Sedes regiae asturorum

SEDES REGIAE ASTURORUM.
CENTROS DE PODER Y POBLAMIENTO EN ASTURIAS
MEDIEVAL.
LA FORMACIÓN DE UNA SEDE REGIA Y SU TERRITORIO:
CANGAS DE ONÍS
JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ
(INVESTIGADOR PRINCIPAL)
DATOS TÉCNICOS
PROYECTO
Sedes Regiae Asturorum.Centros de poder y poblamiento en Asturias Medieval.
(I+D+I. Ref. FC-02-PC-SPV01-11).
2002-2003.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN:
José Avelino Gutiérrez González (Investigador principal)
Francisco Javier Fernández Conde (Investigador)
Lorenzo Arias Páramo (Investigador)
Iván Muñiz López (Investigador contratado)
ELABORACIÓN DE MEMORIA
Coordinación e Introducción: José Avelino Gutiérrez González
Memoria capítulos 1 a 4 y fichas de yacimientos: Iván Muñiz López
FOTOGRAFÍAS
José Avelino Gutiérrez González
Iván Muñiz López
(Excepto aquellas en las que se especifique otra autoría o procedencia)
DISEÑO GRÁFICO, MAQUETACIÓN Y EDICIÓN
Carmen Benéitez González
(Base cartográfica: Carta Digital de Españas v.3.0, Servicio Geográfico del Ejército)
Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
DOLMEN DE SANTA CRUZ
(CANGAS DE ONÍS)
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 12”
5º 07´ 43”
60 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Terraza fluvial situada en la confluencia de los ríos
Güeña y Sella, Este sector de vega es conocido desde al
menos el siglo XVI como “Vega de Santa Cruz” o
“Ería de Santa Cruz”. Hoy, el paisaje tradicional de
carácter agrario, con un bosquete de acacias
contorneando el túmulo, se encuentra muy alterado por
la expansión urbanística.
TIPOLOGÍA
Enterramiento tumular.
Según C.de laVega del Sella 1919
DESCRIPCIÓN
Dolmen de cámara simple compuesto por siete ortostatos y una cobertera, con recinto poligonal y cubierto por un
túmulo. La arquitectura funeraria fue realizada con calizas extraídas del cercano monte de Llueves, mientras para la
coraza pétrea del túmulo se emplearon cantos fluviales de la propia vega. Las paredes internas de la cámara presentan
decoración pictórica y grabada de carácter simbólico. A su vez, en el interior se han hallado, con motivo de las
diversas excavaciones practicadas a lo largo del siglo XIX, un lote de materiales, entre ellos un hacha pulimentada de
excelente factura.
INTERPRETACIÓN
Enterramiento con posible carácter colectivo y connotaciones jerárquicas que aprovecha el paradigmático
emplazamiento entre dos ríos con una funcionalidad simbólica, ligada a un cierto concepto de dominio sobre el
espacio. En el siglo VIII, la edificación de la iglesia de Santa Cruz sobre el dolmen heredaría este componente. A lo
largo del tiempo, el dolmen mantuvo connotaciones mágico-religiosas para los habitantes de Cangas de Onís, de forma
que en el s. XVI se sacaban carbones para fines curativos.
CRONOLOGÍA
Datación relativa establecida a través de la decoración pictórica en la primera mitad del III milenio a. C.
GRADO DE CONSERVACIÓN
El conjunto megalítico sufrió las consecuencias de la voladura efectuada durante la Guerra Civil, perdiendo su coraza
pétrea, que fue reconstruida artificialmente en la posguerra. Ha desaparecido su cobertera, mientras la decoración
pictórica presenta desgaste en su intensidad cromática. Musealizado en la actualidad.
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YACIMIENTO
DOLMEN DE ABAMIA
(CORAO)
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 26”
5º 03´ 30”
200 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Rellano en las estribaciones del Macizo Occidental de
los Picos de Europa que ascienden hacia la Sierra de la
Cruz de Priena. Paisaje de pastizales con una leve
mancha arbórea de bosque planicaducifolio (castaños y
robles), mientras en la posición del dolmen se
conservan viejos texos.
TIPOLOGÍA
Enterramiento tumular
Según C.de laVega del Sella 1919
DESCRIPCIÓN
Descubierto en 1833, el dolmen conservaba en 1857 tres ortostatos y la cobertera. Fue excavado por Soto Posada y
Frassinelli que localizaron cráneos humanos, fusaiolas, hachas de piedra pulimentada y otros objetos, una parte de los
cuales engrosarían la colección arqueológica de la casa de Labra. Según algunos autores, formaría parte del lote un
hacha pequeña o escoplo de fibrolita de dicha colección. A la cámara funeraria pertenecería igualmente la “llosa de
Abamia”, un ortostato con un conjunto de grabados esquemáticos realizados en diversos momentos.
INTERPRETACIÓN
Enterramiento funerario correspondiente tal vez a una necrópolis megalítica de mayor importancia. Su emplazamiento,
además de buscar el factor de dominio visual, ha de relacionarse con el paso a su lado de la vía ganadera de Abamia,
dentro de una asociación entre el valor simbólico del enterramiento como fijador de derechos ancestrales sobre el
espacio y las prácticas de transterminancia ganadera hacia los pastos de altura. En Alta Edad Media, la construcción a
escasos 20 m. de distancia de la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, acogería esta función, regulando desde los
parámetros de la sociedad feudal el tránsito ganadero. En el mismo sentido, la llosa fue reempleada como mojón de
término o señalador de la ruta, insculpiéndose algunos de los motivos conservados.
CRONOLOGÍA
Neolítico indeterminado.
GRADO DE CONSERVACIÓN
El dolmen había desaparecido antes de 1919. Frassinelli donó al Museo Arqueológico Nacional en 1868 la “llosa de
Abamia”, único componente superviviente. En el antiguo emplazamiento, las irregularidades del terreno podrían
marcar aun la huella del antiguo dolmen, o bien corresponder a afloramientos calizos.
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YACIMIENTO
CUEVA DE TRESPANDO
(CORAO)
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 58”
5º 04´ 26”
110 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Espolón de calizas cretácicas que cierra la Vega
Jondos, a unos 500 m. al W. de Corao, con la cueva
orientada al SE.
TIPOLOGÍA
Enterramiento en cueva.
DESCRIPCIÓN
Pequeña cavidad de 1 m. de altura y 8 de longitud. En un momento anterior al año 1981 fue realizada una zanja de
saqueo, exhumándose restos humanos que los lugareños relacionaron con un enterramiento de la Guerra Civil. En la
escombrera originada por los saqueadores se localizaron materiales líticos, dos colgantes en forma de plaqueta de
pizarra y cuenta de tonelete, un conjunto de cerámicas, restos faunísticos, así como fragmentos del esqueleto
inhumado.
INTERPRETACIÓN
Dada la inhabitabilidad de la angosta cavidad, se propuso desde un inicio su condición de enterramiento en cueva,
pudiendo relacionarse con un ámbito funerario común al área de Corao, del que formarían parte en distintas
cronologías los dólmenes de Abamia y La Granda y el depósito funerario de la cueva del Cuélebre, situado en el
mismo farallón a escasa distancia de Trespando, en correspondencia con la posición de un asentamiento abierto de
carácter colectivo, ubicado en la propia vega. En Alta Edad Media, la oquedad pudo mantener un cierto valor como
hito en la delimitación del término de la villa de Corao, asumido más tarde por la iglesia de Santa Eulalia de Abamia.
En este sentido, el falso diploma pelagiano de 926 menciona como uno de los términos “illa cova”, coincidiendo con la
posición de Trespando o el Cuélebre.
CRONOLOGÍA
Primera mitad del segundo Milenio. Calcolítico Final o principios del Bronce Antiguo.
GRADO DE CONSERVACIÓN
La cueva se halla en estado de abandono, encontrándose el sendero de acceso cubierto por la maleza.
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YACIMIENTO
CUEVA DEL CUÉLEBRE
(CORAO)
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 49”
5º 03´ 56”
115 m.s.n.m
EMPLAZAMIENTO
Situada en el farallón de calizas cretácicas de la cantera
de Suscuevas, que domina la Vega Jondos a la altura de
Corao.
TIPOLOGÍA
Depósito funerario/ usos habitacionales.
DESCRIPCIÓN
También conocida como cueva de Gufferrero, constituye en realidad un abrigo rocoso dotado de una amplia visera y
segmentado en tres cavidades. Frassinelli halló un lote de materiales compuesto por un hacha pulimentada, un ídolo
reticulado sobre canto rodado, un anillo de cobre y una punta de bronce y un puñal, junto a “cinco fragmentos de hueso
de Mastodonte (…) bajo una capa de óxido de hierro muy puro, entre carbones, ceniza y cascajo y huesos partidos á lo
largo de las cañas”.
INTERPRETACIÓN
Atendiendo a las difusas condiciones del hallazgo y sin poder definir un horizonte de ocupación, los materiales han
sido relacionados con una posible ofrenda funeraria, formando parte de un ambiente funerario integrado en diversas
cronologías por los dólmenes de Abamia y La Granda y el enterramiento rupestre de Trespando, en correspondencia
con un posible asentamiento colectivo en la vega. Posteriormente, en sus inmediaciones se localizó una moneda
romana, un “gran bronce de Faustina joven”, por lo que no pueden excluirse usos posteriores asociados al poblamiento
romano de la cuenca del Güeña. Durante la Alta Edad Media, el abrigo mantuvo su singularidad para la comunidad
campesina de Corao, empleándose como hito en la delimitación del término de la iglesia de Santa Eulalia de Abamia,
que aglutinaría posiblemente el antiguo espacio circunscrito al asentamiento abierto. En el falso pelagiano de 926, se
alude a “illa cova”, coincidiendo con la posición del Cuélebre o la cercana cueva de Trespando. De igual forma, de su
posición se deriva el nombre de la aldea de Sobrecueva. A la entrada se conservan los vestigios de un habitáculo
empleado quizá como refugio ganadero.
CRONOLOGÍA
El puñal ha sido datado en torno a 1800-1600 a.C, no lejos cronológicamente de los puñales del estadio II de Almagro
Gorbea, siendo el único elemento de datación indirecta para un momento de uso del abrigo.
GRADO DE CONSERVACIÓN
El abrigo cuenta con un buen acceso, lo que facilita el goteo de visitas. En la superficie no se advierten materiales. Sí
se conserva el banco de piedra empleado por Frassinelli para sus trabajos.
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YACIMIENTO
MINA MILAGRO
(BOVIA. ONÍS)
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 12”
4º 59´ 56”
270-300 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Situada a media ladera de la sierra de Pelamoru o
Valdelamesa (Bobia. Onís) a escasos dos km. de
Mestas de Con y en pleno límite entre Cangas de Onís
y Onís. Vegetación de matorral y maleza, ramoneado
por el ganado vacuno que pasta en el área.
TIPOLOGÍA
Según M.de Blas 1989
Explotación de minería cuprífera
DESCRIPCIÓN
En la actualidad, existen dos antiguos espacios de laboreo, muy transformados por las labores contemporáneas, con las
escombreras bien visibles desde la lejanía: uno inferior, la llamada mina del Socavón, y otro superior, la mina de
Enmedio, ubicadas ambas entre los parajes de Pelamoru y la Coroncina. La mina del Socavón es una galería horizontal
empleada como aliviadero para el drenaje de las corrientes freáticas. La de Enmedio se halla subdividida en dos
conjuntos, en un caso formado por amplias explotaciones estructuradas interiormente mediante pequeñas galerías y
prospecciones horizontales, algunas de dimensiones muy reducidas. La segunda zona comprende cinco sondeos
verticales de considerable profundidad y una galería horizontal. Se han localizado cuatro cráneos humanos y una
mandíbula además de una serie de utensilios destinados al primitivo laboreo (mazas sobre canto rodado y martillos y
cuñas en asta de ciervo) y restos de madera carbonizada y carbón vegetal. A su vez, se menciona el hallazgo de
“ánforas y broches” sin atribución cronológica y de un jarro litúrgico de bronce de filiación cultural hispanovisigoda.
Por último, el yacimiento proporcionó una bolsada con restos de mamíferos cuaternarios (caballo de gran talla,
rinoceronte etrusco, gran cérvido, cérvido eláfido, corzo, posible bisonte).
INTERPRETACIÓN
Asociada a una minería cuprífera desarrollado desde el Bronce Antiguo. En origen, las labores se verían facilitadas por
un medio predominante calizo con grietas rellenas de minerales y por ello de fácil extracción. Formarían parte del
mismo la Mina Castillejo, de localización desconocida y la Mina de Avín (Onís).
CRONOLOGÍA
Primeras explotaciones datadas indirectamente por el hacha plana encontrada entre los objetos del yacimiento entre
1650-1500 a.C, situando las labores en el paso Bronce Antiguo-Bronce Pleno. Posibles reaprovechamientos en época
romana, altomedieval y en el siglo XVII, cuando se solicitan licencias de explotación en Con. A partir de 1868, dan
inicio las actividades mineras contemporáneas, manteniéndose hasta mediados del siglo XX.
GRADO DE CONSERVACIÓN
La Mina del Socavón se halla inundada. El complejo de la Mina de Enmedio se encuentra parcialmente oculto por la
maleza. En algunas de las cavidades se han situado vallados para evitar la caída del ganado.
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YACIMIENTO
EL CUETU
(VILLA. MARGOLLES)
LOCALIZACIÓN
43 º 23´ 54”
05º 05´10”
Alt. 305 m.
EMPLAZAMIENTO
Ocupa un espolón calizo, situado a los pies del Monte
de San Tirso (443m), siguiendo un eje NW-SW y
flanqueado al E. por el arroyo de Roxendi, subsidiario
del río Zardón, y al E. por el propio Zardón cuya
pequeña cuenca, excavada en las estribaciones
septentrionales de la sierra central, abre un corredor de
comunicación dirigido hasta la vega del Sella, a la
altura de Margolles.
TIPOLOGÍA
Asentamiento castreño
DESCRIPCIÓN
Conocido desde fines del siglo XIX, cuando es mencionado por los hermanos Ceñal, fue catalogado a su vez por J.M.
González y revisado durante la elaboración de la Carta Arqueológica de Cangas de Onís y Onís. Un último análisis ha
sido efectuado recientemente por J. Camino Mayor y Y. Viniegra Pacheco. Dotado de laderas con pendiente de
porcentaje medio, el asentamiento se sitúa dispuesto sobre dos plataformas, la primera y mayor a 288 m. y la segunda,
que configura una corona en el extremo meridional del promontorio, dotado de terrazas de hábitat, a 305 m. en su
punto de mayor altitud. En este límite meridional, domina el asentamiento una acumulación de derrumbes en torno a
un hoyo central, con un diámetro máximo de unos 6 metros, que puede corresponder a algún tipo de construcción
derruida, si no se trata de un saqueo. La unión entre la plataforma superior y la falda del Monte de San Tirso se
encuentra seccionada por una doble línea de fosos semicolmatada que conserva en profundidad unos 2 metros y en
anchura unos 8, con espina central entre ambos, prolongándose en la ladera occidental a través de una pequeña
depresión natural que concluye en los praderíos del pie de monte.
INTERPRETACIÓN
Posible asentamiento castreño en un espacio de nueva colonización, periférico al gran eje de poblamiento del Güeña y
comunicado por el río Zardón con una vega del Sella en la que la fundación de la villa de Margolles y la iglesia de San
Martín entre la Antigüedad y la Alta Edad Media constituirá la siguiente fase en el diágrama de ocupación. Las
dificultades cronológicas del asentamiento y su singularidad dentro del tipo de hábitat antiguo existente en Cangas de
Onís lastran cualquier hipótesis, aunque no es descartable, antes de una intervención arqueológica más adecuada, su
formación en época romana.
CRONOLOGÍA
Los rasgos morfológicos descritos aconsejan catalogarlo como asentamiento castreño, pese a que la ausencia de
hallazgos en superficie u otro tipo de dataciones relativas impida una mayor exactitud.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Exceptuando los derrumbes de estructuras arriba descritos y las líneas de foso, tanto el desarrollo de una densa cubierta
vegetal como las confusiones provocadas por los afloramientos calizos, que confieren al suelo una traza llena de
irregularidades, podría esconder otro tipo de edificaciones conservadas en planta o en su defecto, los derrumbes de las
mismas.
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YACIMIENTO
EL CUETU
(LLANO MARGOLLES)
LOCALIZACIÓN
43º 24´28”
05º 06´15”
Alt. 107
EMPLAZAMIENTO
Montículo calcáreo con eje NW-SE que constituye el
espolón final de la misma línea de escarpes de la que
forma parte el castro del Cuetu de Villa, delimitado al
W. por el curso del río Zardón y al E. por el pequeño
arroyo de la Viña. Desde su emplazamiento se domina
la confluencia del Zardón con la cuenca del Sella en la
amplia vega del Llanu Margolles.
TIPOLOGÍA
Asentamiento fortificado indeterminado
DESCRIPCIÓN
Promontorio en cuya ladera meridional pueden observarse una serie de aterrazamientos que concluyen en una
plataforma superior de contorno circular, con un diámetro total que ronda los 130 metros. En la cúspide, una densa
capa de matorral alto y arbustos, crecida al amparo de las formaciones del roquedo, dificulta el acceso.
El yacimiento fue catalogado en la Carta Arqueológica de Cangas de Onís y Onís, donde se describía la existencia de
un foso muy cegado, una posible muralla en el borde interno del mismo y la base de una posible torre circular de 6
metros de diámetro construida en mampuesto, apreciándose la adaptación del terreno mediante cuatro bancales
consecutivos. Ahora bien, lo observado orienta a guardar gran mesura sobre las condiciones y la misma existencia del
asentamiento. Sin descartar que así sea, los derrumbes y estructuras en pie que pueden observarse y que cierran esa
plataforma superior, forman parte de un cierre agropecuario, mientras la posible base de torre, localizada en el vértice
NE. del yacimiento, dominando la vega, presenta el condicionante de la escasa consolidación del derrumbe, lo que
abogaría por una formación reciente. En cuanto a los bancales, no puede obviarse que formen parte de la adecuación
de la ladera para su uso ganadero. Todo sea dicho, el tiempo transcurrido entre la prospección de la Carta
Arqueológica y la actual, casi veinte años, podría haber conllevado importantes cambios en el paisaje- especialmente
en lo que al desarrollo del material se refiere- ocultando parte de lo observado entonces. Esta última apreciación, junto
con su privilegiado emplazamiento sobre la vega, permite guardar alguna esperanza sobre su existencia.
INTERPRETACIÓN
Posible asentamiento fortificado, de características muy indefinidas, aunque de corroborarse, tendría un notable
interés, al dominar la posición de la villa de Margolles y la iglesia de San Martín, constituidas entre la Antigüedad
Tardía y la Alta Edad Media.
CRONOLOGÍA
Las dudas estipuladas sobre sus características impiden establecer cualquier hipótesis. En la Carta Arqueológica ya se
dudaba entre su atribución castreña o su condición de fortificación medieval
GRADO DE CONSERVACIÓN
El desarrollo de la tupida maraña de matorral alto y arbustos dificulta en gran medida cualquier análisis detenido, no
pudiendo contemplarse más vestigios constructivos que los descritos en la Carta Arqueológica, sobre los que recae, en
algunos casos, cierta incertidumbre.
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YACIMIENTO
CORAO/ LA CAVADA
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 54”
05º 04´ 01”
Alt. 98 m.
EMPLAZAMIENTO
Plataforma aluvial de la subcuenca del Güeña. En su
paso el río transcurre compartimentando la vega en dos
sectores desiguales. Un sector meridional de escasa
proporción, cuyo máximo desarrollo lo obtiene en La
Vegona, aprovechando el meandro abierto por la
corriente y el entalle de la sierra. Un sector
septentrional que concentra gran parte de la subcuenca,
donde se ubica el pueblo de Corao y la que es su vega
de mayores dimensiones, la Vega Jondos, lugar de
emplazamiento de La Cavada
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/vicus
DESCRIPCIÓN
El seguimiento de los trabajos de la carretera general de Onís a su paso por la Vega Jondos permitieron documentar
cerámicas de la Edad de Hierro asociadas a un nivel de cantos de río que pudo constituir un suelo de ocupación,
apreciado aun hoy en el corte de la carretera. Es el mejor refrendo a la existencia de un asentamiento colectivo
potenciado en época romana, del que hasta la fecha se contaba con materiales descontextualizados, destacando los
epígrafes vadinienses- más de veinte en el siglo XVI, conservándose memoria de cinco en el propio Corao y otras dos
en Coraín, resultantes de un espacio funerario asociado al poblado. A ello se sumaban los hallazgos de una moneda, un
“gran bronce de Faustina joven” y una sortija de bronce, además del miliario en pie aun durante el siglo XVI. Y el
paso por sus tierras del ramal de la vía Legio VII-Portius Blendius, que atraviesa el espacio de La Cavada, a la vera del
yacimiento, donde confluiría la secular ruta ganadera de Abamia.
INTERPRETACIÓN
Configurado sobre la base de una presencia humana atestiguada desde el Calcolítico en base su condición de punto de
llegada de la ruta ganadera de Abamia al Güeña, el espacio de Corao se convierte en época romana en un hito
importante dentro de la ruta de valle que conducía al centro asturiano tras cruzar el Sella en Cangas. Es posible que por
entonces se constituya definitivamente un poblado colectivo empleado como lugar de reunión de las cabañas ganaderas
que practican la circulación transterminante hacia los pastos altos y centro de recepción de la producción montañesa.
CRONOLOGÍA
Aunque hundiendo sus raíces en Calcolítico-Bronce, el poblado adquiriría un papel preeminente dentro de la
articulación del territorio promovida por Roma. Las dataciones relativas de la epigrafía vadiniense (en su mayor parte
en torno al II-III d. C.) y el numerario bajoimperial, abogan por su afianzamiento y continuidad en el mundo
tardorromano, alcanzando la Alta Edad Media.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Únicamente los hallazgos descontextualizados de carácter funerario, las cerámicas propias de la Edad de Hierro y las
menciones a otros vestigios (monedas, orfebrería) permiten conservar la memoria de este vicus, compuesto
probablemente por una arquitectura efímera de cabañas o edificaciones de piedra de escasa perdurabilidad. Sin
embargo, todo el entorno de la Vega Jondos, en especial los prados de La Cavada y San Nicolás, constituyen un área
potencial de riesgo arqueológico, siendo muy posible que una excavación sistemática permita documentar otros
espacios de hábitat y cultivo. Sin ir más lejos, durante la prospección del Proyecto, se localizaron pequeños fragmentos
de cerámica de la Edad del Hierro en el corte de la carretera, dentro del nivel de cantos.
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YACIMIENTO
CANGAS DE ONÍS
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 04”
5º 07´ 27”
60-67 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Situado en la confluencia de los valles del Güeña y del
Sella. En la disposición original del mismo parece
haber sido determinante la amplia vega triangular
formada por una planicie de terrazas fluviales que se
adapta una orografía delimitada por la base del Monte
Olicio al N (75 m) y Collado de Llueves al NE, el
promontorio de Jelgueras al E (cota inferior a 75) y el
Pico del Llanu´l Cura al S, sector éste en el que se da
paso a un aumento escalonado de cota. Es el espacio
que comprende las vegas de Contranquil, Santa Cruz,
barrio de San Pelayo y del Mercado en su parte baja.
TIPOLOGÍA
Vicus viarii
DESCRIPCIÓN
Los considerables cambios habidos en el parcelario urbano de Cangas de Onís, así como la intensa expansión
urbanística no han favorecido la supervivencia de huellas que ilustren la formación de la futura sede regia en época
romana. Ligada a la primigenia presencia que atisbábamos en el Bronce, algunos materiales completamente
descontextualizados y de cronología difusa (torqués de oro, scalprum de cobre, fragmentos de epígrafes de Santa Cruz,
figurilla con representación de “cabra o mueya con dos igüedos imitación de bronce”, moneda y pesa de cobre o rueda
de molino) son el pobre testimonio de este asentamiento. Aún así, tanto la posible existencia de un puente anterior al
conservado, visible aun en los siglos XVIII-XIX, como la confluencia en este punto de la vía romana del Güeña y de
una ruta de montaña que ligaba las áreas vadinienses cismontanas y trasmontanas, la medieval “via Saliamica”,
constituyen prueba de la importancia que este espacio adquiriría dentro del sistema territorial romano.
INTERPRETACIÓN
Sobre la base dispuesta por el dolmen como referente territorial y tal vez sobre la existencia de un primer asentamiento
desde el Bronce, la administración romana dará empuje a la configuración de un poblado relacionado con el punto de
cruce del Sella por parte de la vía que se dirigía al centro asturiano, determinando funciones similares a las de vicus
viarii dentro de una cadena de circulación de excedentes, en la que destacaría la producción ganadera y tal vez minera
de la Cordillera, sentando así el precedente directo de la jerarquía jugada por Cangas como centro de poder en los
inicios del siglo VIII.
CRONOLOGÍA
Aunque la confluencia del Güeña- Sella ha sido desde el Bronce un punto de referencia territorial, jalonado por la
edificación del dolmen de Santa Cruz, y pudo tener su correlato en la existencia de un primer asentamiento, esta
primera base obtendría un importante empuje en época romana, que moldearía la futura sede regia.
GRADO DE CONSERVACIÓN
En general, la intensa expansión urbanística vivida en las últimas décadas y la escasez de intervenciones arqueológicas
fuera del ámbito de la ermita de Santa Cruz determinan un precario conocimiento y una nula conservación de
estructuras adscribibles a esta etapa, factor que se repite, por desgracia, para la sede regia medieval, pero que evidencia
igualmente el carácter efímero de estas primeras arquitecturas, desaparecidas y frecuentemente reaprovechadas en
fábricas posteriores.
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YACIMIENTO
ERÍA DE SUSIERRA
(SOTO DE CANGAS)
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 14”
5º 06´ 02”
150 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Situado en los rellanos de ladera que cierran el pie del
monte de Onao y el Collado de Laín, parte integrante
de las sierras centrales del concejo, en su contacto con
la vega del Güeña, dominando desde su posición la
cuenca fluvial. El paisaje actual se encuentra cubierto
por los pastizales y un caserío disperso, cruzando la
zona la carretera que conduce al pueblo de Cardes.
TIPOLOGÍA
Espacio funerario paleocristiano
DESCRIPCIÓN
En el paraje de la Ería de Susierra fueron localizadas dos estelas funerarias con elementos que orientan a pensar en
adscripción a una religiosidad ya cristiana. La primera de ellas es la de Noreno, que se hallaba en el Cueto de Llorío y q
presenta el siguiente texto: In M(emoriam) S(anctam). Mor/ tu(us) a(n)noru(m) / septe(m) mise / ravit r(elictos) paren /
Norenu /s. Es sin duda la que goza de mayor aceptación sobre ese carácter cristiano, algo más discutido en el caso de
estela de Magnentia, hallada en las cercanías del camino de Soto: “Magnen/ia excedit / annoru(m) v/i(gi)nti, (dieru
XXV, /ex domu d/ominica. La expresión “ex domu dominica” ha sido juzgada por algunos autores como referencia a
templo cristiano, mientras otros, como Barbero y Vigil, ven una alusión a un a centro de poder laico sin connotaci
sacra, hipótesis muy discutida. Lo cierto es que, unidos al más difuso testimonio de la estela de Dovidena (Cora
(“Posuit Sever/a matri suae D/ovidenae an/norum LV ae/ra CCCC/ LXXIV), parecen ser prueba de un desarrollo d
cristianismo entre las comunidades indígenas del Güeña. En la misma zona de Susierra se localizó un conjunto de hach
pulimentadas. Es de subrayar que el paraje es el lugar seleccionado por la vía romana del Güeña para su paso en ladera.
INTERPRETACIÓN
Su localización en el mismo paraje abogan por la interconexión de las estelas, correspondiéndose tal vez con un
espacio funerario paleocristiano que sigue las directrices de época tardorromana, al situarse junto a la vía principal y
entre dos núcleos de poblamiento de entidad, como serían los vici de Cangas y Corao. Aunque no pueda descartarse la
existencia en el lugar de un edificio cultual que actuaría de epicentro para los enterramientos, esta hipótesis necesita de
mayor refrendo arqueológico.
CRONOLOGÍA
Los epígrafes han sido datados en torno a los siglos IV- V d. C, dentro de un momento embrionario en el desarrollo de
la religiosidad cristiana en Asturias.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Las estelas funerarias se hallan depositadas en el M.A.P.A. engrosando su colección permanente, mientras las hachas
pulimentadas, pertenecientes a la colección Soto Cortés, fueron donadas a la misma institución, formando parte de sus
fondos.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
EPIGRAFÍA VADINIENSE DEL GÜEÑA
LOCALIZACIÓN
Cuenca fluvial del río y en menor medida estribaciones
montañosas del Cornión y de las sierras centrales,
aunque se produce una significativa concentración de
estelas en el entorno de Corao, sin poder fijarse
coordenadas exactas.
EMPLAZAMIENTO
Dispersas en la cuenca del Güeña y en las estribaciones
montañosas del collado de Zardón y Gamonedo,
algunas de ellas se encontraron ya reaprovechadas en
las fábricas de caseríos o iglesias, por lo que no puede
establecerse con suficiente exactitud el lugar de origen.
TIPOLOGÍA
Epigrafía funeraria
DESCRIPCIÓN
Forman parte de este grupo las estelas de Dovidena y Cantia (Coraín), Pentio Flavio, Arioniaeciva, Antonio Paterno,
Fusco Cabedo, Voc.Caregia (Corao), Cassio (Villaverde), Domitio Flavo (Llenín) y Flavia (Gamonedo). La
inscripción funeraria se insculpe sobre grandes cantos cuarcíticos fácilmente localizables en el lecho del Güeña y las
terrazas circundantes, o en soportes calizos propios también del substrato local, sometiéndose a básicas labores de
regularización de la superficie en algunos casos o aprovechando en otros el propio pulimentado fruto de la erosión
fluvial. Los epígrafes pueden ser rodeados y magnificados mediante un recuadro cuadrangular, o a través de diferentes
figuraciones y motivos geométricos (aspas, cruces gamadas, caballos esquemáticos). Por otra parte, el uso de la lengua
latina, la simbiosis entre nombres indígenas y romanos y la ausencia de una filiación a unidades suprafamiliares nos
hablarían de un intenso grado de aculturación romana.
INTERPRETACIÓN
Propias de un repertorio funerario, la concentración de epígrafes referentes al pueblo de los vadinienses en dos zonas,
la vertiente septentrional de la Cordillera Cantábrica, especialmente el valle del Güeña y sus aledaños montañosos, y el
sector leonés de Riaño hizo pensar en una masiva emigración de estas comunidades siguiendo los cursos fluviales
como consecuencia de una sobrepoblación. Bajo este supuesto, unos autores se decantaron por explicar el movimiento
desde un núcleo central en Cangas de Onís hasta León, mientras en la actualidad, la opción mayoritaria invierte el
sentido. Sin embargo, estos trasvases pueden ser fruto de un espejismo historiográfico. En el caso de Cangas de Onís,
la concentración de epígrafes en las áreas con testimonios más antiguos de poblamiento indicaría la pertenencia de
éstos a las comunidades asentadas allí. Es posible que, frente a las teorías migratorias deba verse en esta epigrafía el
reflejo de una unidad territorial concebida por Roma, aunando diversos grupos tribales a los que se nomina bajo el
epíteto de la etnia dominante, siguiendo la política de pactos promovida por la administración imperial. Por otro lado,
la presencia de motivos como los caballos podría aludir a un repertorio de dignidad, señalando la presencia de
jerarquías locales, cuya cúspide estaría englobada por los principes que menciona la epigrafía.
CRONOLOGÍA
Comprendida mayoritariamente entre los siglos II-V d. C. y en especial el III d. C.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Forman parte de los fondos expuestos del M.A.P.A.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
SANTA MARÍA DE VILLAVERDE
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 54”
5º 01´ 47”
140 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Aislada en un pequeño rellano en la base del Cerro
Igüedo, perteneciente a las sierras centrales, al contacto
ya con el valle del Güeña. El flanco meridional que
separa el emplazamiento de la ribera fluvial se
encuentra hoy sobreelevado, formando un pequeño
talud. El paisaje está cubierto por amplias extensiones
de pastizal.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ iglesia
DESCRIPCIÓN
En el paraje se localizó la estela vadiniense de Cassio. Las excavaciones dirigidas por el arqueólogo Sergio Ríos
García han permitido documentar un edificio altomedieval de modestas proporciones, nave única con planta
rectangular de traza irregular y fábrica pobre de mampuestos, similar a otros ejemplos del oriente asturiano como
Santa María de Tina (Ribadedeva) o Santa María de Arbazal (Villaviciosa). Éste sería sustituido en torno a los siglos
XII-XIII por una iglesia de estilo románico rural y planta rectangular, siendo el elemento más destacado el doble arco
de triunfo que señala el paso a la cabecera, con una decoración muy rica en los capiteles, propia del románico tardío.
INTERPRETACIÓN
Primitiva cella orationis, de modestas dimensiones edificada con toda probabilidad como iglesia propia en un paraje
con vestigios de epigrafía funeraria vadiniense y asociado al arranque de un camino antiguo dirigido a las sierras
centrales. En el plenomedievo su titularidad parece mantenerse en un patronazgo de carácter laico, levantándose una
nueva fábrica en los siglos XII-XIII más acorde con un ideario señorial. La iglesia no parece entrar a formar parte de la
red parroquial de San Salvador hasta fecha tardía. En el Inventario parroquial de Don Gutierre (1385-1386) aun figura
bajo representación de la familia Lasso, siendo descrita como ermita.
CRONOLOGÍA
Las similitudes con Santa María de Tina o Arbazal sugieren fechas situadas entre los siglos VIII-X para la primera
fábrica, levantándose la segunda en el XII-XIII
GRADO DE CONSERVACIÓN
El edificio plenomedieval alcanza los últimos instantes del siglo XX con necesidad de reformas. Restaurado
recientemente, la excavación permite documentar la planta del primer templo altomedieval, cuya traza permanece
señalada en el nuevo solado.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
IGLESIA DE SANTA CRUZ
(CANGAS DE ONÍS)
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 12”
5º 07´ 43”
60 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Terraza fluvial situada en la confluencia de los ríos
Güeña y Sella. Este sector de vega es conocido desde al
menos el siglo XVI como “Vega de Santa Cruz” o
“Ería de Santa Cruz”. Hoy, el paisaje tradicional de
carácter agrario, que conservaba a principios del siglo
XX un bosquete de acacias contorneando la posición de
la iglesia, se encuentra muy alterado por la expansión
urbanística.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ iglesia
DESCRIPCIÓN
Erigida por el magnate Favila en el año 737 sobre la posición de un dolmen, se desconocen las trazas originarias del
templo, así como las características de su fábrica. Las descripciones más antiguas, entre las que destaca la de L.A. de
Carvallo antes de 1614 la describen ya transformada mediante el añadido de un cuerpo, siendo el edificio más antiguo
de sillería, con “ocho pies de largo y ocho de ancho”. Sometida a reformas en 1632, vive en el siglo XIX un momento
de intensa degradación y abandono, habilitándose como cuadra. En el transcurso de la Guerra Civil, la iglesia fue
volada, reaprovechándose los materiales en caseríos y cierres. En su lugar, L. Menéndez Pidal levantó una nueva
capilla en un híbrido estilo popular.
INTERPRETACIÓN
Iglesia de prestigio edificada por el magnate Favila, hijo de Pelayo, y su familia en el año 732 sustituyendo
simbólicamente el referente territorial y mental que había detentado el dolmen subyacente. En los siglos
altomedievales se convertiría en un centro cultual dotado de cierta jerarquía y adoptando competencias parroquiales,
como demuestra la necrópolis excavada en su entorno y fechada entre los siglos VIII-XII. Sustituida por Santa María
de Cangas dentro de la red parroquial de San Salvador de Oviedo, la iglesia permanecerá en manos privadas,
repartiéndose a principios del siglo XIII sus términos diversos particulares, entre ellos el monasterio de San Pedro de
Villanueva. A partir de la época moderna, ejercerá patronazgo sobre ella la nobleza local, costeando las reformas y
recalando finalmente en el patrimonio de la casa de Vega del Sella hasta al menos el arranque del siglo XX.
CRONOLOGÍA
El epígrafe fundacional y consecratorio la fecha en el año 737. Más dudas presenta la expresión “RESURGIT EX
PRECEPTIS DIVINIS HEC MACINA SACRA”, que ha servido a algunos autores para proponer la existencia de una
iglesia anterior a la fundada por Favila. La total desaparición del registro arqueológico impide cualquier conclusión.
GRADO DE CONSERVACIÓN
La iglesia transformada que alcanza las primeras décadas del siglo XX, como aun puede contemplarse en fotografías,
fue destruida durante la Guerra Civil. Hasta entonces, el elemento originario más destacado era la lápida fundacional,
situada sobre el arco del altar, a unos cuatro metros del suelo, cuyo recuerdo se conserva en los calcos y
transcripciones de eruditos como Morales o Frassinelli.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
TRIONGO
LOCALIZACIÓN
43º 23´ 46”
5º 08´ 47”
22 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Tramo SE de la cuenca baja del Sella que marca el límite
entre los concejos de Cangas de Onís y Parres, en el punto
de confluencia del subsidiario río Parda. Contraste entre el
sector de vega inmediato al río (Llagu d´Arriba), un fértil
y amplio terreno aluvial de gravas, arenas y limos y la
concentración de caserío en el entorno de la iglesia,
edificada en un terreno de terraza fluvial y calizas negras.
Paisaje agrario actual con presencia mayoritaria de prados
naturales en el terreno aluvial, y praderío y frutales en
secano (manzanos) en el entorno inmediato del pueblo.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ villa e iglesia
DESCRIPCIÓN
En el espacio se hallaron varias piedras redondas y dos cilíndricas usadas probablemente para triturar y una figura
“romana”. Pero la primera gran cita textual procede del año 834, cuando el diácono Francio procede a conceder los
bienes dotacionales a su iglesia propia de Santa Eulalia y San Vicente en el lugar de Triunico, que también aparece
mencionado como villa, con un aprovechamiento del espacio ya consolidado y observando la posibilidad de que sea
habitada por comunidad monástica. Según el falso pelagiano del 926, en ese año, la iglesia, bajo propiedad de Ramiro
Alfonsiz, hijo de Alfonso III sería donada a San Salvador de Oviedo con sus términos, que abarcan un espacio
circundante en ambas riberas del Sella. Tras un pleito en el reinado de Ramiro III que supondría su definitiva
devolución a San Salvador, la perfecta configuración de la red parroquial ovetense en los siglos XI y XII situará al
templo como cabecera de la feligresía de Triongo, papel mantenido hasta la actualidad. En esos primeros siglos
medievales, el núcleo originario vive un proceso expansivo marcado por la presencia de las villas de Rio y Libia –
citadas en el diploma de 926- coronando las estribaciones de las sierras centrales inmediatas a Triongo.
INTERPRETACIÓN
Constituye el mejor testimonio de las fases de colonización y señorialización de la vega del Sella. Una primera fase en
la Antigüedad Tardía que daría origen a la villa de Triunico, cuyo antropónimo deriva del propietario o colono que la
puso en explotación; la fundación de un primer centro de poder, la iglesia de Santa Eulalia y San Vicente, en el s. IX
por parte de un diácono que posee un pequeño señorío patrimonial en el curso bajo del Sella; y la absorción de estos
primeros centros por parte de los grandes señores (realeza, señorío episcopal de Oviedo) a lo largo del siglo X,
pasando a formar parte de la red de encuadramiento parroquial.
GRADO DE CONSERVACIÓN
El templo de San Vicente fue quemado durante la Guerra Civil, levantándose un nuevo edificio construido por
Rodríguez Bustelo en la década de los cincuenta del siglo XX que linda con una de las arquitecturas más vetustas y
relevantes de Triongo, el palacio moderno de La Llera. Los vestigios más antiguos corresponden la portada lateral del
templo, de tipología gótica, que hoy empotrada en una dependencia adosada al Muro N., así como dos tallas
tardorrománicas de la Virgen Dolorosa y San Juan Bautista, depositadas en el Museo Diocesano.
CRONOLOGÍA
Primera fase de colonización (villa Triunico) en un momento anterior al 834, posiblemente durante la Antigüedad
Tardía, siendo el año 834, la primera data para la iglesia de Santa Eulalia y San Vicente
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
SANTA EULALIA DE ABAMIA
LOCALIZACIÓN
43º 20´21”
05º 03´35”
Alt.: 179
EMPLAZAMIENTO
Rellano delimitado a E. y W. por dos promontorios de
214 y 183 m. respectivamente y al S. por el progresivo
y rápido aumento de pendiente que da paso a la
serranía de la Cruz de Priena dentro de las
estribaciones del Cornión que descienden hacia la vega
del Güeña. El paisaje natural se encuentra caracterizado
por la profusión de pastizales en el entorno y una leve
mancha arbórea de bosque planicaducifolio (castaños y
robles) al N. que dificulta su localización desde la
cuenca del Güeña.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto. Iglesia.
DESCRIPCIÓN
Erigida en un espacio donde existió un enterramiento tumular y donde se documentaron vestigios de filiación
cronocultural romana (epígrafes funerarios, numerario bajoimperial, tegula), la primera cita se conserva en una
donación de Ramiro, hijo de Alfonso III, a la iglesia de Oviedo en el año 926, reelaborado por el obispo Pelayo a
principios del siglo XII, aunque no puede descartarse su existencia en esa primera fecha. La fábrica conservada no se
corresponde a la del edificio que llega a principios del siglo XII, siendo los componentes más antiguos conservados las
portadas, encuadradas en un románico rural, edificándose en el XIV la fábrica y cubiertas y en un momento
comprendido entre el XIV y XVI, las pinturas de los muros del presbiterio, con escenas de la vida de Cristo.
INTERPRETACIÓN
Iglesia rural altomedieval, probablemente erigida en régimen propio y en fábrica más modesta a la conservada,
sustituyendo simbólicamente a la cercana necrópolis tumular como hito de dominio sobre el camino ganadero, en un
punto donde pudo haber existido, un uso indeterminado en época romana. En torno suyo se delimitó tempranamente
(inicios de siglo X según el diploma de 926) un término eclesiástico que abarcaba el espacio de la villa de Corao,
aglutinado entre este momento y el comienzo del siglo XII en la red parroquial ovetense. En relación a este papel como
cabecera de la parroquia de Abamia y dentro de la madurez del sistema administrativo del señorío episcopal, han de
contemplarse las remodelaciones de los siglos XIII-XIV. A tenor de su prestigio, sobre ella recaerá el patronazgo de la
nobleza local, lo que explicaría entre otros rasgos, la lauda bajomedieval conservada en el interior y atribuida al
sepulcro de Pelayo. En este sentido, las tradiciones orales, algunas recogidas por el obispo Pelayo en el siglo XII y
convenientemente resucitadas en el siglo XVI por la dinastía de los Austrias atribuyeron su fundación al rey Pelayo,
que habría sido inhumado junto a su supuesta mujer Gaudiosa en el interior, desde donde se trasladarían a Covadonga,
un argumento sin base científica. A principios del siglo XX dejaron de oficiarse misas y el centro parroquial se
trasladó a la nueva iglesia de Corao.
CRONOLOGÍA
A falta de corroborar la existencia de un asentamiento romano y necesitada de una excavación que documente la
primitiva fábrica altomedieval, los vestigios constructivos más antiguos que se conservan en la actualidad
corresponden a un románico rural fechado en los siglos XIII-XIV.
Sigue p. 2
GRADO DE CONSERVACIÓN
La restauración promovida en el año 1977, previa labor de limpieza por parte de L. Menéndez Pidal en 1952, palió
parcialmente los problemas de agrietamiento del muro frontal y ábside, detectados desde fines del siglo XIX, aunque
supuso de igual forma alguna medida polémica como la reconstrucción de la cubierta mediante hormigón. El interior
se halla hoy en un lamentable estado de abandono, encontrándose en proceso de deterioro las pinturas murales de
filiación estilística bajomedieval.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
SANTA EUGENIA (SOBRECUEVA)
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 08”
5º 03´ 30”
175 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Pequeño rellano de 175 m a las afueras del pueblo de
Sobrecueva, que a modo de espolón, domina desde esta
altura el emplazamiento de Corao y la Vega Jondos. El
substrato litológico forma parte de la misma masa
rocosa perteneciente al límite S de las sierras centrales,
en la que se sitúa, justo bajo su posición, la cueva del
Cuélebre. Paisaje mixto compuesto por manchas de
robles y castaños- determinantes de una parcial
ocultación- y praderíos.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ iglesia
DESCRIPCIÓN
Aparece recogida como uno de los templos cuya donación a San Salvador de Oviedo confirma el falso diploma de 926,
lindando exteriormente con el término de Abamia y poseyendo adyacencias, cuyo recuerdo toponímico puede haberse
mantenido en los “prados de Santa Eugenia” del entorno inmediato. En su emplazamiento fue encontrada la estela
vadiniense de Cantia. Las tradiciones orales avalan además la existencia de enterramientos en la base de la fachada
occidental. La fábrica altomedieval se ha perdido y en su lugar se sitúa una pequeña capilla levantada en el siglo XVIII
con un repertorio interior de pinturas murales de estilo popular.
INTERPRETACIÓN
El tamaño actual de la iglesia puede no diferir excesivamente del volumen de la fábrica medieval, orientando su
interpretación a las características de una cella orationis de nave única, edificada en el altomedievo, quizá similar a la
excavada en Santa María de Villaverde. Dependiente de la parroquia de Santa Eulalia de Abamia, desde una fecha
comprendida entre el 926 y principios del siglo XII, cumpliendo funciones de oratorio, sin descartar competencias
funerarias.
CRONOLOGÍA
El único dato textual disponible la sitúa como iglesia de fundación altomedieval, pudiendo hallarse en pie ya a
principios del siglo X.
GRADO DE CONSERVACIÓN
El templo del siglo XVIII ha sido restaurado en 1998. No tenemos noticias de una intervención arqueológica pareja,
que, de haberse acometido, podría documentar la planta del edificio altomedieval.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
LLANU MARGOLLES
LOCALIZACIÓN
43º 24´ 40
5º 06´ 26
19 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Amplio meandro que forma el río Sella originando la
existencia de dos grandes vegas, la Ería de Torañu en
la ribera septentrional y la Ería del Llanu en la
meridional, ampliamente parceladas y dedicadas a
praderío y cultivos diversos. Allí recibe el Sella los
aportes del río Zardón desde las sierras centrales de
Cangas.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ villa e iglesia
DESCRIPCIÓN
En el entorno fueron localizadas al menos cuatro hachas de ambiente megalítico indeterminado, siendo el único y poco
definitorio vestigio de presencia humana anterior a Edad Media. Debe señalarse además su vinculación a través del
corredor del Zardón con el castro del Cuetu (Villa), a dos kilómetros tierra adentro y al más difuso asentamiento
fortificado del Cuetu de Margolles, que domina la propia vega. Según el falso diploma de 926, Ramiro Alfonsiz, hijo
de Alfonso III concedería allí la iglesia de San Martín de Margolles, con sus adyacencias, pesquerías y canales a San
Salvador de Oviedo. Formando parte de la red de encuadramiento parroquial de la diócesis ovetense en los siglos XIXII, se convierte en cabecera de la feligresía de Margolles, aunque la villa sería donada, con posterioridad a 1137, al
monasterio de San Pedro de Villanueva. Para esa última fecha, el espectro poblacional y productivo es completo y
describe las características de una aldea con sus casas, hórreos, huertas, cubas y prensas, molinos, árboles frutícolas,
pozos pesqueros, fuentes o montes.
INTERPRETACIÓN
Sin poder definir la relación con los asentamientos castreños, los escasos datos orientan a pensar en una dinámica de
colonización similar a la de Triongo, por la que se constituye antes del siglo X una villa (Margolles puede derivar del
nombre de su primer propietario o colono) en la que se funda, antes del año 926 una iglesia bajo advocación de San
Martín. Sobre estos bienes recaerán las apetencias de los grandes señoríos eclesiásticos y monásticos de Cangas entre
el siglo X-XII, pasando a formar parte la iglesia de la red parroquial ovetense y la villa del dominio hacendístico de
San Pedro de Villanueva.
CRONOLOGÍA
Fases fundacionales inciertas, anteriores al año 926.
GRADO DE CONSERVACIÓN
La iglesia parroquial de San Martín debió ser trasladada en época moderna hasta el pueblo de Peruyes- según la
tradición desde Cuenco- . El edificio, aunque mantiene las trazas modernas, fue reformado en la posguerra y
rehabilitado de nuevo en 1998.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
MESTAS DE CON
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 35”
5º 00´ 47”
140-161/218 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Ensanchamiento de la vega del Güeña que se produce
al confluir allí la corriente subsidiaria del Regatu
Tabardín, a los pies de las estribaciones del Cornión.
Ello origina una base geomorfológica de terraza fluvial
compuesta por terreno aluvial y delimitada al N. por
derrubios de ladera y al S. por cuarzoarenita, areniscas,
arenas, limonitas y calizas.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ villa e iglesia
DESCRIPCIÓN
En el falso diploma de 926 aparece mencionada la iglesia de San Pedro de Con. La fábrica conservada corresponde en
sus elementos más antiguos a un estilo románico rural (fines del siglo XII- siglo XIII). Desde el altozano el que se
sitúa, domina tanto la llegada al Güeña de una de las principales rutas ganaderas, jalonada por hallazgos de afiliación
megalítica o romana como el poblamiento aldeano desarrollado al amparo de esta interconexión en la vega y que
encontraremos descrito en 1137 con las características de una aldea plenamente formada: “casas, orreos, cupas,
torcularias, pumares, ceresales, nocales, tota arburuscula que ibidem est plantata, quomodo terras domitas quam pro
arrumpere, pradis, pascuis, aquis aquarum, sesicas molinariarum, venationes piscarum, fontes, montes, exitus ad
montium, regresus ad villam, foris cesum et regresum, per suos terminos anticos”. Con posterioridad a esta fecha,
ambas realidades se disocian patrimonialmente, aunque la iglesia parroquial preservará sus competencias pastorales
sobre la comunidad. La villa habría pasado a formar parte de la hacienda de San Pedro de Villanueva, mientras que la
iglesia se mantiene dentro de la red eclesiástica de San Salvador, disponiendo en 1385-1386 de uno de los mansos más
extensos de Asturias (veinte días de bueyes).
INTERPRETACIÓN
El proceso formativo de la villa de Con en la vega y de la iglesia de San Pedro no se escapa en esencia a unas fases de
igual problemática: orígenes difusos en torno a una posible aglomeración asociada a la llegada de la ruta ganadera,
paulatina consolidación de la villa en Alta Edad Media y surgimiento de la iglesia en un momento difícil de establecer,
tal vez con anterioridad al 926 y en régimen propio, con posterior absorción de ambos por parte de los grandes
señoríos eclesiásticos y monásticos implantados en el territorio de Cangas de Onís durante los siglos X-XII, que
supondría, en el caso de la iglesia, un proceso de reedificación y en el de la villa, de concentración e intensificación
productiva.
CRONOLOGÍA
Sobre unos precarios vestigios de presencia humana en Edad del Bronce y Antigüedad, se generaría un asentamiento
abierto en un momento impreciso de la Antigüedad Tardía y Alta Edad Media, consolidándose como aldea, al amparo
de la iglesia parroquial, a lo largo de los siglos X-XII
GRADO DE CONSERVACIÓN
Las estructuras románicas de la iglesia de San Pedro de Con son el único vestigio superviviente de la villa medieval.
Una adecuada intervención arqueológica permitiría recuperar la trama de la fundación altomedieval subyacente que
llega a principios del siglo XII.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
SANTA MARÍA DE COVADONGA
LOCALIZACIÓN
43º 18´ 37”
5º 03´ 09”
200 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Base del monte Auseva coronando el leve
ensanchamiento que se produce en el angosto
desfiladero del río Covadonga al conectar esta corriente
fluvial con la Riega de la Gusana. La cueva de
Covadonga se abre en el frente de calizas que
caracteriza la vertiente septentrional del monte. Las
Crónica Rotense lo denomina ya, a fines del siglo IX,
“Aseuva” y al curso de agua que brota de los sumideros
kársticos Enna, relacionado con la misma raíz
prerromana que el Onna, actual Güeña
TIPOLOGÍA
Asentamiento cultual rupestre/ monasterio
DESCRIPCIÓN
Dejando en prudente reserva noticias indefinidas sobre hallazgos materiales de época visigoda, entre ellos un jarrito
litúrgico localizado “en las cercanías de Covadonga” hacia 1909 que puede corresponder a otro yacimiento cangués,
las primeras noticias recogidas en las crónicas asturianas de fines del siglo IX, hablan de la cueva como lugar de
refugio de Pelayo tras su rebelión del año 722 y espacio donde habría tenido lugar una refriega contra el ejército
musulmán. En las últimas décadas del siglo IX, la oquedad ya dispone de un apelativo mariano (cova sancte Marie)
que comparte con el mítico Cova dominica y se menciona la “domum sancte virginis Marie (…) qui intus est in Cova”,
por lo que parece haberse convertido en un centro cultual rupestre, sin que sepamos el grado de refacciones efectuados,
que alcanza el siglo XVI con un tamaño y unas estructuras más modestas que las actuales (de 28-30 pies de largo y
algo menos de ancho y fábrica exterior de madera levantada sobre vigas, generando un voladizo que cuelga del
abismo). En la base del monte Auseva, las noticias de un asentamiento monástico nos conducen ya a la segunda mitad
del siglo XII, cuando Fernando II concede al convento de canónigos de Covadonga un coto jurisdiccional. De esta fase
se conservan muy pocos vestigios, adscribibles a un románico rural sin más definición, entre ellos dos sepulcros
abaciales en la actual colegiata, de filiación estilística confusa. En Baja Edad Media, tanto la cueva como el convento
se convirtieron en espacio funerario destinado a la comunidad de canónigos y a miembros de la nobleza local. Por
entonces, depende del convento la parroquia de San Juan de la Riera, que se convertirá en lugar de residencia de los
canónigos y cobra por primera vez significación el tortuoso camino del valle de Covadonga. El complejo alcanza el
siglo XVI gozando de veneración popular en la comarca, pero con graves dificultades hacendísticas, paliadas a partir
de entonces por el patronazgo regio de la casa de Austria y de los Borbones, origen de la actual devoción hacia el
santuario.
Sigue p. 2
INTERPRETACIÓN
Descartando en principio por la carencia de pruebas un eremitorio rupestre anterior al año 722, propio de la
introducción tardía del cristianismo por parte de monjes visigodos, pero sin impugnar las creencias religiosas, paganas
o cristianizadas que haya tenido el lugar, su significación en la revuelta pelagiana y su utilización ideológica por parte
de los monarcas asturianos llevaría a fines del siglo IX a la consagración de un centro cultual rupestre bajo advocación
mariana. Siguiendo líneas evolutivas muy propias de estos complejos, al menos en el siglo XII existe ya un convento
de canónigos en la base del monte que, merced a la concesión de un coto aglutinante de un importante espacio de
majadas y rutas ganaderas, completa en el marco de los Picos de Europa el espectro de señoríos feudales. A esta fase
respondería la construcción de estructuras conventuales de traza desconocida. El señorío de Covadonga dispondría
además en Baja Edad Media, según el inventario parroquial de 1385-1386, del tutelaje sobre San Juan de la Riera y
recibe donaciones de próceres como Rodrigo Álvarez de Noreña. A época moderna llega con graves dificultades
patrimoniales y jurisdiccionales, iniciándose disputas con los patronos laicos que resolverán su asociación a la casa de
Austria, necesitada de un rápido entronque simbólico con la vieja monarquía asturiana para fundamentar su herencia
de poder, al igual que los Borbones. Es el tiempo en el que se recogen por escrito y se inventan tradiciones sobre
ermitaños que habitarían la cueva antes del año 722, se identifican los sepulcros de abades, canónigos y nobleza con
los de los reyes asturianos y se crean, entre principios del siglo XII y las primeras décadas del XVIII, los documentos
apócrifos sobre la supuesta fundación por parte de Alfonso I de un monasterio benedictino.
CRONOLOGÍA
Los textos cronísticos nos conducen a fechas de fines del siglo IX para situar en la cueva un centro cultual de
características constructivas desconocidas, mientras el convento de canónigos cuenta con referencias textuales y
materiales no anteriores al siglo XII.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Tras el incendio de 1777, que puso fin a la arquitectura lígnea que protegía y aumentaba las dimensiones de la
oquedad, la cueva ha sufrido intensas remodelaciones. El derrumbe en 1868 de una peña del Auseva causó graves
daños a la remozada iglesia rupestre de Santa María, conllevando una reconstrucción en estilo historicista que llega a
nuestros días. El entorno también ha variado, especialmente tras el desmonte en las mismas cronologías del cerro del
Cueto para edificar en la llanada resultante la nueva basílica. Los vestigios materiales más antiguos corresponden pues
a los dos sepulcros abaciales “románicos” conservados en la colegiata de San Fernando.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
SAN PEDRO DE VILLANUEVA
LOCALIZACIÓN
43º 22´ 04”
5º 08´ 59”
56 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Espacio de llanura aluvial correspondiente al tramo E.
de la cuenca del Sella, falla Cangas- Arriondas,
definido por una erosión lateral muy intensa.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ villa y monasterio
DESCRIPCIÓN
Las excavaciones realizadas por el Gabinete Arqueológico en la última década del siglo XX han permitido documentar
una importante actividad constructiva en el siglo VIII, de la que se conserva un paramento con torre, un suelo de
ocupación fechado entre la 2ª mitad del IX y principios del X y un repertorio cerámico altomedieval. En estos primeros
siglos, la construcción es azotada por cinco crecidas del río, debiendo reconstruirse parcialmente tras la cuarta crecida
en el s. IX. Correspondiente a los siglos XII-XIII se detectan las remodelaciones románicas del conjunto que
establecen la arquitectura monástica resultante, con un primer claustro y que coinciden con las citas textuales más
antiguas conservadas sobre donaciones al cenobio en 1137 y 1215, además de la pila bautismal donada en 1114 por
dos particulares. Desde 1179 ocupa cargo el primer abad conocido, Rodrigo.
INTERPRETACIÓN
Con muy leves indicios de una primera presencia humana en la vega (restos de cuña de un suelo antiguo, unido al
hallazgo de una estela romana), las primeras construcciones son muestra de la intensa colonización y puesta en
explotación de la vega acometida desde el siglo VIII, con importante protagonismo de una elite social que pugna
contra las dificultades impuestas por el río y contribuye en las reconstrucciones a un refinamiento de la fábrica
(primera fase de cantos de río trabados con arcilla, mientras que en la reconstrucción del IX se sustituye por
mampuestos de caliza trabados con mortero de cal y arena). De las pocas estructuras exhumadas sólo podemos
plantear la existencia de un asentamiento abierto de cierto nivel, tal vez similar a las villas aristocráticas con vallado,
del que quizá provenga el topónimo Villanueva. En el siglo XII se fecha el segundo gran momento constructivo,
correspondiente con un asentamiento monástico bajo advocación múltiple de San Pedro, San Juan Bautista, San Martín
y Santa María, cabeza de un dominio hacendístico centrado en los valles del Sella y del Güeña y del que depende la
iglesia parroquial de Santa María. Como Covadonga, el siglo XVI supone un periodo oscuro de crisis patrimonial y
jurisdiccional en el que se busca el respaldo de la nueva dinastía de los Austrias y se recogen, magnifican o inventan
tradiciones sobre el papel fundacional de los reyes asturianos, incluyendo un falso acotamiento atribuido a Alfonso I
CRONOLOGÍA
Primeras fases constructivas de una arquitectura de poder (¿villa aristocrática?) en los siglos VIII y IX, con leves y
difusos indicios de una previa presencia humana. De forma estricta, no podemos hablar de estructuras monásticas hasta
el siglo XII
GRADO DE CONSERVACIÓN
El monasterio ha sido objeto de una reciente restauración, en cuyo curso se exhumaron las estructuras altomedievales y
su vieja función cenobítica ha sido sustituida por la hostelera, transformándose en Parador Nacional.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
CANGAS DE ONÍS
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 04”
5º 07´ 27”
60-88 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Situado en la confluencia de dos valles, el del Güeña y
el del Sella, la disposición actual del pueblo se adapta a
dos zonas diferenciadas: una baja constituida por la
planicie de terrazas fluviales formada en la unión de los
cauces, especialmente en la ribera meridional del
Güeña y una alta que ocupa la falda inferior del Pico
del Llanul´Cura (250 m) ascendiendo progresivamente
desde la cota 62 de la actual Avenida de Covadonga
hasta la 120 en la que se sitúa el cementerio parroquial.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ villa medieval
DESCRIPCIÓN
Teniendo como base el vicus viarii que intuíamos en la Antigüedad, los datos aportados por la diplomática y la
cronística nos hablan de un poblado altomedieval que, en los siglos VIII-IX, bajo el apelativo de “locum”, se asienta en
el espacio bajo de vega (Vega de Santa Cruz y de Arriba), sensiblemente retraído del punto en el que el Sella sería
atravesado por un primer puente, y al contacto con el viario romano. De este primer núcleo permanecería el testimonio
de la iglesia de Santa Cruz, erigida en 737, y la necrópolis a ella asociada. En Plena Edad Media, tiene lugar un
proceso expansivo que rellena nuevos espacios de la vega, como atestigua la desparecida necrópolis de lajas de San
Pelayo y que tiende a colonizar la ladera del Pico, donde se sitúa en los siglos XII-XIII la iglesia parroquial de Santa
María, dominando la llegada de un camino ganadero potenciado en las centurias anteriores. Paralelamente, a principios
del XIII (año 1215), la amplia vega de Contranquil permanece dedicada a un intenso laboreo agrícola, dentro de los
términos de la iglesia de Santa Cruz y de la villa de Udielles, dependientes del monasterio de San Pedro de Villanueva.
En Baja Edad Media se consolidaría el proceso de formación de la villa, creándose un mercado que focaliza la difusión
y venta de excedentes agropecuarios y acometiéndose reformas en el puente medieval, síntoma del importante papel de
Cangas en el tránsito de mercancías.
INTERPRETACIÓN
Villa heredera del vicus viarii antiguo que alcanza el siglo VIII como centro de poder hegemónico en el valle del
Güeña, extendiendo su influencia al hallarse en un estratégico cruce de vías. Ello explica su papel como embrionaria
sede regia del naciente reino de Asturias en el curso de este siglo, asociada al menos a los gobiernos de Pelayo, Favila,
Alfonso I y Aurelio y dentro de una arquitectura de prestigio poco definida, acompasada por construcciones más
modestas, lo que determinaría su rápida desaparición o reconversión andada la Edad Media y Moderna. El papel
hegemónico sería mantenido a partir del siglo X como cabecera política del territorium de Kangas, uniéndosele desde
los siglos XII-XIII y a lo largo de la Baja Edad Media, la cabecera eclesiástica del arciprestazgo de Santa María de
Cangas y la económica del mercado.
CRONOLOGÍA
Heredera directa del poblado antiguo, la documentación textual y arqueológica más antigua de la villa medieval y sede
regia nos remite a inicios del siglo VIII.
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GRADO DE CONSERVACIÓN
Apenas perduran vestigios del poblado altomedieval, exceptuando la documentación arqueológica extraída de la necrópolis
de Santa Cruz, excavada a fines del siglo XX y los propios testimonios históricos centrados en la hoy reedificada iglesia de
Santa Cruz, a los que se sumaría el conocido puente, reformado en el siglo XV. La intensa transformación urbanística
sufrida por la vieja villa ha deformado radicalmente su disposición tradicional, que, en los últimos años del siglo XIX
presentaba un claro núcleo de planta circular en el tramo final del Güeña, alejado del curso del Sella y del puente.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
VILLA DE CORAO
DESPOBLADO DE LA CAVADA
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 54”
05º 04´ 01”
Alt. 98 m
EMPLAZAMIENTO
Amplio ensanchamiento de la subcuenca del Güeña, al
distanciarse la franja de contacto entre la masa de
cuarzoarenita, areniscas,arenas, limonitas y calizas que
la delimitan al N. y las arcillas rojas (rellenos de
dolina) que caracterizan en este punto las últimas
estribaciones del Cornión, originándose una extensa
plataforma de terreno aluvial (gravas, arenas y limos)
que presenta un máximo de unos 500 metros de
anchura en su zona central. En su paso, el río Güeña
transcurre cercano a las estribaciones de la cordillera
(Sierra de Abamia), compartimentando la vega en dos
sectores desiguales. Un sector meridional de escasa
proporción, cuyo máximo desarrollo lo obtiene en La
Vegona, aprovechando el meandro abierto por la
corriente y el entalle de la sierra. Un sector
septentrional que concentra gran parte de la subcuenca,
donde se ubica el pueblo de Corao y la que es su vega
de mayores dimensiones, la Vega Jondos, lugar de
emplazamiento de La Cavada.
TIPOLOGÍA
Villa tardoantigua/ altomedieval
DESCRIPCIÓN
El yacimiento de La Cavada ha permitido documentar estructuras de habitación fechadas por su asociación a un
conjunto cerámico, en el siglo VIII y acompañadas por campos fósiles con huellas de labrantío. Por sus características
de fábrica –estructuras pobres de mampuesto sin carga- constituyen la prueba más evidente de una arquitectura
doméstica altomedieval de escasa perdurabilidad. Es el mismo espacio donde se localizaba material lítico y cerámicas
de la Edad del Hierro. En el paraje colindante de las “Tierras de San Nicolás”, donde la tradición sitúa un convento
(hay constancia de una capilla de San Nicolás en pie hasta mediados del siglo XIX) se localizan al arar piedras que
relacionan con los cimientos de construcciones. Se trata pues de un asentamiento abierto altomedieval que constituye
el heredero directo del vicus antiguo, al contacto con la vía romana, aunque la primera cita textual no se documente
hasta 1131, cuando se realiza una venta de bienes en Corado, donde dicen Totaliti.
INTERPRETACIÓN
Poblado altomedieval que demuestra la continuidad en el tiempo del vicus antiguo en el siglo VIII, pese a que su
tipificación en un registro señorial con el nombre actual de Corao no se llevará a cabo hasta 1131. Constituye una
prueba de la arquitectura campesina altomedieval en materiales efímeros. Por otra parte, el silencio que se le dedica en
las fuentes altomedievales más tempranas contrasta con su importancia en época antigua y determina un cambio en las
jerarquías de poblamiento. En este sentido, su menor relieve parece ir unido a la hegemonía de Cangas y a la
edificación en las sierras centrales del castrum de Peñamanil, nuevo punto focal para la cuenca del Güeña.
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CRONOLOGÍA
Dataciones relativas más tempranas en el siglo VIII, estrechando el hiato con los materiales tardorromanos del vicus
precedente
GRADO DE CONSERVACIÓN
Los vestigios materiales documentados en la excavación de La Cavada fueron destruidos al paso de la carretera,
aunque todo el entorno de la Vega Jondos, en especial los prados de La Cavada y San Nicolás, constituyen un área
potencial de riesgo arqueológico, siendo muy posible que una excavación sistemática permita documentar otros
espacios de hábitat y cultivo. Sin ir más lejos, durante la prospección del Proyecto, se localizaron pequeños fragmentos
de cerámica de la Edad del Hierro en el corte de la carretera, dentro del nivel de cantos.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
CORAO CASTIELLO
(CORAO)
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 00”
5º 03´ 31”
170 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Falda inferior, vertiente SW. del Cerro Igüedo (sierras
centrales), dominando al W. la estrecha embocadura
del río Les Vegues- cuenca de entrada hacia Labra y
Peñamanil- y el emplazamiento en el valle del Güeña
de Corao, del que dista menos de medio km.
TIPOLOGÍA
Asentamiento abierto/ villa
DESCRIPCIÓN
Citado por primera vez como “Villa Castello” en la falsa donación de Ramiro Alfonsiz a San Salvador de Oviedo en el
año 926, dentro de los límites del término eclesiástico de Santa Eulalia de Abamia. No volveremos a encontrar nueva
mención hasta 1567, cuando se recoja como lugar del Castiello en una relación de bienes del monasterio de San Pedro
de Villanueva. La memoria popular conserva tradiciones sobre el origen del nombre que se remontan a un castillo de
Pelayo, relacionándose con el mismo las noticias sobre restos de construcciones en la finca “La Güertona”. También
perdura el topónimo “Sulavilla”.
INTERPRETACIÓN
Ni la topografía del pueblo, adaptado a la pendiente sin resaltes señalados- exceptuando el ocupado por un palacio de
época moderna- ni la ausencia de rasgos morfológicos o materiales en el promontorio que lo domina, ni la revisión
infructuosa de la finca “La Güertona” abogan por la existencia de una fortificación señorial topográficamente
jerárquica o generada en el núcleo de la villa. Tampoco parece recibir su denominación más antigua de su conexión
con los vestigios de un castro antiguo en las cercanías. Proponemos en cambio que el nombre “villa Castello”
provenga de su situación de dependencia con respecto al castrum altomedieval de Peñamanil, durante las funciones de
éste como punto focal en el valle del Güeña, fosilizándose esta relación en el apelativo de la villa una vez el castrum
perdió su funcionalidad.
CRONOLOGÍA
Tanto las dudas vertidas sobre el documento de 926, que puede responder, dejando a un lado las refacciones pelagianas
en el siglo XII, a un contexto veraz, como su hipotética asociación al castrum de Peñamanil, nos llevarían a proponer
con todas las reservas, su existencia al menos a principios del siglo X.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Exceptuando las leyendas populares, no se aprecian estructuras de relieve, respondiendo los edificios más antiguos,
entre ellos el palacio señorial, a casonas edificadas en época moderna. El núcleo más antiguo de la villa, señalado por
un pequeño apiñamiento de casas, se sitúa en la zona alta del pueblo.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
PEÑAMANIL (LABRA)
LOCALIZACIÓN
43º 22´38”
05º 03´ 30”
520 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Promontorio de calizas negras con laminación paralela
y brechas sedimentarias desgajado de las serranías
centrales con silueta piramidal, 400 metros sobre el río
Zardón, 180 sobre el pie de monte de Cebia y 45
metros sobre el Collau la Cuesta, que, al E, supone el
único punto de acceso. Cima amesetada con planta
ovalada de eje NE-SW y 30 metros de longitud por 13
de anchura. Desde una corona superior de 10 x 7 m. y
hacia la vertiente meridional se suceden dos terrazas.
Pendientes pronunciadas especialmente al N y NW,
mientras al S y SW, el porcentaje se atenúa. El paisaje
vegetal se caracteriza por la presencia de pastizales en
la falda baja SE y Collau la Cuesta, derivado del
aprovechamiento
ganadero,
con
signos
de
revitalización del monte bajo, mientras al ascender da
paso a un espectro de monte bajo (maleza) y arbustos,
en consonancia con el quebrado terreno calizo
TIPOLOGÍA
Fortificación
DESCRIPCIÓN
Excavado por H. Alcalde del Río hacia 1909, prospectado por J.M. González y revisado en la Carta Arqueológica,
aunque por entonces no fue catalogado. Los vestigios constructivos se concentran en dos zonas: corona superior,
donde un hoyo de 2 x 2 m., rodeado por canchal de derrumbe podría obedecer a las excavaciones de 1909 o a la previa
existencia de una estructura turriforme, y en especial, la ladera orientada al S. donde, entre una profusa capa de
derrumbe, pueden documentarse, a 8 metros de la corona y en el vértice SW., dos tramos de muro alineados,
correspondientes probablemente a la muralla que cercaría el promontorio. Las estructuras se hallaban edificadas en
mampuestos calizos cohesionados mediante argamasa muy pobre. En esta zona se localizan fragmentos de cerámica
gris altomedieval, que se unen a los importantes hallazgos cerámicos y metálicos de 1909 y a los habidos durante la
Carta Arqueológica. Algunos autores sitúan en este yacimiento el hallazgo de uno de los jarros visigodos de Cangas de
Onís.
INTERPRETACIÓN
Como habíamos postulado en la Porra de la Portiella, forma parte del grupo de castra erigidos en espacios del Norte
peninsular como Cantabria y Euskadi desde el siglo VIII, pudiendo adelantarse su fundación en algunos casos a
Antigüedad Tardía. Dentro de un paisaje regido por estructuras prefeudales, Peñamanil jugó un papel de primer orden
como punto focal del valle del Güeña y de la ruta ganadera de Abamia, entrando en contacto visual con la Porra. En el
plenomedievo, sin embargo, no aparece textualmente como un centro de poder de relevancia, pudiendo estipularse su
disfuncionalidad y abandono de forma pareja a la madurez de la red parroquial y las instituciones monásticas.
CRONOLOGÍA
La morfología del asentamiento, las características de su fábrica y los materiales cerámicos inclinan a concederle
datación relativa temprana, situada al menos desde el siglo VIII hasta el XII
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GRADO DE CONSERVACIÓN
Deficiente. Los principales testimonios se reducen a los dos muretes alineados al SW y a los canchales de derrumbe de
la corona y ladera S. En cuanto a los materiales, el M.A.P.A. conserva el lote cerámico hallado en 1909, pero se han
perdido las piezas metálicas.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
PORRA DE LA PORTIELLA (SEGÜENCO)
LOCALIZACIÓN
43 º 19´12”
05º 05¨38”
501-504 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
La Porra de la Portiella constituye un escarpe situado al
E del pueblo de Seguenco, formando parte de un
farallón de calizas oscuras de montaña y cuarcitas
blancas masivas compuesto por una sucesión de crestas
que se integran en la Sierra Moruna, coincidiendo su
posición con un estrechamiento de la sierra de apenas
380 metros de altura en ese punto. La cima (“Llanu del
Pico”) ofrece una planta ovalada con unos 25 metros en
el eje NNW-SSE y unos 10 metros en sección E-W,
con una corona central de 5 metros de anchura.
Intensas pendientes al E. y S., con mayor moderación
en el primer tramo de la W y un espacio septentrional
que lo une con el sector de pastizales del Llanu Baxu y
Llanu Cima. Paisaje vegetal de herbáceas y matorral,
con proliferantes afloramientos calizos que diseccionan
e irregularizan la superficie.
TIPOLOGÍA
Fortificación
DESCRIPCIÓN
Conocida a fines del siglo XIX como Porra de Socastiello, fue objeto en ese tiempo de unas excavaciones por parte del señor
Garro, director de las obras de Covadonga, siendo las únicas atestiguadas hasta la fecha, aunque el yacimiento volvió a ser
analizado por F. Diego Santos y con motivo de las últimas actuaciones arqueológicas en la zona (Carta Arqueológica y
Concentración parcelaria de Seguenco). Los vestigios mejor documentados se encuentran en la corona superior y
especialmente en la ladera W. La corona superior presenta distintos canchales de derrumbe, uno de ellos de reciente
formación, sin descartar la existencia de una estructura turriforme. En su vertiente W, una panza longitudinal de 4 m. de
anchura podría señalar el derrumbe de un lienzo amurallado. Las estructuras se hallaban edificadas en mampuestos calizos
cohesionados mediante argamasa muy pobre. En la ladera W, donde los materiales de derrumbe tienden a concentrarse en un
primer tramo de pendiente más tenue, aun se conservan dos muretes escalonados, el primero a cota 497 y el segundo a cota
495, detectables en superficie por los niveles con nódulos de argamasa y alineaciones de piedras. En esta zona se
documentan pequeños fragmentos de cerámicas grises altomedievales y cerámicas anaranjadas con decoración de peine de
cronología más amplia, además de un objeto metálico de tipología y uso indefinido, que vienen a sumarse a anteriores
hallazgos (cerámicas, conchas y puntas de flecha).
INTERPRETACIÓN
Las características del emplazamiento y la modestia de materiales empleados en las estructuras permiten situarlo
dentro del grupo de castra altomedievales que con fechas muy tempranas se erigen en diferentes zonas del Noroeste
peninsular, como Cantabria y Euskadi, destinado en este caso, dentro de unas estructuras socioeconómicas prefeudales,
al control de la ruta pecuaria de Següenco, que partía desde Cangas de Onís. No parece que cumpla un papel relevante
en el plenomedievo como centro de poder dentro del territorium de Kangas, siendo paralela su disfuncionalidad y
abandono a la madurez de un paisaje feudal regido por la red parroquial y las instituciones monásticas. Tenía contacto
visual con la fortificación de Peñamanil.
Sigue p. 2
CRONOLOGÍA
La morfología del asentamiento y las cerámicas en superficie adelantan una primera cronología relativa en torno a los
siglos VIII-XII.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Deficiente en superficie, donde los vestigios y derrumbes presentan distintas acumulaciones de mampuestos y hoyos,
consecuencia de las excavaciones del siglo XIX o de acciones fortuitas de saqueadores. Por otro lado, el constante
pastoreo del ganado bovino ha creado una capa orgánica de excrementos sobre la que crece una vegetación de matorral
bajo, ocultando posibles vestigios.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
JARRO DE MINA MILAGRO
LOCALIZACIÓN
43º 20´ 12”
4º 59´ 56”
270-300 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
Hallado en el emplazamiento de la Mina Milagro,
situada a media ladera de la sierra de Pelamoru o
Valdelamesa (Bobia. Onís) a escasos dos km. de
Mestas de Con y en pleno límite entre Cangas de Onís
y Onís. Vegetación de arbustos y matorral, ramoneado
por el ganado vacuno que pasta en el área.
TIPOLOGÍA
Hallazgo casual. Pieza descontextualizada.
DESCRIPCIÓN
Fue localizado por Casto Fanjul a mediados del siglo XIX, haciéndose cargo de él D. Francisco Díaz Ordoñez,
presidente de la Comisión Provincial de Monumentos. El jarro presenta tres partes diferenciadas soldadas: una panza
globular ovoide, un cuello troncocónico estilizado y un pie abocinado. Contiene un orificio irregular en la panza, que
se acompaña por otros dos pequeños orificios abiertos en el cuello, de funcionalidad desconocida. La decoración está
compuesta por cinco bandas paralelas de cordoncillo liso y uno aislado en el pie. Recorriendo la banda situada entre el
cuello y la panza se halla una inscripción que ha merecido transcripciones divergentes F. Diego Santos optó por una
lectura alusiva a un frase de la eucaristía (“custodiat te in vita aeternam amen”): + (Christus) S (h)ABITAT (h)IC / +
GALACIESO CUSTODIE AM(en) D(omi)NE (Traducción: “Cristo habita aquí, para guardia de Galacieso, amen,
Señor). A este hallazgo se le suman el de otros dos jarros de bronce en la comarca de Cangas de Onís, el primero y
más significativo, un vaso de cuerpo ovoide que presenta decoración de puntos incisos formando líneas de cordones
horizontales y en la panza del jarro, dentro de una faja figura la inscripción + ALBARI VITA. Se les ha caracterizado
por una funcionalidad litúrgica, dentro del ceremonial hispanovisigodo, empleándose, según diversas hipótesis, para la
función bautismal, la eucaristía o la ceremonia de ordenación sacerdotal. También aparecen en ambientes funerarios
como ajuar. Sobre la importante densidad de hallazgos en Asturias, se ha planteado su conexión con un cristianismo
tardío protagonizado por monjes eremitas, su condición de material de acarreo traído por los refugiados visigodos o su
relación con talleres asociados a la monarquía asturiana, sin que hasta la fecha pueda establecerse una solución
inequívoca.
CRONOLOGÍA
Marcando un estrecho paralelismo con el jarro de procedencia hispana del Kuntsgewerbes Museum de Colonia o el
originario de Puig Rom, se ha propuesto su afiliación a talleres leoneses del siglo VII. Más recientemente, Mª A.
Pedregal Montes le concede fechas del siglo IX, sin que aporte al respecto nuevas argumentaciones. En realidad, existe
un desacuerdo tácito en cuanto al fin de la producción de jarros litúrgicos broncíneos que pudo haberse mantenido tras
la invasión musulmana del 711, ampliando el abanico cronológico. La total descontextualización de los hallazgos
anula cualquier teoría definitiva.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Ha perdido el asa y el fondo y parte del borde está roto. En 1957 fue donado por los descendientes de Francisco Díaz
Ordoñez al M.A.P.A., donde forma parte de su colección permanente.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
CAMINO DE ABAMIA
EMPLAZAMIENTO
Asciende desde las estribaciones del Cornión que
alcanzan la vega de Corao para después flanquear a
media ladera las distintas cumbres que, desde la Cruz
de Priena llegan las plataformas de los lagos de
Covadonga
TIPOLOGÍA
Camino
DESCRIPCIÓN
Antiguamente se le conocía como el camino antiguo, camino de Abamia o camino del Cueto. Salía de Corao en el
área de El Castañéu ascendiendo hasta la iglesia de Santa Eulalia de Abamia tras flanquear al E. el dolmen de La
Granda. Desde Abamia, donde anteriormente se ubicaba un dolmen, seguía a Rales y Teleña, ésta última documentada
como yuguería en 1289. En esta área, al menos desde Edad Media, habría existido un camino secundario hacia el
Cueto Aleos, citado en 1167. Seguía por la Canal y Andoreño, Las Mayadas de Uporquera, Tarañosdios, bifurcación a
Comeya, L, Escalera y Vega d´Enol, con un ramal hacia los altos de Enol, Pandecarme y Pozo del Alemán. En esta
última parte se recuerda el proyecto del marqués de Pidal para ejecutar la carretera de Castilla por el Pozo del Alemán
y Vega Redonda, conservándose la cicatriz de las cajas.
INTERPRETACIÓN
Vía pecuaria destinada a un circuito de transterminancia que alcanzaba los pastos altos de los lagos de Covadonga.
Con orígenes en la Edad del Bronce, su importancia hegemónica determinará los intereses del estado romano, de los
magnates altomedievales y de los señoríos monásticos (Santa María de Covadonga) y eclesiásticos (San Salvador de
Oviedo) por controlarlo y beneficiarse tanto de los excedentes procurados por sus cabañas, como de las rentas
extraídas de la ganadería campesina, afianzándose el monopolio señorial a medida que avance la Edad Media. En Edad
Moderna y especialmente tras la construcción de la carretera de los lagos de Covadonga a fines del siglo XIX, perderá
progresiva importancia frente a esta nueva ruta. Aun así, en el siglo XIX se convirtió en el camino elegido por el
erudito alemán Roberto Frassinelli para sus excursiones a la montaña, personaje a quién debe el nombre de “ruta
Frassinelli” con la que se le conoce hoy, además del topónimo “Pozo del Alemán” que marca el final. Es posible que
fuera el camino de penetración seguido por el ejército musulmán durante la batalla de Covadonga.
CRONOLOGÍA
El trayecto conservado aun mantiene en muchos aspectos la imagen de la vía pecuaria nacida en la Edad del Bronce y
potenciada por el estado romano, como así demuestra su vínculo con distintos enterramientos tumulares.
GRADO DE CONSERVACIÓN
El mantenimiento tradicional de los usos ganaderos a través de esta ruta hasta etapa reciente, progresivamente
sustituida por la carretera de Covadonga y la reactivación turística como sendero de caminantes, garantizan la
preservación de gran parte del trayecto, que presenta las características de un camino terrero, con áreas de fácil
encharcamiento.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
CAMINO DE MESTAS DE CON
EMPLAZAMIENTO
Desde su arranque en la vega del Güeña en Mestas de
Con y tras un primer tramo de menor pendiente que
alcanza Llano de Con, el trazado serpentea a través de
collados y media ladera, salvando las líneas de cumbre
que, con progresiva altitud, parten del Alto de la
Gusteriza, y reduciendo de esta manera los porcentajes
de pendiente.
TIPOLOGÍA
Camino
DESCRIPCIÓN
Desde Mestas de Con, atraviesa Llano de Con, Traón, La Veguina Cuán, Jonfría, Jorcáu de Pioro, Cuesta Coriscada y
Collada Llagarmundi, uniéndose en este punto con el camino de Gamonedo, para continuar por Cuenye La Flecha
hasta salir a la carretera de los lagos en La Huesera.
INTERPRETACIÓN
Ruta pecuaria de transterminancia asociada a lo largo de su trayecto a diversos hallazgos de atribución megalítica o
romana (hachas, molinos, estela vadiniense de Gamonedo) lo que indicaría una cierta longevidad en sus usos. Esto
pudo determinar la génesis en su espacio de confluencia con el valle del Güeña de una aglomeración de cabañas o
primitivo vicus, que constituiría el germen de la villa de Con en Alta Edad Media. El señorío eclesiástico de San
Salvador mostraría su interés en estrechar el control sobre la ruta, al convertir la iglesia de San Pedro de Con, que
domina el primer tramo desde un altozano, en cabecera parroquial. De igual forma, la villa de Mestas será donada en el
siglo XII al monasterio de San Pedro de Villanueva.
CRONOLOGÍA
Los espaciados hallazgos de atribución megalítica y romana abogan por cronologías tempranas para su uso, reasumido
en Alta Edad Media
GRADO DE CONSERVACIÓN
Puede seguirse con relativa fiabilidad, especialmente en su tramo bajo, aunque la construcción de la carretera de los
lagos a fines del siglo XIX absorbió y modificó el tramo alto.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
CAMINO DE SEGÜENCO
EMPLAZAMIENTO
Aprovecha el progresivo y atenuado descenso de la
plataforma de Enol hacia el W, donde se funde con las
sierras de Següenco.
TIPOLOGÍA
Camino
DESCRIPCIÓN
La senda partía desde Cangas de Onís a la altura de la iglesia parroquial de Santa María, para dirigirse, tras flanquear
el Llano´l Cura y L´Utrera hasta Següenco. Desde este importante hito en el camino, documentado como aldea a
mediados del siglo XVI, seguía por Las Cuenyas, Las Estazadas, Fuente les Jorques, Los Payares, Las Llombas,
Pozobal, Ñajuentes, Solapeñe, El Chorrón, Cucasada, Narbes, Reborio, Les Espineres, Gusticidi, La Cobertoria,
Puente Pelabarda, Llanos de Burdio y Vega Redonda, abriéndose luego en una serie de senderos menores hacia
majadas como Junjumia, Jul Paré o Los Redondos.
INTERPRETACIÓN
Ruta pecuaria dedicada a circuitos de transterminancia que se dirigía a los pastos altos desde Cangas de Onís. La
escasa vinculación con yacimientos o hallazgos materiales neolíticos y antiguos- circunstancia que la distingue de los
caminos de Abamia y Mestas de Con- y por el contrario, la presencia en su tramo medio del castrum altomedieval de
la Porra de la Portiella abogaría por un mayor desarrollo desde la Antigüedad Tardía, estando ligada a la importancia
de Cangas de Onís como centro de poder y obteniendo el definitivo impulso una vez se constituya la villa en sede
regia primero y cabecera del territorium de Kangas después. En torno al siglo XII, el señorío episcopal de San
Salvador de Oviedo, dueño de una importante cabaña ganadera, situará en su punto de llegada a Cangas la iglesia
parroquial de Santa María, cabeza visible del arciprestazgo cangués.
CRONOLOGÍA
Sin desestimar usos anteriores- a falta de una prospección más intensiva de sus tramos altos, topónimos como La
Cobertoria podrían señalar la presencia de monumentos megalíticos- la ruta comienza a cobrar auge durante la
Antigüedad Tardía y Alta Edad Media.
GRADO DE CONSERVACIÓN
La construcción de la nueva carretera de Següenco ha hecho desaparecer en gran medida el tramo de contacto con
Cangas de Onís, mientras que una vez dejado atrás Següenco, los arreglos en el viario y la apertura de distintas pistas
forestales distorsionan el aspecto de una ruta en plena regresión.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
VÍA DEL GÜEÑA (CAMINO ANTIGUO DE
CANGAS)
EMPLAZAMIENTO
Atraviesa la subcuenca del río Güeña, con un eje W-E,
que adapta su curso al extremo oriental del surco de
Oviedo.
TIPOLOGÍA
Camino
DESCRIPCIÓN
Ramal de la vía romana Legio VII- Portus Blendium. El trayecto anterior a su llegada al concejo de Cangas ha sido
reconstruido grosso modo, pasando Aliva, siguiendo el cauce del río Duje hasta Sotres, Tielve, tramo en el que se
conservarían restos de camino explanado en la roca para los carros, Camarmeña, cruzando cueñes como Soñín y
Cueña del Fresnu. De aquí a Poo de Escosura en el puerto de Onís hasta Canales y Ortigueiro, La Rebollada y Avín
cerca de la Corredoira y continuaba hasta Piedrafita. En Piedrafita se produciría una bifurcación, con un ramal
dirigiéndose a la costa de Llanes descendiendo hacia Ardisana y Riucaliente. En el espacio llanisco aun pudieron ser
documentadas zonas enlosadas. A partir de Piedrafita, el camino cangués se acompaña de mayores referentes textuales
y materiales. La posición de las estelas romanas de Villaverde y Llenín en torno a un camino que asciende flanqueando
el Cerro Igüedo, podría señalar el trazado antiguo, dirigiéndose hacia el puerto de Piedrajita. Desde Intriago, lugar de
hallazgo en 1888 de un denario de galba y villa citada en 1133, continuando por La Estrada, significativo topónimo,
hasta alcanzar Corao, donde el “camín antiguo” o “camino real” atravesaba la actual Calle Frassinelli, antes Calle del
Agua, cruzaba un pontón de madera para dirigirse por la Vega Jondos- donde se conservaba un empedrado- hasta
Celorio, tramo que se conocía como “El Carrilón”, de aquí a Susierra (Soto de Cangas), espacio donde se encontraban
las estelas de Noreno y Magnentia, atravesaba la carretera de Cardes por debajo del Hotel y luego descendía al
espacio ocupado por el Cuartel de la Guardia Civil de Cangas. Al alcanzar la vega de Cangas, se generaría en Alta
Edad Media una bifurcación, con un ramal hacia el valle del Sella, que comunicaría la sede regia y la posición de San
Pedro de Villanueva, mientras el camino principal accedería al emplazamiento del primer puente, para dirigirse
después al centro asturiano, contactando con el área de Lucus Asturum.
INTERPRETACIÓN
Ramal de la via Legio VII- Portius Blendius. Contradiciendo los parámetros clásicos de la caminería romana, más
avezados a emplear las altiplanicies de las sierras y cordales, el trazado ha de adaptarse al corredor del río Güeña como
única forma de sortear los profundos desniveles abiertos en las estribaciones del Cornión al S. y las sierras centrales al
N. La gestación de la ruta debe entenderse dentro de la precisa articulación territorial romana, en este caso destinada a
catalizar los excedentes productivos y el tránsito ganadero proveniente de las rutas de montaña, introduciendo la
ganadería prerromana en unas redes de mercado que alcanzan el centro de Asturias. La posición de Cangas en el punto
de cruce del Sella será determinante en su eminente papel como vicus viarii y centro de poder.
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CRONOLOGÍA
Los orígenes de este camino deben rastrearse en época romana. Pero el trayecto actual que podemos documentar a
través del valle del Güeña aúna en sus tramos al menos tres estratos: muy parcial supervivencia de la ruta antigua,
importante peso de la transformación obrada en Edad Media y definitiva remodelación acometida en época moderna, a
la que debe el nombre de “camino real” con el que se le conoce en algunas zonas.
GRADO DE CONSERVACIÓN
Algunos tramos situados a media ladera y relacionados con epigrafía vadiniense, como el que transcurre por el paraje
de Susierra, podrían corresponder al trazado más antiguo. En otros espacios, como la Vega Jondos de Corao, se
recuerda la existencia de empedrados, atravesando las cercanías del despoblado antiguo-altomedieval de La Cavada,
aunque éstos, hoy desaparecidos, podrían corresponder ya a las calzadas propios de los caminos reales modernos.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
CAMINO DE COVADONGA
EMPLAZAMIENTO
Atraviesa el angosto desfiladero del río Covadonga,
recorriendo el fondo de valle.
TIPOLOGÍA
Camino
DESCRIPCIÓN
Se corresponde con la actual carretera de los lagos, que parte desde el valle del Güeña a la altura de Soto de Cangas,
para adentrarse en el desfiladero siguiendo el curso del río Covadonga. Tras atravesar la Riera, instituida como
parroquia bajo representación del monasterio de Covadonga a fines del siglo XIV, alcanzaba el santuario, cruzando la
posición actual de los Jardines del Príncipe, como se contempla en los grabados y pinturas de los siglos XVII y XVIII.
Es la ruta seguida por los viajeros que, desde Ambrosio de Morales en el siglo XVI, hasta Foronda en el XIX, pasando
por Jovellanos en el XVIII, dejaron testimonio de las malas condiciones del trayecto. El tramo desde La Riera a
Covadonga no sería acondicionado hasta el reinado de Carlos III, mientras la actual carretera desde el santuario hasta
los lagos fue realizada a fines del siglo XIX. Antes, se dividía en pequeños senderos, sólo practicables para los
pastores, como lo describen algunas fuentes.
INTERPRETACIÓN
Camino que no parece haber tenido excesiva importancia en la Alta Edad Media, en contraste con la ruta de Abamia,
comenzando su verdadero desarrollo con la imposición señorial del convento de Covadonga desde el siglo XII y
especialmente cuando la devoción popular al santuario de paso a partir del XVI, al patronazgo regio y a la fama del
mismo. El hecho de que los eruditos visitantes desde el siglo XVI lo conocieran como camino a la santa cueva hizo
suponer su correspondencia con el trazado seguido por el ejército musulmán en los prolegómenos de la batalla de
Covadonga, hipótesis que, sin descartar totalmente, obedece a una lectura anacrónica de la situación caminera, 900
años después de los sucesos. Los datos históricos conceden mayor verosimilitud a la ruta en altura de Abamia. Por otra
parte, su continuación hasta los lagos de Covadonga, supuestamente empleada como vía de retirada de las tropas
musulmanas, no era hasta fines del siglo XIX sino un haz de pequeñas vías de difícil ascenso.
CRONOLOGÍA
Manteniendo la posibilidad de que el camino haya sido frecuentado como ruta secundaria de pastoreo en Alta Edad
Media o en etapas anteriores, su verdadera importancia no se desarrolla hasta el pleno y bajo medievo, convirtiéndose
desde entonces en la ruta de llegada al santuario
GRADO DE CONSERVACIÓN
A tenor de la importancia turística y religiosa del santuario, la carretera es frecuentemente transitada, mientras que su
continuación a los lagos no sólo es empleada por los visitantes sino además por los ganaderos de la zona como ruta
primordial, en sustitución del antiguo camino de Abamia.
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Sedes regiae asturorum
YACIMIENTO
PUENTE DE CANGAS
LOCALIZACIÓN
43º 21´ 04”
5º 07´ 51”
64 m.s.n.m.
EMPLAZAMIENTO
En la vega del Sella donde se ubica la población de
Cangas de Onís, aprovechando un ligero
estrechamiento del río que desde ese punto se introduce
en el primer y angosto tramo cangués.
TIPOLOGÍA
Infraestructura viaria/ puente
DESCRIPCIÓN
En el siglo XVI se conocía como “Puente Vieyo” y marcaba el límite entre los concejos de Cangas y Parres. En su
aspecto actual, presenta seis arcos, tres de ellos los principales, con una gran bóveda central de medio punto, de 21, 6
metros de luz, flanqueada por bóvedas ojivales. Se apoya sobre gruesos pilares que aprovechan como base constructiva
el roquedo. La calzada del mismo, dispuesta de forma apuntada, con un tramo descendiendo hacia Parres y el otro
hacia Cangas, conserva el empedrado. Durante los siglos XVI-XIX, se detectaron reformas de distinto relieve, que
llevaron a cegar temporalmente algunos de los arcos.
INTERPRETACIÓN
Puente medieval que sustituiría a una anterior construcción considerada de época romana por viajeros como
Jovellanos, que aún pudieron ver sus restos a fines del siglo XVIII. Constituía pues un importante elemento en la
articulación de la vía romana del Güeña como punto de paso del Sella hacia el centro de la región, manteniendo dicha
funcionalidad en Edad Media. En el pleno y bajo medievo fue construido y remodelado después- la última gran
refacción obrada durante el siglo XV o XVI- un nuevo puente muy relacionado con el desarrollo de una red
excedentaria asociada a la producción ganadera sobre la que recayó el dominio de los grandes señoríos eclesiásticos
(San Salvador de Oviedo), monásticos (sobre todo Covadonga) y la aristocracia local. En el mismo sentido cabría fijar
el papel de Cangas como centro de intercambio, merced a su condición de encrucijada viaria, lo que da forma en el
medievo a un mercado que nominaliza en el siglo XVI a uno de los barrios principales de la población.
CRONOLOGÍA
Probable sustituto de un anterior puente romano, el que hoy se conserva debería en gran medida su diseño a las
reformas efectuadas en el siglo XV o XVI, aunque podría detectarse la base de un puente ejecutado en plena edad
media (quizá la bóveda central).
GRADO DE CONSERVACIÓN
Durante la Guerra Civil, el puente fue destruido, manteniéndose en pie los pilares. Según proyectos de 1940-1943, L.
Menéndez Pidal lo sometería a diversas labores de reconstrucción, de las que se deriva la actual solidez del mismo.
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