origenes de la violencia familiar y modelos de agresión

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Traducción Resumen Ponencias Dan O’Leary
VIOLENCIA EN LA FAMILIA DE ORIGEN Y AGRESIÓN EN LA
PAREJA: HALLAZGOS DESDE UNA REVISIÓN META-ANALÍTICA
Dan O´Leary es Doctor en Psicología, Profesor Distinguido de Psicología y Director del
programa de Formación en Psicología Clínica de la Universidad de Stony Brooks, Nueva
York; también es uno de los 100 psicólogos americanos más citados por sus
contribuciones en el campo de la agresión en la convivencia familiar.
TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DE LA AGRESIÓN EN LA
PAREJA
“El crío aprende observando a sus padres que los hombres son más fuertes que las
mujeres y que cuando éstos pierden la batalla verbal tienen el recurso de la violencia.
Igualmente, la niña aprende los límites del poder femenino así como la necesidad de
respetar el poder y la fuerza del hombre”. Stahley (1977).
“Si la exposición a la violencia puede promover un modelo a imitar para el agresor, tal
vez pueda originar un modelo de rol para la victima”. Gelles (1976). De esta forma, los
chicos que sufren abuso o que son testigos de violencia interparental están en riesgo de
desarrollar relaciones abusivas.
Rosembaum & O´Leary, en 1981, descubrieron que aproximadamente 2/3 de los
maltratadores habían presenciado violencia o experimentado la misma de manera
directa.
Examinando las expresiones más severas de agresión interparental, se observa que
éstas derivan de ambientes familiares con problemas más que evidentes.
Más específicamente, en hogares caracterizados por agresiones graves en las que se
incurre en golpes, en los que uno es testigo de la violencia o víctima directa de la misma,
en los que existe un padre alcohólico y/o los padres sufren trastornos graves de la
personalidad, esta tendencia a reproducir la agresividad se ve incrementada.
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Traducción Resumen Ponencias Dan O’Leary
EVALUACIÓN DE LA TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DE LA
VIOLENCIA EN LA PAREJA
No obstante, las investigaciones obtienen resultados contradictorios respecto a los
modelos de violencia. Straus & Gelles (1990) concluían que ser testigo de violencia
familiar en la niñez era el factor de riesgo más consistente para ser agresivo de adulto.
En cambio McEwen & Barling (1988) no confirmaron esta asociación cuando se
controlaron otros factores de riesgo.
A continuación, Dan O´Leary presentó los resultados de dos revisiones empíricas de la
literatura, usando en ambos casos una estrategia meta-analítica siendo la variable
independiente la agresión en la familia de origen y la dependiente el maltrato en la
pareja. Las medidas se obtuvieron de la “Conflict Tactics Scales” o sus variaciones.
RESULTADOS
En todos los estudios la violencia en la familia de origen incrementó la probabilidad de
maltrato al cónyuge siendo el efecto mucho mayor en los hombres que en las mujeres.
No había diferencia entre experimentar abuso durante la infancia o ser testigo de abuso
entre los padres.
Por otro lado, la violencia en la familia de origen incrementó la probabilidad de ser
victima de agresión del cónyuge, siendo el efecto mayor en las mujeres que en los
hombres. Tampoco había diferencia entre experimentar abuso de niño y ver abuso entre
los padres.
CONCLUSIONES
Crecer en hogares violentos esta significativamente relacionado con llegar a estar
involucrado en maltrato físico en las relaciones de noviazgo.
Los efectos de la violencia en la familia de origen son menores que los efectos de
variables más próximas a la relación actual. Por ejemplo, la agresión psicológica es el
predictor más fuerte de la agresión física contra la pareja.
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Traducción Resumen Ponencias Dan O’Leary
Las disputas continuadas en la relación son también uno de los predictores más fuertes
de la agresión a la pareja. No sorprende, por tanto, que las discordias en la relación
correlacionen de manera directa y elevda con la agresión psicológica.
El hecho de que factores tales como la agresión psicológica y la disputa en la relación
estén más fuertemente relacionados con la agresión a la pareja que la violencia en la
familia de origen se comprueba de diversas maneras. Más importante aún, a diferencia
de la violencia en la familia de origen, los facultativos/terapeutas pueden ayudar a las
parejas a llevarse y comunicarse mejor.
Mientras nosotros podamos ayudar a las parejas a reducir tanto su agresión psicológica
como las relaciones discordantes que degeneran en disputa, la violencia en la familia de
origen es algo que debería abordarse en padres jóvenes.
Las parejas jóvenes deberían aprender el ciclo de la violencia y las formas en que ellas
mismas pueden parar ese círculo. De hecho, nuestra experiencia nos dice que esas
parejas generalmente están motivadas a proteger a sus hijos de observar disputas
verbales y/o físicas, incluso aunque ellos continúen discutiendo fuera de la presencia de
los niños.
Algunos autores, como Straus argumentan que detener cualquier agresión física contra
los niños es una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer para
prevenir el círculo de la violencia.
PREVENCIÓN
La prevención de la agresión de pareja necesita ser multi-sistémica.
Reducir la violencia de diversos tipos es favorable para reducir la agresión en la pareja.
De esta forma, los investigadores sobre la agresión y los clínicos/terapeutas, deberían
ayudar a promover cambios sociales que reduzcan la agresión física en general. Y ello
debería fomentar una disciplina sin castigos físicos. También deberían promover
acciones para reducir el marco de la violencia en los medios de comunicación,
particularmente la agresión física contra los niños y parejas. Del mismo modo, deberían
fomentar que ídolos musicales o del deporte sean abanderados de la no violencia así
como de alternativas pacíficas para resolver los problemas de pareja.
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