3. SISTEMA PERTURBADOR

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3. SISTEMA PERTURBADOR
C
on el fin de establecer las bases científico - técnicas para definir los peligros que
presentan los diversos fenómenos destructivos, así como para identificar las medidas de
su reducción, este capítulo se dedica a presentar el estudio del sistema perturbador (SP),
el cual se ha definido como aquel capaz de originar dichos fenómenos.
La exposición comienza con la identificación de las calamidades como fenómenos destructivos, su
definición y la descripción de sus características y tipos de impactos (subcapítulo 3.1); luego, en
el subcapítulo 3.2, se procede a determinar los mecanismos de producción de los fenómenos
destructivos, con lo que se establecen las bases tanto para su clasificación (subcapítulo 3.3), como
para el planteamiento de las diferentes estrategias para su control (subcapítulo 3.4), con el
objetivo de aminorar el impacto de la(s) calamidad(es) en el sistema afectable.
3.1. DETERMINACION DE LAS CALAMIDADES
El estudio de las calamidades, orientado a diagnosticar y pronosticar la ocurrencia de fenómenos
destructivos y a evaluar sus impactos -en la comunidad y en el medio ambiente-, así como a
analizar la factibilidad de la intervención en los mecanismos para su control, implica la necesidad
de identificar, en primera instancia, las calamidades viables en México (inciso 3.1.1), incluyendo
su definición. Una tarea adicional consiste en la descripción de las características básicas de las
calamidades (inciso 3.1.2), con un énfasis especial sobre los impactos posibles (inciso 3.1.3).
3.1.1. Identificación y definición de las calamidades
La lista de las calamidades incluye los 27 fenómenos destructivos viables para la ciudad de
México, que fueron identificados -en su tiempo-, durante el diseño del SIPROR [G.P.26].
Asimismo, se complementa con otros ocho, contemplados en las Bases para el establecimiento del
SINAPROC [15], tales como, por ejemplo, maremotos y nevadas, lo que permite conservar la
uniformidad entre los términos y definiciones que se llegan a utilizar [16]. Además, debido a la
creciente necesidad de considerar los desastres tecnológicos y ecológicos∗, se introducen nuevos
fenómenos destructivos que corresponden a: fuga y derrame de sustancias peligrosas, erosión,
desforestación y desertificación. Con esto, la lista integra 38 calamidades, presentadas a
continuación, en orden alfabético, con sus definiciones que incluyen, en lo posible, la información
relevante de la calamidad, sus orígenes, desarrollo, sus manifestaciones y consecuencias
generales∗∗.
∗
∗∗
En la etapa inicial de desarrollo del marco conceptual, no se les dio mucho énfasis a los desastres
tecnológicos y ecológicos, que han crecido sustancialmente en el transcurso de los últimos años, ya que se
les dió mayor prioridad a los sismos, huracanes e inundaciones, debido a la gravedad y magnitud de los daños
que ellos producen, a diferencia, por ejemplo, del caso de la contaminación, que se caracteríza por daños no
tan obvios y por la situación que solía agravarse durante sólo algunos periodos. Sin embargo, los
acontecimientos en Guadalajara mostraron, con toda evidencia, que los desastres tecnológicos, también,
provocan grandes daños con una amplia extensión.
Estas definiciones se dan de manera general, sin adentrarse a las especificaciones propias que les podría y
tendría que dar un especialista, con el fin de hacer estudios más profundos sobre cada fenómeno destructivo.
27
• Accidente mayor: Acción de origen humano y/o natural que se presenta en forma súbita o
inesperada y produce, involuntariamente, aunque muchas veces previsible, daños severos a las
personas, cosas, procesos tecnológicos y/o medio ambiente.
• Acto de locura: Acción de una o varias personas que pierden la razón en determinado
momento, llegando a producir accidentes, delitos u otros actos que atentan contra la sociedad.
• Acto delictivo y sabotaje: Acción del hombre que atenta contra la vida, la salud y los bienes
materiales de los demás o que impide el normal funcionamiento de un servicio o una empresa,
al inutilizar sus equipos o instalaciones, y/o que altera el orden y sistema social, violando la
legislación existente.
• Agrietamiento: Pérdida de la continuidad del suelo, que puede deberse a factores como la
pérdida de humedad, hundimiento regional o encharcamiento.
• Avalancha de nieve: Movimiento de nieve descendente de las partes altas de una montaña o
cerro, debido a la incidencia de ondas sonoras, lluvias o movimientos telúricos.
• Colapso de suelos: Desplome vertical de una zona de suelo, ya sea por carga propia o externa.
• Contaminación: Presencia en el medio ambiente de uno o más elementos que degradan la
calidad del aire, del agua, del suelo, así como del sonido, perjudicando la vida, salud, bienes y
bienestar humano, además de la flora y fauna.
• Crecimiento explosivo de la población: Incremento desproporcionado de personas en una zona
dada, originado por su inmigración constante, mala planificación de la familia, disminución de
la mortalidad y aumento de la esperanza de vida de la población, lo que en su conjunto agrava
las pérdidas humanas y otros efectos producidos por los fenómenos destructivos.
• Desforestación y desertificación: Tala, quema, corte o sobrepastoreo indiscriminado y
excesivo de la vegetación, que transforma a las tierras fértiles en áridas y modifica la ecología
al despojarlas de su capacidad para sostener la flora y fauna, así como el hábitat humano.
• Deslave y deslizamiento de talud: Movimiento hacia abajo de las partículas y porciones del
suelo próximas a la superficie libre e inclinada de un talud, debido a la falta de presión normal
confinante que allí existe, así como por las fuerzas naturales a las que está sujeto el mismo.
• Disturbios sociales: Acciones originadas por el hombre, por desacuerdo con las disposiciones
gubernamentales o patronales, así como por otras razones, frecuentemente, de carácter
emocional, reflejadas en manifestaciones, huelgas, revueltas, etc.
• Drogadicción y alcoholismo: Introducción al organismo de bebidas alcohólicas o drogas que
provocan efectos estimulantes o deprimentes, resultando en accidentes, delitos u otros actos que
atentan contra la sociedad.
28
• Efecto negativo por operar servicios: Consecuencias adversas que surgen de la operación
normal de algunos sistemas, que perjudican el funcionamiento de otros; por ejemplo, al operar
las industrias o medios de transporte, se emiten gases que contaminan el medio ambiente.
• Envenenamiento: Introducción en el organismo de tóxicos de naturaleza química o biológica
en cantidades que causan trastornos graves o muerte.
• Epidemia: Extensión de una enfermedad contagiosa, a escala local o regional, que afecta a la
mayoría de los individuos de la zona en la que se desarrolla.
• Erosión : Desgaste y destrucción lenta de la superficie terrestre, producido por las actividades
de la naturaleza y del hombre.
• Explosión: Liberación rápida, violenta e irreversible de energía manifestada como el excesivo
incremento de presión, por la expansión súbita de sustancias químicas y gaseosas.
• Falla o error humano: Acción ocasionada por el hombre, en forma involuntaria,
frecuentemente por descuido, que puede alterar los servicios, producir accidentes, resultar en
errores de diseño, construcción, mantenimiento y operación, etc., generando lesiones o pérdidas
de vida, daños materiales y/o impactos sobre el medio ambiente.
• Flujo de lodo: Movimiento de lodo descendente de las partes altas de un volcán o cerro,
debido a la incidencia de lluvias o movimientos telúricos, así como por efectos del calor
provocados por la actividad volcánica o liberación de agua del cráter.
• Fuga y derrame de sustancias peligrosas: Desalojo de materiales peligrosos para el hombre y
su hábitat, tales como sustancias tóxicas, radiactivas, corrosivas, combustibles, explosivas,
contaminantes, bacteriológicas, virulentas y/o cancerígenas, ya sea durante su almacenamiento,
transporte, producción, utilización o desecho.
• Hundimiento regional: Pérdida de volumen en los suelos blandos, como consecuencia de la
extracción de agua del manto freático o por el reacomodamiento de los estratos geológicos
regionales, derivado de cavidades subterráneas, que se manifiesta, por ejemplo, a través de
fuertes desniveles en el centro de la ciudad de México, los cuales transmiten movimientos
diferenciales a las construcciones que soportan, provocándoles agretamientos y otros daños.
• Huracán: Conjunto de centros de depresión atmosférica que operan como centros de atracción
de masas de aire caliente y húmedo con trayectorias parabólicas, provocando fuertes lluvias y
vientos; en México se generan en el Caribe, Golfo de México y Océano Pacífico, con
movimientos generalmente de sureste a noreste.
• Incendio: Propagación y extensión del fuego no controlado que se produce en industrias,
viviendas, bosques, etc., por la ignición de materiales combustibles, en presencia de una fuente
de calor y oxigeno u otro material comburente.
29
• Interrupción de servicios: Alteración del servicio que proporciona un sistema al suspender o
disminuir sus funciones. Por ejemplo, la interrupción del servicio de agua potable, energía
eléctrica, transporte, abastos, etc.
• Inundación: Flujo o encubrimiento de agua que se origina por lluvias, desbordamientos de
ríos, ruptura de presas y otros eventos que resultan en grandes cantidades de agua, agravado por
la deficiencia de la capacidad del drenaje, acumulación de basura en la red de atarjeas y
condiciones topográficas del lugar.
• Lluvia: Precipitación de agua que cae de la atmósfera y que produce consecuencias desastrosas
cuando es de gran intensidad.
• Maremoto (Tsunami): Movimiento intenso, violento y brusco de las aguas del mar producido
por un terremoto o una erupción volcánica en éste, originando grandes olas que provocan
devastaciones e inundaciones en las zonas costeras.
• Nevada: Condensación de vapor de agua en forma de cristales de hielo, que se asocian en
copos y se precipitan sobre la superficie de la tierra, formando obstáculos para el transporte y
comunicaciones.
• Plaga: Crecimiento desproporcionado de una especie animal, a escala local, regional e incluso
mundial, que afecta a personas, bienes materiales, plantaciones, etc.
• Radiación: Diseminación de energía peligrosa para la salud humana y al medio ambiente, en
forma de ondas (rayos X, rayos gama), de partículas atómicas (electrones, protones, neutrones)
o de núcleos de diferentes elementos (tales como helio), debido a la falla en el diseño y manejo
de equipos que utilizan materiales radiactivos o al inadecuado embalaje y almacenamiento de
los mismos, entre otras causas.
• Sequía: Carencia de agua en el suelo, que se origina por el agotamiento de la humedad del
suelo o insuficientes lluvias, lo que deteriora la flora y fauna y, cuando es grande y prolongada,
perjudica el bienestar y las actividades humanas.
• Sismo o terremoto: Movimientos vibratorios de la tierra causados por vulcanismo o
desacomodamiento y deslizamiento de placas de la corteza terrestre. Se manifiesta por medio
de agitaciones que se producen repentinamente y se propagan desde un foco o epicentro, en
forma de ondas longitudinales y transversales, provocando destrucciones considerables en
obras de infraestructura.
• Temperatura extrema: Manifestaciones o grados excesivos de temperatura producidos por
causas meteorológicas, que se presentan en dos formas denominadas helada y calor. La primera
se define como la congelación producida por una fuerte disminución de la temperatura, que
provoca la muerte de las personas que se encuentran a la intemperie y daños a la flora y fauna;
la segunda se manifiesta con un considrable incremento de la temperatura, que provoca
deshidratación en personas y animales y descomposición de alimentos, por mencionar algunas
consecuencias, además de propiciar incendios forestales.
30
• Terrorismo y acción bélica: El primero, como sucesión de actos de violencia ejecutados para
infundir terror, crear un clima de inseguridad o dominar una situación, frecuentemente de
carácter político. La segunda, como la lucha armada entre grupos sociales, entre los habitantes
de un mismo pueblo o ciudad, o entre bandos de una misma nación o de dos o más naciones, que
están en conflicto por intereses o por ideologías opuestas.
• Tormenta de granizo: Agua congelada en forma de granos duros y gruesos de hielo, que
desciende con violencia de las nubes, causando los mayores daños en la agricultura, al afectar
directamente las zonas rurales donde se presentan. En el área urbana, provoca problemas en el
tránsito de vehículos y en el drenaje, así como daños a las zonas verdes y a las construcciones
endebles.
• Tormenta eléctrica: Gran descarga eléctrica producida por el incremento del potencial
eléctrico entre dos zonas, tales como dos nubes o una nube y la tierra.
• Viento: Corriente de aire que se desplaza horizontalmente, originada por el desigual
calentamiento de las masas de aire en las diversas regiones de la atmósfera, que se incrementa,
además, por la altitud, latitud, condiciones geográficas especiales, etc.
• Vulcanismo: Expulsión de ceniza y/o lava del interior de la corteza terrestre a la superficie a
través de uno o más cráteres, acompañada por una fuerte explosión que produce sacudidas
violentas; capaz de estremecer la tierra, agitar el mar, destruir las ciudades, dañar las zonas
agropecuarias y deteriorar el medio ambiente.
3.1.2. Características de las calamidades
Los fenómenos destructivos son determinados e identificados por sus características, que son
indispensables para los estudios consecuentes, orientados a la búsqueda de las leyes y
regularidades que permiten explicar y pronosticar la ocurrencia de cada una de las calamidades,
hasta llegar, como meta final, a controlarlas. Se distinguen dos grupos de características de las
calamidades: de identificación y de evaluación.
Las características de identificación son las que permiten un reconocimiento espacial y temporal
de una calamidad específica y contemplan básicamente los siguientes datos:
• Nombre de la calamidad, tal como incendio, explosión, etc. y cualquier otra denominación que
ayude al reconocimiento de la calamidad (por ejemplo: explosión de San Juan Ixhuatepec).
• Fecha de ocurrencia, que se refiere a la identificación del acontecimiento del evento en el
tiempo y considera su iniciación, duración y terminación.
• Lugar de origen, que especifica el espacio (zona) donde se inició la calamidad (por ejemplo,
para el caso de una fuga y derrame de sustancias peligrosas, se identifica el lugar donde se
produjo el derrame, como puede ser cierta zona del mar para una plataforma marina de
extracción de petróleo).
31
• Cobertura del fenómeno, que implica la especificación de las zonas donde se manifestó la
calamidad a través de sus impactos; la descripción de las variaciones de la cobertura con el
tiempo permite la determinación de la trayectoria del fenómeno.
• Trayectoria del fenómeno, que se refiere al espacio recorrido por la calamidad (por ejemplo,
la trayectoria de la secuencia de las explosiones ocurridas en Guadalajara, en 1992).
El otro grupo, las características de evaluación, son aquellas que permiten un reconocimiento de
las particularidades propias de la calamidad ocurrida. Así, para las manifestaciones de la
calamidad, se distinguen dos tipos básicos de parámetros:
• Parámetros directos, que miden los factores determinantes de la manifestación de la
calamidad.
• Parámetros indirectos, que estiman las manifestaciones de la calamidad a través de sus
efectos.
Entre los parámetros directos son generalmente reconocidos los siguientes:
• Magnitud, es una medición de la fuerza o potencia del evento (en el caso del sismo se evalúa la
energía liberada, usando escalas como la de Richter).
• Intensidad, es la medida del nivel de los impactos de una calamidad (por ejemplo, la medida
de la aceleración o de la velocidad del suelo en caso de un sismo).
• Velocidad de desarrollo, es el tiempo entre la primera manifestación del evento y la
presentación de su máxima intensidad (por ejemplo, la velocidad de expansión del fuego en
caso de un incendio).
• Frecuencia, es el número de ocurrencias de un evento de cierta magnitud o intensidad en un
periodo dado.
Entre los parámetros indirectos, esto es, los que estiman la calamidad a través de sus efectos, los
más importantes son, en general, los que evalúan los daños producidos. Estos parámetros son
normalmente más representativos del estado del sistema afectable que de la propia calamidad. Sin
embargo, en la literatura especializada, parámetros de este tipo son frecuentemente utilizados
como características de las calamidades, provocando cierta confusión cuando se trata comparar
dos calamidades ocurridas en diversas zonas o que impactan distintos sistemas afectables.
Aparte de estos parámetros generales, existen los particulares, que caracterizan ciertos aspectos
específicos de las calamidades, como son, para el caso de la contaminación o de la fuga (derrame)
de sustancias peligrosas, los elementos químicos que la constituyen, su estado físico,
concentración, toxicidad, tiempo de degradación, etc. La determinación de los parámetros
específicos de cada uno de los fenómenos destructivos es una tarea para especialistas del
correspondiente campo.
Una característica especial de los fenómenos destructivos lo constituyen sus impactos, que por su
importancia se analizan en el siguiente apartado.
32
3.1.3. Impactos de las calamidades
Los fenómenos destructivos se manifiestan a través de sus impactos. Un impacto es cualquier
incidencia de un agente, elemento o suceso sobre el
sistema afectable que produce efectos indeseables,
tales como muertos, heridos, daños materiales y
pérdidas de hogar, de bienes, de empleo, de
capital, etc.
Se definen dos clases de impactos (Fig. 3.1.3-1):
• Impactos primarios (o elementales), son las
manifestaciones propias de la calamidad y se
presentan como consecuencia directa de ésta. Se distinguen los siguientes tipos básicos de
impactos, de acuerdo con su forma de realización:
FIG. 3.1.3-1 GENERACION DE IMPACTOS
♦
♦
♦
♦
♦
♦
♦
Mecánicos (por ejemplo, movimiento del suelo)
Térmicos (por ejemplo, fuego)
Químicos (por ejemplo, elemento tóxico)
Eléctricos (por ejemplo, descarga)
Radiológicos (por ejemplo, partículas alfa)
Bacteriológicos (por ejemplo, virus)
Psicológicos (por ejemplo, pánico)
• Impactos agregados, son los que resultan de una integración y transformación de los efectos de
los impactos anteriores y generalmente su incidencia sobre el sistema afectable es más amplia y
extensa, ya que provocan, a su vez, efectos indirectos, tales como desempleo, fuga de capitales,
alteración del valor de la tierra, cambio en los patrones de migración, disminución del producto
interno bruto. Dado que estos impactos son resultado de la integración y transformación de
efectos anteriores, su identificación y clasificación se realiza a través de sus efectos. Se
distinguen los siguientes tipos básicos:
♦
♦
♦
♦
Bioecológicos (p. ejemplo, variaciones en el micro clima)
Productivos (p. ejemplo, interrupción de servicios)
Sociales (p. ejemplo, perturbación de relaciones familiares)
Políticos (p. ejemplo, pérdida de confianza)
Es importante tomar en cuenta que los impactos primarios son características directas, mientras
que los agregados son generados más por estados del sistema afectable, que por la calamidad.
Algunos de sus ejemplos se dan en la Tabla 3.1.3-1.
33
PRIMARIOS
IMPACTOS
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CALAMIDADES
1. Accidente mayor
2. Acto de locura
3. Acto delictivo y sabotaje
4. Agrietamiento
5. Avalancha de nieve
6. Colapso de suelos
7. Contaminación
8. Crecimiento explosivo de la población
9. Desforestación y desertificación
10. Deslave y deslizamiento de talud
11. Disturbios sociales
12. Drogadicción y alcoholismo
13. Efecto negativo por operar servicios
14. Envenenamiento
15. Epidémia
16. Erosión
17. Explosión
18. Falla o error humano
19. Flujo de lodo
20. Fuga y derrame de sustancias peligrosas
21. Hundimiento regional
22. Huracan
23. Incendio
24. Interrupción de servicios
25. Inundación
26. Lluvia
27. Maremoto (Tsunami)
28. Nevada
29. Plaga
30. Radiación
31. Sequía
32. Sismo o terremoto
33. Temperaturas extremas
34. Terrorismo y acción bélica
35. Tormenta de granizo
36. Tormenta eléctrica
37. Viento
38. Vulcanismo
AGREGADOS
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TABLA 3.1.3-1 EJEMPLO DE LOS IMPACTOS DE ALGUNOS FENÓMENOS DESTRUCTIVOS
34
3.2. MECANISMOS DE PRODUCCION DE CALAMIDADES
La descripción de los mecanismos productores de las calamidades constituye una parte importante
del desarrollo del marco conceptual, ya que, por un lado, el objetivo de la prevención puede
lograrse a través de una oportuna intervención en estos mecanismos; por el otro, su conocimiento
permite establecer las bases racionales de la clasificación de los fenómenos destructivos y,
además, de la elaboración de los métodos y modelos de su diagnóstico y pronóstico.
Como se planteó en el subcapítulo 2.3, dedicado a la conceptualización del fenómeno de desastre
en el contexto del marco conceptual, se distinguen dos modos principales y complementarios de la
producción de las calamidades: el mecanismo interno del sistema perturbador y el externo,
formado por la compleja red de las retroalimentaciones. A continuación se analizan las dos
estructuras, respectivamente.
3.2.1. Estructura del mecanismo interno
Las calamidades son originadas, básicamente, por los mecanismos internos del sistema
perturbador, cuyo proceso de producción está integrado por las siguientes cinco fases
interrelacionadas de diferente duración e importancia, según el fenómeno destructivo [G.P.26]:
• Preparación, que consiste en la organización de las condiciones necesarias para la ocurrencia
de la calamidad, esto es, en la formación del mecanismo interno;
• Iniciación, que se manifiesta en la activación o excitación del mecanismo;
• Desarrollo, es decir, la fase de crecimiento en magnitud e intensidad de la calamidad;
• Traslado, que se caracteriza por el transporte de los elementos impactantes de la calamidad y
de su extensión;
• Producción de impactos, esto es, la manifestación de la calamidad, como incidencia de un
agente, elemento o suceso sobre el sistema afectable.
Este proceso, en sus diferentes fases, puede ser iniciado y/o alterado por las retroalimentaciones,
esto es, por las
canalizaciones
de una acción
de la salida de
un sistema a su
entrada, o a la
de otro que le
antecede (Fig.
3.2.1-1).
FIG. 3.2.1-1 PROCESO DE PRODUCCION DE CALAMIDADES
Naturalmente,
la realización
de cada una y
de todas las
35
fases dependen de la calamidad concreta; sin embargo, esta estructura sirve como una herramienta
heurística para organizar los estudios sistemáticos de los fenómenos destructivos y, en particular,
como se mencionó, para determinar sus óptimas y oportunas formas de prevención.
Por ejemplo, para describir los mecanismos productores de un incendio, se tiene que empezar con
la conceptualización de la fase de preparación, en la cual se identifica la existencia de productos
inflamables y de inadecuadas formas de su almacenamiento y operación, así como de instalaciones
eléctricas defectuosas y/o cercanía de los procesos térmicos con temperaturas altas o los
mecánicos que producen chispas; por su parte, en el caso de los incendios forestales tendrán que
tomarse en cuenta las características meteorológicas, tales como las temperaturas extremas que
podrían propiciar el secado de las hierbas y arbustos, y las tormentas eléctricas con sus rayos. En
la misma fase, tienen que contemplarse la concentración de plantas industriales y/o las rutas de
transportación de productos inflamables, para prever los incendios provocados por los desastres
tecnológicos.
Consecuentemente, en el análisis de la fase de iniciación, se permite identificar las posibles
fuentes de activación del incendio, cuando, además de los elementos térmicos y mecánicos ya
mencionados, se puede determinar la presencia de las colillas no apagadas por fumadores o las
fogatas descuidadas por los "amantes" de la naturaleza.
Asimismo, la determinación de las fases de desarrollo y de traslado pueden permitir prever la
magnitud, trayectoria y extensión del incendio, así como estimar sus manifestaciones, esto es, los
impactos térmicos y psicológicos en la última fase.
3.2.2. Interrelaciones entre calamidades
Los mecanismos internos del sistema perturbador frecuentemente son ampliados y complementados
por las retroalimentaciones que pueden iniciar o alterar el proceso de producción de las
calamidades. Al fenómeno destructivo que surge de estas retrolimentaciones, se le llama
calamidad encadenada.
Se distinguen tres tipos principales de
encadenamientos de calamidades:
• Encadenamiento corto, producido
por una retroalimentación SP-SP,
esto es, cuando la calamidad es
iniciada directamente por un
impacto primario de un fenómeno
FIG.3.2.2-1 EJEMPLO DE ENCADENAMIENTO CORTO
destructivo anterior; por ejemplo, el
colapso de suelos producido por el impacto mecánico de un sismo (Fig. 3.2.2-1).
36
• Encadenamiento largo, producido
por una retroalimentación SA-SP,
esto es, cuando la calamidad es
iniciada por un efecto de un
fenómeno destructivo anterior; por
ejemplo, un incendio (calamidad
encadenada larga) producido por la
FIG. 3.2.2-2 EJEMPLO DE ENCADENAMIENTO LARGO
ruptura de ductos de gas (efecto),
debida, a su vez, al movimiento del suelo (impacto) de un sismo (Fig. 3.2.2-2).
• Encadenamiento integrado,
(Fig. 3.2.2-3), producido por
una retroalimentación SA-SA,
esto es, cuando la calamidad
se presenta a través de
impactos agregados de los
efectos de un fenómeno
destructivo anterior; por
FIG.3.2.2-3 EJEMPLO DE ENCADENAMIENTO INTEGRADO
ejemplo, en la Ciudad de
México, el programa "hoy no circula" resulta en la interrupción de transporte, la cual es un
impacto agregado (del tipo productivo), provocado por el alto grado de contaminación.
Existen algunas calamidades que típicamente son encadenadas, por ejemplo, en el caso específico
de la Ciudad de México, generalmente la época de lluvia es acompañada por inundaciones. La
determinación de estos posibles encadenamientos entre calamidades es un punto de vital
importancia para el análisis de la factibilidad de intervención en la producción de calamidades, ya
que, para muchos fenómenos destructivos, debido al estado actual del desarrollo tecnológico,
parece ser más factible y eficiente la intervención en los canales de las retroalimentaciones, que en
los mecanismos internos del sistema perturbador.
Sin embargo, antes de proceder al análisis de la factibilidad de la intervención en la producción de
las calamidades, tanto en los mecanismos internos, como en sus encadenamientos, es importante
destacar la importancia de la clasificación de los fenómenos destructivos.
3.3. CLASIFICACION DE LAS CALAMIDADES
En la literatura especializada -y en la no tan especializada-, se menciona, frecuentemente, una
clasificación simplificada de desastres, que contempla dos grupos: naturales y antropogénicos, o
provocados por el hombre. De hecho, el decenio de los noventas fue nombrado por la ONU como
Decenio Internacional de Reducción de Desastres Naturales. Sin embargo, hay que notar que
esta clasificación presenta serias inconveniencias y confusiones.
En primer lugar, conforme al marco conceptual planteado, existe una diferencia sustancial entre
calamidad y desastre. En este sentido, la clasificación general podría, en tal caso, referirse a
calamidades, distinguiendo así las naturales y las antropomórficas, ya que, por ejemplo, un sismo
podría considerarse como una calamidad natural, más no como desastre natural, ya que es el
hombre quien no cuenta con las estructuras adecuadas para resistir a los sismos. No obstante, aún
37
tal clasificación de los fenómenos destructivos presenta todavía ciertas dificultades, ya que no
siempre una calamidad tiene origen 100% natural o 100% provocado por el hombre. En la mayoría
de los casos, un fenómeno destructivo puede tener ambos orígenes, como por ejemplo, las
inundaciones se deben, por un lado, a las lluvias intensas y, por el otro, a las malas condiciones de
drenaje. Aún más. una misma calamidad puede ser, en unos casos, de origen natural y, en otros,
provocada por el hombre, como el incendio, que puede ser producido por la caída de un rayo
sobre un árbol (100% natural) o por tirar un cigarro en un bote de basura que contiene sustancias
inflamables (100% antropomórfica).
La otra clasificación, empleada sistemáticamente por el SINAPROC, no define explícitamente el
concepto del desastre tecnológico, no obstante de que algunas de sus manifestaciones se han
presentado desde hace muchos años, cuando surgieron y empezaron a utilizarse los medios
tecnológicos complejos y, de manera agravante, desde la proliferación de procesos de producción
industrial masiva. Pese a que la explosión ocurrida en San Juan Ixhuatepec (Estado de México,
1984) fue un desastre tecnológico, en términos generales, no fue catalogado como tal y las
Bases[17] se limitan a considerar sólo algunas de sus causas y manifestaciones tales como los
incendios y explosiones entre los fenómenos destructivos de origen químico, así como la
contaminación entre las de origen sanitario. No es sorprendente que, en consecuencia, la
protección civil nunca se haya llegado a enfocar o, por lo menos, a orientar, en forma explícita, a
sus programas de prevención y auxilio para afrontar los desastres tecnológicos∗.
Por la misma razón, el Reglamento de Protección Civil para el Distrito Federal [17] no legisla, ni
mucho menos menciona la necesidad de reglamentar las actividades de alto riesgo que puedan
provocar los desastres tecnológicos, tanto para el personal que las realiza, como para la población
y el medio ambiente expuestos; tampoco contempla la prevención y auxilio ante ellas.
Del análisis anterior se desprende la necesidad de contar con buenas clasificaciones, simples y
transparentes para facilitar el entendimiento de los fenómenos destructivos y, a la vez, eficientes
para apoyar la realización de los procesos de la evaluación y prevención del peligro de su
ocurrencia.
Considerando que no hay clasificaciones absolutas y cada una debe ser subordinada al tipo de
problemas que se buscan resolver, a continuación se describen algunos sistemas de clasificación
de calamidades, que se basan en los factores analizados en el subcapítulo anterior: su origen, su
ámbito de desarrollo y traslado, sus impactos y sus interrelaciones.
3.3.1. Clasificación por origen
Esta clasificación considera dos fases iniciales del proceso de producción de calamidades: la de
preparativos y la de iniciación, y toma en cuenta los ambientes de origen de éstas, en donde surge
o se inicia la calamidad. La consecunte agrupación de las calamidades de acuerdo con las áreas
científicas y ramas ingenieriles que estudian cada uno de estos ambientes permite utilizar las
técnicas, modelos y teorías propios de cada área, tanto para conocer los agentes que pueden
∗
Es importante mencionar que el Programa de Emergencias Radiológicas Externas de Laguna Verde (PERE),
que puede considerarse como un programa establecido para atender un posible desastre tecnológico, no se
refiere a este concepto y, por no contar con este criterio, está catalogado, junto con los Programas de
Protección Civil del Volcán Tacaná y de Colima , dentro de una extraña mezcla que no fue prevista siquiera en
las Bases y que se llamó los Programas Especiales de Protección Civil.
38
producir los fenómenos destructivos, como estudiar los mecanismos de su producción y analizar la
factibilidad de intervención en ellos. Por ejemplo, la contaminación, fuga y derrame de sustancias
peligrosas, envenenamiento, incendio, explosión y radiación, tienen un ambiente de origen común
que corresponde a los agentes físicos y químicos.
Se distinguen cinco diferentes ámbitos de origen: físicoquímico, geológico, hidrometeorológico,
sanitario y socioorganizativo, cuyas definiciones, así como la lista de calamidades que integran
cada uno de los grupos, se presenta a continuación en orden alfabético:
• Calamidades físicoquímicas, las generadas por agentes físicos y/o químicos:
♦ Contaminación
♦ Envenenamiento
♦ Explosión
♦ Fuga y derrame de sustancias peligrosas
♦ Incendio
♦ Radiación
• Calamidades geológicas, las generadas en la corteza terrestre o en el subsuelo:
♦ Agrietamiento
♦ Colapso de suelos
♦ Deslave y deslizamiento de talud
♦ Erosión
♦ Flujo de lodo
♦ Hundimiento regional
♦ Maremoto (Tsunami)
♦ Sismo o terremoto
♦ Vulcanismo
• Calamidades hidrometeorológicas, las que se generan en la atmósfera, aguas superficiales y
subterráneas, siguiendo los procesos de la climatología y del ciclo hidrológico:
♦
♦
♦
♦
Avalancha de nieve
Desforestación y desertificación∗
Huracán
Inundación*
♦
♦
♦
♦
Lluvia
Nevada
Sequía
Temperaturas extremas
♦ Tormenta de granizo
♦ Tormenta eléctrica
♦ Viento
• Calamidades sanitarias, las generadas o iniciadas por condiciones insalubres:
♦ Epidemia
♦ Plaga
• Calamidades socioorganizativas, las generadas por actos y errores humanos:
♦
♦
♦
♦
♦
Accidente mayor
Acto de locura
Actos delictivo y sabotaje
Crecimiento explosivo de la población
Disturbios sociales
♦
♦
♦
♦
♦
Drogadicción y alcoholismo
Efecto negativo por operar servicios
Falla o error humano
Interrupción de servicios
Terrorismo y acción bélica
3.3.2. Clasificación por ámbitos de desarrollo y traslado
Se basa en las fases de desarrollo y traslado del proceso de producción de fenómenos destructivos
esto es, agrupa éstos por su ámbito de realización, en donde crece y se intensifica la calamidad, así
como en donde se transportan sus elementos impactantes, lo que permite clasificarlos por las áreas
∗
Estas calamidades se agrupan en las hidrometeorológicas debido a que su naturaleza corresponde a esta área,
no obstante que el hombre constituye, también, un factor decisivo en su generación.
39
científicas y ramas ingenieriles correspondientes y aprovechar, para un mejor diagnóstico y
pronóstico, los métodos, técnicas y todo el cúmulo de conocimientos que éstas proporcionan.
A partir de estudios desarrollados en el área de la IID, se distinguen los siguientes cuatro ámbitos
de desarrollo y traslado, con los correspondientes fenómenos destructivos (Tabla 3.3.2-1):
• Ámbito geofísico
♦
♦
♦
♦
♦
Agrietamiento
Avalancha de nieve
Colapso de suelos
Deslave y deslizamiento de talud
Flujo de lodo
♦
♦
♦
♦
♦
Huracán
Lluvia
Maremoto (Tsunami)
Nevada
Sismo o terremoto
♦
♦
♦
♦
♦
Temperatura extrema
Tormenta de granizo
Tormenta eléctrica
Viento
Vulcanismo
• Ámbito biofísico
♦ Envenenamiento
• Ámbito social
♦ Acto de locura
♦ Acto delictivo y sabotaje
♦ Crecimiento explosivo de la población
♦ Disturbios sociales
♦ Drogadicción y alcoholismo
♦ Terrorismo y acción bélica
• Ámbito tecnológico
♦ Efecto negativo por operar servicios
♦ Explosión
♦ Fuga y derrame de sustancias peligrosas
♦ Incendio
♦ Radiación
Algunas calamidades no se incluyen en estos cuatro ámbitos principales, dado que se desarrollan
en la interfase de dos ámbitos. Por ello se definen seis interfases con las siguientes calamidades
(Fig. 3.3.2-1):
• Interfase biofísica - social
♦ Epidemia
♦ Plaga
• Interfase geofísica - biofísica
♦ Erosión
♦ Sequía
• Interfase geofísica - social
♦ Desforestación y desertificación
• Interfase geofísica - tecnológica
♦ Hundimiento regional
♦ Inundación
40
• Interfase social - tecnológica
♦ Accidentes mayores
♦ Fallas humanas
♦ Interrupción de servicios
• Interfase tecnológica - biofísica
♦ Contaminación
3.3.3. Clasificación por retroalimentación
La distinción de los fenómenos destructivos producidos por los mecanismos internos del sistema
perturbador y por las retroalimentaciones, permite establecer dos clases de calamidades:
• Directas, las que son producidas sólo por los mecanismos internos del sistema perturbador;
• Encadenadas, las que son iniciadas o alteradas por una o varias retroalimentaciones.
La clasificación por retroalimentación tiene una especial importancia, ya que el conocimiento de
las retroalimentaciones que pueden iniciar o alterar una calamidad facilita la elaboración de
pronósticos, así como permite intervenir, según el estado actual de tecnología, en la generación de
las calamidades encadenadas para lograr su prevención y mitigación.
Es importante hacer notar que esta clasificación no es excluyente, es decir, los fenómenos
destructivos pueden pertenecer a cualquiera de estas dos clases, dependiendo de las condiciones
particulares de su producción.
El análisis de la intervención en las interrelaciones entre calamidades, esto es, los posibles
encadenamientos entre ellas se presenta en el inciso 3.4.2.
3.3.4. Clasificación por procedencia
La experiencia obtenida durante los recientes estudios de diversos fenómenos destructivos ha
revelado la importancia de contemplar un nuevo factor, el de la procedencia de la calamidad. A
pesar de que la procedencia de la calamidad, también es importante en caso de sismos o
temperatura máxima, por mencionar algunos fenómenos destructivos, para el caso de los desastres
tecnológicos es sustancial, ya que permite enfocar los esfuerzos de prevención en una zona bien
localizada.
Por ejemplo, las determinaciones de que la explosión de San Juan Ixhuatepec tenía su procedencia
de la gasera donde se generó la explosión, mientras que las explosiones en Guadalajara surgieron
del sistema de drenaje, son cruciales para el proceso de evaluación y reducción de peligros.
Dependiendo de la ubicación del sistema afectable, las calamidades pueden dividirse en dos
categorías:
41
• Internas, son aquellas que surgen o se generan directamente en el lugar de interés, esto es, en la
zona donde está ubicado el sistema afectable. Por ejemplo, en el caso de la explosión ocurrida
en San Juan Ixhuatepec, la explosión es una calamidad interna, ya que se generó en la gasera
ubicada en la zona. Sin embargo, para los vecinos fue una calamidad externa.
• Externas, son aquellas que se generan fuera del lugar de interés y que pueden impactar sobre
éste, lo que, además, puede provocar calamidades encadenadas internas. Por ejemplo: la
ocurrencia de un sismo (calamidad externa) puede generar daños en las industrias (lugar de
interés), tanto en sus estructuras, como afectando al personal; además, puede desencadenar una
fuga o derrame de sustancias peligrosas que será una calamidad externa para la población
circunvecina.
3.4. ESTRATEGIAS DEL CONTROL DE CALAMIDADES
La posibilidad de intervenir en los mecanismos de producción de calamidades es un punto de
medular interés para su prevención, esto es, para disminuir o eliminar sus impactos sobre el
sistema afectable. De acuerdo con lo expuesto en los subcapítulos anteriores, a continuación se
analizan dos tipos de alternativas para la intervención y control: en los mecanismos internos
(inciso 3.4.1) y en los encadenamientos (inciso 3.4.2).
3.4.1. Intervención en mecanismos internos
De acuerdo con la estructura del proceso de producción de calamidades, cuando ésta se realiza
por medio de los mecanismos internos del sistema perturbador, se destacan los siguientes
lineamientos de intervención:
• Impedir la organización de las condiciones necesarias para la ocurrencia de la calamidad.
• Prevenir la iniciación, esto es, la activación de los mecanismos productores.
• Deshabilitar o insensibilizar los elementos partícipes del mecanismo productor.
• Interrumpir el canal de transferencia de los impactos.
La factibilidad y eficiencia de cada una de estas alternativas depende de la calamidad específica,
sin embargo, en términos generales, sirven para orientar los estudios que buscan prevenir y
controlar los fenómenos destructivos.
La intervención en la primera fase del proceso de producción de calamidades debe estar orientado
a eliminar las condiciones favorables y reforzar las desfavorables a la constitución del mecanismo
de producción. En otras palabras, el primer lineamiento indica impedir la formación de las
condiciones necesarias para la iniciación y desarrollo de las calamidades. Un caso típico
constituye el adecuado almacenamiento de sustancias inflamables, lo que disminuye la
probabilidad de la formación de las condiciones para que pueda provocarse un incendio.
42
FIG. 3.3.2-1 CLASIFICACION DE LAS CALAMIDADES, SEGUN SU AMBITO DE DESARROLLO Y TRASLADO
El segundo lineamiento, que se relaciona con la fase de iniciación, demanda la identificación de
los elementos o eventos "disparadores" de la calamidad para su consecuente neutralización o
eliminación. Por ejemplo, para impedir el desarrollo de un posible incendio, se utilizan varias
medidas alternas para disminuir las posibles causas, tales como la prohibición de fumar en lugares
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donde existan combustibles y la utilización del cableado eléctrico instalado según las normas y en
buen estado.
El tercer lineamiento relacionado con las fases de desarrollo y traslado, persigue deshabilitar o
insensibilizar los elementos partícipes del mecanismo productor, esto es, alterar o suprimir ya sea
los elementos del fenómeno destructivo y/o sus interrelaciones. Por ejemplo, la construcción de
materiales no combustibles y/o el aislamiento por celdas independientes de combustibles en sus
almacenes, con el fin de evitar la propagación de un incendio de un contenedor al otro.
El último lineamiento, que corresponde a la fase de producción de impactos, implica la
interrupción de los canales de transferencia de éstos. En otras palabras, la estrategia consiste en
impedir que los impactos lleguen a incidir sobre el sistema afectable. Por ejemplo, una política
adecuada de uso del suelo permite prevenir la ocupación de áreas peligrosas en la cercanía de
plantas industriales o ductos de combustible (propensas a explosiones, etc.), lo que da por
resultado que, aún en la ocurrencia de la calamidad, no exista o, al menos, se reduzca el efecto de
su impacto. Así, al prohibir la construcción de zonas habitacionales alrededor de las industrias o
zonas industriales y vigilar su cumplimiento, se disminuyen notablemente los probables impactos
que pueda causar una industria a la comunidad.
3.4.2. Intervención en los encadenamientos
Los encadenamientos entre calamidades producidos por las retroalimentaciones presentan una
oportunidad especial para intervenir.
En el caso del encadenamiento corto, se trata de disminuir, desviar o interrumpir la
retroalimentación SP-SP, esto es, intervenir en el canal de la transmisión de los impactos. Por
ejemplo, la colocación de pararrayos o apartarrayos en las edificaciones en caso de una tormenta
eléctrica, desvían el canal de transferencia del impacto.
En el caso de generación de calamidades por encadenamiento largo, para intervenir en la
retroalimentación, se establecen dos lineamientos básicos:
• Reforzar el sistema afectable para disminuir los efectos de impactos anteriores, esto es, tomar
las medidas adecuadas para prevenir estos efectos en el sistema afectable, con lo que, al
disminuir éstos, la retroalimentación SA-SP no se convierte en el factor iniciador de nuevas
calamidades. Por ejemplo, la flexibilidad adecuada en las juntas de ductos de gas permite que
el movimiento de los tubos por un sismo no provoque su desacoplamiento, lo que, a su vez,
podría resultar en fuga y derrame del gas como calamidad encadenada.
• Disminuir o interrumpir las vías de transmisión de los efectos producidos por la calamidad
primaria, esto es, alterar los canales de la retroalimentación. Por ejemplo, el aislamiento de una
zona afectada puede impedir la generación de calamidades encadenadas; un caso típico es
confinar disturbios sociales y sus efectos de interrupción de la seguridad pública a la zona
inicial, para impedir la ocurrencia de actos delictivos en otras zonas, como calamidad
encadenada.
Para la intervención en la generación de calamidades por encadenamiento integrado, esto es, por la
retroalimentación SA-SA (véase la Fig. 3.1.3-1), se establecen tres lineamientos básicos:
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• Reforzar el sistema afectable para disminuir los efectos de impactos anteriores.
• Intervenir en la integración de los efectos y su transformación en impactos agregados.
• Interrumpir o disminuir los canales de transmisión de los impactos agregados.
Es difícil dar algunos ejemplos suficientemente simples para este caso, debido a la necesidad de
introducir antes el concepto del sistema afectable y, en particular, las nociones de su estructura y
de la vulnerabilidad de sus componentes lo que se hace en el siguiente capítulo.
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