SEMINARIO PROVINCIAL SAN CARLOS BORROMEO TRABAJO DE ECUMENISMO P. EDWIN MARZAN PORTILLLO ANGEL DE JESUS RAMOS MONTALVO QUÉ ES ECUMENISMO. La palabra griega oikoumene, de la que proviene el término ecumenismo, pertenece a una familia de términos relacionada con vocablos que tienen que ver con la vivienda, el asentamiento, la permanencia. He aquí algunos términos de esta familia lingüística: oikos, significa casa vivienda, habitación, pueblo; oikeiotes: relación emparentado, amistad; oikeiow: habitar, cohabitar, reconciliarse, estar familiarizado; oikonomeo: administración, encargado y responsable de la casa; oikoumene: tierra habitada, mundo conocido y civilizado, universo. La primera raíz de la que provienen otros términos es, pues, oikos, casa, lugar donde se mora, espacio habitable y habitado; oikoumene, de donde procede directamente ecumenismo, será consecuentemente, el mundo habitado, en el coexiste diversos pueblos, con diversidad de lenguas y culturas. Pero en su sentido primero y más obvio, seria la tierra habitada por los helenos, es decir, por un pueblo civilizado que ofrece una cultura abierta a todos, dando esa unidad básica de cosmovisión que exige una civilización autentica. Como quiera que hoy, en muchas partes del mundo, por inspiración del Espíritu Santo, se hacen muchos esfuerzos, con la oración, la palabra y la acción para llegar a aquella plenitud de verdad que quiere Jesucristo. Este Sacrosanto concilio exhorta a todos los fieles católicos a que, reconociendo los signos de los tiempos, cooperen diligentemente en la labor ecuménica (UR, n.4) No sólo los católicos son “cristianos”, sino todos los bautizados, en cuanto que sus respectivas comunidades conservan al menos esta fe mínima en los dos grandes misterios mencionados Sentido Bíblico El termino eukoumene aparece también en la literatura bíblica. En el NT se emplea en 15 ocasiones, en algunas de las cuales recupera el viejo sentido del mundo, (Hch 11, 28), o del imperio romano (Lc 2,1), en la Carta a los Hebreos 2, 5 se pone especial énfasis en el carácter transitorio de la presente eukomene, para afirmar con fuerza la eminente llegada de una nueva y transformada eukomene regida directamente por Jesucristo, desde una perspectiva neotestamentaria debe entenderse como un proceso en continuo desarrollo que se inicia con la tierra habitada, que va haciéndose lugar habitable, la casa en la que cabe toda la familia humana y cuya realidad no se encierra en la frontera inmanente de la historia. Promover la restauración de la unidad entre todos los cristianos es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto Concilio Vaticano II, puesto que única es la Iglesia fundada por Cristo Señor, aun cuando son muchas las comuniones cristianas que se presentan a los hombres como la herencia de Jesucristo. Los discípulos del Señor, como si Cristo mismo estuviera dividido. División que abiertamente repugna a la voluntad de Cristo y es piedra de escándalo para el mundo y obstáculo para la causa de la difusión del Evangelio por todo el mundo. Con todo, el Señor de los tiempos, que sabia y pacientemente prosigue su voluntad de gracia para con nosotros los pecadores, en nuestros días ha empezado a infundir con mayor abundancia en los cristianos separados entre sí la compunción de espíritu y el anhelo de unión. Esta gracia ha llegado a muchas almas dispersas por todo el mundo, e incluso entre nuestros hermanos separados ha surgido, por el impuso del Espíritu Santo, un movimiento dirigido a restaurar la unidad de todos los cristianos. En este movimiento de unidad, llamado ecuménico, participan los que invocan al Dios Trino y confiesan a Jesucristo como Señor y salvador, y esto lo hacen no solamente por separado, sino también reunidos en asambleas en las que conocieron el Evangelio y a las que cada grupo llama Iglesia suya y de Dios. Casi todos, sin embargo, aunque de modo diverso, suspiran por una Iglesia de Dios única y visible, que sea verdaderamente universal y enviada a todo el mundo, para que el mundo se convierta al Evangelio y se salve para gloria de Dios. Considerando, pues, este Sacrosanto Concilio con grato ánimo todos estos problemas, una vez expuesta la doctrina sobre la Iglesia, impulsado por el deseo de restablecer la unidad entre todos los discípulos de Cristo, quiere proponer a todos los católicos los medios, los caminos y las formas por las que puedan responder a este divina vocación y gracia.1 El desarrollo posterior del termino ecumenismo Sentido cristiano primitivo: en el cristianismo primitivo el termino eukoumene, siguiendo la trayectoria bíblica, es usado en la acepciones ya conocidas: mundo, imperio romano, mundo civilizado, etc. Ya desde el siglo segundo el término es empleado a veces con referencia a la iglesia católica extendida por la eukoumene. La palabra se introduce en el lenguaje eclesiástico oficial cuando el concilio de Constantinopla 381 denomina el concilio de Nicea celebrado en el 325 como el concilio ecuménico. Desde ese momento el término ecuménico va a designar aquellas doctrinas y usos eclesiásticos que son aceptados como normas autoritativas y con validez universal en toda la iglesia católica. Sentido cristiano clásico Con la caída del imperio Romano, el término deja de tener obviamente connotación políticas y pasa a tener ya un sentido exclusivamente eclesiástico: la eukoumene es la Iglesia universal. Tres grandes hombres de la Iglesia serán designados doctores ecuménicos: Basilio el grande, Gregorio Nacianceno y Juan Crisóstomo. A partir de allí se emplea para designar lo concilios que hablan en nombre de toda la iglesia. 1 http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vatii_decree_19641121_unitatis-redintegratio_sp.html Para la iglesia católica un concilio ecuménico solamente cuando representa a toda la iglesia y sus decisiones son confirmadas por el obispo de Roma, en cambio para la ortodoxia, solamente será autentico, cuando toda la iglesia extendida por el orbe haya aceptado sus decisiones. De allí que estas iglesias hablen de solo siete concilios, por que en el ellos esta expuesta la doctrina ortodoxa, aceptada por todas la iglesias de oriente y occidente. Durante el siglo XIX El ecumenismo como actitud fraterna: durante el s. XIX aparece un nuevo significado, que con el tiempo tendrá la acepción técnica moderna, en 1846 se constituye en Londres una alianza evangélica, con el fin de prepara un concilio ecuménico evangélico universal. Sus participantes pertenecen a diferentes denominaciones. En la clausura de aquel encuentro, el pastor calvinista francés Adolphe Monod, agradecía a los organizadores Británicos, el fervor de su piedad y el espíritu verdaderamente ecuménico que habían demostrado. Hacia un sentido de cooperación eclesiástica Como hecho histórico significativo dentro del cristianismo en este siglo, el movimiento ecuménico ocupa, por su importancia, uno de los primeros lugares. La iniciativa comenzó en las Iglesias protestantes y muy posteriormente la Iglesia católica comenzó a participar en este movimiento. No se trata de dos movimientos ecuménicos, uno católico y otro protestante, sino que es un solo movimiento en que ambos coinciden. Es interesante notar que el origen fue entre los Misioneros protestantes, al ser los primeros en sentir la necesidad de la unidad ya que el primer obstáculo que encontraban ellos para la propagación de la fe en tierras no cristianas es el anti-testimonio de desunión dado por los mismos cristianos restando así eficacia a la proclamación del evangelio. Análisis sobre los principios católicos sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II. Ya han sido comentados estos principios al señalarse distintos párrafos de los números 2, 3 y 4 del decreto .Unitatis Redintegratio.. Nos limitamos ahora a insistir una vez más en el cambio de posición tenido por la iglesia entre la declaración de Pío XI .Mortalium animos. Reiterada más tarde por Pío XII en su encíclica .Corpus Mistici. (1943 ) En que se concebía el ecumenismo como el retorno de los disidentes a la única Iglesia de Cristo: la Iglesia católica y el nuevo planteamiento a partir del Concilio Vaticano II en que se reconoce que en la Iglesia católica Subsiste la Iglesia de Cristo y que en otras iglesias y comunidades cristianas también hay elementos de ésta única Iglesia, por lo que el ecumenismo se entiende como el esfuerzo de todos los cristianos para superar los obstáculos que impiden la plena comunión. Por el documento se reconoce el ecumenismo como un trabajo dialogal entre todas las Iglesias en el que unas y otras, incluyendo la católica, están llamadas al cambio y a la reconciliación mutuas; dejemos finalmente hablar a una parte del texto (en realidad debemos consultar todo el capítulo I de UR personalmente). 2 Durante el Siglo XX Primeros titubeos a la hora de aplicar el término ecumenismo. La acepción común continúa siendo la del primitivo sentido geográfico, universal. Poco después en la famosa conferencia misionera mundial de Edimburgo (1910), el titulo de ecuménica es eliminado pues la ausencia de las iglesias ortodoxas y católica según sus organizadores hace inapropiado su uso. Los movimientos fe y constitución y vida y acción, de los que hablara en la fichas 18 y 19 vana a suponer un drástico cambio en el significado del termino ecumenismo. El arzobispo luterano Nathan Soderblom durante la primera guerra mundial sugiere la creación de una reunión internacional de iglesia con el apelativo de ecuménica para intentar resolver el problema de paz y propone la puesta en marcha de una especie de consejo ecuménico de las iglesias. Algunas descripciones de los teólogos. Congar dice que es un movimiento constitutivo por un conjunto de sentimientos , de ideas, de obras e instituciones, de reuniones o de conferencias, de ceremonias, de manifestaciones y de publicaciones que tienden a preparar la reunión no solamente de los cristianos, sino de las diferentes iglesias actualmente existentes, en una nueva unidad. El ecumenismo comienza cuando se admite que los otros y no solamente los individuos, sino los grupos eclesiásticos, como tales tiene también razón aunque afirman cosas distintas a las de nosotros, que poseen también verdad, santidad, dones de Dios, aunque no pertenezcan a nuestra cristiandad. Hay ecumenismo cuando se admite que otro es cristiano no a pesar de su confesión sino en ella y por ella. Algunas descripciones más recientes. Movimiento suscitados por el Espíritu Santo con vista a restablecer a unidad de todos los cristianos a fin de que el mundo crea en Jesucristo. En este movimiento participan los que invocan al Dios trino y confiesan a Jesucristo como señor y salvador y que en las comunidades donde han oído el evangelio aspiran a la iglesia de Dios, una y visible, verdaderamente universal enviada al mundo entero para que se convierta al evangelio y sea salvado para la gloria de Dios (desseaux). El ecumenismo es una actitud de la mente y del corazón que nos mueve a mirar a nuestros hermanos cristianos separados con respeto, comprensión, y esperanza. Con respeto por que los reconocemos como hermanos en Cristo y los miramos como amigos más que como oponentes, como con comprensión por que buscamos las verdades divinas que compartimos en común, aunque reconozcamos honestamente las diferencias 2 file:///E:/www.mercaba.org/TEOLOGIA/Dogma/newpage300.htm#SEC45. en la fe que hay entre nosotros con esperanza que nos hará crecer juntos en una mas perfecto conocimiento, de amor de Dios y de Cristo (Meyer). El movimiento ecuménico no es el lugar de encuentro para el triunfo de una iglesia sobre otra. Es la confrontación fraterna de los cristianos divididos pero hermanos, la finalidad del diálogo ecuménico no es hacer conversiones, son esfuerzos del amor cristianos para dar y recibir testimonio del amor cristiano (Weigel). Algunas descripciones eclesiásticas. El concilio Vaticano II se ha expresado así, en los decretos Unitatis Redintegratio: Con todo, el señor de los tiempos que sabia y pacientemente prosigue su voluntad de gracia para con nosotros los pecadores, en nuestros días ha empezado a infundir con mayor abundancia en los cristianos separados entre si la compunción del espíritu y el anhelo de unión. Esta gracia ha llegado a muchas almas dispersas por todo el mundo entre nuestros hermanos separados ha surgido, por el impulsado del espíritu santo un movimiento dirigido a restaurar la unidad de todos los cristianos. En este movimiento de unidad, llamado ecuménico, participan los que invocan al Dios trino y confiesan a Jesucristo, como señor y salvador. (UR 1) No hay ecumenismo sin espiritualidad Una convicción común: el ecumenismo tiene una dimensión espiritual innegable, los cristianos saben que en el fondo de la problemática ecuménica existe un acuerdo implícito y una conciencia muy viva de que las divisiones son humanamente insuperables, y que la unidad tendrá que ser obra de Dios. A partir de esa fundamental convicción surge espontáneamente una actitud orante. La espiritualidad ecuménica Por esa razón desde los comienzos mismos del movimiento ecuménico, las asambleas y reuniones ecuménicas han estado casi siempre presididas por cultos de apertura y se han clausurado con plegarias interconfesionales. El concilio Vaticano II llegara a afirmar que la plegaria es el alma del ecumenismo (UR 8) . Junto con todos los discípulos de Cristo, la Iglesia católica basa en el designio de Dios su compromiso ecuménico de congregar a todos en la unidad. En efecto, la Iglesia no es una realidad replegada sobre sí misma, sino permanentemente abierta a la dinámica misionera y ecuménica, pues ha sido enviada al mundo para anunciar y testimoniar, actualizar y extender el misterio de comunión que la constituye: a reunir a todos y a todo en Cristo; a ser para todos sacramento inseparable de unidad. Ya en el Antiguo Testamento, refiriéndose a la situación de entonces del pueblo de Dios, el profeta Ezequiel, recurriendo al simple símbolo de dos maderos primero separados, después acercados uno al otro, expresaba la voluntad divina de «congregar de todas las partes» a los miembros del pueblo herido:«Seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y sabrán las naciones que yo soy el Señor, que santificó a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre»(cf. 37, 16-28). El Evangelio de san Juan, por su parte, y ante la situación del pueblo de Dios en aquel tiempo, ve en la muerte de Jesús la razón de la unidad de los hijos de Dios:«Iba a morir por la nación, y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos»(11, 51-52). En efecto, la Carta a los Efesios enseñará que «derribando el muro que los separaba por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a la enemistad», de lo que estaba dividido hizo una unidad (cf. 2, 14-16). 3 ¿Es posible hablar de un ecumenismo institucional? Quizás el primer interrogante que surge en quien se incia en el movimiento ecuménico sea preguntarse por quien detenta la prioridad en ese terreno; si la persona o la institución misma. Y es que realmente existe una tención entre ambos sujetos. La historia enseña, sin embargo, que la primacía recae al principio sobre el individuo. El ecumenismo espiritual, alma del movimiento ecuménico. Oraciones que hacen pensar en el “ya” de la unidad. Existe una larga tradición en todas las iglesias cristianas de oración oficial por la unidad. Los textos litúrgicos oficiales de las comunidades católicas, ortodoxas, anglicanas y protestantes poseen varias plegarias para pedir al espíritu la unidad de la iglesia. Las expresiones del Concilio Vaticano II. EL Concilio Vaticano II se ha expresado en este sentido de manera muy explicita, sin titubeos, en el decreto Unitatis Redintegratio, n.8. “la conversión de corazón y santidad de vida justamente con las oraciones privadas y publicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual” (8 a). “en ciertas circunstancias especiales, como sucede cuando se ordenan oraciones por la unidad, en las asambleas ecumenistas es ilícito, más aun, es de desear que los católicos se unan en la oración con los hermanos separados” (8 c). “tales preces comunes son medio muy eficaz para conseguir la gracia de la unidad y expresión genuina de los vínculos con que aun están unidos los católicos con los 3 http://www.aciprensa.com/Docum/uus2.htm hermanos separados: “pues donde hay dos o tres congregados en mi nombre allí estoy en medio de ellos”. EL CAMINO MÁS CORTO HACIA LA PLENA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. A. Una larga tradición de “espirituales” del ecumenismo. Mucho antes de que el Concilio diese oficialidad al término ecumenismo espiritual, existía ya una larga tradición ecuménica de tipo espiritual que se remonta, al menos, a hombres como Spencer Jones y Paul Wattson, cardenal Mercier, Dom Lambert Beaudiuin, etc. B. Las dificultades de la comunión entre cristianos divididos. La comunión entre cristianos de distintas iglesias al nivel de las realidades espirituales es objeto del capitulo 6. En este sentido en Vaticano II es muy explicito: “no es licito considerar la comunicación en las funciones sagradas como medio que pueda usarse indiscriminadamente para restablecer la unidad de los cristianos. Qué es el ecumenismo doctrinal Es aquella dimensión del movimiento ecuménico que pone todo el énfasis en los problemas de tipo doctrinal, en orden de abandonar los malentendidos o superar las visiones antagónicas, que desde el principio de las divisiones de las iglesias, separan a los cristianos. Es una de las dimensiones en las que más se ha avanzado en las iglesias hasta ahora divididas. La cuestión de la verdad, tan estrechamente unidad a la profesión de la fe verdadera (ortodoxia), ha estado presente tanto en las raíces de las separaciones eclesiales, recordamos a titulo ejemplos que los reformadores del S. XVI eran en su inmensa mayoría teólogos profesionales. Algunas cuestiones doctrinales que merecen ser solucionadas o resueltas. 1, relaciones entre escritura y tradición 2. justificación por la fe. 3. apostolicidad de la iglesia y sucesión apostólica en el ministerio. 4. la cuestión de los sacramentos, en especial el significado del bautismo y de la eucaristía. 5. la sacramentalidad del ministerio (ordenación de la mujer al presbiterado y episcopado), la cuestión mariana, el primado romano, etc. Las enseñanzas de organismos dependientes de iglesias. En la séptima asamblea del consejo ecuménico de las iglesias, celebrada en Canberra, se dijo solemnemente el ecumenismo es una realidad que se vive en la base, allí donde la gente vive y lucha unida. Y años antes en la tercera asamblea general del mismo consejo, celebrada en Nueva Delhi, al hablar descripción de la unidad, se dice: ser uno en Cristo significa que hay que recuperar la unidad entre los cristianos en cada escuela en la que estudia, en cada fábrica oficio en los que trabajan y en cada congregación donde celebran el culto. El secretariado romano por la unidad publica en 1975 un documento importante titulado “la colaboración ecuménica a nivel regional”, nacional y loca. En el se da mucho énfasis al trabajo en lo local: el ecumenismo al nivel local es un elemento básico de la situación ecuménica tomada en conjunto. No se trata de algo secundario puramente derivado, el ecumenismo a nivel local se enfrente en necesidades especificas y con situaciones concretas y posee sus propios puntos. Como dividen algunos autores la historia del ecumenismo. Las tres etapas del ecumenismo: algunos teólogos a parte, entre ellos, Marc Lienhardt, Per Lonning, etc. al referirse a las grandes etapas del movimiento ecuménico no han dudado en enumerar tres muy claras, primero la era de los pioneros aquella que inicia con la alianza evangélica en 1846 y llega hasta la formación YMCA y de la federación mundial de estudiantes cristianos, a final del S. XIX. Sus protagonistas son laicos que militan en estos movimientos de carácter interconfesional, cuya acción es un poco marginal respecto a las jerarquías de las iglesias. En segundo lugar, la etapa eclesiástica, es el momento en que las iglesias como tales, toman la iniciativa ecuménica e inician un camino que ha dado enorme vigor a la búsqueda de la unión cristiano. Los agentes ecuménicos no son ahora cristianos aislados, se presentan como representantes de las respectivas iglesias con todas las cargas confesional y por ultimo la etapa del ecumenismo secular que es el resultado por una parte, del estado de callejón sin salida en que ha quedado el ecumenismo eclesiástico, tras las indecisiones y las prudencias de las jerarquías al no haber seguido los impulsos del espíritu, en una marcha creativa hacia la unidad, también se presenta como fruto de una reflexión teológica elaborada partiendo del presupuesto de que es imposible avanzar en el diálogo entre iglesia, reproduciendo, comprando, intentando armonizar las posiciones tradiciones de las iglesias. Casalis, lo define así, es la consecuencia ecuménica de una teología y de una fe que ven en el compromiso total de la iglesia con el mundo secular, su punto de partida. En que consiste el diálogo interreligioso. Se ha analizado el diálogo ecuménico entre cristianos. Pero el termino ecumenismo tiene una ulterior acepción que hace referencia entre las grandes religiones del mundo, algunos han llamado a este ecumenismo, macroecumenismo y su diferencia es el diálogo interreligioso. El diálogo interreligioso tiene varios niveles, el nivel de los estudios y expertos, el nivel de las jerarquías religiosas y el nivel del diálogo y el encuentro de la vida.