017 TDOC REMI DEST UBIC TITL Memorando Dirección de Consultoría Jurídica /sin destinatario/ Ministerio Público MP DCJ FECHA:19701231 Confiscación de los bienes de determinada persona llevada a efecto en ejecución de la Disposición Transitoria Vigésima de la Constitución Nacional de 23 de enero de 1961 FRAGMENTO I “…VIGESIMA.- Los bienes a que se refiere el Decreto Nª 28 del 6 de febrero de 1958 de la Junta de Gobierno pasan al Patrimonio Nacional. Esta medida comprende todos los bienes de la persona a quien se refiere el mencionado Decreto y los detentados por quienes hayan sido declarados interpuestas personas, conforme al mismo Decreto, antes de la promulgación de la Constitución. El Procurador General de la República tomará las medidas necesarias para la ejecución de esta disposición y los inventarios que levante servirán de título de propiedad del Estado sobre dichos bienes, para todos los efectos legales”. II En la “Exposición de motivos respecto a disposiciones transitorias”-iniciativa de la Cámara del Senado- se lee: “Restitución de bienes ilícitamente percibidos” “La Comisión creyó conveniente ordenar la restitución inmediata al patrimonio nacional de los bienes de las personas a que se refiere el Decreto Nª 28 de la Junta de Gobierno de fecha 8 de febrero de 1958. (Diario de Debates de la Cámara del Senado Nº 35, de fecha 14 de noviembre de 1960; página 520). La Disposición Transitoria que sugirió la Comisión, y que fue aprobada en la Cámara del Senado, era de esta guisa: “DECIMASEPTIMA.- Los bienes pertenecientes a las personas señaladas en el Decreto Nª 28 del 6 de febrero de 1958 de la Junta de Gobierno pasan al Patrimonio Nacional. El Fiscal General de la República tomará las medidas necesarias para la ejecución de esta disposición y los inventarios que levante servirán de título de propiedad del Estado sobre dichos bienes, para todos los efectos legales”. /Diario de Debates de la Cámara del Senado, Nº 35, fecha antes citada; páginas 538 y 551). Se observa que tanto la exposición de motivos como la Disposición aprobada por la Cámara del Senado se refieren a bienes de “las personas”, en plural, que comprendían, por lo tanto, las del ex Presidente de la República que aparecían a su nombre, y los del mismo que hubieran estado detentados por personas interpuestas, o sean las otras personas “a que se refiere” (Exposición de Motivos), “señaladas” (Disposición aprobada), en el Decreto Nº 8 de la Junta de Gobierno de fecha 8 de febrero de 1958. ¿Cuáles eran esas personas? En la Cámara de Diputados el texto de la Disposición Transitoria fue modificado en la segunda discusión y quedó de esta manera: “La Comisión informa lo siguiente: La Disposición Décima octava, que pasaría a ser Disposición Vigésima-primera, la Comisión propone redactarla así: VIGESIMA: Los bienes comprendidos en el Decreto Nº 28 del 6 de febrero de 1958 de la Junta de Gobierno pasan al patrimonio nacional. Esta medida comprende todos los bienes de la persona a quien se refiere el mencionado Decreto, y los detentados por quienes han sido declaradas impuestas por el Procurador de la Nación, antes de la promulgación de esta Constitución. El Fiscal General de la República tomará las medidas necesarias para la ejecución de esta disposición y los inventarios que levante servirán de título de propiedad del Estado sobre dichos bienes, para todos los efectos legales”. (El subrayado en el primer párrafo aparte de la Disposición no está en el original). (Diario de Debates de la Cámara de Diputados Nº 38. 24 de noviembre de 1962, páginas 912 y 913). La Disposición Transitoria incluyó en su primer párrafo aparte una interpretación auténtica de lo dispuesto en el encabezamiento de ella. Esa interpretación era explícita y de absoluta precisión. Más aún, convalidaba cualquier vicio que hubiera podido existir en los actos realizados por el Procurador de la Nación cuando declaró personas interpuestas a determinadas personas naturales y jurídicas. No se podía dudar, que la voluntad y la intención del Poder Constituyente, -por mediación de las Cámaras Legislativas- era la de confiscar los bienes de toda persona que hubiere sido declarada persona interpuesta del ex Presidente de la República por Decreto del Procurador de la Nación de fecha 10 de febrero de 1958 (“Informe de la Procuraduría de la Nación al Congreso Nacional, 1957-1958, página 38). III Empero, esa determinación precisa de las personas que habían sido declaradas interpuestas por el Procurador de la Nación parece que hubiera sobresaltado a la Cámara de Diputados, porque al día siguiente, en la oportunidad de la tercera discusión de las Disposiciones Transitorias, la Comisión hizo una nueva proposición (“Diario de Debates de la Cámara de Diputados”, Nª 38; sesión del 25 de noviembre de 1960; página 930). “Respecto de la Disposición Vigésima, la Comisión propone aprobarla con la siguiente modificación en el párrafo segundo: “Esta medida comprende todos los bienes de la persona a quien se refiere el mencionado Decreto y los detentados por quienes han sido declarados interpuestas personas, conforme al mismo Decreto, antes de la promulgación de la Constitución”. (El subrayado no está en el original). Así quedó en definitiva la Disposición Transitoria Vigésima de la Constitución Nacional vigente (con la sola diferencia de que en la sesión conjunta del Congreso Nacional se modificó el modo del verbo haber de indicativo a subjuntivo: “han sido declarados…” por “hayan sido declarados…”). IV El primer párrafo aparte, - interpretación autentica de la disposición librada en el encabezamiento-, predió el significado preciso, absoluto, no susceptible a duda, que tenía después de ser aprobado en segunda discusión en la Cámara de Diputados; y con la supresión de la referencia que hacía a la declaratoria de personas interpuestas por el Procurador de la Nación y, sobre todo, con la adición de la frase prepositiva: conforme al mismo Decreto”, quedó obscuro y confuso. En efecto, como el Decreto Nº 28 de 6 de febrero de 1958 dictado por la Junta de Gobierno, no señaló procedimiento especial alguno para la declaración de personas interpuestas, la Disposición Transitoria Vigésima devino inaplicable por falta de sujetos pasivos ya que ninguna persona, natural o jurídica, fue declarada interpuesta del ex Presidente de la República “conforme al mismo Decreto”. De manera que el significado propio de las palabras empleadas en el primer párrafo aparte de la Disposición Transitoria Vigésima, -vale decir, su propia interpretación auténtica-, choca con la intención que tenía el Constituyente… Aún más: Si en la segunda discusión habida Cámara de Diputados se estableció de manera explícita, precisa e inequívoca, que se trataba de las personas declaradas interpuestas por el Procurador de la Nación, pero en la tercera discusión se suprimió esa mención expresa y terminante a los actos del Procurador, y se varió completamente la redacción de la interpretación auténtica. ¿No cabe considerar ese cambio en la redacción como un cambio en la intención del Constituyente, como si la Cámara de Diputados se hubiera arrepentido de aquella expresión que convalida los actos –fatalmente írritosdel Procurador de la Nación y de aquel señalamiento preciso de las personas interpuestas…? El elemento de interpretación llamado gramatical (artículo 4º del Código Civil) que tiende a determinar la significación de la Disposición Transitoria Vigésima por el significado de las palabras empleadas en su redacción, significado no sólo intrínseco de ellas sino también extrínseco por su colocación en la frase, lleva a la conclusión de que fueron confiscados los bienes detentados por las personas que hubieran sido declaradas interpuestas conforme al Decreto Nª 28 de 6 de febrero de 1958 dictado por la Junta de Gobierno. Pero como ese Decreto del Gobierno de facto no señaló ninguna forma o procedimiento especial para declarar personas interpuestas, es ineludible concluir que ninguna lo fue “conforme al mismo Decreto”… Esa es también la interpretación lógica porque cualquiera otra declaratoria de persona interpuesta hecha por algún organismo o funcionario público que no hubieran tenido por la ley atribución especial para ello, carece de eficacia como acto nulo, de nulidad radical por inconstitucionalidad, como realizado con usurpación de las atribuciones del Poder Judicial… Por otra parte, el elemento histórico en la interpretación de ese precepto constitucional se conjuga con las anteriores conclusiones: Si la Cámara de Diputados, después de la segunda discusión de la Disposición Transitoria Vigésima, cambio completamente la redacción del párrafo que constituía la interpretación auténtica de la Disposición contenida en su encabezamiento, fue porque no queso convalidar los actos írritos del Procurador de la Nación, que por sí y ante sí, sin atribución legal de ninguna clase, dictó sendos decretos declarando varias personas interpuestas; por la Cámara de Diputados quiso mantener la tradición constitucional de que los funcionarios no tienen sino las atribuciones que le da la ley, que la usurpación de atribuciones es nula y que los actos así realizados son ineficaces (Constitución de 1811; art. 8 in fine de la de 1830; 23 y 24 de la de 1901; 28 y 29 de la de 1922; 41 y 42 de la de 1936; 42 de la de 1945; 84 de la 1947 y 41 de la de 1953). Si del elemento histórico pasamos al sistemático, habida cuenta de que las disposiciones constitucionales como las legales no pueden ser actos arbitrarios del hombre sino trasuntos de principios de derecho, concluiremos también que en la propia Constitución que contemporáneamente con la Disposición Transitoria Vigésima fue sancionada, prohíbe la confiscación de bienes (salvo el caso previsto en el artículo 250), de modo que esa Disposición Transitoria Vigésima es totalmente excepcional, regida por el precepto “Exceptio est strictissimae interpretationis”, sin que se pueda aplicar, por tratarse de una tremenda pena civil, el adagio: “Ubi eadem est legis ratio, ibi eadem est legem dispositio”… Esa Disposición Transitoria Vigésima hace excepción notable al principio constitucional de la no confiscación de bienes, y también a otros principios constitucionales igualmente tradicionales en Venezuela: el de la retroactividad de la ley “art.44; el de la división de los Poderes Públicos y las facultades del Poder Judicial –art. 68 y 118-; y al novísimo de que la defensa es garantía inviolable en todo estado y grado de la causa –art. 68… Si fue en un ambiente de pasiones políticas que se dictó esa Disposición, no es posible que ahora, serenados los pensamientos y vigorizadas las instituciones del Estado de Derecho, se pretenda extender los alcances de una disposición oscura y dudosa contra quienes no están determinados con debida precisión de ella. V Parece ser que el Procurador de la Nación se creyó autorizado por el Decreto Nº 28 de la Junta de Gobierno para declarar a varios ciudadanos personas interpuestas del ex Presidente de la República, pero ello estaba fuera de los límites de las atribuciones que le confirió dicho Decreto, que tenía carácter sólo de medida preventiva, cuyo efecto no era otro que de impedir todo acto de disposición sobre los bienes cuyo embargo se ordenaba hasta que recayera sentencia en el juicio principal, habiéndose dejado a salvo los derechos y acciones del Estado y de los particulares. Que los terceros detentaran simuladamente bienes del ex Presidente no podía ser declarado sino en juicio contradictorio. El Procurador de la Nación sólo estaba facultado para obtener del Poder Judicial en juicio contradictorio cuáles eran las personas interpuestas del ex Presidente. Su decreto de 10-2-58 fue, en consecuencia, un hecho del príncipe. Pues por la Constitución Nacional de 1953, ni por virtud de alguna autorización especial del Gobierno de facto, ni por la ley que regía sus funciones, tenía atribución el Procurador de la Nación para declarar, mediante Decretos- que determinados individuos eran personas interpuestas del ex Presidente de la República. El Decreto de fecha 10 de febrero de 1958 en que se declara a determinado individuo persona interpuesta del ex Presidente de la República cayó directamente bajo la sanción del artículo 41 de la Constitución Nacional de 1953: “El Poder Público se ejercerá conforme a esta Constitución y a las leyes que definan sus atribuciones y facultades. Todo acto que extralimite dicha definición constituye una usurpación de atribuciones”. Ese acto, cometido con usurpación de las atribuciones del Poder Judicial, era nulo y lo nulo no puede convalidarse (Argumento del inciso 8º del artículo 7 de la Ley Orgánica de la Corte Federal- vigente en virtud de la Disposición Constitucional Transitoria Décima-quinta- y conforme a tradicional doctrina constitucional y a la jurisprudencia del Supremo Tribunal de la República). Nulidad que da nacimiento a una imprescriptible acción popular de inconstitucionalidad. La propia actitud posterior del digno Procurador de la Nación, después de librar aquel Decreto y otros similares revela la punzada de su conciencia jurídica: En Memorandum para la Junta de Gobierno de junio de 1958 (“Informe al Congreso Nacional, 1957-1958”. Anexo “A” de la Introducción. Páginas 24 y 25) se lee: “Asunto Ejecución del Decreto Nº 28. La facultad del Procurador de la Nación de calificar como interpuestas a determinadas personas, está implícita en el Decreto Nª 28 que declaró ocupados de derecho, no sólo los bienes del ex Presidente, sino también los bienes del mismo funcionario que detenten personas interpuestas, como está dicho, y que lo autorizó para tomar posesión material de los bienes declarados ocupados, pues la ocupación material de tales bienes no hubiera sido posible sin la previa declaratoria de interposición. Es de buen sentido que atribuida una facultad quede por ella incluida toda la competencia necesaria para alcanzar el fin propuesto. Espero que así lo interprete también la Junta de Gobierno y dé la consiguiente aprobación a esa conducta de la Procuraduría ya que la indicada facultad ha sido ejercida con la mayor discreción”. (El subrayado es de la transcripción). Aprobación que nunca dio expresamente la Junta de Gobierno… VI En cuanto se refiere a la determinación de la Corte Suprema de Justicia hecha en la parte motiva de la sentencia que dictó contra el ex Presidente de la República, basta con señalar que el Supremo Tribunal de la República actuaba en esa ocasión como Tribunal de única instancia en un proceso penal, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 65 de la Ley contra el Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios y Empleados Públicos, y no como Tribunal Constitucional, que, por lo tanto, su determinación sólo puede afectar el encausado en ese proceso y a nadie más. Dejo así expuesta mi modesta opinión, que someto gustoso a más autorizado criterio. Disposiciones legales contenidas en el documento: CR art:44 CR art:68 CR art:118 CR art:250 CR art:251 CR Disp.tran.15 CR Disp.tran.20 DJGRV N° 28 6-2-1958 DJGRV N° 8 8-2-1958 CC art:4 LOCF art:7-8 LCEIFEP art:65 DESC DESC CONFISCACION PROPIEDAD NACIONAL FUEN FUEN Venezuela. Ministerio Público Informe FGR, 1970, pp.176-182.