Cristales blancos equivocados: el ázucar , y no la sal, como factor

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Cristales blancos equivocados: el ázucar , y no la sal, como factor
etiológico en hipertensión y enfermedad cardiometabólica.
Open Heart, 10 de diciembre de 2014
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad prematura en el
mundo desarrollado, y la hipertensión es su factor de riesgo más importante. El
control de la hipertensión es un importante foco de iniciativas de salud pública, y
los enfoques dietéticos han centrado históricamente en el sodio.
Mientras que los beneficios potenciales de las estrategias de reducción de sodio son
discutibles, un hecho sobre el que hay poco debate es que las principales fuentes
de sodio en la dieta son los alimentos procesados industrialmente. Los alimentos
procesados también resultan ser generalmente altos en azúcar añadida, el consumo
de los cuales podría estar más fuerte y directamente asociado con la hipertensión y
el riesgo cardiometabólico.
La evidencia de estudios epidemiológicos y ensayos experimentales en animales y
humanos sugieren que los azúcares añadidos, sobre todo la fructosa, pueden
aumentar la presión arterial y la variabilidad de la presión arterial, incrementar la
frecuencia cardiaca y la demanda de oxígeno del miocardio, y contribuir a la
inflamación, resistencia a la insulina y a una disfunción metabólica más amplia.
Así, mientras que no hay argumentos que recomienden reducir el consumo de
alimentos procesados que son muy apropiados y convenientes, los argumentos en
esta revisión son que los beneficios de tales recomendaciones podrían tener menos
que ver con el sodio mínimamente relacionado con la presión arterial y quizás
incluso inversamente relacionado con el riesgo cardiovascular, y más que ver con
los carbohidratos altamente refinados. Es hora de que los comités de directrices
desvíen la atención de la sal y se centren más atención al aditivo alimentario
probablemente más consecuente: el azúcar.
Una reducción en la ingesta de azúcares añadidos, sobre todo de fructosa, y,
específicamente, en las cantidades y el contexto de los alimentos fabricados
industrialmente, ayudaría no sólo frenar las tasas de hipertensión, sino también
podría ayudar a abordar los problemas más amplios relacionados con la
enfermedad cardiometabólica.
El trabajo
James J DiNicolantonio, Sean C Lucan
Disponible en:
http://www.fundacionfemeba.org.ar
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Cardiac risk factors and prevention: Review:
The wrong white crystals: not salt but sugar
as aetiological in hypertension and cardiometabolic disease
Open Heart 2014;1:1 e000167 doi:10.1136/openhrt-2014-000167
disponible en
http://openheart.bmj.com/content/1/1/e000167
Disponible en:
http://www.fundacionfemeba.org.ar
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