Soler, Abel. El corsari Jaume de Vilaragut i la donzella Carmesina. El cavaller que inspirà el “Tirant lo Blanc.” València: Alfons el Magnànim, 2014. 2 vols. Rústica. ISBN: 978-84-7822-639-9. 981 pp. Abel Soler presenta un ensayo biográfico e interpretativo sobre la influencia que un noble corsario valenciano—Jaume de Vilaregut (ca. 1403ca. 1464)—y su amada Carmesina, pudieron ejercer sobre el valenciano Joanot Martorell a la hora de elaborar su Tirant lo Blanch (1490). El libro se presenta en dos volúmenes y se dirige a un público especialista. Ya desde el mismo título queda clara su intención: ofrecer una documentada biografía de Vilaragut en su cuatruple faceta: a) como corsario en la Corona de Aragón; b) como barón de la familia nobiliaria de los Vilaragut; c) como un verdadero “tirano” con los vasallos de la “baronia blanca” (Albaida); y d) como uno de los principales informadores de Martorell sobre el sitio de Rodas, el Gran Caramany y el soltán de Babilonia. La novedad que aporta Soler es la de aunar estos cuatro aspectos, además de ofrecer novedosos datos—como la noticia de Carmesina, amante del corsario y la relación del caballero con el entorno familiar y social de Martorell—que le permiten concluir que Vilaragut es la persona real que el autor del Tirant toma como modelo para construir su héroe de ficción. El estudio se divide en: a) introducción; b) primera parte (biográficodocumental); y c) segunda parte (ensayística). Se abre el ensayo con una “Introducción” (13–26) que parte de los estudios previos de C. Marinescu y M. de Riquer sobre Vilaragut, “amigo” de Martorell. Soler profundiza en el conocimiento biográfico del noble con la finalidad de estudiar el “diálogo” entre “novela” y biografía. La primera parte se nutre de la infatigable búsqueda archivística de Soler. Esto se complementa con el vaciado bibliográfico sobre la Corona de Aragón en el siglo XV y de los estudios que existen sobre Martorell y el Tirant. Se traza así una panorámica general de la sociedad, la política y la vida caballeresca del reino de Valencia durante la primera mitad del siglo XV, para después presentar un relato de Vilaregut. Prosigue después con la datación del Tirant y la debatida cuestión de sus lectores. A continuación nos guía por las calles, las casas y a con él conocemos las vidas de algunos personajes históricos que se relacionan con el Tirant—Galba, Isabel de Lloris,Carmesina, Eliseu, la viuda Centelles, etc.—que parecen haber inspirado algunos de los sujetos narrativos del texto. Finalmente, se señala la “tiranía” ejercida por Vilaragut sobre “Albaida, la blanca” como otra razón de peso para verlo como una fuente de Martorell. El ensayo se cierra con una reflexión sobre la intención del texto de Martorell a la luz de estos nuevos descubrimientos. Acompaña al texto un útil apéndice documental en el que se reproduce el testamento de Vilaragut 236 Cuadernos de ALDEEU (1450) y en el aparecen documentados varios personajes de su entorno más cercano, algunas ilustraciones y unos árboles genealógicos que iluminan las relaciones familiares y sociales entre Vilaragut, los Borja y los Martorell, entre otros. Las novedades que Soler aporta son varias. En primer lugar se asocia la conquista del castillo La Rocca de Iscla, en cuya toma (1423) participó Vilaragut, con una economia basada en la extracción de la sal, con la “conquesta de la Roca Salada” del texto de Martorell. Se relaciona el nombre de “Tirant” con el carácter soberbio y “tirànic” de nuestro personaje histórico. Por lo que al se refiere epítome “lo Blanc”, el historiador apunta advierte un vínculo con el feudo de Vilaragut, la baronía de Albaida, “la Blanca.” Además, en varias ocasiones se refiere a las alusiones que a algunos corsarios, como Vilaregut, se leen en el texto del Tirant. Soler también recuerda la boda de Vilaragut con una rica heredera suya, con quien, en el caso he haber engendrado descendencia masculina, este, por cuestiones testamentarias, hubiera portado el linaje y las armas de “Martorell”. Del mismo modo, parece que Vilaregut mantenía buenas relaciones con el caballero Guillem Martorell, hermano de Joanot. Estos vínculos podrían ayudar a explicar la notable importancia y conocimiento del mundo marinero en el Tirant. De la misma manera, la amistad del autor valenciano con Vilaragut, ávido lector de relatos artúricos y de historias troyanas, permitiría explicar el uso de ciertos intertextos. Se menciona, además, una carta que el rey de Chipre dirige al sultán de Babilonia, reproducida en el Tirant, cuya presencia en el texto podría explicarse a partir de la estancia de de Vilaragut al servico del rey de Chipre. Igualmente, Soler recuerda que Vilaragut y Martorell convivieron en Nápoles en la década del 1450. Con todo, una de las cuestiones más relevantes que Soler explora es la identificación de individuos que habitaban el entorno sociocultural de Martorell durante los años 1447–1462 y que podrían haber servido de inspiración a los sujetos narrativos. Para concluir, basta afirmar que esta suerte de “biografia crítica” ilumina no pocos elementos socioculturales presentes en el Tirant, por lo que debemos congratularnos por la publicación del excelente libro de Soler. ENRIC MALLORQUÍ-RUSCALLEDA California State University–Fullerton