¿ D Ó N D E ? “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las

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¿DÓNDE?
“Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi
servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”
Juan 12:26
El verdadero hijo de Dios busca siempre estar donde se encuentra su Señor. Busca su compañía.
Su constante presencia.
Y es en el servicio, en la obra, en dónde el Señor se halla.
No llevamos a Cristo a las cárceles, a los hospitales, a los orfanatorios, a las calles, a las zonas
marginales de una ciudad, a los asilos, a los pueblos perdidos en medio de la selva. No, Jesús ya
está allí. Y nos está esperando.
Y es en esos lugares donde Jesús quiere manifestarse a las personas y hacer algo especial con
nosotros, SERVIRLE: Usar nuestras fuerzas para ayudar, nuestras bocas para predicar, nuestros
brazos para abrazar, nuestras manos para acariciar, nuestros ojos para percibir las necesidades,
nuestros oídos para escuchar y entender, nuestros pies para ir dónde quiera que se encuentren,
nuestros recursos para apoyarlos. Nuestros corazones para amarlos. Nuestras lágrimas para llorar
con ellos.
Como Él lo hizo, así debemos hacerlo nosotros.
“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis.”
Juan 13:15
El verdadero hijo de Dios, el verdadero discípulo de Cristo, buscará estar el lugar en el que el su
Señor, su Maestro, se encuentra.
El verdadero hijo de Dios, el verdadero discípulo de Cristo, tiene como prioridad en su vida,
SERVIRLE.
Su corazón los busca, lo anhela.
Quiere estar con Él, porqué Jesús es su tesoro, y en Él tiene puesto su corazón. Sólo en Él.
“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Mateo 6:21
El servicio, auténtico, sincero y humilde, al Señor en la obra es, sin duda, LA señal de una
verdadera fe en Él. LA señal inequívoca de una verdadera conversión.
El que en mí cree, las obras que
yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al
“De cierto, de cierto os digo:
Padre.”
Juan 14:12
Porque la fe sin obras, sin servicio al Señor, es señal inequívoca de una fe que no existe, inútil,
estéril, aparente, porque es una fe muerta. Una fe que no ama al Señor y que no lo tiene por
centro de su vida, como un valioso tesoro, sino como algo secundario, prescindible; no importante:
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no
tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz,
calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el
cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus
obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y
tiemblan.”
Santiago 2:14-19
Por eso el Señor te dice hoy, lo mismo que por boca de Pablo dijo a los que los escuchaban hace
dos mil años: MUÉSTRAME TU FE.
Diccionario: SERVIR. 1. Estar al servicio de alguien. 2. Estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone.
… 4. Ejercer un empleo o cargo propio o en lugar de alguien. 5. Hacer las veces de otro en un oficio u ocupación. 6. …, valer, ser de
utilidad. 7. Ser soldado en activo. …13. Obsequiar a alguien o hacer algo en su favor, beneficio o utilidad.
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