Oceanografía

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Oceanografía de Europa
La oceanografía es una rama de la hidrología que estudia las aguas salinas, que son los mares y los océanos.
Los mares son las porciones del océano más próximas al continente. Se pueden clasificar por su profundidad
en epicontinentales (aquellos que no superan los 200 metros de profundidad) y por su comunicación con el
exterior en mediterráneos (los que se comunican con el océano a través de un estrecho), insulares (se
encuentran entre el continente y las islas), abiertos (no hay nada en el medio entre el mar y el océano),
cerrados (aquellos en los que no hay comunicación alguna con el exterior) y de orla o guirnalda (son los que
están totalmente rodeados por islas).
En Europa hay dos océanos: el Atlántico y el Glacial Ártico. Los llamamos océanos porque poseen corrientes
marinas propias.
El océano Glacial Ártico baña las costas de la península de Kola, donde está ubicado el puerto de Murmansk.
Gracias a la importante influencia de la corriente cálida del Golfo, la navegación en este mar es exitosa, a
pesar de su latitud. En cambio, en el caso del Mar Blanco, que baña las costas de Rusia, a pesar de su menor
latitud se forma pack o banquiza (hielo que cubre los mares que poseen bajas temperaturas), y por lo tanto, la
navegación no es tan satisfactoria.
El océano Atlántico es muy extenso, y por eso se divide en don cuencas: la cuenca oriental y la cuenca
occidental. La cuenca oriental abarca el Mar Báltico y el Mar del Norte, que son epicontinentales. La cuenca
occidental, en cambio, abarca grandes profundidades, como el Mar Cantábrico, que supera los 5.000 metros
de profundidad, y hay una gran actividad pesquera.
La plataforma continental submarina del Mar de Barents es de gran tamaño debido al relieve llano que lo
rodea.
El Mar de Noruega es uno de los mares influenciados por la corriente cálida del Golfo, lo cual favorece las
actividades económicas que se pueden realizar. Su plataforma es angosta ya que el relieve que lo rodea es
montañoso. Presenta gran cantidad de oleaje producido por la acción eólica.
El Mar del Norte presenta grandes recursos económicos: la explotación petrolífera y la pesca. Por ser poco
profundo, la llegada de la luz solar a las profundidades favorece la formación de fitoplancton, que es, además
del zooplancton, el alimento de los peces. La explotación petrolífera podría llegar a ser la actividad económica
que aporta mayores ingresos a países que aprovechan este mar, como Reino Unido, ya que se utiliza un
método llamado off shore (en inglés, fuera de costa) que consiste en explotar el petróleo sobre la superficie
del mar. Al ser esta técnica tan costosa, aumenta el valor económico del producto. Otro factor que hace al
buen aprovechamiento de este mar es que es otro de los mares que está influenciado por la corriente del Golfo.
El Mar Báltico, que baña las costas de tras importantes golfos: Ríga, Botnia y Finlandia es un mar
mediterráneo en el cual es imposible la navegación durante determinadas épocas del año en las cuales está
cubierto por la banquiza, ya que no es afectado por la corriente del Golfo.
Por una razón química, las aguas congeladas pierden su salinidad al derretirse. Por eso, cuando las aguas del
Mar del Norte y las del Mar Báltico se mezclan, las aguas del Mar del Norte van por debajo por tener mayor
salinidad, y por lo tanto, mayor peso.
El mar Mediterráneo es un mar profundo, con numerosas penínsulas y golfos. La plataforma continental
submarina alcanza aquí un escaso desarrollo. La temperatura de las aguas es elevada. La salinidad es alta (39
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x 1000), y las mareas son de escasa amplitud. Está dividido en dos cuencas: la cuenca oriental y la cuenca
occidental. La occidental es la menos profunda. Se encuentran aquí el mar de las Baleares, el de Liguria y el
Tirreno. En la cuenca oriental se encuentran las máximas profundidades del Mediterráneo. Forma el mar
Adriático, el Jónico y el Egeo.
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