Volumen 9. Número 2. Septiembre 2010

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Economía y Desarrollo
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JAVEGRAF - 2010
Contenido
Editorial
Stiglitz y Krugman discrepan en política macroeconómica ........... 5
Higinio Pérez Negrete
¿Rentabilidad y objetivos sociales son finalidades reconciliables?
A propósito de los aportes teóricos y empíricos de Yunus ............. 9
Freddy Cante
La contrarrevolución capitalista chilena.
La constitución económica de la sociedad neoliberal .................. 23
Juan Carlos Gómez Leyton
Crecimiento, dinero y natalidad en Colombia .............................. 53
Jorge Eduardo Pacheco Bello
Juan Tomás Sáyago Gómez
Las TIC y el crecimiento regional en Colombia 1985-2000 .......... 77
Álvaro Martín Moreno Rivas
Vigencia del Taylorismo en los paradigmas modernos
de gestión ................................................................................... 95
Carlos Alberto Almanza Junco
Una regla fiscal para Colombia: crítica ...................................... 123
Diego Otero Prada
Universidad Autónoma de Colombia
4
CONTENIDO
Rincón Histórico
La democracia como valor universal ......................................... 135
Amartya Sen
Instrucciones para autores ........................................................ 14 9
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
Editorial
Stiglitz y Krugman discrepan en
política macroeconómica
HIGINIO PÉREZ NEGRETE1
Los más reconocidos y populares economistas del siglo XXI, Joseph Stiglitz (Nobel
de Economía en 2001) y Paul Krugman (Nobel de Economía en 2008), tienen una
percepción diferente de la política macroeconómica actual en Estados Unidos,
aunque se identifican por su defensa de la teoría keynesiana. En efecto, respecto a
la política monetaria expansiva del Banco de la Reserva Federal (FED), Stiglitz ha
manifestado que es ineficaz para reactivar la economía, pues en períodos de crisis o
desaceleración económica (esto es, cuando hay subutilización de la capacidad
instalada), el aumento de la liquidez y, por consiguiente, la disminución de las tasas
de interés no incentivan la inversión, sino la especulación; y agrega que “los bancos
centrales son mejores para contener la exuberancia irracional de los mercados
durante una burbuja –limitar la disponibilidad de crédito o aumentar los tipos de
interés para frenar la economía– que para fomentar la inversión en una recesión”.
Además, afirma: “John Maynard Keynes sostuvo que la política monetaria fue
ineficaz durante la gran depresión” (Stiglitz, 2010a).
Para Krugman, por el contrario, se necesita una expansión monetaria mucho mayor,
acompañada de un anuncio, por parte de la Reserva Federal, de una meta de inflación
más o menos alta a mediano plazo y del compromiso de que efectivamente dicha meta
se va a cumplir: “Cuando uno se enfrenta al límite inferior cero (de la tasa de interés
nominal), no importa cuánto dinero se imprima a menos que creíblemente se
prometa mayor tasa de inflación” (Krugman, 2010a). De acuerdo con Krugman si,
como ocurre hoy en Estados Unidos, la tasa de interés nominal del crédito está
cercana a cero, el aumento de la liquidez no encuentra mucho espacio para bajar
1
Economista de la Universidad de Antioquia. Magíster en Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional de Colombia. Docente e Investigador de la Universidad Autónoma de Colombia.
Universidad Autónoma de Colombia
6
HIGINIO PÉREZ NEGRETE
dicha tasa, pero la Reserva Federal sí puede lograr una disminución importante de
la tasa de interés real, creando expectativas de aumento de la inflación; con lo cual
incentiva la inversión. Considera paradójico que el Partido Republicano se opusiera
rotundamente a la emisión adicional de 600.000 millones de dólares, a realizarse
entre enero y junio de 2011, siendo que precisamente Milton Friedman, un Nobel de
Economía perteneciente a dicho partido, “responsabilizó a la FED por no haber
actuado más vigorosamente durante la Gran Depresión, y en 1998 hizo un
llamamiento dirigido al Banco de Japón para que ‘comprara bonos en el mercado
abierto’, exactamente lo que la FED está haciendo actualmente” (Krugman, 2010b).
Detrás de la mencionada discrepancia hay una interpretación diferente del problema
de la “trampa de la liquidez”, señalado por Keynes durante la gran depresión de los
años treinta, que consiste en que el banco central inyecta liquidez a la economía y,
como consecuencia, la tasa de interés nominal del crédito puede bajar a niveles
cercanos a cero, pero ni los bancos están muy dispuestos a prestar, ni las empresas
están interesadas en endeudarse para invertir; y los recursos tienden a destinarse a
la especulación. En este caso, Stiglitz manifiesta que la única salida de la crisis es
a través de la política fiscal, mientras que según Krugman dicho problema puede ser
superado mediante el compromiso por parte del banco central, de inyectar mayor
liquidez y garantizar un aumento de la inflación en el mediano plazo; lo que conlleva
una disminución de la tasa de interés real del crédito y un aumento de la inversión.
No hay duda que, en este sentido, Krugman está mucho más cerca de Friedman que
de Keynes.
A diferencia de Krugman, Stiglitz advierte que el sistema financiero de Estados
Unidos ha gozado de una liquidez excesiva en los últimos años, pues la política de
rescate de los bancos en crisis significó cuantiosos desembolsos del gobierno, con
endeudamiento externo, para comprar los llamados “activos tóxicos” (cartera de
dudoso recaudo) y a su vez la Reserva Federal inyectó muchos recursos de emisión,
los cuales tuvieron, en gran parte, el mismo destino. Según él, estas operaciones de
la Reserva Federal podían representar, como de hecho ocurrió, un costo fiscal
adicional al asumido directamente por el gobierno:
La razón de que la Reserva Federal normalmente maneje bonos del Tesoro es
que existe un mercado muy activo. Puede comprar y vender por valor de miles
de millones de dólares con facilidad, inyectando dinero o retirándolo de la
economía. Los mercados de los otros activos que ha asumido la Reserva Federal
son mucho más débiles. Puede vender esos activos (absorbiendo dinero), pero
si lo hace demasiado rápidamente los precios bajarán y eso significa grandes
pérdidas para el maltrecho contribuyente. A mediados de 2009, la Reserva
Federal, por ejemplo, estaba financiando la inmensa mayoría de las hipotecas.
(Stiglitz, 2010b, p.182.)
La extraordinaria cantidad de recursos inyectados por el gobierno a los grandes
bancos, directamente o a través de la Reserva Federal, tuvo lugar tanto en la
administración Bush como en la de Obama. Al respecto, anotó:
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
EDITORIAL
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Casi con seguridad, los fallos de las administraciones Bush y Obama figurarán
entre los errores más costosos de un gobierno democrático moderno de todos
los tiempos. Tal vez el único error de magnitud comparable por sus consecuencias
económicas fue la decisión de Estados Unidos de declarar la guerra contra Irak
(Stiglitz, 2010b, p.150).
Preocupa a Stiglitz que el gobierno de Estados Unidos, en lugar de permitir la quiebra
de los grandes bancos especuladores, o nacionalizarlos como se hizo en Suecia, los
premiara, dándole a la política fiscal una orientación equivocada y de altísimo costo
para los contribuyentes. Considera que los grandes desembolsos para la guerra
contra Irak no constituyeron un motor reactivador de la economía a principios del
siglo XXI y los de ahora para “socializar las pérdidas” del sistema financiero tampoco
han sacado a la economía del estado de recesión,2 y en ambos casos el déficit fiscal
ha crecido notablemente, siendo hoy superior al 10% del PIB.
Precisamente, respecto al déficit fiscal también hay discrepancias. Mientras que
Stiglitz considera que éste ha alcanzado un nivel demasiado alto, lo que determina
que se requieren acciones inmediatas para bajarlo, Krugman manifiesta que el déficit
es explicable, principalmente, por la recesión económica y, en consecuencia, habría
que esperar su disminución una vez que la economía entre en auge. En este aspecto,
para Stiglitz no siempre se justifica un alto déficit fiscal en período de crisis, mientras
que Krugman hace una lectura keynesiana más literal del ciclo económico. Stiglitz
sintetiza su propuesta:
Para que se restablezca el consumo estadounidense total sobre una base
sostenible, tendría que haber una gran redistribución de ingresos, desde las
clases altas que pueden permitirse ahorrar hacia las clases bajas que gastan
hasta el último centavo que reciben. Unos impuestos más progresivos (gravar
más a las clases altas, reducir los impuestos a las clases bajas) no sólo lo
lograría, sino que también ayudaría a estabilizar la economía. Si el gobierno
sube los impuestos de los estadounidenses de elevados ingresos para financiar
una expansión del gasto público, sobre todo en inversión, la economía se
expandirá. (Stiglitz, 2010b, p.111)
Otra discrepancia entre ellos se encuentra en la forma en que perciben la relación de
la política monetaria y cambiaria con la capacidad competitiva de la economía
estadounidense. Stiglitz afirma que el resultado de la política monetaria expansiva
ha sido una devaluación del dólar, lo que aparentemente pone en ventaja a Estados
Unidos frente a otras economías poderosas, pero la realidad es que la fuga de
capitales ha significado un desplazamiento de recursos para invertir en dichas
economías, sobre todo en China; lo que dinamiza mucho más a la economía de ese
país que a la de Estados Unidos, entre otras razones, porque la economía estadounidense
depende muy poco del comercio exterior. Otra parte del capital fugado sale a buscar
2
“Para los trabajadores, la economía sigue en recesión cuando el desempleo es elevado, …, para las
empresas, la economía está en recesión mientras ellas padezcan un exceso de capacidad, lo que
significa que la economía está funcionando por debajo de su potencial”. (Stiglitz, 2010b p. 87). El
desempleo en Estados Unidos se acerca al 10%.
Universidad Autónoma de Colombia
HIGINIO PÉREZ NEGRETE
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rentabilidad de corto plazo (especulación) en economías latinoamericanas. Krugman,
por el contrario, está convencido de que la devaluación del dólar es y seguirá siendo
altamente beneficiosa para la economía de Estados Unidos.3
En síntesis, tanto Stiglitz como Krugman se han salido de la ortodoxia keynesiana
y, de esta manera, señalan el camino que debe seguir la teoría económica; esto es,
buscar nuevos elementos de aporte en el análisis. No hay duda de que las
discrepancias entre estos dos premios Nobel de economía constituyen materia
importante para las discusiones académicas. La revista Economía y Desarrollo está
dispuesta a abrir un espacio para estos debates, por ello esperamos que este editorial
constituya un primer paso en tal sentido. Además, en el presente número de la
Revista, el lector puede encontrar análisis que constituyen elementos de debate
teórico de gran importancia.
Bibliografía
Krugman, P. (16 de noviembre de 2010a). “En la Reserva Federal, la cumbre es
solitaria”. En: La República.
Krugman, P. (28 de Noviembre de 2010b). “El eje de la depresión”. En: El Espectador.
Stiglitz, J. (2010b). Caída libre. Editorial Taurus.
Stiglitz, J. (10 de octubre de 2010a). “La pertinencia de la Reserva Federal”. En: El
Espectador.
3
Para corroborar esta discrepancia basta leer los últimos artículos de Stiglitz y Krugman.
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ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
¿Rentabilidad y objetivos sociales
son finalidades reconciliables?
A propósito de los aportes teóricos
y empíricos de Yunus
FREDDY CANTE1
“…hay otros que, sin decirlo explícitamente, consideran que lo que tenemos que
hacer es aceptar los bajísimos ingresos de millones de colombianos y crear para
ellos una legalidad especial. Como serán siempre pobres, además de muchos
subsidios, debemos diseñar para ellos microcréditos, microseguros,
micropensiones y otros microservicios. Sería algo así como confirmarlos con un
estatus de microciudadanos o micropersonas. Por simplicidad, este será el
enfoque asistencialista…”
Santiago Montenegro, “Un país de dos sociedades”,
El Espectador, Mayo 23 de 2010
Resumen
Unos mercados libres, esto es, una libertad económica sin restricciones –a eso
apunta la evidencia disponible–+, más que remedios para solucionar problemas
sociales, son en gran parte impedimentos para resolverlos; y podrían exacerbar
la pobreza, la enfermedad, la corrupción, la contaminación, el crimen y la
desigualdad. Los mercados, desde los ámbitos locales hasta los globales son
‘juegos de suma cero’, donde unos ganan y otros pierden. Experimentos como
las microfinanzas y los negocios con objetivos sociales son débiles formas de
poder social, pues están inmersos dentro de la lógica de la economía de
mercado capitalista.
Palabras clave: Microfinanzas, comportamiento de las firmas, altruismo.
1
Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor de la Facultad de
Ciencia Política y de Gobierno de la Universidad del Rosario. Investigador del Centro de Estudios
Políticos y de Relaciones Internacionales de la misma universidad. Este artículo es fruto madurado
de una investigación que había comenzado en ISES, en 2007.
Universidad Autónoma de Colombia
10
FREDDY CANTE
Abstract
Free markets or economic freedoms without restrictions --according to
available evidence- are more obstacles that remedies in order to solve problems
like poverty, illness, corruption, contamination, crime and inequality. Local,
regional and global markets are ‘zero sum games’: the gain to some individuals
cause the loss other beings. Experiments like microfinance and business with
social objectives are weak forms of social power because they are inside the
logic of a capitalist market economy.
Key words: Microfinance, Firm Behavior, Altruism.
JEL: G21, D21, D64.
1. Introducción
Yunus (2003, 2007a y 2007b) discute algunas limitaciones de sistemas tradicionales
que presumiblemente fomentan el desarrollo económico, asimismo hace énfasis en
que no existe una única solución para los problemas sociales existentes. Muestra que
aunque los gobiernos ayudan parcialmente a aliviar las inclemencias del mercado,
presentan algunas fallas (como el de estar sesgados a favor de los intereses de unos
grupos privilegiados). Observa que los donantes (organizaciones sin ánimo de lucro,
no gubernamentales, caritativas, benevolentes, filantrópicas, etc.) presentan
importantes limitaciones porque las donaciones son: insuficientes (algunas veces
miserables), se hacen a ciegas (sin interactuar con los beneficiarios), se enfocan a las
calamidades más publicitadas y están sujetas a fatiga y capricho. Advierte que las
entidades multilaterales (las élites del desarrollo como el Banco Mundial) suponen
que la pobreza se puede acabar mediante el crecimiento económico, aunque se
evidencia que este puede ocurrir sin beneficiar a los pobres o, peor aún, a expensas
de estos. Insiste también en que los tecnócratas de tal entidad (y de otros organismos
similares) piensan que los pobres son brutos e incapaces de generar empresa; y los
abruman con decenas de cursos y manuales (por lo demás hechos desde oficinas y
distantes del contexto particular de los destinatarios).
El capitalismo es una estructura a medio desarrollar –insiste Yunus–. La corriente
principal de la teoría económica está plagada de teóricos que pregonan el ánimo de
lucro como la cura para todos los males, y que simplistamente suponen que las
calamidades artificiales del mundo se limitan a las “fallas del mercado”. Pero este
autor advierte una grave falla de tales teóricos en materia de conceptos: los
economistas no han captado la esencia de lo humano. La mencionada teoría
convencional ha supuesto que el empresario se reduce a un ser unidimensional con
la única misión de maximizar una tasa de ganancia, e ignora que también es una
persona que profesa creencias religiosas, ideologías, políticas y que tiene emociones
positivas y relaciones sociales.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES?
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Afirma Yunus que algunos de los grandes empresarios del mundo, en respuesta a las
fallas del mercado, -y presionados por movimientos populares y medios de información
honestos-, han propendido por un capitalismo supuestamente menos perjudicial.
Observa que aún lejos de abandonar sus ansias de lucro, han creado un movimiento
denominado Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Unas corporaciones profesan
una responsabilidad débil, y tienen el credo: no perjudique a la gente o al planeta
(a menos que esto signifique sacrificar su tasa de ganancia), de tal manera que no
evitan la venta de productos defectuosos, la contaminación y el soborno a funcionarios
gubernamentales. Otras profesan una responsabilidad algo más fuerte y dicen: haga
el bien a la gente y al planeta (hasta el punto en que no sacrifique la tasa de
ganancia), y parcialmente se comprometen a fabricar productos y prácticas ecológicos,
educación y salud para sus empleados y apoyo de iniciativas por la transparencia;
en ambas respuestas se privilegia el lucro monetario. La primera respuesta empresarial
es la persistencia en causar daños sociales y ambientales; la segunda apenas se
reduce a generar impactos sociales y ecológicos a escalas muy limitadas (Yunus,
2007a).
No obstante, Yunus mismo está envuelto en una situación de suma ambivalencia. Si
insiste en que las empresas deben ser sostenibles (rentables) y renuncia a una
economía de las donaciones, entonces los beneficios sociales y ecológicos que puedan
generar los negocios por él propuestos, siempre serán entendibles como costes o
gastos que no deben ser superiores a la tasa de ganancia. Un autor mucho más crítico
como K. Boulding (1973, 1993 y 1999) no optaría por buscar escalas más grandes
de “generosidad”, cautivos dentro de la lógica del poder de intercambio, más bien
sugeriría una emancipación, un cambio de dimensión, hacia mayores poderes de
integración y economías de las donaciones.
Para hacer del capitalismo una estructura completamente desarrollada, -Yunus
enfatiza- se requiere un nuevo concepto de negocios que reconozca la naturaleza
multidimensional del ser humano. Los negocios sociales, a diferencia de los
lucrativos, no están limitados a maximizar una tasa de ganancia para unos
particulares, sino más allá, a perseguir un conjunto de finalidades sociales específicas,
esto es, a resolver problemáticas sociales y ambientales. A esto le denomina el
principio del beneficio social.
A diferencia de diversas fundaciones de filántropos y donantes, los negocios sociales
son sostenibles en términos de rentabilidad económica, es decir, sus beneficios
económicos deben ser mayores a sus costes y, aún es deseable, que maximicen una
tasa de ganancia. Esto significa no sólo que son productivos y generan valor agregado
sino que, además, cobran un precio por los bienes y/o servicios que venden. Y más
allá de ser negocios autosostenibles deben, -al igual que la empresa capitalista-,
expandirse y crecer. Estos negocios no trabajan a pérdida, pero tampoco son
máquinas de acumular capital; y los excedentes generados se redistribuyen
públicamente a través de sus finalidades sociales, entre estas se destaca la atención
a focos de beneficiarios en forma de: bajos precios (y gran calidad), mejor servicio y
gran accesibilidad. Yunus da cuatro ejemplos de negocio social: 1) Una empresa que
Universidad Autónoma de Colombia
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FREDDY CANTE
fabrica productos infantiles de alta calidad y a muy bajo precio, para venderlos a
familias pobres; 2) Una empresa que presta servicios de salud, con medicina de alta
calidad, para gente pobre; 3) Un negocio dedicado al desarrollo de sistemas de
energía renovable, que vende sus servicios a comunidades rurales que de otra manera
no tendrían acceso a tal recurso; 4) Un negocio dedicado al reciclaje que, con su
actividad, impide que vecindarios de gente pobre sufran la contaminación.
Yunus (2007a) advierte que los negocios sociales son similares a las empresas
lucrativas, también en el sentido de que compiten en los mercados y buscan
maximizar el número de consumidores o usuarios, mejorar la tecnología, conquistar
nuevos clientes gracias a sus servicios sociales y generar otras innovaciones. En
perspectiva existen, según el mencionado autor, dos tipos de negocios sociales, a
saber:
I.
Compañías que están enfocadas a generar un beneficio social y, por tanto, buscan
soluciones factibles (reducción de la pobreza, salud de calidad para gente pobre,
logros en justicia social, logros en sostenibilidad ambiental global, etc.);
II. Negocios lucrativos pero que son propiedad de gente pobre o en situación
desaventajada, destacando que las ganancias se reparten colectivamente.
Los negocios sociales, según Yunus, son un subconjunto de las denominadas
empresas sociales. Su concepto de empresa social se puede interpretar en un sentido
amplio; incluye iniciativas que podrían estar intensamente orientadas al mercado
(con alto poder de intercambio para usar el lenguaje de Boulding), hasta las más
propensas a las donaciones (con altas dosis de poder integrador siguiendo a
Boulding) y que, por tanto, abarcan un amplio espectro desde lo lucrativo hasta lo
no lucrativo.
Yunus subraya la importancia del movimiento global en torno al empresariado social
liderado por organizaciones como Ashoka Foundation. Existe, según Yunus, alguna
similitud y gran complementariedad entre negocios sociales y cooperativismo. Uno
de los pioneros del cooperativismo fue Robert Owen (1771-1858), quien lideró una
organización con trabajadores que buscaban evitar la explotación de que eran
víctimas. El movimiento cooperativista se funda en el concepto de que pueden existir
negocios que sean propiedad de los consumidores, los cuales beneficien a estos y no
a los mercaderes. Pueden existir cooperativas en las cuales productores y consumidores
se alíen para evitar la explotación de intermediarios, patrones explotadores y
especuladores. No obstante, pueden existir cooperativas excluyentes o lucrativas,
dado que su concepto no está inherentemente orientado para ayudar a los pobres o
generar algún beneficio social específico.
El concepto de negocio social es algo ambiguo, es un híbrido entre lo lucrativo y lo
no lucrativo, una zona gris entre negocios lucrativos y empresas con finalidades
sociales. Los negocios sociales pueden ser muy intensivos en generar lucro o más
intensivos en producir beneficios sociales, lo importante en la perspectiva de Yunus
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¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES?
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es mantener cierto equilibrio (sostenibilidad) para no sesgarse en ninguno de los dos
extremos. Hay tantas combinaciones cuantas la imaginación permita. Otros enfoques
similares sobre microfinanzas y negocios con objetivos sociales se pueden encontrar
en los textos de autores como Bruni y Zamagni (2007), Camino y Lara (2007) y
Ciravegna (2007).
2. ¿Es significativo el aporte de Yunus?
2.1. Un enfoque propositivo aún a escala muy micro
La pobreza condena, a quienes la padecen, a vivir en situaciones de extrema dificultad
e infelicidad. Los pobres tienen , o apenas si alcanzan a tener, algún insignificante
control sobre su propio futuro, y al carecer de las más elementales libertades sufren
una grave carencia de derechos humanos. Yunus advierte que hay frecuentes
protestas globales cuando en algunos países se violan las libertades religiosas o de
expresión, pero impera una gran indiferencia frente a las vidas perdidas de más de
la mitad de la población mundial que hoy son víctimas de la pobreza extrema.
Otros autores también preocupados por la pobreza y el hambre en el mundo,
argumentarían que la lucha contra estos flagelos depende de ampliar ciertas
libertades civiles y políticas. Por ejemplo, Sen (2000) ha mostrado que las libertades
son requisitos y resultados del desarrollo: si las personas gozan de algunas libertades
como las de expresión, prensa y organización, entonces pueden generar acciones
colectivas encaminadas a mejorar su situación (salir de la pobreza); y una mejora en
sus condiciones de vida se debería traducir en más libertades (para no quedar
atrapadas en situaciones donde no pueden elegir).
Un mundo con pobreza es más inseguro -sostiene Yunus (2007a, 2007b)-. Tal
anomalía constituye una amenaza más seria que el terrorismo, el fundamentalismo
religioso, el odio étnico y las rivalidades políticas. Este mal crea refugiados
económicos y carne de cañón que fácilmente puede ser reclutada para diversas clases
de grupos violentos. Además la pobreza alienta conflictos extremos entre grupos, o
naciones, por el acceso a bienes cada vez más escasos en algunas zonas como: agua,
tierra cultivable, ofertas de energía y algunas mercancías.
Según Yunus, los economistas del Banco Mundial han sugerido medidas muy
simples y generales para estimar la pobreza. Para empezar reducen la pobreza a un
problema que se puede medir tan sólo en términos de poder adquisitivo monetario;
por tanto suponen que las personas en situación de miseria tienen ingresos que van
desde unos centavos hasta menos de un dólar al día, en tanto que los pobres devengan
entre un dólar y menos de dos dólares diarios. Yunus ha sugerido otra métrica, y no
se limita a medir la pobreza, sino más bien a buscar algunas soluciones prácticas
para superar tal flagelo. Afirma que la pobreza es variable, dependiendo del contexto,
y exige examinar variaciones en materia de situación económica, hábitos culturales
Universidad Autónoma de Colombia
14
FREDDY CANTE
y condiciones de vida. Para sus programas de microcrédito ha hecho énfasis en diez
características de las condiciones de vida que permitirían sacar a la gente de la
pobreza, estas suponen que una persona y su familia tengan acceso a: 1) Una
modesta vivienda avaluada en 370 dólares, y la posibilidad de no dormir directamente
sobre el suelo (tener una cama o colchonetas); 2) Agua potable para beber (lo que
supone procesos de filtración y purificación), al igual que agua limpia para bañarse
y para lavar; 3) Que los niños en edad escolar ingresen a la escuela y terminen su
educación primaria; 4) Que si contraen una deuda dispongan de al menos 3 dólares
semanales para efectos de ir pagando lo que deben; 5) Una letrina o sanitario
higiénicos; 6) Suficientes prendas de vestir, adecuadas para los cambios de clima.
Mosquiteros; 7) Fuentes adicionales de ingreso, como granjas caseras; 8) La persona
debe tener al menos 75 dólares anuales destinados al ahorro; 9) Una capacidad para
ingerir al menos tres comidas diarias, durante todo el año; y 10) Una conciencia sobre
la salud, además de la posibilidad de acceder y comprar medicinas y tratamientos
en caso de enfermedad.
Esta propuesta de Yunus permite generar políticas contra la pobreza que sirvan para
atacar focos específicos y mantener una claridad en las metas. No obstante, hay que
insistir en que, pese a los importantes detalles, este decálogo de Yunus resulta muy
limitado pues no contempla otra información sustantiva relacionada con aspectos
más macro y globales del medio ambiente como cambio climático, crisis financiera
internacional, competencia desigual, intervención estatal, etc.
2.2. ¿Es el banco para los pobres una revolución financiera?
En el mundo actual hay unos cuantos cientos de millones de privilegiados, quienes
gozan de acceso a todos los recursos planetarios, mientras que billones de pobres
luchan por sobrevivir. Billones de personas aparecen excluidos del mercado –de
hecho, Yunus ha sostenido que el capitalismo está a medio desarrollar, y los negocios
sociales permitirían hacer empresarios a los pobres que hoy están excluidos de los
mercados-. La distribución global del ingreso confirma la existencia de la exclusión:
un 94% del ingreso lo acapara un 40% de la población mundial, mientras que el 6%
restante es para el 60% de los habitantes que no son ricos. Yunus (2007a, p. 208)
cita cifras de una investigación hecha en la Universidad de las Naciones Unidas;
destaca los siguientes datos: en el año 2000 el 1% más rico de la población mundial
posee el 40% de las acciones mundiales y el 10% más rico alcanza a poseer el 85%
de los activos del mundo; la mitad más pobre escasamente posee el 1% de los activos;
cinco países (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido) absorben
el 45% del ingreso, aunque su población es 13% de la mundial; tres gigantes
subdesarrollados (India, China e Indonesia) tienen el 42% de la población mundial
y solo el 9% del ingreso planetario; los 50 millones de personas más ricas en la tierra
reciben un ingreso equivalente al que perciben tres billones de personas pobres.
En el año 2000 todas las naciones del globo se reunieron en las oficinas de las
Naciones Unidas en Nueva York y se comprometieron con ocho metas del milenio en
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES?
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un plazo de 15 años, en particular con una reducción de un 50% de la pobreza
mundial. En relación con tales metas, Yunus hace énfasis en que en las creencias y
deseos de las personas se debe posicionar la idea de que la pobreza es inaceptable e
incompatible con la civilización. Si hay suficiente consenso y la lucha contra la
pobreza es un sueño colectivo, entonces, posiblemente, el mundo no tendrá pobreza
en el año 2050, y esta será un recuerdo instalado en los museos.
La solución de Yunus (2003, 2007a, 2007b) a la problemática de la pobreza evidentemente simplista y en apariencia revolucionaria- radica en crear un sistema
financiero no convencional, es decir, no exclusivamente centrado en el lucro, que sea
hecho a la medida de las necesidades y expectativas de los pobres que hasta ahora han
estado excluidos de la banca convencional. Por cierto, es algo escéptico sobre las virtudes
de la caridad (o donaciones) por tres razones, a saber: los beneficiarios de obras caritativas
se vuelven buscadores de favores y dejan de ser demandantes de derechos que son
merecidos; como resultado de esto pierden su voz y dejan de hacer demandas en pro de
la transparencia y de la rendición de cuentas; y dado el carácter unilateral y asimétrico
de la caridad se vuelven población vulnerable a la explotación y manipulación con la que
tanto seducen los patrones clientelistas y los líderes populistas.
La esencia del desarrollo radica en lograr un mundo que permita mejorar las
condiciones de la mitad de la población mundial más pobre. Pero esto no se define
como una canasta de bienes de consumo más grande, más allá exige que los
individuos puedan explorar todo su potencial de creatividad sobre la base de un
ambiente adecuado. Para Yunus es algo tan elemental como un crédito muy barato.
Yunus, fiel a su experiencia de trabajo en zonas de pobreza extrema, sostiene que los
pobres entre los pobres requieren apenas ínfimos montos de dinero para superar su
situación. Su hazaña financiera se remonta a mediados de los años setenta, cuando
liberó a 42 personas muy pobres de Bangladesh de las garras de agiotistas locales, para
prestarles de su bolsillo unos 27 dólares sin intereses y sin trámites burocráticos, y
obviamente sin coerción alguna. De ahí en adelante ha promovido un nuevo concepto
de banco para que los pobres accedan a capital financiero, sin fiadores, sin historia
crediticia y sin instrumentos jurídicos. Hoy el Grameen Bank o “banco de la aldea” se
ha expandido, a tal punto que otorga préstamos a 7 millones de personas, 97% de las
cuales son mujeres, en 78.000 aldeas de Bangladesh. Los préstamos efectuados desde
su apertura representan 6 billones de dólares y la tasa de pago es del 98.6%. Es un
negocio autosostenible y no depende de donaciones desde 1995. Los depósitos y otros
recursos financieros constituyen el 156% de los préstamos concedidos. Se estima que
el 64% de los prestatarios de este banco han dejado atrás la pobreza.
Hoy el 80% de las familias pobres de Bangladesh han sido beneficiadas por
programas de microcrédito. Para el 2012 se espera que todas las familias pobres
accedan al microcrédito. En 1997 hubo un encuentro mundial de organizaciones que
trabajan el microcrédito (unos 3.000 delegados de 137 países), quienes acordaron
beneficiar a los 100 millones de familias más pobres con el microcrédito y otros
servicios financieros, para el año 2005. Esto fue una meta ambiciosa, pues hoy
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existen 7.6 millones de familias beneficiadas, de las cuales 5 millones viven en
Bangladesh.
El Banco Grameen ofrece 4 tipos de créditos a 4 tasas de interés diferentes, todas
sujetas a un interés simple (no el interés compuesto que impone la banca tradicional),
y se evita que la persona termine pagando en intereses el doble de lo que le prestaron
(aunque tarde 20 años o más en pagar la deuda). Los productos crediticios son:
préstamo para generación de ingresos a una tasa del 20%, préstamo para vivienda
al 8% de interés, crédito para educación (a un 0% durante el proceso de formación
y luego a un 5% cuando la gente se gradúe), y préstamos libres de interés para los
mendigos.
Posiblemente el éxito del Grameen Bank radica en el concepto de crédito colectivo:
los prestatarios no actúan solos, están asociados a un grupo de al menos 5
amistades, con las cuales tienen profundos y polifacéticos vínculos sociales, esto
equivale a un capital social muy intensivo. Aunque cada prestatario debe responder
por su propia deuda, el grupo de amistades funciona como una pequeña red de
apoyo, soporte psicológico (o presión social positiva) y a veces asistencia práctica
a los individuos más novatos. Esto es compatible con la acción colectiva exitosa a
pequeña escala, gracias a la presión comunitaria (pueblo chiquito, infierno grande)
y a la existencia de preferencias sociales. De hecho esta experiencia aparece
referenciada en el reciente trabajo de Gintis et ál (2006), y también se discuten
casos similares en los aportes de Camerer (2003) y de Fehr y Fischbacher (2002).
Además del mencionado capital social existe una agenda social de compromisos
(deberes) que son imperativos para todos los clientes de la entidad, y han
evolucionado gracias a una sabiduría popular que ha madurado con el tiempo. Se
destaca que los cuatro principios del Banco Grameen son: disciplina, unidad,
coraje y trabajo duro. Además, los beneficiarios de tal banco deben: llevar
prosperidad a la familia; no vivir en casas derruidas, repararlas o fabricar unas
nuevas; cultivar vegetales a lo largo del año, consumirlos en abundancia y vender
el excedente; durante las estaciones de siembra se deben plantar suficientes
árboles; minimizar el tamaño de las familias, reducir los gastos y mejorar la calidad
de la salud; educar a los niños y asegurarse de que más adelante puedan devengar
ingresos para continuar estudios superiores; mantener a los niños en un ambiente
limpio; construir y usar letrinas higiénicas; hervir o purificar el agua antes de
consumirla; evitar el matrimonio de infantes o preadolescentes; no infligir directa
o indirectamente injusticias a nadie; hacer grandes inversiones en colectivo.
Estar siempre listos para ayudar a otra gente; restaurar la disciplina cuando sea
necesario; y tomar parte colectivamente en todas las actividades sociales.
2.3. Sobre los negocios sociales y algunos retos globales
Yunus no desconoce las posibilidades de fortalecimiento de las corporaciones
globales y el efecto Mateo (a quien tiene se le dará más), los cuales pueden generar
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES?
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las nuevas tecnologías que han revolucionado el mundo de la información. Sin
embargo insiste en que tales tecnologías informáticas están creando nuevos tipos de
relaciones entre la gente. La gente pobre puede sacar provecho de este avance
tecnológico si generan acciones colectivas ágiles y enérgicas en pro de sus derechos.
Si los pobres tienen éxito entonces se verán beneficiados por la eliminación de ciertas
barreras gracias a la eliminación de distancias espaciales y temporales que provienen
del manejo electrónico de la información.
Las nuevas tecnologías de la información podrían ayudar a que los pobres se integren
en el proceso de globalización mediante el comercio, vía correo electrónico. Esta
tecnología, por lo mismo, ayudaría a eliminar los intermediarios y especuladores, a
propiciar contactos directos entre productores y consumidores. Estas tecnologías
también ayudarían para que se democratice la información (los pobres tendrían
acceso a educación y asesoría técnica, incluso a educación a distancia que podría
provenir de las mejores universidades del mundo), y a generar relaciones más
multidimensionales y globales. Estos avances también serían importantes en el
avance mismo de la democracia (al eliminar intermediarios y farsantes políticos), y
al amplificar a voz de la gente pobre (reduce los costes de tiempo, energía y dinero
para poder ejercer libertades de expresión y de asociación). Puesto en breve: Yunus
afirma que la tecnología en mención podría dar voz a quienes han estado acallados,
ojos a los que han estado ciegos y oídos a los que han sufrido sordera. Yunus hace
un llamado para que las organizaciones que en el mundo combaten la pobreza
incursionen en la industria informática para derribar barreras simbólicas, esto es,
crear paquetes de software, programas de tutoría y de atención a gente pobre, iletrada
y que sólo habla (y a veces escribe) en su idioma natal.
Aunque ciertos consensos como cierta consciencia mundial sobre el calentamiento
global son genuinos, la gente no suele preocuparse por todo el planeta. Sostiene
Yunus que las respuestas del común de la gente son personales e inmediatas, están
centradas en las amenazas a la propiedad y al ingreso -más que a la vida misma-,
y son más sensibles a los cambios ambientales que les afectan sus intereses más
próximos. No obstante, los complejos problemas relacionados con el cambio
climático requieren una acción unificada de todos los pueblos del mundo, si no hay
una pronta iniciativa para actuar, entonces todos los esfuerzos para mejorar la vida
de la gente pobre se verán malogrados.
Los países ricos son los que más contribuyen al calentamiento global. Entre más
grande sea la economía mundial mayor será la amenaza ambiental al planeta y al
futuro de las distintas especies. Las poderosas economías de Europa y Norteamérica
continúan usando los recursos naturales a una tasa que excede sobradamente la
población que representan. Esto es, entre más elevado sea el nivel de ingreso de un
país más alta será su contribución para el incremento de los riesgos ambientales
del mundo.
La lógica del capitalismo (y, por lo mismo, la de los tradicionales negocios
exclusivamente lucrativos), es la del crecimiento no controlado, que genera la
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FREDDY CANTE
insomne y desquiciada competencia por acumular placeres o ganancias aquí y ahora.
La tasa de preferencia por el presente es demasiado elevada, los consumidores
buscan las máximas cuotas de derroche y los inversionistas las más astronómicas
ganancias.
Yunus piensa que ya es hora de limitar la libertad de las naciones para consumir y
desperdiciar los recursos naturales, y buscar que restrinjan su propio consumo de
manera voluntaria. Si esto es inadecuado sería preciso recurrir a la imposición. Por
cierto, afirma que los negocios sociales ayudarían a producir y promocionar bienes
y servicios que atiendan a usos de energías más limpias. También a la generación de
consumidores que valoren lo que en realidad necesitan y lo que sea menos perjudicial
para el medio ambiente.
2.4. Un poder social a pequeña escala
El economista J. K. Boulding (1993), sugirió la existencia de tres tipos de poder
relacionados con las acciones humanas de integración, de intercambio y de destrucción.
El poder integrativo tiende hacia el amor que permite constituir familias, comunidades
y otras relaciones sociales, gracias a que distintos grupos pueden tener profundas
convergencias en materia de valores, visiones del mundo, ideologías o metapreferencias. El poder de intercambio (el mercado y diversas formas de negociación)
que permite asignar un precio a diversos bienes y servicios (incluyendo ciertos
comportamientos humanos), y que por lo general está encaminado a la obtención de
una ganancia. Y, finalmente, el poder amenazador (que podría surgir en ciertas
situaciones de conflicto potencial o real, y puede a veces llegar a ser destructivo). El
poder destructivo o amenazador está asociado con el poderío político-militar. El
productivo se relaciona directamente en el poder económico para producir e
intercambiar. Y el integrativo está basado en el poder del amor y otras motivaciones
similares que sirven para fundar y cohesionar relaciones sociales. Estos tipos de
poder también son conocidos como poder político-militar, poder económico y poder
social.
Pese a los avances teóricos y a la evidencia empírica sobre la existencia de preferencias
sociales y negocios con objetivos sociales, nuestro mundo todavía está gobernado
predominantemente por los poderes de intercambio y aun de destrucción. Las
preferencias sociales y ciertas preferencias de segundo orden (o metapreferencias) que
tienden hacia el altruismo o a la reciprocidad, podrían ser apenas el germen de un
poder social que, posiblemente, podría ser dominante en un futuro. Los negocios con
objetivos sociales permiten escasamente la propagación de dosis diminutas de poder
social y están aún cautivos en la lógica del poder de intercambio de tipo capitalista.
2.5. Preferencias sociales a pequeña escala
Las preferencias sociales, en particular las de reciprocidad, tienen un alcance
circunscrito a las relaciones locales (comunitarias). Las comunidades propician la
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¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES?
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cooperación debido a que: se pueden caracterizar como grupos pequeños (con
relaciones cara a cara que permiten fácilmente detectar a los colinchados). Además,
porque sus integrantes comparten un conjunto común de valores y creencias, tienen
unas relaciones sociales directas y multifacéticas, están fuertemente regulados por
la reciprocidad y tienen unas similares oportunidades económicas y políticas. En
muchos contextos las comunidades que emprenden negocios sociales pueden ser
superiores a los mercados, a las empresas lucrativas y a los Estados por: manejar
información específica que la gente ajena a la comunidad no puede conocer; y por
propiciar una participación de sus integrantes en las ganancias (y también en las
pérdidas). No obstante, el rostro oscuro de las comunidades es que tienden a generar
ciertas barreras a la entrada y, por lo mismo, restringen los beneficios y el alcance
de las preferencias sociales tan sólo a sus integrantes.
2.6.
Negocios sociales a pequeña escala
Surgen enormes dudas sobre cuan amplia puede ser la bondad de los negocios
sociales propuestos por Yunus. Al estar insertos en mercados y operar con búsqueda
de lucro, sus objetivos sociales pueden estar restringidos hacia el interior del negocio
y, hacia fuera, mantienen la encarnizada competencia con el resto de firmas. Aún si
se trata de negocios que generan intensamente unos beneficios para determinados
grupos sociales, al transar en el mercado y, por tanto, comprar y vender bienes y/o
servicios a otras empresas capitalistas, terminarán beneficiando a negocios típicamente
lucrativos. Además, al operar con la lógica de los negocios lucrativos, las diversas
tentativas de beneficio social inevitablemente serán administradas como costes que,
para no quebrar a las empresas propuestas por personas como Yunus, deben dejar
un margen de ganancia. Yunus, gracias a su experiencia de al menos cuatro décadas
de trabajo con gente pobre, ha encontrado que los pobres no pueden retener
excedentes de su labor productiva y, por tanto no pueden ahorrar o invertir, puesto
que no tienen control sobre el capital. Este autor supone que los pobres tienen cierto
capital humano (habilidades) y cierta capacidad empresarial, simplemente requieren
un crédito barato que les solucione su escasez de capital financiero. Pero
sintomáticamente se limita a entornos muy locales.
Comparada su propuesta de negocios sociales con análisis más amplios como el de
Sachs (2007), el planteamiento de Yunus resulta muy estrecho. El profesor Sachs ha
hecho énfasis en que existe una trampa de la pobreza, además los pobres carecen de
diversos tipos de capital, a saber: empresarial (mejores habilidades administrativas
y más líderes empresariales); humano (mejores condiciones de nutrición, afecto,
salud y educación que les permitan potenciar sus diversas formas de inteligencia);
intelectual (una elite de intelectuales geniales y comprometidos con la gente pobre);
natural (unos recursos naturales y un clima aptos para vivir y generar diversas formas
de energía); capital social (más conexiones en lo estrictamente local, en lo regional
y en lo mundial); capital colectivo (obras de infraestructura que se traduzcan en
incremento de la conectividad física, informática, telefónica, etc.); capital institucional
(unos valores y unas estructuras de poder que favorezcan relaciones sociales
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FREDDY CANTE
democráticas). Mientras Yunus queda anclado en soluciones de tipo microeconómico
(tendientes a mejorar los ingresos de algunos cientos o miles de las familias pobres),
el enfoque macroeconómico de Sachs apunta a crear ambientes económicos y
políticos. También exige procesos de acción colectiva para superar la pobreza (que al
menos en su expresión de miseria afecta a un billón de personas). Mundialmente
publicitados y difundidos negocios sociales como el Banco Grameen, apenas si
ayudan a que la gente más pobre tenga alguna mínima capacidad de gasto, y,
parafraseando a Kalecki (1977), amplían el conjunto de asalariados o rebuscadores
que “gastan lo que ganan” y deja intacta la colosal rentabilidad de quienes “ganan
lo que gastan”.
3. Conclusión: una hormiga durmiendo con un elefante
enemigo
Los negocios sociales como los estilados por Yunus son un conjunto de relaciones
sociales que pese a lo intensivas en reciprocidad, son apenas un enano que conviven
con un gigante: el capitalismo, que aún conserva sus colosales poderes de explotación,
destrucción y competencia.
Acertadamente autores como Kalecki (1977) y Sraffa (1960) (quienes recogen el
legado de los economistas clásicos como Smith, Ricardo y en especial Marx), han
hecho énfasis en que los salarios se originan en la producción del trabajador y las
ganancias en la posesión del capital. En particular Sraffa ha mostrado que el capital
no es un factor de producción diferente a los aportes productivos intelectuales o
materiales de los trabajadores y, además, que se origina en trabajo pretérito. Han
hecho énfasis Kalecki y Sraffa que detrás de los salarios y las ganancias hay clases
o sectores, a veces antagónicos de la sociedad, que protagonizan pugnas distributivas.
Esto significa que hay una especie de juego de suma cero (aquel en donde unos ganan
lo que los otros pierden), entre los asalariados que “gastan lo que ganan” y los
capitalistas que “ganan lo que gastan”.
Para tener una visión más completa de los típicos negocios lucrativos y de los
llamados negocios con objetivos sociales, resulta importante entender que la
ganancia puede ser entendida como lucro puro (ingreso no proveniente del trabajo)
y que, no obstante, existen formas de trabajo (empresarial) distintas al esfuerzo
físico, como las labores intelectuales, administrativas y creativas. A esto se adiciona
la enorme responsabilidad de los empresarios, quienes apuestan su capital en
situaciones de riesgo e incertidumbre que les podrían llevar al infierno (la quiebra)
o al paraíso (astronómicas ganancias). Y existen otras labores no despreciables de los
empresarios como son: contactos, liderazgo, capacidad de organización, de
planificación y de administración -tareas complejas y costosas que pueden correr por
cuenta de empresarios o gobernantes. (Ver Cuevas, 2008)-.
A lo anterior se agrega que el poder de intercambio está fuertemente relacionado con
el de destrucción, y que emprender un negocio es tan riesgoso y puede ser tan costoso
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¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES?
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como implementar una guerra. Schumpeter (1950) ha hecho énfasis en que uno de
los atributos del capitalismo es el de la destrucción creativa, la cual deja millares de
negocios quebrados e iniciativas empresariales desechadas, a cambio de: introducción
de nuevos bienes y calidades, nuevos métodos de producción o comercialización,
apertura de nuevos mercados, nuevas fuentes de insumos, creación de nuevas formas
de organización, etc.
Autores como Dahl (2002) han mostrado la importancia de introducir la democracia
en las empresas. El problema no es solamente el lucro, sino el autoritarismo que se
ejerce en la gran empresa moderna. Es importante trabajar en torno a tendencias
como la no militarización, la no maquinización, la existencia de ocio, unas relaciones
empresariales menos despersonalizadas, para así poner freno a las grandes
corporaciones que se comportan como Estados autoritarios. Esto exige reducir
grandes asimetrías entre los managers o controladores y los insignificantes y
desinformados obreros; pero también, y muy importante, no conformarse con la ya
cuestionada democratización de la propiedad accionaria y avanzar hacia el control
social a quienes gobiernan y administran las empresas.
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FREDDY CANTE
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Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
La contrarrevolución
capitalista chilena.
La constitución económica de la
sociedad neoliberal
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON1
Resumen
El presente artículo analiza la constitución económica de la sociedad neoliberal
en Chile. Para tal efecto, se revisa la situación macroeconómica del capitalismo
nacional previo a la experiencia socialista de la Unidad Popular, en la que esta
presentaba una profunda crisis de stangflación, de legitimación y dominación.
El intento de superar dicha crisis a través de la acción de una política
económica socialista, fue respondido por el capital con un violento golpe de
Estado que abortó la experiencia socialista; instalándose así un régimen
dictatorial que impuso un nuevo patrón de acumulación capitalista, el
neoliberal. Este nuevo patrón se ha constituido en la base material de la
actual sociedad chilena. En el presente artículo se explica cómo y c u á l e s
fueron los vaivenes y derroteros de la contrarrevolución capitalista chilena,
entre 1973-1990.
Palabras clave: Acumulación capitalista, crisis de stangflación, reestructuración
capitalista, neoliberalismo.
1
Dr. en Ciencia Política e Historiador. Director académico del programa de Doctorado en Procesos
Sociales y Políticos en América Latina y docente e investigador titular en la Universidad Autónoma
de Artes y Ciencias Sociales, UARCIS, Chile. [email protected] , [email protected]
Universidad Autónoma de Colombia
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JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
Abstract
This article analyzes the economic constitution of the neoliberal society in
Chile. To this end, we review the macroeconomic situation of national
capitalism before the socialist experience of the Unidad Popular; this had a
profound stangflación crisis of legitimacy and dominance. The attempt to
overcome it through the action of a socialist economic policy, was answered
by the capital with a violent coup that abortion socialist experience. Installing
a dictatorship that imposed a new pattern of capitalist accumulation,
neoliberal. This new standard has become the material basis of the current
Chilean society. In this article explains how and what were the ups and downs
and paths of capitalist counterrevolution Chile between 1973-1990.
Key words: capital accumulation, Stangflación Crisis, capitalist restructuring,
neoliberalism.
Presentación
Es un lugar común sostener que Chile vivió durante la segunda mitad de la década
de los años setenta una transformación radical en sus estructuras políticas,
económicas y sociales. Proceso que ha sido descrito por algunos analistas como una
«verdadera revolución capitalista». Ésta consistió, fundamentalmente, en la
modificación del régimen de acumulación de carácter industrial-productivo a uno
mercantil-financiero.2 En ese sentido, Chile, fue el primer país latinoamericano en
iniciar tempranamente la transición a un Nuevo Modelo Económico en la región
latinoamericana. (Bulmer-Thomas, 1997).Una de las principales características de
esa transición económica fue el hecho de que estuvo conducida políticamente por una
dictadura militar de nuevo tipo, lo cual permitió -en opinión de Bárbara Stallingsimponer los sacrificios requeridos a la sociedad para lograr la reestructuración
capitalista o el ajuste estructural deseado (Williamson, 1991).
A diferencia del resto de los países de la región, la re-estructuración capitalista o el
ajuste estructural se llevó a cabo en Chile como una reacción política, económica y
social en contra de la experiencia socialista democrática del Gobierno de Salvador
Allende. Por esa razón, la reestructuración capitalista tiene, en Chile, un carácter refundacional del capitalismo nacional.
Esto último es un aspecto central en el análisis político-económico- social del caso
chileno, pues nos obliga, por un lado, a diferenciar conceptualmente lo que vamos
a entender por «reestructuración capitalista» y «ajuste estructural», y por otro, a
2
Para una discusión y tipologías de los regímenes de acumulación, Cfr. J. Valenzuela Feijoo, ¿Qué es
un patrón de acumulación? UNAM, México, 1990.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
25
definir las condiciones de partida del proceso de transformación de la economía
chilena.
Este documento se divide en dos partes: en la primera parte analizamos la crisis del
capitalismo nacional y los resultados macroeconómicos de la experiencia socialista
de inicio de los años setentas; nuestro planteamiento aquí es que el régimen de
acumulación capitalista dominante en la sociedad chilena, –al momento de iniciarse
la experiencia socialista–, atravesaba por una crisis de stangflación producto de
importantes desequilibrios estructurales. La experiencia socialista de la Unidad
Popular (1970-1973) constituyó un intento de superar dicha crisis a través de la
instauración de un régimen de acumulación socialista; sin embargo, su derrota
política y militar impuso la reestructuración neoliberal del capitalismo nacional.
La segunda parte analiza la reestructuración capitalista que instala un nuevo
régimen de acumulación en el país. Dicho régimen basado fundamentalmente en el
comercio exterior y en el capital financiero, marca una nueva etapa del desarrollo
capitalista nacional; al mismo tiempo, se imponen nuevas formas políticas
institucionales en concordancia con el nuevo modelo de acumulación capitalista.
I. Primera parte: la economía chilena, 1940-1973
En cualquier proceso de transformación histórica es necesario definir las condiciones
de partida; es decir, el régimen de acumulación existente al momento de ponerse en
marcha la nueva forma de acumulación. En la sociedad chilena, el régimen de
«acumulación sustitutiva de importaciones» precedió al actual (Valenzuela-Feijoo,
1990).
Las características constitutivas de ese régimen eran: la industrialización sustitutiva
de importaciones, la intervención estatal del proceso productivo y el desarrollo del
mercado interno. Este régimen de acumulación fue dominante en Chile desde la
década de los treinta. Y América Latina había comenzado a mostrar claramente sus
límites (es decir, sus contradicciones o desequilibrios estructurales) durante los años
sesenta.
La crisis abierta de América Latina comienza en la década de los setenta, con ciertas
tentativas de implementación de nuevos regímenes de acumulación (Chile, 19701973 y entre 1973-1975; Brasil, a partir de 1974; Uruguay, a partir de 1973-74;
Argentina, a partir de 1976), y se generaliza entre 1981-1990. Dicho periodo (19731990) puede igualmente caracterizarse como una fase de transición entre dos
modalidades diferentes o alternativas: entre, -por un lado-, el régimen dominante
desde los años treinta, y -por otro lado-, el nuevo tipo de regímenes que tiende a
configurarse y a predominar, que denominaremos de «acumulación extravertida».
A pesar de que este proceso de transición es en cierta forma similar para la mayoría
de los países de la región, hay que prestar atención a ciertos elementos condicionantes
de tipo coyuntural que desempeñaron un papel significativo antes del inicio del
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JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
proceso de transformación, que se podrían denominar la situación macroeconómica
(SM, en adelante),3 como por ejemplo: el equilibrio o desequilibrio productivo, de
balanza de pagos y el comercio exterior, de inflación, etc.
La situación macroeconómica era muy diferente en cada uno de los países de la
región, a pesar de que el régimen de acumulación era análogo para el conjunto de
países. En los elementos condicionantes hay que considerar la situación política (SP),
fundamentalmente, en lo referido al tipo de régimen político existente al momento
de la crisis. No es lo mismo la transición económica conducida por gobiernos
democráticos que la conducida por gobiernos autoritarios. O, el inicio de las
transformaciones como respuesta reactiva al proyecto socialista de sociedad, como
fue el caso chileno.
Por lo tanto, las condiciones acompañantes (CA) en el momento del tránsito de un
régimen de acumulación a otro engloban, tanto elementos externos como internos
de carácter socioeconómicos y políticos, los cuales resultan centrales para la
comprensión histórica y política del proceso de transformación como de su dirección.
Teniendo en cuenta tanto la SM, SP y las CA, el caso chileno se presenta radicalmente
diferente en relación al resto de los países de la región. Pues, al momento de
producirse el Golpe Militar de las Fuerzas Armadas chilenas, que derrocan al gobierno
constitucional de Salvador Allende en 1973, la SM no era sólo producto de la crisis
del régimen de «acumulación substitutiva», sino del intento de transformación
radical y su reemplazo por el régimen de «acumulación socialista». Sin lugar a duda,
el intento socialista de la Unidad Popular había profundizado los elementos
centrales del régimen de acumulación anterior, especialmente, el rol del Estado, el
desequilibrio de la balanza de pagos, la crisis fiscal, la inflación, etc. De manera que
la «crisis económica» que afectaba a la sociedad chilena escapaba a la crisis
estructural del régimen de «acumulación sustitutiva», era la crisis de la dominación
capitalista en su totalidad. De ahí, entonces, que la SP juega un papel fundamental
en el carácter político, primero de la refundación como de la posterior reestructuración
capitalista de la formación social chilena. Serán las CA que le darán el carácter radical
y supuestamente «revolucionario» al proceso de transición de un régimen de
acumulación a otro.
El régimen de acumulación sustitutivo chileno venía presentando una serie de
problemas de funcionamiento, especialmente, desde 1960; los cuales fueron
profundizados por la experiencia socialista de Salvador Allende. De acuerdo a los
indicadores macroeconómicos previos al golpe militar de septiembre de 1973, la
economía chilena estaba virtualmente en banca rota. Sin embargo, la coyuntura
política y económica del periodo de la Unidad Popular es insuficiente para explicar
la crisis de la economía capitalista nacional. Esta presentaba una serie de
desequilibrios estructurales que dificultaban pesadamente su desarrollo; a finales de
3
Los conceptos de: situación macroeconómica, situación política y condiciones acompañantes, han
sido tomados de: Jan Patula, La Transformación socioeconómica en Europa Central. UNAM, México,
1996, pp. 8-9.
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LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
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la década de los cincuenta y comienzo de los años sesenta, había un consenso
económico en sostener que el patrón de acumulación sustitutivo e internista estaba
agotado. La superación de dicha situación para todos estaba en su transformación
estructural; ya sea a través de la reestructuración capitalista o la revolución
socialista. Ese era el dilema histórico de la sociedad chilena durante la década de los
sesenta.
Los elementos de la crisis
1.- Bajo crecimiento: a lo largo del periodo 1940-1970 la economía chilena había
tenido un “crecimiento -en palabras de Hugo y Pablo Trivelli- poco satisfactorio”. Tan
sólo de un 4,1% promedio anual (PGB). El crecimiento del producto per cápita había
sido de 1,6% anual (H. Trivelli y P. Trivelli, 1978, pp. 227-280).
2.- El lento crecimiento económico: es explicado por la insuficiente tasa de
formación de capital. En efecto, como es sabido el esfuerzo de acumulación se mide
básicamente a través de la tasa de formación de capital, es decir, la proporción del
producto que se destina a la reposición y expansión de la dotación de activos. Este
indicador alcanzó en Chile, en el periodo señalado, un 14,1% en promedio. En países
que han mostrado tasas de crecimiento superior a la chilena, las tasas de formación
de capital fijo han superado al 20% durante periodos prolongados. Los elementos
explicativos del ritmo de formación de capital se encuentran, tanto por el lado de la
oferta, como el de la demanda. Entre los primeros se incluyen todos aquellos que
contribuyen a explicar lo exiguo de la oferta de ahorros, es decir, las razones que
hicieron que ahorrar fuera poco atractivo. Entre los segundos están las explicaciones
del porqué la demanda de fondos para inversión fuera restringida. La combinación
de ambos tipos de elementos confluye para proporcionar la explicación de la baja
tasa de formación de capital.
Esta insuficiente acumulación de capital encuentra explicación de manera reiterada
en la inestabilidad de las condiciones económicas del país y, sobre todo, en la
discontinuidad en el uso de los instrumentos de política económica.
El origen de la inestabilidad se encuentra en algunas de las características estructurales
de la economía chilena, como es su carácter monoexportadora, que la dejan a merced
de las fluctuaciones externas y en particular de aquéllas en el mercado del cobre y un
proceso inflacionario crónico.
Ambas características contribuyeron a configurar un horizonte de certidumbre muy
limitado, constituyendo un fuerte desincentivo para la inversión, es decir, para la
acumulación.
3.- Inflación crónica: la vasta literatura económica sobre el desarrollo económico
nacional es contunde en afirmar que uno de los problemas centrales del régimen de
acumulación sustitutivo lo constituía el largo proceso inflacionario. Según, Roberto
Universidad Autónoma de Colombia
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JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
Zahler, “el país se había acostumbrado a vivir con inflación” ( Zahler 1978, pp. 1972).
El problema inflacionario tenía en Chile, hacía 1970, más de un siglo de desarrollo
y constituía una meta a resolver por la mayoría de los gobiernos que asumían la
conducción económica del país. Sin embargo, el control de la inflación se presentaba
como un problema sin solución; puesto que este no era tan solo un problema de
manejo económico sino político y social. De manera que las explicaciones del porqué
de su presencia y su larga duración en el tiempo escapaban a las variables,
exclusivamente, económicas. Por esa razón, del mismo modo la dilucidación de las
causas y factores que potenciaban la inflación se entremezclaban con las variables
políticas, sociales y en cierta forma, con las culturales. La sentencia de Zahler
sintetiza un problema más profundo que el meramente económico, terminar con la
inflación crónica de la economía chilena constituyó una de las metas primordiales
de la reestructuración capitalista iniciada en 1975.
El análisis de la economía chilena en largo plazo muestra que al interior del proceso
inflacionario es posible distinguir dos periodos en términos de la intensidad del
proceso. El primero, entre 1940-1970, y el segundo, entre 1971 y 1973, cuando
Chile, bajo la Unidad Popular, estuvo a punto de alcanzar niveles de hiperinflación,
quebrando los niveles “históricos” del periodo anterior.
Durante el periodo 1945-1970, Chile disputa con Bolivia y Brasil el sitial del país
con la mayor tasa de inflación del continente. Los tres exhiben incrementos anuales
que fluctúan en promedio entre el 25% y el 30%. Las demás naciones latinoamericanas,
a excepción de Uruguay y Paraguay -y, en menor medida Argentina-, registran en sus
niveles de precios, alzas no superiores al 10%.
En Chile, la tasa media de inflación anual fue de 26,1%, fluctuando entre una
mínima de 7,7 (1961) y máxima de 79,7 (1954). ¿Qué explica esta situación? Según
Zahler, estas tasas tan persistentes y considerables son el inevitable resultado de la
discrepancia entre la expansión del dinero y la del producto real. En efecto, mientras
en promedio el primero creció a un ritmo anual de 30,9%, el segundo lo hizo al 4%
(Zahler 1978, pp. 19-72). La inflación además de haber sido considerable y de
exhibir una larga trayectoria, tal como lo muestra el cuadro N° 1, acusa una gran
inestabilidad.
Entre 1950 y 1970 la tasa promedio anual de variación fue superior al 50%, con años
de aguda aceleración y otros de incremento de los precios más o menos estable,
observándose también fases en las cuales la inflación declina en forma brusca. Para
el periodo de 1940 el rango de fluctuación -promedio simple de las diferencias
positivas o negativas entre la inflación efectiva y la media anual, expresado como
porcentaje de esta última- alcanzó al 48%.
El comportamiento errático de la inflación tuvo un elevado costo, principalmente, en
la incertidumbre, en la mala asignación de recursos, problemas de balanza de pagos,
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
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ahorro e inversión, empleo, salarios reales, etc.; así como de cambios bruscos e
indeseados en la distribución del ingreso y del patrimonio.
La inflación era el síntoma de una grave enfermedad, pues era también la expresión
de los desequilibrios estructurales de la economía chilena. Principalmente, del
comercio exterior, de las presiones al Estado y de la estructura agraria.
4.- Carácter mono-productor de la economía chilena: el comercio exterior
chileno se tornaba dependiente de la producción de un sólo producto, durante el
periodo que analizamos lo fue del cobre. Las entradas fiscales dependieron en un 50%
del impuesto a las rentas de la gran minería del cobre, de modo que las variaciones
en el mercado del metal afectaban profundamente la economía chilena.
Cuadro 1
Tasas de inflación, Chile 1960-1975
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
5,
9,6
27,7
45,4
38,4
25,8
17,0
21,9
27,9
29,3
36,1
28,2
255,4
608,7
369,2
323,3
Fuente: Corbo & Fischer:, 1994, pp. 32 y ss.
5.- El aumento permanente de los gastos fiscales: desfinanciados fue otra
fuente inflacionaria. Debido a los diversos problemas que afectaban al desarrollo
económico se ejercían presiones sociales sobre el Estado. Por una parte, el sector
empresarial presionaba para que el Estado asumiera un papel activo en la acumulación
de capitales e invirtiera en la infraestructura (energía, transporte), que no era rentable
para la empresa privada. Por otro lado, los sectores medios y obreros organizados
presionaban al Estado para que absorbiera la desocupación y distribuyera ingresos
por medio de subsidios, previsión social, salud, educación y habitaciones. Sin
embargo, como parte de estos gastos se financiaban recurriendo a emisiones
inorgánicas, se desvirtuaba el objetivo redistributivo, pues era anulado por la
inflación.
Universidad Autónoma de Colombia
30
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
6.- La tradicional estructura agraria: provocaba serias distorsiones en el
régimen de acumulación substitutiva, pues la producción de bienes alimentarios fue
cada vez más deficitaria frente a las necesidades de la población. La deficiencia de la
producción agrícola se explica en gran medida por el régimen de tenencia de la tierra,
en que grandes propietarios tenían más suelo que el que correspondía a su capacidad
de explotarlo y pequeños propietarios tenían menos suelo del que requiere una
explotación racional moderna. También incidían en el problema agrícola la falta de
una infraestructura adecuada y el control de precios de sus productos.
Esta situación obligaba al Estado a incrementar la importación de productos
alimenticios para cubrir la demanda de la población, provocando desequilibrios en
la balanza de pagos, restando posibilidad a la inversión como a la acumulación. A
comienzos de la década de los sesenta, los economistas de la CEPAL señalaban que
la modernización capitalista de la agricultura constituía un elemento clave en la
estrategia de salida al estancamiento del régimen de acumulación sustitutivo; pues
la producción agrícola debía satisfacer la demanda industrial de materias primas
agrícolas, limitar el déficit de la balanza de pagos mediante la reducción de las
importaciones de víveres y el aumento de las exportaciones de excedentes agrícolas,
además, debía ser la fuente de inversiones, no sólo en su propio sector sino también
en el sector industrial y, por último, tenía que ofrecer el sector agrario, un amplio
mercado a los productos de la industria nacional al conseguir que las masas
campesinas se integraran a la economía moderna y no continuasen por más tiempo
marginadas de ella. Por esas razones, había que impulsar resueltamente, la reforma
agraria.
7.- La inflación como impuesto: la inflación se constituyó en un impuesto no
establecido formalmente, que acarreó una pérdida equivalente en promedio a un
2,4% del PGB en la riqueza mantenida bajo la forma de dinero. Esta cifra, señala
Zahler, representa cerca del 45% del aporte del sector de la construcción al PGB, y
aproximadamente el 80% de los recursos en virtud de la tributación sobre la renta
(Zahler, 1978, p.39).
8.- Déficit Fiscal: con una inflación tan alta el déficit fiscal también fue en
aumento. En la década del cuarenta el déficit fiscal representó algo menos del 0,2%
del PGB, relación que se incrementa en forma sustancial en el transcurso de los años
cincuenta, cuando sube a 2,5%, para continuar creciendo y llegar a un nivel del orden
del 3,5% en el decenio siguiente.
En el periodo de 30 años, que es analizado aquí, los ingresos tributarios nominales
subieron a una tasa promedio anual de 33,6%, muy superior a la del incremento de
los precios. No puede afirmarse entonces que el déficit fiscal haya sido consecuencia
del deterioro del nivel real de la recaudación impositiva. Es fruto más bien del
aumento del gasto, sistemáticamente superior al del rendimiento tributario (Lundahl
pp. 11-54).4
4
Rigoberto García, op. cit. pág. 16
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
31
Se ha señalado que la inflación chilena responde, en buena medida, a alzas de los
precios internacionales. Ello es válido respecto de algunos años específicos, entre
1940 y 1970 los precios de las exportaciones del país subieron a un ritmo bastante
mayor que los de sus importaciones (5,2% y 4%, respectivamente, promedios
anuales). El hecho de que la tasa de inflación interna -comenta Zahler- más que
quintuplique el crecimiento de los precios de los bienes transados internacionalmente
permite concluir que la inflación mundial explica una parte muy pequeña del
continuo deterioro del poder de compra del dinero en Chile.
Para Mats Lundahl, la estrategia de desarrollo hacia adentro -régimen de acumulación
substitutiva- fue responsable de la gradual aceleración de la inflación. La expansión
crediticia del Banco Central -explica este autor- para estimular al sector manufacturero
en combinación con un conjunto de estrangulamientos estructurales en el sector
externo y en la agricultura, que de varias maneras estaban relacionados con la
política de sustitución de importaciones, desencadenó un alza en el nivel de los
precios (Lundahl, pp. 11-54).
9.- Economía cerrada: según los analistas económicos, el régimen de acumulación
sustitutivo, que había cerrado la economía chilena al comercio mundial, tuvo un
éxito limitado. El proceso de sustitución de importaciones se mostró operativo
básicamente hasta la década de los cincuenta. Los críticos del proceso de
industrialización señalaron que la estructura industrial que se había creado no era
eficiente y los estrangulamientos coexistían con excesos de capacidad instalada.
Tanto la minería como la agricultura fueron afectadas en este proceso ya que los
incentivos de precios e inversiones actuaron simultáneamente en desmedro de ambos
sectores.
El fomento de la industrialización llevó al Estado a imponer un rígido proteccionismo,
a tal punto que Corbo y Fischer consideran que la economía chilena estuvo
prácticamente aislada de la economía mundial durante cuarenta años. El promedio
nominal del arancel a la importación fue de 105%, alcanzando nada menos que el
750% para los bienes considerados de lujo, o suntuarios (Corbo y Fischer, 1994, p.
31). Por consiguiente, no es extrañar, entonces, que la principal recomendación de
los economistas ligados al librecambismo era la necesidad de abrir la economía
chilena a la economía mundial. Para lograr esa apertura se debían transformar las
funciones económicas asumidas por el Estado.
10.- Un Capitalismo de Estado: el Estado chileno se había hecho cargo de la
conducción económica del país desde la década de los treinta. La intervención estatal
en el proceso productivo constituía un elemento central del régimen de acumulación
sustitutivo. En efecto, el análisis de la evolución de la economía desde 1940 a 1973
revela una progresiva extensión de la injerencia del Estado, que pasa a convertirse en
uno de los principales agentes dinámicos del régimen de acumulación sustitutiva.
Para ello utilizó un conjunto de instrumentos de política directos e indirectos,
destinados a estimular la formación de capital en el sector, vía la Corporación de
Fomento de la Producción (CORFO) (Vergara, 1984, pp. 65-104).
Universidad Autónoma de Colombia
32
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
El Estado también desempeña un significativo papel en la generación de la demanda
final de productos industriales a través del gasto público, especialmente en inversiones
en obras públicas reactivadoras, de gran importancia en una economía con un
mercado reducido y una base industrial precaria.
La intervención estatal con fines re-distributivos no fue menos importante. Las
presiones de los sectores medios y de obreros organizados en favor de mejoramientos
de sus remuneraciones reales y mayor bienestar, condujeron a una notable extensión
del gasto social (salud, vivienda, educación y previsión) y a una política de
remuneraciones que procuró defender el poder adquisitivo de la población, erosionado
por la persistente inflación.
Durante la década de los sesenta el Estado inicia una nueva fase de intervención
económica que se verá acentuada durante el gobierno de la Unidad Popular. El gasto
público como porcentaje del PGB aumentó de 33.5 en 1965 a 46.9 en 1970, y la
inversión pública como porcentaje de la inversión bruta, 61% a 77%.
La presencia del Estado en el sector financiero fue también en constante expansión.
En 1970 el Banco del Estado efectuaba el 44% del total de colocaciones y recibía el
48% de los depósitos en moneda corriente y extranjera. A través de la CORFO y del
Banco del Estado, el sector público llegó a controlar casi la totalidad del crédito de
mediano y largo plazo.
Al finalizar el gobierno democratacristiano de Eduardo Frei M. (1964-1970), el
Estado chileno había adquirido una parte de las principales compañías del cobre (la
chilenización), lo que le permitió un mayor control sobre los ingresos del sector
exportador. El proceso de reforma agraria iniciado en 1967 había expropiado un 15%
de la superficie agrícola del país.
El gasto social aumentó del 8,2 al 9,4% del PGB, y el empleo público en los sectores
sociales de 119 a 153, en miles de personas. El sistema tributario fue modificado a
fin de procurar mayores recursos al fisco y hacerlo más progresivo.
Por todas estas razones, el régimen de acumulación vigente en Chile hasta 1970
puede ser, perfectamente, descrito a través de la noción de capitalismo de Estado, ya
que el rasgo central de la intervención pública era su carácter complementario y de
fomento de la intervención pública (Aranda y Martínez, 1970, pp. 55-172).
En suma, al momento en que Salvador Allende y la Unidad Popular inician su
experiencia socialista democrática en el año 1970 el régimen de acumulación
sustitutivo mostraba claros signos de agotamiento. Fundamentalmente, porque no
logró, a lo largo del periodo analizado, superar dos elementos:
a) la industrialización sustitutiva no alcanza a cubrir la producción de bienes de
capital y de bienes intermedios más o menos sofisticados y complejos;
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
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b) la industria se concentra en el mercado interno y no desarrolla prácticamente
ninguna capacidad exportadora. Por lo mismo, el sector exportador conserva, en lo
básico, el perfil que tenía en el régimen de acumulación anterior, el primarioexportador (Valenzuela, 1992, pp. 9-42).
El problema central del régimen, señala Valenzuela F, se puede sintetizar en una
corta frase: insuficiente capacidad material de acumulación. Por consiguiente,
el análisis del periodo 1940-1970 nos muestra una economía de crecimiento
moderado, inflacionaria, y con una insuficiente tasa de acumulación de capitales,
con un proceso industrial sustitutivo en vías de agotamiento, dependiente de la
mono-exportación de cobre, cerrada al mercado internacional con altas tasas
aduaneras, intervenida y dirigida por el Estado, con un alto gasto fiscal, etc.
La Vía Chilena al Socialismo 1970-1973
La experiencia socialista democrática desarrollada entre noviembre de 1970 y
septiembre de 1973, en términos generales, profundizó los principales rasgos de la
economía chilena. El proyecto económico de la Unidad Popular tenía una marcada
vocación estatista, por lo tanto, todo el proceso económico debía ser controlado por
el nuevo Estado popular que se propiciaba. De manera que el Estado pasó a controlar
casi integralmente el comercio exterior, la gran minería del cobre y todas las riquezas
básicas fueron nacionalizadas, la banca, es decir el capital financiero, también fue
nacionalizado. Con la formación del Área Social de la Producción el Estado pasó a
controlar la mayoría de las grandes y medianas empresas industriales del país; la
aceleración y extensión de la Reforma Agraria extendió el dominio del Estado en el
agro. Al mismo tiempo, el gasto social se expandió fuertemente como producto de la
política socialista del gobierno de Salvador Allende.
Por otro lado, la inflación en 1971 fue relativamente baja, alcanzó a un 28,5%.
Durante los dos años siguientes el gobierno continuó su política expansionista e
intensificó el control de los precios. El déficit fiscal pasó de un 2,7% del PGB en 1970
a un 25% del PGB en 1973. La inflación alcanzó niveles exorbitantes, de un 225,4%
en 1972 saltó a un 608,7% en 1973.
La mayoría de los economistas que han estudiado y analizado críticamente el proceso
económico de la experiencia socialista chilena, señalan el fracaso de las políticas
económicas implementadas por el Gobierno de la Unidad Popular. Este señalamiento
ha respaldado a quienes sostienen que las principales motivaciones de las Fuerzas
Armadas chilenas para realizar el Golpe de Estado, en septiembre de 1973, tendrían
su base en la caótica situación económica que afectaba al país. En mi opinión, estimo
que el derrocamiento del Gobierno de Salvador Allende no se debió a la situación
económica provocada por la política económica impulsaba por la Unidad Popular,
sino por el intento de transformación socialista y el cuestionamiento al sistema de
propiedad y distribución del poder (Gómez-Leyton, 2004). De manera que el
supuesto fracaso económico de la Unidad Popular fue un factor de la crisis de la
dominación y hegemonía capitalista en Chile, pero no debe considerarse causa
Universidad Autónoma de Colombia
34
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
directa de la misma. Esto explica que el régimen militar buscara, en primer lugar reestablecer la dominación capitalista y, en segundo lugar, su reestructuración
económica.
En suma, entre 1970- 1973 el capitalismo nacional se encontraba en una profunda
crisis política, económica y social. La Unidad Popular en su intento de dirigir la
historia hacia la construcción del socialismo había profundizado las contradicciones
estructurales del régimen de acumulación desarrollado desde los años treinta, por
tanto, el nuevo bloque en el poder desde 1973, no solo buscará revertir las
condiciones creadas por la experiencia socialista sino, sobre todo, reestructurar
integralmente el capitalismo nacional.
II.- Segunda parte
La Reestructuración Capitalista, 1973-1988
Ha sido un lugar común el sostener que durante los años ochenta del siglo XX
asistimos, tanto a nivel regional (América Latina) como mundial, a un proceso de
transición económica, es decir, el paso de una economía centrada en la planificación
central y dirigida desde el Estado a una economía centrada en mercado autorregulado.
Los factores históricos que permitieron este cambio se encuentran, tanto en el
derrumbe del socialismo real, en el agotamiento del proceso de acumulación
sustitutivo industrial en América Latina, como en la crisis económica de los países
desarrollados (stangflación) y del keynesianismo.
La transición económica se inicia en América Latina con la denominada “crisis de la
deuda”, a comienzos de los años ochenta del siglo pasado. Esta crisis es, en realidad,
una expresión más de la crisis de stangflación que afectaba al régimen de acumulación
sustitutiva en los países capitalistas periféricos y al capitalismo fordista-keynesiano
en los países centrales. Esta crisis se manifiesta de la siguiente forma:
1.- El producto bruto per cápita declinó acentuadamente. Mientras que entre 1976
y 1980 había crecido 2,4% anual, entre 1981 y 1985 decreció 1,8% anual. En 1987
fue 5,2% al de 1981 y 6,6% menor en 1988.
2.- Los términos de intercambio sufrieron deterioros considerables y alcanzaron su
nivel más bajo para mediados de siglo XX. En el periodo 1980-1982 el valor
promedio de los términos de intercambio fue inferior, incluso al de los años de la Gran
Depresión (1929-1930). La relación de precios del intercambio entre los país de la
región con el resto del mundo cayó 22% entre 1980 y 1988. El valor medio de las
exportaciones bajó 10,3% en 1982 y 6,5% en 1983. Subió 2,5% en 1984 y volvió
descender 6% 1985 y 12,7% en 1986.
3.- En una década, la deuda externa se multiplicó por 14, pasando de 25.000
millones de dólares en 1973 a 353.000 millones en 1983. En 1987 creció a 410.000
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
35
millones. Los montos necesarios para pagar los intereses de la deuda han alcanzado
tales magnitudes que representan más de 6% del producto nacional bruto de los
países.
4.- Hubo una drástica reducción en el ingreso de capitales de 37.600 millones de
dólares en 1981 a 20.000 millones en 1982. Más tarde, en 1983, descendió a 2900;
10.300 en 1984; 2.200 en 1985; 8.300 en 1986; 13.000 en 1987, y 4.300 millones
en 1988.
5.- El nivel de importaciones se comprimió notablemente, sobre todo a raíz de las
políticas de ajuste. Se redujo de 98.000 millones de dólares en 1981 a 67.000 en
1987 y 74.000 en 1988.
6.- La inflación creció aceleradamente. En toda la región el índice de precios al
consumidor aumentó de 57% en 1981 a 198.9% en 1987, a 472.8% en 1988 (Reyes
& Agudelo, 1997, p. 45).
En función de estos indicadores es posible calificar a la crisis, en vez, de “crisis de la
deuda” como una crisis de “hiper-stangflación”, esto es, de estancamiento del proceso
de producción con un elevado proceso de inflacionario. Se trataba de la manifestación
latinoamericana de la crisis capitalista mundial de la década de los setenta.
Como es sabido, después de la fuerte expansión económica experimentada por el
sistema capitalista en las décadas posteriores a la II Guerra Mundial, entró desde
1971 en un periodo recesivo. Se trataba de un nuevo tipo de crisis capitalista, la cual
se fue generalizando y profundizando desde el centro a la periferia mundial. Sobre
todo, desde 1974 hasta los ochenta. A lo largo de ese periodo, la crisis se fue
alternando entre periodos de débil recuperación con fases de “lenta expansión”.
Desde los setenta los indicadores económicos de los países capitalistas comenzaron
a mostrar una cierta reversión en materia de producción, productividad, empleo y
estabilidad de precios. La crisis fue presentada por algunos autores como de
acumulación (Gamble y Walton, 1985). Esto es, a diferencia de las crisis de finales
de la década de 20, caracterizada por la sobre-acumulación o sub-consumo, la crisis
de los setenta obedecería a una suerte de debilidad del proceso de inversión o
acumulación. La economía capitalista se hallaba en una virtual depresión o
estancamiento, pero con un nuevo ingrediente, una fuerte inflación.
Entre las características del nuevo tipo de crisis capitalista cabe mencionar: La caída
de la producción con alza sin precedentes de los precios, es decir, una combinación
de recesión e inflación, fenómeno que se conoce como stangflación y que es
sustancialmente nuevo en la historia del capitalismo; cuando aparece se producen
quiebras de empresas y, sobre todo, un creciente desempleo.
El agravamiento de la recesión, del desempleo y de la inflación en el conjunto de los
países capitalistas, fue desatado al fijar el gobierno estadounidense en 1980 las tasas
de interés a niveles sin antecedentes. Enormes masas de capitales especulativos
fluyeron a los bancos norteamericanos en busca de jugosos beneficios. Los efectos de
Universidad Autónoma de Colombia
36
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
esta medida monetaria repercutieron en forma muy negativa en los demás países
industrializados de Occidente y en las naciones no petroleras del Tercer Mundo. La
divisa norteamericana se sobrevaluó, encareciendo a todos esos países las
importaciones de tecnología y los intereses de las deudas públicas y privadas.
El punto central de esta crisis es el proceso de inversión o acumulación. Las diferentes
hipótesis que intentan dar cuenta de esta situación, apuntan a señalar a la inflación,
como uno de los factores responsable de la crisis, fundamentalmente por su
capacidad de erosionar las decisiones de inversión y de acumulación.
En América Latina la recesión mundial repercutió fuertemente, lo que impulsó a un
severo ajuste estructural de sus economías. La década de los ochenta, sentenciada por
la CEPAL como la “década perdida” fue el espacio temporal en donde se llevó a cabo
el ajuste estructural, inaugurando un nuevo régimen de acumulación, el “extravertida”
o secundario-exportador.
La instalación del nuevo régimen de acumulación, es decir, el ajuste o la reestructuración
capitalista de la región contó con el apoyo teórico y político, del pensamiento
económico neoliberal fomentado y difundido por el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y del Banco Mundial (BM). La propuesta tanto del FMI como del BM rechazaban
abiertamente el pensamiento estructuralista de la CEPAL y consideraban que sus
propuestas habían sido erróneas y, en cierta forma, responsables de la banca rota de
las economías latinoamericanas. El ajuste no sólo fue una determinada política
económica tendiente a modificar las perversiones creadas por el pensamiento
desarrollista dominante en la academia y en los gobiernos de la región, sino también
un cambio radical en el tratamiento de los problemas económicos, sociales y políticos
de la sociedad latinoamericana. El ajuste neoliberal no solamente exigía cambios en
la economía sino a su vez en el Estado y en la sociedad. Se debía pasar de una
economía regulada por el Estado a una economía autorregulada por el mercado.
El ajuste estructural, entendido como la liberalización de la economía, se inicia en
el primer lustro de la década de los ochenta en la mayoría de los países de la región.
Las medidas promocionadas por los economistas ligados al pensamiento neoliberal,
como por los técnicos del FMI y del BM, se habían comenzado aplicar, primero, en
Brasil luego del Golpe de Estado de 1964 y en Chile, tras el Golpe Militar de 1973.
Sin embargo, entre la “vía brasileña” y la “vía chilena”, pienso que existen diferencias
ligadas a las situaciones macroeconómicas, políticas y a las condiciones
acompañantes, tanto locales como internacionales que no permiten insertar ambas
experiencias en un mismo proceso -que estamos comentando-. Habría que realizar
un estudio económico comparativo de su génesis, desarrollo y resultados entre
ambas experiencias para poder establecer con claridad tanto sus semejanzas como
sus diferencias. (Estudio, por cierto, que no intentaremos aquí, tan sólo lo señalábamos,
como una advertencia, pues existe la tendencia a asimilar ambos procesos,
fundamentalmente, por sus raíces ideológicas).
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
37
Por otro lado, entre la experiencia neoliberal chilena y la del resto de América Latina,
especialmente, la que tiene que ver con el ajuste existen diferencias importantes que
hay que hacer notar cuando se analiza el proceso de reestructuración capitalista
regional. Por esa razón, a continuación expondremos la experiencia chilena.
El ajuste o reestructuración estructural: Chile, 1973-1997
La crisis de Estado de la formación social chilena de 1973 fue resuelta, en cierta
forma, por el Golpe de Estado de septiembre de ese año, cuando las Fuerzas Armadas
chilenas en su conjunto derrocaron al gobierno socialista de Salvador Allende. La
instalación de la dictadura militar apoyada por el capital nacional como extranjero,
significó un profundo quiebre histórico, pues el nuevo régimen no solo buscó
modificar las bases económicas de la dominación capitalista, sino también trasformar
las bases sociales y políticas por las cuales había transitado la sociedad chilena desde
los años treinta hasta los mil días de la Unidad Popular.
La dictadura militar chilena, según Alejandro Foxley, “representa una nueva
coalición (en el poder), integrada por las fuerzas armadas y el sector más
internacionalizado de la comunidad empresarial”. Representa, asimismo, un nuevo
enfoque de políticas económicas, como respuesta a la crisis del proyecto modernizador
desarrollista (Foxley, 1982, p.22). Constituyen, según Moulian y Vergara,
especialmente para el primero, dictaduras revolucionarias, o por lo menos, “esgrimen
la invocación revolucionaria”. Para estos autores, a partir del agotamiento del
régimen de acumulación sustitutivo los intereses de los empresarios tendían a
coincidir más con el estancamiento que con la modernización. Pero no tan solo el
estancamiento de la modernización económica sino, también, el estancamiento del
régimen democrático que había sostenido desde 1938 dicho proceso. El gobierno de
la Unidad Popular con su “vía chilena al socialismo” radicalizó aún más la conciencia
de crisis global del sistema capitalista nacional. Es en ese marco, cuando se percibe
la necesidad de una “revolución burguesa” que refunde el sistema capitalista y la
sociedad y que además modifique las formas de pensar y los modos de hacer política
en Chile. Sin ella, argumenta Moulian, los intentos de restauración capitalista serían
procesos precarios, inestables e inciertos (Moulian y Vergara, 1980, pp. 66 y ss;
Moulian 1993, pp. 285-307).
Por ello, el levantamiento militar de 1973 no fue el coup d’Etat clásico. Significó la
instauración de un tipo de revolución porque la violencia estatal no fue usada para
la sola perpetuación en el poder de un caudillo castrense, sino a fin de realizar, por
su mediación, un proyecto de transformación económico-social y cultural, autodefinido
como el pasaje de una economía reclusa y estatizada a “la sociedad libre” del
capitalismo modernizado. (Moulian, 1997).
Según Tomás Moulian, la constitución del Chile actual fue producto de una alianza
“entre militares, intelectuales neoliberales y empresarios nacionales y/o
transnacionales”. Ese bloque de poder, esa “triada”, realizó la revolución capitalista,
construyó esta sociedad de mercados desregulados, de indiferencia política, de
Universidad Autónoma de Colombia
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JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
individuos competitivos realizados o bien compensados a través del placer de
consumir o más bien de exhibirse consumiendo, de asalariados socializados en el
disciplinamiento y en la evasión, de pobres con empleos y pobres sin empleo
(Moulian, 1997, p18).
El tránsito desde una economía reclusa, estatizada, estancada e inflacionaria a una
economía de libre mercado, estabilizada y en constante crecimiento pero
profundamente desigual, fue un parto doloroso para la sociedad chilena. Para llegar
al estado actual la economía nacional siguió distintas fases, distinguiendo entre
1973 a 1998, cinco, a saber:
a)
b)
c)
d)
e)
sep. 1973 - abril 1975, re-establecimiento de la dominación capitalista;
abril 1975- 1982, la reestructuración capitalista neoliberal;
1982- 1984, la crisis de la reestructuración;
1985- 1990, el re-ajuste neoliberal dictatorial; y, por último,
1990- 1998, el crecimiento con inequidad.
Fase 1. El re-establecimiento de la dominación capitalista
El Golpe Militar de 1973 fue, en cierta forma, la respuesta del capital en contra del
proyecto social histórico del trabajo. La crisis de la sociedad chilena puede ser
interpretativa como la crisis del orden capitalista producto del avance y desarrollo
del poder político, social e histórico de las clases trabajadoras.
La crisis del orden capitalista fue la expresión de la inadecuación de las relaciones
de dominación establecidas (Holloway, 1994). Estas relaciones ya no daban lo que
el capital requería -sea por la insubordinación del trabajo, sea porque mantener la
subordinación necesaria costaba más y más al capital-; el gran capital, tanto
nacional como extranjero, durante la experiencia socialista, había sido desplazado
por los intereses económicos de los trabajadores y las fuerzas populares. Por esa
razón, las primeras medidas adoptadas por la Junta Militar fueron dirigidas a
restablecer la subordinación del movimiento sindical y disciplinar social, política y
económicamente al movimiento popular, esto es, subordinar el poder del trabajo.
Para tal efecto, se suspendieron todos los derechos laborales y sociales alcanzados
por los trabajadores, no sólo durante la experiencia socialista sino desde la dictación
del Código del Trabajo en 1931.
Conjuntamente con la anulación del poder del trabajo la dictadura militar se abocó
a restablecer el orden económico, su objetivo prioritario en esta fase fue frenar el
proceso inflacionario. En efecto, se puso en marcha una política anti-inflacionaria
gradual y la inflación bajó ligeramente. La producción experimentó una muy leve
recuperación y se delinearon los primeros pasos de algunas de las reformas de
liberalización. La característica más importante de esta fase, señalan Edwards y Cox,
es que comenzó el proceso de privatización de bancos y empresas públicas, que
habían sido nacionalizados durante el gobierno de Salvador Allende. En parte como
resultado del proceso de privatización surgieron algunos conglomerados económicos
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
39
muy grandes (los llamados “grupos”). La conformación de estos grupos económicos
tendrá un importante papel en los principales acontecimientos que tuvieron lugar en
el proceso de reestructuración capitalista nacional (Edwards y Cox E., 1992, p. 35).
Para frenar la situación de “hiperstangflación” se aplicó, según Stefan de Vylder, un
programa bastante tradicional y conservador de estabilización económica (De
Vylder, p.64), cuyos principales ingredientes fueron:
1. Una disminución de los gastos públicos y del déficit presupuestario, que cayó
desde 24% del PGB en 1973 a 8% en 1974.
2. Una baja en más de 30% de los sueldos y salarios reales entre 1973 y 1974.
3. Un intento de contracción monetaria que trajo consigo una menor liquidez en la
economía.
Tanto, Edwards y Cox, Vylder, Corbo, y Olave concuerdan en sostener que la política
anti-inflacionaria aplicada por el gobierno militar en esta primera fase fracasó
rotundamente en contener el proceso inflacionario. Sin embargo, la lucha contra el
proceso inflacionario y su fracaso durante esta fase resultó decisiva en la comprensión
de la crisis del capitalismo nacional, por parte de las nuevas autoridades económicas.
Otros objetivos de corto plazo establecidos por el gobierno militar en esta fase, fueron
la erradicación de los mercados negros y de la escasez de alimentos, la reducción de
los controles gubernamentales, la reorganización del sector productivo y el esquivar
una crisis importante en la balanza de pagos. Se racionalizó el sistema cambiario,
reduciendo las tasas de cambio múltiple a tres y decretando una devaluación masiva
a fines de 1973. Se eliminó el control de los precios de casi 3000 productos y se
tomaron medidas para reducir la evasión fiscal.
Durante este periodo se dieron los primeros pasos iniciales rumbo a la liberalización
de algunos de los sectores económicos clave, como los mercados de capitales internos
y el comercio internacional, además se inició la reprivatización de algunas empresas
nacionalizadas durante el gobierno de la Unidad Popular. El cuadro siguiente,
muestra la trayectoria de la privatización:
Cuadro Privatización
Año
Empresas Intervenidas
Empresas devuelvas a los
accionistas o vendidas
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
202
39
10
6
2
8
6
3
4
49
28
22
7
8
-
TOTAL
259
135
Fuente: Edwards y Cox, op. cit., p. 112.
Universidad Autónoma de Colombia
40
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
La devolución de las empresas estatizadas al capital privado es la expresión de una
segunda línea de combate iniciada por el régimen militar y su equipo económico
neoliberal, esta se dirigía en contra del Estado empresario e intervencionista. Una
forma de devolver el poder económico como social al capital era fortaleciéndolo
estructuralmente. La mejor forma para lograr ese objetivo era transformar a los
empresarios privados en los agentes del desarrollo capitalista y, para conseguir esa
transformación, era necesario primero, acabar con el capitalismo de Estado.
Por consiguiente, controlar la inflación y liquidar al Estado empresario constituyó
las dos metas fundamentales de la fase que exponemos. Sin embargo, ambas se
lograron parcialmente durante el periodo estudiado. La inflación se mostraba muy
rebelde, para las medidas gradualistas y tímidas que se habían implementado. Se
necesitaban medidas drásticas, o sea, un tratamiento de choque en donde no
importaran las consecuencias sociales ni políticas de tal medida.
La “situación política”, es decir, el carácter dictatorial del régimen, permitió que en
Abril de 1975 el equipo económico dirigido por el ministro de Hacienda Jorge Cauas,
graduado en la Universidad de Columbia y ex funcionario del Banco Mundial,
iniciara el tratamiento de choque para erradicar una “enfermedad” que ha afectado
a la economía nacional durante más de 75 años, o sea, la inflación. Sin embargo, la
lucha contra la inflación era tan sólo la punta del iceberg del proceso de reestructuración
integral del capitalismo nacional.
Fase 2. la reestructuración neoliberal del capitalismo
La aplicación del plan de shock en abril de 1975 significó el ascenso de la tecnocracia
neoliberal a la conducción del proceso económico nacional (Vergara, 1985). Los
economistas chilenos apegados a la ortodoxia neoliberal sostenían que para frenar
la inflación se debían aplicar tratamientos fuertes y prolongados. Para erradicarla en
forma definitiva había que realizar una “revolución en el terreno de la economía”,
señalaba Sergio de Castro, pues la persistencia de la inflación era una manifestación
de deficiencias mucho más profundas, presentes en el régimen de acumulación
existente desde 1930 en adelante. No bastaba, como se pensaba en la fase inicial, con
introducir ajustes y correcciones a la industrialización sustitutiva que le permitieran
superar sus desequilibrios –que hemos expuesto en la primera parte de este informe–
Por eso, más que un ajuste estructural lo iniciado en 1975 fue una reestructuración.
En efecto, la nueva estrategia económica consistió en la aplicación de un conjunto
de políticas económicas que acumuladas a lo largo de un periodo histórico (19751990 en el caso chileno) modificaron estructuralmente la economía nacional. Por esa
razón, reservamos el término “ajuste estructural” a determinadas medidas económicas
promocionadas, ya sea por el Banco Mundial o por el FMI, para sanear, estabilizar
y corregir situaciones económicas recesivas, como por ejemplo, la crisis de la deuda
en la década de los ochenta. Mientras que por reestructuración, entendemos el
cambio o transformación en el régimen de acumulación, en el modo de regulación,
en el modo de inserción internacional de la economía, en el rol del Estado, de las
políticas sociales y en las relaciones capital-trabajo.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
41
El proceso de reestructuración iniciado en 1975 implicó implementar las medidas
macroeconómicas recomendadas por el FMI, lo que John Williamson ha denominado
el “consenso de Washington” (Williamson, 1991) en forma anticipada al resto de los
países de la región, pero ampliamente discutida y difundida por los críticos del
modelo de desarrollo sustitutivo de importaciones. Las medidas adoptadas por el
gobierno militar chileno fueron proporcionadas por el equipo de economistas
formados en diversas universidades norteamericanas, pero especialmente en la
Universidad de Chicago, quienes habían adoptado el pensamiento neoliberal. Por
tanto, fueron las condiciones políticas existentes en Chile desde 1973 las que
permitieron a este grupo de economistas conocidos como los “chicago boys” conducir
el proceso de reestructuración capitalista. (Guillén, 1997).
Las reformas que se imponen en este periodo apuntaron básicamente a liberalizar el
sistema de precios; privatizar la economía y reducir el rol del Estado; lograr una
apertura comercial y financiera al exterior, liberalizando el comercio internacional y
los mercados financieros, situación que queda claramente demostrada en el cuadro
de la pàgina siguiente.
Este proceso continuó durante los años ochenta, ya que el gobierno militar intentaba
corregir los errores de la regulación financiera tras la crisis de 1982-1983 y de
fortalecer la economía de mercado mediante un nuevo proceso de privatización y
reformas de la política social.
Durante esta fase, la economía comienza a tener desde 1977 signos de recuperación.
Entre ese año y 1980 el PGB creció a un ritmo promedio anual de 8,1% y la
participación de las exportaciones en el producto había aumentado desde un 15%
en 1970 hasta un 23% en 1980. Los problemas más visibles eran tasas de interés
muy altas y la persistente desocupación. La tasa de interés real en 1979 fue de un
16,6%, pero venía con una tendencia decreciente luego de que partiera desde niveles
muy altos cuando se liberaliza el sistema financiero en 1975. La tasa de desocupación
en 1979 alcanzó a un 17,2% y se había mantenido en niveles persistentemente altos
luego de la recesión de 1975, a pesar de la recuperación productiva del país.
La política cambiara había comenzado a ser utilizada con fines de estabilización
desde febrero de 1978, cuando se implementa un “crawling peg” activo y preanunciado
(la inflación había disminuido desde niveles cercanos al 370% en 1974, al 84% en
1977, 37% en 1978 y 39% en 1979); política que evoluciona hacia un tipo de cambio
fijo en junio de 1979 (39 pesos por dólar). Debido a que la inflación externa era menor
que la doméstica, el tipo de cambio se había depreciado progresivamente en términos
reales. Existe, además, durante esta fase, un creciente endeudamiento externo del
sector privado con el financiero, tanto a nivel interno como a nivel internacional.
La apertura creciente al endeudamiento externo a partir de 1978 permite la entrada
de un mayor flujo de capitales externos y, dado que estos flujos fueron sólo
parcialmente esterilizados por el Banco Central, implicó también un crecimiento
de la base monetaria y estimuló el aumento en la absorción.
Universidad Autónoma de Colombia
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
42
Reformas estructurales básicas de la economía chilena. Década del 70
Situación en 1972-73
Post 1973
1. Privatización
El Estado controla más de 400 empresas y bancos
En 1980, 45 empresas (incluyendo un banco)
pertenecen al sector público.
2. Precios
Control generalizado de precios
Precios libres (excluyendo salarios y tipo de cambio
3. Régimen comercial
Tipo de cambio múltiple.
Tipo de cambio único.
Existencia de prohibiciones y cuotas.
Arancel parejo de 10% (excluyendo autos)
Tarifas elevadas (promedio 94% y 220% arancel máximo). No existen otras barreras comerciales.
Depósitos previos de importación (10.000%)
4. Régimen fiscal
Impuesto “cascada” a la compraventa.
Elevado empleo público.
Elevados déficit públicos.
Impuesto al valor agregado (20%)
Reducción del empleo público.
Superávit públicos (1979-1981)
5. Mercado interno de capitales
Control de la tasa de interés
Estatización de la banca.
Control del crédito.
Tasa de interés libre.
Reprivatización de la banca.
Liberalización del mercado de capitales.
6. Cuenta de capitales
Total control del movimiento de capitales.
El gobierno es el principal deudor externo.
Gradual liberalización de movimientos de capitales.
El sector privado es el principal deudor externo.
7. Régimen laboral
Sindicatos poderosos con gran poder de negociación.
Ley de inmovilidad.
Reajustes salariales obligatorios.
Altos costos laborales no salariales (40% de los salarios)
Atomización sindical con nulo poder de negociación.
Facilidad de despido
Drástica reducción de salario real.
Bajo costos laborales no salariales. (3% de los salarios.
Fuente: Patricio Meller y Pilar Romaguera, 1992. p 5.
La depreciación del tipo de cambio disminuyó el ritmo de crecimiento de las
exportaciones e incentivo una sustitución inter-temporal del consumo, acelerando la
compra de bienes durables. El flujo de capitales, además del efecto expansivo, vía la
política monetaria, empujó a la baja las tasas de interés en 1978 y 1979,
incrementando a su vez el ingreso permanente y los gastos.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
43
A principios de la década del 80 la economía mostraba los primeros síntomas de lo
que sería luego una crisis de exceso de gastos, estimulada por la fuerte liquidez
existente en la economía. Las cifras del cuadro que sigue presentan algunos de estos
indicadores para el periodo 1976-81, que permiten apreciar el alto crecimiento de la
absorción en relación al PGB y el creciente déficit de la balanza comercial.
En síntesis, la fase de la reestructuración inició a través del tratamiento de schok la
aplicación del nuevo modelo económico, en el que el desarrollo del capitalismo
nacional basado en la acumulación sustitutiva sería reemplazado por un proceso de
acumulación basado en las exportaciones y la intervención del Estado, por las fuerzas
del mercado. La liberalización o la desregulación, es decir, el libre juego de las fuerzas
del mercado como el desarrollo de la iniciativa privada, pasaron a ser los mecanismos
fundamentales para la recuperación de la economía chilena. La falta de regulación
y control por parte de la autoridad económica fue una de las causas que provocaron
a comienzos de la década de los ochenta una de las más profundas crisis económicas
soportadas por la sociedad chilena desde los años treinta. En efecto, la “crisis de la
deuda” en Chile no fue provocada por los desequilibrios de régimen de acumulación
sustitutivo, como lo fue en el resto de los países latinoamericanos, sino que la “crisis
financiera” de 1982-1983 fue ocasionada o producida por la dinámica misma de la
re-estructuración capitalista iniciada en 1975. Por esta razón, entre la “crisis de
deuda” a nivel latinoamericano y la “crisis financiera” chilena hay, por cierto,
elementos comunes pero, en el fondo, son diferentes; pues sus situaciones
macroeconómicas no son similares. De allí, que los procesos de “ajuste estructural”
desarrollados y los resultados obtenidos son, también, distintos.
Fase 3. La crisis de la reestructuración 1982-1983
A principios de los años ochenta había gran optimismo entre las autoridades
económicas chilenas. Se completaron las principales reformas estructurales y desde
1977 el crecimiento económico fue mucho mayor que la tasa histórica. La economía
se abrió al comercio exterior, se redujeron los aranceles a un 10% parejo. Sin
embargo, algunos indicadores revelaban la existencia de problemas latentes; los más
visibles eran el desempleo persistente, las tasas de interés muy altas y la gran (pero
estable) inflación, cuya tasa a corto plazo alcanzó un promedio de 30,3% anual
durante 1976-1980 y un 38,8% en 1981. A principios de los ochenta la economía
mostraba los primeros síntomas de lo que sería más tarde una crisis de “exceso de
demanda”, según Raczynski y Romaguera (Raczynski y Romaguera, 1997, p.306)
o “crisis financiera”, según Sebastián Edwards y Alejandra Cox (Edwars y Cox, 1992)
o “crisis de la deuda”, según, Ricardo French-Davis (David, 1988).
Estas tres formas de referirse a la crisis económica de 1982 tienen como elemento en
común el señalar el fracaso de la experiencia monetarista. Según French-Davis, este
fracaso estuvo estrechamente vinculado a una liberalización general de las
importaciones y del sistema financiero. Las políticas comerciales y financieras
adoptadas hicieron posible que la deuda externa con los bancos creciera anualmente
Universidad Autónoma de Colombia
44
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
en casi 60% entre 1977 y 1981. A su vez, el aumento excesivo de la deuda desestimuló
la formación de capital en lugar de apoyarla. Esto fue el producto de cinco factores
principales:
a) la liberalización rápida e indiscriminada de las importaciones, en particular
debienes de consumo;
b) una gran apreciación del tipo de cambio;
c) una tasa interna real de interés desproporcionadamente alta (40% real por año
en promedio);
d) una libertad absoluta para que el mercado decidiera respecto al uso del
financiamiento tanto interno como externo; y
e) la dificultad para identificar ventajas comparativas de mercado y oportunidades
para inversiones productivas dentro de las condiciones del mercado determinadas,
por la puesta en práctica de una política económica extremadamente ideologizada.
Para Edwards y Cox, el proceso de liberalización financiera de la economía chilena
fue un éxito, pues el volumen de la intermediación financiera -medido mediante el
crédito al sector privado en términos reales, la proporción del dinero respecto al PIB
y la proporción del dinero de reserva respecto a la masa total de dinero- experimentó
un incremento espectacular durante los primeros 10 años de la dictadura militar.
Entre 1973 y 1981, el volumen real del crédito total al sector privado ¡aumentó más
de 1100%! También aumentaron el número de instituciones financieras. Por
ejemplo, en 1981 había 26 bancos nacionales, 19 bancos extranjeros y 15 financieras,
un número significativamente más elevado que los 18 bancos nacionales y un banco
extranjero que existían en septiembre de 1973. Sin embargo, desde el comienzo el
recién creado mercado de capitales enfrentaba tres problemas:
a) tasas de interés muy elevadas;
b) el ahorro interno no aumentó, como lo habían esperado los formuladores de la
nueva economía;
c) el acelerado crecimiento del sector financiero se dio en un ambiente no supervisado
por las autoridades económicas. Como resultado de ello, numerosos bancos
acumularon un volumen sin precedente de préstamos malos, lo que finalmente
condujo a la profunda crisis financiera de 1982.
Al cuadro siguiente, se suma durante 1981 un deterioro de los términos del
intercambio y un alza de las tasas de interés internacionales, lo cual agrava aún más
la situación. Los términos de intercambios caen en un 12,6% en 1981 y en un 13,8%
en 1982.
Frente a esta situación la respuesta de la autoridad es una política de “ajuste
automático”: el déficit en cuenta corriente y la pérdida de reservas produciría una
contracción equivalente de la oferta monetaria, que induciría un incremento en las
tasas de interés y una caída en el gasto; lo cual a su vez llevaría a una caída en las
importaciones y en los precios. De esta forma se revertiría la apreciación real del tipo
de cambio, tendiéndose hacia el equilibrio externo e interno.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
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Cuadro
Deuda externa chilena: 1973-1982 (millones de dólares.)
Año
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
Deuda total
3.667
4.435
4.854
4.720
5.201
6.664
8.484
11.084
15.542
17.153
Sector público
3.244
3.966
4.068
3.762
3.917
4.709
5.063
5.063
5.542
6.660
Total privado
423
469
786
958
1.284
1.955
3.421
6.021
10.000
10.493
Fuente: Banco Central de Chile, citado por Edwards y Cox, p. 88
Sin embargo, el ajuste automático no funcionó porque los precios internacionales
nunca se ajustaron (hacia abajo), de forma que compensaron la pérdida de valor del
tipo de cambio real, con lo cual el mantenimiento de la política cambiara se volvió
insostenible.
La autoridad económica decide devaluar el peso en un 18% y se implementa una
política de ajustes diarios en el tipo de cambio, la devaluación marcó el abandono
de la estrategia de ajuste automático para enfrentar la crisis. Entre las medidas
complementarias, se incluye la suspensión de la indexación salarial –indexación que
se interpretó como uno de los factores que dificultaron el ajuste de precios–, una
mayor regulación financiera, y un proceso de privatización.
Con todo, la crisis no logran detener la crisis financiera y el Estado debe intervenir
para salvar del colapso al sector, comprometiéndose a responder frente a los
acreedores nacionales. En enero de 1983 se intervienen cinco bancos, entre ellos los
dos mayores bancos privados; se liquidan dos bancos y una sociedad financiera y dos
bancos quedan bajo supervisión directa. En conjunto, estas diez instituciones tenían
el 45% del capital y reservas del sistema financiero total y un 64% del privado.
Todas las medidas tomadas constituían una aberración del modelo neoliberal. La
economía chilena se había vuelto la economía más estatizada de América Latina y
mucho más de lo que había estado durante la experiencia socialista democrática de
Salvador Allende. Para indicar la magnitud de la intervención estatal en la economía,
basta mirar los montos otorgados por el Banco Central durante 1983 como subsidios
directos o indirectos al sistema financiero y productivo del país.
Considerando que el PGB ascendió a cerca de 1 500 000 millones de pesos, se ve que
los fondos otorgados por el Banco Central no constituían un fenómeno marginal en
la economía chilena. Correspondían a más de una quinta parte del PGB y, para hacer
Universidad Autónoma de Colombia
46
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
otra comparación, a más de 70% de los depósitos totales en moneda nacional de todo
el sistema financiero.
La intervención de la banca significó un fuerte revés a la política anti-estatista de los
economistas neoliberales. Pero ello no significó, como lo han interpretado algunos,
analistas que el planteamiento neoliberal de la re-estructuración capitalista estuviera
agotado o fracasado; tal como lo hace Pilar Vergara o como señala Patricio Meller, que
la vía monetarista conducía al estatismo (De Vylder, p. 85). Tal como lo expresara
el dictador Pinochet, la reestructuración capitalista era “un viaje sin retorno”. Sin
embargo, en 1983 la economía chilena presentaba el siguiente cuadro:
1. El sistema financiero privado nacional estaba prácticamente quebrado, y
realmente el Estado controlaba ya toda la banca privada nacional.
2. La mayoría de las empresas privadas productivas importantes ya no estaban en
bancarrota, prácticamente pertenecen a los bancos y, en consecuencia, al Estado.
3. El Estado era el único agente económico que estaba dispuesto a invertir en el
futuro de Chile.
4. Se implementa un variado sistema de subsidios de acuerdo a la presión que
ponen los distintos agentes económicos. Por ejemplo, el subsidio del dólar
preferencial le cuesta a Chile 1.200 millones de dólares.
5. Se controla estatalmente la tasa de interés.
6. Se restablece el control cambiario y se alteran los aranceles aduaneros.
En síntesis, la situación los economistas de CIEPLAN señalaban que “probablemente
después de casi diez años de aplicación del modelo económico se va llegar nuevamente
al punto de partida”, en realidad se equivocaban.
La crisis de 1982 permitió a los economistas neoliberales chilenos, ahora supervisados
por el FMI y el BM, hacer más que un “ajuste estructural” como era la recomendación
para los demás países latinoamericanos, llevar a cabo un “reajuste en la
reestructuración” que potenciara y solidificara los cambios implementados en la
década de los setenta.
Fase 4. El reajuste neoliberal: un salto hacia adelante
En un marco de crisis financiera, recesión interna y una paralización de las líneas de
crédito internacionales, se produce primero un proceso de negociación con el FMI y
luego con la banca internacional.
Se establece un primer acuerdo con el FMI que obliga al país a priorizar el pago de
la deuda externa, a no sobrepasar ciertos límites en materias de déficit en cuenta
corriente y pérdida de reservas internacionales. Este acuerdo facilita la renegociación
de Chile con la banca internacional. Por su parte, el gobierno se compromete a
responder por los créditos externos que fueron contratados por el sector privado sin
garantía estatal, y concede el aval del Estado a los pagos reprogramados y a los
nuevos recursos.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
47
La estrategia del FMI orientará el diseño de la política económica, desde de la firma
de este primer acuerdo. Dándose inició a la política macroeconómica del proceso de
recuperación que se caracterizó por un aumento en el tipo de cambio real, a través
de devaluaciones periódicas y una política de demanda agregada consistente con la
restricción externa. En segundo lugar, se enfrenta el problema de la deuda y se
distribuyen sus costos en el tiempo, a nivel externo a través de la renegociación y a
nivel interno, a través de un programa de apoyo del banco Central al sector financiero,
que posibilitan una mejor regulación del funcionamiento de la banca. Esta estrategia
se da en condiciones externas más favorables, con disminuciones en la tasa de interés
internacional y mejoras en los términos de intercambio. A ello se suma el apoyo de
las instituciones multilaterales. Finalmente, un último factor que ayuda en este
proceso de recuperación son las condiciones iniciales: Las reformas estructurales ya
se habían implementado, existía un sector público superavitario y un bajo nivel de
deuda pública.
En la fase de recuperación se da una importante redistribución en favor del sector
exportador, a través de la política de devaluaciones y una redistribución del
sobreendeudamiento, desde el sector privado hacia el sector público.
La adopción del programa de ajuste del FMI tuvo beneficios y costos para la economía
chilena. Entre los beneficios se pueden mencionar:
a) EL FMI ha proporcionado un importante volumen de recursos financieros. Aún
más, el sello del FMI fue fundamental para obtener recursos financieros de las
otras organizaciones multilaterales (BM y BID) y de la banca internacional;
b) el primer “Stand-by” del FMI (1983) proporcionó un programa macroeconómico
coherente por el periodo de un año.
Por otro lado el programa implicó los siguientes costos:
i)
el “Stand-by” del FMI requería la implementación de políticas fiscal y monetaria
muy restrictivas para reducir el desequilibrio externo,
ii) el FMI aseveró la importancia de controlar el déficit fiscal y,
iii) el FMI le impuso a Chile una especie de «camisa de fuerza», es decir, el pago
completo y puntual del servicio de la deuda externa.
En este periodo el FMI definió la estrategia de desarrollo de corto y mediano plazo
de Chile: el crecimiento económico basado en la expansión de exportación permitiría
servir la deuda de una manera ordenada y el control del nuevo endeudamiento
externo reduciría el coeficiente deuda externa/PGB.
Ahora bien, el nuevo equipo económico que asume en 1985 se encarga de poner en
marcha el reajuste neoliberal, es calificado como “más fondista que el Fondo”. Se reinicia el proceso de reestructuración, temporalmente estancado, las tarifas arancelarias
fueron bajadas a 15% en 1988, se reactiva el proceso de privatización que da lugar
a un aumento en la concentración del poder económico del país.
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JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
48
En relación con el ajuste SAL propuesto por el Banco Mundial, estos ya habían sido
implementados en Chile previamente al problema de la deuda externa. En
consecuencia, el acuerdo logrado con el programa SAL constituían un «free rider» para
Chile, dado que requerían sólo cambios menores, los cuales de todas maneras
estaban siendo ejecutados por las autoridades económicas chilenas.
Las recomendaciones tanto del FMI como del BM llegaron en cierta forma desfasadas
en relación al proceso de cambio estructural de la economía chilena, pues estas se
formularon para hacer frente a la crisis del modelo de acumulación sustitutiva. Por
esa razón, es posible encontrar en los análisis consultados sobre el ajuste estructural
en América Latina que tratan el caso chileno, una serie de equívocos. Por ejemplo, Luiz
Carlos Bresser Pereira (Bresser, Maravall y Przeworski, 1995, pp. 58 y ss), no logra
distinguir que las reformas propiciadas por el FMI, el Consenso de Washington o por
el BM, el enfoque pragmático fueron realizadas en Chile mucho antes de que se
formularan y que se respondieron a la crisis de stangflación del régimen de
acumulación sustitutivo de fines de la década de los setenta; y no tan solo de una
“crisis fiscal”.
En cuanto a los resultados de la política seguida, ha permitido una pronunciada
reactivación económica después de la crisis. En 1986 la economía comenzó un
proceso de recuperación sostenido y el PIB creció durante 1986 y 1989 a una tasa
promedio anual de 7,4%. Esta expansión coincidió con un incremento de la
regulación estatal.
La recuperación de los términos de intercambio, la disminución de las tasas de
interés, la reorganización de sistema financiero y el aumento del crédito internacional,
a lo que se suma una política macroeconómica que mostraba mayor preocupación
por las balanzas internas y externas, tuvieron un efecto favorable en el crecimiento
económico, tal como se expresa en el cuadro siguiente:
Cuadro
Indicadores macroeconómicos 1980-1990
Año
Crecimiento
del PIB
Tasa de
Inflación
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
7,8
5,5
-14,1
-0,7
6,3
2,4
5,6
6,6
7,4
9,9
3,3
31,2
9,5
20,7
23,1
23,0
26,4
17,4
21,5
12,7
21,4
27,3
Balanza de
Pagos
1244
67
-1165
-541
17
-99
-228
45
732
437
2368
Términos
intercambio
Tasa
Laboral
100,0
87,4
75,3
82,1
76,4
71,1
77,2
80,9
98,9
97,1
n.d.
14,2
16,7
13,4
9,9
11,2
8,6
6,8
7,3
8,1
9,3
8,3
Fuentes: Raczynski y Romaguera, op. cit. p. 307.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL
49
La recuperación económica lograda por el reajuste neoliberal consolidó definitivamente
el proceso de reestructuración capitalista y el impulso a una nueva fase que se ha
denominado: crecimiento con equidad impulsado por los gobiernos democráticos.
Sin embargo, el crecimiento económico, la liberalización de la economía, en otros
términos la “revolución silenciosa” no ha logrado mejorar las condiciones de vida de
millones de chilenos, pues el Nuevo Modelo Económico, al contrario de la opinión de
Christopher Scott, no ha logrado reducir ni la pobreza ni la desigualdad social, todo
lo contrario, la ha profundizado.
A modo de conclusión
1. La economía chilena a finales de la década de los setentas atravesaba por una
profunda crisis de stangflación.
2. La experiencia socialista democrática de la Unidad Popular profundizó los
principales aspectos de esa crisis, provocando la crisis global del capitalismo
nacional.
3. El golpe militar de 1973 restauró la dominación capitalista y desde 1975,
inspirado en la teoría neoclásica, inicia la reestructuración del capitalismo nacional.
Esta reestructuración implicó revertir completamente el régimen de acumulación
anterior, el nuevo modelo impulsó el desarrollo del mercado y de la iniciativa privada.
La economía pasó del dominio del capital productivo, industrial-internista, al
capital mercantil-financiero. Se abrió la economía al mercado internacional. Se inició
un fuerte proceso de des-industrialización. Se conformó un mercado de capitales.
Desde 1977 a 1981, la economía se estabilizó y comenzó a crecer, sin embargo, la
tasa de desempleo se mantenía alta y la inflación también, se presentaban serios
problemas en el mercado de capitales, en fuerte endeudamiento afectaba al sector,
lo que provocó finalmente una profunda crisis financiera, entre 1982-1984. Si bien,
el Estado se había retirado de la economía desde 1975, este tuvo que intervenir en
la economía para salvar el sector financiero y de la bancarrota del capitalismo
nacional.
4. La crisis financiera da lugar a un reajuste neoliberal, apoyado por el FMI y BM, lo
que permite que la economía se recupere y comience a crecer sostenidamente desde
1985 en adelante. La economía se estabiliza y crece, pero no logra superar los
problemas de pobreza y desigualdad social.
5.- Entre 1975-1990, el capitalismo nacional fue reestructurado completamente. Se
ha producido la contrarrevolución capitalista en su versión mercantil-financiera, o
sea, la economía chilena está en manos de los dos “mellizos perversos”.
Universidad Autónoma de Colombia
50
JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON
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Universidad Autónoma de Colombia
ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
Crecimiento, dinero y natalidad
en Colombia1
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO2
JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ3
Resumen
La necesidad de encontrar modelos que expliquen las relaciones existentes
entre las variables nominales y las variables reales de la economía, desbordan
los estudios tradicionalmente aceptados por las escuelas ortodoxas.
Aquí se presenta un modelo en donde se niega la neutralidad del dinero,
relacionando las decisiones de fertilidad con las condiciones de empleo y estas,
a su vez, con un sistema donde también dependen del producto. La evidencia
empírica para Colombia señala la relevancia de incluir este tipo de relaciones
para explicar el desarrollo conjunto de dichas variables, tanto en el largo como
en el corto plazo. La evidencia ha sido recogida a través de un VAR estructural
en donde fueron reconocidas las restricciones que la teoría económica ha
propuesto.
Palabras clave: VAR estructural, neutralidad del dinero, transición demográfica,
fertilidad y crecimiento económico.
1
Agradecemos los aportes al documento de los miembros del grupo TECA y el apoyo de la Universidad
Autónoma de Colombia en el proyecto de investigación “Crecimiento, dinero y natalidad en Colombia”.
2
Profesor Universidad Central e investigador de estudios económicos de CAMACOL.
[email protected]
3
Profesor Universidad Central. [email protected]
Universidad Autónoma de Colombia
54
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
Abstract
The need to find models that exhibit the existent relations between nominal
and real variables in the Economy, overcome studies traditionally accepted by
orthodox schools.
Here is a model which denies money neutrality, it relates the fertility
choices with working conditions and these to a system where also depend
on the product. Empirical evidence for Colombia suggests the relevance of
including this type of relationship to explain the joint development of these
variables in the long run as for the short run. The evidence collected through
a Structural VAR where the restrictions in economic theory suggest been
acknowledged.
Key words: Structural VAR, Monetary neutrality, demographic transmission,
Fertility and economic growth.
Introducción
Las ideas de Malthus sobre la inevitable crisis del desarrollo -las teorías que buscan
explicar el desarrollo económico- han rondado continuamente, desde su formulación
en 1798. Dichas ideas advirtieron claras asimetrías entre la tasa geométrica que
caracteriza el crecimiento de la población y la manera aritmética o lineal como se
observa que crece la utilización de los recursos. No obstante, esta apreciación perdió
la perspectiva histórica, en tanto desconocieron los desarrollos científicos y tecnológicos
suscitados en el mundo, luego de la revolución industrial ocurrida a finales del siglo
XVIII.
Las tasas de crecimiento del producto de los distintos países han sobrepasado los
límites planteados en el contexto pesimista de Malthus, en el que el control del
crecimiento de la población era el camino para evitar el advenimiento de la crisis
general. Los adelantos técnicos y científicos permitieron en una época de postrevolución industrial satisfacer las necesidades de la población mundial, que inició
su vertiginoso crecimiento en las 2 últimas centurias; contexto en el cual ya no es
correcto hacer implicaciones teóricas desde la retórica maltusiana.
Sin embargo, tanto las dinámicas poblacionales como las científicas han seguido
cambiando; las tendencias de crecimiento poblacional observadas en el último siglo
revelan un estancamiento, en el que las decisiones por número de hijos son
relativamente pequeñas y las nuevas dinámicas económicas generan un proceso de
sustitución, en el que el número de hijos es evaluado frente a las posibilidades de alta
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
55
calidad de formación para ellos. Configurado esto, un nuevo estado de la caracterización
de la relación entre las dinámicas demográficas y las de producción y desarrollo
económico.
En este artículo se busca develar las relaciones existentes entre dinero, producto
empleo y fertilidad en el caso de Colombia. El periodo que se ha elegido para
desarrollar el análisis es el comprendido entre 1950 y 2003.
Se plantea que las decisiones por fertilidad resultan endógenas al sistema, mostrando
que en la actualidad dependen del conjunto de las variables mencionadas y que, en
el largo plazo, estas decisiones están sujetas únicamente de las decisiones autónomas
y de las condiciones de empleo.
Revisión de literatura
La evidencia histórica encontrada por Galor (2005) en su estudio de la dinámica
poblacional en el mundo, señala que esta puede ser descrita por 3 momentos
claramente diferentes. Cada uno de estos momentos se caracteriza por distintos
patrones de evolución, tanto de la dinámica poblacional como en la dinámica
científica y técnica en la producción.
El primero de ellos, es el que se ajusta a las observaciones realizadas por Malthus
(1798), en el que, -si se toman en cuenta las divergencias entre las tendencias de
crecimiento de la población y las de la tecnología-, los recursos no bastarían para
satisfacer las necesidades de la sociedad; este periodo se caracterizó por altas tasas
de natalidad y de mortalidad. La expectativa de vida promedio al momento de nacer
no superaba los cuarenta años (Galor, 2005), por lo que la inversión en capital
humano no encontraba un campo propicio en dónde desarrollarse.
Posteriormente, en el segundo de los momentos identificados por Galor, se encuentra
una sociedad que se caracteriza por hallarse circunscrita en medio de los cambios
técnicos y sociales, que se presentaron como consecuencia de la Primera Revolución
Industrial. Dicho momento se caracterizó por el incremento de la productividad -que
permitió no solamente suplir de manera más fácil las necesidades de la sociedad, sino
también la liberación de mano de obra del sistema productivo-. En consecuencia, con
el cambio del paradigma productivo se generó un cambio en la demanda de mano
de obra para suplir cargos cuyos requerimientos de conocimiento técnico eran cada
vez más altos; así mismo se presentó una revaloración de la capacitación de la mano
de obra, en donde los rendimientos esperados de la formación de capital social
tendieron a ser suficientes para promover un cambio en la estructura social de la
población.
Finalmente, en el tercer momento encontrado por Galor se encuentra una sociedad
en la que el cambio tecnológico se caracteriza por una dinámica cada vez más veloz.
Este cambio, agudiza aún más los requerimientos de capacitación sobre el trabajo,
pero de manera diferente al estadio anterior; se comienza a presentar un estancamiento
Universidad Autónoma de Colombia
56
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
de la tasa de natalidad, hecho atribuible, según el autor, a un efecto de sustitución
entre el número de hijos y la calidad de la educación de los hijos que se decida tener.
En consecuencia, se observa que los rendimientos de la formación de capital humano,
provocados por la transición demográfica, se presentan no solamente en niveles cada
vez más altos, sino que también manifiestan efectos colaterales; como la sustitución
entre el número de hijos y la calidad de educación que se le ofrece a cada uno de ellos.
Este cambio en las pautas demográficas deriva en procesos de reforzamiento, en
donde los más altos retornos esperados demandan altos niveles de inversión en
capital humano, suponiendo un cambio en la elección del nivel de natalidad deseado.
Como es señalado por Galor (2004), “las teorías de transición demográfica buscan
capturar los determinantes de reducción significativa en las tasas de fertilidad y de
crecimiento de la producción que han caracterizado el mundo en el siglo pasado…”,
por lo que postula tres razones principales: primero, la caída de las tasas de
mortalidad infantil; segundo, el incremento del ingreso per cápita; y tercero, el
incremento de la demanda por capital humano.
Así, las tasas de mortalidad y de natalidad infantil se ven fuertemente correlacionadas
con los aumentos en los salarios reales. En la medida en la que los salarios reales han
ido aumentado, las tasas de mortalidad y de natalidad han ido disminuyendo.
Por otro lado, Becker (1981) señala que el comportamiento de los hogares, –en cuanto
a decisiones de natalidad–, obedece a que el efecto ingreso positivo se encuentra
dominado por el efecto sustitución, que es negativo; por lo que una explicación como
esta resulta coherente con la teoría de los retornos a la formación de capital humano.
La evidencia empírica consignada, en el estudio citado, mostró que, de acuerdo como
van disminuyendo las tasas de mortalidad y de natalidad la proporción de
estudiantes jóvenes en procesos educativos crece significativamente, apoyando la
tesis de transición demográfica motivada por el cambio en las demandas del nuevo
sistema económico productivo.
Existen mecanismos de reforzamiento para este cambio demográfico, como la
disminución del trabajo infantil y la preferencia por la calidad. Al marcarse las
diferencias entre los salarios de las personas calificadas y las no calificadas, se restan
incentivos a contratar niños, pues además de las restricciones legales de cada país,
son personas que no gozan ni de la calificación ni de la experiencia de una persona
adulta educada, lo que motiva la calificación de la población en busca de la
competitividad en el mercado laboral.
Como se señaló, cambios en los patrones de comportamiento demográfico están
relacionados con cambios en el desarrollo de la producción de la economía, las
decisiones que pueden tomar los distintos individuos sobre su progenie se encuentran
estrechamente vinculadas con la oportunidad de percibir ingresos, por un empleo
que demanda cada vez más aptitudes para su desempeño.
Otros enfoques, como el encontrado en el artículo de Barro y Becker (1989),
argumentan también una relación entre el crecimiento económico y la elección de
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
57
fertilidad. El modelo sustentado en su artículo se basa en el supuesto de la existencia
de altruismo en las funciones de utilidad de los padres, que los motiva a asignar
eficientemente recursos, procurando mejores condiciones tanto para el padre como
para sus hijos, generando transferencias inter-generacionales de riqueza. La aplicación
de la estructura del modelo la hacen sobre una economía cerrada, en donde la
determinación de la tasa de interés y los salarios es simultánea con la determinación
del crecimiento de la población y la acumulación del capital.
La principal novedad, como ellos mismos señalan, radica en la determinación del
crecimiento endógeno de la población a las decisiones de fertilidad. El hallazgo más
destacado que puede ser extraído del desarrollo del modelo, es que se observa que la
tasa de crecimiento de la población se muestra positivamente relacionada con el
grado de altruismo de los padres hacia los hijos, y con la tasa de interés.4
Adicionalmente se advierte que la tasa de fertilidad se muestra positivamente
relacionada con la tasa de interés, lo que implica que un incremento en el costo de
educar a un niño disminuye el crecimiento de la población5 y eleva el nivel de capital
per cápita de estado estacionario.
Por su parte, la escuela monetarista, incorporada por Friedman (1968), señala que
en el largo plazo se evidencia neutralidad del dinero, pues los cambios en los
agregados monetarios no afectan el producto potencial. De otro lado, existen
argumentos como los de Petrucci (2003), en los que se muestra que la riqueza
monetaria puede determinar niveles de variables reales como el stock de capital y las
tasas de crecimiento de la población.
Bajo el enfoque de Petrucci, se demuestra que altos crecimientos de los agregados
monetarios incrementan la fertilidad, debido a que esto disminuye el costo de
oportunidad de la decisión de fertilidad, lo que finalmente disminuye ,también, la
intensidad del capital y la cantidad de producto per-cápita; en el desarrollo del
modelo se encuentra que la demanda de fertilidad está estrictamente relacionada con
el lado monetario de la economía, ya que depende de la riqueza financiera y, por lo
tanto, de los balances monetarios. Como resultado adicional de los argumentos de
Petrucci se encuentra, además, una relación inversa entre el stock de capital y el
crecimiento de la población; lo que constituye, en conclusión, elementos que
argumentan la violación al postulado monetarista de neutralidad del dinero frente
a las variables reales.
Ahora bien, en el caso de Colombia son pocos los trabajos que se han enfrentado este
problema. Sin embargo, sobresalen las investigaciones realizadas por Mejía, Ramírez
y Tamayo (2008), además de los de Posada y Rubiano (2007); trabajos que se
realizan con enfoques diferentes pero que develan importantes relaciones entre las
variables nominales y las reales en el caso de Colombia.
4
Los resultados se sustentan bajo el análisis de estado estable.
5 Nuevamente se presenta como resultado del análisis de estado estable.
Universidad Autónoma de Colombia
58
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
El trabajo de Mejía (et ál, 2008) básicamente busca establecer relaciones entre: (I)
ingreso; (II) la tasa de crecimiento poblacional; (III) las tasas de fertilidad; y (IV) las
inversiones en capital humano durante los diferentes regímenes de crecimiento
propuestos.
Si bien, la intención del documento de Mejía (et ál, 2008) no es hacer una estricta
caracterización dinámica del modelo de crecimiento, sí se propone develar las
principales fuerzas y estados que hay detrás de la transición demográfica, entre un
régimen de estancamiento tipo Maltusiano a uno de crecimiento auto sostenido.
Según los autores se identifican 2 regímenes en el caso de Colombia, el que
corresponde al estancamiento maltusiano y el que corresponde a de crecimiento
sostenible (Meja et ál, 2008).
Por un lado, Colombia estuvo caracterizada, durante el siglo XIX y la primera mitad
del siglo XX, por bajos niveles de producto per cápita; altas tasas de fertilidad y de
mortalidad –acompañadas de una baja expectativa de vida–; y bajas tasas de
remuneración al capital humano. Este periodo se identificó por tener una economía
relativamente pobre y un nivel de vida de bajos estándares.
Luego, en la segunda mitad del siglo XX, Colombia se caracterizó principalmente por
el rápido y sostenido crecimiento económico. Además, sostienen los autores que este
periodo fue un tiempo de cambios poblacionales importantes; en particular, la
estructura económica se movilizó desde al agro hacia actividades industriales y de
servicios. En los años cincuenta, el país le apostó al modelo de industrialización por
sustitución de importaciones, que se vio reflejado tanto en un cambio en la tendencia
del crecimiento del producto, como en un importante desplazamiento de las
población del campo hacia las ciudades, en donde se concentraban, principalmente,
las actividades secundarias y terciarias de la economía. Estas transformaciones
económicas se vieron reflejadas en un desplazamiento sostenido hacia la derecha de
la demanda agregada y en la demanda de trabajo, cada vez más productivo y
calificado.
Por otro lado, el trabajo de Posada y Rubiano (2007), realiza un análisis teórico que
apoya los modelos de crecimiento, en los que se incluyen variables demográficas,
basados en los hallazgos de Becker (1981) y Razin y Ben-Zion (1975). El objetivo de
esta serie de trabajos es brindar soporte econométrico a las relaciones entre las
variables demográficas y las nominales de la economía.
El resultado teórico de sus planteamientos sugiere relaciones entre el PIB per cápita,
la inversión, la tasa de inversión en capital humano y la tasa de mortalidad infantil.
Para la corroboración empírica de sus tesis los autores proponen la estimación de un
panel de datos, que permitan -tanto longitudinal como transversalmente- demostrar
las relaciones entre las variables señaladas.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
59
Si bien, los resultados no llegan a ser concluyentes, el documento presenta un
importante desarrollo en el estudio de estas relaciones, tanto desde lo teórico como
en los métodos que habrán de ser utilizados para lograr el contraste empírico de esta
hipótesis. Como ventaja principal de la metodología de panel empleada, se encuentra
que esta permite observar efectos dinámicos al considerar los rezagos de las
observaciones.
El Modelo
Las variables a considerar
Consideramos las 4 series con frecuencia anual entre 1942 y 2003, para datos de
Colombia de las siguientes variables:
Tabla 1
Variables utilizadas en el modelo
Variable
DESEM
TBN
Log(PIB)
Log(M1)
Descripción
Tasa de Desempleo
Tasa Bruta de Natalidad
Logaritmo del Producto Interno Bruto (PIB) real
Logaritmo de M1
Fuente: elaboración propia
Las variables que se encuentran en términos monetarios son incluidas en términos
logarítmicos de los niveles, mientras que, las variables que son tasas, se incluyen
directamente, -sin ningún tipo de transformación-. Las series de tiempo de las
variables mencionadas son no estacionarias y se caracterizan por ser integradas de
orden 1 ((I1)). (Ver Anexo 1)
Se utilizaron datos de frecuencia anual para aproximarnos de forma más exacta a un
verdadero largo plazo en Colombia. Por un lado, se tomó en consideración que los
datos del número de nacimientos en Colombia son muy escasos, evitando obtener
una serie que nos permita una estimación de una tasa bruta de natalidad consistente.
buscando evitar sesgo por omisión de información.
Para los datos del PIB y M1 se tomaron las series presentadas por el GRECO (2002)
que han sido llevados a 2003.
Planteamiento del Modelo
Siguiendo las recomendaciones encontradas en la revisión de literatura, el modelo
VAR estándar (ecuación 1) se expresa de la siguiente forma:
Universidad Autónoma de Colombia
60
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
(1)
Donde:
Teniendo:
(2)
Siendo Ai = (i=1,...,p) las matrices de los coeficientes autor regresivos et y el vector
de los residuales o componentes no explicados por el proceso VAR. El sistema puede
ser representado por sus componentes de VMA de la siguiente forma:
(3)
Donde:
La representación de media móvil del modelo estructural que vamos a plantear es:6
(4)
Donde:
y L el operador de rezagos.
De acuerdo a esto supondremos que se puede presentar en cada periodo t un shock
( t) estructural asociado a cada una de las variables:
(5)
De modo que el shock lt es un impacto de origen endógeno que influencia
fundamentalmente a la tasa de desempleo; 2t es un impacto que se origina dentro
de las decisiones de los hogares y domina a la dinámica demográfica del país; 3t
6
Modelo C.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
61
proviene de la actividad económica interna en el país; y 4t constituiría un choque
a la oferta de M1, (aunque también se tienen en cuenta variaciones originadas en la
demanda de M1).
De acuerdo con la teoría económica, es posible argumentar que en el largo plazo no
tiene efectos sobre el desempleo (Friedman, 1968 y Phelps, 1970), pero, por otra
parte, también carece de efectos en el producto y en la tasa de fertilidad.
Es posible encontrar un complemento a este argumento sugiriendo que las variables
reales tienen influencia sobre las variables nominales, por lo que 3t tendrá influencia
sobre M1, pero además, se considerará que no tiene efectos en el largo plazo sobre el
empleo y la relación demográfica –como se argumentó previamente–.7
De esta manera, al considerar que la fertilidad es endógena a las condiciones en el
mercado laboral (Wang, 1994), –argumentando que un shock en el empleo reasigna
tiempo de crianza de los hijos hacia una mayor cantidad de tiempo de trabajo–, se
encuentra un efecto en el que se reduce el crecimiento de la fertilidad y se estimula
el desarrollo económico a largo plazo. Además, en la literatura desarrollada por
Barro y Becker y complementada por Galor, se tiene que la transición demográfica
posee efectos y relaciones con el capital humano, además del desarrollo tecnológico
al interior de las economías.
Los argumentos anteriormente presentados implican la imposición de las siguientes
restricciones de largo plazo:
(6)
Donde
es un polinomio en el operador de rezagos, que implican los
efectos de los impactos
sobre la variable i.
De esta forma las restricciones se incorporan en el sistema VAR estructural de la
siguiente forma:
(7)
La identificación del modelo estructural de la ecuación (4) se basa en la estimación
de la forma reducida similar a la de la ecuación (1):8
7
Lo que constituye una restricción de largo plazo.
8
Siguiendo a Misas y Posada (2000).
Universidad Autónoma de Colombia
62
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
(8)
Del sistema estacionario (8) y considerando que el teorema de descomposición de
Wold garantiza la existencia de una representación MA infinita, se tiene:9
(9)
y, a partir de las ecuaciones (4) y (9), podremos observar que las innovaciones del VAR
estándar se relacionan con las estructurales así:
(10)
(11)
Para terminar, se encuentra una relación entre la matriz de efectos de largo plazo
sobre los residuales de forma reducida y la matriz equivalente de los residuales
estructurales, que podemos ver en la ecuación (12):
(12)
Se identificara C0 imponiendo n (n–1)/2 restricciones, en este caso impondremos
6 restricciones. La descomposición se realiza aplicando la metodología de BlanchardQuah (1989), que consiste en la imposición de restricciones sobre la matriz de efectos
de largo plazo asociada a los choques estructurales C(1). Asimismo, suponemos que
la matriz de efectos de largo plazo asociada a choques estructurales es triangular y
las ecuaciones 12 y 13 son exactamente identificadas.
Estimación y resultados
Como punto de partida de la estimación del VAR estructural se requiere que las
variables sobre las cuales se imponen las restricciones de neutralidad de largo plazo
sean integradas de orden 1 (I (1)) en sus niveles. Como se puede observar en el anexo
1, -y para poder estimar correctamente el VAR estructural-, se debe comprobar que
no existen vectores de cointegración para las variables en el estudio.10
Después de comprobar que no existen vectores de cointegración, se puede llevar a
cabo la estimación del VAR estructural presentado en (4), el cual parte de la
9
Similar a la encontrada en la ecuación (3).
10 Ver anexo 3 para observar la no existencia de tal vector de cointegración.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
63
estimación de un VAR estándar estacionario para el de la ecuación (2). Encontramos
la longitud del VAR estándar considerando los resultados presentados por los
criterios de información de Akaike, Schwarz y Hannan Quinn; los cuales coinciden
en señalar un solo número de rezagos (2, 0 y 2).
Adicionalmente, siguiendo a Misas y Posada (2001), se decidió implementar los
rezagos de órdenes 1 al 5; se obtuvieron los siguientes resultados observando el
comportamiento multivariado de los residuales, respecto a ruido blanco y normalidad.
(Ver Tabla 2)
Tabla 2
Resultados de las pruebas de residuales para determinar el rezago del VAR
Ruido Blanco
Rezago
1
2
3
4
5
Normalidad
Portmanteau
ajustado
Apuntalamiento
Simetría
Conjunta
P-valor
P-valor
P-valor
P-valor
2.4126
-1
7.3192
-1
14.9736
0.5266
22.2191
0.9014
35.9
0.9011
234.5020
0.000
105.2231
0.000
73.1817
0.000
64.2402
0.000
63.1842
0.000
46.1483
0.0000
14.2392
0.0066
12.1761
0.0161
8.6173
0.0714
19.1163
0.007
280.6503
0.000
119.4623
0.000
85.3578
0.000
72.8575
0.000
82.3004
0.000
Fuente: elaboración propia.
Como se observa en la tabla 2, el orden de rezago que mejor comportamiento muestra
es el 2, por lo que debe ser elegido para el orden del VAR.
Este modelo (VAR (2)), fue el elegido a fin de ser sometido al análisis de impulsorespuesta, para el total del conjunto de variables, con el objetivo de contrastar su
comportamiento frente a los resultados propuestos por la teoría económica.
Resultados del VAR estructural
La matriz de la ecuación (13) presenta los coeficientes que relacionan las variables del
VAR. Es posible identificar cómo los factores interactúan en el modelo y los efectos
de las variables.
Universidad Autónoma de Colombia
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JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
El análisis de los efectos de los it muestran que estos se comportan de acuerdo a la
teoría y racionalidad económica:11 (i) Existe una relación positiva entre la tasa de
desempleo y la tasa bruta de natalidad, observada por medio del tiempo promedio
que se dedica a la crianza de los hijos;12 (ii) Se encontró evidencia empírica de la
existencia de una relación negativa entre desempleo y tasa bruta de natalidad con
el PIB, que correspondería a la Ley de Okun; finalmente, (iii) se evidenció una relación
entre la cantidad de dinero en la economía (aproximada por m1) con el desempleo,
mostrando resultados consistentes con la curva de Phillips.
La evidencia de la existencia de esta relación sugiere que, en efecto, los agentes de la
economía pueden ser influenciados por las variables monetarias, por lo que su
aceptación implica el rechazo tácito de la neutralidad del dinero. Los resultados de
la relación se encuentran consignados en la siguiente matriz:
(13)
Análisis de impulso-respuesta
Una de las virtudes más relevantes de utilizar un VAR estructural en la identificación
econométrica de sistemas endógenos, radica en la posibilidad de observar las
respuestas de las variables ante choques del conjunto de variables utilizadas en su
especificación.
Así, en el gráfico 1 se observan los efectos de choques de la tasa de desempleo en el
sistema de variables. Se encontró que un incremento en la tasa de desempleo afecta
positivamente a la tasa bruta de natalidad, y afecta negativamente al producto y al
dinero. Estos resultados validan las conclusiones que se previeron en la teoría
económica analizada.
11 Son los resultados propuestos por Oded Galor (2005).
12 En el modelo micro fundamentado planteado por Galor, encontramos que en el régimen de crecimiento
moderno los agentes deciden tener menor cantidad de hijos para dedicar más tiempo en su crianza
a fin de que obtengan un mayor capital humano.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
65
Gráfico 1
Diagrama de impulso-respuesta frente a un choque en la variación del desempleo
SVAR Impulse Responses
Fuente: elaboración propia
Los impactos generados a causa de incrementos en la variación de la tasa bruta de
natalidad se pueden observar en la gráfica 2, subrayando la importancia de un efecto
negativo en el producto de la economía. Este resultado resulta consistente con la
etapa de crecimiento económico moderno de la teoría unificada del crecimiento
económico de Galor y la teoría neoclásica del crecimiento económico.
De manera simultánea, se observó que la cantidad de dinero en la economía tiende
a incrementarse debido a que en los hogares se incrementa la cantidad de dinero
demandada por las decisiones de fertilidad, revelando, así, la existencia de una
relación positiva entre estas dos variables.
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JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
Gráfico 2
Diagrama de impulso-respuesta frente a un choque en la diferencial
de la tasa bruta de natalidad
SVAR Impulse Responses
Fuente: elaboración propia.
Con respecto a los choques en el producto de la economía, es posible observar que este
tiene un efecto positivo en la cantidad de dinero y la cantidad demandada de dinero.
En lo que se refiere al desempleo, este es posterior al aumento en el empleo, lo que
implica un reforzamiento de la ley de Okun.
Los impactos de un cambio en M1 se pueden considerar consistentes con la teoría
económica.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
67
Gráfico 3
Diagrama de impulso respuesta frente a un choque en la diferencia
del logaritmo del PIB real
SVAR Impulse Responses
Fuente. Elaboración propia.
Respecto al empleo, sobresale el hecho de la existencia de un efecto de curva de
Phillips en el corto plazo; lo cual se explica porque se halló que al incrementarse M1
se incrementa también el empleo. Lo anterior es consistente con las teorías de
Friedman (Friedman, 1968).
Adicionalmente, es de resaltar el efecto sobre la tasa bruta de natalidad, para la cual
un incremento en la cantidad de dinero afecta positivamente a través de la ilusión
monetaria a las familias y a sus preferencias.
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68
JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
Gráfico 4
variación del logaritmo de M1
SVAR Impulse Responses
Fuente: elaboración propia
Conclusiones
En la búsqueda de las causas del crecimiento económico, el Nobel Robert Lucas Jr.
argumenta que, “Una vez se empieza a pensar en ellas (las causas del crecimiento
económico), es difícil pensar en algo más” (Lucas, 2005); razón por la cual el
considerar las razones que lo motivan, –en particular en un país en desarrollo como
Colombia–, reviste de la mayor importancia y pertinencia.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
69
La línea argumental de este artículo partió del hecho de considerar la relevancia de
la transición demográfica en el desarrollo para Colombia. Los planteamientos, según
los cuales en un principio el tamaño de la población limitaba al crecimiento
económico, -provenientes de Thomas Malthus-, han quedado atrás; y después de
presentarse un incremento poblacional, la presencia de una caída en la fertilidad y
un crecimiento sostenido son la causa del optimismo con respecto al desarrollo.
La presencia de una relación inversa entre crecimiento del PIB real y los crecimientos
poblacionales, -que presentan datos recolectados-, señalan a Colombia como un país
en donde se está presentando un régimen de crecimiento moderno. La inclusión de
variables que causan transformaciones socio demográficas en Colombia complementan
y robustecen el modelo.
Las técnicas estadísticas y econométricas empleadas en el desarrollo de esta
investigación, tales como las técnicas de cointegración, el uso del VAR y del VAR
estructural, con restricciones de corto y largo plazo, permiten asegurar que las
condiciones que caracterizan el régimen de crecimiento moderno se presentan en
Colombia.
La correcta combinación de política económica y social puede llevar a este sistema
por una senda de crecimiento o en una condición de estancamiento. Es relevante
mencionar que los fenómenos descritos por Oded Galor se presentan naturalmente
con la transición de las preferencias de los hogares y las mejoras en las condiciones
de vida, salud y un incremento en la esperanza de vida.
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JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
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Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
71
Anexos
Anexo 1
Estudio preliminar de las series PIB
Gráfico A1
El PIB real en niveles a precios constantes de 1975 Fuente: GRECO
Fuente: GRECO.
La serie que se ha contemplado en el presente estudio contiene los datos anuales del
producto interno bruto (PIB) colombiano para el periodo comprendido entre 1950
y 2003. Se caracteriza por un comportamiento creciente, cuyas principales alteraciones
se observan en la segunda mitad de la década de los noventa.
Se practicó la prueba de Dickey-Fuller, junto con la prueba de Schhmidt y Phillips,
con diferente orden de rezago y los distintos modelos propuestos como métodos
(dependiendo de las determinísticas incluidas para aproximar el GDP) para probar
la estacionariedad en la varianza de la serie PIB. Se encontró que el proceso generador
de datos tiene tanto intercepto como tendencia y que el número de rezagos que
permite que los errores sean ruido blanco es 2 (Ver anexo 2).
La serie que fue incluida en el modelo toma los datos anuales desde 1950 hasta 2003,
determinando como año base 1975. Los patrones de crecimiento del PIB se
mantienen relativamente constantes a través del periodo de estudio, sobresaliendo
el hecho de la desaceleración en la década de los noventa y el hecho de la caída del
producto en 1999.
Según los datos del GRECO (2002), las series del producto y del capital per cápita
para el periodo de estudio no muestran algún tipo de estacionariedad, por lo que se
puede aseverar que los impactos de los choques provenientes de factores de oferta
tienen repercusiones permanentes sobre los niveles observados. Además, estos
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JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
señalan que existe evidencia estadística para encontrar en el final de los años setenta
las causas para los fenómenos de crecimiento presenciados en los ochenta; dichos
fenómenos, consisten en la desaceleración del crecimiento del producto por trabajador,
o en términos más generales, la desaceleración del cambio técnico, primero y
segundo, producen una aceleración del crecimiento del capital por trabajador en la
primera mitad de los noventa.
Tasa bruta de natalidad (TBN)
Gráfico A2
La tasa bruta de Natalidad en niveles
Fuente: DANE, Profamilia y Flórez.
La tasa bruta de natalidad (TBN) es el cociente entre el número de nacimientos y el
total de la población multiplicado por 1000, para cada uno de los periodos. En
particular para Colombia, la recolección de los datos constituye una dificultad
debido a que -según el periodo de estudio-, son múltiples las entidades encargadas
de la recolección de datos. El DANE guarda las estadísticas de nacimientos desde
1912, incluyendo los datos inicialmente recogidos por las distintas parroquias y
posteriormente por la registraduría nacional del estado civil. En la información del
DANE existe un vacío de información entre 1987 y 1997, periodo en el que se basó
la información en las estadísticas de Profamilia. Para 1998 y bajo el nombre de
estadísticas vitales, el DANE se encarga de recoger la información, razón por la cual
hay más disponibilidad de estos datos.
La serie señala el comportamiento del número de nacimientos con relación al número
total de las personas que habitan un país, para cada periodo de tiempo. Según
Carmen Elisa Flórez (2000) un fenómeno de transición demográfica se caracteriza
por un incremento en el nivel de fecundidad, una vez ha transcurrido un periodo de
mortalidad alta, por lo cual debería presentarse alguna alteración en la serie
transcurrida en una época de violencia, –como la observada en Colombia durante la
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
73
mitad de siglo por la pugna bipartidista–. Adviértase que la serie también puede estar
alterada por sesgos de medición, debido a la multiplicidad de instituciones
encargadas de dicha tarea en la historia de la medición de esta estadística.
Según la prueba Dikey-Fuller aumentada, la serie presenta intercepto y tendencia
determinística, raíz unitaria. Según los resultados presentados en el numeral 2 del
apéndice, se muestra que no hay evidencia para rechazar la hipótesis nula de la
presencia de una raíz unitaria en el proceso generador de datos. Se han postulado 2
rezagos de tal manera que se observan innovaciones ruido blanco gaussianas.
De nuevo, para determinar el orden de integración de la serie, es necesario practicar
la prueba de raíz unitaria sobre la serie en primeras diferencias. Los resultados
consignados en el apéndice muestran que existe evidencia para rechazar la hipótesis
nula de presencia de raíz unitaria; esto con 1 rezago y sin componentes determinísticas,
pero conservando las propiedades de optimalidad de los residuales.
Dadas las condiciones ya señaladas se puede aseverar que, bajo la información
consignada en los numerales 3 y 4 del apéndice, la tasa bruta de natalidad es
integrada de orden uno, I(1).
Según Carmen Elisa Flórez (2000), para el caso colombiano, la tasa bruta de
natalidad permanece casi constante a niveles altos durante las 3 primeras décadas
del siglo pasado, cuando la mortalidad era también alta y constante. Así, entre 1905
y 1938, la tasa bruta de natalidad estaba alrededor de 40 por mil. Señala Flórez
(2000) que la tasa de natalidad estuvo relativamente alta hasta los años setenta,
momento en el que se presenta, para el país un fenómeno de transición demográfica
que se caracterizó por la caída de la tasa de natalidad, en cerca de 20 por mil.
“Formalmente, el concepto de transición de fecundidad se define como el paso de un
régimen de fecundidad natural a uno de control deliberado de fecundidad” Flórez
(2000). Este proceso de transición de fecundidad acompaña procesos de cambio
social, como los de urbanización, incremento de la participación femenina en el
producto, aumento en los niveles de educación y la disminución del trabajo agrícola.
Galor (2005) muestra cómo en los países europeos este cambio de los patrones de
reproducción se dio mucho antes que en los países de América Latina, encontrando
evidencia de la incidencia de este tipo de procesos sobre el desempeño económico de
los distintos países.
El GRECO (2002) señala que,
Según las cifras, parecería que el mayor esfuerzo para disminuir la tasa de
natalidad se hizo en el periodo intercensal comprendido entre 1973 y 1985,
mientras que, en el caso de la tasa de mortalidad, el mayor esfuerzo se presentó
en el periodo, también intercensal, comprendido entre 1951 y 1964. A pesar
de la extensión alcanzada por el control de la natalidad durante los últimos
decenios, la población Colombiana creció en promedio durante el siglo XX
cerca del 2.34%,
Universidad Autónoma de Colombia
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JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
Desempleo
Gráfica A3
Tasa de desempleo en niveles
Fuente: DANE, GRECO y Londoño.
Esta cifra supera la tasas de crecimiento poblacional promedio de América que
oscilan alrededor del 2,1% para el mismo periodo.
Los datos resumidos en el gráfico anterior corresponden a la tasa de desempleo entre
los años 1942 y 2003. Los cálculos de dichas tasas corresponden a cálculos propios
sobre datos de población, población ocupada y población económicamente activa;
recogidos entre la información del GRECO y la publicación Colombia estadística,
cuyos volúmenes abarcan información hasta el año 1998.
Según los cálculos practicados, el desempleo tiene una tendencia relativamente
creciente durante la primera mitad del siglo, pasados los años sesenta la tasa de
desempleo se mantiene relativamente constante hasta la década de los noventa, cuya
primera mitad se caracteriza por la caída de la tasa de desempleo y repunta
finalmente después del año 1994, tomando su mayor valor para 1999. En trabajos
como el presentado por Iregui, Melo y Arango (2003), se argumenta que el fenómeno
de crisis de finales de los noventa puede explicarse por el incremento de los costos
salariales y no salariales que se observaron en la década de los noventa, debido a dos
circunstancias: la primera, la falta de credibilidad de la política de inflation targeting,
adoptada por el Banco de la República después de 1991 (distorsión que permitió que
los salarios reales aumentaran por encima de la productividad); y segundo, la
sanción aprobatoria de la ley 100 de 1993 que elevó los costos no salariales de
emplear mano de obra. Al incrementarse los costos asociados a la mano de obra el
desempleo repuntó, caracterizando un episodio de crisis.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA
75
Formalmente, la serie en niveles presenta raíz unitaria. El valor calculado en la
prueba de Dickey y Fuller, tanto con intercepto como con tendencia determinística
y con un rezago, permite señalar la existencia de raíz unitaria.
Buscando el orden de integración se revisó la estacionariedad de la serie en primeras
diferencias y se encontró que el valor calculado es menor que el valor crítico a los
niveles convencionales de significancia; por lo que puede concluirse que la serie es
integrada de orden 1, I(1).
M1
Gráfica A4
M1 en Niveles
Fuente: GRECO
Se ha tomado la serie de los datos del GRECO desde el año 1950 hasta el año 2003.
Se caracteriza por un incremento moderado de los niveles hasta la década de los
ochenta. Pasada la década de los ochenta mantiene un patrón de crecimiento
moderadamente alto; solo se observa una alteración leve en el patrón de crecimiento
sobre los años contiguos a la crisis.
Formalmente, se practicó la prueba de Dickey y Fuller para la identificación de raíz
unitaria en el polinomio autoregresivo del proceso generador de datos. Adicionalmente,
se aplicó una prueba de raíz unitaria con posible cambio estructural ubicado en el
año de 1998. La evidencia señala que el cambio estructural es estadísticamente
significativo para ese año y que, si M1 es tomada en logaritmos (se puede ver que en
niveles también), la serie presenta raíz unitaria, según los datos consignados en el
anexo . Una vez verificada la existencia de la raíz unitaria en la serie en logaritmos
se ha comprobado que la diferencia del logaritmo de la serie es I (0) por lo que puede
concluirse que la serie de M1 es integrada de orden 1.
Universidad Autónoma de Colombia
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JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ
Anexo 2
Resumen de las estadísticas asociadas a las pruebas
de raíz unitaria
Variable
Prueba
Log(PIB)
Log(PIB)
TBN
TBN
DESEM
DESEM
Log(M1)
Log(M1)
SP
SP
ADF
ADF
ADF
ADF
ADF
ADF
Términos
Determinísticos
Rezagos
Valor
Test
Valor
crítico 5%
2 tendencias
Tendencia
1
1
2
1
1
0
1
0
-1.963
-6.494
-0.128
-2.844
-2.575
-5.24
-0.861
-4.506
-3.65
-3.06
-2.89
-1.95
-3.45
-2.89
-2.89
-2.89
Ninguno
Constante y tendencia
Constante
Constante
Constante
Anexo 3
Pruebas de cointegración
En las pruebas de cointegración se aplicó la corrección de muestra pequeña y se revisó
el único valor en el cual parece que el vector de cointegración existe. Se observó que no
es consistente con la teoría económica perse es rechazado y se puede concluir que no
existen vectores de cointegración, por lo cual se debe utilizar un VAR en diferencias.
Prueba de la traza con constante
Rezago 1
R
LR
0
1
2
3
Rezago 2
R
188.61
49.12
15.74
2.83
95%
53.94
35.07
20.16
9.14
98.12
39.63
14.95
4.19
95%
53.94
35.07
20.16
9.14
88.25
30.27
13.8
3.54
95%
53.94
35.07
20.16
9.14
71.34
35.81
14.54
3.8
95%
53.94
35.07
20.16
9.14
LR
0
1
2
3
Rezago 3
R
LR
0
1
2
3
Rezago 4
R
LR
0
1
2
3
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
Las TIC y el crecimiento
regional en Colombia
1985-2000
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS1
“Gatsby creía en la luz verde, el orgiástico futuro que, año tras año, aparece
ante nosotros… Nos esquiva, pero no importa; mañana correremos más de
prisa, abriremos los brazos, y… un buen día….
Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente
arrastrados hacia el pasado”
SCOTT FITZGERALD, EL GRAN GATSBY
“Vemos los computadores en todas partes, excepto en las
estadísticas de productividad”
ROBERT SOLOW
Resumen
El objetivo de este trabajo es estimar un modelo de crecimiento de Solow
extendido con capital humano y TIC. Se pretende examinar la hipótesis de que
las tecnologías de la información y la comunicación afectan el ritmo de cambio
técnico y por ende tienen efectos positivos sobre la tasa de crecimiento del PIB
per cápita de los departamentos colombianos para el periodo 1985-2000.
Palabras clave: convergencia, crecimiento, tecnología, desarrollo regional,
teléfono
1
Profesor Asociado Universidad Nacional de Colombia y Profesor Investigador de la Universidad
Externado de Colombia. Agradezco a Álvaro Zerda sus comentarios a una versión preliminar del
artículo y al soporte financiero del CID de la Universidad Nacional de Colombia.
Universidad Autónoma de Colombia
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
78
Abstract
The aim of this study is to estimate an extended Solow’s growth model with
human capital and ICT. It aims to explore the hypothesis that information
technology and communication affect the pace of technical change and
therefore have positive effects on the growth rate of GDP per capita in the
Colombian departments for the period 1985-2000
Key words: convergence, growth, technology, development, regional, phone
Calificación JEL: R11, R12, L96, O47
1. Introducción
El capitalismo es un sistema económico de producción de mercancías, por medio de
mercancías. Por ello, las condiciones de acumulación y reproducción exigen extender
las relaciones de mercado más allá de cualquier límite; el ideal es que todo
intercambio sea mediado por el mercado. En este sentido, cada revolución tecnológica
redefine las reglas del juego competitivo entre los agentes e incorpora a la nomenclatura
de bienes algo nuevo. Sin duda, la llamada sociedad del conocimiento y la revolución
en las tecnologías de la información y la comunicación cumplen con ésta exigencia
sui generis del régimen de acumulación capitalista.
La Nueva Economía significó un cambio de dimensiones no menos
trascendental: un desplazamiento desde la producción de bienes hasta la
producción de ideas que conllevaba el tratamiento de la información, no del
personal ni de las existencias. (Stiglitz 2003)
Como lo reconocen una serie de estudios especializados, el epicentro de la revolución
de las tecnologías de la información y las comunicaciones fue los Estados Unidos.
Al parecer todo se inicia en 1971, cuando Bob Noyce y Gordon Moore comercializan
el primer procesador de Intel. En unos pocos años, sobrevendría la revolución digital
y la explosión del sector de las telecomunicaciones (Pérez, 2004). Del mismo modo,
el origen de Internet se asocia a una serie de contratos en el área de seguridad y
defensa de los Estados Unidos, que se desarrollaría mediante el ARPAnet, que fue una
red de enlace entre universidades y contratistas de alta tecnología.
Este esquema permitió establecer redes de comunicación entre institutos y
universidades. Inicialmente sus usuarios fueron científicos de la computación y otros
técnicos especializados. En los ochenta se implementó el NSFNET que se constituyó
en la espina dorsal de las redes de conexión regional de universidades; en 1987 el
sistema fue mejorado y manejado por Merit, en colaboración con Mecit y la IBM. El
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
79
NSFNET fue financiado con recursos públicos, con fines fundamentalmente educativos
y científicos. Hoy día la red crece a escalas insospechadas por sus creadores, con
objetivos pecuniarios y comerciales (Manson y Varian 1994). Es decir, el espacio
virtual ha sido conquistado por el mercado, los sitios de la red se venden como
mercancías.
Alrededor de la Nueva Economía se ha generado un debate interesante, este se conoce
como la paradoja de la productividad. Tal vez la referencia más conocida es el
siguiente aforismo de Robert Solow, quien refiriéndose a la ubicuidad de los
computadores en el mundo moderno exclamó: “Vemos los computadores en todas
partes, excepto en las estadísticas de productividad”.2 En efecto, los estudios
mostraban que en pleno boom de la innovación del microprocesador y la informática,
los índices convencionales de la productividad de la economía de los Estados Unidos
no mejoraban. De hecho, no se encontraba relación alguna entre índices de TIC
(teledensidad, computadores y usuarios en Internet) y los índices de eficiencia técnica
como la PTF o la razón valor agregado a empleo. Si bien es cierto que en los sectores
productores de TIC, la productividad y la rentabilidad mejoraron sustancialmente,
lo mismo no ocurrió en las actividades que hacen uso de las TIC, ello cuestionaba por
lo menos inicialmente la idea de que las TIC fueran en verdad Tecnologías de
Propósito General (TPG),3 tal como lo fueron la máquina de vapor y la dinamo
eléctrica (Gualerzi y Nell 2010).
Sin embargo, los estudios a nivel de micro dato encontraron relaciones sistemáticas
y positivas entre el desempeño de la firma y el uso de las TIC. Teóricamente, se puede
mostrar que el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones reducen
los costos de coordinación y manejo de información compleja de las empresas, lo que
les permite reducir los tiempos muertos de la producción, aumentando los niveles de
utilización de la capacidad instalada, como también sincronizar mejor los flujos
2
Citado por Paul David (1990).
3
“Nosotros las pensamos como las tecnologías prevalentes en cualquier periodo dado como un patrón
jerárquico estructurado (formando una clase de árbol tecnológico), las cuales en el caso más simple
podrían consistir justo en dos niveles: un manojo de tecnologías básicas en la cima (quizás justo una)
y un gran número de clases de productos o sectores que las usan en los niveles más bajos. Aquellas
en el top son caracterizadas primero que todo por su propósito general, esto es, por tener una función
genérica que es vital para el funcionamiento de un gran segmento de productos potenciales o
existentes y sistemas de producción. Tal función genérica podría ser, por ejemplo, el “movimiento
rotatorio continuo”, desempeñado primero por la maquina de vapor y luego por los motores eléctricos;
la “lógica binaria” podría corresponder a la función genérica para la electrónica, el candidato obvio
GPT de nuestros tiempos. La segunda característica distintiva de GPT es su dinamismo tecnológico:
esfuerzos continuos de innovación, así como de aprendizaje, aumentan la eficiencia con la cual la
función genérica se desempeña. Esto se puede reflejar en reducciones de la razón precio/desempeño
de los productos, sistemas y componentes donde la GPT es incorporada, o como mejoramiento
cualitativos multidimensionales en ellos. Como consecuencia, los costos de los sectores corrientes
abajo que usan la GPT como insumo se reducen, ellos pueden desarrollar mejores productos, y además,
más sectores encontraran rentable adoptar el mejoramiento de GPT, y así se expande el rango de
aplicaciones. Tercero y último, las GPT por la existencia de innovaciones complementarias con los
sectores que la aplican, en el sentido que los avances técnicos en la GPTl hacen más rentable para
los usuarios la innovación, y viceversa”. Bresnahan y Trajtenberg (1992 y 1995)
Universidad Autónoma de Colombia
80
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
entre insumos y productos (Castaldi y Dossi 2008; Marini y Pannone 2007). En una
conferencia realizada por la CEPAL en 2007 se presentaron una serie de trabajos para
América Latina donde se pretendía mostrar la importancia de las TIC para el
crecimiento del PIB per cápita y la productividad. Los resultados no fueron
sorprendentes. Por ejemplo, Capasso y Correa (2007) encuentran que un aumento
del capital en TIC de 10% se refleja en aumentos del PIB per cápita en los países del
continente entre 0.2% y 0.9%.
Gaaitzende Vries Nanno Mulder, Mariela DalBorgo, André Hoffman (2007), muestran
en un ejercicio de descomposición de fuentes de crecimiento para Brasil, Chile,
Argentina, Costa Rica y Uruguay, que entre 1990 y 2004 las TIC apenas contribuyeron
entre 0.21% y 0.67 % al crecimiento del PIB per cápita. Finalmente, el trabajo de la
CEPAL (2007), encuentra que el crecimiento de los países de América Latina entre
1991 y 2005 se explica esencialmente por acumulación de factores y, en menor
proporción, por cambio técnico. Del mismo modo encuentran que el uso de las TIC
tiene un efecto positivo sobre la productividad del continente, pero se muestran
cautos a la hora de ponderar la importancia de dicho factor.
Aunque los resultados empíricos pueden ser desalentadores, algunos agudos analistas
han llamado la atención sobre aspectos que los estudiosos convencionales han
pasado por alto. Lo primero que se puede aducir es que las TIC deben examinarse a
la luz de la experiencia histórica de los cambios de paradigma tecnoeconómico. Paul
David (1990) inicia con una interesante analogía entre la dinamo y el computador
y -aunque reconoce que una dinamo no es un computador-, muestra cómo el
desarrollo y la incorporación del paradigma del motor eléctrico tuvo rezagos de
difusión e inconvenientes, tal como se observa con las tecnologías de información y
telecomunicaciones. De hecho, observa cómo se presentaron resistencias y demoras
en la incorporación de dicho conocimiento en los procesos productivos; y que
mientras éstas técnicas no se generalizaron, ello no se reflejó en las variables
agregadas como la productividad. Del mismo modo, cuestiona la capacidad de los
indicadores convencionales para dar cuenta de los cambios cualitativos de la
revolución informática y digital. En el mismo sentido, Gualerzi y Nell (2010) afirman:
Los estudios considerados se focalizan principalmente en lo que se puede
definir estrechamente como procesamiento de información. Pero el papel
pivotal jugado por ICT puede ser mejor comprendido por considerar el enlace
de comunicación, y por ende, el avance en telecomunicaciones, en las cuales
el procesamiento de información es ahora interconectado en una red de
trabajo. El desarrollo de redes, y de Internet en particular, son en verdad la
novedad fundamental de los 1990s; la clave para la transformación de la nueva
economía. En el sector de ICT, el desarrollo de hardware y software se ha
orientado crecientemente a las redes. Más importante, existe un impacto
general en la economía, vía el desarrollo de externalidades de red, lo cual hace
posible reorganizar los procesos productivos y el marketing, generando
finalmente nuevos productos y servicios.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
81
El objetivo de este trabajo es estimar un modelo de crecimiento Solow extendido con
capital humano y TIC. Se pretende examinar la hipótesis de que las tecnologías de
la información y la comunicación afectan el ritmo de cambio técnico y, por ende,
tienen efectos positivos sobre la tasa de crecimiento del PIB per cápita de los
departamentos colombianos para el periodo 1985-2000. El trabajo se divide en tres
partes: la primera es esta introducción; en la segunda parte se presenta el modelo
formal neoclásico siguiendo los seminales trabajos de Solow (1956) y Mankiw,
Romer y Weil (1992); y la tercera parte desarrolla la metodología de datos panel
dinámico y se discuten los resultados de la estimación del modelo.
2. El modelo de crecimiento económico neoclásico y
las TIC
En este acápite se presenta el modelo extendido de crecimiento exógeno neoclásico
con capital humano y TIC. El punto de partida son los trabajos empíricos de Mankiw,
Romer y Weil (1992) e Islam (1995), en los cuales se presentan estimaciones
ecométricas en versiones de sección cruzada y datos panel dinámicos de los
determinantes del ingreso per cápita en estado estable, y de las tasas de crecimiento
en cercanías al equilibrio de largo plazo; donde se evalúan las hipótesis de
convergencia condicionada para un grupo significativo de países desarrollados y en
desarrollo. El modelo se puede extender fácilmente para incorporar los efectos de las
TIC, tal como lo hacen Becchetti y Di Giacomo (2007), quienes incorporan las
tecnologías de la información y las comunicaciones como determinantes de la tasa
de cambio tecnológico. Este proceder permite levantar el supuesto que se hace de la
naturaleza del cambio tecnológico como un bien público, es decir, como maná caído
del cielo.
El problema que no siempre es tratado apropiadamente en las investigaciones
empíricas es que la difusión y la disponibilidad de los productos del
conocimiento no es la misma para todos los países o las regiones en un Estado,
ya que dichos procesos pueden anularse o abortarse como consecuencia de
embotellamientos en la transferencia de tecnologías (Becchetti y Di Giacomo
2007).
Este aspecto es reconocido por las teorías evolucionarias, que sostienen que existen
asimetrías y desigualdades a nivel internacional y regional para adaptar y apropiar
las innovaciones.
El lado de la oferta del modelo se sintetiza en la función de producción CobbDouglas, cuyos argumentos son: el capital físico (K), el trabajo (L) y el capital humano
(H). El cambio técnico es neutral en el sentido de Harrod (A), es decir, los
desplazamientos de la función de producción garantizan que la relación capitalproducto se mantiene constante para una tasa dada de rendimiento del capital. Del
lado de la demanda, se asume que una proporción constante del ingreso nacional,
sk, se destina a la acumulación de capital físico y una proporción sh a capital humano.
En el modelo no existe gasto público, ni impuestos, ni comercio exterior. La
Universidad Autónoma de Colombia
82
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
población se iguala al empleo por simplificación y se asume que crece a una tasa
constante n. El índice de tecnología, A, crece a una tasa constante, g.
La función de producción se puede escribir de la siguiente manera:
, con + <1
(1)
Como la función de producción es homogénea de grado 1, se puede expresar en
términos de trabajo efectivo, lo mismo se hace con las demás variables del modelo.
Las variables y, k, h son el ingreso, el capital físico y humano en términos de trabajo
efectivo respectivamente. Las ecuaciones dinámicas o de acumulación se pueden
escribir en términos de trabajo efectivo de la siguiente manera:
(2)
(3)
El equilibrio de largo plazo se encuentra cuando,
y,
Resolviendo el
sistema de ecuaciones, recordando que y = k h , se obtienen las soluciones de estado
estable para k y h. Tenemos:
(4)
5)
Sustituyendo los valores de estado estable para k* y h* en la función de producción,
y expresando el resultado en términos per cápita, tenemos:
(6)
El índice de tecnología se puede descomponer en dos partes:
(7)
Reemplazando (7) en (6), tenemos:
(8)
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
83
Para derivar la ecuación de crecimiento, se parte de la ecuación linealizada de la tasa
de crecimiento del PIB per cápita en la vecindad del equilibrio del estado estable. La
ecuación diferencial es la siguiente:
(9)
Donde, =(n+ +n) (1- - ) es la velocidad de convergencia del sistema a su equilibrio
de estado estable. La solución de la ecuación (9) es la siguiente:
(10)
Sumando ln (Y/L)*-ln (Y/L)0 a ambos lados de la ecuación (10) y reemplazando luego
la ecuación (8), tenemos:
(10)
Donde, c=(l-e- t) ln (Akp0)+gt.
(11)
La ecuación (11) se puede escribir de la siguiente manera, sumando a los dos lados
de la ecuación,
por tanto tenemos:
(12)
3. Metodología de panel de datos dinámicos y
resultados econométricos
Las primeras investigaciones empíricas fundamentadas en el modelo de crecimiento
neoclásico de Solow-Swan se orientaron a cuantificar las fuentes del crecimiento
económico. Los resultados iniciales fueron interesantes; se encontró que en economías
como la de los Estados Unidos el cambio técnico, –medido por el llamado residuo de
Solow–, daba cuenta de algo más del 70% del crecimiento del PIB per cápita,
Universidad Autónoma de Colombia
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
84
mientras que la contribución de la acumulación de factores productivos no era tan
importante. A principio de los noventa el debate resurgió con un nuevo énfasis, el cual
se dirigió a comprobar las hipótesis de convergencia absoluta y relativa, hipótesis
derivadas de los modelos de crecimiento exógeno de Solow y de crecimiento óptimo
de Ramsey.
Los métodos utilizados se limitaron, inicialmente, a regresiones de corte transversal
o sección cruzada, los cuales se fueron extendiendo a medida que se incorporaban
nuevas variables en el lado derecho de la ecuación. Sin embargo, estos modelos
difícilmente pueden incorporar aspectos específicos de los países, pues por construcción
se asume que todas las economías enfrentan la misma función de producción y el
cambio técnico se considera como un bien público. Como anota Islam (1995):
Los aspectos específicos de los países de la función de producción agregada
que son ignorados en las regresiones de corte transversal, se correlacionan con
la variables explicatorias, y esto crea el problema de sesgo de variables
omitidas. Desde el punto de vista de la teoría, la aproximación de panel
permite aislar los efectos de profundización del capital de una parte y las
diferencias institucionales y tecnológicas de la otra, en el proceso de
convergencia.
La estructura convencional de datos panel dinámico se ajusta fácilmente a los
modelos de crecimiento de la sección dos. Siguiendo la notación de Islam (1995), se
tiene:
, con i=1,2…N; t=2,3,…,T
(13)
Con | | <1,
Donde, yit es el ingreso per cápita del gobierno subnacional i, xit es un vector de
variables explicatorias no necesariamente exógenas, es decir, pueden presentar
correlaciones con los efectos individuales o con los errores de la regresión; son
efectos inobservables específicos e invariantes del tiempo, y t el componente que
depende del tiempo, it es el término de error. Se supone que los errores it son
independientes entre individuos. Como los efectos individuales, i se puede considerar
como una variable aleatoria. Existe necesariamente correlación con la variable
dependiente rezagada un periodo yit-1. Bajo estas circunstancias la estimación de los
parámetros por OLS en niveles es inconsistente, lo que no se corrige aumentando el
número de individuos. Las estimaciones del parámetro de la variable dependiente
rezagada de un periodo son sesgadas hacia arriba. Lo mismo se puede decir de la
aplicación del uso de estimadores dentro de grupos, que si bien eliminan el
componente especifico, generan problemas de correlación entre el vector de errores
transformado y la variable dependiente rezagada yit-1 transformada. Por tanto, la
it
estimación por OLS del modelo genera sesgos hacia abajo (Bond 2002). En este orden
de ideas, el problema es encontrar un justo medio, es decir, un método que se
encuentre entre la estimación en niveles de OLS y la de estimadores entre grupos.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
85
Arellano y Bond (1991) y Arellano y Bover (1995) han desarrollado los métodos
alternativos. La idea es utilizar el Método de Momentos Generalizados en Diferencias
y el Método de Momentos Generalizados con desviaciones ortogonales en niveles. Los
dos métodos se pueden combinar como un sistema de ecuaciones que permiten
resolver problemas de inconsistencia cuando el parámetro de la variable dependiente
rezagada esta cercano al círculo unitario (Bond, Hoeffer y Temple 2001). Los métodos
explotan las propiedades de las correlaciones que se establecen entre las variables y
los componentes de error del modelo, para seleccionar los vectores de instrumentos
que permiten estimar el modelo en diferencias o en niveles de manera consistente.
Como la correlación entre los efectos específicos invariantes del tiempo y la variable
yit-1 generan problemas de estimación, el modelo se puede transformar mediante el
operador de diferencias, lo que elimina el componente ìi. Rezagando un periodo la
ecuación 13 y restando, tenemos:
it
=
it-1
j
x itj +
it
Con i=1…N; t=2,3,..T Con | | <1,
(14)
Asumiendo que las condiciones iniciales están predeterminadas y los errores del
modelo no están correlacionados, se puede derivar un vector de instrumentos
, dependiendo del número de
correlacionados con yit-1 y ortogonales a
it
periodos temporales. Por ejemplo, cuando t=3, el único instrumento será yi1,
cuando t=4, los instrumentos serán yi1 y yi2, generalizando para t=T, el vector será
(yi1,yi2,….,yiT-2). Si xit se asume endógena, las variables xit-2, xit-3 y demás
rezagos serán validos instrumentos en la ecuación de primeras diferencias, por
tanto, nuestro vector general será (yi1, yi2,….,yiT-2,xi1,xi,2…xiT-2). Si se hacen
supuestos más fuertes, como que xit está predeterminada, aparecerán nuevos
instrumentos, como xit-1, incluso, si se asume que el vector de variables xit es
fuertemente exógeno, tenderemos el vector completo como instrumentos validos
en la ecuación en diferencias. Se pueden obtener condiciones adicionales si se
asume que la yit y xit no están correlacionadas con i, por tanto, yit-1 y xit1, se pueden considerar como instrumentos validos para la ecuación en niveles
(Bond 2002). El vector de instrumentos, se puede escribir como: ( yi2, yi3,…,
yiT-1, xi2, xi3,…, xiT-1).
El estimador del sistema GMM así combina el conjunto estándar de ecuaciones
en primeras diferencias con sus adecuados instrumentos en niveles rezagados,
con el conjunto adicional de ecuaciones en niveles con sus adecuados
instrumentos en primeras diferencias rezagados. Aunque los niveles yit están
necesariamente correlacionados con los efectos específicos individuales ( i)
dado el modelo, la asunción hecha requiere que yit no lo esté, permitiendo que
las primeras diferencias rezagadas sean usadas como instrumentos en las
ecuaciones en niveles (Bond, Hoeffer y Temple 2001).
Las condiciones de momentos que utiliza el sistema GMM para derivar los parámetros
de manera consistente son los siguientes:
Universidad Autónoma de Colombia
86
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
Para las ecuaciones en niveles:
(15)
(16)
Para las ecuaciones en diferencia:
s>2 ; t=3,…T
(17)
s>2 ; t=3,…T
(18)
Antes de presentar las estimaciones del modelo de crecimiento y TIC, vale la pena
mostrar las correlaciones entre la tasa de crecimiento del PIB per cápita y las
tecnologías de la comunicación y la Internet. En el gráfico 1 se muestra la relación
entre el indicador de teledensidad y penetración de Internet, con la tasa de
crecimiento del PIB per cápita 2000-2007 para los departamentos colombianos.
Crecimiento departamental en Colombia 2000-2007 y TIC
Fuente: Ramírez y Parra (2009), cálculos propios.
Como se puede constatar, existe una relación positiva entre los indicadores de TIC
y la tasa de crecimiento del PIB per cápita. Esto quiere decir que aquellos departamentos
que poseen mejores condiciones de infraestructura para acceder a las tecnologías de
información y comunicaciones también registran el mejor desempeño económico.
Sin embargo, la correlación no es muy fuerte. Ahora bien, la existencia de correlación
no se puede interpretar directamente como una relación causal. De hecho, podría
suceder que la dirección vaya del crecimiento económico a las TIC, o lo contrario.
Incluso, se puede presentar una relación de doble casualidad o causación circular
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
87
acumulativa. La relación anterior también se encuentra entre tasas de crecimiento
(Gráfico 2)
Gráfico 2
Crecimiento departamental y la tasa de crecimiento de TIC
Fuente: Ramírez y Parra (2009), cálculos propios.
Para arrojar alguna luz sobre este problema, se estima un modelo de data panel
dinámico para el nivel del ingreso y la tasa de crecimiento per cápita de los
departamentos colombianos. (El periodo de estudio es 1985-2000). Las observaciones
temporales se obtuvieron de promedios de cinco años. Las cifras del PIB per cápita
(ly), de la tasa de ahorro departamental (sk) se tomaron de las Cuentas Regionales
construidas por el CEGA. La tasa de crecimiento poblacional (n) se ajustó por g+
=0.05 como lo sugiere la literatura, obteniendo la tasa de depreciación efectiva.
El índice de TIC se construyó con base en la participación del valor agregado del sector
de telecomunicaciones en el PIB y los indicadores de teledensidad ya que no se existen
series de computadores o afiliación a Internet para el periodo de estudio. Las variables
de TIC se normalizaron a partir de la siguiente fórmula:
, garanti-
zando que el índice de TIC caiga entre 0 y 1. Los índices de capital humano se tomaron
del Índice de Desarrollo humano construido por el Programa del PNUD para
Colombia.
Los principales resultados se reportan en el cuadro 1. Lo que se puede decir es que
en todos los modelos estimados los indicadores de TIC tienen el signo esperado
(positivo) y son significativos. Sin embargo, los coeficientes de las otras variables
resultan problemáticos, –los signos son contrarios a los esperados por la teoría–. Por
ejemplo, el capital humano arroja signos negativos en cuatro de las ecuaciones
econométricas; la tasa de depreciación efectiva tiene signo positivo en todos los
modelos y resulta significativa en tres de ellos; la tasa de ahorro arroja un signo
Universidad Autónoma de Colombia
88
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
negativo y significativo en todas las ecuaciones, lo que contradice las hipótesis del
modelo de crecimiento neoclásico. De hecho, al parecer se cumple la paradoja del
ahorro keynesiana, entre mayor sea la tasa de ahorro, menor será el ingreso per cápita
y su tasa de crecimiento alrededor del estado estable. Estas anomalías podrían
desvirtuar la capacidad del modelo de crecimiento neoclásico exógeno para explicar
los hechos de crecimiento en Colombia. Pero en realidad no es el caso.
La pista para resolver el puzzle se encuentra en otro lugar. Desde hace ya varias
décadas se conoce que la función de producción agregada no existe, es decir, no es
posible obtener una relación matemática entre producto y los factores productivos
medidos en unidades físicas a nivel agregado. Estas son las conocidas conclusiones
de las controversias sobre el capital de los años sesenta y setenta. Si la función
agregada no existe, entonces, ¿por qué una gran cantidad de estudios arrojan
resultados que validan las hipótesis de las parábolas neoclásicas? La respuesta es
sencilla, lo que se estima no es una relación técnica de producción, sino una simple
identidad contable. En efecto, Jesús Felipe y McCombie (2005), muestran cómo la
ecuación (11) y (12) del texto, se pueden derivar de la identidad del ingreso nacional,
que dice que el PIB es igual a los salarios más los beneficios del capital. El hecho de
que los resultados de las regresiones del cuadro 1 sean tan defectuosos, se debe
sencillamente a los supuestos restrictivos que se hacen para derivar las ecuaciones:
(i) la participación del ingreso de los trabajadores y el capital son constantes; (ii) la
tasa de crecimiento tecnológico es igual para todos los departamentos. Si éstos
supuestos no se cumplen en los datos, los resultados de estimaciones como las
reportadas en este estudio se pueden dar, es decir, las variables arrojan el signo
contrario al esperado y en muchos casos resultan no significativas. De hecho, si las
expresiones se corrigen para reflejar las propiedades de la identidad, el R-cuadrado
debería ser igual a uno, pues no cabe el error estocástico. En este orden de ideas, no
se pueden derivar inferencias de las estimaciones del modelo M-R-W.4 Es decir, no
es válida la conclusión de que las TIC tienen un efecto positivo sobre el ingreso per
cápita y la tasa de crecimiento de los departamentos colombianos. La conclusión de
Jesús Felipe y McCombie (2005) es lapidaria:
La conclusión que se puede sacar es que las predicciones del modelo de Solow
no pueden ser examinadas econométricamente puesto que ellas no pueden ser
refutadas. En vista de los hallazgos anteriores, es difícil finalizar con una nota
optimista. Esta estructura neoclásica, en nuestra opinión, no ayuda a
responder la pregunta central de porque algunos países son más ricos que
otros. La implicación del artículo, por tanto, va más allá de una mera crítica
o propuesta para mejorar la estimación y el test del modelo de crecimiento
neoclásico. El problema discutido es mucho más fundamental que la necesidad
para extender el modelo de Solow, o el uso de técnicas econométricas más
apropiadas.
4 Mankiw, Romer y Weil, por sus creadores.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
Universidad Autónoma de Colombia
@DYN(LY,-2) LKH
LSK LTIC1 LKH(-1)
LN(-1) LN
0.158414
(5.655874)*
-0.080085
(-2.017279)**
0.505512
0.807036
0.429437
0.750283
0.090173
0.083794
3.527231
7.116538
0.247155
(0.787976)
0.391631
(1.368036)
-0.565343
(-3.742792)*
0.101723
(2.719153)*
Cuadro 1
@DYN(LY,-2) LKH
LSK LTIC1 LKH(-1)
LN(-1) LN
-0.077138
(-2.458793)*
0.079547
(2.389447)**
0.413400
0.803297
0.323154
0.745443
0.077077
0.084602
4.256335
4.524419
0.508930
(1.175175)
0.634388
(1.429358)
-0.476424
(-3.039152)*
0.102027
(1.792396)***
@DYN(LY,-2) LKH
LSK LTIC1 LKH(-1)
LN(-1) LN LSK(-2)
LKH(-2) LN(-2)
0.046533
(2.183130)**
(4.343677)*
-0.299542
(-1.568631)
0.665900
(3.921254)*
-0.657242
(-7.276404)*
0.094025
(3.776360)*
Desviaciones
Ortogonales
0.142637
(-1.700099)***
Variable Dependiente
PIB Per cápita (ly)
Desviaciones
Ortogonales
-0.146563
(-0.890014)
Significativo al 1%(*); Significativo al 5%(**); Significativo al 10%(***)
Instrumentos
J-statistic
S.E. of regression
Adjusted R-squared
R-squared
@LEV(@ISPERIOD(“4”))
@LEV(@ISPERIOD(“3”))
LTIC2
LTIC1
Ln (sk)
ln(n+g+ )
Ln(sh)
Primeras
Diferencias
-0.212517
(-1.339816)
Resultados econome
@DYN(LY,-2) LKH
LSK LTIC2 LKH(-1)
LN(-1) LN LSK(-2)
LKH(-2) LN(-2)
8.323608
0.060971
0.359119
0.026867
(0.874204)
0.504774
0.173924
-0.342237
(-1.912341)***
0.432652
(1.513625)
-0.040874
(-0.226241)
Desviaciones
Desviaciones
-0.178599
(0.649799)
@DYN(LY,-2) LKH(-2)
LN(-2) LSK(-2)
LKH LN LSK LTIC1(-2)
LIND(-2) LTIC1
-0.062565
(-2.048011)**
(2.633922)*
-0.202322
(-0.914901)
0.733927
(3.261248)*
-0.640199
(-7.243094)*
0.094505
(3.173599)*
Desviaciones
Ortogonales
-0.979581
(-4.901740)*
@DYN(LY,-2) LKH(-2)
LN(-2) LSK(-2) LN
LSK LTIC2(2) LKH
LTIC2(-1) LIND
5.957877
0.083240
0.402735
-0.014780
(-0.365756)
0.538477
0.091415
-0.332570
(-1.717613)***
0.804913
(3.344654)*
-0.310935
(-1.626122)
Desviaciones
Ortogonales
-1.068568
(-6.996754)*
Variable Dependiente
Crecimiento del PIB per cápita (Dly)
eno con TIC y capital humano
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
89
ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS
90
Para el presente trabajo, los resultados no son del todo desalentadores. Si bien el
modelo neoclásico estimado es una simple identidad mal especificada, la correlación
entre el ingreso per cápita y la tasa de crecimiento del PIB per cápita dice algo
interesante. Dicha correlación no se puede explicar de manera convencional, dadas
las fallas del modelo de M-R-W, por tanto cabe otra explicación. Y se nos ocurre la
más sencilla e inmediata: existe una relación entre TIC y desempeño económico, sin
embargo, la causalidad va en dirección contraria, es decir, es el crecimiento del PIB
y el grado de desarrollo de los departamentos colombianos los factores que explican
el mayor índice de TIC de la unidad subnacional. En otras palabras, las TIC son
endógenas al crecimiento.
Crecimiento Económico
TIC
4. Conclusiones
En este trabajo se examinó la relación entre las tecnologías de la información y
comunicación (TIC) y el crecimiento regional en Colombia para el periodo 19852000. Se aprovecharon las cuentas regionales construidas por el CEGA, donde se
sistematizan de manera rigurosa la información sobre el PIB y el ahorro departamental.
Si bien en los modelos econométricos estimados, el parámetro para las TIC arrojó el
signo correcto y fue significativo, los signos de las otras variables del modelo
resultaron opuestos a los esperados por la teoría. Este hallazgo no se interpreta como
una falla del modelo neoclásico; sino más bien como la estimación de una identidad
contable mal especificada.
No es difícil mostrar que expresiones formales como la Cobb Douglas u otras
similares se pueden derivar de la identidad macroeconómica fundamental del
ingreso nacional, que dice que este es igual a los salarios más los beneficios. En otras
palabras, dicha expresión es otra manera de escribir una identidad. Esto indica que
los buenos o malos resultados de estimar funciones de este tipo para países o regiones
se derivan de la validez de los supuestos que se hacen sobre la participación de los
ingresos del capital y el trabajo en el PIB o de asumir una tasa de crecimiento
tecnológico igual para todos los países, pero de ninguna manera dan cuenta de una
supuesta relación técnica entre factores y producto. De allí que la búsqueda de las
relaciones entre TIC y crecimiento se debe buscar en otra parte. Por ejemplo, los
modelos de crecimiento liderados por la demanda, el principio de causación circular
acumulativa y los modelos de crecimiento transformacional. Por ahora, se puede
decir a manera de hipótesis que las TIC no son un verdadero motor de crecimiento
en Colombia y que la relación de causalidad va en sentido contrario, es decir, el
crecimiento económico y el nivel de desarrollo de un departamento explican la
extensión y penetración de las TIC.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
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LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000
Universidad Autónoma de Colombia
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ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
Vigencia del Taylorismo
en los paradigmas modernos
de gestión
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO1
Resumen
En la exégesis habitual de alguno de los cambios en las estrategias, formas de
comportarse y ser dirigidas las organizaciones -independientemente de su
naturaleza- suele tenerse como referencias obligadas a: la presión del mercado,
cambios en la legislación, y una serie de modificaciones que parecen provocan
la adaptación de estas organizaciones al entorno. Como era de esperarse, el
resultado de dichas presiones ha significado, por un lado, una supuesta ruptura
epistémica de una de las más grandes filosofías y corrientes de pensamiento
administrativo -en éste caso el taylorismo-; en pro de alcanzar en primera
medida, los objetivos empresariales sobre los que se soporta la organización, y
por otra parte, la generación, adopción y adaptación de nuevas formas de
gestión y control al interior de las misma organización, como lo son: la calidad
total, la gestión de calidad y la norma ISO 9000. En este sentido, éste articulo
amplía el debate académico sobre sí los nuevos modelos industriales en las
organizaciones centrados en la implantación de nuevas culturas organizacionales,
son realmente modelos de ruptura epistémica con las tradicionales prácticas
Tayloristas de la organización de trabajo o por el contrario es una nueva forma
de nombrar y perpetuar el taylorismo.
Palabras clave: Taylorismo, Sistemas de Gestión de Calidad,
Calidad Total
1
(SGC), ISO 9000,
Ingeniero industrial, Universidad Católica de Colombia. Especialista en pedagogía y docencia
universitaria, Universidad La gran Colombia. Magister en Administración, Universidad Nacional de
Colombia. Estudiante de Doctorado: Procesos Políticos y Culturales en América Latina, Universidad
de Artes y Ciencias Sociales, Chile. Profesor e investigador de la facultad de Administración, Universidad
Autónoma de Colombia. Coordinador del grupo de investigación Gea: Gestión Empresarial y
Administrativa, Universidad Autónoma. Profesor en la Universidad Politécnico Gran Colombiano.
Email: [email protected]
Universidad Autónoma de Colombia
96
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
Abstract
In the habitual exegesis of some of the changes in the strategies, forms of
behaving and to be directed the organizations - independently of their nature
- they usually have like references forced to the pressure of the market, to
changes in the legislation, and to a series of modifications that seems they
cause the adaptation from these organizations to the environment. As era of
being expected, the result of this pressures has meant on one hand a supposed
rupture epistemic of some of those but big philosophies and currents of
administrative thought - in this case the taylorism - to reach on one hand the
managerial objectives on those that the organization is supported, and on the
other hand, the generation, adoption and adaptation in new administration
ways and control to the interior of the same ones as they are it the total quality,
the administration of quality and the norm ISO 9000. In this sense, this
articulates wide the academic debate on if the new industrial models in the
organizations centered in the installation of new organizational cultures are
really model of rupture epistemic with the traditional Taylor‘s practice of the
work organization or on the contrary it is a new form of to name and to
perpetuate the taylorism.
Key words: Taylorism, Systems Quality Administration (SGC), ISO 9000,
Total Quality
Introducción
Aun cuando en la actualidad el “paradigma dominante” es la calidad, los S.G.C. y
sus derivados, esto no quiere decir que se contemple la desaparición total de los
paradigmas antecesores; por el contrario, en muchos casos los paradigmas dominantes
son el fruto de la evolución de viejos paradigmas.
El taylorismo como el paradigma dominante de principios de siglo XX no escapa a
esta realidad y el hecho que ahora se trabaje todo en función de la calidad y sus
derivados, no significa en ningún caso la completa abolición del taylorismo. Ello,
porque aún cuando hemos recorrido más de un siglo desde su aparición, su base
conceptual y su orientación hacia los incrementos de la productividad siguen siendo
el eje epistémico de todas las adecuaciones teóricas y prácticas que se han dado a lo
largo de las experiencias administrativas.
Continuando con lo anterior, la eterna confrontación, el némesis administrativo:
como hacer más con menos, pero sin reductos matemáticos, sino basados en
ingeniosas y buenas gestiones administrativas; que permitan generar un beneficio
a la sociedad pero al tiempo permitan un ingente proceso de acumulación de capital.
Es con base en esta lógica que el pensamiento administrativo ha evolucionado hasta
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
97
llegar a convertirse en lo que conocemos hoy en día, y el hecho que dé respuesta a
sociedades y momentos históricos específicos es lo que permite ver las trasposiciones
de paradigmas.
Ruptura epistémica: la ilusión comienza
Las últimas décadas han estado caracterizadas por una ingente necesidad de dar una
respuesta acertada y oportuna a las demandas del mercado y organizacionales, a
través de paradigmas (círculos de calidad, just in time, calidad total, S.G.C., etc.) que
rompan con la estructura epistémica de las corrientes de principio del siglo XX
(taylorismo, fordismo, etc.) y que “den cuenta de los cambios que operan en la
reestructuración del mundo del trabajo a partir de la introducción de nuevas formas
de organización y explotación de la fuerza de trabajo por el capital, tanto en los países
capitalistas desarrollados como en los dependientes y subdesarrollados (cf. “El
análisis de los modelos productivos” en Boyer y Freyssenet, 2001).
Actualmente, y aun cuando parece haber un consenso tácito en la aceptación de los
significados, no hay una definición clara de estas prácticas, lo que lleva a confundir
no sólo su objeto de estudio sino su orientación y en muchos casos su método de
aplicación, tanto los que tienen que ver con el proceso de trabajo mismo (los métodos
concretos de los procesos) como los que se asumen con las condiciones de trabajo
asalariado (normas de contratación, permanencia y promoción, formas de utilización
y consumo de la fuerza de trabajo, mercado de trabajo y desocupación, normas
legales y prácticas concretas, etc.). Por esto, en este artículo no se pretende
desconocer, excluir o desechar las bondades y beneficios que se pueden obtener con
la aplicación de conceptos modernos de calidad, o con la aplicación de los principios
de la vieja guardia del taylorismo; empero como es de esperarse, se presentaran
algunas reflexiones en torno a esta temática, sin desvirtuar, falsear o redefinir
ninguno de los dos paradigmas, y el hecho de realizar más énfasis en la evidencia de
los elementos Tayloristas que en la norma y los derivados de la calidad, no quiere
decir que se pretenda revivir el taylorismo, puesto que sería una posición anacrónica
e improcedente de por sí.
En este sentido es necesario, considerar que a cada momento histórico tanto el
taylorismo como los conceptos y procesos derivados de la calidad, auspiciaron y en
el caso del taylorismo aún hoy benefician el desarrollo de herramientas para la
gestión y control administrativo, y que bajo ninguna circunstancia es opuesto,
contradictorio o que uno de ellos derogue los preceptos y aplicaciones del otro.
Evidencia esto el mismo Taylor quien planteó: “si no hay domino del proceso no hay
manera de planificarlo ni controlarlo”. Acaso esto se contrapone a los principios de
la norma y de los sistemas de gestión de calidad.
El comienzo de la circularidad
Hoy en día la constante evolución en los negocios así como la marcada tendencia de
nuestra sociedad empresarial a la implementación de carácter atemporal y
Universidad Autónoma de Colombia
98
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
descontextualizado de nuevas formas de racionalizar la operación buscando siempre
el desarrollo del objeto social mediado exclusivamente por la consecución de una
cada vez más necesaria y exigua rentabilidad economía, ha desembocado en la
implementación de modelos y prácticas organizacionales de carácter normativo de
última generación que rompen con las formas de pensamiento y corrientes tradicionales:
en este caso las Tayloristas.
Sin embargo, suele olvidarse que las ciencias organizacionales nacieron con Taylor2
quien propuso métodos científicos que acabaran con el empirismo reinante en la
época y racionalizaron tanto los recursos como las actividades, que en últimas es el
fin de la familia de más normas ISO 9000. De esta forma es evidente que para la
correcta implementación de un sistema de gestión de calidad es necesario conocer las
bases sobre las cuales se establecen los parámetros de normalización, ejecución y
sobre todo su asiento gnoseológico que lo limita y le da sentido.
Para ello hay que tener presente que la calidad (en tanto práctica y definición) ha
evolucionado, al tiempo que ha ido avanzando la ciencia y la tecnología. En éste
sentido los diversos enfoques de calidad en el ámbito nacional e internacional han
dado lugar a la aparición de modelos de gestión de calidad, cuya conceptualización
puede en algunos casos ser disímil y difícil de acotar. Sin embargo, debemos
reconocer que en esencia tiene el propósito de servir de herramienta a las organizaciones
para realizar autodiagnósticos, autoevaluaciones; permitiendo establecer sus planes
de mejora e inserción en un mundo cada vez más competitivo y también disminuyendo
los tiempo de operación, de reproceso, baja los costos etc.
Dado que esto es potencialmente cierto vale la pena preguntarse cuál ha sido la
evolución, no instrumental ni herramental en la concepción de calidad, sino en su
esencia; que en realidad rompa con la corriente de pensamiento Taylorista como se
afirma en los medios académicos. Lo anterior, porque la norma ISO y los sistemas
de gestión de calidad rompen según muchos autores la hegemonía de la racionalidad
instrumental y proponen una ruptura epistemológica con el ejercicio Taylorista y de
la vieja guardia en la gerencia de las organizaciones modernas, que vinculan una
racionalidad más humana, social y que desde una perspectiva totalizadora enmarca
una gestión de la consecución del bien común y la mejora continua como piedra
angular de su propuesta. Sin embargo, estas prácticas modernas de la ISO y los
S.G.C., no logran distanciarse mucho de la racionalidad científica Taylorista, ya que
aún continúan en la eterna búsqueda de la eficiencia de sus objetivos en la
organización, al tiempo que implementan técnicas de aumento de la productividad
a partir de la “administración de la condición laboral humana”.
En este sentido la comparación integral de la gestión de calidad y la norma ISO con
los pensamientos Tayloristas, implica asumir que diversas formas de conocimientos
y acercamientos que operan en un concepto de calidad estarían íntimamente ligados
2
GARCÍA, R. y CRUZ, A. Epistemología de la administración, propuesta para la formación de los
administradores.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
99
a la filosofía Taylorista. De ser así lo que interesaría en todo caso, es preguntarse, por
un lado, ¿bajo la concepción pragmática, los presupuestos Tayloristas no
evolucionaron ni modificando su actuar? ¿Si son los postulados Tayloristas sólo un
conjunto de normas y reglas que bajo una nueva filosofía dieron paso a la generación
de la corriente de calidad? O por otro ¿es realmente la calidad y la gestión de la norma
una nueva forma administrativa o definitivamente es una extensión de los principios
Tayloristas?
Continuidad del paradigma: evidencia no circunstancial
A través de un estudio exploratorio cuyo objetivo era recabar información para
caracterizar las prácticas de calidad en función de los postulados Tayloristas, las
características de dichos programas y la identificación de las problemáticas más
significativas en las organizaciones bogotanas se dio inició al acercamiento de los
paradigmas.
A pesar que los resultados obtenidos de este diagnóstico sólo tuvieron un carácter
indicativo, debido a que: en primer lugar las limitaciones de abarcar una muestra
estadística confiable a nivel regional y en segundo lugar porque no se podría
garantizar la resolución de la encuestas, ni la veracidad de la mismas por parte de
las organizaciones, ya que el diligenciamiento de esta era voluntario; la relevancia de
la información recolectada es muy alta, especialmente a que proviene en forma
directa de las empresas y que permite dar una aproximación fundamentada en datos
cuantitativos.
El formato de encuesta buscó indagar acerca de las características de las empresas
y de los programas y/o políticas administrativas. Cabe señalar que la encuesta estuvo
orientada a inquirir sobre dos aspectos, particularmente escogidos por los autores
con base en la orientación de la investigación. Estos aspectos fueron:
-
Perfil de la institución: ubicación geográfica, naturaleza jurídica de la organización,
tiempo de experiencia, nivel de desarrollo, tipo y oferta de producto y/o servicio,
número de empleados, entre otros.
-
Características de los sistemas de gestión de calidad y prácticas de calidad
(norma ISO 9000)
Utilizar estas directrices como elemento guía y de consolidación de la información
permitió establecer, para el caso específico de las empresas bogotanas, un patrón de
comportamiento y de desarrollo en términos de sistemas de gestión de calidad y
políticas de calidad; al igual que establecer una comparación directa con las prácticas
Tayloristas, lo que facilitó evidenciar si ha habido o no avances, o si se podían tipificar
algunas características de las prácticas de calidad de estas empresas como Tayloristas.
Los datos del formato de encuesta se complementaron con un proceso de observación
directa en visitas realizadas a las empresas, lo que sin duda facilitó el análisis y la
recolección de los datos.
Universidad Autónoma de Colombia
100
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
Se trabajó un cuestionario con los responsables de los departamentos de aseguramiento
de la calidad de cerca de 100 empresas certificadas o en procesos avanzados de
certificación según la familia de la normativa ISO 9000, es decir, las empresas no
deberían estar en procesos de levantamiento y documentación del sistema de gestión
de calidad, sino que deberían estar en implementación seguimiento y /o control del
mismo de modo que sólo les faltará la certificación.
La encuesta obtuvo una tasa de respuesta del 70%, o en total 70 empresas de todos
los sectores de actividad (industrial, servicios, comerciales, etc.) y de todos los
tamaños -conjuntamente empleaban aproximadamente unos 2.500 trabajadores-.
El elevado porcentaje de respuesta permitió realizar comentarios y valoraciones
realmente representativas de la situación del sistema ISO 9000 en las empresas de
bogotanas.
Vale la pena resaltar que muchas de las empresas, estrictamente solicitaron no
vincular información de tipo comercial (específicamente nombre de la empresa o
razón social, NIT, dirección, acta de certificación ISO 9000), el motivo de esto es que
durante la recolección de la información se pudo observar discrepancias entre las
plataformas estratégicas (misión, visión, valores corporativos, etc.) y su acción en el
día a día. Lo que generaría un rechazo no sólo desde lo comercial en cada línea de
producto sino que generaría sin duda un posible choque entre las directivas y los
trabajadores.
Presentación de resultados3
Para el desarrollo del análisis, se han definido tres estilos de clasificación de las
empresas dependiendo las siguientes dimensiones: división de trabajo, supervisión
del trabajo, mecanismo de control, reglas, niveles de autoridad y formas de
comunicación. Elegir estos parámetros permite que al analizar las empresas cuyo
común denominador es la aplicación de la norma ISO y de sus S.G.C., puedan
comprobarse la presencia o no de principios y prácticas Tayloristas dentro de las
mismas. De otra parte, la combinación de estas dimensiones nos permitirá reclasificar
las empresas en uno de estos tres perfiles:
1. Organización tradicional. Esta presenta una clara división del trabajo, las
funciones de los puestos son flexibles y están poco formalizadas. No existe una
separación estricta entre producción y mantenimiento, y por lo general se carece de
un control de calidad, no presenta múltiples los niveles de autoridad, y además se
nota una cierta vaguedad entre los niveles de la jerarquía. Por lo general se trata de
estilos de mando arbitrarios con tendencia hacia la dictadura y el despotismo; a veces
3
Los datos aquí presentados están construidos a partir de la investigación: Calidad, Norma ISO 9000,
S.G.S.: nuevas formas de nombrar al Taylorismo, desarrollada por el autor. Para ampliar
referencias metodológicas, instrumento de recolección de datos, conclusiones y más resultados
consultar los capítulos 3, 4 y 5 de la investigación en el Sistema Unificado de Investigación (SUI) de
la Universidad Autónoma de Colombia.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
101
maximizado por un extremo paternalismo. El trabajo no presenta estándares
rigurosos y los canales de comunicación interna son de por sí directos. Existe la
organización informal manifestada por la gran importancia a las relaciones personales
en el trabajo.
2. Taylorismo. Por lo general, se usa en sistema de producción en línea en flujo
desconectado y proceloso de manufactura. En su aplicación persiste la marcada
tendencia a la división minuciosa del trabajo, con funciones especificas a los puestos
de trabajo. Uno de sus rasgos sobresalientes es su notoria separación entre
producción, mantenimiento y control de calidad, y entre supervisión y trabajo
directo. En este tipo de organizaciones, predominan la exagerada existencia de
niveles de mando con espectros de responsabilidad claramente delimitados, con
autoridad burocrática, con muchas reglas formales, supervisión personal o mediante
equipos mecánicos y canales de comunicación preestablecidos de arriba hacia abajo.
3. Nuevas formas de organización del trabajo (NFOT). Implica una ruptura
epistémica con los paradigmas predominantes en el tipo Taylorista. Su premisa
básica es la flexibilización, sobre todo la del trabajo, las funciones y los controles.
Por lo general, estas empresas vinculan la movilidad interna del personal, apelando
a conceptos como la importancia de la polivalencia y las multitareas. En esta visión
convergen la concepción y la ejecución, la supervisión y el trabajo directo, el
mantenimiento, el control y la prevención, ya que su accionar esta soportado sobre
la aplicación de principios de multilateralidad, equipos de trabajo, círculos de
calidad etc., remarcando la importancia de la retroalimentación entre la cúpula y la
base (Boyer. 1988). Sin embargo, las reglas son estrictas, aunque dejan un gran
campo para fomentar la iniciativa individual y los consensos colectivos.
A continuación y de manera dialéctica se interrelacionan elementos que a juicio de
los autores mantienen la vigencia de los taylorismos en las empresas. Para tal fin se
presentará de manera secuencial, sin que su orden de aparición indique algún nivel
de importancia o preponderancia.
Características generales de las empresas que han respondido
a la encuesta
Si bien, en un principio la mayoría de las certificadas fueron empresas “medianas”,
o de más de 50 empleados, poco a poco la ISO 9000 se ha convertido también en una
normativa para otras bastante más pequeñas. En la actualidad, la mayoría lo forman
pequeñas empresas, de entre 10 y 50 trabajadores, aunque cabe destacar que no es
nada despreciable el número de empresas que se están certificando en los últimos
años de menos de 10 trabajadores, algunas de ellas con sólo 3 o 4 empleados. Así
mismo, y fruto de la revisión documental, se desprende que si bien durante los
primeros años de implantación de la normativa ISO 9000 parecía como si ésta
solamente estuviera diseñada para empresas productivas; en los últimos años son
muchas las de servicios que se han certificado, pasando del 8% en 1994 al 25% en
Universidad Autónoma de Colombia
102
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
Bogotá en 20084 . Vale la pena destacar la gran cantidad de empresas del sector de
transportes, atención y soporte a clientes (outsourcing) y temporales que lo han
conseguido últimamente; sin duda debido a la gran competitividad de este sector,
y a los numerosos clientes potenciales que hay en el resto del país y del continente,
que cada vez más exigen a sus proveedores la certificación ISO 9000.
Análisis de la muestra seleccionada
Al evaluar y promediar las características de las empresas encuestadas se puede ver
que las empresas pequeñas y medianas consultadas tienen poco uso intensivo de
tecnología de punta, en tanto que las grandes el uso y disponibilidad de la tecnología
es mayor. Las grandes organizaciones se caracterizan por poseer trabajos flexibles
aunque poco dinámicos y las pequeñas y medianas son de carácter rígido, repetitivo
y rutinario.
Las pequeñas empresas son intensivas en mano de obra de baja capacitación
mientras que las medianas y grandes tienden a hacer más uso de personal capacitado
en áreas técnicas y operativas. En muchas de las empresas pequeñas prevalece el
concepto de sistema cerrado a la hora de vincularse con el cliente mientras que en las
grandes esto se maneja con visión de sistema abierto. De igual manera, la relación
con el gobierno.
Todas las empresas encuestadas hacen un uso intenso de la división de trabajo, de
la supervisión controlada y la implementación de normas y estructuras jerárquicas
tradicionales. La comunicación sigue el modelo vertical en las pequeñas y medianas,
y tiende un poco a la transversalización en las grandes. Los datos se pueden consultar
en la tabla 1.
El 85% de la muestra estudiada presenta una marcada tendencia hacia división y
especialización tanto del trabajo como de los métodos, la cual evidencia una coherencia
lógica y corresponde con el tipo de estructura de procesos (casi todo actividades de
secuencias y líneas de montaje), la departamentalización y verticalidad y rigidez de
sus estructura; salvo algunos casos en las empresas de nivel grande.
Asimismo presenta una fuerte tendencia a la súper especialización evidente en más
del 60% de los casos independientemente de su orientación económica y tamaño.
La muestra estudiada también marcó una gran tendencia al estricto control a través
de procesos de supervisión. 80% de las empresas encuestadas afirmaron que el
estricto control de los procesos aunque no podía garantizar el éxito comercial si
aseguraban la confianza para el desempeño. De igual manera se nota una fuerte
separación entre las actividades de producción de mantenimiento y control de
calidad, reforzando la teoría de la especialización de tareas y la escasa o nula
polivalencia.
4
Ibíd.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
103
Todo trabajo y actividad que se desarrolla, indistintamente del tipo de empresa, tiene
un nivel de formalización ya sea en los mandos, a través de jerarquías, forma de
trabajo, actividades y responsabilidades asociadas al puesto.
La comunicación mayoritariamente es de tipo vertical, aunque es rescatable el hecho
que el 80% de las empresas afirman que es en doble vía (ascendente y descendente).
También existe la comunicación horizontal pero en menor medida y se usa para
repartir órdenes y recabar información. La comunicación informal es nula o
inexistente en la mayoría de los casos.
De esta manera podría suponerse que el grueso de la población encuestada y
haciendo un uso impropio de la extrapolación, es de tipo Taylorista con una ligera
tendencia a mezclarlo en el nivel de las grandes empresas con las NFOT y en las
pequeñas y medianas con el enfoque tradicional.
Tabla 1
Caracterización de las empresas por tamaño
Características
de su empresa
Pequeñas
Medianas
Grandes
Nivel de flexibilidad del trabajo en la práctica
(1 poco flexible y rutinarios 5 muy flexible y
dinámico)
Taylorista
Taylorista
NOFT
Perfil de la fuerza de trabajo (escasa capacitación
técnica y operativa - alta capacitación técnica y
operativa)
Taylorista
Tradicional
NOFT
Relación con clientes y proveedores (1 inexistente
5 indispensable)
Taylorista
Taylorista
Taylorista
Relación con el gobierno (1 inexistente - 5
indispensable)
Taylorista
Taylorista
NOFT
División del trabajo (1 minuciosa - 5 no existe)
Taylorista
Taylorista
Tradicional
Supervisión y control del trabajo (1 excesivo - 5
inexistente)
Taylorista
Taylorista
Taylorista
Reglas formales e informales de cómo trabajar
(1 estrictas - 5 flexibles)
Taylorista
Taylorista
NOFT
Estilos y niveles de autoridad, así como jerarquías
de mando (1 imposición - 5 concertado)
Taylorista
Taylorista
Taylorista
Formas de comunicación (1 cerradas - 5 abiertas)
Taylorista
Taylorista
Taylorista
En cuanto a la relación entre tamaño de las empresas encuestadas y tipo de
organización del Trabajo: El taylorismo predomina en la mayoría de tamaños (ver
tabla 2 y 3). En las pequeñas presenta un predominio con un 65% más del doble que
la tradicional, que está en un 30% y doce veces más representativo que las nuevas
Universidad Autónoma de Colombia
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
104
formas de organización del trabajo. Para el caso de las pequeñas y en muchos casos
de las medianas, el modelo tradicional vincula una flexibilidad informal, en el que
no hay gran distinción entre mantenimiento, producción y control de calidad. En
este tipo de empresas sobresalen los conocimientos y habilidades basados en la
experiencia del trabajador, que generalmente es de edad media (entre 30 y 45 años),
con una escolaridad baja y cuya remuneración es mayoritariamente baja. Las
empresas de este nivel presentan un nivel tecnológicamente hablando bajo o básico,
casi no se da la automatización de procesos.
Tabla 2
Tipo de organización del trabajo según tamaño
Tipo de organización
Del trabajo
Tamaño
Pequeña
Mediana
Tradicional
Taylorista
NFOT
Sin perfil definido
12
26
2
0
3
13
7
1
Total
40
24
Grande
Subtotal
Total
0
2
3
1
15
41
12
2
21%
59%
17%
3%
6
70
100%
Tabla 3
Porcentaje de empresas según tamaño
Tipo de organización
Del trabajo
Tamaño
Pequeña
%
Mediana
%
Grande
%
Subtotal
%
Total
%
Tradicional
Tradicional
Taylorista
NFOT
Sin perfil definido
12
30
65
5
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En el caso de las medianas el taylorismo vuelve a dominar con un 54%, pero las NFOT
crecen hasta llegar a ser un 29%, las tradicionales se quedan relegadas con un 13%
y es casi despreciable los perfiles no definidos con un 4%. Las empresas que
desarrollan el taylorismo como base de organización de su trabajo presentan un nivel
incipiente de desarrollo tecnológico, haciendo uso de centros de maquinizado,
algunas automatizaciones y muy poco control computarizado.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
105
Esta condición hace que el trabajo sea estandarizado, con una marcada separación
entre mantenimiento, producción y control de calidad. Debido a la fuerte
estandarización y división de trabajo, los empleados de este tipo de organización
presentan cualificaciones bajas, con edades medianas al igual que en la tradicional
antigüedad media (de 5 a 15 años), nivel educativo bajo, especializados en una
máquina y con un bajo salario. El estilo de mando es del tipo burocrático es decir el
estricto cumplimento de reglas y normas formales.
El caso de las grandes empresas presenta una variación significativa en cuando a que
desaparecen según las empresas encuestadas las organizaciones tradicionales y las
NFOT lideran esta dinámica con un 50% seguida de cerca por el taylorismo con un
33%. Las empresas sin perfil definido también tuvieron un crecimiento notorio,
alcanzando un 17% del total para este nivel.
En las empresas grandes que presentan mayor participación de las NFOT, se ve
fusiones parciales entre las tareas de producción, mantenimiento y control de
calidad. Así mismo existe una alta movilidad interna y las comunicaciones refuerzan
sus conceptos de bilateralidad ya sea de forma vertical u horizontal. Hacen uso de
alta tecnología por lo que el nivel de cualificación de los trabajadores es más alto y
eso va en proporción a su salario, sin que esto signifique que son claramente
superiores a los otros dos niveles de organización de trabajo.
Pese a lo anterior al hacer el cálculo de los porcentajes de participación acumuladas
por tipo de organización de trabajo se nota que la presencia sistemática del
taylorismo marca la pauta con un 59% de presencia en el mercado empresarial
bogotano, seguido por estructuras tradicionalistas con un 21%; en tercer lugar están
las NFOT con un 17% y sólo aparecen con un 3% las prácticas sin perfil definido. La
baja participación de los perfiles sin definir es un buen indicador de que las
experiencias de gestión así como las lógicas organizacionales son más bien del tipo
homogéneo en la muestra seleccionada y aunque el número de empresas que
participaron en este estudio es relativamente bajo, la información recolectada
representa en gran medida un comportamiento estable y uniforme que lo hace
extrapolable y del cual se puede hacer inferencia directa.
15 Reflexiones sobre la evidencia de la existencia del
taylorismo
A continuación se exponen algunos de los elementos que dan constancia de la
existencia de principios Tayloristas en la muestra estudiada.
1. Superespecialización. La implementación de la norma ISO 9000 y de
cualquier norma en general, termina por hacer una superespecialización y
estandarización de tareas; lo que el últimas concluye por someter a los empleados de
nivel administrativo y operativo a máximas rutinas laborales, traduciéndose esto, en
una pérdida sistemática del sentido del trabajo, y de la identificación del esfuerzo
mínimo para llevarlo a cabo.
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106
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
Esto último es supremamente peligroso en empresas que están certificadas, porque
la pérdida de identidad también se convierte en una pérdida del interés y de la
compresión no sólo del puesto de trabajo sino del proceso en el que se está inserto,
debido a que el trabajador no comprende su aporte al proceso productivo, lo que
difícilmente producirá óptimos resultados y haciendo más difícil procesos de mejora
continua o de recertificación.
De esta manera, se observa visos de un nuevo taylorismo, más radical y aceptado;
camuflado bajo la filosofía de calidad, implementado como proceso de trabajo, como
forma de regulación y sobre todo como una metodología capaz de absorber la
totalidad de la fuerza y el espíritu de trabajo vía a la rutina y precarización tanto de
los puestos como de los salarios.
2. La desaparición de la informalidad. Por otra parte, se nota que la aparición
de interacciones espontáneas e informales se asumen como una amenaza directa a
la estructura hegemónica y operativa de la empresa, la cual se tiende a minimizar y
en algunos casos aún más graves a controlar a través de la implementación de nuevas
tecnologías de la información, haciendo más objetivas la relaciones interpersonales
y minando la capacidad de asociación que en términos históricos es sinónimo de
creatividad, de innovación de búsqueda de más y mejores formas de hacer el trabajo.
Bajo este contexto se olvida que el ser humano es un ser social por naturaleza y que
la sociabilidad es consustancial a este ser. Esta socialización antes natural ahora se
limita, como afirma el filósofo alemán Georg Simmel “sólo se presenta cuando la
coexistencia aislada de los individuos adopta formas determinantes de cooperación
y colaboración que caen bajo el concepto general de la acción recíproca”. De esta
manera la informalidad antes buscada es ahora definida por la autoridad quien a
través de la metodología como círculos de calidad define los tiempos de reunión, los
temas e incluso llega a objetar participantes a través de la limitación del tamaño de
los grupos.
3. Necesidades de poder. En el fondo lo que existe y persiste en existir en el
ámbito empresarial organizacional regido por S.G.C., y normas de calidad es un
eterna predisposicion a la planeación, una extraña fijación por el poder y el control
de procesos que siempre tienen una finalidad explícita que lo hace diferente. Lo que
se busca en el fondo es estimular las relaciones informales, ya que de esta forma se
gana en sinceridad en la acción y ejecución de tareas y funciones; el control de ellas
por el contrario fomenta la aparición de informaciones ocultas, de la ociosidad
sistemática Taylorista, de la falta de pertenencia y creatividad y por ende una clara
tendencia a bajar la productividad.
La recuperación de la humanización social de la empresa, no es contraria a la
perspectiva tecnocrática moderna de la misma, pero es necesario que las organizaciones
que han caído en la trampa de aplicaciones de códigos prescriptivos, permitan la
satisfacción tal y como lo expuso Max Neef y Antonio Elizalde en “Desarrollo a escala
humano” de “necesidades humanas fundamentales, aunque no se prescriban:
afecto, entendimiento, participación, protección, y hasta ocio”. Porque es natural y
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
107
deseable que al interior de las organizaciones se den y fomenten relaciones entre los
trabajadores y, entre ellos y el medio al que afectan y del que son afectados, en una
dinámica de crecimiento simbiótico, que actualmente se da a través de postulados,
normas y requisitos bien intencionados en las plataformas estratégicas pero que
dista mucho cuando una empresa lo hace por cumplimiento de una norma y no por
convicción del principio de acción.
4. Cambio tecnológico y métodos de trabajo. Las empresas presentan un
marcado interés por mantener al margen de sus procesos de decisión a los sindicatos
y/o trabajadores en temas como el cambio tecnológico. En muchos casos esta
disposición está soportada por la falta de cualificación y capacitación del personal,
más allá de una formación básica que generalmente está dada más por la experiencia
en el puesto que por una formación de tipo academicista. Este comportamiento es
más notorio en las empresas pequeñas y medianas que las grandes, debido no sólo
a la mayor capacitación de sus empleados sino a la mayor formalidad de los
sindicatos. De manera similar puede verse que las empresas siguen siendo reacias a
participar a sus empleados en el establecimiento de metas y métodos de trabajo, lo
cual es una postura típicamente Taylorista que refuerza la separación entre la
gerencia que crea y los operarios que hacen.
5. Criterios para la selección de trabajadores. En más del 70% de los casos
los trabajadores no participan en la selección del personal, ni en la definición de los
criterios para los mismos: en la promoción de trabajador, definición de cargos tareas
y funciones, sanción, premios o castigos, selección de maquinaria herramientas y
método de trabajo, etc., es decir, sus decisiones nunca rebasan su puesto de trabajo.
De esta manera las decisiones intermedias quedan en cabezas de los jefes y las
estratégicas en la gerencia cuando esta existe.
6. Movilidad entre puestos o categorías y ascensos. Las estructuras
empresariales bogotanas son tendientes a no permitir la movilidad ni entre puestos
ni entre turnos esto debido a la estricta división del trabajo así como la
superespecialización que se da. Como resultado de ésta hace que los operarios
produzcan en condiciones especificas, lo que genera una rutina no únicamente en el
trabajo sino en la vida misma personal, llegando a ser valorados en términos de
cosificación humana.
Pero no sólo los empresarios contribuyen con este comportamiento los sindicatos y
las convenciones colectivas de muchas empresas hacen que estos comportamientos
estén limitados a acuerdos negociados de manera acrítica y en muchos casos
buscando intereses particulares de los dirigentes de dichas comunidades. Todavía
hoy el criterio principal para ascender un trabajador es la antigüedad. Los elementos
amarrados a la capacidad y a la capacitación individual o en grupo son los últimos
elementos a ser tenidos en cuenta.
7. Horas extras. Frente a la temática de las horas extras y del trabajo en días de
descanso exclusivamente en un 7% de los casos se dejó como elemento de voluntariado,
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CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
lo que muestra el bajo nivel de pertenencia y la tendencia de los empleados y
empleadores a reconocimientos económicos para el desarrollo de tareas. Esta visión
vuelve a mostrar el carácter Taylorista de las empresas bogotanas. en la medida que
presenta como herramienta para alcanzar la máxima productividad únicamente los
incentivos económicos reforzando el paradigma del Homo Económicos.
8. Contratación de eventuales y Recorte de personal de base. En casi todas
las empresas sin distingo de tamaños, son de tipo libres las contrataciones, sin
embargo vale la pena llamar la atención que en el 90% de los casos las empresas sólo
concretan con los trabajadores la entrada de operarios, administrativos de nivel
medio y personal de servicios generales. La entrada de personal gerencial,
administrativo, ya sea como supervisor jefe o gerente, está completamente blindada
al fuero empresarial y no hay mediación para esos niveles. De nuevo la eterna
predisposición a mantener separada la gerencia y lo operativo.
9. Reconocimientos económicos. En los sistemas de remuneración no hay casi
participación de bonos, primas de productividad, de crecimiento empresarial, de
cumplimiento o de aumento de la calidad. El 56% de las empresas utilizan un salario
base más comisión, que en muchos casos queda en manos del área comercial
generando una predisposición del sector de producción a no aumentar su trabajo. La
comisión está dada no por venta hecha sino por cuenta cobrada y que efectivamente
entre a la contabilidad de la empresa, mostrando una nueva forma de pago a destajo
comercial.
10. Categorías de obreros. Las empresas pequeñas tienden a tener menor
diversificación de obreros, mientras que las grandes presentan una concertación
mayor. Para el caso de las empresas aquí encuestadas 54% afirman tener una alta
diversificación de obreros lo que sin duda muestra una marcada tendencia a la
especialización de tareas y la estandarización de funciones. Este comportamiento
también presenta un mayor límite del trabajador a escoger el método de actividad,
disminuye la capacidad del obrero para decidir el uso de herramientas, procedimientos,
momentos de intervención directa o indirecta en el proceso. El proceso de planeación
de tareas por parte del obrero es cada vez menos.
11. Control y mantenimiento. En todos los niveles empresariales se observa que
el mantenimiento y el control de calidad son realizados por personal especializado,
inclusive cuando muchas empresas pequeñas y medianas no cuentan con personal
capacitado para ello, lo que muestra una clara división del trabajo. La especialización
a la que se refieren las empresas pequeñas y muchas de las medianas es que existe
una o varias personas que basadas en la experiencia en el procesos o en el sector, se
dedican al control de la calidad y el mantenimiento de las máquinas; haciendo un
seguimiento del tipo inspección y control característicos de principio del siglo XIX.
Esto es sorprendentemente inusual no por lo atemporal del proceso sino que estas
empresas se encuentran ya certificadas en norma ISO y no deberían presentar este
comportamiento. Valdría la pena hacer una revisión de los criterios de seguimiento
de los entes certificadores en Bogotá y evidenciar progresos y avances en este sentido.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
109
Por lo general las empresas pequeñas y medianas separan las tareas y funciones de
producción de las de control de calidad y las de mantenimiento de las de supervisión,
en las grandes esta proporción es menor; debido posiblemente a que en estos niveles
organizacionales se encuentra más extendida la polivalencia.
12. Existencia y uso de manuales y tiempos y movimientos. Frente a esta
temática la norma obliga a tener manuales de calidad y de procesos, el hecho que 10%
de la empresa afirmen no tener, es muestra que no siempre está al frente de esta área
personal idóneo sino, una vez alcanzada las certificaciones cambian y colocan en
estos puestos personal transitorio, que en muchos casos son permisivos en asuntos
como cambios en los procesos, procedimientos y específicamente de proveedores. El
90% de las empresas afirman poseer manuales y hacer estudios de tiempos y
movimientos un claro indicador de la presencia de la administración
científica. Finalmente, el uso de manuales de puestos así como la realización de
estudios de tiempos y movimientos está más arraigado en empresas medianas y
grandes.
14. Formas de comunicación y supervisión. Mas del 70% de las empresas
afirman que existen serios problemas de comunicación, incluso cuando tiene
identificados todos sus procesos de comunicación interna y externa; la razón de esto
puede deberse, por un lado, al mantenimiento de posturas abiertas del S.G.C. de
calidad pero al momento de aplicar medidas de control recaen en los vicios y formas
del taylorismo, lo que dificulta no únicamente la comunicación sino el desarrollo y
desempeño del trabajo y del trabajador. La forma de comunicación generalizada es
por medio de los jefes o supervisores y casi siempre de manera oral. Para equilibrar
esto, indiscutiblemente hay que aumentar las medidas de control muchas veces
aumentando los supervisores de piso y de proceso, utilizando personal especializado
para la supervisión de los trabajadores, generando un círculo descendente de
productividad. Mas productividad mas supervisores. Mas productividad supervisores
más costos. Más costos necesitan más productividad para absorber estos nuevos
costos así continua infinitamente. De esta manera la asignación de tareas de
supervisión aumenta, el diseño del puesto de tareas y las funciones del mismo
quedan a cargo de los supervisores que en muchos casos son los mismos jefes
(empresas pequeñas y medianas). La evaluación del desempeño entonces será hecha
por el supervisor utilizando un criterio de evaluación de tipo individual y el factor más
importante en esta evaluación es la calidad del desempeño. Así la frecuencia de
evaluación del obrero tiende a incrementarse y la frecuencia de propuestas en mejoras
de procesos o métodos de trabajo tiende a disminuir.
15. Existencia de formas grupales y organización informal: Que en un 80%
de las empresas no se evidencia la aparición de grupos de participación de los
trabajadores; muestra una inequívoca manifestación de la presencia del taylorismos,
indicando además que a pesar de estar certificados las estructuras internas son más
bien del tipo autoritarias y verticales, a la vez que se nota la exigua participación de
sindicatos y agremiaciones que propicien en Bogotá la coparticipación obreropatrón en las decisiones de la producción.
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110
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
En cuanto a los tipos de organización del trabajo predominantes en las empresas
encuestadas en Bogotá se puede concluir que es del tipo Tayloristas. Predomina en
un 60 % de la muestra, y este predominio es indiferente al tamaño de la empresa.
La organización Tayloristas es seguida de la tradicional, que es menos importante.
Las formas NFOT son minoritarias en los niveles pequeños y medianos y se dan
combinaciones con presencia importante de tradicional con Tayloristas y en menor
medida de Tayloristas con NFOT. Sin embargo, este modelo de bajo salario y
precarización de los empleos funciona bien para las empresas modernizadas,
sabiendo que sus estrategias suponen una adecuada adaptación al contexto, empero,
el desarrollar modelos de crecimiento soportados en la intensificación del trabajo, del
tipo Tayloristas pueden llegar a sus límites. En primer lugar, a nivel físicos pero
principalmente sociales e ideológicos, generando procesos de interminables luchas
de clases sociales y el desarraigo de las culturas obreras tal y como lo conocemos en
la actualidad.
Por lo anterior las encuestas realizadas, los documentos y las percepciones por parte
de los gerentes, nos muestran en definitiva que la desaparición del taylorismo es
improbable, debido particularmente a que éste, en esencia, es la base del régimen
capitalista. Su implementación, alcance y uso ha quedado limitado a un conjunto
de relaciones socio-laborales, mediadas por el capital y la fuerza de trabajo en el que
la participación en las ganancias es mayoritariamente asimétrica.
La aplicación de la norma ISO bajo una filosofía Tayloristas como sucede en el 80%
de las empresas encuestadas no ha podido superar la precaria relación empleoproducto, reforzado la superexplotación del trabajador y una acumulación de capital
resultado de lo anterior. Esta condición Tayloristas es el soporte conceptual
occidental para la generación de la “máxima ganancia” a través de la gran industria,
porque éste brinda no sólo metodologías para el aumento de producción, sino que
además permite la extracción del conocimiento por parte del obrero, lo que a la luz
de la norma ISO 9000 se conoce como el desarrollo e implementación del manual de
funciones y planes de mejora.
Otros elementos compartidos: Vigencia del viejo paradigma
socio-productivo
1) Excesiva división del trabajo condicionada por la dimensión del mercado.
2) El estudio sistemático de tiempos y movimientos, para en un primer momento
identificar, medir y posteriormente eliminar el tiempo muerto y los movimientos
considerados improductivos e inútiles. Estipulando los tiempos obligatorios de
reposo, para permitir la recuperación de la fatiga, y de pausas para hacer el
mantenimiento de las maquinarias y equipos.
3) La asignación por anticipado de un número limitado de tareas específicas a cargo
de cada trabajador individual, oponiéndolo al trabajo grupal.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
111
4) La búsqueda de la eficiencia empresarial no se llevaba a cabo de manera global,
integrada y sistémica, sino independientemente por parte de cada área funcional,
lo cual impide la optimización.
5) Cada vez mayor posibilidad de reemplazo de los trabajadores por máquinas, o
por otros trabajadores debido a la sencillez de las rutinas operativas.
6) Menor autonomía de los trabajadores.
7) División social y técnica del trabajo que al separar por una parte las tareas de
concepción y las de ejecución, y por otra parte las diversas tareas que comprende
la ejecución de un trabajo dado, dio lugar a la desintegración del trabajo a nivel
del taller y a una estructura funcional de compartimentos estancos a nivel de las
empresas (divisiones, departamentos, gerencias, y servicios funcionales).
8) Dominación de grandes empresas organizadas jerárquicamente y la producción
masiva de productos homogéneos.
9) La estandarización de tareas, procurando implantar de manera generalizada sólo
la única y mejor manera (One Best Way) de hacer cada una de ellas (es decir la
que se hacía más rápido y barato).
10) La estandarización de los objetos de trabajo (materias primas e insumos
intermedios) y de las herramientas más adecuadas para hacer cada tarea.
11) Integración vertical de la producción dentro de una misma empresa, para hacer
frente a la incertidumbre del mercado y reducir los costos de transacción, pero
que en contrapartida daba lugar al gigantismo e indivisibilidades.
12) Medición objetiva y cotidiana de los resultados cuantitativos de la tarea realizada
por cada trabajador, con base a esta se fija el monto de las remuneraciones.
13) Selección científica de los trabajadores a reclutar, procurando su adaptación al
perfil del puesto de trabajo, que subvaluaba por lo general las calificaciones y
competencias tácitas que se debían movilizar para la realización de la tarea.
14) Poco interés para invertir en la capacitación por parte de los empresarios.
15) Productos de baja complejidad, poco sensibles al progreso tecnológico.
16) Simplificación del trabajo, pocos requerimientos en materia de calificaciones y
competencias profesionales.
17) Un sistema de control y de supervisión de los trabajadores por parte de los
supervisores y capataces, quienes a pesar de reunir un número considerable de
efectivos no cumplen tareas directamente productivas.
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CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
18) Un sistema de remuneración según el rendimiento, para motivar el incremento
de la productividad individual, tomando como base de cálculo al “trabajador
promedio”, que en realidad era uno seleccionado de entre los más rápidos y
calificados.
19) Utilización de máquinas herramientas con propósitos únicos.
20) Una formación profesional especializada, de corta duración y de carácter
operatorio, pero rígida y limitada a las pocas tareas que se debían realizar
continuamente en uno o en un reducido número de puestos de trabajo, por parte
de trabajadores poco o semicalificados.
Reflexiones finales: La taylorización de la norma ISO y su
impacto social
La occidentalización de los conceptos de calidad generó profundos cambios en la
organización del trabajo al combinar la superexplotación con la aplicación productiva
del control en el mundo del trabajo5 . El objetivo y resultado de estas transformaciones
crearon un nuevo modelo de relaciones sociales basado en la ““autonomía del
rendimiento”, reforzando así el régimen de superexplotación de la fuerza de trabajo
de los sectores primarios y estimulando al mismo tiempo la tendencia a los bajos
salarios, rotación de puestos y funciones, y precarización del empleo en los sectores
secundarios y terciarios” (Op cit. Pág 71- 72).
Lo anterior, además de ser un escenario nefasto en términos de desarrollo
socioeconómico, es una manifestación clara de un nuevo taylorismo, creciente,
menos amable, pero sobretodo más aceptado; en parte porque vincula a lo mejor del
paradigma de la superespecialización del trabajo una visión típicamente Taylorista
y una gestión del trabajo, visión indefectiblemente fruto de la calidad y sus
movimientos. Por lo tanto, existe una relación directa -entre estos dos paradigmasla superexplotación (taylorismo) y productividad (calidad) del trabajo, de ahí que la
aplicación de la norma ISO y los S.G.C. en vez de permitir un mejoramiento en las
condiciones de empleo y salariales de los trabajadores, acentúan los mecanismos que
elevan la superexplotación de la fuerza de trabajo.
Lo anterior ha sido relativamente fácil en nuestro país debido particularmente a la
paulatina pero evidente pérdida del poder político de las agremiaciones, lo que
facilitó el aumento de la jornada y de la intensidad del trabajo; así como la caída de
los salarios reales de los trabajadores y el aumento de la tercerización. Fue así como
la crisis generalizada a principio de este siglo, abrió la puertas a la contratación de
temporales y al uso indiscriminado del Outsourcing, sin tener en cuenta la
5
Véase a Ricardo Antunes. ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre las metamorfosis y la centralidad del mundo
del trabajo. Cortez Editora, São Paulo, 2001; Giovanni Alves. Op. cit., comprende estos cambios a
través de la transición del “toyotismo restringido” de la década de los ochentas al “toyotismo sistémico”
de la década de los noventas del siglo XX en Brasil dentro de la noción de superexplotación del trabajo.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
113
naturaleza del trabajo a realizar, los objetivos empresariales, ni las dinámicas de la
empresa. La única lógica que primó fue la reducción de costos y la no disminución
de la productividad, principios eminentemente Tayloristas que viven dentro de las
lógicas comerciales y administrativas de las empresas modernas.
Este comportamiento que de por sí es generalizado atentó contra la estabilidad del
empleo, generando un exacerbado aumento de empleos de baja productividad, lo
que convirtió masas crecientes de empleados y trabajadores formales en trabajadores
precarios sin derechos ni contrato pero sobre todo sin productividades medias. De
esta manera, el Outsourcing en todo nivel lo que generó fue la oportunidad de reducir
costos a través de trabajadores precarizados, tercerizados o subcontratados, con
derechos cada vez más limitados, con conocimientos cada vez mas parcelados y más
ajenos del mundo de las organizaciones gremiales y sindicales. Una respuesta lógica
y racional en correspondencia a la pérdida de rentabilidad y gobernabilidad de la
empresa modernas.
En este punto, vale resaltar la lógica perversa y ambigua que se desarrolla al interior
de las empresas en materia de orientación: por un lado planean, organizan, dirigen,
ejecutan y controlan todo el proceso productivo de manera que se pueda dar
respuesta acertada y oportuna de carácter flexible a las necesidades del consumidor;
pero de otra parte esa flexibilidad no aplica para el procesos de desarrollo del
trabajador al que frecuentemente se cosifica. Esta prácticas empresariales de por si
hegemónicas, fueron las únicas que pudieron mantener las tasas de rentabilidad
empresarial tan altas, convirtiéndose en un compromiso social aceptado -más por
necesidad que por gusto-, por los dirigentes, los trabajadores pero sobre todo por los
empresarios.
En su aplicación, la norma ISO se apropia de los conocimientos del obrero, con el
objetivo de implementar procesos que mejoren continuamente la calidad del
producto y/o servicio. Sin embargo y aún con todos los benéficos expuestos a lo largo
del desarrollo de este trabajo vale la pena llamar la atención nuevamente sobre el
hecho que así como trajo beneficios al empresariado y las estructuras organizacionales,
produjo un arraigado empobrecimiento de las condiciones laborales en cuanto que
la aplicación de la norma ISO al igual que el taylorismo aumentó la intensidad del
trabajo, al eliminar el desperdicio de tiempo en los procesos productivos y al
aumentar la aceleración del ritmo de producción (Ibít. P. 220), lo que generó
ampliaciones en las tareas de trabajo y necesariamente forjó nuevas y mejores formas
de coerción y de sutil intimidación con el fin de ajustar al trabajador a las exigencias
de las prácticas de producción de calidad.
Estas intensidades de trabajo adicional no se vieron, no se ven, ni se verán reflejadas
en las condiciones salariales, simplemente porque el discurso normativo no está
orientado sobre la maximización de la ganancia de la empresa sino sobre la reducción
de los costos operativos. Lo que ha sido muy mal entendido y llevado al extremo por
el empresariado bogotano, que en su afán de alcanzar resultados someten sus
estructuras operativas hacia la búsqueda de tasas de producción más altas, a través
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CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
de la combinación -de por si perversa- de: despidos masivos con círculos de calidad
y trabajo en equipo, de uso intensivo de nuevas tecnologías con inestables y precarios
contratos de soporte, la participación del trabajador en mesas de trabajo con la
represión y persecución, de la polivalencia del trabajador con bajas remuneraciones,
entre otras.
Así, la aplicación de la ISO ha traído como consecuencia no sólo patrones particulares
de consumo y cultura, sino también al igual que el taylorismo, en su mejor época,
ha sido en gran medida patrocinadora de condiciones de trabajo iterativas, monótonas,
alienantes, simplistas y degradantes para quien las efectúa; al quitarle mucho de las
dimensiones intelectuales y retos que presentaban anteriormente. Este escenario es
fácil de absorber cuando se usa en una sociedad como la nuestra, en la que las
empresas se surten de mano de obra de una población sometida y precarizada, con
mínimos o nulos niveles de calificación laboral. Esta es pues la realidad para la
aplicación de la norma ISO 9000, muy a pesar que ésta está diseñada para otro
contexto social.
A modo final
š
Es de general aceptación que las empresas son básicamente sistemas integrados
por múltiples subsistemas, que actúan simbióticamente para alcanzar objetivos
comunes. Las ISO reconocen este principio como elemento fundamental y
funcional para su implementación, sin embargo recaen en la trampa mecanicista
de la organización racional, cuyo fundamentación egoísta calcula
instrumentalmente todo para conseguir sus fines sin reparar en los medios para
su alcance. Esta visión instrumentalista y racional presupone falsamente como
en el caso de la teoría clásica, que en un sistema se puede de forma sistemática
establecer las interrelaciones entre los agentes sociales que al interior de ella se
dan. La ISO también cae en otra trampa y es pensar que el sistema funciona de
forma aditiva, es decir, cuando se completa el total de las partes, cuando es
sabido que en un sistema, la suma de las partes no puede explicar el comportamiento
del conjunto, de esta manera retoma una postura mecanicista llenándose de
argumentos para justificar la imposición de medidas de liderazgo cuando
debería proponer un modelo de dirección para el cambio organizacional; porque
no se puede implementar una metodología con un enfoque basado en procesos
y sistemas cuando la mayoría de las empresas MIPYES presentan modelos
tradicionalmente Tayloristas.
š
Los programas de S.G.C. y las implementación de las normas, que muchas veces
son hechos de manera prescriptiva, impositiva y sistemática, buscan cambiar un
acervo cultural y empresarial de manera rápida e indolora; pero se olvidan que
necesitan implementar programas de sensibilización que ayuden a la modificación
en las actitudes y formas de hacer y de ser de sus empleados, convirtiéndose como
afirma Romero (1998) en un círculo vicioso “pues se necesita precisamente lo que
no se tiene, y se tiene precisamente lo que no se necesita”. Esto hace necesario la
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
115
implementación del viejo paradigma de control y seguimiento administrativo,
fundamentado en una constante ejecución de mecanismos de control- vigilancia
a través de la subdivisión excesiva del trabajo, la superespecialización, la rutina
y burocratización de las actividades que al interior de la organización se dan; lo
que en sí es una extensión directa del paradigma clásico de la administración “el
taylorismo”. De esta manera la interrelación y la participación autónoma y
consciente de todas las partes de la organización se da de manera acrítica,
descontextualizadas, coercitiva, punitiva, independiente del contexto, con una
sentido netamente comercial y avalado por una sumisión a la mejora continua;
con una visión mecanicista y nada holística, en el que el principio de autoreferencia
no existe y en donde todos giran en círculos en diversas direcciones en lugar de
mantenerse consistente consigo mismo y con todas las partes del sistema al
tiempo que este cambia. De esta manera no se ve una profunda relación entre la
actividad institucional individual y el todo, así como tampoco se contempla en
su sentido más humanista la plataforma estratégica como clave de la
transformación del pensamiento, los sentimientos y la actuación de los individuos
que la conforman. Por eso, no es extraño que las organizaciones que implementaron
la familia de normas ISO y S.G.C. responden frente a situaciones como la
desaceleración económica, el aumento de precios, el incremento en el desempleo,
la reducción del consumo, entre otras, de manera Taylorista, reduciendo
inversiones en I+D, en programas de liderazgo corporativo, en responsabilidad
social, aumentando la subcontratación, precarizando el empleo en general, entre
otros. hecho este que pone también de manifiesto la vigencia del taylorismo como
respuesta inherente a la crisis y si se dice que el mundo está en crisis desde
mediados de la década del 80, no supondría esto el uso intensivo de prácticas y
aplicaciones Tayloristas que ya deberían estar superadas.
š
La intensificación del trabajo promovida por la norma ISO 9000 y los nuevos
paradigmas de organización de trabajo conllevan también una prolongación de
la jornada promedio en todo el sistema, en contravía de la postura que al
implementar modelos de producción más eficientes e implantar tecnología se
debería hacer mas con lo mismo e incluso con menos, en este caso tiempo. Así
la aplicación de la norma se apropia -en la medida que le favorezca la valorización
de su capital- de los conocimientos del obrero sin que esto signifique el
enriquecimiento en alguna dimensión -pero sobre todo económica- del mismo.
Lo que convierte a la norma en una poderosa herramienta para extender de forma
tácita la explotación de la fuerza de trabajo a la mano sin necesidad de un castigo
ni un aspecto pecuniario.
š
Actualmente muchos de los que lideran los procesos de calidad en las empresas
marchan con el estandarte de la comunicación abierta, y la libre participación
a través de círculos de calidad y equipos de trabajo de calidad, alienan las mentes
de los trabajadores con arengas positivistas enmarcadas en posturas de
construcciones colectivas y de mutuo acuerdo; nada más lejos de la verdad. Las
normas de funcionamiento, los horarios de reunión -que generalmente son en
horas de descanso o no laborales- los criterios y temas de discusión son
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116
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
elaborados y decididos unilateralmente por parte de las empresas; las temáticas
abordadas están definidas con una intencionalidad que asusta, ya que se hacen
estos círculos para discutir nuevas formas de mejorar la calidad, de mejorar los
métodos de producción, de disminuir los tiempos muertos, temas referentes a la
calidad, reducción de costos, eliminación de defectos y material de desperdicio,
seguridad y condiciones ambientales que no vinculan altos niveles de inversiones
por parte de la empresa. Pero para argumentar, discutir y seleccionar un nuevo
plan de reparto sobre aumento de utilidades fruto de modificaciones en el
método, calidad y productividad de la empresa no se habla, así como tampoco
se habla en que se van a reinvertir - por ejemplo planes de capacitación,
reconversión tecnológica, etc.-, ni sobre temas estratégicos empresariales. Los
trabajadores sólo pueden proponer sobre temas que ya han sido escogidos por
empresarios, de esta manera se ve la unilateralidad de la comunicación en
términos de calidad y de gestión de calidad, el pluralismo temático está
absolutamente condicionado a mejorar la rentabilidad individual de la empresa.
š
La propuesta Taylorista se contrapone profusamente al trabajo en equipo, por lo
que en el largo plazo se desarrolla una individualización no sólo de las tareas sino
de los objetivos que se persiguen, mismo efecto que se ha notado en la
implementación de la los S.G.C. en lo que al existir un excesivo seguimiento y
control hacia trabajadores ellos optan por cumplir una serie de tareas definidos
en los manuales de procesos, minando la capacidad de creatividad de innovación
y de mejora que se busca con la implementación de estos sistemas. Sin embargo
estos mecanismos generan una presión tal en los trabajadores en la medida que
ellos son consientes que al no aportar, no participar o no mejorar alguna
dimensión empresarial puede peligrar su estabilidad o continuidad dentro de la
organización, por lo que desencadena un proceso de competencia interna que
llevado al extremo puede derivar en una especie de darwinismo social, un costo
social demasiado alto por mantener tasa altas de rentabilidad.
š
La ISO y los S.G.C. promulgan la realización de tareas específicas, observando
los procedimientos de los trabajadores y midiendo la salida del producto, en una
constante evaluación de desempeño que apunta al aumento de la productividad,
fundamentado en la medición de tiempos y de desempeños y en la minimización
y control de las actividades y responsabilidades no formalizadas para cada
puesto de trabajo.
š
La cultura, así como las políticas de aseguramiento y gestión de la calidad
implantadas por las MIPYMES analizadas se fundamentan, en la impostergable
necesidad de la separación o parcialización del proceso productivo y
estandarización de las actividades y “tareas” de los operarios: en el 80 % de las
empresas los trabajadores deben realizar sus tareas y actividades siguiendo
detalladamente el protocolo sobre las instrucciones de trabajo en el que se
definen los contenidos de las actividades, los criterios de calidad a seguir e
incluso algunos van más allá indicando las competencias mínimas necesarias
para desarrollar una actividad específica. De esta manera todas las organizaciones
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
117
analizadas que implementaron un programa de certificación ISO o de gestión de
calidad se vieron en la necesidad de definir funciones y responsabilidades para
cada puesto, parcializando las actividades, definiendo cada vez más en detalle
cómo debe ser ejecutado un trabajo específico. Bajo esta óptica más del 80 % de
los encuestados asumen que dado que se les está diciendo como tiene que ser
llevado el trabajo se puede exigir mayor responsabilidad en el logro de los
objetivos organizacionales, convirtiéndose esto en una permanente evaluación
del desempeño individual a través de una operación grupal. De esta manera se
pudo comprobar en las empresas estudiadas que la implantación de programas
de calidad reavivan la estricta división Taylorista entre la concepción y la
ejecución de una tarea, siendo el nivel gerencial a través de los directores de área
y los gerentes de departamento -y no los operativos- mayoritariamente los que
definen detalladamente y por escrito, las tareas y los procedimientos que deben
seguir forzosamente los trabajadores para conseguir parámetros de calidad; los
cuales fueron a su vez construidos y establecidos “monopólicamente” por los
mismos estamentos (Taylor, 1914, 1925 y 1970).
š
La norma ISO así como los programas de aseguramiento de la calidad comparten
bases Tayloristas cuando fomentan el desarrollo de estándares y procedimientos
a todo nivel de la organización, asegurándose que todo el personal use de manera
correcta estos procedimientos definidos y cumpla con los estándares establecidos;
esto garantiza por un lado que el trabajador sólo deba seguir instrucciones
básicas para cumplir sus metas de producción y por otra parte, que dado su
carácter procesal, cualquier trabajador aprendería rápidamente las funciones y
actividades de un puesto o tarea especifico, lo que coayuda no sólo a la
“transferencia flexible del conocimiento” de un operador a otro sino lo que es más
delicado, a prescindir cuando se quiera de un trabajador reviviendo la
homogenización del obrero en el que ninguno es imprescindible y todos son
reemplazables, polifuncionales y no se depende de ningún momento de un
trabajador específico. De esta manera se asegura que el conocimiento está en el
proceso escrito, lo que beneficia a la empresa en la medida que al trabajador le
costaría menos adaptarse a las máquinas y a los procedimientos.
š
Un problema que escapa a la norma es que existe un inminente riesgo de
comparación entre personas, experiencias y empresas. El riesgo reside en la
conflictiva osadía de comparar realidades que son incomparables pero, sobre
todo, en tomar decisiones que basados en esas comparaciones, buscan la
productividad en detrimento de los trabajadores, que no es extraña al momento
de implementar sistemas derivados de conceptos de calidad, mostrando
nuevamente una visión mecanicista y lineal.
š
Por esto y por muchas más razones es que aún permanece el tufillo del taylorismo
arraigado en la implementación de las normas ISO, al respecto vale la pena
indagar aún más cuáles serán los efectos colaterales que la vinculación de estas
prácticas van a tener en la vida de nuestros trabajadores.
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118
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
Nos encontramos en un momento substancialmente complejo y delicado en el que
la calidad se está utilizando como una hermética y sutil trampa productiva, por ello
es menester preguntarse por el papel que desempeña la calidad y los programas de
calidad en la sociedad empresarial bogotana, ya que el resultado de la encuestas y
entrevistas adelantadas en desarrollo de este proyecto se evidencia un vertiginoso
aumento al interior de las empresas de variables como el individualismo, la obsesión
por la eficiencia, la productividad, la competitividad, el pragmatismo, el eclecticismo;
como ejes sobre los que se sustenta la cultura hegemónica empresarial moderna. La
simplificación de los procedimientos y el reduccionismo purificador desarrollados
por la norma se juegan a favor del empresariado, porque sirven como medios para
implementar y determinar objetivos cuantificables, para hacer pruebas estandarizadas,
para desarrollar categorizaciones primarias y primitivas, para distribuir recursos
mediante criterios coherentes con resultados buscados, haciendo triunfar la rigurosa
racionalidad sistemática sobre una flexible realidad sistémica.
La simplificación abusiva y consistente de la norma y del taylorismo que presuponen
e identifican el éxito con la rentabilidad económica de la empresa, así como que
comprueban el rendimiento a través de un tipo de evaluaciones de desempeño la cual
pobremente atañe aspectos de las tareas intelectuales, están haciendo detrimento en
los sistemas de producción y empresariales bogotanos. Algunos autores afirman que
el daño actual no es visible por que en general Colombia no cuenta con un parque
industrial robusto pero que en la medida que se dé el salto de país agrícola a país
industrial esta brecha cada vez va a ser más notoria por eso la apremiante necesidad
de consolidar nuestro parque industrial y empresarial sobre la base de la concertación
y del crecimiento sostenido que apunte al desarrollo de los capitales privados pero
que no vaya en contravía al desarrollo del ser. Es menester superar las visiones
Tayloristas impuestas por la norma y desarrollar en la medida de lo posible nuestro
propio modelo de organización del trabajo.
Lo verdaderamente peligroso de estos nuevos sistemas sociotécnicos es que no tratan
de humanizar las condiciones de trabajo, tampoco buscan llevar más allá del estricto
rigor contractual las relaciones industriales ni la democratización de los resultados
u objetivos. Lo que si hacen, es monopolizar y usufructuar la participación de los
trabajadores en el aseguramiento de calidad, vinculando este proceso como una
herramienta más de control del vasto arsenal que dispone la organización, haciendo
una extrapolación, una modernización, una actualización y una retemporalización
Taylorista para mantener el orden en la producción sin pérdida de poder ni control
de la misma. Un claro ejemplo, lo vemos en la obligatoria tendencia de la norma a
mantener un sistema de trazabilidad, que implica en esencia tener siempre y a la
mano la identificación del producto y de sus componentes durante todo su proceso
de producción; esto con el objetivo primordial de identificar la aparición de errores
o no conformidades del producto respecto a los procedimientos y estándares de
calidad preestablecidos, y plantear actividades de mejora que eviten de forma
preventiva su repetición. Actividades que van a ser desarrolladas por los trabajadores
y que seguramente aumentarán las dinámicas de producción para la empresa sin que
exista un reconocimiento más allá de la ejecución del trabajo. Esta herramienta no
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN
119
sólo arroja la trazabilidad del proceso o del producto sino también la del trabajador,
de esta manera el trabajador se hace responsable en todo momento del cumplimiento
de los estándares de acuerdo a los parámetros establecidos, y de forma muy
Taylorista -casi una especie de selección científica del trabajador- la trazabilidad no
sólo si el producto es de calidad, cumple con los requisitos y es conforme, sino si el
trabajador también lo es, mostrando su implícita naturaleza disciplinar y coercitiva
propia del taylorismo. Esta trazabilidad ayuda significativamente a disciplinar el
personal y garantizar la participación en el aseguramiento de la calidad ya que el
trabajador en todo momento estará expuesto al ojo inquisidor de la gerencia, por lo
que tratará cada vez de hacer mejor su trabajo y adicionalmente ayudara a controlar
el trabajo y las actividades del procesos que le anteceden exigiendo a sus pares que
cumplan los objetivos y estándares para evitar que, ante la continua supervisión
disciplinaria de la gerencia y su ingeniería de producción paguen justos por
pecadores; lo mismo sucede a quien el trabajador le entrega, generando espacios de
mejora continua de las actividades en términos de procesos, tareas y control gratis
para el empresarios. Una especie de autodisciplina colectiva y de vigilancia recíproca.
A pesar de que se hable mucho de las nuevas formas de organización del trabajo, el
sistema de asignación de tiempos a las tareas realizadas no ha desaparecido; lo único
que ocurre es que no se nombra como taylorismo. Ahora es conocido por el término
calidad total, círculos de calidad, etc. Y se estudia su aplicación en todos los centros
de trabajo, incluso en aquellos en los que pudiera resultar difícil su aplicación como
hospitales, universidades, etc.
Conclusiones
El paradigma de la calidad que se gesto en occidente bajo la óptica de una verdadera
ruptura epistémica con el taylorismo no tiene razón de ser en el capitalismo actual,
porque en realidad no se ha superado la visión de la organización científica del
trabajo, más allá de un cambio en el lenguaje de imposición; en el que el control
gerencial y patronal sigue como piedra angular del desarrollo capitalista, y aunque
se habla de la era del conocimiento y de la comunicación abierta y flexible se nota
una marcada tendencia a la disciplina de la gerencia científica, esta vez matizada por
lo gurús de la administración quienes aún hoy en día auspician el desarrollo
organizacional soportado en la jerarquía y la autoridad en la empresa (Drucker,
1999). Para evidenciar esto sólo falta ver como los avances tecnológicos son utilizadas
como herramienta de disciplina, vigilancia y control de los trabajadores.
La única manera como la occidentalización del concepto de calidad y de sus derivados
se mantengan en vigencia en el largo plazo, es que se reconstruya sobre las bases de
impactar sistemas productivos y sociales basados en conceptos como la equidad, la
ética y relaciones societarias, que no vinculen ningún nivel de explotación ni
sometimiento, sino que fomenten la participación real y totalitaria de sus miembros
y sus stakeholders, con el objetivo de apalancar y fomentar el máximo desarrollo de
las potencialidades no únicamente del trabajador sino de la sociedad de impacto.
Universidad Autónoma de Colombia
120
CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO
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Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
Una regla fiscal para
Colombia: crítica
DIEGO OTERO PRADA1
Resumen
Los organismos internacionales y los economistas ortodoxos, a través de las
reglas fiscales, se han propuesto restringir la política de gasto de los gobiernos,
dentro de la concepción de que hay que buscar un equilibrio fiscal. Las reglas
fiscales pueden adquirir diferentes formas como limitaciones al gasto, al
endeudamiento, la inversión y el déficit primario. Sin embargo, limitan la
política del gobierno para atender situaciones críticas y predominan sobre el
gasto social. Así como hay defensores de las mismas son numerosas las
críticas.
Palabras clave: reglas fiscales, Colombia, críticas
1
Ingeniero electricista de la Universidad de los Andes, magister y candidato a doctorado en economía
Universidad de Pennsylvania. Ha sido Subdirector del Departamento Nacional de Planeación,
Viceministro de Minas y Energía, Gerente del Instituto Colombiano de Energía Eléctrica y actualmente
es Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central. Autor de varios libros y ensayos
sobre economía y energía; también es asesor internacional.
Universidad Autónoma de Colombia
124
DIEGO OTERO PRADA
Abstract
Fiscal rules are being proposed by international institutions and orthodox
economists in order to restrict the government spending from a conception
that it is needed to obtain a fiscal equilibrium. Fiscal rules can be of different
characteristics as limitations to the expenses, the debt, the investment and the
primary deficit. However, these rules restrict the government policies for
respond to critical situations and are above the social expenses. There are
supporters of these rules and at the same the critics are numerous.
Key words: fiscal rules, Colombia, crítical
Las reglas fiscales son ideas del FMI y del Banco
Mundial
En este apartado se argumenta que hay que establecer una regla fiscal como una
panacea para la economía. En general, las reglas fiscales, cualesquiera que sean sus
formulaciones, son propuestas para hacer rígida la política fiscal; son ideas que
tienen su origen en los organismos internaciones como el FMI, el Banco Mundial y
en la mentalidad de los economistas neoliberales. Dichas ideas en el fondo
manifiestan que la política fiscal es perjudicial, que el Estado debe ser mínimo y que
es más potente en el corto plazo la política monetaria. Asimismo, que hay que dejar
a las fuerzas del mercado y del sector privado actuar libremente sin interferencias del
gobierno.
Definición de una regla fiscal
Según Kopits y Simansky (1998), una regla de política fiscal es una restricción
permanente de esta expresada en términos de un indicador del comportamiento
fiscal, tal como el déficit público de la administración central, el nivel de gasto, el
volumen de deuda u otro componente fiscal importante.
Para García (2004), se entiende la regla fiscal como aquella restricción constitucional
o legislativa en que se especifica algún tipo de límite en las variables fiscales, tales
como saldo presupuestario, deuda, gasto o impuestos, y que se aprueba normalmente
junto a una regulación del procedimiento de elaboración, discusión parlamentaria,
ejecución y control del presupuesto.
En términos generales, una regla fiscal busca eliminar la discrecionalidad en el
manejo presupuestario, es una restricción a la política fiscal.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA
125
Tipos de reglas fiscales
Las reglas fiscales se concentran en el presupuesto central de los gobiernos, y dejan
por fuera, en muchos casos, el manejo fiscal de los departamentos, regiones y
municipios, lo cual indica una falla importante para la efectividad de las mismas.
Son varias las reglas fiscales. Una primera regla fiscal está presente en la Comunidad
Económica Europea, por el Tratado de Maastricht, e indica que el déficit fiscal no
puede ser superior al 3% y la deuda como proporción del PIB no debe sobrepasar el
60% del mismo.
Una segunda regla fiscal extrema es la del presupuesto balanceado, es decir, que los
gastos deben ser igual a los ingresos en un determinado número de años.
Una tercera consiste en tener un superávit primario, el excedente de los ingresos sobre
los gastos antes del pago de intereses sobre la deuda, de una determinada magnitud,
por ejemplo de 1%.
Una cuarta es la llamada “regla de oro” (golden rule), en que solo se permite
endeudamiento para financiar la inversión.
Una quinta busca limitar el gasto a un determinado porcentaje, por ejemplo, que su
crecimiento sea menor a la inflación anual en un punto porcentual.
Objetivos de una regla fiscal
Los defensores de aplicar una regla fiscal mencionan diferentes objetivos, que se
resumen en los siguientes:
š
š
š
š
š
š
Limitar la discrecionalidad de los gobiernos en la toma de decisiones de política
económica.
Promover la estabilidad macroeconómica.
Mejorar la sostenibilidad de las cuentas públicas a mediano y largo plazo.
Dar credibilidad y consistencia a las políticas económicas.
Mejorar la asignación de recursos a través de la racionalización del gasto público
y de los impuestos.
Reducir la amplitud y duración de las fluctuaciones económicas.
Detrás de una regla fiscal se esconde la ideología
neoclásica convencional
Detrás de la defensa de las reglas fiscales se encuentra toda una filosofía económica
de sabiduría convencional, reflejada en el nuevo consenso en macroeconomía, que se
resume en los siguientes puntos:
1. La política fiscal es menos eficaz, comparada con la política monetaria. La
primera sólo sirve de apoyo para amortiguar los ciclos económicos.
Universidad Autónoma de Colombia
126
2.
DIEGO OTERO PRADA
El déficit fiscal es ineficaz porque da lugar al efecto de “Crowding out”, que es
una repetición del argumento de equivalencia Ricardiano dice que la política
fiscal y el déficit fiscal son infructuosos para afectar el nivel de la actividad
económica porque los efectos sobre la demanda agregada de gastos del gobierno,
o de disminuciones en los impuestos, se ven compensados por cambios iguales
en la demanda privada.
3. La política fiscal promueve gastos desbordados y déficit fiscal que conduce a
niveles insostenibles de deuda.
4. El déficit fiscal promueve el déficit en la balanza corriente, la llamada teoría del
déficit gemelo (twin deficit theory).
5. Al banco central independiente que controla la tasa de inflación con reglas muy
definidas (la regla de Taylor) fijada por la constitución o el legislativo requiere
complementarla con una regla similar para controlar el déficit fiscal.
6. La tasa de interés fijada por el banco central tiene efectos importantes sobre la
inversión ya que permite promover el ahorro necesario para llevarla a cabo.
7. El sector privado mueve la economía.
Es todo un programa que va contra la intervención estatal y a favor del mercado, la
no regulación, el estado mínimo y la defensa sin restricciones a todo nivel del sector
privado.
No hay claridad en la literatura sobre la efectividad de las reglas fiscales, puesto que
las evidencias son contradictorias. Existe el problema de la causalidad, es decir, la
situación fiscal mejora por la regla o por la situación económica que produce el
cumplimiento de la regla.
Una regla fiscal para Colombia
En Colombia el Banco de la República ha venido estudiando el tema. Lozano, Rincón,
Sarmiento y Ramos (2008), funcionarios de dicha entidad, publicaron en la Revista
de Economía Institucional el artículo “Regla Fiscal cuantitativa para consolidar y
blindar las finanzas públicas de Colombia”, en el cual recomiendan la adopción de
una regla fiscal tipo Kopits (2001).
Más recientemente, la Comisión Independiente de Gasto Público (2007), Lozano (et
ál 2008) y Perry (2009), señalaron la necesidad de una regla fiscal cuantitativa.
Rincón (2010), del Banco de la República, compara la regla fiscal diseñada para
Colombia por el Comité Técnico Interinstitucional (2010) con cuatro reglas fiscales
alternativas, por consiguiente es necesario analizar su posición porque es un reflejo
de lo que desean los defensores de una regla fiscal para Colombia.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA
127
La regla recomendada por el Comité es la siguiente:
bt = b*+ at yt
(1)
Donde:
b es el balance fiscal definido en términos del balance primario
b* es la meta deseada de balance fiscal para el mediano plazo
at es el grado de sensibilidad de la autoridad fiscal con respecto a la brecha del
producto
yt es la brecha del producto, o diferencia entre el PIB y el PIB potencial.
La regla de la ecuación (1) dice que para cualquier año t el balance fiscal deberá ser
igual a la meta deseada de mediano plazo, más la corrección por la brecha del
producto. Si el PIB actual es igual al potencial, la brecha del producto es cero y el
balance fiscal es igual a la meta deseada. Para valores diferentes a cero de la brecha,
la reacción de las autoridades va a depender del valor del parámetro at.
Si el valor de a es 0,1 como menciona Rincón, si la b recha es positiva (PIB actual es
superior al potencial), el balance fiscal debe ser superior a la meta deseada, es decir,
se ahorra, y si el PIB es inferior al potencial, se despilfarra. Se tiene, entonces, que
la política fiscal es contra cíclica.
En el modelo son claves tres supuestos: la meta deseada de balance fiscal, el valor
del parámetro at y el cálculo del PIB potencial. Se tienen, entonces, múltiples
posibilidades, lo que hace la regla muy discrecional, que ya es un defecto de toda
regla fiscal porque va a depender de los criterios que asuma la tecnocracia,
subordinando su criterio sobre el papel de la política fiscal. Si son ortodoxos,
defenderán parámetros estrictos que restrinjan totalmente a las autoridades
económicas. Si se trata de economistas de otras corrientes menos ortodoxas, serán
más flexibles en la escogencia de los valores de los parámetros.
Una de las principales dificultades de esta regla fiscal, como en la teoría de la
inflación objetivo, es el cálculo del PIB potencial, ya que hay diferentes metodologías
y existe la crítica de que el pasado no puede ser argumento para predecir el futuro.
Para Colombia, el PIB potencial histórico estaría cercano al 5%, y si esto se aplica,
nunca se podrá resolver el problema del desempleo y la pobreza. Se requiere crecer
al 8% anual y ningún cálculo de PIB potencial basado en el pasado daría este valor.
Perry (2009), estudia las reglas fiscales con relación a la prociclicalidad, sostenibilidad
y sesgo contra la inversión y propone una regla fiscal para Colombia. Se refiere a lo
que es muy conocido de la prociclicalidad en la política fiscal de Latinoamérica, que
cuando el PIB sube el déficit fiscal aumenta y cuando cae el déficit fiscal disminuye
a través de la reducción en la inversión, lo cual es nefasto.
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128
DIEGO OTERO PRADA
Perry propone fijar un balance primario estructural entre 1,5-2,0% del PIB así:
Incrementar gradualmente de 0,5% del PIB a 1,5% del PIB y luego volver en el largo
plazo a 0,5% del PIB.
La regla fiscal escogida para Colombia por el CTI es similar a la de la ecuación (1)
con la adición del componente cíclico de los ingresos petroleros (ccipt) que recibe el
gobierno central, que sería otra variable sujeta a variaciones en el tiempo por la
incertidumbre en los niveles de producción y en el precio internacional WTI del
petróleo, que es la referencia para Colombia.
La propuesta del gobierno limita los derechos sociales
Antes de finalizar el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, el Ministro de Hacienda Oscar
Iván Zuluaga y el Jefe del Departamento Nacional de Planeación Esteban Piedrahita
Uribe, presentaron un proyecto de acto legislativo “en el que se establece el derecho
a la sostenibilidad fiscal para alcanzar los fines del estado social de derecho”, en el
que se dispone la sostenibilidad fiscal como “un derecho de todos y es deber de todas
las ramas y órganos del poder público colaborar armónicamente, dentro de sus
competencias, para hacerla efectiva”.
En este orden de ideas limita los derechos sociales a la sostenibilidad fiscal al declarar
en el Artículo Primero: El Congreso de la República, al determinar el alcance concreto
de los derechos sociales y económicos consagrados en esta Constitución, deberá
hacerlo en tal forma que asegure la sostenibilidad fiscal con el fin de darles, en
conjunto, continuidad y progresividad.
En la exposición de motivos se presenta toda una argumentación propia de los
economistas más ortodoxos del planeta, que vale la pena hacer un resumen de los
principales aspectos.
Se habla siempre de Estado Social de Derecho pero, limitado a lo que llaman
sostenibilidad social que en ninguna parte se define. Son dos palabras que se repiten
a lo largo del texto sin que exista una definición o explicación de lo que esto significa,
generando múltiples interpretaciones.
La sostenibilidad fiscal es el súmmum de la sabiduría, con su cumplimiento se
logrará el progreso económico y social del país
En una pura retórica conservadora se afirma “que el gasto puede llevar a aumentos
dramáticos en las tasas de interés”, dentro de la famosa teoría del crowding out, los
recursos públicos compiten con los del sector privado, y al ser limitados, según los
autores de la exposición de motivos, la competencia lleva a un incremento en las tasas
de interés.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA
129
Un segundo argumento tiene que ver con la teoría de la inflación en la “que un
crecimiento insostenible del gasto público puede conllevar a ajustes macroeconómicos
indeseables a través de incrementos en la inflación o movimientos bruscos en la tasa
de cambio”.
El tercer argumento es el inter-generacional, según el cual al aumentar los niveles de
la deuda pública para financiar el gasto “se refleja en una carga para las generaciones
futuras, que tendrán que pagar más impuestos para que el sector público pueda
atender su deuda”.
Un cuarto punto es el que afirma que “mayores impuestos inhiben la inversión, el
ahorro, y por esta vía el crecimiento y la generación de empleo futura”.
Se dice que la “que para que la dependencia del financiamiento interno y externo
financie una parte del presupuesto el Gobierno debe limitarse, para esto el manejo
fiscal prudente y creíble resulta fundamental”.
Se continuará igualmente, con “inflación baja, estable y sostenibilidad fiscal, que
permita efectividad de las políticas de estabilización macroeconómicas, al lograr
minimizar las fluctuaciones del ciclo económico”
Se habla de “tener un nivel óptimo de deuda y dirigir la política fiscal al acercar la
deuda pública a dicho nivel, ese será el espíritu de la Regla Fiscal que ha venido
socializando el Gobierno Nacional.”
Es todo un conjunto de argumentos discutibles de la economía más ortodoxa, en que
las evidencias empíricas son contradictorias para aceptarlos. Hay afirmaciones que
son objeto de discusión y no se pueden probar, como por ejemplo los niveles óptimos
de deuda y nivel de gasto como proporción del PIB, que la tasa de interés depende
del déficit fiscal, que mayor gasto fiscal perjudica a las generaciones futuras y que
mayores impuestos inhiben el ahorro y la inversión.
Pero lo más grave del asunto es que la famosa sostenibilidad fiscal nadie la ha
definido. Se le puede dar la definición que se quiera si el solo propósito es el de reducir
el gasto del gobierno.
En el fondo lo que hay es la política friedmaniana de disminuir el gasto del gobierno,
es decir, del tamaño del estado, dentro de la convicción más conservadora donde se
afirma que el Estado es el culpable de todos los males.
Análisis
La gran falla de cualquier regla fiscal es su objetivo de restringir la política fiscal por
medios tecnocráticos. La regla fiscal lleva implícito que los tecnócratas ortodoxos son
los que saben qué hacer con la política fiscal, saltándose el proceso de decisión
política.
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DIEGO OTERO PRADA
Como bien lo dicen Murray y Wilkes (2009) “la política fiscal es un asunto político.
La pregunta de cómo fijar impuestos, gastar y endeudarse no se puede deducir por
cálculos técnicos. No hay una respuesta simple si 40, 50 o 60 por ciento del PIB es
un nivel de deuda insostenible”.
La idea de la regla fiscal es análoga a las juntas monetarias o bancos centrales con
reglas rígidas de control de la inflación que no son sujetas a debate político. Si se fijan
parámetros para el manejo fiscal, prácticamente desaparecen las políticas monetarias
y fiscales y los extremistas ortodoxos de derecha determinarían el rumbo de los
gobiernos. El debate público sobre la estrategia de crecimiento desaparece y las
prioridades quedan en manos de los tecnócratas. Se elimina el debate pluralista para
definir la política fiscal y los partidos pierden su esencia.
Hay en la imposición de reglas fiscales y monetarias un desprecio a la política, a la
que se acusa de irresponsable y cortoplacista, y lo mismo a los electores. Sólo los
tecnócratas saben muy bien qué hacer, son los que mejor distribuyen los recursos,
ellos representan a las generaciones presentes y futuras y saben lo que conviene a los
pueblos.
Hay muchos términos que manejan los defensores de las reglas fiscales que son objeto
de polémica y cuyo significado no es único. Por ejemplo, qué es sostenibilidad, cuál
es el nivel óptimo de gasto, deuda e inversión, qué es justicia inter-generacional, qué
es estabilidad macroeconómica, cómo predecir los ingresos y gastos futuros, cómo
prever recesiones y expansiones y sus tamaños. Son muchas las preguntas, con
diferentes respuestas según los actores sociales, que solamente el proceso político da
las respuestas aceptadas, sean buenas o malas.
Como dicen Murray y Wilkes, “Innovaciones institucionales -sean reglas fiscales para
el gobierno o la Oficina de Responsabilidad Presupuestal propuesta por los
conservadores ingleses- suavizan la presión democrática del electorado. Tales
invenciones son una distracción, y por lo tanto niegan a los votantes una escogencia
política clara. Ambas dan lugar a una caja negra en la cual el debate sobre decisiones
de impuestos y endeudamiento se bloquea del escrutinio público regular.”
Los supuestos detrás de la regla fiscal no son ciertos ni teórica ni empíricamente. La
economía convencional detrás de la regla fiscal parte de que el ahorro determina la
inversión, de ahí que el papel del banco central es el de mover la tasa de interés actual
hasta llevarla a la tasa natural de interés real en que el ahorro es igual a la inversión.
A esto se responde que la relación es inversa, que la inversión determina el ahorro y
que empíricamente no es tan cierto, que la tasa de interés tiene un efecto importante
sobre la determinación de la inversión.
La política fiscal es un instrumento muy potente para modificar la demanda, para
llegar a situaciones de pleno empleo ante deficiencias del sector privado y no utilizar
esta herramienta lleva a recesiones o a depresiones. El papel directo de la política
fiscal debería ser suavizar variaciones indeseadas del gasto privado (Skott P., p. 43).
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UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA
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La teoría del crowding out tampoco es cierta porque el banco central puede actuar
para proveer a la economía de la liquidez que sea necesaria para el sector privado y
evitar alzas en las tasas de interés. Skidelsky (2010) presenta muy bien los
argumentos del crowding out. Hay dos versiones. La primera es la “equivalencia
Ricardiana” que dice que financiar el déficit por deuda no es otra cosa que diferir el
cobro de impuestos para pagar el endeudamiento, ya que los hogares ahorran más
para atender los impuestos futuros que esperan, con lo cual se neutraliza el
incremento del gasto gubernamental.
La otra versión afirma que “el endeudamiento del gobierno da lugar a aumentos en
la tasa de interés ya que hay una suma fija de ahorro y a medida que el gobierno
preste, el sector privado tendrá que pagar más por sus préstamos”.
Skidelsky, siguiendo la tradición keynesiana y poskeynesiana, contra argumenta
que la teoría del crowding out es cierta para condiciones de pleno empleo porque en
esta situación el gasto público extra obviamente se substrae del ahorro privado, pero
que esto no es correcto cuando hay recursos subutilizados, porque en esta situación
el endeudamiento del gobierno no implica impuestos diferidos ya que este gasto trae
en uso recursos que en otras circunstancias estarían sin uso, y de esta forma se
incrementan los ingresos del gobierno sin necesidad de aumentar impuestos. Es
decir, el gasto recupera la economía y al hacerlo, da lugar a nuevos ingresos para el
gobierno.
Un argumento adicional dice que el Banco Central tiene una función importante en
estas circunstancias que consiste en dar la liquidez necesaria para mantener tasas de
interés bajas.
Skidelsky, dirigiéndose a la oposición laborista en Inglaterra dice: “Cuando hay un
desempleo grande de los recursos, la teoría keynesiana es lo mejor, y el gobierno no
debería avergonzarse de correr un déficit. Una oposición propiamente keynesiana
debería afirmar que el déficit tendría que determinarse por las circunstancias
económicas, no por un programa en el tiempo arbitrario: ¿quién conoce cuál será la
situación en dos, tres, o cuatro años? Pero dudo que la oposición tendrá el coraje para
hacerlo.”
La reciente experiencia, como lo afirman Arestis P. y Sawyer Malcol (2010)
De darle un mayor papel a la política fiscal y promover estímulos fiscales frente
a la crisis financiera ha mostrado que las reglas tienen que suspenderse y que
reglas arbitrarias de déficit fiscal pueden interferir con la definición de
políticas. Ha habido ejemplos previos, aunque no tan dramáticos, cuando los
déficits fiscales exceden las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Reglas presupuestales, que especifican alguna forma de presupuesto balanceado,
se ven como reglas arbitrarias a menos que haya razones muy fuertes para creer
que un presupuesto balanceado será consistente con el nivel deseado de
actividad económica.
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DIEGO OTERO PRADA
Otro argumento es el relativo a que los déficits fiscales llevan a aumentos en las tasas
de interés, muy en línea con la tesis del crowding- out, pero los estudios empíricos
han encontrado poca evidencia en esta relación, y aún si fuera cierta, muchos postkeynesianos niegan que exista una relación fuerte entre tasas de interés e inversión
en el sector privado (Neville J.W, 2003, p. 153).
La literatura económica keynesiana, poskeynesiana, marxista y heterodoxa en
general, y aún de neokeynesianos, es muy abundante en la refutación de los
supuestos base para la fijación de reglas fiscales, de ahí que ante tantas dudas es
inconveniente insistir en este tipo de políticas.
Conclusiones
El proyecto del gobierno de la Regla Fiscal vulnera los derechos sociales. Es un
propósito claro y muy bien calculado de los economistas y políticos neoliberales de
acabar con el Estado y de limitarlo en su papel de interventor, regulador y orientador
de la política de desarrollo.
Las bases para la implementación de una regla fiscal son muy débiles, no existe
evidencia empírica clara ni sustento teórico suficiente en los argumentos que se
presentan.
Contrario a lo que dicen sus defensores, la regla fiscal se opone a las posibilidades
de un crecimiento económico rápido y equitativo.
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Universidad Autónoma de Colombia
ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2,
SEPTIEMBRE 2010
Rincón Histórico
La democracia como
valor universal
AMARTYA SEN1
En el verano de 1997, durante una entrevista para un destacado periódico japonés,
me preguntaron cuál era, desde mi punto de vista, el acontecimiento más relevante
del siglo XX. Me pareció que se trataba de una de esas preguntas raras que obligan
a la reflexión, dado el gran número de sucesos importantes que han tenido lugar en
los últimos cien años. Los imperios europeos, en concreto el británico y el francés, que
tuvieron tanto peso en el siglo XIX, han desaparecido. Hemos sido testigos de dos
guerras mundiales. Hemos presenciado el ascenso y la caída del fascismo y el
nazismo. El siglo ha visto el nacimiento del comunismo y su caída –en el antiguo
bloque soviético– o su transformación radical –en China–. También hemos visto el
desplazamiento de la preponderancia económica de Occidente hacia un nuevo
equilibrio económico en el que Japón, el este y el sudeste asiáticos juegan un papel
mucho más destacado. Y pese a que dicha región tiene actualmente algunos
problemas económicos y financieros, ello no invalida el cambio en el equilibrio de la
economía mundial que se ha desarrollado durante las últimas décadas y, en el caso
de Japón, durante prácticamente todo el siglo. Estos últimos cien años no han estado
precisamente faltos de acontecimientos importantes.
Pero en última instancia no tuve ningún problema para escoger el más destacado
entre la gran variedad de sucesos que han tenido lugar en este periodo: el ascenso de
la democracia. No quiere decir que le reste importancia a otros acontecimientos, pero
creo que en el futuro, cuando se vuelva la vista atrás y se detenga en el siglo XX, será
difícil que no se le conceda la primacía al establecimiento de la democracia como la
única forma de gobierno aceptable.
1
Premio Nobel de Economía en 1998. Discurso pronunciado en el Congreso por la Democracia celebrado
en Nueva Delhi (febrero de 1999), tomado del Journal of Democracy, julio de 1999, vol. 10, número 3,
pp. 3-17, The John Hopkins University Press and National Endowment for Democracy.
Universidad Autónoma de Colombia
136
AMARTYA SEN
La idea de la democracia, por supuesto, tuvo su origen en la antigua Grecia, hace más
de dos milenios. También hubo intentos poco sistemáticos de democratización en
otros lugares, incluida la India. Pero realmente fue en la antigua Grecia donde tomó
forma y se puso en práctica de verdad –aunque a una escala limitada– antes de
colapsar y ceder el paso a formas de gobierno más autoritarias y asimétricas. Nada
parecido ocurrió en otro sitio.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que surgiera tal y como la conocemos hoy en día.
Fueron varios los acontecimientos que permitieron su gradual y finalmente exitosa
instauración como sistema efectivo de gobierno, desde la firma de la Carta Magna en
1215 hasta la universalización del sufragio en Europa y Norteamérica en el siglo XX,
pasando por las revoluciones francesa y norteamericana del siglo XIX. Sin embargo,
sólo en el siglo XX llegó a establecerse como la forma “normal” de gobierno a la que
tiene derecho cualquier nación, sea en Europa, América, Asia o África.
La idea de la democracia como compromiso universal es bastante nueva y, en esencia,
un producto del siglo XX. Los rebeldes que impusieron restricciones al rey de
Inglaterra mediante la Carta Magna veían sus necesidades como algo absolutamente
local. En cambio, los independentistas norteamericanos y los revolucionarios
franceses dieron un gran impulso a la comprensión de que la democracia es necesaria
como sistema general. El objetivo práctico de sus demandas, sin embargo, no excedió
el ámbito local, quedando confinado a los dos lados del Atlántico Norte y sobre las
bases de la historia económica, social y política de la región.
A lo largo del siglo XIX era habitual que los teóricos de la democracia se preguntaran
si tal o cual país “estaba preparado para la democracia”. Tal forma de pensar no
cambió sino hasta el siglo XX, con el reconocimiento de que la pregunta misma era
un error: un país no tiene por qué estar preparado para la democracia, sino más bien
estar preparado mediante la democracia. El cambio fue decisivo, pues hacía
extensible el alcance potencial de la democracia a miles de millones de personas,
cualquiera que fuera su historia, su cultura o su nivel económico.
También fue en este siglo cuando finalmente se aceptó que el “sufragio para todos los
adultos” quería decir todos, incluyendo a las mujeres. Cuando en enero de 1999 tuve
ocasión de conocer a Ruth Dreyfuss, presidenta de Suiza y mujer de notable nivel
intelectual, recordé que hace tan sólo un cuarto de siglo las mujeres de ese país ni
siquiera tenían derecho al voto. Por fin hemos llegado a reconocer que la aplicación
del concepto de universalidad, como el de misericordia, no debe ser selectivo.
Sin duda, la aspiración de universalidad de la democracia debe enfrentar desafíos que
adoptan múltiples formas y que proceden de las más variadas direcciones. De hecho,
parte del presente ensayo trata sobre ello, pues en él analizo la afirmación de la
democracia como valor universal y la controversia alrededor de esta afirmación. Pero
antes de comenzar ese análisis es necesario comprender con toda claridad en qué
sentido la democracia se ha convertido en la principal creencia del mundo
contemporáneo.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL
137
En cualquier época y ambiente social existen creencias generalizadas que son
respetadas como una especie de norma universal, algo parecido a la configuración
“por defecto” de un programa de ordenador; son consideradas correctas mientras no
se demuestre lo contrario. Aunque la democracia no se ha llevado a la práctica
universalmente ni ha sido uniformemente aceptada, la forma de gobierno democrática
es considerada en la actualidad, dentro del clima general de la opinión internacional,
como la correcta. Así pues, son los que denigran el sistema democrático los que deben
justificar su postura.
Pero este viaje histórico es bastante reciente. No hace mucho, los defensores de la
democracia en Asia y África se veían en apuros a la hora de defender sus puntos de
vista. Si bien actualmente tenemos razones suficientes para rebatir a aquellos que,
implícita o explícitamente, niegan la necesidad de la democracia, debemos dejar
muy claro cómo fue cambiando el estado de opinión general a lo largo de varios siglos.
No tenemos que empezar de nuevo por explicar si un país u otro (Sudáfrica o Camboya
o Chile) está “preparado para la democracia” (cuestión tan relevante en el discurso
del siglo XIX), ahora lo damos por sentado. El reconocimiento de la democracia como
sistema universalmente válido, cada vez más aceptado como valor universal, ha
supuesto una importantísima revolución del pensamiento y constituye una de las
contribuciones más importantes del siglo XX. Es en este contexto donde debemos
analizar el tema de la democracia como valor universal.
La experiencia India
¿Hasta qué punto ha funcionado la democracia? Mientras que nadie pone en duda
el papel que ha desempeñado en naciones como Estados Unidos, Gran Bretaña o
Francia, cuando se trata de los países más pobres el tema se torna controvertido. No
es el momento de hacer un análisis minucioso de la historia, pero yo diría que la
democracia ha funcionado bastante bien.
India es, desde luego, uno de los casos más controvertidos del debate. Cuando los
británicos se negaron a darle la independencia al país, manifestaron su preocupación
sobre la capacidad de los hindúes para gobernarse. En 1947, el año de la
independencia, India se encontraba, de hecho, en un estado de gran confusión. Un
gobierno inexperto, divisiones no asimiladas y alineamientos poco definidos se
combinaban con la violencia popular generalizada y el desorden social. Resultaba
difícil tener fe en el futuro de una India democrática y unida. Sin embargo, apenas
medio siglo después encontramos una democracia que, con sus buenos y sus malos
momentos, ha funcionado muy bien. Las divergencias políticas se han abordado
dentro de un marco constitucional y se han sucedido los gobiernos siguiendo las
normas parlamentarias y electorales. India, una torpe, insólita y poco elegante
combinación de diferencias, ha sobrevivido a pesar de todo y funciona correctamente
como unidad política regida por un sistema democrático. De hecho, se mantiene
unida gracias precisamente a la democracia.
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138
AMARTYA SEN
India ha sobrevivido, además, al enorme desafío que supone abordar la diversidad
lingüística y religiosa. Las diferencias religiosas y culturales son muy susceptibles de
ser utilizadas por políticos sectarios en su propio beneficio, y lo cierto es que así ha
sucedido en algunas ocasiones –incluso recientemente– para consternación de todo
el país. Sin embargo, el hecho mismo de que esa violencia sectaria sea recibida con
consternación y condenada por todos los sectores del país nos ofrece, en última
instancia, la mejor garantía democrática contra la explotación del sectarismo. Se
trata, evidentemente, de un elemento esencial para la supervivencia y prosperidad de
un país tan diverso como la India, que es el hogar no sólo de una mayoría hindú, sino
también de la tercera comunidad musulmana en importancia actualmente, de
millones de cristianos, de budistas, y de la mayoría de sikhs, parsees y jainitas que
existen en el mundo.
La democracia y el desarrollo económico
Con frecuencia se afirma que para conseguir el desarrollo económico resulta más
conveniente un sistema no democrático. Esta opinión se conoce, en ocasiones, con
el nombre de “hipótesis de Lee”, dado que Lee Kuan Yew, líder y ex presidente de
Singapur, fue su principal defensor. Y tiene razón en el sentido de que algunos
estados totalitarios –como el de Corea del Sur, la propia Singapur y la China posterior
a la reforma– han conseguido tasas más rápidas de crecimiento económico que
muchos estados menos autoritarios, como India, Jamaica y Costa Rica. La hipótesis
de Lee, sin embargo, parte de un empirismo esporádico basado en información
bastante limitada y selectiva, y no en un análisis estadístico general de la gran
diversidad de datos de que se dispone. Semejante relación generalizadora no puede
establecerse a partir de pruebas tan selectivas. Por ejemplo, no se puede tomar el auge
económico de Singapur o China como “prueba definitiva” de que el autoritarismo
favorece la prosperidad económica, de la misma forma que no podemos llegar a la
conclusión opuesta porque Bostwana, el país con el mejor índice de crecimiento
económico en África e incluso uno de los mejores del mundo, haya sido un oasis de
democracia en el continente a lo largo de muchas décadas. Se requiere de estudios
empíricos más sistemáticos para aclarar esta cuestión.
De hecho, no existen pruebas generales convincentes de que la forma de gobierno
autoritaria y la supresión de los derechos civiles y políticos sean realmente beneficiosos
para el desarrollo económico. Lo cierto es que el cuadro estadístico general no inclina
a semejante inducción. Los estudios empíricos sistemáticos (por ejemplo, el de
Robert Barro o el de Adam Przeworski) respaldan la idea de que existe una
contradicción general entre los derechos políticos y el rendimiento económico. El
vínculo direccional parece depender de diversas circunstancias que no tienen que ver
con lo anterior, y si bien algunas investigaciones estadísticas revelan una endeble
relación negativa, otras encuentran una relación positiva muy sólida. Si se consideran
todos los estudios en su conjunto, la hipótesis de que no existe una relación definida
entre crecimiento económico y democracia en ninguna de las dos direcciones
continúa siendo muy plausible. Y dado que la democracia y la libertad política
constituyen valores en sí mismas, su defensa queda, pues, a salvo.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL
139
Pero el tema abarca también una cuestión fundamental de métodos de investigación
económica. No sólo debemos examinar las relaciones estadísticas, sino también
analizar minuciosamente los procesos causales inherentes al crecimiento y al
desarrollo económico. En la actualidad ya se comprenden mejor las políticas
económicas y las circunstancias que dieron lugar al auge económico de los países del
Asia oriental. Aunque varía el énfasis de los diversos estudios empíricos, ahora existe
un amplio consenso en cuanto a las “políticas eficaces” en materia económica, que
incluyen la apertura a la competencia y a los mercados internacionales, la prestación
de incentivos públicos a la inversión y a la exportación, el aumento del nivel escolar
y cultural y las reformas agrarias exitosas, así como otras oportunidades sociales que
amplían la participación en el proceso de expansión económica. No hay ninguna
razón para asumir que cualquiera de dichas políticas sea inconsistente con una
mayor democratización ni que tenga que ser sustentada obligatoriamente por los
elementos del autoritarismo presentes en Corea del Sur, Singapur o China. De hecho,
las pruebas más abrumadoras demuestran que para generar un rápido crecimiento
económico es preferible un clima económico cordial antes que un endurecimiento del
sistema político.
Para completar este análisis debemos traspasar los estrechos confines del crecimiento
económico y examinar demandas más amplias inherentes al desarrollo económico,
incluida la necesidad de la seguridad social y económica. En este contexto, debemos
ver la relación entre los derechos políticos y civiles, por un lado, y la prevención de
grandes desastres económicos, por el otro. Los derechos civiles y políticos permiten
que las personas puedan prestar atención a las necesidades generales y demandar la
acción pública adecuada. La respuesta de un gobierno al sufrimiento agudo de un
pueblo a menudo depende de la presión que recibe. El ejercicio de derechos políticos
(como el voto, la crítica, la protesta, etcétera) puede marcar la diferencia del incentivo
político que opera sobre un gobierno.
En algún otro sitio me he referido al hecho notable de que, en la terrible historia de
hambrunas sufridas por el mundo, nunca se ha producido un periodo de hambruna
realmente importante en un país democrático e independiente con una prensa
relativamente libre. No existen excepciones a esta regla, sin importar hacia a dónde
miremos: las hambrunas recientes sucedidas en Etiopía, Somalia u otros países con
regímenes dictatoriales; hambrunas en la Unión Soviética en los años treinta; la de
China de 1958 a 1961, cuando fracasó la política del Gran Salto Adelante; y antes
las de Irlanda o India bajo la dominación extranjera. Aunque en muchos sentidos se
desenvolvía económicamente mejor que India, China se las arregló para padecer –a
diferencia de India– una hambruna que resultó, de hecho, la mayor en la historia de
la humanidad: cerca de treinta millones de personas fallecieron de 1958 a 1961. Pese
a ello, a lo largo de esos tres años continuaron aplicándose las equivocadas políticas
gubernamentales, que no fueron criticadas debido a que no existían partidos de la
oposición dentro del parlamento, no había prensa independiente ni elecciones
multipartitas. Y fue precisamente esa falta de exigencias lo que permitió que políticas
erróneas continuasen en vigor a pesar de la muerte de millones de personas cada año.
Lo mismo puede decirse sobre las dos hambrunas que tienen lugar actualmente en
Corea del Norte y Sudán.
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140
AMARTYA SEN
Los periodos de hambruna con frecuencia se asocian a lo que parece ser un desastre
natural, y los cronistas ingenuamente se conforman con el razonamiento más
simplista apelando a estas calamidades: las inundaciones en China durante el
fracaso del Gran Salto Adelante, las sequías en Etiopía o las pérdidas de las cosechas
en Corea del Norte. Sin embargo, otros países con problemas naturales similares, e
incluso peores, se las arreglaron perfectamente gracias a que gobiernos sensibles
actuaron para aliviar el hambre. Dado que las víctimas fundamentales en periodos
de hambruna son generalmente los indigentes, podrían evitarse las muertes con la
creación de fuentes de ingreso (por ejemplo, a través de programas de empleo), que
facilitarían a las víctimas potenciales el acceso a los alimentos. Hasta los países
democráticos de mayor pobreza sometidos a terribles sequías o inundaciones y otros
desastres naturales –como la India en 1973, o Zimbawe y Bostwana a principios de
los ochenta– han conseguido alimentar a sus habitantes sin llegar a experimentar
periodos de hambruna.
La hambruna es fácil de evitar si existe un propósito serio al respecto, y un gobierno
democrático que debe enfrentarse a las elecciones, a la crítica de los partidos de
oposición y de la prensa independiente, no tiene más remedio que poner todo su
interés en ello. No debe sorprendernos, pues, que India sufriera periodos continuos
de hambruna mientras estuvo sometida al dominio británico (el último que
presencié, de niño, tuvo lugar en 1943, cuatro años antes de la declaración de
independencia), y que desapareciera súbitamente con el establecimiento de una
democracia multipartita y una prensa libre.
Anteriormente he aludido a estas cuestiones, sobre todo en el trabajo realizado junto
a Jean Dreze, de manera que no voy a profundizar sobre ellas aquí. El tema de la
hambruna, de hecho, sólo me sirve para ilustrar el alcance de la democracia, pues en
muchos sentidos constituye el ejemplo más fácil de analizar. El papel positivo
desempeñado por los derechos políticos y civiles tiene que ver con la prevención de
todos los desastres económicos y sociales. Puede que no se eche en falta este papel
decisivo de la democracia cuando todo va bien y la economía, en general, funciona.
Pero cuando, por cualquier razón, algo empieza a ir mal, los incentivos políticos que
pueden brindar las formas democráticas de gobierno adquieren un considerable valor
práctico.
Se trata, pues, de una importante lección. Muchos economistas tecnócratas
recomiendan la utilización de incentivos económicos –dados por el sistema de
mercado– mientras que pasan por alto los incentivos políticos –que pudieran ser
garantizados por los sistemas democráticos–. Ello supone optar por un conjunto de
reglas básicas totalmente desequilibradas. Puede que no se advierta el poder
protector de la democracia cuando el país tiene la suerte de no verse frente a una
catástrofe, cuando todo va razonablemente bien. Pero el peligro de la inseguridad
originada por cambios económicos o circunstancias de otra índole, por políticas
erróneas que no son corregidas a tiempo, puede esconderse detrás de la fachada de
una nación en apariencia saludable.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL
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Los problemas recientes en el este y el sureste asiáticos sacan a la luz, entre otras
cosas, las consecuencias de formas de gobierno no democráticas, sobre todo desde
dos puntos de vista principales. En primer lugar, el desarrollo de crisis financieras
en estas economías –incluidas Corea del Sur, Tailandia e Indonesia– ha estado
estrechamente vinculado a la falta de transparencia en los negocios, sobre todo a la
falta de participación pública en la revisión de los acuerdos financieros; y la causa
fundamental de ello ha sido la ausencia de un foro democrático efectivo. En segundo
lugar, una vez que la crisis financiera ha desembocado en una recesión económica
generalizada, el poder protector de la democracia, similar al que evita los periodos
de hambruna en los países democráticos, se ha extrañado en un país como Indonesia.
Los nuevos desposeídos no contaban con los recursos que necesitaban.
Una caída del producto nacional bruto de, digamos, un 10 por ciento, pudiera no
significar mucho si ha sucedido tras una tasa de crecimiento de un 5 o un 10 por
ciento anual durante las últimas décadas; sin embargo, puede ocasionar la muerte
y llevar a la miseria a millones de personas si el peso de la contracción no es
compartido por la amplia mayoría y se permite que caiga sobre los menos capaces
de soportarlo, es decir los desempleados y los que carecen de medios económicos. En
Indonesia, tal vez los más vulnerables no hayan resentido la falta la democracia
mientras las cosas iban mejorando, pero esa carencia impidió que se oyeran sus voces
y se pudieran expresar cuando tuvo lugar la crisis desigualmente compartida.
Las funciones de la democracia
Hasta ahora los temas que he tratado en el presente ensayo han estado determinados
por los detractores de la democracia, sobre todo por los críticos de la economía. Más
tarde volveré sobre las críticas, en concreto sobre los argumentos de los críticos
culturales, pero ha llegado el momento de continuar el análisis positivo sobre cómo
actúa la democracia y lo que puede haber en la base de su defensa como valor
universal.
¿Qué es exactamente la democracia? No se debe identificar la democracia únicamente
con el gobierno de la mayoría. La democracia implica exigencias complejas, que
incluyen el voto y el respeto hacia los resultados de las elecciones, pero también
implica la protección de las libertades, el respeto a los derechos legales y la garantía
de la libre expresión y distribución de información y crítica. Incluso las elecciones
pueden resultar lesivas si tienen lugar sin que los diferentes contendientes tengan la
oportunidad de presentar sus programas, o sin que el electorado goce de la libertad
de obtener información y de considerar los puntos de vista de los principales
partidos. La democracia es un sistema exigente, no una simple condición mecánica
–el gobierno de la mayoría– tomada de forma aislada.
Vistos así, los méritos de la democracia y la afirmación de su valor universal pueden
relacionarse con algunas virtudes distintas inherentes a su práctica sin restricciones.
De hecho, se puede decir que la democracia enriquece la vida de los ciudadanos de tres
formas diferentes. Primero, la libertad política se inscribe dentro de la libertad humana
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142
AMARTYA SEN
en general, y el ejercicio de los derechos civiles y políticos es una parte crucial de la
vida de los individuos en tanto seres sociales. La participación social y política posee
un valor intrínseco para la vida y el bienestar de los hombres. El hecho de impedir
la participación en la vida política de la comunidad constituye una privación capital.
Segundo, como acabo de señalar –cuando impugnaba la afirmación de que la
democracia está reñida con el desarrollo económico–, la democracia posee un
importante valor instrumental en el reforzamiento de la respuesta obtenida por el
pueblo cuando expresa y sostiene sus demandas de atención política –incluidas las
demandas económicas–. Tercero –y este es un punto que exige una mayor
profundización–, la práctica de la democracia ofrece a los ciudadanos la oportunidad
de aprender unos de otros y ayuda a la sociedad a formar sus valores y prioridades.
Hasta la idea de “lo necesario”, aun la comprensión de las “necesidades económicas”,
requiere el debate público y el intercambio de información, opiniones y análisis. En
este sentido, la democracia posee una importancia constructiva, además de su valor
intrínseco para las vidas de los ciudadanos y de su valor instrumental en las
decisiones políticas. La defensa de la democracia como valor universal deberá tener
en cuenta toda esta diversidad de consideraciones.
La conceptualización, y aun la comprensión, de lo que se entiende por “necesidades”,
incluidas las “necesidades económicas”, puede requerir en sí misma el ejercicio de los
derechos políticos y civiles. Un entendimiento adecuado de las necesidades económicas,
de su contexto y su fuerza, requiere el intercambio y el debate. Los derechos civiles
y políticos, sobre todo aquellos que garantizan la discusión pública, la crítica y la
disensión, son vitales para generar opciones consideradas y estudiadas. Este proceso
generativo es fundamental para la formación de valores y prioridades y, en general,
no debemos tomarlo como ajeno al debate político, es decir, independientemente de
si se permite el intercambio y el debate.
De hecho, a menudo se subestima el alcance y la efectividad del diálogo abierto
cuando se examinan los problemas sociales y políticos. Por ejemplo, el debate
público desempeña un importante papel en la reducción de las elevadas tasas de
fertilidad que caracterizan a muchos países en vías de desarrollo. Hay pruebas
suficientes de que la rápida caída de las tasas de fertilidad en los estados más
alfabetizados de India ha sido determinada por el debate público sobre las
consecuencias que a la larga pueden tener las elevadas tasas de fertilidad para la
comunidad y, sobre todo, para la vida de las mujeres jóvenes. Si en el estado de Kerala
o de Tamil Nadu, por ejemplo, existe la creencia de que la familia feliz de la época
moderna está constituida por pocos miembros, ha sido gracias a un extenso debate
que ha conducido a la adopción de este punto de vista. En la actualidad Kerala posee
una tasa de fertilidad del 1.7 (similar a las de Francia y Gran Bretaña, y muy por
debajo del 1.9 de China), lograda sin coacción alguna, sino mediante la creación de
nuevos valores, proceso en el que el diálogo social y político ha desempeñado un papel
fundamental. El alto nivel cultural de Kerala –más alto que el de cualquier provincia
de China–, sobre todo entre las mujeres, ha contribuido en gran medida al
surgimiento de este diálogo.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL
143
Existen diversos tipos de miseria y privaciones, y algunos responden mejor a los
remedios sociales. La totalidad de situaciones precarias de los seres humanos
constituirían un fundamento demasiado extenso para poder detectar nuestras
“necesidades”. Por ejemplo, hay muchas cosas que razonablemente se podrían
considerar valiosas y que, si fueran factibles, quedarían incluidas dentro de dichas
“necesidades”. Podemos, por ejemplo, desear la inmortalidad, como hizo Mitreyee,
ese notable espíritu inquisitivo de los Upanishads, en su famosa conversación de tres
mil años con Yajnvalkya. Pero dado que no es factible, no percibimos la inmortalidad
como una necesidad. Nuestro concepto de necesidad está en íntima relación con la
posibilidad de evitar determinadas carencias y con lo que entendemos que podría
hacerse al respecto. El debate público desempeña un papel crucial en la formación
de nuestra idea de viabilidad y, sobre todo, de viabilidad social. Los derechos
políticos, que incluyen la posibilidad de expresarse y discutir libremente, no sólo
resultan indispensables para la creación de respuestas sociales a las necesidades
económicas, sino que también son fundamentales a la hora de conceptualizar las
mismas necesidades económicas.
La universalidad de los valores
Si el análisis anterior es correcto, la afirmación de la democracia como valor no parte
exclusivamente de un único mérito. Se trata de una pluralidad de virtudes que
comprenden, en primer lugar, la importancia intrínseca que tienen la participación
y la libertad políticas para la vida humana; en segundo, la importancia instrumental
de los incentivos políticos para garantizar la responsabilidad de los gobiernos; y, en
tercer lugar, el papel constructivo de la democracia en la formación de valores y en
la asunción de necesidades, derechos y deberes. Una vez aclaradas estas ideas,
podemos pasar al tema central del presente ensayo, que es la defensa de la
democracia como valor universal.
A menudo se arguye que no hay un consenso acerca de la importancia decisiva de la
democracia, sobre todo en lo que respecta a otros logros deseables que requieren
nuestra atención y nuestra dedicación. Ciertamente no existe unanimidad sobre el
tema, y hay quien considera esta disparidad de criterios como la prueba de que la
democracia no constituye un valor universal.
Está claro que debemos comenzar por enfrentarnos a un problema metodológico:
¿qué es un valor universal? Para que un valor sea considerado universal, ¿debe haber
un consenso al respecto? Pero si fuera necesario, no existirían valores universales. No
sé de ninguno, ni siquiera la maternidad (y pienso en Mommie Dearest), al que no
se le hayan presentado objeciones. Creo, pues, que el consenso no es un requisito
necesario para la universalidad de un valor, sino que ésta depende de que haya
razones para percibirlo como algo valioso en cualquier lugar. Cuando Mahatma
Gandhi defendía el valor universal de la “no violencia”, no sostenía que se actuara de
acuerdo con este valor en el resto del mundo, sino que existían razones de peso para
percibirlo como algo valioso. Y de la misma forma, cuando Rabindranath Tagore
defendía la “libertad del pensamiento” como valor universal, no quería decir que fuera
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AMARTYA SEN
algo ya aceptado por todos, sino que todos tenían sobradas razones para aceptarlo,
razones que se dedicó a explorar, presentar y difundir. Visto así, cualquier afirmación
de la universalidad de un valor presupone cierto análisis contrafactual, en concreto,
la posibilidad de que la gente perciba cierto valor en dicha afirmación que hasta
entonces no habían considerado detenidamente. Todas las afirmaciones de la
universalidad de un valor –no sólo de la democracia– implican este presupuesto.
Creo que ha sido esta suposición implícita la que ha provocado el cambio de postura
respecto de la democracia en el siglo XX. Al considerar la democracia como sistema
político posible para un país en el que no existe y en el que la mayoría de la gente no
ha tenido la oportunidad de considerarla algo factible, se asume que las personas
implicadas la aprobarían en cuanto se convirtiera en una realidad. En el siglo XIX
nadie lo hubiera asumido, pero lo que actualmente se presupone con total naturalidad
(la que denominé posición “por defecto”) ha cambiado radicalmente en el siglo XX.
Además, debe señalarse que dicho cambio se debe, en gran parte, a la observación
de la historia de este siglo. A medida que la democracia se ha extendido, han ido
aumentando sus defensores y no sus detractores. Instaurada primero en Europa y en
los Estados Unidos, la democracia como sistema ha alcanzado muchas cosas
diferentes donde ha sido recibida con franca aceptación y participación. Y cuando se
ha atentado contra una democracia ya en marcha, se han producido protestas
generalizadas pese a la represión brutal de las mismas. Son muchos los que de buen
grado están dispuestos a arriesgar sus vidas por el restablecimiento del sistema
democrático.
Algunos de los detractores de la democracia como valor universal basan sus argumentos
no ya en la ausencia de unanimidad, sino en la existencia de diferencias regionales.
Estas supuestas diferencias a menudo tienen que ver con la pobreza de algunas
naciones. Según este argumento, al pobre lo que le interesa, con toda razón, es el pan
y no la democracia. Tan manido argumento resulta falaz desde otros puntos de vista.
Primero, como señalaba anteriormente, el papel protector de la democracia posee
una importancia crucial para los pobres, pues evidentemente actúa en defensa de las
víctimas potenciales de la hambruna, así como de los desposeídos expulsados de la
escala económica durante las crisis financieras. Las personas necesitadas, desde el
punto de vista económico, requieren también de voz política. La democracia no es un
lujo que pueda esperar hasta la llegada de la prosperidad generalizada.
Segundo, pocas pruebas demuestran que los pobres, si pudiesen escoger, rechazarían
la democracia. Se podría recordar, por ejemplo, que cuando cierto gobierno indio de
mediados de los setenta intentó aplicar un argumento similar para justificar el
supuesto “estado de emergencia” y la supresión de varios derechos civiles y políticos
básicos, el electorado indio –uno de los más pobres del mundo– demostró el mismo
entusiasmo para protestar contra la privación económica.
Siempre que se ha intentado probar que los pobres no están interesados en los
derechos civiles y políticos, la evidencia ha demostrado lo contrario. Y lo mismo
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL
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puede decirse de las luchas por las libertades democráticas que tienen lugar en Corea
del Sur, Tailandia, Bangladesh, Paquistán, Birmania, Indonesia y cualquier otro país
asiático. Del mismo modo, en África han surgido movimientos y protestas, siempre
que las circunstancias lo han permitido, en contra de la negación de la libertad
política.
El argumento de las diferencias culturales
Otro argumento a favor de una diferencia geográfica supuestamente esencial no tiene
que ver con circunstancias económicas, sino culturales. Quizá el más notable sea el
relacionado con lo que se ha dado en llamar “valores asiáticos”. Se ha argumentado
que los asiáticos, por tradición, valoran más la disciplina que la libertad política, y
de ahí que la actitud hacia la democracia tenga un carácter mucho más escéptico en
estos países. En mi conferencia en memoria de Morgenthau en el Consejo Carnegie
para los Asuntos Éticos e Internacionales he tratado detalladamente esta tesis.
Resulta muy difícil hallar un fundamento real para la misma en la historia de las
culturas asiáticas, sobre todo en lo que se refiere a la tradición clásica de India,
Oriente Medio, Irán y otras regiones del continente. Por ejemplo, una de las primeras
y más enfáticas declaraciones a favor de la tolerancia, el pluralismo y el deber del
Estado de proteger a las minorías se encuentra en las inscripciones del emperador
hindú Ashoka del siglo III a. C.
Asia abarca un área muy extensa donde vive el 60 por ciento de la población mundial,
y no resulta fácil generalizar cuando se habla de un conjunto tan vasto de pueblos.
Los defensores de los “valores asiáticos” algunas veces tienden a percibir la región de
Asia oriental como la de aplicabilidad particular. La tesis general sobre las diferencias
entre Occidente y Asia suelen referirse al este de Tailandia, si bien otros argumentos
más ambiciosos consideran al resto de Asia como bastante “similar”. Lee Kuan Yew,
al que debemos agradecer haber sido un expositor tan claro –y haber articulado tan
bien los a menudo vagos argumentos en esta confusa literatura–, señala “la diferencia
fundamental entre los conceptos occidentales y los asiáticos sobre la sociedad y el
gobiern o ” , y explica que “cuando digo Asia oriental, me re f i e ro a Corea, Japón,
China y Vietnam, distintos del sureste asiático, que constituye una combinación de
los sinics y los hindúes, aunque la propia cultura india contiene valores similares”.
Pero incluso Asia oriental resulta notablemente diversa, y pueden encontrarse allí
múltiples variaciones no sólo entre Japón, China, Corea y otros países de la región,
sino dentro de cada país. Confucio es el autor más citado cuando se hace referencia
a la interpretación de los valores asiáticos, pero no es la única influencia intelectual
de estos países (en Japón, China y Corea, por ejemplo, existen tradiciones muy
antiguas y generalizadas que han prevalecido durante más de mil quinientos años,
y que comprenden, entre otras, la presencia cristiana). No puede hablarse, pues, de
homogeneidad en la veneración del orden por encima de la libertad en ninguna de
estas culturas.
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AMARTYA SEN
Ni siquiera el propio Confucio recomendaba la lealtad ciega al Estado. Cuando Zilu
le pregunta “cómo debía servir el príncipe”, Confucio le responde (en una declaración
sobre la que probablemente entre los censores de los regímenes autoritarios deberían
reflexionar): “Dile la verdad incluso si le ofende”. Confucio no censura la práctica de
la cautela y el tacto, pero no renuncia a la idea de oponerse a un mal gobierno –
diplomáticamente si es necesario–: “Cuando prevalecen las buenas formas en un
Estado, habla y actúa con audacia. Cuando el Estado pierde el camino, actúa con
audacia y habla con cautela”.
De hecho, Confucio señala con toda claridad que los dos pilares del imaginario
edificio de valores asiáticos, esto es, la lealtad a la familia y la obediencia al Estado,
pueden entrar juntos uno con el otro. Muchos defensores del poder de los “valores
asiáticos” perciben la función del Estado como una extensión del papel de la familia,
pero, tal y como dijo Confucio, pueden producirse tensiones entre ellos. El gobernador
de She le dijo a Confucio: “En mi pueblo hay un hombre de probada integridad:
cuando su padre robó una oveja, lo denunció”. A lo que Confucio replicó: “En mi
pueblo los hombres íntegros actúan de otro modo: el padre encubre a su hijo y el hijo
encubre a su padre, y hay integridad en lo que hacen”.
La interpretación monolítica de los valores asiáticos como elementos hostiles a la
democracia y a los valores políticos no resiste el análisis crítico. Supongo que no debo
ser excesivamente crítico respecto de la carencia de fundamento científico de estas
creencias, dado que los que esgrimen semejantes argumentos no son científicos, sino
líderes políticos, generalmente portavoces oficiales o extraoficiales de gobiernos
autoritarios. Sin embargo, resulta interesante ver que mientras los científicos
podemos carecer de cierto sentido práctico respecto de la práctica política, los
políticos que la ejercen pueden ser a su vez bastante poco prácticos respecto de la
ciencia.
Desde luego, es fácil encontrar escritos de tono autoritario dentro de las tradiciones
asiáticas. Pero tampoco es difícil encontrarlos en los clásicos occidentales: basta
detenerse en el pensamiento de Platón y de Santo Tomás de Aquino para percibir que
la devoción a la disciplina no constituye un gusto especialmente asiático. Descartar
la posibilidad de la democracia como valor universal debido a la existencia de ciertos
escritos asiáticos sobre la disciplina y el orden, sería lo mismo que negar la
posibilidad de la democracia como la actual forma natural de gobierno en Europa
y Estados Unidos sobre la base de las ideas de Platón y Aquino (por no mencionar
la abundante literatura medieval en defensa de la Inquisición).
La experiencia de las batallas políticas contemporáneas, sobre todo en Oriente
Medio, ha provocado que el islamismo sea retratado con frecuencia como intolerante
y hostil hacia la libertad individual. Pero la existencia de la diversidad y la variedad
dentro de una tradición también es aplicable al islamismo. En India, Akbar y la
mayoría de los emperadores mongoles (con la notable excepción de Aurangzeb) son
buenos ejemplos de tolerancia religiosa y política tanto desde el punto de vista teórico
como del práctico. Los emperadores turcos fueron a menudo más tolerantes que sus
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL
147
contemporáneos europeos, y lo mismo se puede decir de muchos gobernantes de El
Cairo y Bagdad. De hecho, en el siglo XII el gran sabio judío Maimónides se vio
obligado a escapar de la intolerante Europa –donde había nacido– y de la persecución
de los judíos allí emprendida, para refugiarse en un Cairo urbano y tolerante bajo la
protección del sultán Saladino.
La diversidad es una característica propia de la mayoría de las culturas, y la
civilización occidental no es una excepción. La práctica de la democracia que ha
triunfado en el Occidente moderno es, en gran medida, el resultado de un consenso
surgido con la Ilustración y la Revolución Industrial, pero sobre todo durante el siglo
pasado. Interpretar esto como un compromiso histórico de Occidente a lo largo de
milenios con la democracia, y compararlo después con tradiciones no occidentales
–enfocándolas como monolíticas– sería un gran error. Esta tendencia a una
simplificación excesiva se percibe no sólo en los discursos de ciertos portavoces
gubernamentales asiáticos, sino también en las teorías de algunos de los mejores
científicos occidentales.
Al respecto, como ejemplo de las opiniones de un científico importante, cuya obra,
por lo demás, es totalmente admirable, quisiera citar la tesis de Samuel Huntington
sobre el enfrentamiento de las civilizaciones, en el cual las heterogeneidades dentro
de cada cultura reciben un tratamiento bastante inadecuado. La conclusión de este
estudio es muy clara: en Occidente puede encontrarse “un sentido del individualismo
y una tradición de derechos y libertades únicos en la sociedad civilizada”. Huntington
señala, además, que “la característica esencial de Occidente, la que lo distingue de
otras civilizaciones, precede a la modernización de Occidente”. Desde su punto de
vista, “Occidente era Occidente mucho antes de que fuera moderno”. Y tal es la tesis
que considero insostenible tras someterla a un análisis histórico.
Por cada intento de los portavoces gubernamentales asiáticos de oponer los
supuestos “valores asiáticos” a los supuestos valores occidentales existe, al parecer,
un intento de los intelectuales de Occidente de establecer una comparación similar
desde el lado opuesto. Pero aun cuando para cada argumento asiático exista una
contrapartida occidental, los dos juntos no consiguen desvirtuar la defensa de la
democracia como valor universal.
¿Donde debe situarse el debate?
He intentado abarcar una serie de asuntos relacionados con la tesis de que la
democracia constituye un valor universal. Dicho valor incluye su importancia
intrínseca para la vida humana, su papel instrumental como generadora de
incentivos políticos y su función constructiva en la formación de valores –y en la
comprensión de la fuerza y viabilidad de la afirmación de necesidades, derechos y
deberes–. Estas propiedades no tienen un carácter regional, como tampoco lo tiene
la defensa de la disciplina y el orden. La heterogeneidad de valores parece caracterizar
a casi todas, si no a todas, las culturas. Y el argumento cultural no determina ni
constriñe en exceso las decisiones que podamos tomar hoy en día.
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Tales decisiones deben tomarse aquí y ahora, teniendo en cuenta el papel funcional
de la democracia, del que depende su causa en el mundo contemporáneo. Y de hecho
se trata de una causa fuerte en la que los factores regionales no son contingentes. El
poder de la democracia como valor universal reside, en última instancia, en esa
fuerza. Ahí debe situarse el debate, que no puede ser descartado por tabúes culturales
imaginarios ni por supuestas predisposiciones determinadas por los diferentes
pasados históricos de las civilizaciones.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
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introduzca un glosario preliminar.
Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2
INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES
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9. La bibliografía del documento debe incluir solamente las publicaciones citadas
en el texto y de la siguiente manera:
a. Libro: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación entre
paréntesis, título en letra cursiva, ciudad de publicación (y país si la ciudad
no es conocida) y editorial; ejemplo:
VARIAN, H. (1999). Microeconomía intermedia: un enfoque actual.
Barcelona, Edición en castellano por Antoni Bosch editor.
b. Artículo en libro: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación
entre paréntesis, título del capítulo entre comillas, inicial del nombre y
apellido del editor o compilador, título del libro en letra cursiva, ciudad de
publicación (y país si la ciudad no es conocida) editorial y páginas que ocupa
el artículo o capítulo; ejemplo:
TOVAR, H. (1987). “La lenta ruptura con el pasado colonial (1810-1850)”,
en J.A. Ocampo, compilador, Historia Económica de Colombia. Bogotá,
Siglo XXI editores, 87-117.
c. Artículo en revista: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación
entre paréntesis, título entre comillas, nombre de la revista en letra cursiva,
ciudad de publicación, volumen, número y páginas que ocupa el artículo;
ejemplo:
QIU, L. (1995). “Strategic trade policy under uncertainty”, en Review of
International Economics, Massachusetts, vol. 3, Núm. 1, 75-85.
d. Documentos de trabajo: Apellido e inicial del nombre del autor, año de
publicación entre paréntesis, título entre comillas, nombre de la serie en letra
cursiva, ejemplo:
HALL, R. (1989). “Invariante Properties of Solow’s Productivity Residual”,
en: NBER Working Papers Series, 3034, Cambridge.
e. Artículo en periódico: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación
entre paréntesis, título entre comillas, nombre del periódico en letra cursiva,
ciudad de publicación, número, día, mes, sección si la paginación cambia y
páginas que ocupa el artículo, ejemplo.
GALLEGOS, E. (2000). “El ocaso de un triunfador”, en La Jornada, México,
Núm. 5509, 5 de enero, contraportada, 6-7.
f. Fuente electrónica: Apellido e inicial del nombre del autor, título en letra
cursiva, dirección de acceso subrayada, fecha en que se visitó entre paréntesis,
ejemplo:
BETANCOURT M., J. “Jerome Bruner: uno de los precursores de los
estudios sobre estrategias cognitivas”, (ví: 29 de abril de 2008), en http:/
/educación.jalisco.gob.mx/consulta/educar/06/6betan.htm
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