El Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2015 fue concedido a los investigadores William Campell, de Irlanda, y Satoshi Omura, de Japón, quienes compartirán la mitad del premio económico de la prestigiada distinción, por el diseño de terapias contra enfermedades causadas por gusanos. La otra mitad del galardón fue otorgada a Tu Youyou, de China, por su descubrimiento, hace 40 años, de un compuesto clave para combatir la malaria. Los tres investigadores, según la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska, realizaron desarrollos que han evolucionado en el tratamiento de algunas de las enfermedades causadas por parásitos que han plagado a la humanidad durante miles de años y constituyen un importante problema de salud mundial. Campbell y Omura descubrieron la avermectina, cuyos derivados han reducido drásticamente la incidencia de la filariasis linfática (elefantiasis) y la oncocercosis. En tanto, Youyou descubrió la artemisinina, que ha permitido salvar la vida a millones de infectados por el parásito de la malaria (Plasmodium falciparum). Omura, microbiólogo, se centró en estudiar las streptomyces, un grupo de bacterias de las que se han extraído antibióticos potentes como la estreptomicina. El científico japonés aisló nuevas bacterias y entre ellas seleccionó 50 variantes potenciales. El irlandés William Campbell, parasitólogo, tomó el testigo probando la efectividad de varios compuestos producidos por las bacterias de Omura, y así llegó hasta la ivermectina, derivado de la avermectina que aniquila las larvas de los gusanos que producen las enfermedades parasitarias. Los efectos antiparasitarios de los derivados de la avermectina son tan eficaces que tanto la filariasis linfática como la oncocercosis son ahora enfermedades a punto de ser erradicadas, destacó el mensaje del Instituto Karolinska. La química farmacéutica china Tu Youyou analizó la eficacia de 380 extractos de plantas en animales infectados de paludismo, y el mejor compuesto fue la artemisinina, la cual pudo extraer al cocer plantas de ajenjo chino (Artemisia annua). En la actualidad, la artemisinina se sigue extrayendo del ajenjo y es usada junto con otros fármacos permitiendo reducir la mortalidad de la malaria un 20% en adultos y hasta un 30% en niños. Con información de la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska.