EL IMAN RECORRE BILBAO LA VIEJA

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EL IMAN RECORRE BILBAO LA VIEJA.
La mezquita de la calle concepción inicia una campaña por la convivencia y contra las drogas,
la delincuencia y los actos incívicos
Líderes musulmanes salen a la calle para rebajar la conflictividad en el barrio BILBAO.
Los líderes musulmanes quieren aprovechar la autoridad que les confieren los miembros
de su comunidad para rebajar la conflictividad que reina en Bilbao La Vieja.
Conscientes de que parte de los vecinos les culpan de muchos de los problemas que
soporta el barrio, el imán y otros cinco responsables de la mezquita de la Concepción se
echaron ayer a la calle con el objetivo de reconducir posibles actos incívicos y luchar
contra la delincuencia y el consumo y tráfico de drogas. Según subrayó Rashid El
Moutiaf, presidente de la asociación Alforkan, que gestiona el centro de culto, esta
campaña de concienciación se prolongará « hasta que veamos resultados » . Es más,
trabajan ya en la formación de un grupo de colaboradores para « establecer turnos de
mañana, tarde y hasta de noche si se juzga necesario » .
:: FOTOS: JORDI ALEMANY El presidente de la asociación Alforkan conversa con
unos jóvenes a las puertas de un bar de la calle Dos de Mayo.
Las últimas protestas ciudadanas, que el 10 de octubre alcanzaron su punto álgido con
una manifestación por Zabalburu y las calles Mena, Zabala y García Salazar, hicieron
reaccionar al Ayuntamiento y la Ertzaintza, que reforzaron la presencia policial en la
zona. Pero también dejaron claro a los líderes religiosos islámicos que había llegado la
hora de actuar. « La situación es de alta tensión y urge rebajarla; la comunidad de
vecinos y la musulmana están cada día más divididas, pero los responsables no somos
nosotros ni la mezquita, por eso vamos a dar energía a nuestra apuesta por la
convivencia con un esfuerzo de comunicación y concienciación » , resaltó Rashid.
El imán Cherkaoui sorprendió con el anuncio de su iniciativa a los más de 120 fieles
que participaban ayer en la oración de las tres ymedia. Prácticamente al mismo tiempo
que una patrulla de la Policía Municipal comprobaba la identidad de un magrebí. A
unos metros de la puerta del templo. « Los jóvenes conflictivos son realmente muy
pocos y no vienen a la mezquita, están perdidos; no escuchan nuestras charlas ni
atienden nuestros consejos » , se lamentaba. A estas personas quiso dirigir su mensaje.
El que empezaron a transmitir en la calle San Francisco. Divididos en dos grupos y
ataviados con dos chalecos verde fosforito con el lema ‘ Por la convivencia’, el liderado
por Rashid enfiló hacia la plaza Doctor Fleming, que acapara las denuncias por uso
impropio del espacio público en Bilbao. Allí encontraron a cuatro jóvenes que
conversaban y se sorprendieron al reconocerlos. « Les hemos explicado el objeto de
nuestra campaña y se han mostrado dispuestos a colaborar, a reprender a aquel que vean
que no se comporta cívicamente e incluso al que robe » , explicó el presidente de
Alforkan.
Poco después, ya en la calle Cortes, otro compatriota ahondaba en la herida del rechazo
a la comunidad musulmana. « En todos los sitios hay buenos y malos, pero los de aquí
piensan que todos somos iguales » , protestaba este joven. Él aseguraba cumplir a
rajatabla los preceptos del Islam, « que prohíbe beber y drogarse; el musulmán que lo
hace no respeta nuestra religión » .
El « infierno » de sus vidas
Rashid asentía con la cabeza. « Llegan a España y se encuentran en el ‘ país de las
maravillas’, sin las estrictas normas que imperaban en su nación de origen » , ilustraba,
antes de insistir en que el objetivo de esta campaña es « devolverles al camino correcto,
porque carecer de trabajo o de casa no puede servir de excusa para robar, agredir a nadie
y convertir sus propias vidas en un infierno » . En su opinión, « podemos ayudarles si
nos cuentan su situación, sus problemas, incluso intentar mediar con el Ayuntamiento
en lo que se pueda » .
« Inshallah » – Si Dios quiere–, le secundaban sus compañeros de misión. En realidad,
esta fue una de las palabras más repetidas durante toda la tarde. Por parte de los
responsables de la mezquita, y sobre todo de los grupos juveniles ante los que se
presentaban. Siempre recibidos con un gran respeto. A veces, reverencial. « No pasa
nada, de verdad, vamos a estar más atentos para facilitar el paso en las aceras y no
ocupar los parques » , se comprometía un chaval en nombre del nutrido grupo que se
había creado en torno a Rashid a la altura del cruce de la calle San Francisco con Dos de
Mayo. « Tenéis que respetar a los vecinos » , insistía el presidente de Alforkan, entre
continuos gestos de asentimiento.
La misma sensación de admiración y acatamiento mostraban los clientes a la puerta de
un bar de esta última calle. Todos, salvo dos adolescentes que optaron por refugiarse en
el interior del local al percatarse de que una patrulla de la Ertzaintza y otra de la Policía
Municipal se habían parado al inicio de la vía para presenciar la acción mediadora.
Los responsables de la mezquita puntualizaron que la campaña no se limitará a trabajar
con las personas de su comunidad. Aspiran a hacerlo también con los residentes
nacionales. « Queremos abrir las puertas de la mezquita para ellos, animarles a que nos
planteen sus dudas o miedos, lo que quieran » , señaló El Moutiaf. Aunque ayer
pusieron especial empeño en buscar colaboradores. Como Cámara, « nuestro fontanero
» , o Khaled, dueño de una peluquería para jóvenes en San Francisco, donde « desde
hace cuatro años intento ayudarles, aconsejarles en la necesidad de formarse, de
integrarse » .
EL CORREO 22/11/2012
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