1 LA REVELACIÓN “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Heb. 1:1, 2) Dios como triunidad es comunicación: “´Hagamos` (comunicación) al hombre” Génesis 1:26. La naturaleza de su comunicación es el amor, “Dios es amor” 1 Juan 4:8, hay un intercambio comunicacional, su amor lo comparte. El hombre “es” comunicación con Dios, porque está “hecho a imagen y semejanza ´de` Dios” (Génesis 1:26). Es también comunicación con sus pares, "No está bien que el hombre esté´ solo` (necesita comunicarse)" (Génesis 3:8). Dios es un gran comunicador. Las palabras humanas no pueden explicar adecuadamente quién es Dios y cómo es él, pero el hecho de que constantemente se lo menciona como hablando a la gente es sumamente importante. Cuando Adán fue creado, Dios le habló, después que el hombre pecara, Dios lo llamó: "¿Dónde estás tú?" Gén. 3:9. Desde entonces, Dios ha hablado a la humanidad de diversas maneras Heb. 1:1. A continuación veremos como Dios se revela (comunica) con el hombre. I. DIOS SE REVELA POR MEDIO DE LA NATURALEZA Al mirar a la naturaleza captaremos una vislumbre del Poder divino que diseñó e hizo todo lo que existe “Si estudiamos fielmente el libro de la naturaleza, hallaremos que es una fuente fructífera para la contemplación del amor infinito y el poder de Dios" (HAd 128). A. Como Creador “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos” Salmo 19:1 “Cielos” Los cielos que podemos contemplar, la región donde está el sol, la luna y las estrellas (Gén. 1:1, 8, 9, 14, 16, 17, 20). “Gloria” La sabiduría, el poder, la habilidad, la benevolencia: todo cuanto constituye la gloria de Dios. Basta mirar el cielo a simple vista para que uno se impresione con la sensación de la gloria de Dios. ¡Cuánto mayor es esa revelación cuando se estudian los cielos a través de los modernos y potentísimos telescopios! “Firmamento” Heb. raqía'. El término "firmamento" viene del latín firmamentum, el cual se usa en la Vulgata para traducir el vocablo hebreo raqía'. En realidad, firmamentum, que significa "apoyo", corresponde con la voz griega steréÇma (que se usa en la LXX en lugar de raqía'), 2 la cual significa "firmeza", "construcción sólida". Esta traducción podría referirse a los cielos, porque los antiguos concebían que éstos eran algo así como una semiesfera, sólida y cóncava. “La obra de tus manos” El esplendor y el orden que despliega el firmamento refutan la teoría de la evolución. No son el resultado de la casualidad, sino obra de Dios. Su belleza y exactitud confirman la existencia del Creador. Por medio de los cielos aun los paganos pueden discernir al Creador, "de modo que no tienen excusa" (Rom. 1: 19, 20). Por medio de sus obras Dios habla a los que le conocen (DTG 593). II. DIOS SE REVELA POR MEDIO DE LA CONCIENCIA "Conciencia" se define a veces como la facultad, o el principio interno, que nos ayuda a decidir entre el bien y el mal. A. Para tomar decisiones El cristiano cree que Dios es el supremo Legislador y que él ha puesto en la humanidad una conciencia, aun cuando el pecado ha dañado esta herramienta dada por Dios para hacer decisiones morales. “Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros…” Juan 8:9 “Acusados” Habían venido para acusar a la mujer. Se fueron, acusados por su propia conciencia. Abandonaron la escena temiendo sin duda que las faltas secretas de sus vidas, y especialmente su complicidad en este caso (DTG 425), quedarían de manifiesto ante la multitud. Su derrota no podría haber sido más dramática. B. Peligros La conciencia también se corrompe, y se cauteriza “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” Tito 1:15 “Su mente” Es decir, su forma de pensar, su actitud. Cf. Rom. 7:23; Efe. 4:23; Fil. 4:7; 2 Tim. 3:8. Los "corrompidos e incrédulos" permitían que su mente fuera gobernada por deseos profanos. En cuanto al efecto que la conversión produce en la mente, ver com. Rom. 12:2; cf. com. Fil. 4:8. “Conciencia” 3 La comprensión entre lo falso y lo correcto se oscurece cuando la mente prefiere ocuparse en deseos impíos. La conciencia no puede ser eficaz en tales circunstancias; deja de ser una guía segura y fidedigna tal como ocurre con una brújula imantada. “por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia” 1 Timoteo 4:2 “Cauterizada” O "marcada con un hierro candente". Algunos sostienen que se refiere a la insensibilidad de una conciencia que ya no reconoce su culpabilidad cuando procede mal, así como el tejido muerto es incapaz de sentir nada después de que es cauterizado con un hierro candente. De ese modo se hace cada vez más difícil que el Espíritu Santo haga impresión alguna en la conciencia. Compárese con el proceder de Judas, quien finalmente acalló la voz de su conciencia (Luc. 22:3; Juan 6:70; 13:27). Otros creen que así como un hierro de marcar deja su impresión, las "doctrinas de demonios" (1 Tim. 4:1) y la "hipocresía de mentirosos" (vers. 2) 313 también hacen de la huella satánica una marca imborrable. Así como Pablo llevaba las "marcas" de su servicio a Cristo (Gál. 6:17), estos engañadores también cargarían las marcas correspondientes de su lealtad a Satanás. “La conciencia” Literalmente "su propia conciencia" (BJ). Los engaños que están extraviando a algunos dentro de la iglesia, al mismo tiempo insensibilizan a los engañadores contra la verdad. III. DIOS SE REVELA POR MEDIO DE PROFETAS Dios usó ampliamente a los profetas para comunicarse con su pueblo. El profeta es una persona que habla en lugar de Dios. Esas palabras tienen autoridad porque el mensaje viene de Dios, aun cuando el profeta usa sus propias palabras para comunicar ese mensaje. A. Para comunicar su voluntad "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas" (Amós 3:7). “revele su secreto” Dios proclama que continuaría revelando su voluntad a sus mensajeros elegidos. “Sus siervos” El alto honor que Dios confiere a los profetas se manifiesta por el hecho de que no sólo son "sus siervos" sino sus confidentes, en quienes deposita su propio consejo. IV. DIOS SE REVELA POR MEDIO DE LA BIBLIA 4 Las revelaciones dadas por Dios fueron recibidas por una pocas docenas de personas durante, los cuales en un período de más de mil quinientos años, fueron escritas. La compilación de esos escritos es nuestra Biblia. A. Para enseñarnos el plan de salvación La Biblia nos enseña el plan de salvación, nos enseña toda la voluntad de Dios acerca de los hijos y las hijas de Adán. Es la norma de la vida, que nos enseña el carácter que debemos adquirir para la vida futura “Los que consulten el Oráculo divino tendrán luz, porque en la Biblia se presenta claramente todo deber… La Palabra puede hacer a todos sabios para la salvación pues en ella se revela claramente la ciencia de la salvación. "Escudriñad las Escrituras", porque en ellas encontramos el consejo divino mediante la voz de Dios hablando al alma (Special Testimonies on Education, pp. 228, 229).” V. DIOS SE REVELA POR MEDIO DE JESUS Aunque se ha comunicado con nosotros en forma muy efectiva de diversas maneras, la mayor revelación la hemos recibido a través de Jesús. La Biblia trata acerca de esta revelación, acerca de lo que nos ha revelado con respecto a la naturaleza y el carácter de Dios. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” Juan 1:14 “Fue hecho carne” Juan ya ha afirmado la verdadera deidad de Cristo y ahora afirma su verdadera humanidad. Cristo es divino en el sentido absoluto y supremo de la palabra. También es humano en el mismo sentido, con la excepción de que "no conoció pecado" (2 Cor. 5:21). Repetidas veces y enfáticamente las Escrituras proclaman esta verdad fundamental (Luc. 1: 35; Rom. 1: 3; 8: 3; Gál. 4: 4; Fil. 2: 6-8; Col. 2: 9; 1 Tim. 3: 16; Heb. 1: 2, 8; 2: 14-18; 10: 5; 1 Juan 1: 2; etc.; ver com. Fil. 2: 6-8; Col. 2: 9). Aunque originalmente Cristo era "en forma de Dios", él "no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo ["se despojó de sí mismo", BJ]" y "hecho semejante a los hombres" estuvo "en la condición de hombre" (Fil. 2: 68). En él estaba corporalmente "toda la plenitud de la Deidad" (Col. 2: 9); sin embargo, "debía ser en todo semejante a sus hermanos" (Heb. 2: 17). "Desde los días de la eternidad, el Señor Jesucristo era uno con el Padre" pero "prefirió devolver el cetro a las manos del Padre, y bajar del trono del universo" a fin de "morar entre nosotros y familiarizarnos con su vida y carácter divinos" (DTG 11, 14-15). Las dos naturalezas -la divina y la humana- estaban misteriosamente combinadas en una persona. La divinidad estaba revestida con la humanidad, no había sido sustituida por ella. En ningún sentido Cristo dejó de ser Dios cuando se hizo hombre. Las dos naturalezas llegaron a ser íntima e inseparablemente una, y, sin embargo, permanecieron distintas. La naturaleza humana no se convirtió en naturaleza divina, ni la naturaleza divina en humana. Cristo "tomó las desventajas de la naturaleza humana" (EGW ST 2-8-1905), pero su humanidad era "perfecta" (DTG 619-620). Aunque como hombre podría haber pecado, ninguna mácula de 5 corrupción o inclinación a ella hubo sobre él; no tenía propensión al pecado (EGW Carta 8, 1895; ver p. 1102). El fue "tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado". “Habitó” Puso su Morada" (BJ). Gr. sk"nóÇ, "acampó", o "levantó tienda" entre nosotros. Cristo llegó a ser completamente uno de nosotros para revelar el amor del Padre, para compartir nuestras experiencias, para ponernos un ejemplo, para socorrernos en la tentación, para sufrir por nuestros pecados y para representarnos ante el Padre. El Verbo eterno, que siempre había estado con el Padre (Juan 1: 1), ahora había de convertirse en Emanuel, "Dios con nosotros" (Mat. 1:23). A. Para salvar a la humanidad Nuestro Señor Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, llegó a ser carne para salvarnos “… habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” Hebreos 1:3 “Purificación” Con su expiación en la cruz Cristo obtuvo la limpieza del pecado en general -que incluye finalmente la purificación del pecado en el universo-, y también la limpieza de los pecados individuales. Esta última purificación, también hecha posible mediante la cruz, aún se lleva a cabo, y continuará hasta cuando sea posible salvar la última persona. Cristo terminó su obra en la cruz como víctima y sacrificio. Derramó su sangre, y así se convirtió en "un manantial abierto... para la purificación del pecado y de la inmundicia" (Zac. 13: l). Pero continúa su obra como intercesor. Es nuestro abogado ante el Padre (Heb. 7:25). CONCLUSION “Son muchas las formas en que Dios está procurando dársenos a conocer y ponernos en comunión con él…” (CC 84). Dios se comunica por medio de la naturaleza, hablándonos a través de nuestra conciencia, a lo largo de los siglos él usó profetas. La Biblia sigue siendo el libro Guía divino para nuestro peregrinaje. Lo más sublime fue su entrada en este mundo en la persona de su Hijo, de lo cual testifican todas las Escrituras. Alfredo Padilla Chávez Pastor IASD Puente Piedra “A” Escríbenos a: [email protected] LIMA PERÚ Visite: http://www.apcnorte.org.pe