia de un texto en mayúsculas y minúsculas.
Además de los recursos enlistados, existen diferentes opciones para
destacar pasajes de texto sin afectar la legibilidad, como itálicas y negritas —
no en bloque—, sangrías, subrayado y espacios en blanco.
Ejemplos:
En esta obra los títulos de los ejemplos se resaltan en cursivas y se ha utilizado
sangría izquierda y un punto menos en el tamaño de la letra para diferenciar los
ejemplos del texto general. Es importante unificar el método elegido dentro de
un documento; de lo contrario, distraeremos la atención del lector.
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EJEMPLO: EN ESTA OBRA LOS TÍTULOS DE LOS EJEMPLOS SE
RESALTAN EN CURSIVAS Y SE HA UTILIZADO SANGRÍA
IZQUIERDA Y UN PUNTO MENOS EN EL TAMAÑO DE LA LETRA
PARA DIFERENCIAR LOS EJEMPLOS, DEL TEXTO GENERAL. ES
IMPORTANTE UNIFICAR EL MÉTODO ELEGIDO DENTRO DE UN
DOCUMENTO,
DE
LO
CONTRARIO
DISTRAEREMOS
LA
ATENCIÓN DEL LECTOR.
En los ejemplos anteriores, observamos que en efecto las mayúsculas y las
negritas en bloque no ayudan al lector, sino que lastiman la vista e invitan a
esquivar el párrafo, mientras que el buen uso de cursivas y sangría ayuda a
diferenciar el ejemplo del texto general.
Se debe tomar en cuenta todos estos aspectos de formato al elaborar
manuales de estilo para empresas o al redactar directamente los documentos,
siempre considerando que el diseño no busca adornar, sino apoyar sin distraer.
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Corregir
Hemos pasado por las dos primeras fases del proceso de escritura: planear y
escribir. Ahora es tiempo de entrar en la tercera fase: corregir. En esta etapa se
revisa el texto en busca de errores o defectos para corregir o reformular, según
sea el caso.
Se debe revisar el texto para mejorarlo en su totalidad. No sólo se
corregirán «dedazos», faltas de ortografía, acentuación y puntuación, sino
también se profundizará en la revisión de la cohesión y la coherencia. Podemos
corregir los errores mediante el reordenamiento de frases y el uso de nexos o
frases conectoras.
Es recomendable leer dos veces: una en busca de errores de contenido o
fondo, y otra en busca de errores formales. Durante la relectura puede surgir
una nueva idea o la necesidad de reformular una ya plasmada, y al revisar la
estructura del documento podemos encontrar oportunidades para aplicar los
consejos que se explicaron en la etapa anterior.
Dejar descansar el texto —si el tiempo lo permite— puede ser de mucha
ayuda, dado que volveremos a él con una perspectiva un tanto alejada (como si
fuera un escrito ajeno), lo que nos permitirá ser más críticos y descubrir nuevos
errores o faltas y nuevas maneras de corregirlos.
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CONCLUSIONES
Desafío
Introducir en México el valor de la sencillez y la claridad en el lenguaje. En
nuestro país lo anterior no puede empezar desde abajo, como se procura en
España, porque los maestros de educación básica se encuentran limitados a
enseñar a sus alumnos a repetir los vicios del lenguaje tradicionalmente
rebuscado e ineficiente; sin embargo, tampoco puede venir de arriba, como en
Suecia, porque el gobierno mexicano decidió no continuar ni desarrollar la
iniciativa de comunicarse en lenguaje llano con los ciudadanos, y no muestra
interés en crear comisiones interdisciplinarias integradas por lingüistas y por
especialistas en derecho para la revisión, aprobación y reescritura de leyes,
como se hace en el país nórdico.
Propuesta
Corresponde a los estudiosos de la lengua promover el lenguaje llano desde una
posición intermedia con la finalidad de avanzar hacia arriba (capacitar a
funcionarios de dependencias de gobierno y a ejecutivos de empresas para que
implementen políticas de comunicación efectiva) y hacia abajo (capacitar a
maestros que inculquen el valor de la llaneza a los futuros ciudadanos). Es
indispensable que los funcionarios se convenzan de la necesidad de adoptar un
lenguaje claro y efectivo en la comunicación del gobierno con los ciudadanos.
En muchos países donde ahora se aplica el lenguaje llano en la comunicación
de la administración, fueron los funcionarios quienes promovieron o
presionaron para que comenzara el cambio, y posteriormente, el fenómeno se
extendió a bancos, empresas privadas y a la ciudadanía en general.
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Desafío
Despojar al lenguaje llano de la concepción que se le ha dado como instrumento
de estandarización de la lengua con fines de control económico, que considera
a los ciudadanos como clientes o potenciales consumidores.
Propuesta
La ideologización del lenguaje llano limita y empobrece un recurso que puede
utilizarse como herramienta útil para que las personas entiendan la información
que reciben de cualquier institución y puedan usarla eficazmente. Propongo un
lenguaje llano con una visión más amplia: no clientes ni ciudadanos, sino
lectores en general. Una orientación del discurso en función del destinatario. Se
trata de impulsar un lenguaje claro y conciso, adecuado a las necesidades de
cada contexto, que comunique sin ambigüedad y termine con lo
deliberadamente complejo.
Desafío
Impedir que intereses ajenos a la lengua alteren las normas lingüísticas
escudándose en que la simplificación del lenguaje facilita el uso de la
tecnología. En la década de los 90, la Unión Europea presionó al gobierno
español y a la Real Academia de la Lengua Española para que eliminara la letra
eñe y los signos de apertura de interrogación y admiración, y al francés para que
suprimiera la ce con cedilla, con objeto de estandarizar la comunicación por
medios electrónicos y así favorecer el libre comercio.
Propuesta
El lenguaje llano debe ser proyectado y promovido por especialistas en la
lengua y no por tecnólatras, tecnócratas o empresarios. En un mundo gobernado
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por la tecnología y dominado por la compulsión de la comunicación, la
información, el entretenimiento y el comercio, existe el riesgo de que la lengua
se subordine a todos estos factores, por lo que es necesario que quienes
trabajamos con el lenguaje entendamos su flexibilidad, pero no permitamos su
sometimiento, y promovamos su buen uso para cada uno de sus objetivos y en
cada uno de sus contextos. De igual forma, es fundamental que todo usuario de
la lengua aprenda a expresarse con sencillez y claridad, para que ésta siga su
curso natural de evolución como un valor cultural vivo.
52
SEGUNDA PARTE: PRÁCTICA
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RECOMENDACIONES BÁSICAS SOBRE GRAMÁTICA
En la presente obra se expone la técnica para redactar de forma clara y concisa,
con estructuras sencillas y léxico adecuado; no obstante, para obtener el
máximo provecho de estos consejos, es fundamental que el interesado cuente
con las nociones básicas de índole gramatical a fin de que sea capaz de
comprender los conceptos a los que se alude constantemente. Aquí se
proporcionan dichos conocimientos básicos.
 Categorías gramaticales
Las frases están hechas de palabras, y cada palabra posee una categoría
gramatical. Existen ocho categorías:
1) Sustantivos. Palabras que designan a las personas, animales, objetos o
conceptos, y que admiten un artículo antepuesto.
2) Adjetivos. Palabras que modifican al sustantivo, agregan información sobre
él.
a) Especificativo (tela negra)
b) Explicativo o epíteto
(negra tela)
c) Posesivos (mi, tu, su, nuestro
d) Demostrativos (este, ese, aquel,
[a])
etc.)
e) Numerales (uno, dos, tres)
f) Gentilicios (francés, chino)
g) Definidos (el, la, los, las)
h) Indefinidos (un, una, unos, unas)
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3) Adverbios. Modifican al adjetivo, al verbo o a otro adverbio.
a) Afirmación (sí)
b) Negación (no)
c) Tiempo (hoy, ayer, mañana, d) Cantidad (más, menos, muy,
siempre, nunca)
mucho, etc.)
e) Modo (fácilmente, alegremente, f) Lugar (aquí, allá, ahí, detrás, etc.)
rápidamente, lentamente, etc.)
g) Duda (tal vez, quizá, etc.)
4) Pronombres. Palabras que sustituyen al sustantivo.
a) Personales (yo, tú, él, nosotros, b) Posesivos (mí, mío, tuyo, suyo,
ustedes, ellos)
nuestro)
c) Relativos (quien, que, cual, d) Indefinidos (algo, alguien, nada,
cuales, cuyo)
nadie)
e) Reflexivos (se, nos ,te)
f) Demostrativos (éste, ésa, aquél)
5) Verbos. Son los núcleos de un predicado que generalmente expresan la
acción (o cualidad) que realiza o recibe el sujeto. Siempre concuerdan en
persona y número con el núcleo del sujeto. Los verbos copulativos funcionan
como nexos (por ejemplo, Juan es médico, María está enferma, el chocolate
parece malo, chair significa silla).
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6) Conjunciones. Partículas que unen oraciones o palabras.
a) Condicional (si)
b) Copulativa (y, e, ni)
c) Disyuntiva (o, u)
d) Adversativas (pero, mas, sin embargo)
e) Causales (así que, por lo tanto)
7) Preposiciones. Partículas que agregan significación a las palabras que
preceden.
a
ante
bajo con contra de desde
hacia hasta para por según sin
so
en
entre
sobre tras
8) Interjecciones. Partículas o palabras que expresan emociones o reacciones.
ah ay eh oh uf uy ojalá
¡Dios mío! ¡bravo! ¡caramba! ¡demonios!
 Funciones gramaticales
Esta clasificación corresponde a la función que desempeñan las palabras en un
sintagma (grupo de palabras con una función específica dentro de una oración),
y no a su categoría semántica (de significado), como la lista anterior.
Existen tres funciones básicas:
1) Núcleos. Son las palabras más importantes de un sintagma.
La revista mensual que publica nuestra asociación cumplirá diez años.
2) Modificadores. Modifican (agregan información) a los núcleos.
La revista mensual que publica nuestra asociación cumplirá diez años.
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3) Nexos. Unen palabras, sintagmas u oraciones.
La revista mensual que publica nuestra asociación cumplirá diez años.
 Verboides
Los verboides son formas no personales del verbo. Esto quiere decir que no se
refieren a la persona que realiza la acción debido a que no están conjugados.
Existen tres tipos de verboides:
1) Infinitivo (terminaciones ar, er, ir): escribir, corregir.
2) Gerundio (terminaciones ando, iendo): escribiendo, corrigiendo.
3) Participio (terminaciones ado, ido, to, so, cho): escrito, corregido.
 Estructura de la frase
En español, la estructura básica de la frase consiste en SUJETO + VERBO
PRINCIPAL + COMPLEMENTOS.
Cuando redactamos una idea respetando esta estructura, no utilizamos
puntuación, sin importar si es una oración simple o compuesta:
1) El texto es claro.
S V C
2) El texto que redactamos en lenguaje llano tiene una estructura sencilla y
S
V
C
un lenguaje accesible.
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EJERCICIOS
Introducción
En este apartado se ofrece una serie de ejercicios para aplicar la técnica
aprendida convirtiendo o traduciendo textos inútilmente complejos a lenguaje
llano. Al final se muestra las soluciones para que el lector coteje sus ejercicios
y se autoevalúe. Los ejercicios contemplan los tres grandes niveles de la lengua:
léxico, sintáctico y semántico.
Nivel léxico
Palabras simples y complicadas
En los siguientes párrafos, elimina o sustituye tecnicismos, neologismos y
extranjerismos
innecesarios,
así
como
arcaísmos,
falsos
cognados,
nominalizaciones, exceso de adverbios terminados en «mente», adjetivos
superfluos y verbos en futuro que indiquen al lector lo que debe hacer.
1) Para dar proceso a su solicitud el cliente deberá presentar primeramente su
estado de cuenta como probatura de su buen historial crediticio.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
2) Una vez que hubieren transcurrido veinte días sin que se haya efectuado la
devolución del artículo inmediatamente se presumirá que el usuario incurrió en
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incumplimiento intencional y se procederá a aplicar la sanción que corresponda.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
Palabras precisas y ambiguas
En las siguientes oraciones, sustituye las palabras ambiguas por palabras que
brinden la información necesaria y que aludan a datos específicos.
1) Los problemas detectados hace tiempo se solucionarán si todos colaboramos
oportunamente.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
2) Algunos elementos de la reciente disposición tendrán efectos negativos a
largo plazo.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
Palabras positivas y negativas
En las siguientes oraciones, cambia las palabras negativas por positivas.
1) No utilice el producto si no ha leído el instructivo.
_______________________________________________________________
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2) Nuestra empresa no hace mal uso de sus datos personales.
_______________________________________________________________
Mal uso del gerundio
Corrige los gerundios mal usados en las siguientes oraciones.
1) Leyendo el periódico nos enteramos de que se aprobó una ley previniendo el
plagio de obras intelectuales.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
2) Comenzó la presentación del libro, sentándose todos los asistentes.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
Repaso general del nivel léxico
El siguiente párrafo contiene varios errores del nivel léxico. Localízalos y
reformula el mensaje.
Ninguna inhumación o cremación se hará sin autorización escrita dada por el
juez del registro civil, quien se asegurará suficientemente del fallecimiento, con
certificado expedido por médico legalmente autorizado. No procediendo al
asunto sino hasta después de que hubieren transcurrido veinticuatro horas
60
del fallecimiento, excepto en los casos en que se emita una orden que dicte otra
cosa por la autoridad que corresponda.
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
Nivel sintáctico
En los siguientes párrafos, localiza y corrige el exceso de voz pasiva, oraciones
subordinadas y perífrasis verbales. Cuida que las ideas más importantes estén
al principio, que los verbos se encuentren junto al sujeto que les corresponde y
que las construcciones sean paralelas.
1) La empresa, de conformidad con los términos que se estipulan en el contrato,
mantiene todo derecho y título sobre el servicio y sobre todos los productos que
son propiedad de la empresa, y que son facilitados a usted o utilizados por usted
a través del servicio.
2) El estudiante interesado en realizar su servicio social debe entregar su carta
de aceptación en la coordinación, presentarse con su futuro jefe y su historial
académico con los créditos que se necesitan para emitir la liberación del servicio
social.
3) Terminado el plazo que se estipula en el reglamento, los vehículos que no
son útiles para el instituto serán ofrecidos en venta, en las condiciones en las
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que se encuentran, por lo que no se extenderá garantía alguna, ni se responderá
por defectos o falta de componentes que dichos bienes pudieran presentar.
Nivel semántico
Información cero
Elimina la información cero en los siguientes párrafos.
1) Las metas que resulta necesario plantearse para que el lenguaje llano cumpla
su función esencial.
2) A continuación me permito exhibir los resultados correspondientes a las
actividades realizadas por el instituto durante el primer trimestre del presente
año, las cuales han estado regidas bajo la premisa del cumplimiento de los
proyectos que forman parte de la denominada «Agenda 100».
3) El problema básico en estos tiempos tan avanzados en tecnología es que
dichos avances no están funcionando como se esperaba y las enfermedades no
están siendo vencidas. Actualmente, muchos médicos afirman que los enfermos
deben adaptarse a vivir con sus enfermedades, acostumbrarse a padecer; sin
embargo, el estado natural del hombre no es estar enfermo.
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SOLUCIONES
Nivel léxico
Palabras simples y complicadas
1) Para procesar su solicitud el cliente debe presentar su estado de cuenta como
prueba de su buen historial crediticio.
Aún más llano
1) Para procesar su solicitud, presente su estado de cuenta como prueba de su
buen historial crediticio.
Explicación
En la primera versión corregida se eliminaron nominalizaciones, adverbios y
neologismos innecesarios, así como el verbo en futuro que da instrucción. La
segunda versión no habla del cliente, sino que se dirige a él, por lo que el
mensaje tiene más fuerza.
2) Transcurridos veinte días sin que se haya devuelto el artículo, se asumirá que
el usuario cometió incumplimiento intencional y se aplicará la sanción
correspondiente.
Aún más llano
2) Si el usuario no devuelve el artículo después de veinte días, se considerará
incumplimiento intencional y se aplicará la sanción correspondiente.
63
Explicación
En la primera versión se eliminaron nominalizaciones, adverbios, arcaísmos y
falsos cognados. En la segunda se modificó la sintaxis para comenzar con la
idea más importante y se eliminó la oración subordinada «que el usuario
cometió incumplimiento intencional».
Palabras precisas y ambiguas
1) La reducción en la matrícula detectada hace dos semestres se solucionará si
los coordinadores mejoramos los planes de estudios para el nuevo ciclo escolar.
Explicación
La palabra «problemas» se puede sustituir por cualquier problema específico.
En lugar de decir «hace tiempo», se alude al tiempo exacto. Es necesario
especificar quiénes somos «todos», qué es «colaborar» y cuándo es
«oportunamente».
2) Los recortes a la cultura anunciados en la reforma presupuestal de este año
dejarán en quiebra a la secretaría de cultura cuando termine el sexenio.
Explicación
Se debe especificar cuáles son esos elementos, cuándo es «reciente», a qué
disposición se refiere, cuáles son los efectos negativos y cuánto es un largo
plazo.
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Palabras positivas y negativas
1) Utilice el producto después de leer el instructivo.
Aún más llano
1) Lea el instructivo antes de utilizar el producto.
Explicación
En la primera versión sólo se cambiaron las palabras negativas por positivas; en
la segunda se colocó al principio la idea más importante.
2) Nuestra empresa protege / respeta sus datos personales.
Explicación
En este ejemplo no basta con usar palabras positivas, ya que «hacer buen uso»
es ambiguo. Es mejor utilizar un verbo que además de decir el mensaje en
positivo tenga un significado claro, como «proteger» o «respetar».
Mal uso del gerundio
1) Leyendo el periódico nos enteramos de que se aprobó una ley que previene
el plagio de obras intelectuales.
Explicación
El gerundio se liga al verbo inmediato anterior para expresar acciones
simultáneas (nos enteramos previniendo). Quienes leemos el periódico no
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prevenimos el plagio; lo hace la ley. La oración subordinada «que previene»
funciona como adjetivo de ley.
2) Comenzó la presentación del libro cuando se sentaron todos los asistentes.
Explicación
El gerundio «sentándose» se liga con el verbo «comenzó». La presentación no
se sentó, sino los asistentes. El nexo «cuando» introduce una oración
subordinada que funciona como circunstancial de tiempo (cuando se sentaron
comenzó).
Repaso general del nivel léxico
Las inhumaciones o cremaciones se realizarán sólo con la autorización escrita
del juez del registro civil, quien confirmará el fallecimiento con el certificado
expedido por un médico legalmente autorizado. La inhumación o cremación se
llevará a cabo después de veinticuatro horas del fallecimiento, excepto cuando
la autoridad correspondiente ordene otra cosa.
Aún más llano
Requisitos para inhumaciones o cremaciones:
- Certificado expedido por un médico legalmente autorizado.
- Autorización escrita del juez del registro civil.
- Que hayan transcurrido mínimo 24 horas del fallecimiento (excepto que la
autoridad correspondiente ordene lo contrario).
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Explicación
En la primera versión se cambiaron las palabras negativas por positivas; se
eliminó el adverbio «suficientemente» porque no agregaba información
relevante (no se trata de suficiencia ni insuficiencia; el juez sólo se basa en el
certificado para confirmar el fallecimiento); después, se eliminó el gerundio mal
usado; se repitió el sujeto «la inhumación o cremación» porque la palabra
«asunto» es ambigua; se omitió el arcaísmo «hubieren»; se utilizó el adverbio
«cuando» en lugar de «en los casos en que», y finalmente, la nominalización
«emitir una orden» se sustituyó por «ordenar» y se cambió la oración
subordinada «que corresponda» por el adjetivo «correspondiente».
En la segunda versión se colocó al principio la idea más importante, lo
que el lector busca, y después mediante un formato atractivo visualmente, se
enlistaron los requisitos que se informan en el párrafo original.
Nivel sintáctico
1) La empresa mantiene el derecho y la propiedad sobre sus servicios y
productos, que son facilitados a usted o utilizados por usted, según los términos
estipulados en el contrato.
Explicación
El sujeto (la empresa) se colocó junto al verbo (mantiene). Se omitieron las
oraciones subordinadas («que son» y «que se estipulan») y la repetición «de la
empresa». La palabra «título» se cambió por «propiedad» por ser más clara, y
la frase «a través del servicio» se suprimió por estar implícita.
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2) El estudiante interesado en realizar su servicio social debe entregar su carta
de aceptación y su historial académico con los créditos necesarios en la
coordinación, antes de presentarse con su futuro jefe.
Explicación
Se colocaron juntos los dos requisitos que debe entregar el interesado (la carta
y el historial académico) para hacer la construcción paralela.
3) Los vehículos que no usa el instituto serán vendidos (sin garantía alguna)
terminado el plazo que indica el reglamento.
Explicación
Se colocó la idea más importante al principio. Se conservó la voz pasiva porque
son más importantes los vehículos que el instituto. Se omitieron las últimas dos
líneas por ser redundantes.
Nivel semántico
Información cero
1) Las metas para que el lenguaje llano cumpla su función esencial.
Explicación
Cualquier meta es necesaria y ya está planteada. ¿Para qué utilizar la oración
subordinada adjetiva? En la oración original con información cero, hay tres
subordinadas; en la corregida, sólo una.
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2) A continuación, exhibo los resultados de las actividades del primer trimestre
del presente año, las cuales obedecen al cumplimiento de los proyectos de la
«Agenda 100».
Explicación
Se eliminaron frases y palabras que no aportaban información, como «me
permito», «correspondientes», «realizadas», «regidas bajo la premisa» y «que
forman parte de la denominada». Si por el contexto está claro que se habla de
actividades del instituto, no es necesario mencionarlo.
3) El problema actual es que los avances tecnológicos no están venciendo a las
enfermedades como se esperaba. Muchos médicos afirman que los pacientes
deben adaptarse a vivir con sus padecimientos; sin embargo, el estado natural
del hombre no es la enfermedad.
Explicación
Se eliminaron redundancias, como «en estos tiempos» y «actualmente»,
«avanzados» y «avances», «estado» y «estar», «adaptarse» y «acostumbrarse».
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CONVERSIÓN DE TEXTOS A LENGUAJE LLANO
Textos problemáticos
Reformula los siguientes textos. Primero elimina o sustituye las palabras que
los dificultan; después, reacomoda los sintagmas correctamente, y por último,
sintetiza suprimiendo lo irrelevante.
1) En esta administración estamos convencidos que la transparencia y el acceso
a la información, juegan un papel esencial en la construcción de entidades más
abiertas al escrutinio público, capaces de fomentar una participación creciente
de la sociedad en el diseño y evaluación de las políticas públicas y por lo tanto
de una mayor rendición de cuentas pública.
Por lo anterior, la política de transparencia que ha implementado el
gobierno tiene como objetivo no sólo contribuir a garantizar el derecho de
acceso a la información de los ciudadanos, sino también a brindar información
oportuna que permita mejorar la toma de las decisiones de los ciudadanos y
mejorar la confianza y certidumbre respecto de la gestión administrativa.
Aquí encontrarás información básica sobre la política de transparencia
del gobierno, sus objetivos, alcances, los principales resultados obtenidos de su
implementación, así como los retos que aún tenemos por delante.
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2) Las licitaciones deberán entregarse en sobre cerrado, en cuyo exterior
preferentemente contendrá el nombre del participante y número de la categoría
en la que participa. El citado sobre deberá contener la propuesta económica y la
documentación legal administrativa.
Los participantes deberán registrar su participación previo al inicio de los
actos, en las listas de asistencia respectiva. A los actos podrá asistir cualquier
persona interesada, quienes deberán registrase en la lista de asistencia
correspondiente, absteniéndose de intervenir en el mismo. Asimismo estará
permitida la asistencia de representantes de asociaciones, grupos o colectivos,
de conformidad con el último párrafo de la Norma Trigésima Primera de las
Normas Generales para el registro y disposición final.
Los representantes de los licitantes que ingresen a las instalaciones,
deberán cumplir con las medidas de seguridad establecidas por el instituto, en
caso de apegarse a su cumplimiento, no les será permitido el acceso al inmueble.
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Soluciones
1) La administración está convencida de que la transparencia y el acceso a la
información son esenciales en la construcción de entidades abiertas al escrutinio
público, capaces de fomentar la participación de la sociedad en el diseño y la
evaluación de las políticas públicas y, en consecuencia, una mayor rendición de
cuentas.
Por lo anterior, el objetivo de la política de transparencia es contribuir a
garantizar el derecho de los ciudadanos al acceso a la información y brindar
información oportuna que mejore la toma de decisiones de los ciudadanos y la
confianza en la gestión administrativa.
Aquí encontrarás información básica sobre la política de transparencia,
sus objetivos, alcances y principales resultados, así como sobre los retos
pendientes.
2) Las licitaciones (incluyendo la propuesta económica y la documentación
legal administrativa) deben entregarse en sobre cerrado con el nombre del
participante y el número de la categoría a la vista.
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Los participantes deben registrarse en la lista de asistencia respectiva
antes del inicio de los actos. A los actos puede asistir cualquier persona
interesada, siempre que se registre en la lista de asistencia correspondiente y se
abstenga de intervenir. También pueden asistir representantes de asociaciones,
grupos o colectivos.
Los representantes de los licitantes deben cumplir con las medidas de
seguridad del instituto para tener acceso al inmueble.
73
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