Obesidad mórbida, síndrome metabólico y cirugía

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Artículo de revisión
CIRUGÍA ENDOSCÓPICA
Vol. 13 No. 2 Abr.-Jun. 2012
Obesidad mórbida, síndrome metabólico y cirugía
bariátrica: Revisión de la literatura
Javier Shiordia Puente,* Fernando Ugalde Velázquez,** Fernando Cerón Rodríguez,***
Arturo Vázquez García****
Resumen
Abstract
Este artículo es una revisión de la fisiopatología, epidemiología,
costos, morbilidades, comorbilidades, mortalidad y evidencias
sobre dos temas que hoy por hoy son obligados para los cirujanos, médicos internistas, endocrinólogos y nutriólogos por
ser un problema de salud pública. La obesidad mórbida y la
presencia de síndrome metabólico pueden ser tratados con
éxito a través de la cirugía bariátrica y existe evidencia de que
esto impacta positivamente el costo en los servicios de salud.
Se revisan también las ventajas, desventajas, indicaciones,
contraindicaciones y complicaciones de la cirugía bariátrica
y los resultados de las técnicas más utilizadas actualmente.
This article reviews the pathophysiology, epidemiology, costs,
morbidities, comorbidities, mortality and evidence on two issues that today are compelling theme of surgeons, internists,
endocrinologists and nutritionists because it’s a public health
problem. Morbid obesity and metabolic syndrome can be successfully treated through bariatric surgery and there is evidence
that it positively affects the cost to health services. We review
the advantages, disadvantages, indications, contraindications
and complications of bariatric surgery and the results of the
currently used techniques.
Palabras clave: Obesidad mórbida, síndrome metabólico,
cirugía bariátrica.
Key words: Morbid obesity, metabolic syndrome, bariatric
surgery.
INTRODUCCIÓN
Una persona adulta con un IMC de 30 o más se considera
simplemente obeso. El término mórbida lo utilizamos en
un sentido más profesional ya que indica estar relacionada
a una enfermedad, en general síndrome metabólico. El
síndrome metabólico tiene varias definiciones, algunas de
las cuales aún permanecen controversiales. La American
Diabetes Association (ADA) y la European Association for the
Study of Diabetes han tratado de ponerse de acuerdo con
este término. Los factores de riesgo aislados son una cosa,
pero cuando ocurrió en un patrón que indicaba enfermedad, muchos expertos lo empezaron a llamar Síndrome. La
World Health Organization, International Diabetes Federation, la NCEP’s (National Cholesterol Education Program) y
el ATP III (Treatment of High Blood Cholesterol in Adults)
han publicado guías de práctica clínica, identificando esta
constelación de factores de riesgo como síndrome metabólico. Sus definiciones difieren y actualmente no hay consenso.
Sin embargo, la mayoría de las definiciones son similares.
En el cuadro 1 presentamos la Guía para la Identificación
Clínica del Síndrome Metabólico de la ATP III.1,2
La Organización Mundial de la Salud predice que para
el 2015, 700 millones de la población mundial será obesa,
con un IMC por lo menos de 30.3
La obesidad mórbida según los National Institutes of Health
(Institutos Nacionales de Salud) de los Estados Unidos,
se define como un sobrepeso de 50 al 100% encima del
peso corporal ideal, o 45 kg sobre el peso corporal ideal.
También se toma en cuenta el criterio de un índice de masa
corporal (IMC) superior a 40.
* Jefe del Servicio de Cirugía General, Hospital Regional
ISSEMyM, Texcoco.
** Médico adscrito al Servicio de Cirugía General, Hospital
Primero de Octubre, ISSSTE.
*** Coordinador de Cirugía, Hospital General «Lic. Adolfo López
Mateos», ISSSTE.
**** Médico adscrito al Servicio de Cirugía General, Hospital
General «Lic. Adolfo López Mateos», ISSSTE.
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Correspondencia:
Dr. Javier Shiordia Puente FACS
Querétaro Núm. 62 Desp. 208,
Col. Roma. México D.F., 06700,
Teléfono: 52 64 21 88,
E-mail: [email protected]
Este artículo puede ser consultado en versión completa en http://www.medigraphic.com/cirugiaendoscopica
85
Shiordia PJ y cols.
FISIOPATOLOGÍA
en una total resolución de la diabetes en 76.8% de los
pacientes quirúrgicos y se cree que se debe a una pérdida
de peso por un mecanismo independiente que involucra
hormonas intrínsecas del intestino a través del llamado eje
entero insular (Figura 1).4
En la actualidad se sabe que el TAB (tejido adiposo blanco) produce más de 50 factores con actividad parecida a la
de las citocinas (correctamente denominadas adipocinas).
Estas adipocinas utilizan mecanismos de acción endocrinos,
paracrinos, autocrinos y yuxtacrinos, e intervienen en una
amplia variedad de procesos fisiológicos y patológicos,
incluidas la inmunidad y la inflamación (Figura 2).5 A más
TAB, mayor cantidad de estas sustancias que pueden
ser liberadas a la circulación y el organismo sufrir sus
efectos ulteriormente. Hasta hace pocos años, era una
creencia generalizada la que el tejido adiposo era inerte
y sólo acumulaba exceso de calorías. Ahora, sin embargo,
hemos aprendido que el tejido adiposo es un órgano endocrino activo. El tejido adiposo libera ácidos grasos, los
cuales pueden causar resistencia metabólica a la insulina;
y también está asociado a niveles circulantes elevados de
PCR (un marcador de inflamación crónica subclínica) y
niveles bajos de adiponectina.6
La adiponectina, una proteína circulante específica de
tejido adiposo, mejora la sensibilidad de la insulina y reduce
la resistencia a la insulina.7 Sujetos obesos y con diabetes
tipo II tienen disminución de los niveles plasmáticos de
adiponectina, reducción de HDL-C, elevación de trigli-
Se ha reconocido a la obesidad como un factor de riesgo
clásico para la aterosclerosis y enfermedad cardiovascular
subsecuente. Es un componente de un grupo de estados de
riesgo cardiovasculares incluyendo hipertensión, resistencia
a la insulina y dislipidemia, las cuales se combinan para
formar lo que hoy se define como síndrome metabólico.
Se ha observado que dentro de los efectos más notables
de la cirugía bariátrica en el síndrome metabólico, está el
incremento a la sensibilidad a la insulina de dos a tres veces
a los pocos días de llevada a cabo la cirugía. Esto resulta
Cuadro 1. Síndrome metabólico. La National Cholesterol
Education Program (ATP III) define el Síndrome Metabólico
con la presencia de cualquiera de tres o más de los siguientes
factores de riesgo.
Triglicéridos  150 mg/dL
HDL-C (Lipoproteínas de alta densidad)
Hombres < 40 mg/dL
Mujeres < 50 mg/dL
Glucosa en ayuno  110 mg/dL
Presión arterial  130/85 mmHg
Circunferencia de cintura
Hombres > 40 pulgadas (101 cm)
Mujeres > 35 pulgadas (89 cm)
Disminuye
Obesidad
Dislipidemia
Cambios
mecánicos
Incremento
vol circulante
Adipokinas
Hipoxia
y acidosis
Resistencia
a la insulina
Aumento gasto
cardiaco
Síndrome
metabólico
Hipertensión
pulmonar
Hipertensión
sistémica
Hipertrofia
ventricular der
Hipertrofia
ventricular izq
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Falla
cardiaca
86
Cirugía
bariátrica
Enf. coronaria
Disminuye
DM
tipo II
Figura 1. Influencia de cirugía bariátrica sobre obesidad mórbida y
síndrome metabólico.
Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica, A.C.
Obesidad mórbida y cirugía bariátrica
céridos y de LDL-C. Los niveles elevados de adiponectina
están asociados a reducción en el peso corporal y niveles
reducidos de insulina, llevando a mejorar la sensibilidad a la
insulina.8 Drogas como la metformina y la tiazolidiadionasa
incrementan la adiponectina.
La leptina es producida principalmente por los adipocitos y sus valores circulantes están relacionados con la masa
de TAB. Ésta disminuye la ingesta de alimento y aumenta el
consumo energético por medio de la inducción de factores
anorexigénicos (el transcriptor regulado por cocaína y anfetamina y el proopiomelanocortina) mediante la supresión
de neuropéptidos orexigénicos como el neuropéptido y
el péptido agouti y la orexina. Los valores de leptina son
dependientes del sexo: son mayores en mujeres que en varones, incluso cuando se ajusta el índice de masa corporal.9
La leptina regula la liberación de la mayor parte de las
adipocinas; inhibe la producción de adiponectina, otro
de los mensajeros que más atención ha recibido en la
última década por su aparente papel protector contra los
efectos nocivos de la obesidad, y estimula la producción
de resistina, la cual induce resistencia a la insulina y a la
misma leptina.10
A partir del descubrimiento de la «grelina» en 1999 (del
griego «gre» en el lenguaje protoindoeuropeo «crecimiento», y el sufijo «relin» como el liberar), se ha encontrado que
tiene muchas funciones, además del control de liberación
de la hormona del crecimiento y de la homeostasis de
energía. La grelina tiene un profundo efecto orexigénico y
adipogénico, generando señales al hipotálamo cuando se
requiere un incremento en las necesidades de los sustratos
metabólicos. La presencia de grelina y GHSR (hormona
estimulante de la secreción de grelina) en el núcleo arcuato
del hipotálamo sugiere que ésta actúa centralmente para
regular la ingesta de alimento.
En ratas, la inyección intraventricular de grelina estimula poderosamente la ingesta de comida, mientras que
la inyección de anticuerpos antigrelina la reduce.11 En
animales de experimentación se aplicó grelina subcutánea
observándose aumento de peso y de ingesta de alimento
Disminuye:
Leptina
Resistina
Cirugía
bariátrica
Adiposito
Endotelio
dependiendo de la dosis de grelina aplicada. En seres humanos voluntarios, aplicada endovenosamente estimuló el
hambre y la ingesta de comida.12
La distribución del tejido adiposo puede tener dos formas básicas en su distribución en el cuerpo de hombres y
mujeres obesos y por varias décadas los clínicos han abrazado una fácil descripción de estas diferencias: manzanas
vs peras. Las personas en forma de manzana ganan peso
centralmente mientras que las que tienen forma de pera
ganan peso en las caderas.13,14
La evidencia circunstancial en crecimiento indica que
la grasa visceral (manzana o pera) detectada por TAC (tomografía axial computada) o RMN (resonancia magnética
nuclear) se correlaciona más cercanamente con las complicaciones cardiovasculares o metabólicas de la obesidad
y un riesgo incrementado de diabetes hasta 10 veces.15
Algunos estudios han investigado que retirando la grasa
mediante liposucción puede disminuir el riesgo cardiometabólico. Sin embargo, otros estudios como el de Klein et
al., en donde removieron de 28 al 44% del tejido adiposo
subcutáneo en 15 mujeres obesas, observaron que esto no
alteró significativamente el músculo, hígado o la sensibilidad
a la insulina; tampoco alteró significativamente la PCR,
interleukina 6, FNT (factor de necrosis tumoral) o concentraciones plasmáticas de adiponectina ni la presión arterial.16
La TAC y la RMN pueden establecer de manera exacta
la localización del tejido adiposo y son considerados el
estándar de oro para hacerlo. Los investigadores observaron
en 1947 que las mujeres tendían a acumular peso en dos
áreas separadas: en la cadera y centralmente (abdomen).
Los hombres tendían a ganar peso abdominalmente.17
La grasa localizada en la cavidad visceral (adiposidad
visceral), y especialmente la grasa localizada en el hígado
es metabólicamente más activa que el tejido adiposo subcutáneo. El papel que juega la grasa hepática puede llevar
al incremento en la producción de glucosa y ser parte de
un ciclo entre el intestino y el SNC que puede regular el
metabolismo. Por lo anterior, retirar la grasa del tejido celular subcutáneo como único método quirúrgico no es una
Cirugía
bariátrica
Disminuye:
E-selectina
P-selectina
ICAM-1
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Aumenta:
Adiponectina
Ateroesclerosis
Mejora:
Presión
arterial
Glucosa
Perfil de
lípidos
Cirugía
bariátrica
Riesgos
clásicos:
Hipertensión
DM II
Dislipidemia
Vol.13 No. 2 Abr.-Jun., 2012. pp 85-94
Inflamación
sistémica
y estrés
oxidativo
Cirugía
bariátrica
Disminuye:
Prot C reactiva
Ácido siálico
Malondialdehído
Factor von
Willebrand
Figura 2. Mecanismos de aterosclerosis y beneficio con cirugía bariátrica.
87
Shiordia PJ y cols.
solución. La contribución de la PCR (proteína C reactiva)
al desarrollo de la enfermedad es poco claro, pero parece
estar fuertemente relacionado con la enfermedad cardiovascular y diabetes. Las estatinas usadas primariamente
para disminuir las proteínas de baja densidad del colesterol
(LDL-C) también disminuyen los niveles de PCR.17
Como los cambios en la dieta y el ejercicio parecen
ser insuficientes para golpear el incremento en la obesidad, se requiere de otra intervención, quizá una que
ataque el problema a nivel del SNC y a nivel del órgano
blanco periférico. El sistema endocannabinoide (SEC) es
un sistema neuromodulador muy importante. El sistema
SEC juega un importante papel en muchos procesos
fisiológicos, incluyendo la homeostasis de energía, la
regulación del peso y de los procesos metabólicos y
comportamientos motivacionales. Desafortunadamente el exceso de comida, especialmente la paladeable,
incrementa la actividad del SEC y subsecuentemente
aumenta el acúmulo de grasa.18
EPIDEMIOLOGÍA
Datos de la Secretaría de Salud en México muestran que en
2002, 70% de los adultos tenían algún grado de obesidad
en la frontera con Estados Unidos. Se calcula que actualmente nueve millones de americanos padecen obesidad
mórbida. En Chile se reporta una prevalencia de 19.7% y
en España de 23%.19
Según los estudios publicados, el costo que demanda
la obesidad y sus comorbilidades asociadas alcanza un
porcentaje que varía entre 2 y 9.4% del costo total en salud
en los países con información disponible.20,21
La obesidad se encuentra asociada a factores genéticos,
ambientales, psicológicos y patológicos, como se observa
en el cuadro 2.
TRATAMIENTO MÉDICO DE LA OBESIDAD
El efecto de las dietas muy bajas en calorías (DMBC) ha sido
evaluado en diversos estudios; en un seguimiento a ocho
meses, Moreno22 encontró en 67 pacientes divididos en dos
grupos en donde se comparaban dietas diferentes de entre
500 y 800 calorías al día, una pérdida ponderal de 9 y 8 kg,
respectivamente. Sin embargo, a pesar de los resultados se
observó que los pacientes que han sido sometidos a DMBC
muestran disminución en algunos parámetros, como perfil
de lípidos, glucosa y presión arterial.
En otro ECA (Estudio Controlado Aleatorizado) realizado
en Australia con seguimiento de dos años, en donde se
comparó un grupo con tratamiento médico que incluía
dieta baja en calorías e ingesta de grasas, medicamentos,
cambios de estilo de vida con ejercicio (aeróbico de medio a intenso) o actividad física y dieta rica en fibra, y otro
grupo con tratamiento quirúrgico, O’Brien23 observó que
hasta los seis meses la pérdida de peso en ambos grupos era
similar; sin embargo, a partir de este tiempo las tendencias
de ambos grupos se separaban y mientras que los del grupo
quirúrgico continuaban con pérdida de peso continua, el
grupo con tratamiento médico comenzó a recuperar el peso
perdido hasta que a los dos años el grupo médico había
perdido en promedio 5% de peso, mientras el quirúrgico
se encontraba en más de 25%.
Lo anterior muestra un hecho ya conocido: la baja de
peso en pacientes con obesidad mórbida es muy difícil por
falta de apego al tratamiento, abandono, y aun cuando se
llegue a obtener un buen resultado, en algunos meses la
recaída y recuperación del peso perdido es lo más común.
CIRUGÍA BARIÁTRICA
La obesidad mórbida es un proceso crónico, multifactorial,
sin tratamiento curativo por el momento. El tratamiento
dietético asociado a modificaciones del estilo de vida,
ejercicio y terapia conductual, así como el tratamiento complementario con medicamentos consigue pérdidas de peso
de alrededor de 10% a mediano plazo que contribuyen a
mejorar
algunas comorbilidades.
embargo,
debido a las
Este
documento
es elaboradoSinpor
Medigraphic
fallas en el tratamiento se han buscado alternativas capaces
de reducir las comorbilidades asociadas.24
De ahí surgió la cirugía bariátrica, que similar a otras
disciplinas quirúrgicas fue desarrollada en olas a través de
la contribución de muchos. El término bariátrica deriva de
la palabra griega barys o «baros» que se refiere a pesado
o pesadez.
El primer parteaguas fue cuando un grupo de cirujanos
de Minnesota (Kremen y Varco) reconocieron que la obesidad era una enfermedad lo suficientemente peligrosa como
para requerir solución quirúrgica. Crearon un modelo de
intestino corto haciendo una anastomosis término-terminal
de 36 cm de yeyuno a 10 cm de íleon terminal. Había una
pérdida de peso muy importante, pero con complicaciones
inaceptables. Éstas incluían: insuficiencia hepática aguda,
cirrosis, insuficiencia renal, enfermedades autoinmunes y
deficiencias minerales y vitamínicas importantes, que hicieron que muchos de los 30 mil casos operados tuvieran
que ser revertidos.25 Posteriormente, han surgido muchas
técnicas, variaciones que han llegado hasta la cirugía
laparoscópica. Las operaciones bariátricas se han divido
tradicionalmente en tres grupos:
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Cuadro 2. Enfermedades asociadas a la obesidad.
Enfermedad coronaria
Hipertensión arterial
Osteoartritis
Diabetes
EPOC
Cáncer
88
Evento cerebrovascular
Esteatosis hepática
Gota
Colecistitis
Apnea del sueño
Trastornos reproductivos
Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica, A.C.
Obesidad mórbida y cirugía bariátrica
a)
Las restrictivas, que producen disminución de peso al
limitar la ingesta (banda gástrica y manga gástrica).
b) Las malabsortivas, que producen baja de peso al interferir con los procesos de digestión y absorción (bypass
intestinal).
c) Los procedimientos mixtos.26-28
TÉCNICAS DE CIRUGÍA BARIÁTRICA
UTILIZADAS29 (FIGURA 3)
La cirugía bariátrica es el tratamiento más efectivo para la
obesidad severa, pues produce una disminución de peso
dramática y duradera. Poires,29 en su serie de 608 pacientes
seguidos durante 16 años vio que el promedio de pérdida
de peso fue de 48.2 kg. El uso de porcentaje de pérdida
de exceso de peso es una medida que permite comparar
las distintas operaciones bariátricas. Buchwald30 usó esta
medida en un metaanálisis de 2,738 revisiones entre 1990 y
2002 que involucraban los resultados en 22,094 pacientes.
Estos datos mostraron los siguientes resultados en diferentes tipos de técnicas quirúrgicas de cirugía bariátrica,
expresados en % pérdida de exceso de peso:
•
•
Banda gástrica ajustable: 47.5%
Banda gástrica con gastroplastia vertical: 68.2%
•
•
Bypass con Y de Roux: 61.6%
Bypass biliopancreático con switch duodenal: 79.1%
El trabajo incluye 361 estudios con 478 brazos de tratamiento y 85,048 pacientes. Basalmente, el promedio de
edad fue de 40.0 años, con un IMC de 47.4 kg/m2, 85%
fueron mujeres y 11.5% tuvieron previamente procedimientos bariátricos. El metaanálisis de mortalidad a los 30
días mostró una mortalidad de 0.28% (con IC de 95% de
0.22-0.34), en un brazo de tratamiento de 475 tratamientos
(n = 84,931 pacientes), con una mortalidad total de 30
días a 2 años de 0.35% (IC 95% 0.12-0.58) en 140 brazos
de tratamiento (n = 19,928 pacientes).30
La respuesta de los pacientes a la cirugía bariátrica varía
de acuerdo con el sexo, edad, raza, educación, estatus
emocional y nivel de actividad, entre otros.
El abordaje quirúrgico, ya sea cirugía abierta o laparoscópica, no parece afectar el grado de disminución de peso.
La mayoría de los pacientes alcanzan su máxima pérdida de
peso a los 2 años, de 5 al 7% lo hacen hasta los 5 años.31,32
La falla en la cirugía bariátrica aún está por definirse. La
falla no sólo debe considerarse en el porcentaje de peso
que se pierde sino también en la falta de mejoría de las
comorbilidades como diabetes, asma, infertilidad y función
cardiopulmonar.
Cirugías bariátricas
Operaciones
raramente
realizadas
hoy en día
Bypass intestinal
Gastroplastía
vertical con banda
Bypass minigástrico
con asa
Bypass gástrico
Banda gástrica
ajustable
Bypass biliopancreático
con switch duodenal
Actualmente
aceptadas
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En investigación
Pories WJ. Bariatric surgery: risks
and rewards. J Clin Endocrinol
Metab 2008; 93(Suppl 1): 89-96.
Manga gástrica
Vol.13 No. 2 Abr.-Jun., 2012. pp 85-94
Bypass
duodeno-yeyunal
Transposición
íleal
Figura 3. Técnicas de cirugía bariátrica utilizadas.29
89
Shiordia PJ y cols.
Una de las cirugías que se han realizado con frecuencia
recientemente es la manga gástrica o gastrectomía tubular
laparoscópica. Ésta elimina la porción de estómago donde
se produce la grelina, hormona que estimula el apetito. No
hay síndrome de Dumping porque el píloro está preservado y, con la resección gástrica, se minimiza la incidencia
de úlceras pépticas. Al eliminar el bypass biliopancreático
se eliminan todos sus efectos secundarios (obstrucción
intestinal, osteoporosis por mala absorción del calcio,
anemia, malnutrición proteínica y déficit de vitaminas
liposolubles). Los pacientes muy obesos con IMC > 65 kg/
m2 pueden ser operados.33 Mientras que los pacientes con
un índice de masa corporal muy elevado pueden tener
más que ganar de procedimientos tales como el bypass
gástrico con Y de Roux o el switch biliopancreático/switch
duodenal; el aumento del riesgo de complicaciones postoperatorias a menudo los hace pobres candidatos para la
cirugía. Como resultado, varias técnicas «puente» se han
propuesto para otorgar una pérdida de peso clínicamente
efectiva y además reducir el riesgo de complicaciones y
mejorar los resultados en los procedimientos definitivos
para perder peso.34
La manga gástrica es una operación puramente restrictiva que reduce el tamaño del estómago a un reservorio de
60-100 mL, permitiendo la ingesta de pequeñas cantidades
de alimento y dando una sensación de saciedad tempranamente durante la comida. Recientemente, sin embargo,
se ha sugerido que la atenuación de los niveles de grelina
endógenos pueden también contribuir al éxito de la manga
gástrica laparoscópica.34 La grelina, que se piensa es un
péptido hormona-regulador del hambre, es principalmente
producida en el fondo del estómago. Resecando el fondo
en la manga gástrica, la mayoría de las células productoras
de grelina son retiradas; por lo tanto, se reducen los niveles
plasmáticos de grelina y el hambre subsecuente.35
COMPLICACIONES
Las complicaciones pueden incluir, por ejemplo en
la banda gástrica, erosión por la banda (4%), disfagia
o deslizamiento de la banda en 1-3% de los casos y
síntomas de reflujo severo. En la cirugía de bypass, una
fuga de la anastomosis se puede presentar hasta de 1.5
al 5% de los casos en nuestra revisión. Hernias internas
se pueden presentar con más frecuencia en la cirugía
laparoscópica por falla del cirujano en cerrar la brecha
mesentérica. La estenosis en el sitio de anastomosis en
los bypass gástricos va de 3 al 11% y se puede manifestar hasta los 10 días después de la cirugía. En todas las
cirugías se pueden presentar tromboembolia y colelitiasis
(hasta en 30%) por pérdida súbita de peso y hernias en
los puertos o sangrado en las líneas de sutura.36
En 2008 se publicó una revisión retrospectiva de 164
pacientes a quienes se les realizó manga gástrica laparoscópica de 2004 a 2007 en la Cleveland Clinic Florida. En
este estudio, la manga gástrica en un paso fue practicada
en 148 pacientes. El índice de complicaciones fue de
2.9% (4/149), incluyendo una fuga de la línea de sutura
(0.7%), 1 caso de hemorragia (0.7%), un caso de absceso
postoperatorio (0.7%) y un caso de estenosis de la manga
que requirió dilatación endoscópica (0.7%).
Una complicación tardía de coledocolitiasis y estenosis
de la vía biliar requirió un procedimiento de Whipple.
En 16 pacientes fue usada como cirugía de revisión de
cirugía previa (9%). Uno de estos pacientes tuvo fuga y
formó un absceso (7.1%) que requirió operación. Un caso
fue suspendido y dos casos fueron convertidos a cirugía
abierta por la gran cantidad de adherencias. Ningún paciente falleció.37
Desafortunadamente, entre más efectivo el procedimiento el riesgo es mayor. Con la banda gástrica, manga
gástrica y bypass gástrico, la pérdida de exceso de peso a
dos años es, respectivamente, 49, 56 y 73.3%, y los índices
de mortalidad son de 0.1, 0.15 y 0.8% (Cuadro 3).
La cirugía bariátrica parece reducir la mortalidad total
por comorbilidades en 40% a 10 años (56% para infarto al
miocardio, 92% para diabetes y 60% para cáncer).38
En una revisión inglesa de 3,900 pacientes se presentó la mortalidad desglosada por tipo de cirugía de
2000 a 2005.3
Cuadro 3. Desenlace por tipo de operación. Los valores son números (%) a menos que se indique otra cosa.
Desenlace
Bypass gástrico
(n = 3,191)
Banda gástrica
(n = 3,649)
Manga gástrica
(n = 133)
Total
(n = 6,953)
Valor de p
15 (0.5)
13/786 (1.7)
308 (9.7)
5 (3-7)
3 (0.1)
11 (1,080) (1.0)
232 (6.4)
2 (1-3)
1 (1)
NA
16 (14)
4 (3-7)
19 (0.3)
24/1,866 (1.3)
556 (8.0)
3 (2-6)
0.004
0.229
< 0.001
< 0.001
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Mortalidad a 30 días
Mortalidad a 365 días
Índice de readmisión a 28 días
Mediana de estancia hospitalaria en días
Análisis de varianza de tres procedimientos quirúrgicos (bypass gástrico, banda gástrica y manga gástrica) para mortalidad a 30 días, mortalidad a 365 días
y readmisión a los 28 días; Kruskal Wall de tres procedimientos quirúrgicos para tiempo de estancia.
Burns EM, Naseem H, Bottle A, Darzi A, Moorthy K. Introduction of laparoscopic bariatric surgery in England: observational population cohort study. BMJ
2010; 341:c 4296 doi:10.1136/bmj.c4296.
90
Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica, A.C.
Obesidad mórbida y cirugía bariátrica
EFECTO DE LA CIRUGÍA BARIÁTRICA EN
LA DIABETES
El efecto más sobresaliente de la cirugía bariátrica es la
completa y rápida remisión de la diabetes mellitus tipo
II, una enfermedad previamente considerada progresiva
e inalterable. A pesar de todos los avances médicos, la
diabetes continúa siendo nuestra enfermedad más cara.
Actualmente, la DM II afecta a 24 millones de americanos y representa la mayor causa de ceguera, insuficiencia
renal y amputaciones en Estados Unidos.
En la serie de Poires,29 de un total de 608 pacientes, 165
tenían DM II y 165 prueba de tolerancia a la glucosa anormal. El 83 y 99%, respectivamente, tuvieron una retorno
a niveles normales y se mantuvieron en esta circunstancia
en un seguimiento de 9.4 años.
MacDonald39 mostró en su serie una disminución de
la mortalidad por DMII de 4.5 al 1% anual, basado en un
grupo control.
EFECTO DE LA CIRUGÍA BARIÁTRICA
EN OTRAS COMORBILIDADES DE LA
OBESIDAD SEVERA
La obesidad mórbida afecta virtualmente a cualquier sistema del cuerpo con una amplia expresión de enfermedades
serias, incluyendo pseudotumores cerebrales, hipertensión
arterial, diabetes, insuficiencia renal, inmunoincompetencia, asma, reflujo gastroesofágico, EPOC, falla cardiaca,
aterosclerosis, artritis en articulaciones que cargan peso,
infertilidad, alteraciones dermatológicas y un aumento en la
prevalencia de algunos tumores cancerosos, especialmente
colon, próstata, mama y ovario.
Como consecuencia de la cirugía bariátrica se ha observado reducción en sintomatología de asma y enfermedad
por reflujo gastroesofágico, pudiendo permanecer sin
medicamento. Lo más impresionante es el hallazgo de la
reducción en la incidencia de cáncer (80%) en los primeros
cinco años postcirugía. Esto es debido a la disminución de
las citoquinas, lo que conlleva la reducción de adipocitos.
Esto es sólo especulación pero se debe seguir investigando.40
ECONOMÍA DE LA OBESIDAD
Al comparar el costo directo anual entre sujetos con peso
normal con sujetos obesos, los rangos de aumento porcentual oscilan entre 25 y 36% más alto para los obesos
y entre 44 y 53% mayor en el caso de obesidad severa y
mórbida.41,42
Son pocos los estudios de costos relacionados con la
pérdida de productividad asociada a la obesidad (costos
indirectos). La mayor parte se centran en la determinación
del ausentismo laboral, pero los resultados son dispares
dependiendo del diseño de estudio utilizado.
En una cohorte de 4,673 mineros en Chile43 durante dos
años se determinó que la prevalencia de obesidad fue de
28%. Los resultados confirmaron un incremento en el costo
de salud con un aumento de 17 y 58% en los pacientes con
obesidad severa y mórbida respectivamente, comparado al
de individuos normales, cifras que concuerdan con otros
reportes de la literatura.41,43,44 El ausentismo laboral también
fue mayor en la obesidad severa y mórbida en un 25 y 57%
respectivamente, comparado con los sujetos de IMC normal.
En un estudio realizado en Australia se aplicó un modelo de Markov (probabilístico) representando la historia
natural de la DM II en pacientes obesos divididos en dos
grupos: los de tratamiento médico y los de tratamiento
quirúrgico. La proyección fue alimentada con variables que
involucran número de consultas, costo de medicamentos,
complicaciones quirúrgicas y por supuesto la disminución
de IMC, sexo, edad, etc. Los resultados mostraron que
a 10 años era más efectivo y menos costoso (98,000 vs
101,000 AUD) el grupo quirúrgico con mejor calidad de
vida y mayor sobrevivencia.45
En su estudio, Cremieux46 encontró, aplicando los datos
en un modelo económico de análisis de costos, que había
recuperación de la inversión inicial en la cirugía laparoscópica a los dos años y a los cuatro años en la cirugía abierta.
En una revisión sistemática y evaluación económica realizada por Picot,47 que incluía 5,386 referencias y de las cuales
26 eran ECAs (estudios controlados aleatorizados) encontró
evidencia de que la cirugía bariátrica era más efectiva para
disminuir de peso que el tratamiento médico; que a los 10
años, los pacientes del grupo quirúrgico continuaban con
la pérdida de peso mientras que el grupo médico había
ganado peso. Después de la cirugía era estadísticamente
significativo que menos pacientes tenían síndrome metabólico o diabetes mellitus tipo II en el grupo quirúrgico que
en el grupo de tratamiento médico, sin importar el tipo de
cirugía bariátrica que había sido seleccionado.
La mortalidad reportada en las 5,386 referencias varió
de 0 al 10%.
INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
PARA CIRUGÍA BARIÁTRICA
En 1991, el National Institute of Health de Estados Unidos
consideró la cirugía como el procedimiento idóneo para
el tratamiento de la obesidad clínicamente patológica, u
obesidad mórbida, ya que los resultados obtenidos con las
diferentes técnicas quirúrgicas superan los riesgos quirúrgicos de la intervención.
En términos prácticos, la mayoría de los médicos y
cirujanos consideran elegibles a los pacientes para cirugía
bariátrica si su IMC es por lo menos de 40, o si el IMC es
de 35 asociado a comorbilidades como diabetes, hipertensión, artritis que limita la función en la vida diaria y falla
cardiopulmonar (apnea obstructiva del sueño, síndrome de
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Vol.13 No. 2 Abr.-Jun., 2012. pp 85-94
91
Shiordia PJ y cols.
Pickwick y cardiopatía relacionada con la obesidad). En el
pasado, los límites de edad iban de 18 a 65 años, pero datos
recientes muestran que adolescentes y pacientes mayores
de 70 años pueden beneficiarse de la cirugía con poco o
ningún incremento en el riesgo. Obesidad mantenida durante 5 años. Fracaso de otros tratamientos. Seguridad en
la cooperación del paciente a largo plazo. Consentimiento
informado y asunción del riesgo quirúrgico.48
Otros criterios de inclusión comprenden la capacidad
del paciente de entender la cirugía y las consecuencias del
tratamiento, completar el seguimiento a largo plazo, estar
de acuerdo con mantener un suplemento vitamínico y
mineral y reportar rápidamente cualquier problema a los especialistas sobre las complicaciones de la cirugía bariátrica.
Las contraindicaciones incluyen trastornos emocionales
incontrolables y abuso de drogas y alcohol. Una contraindicación relativa observada por muchos cirujanos es la falta
de apoyo o un fuerte desacuerdo familiar para la realización
de la cirugía.29 Patología suprarrenal o tiroidea que pueda
ser causante de la obesidad. Expectativas poco realistas de
los resultados de la intervención. El reflujo gastroesofágico y
las alteraciones motoras del esófago son contraindicaciones
para la realización de procedimientos restrictivos.49
•
•
•
•
CONCLUSIONES
•
•
•
•
Existe suficiente evidencia para decir que es un problema de salud pública en los países industrializados, con
prevalencias que giran en torno al 20% de la población.3
Es increíble que hoy en día estemos ante una cirugía
que mejora la DM tipo II, la hipertensión, que reincorpora a la actividad a la mayoría de los pacientes, que
quita la obesidad y no deja remisiones, y que además
tiene un índice de morbilidad y mortalidad comparable
al de la colecistectomía laparoscópica.29
Existe evidencia de que la cirugía bariátrica
(independientemente del tipo de cirugía usada
actualmente) es mejor que el uso de dietas muy bajas
en calorías con y sin cambios en el estilo de vida y uso
de medicamentos.47
La investigación en los últimos años ha hecho comprender
mejor el papel de la grelina, adiponectina y otras incretinas
en el desarrollo de la obesidad mórbida y el síndrome
metabólico, y por ende comprender de mejor manera la
fisiopatología quirúrgica de las técnicas actuales.3
•
•
Desde el inicio de la cirugía bariátrica se han utilizado
diversas técnicas y hoy en día varias con cirugía laparoscópica; se podría asegurar que a raíz de la aparición
de guías de práctica clínica y del reconocimiento como
problema de salud se han aumentado año con año
el número de cirugías. Por otro lado, se observa que
asociado a la curva de aprendizaje no hay un aumento
en la morbilidad o mortalidad, lo cual nos indica que
la cirugía laparoscópica se ha introducido de manera
segura en los sistemas de salud.3
Los estudios muestran que se realiza con mayor frecuencia en mujeres alrededor de los 40 años y con
IMC promedio de 46%.
La manga gástrica está siendo utilizada como una excelente
opción e inclusivo un escalón a una cirugía de bypass.
Con base en la gran cantidad de estudios controlados
aleatorizados, la cirugía bariátrica ha mostrado que es la
terapia más efectiva para la pérdida de peso sostenida
en la obesidad mórbida. También ha mostrado que
mejora el estatus metabólico, mejorando el perfil de
lípidos, hipertensión arterial DM tipo II y por lo tanto
disminuye el riesgo cardiovascular. Por lo tanto, estas
operaciones están incrementándose, siendo reconocidas como procedimientos metabólicos gastrointestinales debido a que demuestran un papel fisiológico más
amplio que el de simplemente bajar de peso, incrementándose también su aplicación en pacientes con
una obesidad menos severa con desenlaces exitosos.4
La evidencia indica que la disminución de las comorbilidades es un hecho, mejorando o eliminando el
síndrome metabólico.29,40
Existe evidencia de que la disminución en comorbilidades e IMC hace que el costo inicial que representa la
cirugía bariátrica, en cualquiera de sus formas, se recupera a los dos años en cirugía laparoscópica y a cuatro
años en cirugía abierta, tomando en cuenta la calidad
de vida, ausentismo del trabajo y curación de DM tipo
II, sin tomar en cuenta el resto de las comorbilidades
que obviamente aumentan el costo por paciente, que
persiste con obesidad mórbida al paso de los mismos dos
o cuatro años.45 Existe evidencia de que la morbilidad y
mortalidad son bajas, independientemente de la revisión
que citemos; sin embargo, esto se debe a que siempre
debe ser un equipo experimentado y multidisciplinario
el que maneje a los pacientes con obesidad mórbida.29,30
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