¿CÓMO MINISTRAR A UN BEBÉ QUE ESTÁ EN EL VIENTRE DE MAMÁ? COMO ORAR Y MINISTRAR A UN BEBÉ CARACTERISTICAS DEL BEBÉ EN EL VIENTRE DE SU MADRE ¿CÓMO INTERCEDER Y ORAR POR UN BEBÉ QUE ESTÁ VIVIENDO UNA SITUACIÓN ADVERSA AL PROPÓSITO DE DIOS? ESCRITURAS QUE NOS MUESTRAN LA IMPORTANCIA DE MINISTRAR A LOS BEBÉS DESDE EL VIENTRE MATERNO Lucas 1:44 La criatura saltó de alegría en mi vientre Salmos 139:13-16 Dios está pendiente de cada detalle desde que el bebé se está formando. Salmos 127 No soy una casualidad o un accidente. Jeremías 1:5 Dios ya nos conocía desde antes de nacer. Él conoce al bebé. Lucas 1:15 Pueden recibir la bendición del Espíritu Santo (La bendición no el Bautismo). 1 Samuel 1:27-28 Podemos dedicarlos al Señor desde que han sido concebidos. 1 Samuel 1:11 Debemos orar por: el fruto del niño. Por su educación o carrera profesional. Por su pareja. Por su ministerio. Por su caminar con el Señor. Por su impacto e influencia en el mundo. 1. ¿CÓMO MINISTRAR A UN BEBÉ QUE ESTÁ EN EL VIENTRE DE MAMÁ? 1. 1 LA MAMÁ Leyendo la Biblia en voz alta, Hablándole del amor de Dios. Cantándole al Señor. Diciéndole repetidas veces cuanto lo ama y que tan importante es para Dios y para ella. Expresándole que tan feliz y gozoso va a ser su nacimiento. Acariciándolo, hablándole de Dios y de Su creación. Cuidando su cuerpo. 1.2 EL PAPÁ Orando por el bebé en voz alta. Hablando al bebé con ternura. Leyendo la Biblia con la mamá y el bebé. Infundiéndole seguridad y protección para el día de su nacimiento. Amando a su esposa. Expresándole su amor y aceptación. 1.3 OTRAS PERSONAS QUE PUEDEN MINISTRAR: Los abuelos, los pastores, los maestros y servidores del cunero, los hermanos. 2. CARACTERÍSTICAS DEL BEBÉ EN EL VIENTRE DE SU MADRE Capaz de aprender. Oye y responde a las voces y a la música o cantos. Es sensitivo a los sentimientos de los padres. Capaz de responder al amor. Es un ser humano con sentimientos. Es un ser perceptivo, sensitivo y dependiente. Las primeras 12 horas después del nacimiento son las más importantes para el bebé en el sentido afectivo, se recomienda que esté cerca de la mamá y que ésta lo acaricie, le hable, le de la bienvenida para que el bebé sepa que lo estaban esperando con gusto. Las mamás pueden estar seguras y confiadas durante el parto, pues Dios está en control de todo. (Isaías 66:7-9) 3. COMO ORAR Y MINISTRAR A UN BEBÉ “Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. 1 Corintios 2:13 Esta escritura la tomamos como base bíblica para saber que a los bebés los ministramos de espíritu a espíritu; es decir que cuando les hablamos de Jesús o les enseñamos Su Palabra, o les cantamos cantos de adoración y alabanza a Dios, el área de su ser que está recibiendo es su espíritu, porque cuando nacemos somos espíritus que tenemos un alma donde están nuestras emociones, pensamientos y voluntad, y que habitamos en un cuerpo. Lo que une al bebé con Jesús es el espíritu del bebé y es ahí donde le ministramos. Aunque veamos que no nos entiende, o que está distraído, no debemos de menospreciar ni privarlos de que su espíritu reciba el alimento de vida, porque no es a través de sus 5 sentidos (oído, tacto, olfato, gusto, vista) Ni tampoco en su área intelectual, ni en la emocional donde el bebé recibe la ministración de la Palabra, es a su espíritu. 3.1 LAS PALABRAS Debemos ministrar a los bebés con palabras de amor, bendición y aceptación. Los mensajes deben ser a través de frases cortas tales como: “Dios te ama”, “eres un bebé precioso”, “Jesús es tu Señor,” Jesús te ama y yo también, etc. Cuando el bebé está llorando y no sabemos la razón, nuestras palabras deben infundirle seguridad y confianza tales como: “no tengas miedo”, todo esta bien”, yo estoy contigo y Jesús también”, nada te pasará” etc. Hay ocasiones en que el bebé tiene un llanto de berrinche tal vez por rebeldía, entonces nuestras palabras en estos casos deben ser de autoridad con amor pero con firmeza, ejemplos: “deja el llanto”, “no llores más”, “silencio, no quiero que sigas llorando”, “yo te ayudaré a dejar la rebeldía”. El efecto de las palabras y el tono que usamos, tiene una gran repercusión en el estado emocional del bebé. A un bebé nunca se le debe gritar, esto sólo logrará que los alteremos y atemoricemos. No debemos emplear palabras de rechazo en actos tan naturales como el cambiar su pañal sucio; jamás debemos decirle “fuchi”, “que feo hiciste”, “está apestoso” o mensajes parecidos que sólo lo avergüenzan y denigran. 3.2 ORACIÓN. Cuando oramos por un bebé debemos de transmitirle el amor y la seguridad que el puede encontrar en Jesús. Nuestra oración debe fortalecer su espíritu. La oración debe incluir promesas de la Palabra para su vida como: “No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel”. (Salmos 121: 3-4). Declarar en el bebé: Dios siempre te guardará Enrique y te dará seguridad en todo lo que hagas. “Y serán para mi especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos...” (Malaquías 3:17). Declarar en el bebé: Dios te amará siempre cuidando de ti, todos los días de tu vida, porque tu eres su especial tesoro. El principal recurso que tenemos es orar en el Espíritu, utilizándole don de lenguas porque en la mayoría de los casos el bebé no puede expresar lo que le aqueja sobre todo si está llorando. Las mamás desarrollan la habilidad de reconocer el llanto de su bebé, el cual puede ser por falta de sueño, por hambre, por un cólico, por rozadura, por frió, por miedo, por rechazo, por abandono; como maestros de cuneros tal vez no conozcamos tanto a los bebés como para reconocer el motivo de su llanto, es aquí cuando una vez que hemos suplido todas sus necesidades y no logra tranquilizarse, el Espíritu Santo nos ayudara a orar conforme a la necesidad del bebé. Rom. 8:26 Toda oración que hacemos por un bebé debe ser en voz baja sin espantarlo, nunca se debe hacer una oración de guerra espiritual en la que confrontemos al enemigo. 3.3 CANTOS Y MÚSICA. Los cantos y la música son otra forma de ministrar al bebé. No sólo ministran su espíritu sino también su área emocional. Son un recurso valiosísimo para tranquilizar a un bebé. Los seres humanos desde el nacimiento somos muy sensibles a la música; tanto es así que hay muchos experimentos donde se ha demostrado que desde el vientre de la mamá un bebé puede reaccionar a la música o a los cantos. Muy pocos suplen la necesidad de ministrar con alabanza el área de cuneros, porque se piensa que ellos no responderán por ser tan pequeños. Pero esto es una mentira porque su espíritu responde positivamente cuando el niño escucha alabanzas a Dios. Lo mismo sucedería si el bebé expuesto a música estruendosa o música inspirada por demonios, afectaría no sólo a su espíritu sino a sus emociones. Desde bebés es el tiempo ideal para sentar bases firmes sobre la necesidad de alabar y adorar a Dios. “De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza”. (Salmos 8:2) El bebé imita todos los movimientos por lo que es muy importante adorar y alabar al Señor, con todo nuestro cuerpo (rostro, brazos, pies, cabeza, etc.) Debemos enseñar desde pequeños a los niños a ser unos adoradores. Los bebés de 0 a 6 meses deben escuchar cantos suaves, cantos cristianos de cuna. Los bebés de 7 meses en adelante ya responden al sonido de instrumentos musicales, responden a los ademanes (levantar las manos, aplaudir), al gozo que produce la alabanza con cantos de júbilo y regocijo. Los bebés de 1 año en adelante pueden incluso danzar ante el sonido de una alabanza llena de gozo, también pueden cerrar sus ojitos y concentrarse en una adoración a Jesús. “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza”. (Salmos 119: 164); “Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid a Jehová”. (Salmos 134:2). 3.4 EL ESTADO EMOCIONAL Y ESPIRITUAL DE LOS ADULTOS Los bebés reaccionan y son muy vulnerables al estado de ánimo de las personas que los cuidan, ya sea de padres o maestros de cunero. Si el adulto está triste, preocupado o nervioso, esto mismo le transmitirá al bebé siendo quizás su única forma de expresarlo a través del llanto. Es muy importante antes de ministrar a un bebé, que se haya tenido un tiempo de oración a fin de limpiarse de toda emoción negativa que pueda afectarle. La condición espiritual de una persona también puede afectar a un bebé. Todos los que sean llamados a servir con los bebés deben estar bautizados en el Espíritu Santo y pasado por el proceso de liberación espiritual, renunciando a todo pacto de ocultismo. Una persona llena del Espíritu Santo va a transmitir el espíritu de Dios y no otra cosa. 3.5 EL AMBIENTE IDONEO El ambiente físico: El ambiente físico para un bebé es muy importante, de eso dependerá que se sienta seguro, tranquilo y receptivo para la enseñanza. El ambiente físico incluye las condiciones del salón, la luz, la ventilación, el mobiliario necesario, la higiene y limpieza no sólo del lugar sino de las personas que lo atiendan, la temperatura, los colores, el ruido de las voces y de los cantos etc. los salones destinados a los bebés deben tener el espacio suficiente para que no estén demasiado llenos, un salón con muchos bebés provoca que los que están tranquilos puedan inquietarse tan solo al escuchar el ruido de otro niño, cuando un bebé empieza a llorar, el contagio hacía a otros niños es casi instantáneo. La música que se escuche en el cunero debe ser suave, con un volumen bajo, así mismo se deben evitar ruidos fuertes fuera del salón que puedan alterar la tranquilidad del bebé. El ambiente espiritual: Es tan importante para un bebé como para cualquier persona de otra edad. Sólo que los bebés tienen reacciones que a veces los adultos no pensamos que tengan. Su espíritu está muy receptivo a la condición espiritual del ambiente donde se encuentre. De acuerdo a sus características el bebé necesita un ambiente de tranquilidad, donde se respire amor, armonía, tranquilidad etc., ya que los bebés son muy perceptibles a cualquier ambiente de hostilidad que le rodee. Recordemos que los demonios son espíritus que andan deambulando y por lo mismo debe ser limpiado espiritualmente a través de una oración. El hogar así como los salones de cunas de las Congregaciones deben ser un lugar de alabanza y adoración a Jesús. Los salones de cunas no deben usarse por ningún motivo como lugares de liberación espiritual. 3.6 LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN A FAVOR DE LOS BEBÉS La oración de intercesión es la carga que Dios pone en el corazón de una persona a favor de otra. En cuanto a orar a favor de un bebé, es poco recurrente porque pensamos que ellos no sufren o no tienen necesidades o simplemente no sabemos como hacerlo. “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. (Efesios 6:18) Muchas veces podemos cuestionarnos porque un bebé nace con un defecto o con una deficiencia o enfermedad crónica. La respuesta a estas preguntas es la misma para responder ¿porqué hay niños pobres? Dios no tiene nada que ver en cuanto a la mal formación o enfermedad de un bebé pero si tiene que ver en cuanto a su Restauración Total Física y Espiritual. Sabemos que los bebés son los seres más vulnerables e indefensos de la creación y que están expuestos a multitud de asechanzas y ataques por parte del enemigo. No todo en el mundo del bebé es color de rosa, muchos de ellos están sufriendo, están siendo atormentados por temores, miedos, otros están siendo abandonados y rechazados por sus propios padres, aún desde el vientre, otros están sufriendo por una enfermedad o dolor, otros son producto de una violación o fueron concebidos bajo estado de drogadicción, otros sufrieron intento de aborto, otros están viviendo en un ambiente hostil, por eso es necesario que alguien ore a favor de sus necesidades. 4 ¿CÓMO INTERCEDER Y ORAR POR UN BEBÉ QUE ESTÁ VIVIENDO UNA SITUACIÓN ADVERSA AL PROPÓSITO DE DIOS? 4. 1 IDENTIFICAR EL ESPÍRITU QUE ESTA OPRIMIENDO AL BEBÉ Temor, miedo, aborto, muerte, mentira, rechazo, abandono, enfermedad, inseguridad etc. Una persona que tiene una comunión intima con Jesús y que conoce al bebe puede discernir por medio del Espíritu Santo que oprime al bebé. 4. 2 ROMPER LAS MALDICIONES GENERACIONALES Enseñar a los padres la importancia de arrepentirse, renunciar y romper con toda maldición conocida o desconocida que pueda ser transmitida por herencia espiritual al bebé. Esto sólo lo pueden hacer los padres porque son ellos los que arrastran la maldición a sus hijos. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”. (2 Crónicas 7:14) 4. 3 REPRENDER EN VOZ BAJA Si se trata de orar por un bebé no hacerlo con gritos. El diablo no será echado fuera por los gritos sino por la autoridad que tengamos en Cristo Jesús. Si gritamos lo único que vamos a conseguir es asustar al bebé. 4. 4 LA IMPOSICIÓN DE LAS MANOS Es un acto de fe que no debe hacerse con ligereza, es de mucha importancia y responsabilidad, por eso la persona que ministre al bebé debe estar bien orada y tener buen testimonio. Con la imposición de manos declaramos sanidad, libertad, liberación, restauración etc, y así transmitimos el poder del Espíritu Santo. “No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos.” (1 Timoteo 5:22) 4. 5 LOS CANTOS La alabanza a Dios cambia las cosas. Algo que el enemigo no resiste es la alabanza, por eso debemos recurrir a ella para echar fuera toda opresión en el bebé: Alabanzas de victoria, de gozo, del poder de Jesús ahuyentará los malos espíritus. “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación”. (Salmos 95:1) 4. 6 ORAR EN LENGUAS Cuando no sabemos que está oprimiendo al espíritu del bebé, interceder en lenguas espirituales, esto es una arma poderosa que Dios nos ha dado para ministrar porque el Espíritu nos ayuda en nuestra intercesión como conviene. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. 4. 7 LA ORACIÓN NOCTURNA: Cuando un bebé no duerme tranquilamente y percibimos que es una razón espiritual todas las noches mientras ya está dormido debemos leer Salmos de protección en forma personalizada poniendo el nombre del niño. Ejemplos: “Juanito en paz te acostaras y así mismo dormirás porque solo Jesús te hace vivir confiado” Salmos 4.8. “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. (Salmos 4:8) (Salmos 23, 3:3-6, 31:1417, 34:4-7, 61:1-5, 62:5-8, 91, 121:7-8)