INVESTIGACIÓN DE CIENTÍFICOS HÚNGAROS UN ESTUDIO DESVELA EL ATRACTIVO DEL PARECIDO DE LA PAREJA CON LOS PADRES Imagen de la pintura de 'Edipo y la esfinge' de Gustave Moreau (1864). (Foto: Wikipedia commons) JOSÉ BENAVIDES MADRID.- Freud y su complejo de Edipo están de enhorabuena. Un estudio realizado por psicólogos húngaros concluye que tanto las mujeres como los hombres se decantan por tener como pareja a personas cuyo rostro les recuerda al de sus padres. La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Pécs en Hungría y publicado en la revista británica 'Proceedings of the Royal Society Biological Sciences', llega a la conclusión de que las mujeres prefieren y eligen como pareja a aquellos chicos que se parecen a su padre. Lo mismo afirma en el caso de los varones, que buscan a aquellas chicas que guardan similitudes físicas con sus madres. El equipo liderado por Tamas Berezckei tomó como referencia 14 rasgos faciales de 312 personas pertenecientes a 52 familias, y demostraron que quienes fueron cuestionados elegían como más atractivos aquellos rosotros de las personas que guardaran una similitud evidente con el de sus padres. Concretamente las chicas se decantaban por los varones que tenían una nariz u ojos parecidos a los de su padre (la parte central del rostro), mientras que los chicos preferían a aquellas mujeres cuya parte inferior de la cara les hiciera recordar a la de su madre. Muchos estudios recuerdan constantemente los factores que llevan a alguien a elegir como compañero a una persona en lugar de a otra, y éstos van desde aspectos socioeconómicos hasta cuestiones culturales o nivel de estudios, pero ahora esta investigación sugiere que si un rostro nos lleva a pensar en nuestros padres hará que nos podamos decantar por él. El propio director de la investigación, Tamas Berezckei, se sorprendió ante las similitudes existentes: "A veces, el parecido entre la pareja que se elige y el progenitor es tan llamativo que realmente nos sorprendimos". Los científicos consideran que para explicar estas conclusiones hay que tener en cuenta un proceso sociológico que las ha ocasionado. Los resultados de la investigación vienen a corroborar la hipótesis del fenómeno conocido como 'sexual imprinting', que defiende que durante la infancia, los individuos se quedan fascinados por los rasgos de sus padres o madres, y posteriormente, de adultos, buscan como compañeros a alguien que al menos tenga en esencia un esquema facial similar. Freud ha vuelto.