Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano

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Fondo Europeo
de Desarrollo Regional
Consejería de Medio Ambiente
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
Experiencias internacionales en la medición de la sostenibilidad en las ciudades
COMUNIDAD EUROPEA
Bases para un Sistema
de Indicadores de
Medio Ambiente Urbano
en Andalucía
Experiencias internacionales
en la medición de la sostenibilidad
en las ciudades
Bases para un Sistema
de Indicadores de
Medio Ambiente Urbano
en Andalucía
Experiencias internacionales
en la medición de la sostenibilidad
en las ciudades
1ª Edición (agosto 2001)
Edición: Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía.
El presente documento ha sido realizado en el marco del
Convenio de Cooperación suscrito entre la Consejería de
Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Universidad de
Málaga en 1995, y en particular, del Acuerdo Específico firmado entre las partes en diciembre de 1996, asignando al
Departamento de Biología Vegetal la realización del mismo.
La Dirección Técnica ha sido realizada por Mª Briones, de la
Dirección General de Planificación.
Equipo Redactor:
J. Marcos Castro Bonaño y Enrique Salvo Tierra
(coordinadores)
Ana Luz Márquez Moya
Andrés Alcántara Valero
Grupo de Investigación sobre Medio Ambiente Urbano de la
Universidad de Málaga
Los autores agradecen la colaboración de Pilar Sánchez y
Grupo Entorno en la selección final de indicadores.
Fotografía Portada: Javier Molina Vázquez - Consejería de
Medio Ambiente. Junta de Andalucía.
Diseño y Maquetación: IMAGRAF Impresores
Impresión: IMAGRAF Impresores
I.S.B.N.: 84-89650-86-1
Depósito Legal: MA-1082-2001
Edición impresa sobre papel ecológico 100%
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
Prólogo
De acuerdo con las orientaciones de la Unión Europea, un elemento esencial para la elaboración y mejora
de las políticas urbanas es la disposición de información significativa y comparable sobre las ciudades. En
este sentido, sus esfuerzos se dirigen, básicamente, al
logro de un sistema de información sobre las aglomeraciones urbanas basado en estadísticas oficiales.
Desde hace ya algunos años, tanto la Unión Europea
como diversas organizaciones internacionales tratan de
definir indicadores de sostenibilidad en el medio urbano.
Por su parte, las administraciones de distintos países,
regiones y ciudades en todo el mundo han emprendido
diferentes iniciativas relacionadas con el establecimiento de metodologías para la elaboración de este tipo de
indicadores. En cualquier caso, los objetivos que se persiguen son los mismos: por un lado, evaluar en el tiempo
el funcionamiento de las ciudades en relación a la utilización y gestión de los recursos, así como la calidad del
medio ambiente urbano; y por otro, disponer de un instrumento eficaz que permita comprobar los resultados
de las medidas adoptadas para mejorar o guiar la política urbana hacia metas de sostenibilidad.
Se trata sin duda de una tarea nada fácil, desde el
punto de vista de la dificultad que conlleva tratar de
medir o cuantificar algo aún tan poco definido como
es la sostenibilidad -en este caso referida a un entorno
urbano-, y que requiere, en cualquier caso, tener en
cuenta aspectos no sólo estrictamente ambientales,
sino también sociales y económicos.
El Programa de Medio Ambiente Urbano, contemplado en el Plan de Medio Ambiente de Andalucía (1997-
2002) para el conjunto de las ciudades andaluzas,
recoge diversos objetivos y medidas dirigidas a la
mejora de su calidad ambiental. En particular, la cooperación con la administración local constituye un
elemento fundamental para el desarrollo de iniciativas
con este fin.
En el presente trabajo, realizado a través de un
Convenio con la Universidad de Málaga, y tras un repaso por las principales iniciativas desarrolladas por diversas ciudades, países e instituciones para la definición de indicadores sobre el medio ambiente en los
entornos urbanos, se realiza un ejercicio teórico de
selección de indicadores de sostenibilidad aplicables
a las ciudades andaluzas. Los siguientes pasos en la
configuración y aplicación de un sistema básico de
indicadores de sostenibilidad habrían de referirse a la
realización de un análisis empírico de la información
disponible para su elaboración, y su validación a los
efectos de reorientar, eliminar o añadir aquellos otros
más idóneos.
Este documento está dirigido a todos los actores
relacionados con la gestión ambiental urbana y, en
particular, a las Corporaciones Locales, en las que residen una buena parte de las competencias relacionadas con el medio ambiente en las ciudades, con el
objetivo de proporcionar información e ideas para que
los municipios desarrollen instrumentos de trabajo que
les permitan mejorar la calidad ambiental de sus ciudades. Los objetivos y estrategias de sostenibilidad,
específicas para cada ciudad, deberán determinar aquellos indicadores que deberán ser tenidos en cuenta
para valorar los logros alcanzados.
III
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
Disponer de un sistema común de indicadores para
evaluar los avances de las ciudades andaluzas hacia
objetivos de sostenibilidad, tanto en el conjunto de la
Comunidad Autónoma como respecto a las ciudades
del ámbito mediterráneo o europeo, requerirá un importante esfuerzo conjunto para seleccionar aquellos
más idóneos, resolver los problemas relacionados con
IV
la disponibilidad de información y con su tratamiento
homogéneo, así como mantener el compromiso para
su aplicación y uso continuado, todo ello en el marco
de una futura Red Andaluza de Ciudades Sostenibles.
Fuensanta Coves Botella
Consejera de Medio Ambiente
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
Índice
Prólogo ....................................................................................................
III
Introducción .............................................................................................
1
1. El Medio Ambiente Urbano ...................................................................
5
1.1. Concepto y estructura del medio ambiente urbano .............................................
1.2. Principales rasgos de insostenibilidad en los sistemas urbanos ...........................
1.2.1. Aspectos sociales y económicos .........................................................................
1.2.2. Aspectos territoriales y urbanísticos ....................................................................
1.2.3. Aspectos ambientales ........................................................................................
1.3. Equilibrio y Sostenibilidad en el Medio Ambiente Urbano ....................................
1.3.1. Conceptos de Sostenibilidad ...............................................................................
1.3.2. Ciudades y sostenibilidad ....................................................................................
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2. Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas ............
31
2.1. Indicadores. Conceptos básicos .........................................................................
2.2. Indicadores Medioambientales ...........................................................................
2.3. Indicadores de Desarrollo Sostenible .................................................................
31
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3. Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional ..
43
3.1. Programa de Indicadores Urbanos. UNCHS/HABITAT ..........................................
3.2. EUROSTAT .........................................................................................................
3.3. OCDE ................................................................................................................
3.4. Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) .....................................................
3.5. Instituto de Bruselas para la Gestión del Medio Ambiente ...................................
3.6. Organización Mundial de la Salud (OMS) ............................................................
3.7. Indicadores de referencia de la Auditoría Urbana (Comisión Europea. DG. XVI) ....
3.8. Indicadores de Sostenibilidad de Vitoria-Gasteiz (España) ...................................
3.9. Asociación Finlandesa de Autoridades Locales ...................................................
3.10.Calidad Ambiental en Ciudades Japonesas .........................................................
3.11.Indicadores de Seattle Sostenible (Washington, EEUU) ........................................
3.12.Visión 2020 para Hamilton-Wentworth (Ontario, Canadá) ....................................
3.13.Cantón de Ginebra (Suiza) .................................................................................
3.14.Indicadores Ambientales para Melbourne (Australia) ..........................................
3.15.Breves conclusiones ..........................................................................................
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I
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
4. Calidad del Medio Urbano en municipios de Cádiz y Málaga ..................
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4.1. Fuentes de información y selección de municipios .............................................
4.2. Descripción medioambiental de municipios de Cádiz y Málaga ...........................
4.3. Análisis multivariante de la calidad del medio urbano. Selección de variables
principales. .......................................................................................................
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5. Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía ....
73
5.1. Objetivos y criterios ...........................................................................................
5.2. Modelización del sistema urbano. Modelo EcUrbAn. Subsistemas y áreas
estratégicas. .....................................................................................................
5.3. Sistema de Indicadores .....................................................................................
5.3.1. Subsistema Físico - Ambiental .................................................................
CICLO DEL AGUA ..............................................................................................
CICLO DE LOS MATERIALES ...............................................................................
RUIDO ..............................................................................................................
ATMÓSFERA......................................................................................................
BIODIVERSIDAD .................................................................................................
ENTORNO NATURAL ..........................................................................................
5.3.2. Subsistema Territorial - Urbano ................................................................
SUELO URBANO ................................................................................................
TRANSPORTE Y MOVILIDAD ...............................................................................
VIVIENDA ..........................................................................................................
EQUIPAMIENTO URBANO ....................................................................................
SISTEMA VERDE ................................................................................................
PAISAJE URBANO ..............................................................................................
5.3.3. Subsistema Socio – Económico ................................................................
POBLACIÓN ......................................................................................................
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN ................................................................................
SALUD PÚBLICA Y SEGURIDAD CIUDADANA ........................................................
DIVERSIDAD SOCIAL ..........................................................................................
RENTA Y CONSUMO ..........................................................................................
ACTIVIDAD ECONÓMICA Y EMPLEO ....................................................................
TECNOLOGÍA Y GESTIÓN DEL MEDIO AMBIENTE .................................................
5.4. Selección de Indicadores de Medio Ambiente Urbano .........................................
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6. Utilidad de los Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano.
Conclusiones ........................................................................................
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6.1. Algunas Aplicaciones .........................................................................................
6.2. Conclusiones .....................................................................................................
111
115
Bibliografía ..............................................................................................
117
II
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
Introducción
Podemos señalar la Cumbre de la Tierra en Río de
Janeiro (1992) como auténtico punto de inflexión en la
concepción internacional de la relación entre hombre
y medio, donde la restricción de la sostenibilidad entra en juego para discriminar las distintas formas de
desarrollo a todos los niveles. Este nuevo paradigma
necesita de la definición de unos parámetros claros
para orientar su implementación, tanto en la esfera
internacional como en la local. Centrándonos en el caso
urbano, estas referencias vienen dadas por las respuestas que se dan a tres preguntas básicas: ¿cuál es
el estado actual en la relación entre hombre (asentamiento) y medio?; ¿cuál es la situación final hacia la
que hay que evolucionar para poder considerarse sostenible?; y ¿cómo llegar a esa situación idónea?. Las
respuestas a las tres cuestiones hacen necesaria una
referencia del desarrollo sostenible a una serie de hechos cuantificables, o comparables en definitiva, que
permitan su valoración.
Muchas comunidades han realizado iniciativas
englobadas dentro de Agendas Locales 21 que al tratar de valorar la sostenibilidad local se han encontrado el mismo problema: ¿Cómo medir la sostenibilidad?.
Sin una respuesta clara y científica a esta cuestión, no
resultará nada fácil definir la situación de partida o el
estado de la sostenibilidad en la ciudad; así como
delimitar de forma «cuantitativa» el modelo de desarrollo a implementar, o realizar un seguimiento de los
avances realizados hacia el objetivo final.
Como respuesta a esta cuestión se produce un
reforzamiento del interés por el uso de indicadores
con el objetivo de analizar, de alguna manera, el medio ambiente urbano, así como el grado de sostenibilidad de estas ciudades y los factores condicionantes del mismo. Estos indicadores proporcionarán
un contexto global para la problemática ambiental local, ayudando a los líderes políticos y gestores a determinar qué problemas son específicos y cuáles compartidos con otras ciudades, dando como resultado una
mayor comunicación y la obtención de soluciones locales compartidas para problemas comunes. Los políticos y gestores necesitan dicha información para tomar
decisiones de gestión sostenible sobre los problemas
urbanos, establecer prioridades y asignar recursos.
El concepto de sostenibilidad tal y como viene siendo utilizado carece de una definición cuantitativa, haciendo referencia más a ciertos criterios o principios
generales de gestión. Buscando el símil, el buen conductor no se define por su apariencia o su vehículo,
sino por sus acciones: conduce bien. La ciudad sostenible según esta primera aproximación es aquella que
realiza el mayor número posible de comportamientos
sostenibles.
El proceso de cuantificación de la sostenibilidad
del desarrollo en el ámbito urbano no está exento de
problemas. La calificación de sostenible, dado el alto
grado de incertidumbre existente, así como la falta de
objetividad en la definición, es distinta prácticamente
para cada ciudad. Resulta realmente difícil comparar
indicadores entre ciudades, dadas las importantes
carencias de información disponible en la escala urbana, principalmente de aspectos relativos a calidad ambiental, así como la falta de homogeneidad entre los
datos de ámbitos distintos y la escasa experiencia en
este sentido.
A estas dificultades podemos añadir otras más teóricas, relativas a la dificultad de asignar valores económicos a determinados hechos de naturaleza social
o física, tales como el bienestar, la equidad social o el
verde urbano y la calidad del aire. No existe una única
1
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
manera de valorar tales fenómenos y por tanto, no
podemos referirnos a una medida absoluta de la
sostenibilidad.
Cada ámbito urbano que se encuentre desarrollando una planificación hacia la sostenibilidad tiene definidos de forma más o menos explícita su manera de
medir el progreso hacia la misma, o, al menos, la calidad ambiental del hecho urbano. Por desgracia, en
muchos casos es la demanda pública, manifestada
por vía de los distintos cauces de expresión de la sociedad urbana, el principal indicador de situaciones
«insostenibles» en términos del modelo de desarrollo
urbano (ruido excesivo, inseguridad en las calles, basura, abandono del centro, etc.).
En este sentido y enlazado a los procesos de planificación derivados de los Programa Agenda y Hábitat
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se
ha producido un creciente interés por valorar y cuantificar la calidad del desarrollo urbano en un sentido
amplio. En relación con las Agendas Locales 21, han
sido muchas las ciudades que en el ámbito internacional han elaborado indicadores de sostenibilidad, por
sí mismas o con el apoyo de instituciones y organismos internacionales como la Unión Europea o la ONU.
El objetivo es impulsar un modelo de desarrollo
urbano que sea consecuente con todas sus implicaciones ambientales, sociales o económicas, y que
garantice a su vez la sostenibilidad de los ecosistemas
naturales. Dentro de esta dinámica, se concede especial importancia a la difusión de buenas prácticas y al
conocimiento de experiencias internacionales hacia la
sostenibilidad urbana.
En Andalucía se dan las condiciones necesarias
para realizar un esfuerzo hacia la valoración del medio
en las ciudades, como instrumento para la implementación de un modelo de desarrollo sostenible urbano.
Las ciudades medias andaluzas presentan un patrimonio histórico y ambiental de gran importancia, cada
vez más necesitado de acciones para su promoción y
puesta en valor. Asimismo, sobre todo en las diez aglomeraciones urbanas, aparecen de forma manifiesta
las primeras crisis ambientales urbanas importantes
(en términos de ruido, congestión del tráfico, polución,
escasez de agua potable, destino de los residuos, entre
otras) debidas al creciente tamaño y densidad de tales entornos. Estos problemas de gestión del creci-
2
miento urbano necesitan de soluciones integradas que
consideren los efectos a medio y largo plazo sin hipotecar el desarrollo y la calidad de vida de la ciudadanía
actual o venidera. Por último, cabe señalar como hecho diferencial, el creciente grado de concienciación
social ante las cuestiones ambientales, trasladando la
perspectiva ecológica a todos los procesos participativos de planificación y gestión del desarrollo urbano.
Desde la administración regional, el Plan de Medio
Ambiente de Andalucía, implementado por la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para el
período 1997-2002, recoge como uno de sus principales objetivos la mejora de la calidad ambiental de
las ciudades andaluzas. El cumplimiento de este objetivo se articula a través de la formulación de un Plan
de Medio Ambiente Urbano, basado en la propuesta
de actuación para la conservación de la calidad del
aire y la reducción de la contaminación atmosférica y
acústica, la minimización de la generación de residuos
y la aplicación de procedimientos adecuados de control y gestión, la mejora del entorno paisajístico de las
ciudades, o la mejora del uso, calidad, depuración y
reutilización del agua, entre otros aspectos.
En particular, la Consejería de Medio Ambiente llevó a cabo entre los años 1996 y 1997 la realización
de un diagnóstico general sobre las ciudades andaluzas desde una perspectiva ambiental. Asimismo, se
ha abordado la realización de diversos trabajos, con
el objeto de proporcionar herramientas eficaces para
las administraciones y entidades relacionadas con la
planificación y gestión de las ciudades, tales como el
diseño de la metodología para la elaboración e
implementación de Agendas Locales 21, de acuerdo
con los principios recogidos en la Declaración de Río
(UNCED, Río de Janeiro, 1992), o como el presente
trabajo, relativo a la propuesta de un sistema de
indicadores de medio ambiente urbano para Andalucía que permita valorar y cuantificar la evolución de la
calidad del desarrollo urbano.
También de forma reciente se ha llevado a cabo la
realización de un diagnóstico ambiental de los municipios andaluces de más de 30.000 habitantes, con el
propósito de analizar la planificación y gestión municipal de todos aquellos aspectos relacionados con el
medio ambiente urbano, ofrecer un repertorio de bue-
Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
nas prácticas para la mejora medioambiental de las
ciudades y, por último, confeccionar un conjunto de
estadísticas o datos básicos sobre medio ambiente
urbano en las ciudades andaluzas.
Desde la esfera local, varios municipios andaluces
han elaborado ya sus directrices de actuación en materia de sostenibilidad ambiental, lo que supone un primer
paso en el proceso de planificación Agenda 21 Local.
Por otra parte, en el resto de municipios se desarrollan
iniciativas en línea con esta tendencia, tales como programas de calidad ambiental, (sobre todo en los centros históricos de las grandes ciudades), programas de
recogida selectiva de residuos, etc., hechos alentados
no obstante por el imperativo legal y las oportunidades
de financiación por parte de la Unión Europea.
Contenido del trabajo
En primer lugar describimos de forma muy general el concepto sobre el que se basa el sistema de
indicadores que más tarde se desarrolla: el ecosistema o medio ambiente urbano. La mayoría de los
estudios relativos a indicadores de sostenibilidad urbana parten directa o indirectamente de la asunción
de un modelo de similares características.
A la hora de resumir la realidad urbana en un modelo general, se parte del concepto holístico de ciudad como sistema compuesto por elementos que interaccionan entre sí. Esta visión permite analizar las distintas dimensiones (ambiental, socioeconómica, etc.)
por separado para realizar posteriormente la integración de las mismas y aproximarnos al objetivo del estudio. Para la integración de las distintas dimensiones
que componen lo urbano resulta de gran utilidad el
concepto de «ecosistema urbano». Desde esta idea
podemos aproximarnos a la ciudad con los instrumentos de la Ecología (también la Humana) para analizar
una unidad territorial (más o menos delimitada) cuyo
desarrollo se nutre de una serie de flujos de energía y
materias (insumos, residuos), generando externalidades ambientales (ruido, polución, isla de calor) y
socioeconómicas (paro, pobreza, desigualdad). La población y sus cualidades (residencia, trabajo, salud,
rentas, educación) es la variable motora en último ex-
tremo de estos procesos dinámicos generadores del
complejo «eco-sistema» urbano.
En el segundo capítulo se aportan algunas pinceladas metodológicas acerca de los indicadores, comenzando por las características generales hasta llegar a
algo tan específico como los indicadores de
sostenibilidad. El uso de indicadores resulta idóneo
para el análisis descriptivo del medio ambiente urbano, así como para la cuantificación del escurridizo
concepto de sostenibilidad, dada la complejidad de la
realidad urbana y la estrecha interacción entre las cuestiones sociales, económicas y ambientales.
En el tercer capítulo se realiza una revisión de las
principales iniciativas internacionales así como los intentos metodológicos para la elaboración de indicadores de medio ambiente urbano seguidos por ciudades o recomendados por organismos internacionales
como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la Organización Mundial de la
Salud (OMS), la ONU o la Unión Europea.
Estos sistemas de indicadores presentan una alta
diversidad de elementos descriptivos del medio ambiente urbano incidiendo en temáticas específicas o
genéricas en función del estamento que realiza el estudio. En su mayoría, se trata de listados temáticos
divididos en grandes líneas o problemáticas ambientales, presentando distintos criterios de selección que
hacen difícil el estudio comparativo, lo que expresa la
necesidad de homogeneización de los sistemas de
indicadores para su desarrollo y obtención de un conjunto común o sintético de indicadores urbanos.
Como intento para normalizar este proceso y establecer unas líneas homogéneas para realizar análisis
comparativos más rigurosos, desde organismos internacionales se desarrollan otras iniciativas relativas a
indicadores urbanos de desarrollo sostenible.
En el cuarto capítulo se realiza un breve análisis
estadístico sobre una selección de ciudades y temáticas concretas a modo de primer acercamiento a las
posibilidades derivadas de la implementación de un sistema de indicadores de medio urbano. Dada la escasez de estadísticas ambientales urbanas, se utilizan
datos municipalizados para aproximar una descripción
de 10 ciudades andaluzas que, por su tamaño (más de
50.000 habitantes), presentan o pueden presentar problemáticas ambientales importantes. Se realiza una
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Bases para un Sistema de Indicadores de Medio Ambiente Urbano en Andalucía
aplicación inicial de la información disponible en las principales bases de datos municipales existentes, elaborando un análisis estadístico en el que se aproxima la
cuantificación de la calidad del ecosistema urbano. El
proceso ha llevado asociado una caracterización ambiental de las ciudades en función de los distintos indicadores o verificadores, realizando así una prospectiva
de los sistemas socioeconómico y físico-ambiental.
El capítulo quinto resume la propuesta de sistema
de indicadores, cuyo objetivo es sentar las bases para
la aproximación cuantitativa a la medición del desarrollo sostenible urbano en Andalucía a través del enfoque
sistémico representado en base a un sistema de indicadores, tal y como se recomienda por organismos internacionales tales como los Programas Hábitat y Agenda de Naciones Unidas, o el Grupo de Expertos sobre
Medio Ambiente Urbano de la Comisión Europea.
4
Esta primera propuesta trata de proporcionar
indicadores de calidad no sólo ambiental, sino también de aquellas otras dimensiones relacionadas con
la calidad del desarrollo urbano, tales como los aspectos sociales y económicos. Con ellos es posible
establecer criterios para la planificación y gestión
sostenibles de la ciudad.
Finalmente, en el apartado de conclusiones se destacan, entre otros comentarios, la multitud de análisis
aplicados derivados de la implementación de un sistema de indicadores como el propuesto, tales como: el
estudio sectorial de los distintos subsistemas; el análisis global con la creación de índices sintéticos que cuantifiquen la mejora del modelo de desarrollo implementado
en la ciudad; comparaciones entre los resultados y buenas prácticas en entornos urbanos distintos, etc.
El Medio Ambiente Urbano
1. El Medio Ambiente
Urbano
1.1. Concepto y estructura del
medio ambiente urbano
Las ciudades, frente a los asentamientos rurales
diseminados, se han convertido progresivamente en
el hábitat humano por excelencia. El crecimiento vertiginoso experimentado por las ciudades en la escala
global constata este hecho, llevando a la aparición de
una serie de problemáticas sociales y ambientales,
más o menos estudiadas, las cuales son ya inherentes a la vida urbana. El ruido, las basuras y los residuos, los atascos, la polución, así como diversas cuestiones sociales tales como marginación, mendicidad,
drogadicción, etc., son imágenes cuya intensidad está
irremediablemente asociada a la vida urbana.
En su relación con el medio natural, las ciudades
modifican profundamente el entorno, incluso no cercano, transformando los ciclos biológicos y naturales, lo
que genera desequilibrios a medio y largo plazo en muchos casos irreversibles. Asimismo, los entornos urbanos, como grandes consumidores y centros de decisión mundial, comparten la responsabilidad de gran parte de los problemas ambientales globales, tales como
la deforestación, desertificación, lluvia ácida, agujero de
ozono, contaminación, cambio climático, residuos de
desecho, pérdida de diversidad genética o de hábitats,
alteración del paisaje, etc.. No olvidemos que en la periferia de las grandes ciudades se localiza la industria más
contaminante y agresiva para la calidad de vida.
Derivado de lo anterior, la aproximación a la problemática urbana, caracterizada por su multidimensionalidad, se ha de realizar desde la integración y
colaboración de distintos enfoques científicos para el
análisis de la dinámica física, económica y relacional
de las ciudades. En este sentido, desde la Cumbre de
la Tierra (UNCED, Río de Janeiro, 1992) se constata la
necesidad de un enfoque holístico e integrador en el
análisis de los sistemas urbanos, con idea de considerar las dimensiones no sólo socioeconómicas y territoriales sino también la ambiental, en la toma de decisiones. Es cierto que hasta hace relativamente poco
tiempo, el interés de muchas administraciones e instituciones locales se centraba básicamente en aspectos relacionados con la dimensión dotacional de la
calidad de vida urbana (más y mejores equipamientos),
donde el medio ambiente era tratado muchas veces
desde una perspectiva paisajística o estética. Hoy en
día nadie es capaz de negar que el equilibrio ecológico
en la relación ciudad-medio es la condición necesaria
para el sostenimiento de la calidad de vida.
La aplicación del enfoque estratégico al análisis de
la sostenibilidad urbana ha permitido la identificación
de las interrelaciones básicas entre los problemas ambientales y socioeconómicos. Dada la amplitud del
ámbito de análisis y actuación, son muchas las facetas
sobre las que se ha de incidir. Sin embargo, los recursos financieros, ambientales o el propio plazo de tiempo son limitados, siendo necesaria una acción efectiva, rápida y concreta. Para ello se aplican los conceptos de planificación y gestión estratégica, propios de
ámbitos empresariales, recientemente adoptados a
niveles urbanos. El análisis estratégico no pretende
llegar a aprehender toda la realidad, sino tan sólo
modelizar los aspectos fundamentales que relacionan
y caracterizan el comportamiento y evolución de los
distintos componentes del sistema. En este caso, se
centra en el sistema derivado de la relación hombreasentamiento-entorno-medio ambiente: el ecosistema
urbano.
5
El Medio Ambiente Urbano
Como elementos metodológicos catalizadores del
renovado interés por el análisis de la dinámica urbana
y la acción hacia la sostenibilidad, destacan la adopción de los enfoques ecológico y sistémico. El enfoque ecológico1 enfatiza la ciudad como un sistema
complejo caracterizado por procesos continuos de
cambio y desarrollo. Para ello considera aspectos tales como energía, recursos naturales y producción de
residuos en términos de flujos o cadena (ciclos o circuitos). La sostenibilidad se traduce en este sentido
como la restauración, mantenimiento, estimulación y
cierre de los flujos o cadenas existentes entre el sistema urbano y el ecosistema global. Las aportaciones
más importantes de la concepción ecológica en materia de análisis y gestión del medio ambiente urbano
son las referidas a los conceptos de capacidad de
carga y huella ecológica, así como a la definición de
umbrales, pasados los cuales no son sostenibles ciertas formas de desarrollo. Asimismo, la comprensión
del valor del capital natural y el cierre del ciclo de los
recursos se consideran como condiciones necesarias
para sostener el desarrollo urbano.
Por otra parte, la visión sistémica2 ampliamente
utilizada en modelización socioeconómica y ambiental, supone un potente instrumento para el análisis y
organización de las relaciones entre los elementos que
conforman los sistemas complejos. El entendimiento
de los procesos de cambio y desarrollo de las ciudades, considerándolas sistemas complejos mediante
la teoría de sistemas, permite analizar separadamente los elementos e interrelaciones existentes en cada
subsistema, pasando a continuación, mediante la agregación de sus componentes y el análisis de la sinergia, a la definición del sistema global urbano. Un hecho característico de los sistemas es que conforme
aumenta su complejidad, más depende su comportamiento de las interacciones entre sus diferentes elementos, obteniéndose un resultado sinérgico muchas
veces imprevisible y difícil de comprender o modelizar3 .
Debido a que se trata de una disciplina muy joven,
los términos «ecología urbana» y «ecosistema urbano» han venido utilizándose en muchas ocasiones para
enmascarar acciones lejanas a las buenas prácticas
urbanas en aras de la sostenibilidad. En este sentido
destaca el esfuerzo realizado por el Programa Hombre y Biosfera (MAB) de la UNESCO, para analizar las
6
ciudades como sistemas ecológicos. La experiencia
de este programa, con más de 100 estudios en todo
el mundo, ha contribuido a la mejora del conocimiento
de estos complejos y variables sistemas humanos,
estableciendo las bases para un paradigma ecológico
de los sistemas urbanos, periurbanos e industriales.
El considerar al sistema urbano como un ecosistema
artificial nos permite aplicar los elementos de la ecología
tradicional al estudio de la dinámica interna y relacional
del sistema urbano, aportando una visión descriptiva al
análisis de la estructura urbana de ciertos elementos y
flujos, hasta ahora no evaluados en el estudio de las
ciudades. Si al análisis desde la perspectiva ecológica
le añadimos los enfoques de la Sociología y la Economía, el medio ambiente urbano se configura como un
concepto holístico4 o integrador de los sistemas naturales y sociales que confluyen en el medio urbano. En
este sentido, es posible hablar de «ecología humana de
las ciudades», analizándose así la manera en que los
sistemas urbanos satisfacen las necesidades humanas,
las cualidades y opciones o modos de vida posibles,
las relaciones entre planificación, urbanismo y provisión
de servicios, o el comportamiento humano y el bienestar social en el sentido amplio del término.
Las ciudades desplazan las poblaciones animales
y vegetales, reduciendo la biomasa y la biodiversidad
al urbanizar el medio natural5 . En realidad, en términos ecológicos lo que se produce es una regresión
1
2
3
4
5
La Ecología es la disciplina integradora de las ciencias naturales, y fue definida originariamente por Haeckel (1866) como el
estudio de las interrelaciones entre los organismos y su medio
ambiente.
Destacan los trabajos de Von Bertalanffy definitorios de una
Teoría General de Sistemas (1969).
Esta idea no obstante está asimilada en el enfoque ecosistémico,
al considerar a los sistemas naturales como formas de organización biológica donde la interacción entre los distintos elementos del conjunto producen resultados no esperados dadas
las propiedades de cada elemento tomado de forma aislada.
Entendiendo el término según la definición originaria de Smuts
(1926), para designar la tendencia del universo a construir unidades de creciente complicación: desde la materia inerte, pasando
por la materia viva, hasta llegar a la materia viva y pensante.
Si entendemos la Biosfera como la parte de la Tierra donde
existe vida (Vernadsky, 1929), los sistemas urbanos, ante sus
condiciones artificiosas claramente adversas para el desarrollo natural de la biodiversidad, pueden considerarse como integrantes de la antítesis de aquel concepto: la “Abiosfera”.
El Medio Ambiente Urbano
fización, etc.). La relación parásita termina eliminando
al anfitrión y, por consiguiente, implica para el parásito la autodestrucción si no existen más candidatos
para hospedar.
La alternativa, en términos de sostenibilidad, quedaría planteada en la transformación del sistema parasítico hacia uno simbiótico, donde la asociación entre ciudad y medio es de interdependencia mutua absoluta y cada uno aporta al otro los requisitos fisiológicos de los que aquél es deficiente. Para ello son
necesarios dos aspectos:
a) Metabolismo circular. De tal manera que la transformación de los productos y la energía, así
como la generación de residuos de desecho,
resulten beneficiosos para los sistemas rurales
y naturales. En una ciudad con metabolismo circular, todos los residuos se pueden reutilizar.
En la actualidad, la presencia urbana lleva consigo normalmente el hecho contrario, por lo que
la capacidad de carga de los ecosistemas resulta muy dañada de forma directa (ante la contaminación de todo tipo) e indirecta (ante los
efectos del cambio climático y la reducción de
la biodiversidad, entre otros mecanismos, provocados a su vez por la acción humana industrial y urbana).
b) Racionalización del consumo y de la generación
de residuos no reutilizables. La explotación de
los recursos ambientales no ha de suponer la
pérdida de los equilibrios ecológicos, así como
sobrepasar la capacidad de regeneración que tiene el medio en materia de recursos renovables.
Asimismo, los residuos y desechos no asimilables
por la naturaleza no han superar la capacidad
del ecosistema natural. La acción del hombre no permite que los ecosistemas del entorno urbano lleguen
por tanto a la clímax6 , favoreciendo la regresión de
los mismos (reducción de la complejidad, simplificación de las relaciones ecológicas, reducción del número de especies, etc.), para aumentar la producción
agraria útil para la actividad humana.
Los ámbitos urbanos pueden considerarse como
nuevos hábitats o nichos ecológicos en sí mismos creados por la mano del hombre. El ecosistema urbano
posee una estructura específica, resultante de las
interrelaciones entre los factores espaciales, la planificación humana y la naturaleza. Las características y
estructura del urbanismo desarrollado, los espacios
abiertos y verdes, su interacción con los edificios, las
formas en las que se gestionan, los niveles de ruido y
contaminación y las pautas de comportamiento humano tales como residencia, trabajo, ocio... influyen todos en la calidad del sistema urbano, entendido como
uno de los ecosistemas más complejos conocidos.
Los ecosistemas naturales evolucionan hacia estados
más complejos7 de organización de las relaciones en
la comunidad, dominando y controlando las variaciones ambientales. El ecosistema urbano se encuentra
por tanto en el último eslabón en esta serie.
Una ciudad no es un sistema independiente, ni cerrado. Los sistemas urbanos representan un marco
ambiental de dependencias y necesidades vitales al
que se ha llegado convergiendo desde muy diversas
exigencias. Su interdependencia económica, social y
ecológica se extiende lejos de sus límites.
Uno de los enfoques adoptados desde la ecología
urbana en la búsqueda de propuestas resolutivas tiende a la consideración fisiológica del sistema urbano
normalmente como parásito del medio ambiente
(Girardet, 1992): «Las ciudades son enormes organismos de metabolismo complejo sin precedentes en la
naturaleza, cuyas conexiones se extienden a lo largo
y ancho del mundo». Siguiendo un metabolismo lineal,
la ciudad obtiene grandes cantidades de energía y materiales (energía transformada) del medio, los cuales
transforma para su exclusivo beneficio (bienes y servicios), debilitando progresivamente a su anfitrión (los
sistemas naturales y rurales), el cual termina sufriendo los síntomas de la irreversibilidad (erosión, desertificación, pérdida de diversidad biológica, eutro-
6
7
7
Un ecosistema llega a la clímax cuando las distintas especies del
mismo se encuentran en equilibrio con el medio ambiente circundante de forma estable.
En términos de información, la ciudad como sistema abierto,
tiene la capacidad de estructurar la información del medio y
evolucionar hacia estadios más complejos. De esta manera, a
medida que aumenta la complejidad del sistema urbano, la productividad y la gestión de la información pasan a vertebrar la
organización de la ciudad y la energía o la materia son vehículos e instrumentos de ésta. A más diversidad social, mayor
cantidad de información en el sistema. (Ver S. Rueda “La ciudad compacta y diversidad frente a la conurbación difusa”, en
MOPTMA, 1996).
El Medio Ambiente Urbano
de carga, o el nivel máximo de contaminantes
por superficie de la misma.
Externalidades del desarrollo urbano
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y d e z o nas d e
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destaca entre otros el trabajo de Brugmann (1992)
que propone solucionar los problemas de sostenibilidad
urbana con los instrumentos de la ecología. En este
sentido, en nuestro país son conocidos los estudios
realizados en la Comunidad de Madrid (Naredo, 1988)
y Barcelona (Terradas et al., 1985). Centrándonos en
el primero, los autores determinan la magnitud de los
flujos de energía, agua y materias, relacionándolos con
los flujos de información y monetarios que conlleva el
funcionamiento económico de la región de Madrid,
donde la aglomeración urbana juega un muy importante papel. De esta manera es posible realizar una valoración de las externalidades ambientales8 del crecimiento (contaminación y consumo de recursos) no
contabilizados por los tradicionales estudios de desarrollo regional (Rifkin, 1990).
D e te ri oro d e l c e nt r o
de l a c iu dad
M a r gi n a li z ac ión
de l a s pe r sonas
D el i nc u en c ia
1.2. Principales rasgos
de insostenibilidad en los
sistemas urbanos
Fuente: Salvo Tierra (1993)
La capacidad de carga de los ecosistemas urbanos depende del comportamiento de sus habitantes
(ritmos de producción, hábitos de consumo), de la
interrelación sinérgica entre factores espaciales y de
la habilidad de los sistemas de cerrarse a la naturaleza que se encuentra distribuida a modo de mosaico
en el área desarrollada (corredores verdes, lagos, etc.).
Las pautas de consumo manifestadas por los entornos urbanos son perfectamente identificables y
cuantificables al igual que sobre el resto de ecosistemas naturales. De esta manera podríamos conocer
las necesidades regulares de recursos (alimentos, materias primas, agua) y energía (combustibles) y su impacto sobre la biosfera. Sin embargo, la falta de tradición en estos estudios, la carencia de datos y la sofisticación y magnitudes de los ecosistemas urbanos –los
cuales no son entes individuales, sino que están
interrelacionados–, que configuran la red global de ciudades (la llamada Aldea Global), dificultan esta tarea.
Análisis que desde la perspectiva ecológica integren los enfoques ecológico y económico con referente
urbana son muy escasos. En el ámbito internacional
8
A continuación analizamos de forma esquemática
algunos de los principales estrangulamientos ambientales y problemáticas socioeconómicas clásicas que
podemos considerar originadas por la implementación
de un modelo de desarrollo no sostenible. Muchas de
ellas son debidas a la falta de previsión de efectos
indirectos (externalidades) al no considerar la ciudad
como un sistema dinámico. La estructura y la organización urbana sobre el territorio es el resultado (y origen) de esta dialéctica entre las distintas fuerzas (económicas, naturales, sociales) que participan.
El objetivo de este apartado es identificar ex ante
los principales ámbitos sobre los cuales elaborar los
indicadores de presión y estado. Si bien cada ciudad
manifiesta diferentes situaciones ambientales o socia-
8
Asimismo, además de incluir la perspectiva ambiental, se analiza el papel de los flujos de información en una sociedad urbana
con creciente peso del sector servicios en general, y de tecnologías de la información en particular. La información constituye la base de las relaciones económicas de la floreciente sociedad de la información, articulada en una red de los principales
centros decisores urbanos mundiales (ver Castells, 1997).
El Medio Ambiente Urbano
les, en función a su localización, historia, desarrollo urbanístico, etc., podemos generalizar una serie de problemáticas comunes a la mayoría. Simplemente nos limitaremos a enumerar y describir brevemente cada
ámbito, incidiendo además en su relación con la sostenibilidad. Para ello nos apoyaremos en la clasificación
clásica de estos ámbitos en a) sociales y económicos,
b) territoriales y urbanísticos, y c) ambientales.
1.2.1. Aspectos sociales y
económicos
Normalmente no se consideran cuestiones como
la densidad de población, los niveles educativos o la
tasa de paro en los análisis estrictamente ambientales. No obstante, hemos de recordar que la ciudad es
un sistema en el que confluyen distintos componentes
(sociales, ambientales, etc.) que interaccionan unos
sobre otros con distinta intensidad. Cuando el sistema
urbano no es capaz de atenuar o absorber las tensiones generadas en las dimensiones sociales y económicas (p. e. densidad excesiva de población en barrios
marginales), éstas acaban minando el desarrollo y desembocan a su vez en nuevos y mayores problemáticas
no sólo socioeconómicas (paro, pobreza, etc.), sino
también urbanísticas y ambientales (escasez de zonas
verdes, excesivo consumo agua, vertederos ilegales,
etc.), causas y efectos de insostenibilidad.
Principales rasgos de insostenibilidad en
los sistemas urbanos
Aspectos sociales y económicos
•
Excesiva densidad urbana
•
Desempleo masivo
•
Bajos niveles de educación, formación e información
•
Bolsas urbanas de pobreza
•
Falta de equidad y solidaridad social
•
Alienación, pérdida de cultura urbana e identidad individual
•
Desarticulación de la sociedad urbana
•
Consumo desaforado e inconsciente
•
Desarrollo de las economías sumergidas
•
Actividad económica poco diversificada
•
Sistema productivo no ecológico y escaso desarrollo
sobre sostenibilidad
de tecnología ambiental
Aspectos territoriales y urbanísticos
•
Urbanismo no ecológico
•
Paisaje urbano artificial y agresivo
•
Déficit de zonas verdes
•
Déficit de calidad de vida y vivienda
•
Transporte y congestión
•
Descentralización funcional
•
Posición relativa desfavorable en el sistema urbano
Aspectos ambientales
•
Desequilibrios en el ciclo del agua
•
Desequilibrios en el ciclo de la energía
•
Desequilibrios en el ciclo de materias
•
Contaminación atmosférica
•
Contaminación acústica
•
Contaminación lumínica
Fuente: Elaboración propia.
Excesiva densidad urbana
Los teóricos del crecimiento urbano identifican las
diferentes etapas en la evolución de la población y su
localización en la ciudad. Así por ejemplo, se habla de
urbanización, suburbanización, desurbanización y re-urbanización, en referencia a los procesos de crecimiento continuo de la población urbana, crecimiento en la
periferia, pérdida de población neta (fundamentalmente
en el core histórico) y nuevas ganancias de población,
respectivamente. No cabe duda que las tendencias de
localización de personas en las ciudades influyen y son
influidas por variables en estrecha relación con la
sostenibilidad del sistema urbano, tales como: empleo,
renta, precios del suelo, calidad ambiental, etc.
Sin duda, la población es la variable con mayor
poder explicativo en todo análisis de la sostenibilidad
de los sistemas urbanos. Cuantitativa (número de habitantes) y cualitativamente (nivel de desarrollo
socioeconómico), la población determina los principales parámetros ecológicos de la ciudad, así como la
presión final sobre el uso de energía y recursos.
Del análisis demográfico urbano podemos establecer numerosos análisis interesantes acerca del desarrollo urbano y la calidad del mismo. Por ejemplo:
9
El Medio Ambiente Urbano
• El grado de densificación de la población por
barrios, lo cual nos permite identificar áreas con
mayor presión sobre los recursos, con carencias relativas de equipamientos o espacios libres, con problemáticas sociales, etc.
• Las pautas de crecimiento futuras en forma de
escenarios tendenciales que nos permitan prever las necesidades futuras de recursos básicos y dotaciones urbanas.
rrollo económico, si bien lleva aparejadas elevados
consumos energéticos y ambientales, a su vez conlleva un mayor interés por el conocimiento de la relación
entre desarrollo y medio ambiente.
Si nos centramos en los aspectos referidos a la
educación ambiental, una sociedad urbana no preocupada por la educación ecológica y ambiental de sus
ciudadanos e instituciones, o por el análisis de sus
flujos de materias y energía, o por el establecimiento
de un sistema de información ambiental para valorar
los avances hacia la sostenibilidad, está irremediablemente destinada a reproducir crisis ecológicas, las
cuales desembocan en menor calidad de vida y mayores necesidades de recursos de otros territorios.
La variable educación ambiental está muy relacionada con el comportamiento de los ciudadanos en términos de consumo, producción, desplazamientos, etc.
Podemos decir que sin unos niveles altos de
concienciación ambiental, no es posible efectuar políticas de promoción del medio urbano con garantías
de éxito, pues en definitiva, son los ciudadanos los
destinatarios que demandan y participan en el desarrollo urbano.
La sensibilización ambiental motivada por la existencia de suficiente información acerca de determinados hechos urbanos (p. e.: el consumo urbano de agua
o energía, el ruido producido en áreas colapsadas, etc.)
facilita enormemente el éxito de políticas ambientales
urbanas, provocando además la evolución o sofisticación de las mismas, a través de demandas sociales,
por parte de las colectividades o vecindades, las cuales solicitan instrumentos cada vez más eficaces desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental.
Una manifestación directa de los niveles de educación ambiental se encuentra en el voluntariado ambiental, personas solidarias que desinteresadamente
dedican su tiempo a proyectos de conservación del
medio natural como: limpieza de playas o de parques,
defensa del medio forestal, acciones en espacios naturales protegidos, etc. Dentro de las actividades relativas a medio ambiente urbano se desarrollan en general tareas de mejora de la calidad ambiental de la
ciudad, restauración de elementos urbanos y acciones en espacios verdes urbanos y periurbanos.
Desempleo masivo
En las ciudades se experimentan de forma acusada
los efectos directos o indirectos de las crisis de empleo.
Incluso en el caso de que sean los entornos rurales y
agrarios los que originen el desempleo, tradicionalmente esto supone emigración de la población hacia entornos
urbanos con mayores potenciales de generación.
Las repercusiones del desempleo masivo se trasladan en desequilibrios sociales y dependencias económicas: descontento social, pobreza, marginación,
subsidiación de la economía, subempleo, etc. Las
políticas a implementar pasan por la concertación con
el sector privado y la coordinación de las instituciones
públicas de todos los niveles, con idea de atraer nuevas posibilidades de empleo y paliar los efectos del
ciclo económico depresivo.
El desarrollo de teorías explicativas de las relaciones existentes en los llamados mercados de trabajo
locales ayuda a explicar los mecanismos que propagan las crisis de empleo urbano. El desempleo en las
ciudades está motivado por muy diversas causas, en
estrecha relación con los problemas de especialización productiva, las tendencias del mercado laboral,
la posición económica que ocupa la ciudad dentro del
sistema regional, nacional o global, etc.
Bajos niveles de educación, formación e
información sobre sostenibilidad
Existe una relación directa entre niveles educativos y sensibilización ante problemas ambientales. Asimismo, la consecución de elevados niveles de desa-
10
El Medio Ambiente Urbano
Bolsas urbanas de pobreza
Como señala Castells (1991), las grandes ciudades
manifiestan en mayor medida un carácter dual, alternando niveles de desarrollo elevados con bolsas de pobreza importantes; ciudadanos que disfrutan de elevada
calidad de vida frente a otros que simplemente subsisten. Las ciudades llegan a ser los lugares de mayor renta media per cápita del planeta y sin embargo albergan
a su vez las llamadas bolsas de pobreza urbana. Estos
ghetos o barrios marginales proliferan en las ciudades
modernas, donde la clase social o económica se manifiesta –vía coste del suelo y de la vivienda– en la segregación espacial llevada a sus últimos extremos.
Se trata de una problemática social muy ligada al
fenómeno urbano que tiene presencia clara en las ciudades andaluzas. La población afectada muestra tasas
de analfabetización elevadas, careciendo de medios
económicos estables y se encasilla en la economía sumergida. Las viviendas, muchas veces prefabricadas,
no cuentan normalmente con los servicios básicos como
agua o electricidad. La muy deficiente calidad de vida
en estos casos redunda en otras problemáticas relativas a la sostenibilidad urbana, como son la inseguridad
ciudadana, los deficientes sistemas de abastecimiento
y saneamiento, así como la proliferación de actividades
altamente contaminantes (básicamente vertederos ilegales y cementerios de coches).
tegidos» y «barrios abandonados» acentúa la discrecionalidad de la política urbana, creando desconfianza
en los ciudadanos residentes en áreas con mayores
problemas (densidad elevada, escasos espacios abiertos, equipamientos saturados) y mermando la efectividad de las medidas basadas en la participación colectiva, propias de procesos de planificación estratégica
hacia la sostenibilidad urbana.
La ciudad ha de estar asimismo concienciada de
la necesidad de mantener o regenerar el capital ambiental urbano que se cede a las generaciones futuras. La equidad intergeneracional compete también a
las ciudades, en términos de su patrimonio histórico,
cultural, ambiental y urbano en general.
Los instrumentos para el fomento de la solidaridad
y la equidad son muy variados. Desde acciones a modo
de ejemplo, que permitan descubrir a gran parte de la
población que los problemas de la comunidad repercuten indirectamente sobre ellos mismos, hasta la creación de asociaciones y plataformas para la concienciación social de ciertos problemas que inciden en
barrios muy concretos. De nuevo aparece la componente educativa como la principal impulsora de una
cultura de la solidaridad: con las generaciones presentes y con las generaciones futuras. El mantenimiento de una cohesión o vertebración de la sociedad local, así como de cierta imagen de ciudad o cultura
urbana son básicas como punto de partida o referencia, de cara a plantear objetivos de solidaridad y equidad en todas sus dimensiones.
Falta de equidad y solidaridad social
Problemas como la pobreza y mendicidad están
íntimamente ligados al medio urbano. Asimismo, la
marginación y exclusión social de colectivos o individuos se ve potenciada por los sistemas urbanos complejos, tan propensos a la alienación humana dadas
las estructuras de comportamiento y los estresantes
ritmos de vida urbanos.
La distribución de la riqueza y la equidad están estrechamente relacionadas con la sostenibilidad, ya que
los ciudadanos de rentas más bajas o necesitados
sufren también de forma más importante los problemas ambientales, manifestando además una menor
capacidad o posibilidad de resolverlos de forma autónoma. La diferenciación de hecho entre «barrios pro-
Alienación, pérdida de cultura urbana
e identidad individual
En la línea de estudios sociológicos dedicados a la
ecología humana, el comportamiento social del individuo urbano ha recibido un especial interés. Dos son
los grandes ámbitos de análisis. Por una parte, la ciudad influye en el comportamiento y los estados de
ánimo, las pautas de convivencia y expresión del individuo. En este sentido, resulta interesante estudiar los
factores objetivos derivados de los efectos de las condiciones físicas y estructurales de la ciudad sobre sus
habitantes (espacios abiertos, densidad edificatoria,
calidad viviendas, movilidad, etc.). Es conocido el efec-
11
El Medio Ambiente Urbano
to negativo que en las grandes ciudades ejerce sobre
la conducta del ciudadano el hacinamiento de la población en viviendas pequeñas, sin intimidad o sin espacios de esparcimiento. Sin embargo, no hay que
ser tan dramático para considerar importantes efectos sociales de la vida urbana. Uno de ellos precisamente es la «socialización» cultural, dado que la ciudad ejerce de «embudo cultural» que absorbe y canaliza, de forma bastante imprecisa, las distintas manifestaciones individuales y colectivas, produciendo una
amalgama cultural caracterizada por la pérdida de identidad individual, así como de los valores y costumbres
imperantes en las sociedades agraria o rural (manifiestas en la comunicación, el comportamiento social,
la tradición, la familia, la visión del futuro y el pasado,
etc.). El concepto de la «alienación» está íntimamente
ligado al mundo urbano, donde la ciudad (la sociedad)
engulle al individuo, el cual para desenvolverse y triunfar en ella, ha de adoptar como suyos los patrones y
valores imperantes en la misma, borrando todo vestigio del «hombre libre» rural9 .
La anulación del individuo, perdido en un cúmulo
de estructuras e instituciones sociales, desemboca
en problemas de comportamiento muy importantes,
con los consiguientes costes sociales y económicos
en términos de salud psíquica, comunicación, participación y fracaso de iniciativas comunitarias, tan necesarias para el éxito de políticas hacia la sostenibilidad.
Finalmente, otra influencia proviene de la
globalización de las sociedades urbanas, la cual supone la adopción de imágenes y modos de vida cada
vez más homogéneos o estandarizados. Resulta difícil
pretender mejoras en un medio urbano en el que no se
sienten reflejados o identificados sus habitantes, los
cuales sólo tienen referencias u objetivos culturales
externos, muchas veces impuestos, que desplazan a
las conductas u opciones urbanísticas tradicionales (más
acordes con el entorno en que se han derivado).
Desarticulación de la sociedad urbana
Continuando con los problemas sociales, los cuales
consideramos estrechamente interrelacionados, nos
merece especial atención la identificación de indicios
que llevan a la fragmentación o «compartimentación»
de la sociedad civil en las ciudades. Resulta sorprendente que en el seno de la ciudad, originariamente
motor y catalizador del intercambio en todos los sentidos –incluido el social– se desarrollen problemáticas
ligadas a la insolidaridad, la marginación y la pérdida
de los valores tradicionales del individuo.
La desestructuración social se manifiesta en un
reducido interés por desarrollar cauces de expresión,
comunicación o memorización colectiva o individual
en el seno de las sociedades urbanas modernas. La
impresión inicial es la de pérdida de tejido social
vertebrador del sistema humano de la ciudad y la creación de compartimentos estancos.
La vida urbana genera numerosos impulsos y tensiones de origen psíquico y social que han de encontrar un reflejo o respuesta en los ciudadanos. La existencia de asociaciones vecinales, colectivos varios,
instituciones o fundaciones implicadas y con contenido y participación reales, el desarrollo de iniciativas
culturales, artísticas, políticas, etc., son hechos sociales que sin duda necesitan de una infraestructura
física y, por qué no definirla así, social. Resulta muy
común entre los ciudadanos desconocer incluso la situación social del propio barrio en el que residen, desentendiéndose de la gestión y desarrollo del mismo,
cuando deberían de ser precisamente ellos los más
interesados. En los procesos de planificación estratégica urbana y definición de las Agendas Locales 21,
aparece como un importante obstáculo precisamente
la falta de participación de los ciudadanos en este tipo
de procesos. Una ciudad en la que sus habitantes no
se implican en la planificación de su futuro no es dueña de su propio destino.
Por otro lado, como resultado de la tendencia de
todo ecosistema, incluido el urbano, a la diversidad,
parece fragmentarse o compartimentarse la sociedad
urbana en una serie de grupos o clases sociales muy
cerrados y con rasgos y símbolos identificativos propios. Las asociaciones, fraternidades, cofradías, uniones, etc. se configuran no como instrumentos para orientar y facilitar el diálogo social, sino en definitiva para
tener más peso o relevancia particular en la gestión de
la ciudad. En definitiva, los cauces de expresión y parti9
12
En este sentido, resulta paradigmático recordar una cita medieval: “el aire de las ciudades os hará libres”.
El Medio Ambiente Urbano
cipación sociales se sofistican progresivamente en la
dialéctica urbana, transmitiéndose los impulsos en ámbitos muy diferenciados (nichos sociales), dentro de los
cuales se amplifican o apagan estas tensiones sociales.
Las relaciones humanas dentro de estos clubes, etnias
o ghetos parecen desenvolverse indiferentes al resto.
escala, la falta de concienciación ambiental, la escasa
adopción de tecnologías verdes y la especialización
productiva del sistema urbano. En este sentido, los
ciudadanos, como consumidores finales, han de tener
información de los efectos de sus hábitos de consumo sobre el equilibrio de los ecosistemas y por ende,
de su calidad de vida presente y futura.
En los entornos urbanos, como señala la OCDE
(1997), los ámbitos principales para incidir en medidas
de eco-eficiencia del consumo y de los modos de producción son:
a) Transporte. Sin despreciar el transporte de mercancías, es de destacar el importante aumento
del número de desplazamientos de personas en
vehículos motorizados. Los problemas de movilidad, contaminación acústica y atmosférica y los
crecientes consumos de combustible, anuncian
que estos crecimientos no pueden ser sostenibles en el tiempo. Numerosas experiencias piloto internacionales tratan de eliminar comportamientos urbanos que llevan a usos innecesarios
de los vehículos privados. Para ello se desarrollan políticas de promoción de los transportes
públicos, de vehículos menos contaminantes, etc.
Factores propios de la planificación y gestión
urbana como los usos del suelo, las distancia
entre los centros de trabajo y las zonas residenciales, etc. influyen en las decisiones de movilidad de la población. En este sentido cabe mencionar el Programa que desarrolla el Ayuntamiento de Granada en la red de «ciudades sin coches», en relación con estos temas.
b) Agua. Los consumos mundiales de agua dulce
se han multiplicado por cuatro en los últimos
50 años (mientras que la población mundial se
ha duplicado). Si bien este aumento se debe
fundamentalmente a los consumos agrarios e
industriales, las necesidades van igualmente en
aumento a escala urbana. Muchas de las ciudades andaluzas han sufrido cortes en los suministros e incluso racionamientos de agua derivados de las etapas de sequía. Las políticas
tarifarias y de educación ambiental realizadas
han surtido efecto, permitiendo la reducción del
consumo incluso después de la finalización de
las temporadas de menores reservas de agua.
Consumo desaforado e inconsciente
En las sociedades desarrolladas, otro problema típicamente urbano es el consumismo excesivo e ineficiente
desde el punto de vista ecológico y muchas veces económico. El consumo es entendido como el principal indicador de desarrollo, haciéndose realidad el clásico ideal
norteamericano «bigger, better; the more, the best», donde el gigantismo se traslada a todas las manifestaciones urbanas, entre ellas el consumo desaforado.
Las ciudades de los países industrializados se caracterizan por las elevadas tasas de consumo, tanto
de energía, agua y recursos, así como bienes transformados. Este hecho conlleva el rápido agotamiento
de la capacidad de carga de los ecosistemas cercanos y la ampliación de la huella ecológica urbana hacia entornos lejanos, gracias a las facilidades del transporte. Sin embargo, no se trata de una problemática
asociada únicamente a las ciudades norteamericanas
o europeas. Es en los países en vías de desarrollo
donde se localizan precisamente las ciudades más
habitadas del planeta, cuyo desproporcionado metabolismo se caracteriza por la ineficiencia (no sólo
ecológica, también social) de los usos energéticos y
materiales, así como la adopción de tecnologías de
producción, transporte y transformación altamente
contaminantes e intensivos en el uso de grandes cantidades de recursos básicos y energéticos.
Resultan certeras las palabras que se recogen en
la Agenda 21 (Capítulo 4) de Naciones Unidas acerca
de cambiar las pautas de consumo: «La causa principal de la degradación continua del medio ambiente
mundial radica en los actuales esquemas de consumo
y producción no viables, principalmente en los países
industrializados».
El consumo urbano está íntimamente ligado con
otras problemáticas como son el agotamiento de reservas energéticas, la generación de residuos a gran
13
El Medio Ambiente Urbano
c) Papel. El papel ofrece un buen ejemplo de producto obtenido a través de un recurso natural
esencial. El consumo mundial de papel se ha
multiplicado por 20 desde principios de siglo,
triplicándose durante los treinta últimos años.
A pesar del auge informático y de la transmisión de información en soporte magnético y
digital, los ritmos de consumo siguen aumentando cada año. La racionalización de las costumbres de consumo de papel y de embalajes
y envasado de bienes, así como la diferenciación de distintas calidades de papel y la
reutilización del papel reciclado para usos alternativos parecen las soluciones más acertadas a medio plazo. En Andalucía se han multiplicado el número de iniciativas en torno al
reciclaje de papel, así como los contenedores
de papel en todos los barrios, de cara a su posterior reciclado.
En definitiva, los instrumentos que nos encontramos para orientar los niveles de consumo hacia pautas sostenibles pasan normalmente por la tarifación,
las campañas de ahorro y educación ambiental y, sobre todo, las tres «R» del consumo sostenible: Reducción (del consumo superfluo y de los residuos), Reciclado y Reutilización.
Desarrollo de las economías sumergidas
Ante crisis seculares, prolongadas o muy agudas
de los mercados de bienes y servicios o de los mercados financieros, junto a una presencia del sector público débil y regresiva (y otras veces inflexible y con elevada presión fiscal) entre otros factores históricos, es
usual el desarrollo de la llamada economía negra o
sumergida. Estos mercados paralelos son respuestas
que tratan de paliar las situaciones de desempleo, evitar la excesiva tributación, eludir los canales tradicionales de distribución de productos básicos o aprovecharse de fallos del mercado o del sector público. Los
escasos flujos financieros se concentran en estos canales, siendo en muchos casos más importante el crecimiento económico derivado de los mismos que el
«oficial». Sin embargo, la distribución de este crecimiento dista de ser equitativa.
14
La economía sumergida puede suponer un grave
perjuicio para la consecución de la sostenibilidad urbana, básicamente por tres motivos: primero, al eludir la tributación (tasas) se reduce el flujo monetario
destinado a financiar servicios e infraestructuras públicas necesarias y se aumenta la presión fiscal sobre
el sector de la economía oficial (ineficiencia económica); en segundo lugar se escapa al control público
(legislación ambiental, por ejemplo) de los flujos materiales de estos procesos productivos (ineficiencia ambiental); y tercero, se destinan recursos públicos de
forma ineficiente a segmentos de población y de actividad económica que en realidad no deberían de obtener al mantener niveles de actividad elevados, pero
que aparentemente se muestran como objetivos de
las políticas de empleo, sociales o de promoción empresarial (ineficiencia social).
Actividad económica poco diversificada
Una de las características de las sociedades desarrolladas es la gran expansión de las actividades no
directamente productivas10 o terciarias, en términos de
empleo y valor añadido. Nos referimos al fenómeno
denominado de terciarización de la economía. La ciudades son el ámbito de desarrollo por excelencia del
sector servicios, el cual engloba cada vez en mayor
medida actividades tradicionalmente consideradas
como integrantes de los sectores primario o industrial.
Enmarcadas dentro de esta dinámica general se
provoca el abandono del resto de actividades productivas, fundamentalmente las primarias (agrarias y energéticas), las cuales pierden importancia relativa y se
relegan a ámbitos rurales o menos desarrollados. Uno
de los peligros de esta tendencia radica precisamente
en la terciarización excesiva, la cual provoca una especialización productiva de la economía local bastante desequilibrada y, por consiguiente, la creciente dependencia de recursos y bienes económicos primarios de otros sistemas.
10 En el sentido fisiócrata del término según el cual las actividades terciarias son meras transformadoras de los bienes producidos por los sectores primario y secundario, auténticas locomotoras para generar riqueza en un territorio.
El Medio Ambiente Urbano
cable, pues puede resultar valioso para otros usos (residencial, ambiental, agrario, etc.).
Las actividades industriales, mayoristas y otras terciarias se han desgajado normalmente del continuo urbano dados sus deficientes niveles de calidad ambiental. Desde el enfoque de la sostenibilidad es necesario
todo lo contrario: transformar estas actividades económicas en la medida de lo posible para permitir la coexistencia de usos mixtos en la ciudad, conjugando áreas
residenciales y recreativas con áreas de actividades económicas. Ello redundaría en una reducción de los costes ambientales, de la movilidad obligada por motivos
de trabajo, así como en mejoras de la sostenibilidad en
sus facetas social, económica y ambiental.
Tradicionalmente, las cuestiones ambientales no se
han incorporado en las medidas del crecimiento de las
cuales el Producto Interior Bruto (PIB) es la más conocida. Esta opción meramente cuantitativa penaliza por
tanto a los territorios que dedican mayor esfuerzo a
reducir los impactos ambientales y las necesidades de
recursos de sus procesos productivos, pues tales inversiones no se reflejan más que como aumento del
coste de producción.
La creciente incorporación de criterios de calidad
ambiental en las certificaciones de calidad total empresarial, así como el auge de las auditorías ambientales y del «negocio ecológico»11 son signos evidentes de la incorporación progresiva del valor ambiental
al mercado. Las oportunidades de inversión derivadas de las nuevas legislaciones más proteccionistas
con el medio ambiente, así como las exigencias de
unos consumidores y mercados más preocupados de
la calidad ambiental, favorecen este proceso paulatino que en principio ha de aproximarse al valor económico total de los recursos naturales y su inclusión en
las actividades y agregados económicos.
Sin embargo, todavía es muy pequeño el porcentaje de empresas que desde una lógica ecológica persiguen la eficiencia ambiental. El obstáculo principal ló-
El impacto de las crisis económicas centradas en
los servicios (turismo, servicios empresariales, financieros, etc.) es mayor por tanto en las ciudades que
practican ese «monocultivo terciario» como resultado
de la especialización productiva y posicionamiento de la
ciudad en el sistema de ciudades regional o global. Por
otra parte, las crisis de sectores industriales o básicos
también afectan a las ciudades que no tengan capacidad de maniobra suficiente para diversificar sus relaciones con otros sistemas «proveedores» de recursos.
Comentario aparte merece la proliferación de las
actividades administrativas (públicas y privadas) en las
grandes ciudades, lo que impone las cargas propias
de la burocracia (presupuestos y consumos incrementalistas, productividad reducida, sin el incentivo de la
competencia, etc.), lejos de lo que podríamos llamar
la «ecocracia», configurando auténticos «leviathanes»
de difícil control, cuya finalidad radica en su propio
sostenimiento: una especialización productiva que consume de forma creciente recursos del resto de sectores o sistemas. Por una parte, estos entornos urbanos se convierten en los centros directores de la gestión empresarial y pública, por lo que atraen otras inversiones (más empleo y riqueza); pero por otro lado,
acentúan su dependencia de sectores y recursos del
exterior.
Sistema productivo no ecológico y escaso
desarrollo de tecnología ambiental
La actividad económica supone la creación de valor añadido mediante la transformación de inputs como
el trabajo, la energía y materias primas, en outputs
más residuos o productos de deshecho. Las formas
de producción y distribución juegan también un importante papel en la cuestión de la sostenibilidad.
En primer lugar, el impacto más importante sobre
la sostenibilidad global deriva del consumo de energía
y materiales y de la producción de residuos. Además,
se producen impactos regionales derivados del agotamiento de los recursos (como la biomasa o el agua),
para los cuales hay unos límites de capacidad de carga, y de las emisiones, que sobrecargan la capacidad
de asimilación del medio ambiente a nivel local o regional. La ocupación del territorio también es desta-
11 En referencia al desarrollo de un auténtico sector empresarial
destinado a satisfacer los servicios y demandas generadas por
la creciente concienciación ambien-tal, que se traducen en nuevas oportunidades de inversión en aspectos muchas veces relacionados con lo que podemos llamar “ergonomía ecológica”,
como el desarrollo de tecnologías menos contaminantes, asesoría ambiental, reciclaje, compostaje, embalaje ecológico, etc.
15
El Medio Ambiente Urbano
gicamente radica en el incremento de costes que supone la inversión en nuevos procesos productivos
menos contaminantes o ahorradores de recursos y
energía (eficiencia energética), sobre todo cuando estos inputs naturales mantienen unos precios de mercado asequibles y cuando existe una fuerte competencia de terceros países menos desarrollados que
no consideran el respeto al medio ambiente y por tanto producen a menor coste. En este sentido, no cabe
ser pesimistas sobre el poder del mercado. Basta
como ejemplo los cambios producidos en la valoración de otro recurso productivo básico: la mano de
obra. En los inicios de la revolución industrial, el trabajo humano era un recurso ínfimamente remunerado en
comparación con la remuneración del capital o de la
tecnología. Además, las condiciones de trabajo eran
a su vez lamentables. La legislación y la demanda de
derechos del trabajador han posibilitado la evolución
hasta nuestros días, marcada por una creciente actualización e internalización del valor del trabajo en el
proceso productivo. Sin embargo, aún hoy existen países donde la situación laboral es parecida a la de aquellos tiempos iniciales de la revolución industrial en Europa y el empleo se valora casi tan poco como el uso
de recursos naturales escasos.
La demanda favorece el cambio estructural, pues
los consumidores exigen cada día con más insistencia productos que no contaminen (p.e. aerosoles con
CFC). La educación e información ambiental son dos
factores catalizadores de esta demanda de calidad
ambiental. La legislación empresarial y los reglamentos ambientales por su parte son otro instrumento que
favorece estos cambios de modus operandi empresariales, reglando, tasando y penando (vía tributos o sanciones) los niveles máximos de contaminación o uso
energético, el embalaje no reciclado, el transporte
contaminante, las posibilidades del total reciclaje del
producto tras su uso, etc.
En el Informe de Ciudades Sostenibles Europeas
(CCE, 1996) se proponen como medidas para mejorar la eficiencia ambiental (eco-eficiencia) de los procesos productivos:
a) Incrementar la durabilidad y reparabilidad de los
productos de manera que los costes ambientales de consumir recursos sean amortizados a
lo largo de una vida útil del producto más larga.
16
b) Incrementar la eficiencia en la producción y uso
de los productos (especialmente la energética).
c) Simplificar los procesos productivos, eliminando la excesiva especificación (mismo producto, distintos formatos), la elaboración redundante y los distintos tipos de calidad que no
incrementen la utilidad de un producto o la adecuación a su propósito.
d) Minimizar el empaquetado y embalajes, así
como el transporte.
e) Usar en la producción materiales reutilizados y
reciclados, aumentando por otra parte los productos reusables y reciclables.
f) Usar recursos renovables en lugar de no renovables, produciendo por otra parte residuos en
formas biodegradables.
Las ciudades son el entorno idóneo para promover estos cambios hacia economías, sostenibles. La
concentración de actividades que se da en las ciudades permite el aprovechamiento de la sinergia generada entre las posibles acciones orientadas a favorecer
la creación de «empresas ecológicas». Asimismo, se
favorece la creación de empleo a raíz de estas nuevas
oportunidades de negocio.
1.2.2. Aspectos territoriales
y urbanísticos
Urbanismo no ecológico
Como hemos tenido oportunidad de comentar, las
prácticas urbanísticas tradicionales están más preocupadas por la asignación de usos eficientes en el suelo
urbano, «bien económico» escaso, que manifiesta un
elevado coste de oportunidad entre sus usos alternativos. Además, supone un alto valor añadido a costa
del elevado consumo de energía y materiales empleado en su transformación en el producto final (suelo
edificado y colmatado). El objetivo tradicional de la
intervención pública ha sido asegurar que determinados usos menos lucrativos (entre ellos los comunitarios como zonas verdes, espacios abiertos, viarios y
otros dotacionales), tengan su reflejo en la zonificación
urbana. La no-consideración de aspectos ecológicos
referidos tanto al funcionamiento interno de la ciudad
El Medio Ambiente Urbano
(impacto sobre el tráfico, la necesidad de viviendas, las
necesidades energéticas, etc.), así como a las interrelaciones en términos de materia y energía con otros
Características
ecosistemas, hacen ineficiente desde el punto de vista
ecológico la planificación urbanística en sentido clásico.
Urbanismo del
Sistema urbano
“Urbanismo” del Ecosistema natural
Estructura
Espacio interno urbano muy estructurado:
baja entropía.
Espacio interno natural menos estructurado,
mayor entropía ante la interacción con los
sistemas urbanos.
Espacio para la diversidad
Se favorece la diversidad social, pero se convierte en un auténtico “desierto cultural” que
anula el desarrollo de otras especies distintas a la humana.
Biodiversidad elevada.
Distribución de usos en el espacio
Tradicional segregación. Predominancia de
los espacios de acceso privado.
Integración. Predominancia de los espacios
de libre acceso: competición por el espacio
entre especies.
Crecimiento
No existen los frenos naturales al desarrollo
de las poblaciones. Limitado básicamente
por el coste económico de las infraestructuras urbanas.
Potencialmente ilimitado gracias al transporte de materiales, energía y residuos.
Limitado en el espacio por las condiciones
abióticas (físicas) y bióticas (poblaciones
existentes) del medio natural.
Viviendas
Los espacios residenciales artificiales, no integrados ecológicamente, muy acotados y dependientes de materias y energía del exterior.
El espacio “residencial” está integrado con
otros usos y no depende de energía más
que la solar (bioclimático).
Infraestructuras de transporte
Desarrollo de infraestructuras de transporte ante la necesidad creciente de transporte horizontal largo para comunicar usos urbanos.
Dada la integración de usos, no se establecen espacios físicos únicamente para el
transporte. Predominancia del transporte
vertical y corto sobre el horizontal y largo.
Energía que entra en el sistema
físico.
Energía exosomática (combustibles fósiles).
Energía endosomática (Sol)
Intensidad energética por unidad
de superficie
Muy elevada.
Menor en términos relativos.
Infraestructuras de residuos y
reciclaje.
Necesidad de establecer infraestructuras específicas para el transporte horizontal de los
residuos y su reciclaje parcial.
Reciclaje vertical (transporte corto) y completo (organismos detritívoros).
Fuente: Elaboración propia.
Paisaje urbano artificial y agresivo
Podemos definir el paisaje urbano como la percepción sensorial de los elementos abióticos y bióticos
que configuran el ecosistema urbano. La imagen de la
ciudad es determinante en la calidad de vida de la
misma. Tradicionalmente se consideran factores físicos como: la belleza de su arquitectura; el equilibrio
entre zonas peatonales y los viales; la abundancia de
espacios abiertos; la armonía en la integración de las
zonas verdes; la higiene y limpieza urbanas; el clima a
lo largo del año, etc. Pero también existen factores
sociales tales como: abundancia de actividades al
aire libre; paseos en bicicleta; manifestaciones artísticas y culturales en las calles; en definitiva, todos aquellos hechos urbanos que atraen la atención del turismo o ciudadanos y que manifiestan alta calidad de
vida y ocio entre sus habitantes.
17
El Medio Ambiente Urbano
Normalmente, las condicionantes urbanísticas y
estructurales del paisaje urbano no se ha relacionado
hasta muy recientemente con las consideraciones ambientales y ecológicas del modo de vida urbano. La
elevada discrecionalidad y falta de armonía (diferencia
fundamental con el paisaje natural) han caracterizado
al paisaje urbano de estresante y caótico, donde las
agresiones sensitivas (básicamente auditivas y visuales) son constantes para el ciudadano.
Tradicionalmente, el urbanismo ha acaparado el
interés por el paisaje en la ciudad, persiguiendo un
ideal estético fundamentalmente, en el que se trata
de preservar la imagen arquitectónica de la ciudad,
básicamente en el centro histórico, tratando los espacios abiertos y zonas verdes en el mismo sentido coleccionista. No obstante, el paisaje urbano es una realidad cambiante, tal y como se manifiesta en las zonas
de expansión de la ciudad, acorde a las nuevas necesidades de la sociedad, así como a los avances tecnológicos y la preocupación por el medio ambiente.
La escasez de espacios abiertos y zonas verdes,
el estado de los edificios históricos y del centro histórico en general, el espacio disponible para los peatones en relación con los viales y aparcamientos, etc.
Estas son características relativas al entorno edificado que inciden claramente en la percepción subjetiva
de la calidad de vida de las ciudades.
Déficit de zonas verdes
La incidencia de los espacios verdes y abiertos
sobre el hombre urbano traspasa las consideraciones
meramente biológicas y físicas, influyendo en el estado de ánimo y en la imagen que se tiene de la ciudad
(paisaje urbano) y su calidad de vida.
El verde urbano tradicionalmente ha tenido un uso
residual, necesario por regla general para: compensar
densidades edificatorias elevadas; como excusa para
usos públicos (aparcamientos, estaciones, plazas) en
terrenos de limitado o esquilmado interés inmobiliario; y
para delimitar hitos o espacios urbanos histórico-artísticos emblemáticos. En el contexto español –como demuestra el hecho de que pocas ciudades cumplen la
referencia legal en cuanto al mínimo de 5 m2 de zonas
verdes por habitante–, pocas han sido las ciudades que
18
han formulado el binomio espacio urbano-verde en su
pleno sentido. Razones a ello bien pueden fundamentarse en la herencia de las ciudades históricas, donde el
denso y colmatado centro urbano necesita de auténtica
«cirugía urbana», la cual apenas alcanza a la inclusión
de solitarias piezas de verde (alcorques, glorietas), dejando las amplias zonas verdes para la periferia. Sin duda,
el hecho de su escasa rentabilidad (salvo la social) también repercute en su escasez, dado que su promoción y
gestión son públicas y por tanto, en términos economicistas, su oferta es rígida, sin responder a las necesidades de un hipotético mercado de zonas verdes12 .
En las grandes ciudades, el elevado precio de
mercado del suelo hace que la competencia entre usos
quede limitada a aquellos más rentables desde el punto de vista económico y social, entre los que no se
encuentra el verde. El indicio más claro de la tendencia a la «extinción verde» es la propia normativa urbanística, cuyo intervencionismo llega a establecer un
valor mínimo de zonas verdes, algo «contranatura» a
la evolución natural de las ciudades.
Según esta tendencia, el uso genérico «verde» queda relegado a un carácter residual a operaciones de
encaje de piezas urbanas y espacios abiertos, donde
satisface necesidades estéticas y paisajísticas. Los
espacios verdes cumplen no obstante un importante
papel en los niveles de calidad de vida y los flujos del
metabolismo urbano. El reconocimiento de estas funciones potenciaría claramente su promoción y desarrollo. Entre estas utilidades se encuentran:
• Reducción de la contaminación atmosférica (fija
partículas en suspensión y filtra gases).
• Reducción de la contaminación acústica (amortigua el impacto del tráfico).
12 Nos referimos en este punto a la posibilidad de reconocer el
“uso verde” como un uso recreativo potencialmente susceptible
de mercado, al igual que otros usos urbanos culturales y recreativos (museos, casas-museo, exposiciones, cines, jardines botánicos) los cuales podrían integrarse en el mismo (exposiciones,
teatro, etc. en parques y jardines). Esta alternativa permite la
correcta valoración de las zonas verdes en función a su demanda por parte de los ciudadanos, la cual se traduce en una presión
para la creación de nuevos espacios abiertos. La iniciativa privada es promotora de la gestión de esos parques, generando empleo para las actividades desarrolladas y su mantenimiento. Ejemplos de estas acciones se han dado con éxito en Reino Unido y
Estados Unidos, donde el pago de un reducido canon permite el
uso y mantenimiento de parques urbanos privados.
El Medio Ambiente Urbano
• Reducción del efecto de inversión térmica.
• Base para el desarrollo de la biodiversidad.
• Función paisajística, con innegables efectos
sobre la psicología y la imagen urbana.
• Función social y recreativa. Áreas de esparcimiento, paseos, jardines , veredas, etc.
• Función económica. Determinadas zonas verdes son transformadas en área de cultivo de
ciertas especies con rentabilidad económica.
En relación con otras dinámicas comentadas como
la de pérdida de identidad urbana, en muchas ocasiones los únicos representantes de la cubierta vegetal
natural son especies vegetales muy diferentes a las
existentes en el entorno, de difícil implantación y mantenimiento (más consumo de agua).
Las zonas verdes han de tender a configurar un
sistema verde urbano, integrado por todas ellas, las
cuales han de estar conectadas o interrelacionadas,
para mantener un equilibrio en relación con el suelo
edificado y la densidad de población.
La promoción y gestión de parques periurbanos y cinturones verdes en la ciudad juega un papel trascendental
en el crecimiento urbano, evitando la localización de usos
contaminantes y marginales, así como la reducción en
las densidades edificatorias, cambiando las pautas de localización de la población y el urbanismo intensivo de zonas
más céntricas. Este tratamiento aminora los grandes problemas de falta de integración entre medio urbano y natural que se dan precisamente en el borde urbano.
Déficit de calidad de vida y vivienda
Los componentes de la estructura urbana tienen
un reflejo sobre los niveles de calidad de vida en la
ciudad: las tipologías edificatorias, la distribución espacial de los barrios, las calles, el tráfico, los aparcamientos, el acerado, la densidad de viviendas, la
densidad de espacios abiertos y verdes, la suficiencia
de equipamientos colectivos (educativos, sanitarios,
servicios), los comercios, los espacios de ocio y de
trabajo, etc. Sobre todas estas características y más
podemos establecer relación directa con los niveles
de satisfacción, bienestar o calidad de vida.
En concreto, las características de las viviendas
inciden de forma especial sobre la calidad de vida de
los ciudadanos. La antigüedad, la calidad y tipología
edificatorias (unifamiliar, multifamiliar), la amplitud, la
dotación de servicios (agua, gas, electricidad), la cercanía a los lugares de trabajo, compras y ocio, etc.
determinan en gran medida las decisiones de localización de la población en unos barrios o en otros.
Ciudades donde las condiciones de vivienda no son
dignas, con crecimientos urbanísticos incontrolados
(arrabales) y sin asegurar las dotaciones e infraestructuras básicas, están abocadas a la insostenibilidad
social (deficiente calidad de vida, pobreza, marginación,
etc.), económica (consumo y producción ineficientes,
dependencia financiera del exterior al no generar la
ciudad rentas suficientes, economía sumergida, etc.)
y ambiental (contaminación, agotamiento recursos básicos cercanos y pocas posibilidades de importarlos
del exterior, acumulación de residuos, etc.).
Transporte y congestión
El aumento espectacular del parque automovilístico en los últimos decenios supone problemas de congestión, contaminación atmosférica, ruido, pérdida de
espacios abiertos (destinados a aparcamientos) y peatonales, etc. El tráfico urbano se configura como uno
de los principales factores causantes del efecto invernadero, justo detrás del sector industrial.
Las ciudades muestran la apariencia de un gran
aparcamiento colapsado, que es surcado por vías de
cemento siempre transitadas de vehículos. El aumento de población y de las necesidades de movilidad
obligada (por motivo de trabajo o estudios), ante la
separación física de los usos (residencial, ocio, laboral), obliga a una asignación creciente del espacio urbano y de infraestructuras destinadas al transporte.
Los problemas de congestión del tráfico son mayores
cuanto más cerca se está de los centros laborales e
históricos, sobre todo en las horas punta. Las necesidades de aparcamiento son otras carencias que muestran muchas ciudades ante el incremento descontrolado del parque automovilístico. La peatonalización
del centro y la creación de corredores de alta capacidad que descongestionen estos flujos masivos son
alternativas que necesitan importantes inversiones y
obras de ingeniería urbana.
19
El Medio Ambiente Urbano
Los efectos de los atascos y elevadas densidades
circulatorias están en clara relación con problemas de
contaminación acústica y atmosférica, así como, psíquicos como estrés, agorafobia, falta de comunicación, etc.
supondrá la instalación de numerosas empresas de alcance regional o nacional, así como la centralización de
servicios administrativos en dicha ciudad. Se han de
prever las necesidades de infraestructuras urbanas, así
como los flujos ecológicos (energía y materiales) asociados a los crecimientos demográficos previstos.
Descentralización funcional
1.2.3. Aspectos ambientales
La inaccesibilidad provocada por los atascos circulatorios y la elevada densidad de población es un
problema creciente en las áreas urbanas. Hay una clara tendencia hacia la descentralización desde el interior hacia áreas exteriores de personas y empleos en
la mayoría de las ciudades (la «descentralización centralizada»). La localización de nuevos desarrollos se
realiza en áreas más descongestionadas y con calidad de vida, en claro contraste con el centro urbano.
Sin embargo, esta política genera por otra parte desplazamientos más largos y tráfico adicional ante el inevitable efecto gravitacional que siempre ejercerá el
centro. Por ello, resulta necesario acompañar estos
procesos con importantes esfuerzos de planificación
para la provisión de los servicios locales adicionales,
de manera que el desarrollo de estas nuevas centralidades redunde en una menor dependencia del centro, así como en una atomizada red de «centralidades»
o barrios autosuficientes, con unas distancias que permitan el uso de transportes públicos o no mecanizados (a pie o en bicicleta).
Posición relativa desfavorable en el
sistema urbano
El papel geo-económico que juega la ciudad en relación a su entorno regional, nacional o internacional resulta determinante a la hora de analizar la incidencia de
las tendencias del entorno sobre aspectos relevantes
de la sostenibilidad. La función que adopta la ciudad en
el sistema de ciudades (cabecera regional, capital de
provincia, cabecera de área metropolitana, ciudad media, etc.) supone un papel o especialización urbana que
puede incidir en las decisiones de localización de población y actividad económica en la misma. Así, si la ciudad
es por ejemplo la capital de la región o del país, esto
20
De los diferentes aspectos que estamos tratando
en este capítulo, los estrangulamientos ambientales
son los que más se asocian a la cuestión de la
sostenibilidad. En relación al enfoque ecosistémico,
los desequilibrios se resumen en el balance asimétrico
de materias y energías. Consumo de recursos y generación de residuos y contaminación son las dos caras
de una misma moneda, el metabolismo urbano.
Desequilibrios en el ciclo del agua
El crecimiento urbano tiene principalmente dos efectos sobre los recursos hídricos del entorno: a) la sobre-explotación de los cauces fluviales y aguas subterráneas, agravada por la salinización en las zonas
costeras; y b) la contaminación, dado el volumen creciente de residuos nocivos que se vierte en las aguas.
A partir de esta idea simplificadora, podemos identificar los dos ámbitos en los que se centran los desequilibrios del ciclo del agua: abastecimiento y consumo;
saneamiento y reutilización.
Las ciudades son consumidoras netas de agua, ya
que no generan, mediante evapotranspiración más que
mínimos aportes al ciclo del agua. La falta de disponibilidad de agua constituye una de las grandes debilidades de las crisis ambientales urbanas, que obliga a
un necesario cambio en las pautas de consumo y comportamiento social. Las crecientes necesidades de
agua por parte de las ciudades resultan un problema
desde el punto de vista del abastecimiento y de la
sostenibilidad de las fuentes hídricas y del resto de
ecosistemas que subsisten de ellas.
En términos de usos alternativos, las crisis hídricas
previstas en el futuro van a venir del lado urbano. Mientras que los consumos agrícolas están experimentan-
El Medio Ambiente Urbano
do una mejora en la eficiencia y productividad marginales, los consumos urbanos continúan experimentando unas mayores tasas de crecimiento. Las principales opciones ante esta evolución pasan por soluciones por parte de la oferta y de la demanda.
La captación de fuentes alternativas para períodos
de sequía o de demandas elevadas de agua se ha
saldado con la explotación de las aguas subterráneas.
Un número importante de ciudades recurre a la explotación de los acuíferos y aguas subterráneas, con los
consiguientes riesgos de salinización (en ciudades cercanas al mar) y desertificación y pérdida de muchos
ecosistemas naturales. Otras opciones pasan por la
reutilización de las aguas residuales para determinados usos que no necesitan agua de alta calidad (como
por ejemplo: industria, zonas verdes, regadíos, campos de golf, etc.) y la construcción de desaladoras de
agua de mar.
Se ha de hacer un especial esfuerzo sobre las medidas propiamente del lado de la demanda, más que
por medidas de ampliación o adecuación de la oferta,
la cual ciertamente es rígida a corto y medio plazo (el
agua es un recurso no renovable). La adecuación entre calidades y usos del agua urbana resulta un paso
imprescindible, gracias al cual muchos usos podrán
satisfacerse con aguas residuales o resultantes de un
tratamiento primario, con lo cual se conseguirían ahorros de agua potable para el consumo humano.
En lo relativo a las aguas residuales, especial referencia merece el impacto de las mismas en los ecosistemas litorales, caracterizados por la extrema presión demográfica y urbanística que provoca consumos
punta con una alta estacionalidad. La elaboración de
Planes de Saneamiento Integral en las áreas urbanas
litorales surge ante la necesidad de contrarrestar las
emisiones de aguas residuales al mar, cuyas aguas,
en el caso del mediterráneo, tardan más de cuatro
siglos en renovarse.
pre crecientes y más que proporcionales al crecimiento urbano. Los combustibles fósiles son la principal
fuente energética, por lo que las ciudades se convierten en demandantes netos de petróleo, gas y derivados de estos. La electricidad es el recurso básico para
la calidad de vida urbana y en su mayoría está producida por centrales térmicas que generan considerables externalidades ambientales negativas. Por otra
parte, la ciudad manifiesta una fortísima dependencia
de las fuentes de energía basadas en combustibles
fósiles, frente al escaso uso actual de fuentes de energía solar o eólica básicamente.
Las repercusiones ambientales directas del incremento de energías convencionales asociado al desarrollo urbano (transporte, calefacción y climatización,
alumbrado) difieren en base al parque automovilístico,
especialización industrial o usos del suelo de las ciudades. Se estima que el uso de combustibles fósiles
es el responsable del 75% de las emisiones de CO2 y
del 90% del SO2 entre otros agentes contaminantes.
Las medidas de eficiencia energética en las ciudades persiguen la obtención del máximo rendimiento
por unidad de energía, el cual en la actualidad es
muy bajo. En comparación con la media de los países industrializados, el rendimiento energético es
muy inferior. Casi el 40% de la energía primaria se
emplea en los centros productores (centrales eléctricas y refinerías) o se pierde en el transporte y distribución a las ciudades. A su vez, la eficiencia ambiental de los usos energéticos ha de perseguir la
minimización del impacto ambiental por unidad de
energía consumida. Un uso más eficaz de la energía
permitiría la reducción de la contaminación atmosférica urbana y, consecuentemente su aportación al
efecto invernadero.
Por otra parte, las ciudades andaluzas presentan
un gran potencial para el aprovechamiento pasivo de
la energía, básicamente para acondicionamiento
climático, propias del clima mediterráneo, lo que hace
que sus consumos energéticos (y contaminación urbana derivada) para acondicionamiento sean menores
que en otros entornos centroeuropeos. Sin embargo,
las tipologías edificatorias actuales parecen abandonar los diseños tradicionales que aprovechan muy
eficientemente las condiciones de temperatura, iluminación y ventilación naturales.
Desequilibrios en el ciclo de la energía
El ciclo de la energía en las ciudades se caracteriza por dos hechos: la dependencia de fuentes externas y la reducida eficiencia del consumo. Los consumos energéticos asociados a las ciudades son siem-
21
El Medio Ambiente Urbano
La inversión en tecnologías para desarrollar aprovechamientos rentables de las energías alternativas
(solar y eólica, abundantes en nuestra región), así como
el desarrollo de un sistema de subvenciones para afrontar los todavía grandes costes iniciales para la sustitución de las actuales fuentes de energía, podrían mejorar la situación actual.
Tres opciones intermedias entre las nuevas energías y las tradicionales, con aplicaciones urbanas, son:
la producción de electricidad a partir de minicentrales
hidráulicas, el uso del gas natural y la cogeneración.
La primera posibilidad permite atender el consumo de
ciudades medias aprovechando la base de grandes
presas y los desniveles pronunciados en conducciones de agua hacia las ciudades.
El desarrollo de estas energías alternativas aplicadas al medio urbano ha de dirigirse a cambiar diametralmente la situación actual, orientándola hacia el
autoabastecimiento energético de las ciudades. El uso
de estas fuentes de energía renovables en el transporte urbano (vehículos solares, eléctricos, con biogás,
etc.) es una de las principales aplicaciones que puede
paliar el problema de la contaminación atmosférica y
acústica.
Desequilibrios en el ciclo de materias
Las ciudades desarrollan un ciclo de materias, las
cuales suponen los inputs o materias primas destinadas a su consumo directo, transformación e intercambio para el desarrollo de las distintas facetas (humanas, sociales, industriales, etc.) que configuran la actividad urbana.
Dos son los grandes grupos de problemáticas asociadas al ciclo de materias en la ciudad. En primer
lugar, la presión que ejerce sobre el medio ambiente
del cual obtiene las materias (alimentos, petróleo, etc.),
esquilmando, al igual que ocurre con los recursos
hídricos, la biodiversidad y riqueza natural de otros
ámbitos; y en segundo lugar, los derivados de la generación de residuos sólidos urbanos y residuos peligrosos. Las ciudades producen importantes cantidades de residuos y desechos diversos con graves consecuencias de contaminación sobre ríos, suelo y
subsuelo.
22
Los residuos son el estadío final de un proceso,
caracterizado por las importantes problemáticas ambientales que genera y por la posibilidad de constituirse en ciclo cerrado, en caso de incorporación plena
de los mismos de nuevo como input del metabolismo
urbano.
Sin embargo, la tendencia es la contraria si nos
referimos al saldo del balance de materias. Se constata que los mayores niveles de desarrollo urbano traen
consigo un consumo creciente de materiales, como
se puede comprobar con los aumentos de los consumos energéticos, alimentos y bienes de consumo sobre todo. Por consiguiente, la cultura propiamente urbana del consumismo y del despilfarro supone una
ratio por habitante de producción de basuras cada vez
mayor, por lo que el balance de residuos arroja saldos
cada vez mayores, frente al reducido volumen de materiales reciclados o reutilizados. Como se puede apreciar, las problemáticas que comentamos anteriormente derivadas del consumo creciente y de sistemas de
producción no ecológica están íntimamente relacionadas con la generación de residuos.
La industria es una de las principales fuentes de
contaminación de las zonas urbanas y su entorno. Los
vertidos de sustancias y materiales de deshecho, tienen graves consecuencias no sólo ambientales, sino
también urbanísticas. La respuesta tradicional ha sido
reubicar la industria en los márgenes de la ciudad,
agravando en la mayoría de los casos los ya muy importantes problemas ambientales de esta zona.
En conclusión, como ocurre con la energía y el agua,
el creciente volumen de residuos (sólidos, industriales)
generados por las ciudades necesita de soluciones integradas que van más allá del mero almacenamiento o
dispersión de los mismos en el medio ambiente circundante. La recogida selectiva, el reciclaje y reutilización
y la racionalización en el consumo son hechos necesarios para orientar la producción de residuos hacia valores mínimos y de bajo impacto ambiental.
Contaminación atmosférica
En la atmósfera urbana están presentes un conjunto de sustancias extrañas a la naturaleza, resultado
de los procesos derivados del desarrollo urbano. Emi-
El Medio Ambiente Urbano
siones en forma de gases y polvo, así como el aumento de la temperatura, afectan en gran medida a la calidad de vida urbana.
El aire constituye uno de los elementos básicos de
todo ser vivo. Las consecuencias directas a medio y
largo plazo de la contaminación atmosférica son importantes para la salud humana. Por otra parte, la polución
del aire no es debida a un sólo agente contaminante,
sino que de ordinario se produce una acción combinada de varios de ellos, siendo las principales fuentes el
tráfico y las actividades industriales.
Las partículas en suspensión afectan de forma muy
importante a las vías respiratorias. Los problemas
alérgicos son los más importantes, provocando pérdidas económicas debido a las consiguientes bajas laborales13 .
La intensidad de los ruidos generados en las ciudades se va incrementando por la caja de resonancia
que constituyen los pavimentos duros, las superficies
planas o acristaladas de los edificios y demás elementos urbanos.
EFECTOS EN EL HOMBRE DE LA
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
a) Fatiga auditiva: aumento temporal del umbral de
audibilidad debido a un estímulo inmediatamente
precedente. Puede aparecer a partir de los 90 dB
b) Encubrimiento: disminución de la percepción auditiva
bajo los efectos de un ruido distinto que se superpone al anterior. Es un fenómeno muy frecuente en
la industria y en la vida cotidiana.
c) A largo plazo y como producto de la vida urbana
existen otros efectos indirectos o no específicos
sobre la presión arterial y alteraciones del sistema respiratorio, sin olvidar aquellos otros efectos
Contaminación acústica
Otro aspecto de la contaminación ambiental urbana al que cada día se le otorga mayor importancia
como coadyuvante de la salud psíquica es el referido
al aumento del nivel sonoro urbano.
El nivel sonoro se mide utilizando principalmente
dos índices de molestia: a) Nivel sonoro ponderado.
Es el más utilizado y se mide en decibelios. b) Nivel
sonoro equivalente. Se puede considerar como el nivel de ruido promediado en el tiempo de medida, utilizándose en numerosas normas para evaluar algunos
tipos de ruidos como el producido por el tráfico urbano. Pero la sensación sonora depende no sólo de la
intensidad o fuerza, sino también de la frecuencia con
la que se repite. De acuerdo a la experiencia internacional, se suele clasificar el ruido sobre la base de su
intensidad en tres clases:
a) Nivel de presión sonora de 30 a 60 dB: Produce simples molestias causadas por el ruido,
cuyos efectos son puramente subjetivos.
b) Nivel de presión sonora de 60 a 90 dB: Supone
importantes peligros para la salud, de efectos
mentales y vegetativos.
c) Nivel de presión sonora de 90 a 120 dB: Crea
graves alteraciones de la salud, con trastornos
auditivos irremediables derivados del efecto
prolongado del ruido.
psico-fisiológicos.
Fuente: Elaboración propia
Contaminación lumínica
El exceso de luz en las ciudades, en los viales y en
diferentes tipos de instalaciones, perjudica de forma
significativa la salud humana al producir afecciones
psíquicas.
La contaminación lumínica es el brillo o resplandor
de luz en el cielo producido por la difusión y reflexión
de la luz artificial en los gases y partículas de la atmósfera. Este resplandor, producido por la luz que se
escapa de las instalaciones de alumbrado de exterior,
produce un incremento del brillo del fondo natural del
13 Un caso dramático se dio en Londres en 1952, donde a lo
largo de un episodio de niebla “smog”, más de ocho millones
de personas se vieron sometidas a una contaminación atmosférica muy intensa, con 4.000 muertes, además de 10.000
personas que tuvieron que ser atendidas víctimas de dificultades respiratorias. Los problemas atmosféricos de varias ciudades italianas y alemanas aquí en Europa, así como ciudades
sudamericanas como México D.F., Lima o Sao Paolo también
son de actualidad.
23
El Medio Ambiente Urbano
cielo. Al hacerse las observaciones de objetos astronómicos por contraste con el fondo del cielo, un incremento del brillo del fondo disminuye este contraste e
impide ver los objetos con un brillo similar o inferior al
del fondo.
La forma en que la luz artificial es enviada hacia el
cielo puede dividirse en tres partes.
• Directa, desde la propia fuente de luz.
• Por reflexión en las superficies iluminadas.
• Por refracción en las partículas del aire.
El impacto directo es el más perjudicial. Principalmente es producido por focos o proyectores simétricos (alumbrado de grandes áreas, zonas deportivas,
puertos, aeropuertos y fachadas de edificios) con elevada inclinación (superior a 20º) donde parte del flujo
de la lámpara (bombilla) es enviado directamente sobre el horizonte, desperdiciando energía luminosa.
Estos casos son especialmente graves pues en general utilizan lámparas de gran voltaje. (400 W.- 2000 W.)
con un elevado paquete luminoso, de forma que un
sólo proyector puede impactar más que una población iluminada de 1.000 habitantes.
Otras instalaciones muy impactantes por su tamaño
y proliferación son los alumbrados decorativos u ornamentales en los que el flujo de luz de la luminaria sale en
todas las direcciones, especialmente sobre el horizonte,
como son las bolas o globos y faroles. El impacto directo puede eliminarse totalmente dirigiendo la luz sólo
allí donde se necesite, evitando enviar flujo hacia el cielo.
En los casos de alumbrados de fachadas o monumentos, donde es inevitable que parte del flujo salga
fuera del escenario a iluminar, deberían ser apagados
en las horas que no hay ciudadanos en la calle para
observarlos. Los letreros luminosos deberían apagarse de igual forma o realizarse de forma que su luz se
proyecte totalmente por debajo del horizonte donde
realmente el ciudadano lo va a percibir (similar a las
luminarias empotradas en techos de oficinas).
IMPACTOS DE LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA EN EL MEDIO AMBIENTE
Se produce un impacto sobre el paisaje nocturno natural (incluyendo la observación del universo). En el lugar donde se
encuentran los focos o fuentes de contaminación, los impactos se producen por deslumbramiento y exceso de iluminación:
inseguridad vial, derroche energético, estrés, vandalismo, disconfort visual y deslumbramiento de las aves nocturnas.
• Inseguridad vial. Debido a que el ojo humano se adapta rápidamente a la superficie o punto de mayor brillo que hay
en su campo de visión, siendo muy lenta la adaptación de una zona muy iluminada a otra oscura (varios minutos), en
alumbrados mal proyectados los conductores ven reducida su capacidad de percepción (deslumbramiento).
• Derroche energético. Se ha de utilizar la mayor parte de la luz en iluminar lo necesario y no fuera de los límites que
queremos iluminar, lo que redundaría en menor consumo de energía eléctrica. Igualmente, se ha de reducir el flujo
luminoso a partir de ciertas horas de la noche, cuando los niveles de iluminación requeridos son inferiores a los de
las primeras horas de la noche, o incluso apagar la misma (alumbrados ornamentales y anuncios luminosos).
• Estrés, vandalismo, disconfort visual: El deslumbramiento provoca cansancio visual (somnolencia, dolor de cabeza). También ha sido demostrado su influencia en el estrés y vandalismo (reduciendo el deslumbramiento se
reduce el vandalismo) según estudios realizados en la ciudad de Nueva York.
• Deslumbramiento de las aves nocturnas. Las aves nocturnas son la que más sufren del deslumbramiento, especialmente las crías en su primer vuelo, cuando se ven deslumbradas por estas instalaciones de alumbrado y
muchas terminan cayendo en zonas urbanas o en el peor de los casos mueren al estrellarse contra paredes o
edificios.
Fuente: Elaboración propia
24
El Medio Ambiente Urbano
1.3. Equilibrio y Sostenibilidad
en el Medio Ambiente Urbano
consideraciones intergeneracionales. La primera se centra en los aspectos referidos a la distribución actual de los niveles de desarrollo y calidad de vida. Como denuncian gran número de
estudiosos sociales, no tiene sentido sostener
el actual modelo de desarrollo si únicamente va
a suponer el bienestar de las generaciones futuras de los países desarrollados. Es decir, no se
cumple el criterio clásico de eficiencia en el sentido de Pareto (1896) aplicado a la distribución
del bienestar. Pareto define como eficiente una
situación si no existe otra que mejore el bienestar particular de alguno de los individuos sin que
ello suponga pérdidas en el bienestar de los demás. Este objetivo de eficiencia social plantea la
necesidad de la articulación de mecanismos de
compensación que anulen la actual «espiral del
crecimiento insostenible», donde las relaciones
de dependencia económica entre los países del
Norte y los del Sur, manifestada en flujos financieros y materiales, acentúan la desigualdad en
el desarrollo y llevan al agotamiento de los recursos globales.
Además, la equidad intergeneracional hace referencia al análisis de la relación entre consumo actual y
futuro de los recursos naturales, así como al disfrute
del patrimonio ambiental. En definitiva, se trata de la
definición dinámica del óptimo paretiano, pues de todas las decisiones de consumo que condicionan el
bienestar actual se ha de considerar como eficiente
aquella que, además de cumplir la condición más arriba expuesta, considere mínimas las mermas en el bienestar futuro producto del agotamiento de los recursos
básicos (este objetivo teórico es definido de forma
prosaica por el Informe Brundtland). Para ello, el desarrollo actual ha de mantener la calidad del medio natural o incluso mejorarla.
1.3.1. Conceptos de
Sostenibilidad
Desde un primer momento hemos de ser conscientes del amplio abanico de consideraciones (sociales,
económicas, ambientales, éticas, políticas) necesarias
a la hora de delimitar el concepto de Desarrollo Sostenible. En definitiva, la definición más aceptada es la del
Informe Brundtland (UNCED, 1987): «El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades presentes sin poner en peligro la capacidad de las futuras
generaciones de satisfacer sus propias necesidades».
Sin embargo, el concepto está formulado con demasiada ambigüedad, lo cual puede justificar la gran
aceptación y prolífico uso en documentos de muy diversa índole y muchas veces en sentidos totalmente
opuestos al que pudiera parecernos. No obstante,
descartando otras posibles características colaterales, las referencias o condiciones básicas del término
«desarrollo sostenible», en las tres dimensiones básicas14 , parecen estar orientadas hacia los objetivos
centrales de eficiencia económica, ambiental y social:
a) Eficiencia económica y ambiental. En definitiva se trata de conseguir un modelo de desarrollo que asegure o mejore los niveles de calidad de vida y que no esté centrado en el crecimiento cuantitativo per se. A partir de determinados valores cualitativos, la sociedad ha de
discriminar entre distintas formas de desarrollo. Para ello se han de realizar los cambios estructurales y tecnológicos para alcanzar aquel
modelo que satisfaga en mejor medida las necesidades humanas con altos estándares de
calidad de vida (entendida en el más amplio, y
por tanto difuso, sentido del término), al menor
coste económico (eficiencia económica) y ambiental (eficiencia ambiental).
b) Eficiencia social e intertemporal. La equidad
ha de ser entendida en sus dos perspectivas: la
estática, que hace referencia a los aspectos
intrageneracionales y la dinámica, relativa a las
14 Resulta interesante aplicar la lógica de sistemas para considerar la sostenibilidad como el resultado global (y sinérgico) de la
integración de distintas componentes o dimensiones. De esta
manera, se puede analizar la sostenibilidad diferenciándose entre
sostenibilidad ambiental, económica y social.
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El Medio Ambiente Urbano
1.3.2. Ciudades y sostenibilidad
Sostenibilidad local
Iniciamos este apartado con el análisis de la definición del desarrollo urbano sostenible (ICLEI, 1994):
«aquel desarrollo que ofrece los servicios ambientales, sociales y económicos básicos a todos los miembros de una comunidad sin poner en peligro la viabilidad de los sistemas naturales, construidos y sociales
de los que depende la oferta de esos servicios».
Este enunciado, si bien recoge los aspectos más
relevantes a la hora de definir la sostenibilidad urbana,
podríamos decir que sólo se refiere a la sostenibilidad
débil arriba comentada, al interés por el mantenimiento de los niveles de bienestar derivados del stock de
capital total, no necesariamente el natural. Así, los niveles de calidad de vida se asientan sobre una base
sólida de equipamientos y dotaciones de bienes y
servicios15 característicos del medio urbano. Se desdeña por tanto el resto de manifestaciones subjetivas
y ambientales que de forma tan importante inciden en
la calidad de vida urbana y por tanto en la calidad de
su desarrollo. Asimismo, se plantea la condicionante
de que tal desarrollo local (en realidad se están refiriendo al crecimiento local) no ha de comprometer los
sistemas físicos de los que depende.
Esta posibilidad resulta no obstante inviable en las
ciudades de tamaño medio. Se refiere a los ecosistemas
locales, sobre los que la existencia de una ciudad puede resultar determinante para el equilibrio y sostenibilidad
de estos ecosistemas (agotando por ejemplo los recursos del entorno más cercano: agua, energía, suelo fértil). Una ciudad raramente puede comprometer otros
ecosistemas lejanos por ella misma. De esta manera,
podemos establecer como sostenible desarrollos locales que mantienen su entorno protegido a costa de
importar los recursos naturales de áreas lejanas.
Por tanto, la cuestión mas importante y no recogida en esta definición es la consideración de la incidencia del efecto urbano agregado sobre la sostenibilidad
global. Todas las ciudades, a través de la expansión
de sus huellas ecológicas, tienen una responsabilidad
compartida de los problemas globales (calentamiento
global, agujero de ozono, agotamiento recursos naturales, pérdida biodiversidad, etc.). Como resultado del
26
proceso de globalización, las grandes ciudades consideran al conjunto del planeta como su hinterland o
área de influencia. En estos términos, la restricción de
la definición de ICLEI es muy laxa para un asentamiento urbano, pues difícilmente puede por sí mismo responsabilizarse del agotamiento de los recursos minerales o de la totalidad de las emisiones de CO2.
La definición del desarrollo local ha de incluir esta
referencia a la agregación de efectos locales sobre la
sostenibilidad global, para que converja a la misma.
Con todos estos comentarios, una definición que satisface los criterios anteriores podría ser: Aquel desarrollo posible que ofrezca para todos los miembros de
la comunidad los mayores niveles de calidad de vida
urbana con el menor impacto ecológico, siempre y
cuando se asegure la viabilidad de los sistemas físicos de los que depende y se considere, en la toma de
decisiones, la presión ya existente sobre el ecosistema
global ante el efecto conjunto de la actividad humana.
Anteriormente ya comentamos que los sistemas
urbanos no son autocontenidos, actuando como parásitos que aprovechan los recursos de los ecosistemas
naturales. Las ciudades «están importando sostenibilidad de la periferia» (Fernández Durán, 1993), apoyándose para su desarrollo en la «apropiación y simplificación de los recursos de territorios cada vez más
amplios y alejados y la utilización de otros como sumidero» (Naredo, 1994).
Los procesos de desigualdad social y el descompensado balance de gestión de los recursos naturales
hacen de las ciudades auténticos generadores de
insostenibilidad. Ya Shunt (1993) al analizar conjuntamente la Ecología y el Urbanismo, nos advierte de la
no viabilidad de una globalópolis o ciudad mundial como
resultado del creciente proceso urbanizador, al menos tal y como entendemos hoy las ciudades. Al extrapolar las prácticas urbanísticas vigentes, Lynch (1965)
ya preveía los efectos catastróficos de la desmesura
del crecimiento urbano, tanto en la vertiente humana
(inhabitabilidad, alienación), como en la territorial y
ambiental (uso monótono del espacio y de los recur15 Otra cuestión importante es la identificación de los servicios y
bienes básicos para la calidad de vida, así como la distribución
de los mismos en la comunidad. Un breve recorrido sobre este
tema se realiza en el artículo “Habitabilidad y calidad de vida”
de S. Rueda en (MOPTMA, 1996).
El Medio Ambiente Urbano
sos). En palabras de Naredo (1990) «la ciudad ya no
es un proyecto sobre el que cabe incidir, sino una realidad que escapa a su control».
Siguiendo a Girardet (1996), pocas ciudades, independientemente de su tamaño, pueden considerarse como sostenibles. El reto no radica tanto en crear
ciudades sostenibles como en conseguir ciudades en
un mundo sostenible.
Si bien por definición las ciudades son insostenibles,
por otra parte, la eficiencia ecológica interna de las
ciudades deja mucho que desear. Los recursos urba-
nos son a veces latentes, infrautilizados o no utilizados.
En el interior de la ciudad se puede cultivar, reciclar los
residuos, ahorrar energía, aumentar la vida útil de las
infraestructuras o las viviendas, etc.. Las ganancias en
la productividad del capital «natural» urbano, mediante
reducciones en el consumo, mejoras tecnológicas o de
gestión y reciclado o reutilización de residuos, etc. redundan en menores necesidades de recursos del exterior, menor generación de contaminación y residuos.
Asimismo, la optimización del uso de estos recursos
es una importante fuente de empleo.
Principios para el desarrollo sostenible urbano
1) Principio de prevención. Es necesario establecer políticas conscientes de las limitaciones ambientales globales,
de manera que no sea necesario sentir los efectos del agotamiento de los recursos naturales o de la contaminación que alcancen situaciones irreversibles.
2) Eficacia ambiental. Consecución del máximo beneficio económico por unidad de recursos utilizada y de recursos
producida. Se puede conseguir mediante: el aumento de la durabilidad de los bienes; el aumento de la eficiencia
técnica de la transformación de los recursos; el cierre del ciclo de los recursos (reutilizando, reciclando o recuperando); y la reducción o ahorro en el consumo de recursos.
3) Eficacia social. Se trata de obtener el mayor beneficio social por cada unidad de actividad económica. Para ello se
trata de diversificar los usos de los bienes económicos; o aumentar la diversidad social y económica de manera
que se creen la más amplia gama de actividades y medios para aprovechar los bienes económicos.
4) Equidad. Una distribución equitativa de la riqueza y el bienestar es básico para sentar las bases de la sostenibilidad
urbana. Asimismo, la equidad intergeneracional se ha de plasmar en un mayor respeto por los recursos disponibles
y las condiciones objetivas para el desarrollo futuro del bienestar que disfrutarán las generaciones venideras.
Fuente: CCE (1996).
Obstáculos hacia la sostenibilidad local
•
•
•
•
•
•
Falta de gobierno local integrado y con recursos propios. Falta autoridad política y capacidad administrativa.
Inercia humana e institucional, burocracia fragmentada.
Falta de marco conceptual y principios de planeamiento que puedan guiar la colaboración de varias agencias y
disciplinas en su trabajo hacia la sostenibilidad urbana.
Falta de datos sobre los que evaluar el progreso y comparar diseños en el tiempo y el espacio. Incluso faltan datos
para detectar la situación de los problemas actuales.
El impacto del libre comercio que refuerza las tendencias hacia la fragmentación.
La irracionalidad de gran parte de la ortodoxia económica actual y la manera en la que los costes y beneficios son
estimados y asumidos.
Fuente: Morris (1996).
27
El Medio Ambiente Urbano
Sostenibilidad parcial, local y global
Si nos centramos en el medio urbano, es posible
alcanzar situaciones de equilibrio que sean sostenibles
en aspectos concretos del sistema urbano: transporte,
energía, etc. Se trata de situaciones de sostenibilidad
parcial. La sostenibilidad local supone que un determinado territorio o área es sostenible, para lo cual no
tiene por qué serlo en todas sus características. Así,
un sistema urbano podría en conjunto considerarse
como sostenible, si bien por sus distintos componente
no serlo. En este sentido, los desequilibrios producidos
(por ejemplo: residuos) son autocontenidos o
internalizados (reciclados o reutilizados) en la dinámica
del sistema en un plazo de tiempo determinado. Esta
última cuestión también es importante. Seguramente
una ciudad puede sostener sus niveles de consumo y
bienestar a costa de crecientes recursos de otros territorios y emisiones de contaminación hacia los mismos.
Pero esta situación no es extrapolable al conjunto de
entornos urbanos.
Las cuestiones de escala y plazo temporal son muy
relevantes a la hora de determinar qué es sostenible.
La sostenibilidad global por tanto se refiere al análisis
agregado a escala planetaria, analizando si es viable
la generalización de los casos de sostenibilidad local.
Por último, señalamos que en estos términos también
sería posible que a niveles locales, el desarrollo humano produjera un grado de insostenibilidad mínimo (ejemplo: las primeras ciudades) con baja presión sobre el
medio, perfectamente asumible por la capacidad de
regeneración de los ecosistemas naturales. En definitiva, la sostenibilidad parcial y local han de converger
hacia la sostenibilidad global.
Sostenibilidad relativa y absoluta
Por otra parte, podríamos establecer otra definición aplicada de la sostenibilidad en términos empíricos y relativos. A partir de criterios de gestión estratégica, es posible definir una serie de ámbitos de análisis (transporte, residuos, agua, etc.) en los que definir unos parámetros básicos y objetivables (variables
flujo y stock) que nos refieran a condiciones de
sostenibilidad. En este caso, los sistemas de indica-
28
dores son un instrumento idóneo para establecer comparativas entre distintos modelos empíricos de desarrollo, en nuestro caso, urbano.
Bajo estas condicionantes, la sostenibilidad relativa se determina a partir de una ordenación ordinal en
el que se jerarquizan las distintas ciudades basándose en su situación concreta en cada ámbito de análisis o en la síntesis de los mismos. De esta manera
podemos establecer, a la luz de las experiencias analizadas, cuáles son las mejores estrategias de gestión
de los recursos naturales y estudiar los factores que
influyen en las mismas a lo largo del tiempo. Este enfoque necesita por tanto de importantes esfuerzos en
la implementación y análisis de sistemas de información estadística, como los seguidos por organismos
internacionales como las Naciones Unidas en sus programas de difusión de buenas prácticas de sostenibilidad local, o por la Comunidad Europea en la red de
ciudades sostenibles europeas.
El paso siguiente sería la determinación del modelo
de desarrollo sostenible absoluto, hacia el cual, si existe, convergen a largo plazo las soluciones desarrolladas en los mejores ejemplos de sostenibilidad relativa.
Desde enfoques transdisciplinares numerosos equipos
de investigación tratan de desarrollar modelos teóricos
ex ante en los que se formulen las condiciones de eficiencia económica y ambiental junto a la de equidad
intergeneracional, plasmándose en unos parámetros
básicos16 para las variables poblacionales, tecnológicas, económicas, territoriales y ecológicas. Estos modelos han de ser autocontenidos, desarrollando mecanismos de internalización de las tensiones ecológicas y
socioeconómicas propias de la no sostenibilidad. Estos ejercicios teóricos, a partir del análisis empírico previo, pueden permitir la formulación de una referencia en
términos absolutos y ficticios, respecto a la cual comparar la situación relativa de cada ciudad: la sostenibilidad absoluta.
16 Normalmente en términos de variables flujo y delimitando umbrales de presión admisible sobre el medio.
El Medio Ambiente Urbano
Huella ecológica urbana
y discontinuo, a través del comercio, el transporte y
los ciclos de materia y energía. Los flujos de capital
natural apropiados por la población constituyen su
capacidad de carga apropiada.
La huella ecológica de las ciudades, también llamada capacidad de carga apropiada, tal y como fue
definida originariamente por William Rees en 1992, se
refiere al área requerida para abastecer de productos
alimenticios y madera y energía a la población urbana
y para absorber el CO2 y los residuos generados por
la comunidad. En definitiva, los asentamientos urbanos usan capital natural o ambiental de diversas partes del mundo, exportando a lugares lejanos sus residuos y la escasez futura de recursos. La huella ecológica es la estimación de esa demanda de capital natural, agregando las áreas ecológicas dondequiera que
estén localizadas.
En el análisis de Vancouver realizado por Rees
(1996), se destaca que «la economía de la ciudad se
apropia de una superficie 175 veces mayor que su
área geopolítica, para mantener su actual estilo de
vida». Asimismo, Rees estima que los Países Bajos
necesitan cerca de 15 veces el territorio nacional para
abastecer a su población de 15 millones.
Según recientes estudios, la ciudad de Londres por
ejemplo, con un 12% de la población británica, necesita un área equivalente a la totalidad de tierra productiva del país; los cerca de dos millones de habitantes
que viven en el Lower Fraser Valley (Vancouver, Canadá) dependen de un área 19 veces mayor que sus
límites urbanos. En resumen, como señalan Rees y
Wackernagel (1994), si la población mundial viviera
según el estilo de vida urbano norteamericano, serían
necesarios al menos dos planetas adicionales para
producir los recursos y absorber los residuos generados ante la nueva carga ecológica.
Wackernagel et al. (1997) aportan los siguientes ejemplos: El canadiense medio requiere 7 hectáreas de tierra biológicamente productiva y 1 hectárea de espacio
marítimo productivo para mantener el actual nivel de
consumo. Sin embargo, en comparación, el americano
medio mantiene una huella ecológica cerca del 30% superior, el italiano medio la mitad, mientras que el suizo y
el alemán medio ocupan algo más de 5 hectáreas.
La presión sobre un ecosistema determinado se
deriva del solapamiento de las huellas ecológicas de
Como apunta Girardet (1996) la ciudad puede ser
también considerada como un inmenso organismo, con
un metabolismo complejo que procesa alimentos, combustible y todos los materiales que necesita la civilización. Un instrumento analítico que nos permite entender
en mejor medida las relaciones en términos de capacidad de carga y necesidades urbanas es el concepto de
huella ecológica. Si comparamos la presión sobre el
medio ejercida fundamentalmente para satisfacer consumos en definitiva urbanos, con la capacidad ecológica
disponible constatamos los riesgos de la sostenibilidad
global a costa de desigualdad en el desarrollo.
El modelo desarrollista seguido por las ciudades
actúa como si los niveles de capital natural (recursos,
calidad de los ecosistemas, etc.) fueran ilimitados, es
decir, considerando que la capacidad de carga del planeta es infinitamente flexible. Como señala Rees (1996)
«La población humana y el consumo se están incrementando mientras que el total de la superficie productiva y el stock de capital natural están fijos o en declive». La sostenibilidad presupone la existencia futura de
los recursos naturales y ambientales necesarios para
el desarrollo de las generaciones venideras. En este
sentido, el análisis del concepto de capacidad de carga
y de huella ecológica adquiere pleno significado.
La capacidad de carga se puede definir como «la
máxima población de una especie concreta que puede ser soportada indefinidamente en un hábitat determinado sin disminuir permanentemente la productividad de este» (Rees, 1996). Además del número de
habitantes, para cuantificar la carga humana es necesario tomar en cuenta el consumo per cápita. Es por
ello que la presión sobre la capacidad de carga de los
ecosistemas aumenta más que proporcionalmente a
los aumentos de población. Gracias a esta matización,
Rees reformula el concepto de capacidad de carga
humana como «las tasas máximas de utilización de
recursos y generación de residuos que pueden sostenerse indefinidamente sin deteriorar progresivamente
la productividad e integridad funcional de los ecosistemas dondequiera que estén».
Ante las necesidades crecientes de recursos ambientales, las ciudades se desvinculan de sus límites
físicos y aumentan su hinterland cada vez más lejano
29
El Medio Ambiente Urbano
las distintas poblaciones que se sostienen a partir de
los recursos y calidad ambiental del mismo. Muchos
territorios, donde la riqueza y productividad de su capital natural es elevada (p.e. Amazonas), sufren una
creciente tensión ambiental derivada de importantes
demandas de materiales y energía destinadas hacia
30
las grandes ciudades y asentamientos industriales, lo
que redunda en la no sostenibilidad de esos ecosistemas locales.
En definitiva, el análisis de la huella ecológica urbana nos da una medida agregada del déficit ambiental
de los entornos urbanos.
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
2. Indicadores
Medioambientales.
Consideraciones Metodológicas
2.1. Indicadores.
Conceptos básicos
De los indicadores sociales a los indicadores
de sostenibilidad
Al documentar el origen de los indicadores de
sostenibilidad urbana, es necesario referirnos al enfoque tradicional de los indicadores sociales17 . En este
sentido destacan las aportaciones en materia de
indicadores sociales realizadas por miembros de la
incipiente Escuela de Chicago desde los años treinta
en el marco de la ecología humana18 , las cuales son
un magnífico ejemplo de análisis urbano basado en
indicadores. Esta Escuela desarrolló modelos urbanos
donde la localización urbana, cuantificada en distancias al centro, resultaba explicativa de muchos problemas sociales y psicológicos de la población. Modelos
de círculos concéntricos o multi-céntricos eran utilizados para describir la estructura urbana y los efectos
de los mecanismos de mercado, la competencia de
usos y los precio del suelo. Si bien, como característica crítica a estos primeros estudios, se concedía demasiado peso a factores monetarios.
El movimiento moderno de los indicadores sociales se inicia a mediados de los sesenta19 , con un gran
desarrollo en los setenta, configurándose como rechazo al dogma imperante hasta entonces de medición
del bienestar social en base a indicadores estrictamente económicos o monetarios que dejan de lado
muchas consideraciones importantes (externalidades)
para evaluar el verdadero coste/bienestar social. La
toma en consideración de más y mejor información
sobre aspectos cualitativos y sociales para la toma de
decisiones se configura como el motivo principal de
esta tendencia que se traslada rápidamente a todos
los ámbitos de las ciencias sociales.
La dimensión urbana se considera ya desde los
primeros análisis para la elaboración de estos indicadores sociales, suponiendo un ámbito donde se desarrollan numerosos avances20 . Desde esta perspectiva, el interés primordial es conocer la naturaleza y el
funcionamiento de las ciudades, las grandes desconocidas, aportando para ello nuevas medidas de aspectos sociales muy relacionados con la calidad de
vida y el desarrollo. Se analiza la ciudad desde una
doble perspectiva: intraurbana (comparativa entre zonas diferenciadas de la ciudad) e interurbana (comparativa entre ciudades distintas).
Sin embargo, el enfoque de los indicadores sociales no ha tenido la proyección que se esperaba en un
primer momento, seguramente debido a la heteroge-
17 Asimismo, en otras disciplinas como las ciencias naturales, los
indicadores tradicionalmente se han usado de forma profusa
para modelizar los sistemas biológicos o físicos, así como establecer variables de control y respuesta de los procesos generados en los mismos.
18 Ver Park, Burgess y McKenzie: The city. Chicago, 1925.
19 Ver Hoyt, H.: The Structure and Growth of Residential
Neighbourhood in American Cities. Washington, 1959. Bauer,
R.A. (ed): Social Indicators. MIT Press. Cambridge, 1966. y
Sheldon, E.B. & W.E. Moore: Indicators of Social Change:
Concepts and Measurement. Russell Sage Foundation. New York,
1968; entre otros.
20 Destaca el gran uso que de indicadores urbanos, derivados de
censos de población y encuestas ad hoc para ciudades y áreas
metropolitanas, se hace en Reino Unido y Estados Unidos. Las
definición de áreas sociales, estudio de barrios y zonas deprimidas, análisis del mercado de vivienda, de trabajo, así como
indicadores de calidad de vida son aspectos de los que existe
abundante bibliografía.
31
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
neidad de los numerosos estudios realizados bajo el
mismo, y a la carencia de una base teórica integradora
sobre los factores del desarrollo que diera coherencia
interna al movimiento.
Una serie de matices diferencian el actual uso de
los indicadores de desarrollo sostenible del enfoque
originario de los indicadores sociales. En resumen
estas diferencias surgen a raíz de las necesidad de
nuevos instrumentos para la toma de decisiones para
fundamentar el tránsito desde el «paradigma desarrollista» al «paradigma ambiental» o sostenible. Anteriormente, los recursos naturales eran una variable
exógena que se tomaba como restricción en todos
los modelos, el crecimiento per se era el objetivo de
las políticas desarrollistas. Entre otras características,
el nuevo enfoque propugna que se discrimine entre
distintos tipos de desarrollo en base a sus distintos
niveles de presión sobre los recursos ambientales. A
partir de determinados niveles de crecimiento mínimos y unos estándares de calidad de vida, se prefieren aquellas formas de crecimiento que no dañen el
medio ambiente.
En este sentido, no solamente se toman en consideración los aspectos sociales y distributivos - tal y
como se derivó en un primer momento del enfoque de
los indicadores sociales -, sino también se manejan
nuevos conceptos como la equidad intergeneracional,
la capacidad de carga del ecosistema, la generación
de efectos externos negativos (calentamiento global,
agujero de ozono) o el crecimiento incontrolado de la
llamada huella ecológica del asentamiento. En definitiva, se integran más dimensiones a la hora de valorar
el desarrollo.
Es durante los setenta cuando se producen los más
importantes avances en el desarrollo de indicadores
ambientales urbanos. Como síntesis de esta etapa es
necesaria la referencia al informe de la OCDE (1978)
sobre indicadores de medio ambiente urbano, el cual
se centra en la medición de la calidad de vida urbana
en base a las condiciones de vivienda, servicios, mercado de trabajo y la calidad del medio ambiente urbano. El siguiente informe sobre indicadores urbanos
(OCDE, 1997), destaca el excesivo énfasis que se hacía
entonces sobre la cuantificación y el uso de las estadísticas existentes. En aquellos momentos no se concedía tanta atención a la comprensión de la compleji-
32
dad de las ciudades y las interrelaciones entre sus
componentes, como puede existir en la actualidad.
Muchas veces se perseguía disponer de las medidas
macroeconómicas para la escala micro, lo cual pocas
veces se conseguía. Progresivamente se muestra con
claridad la necesidad de realizar indicadores más cercanos y útiles para la toma de decisiones y la monitorización del desarrollo urbano, más que para análisis científicos aislados.
Algunos conceptos básicos sobre indicadores
En términos coloquiales, un indicador no es mas
que una estadística (emisiones CO2) que nos ofrece
información más allá del dato mismo, permitiendo un
conocimiento más comprehensivo de la realidad que
pretendemos analizar (calentamiento global). En definitiva, el indicador es una medida de una parte observable de un fenómeno que permite valorar otra porción no observable de dicho fenómeno. Se convierte
pues en una variable «proxy» que «indica» determinada información sobre una realidad que no se conoce
de forma completa o directa21 : el nivel de desarrollo,
el bienestar, etc. El indicador ha de permitir una lectura sucinta, comprensible y científicamente válida del
fenómeno a estudiar.
Las tres funciones básicas de los indicadores
(OCDE, 1997) son: simplificación, cuantificación y comunicación. Los indicadores han de ser representaciones empíricas de la realidad en las que se reduzcan el número de componentes. Además, han de medir cuantitativamente (al menos establecer una escala) el fenómeno a representar. Por último, el indicador
ha de utilizarse para transmitir la información referente al objeto de estudio, en nuestro caso, la ciudad.
Sin entrar en consideraciones metodológicas más
profundas, sí nos detendremos en aclarar algunos
conceptos y clasificaciones. Normalmente se distingue entre indicadores simples e indicadores complejos, sintéticos o índices. Los primeros hacen referencia a estadísticas no muy elaboradas, obtenidas directamente de la realidad, normalmente presentadas
en forma relativa a la superficie o la población. La información que se infiere de estos indicadores es muy
limitada. Los indicadores sintéticos o índices son me-
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
didas adimensionales resultado de combinar varios
indicadores simples, mediante un sistema de ponderación que jerarquiza los componentes. La informa-
ción que se obtiene de estos indicadores es mayor, si
bien la interpretación de la misma es en muchos casos más dificultosa y con ciertas restricciones.
Criterios de Selección de Indicadores
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Validez científica: El indicador ha de estar basado en el conocimiento científico del sistema o elementos del mismo
descritos, teniendo atributos y significados fundamentados.
Representatividad: La información que posee el indicador debe de ser representativa.
Sensibilidad a los cambios: El indicador debe señalar los cambios de tendencia preferiblemente a corto y medio
plazo.
Fiabilidad de los datos: Los datos deben de ser lo más fiables posible, de buena calidad.
Relevancia: El indicador debe proveer información de relevancia para poder determinar objetivos y metas.
Comprensible: El indicador ha de ser simple, claro y de fácil comprensión para los que vayan a hacer uso del
mismo.
Predictivo: El indicador ha de proveer señales de alarma previa de futuros cambios en términos como el ecosistema,
la salud, la economía, etc.
Metas: El indicador ideal propone metas a alcanzar, con las que comparar la situación inicial.
Comparabilidad: El indicador debe ser presentado de tal forma que permita comparaciones interterritoriales.
Cobertura Geográfica: El indicador ha de basarse en temas que sean extensibles a escala del nivel territorial de
análisis.
Coste-Eficiencia: El indicador ha de ser eficiente en términos de coste de obtención de datos y de uso de la
información que aporta.
Fuente: MMA (1996)
A su vez, dentro de los indicadores simples pueden también distinguirse los indicadores objetivos,
aquellos que son cuantificables de forma exacta o
generalizable, de los indicadores subjetivos o cualitativos, que hacen referencia a información basada en
percepciones subjetivas de la realidad pocas veces
cuantificables, pero necesarias para tener un conocimiento más completo de la misma. Por ejemplo, un
indicador objetivo es la tasa de alfabetización de la
población, mientras que uno subjetivo sería la percepción individual del paisaje urbano.
Como señala Carley (1981), los indicadores sociales pueden ser usados básicamente de tres maneras
(entre paréntesis aparecen ejemplos relativos al medio ambiente urbano):
a) Como colección de medidas sobre un aspecto parcial de la realidad. Si bien realmente no se trata de indicadores, sino de datos o
simples estadísticas. Muchos informes sectoriales se basan en una enumeración de estadísticas, pero sin la finalidad de abarcar todas las
dimensiones de la realidad a estudiar (los informes de situación del medio ambiente urbano
suelen apoyarse en una batería de indicadores
Proceso de elaboración de Índices
MEDIDAS
INDICADORES
SISTEMA DE
I NDICADORES
21 Una de las características de los sistemas biológicos, sociales o
económicos es la gran cantidad de elementos e interrelaciones
que pueden presentan. El análisis completo de tales sistemas es
en muchas ocasiones imposible dado el estado actual de la tecnología, llegando a suponer incluso la destrucción del objeto de
estudio; o muy costoso en términos de tiempo y recursos.
INDICES
33
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
tales como cantidad de residuos generados al
año, consumo diario de agua, de energía, etc.).
b) Como instrumento directo para la toma de
decisiones. Ciertos indicadores son utilizados
per se como instrumentos de intervención y gestión, poniendo en relación a los agentes y sus
objetivos de política ambiental con la información
sobre el estado del medio ambiente urbano por
ejemplo (en muchas ciudades, para la gestión
del tráfico urbano, se utiliza una selección de
indicadores intraurbanos referidos a la movilidad,
tiempos de parada, ruido, gases emitidos, etc.).
c) Como parte de un sistema de indicadores
con una estructura integrada y racional.
Tales sistemas tratan de ofrecer una perspectiva comprehensiva y sistemática de los fenómenos mediante el uso de cierto número de
indicadores que cubran una amplia variedad de
importantes actividades humanas (un buen ejemplo de rango internacional es la Global Urban
Indicator Database dentro del programa Hábitat
de Naciones Unidas).
Consideraciones sobre sistemas de indicadores
Partiendo de un modelo inicial22 de la realidad objeto de análisis basado en la Teoría de Sistemas, un
sistema de indicadores ofrece un instrumento analítico para representar dicho modelo, de forma
comprehensiva, así como realizar el seguimiento de
las variables sobre la base del grado de consecución
de los niveles-objetivo especificados.
Los sistemas de indicadores pueden utilizarse para
un amplio abanico de posibilidades. Podemos resumir
en cuatro grandes grupos las utilidades que presentan los mismos:
a) Modelización. Un sistema de indicadores elaborado de forma rigurosa permite el análisis
de los elementos que componen un sistema,
así como de los subsistemas derivados y las
relaciones entre los elementos, tanto desde un
puntos de vista estático, como dinámico, analizando la evolución de las variables.
b) Simulación. A partir del modelo es posible utilizar los indicadores para analizar las variacio-
34
nes que se producen alterando sólo algunos
componentes y manteniendo el resto céteris
paribus. Esto resulta muy interesante al analizar realidades que difícilmente se pueden recrear en un laboratorio, como es el caso de las
ciencias sociales.
c) Seguimiento y Control. Establecidos unos
valores objetivos o metas, los indicadores permiten cuantificar el grado de consecución de
los mismos, así como las causas que llevan a
dicha situación.
d) Predicción. Al trabajar con fenómenos que
varían en el tiempo es posible, a partir de un
sistema fiables de indicadores y las series históricas, aproximarse a la realidad de un futuro
más o menos cercano.
Básicamente los problemas que pueden plantearse al utilizar indicadores son (ampliando a Zarzosa,
1996):
a) Ambigüedad en cuanto al significado del indicador o disociación entre el indicador y el fenómeno a medir.
b) Escasez de datos estadísticos.
c) Heterogeneidad de las fuentes estadísticas.
d) Dificultad práctica de incluir los indicadores subjetivos o de percepción.
e) Carácter desagregado de los indicadores sociales, dado que normalmente se refieren a
aspectos muy concretos y resulta necesario hacer agregaciones para ganar en significación.
f) Problema de la comparación: comparación
intertemporal y interespacial. El seguimiento de
un indicador a lo largo del tiempo puede dificultarse por variaciones en la elaboración de
los datos estadísticos de base, así como pérdida de representatividad del mismo. Asimismo,
no siempre es posible comparar el mismo indicador entre, por ejemplo, ciudades cuya estructura morfología o evolución son diametralmente opuestas.
La estructura lógica en la que se organiza un sistema de indicadores puede ser de muy diversas mane-
22 Como se recuerda en la mayoría de estudios sobre el tema
(MMA,1996), si el modelo científico a priori no es coherente y
consistente, el sistema de indicadores no será fiable.
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
hemos visto, no es suficiente con recoger información sino también es necesario homogeneizar dichas
técnicas para compatibilizar los sistemas indicadores
de diferentes núcleos urbanos, salvándose así los
problemas de comparabilidad interespacial e intertemporal. Sobre estas cuestiones de aplicaciones y
utilidad del sistema de indicadores nos ocuparemos
en el último capítulo.
ras, en función a los objetivos que se plantean con el
mismo:
a) Por temas, medios o sectores. Organizándose
los indicadores en base a los temas o problemáticas del medio urbano (residuos, ruido, energía...); por medios (aire, agua, suelo...); o por
sectores (industria, turismo, vivienda).
b) Estructura causal. Basándose en que las actividades humanas ejercen una presión sobre el
medio, el cual registra cambios de estado, y
que la sociedad responde para mantener o mejorar la calidad de los recursos naturales.
c) Estructura espacial o ecosistémica. Agrupándose los indicadores por ámbitos espaciales
(barrios, núcleos, áreas metropolitanas) o por
ecosistemas (ecosistema urbano).
De entre las innumerables utilidades que ofrece
un sistema de indicadores, la principal sin duda es
resolver los problemas existentes de información urbana y ambiental que existen. Sin embargo, como
2.2. Indicadores
Medioambientales
Dada las características específicas de los problemas ambientales, resulta necesario ampliar los conceptos anteriores y aplicarlos concretamente al tema
de los recursos naturales y el medio ambiente.
Los indicadores medioambientales surgen como
resultado de la creciente preocupación por los aspec-
Criterios para la Selección de Indicadores Medioambientales idóneos
1) Relevancia política y utilidad para los usuarios
Un indicador medioambiental debe:
• Proveer una imagen representativa de las condiciones medioambientales, presiones sobre el medio ambiente o las
respuestas de la sociedad;
• Ser simple, fácil de interpretar y capaz de mostrar tendencias a lo largo del tiempo;
• Ser sensible a los cambios en el medio ambiente y en las actividades humanas relacionadas;
• Proveer una base para las comparaciones internacionales;
• Ser aplicable tanto a escala nacional como a escala regional;
• Tener umbrales o valores de referencia definidos con los cuales comparar el significado de los valores obtenidos.
2) Bondad analítica
Un indicador medioambiental debe:
• Tener buen fundamento teórico en términos técnicos y científicos;
• Estar basado en estándares internacionales y con consenso internacional acerca de su validez;
• Prestarse a su inclusión en modelos económicos, predictivos y sistemas de información.
3) Mensurabilidad
Un indicador medioambiental debe:
• Encontrarse disponible a una ratio coste/beneficio razonable;
• Estar adecuadamente documentado con información de calidad suficiente;
• Ser actualizado en intervalos regulares de tiempo de acuerdo a procedimientos establecidos de antemano.
Fuente: OCDE (1993)
35
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
tos ambientales del desarrollo y el bienestar humano,
proceso que requiere cada vez más y mayor información y, a la vez, de la urgencia de abreviar la información ambiental en el campo de la toma de decisiones.
Esta doble vertiente es un campo de conflicto permanente en esta línea de trabajo, pues los indicadores
deben recoger un cúmulo cada vez mayor de información compleja en un número cada vez menor de componentes paramétricos. La inclusión de los efectos de
las dimensiones social y económica sobre el medio
complica aún más esta tarea.
Como justificación del incremento de la demanda
de este tipo de indicadores encontramos cuatro razones fundamentales (siguiendo a OCDE, 1993):
a) Medida de políticas medioambientales.
b) Integración de las cuestiones ambientales en
políticas sectoriales.
c) Integración más general de la toma de decisiones ambiental y económica (a través de la contabilidad ambiental, por ejemplo).
d) Informe del estado del medio ambiente.
La definición de indicador medioambiental no resulta fácil si se tiene en cuenta que cualquier medida
estadística asociada a fenómenos ambientales posee
las cualidades necesarias para transformarse en un
indicador ambiental, es decir, es un dato que provee
una información sintética respecto a un fenómeno
ambiental con repercusión social.
En la literatura sobre este tema se pueden encontrar diversos esfuerzos de definición. Resumiendo, se
puede afirmar que un indicador medioambiental es:
a) Una variable o estimación medioambiental (p.e.
emisión de SO2) que provee información agregada, sintética, sobre un fenómeno (p.e. lluvia ácida) más allá de la capacidad de representación
propia. Es decir, se le da un significado añadido.
b) Una variable que ha sido socialmente dotada
de un significado añadido al derivado de su
propia configuración científica e insertada en el
proceso de toma de decisiones.
medioambientales y es con respecto a éstos una realidad nueva y distinta. Si cada indicador está referido
a un problema específico (p.e. lluvia ácida), el sistema
de indicadores responde a un interés genérico y de
totalidad. Es decir, el sistema tiene por objeto proveer
de una información que es mayor y distinta de la que
ofrece cada una de sus partes. En definitiva, podemos definirlo como un conjunto ordenado de cuestiones ambientales descritas mediante variables de síntesis cuyo objetivo es proveer una visión totalizadora.
Un sistema de indicadores medioambientales es
un sistema de información ambiental vertebrado por:
1. Un núcleo específico de objetivos de información ambiental definidos por el proceso de toma
de decisiones en que están inmersos.
2. Un conjunto de indicadores ambientales que
transmiten información altamente agregada y
de utilidad en el proceso de toma de decisiones que orienta el sistema.
3. Una organización analítica de orden y estructuración de los indicadores derivada de la utilidad que éstos deben prestar para la toma de
decisiones.
4. Unos criterios de selección de indicadores.
5. Un procedimiento de elaboración del sistema
con una interacción entre el método científico,
las instituciones y los grupos sociales, cuyo
resultado final debe ser la validación científica
y socio-política del sistema elegido, para la credibilidad del mismo.
Al igual que apuntamos más arriba, si un sistema
de indicadores medioambientales no cuenta para su
desarrollo con un modelo científico a priori, la coherencia y consistencia del mismo son cuestionables y
dependerían únicamente de la utilidad social que se
les concediera.
El Modelo Presión-Estado-Respuesta de la
OCDE
Existen varios modelos de organización de los sistema de indicadores ambientales, tantos como propósitos o finalidades de medición de los mismos. Además, un modelo de indicadores puede variar en el tiempo conforme aumenta el conocimiento científico so-
Sistema de Indicadores Medioambientales
El sistema de indicadores medioambientales es algo
más que la simple suma de una serie de indicadores
36
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
bre los problemas ambientales, evolucionan los valores sociales, o se modifican las reglas de toma de
decisiones en materia ambiental.
En el marco de los trabajos del Grupo sobre el
Estado del Medio Ambiente de la OCDE, destaca el
modelo Presión-Estado-Respuesta (PER), aplicado posteriormente en multitud de análisis ambientales. Este
enfoque se basa en el concepto de causalidad: las
actividades humanas ejercen PRESIONES sobre el
medio ambiente y modifican la cualidad y calidad (ES-
TADO) de los recursos naturales. La sociedad responde a estos cambios a través de políticas ambientales,
macroeconómicas y sectoriales (RESPUESTAS). Éstas últimas producen una retroalimentación dirigida a
modificar las presiones a través de las actividades
humanas. En un contexto global, estos pasos forman
parte de un ciclo de política de medio ambiente que
incluye la percepción de los problemas y la formulación de políticas, así como el seguimiento y la evaluación de las mismas.
MODELO PRESIÓN-ESTADO-RESPUESTA
PRESIÓN
ESTADO
RESPUESTA
Información
Actividades
Humanas
___________
Energía
Transporte
Industria
Agricultura
Otros
Estado del Medio
Ambiente y de los
Recursos Naturales
Presiones
Información
Aire
Administraciones
Hogares
Empresas
Agua
Recursos
Agentes
Económicos y
Medioambientales
Tierra
Recursos Naturales
Respuestas Sociales
(Decisiones Acciones)
Internacional
Respuestas Sociales
(Decisiones - Acciones)
Fuente: OCDE (1993)
Dentro del modelo PER se pueden distinguir tres
tipos de indicadores:
a) Indicadores de presión medioambiental.
Describen las presiones de las actividades humanas sobre el medio ambiente, incluyendo la
calidad y cantidad de los recursos naturales.
Se puede distinguir entre indicadores de pre-
sión directa (presiones ejercidas de forma directa sobre el medio ambiente, normalmente
expresadas en términos de emisiones o consumo de recursos naturales) e indicadores de presión indirecta (indicadores de estructura que reflejan actividades humanas que llevan a presiones directas sobre el medio ambiente).
37
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
b) Indicadores de condiciones medioambientales. Corresponden a los indicadores de
ESTADO y están relacionados con la calidad del
medio ambiente y la cantidad y calidad de los
recursos naturales. Proveen una visión de la
situación actual del medio ambiente y su desarrollo a lo largo del tiempo, y no la presión sobre el mismo. Sin embargo, en muchos casos,
la diferencia entre indicadores de presión y de
estado es muy ambigua y suelen utilizarse en
el mismo sentido.
c) Indicadores de respuestas sociales. Estos
indicadores son medidas que muestran el grado en que la sociedad está respondiendo a los
problemas y cambios en la calidad del medio
ambiente. Las respuestas sociales están referidas a acciones individuales y colectivas que están dirigidas a mitigar, adaptar o prevenir los
impactos negativos inducidos sobre el medio
ambiente y detener o reparar los daños ambientales ya producidos. Las respuesta sociales, normalmente son recogidas mediante acciones
para la preservación y conservación de los recursos naturales y ambientales, mediante la intervención pública. Conceptualmente, estos
indicadores pueden considerarse en muchos
casos de presión ambiental cuando se refieren
al efecto de retroalimentación de las respuestas sociales sobre las presiones ambientales.
Por ejemplo, una reducción de la emisión de
gases que provocan el efecto invernadero puede considerarse como indicador de presión y
de respuesta para el cambio climático. Idealmente, el indicador de respuesta ha de reflejar
los esfuerzos de la sociedad en resolver problemas ambientales concretos.
Naturaleza y Uso de la Indicadores Medioambientales
INDICADORES MEDIOAMBIENTALES DE:
Presiones de actividad y
actividades sectoriales
Calidad medioambiental,
calidad y cantidad de los
recursos naturales
Nivel Sectorial
Nivel Nacional
Nivel Internacional
INDICADORES DE
PRESIÓN
MEDIOAMBIENTAL
INDICADORES DE
CONDICIONES
MEDIOAMBIENTALES
INDICADORES DE
RESPUESTAS
SOCIALES
USADOS PARA:
La integración de las
cuestiones
medioambientales en
las políticas sectoriales
La evaluación de
diseños de políticas
medioambientales
La integración de
cuestiones
medioambientales en las
políticas económicas
Fuente: OCDE (1993)
38
El informe sobre el
estado del medio
ambiente
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
sociales derivadas de aquéllas, más que a la descripción exhaustiva del sistema urbano.
Si bien no existe una metodología única en materia
de indicadores de desarrollo sostenible, sí podemos
afirmar que el modelo PER de la OCDE es el más utilizado en la esfera internacional. Esta alternativa se basa
en la ampliación de la clasificación PER, incluyendo,
además de los indicadores ambientales ya comentados, los indicadores sociales y económicos. Como señalan Hammond et al (1995), se producen problemas
de arbitrariedad en la clasificación de los mismos, pues
la relación de causalidad, tan clara en el aspecto ambiental, no lo es tanto en aspectos socioeconómicos
mucho más interrelacionados.
Otra posibilidad radica en la asignación de un único indicador simple a cada uno de los objetivos que
delimitan la sosteniblidad (por ejemplo, los apartados
de la agenda 21). Esta alternativa utilizada desde
EUROSTAT y Naciones Unidas genera una larga lista
de indicadores con disponibilidad de información. Sin
embargo, este enfoque está orientado más hacia los
«creadores de información» que a los usuarios de la
misma, por lo que se dejan aparte importantes cuestiones acerca de las cuales no existen datos.
La creación de índices sintéticos es el tercer de
los enfoques que cuentan con más aportaciones. En
base a la delimitación de unos temas básicos, se elaboran índices complejos a partir de la agregación de
indices simples debidamente ponderados. Las críticas
a este método se centran en la arbitrariedad de las
ponderaciones, así como en la interpretación de los
indicadores finales (Castro Bonaño, 1998).
En este informe, de cara a la medición de la sostenibilidad, proponemos la diferenciación entre varias
funciones necesarias en un sistema de indicadores de
desarrollo sostenible urbano:
a) Indicadores de Estado y de Flujo. Han de
describir los parámetros básicos del modelo
de desarrollo urbano.
b) Umbrales de Carga. Se trata de los límites físicos o temporales, necesarios para saber a partir de qué momento no son sostenibles ciertos
consumos energéticos, ciertas emisiones o generación de residuos, o simplemente la deforestación derivada de la urbanización. También
conocidos como «umbrales o niveles soporta-
Algunos sistemas de indicadores medioambientales
no se limitan a seleccionar una o varias variables descriptivas del fenómeno ambiental, sino que fusionan la
información contenida en varias variables en una sola
expresión numérica. La magnitud resultante se denomina ÍNDICE medioambiental, y es adimensional pues resulta de la ponderación, según el procedimiento que se
elija, de diversas unidades de medida.
Un índice medioambiental posee las mismas características que un indicador y se traduce en una
mayor síntesis de la información relevante y una mayor eficacia como input en la toma de decisiones.
Para la construcción de un índice para la descripción
de un sistema, política ambiental, problema o descripción del medio ambiente de un territorio determinado, y
la selección de indicadores, se ubica lo que se puede
denominar un PERFIL ambiental, consistente en la selección de indicadores ambientales que en su conjunto, o
por partes, informen de la situación de un sistema, política, problema o espacio territorial determinado.
2.3. Indicadores de Desarrollo
Sostenible
Dentro de la amplia gama de indicadores medioambientales, los llamados indicadores de sostenibilidad han
experimentado un considerable auge, sobre todo gracias al Programa Agenda 21. Reconociendo las limitaciones de los análisis globales, el interés de este tipo
de indicadores es cuantificar los impactos y los avances producidos en materia de desarrollo sostenible. Esta
finalidad plantea la problemática de evaluar el equilibrio
entre el desarrollo económico, social y ambiental.
La Agenda 21 de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Medio ambiente y Desarrollo (UNCED)
considera la función de estos indicadores en su capítulo 40: «Se han de implementar indicadores de desarrollo sostenible para proveer de base sólida la toma
de decisiones a todos los niveles y contribuir a la
sostenibilidad autoregulada de los sistemas que integran el desarrollo y el medio ambiente.»
Se trata por tanto de unos indicadores claramente
orientados a la toma de decisiones y a las respuestas
39
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
bles de carga» y normalmente son específicos
a cada entorno urbano.
c) Verificadores o Indicadores de Control. Son
los indicadores de síntesis que relativizan los
indicadores de estado y de flujo a los umbrales
de carga, valorando el grado de avance hacia
pautas de desarrollo consideradas en la actualidad como sostenibles.
La mayoría de ciudades que cuentan con indicadores de sostenibilidad se decantan principalmente por
indicadores de sostenibilidad física (p.e.: consumo
gasolina per cápita). Sin embargo, la aportación de
los indicadores de disponibilidad de opciones de estilo de vida más sostenibles (p.e.: nº de usuarios de
bicicletas o nº de coches eléctricos) puede resultar de
gran importancia a la hora de compaginar la sostenibilidad física con el bienestar social.
Si la sostenibilidad es un objetivo coherente, debe
ser posible medir el acercamiento a la misma. La
elección de los indicadores no es un asunto meramente técnico, pues si bien inicialmente son resultado de los objetivos políticos, acaban conformando y
encorsetando los mismos, excluyendo prácticamente otros indicadores23 (p.e.: PIB). Dado que la sostenibilidad es un tema relativamente novedoso, como
señala la Comisión europea (CCE, 1996), «el procedimiento de determinación de indicadores influirá en
la formación de nociones sobre lo que es el desarrollo sostenible». Un sistema de indicadores distorsionado bien por la escasa información existente, bien
por el mal entendimiento de sus interrelaciones, puede provocar concepciones erróneas de la sostenibilidad.
Dada la enorme heterogeneidad que hay en estos
aspectos, es necesario una puesta en común de los
distintos indicadores que se usan en las ciudades, para
así poder realizar comparaciones más eficientes. Como
resultado de la cuarta conferencia regional de las Ciudades Sostenibles Europeas (La Haya, Junio 1999), ha
comenzado el proyecto «Indicadores comunes para la
sostenibilidad local» auspiciado por la DG XI. Los objetivos de este proyecto son:
a) Facilitar la identificación de un conjunto de
indicadores comunes de sostenibilidad local ligados a la huella ecológica a través de un enfoque abajo-arriba.
40
b) Fortalecer la adopción formal de los instrumentos resultantes (incluyendo una primera generación de indicadores) en la Tercera Conferencia Europea sobre Ciudades Sostenibles en
Hannover (Febrero 2000).
Los criterios clave para orientar este trabajo de
selección de indicadores son:
a) El enfoque sobre la sostenibilidad local implica
la necesidad de indicadores integrados, cada
uno de los cuales ha de abarcar varias dimensiones de sostenibilidad, más que reflejar un
aspecto puramente sectorial.
b) La relación con procesos políticos, dado que el
proyecto persigue motivar a las autoridades
locales a desarrollar e implementar el diseño
de sus políticas, valorándolas en términos realistas.
c) El enfoque abajo-arriba a través del cual el proyecto se está realizando, con el nivel local llevando a cabo un papel activo en la definición y
consenso de los indicadores, asegurándose el
acuerdo con los usuarios finales de tales indicadores.
Tras una primera propuesta presentada recientemente, el Grupo de Expertos sobre Medio Ambiente
Urbano de la Unión Europea está trabajando en las
sugerencias y comentarios que han suscitado a las
autoridades locales, técnicos municipales e investigadores. Se trata de una integración de los indicadores
utilizados ya por algunas ciudades o propuestos anteriormente por determinadas agencias. La base para
la integración de este sistema de indicadores la proporcionan los ámbitos de la sostenibilidad:
1. Igualdad e inclusión social. Acceso para todos a servicios básicos adecuados y disponibles.
2. Gobierno local/autonomía/democracia.
Participación de todos los sectores en la comunidad local, en el planeamiento local y en los
procesos de toma de decisiones.
23 Este proceso se ha dado con el uso del Producto Interior Bruto
(PIB) como medida única del desarrollo, con lo cual normalmente las políticas socioeconómicas se referencian a los logros
alcanzados en términos de crecimiento del PIB, sin consideraciones distributivas u otras que incluyan las externalidades
ambientales por ejemplo.
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
3. Relaciones Local/Global. Satisfaciendo las necesidades locales de forma local, desde la producción al consumo y los residuos. Tratar de solucionar de forma más sostenible las necesidades
que no puedan ser satisfechas de forma local.
4. Economía local. Integrando las habilidades locales y las necesidades con la disponibilidad
de empleo y las infraestructuras existentes, de
manera que suponga el menor riesgo para los
recursos naturales y el medio ambiente.
5. Protección medioambiental. Adoptando un
enfoque ecosistémico, minimizando el uso de
recursos naturales y de suelo, la generación de
residuos y emisiones de contaminantes, potenciar la biodiversidad.
6. Herencia cultural/calidad del medio ambiente urbanizado. Protección, preservación
y rehabilitación de valores históricos, culturales y arquitectónicos, incluidos los edificios, monumentos, eventos; potenciando y salvaguardando el atractivo y funcionalidad de los espacios y edificios.
Continuando con acciones de la Unión Europea en
materia de homogeneización de indicadores, el primer
informe resultante del proyecto TEPI «Hacia indicadores
de presión medio ambiental» (EUROSTAT, 1999), hace
una primera aproximación de un sistema de información orientado al diseño y seguimiento de la política
medio ambiental en la UE.
Según este proyecto, los indicadores seleccionados (expuestos en el capítulo siguiente) se valoran en
base a los siguientes criterios cualitativos:
a) Relevancia. Grado de similitud del indicador obtenido al propuesto inicialmente por la metodología.
b) Fiabilidad. Acerca de la homogeneidad y fidelidad en la obtención de los datos.
c) Comparabilidad en el tiempo.
d) Comparabilidad en el espacio.
(IIUE) supone un buen ejemplo de sistema de indicadores urbanos de desarrollo sostenible, estructurado según un modelo (ABC) y una tipología de indicadores (tres dimensiones), mediante los cuales se
crea un índice final (ISE), el cual mide el progreso hacia la sostenibilidad urbana.
El ISE se determina a partir de una serie de
indicadores de tres dimensiones:
a) FLUJO DE RECURSOS o serie de materiales,
bienes, comida, energía y agua (y sus flujos de
polución y residuos)
b) PAUTAS de uso de la tierra, tráfico, transporte
y su impacto en el ecosistema y el paisaje
c) CALIDAD AMBIENTAL URBANA, del agua, aire,
acústica, seguridad del tráfico, condiciones de
vivienda, espacios verdes y abiertos.
Los indicadores principales seleccionados son:
• Medio ambiente saludable. Número de días
por año que a nivel local no se superan los
estándares para calidad del aire.
• Espacios verdes. Porcentaje de población que
tiene acceso a superficie verde a cierta distancia.
• Uso eficiente de los recursos. El consumo
de energía total y de agua, y la producción de
residuos finales para verter al medio per capita
y año. Ratio de renovable/no renovable fuentes
de energía.
• Calidad del medio ambiente urbanizado.
La ratio de espacios abiertos relacionado con
el área usada por coches.
• Accesibilidad. El número de kilómetros
viajados por modo de transporte (coche, bicicleta, transporte público, etc.) por año y per
cápita.
• Economía verde. Porcentaje de compañías
que han participado en esquemas de auditoría
ambiental y eco-gestión o similares.
• Vitalidad. El número de actividades y
equipamiento socio-cultural.
• Justicia Social. El porcentaje de personas viviendo por debajo de la línea de la pobreza.
• Bienestar. Una muestra de la satisfacción de
los ciudadanos sobre la calidad de vida. El contenido de esta encuesta se determina localmente.
Indice de Sostenibilidad Europeo (ISE) y Modelo
ABC.
Esta interesante metodología desarrollada por el
Instituto Internacional para el Medio Ambiente Urbano
41
Indicadores Medioambientales. Consideraciones Metodológicas
El modelo teórico utilizado para estructurar el sistema de indicadores es el Modelo de indicador-ABC.
Según el mismo, se agrupan los indicadores en tres
sistemas, persiguiendo la homogeneidad y facilidad
en el objetivo comunitario de intercambio de experiencias entre ciudades.
A) Indicadores «específicos de cada Área urbana». Difieren de ciudad a ciudad, ayudan al
desarrollo de instrumentos específicos regionales o locales y son esenciales para políticas
medioambientales locales maduras.
B) Indicadores «Básicos» son una selección de
los anteriores que comparten problemas comunes y globales, con alcance continental, y que
pueden diferir de otros en otras partes del mundo. Estos indicadores B permiten comparacio-
42
nes entre ciudades, favoreciendo el intercambio
de información sobre buenas prácticas y posibilitando políticas a niveles nacional y continental.
C) Indicadores «Centrales» (core) son una pequeña selección de los anteriores, esenciales
para cualquier ciudad del mundo. Debe de dar
información sobre niveles intercontinentales o
globales y representan un conjunto mínimo para
ciudades sin sistemas de indicadores.
Finalmente, hemos de despejar toda duda sobre la
existencia de una única metodología para esta modalidad de indicadores, pues realmente ésta depende
del concepto y modelización de la sostenibilidad que
realicemos previamente. En el capítulo siguiente enumeramos algunas otras –que no todas– iniciativas importantes en este sentido.
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
3. Indicadores de
Medio Ambiente
Urbano utilizados a
nivel internacional
La recopilación de datos comparables sobre los
asentimientos urbanos a nivel mundial resulta increíblemente difícil. A pesar de la importancia de las ciudades en los últimos decenios y que más del 45% de
la población mundial vive en ellas (hay 369 ciudades
con más de 750.000 habitantes), los datos que caracterizan las urbes son enormemente dispersos (la
población urbana y el porcentaje urbano se refieren a
las áreas definidas así en cada uno de los países del
mundo, variando la definición de país a país).
Las series de datos se pierden entre las agencias,
gubernamentales y no gubernamentales, internacionales de estadística. Ejemplo de ello es la División Estadística de Naciones Unidas que realiza cálculos de los
parámetros demográficos urbanos contrastándolo con
el medio rural. El Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial
para la Salud (OMS) controlan la contaminación atmosférica en 50 ciudades del mundo bajo el sistema de
control ambiental global. La OMS proporciona cálculos
de acceso de agua potable y a los servicios de saneamiento, mientras que el Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF) proporciona datos similares
sobre los servicios de salud. Pero el principal handicap
es la escasez de datos globales que proporcionen una
visión integrada y comprensiva de la realidad urbana.
Otros problemas adicionales se centran en la división de responsabilidades, la repartición de jurisdicciones, y la dispersión administrativa con áreas separadas,
pero superpuestas, que contribuyen más a la confusión.
Pero las dificultades para crear conjuntos de datos internacionales comprensivos se agrandan por las
diferencias entre los países a la hora de definir qué
constituye el medio urbano y asignar prioridades a la
recopilación de datos, en función de las necesidades
locales, nacionales o internacionales específicas. La
mayoría de los programas nacionales o internacionales que están obteniendo datos urbanos globalmente
comparables están en sus inicios.
El Centro de las Naciones Unidas para los Asentimientos Urbanos (Hábitat) es la única institución internacional con un mandato específico de reunir información sobre las áreas urbanas.
Aun reconociendo las limitaciones de definición,
comparabilidad y globalidad, Hábitat está dispuesta a
crear y desarrollar una serie de indicadores sobre las
ciudades del mundo que «cree una capacidad sustancialmente reforzada para hacer una descripción precisa de las condiciones de protección y urbanización».
Una vez desarrollado, un conjunto común o sintético de indicadores urbanos serán provechosos desde
un punto de vista internacional y local. Dichos indicadores proporcionarán un contexto global para la problemática ambiental local, ayudando a los líderes locales y gestores a determinar qué problemas son específicos y cuales compartidos con otras ciudades
dando como resultado una mayor comunicación y
soluciones locales compartidas para problemas comunes. Este «set» de indicadores, ¿unificados?, permitirá
promover la obtención, reparto e integración de datos
e información entre ciudades.
Los políticos y gestores locales necesitan información para tomar decisiones de gestión sostenibles.
Además, los políticos regionales, nacionales e internacionales necesitan información sobre los problemas
urbanos para establecer prioridades, asignar recursos
y ayudar a la obtención de soluciones de la problemática ambiental urbana.
43
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
En este capítulo se realiza un repaso a las distintas
propuestas de indicadores en los que instituciones
como la OCDE, EUROSTAT, ONU, AEMA, etc., vienen
trabajando desde finales de los 80.
Indicadores Urbanos (Habitat)
DATOS BÁSICOS
D1. Usos de la tierra.
D2. Población urbana.
D3. Tasa de crecimiento poblacional.
D4. Hogares encabezados por mujeres.
D5. Tamaño medio de los hogares.
D6. Tasa de creación de hogares.
D7. Distribución de rentas.
D8. Producto urbano por persona.
D9. Tipo de tenencia de la vivienda.
1. DESARROLLO SOCIOECONÓMICO.
1: Hogares por debajo del umbral de pobreza.
2: Empleo informal o sumergido.
3: Camas de hospital.
4: Mortalidad infantil.
5: Esperanza de vida al nacer.
6: Tasa de alfabetización adulta.
7: Tasa de escolarización.
8: Nº de aulas escolares.
9: Tasa de criminalidad.
4. GESTIÓN MEDIOAMBIENTAL.
18: Tratamiento de aguas residuales.
19: Generación de residuos sólidos.
20: Tratamiento de residuos sólidos.
21: Recogida regular de residuos sólidos
22: Viviendas destruidas.
2. INFRAESTRUCTURAS.
10: Conexiones a las redes de las viviendas.
11: Acceso a agua potable.
12: Consumo de agua.
13: Precio medio del agua.
5. GOBIERNO LOCAL.
23: Principales fuentes de ingreso.
24: Gasto per cápita.
25: Intereses por préstamos.
26: Empleados en la administración local.
27: Capítulo presupuestario de salarios
28: Tasa de gasto contractual recurrente.
29: Departamentos administrativos que proveen servicios.
30: Control de los niveles superiores de gobierno.
3. TRANSPORTES.
14: Intercambio modal.
15: Tiempo de desplazamiento.
16: Gasto en infraestructuras viarias.
17: Parque automovilístico.
6. VIVIENDA.
31: Relación entre el precio de la vivienda y los ingresos.
32: Alquileres en relación con los ingresos.
33: M2 de la vivienda por persona.
34: Estructuras y suministros permanentes.
35: Vivienda en alquiler.
36: Multiplicador de desarrollo urbanístico.
37: Gasto en infraestructuras.
38: Relación entre hipotecas y créditos totales.
39: Producción de viviendas.
40: Inversión en vivienda.
Fuente: Programa Habitat.
44
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
3.1. Programa de Indicadores
Urbanos.
UNCHS/HABITAT
a) Polución del aire.
b) Cambio climático.
c) Pérdida de biodiversidad.
d) Medio ambiente marino y zonas costeras.
e) Agujero de la capa de ozono.
f) Agotamiento de recursos.
g) Dispersión de substancias tóxicas.
h) Medio ambiente urbano.
i) Residuos.
j) Contaminación del agua y recursos hídricos.
De esos indicadores, aproximadamente un tercio
de los mismos han sido producidos con datos actualmente disponibles en EUROSTAT. Otro tercio han sido
creados a partir de información procedente de otros
institutos internacionales, tales como la Agencia Europea de Medio Ambiente y otros. Los 20 indicadores
aproximadamente restantes han sido calculados a
partir de cero.
En materia del ámbito referido al medio ambiente
urbano los indicadores seleccionados han sido:
a) Consumo de energía.
b) Residuos municipales no reciclados.
c) Aguas residuales no tratadas.
d) Participación del transporte en coche privado
e) Población afectada por emisiones de ruido.
f) Uso de la tierra.
g) Habitantes por áreas verdes.
h) Consumo de agua per cápita.
i) Emisiones de SO2 y NOx.
j) Áreas abandonadas.
k) Emisiones de COx.
El sistema de indicadores urbanos propuesto por
la Conferencia sobre Asentamientos Humanos
(HABITAT) dentro de su Programa de Indicadores Urbanos, tiene la intención de establecer para la escala
mundial una Red de Observatorios Urbanos que permita la evaluación y control de la implementación de
los Programas Hábitat y Agenda 21. Dichos indicadores
iniciaron su periplo en 1988 sobre la base de 53 ciudades (mayoritariamente de países en vías de desarrollo) y con una propuesta de 49 indicadores esenciales y un total de 128 al incluir otras dimensiones.
3.2. EUROSTAT
EUROSTAT es la Oficina de Estadística de la Comisión Europea, implicada en el desarrollo de estadísticas e indicadores para su aplicación geopolítica. Para
el trabajo que efectúa en el terreno ambiental está en
estrecha colaboración con servicios como la D.G. XI
(Medio Ambiente) y XVI (Política Regional).
Recientemente, EUROSTAT ha publicado los primeros resultados obtenidos en materia de indicadores de
presión ambiental (EUROSTAT, 1999) dentro del proyecto
TEPI. El medio ambiente urbano se incluye entre las
áreas de interés, por lo que se plantea la posibilidad de
establecer un índice de presión ambiental en las aglomeraciones urbanas como parte del sistema europeo
de índices de presión ambiental. El proceso en marcha
consistió en sus primeros momentos en un grupo de
expertos, 45 en total, compuesto de 3 por cada país
miembro, que realizaron una consulta a agencias gubernamentales, ONGs e industrias para obtener el listado de indicadores que focalizarán las acciones urbanas
a nivel nacional y europeo. Sobre 3000 expertos europeos han sido encuestados para que elaboraran una
lista de indicadores de presión ambiental.
La base de trabajo consiste en 60 indicadores de
alta prioridad, agrupados en 10 ámbitos de política
medioambiental. Estos ámbitos son:
3.3. OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), creada en 1.960 y formada
por 29 países y la Comisión Europea, lleva a cabo un
programa de trabajo sobre indicadores ambientales
desde los setenta. Destacan entre otras las publicaciones más recientes, una de 1.991 sobre la experiencia de la OCDE en los indicadores ambientales, y
otra en 1.993 sobre la integración de indicadores
ambientales en políticas sectoriales. Desde dicha institución se deja claro que dichos indicadores no son
45
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
un set definitivo, siendo necesaria una coordinación
de las iniciativas de los países miembros para la aplicación y comparación entre países. En principio, los
indicadores ambientales son tomados como una herramienta más de ayuda para la toma de decisiones.
La aportación de la OCDE ha sido la de clarificar la
distinción entre indicadores descriptivos y de ejecución. Básicamente los primeros son derivados de las
•
1.
2.
3.
•
4.
5.
•
6.
7.
8.
•
Cambio climático y destrucción de la capa de
ozono
Emisiones de gas de efecto invernadero (CO2, CH4,
CFCs, N2O).
Concentración de gases de efecto invernadero y
destrucción de capa de ozono (CO2, CH4, N2O, CFC11, CFC-12, Cloro gaseoso total).
Intensidad energética.
Eutrofización
Nitrógeno proveniente de abono y ganadería.
Calidad de los ríos: Contaminación bioquímica (O2,
nitratos, fosfatos) y tratamiento de aguas residuales.
Acidificación
Emisiones de SOx.
Emisiones de NOx.
Lluvia ácida (pH, sulfatos, nitratos).
Contaminación tóxica
9.
10.
11.
Consumo de pesticidas.
Calidad de los ríos: metales tóxicos(Pb, Cd, Cu).
Precio y tasación de carburantes (diesel, gasolinas con y sin Pb).
•
Calidad del medio urbano
12.
13.
Densidad de la circulación.
Calidad del aire (SO2, NO2).
46
medidas de las condiciones existentes y los de ejecución ayudan a identificar la correspondencia, o ausencia de ésta, entre condiciones ambientales y una meta
o política.
Otro aporte de la OCDE ha sido la adopción del
esquema Presión-Estado-Respuesta.
La OCDE estableció en 1.993 una serie de 30 indicadores ambientales agrupados de la siguiente forma:
•
Biodiversidad de paisajes
14.
15.
Especies amenazadas (animales vertebrados, plantas vasculares).
Zonas protegidas (reservas científicas, parque nacionales, monumentos naturales, reservas naturales, paisajes protegidos).
•
Residuos
16.
17.
18.
19.
Producción.
Residuos municipales.
Residuos peligrosos.
Porcentaje de reciclaje( papel, cartón, vidrio).
•
Recursos naturales
20.
21.
22.
Utilización de recursos de agua.
Utilización de recursos forestales.
Precios del pescado (marinos y de interior).
•
Indicadores generales
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
Población.
Utilización de suelos.
Crecimiento de la actividad económica.
Consumo final privado.
Producción industrial.
Aprovisionamiento de energía.
Evolución del transporte.
30.
Gastos contra la contaminación.
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
3.4. Agencia Europea de
Medio Ambiente (AEMA)
51 CIUDADES EN CURSO EUROPEAS
CON INDICADORES
CIUDADES
La AEMA emitió en 1995 el informe «Medio Ambiente en Europa» (The Dobris Assesment) a petición
de la reunión de ministros pan-europeos celebrada en
el castillo de Dobris en Checoslovaquia en 1991, con
el apoyo de la D.G. XI y del programa europeo Phare,
en cooperación con la OCDE, las Naciones Unidas, el
Consejo de Europa, la UICN, la OMS, el EUROSTAT y
los países europeos. En su capítulo 10, «El medio urbano» se proponen 55 indicadores ambientales urbanos agrupados en 16 atributos urbanos y centrados
en 3 temas: Diseño urbano, flujos urbanos y calidad
ambiental urbana.
El set de indicadores intenta identificar los principales problemas urbanos en función de la información
y datos incluyendo aspectos sociales y económicos
de los asentamientos humanos. Un total de 72 ciudades europeas fueron incluidas (comunitarias y no comunitarias). Pero sólo para 20 indicadores se contaba con los datos necesarios para la comparación, y
de estos, únicamente 51 ciudades tenían esa información, constatando una vez más la falta de información
y la dificultad de su obtención (dispersos entre agencias locales y niveles de gobiernos).
Los datos obtenidos demuestran que la calidad del
aire, el ruido, y el tráfico son los principales problemas en muchas de las ciudades estudiadas, por ser
uno de los mejores datos recolectados y que la escala
del problema aumenta con el aumento de la población
residente.
Las ciudades fueron seleccionadas en función de:
• Mayor variedad de tipos de ciudades, desde
Valletta (12.000 habitantes) hasta Moscú
(8.818.000 habitantes).
• Localización geográfica
• Actividades económicas predominantes
Del total de 72 ciudades, la mitad rondan los
500.000 habitantes, un tercio el millón y el tercio restante menos de 300.000 habitantes. Tres ciudades
tienen más de 4.500.000 habitantes: Moscú, Londres
y San Petersburgo. La superficie oscila desde los 2
Km2 de Valletta hasta los 1.578 Km2 de Londres.
Amsterdam
Barcelona
Belfast
Bergen
Berlín
Bilbao
Burdeos
Bratislava
Bruselas
Budapest
Chambery
Copenhague
Cracovia
Dnepropetrovsk
Dubrovnik
Ermoupolis
Evora
Ferrara
Gdansk
Glasgow
Gotemburg
Hannover
Helsinki
Kiev
Liverpool
Ljubliana
Londres
Madrid
Milán
Moscú
Odessa
Oslo
París
Praga
Reggio emilia
Rennes
Reykjavik
Riga
Rotterdam
Sheffield
Sofía
Estocolmo
San Petersburgo
Tirana
Toruh
Valletta
Venecia
Viena
Varsovia
Zurich
Zagreb
47
POBLACION
713.493
1.635.067
279.237
215.967
3.456.891
385.000
213.274
445.730
951.217
2.434.064
55.603
465.000
750.500
1.185.500
34.521
12.386
39.229
94.106
465.100
688.600
432.112
522.354
501.518
2.651.300
454.400
224.817
6.679.699
3.010.492
1.406.818
8.818.000
1.086.700
467.090
2.152.423
1.212.010
131.800
203.533
100.850
900.000
589.678
529.300
1.148.500
684.574
4.985.000
270.000
202.200
12.403
77.000
1.500.000
1.633.300
365.043
706.700
ÁREA TOTAL
ÁREA
Km2
URBANIZADA
Km2
202
99
150
445
889
41´3
49´4
368
161
525
21
88
327
397
6´7
3
16
414
257´5
202´7
449
204
185
825
113
230
1.578
607
182
996
333
427
105´4
495
231´5
50´4
114
307
273
363
183
188
1.400
19
116
1´6
17
415
485´3
92
297
187
59
125
380
16
119
105
156
53
90´3
222
5´57
11
23
69
145
100
102
81
345
107
77
531
135
81´3
200
25
34
33
89´2
138
109
108
64
363
16
26´4
0´6
13
134
202
30´36
74
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
INDICADORES PROPUESTOS POR LA AGENCIA EUROPEA DE MEDIO AMBIENTE
INDICADORES PARA EL DISEÑO URBANO
Población urbana
Población
1. Nº de habitantes en la ciudad
2. Nº de habitantes en la conurbación
Densidad de población
3. Población por km2
4. Áreas por densidades
Suelo Urbano
Área total
5. Área en km2
Área total construida
6. Área en km2
7. Por usos
Área abierta
8. Área en km2
9. % Áreas verdes
10. % Agua
Redes de Transporte
11. Longitud de carreteras en km
12. Longitud de raíles de tren en km
13. % total del área urbana
Áreas abandonadas
Área Total
14. Área en km2
15. % total del área urbana
Áreas recuperadas urbanas
Área Total
16. Área en km2
17. % total del área urbana
Movilidad urbana
Desplazamientos modales
18. Nº desplazamientos en km. por hab. / modo de transporte/ día
19. Distancia recorrida en km. por habitante por modo de transporte por día
Diseño de conmutación
20. Número de conmutadores de entrada y salida de las conurbaciones
21. % de población urbana
Volumen de trafico
22. Total en vehículo- km
23. Flujo de entrada/salida en vehículos –km
24. Número de vehículos en las principales rutas
INDICADORES DE FLUJO URBANO
Agua
Consumo de Agua
25. Consumo por habitante, litros por día
26. % de aguas subterránea usada como recurso frente al total
Aguas Residuales
27. % de emisarios conectados a sistemas de depuración
28. Numero de plantas de tratamiento por tipo de depuración
29. Capacidad plantas de tratamiento por tipo de depuración
48
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
Energía
Consumo de energía
30. Uso de electricidad en GWh por año
31. Uso de energía por tipo de combustible y sector
Plantas de producción de energía
32. Número de plantas productoras en las conurbaciones
33. Tipo de plantas productoras en las conurbaciones
Materiales y Productos
Transporte de mercancías
34. Cantidad de mercancías movidas como salida y entrada de la ciudad en kg.
por persona y año
Residuos
Producción de residuos
35. Cantidad de RSU recogidos en toneladas por persona y año
36. Composición del residuo
Reciclaje
37. % de residuos reciclados por fracción
Tratamiento de residuos y depósito
38. Número de incineradoras
39. Volumen incinerado
40. Numero de vertederos
41. Volumen recibido por tipo de residuo
INDICADORES DE CALIDAD AMBIENTAL URBANA
Calidad del agua
Agua potable
42. Días al año que los estándares de agua potable exceden los de la Organización
Mundial de la Salud
Aguas superficiales
43. Concentración de O2 en las aguas superficiales
44. Número de días con pH entre 6 y 9
Calidad del aire
Periodo largo de SO2 +TSP
44. Concentraciones medias anuales
Concentración en periodo corto de O3, SO2,PST
45. Exceso sobre los valores guías de OMS de O3
46. Exceso sobre los valores guías de OMS de SO2
47. Exceso sobre los valores guías de OMS de Part. Susp. Totales
Calidad Sonora
Exposición al ruido (hab. por período de tiempo)
48. Exposición superior a 65 dB
49. Exposición superior a 75 dB
Seguridad de Trafico
Fatalidades y causas de accidentes de tráfico
50. Nº de personas muertas en accidente de tráfico por 10.000 hab.
51. Nº de personas heridas en accidente de tráfico por 10.000 hab.
Calidad de Vivienda
Superficie edificada por persona
52. m2 por persona
Accesibilidad a zonas verdes
Proximidad a áreas verdes urbanas
53. % personas que tienen a 15 minutos andando una zona verde urbana
Calidad de Vida Salvaje urbana
Número de especies de aves
54. Número de especies de aves
49
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
3.5. Instituto de Bruselas para
la Gestión del Medio Ambiente
De los estudios sobre indicadores ambientales
urbanos más importantes y menos conocidos es el
realizado por este Instituto, que establece en febrero
de 1.995 en su división de Planificación y Naturaleza,
la metodología y el establecimiento de criterios para
la obtención de una «tabla de abordo» de indicadores.
En el estudio se establece la problemática general de
los indicadores en función del equilibrio necesario de
estar enclavado en el sistema económico existente,
viable económicamente, y su exhaustividad en función de su tipo, cualidad, niveles de referencia, unidades, técnica aplicada mediante la organización de un
observatorio ambiental, etc.
Inicialmente se proponen 10 temas, caracterizados
por un indicador cada uno, permitiendo una primera
aproximación a las ciudades sostenibles europeas:
1. Medio Ambiente Sano:
• Número de días con calidad de aire buena
2. Verde Urbano:
• Número de personas que disponen de una zona
verde a menos de 5 minutos andando.
3. Recursos:
• Número de contenedores por tipo de residuos
4. Medio Edificado:
• % de superficie urbana ocupada por aparcamientos.
5. Economía Verde:
• Diversidad de empleos por sectores y tipos de
empresas
6. Vitalidad:
• Número de actividades culturales por año.
7. Participación pública:
• Número de personas que ejercen su derecho a
voto a nivel local
8. Justicia social:
• Número de personas que viven bajo el nivel de
pobreza.
9. Bienestar:
• Este criterio sintetiza la calidad de vida y no
puede ser definido por un indicador simple.
Una vez efectuado esa valoración los indicadores
son seleccionados en función de tres criterios:
50
1. Su presencia en estadísticas oficiales, validos
y publicados, y que se encuentren disponibles
2. Los datos presenten una continuidad en el tiempo y se puedan usar en una perspectiva tendencial.
3. La metodología aplicada se base en definiciones objetivas y claras.
El estudio llega a las siguientes conclusiones:
1. El indicador o indicadores dependen del modelo seleccionado («las cuestiones» que se elijan
como iniciales).
2. Los indicadores y los valores de referencia deben integrar las cuestiones económicas, sociales y ambientales, y que impliquen el establecimiento de una «nueva cultura común» entre
disciplinas.
También establece la necesidad de poner en marcha un proceso semejante al de Seattle, el establecimiento de una «tabla de abordo» para la modelización,
la creación de un observatorio ambiental urbano y un
grupo de trabajo internacional en conexión con la
Agencia Europea de Medio Ambiente.
El estudio termina con el listado temático de
indicadores estadísticos, por bloques, disponibles en
la región de la capital de Bruselas:
• Población
• Empleo
• Desempleo
• Población Activa
• Rentas y Gastos
• Salud
• Enseñanza y Cultura
• Producción y Empresas
• Energía
• Transportes, Telecomunicaciones y Turismo
• Gestión del territorio, bienes e inmuebles, medio ambiente
• Seguridad
• Finanzas públicas
Y con un listado global de indicadores (364
indicadores), por temas:
• Población (21 indicadores)
• Utilización de suelos (20 indicadores)
• Energía: Aprovisionamiento y Consumo (37
indicadores)
• Alimentación (3 indicadores)
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
• Contaminación atmosférica: Emisión de gases
de efecto invernadero con efecto directo e indirecto; Inmisión de gases de efecto invernadero con efecto directo e indirecto; Emisiones de
SOx; Emisiones de NOx; Emisiones de partículas; Emisiones de CO; Emisiones de hidrocarburos. (61 indicadores)
• Agua: Consumo; Tratamiento de depuración;
Calidad de aguas superficiales; Calidad de
aguas subterráneas. (21 indicadores)
• Acidificación: Precipitaciones ácidas (pH, sulfatos, nitratos)
• Metales Pesados: Plomo; Mercurio (6 indicadores)
• Consumo de Pesticidas
• Residuos: Por fuente; industriales y especiales;
urbanos; peligrosos; actividades de reciclaje;
tratamientos de eliminación (18 indicadores)
Tráfico/Desplazamientos/Movilidad:
• Infraestructuras de tráfico (10 indicadores)
• Gastos en infraestructuras (4 indicadores)
• Desplazamientos (12 indicadores)
• Repartición modal (2 indicadores)
• Movimientos en las circunvalaciones (2
indicadores)
• Volumen de tráfico (3indicadores)
Recursos naturales: utilización de recursos forestales
• Calidad de la vida silvestre en la ciudad (3 indicadores)
• Calidad acústica - exposición a ruidos (2 indicadores)
• Calidad de los equipamientos urbanos (8 indicadores)
• Vivienda (17 indicadores)
• Medida de la actividad económica (4 indicadores)
• Economía individual (4 indicadores)
• Empresas (11 indicadores)
• Estructuras socio-demográficas (2 indicadores)
• Empleo (15 indicadores)
• Desempleo (8 indicadores)
• Pobreza/Suicidios (4 indicadores)
• Salud (12 indicadores)
• Seguridad personal (7 indicadores)
• Criminalidad (5 indicadores)
• Capacidad adquisitiva en bienes y servicios (7
indicadores)
• Cultura/ocio (10 indicadores)
• Tiempo libre (9 indicadores)
• Enseñanza/Formación de capital humano (16
indicadores)
• Gasto público:
1. Gasto público en programas de empleo
2. Gasto público en desempleo
3. Gasto público en seguridad social
4. Gasto público en enseñanza superior
5. Gasto público por estudiante en enseñanza superior
6. Gasto público en enseñanza
7. Gasto público en medidas anti-contaminantes
8. Gasto público en transporte público
• Información /Comunicación:
1. Receptores de radio
2. Receptores de TV
3. Visitas a museos
4. Visitas a cines
5. Inscritos en bibliotecas
6. Tirada de periódicos
7. Teléfonos
• Opinión Pública:
1. Medio ambiente local
2. Medio ambiente nacional y mundial
3.6. Organización Mundial de
la Salud (OMS)
La Organización Mundial para la salud (OMS) estableció en 1.996 en la Oficina Regional Europea de
Copenhague, los indicadores de ciudades saludables,
dentro del Programa «Salud para Todos en el 2000».
Se contemplan cuatro apartados:
• Salud (3 indicadores)
• Servicios sanitarios (11 indicadores)
• Medio ambiente (19 indicadores)
• Socioeconómico (20 indicadores)
En total se establecen 53 indicadores.
El estudio realiza un análisis de 47 ciudades de 24
países comunitarios y no comunitarios. De España se
incluyen: Sevilla, Madrid y Barcelona.
51
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
El análisis centra su importancia en la forma que
son comprendidos por los distintos países, la disponibilidad del dato, la fiabilidad y la validez de la información suministrada y la posibilidad de comparaciones internacionales.
El proceso llevaba asociado una validación del indicador mediante varios criterios:
1. ¿Usa el indicador mediciones estándares según una definición clara y especifica del mismo y sus unidades?
2. ¿Son las definiciones usadas y las unidades
comparables con estándares internacionales
aceptados o con prácticas normalizadas?
3. ¿Está el indicador conforme a un protocolo
de medida aceptado internacionalmente?
4. ¿Es la definición culturalmente relevante?
5. ¿Se ha usado la definición más apropiada?.
6. ¿Es la definición estable en el tiempo?.
7. ¿Se puede obtener fácilmente la información?
8. ¿Son los datos obtenidos suficientes para permitir un estudio de comparaciones futuras?.
9. ¿Es el indicador fácilmente interpretable?.
10. ¿El indicador incide sobre los objetivos?.
11. ¿Cómo de completos son los datos generados por el indicador?.
12. ¿Están los datos actualizados?.
13. ¿El indicador representa una influencia importante sobre el tema estudiado?.
14. ¿Puede el indicador ser comparado a través
de culturas y distintas nacionalidades?.
En cuanto a los 19 indicadores ambientales, la lista es la siguiente:
• Contaminación atmosférica
• Calidad microbiológica de las aguas de abastecimiento
• Calidad química de las aguas de abastecimiento
• Porcentaje de agua reciclada procedente de
aguas residuales
• Indice de calidad de tratamiento de R.S.U.
• Indicador de calidad del sistema de recogida
de R.S.U.
• Indicador de nivel de contaminación percibido
por la población
• Cantidad de agua potable usada por hab. y día
• Relación superficial de espacios verdes en la
ciudad
52
• Acceso público a espacios verdes
• Áreas industriales abandonadas
• Deporte y ocio
• Calles peatonales
• Carriles bici
• Transportes públicos
• Transportes públicos que cubren la ciudad
• Espacio edificado
• Confort e higiene
• Servicios de emergencia ambiental
Hay que destacar que las definiciones de cada uno
de ellos debe ser precisada y adecuadamente interpretada para conseguir aumentar la sostenibilidad de las
ciudades. El estudio centra sus conclusiones en la necesidad de estimular grupos técnicos y de coordinación facilitando mecanismos de retroalimentación para
la mejora de dichos indicadores. Mejorando la discusión e intercambio con otras entidades internacionales
y creando grupos de comunidad local. Como conclusión del estudio se resalta que los indicadores más utilizados serán aquellos que, por sentido común, su interpretación no sea compleja, y sean relevantes para la
salud y fáciles de obtener a nivel local.
3.7. Indicadores de referencia
de la Auditoría Urbana
(Comisión Europea. DG. XVI)
La Auditoría Urbana trata de obtener información
comparable sobre el estado de las ciudades europeas.
Para ello se proponen 33 indicadores de cinco ámbitos: aspectos socioeconómicos, participación, educación y formación, medio ambiente, y cultura y ocio. El
proceso, promovido por la D.G. de Política Regional y
Cohesión, está en pleno desarrollo y sus resultados,
las auditorías de las ciudades seleccionadas, así como
un manual para su implementación en las demás, serán publicados próximamente.
Aspectos socioeconómicos
1. Población total. Distribución por sexo y edad.
2. Estructura familiar.
3. PNB per cápita.
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
Ingresos familiares y disparidades entre rentas.
Población viviendo por debajo de la línea de
la pobreza (definición nacional).
Número de personas sin hogar.
Número de personas dependientes de la seguridad social.
Coste de la vivienda: alquileres comparados
con ingresos.
Ratio de propietarios/inquilinos.
Ratio de no nacionales, residentes o emigrantes, EU y no ciudadanos EU.
Esperanza de vida al nacer.
Ratio de delitos.
Estructura de población activa asalariada por
industria/sector.
Tasa de empleo como porcentaje de la población total.
Tasa de crecimiento de empleo.
Número de desempleados e inactivos.
Nivel de participación de la mujer en el mercado de trabajo.
28. Patrones de transporte (viajes de pasajeros),
transporte publico y privado.
29. Proporción de espacios verdes.
30. Densidad de población.
Cultura y ocio
31. Número de películas mostradas en cines y
de actuaciones de teatro al año.
32. Número de museos y número de visitantes
al año.
33. Número de infraestructuras deportivas.
3.8. Indicadores de
Sostenibilidad de
Vitoria-Gasteiz (España)
La Agenda 21 de Vitoria-Gasteiz (aprobada en Julio de 1998) define el modelo de desarrollo sostenible
de la ciudad a partir de un conjunto de indicadores
agrupados en una serie de temas. Estos indicadores
son utilizados para verificar los progresos realizados
en el marco de la Agenda Local 21 de la ciudad, (ver
cuadro en la siguiente página).
Participación ciudadana
18. Ratio de participación en las últimas elecciones municipales.
19. Proporción de residentes no cualificados para
votar.
20. Número de mujeres entre los representantes
locales electos.
3.9. Asociación Finlandesa de
Autoridades Locales
Niveles de Educación y Formación
21. Ratio de abandono de estudios primarios y
secundarios.
22. Nivel de educación de la población, desglosada por sexo.
23. Cercanía a universidades y/o centros de educación superior.
24. Ratio de cobertura o provisión de guarderías.
En Finlandia, la Asociación de Autoridades Locales
integrada por 455 municipios (incluido Helsinki), ha
formulado una lista de 32 indicadores ambientales en
áreas urbanas.
El listado incluye los indicadores en función de los
siguientes parámetros:
• Aire
• Agua
• Suelo
• Biodiversidad
• Consumo y producción de Energía
• Ruidos
• Residuos Sólidos
Medio Ambiente
25. Calidad del aire y del agua y nivel de ruido en
términos de los estándares comunitarios.
26. Consumo de energía y agua.
27. Reutilización de residuos sólidos y líquidos.
53
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
Indicadores de la Agenda 21 de Vitoria-Gasteiz
Temas de interés ciudadano
Contaminación urbana
Indicadores de Sostenibilidad
1. Número de días al año en que se registran calidades de aire “regular” y/
o “mala”.
2. Número de veces al año que se supera el umbral de información a la
población para el Ozono.
3. Población expuesta durante las horas diurnas a niveles de ruidos superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Tráfico y transporte
4. Número de viajeros que utilizan el autobús urbano.
5. Número de vehículos que circulan diariamente por las principales calles
de acceso al centro de la ciudad.
6. Consumo doméstico de agua por habitante y día.
Agua
7. Porcentaje de agua que se recicla.
8. Proporción de carga orgánica aportada al río Zadorra por la ciudad.
Energía
9. Consumo doméstico de gas y electricidad por habitante y año.
10. Número de conexiones a la red de gas natural.
Industria
11. Número de empresas de la ciudad que han conseguido el certificado
de gestión ambiental.
Residuos
12. Peso de residuos domésticos producidos por habitante y año.
13. Porcentaje de residuos reciclados frente a los producidos.
Urbanismo
14. Número de licencias concedidas para la rehabilitación de viviendas.
15. Porcentaje de la población que tiene acceso a pie (1 km) a los servicios básicos.
16. Número de edificios que han conseguido el certificado de eficiencia
energética.
Naturaleza y biodiversidad
17. Número de especies de aves acuáticas reproductoras existentes en
el Municipio.
18. Superficie (m2) de áreas degradadas recuperadas.
19. Superficie de terrenos agrícolas que se acogen a algún programa de
prácticas agrícolas ambientales.
Salud y riesgos ambientales
20. Porcentaje de fumadores.
Información, educación y
21. Número de consultas de información ambiental registradas en los Servi-
participación ciudadana
cios de Información Municipales.
22. Porcentaje de la población escolar que accede a programas de educación ambiental organizados por el Ayuntamiento.
54
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
Aire
Emisión total de SO2
Emisión total de NOx
Nivel de SO2
Nivel de partículas en suspensión
Nivel de CO
Arboles cubiertos con líquenes
Agujas perdidas en pinos y estructuras forestales
Concentración de sulfuros en agujas
Concentración de impurezas en musgos
Agua
DBO en tomas de muestras
Sólidos en suspensión de las muestras
Fosfatos de las muestras
Nitrógeno de las muestras
Consumo de agua por persona
Calidad de las aguas subterráneas
Suelo
Limpieza de tierras en extracciones después de la extracción
Suelos contaminados
Metales pesados
Biodiversidad
Especies amenazadas
Edad de los bosques
Cantidad de especies y parejas de aves en nidos
Implementación de programas de protección de la naturaleza
Energía
Consumo doméstico de electricidad
Consumo energético de edificios de propiedad municipal
Producción de energía a partir de fuentes renovables
Ruidos
Ruido producido por el tráfico
Residuos
Cantidad y calidad de residuos
Cantidad y calidad de residuos peligrosos
Reciclaje de residuos
Fuente: Ayto. de Vitoria (Gasteiz).
3.10. Calidad Ambiental en
Ciudades Japonesas
Desde finales de los 80 varios gobiernos locales
japoneses desarrollan diversos índices de calidad ambiental. Éstos están siendo utilizados por las administraciones para establecer los presupuestos para las
políticas ambientales y evaluar las mejoras consegui-
das. Básicamente cuatro tipos de índices han sido desarrollados:
• Fuente de Utilización de indicadores de validez
(RUSI)
• Indice de Eco-vida (ELI)
• Indice de Auto conservación y Auto-recuperación ambiental (ECRI)
• Indicador externo de carga ambiental (OELI)
Ejemplo de ello es el RUSI:
55
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
Indicadores de Calidad ambiental Urbana (Japón)
Utilización de fuentes de agua
Eficiencia
Esfuerzo Ecológico
Utilización de Energía
Eficiencia
Esfuerzo Ecológico
Utilización de fuentes renovables
Eficiencia
Esfuerzo ecológico
Consumo de agua potable
Consumo de agua industrial
Consumo de agua reciclada
Numero de instalaciones de captación de agua de lluvia
Consumo eléctrico
Venta de gasolina
Distritos con calefacción y refrigeración
Edificios de cogeneración
Sistemas solares de calefacción
Productos primarios agrícolas
Productos industriales
Edificaciones
Residuos municipales
Ratio de reciclaje de residuos municipales
3.11. Indicadores de Seattle
Sostenible (Washington, EEUU)
Uno de los proyectos, que en su momento, tuvo
mayor repercusión mundial al ser pionero del proceso
de toma de decisiones en el tema de los indicadores
fue el Foro Cívico y Trabajo Voluntario de «Seattle Sostenible». Fundado en 1991 con el deseo de aumentar la
vitalidad cultural, económica, ambiental y social, lo primero que desarrollaron fue un set de indicadores mediante un amplio proceso participativo junto a la opinión
de expertos. Se seleccionaron 99 indicadores iniciales
y posteriormente el set quedó reducido a 40. Como
resultado final se elaboró una estrategia de actuación
que está en funcionamiento y revisión permanente.
3.12. Visión 2020 para
Hamilton-Wentworth
(Ontario, Canadá)
Una serie de programas y acciones han sido planeadas y desarrolladas en Hamilton-Wentworth. Des-
56
de 1990, el proyecto conocido como «Señalización
del camino: visión 2020» ha seleccionado 27
indicadores de una lista potencial de 80. El proyecto cuenta con un equipo multidisciplinar que incluye
representantes del departamento de planificación regional, de servicios ambientales y de salud, la Universidad de McMaster y el ICLEI.
Una vez celebrada una puesta en común de todos los sectores sociales y del equipo multidisciplinar,
se elaboró un libro de trabajo interactivo que se repartió por la ciudadanía para recoger propuestas y
críticas de los indicadores. Posteriormente, se eligieron los 27 indicadores que a continuación se relatan, y que han sido usados para formular principios
políticos y determinar prioridades de actuación.
Cada indicador lleva asociado:
• Un gráfico en las unidades adecuadas
• Descripción del indicador
• Objetivo
• Qué se está haciendo
• Limitaciones del indicador
• Qué puede hacer la comunidad para perfeccionar el indicador
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
Una comunidad sostenible: Seattle
MEDIO AMBIENTE
Salmones salvajes que circulan a lo largo de los canales locales
Biodiversidad en la región
Numero de días con buena calidad del aire por año
Cantidad de suelo útil perdido
Acres de zonas húmedas que quedan
Porcentaje de calles peatonales
POBLACION Y RECURSOS
Población total y ratio de crecimiento anual
Galones de agua consumida por persona
Toneladas de residuos sólidos generados y reciclados por persona y año
Millas recorridas en coche por persona y consumo de gasolina por persona
Energía renovable y no renovable consumida por persona.
Acres de tierra por persona y uso de ésta (residencial, comercial, espacios abiertos, transportes...)
Cantidad de alimentos exportados e importados
Uso de salas de urgencia por casos de no emergencia
ECONOMIA
Porcentaje de empleos concentrados en los 10 empleos más comunes de la ciudad
Horas de empleo pagadas en sueldos para el soporte de necesidades básicas
Desempleo real, incluidos trabajadores infrautilizados, por diferenciación étnica y de edad
Ratio de cantidades ahorradas por casa
Dependencia en fuentes locales o renovables en la economía
Porcentaje de niños que viven en la pobreza
Intervalo de tiempo para montar una casa
Gastos en cuidados sanitarios por persona
CULTURA Y SOCIEDAD
Porcentaje de recién nacidos con bajo peso por etnias
Diversidad étnica del profesorado en letras para enseñanza primaria y secundaria
Porcentaje de padres y tutores que están involucrados en actividades extra-escolares
Ratio de delincuencia juvenil
Porcentaje de jóvenes que participan en algún servicio comunitario
Porcentaje de estudiantes que se gradúan por etnia, género y nivel económico
Porcentaje de población que votan en las elecciones locales
Ratio de adultos con capacidad de leer y escribir
Cantidad de vecinos que conocen a los responsables del proyecto por su nombre
Tratamiento equitativo en el sistema de justicia
Ratio de gasto de dinero en prevención, tratamientos de alcohol y droga
Porcentaje de población con jardines
Ratio de uso de bibliotecas y centros de la comunidad
Participación pública en temas de cultura
Porcentaje de adultos voluntarios en servicios de la comunidad
Sentido individual del bienestar
57
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
3.13. Cantón de Ginebra
(Suiza)
ÁREAS NATURALES Y CORREDORES
Longitud total de caminos para paseos o caminatas
% Áreas Naturales Protegidas
FUENTES DE AGUA
Descarga de sólidos suspendidos en aguas contaminadas en el puerto marítimo
Consumo de agua en todos los usos (residencial, comercial, industrial,..)
Número de playas abiertas en los días de baño
Cantidad de sal usada en las carreteras en los días de
nevada
CALIDAD DEL AIRE
Número de buenos o muy buenos días de calidad de
aire por año
Número de quejas sobre la calidad del aire por año
RESIDUOS
Espacio usado anualmente por los residuos
Usuarios anuales de depósitos de residuos peligrosos
ENERGIA
Consumo de electricidad anual en el hogar
URBANISMO
% de oficinas vacías en el centro de la ciudad
% de edificios protegidos
TRANSPORTE
Tránsito anual de recorridos por persona en coche particular
Kilómetros de carril-bici
SALUD Y BIENESTAR
% de población que recibe asistencia de los servicios
sociales
% de recién nacidos con bajo peso
Solicitudes anuales de casas sociales
Ratio de hospitalización de mayores de 65 años por
caídas
Solicitud de libros en bibliotecas por joven
Ratio de criminalidad
AUTORIDAD DE LA COMUNIDAD
% votantes en las elecciones municipales
Solicitudes presentadas para centros de voluntarios
SUSTENTO
% de demandantes de empleo con educación post-secundaria
% población mayor de 15 años con empleo a tiempo
completo
AGRICULTURA
Superficie anual cultivada
Recalificación de suelo de rural a urbano al año
Un estudio sobre los componentes del medio ambiente urbano en el Cantón de Ginebra de 1.993 fue
realizado para facilitar la labor a los gestores, estableciéndose la relación entre las seis actividades principales (construcción, transporte, energía, residuos, agricultura y los componentes de la economía local) y los
seis impactos principales asociados (aire, agua, tierra,
naturaleza, paisaje, ruidos y altos riesgos).
El estudio identificó 120 indicadores, de los cuales
75 fueron seleccionados agrupándose en 2 grupos:
• Un grupo de 31 indicadores se tomaron como
orientadores de la calidad ambiental del cantón, relativos a bajas condiciones ambientales
o posibles deficiencias en el futuro cercano.
• Otros 44 indicadores fueron tomados como
orientadores de actuación para las autoridades
públicas locales.
El proceso continuó con la elaboración de 12 estrategias y actuaciones prioritarias en temas, como:
• Contaminación atmosférica producidas por el
tráfico
• Ruidos procedentes de carreteras y tren
• Contaminación de aguas y ríos
• Impactos de la agricultura y de los distintos tipos de uso del suelo.
Posteriormente, en 1.995, el proceso continuó con
la selección de indicadores para la salud para reducir
los riesgos en temas de salud y población.
3.14. Indicadores Ambientales
para Melbourne (Australia)
El proyecto se estableció para seleccionar un set
de indicadores que permitieran chequear el estado del
medio ambiente urbano de la ciudad de Melbourne,
especialmente los efectos que habían tenido los cambios en el uso del suelo y los cambios de comportamiento de la población. El primer paso fue la formulación de una lista de indicadores. El segundo, la identificación de potenciales fuentes de información y da-
Fuente: Vision 2020 (Ontario, Canadá)
58
Indicadores de Medio Ambiente Urbano utilizados a nivel internacional
3.15. Breves conclusiones
tos. El tercero, la evaluación de las distintas opciones
en función del objetivo.
El proceso contó con tres requerimientos básicos:
• Los indicadores deben contar con los principios
de bienestar y salud del ciudadano y con los
efectos de presión de estos sobre el medio y
las condiciones de éste.
• La información obtenida debe ayudar a los gestores y planificadores de sectores específicos
de forma no ambigua.
• Las aspiraciones sociales y sus metas deben
ser tenidas en cuenta.
El proceso continuó con la selección de indicadores,
una vez consultados los sectores industrial y de servicios, consumidores, ecologistas, administraciones,
gobierno local e investigadores. Cada indicador fue incluido en alguno de los siguientes temas: transporte,
mejora de la calidad ambiental, atmósfera, agua, vegetación, espacios abiertos, energía, gestión de residuos,
fauna, efectos sociales, microclimas y estética.
En resumen se puede decir sin ánimo a equivocarse, que actualmente no existe una interpretación común y operativa de lo que significa el desarrollo sostenible y de los diversos objetivos y formas de medirlo
en el desarrollo de políticas urbanas ambientales. Los
indicadores de sostenibilidad urbana están determinados mayoritariamente por indicadores ambientales
propiamente dichos y complementados, según los
casos, con indicadores de viviendas, salud, energía,
económicos, demográficos básicos y sociales. Resulta necesario por tanto un desarrollo de la integración
de estos, con un equilibrio científico y social para
hacer factible la medida de la sostenibilidad.
Gráficamente puede expresarse la calidad de datos (buenos, pobres o muy pobres) existente a escala
urbana, especialmente en el entorno europeo:
Indicadores
Calidad de Datos
Diseño Urbano
Población
Área
Uso del suelo
Movilidad
Infraestructura
Flujos Urbanos
Consumo de Energía
Consumo de agua
Aguas residuales
Materiales
Residuos
Calidad Ambiental Urbana
Calidad de Aire
Calidad de Agua
Áreas Verdes
Calidad sonora
Calidad de vivienda
Seguridad Vial
• Bueno
• Pobre
Disponibilidad
Exactitud
Fiabilidad
Discrepancia
Comparabilidad
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
• Muy pobre
Fuente: Informe Dobris (1995).
59
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
4. Calidad del medio
urbano en municipios
de Cádiz y Málaga
En base a la información estadística elaborada por
el Instituto de Estadística de Andalucía y la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, procedemos a un primer intento de determinar la calidad ambiental, base para posteriores análisis de la
sostenibilidad, de una selección de municipios de Cádiz
y Málaga24 . Se trata simplemente de un ejercicio demostrativo de la versatilidad de un sistema de
indicadores, a partir del cual podríamos seleccionar
los indicadores más importantes a la hora de especificar la información relevante para estimar la calidad
ambiental o el grado de implementación de las pautas sostenibles en las ciudades andaluzas.
4.1. Fuentes de información
y selección de municipios
Hemos de partir de la inexistencia de una base de
datos que sistematice con criterios estadísticos la información ambiental existente a nivel urbano. Cada
municipio maneja sus propias estadísticas, las cuales
muchas veces son elaboradas desde las Diputaciones Provinciales, sin que exista una coordinación efectiva para su puesta en común. Esta dificultad es la que
se encuentran los investigadores y técnicos de los organismos autonómicos a la hora de elaborar informes
y análisis sobre la realidad ambiental andaluza.
Ante este hecho, resulta necesario apoyar los esfuerzos existentes en materia de información en el
ámbito del medio ambiente urbano y la sostenibilidad.
Las dos iniciativas existentes son: el Sistema de Información Municipal de Andalucía (SIMA) del Instituto de
Estadística de Andalucía, que proporciona una gran
cantidad de información socioeconómica y territorial
a varios niveles, incluido el municipal; y el Sistema de
Información Ambiental de Andalucía (SINAMBA), elaborado por la Consejería de Medio Ambiente, que abarca bases de datos geo-referenciadas, información gráfica e información obtenida por medio de la
teledetección. La integración de ambas iniciativas,
como ha de ocurrir siempre en materia de información estadística, está llamada a ser la pieza clave para
la elaboración de análisis orientados, entre otros muchos usos, hacia la política de desarrollo urbano.
El presente análisis sólo persigue el objetivo de
ser demostrativo, no realizando por tanto un diagnóstico exhaustivo de la realidad ambiental de tales municipios. Bajo tal premisa, no justificamos la selección
inicial de información, seleccionando una serie de variables de las que se disponen de dominio público en
los dos sistemas de información estadística comentados: SIMA y SINAMBA.
El SIMA recoge en materia de medio ambiente a
nivel provincial los siguientes aspectos:
• Territorio.
• Hidroclimatología.
• Infraestructuras hidráulicas.
• Riesgos naturales y erosión.
• Contaminación.
• Programas de salud ambiental.
• Vegetación.
• Protección de la naturaleza.
24 Se han elegido los municipios de más de 50.000 habitantes de
dos provincias fronterizas como Cádiz y Málaga, donde podemos encontrar una gran variedad de problemáticas ambientales urbanas derivadas del crecimiento demográfico, el desarrollo industrial o el turístico.
61
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
En cambio, cuando se trata de buscar información
medioambiental en el ámbito municipal la información
proporcionada por el SIMA es muy limitada en comparación con la información socioeconómica disponible.
Por otra parte, el SINAMBA cuenta con cinco grandes unidades temáticas:
• Recursos naturales.
• Sistemas productivos y modo de vida.
• Calidad ambiental.
• Espacios protegidos.
• Planificación ambiental.
La unidad temática de calidad ambiental incluye información sobre la calidad del aire, calidad de las aguas,
generación de residuos y consumo de energía. Toda
esta información es muy útil para un estudio del medio
ambiente urbano, pero se detectan dos deficiencias:
• La información disponible sobre parámetros
como emisiones a la atmósfera o niveles sonoros no es homogénea para todos los municipios.
• No se dispone de información de naturaleza propiamente urbana o municipal tales como superficie y tipos de zonas verdes, fauna y flora urbanas o disposición de la trama verde en la ciudad.
Para nuestro estudio se han considerado un total
de 65 variables agrupadas en 3 grandes apartados:
indicadores físico-ambientales, indicadores socio-económicos (población, sociedad, economía y hacienda),
e indicadores de medio urbano25 . La tabla 4.1 muestra estas variables.
Hemos seleccionado las provincias de Cádiz y
Málaga como objetivo de este análisis. Dada la dificultad para encontrar variables medioambientales de las
que se dispusieran valores para todos los municipios,
el estudio se ha restringido a los municipios de más
de 50.000 habitantes:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Málaga (Málaga)
Marbella (Málaga)
San Fernando (Cádiz)
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
Vélez-Málaga (Málaga)
4.2. Descripción
medioambiental de
municipios de Cádiz y Málaga
En las Tablas 4.2. y 4.3. se recogen los valores de
cada variable para los municipios considerados de las
provincias de Cádiz y Málaga.
Algeciras (Cádiz)
Cádiz (Cádiz)
Chiclana (Cádiz)
Puerto de Santa María (Cádiz)
Jerez de la Frontera (Cádiz)
La Línea de la Concepción (Cádiz)
25 Dada la falta de datos, muchos de los indicadores utilizados son de elaboración propia en base a estudios previos del Grupo de
Investigación sobre Medio Ambiente Urbano en materia de indicadores urbanos en Andalucía: EcUrbAn. (Salvo, 1996).
62
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
Tabla 4.1. Variables consideradas.
•
•
•
•
Extensión superficial
Distancia a la capital provincia
Altitud sobre el nivel del mar
(*) Temperatura mínima absoluta
•
•
•
•
(*) Temperatura mínima
(*) Temperatura máxima
(*) Temperatura máxima absoluta
(*) Humedad relativa
POBLACIÓN
•
•
•
•
•
•
Población de derecho total
Población de derecho. Varones
Población de derecho. Mujeres
Número de emigrantes
Número de inmigrantes
Densidad de población
•
•
•
•
Nacidos vivos
Fallecidos
Matrimonios
Tasa de crecimiento anual medio
SOCIEDAD
• Centros de enseñanza básica
• Centros de enseñanza secundaria/
media
• Centros de enseñanza media profesional
• Centros de salud
• Consultorios
• Total de viviendas familiares
•
•
•
•
•
•
•
Viviendas familiares principales
Viviendas familiares secundarias
Coeficiente de ocupación del núcleo
Edificios totales
Edificios no destinados a vivienda
Número de farmacias
Número de bibliotecas públicas
ECONOMÍA
• Superficie de las explotaciones
• Número de explot. agrarias
• Inversiones realizadas (Registro Industrial)
• Paro registrado
• Población activa
• Población ocupada
• Población parada
• Número de oficinas bancarias
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Consumo de energía eléctrica
Número de líneas telefónicas
Número de restaurantes
Número de hoteles
Camas públicas
Número de vehículos turismos
Autorizaciones de transporte: Taxis
Autoriz. de transporte de mercancías
Autorizaciones de transporte: Viajeros
HACIENDA
•
•
•
•
Número de declaraciones
Rentas del Trabajo
Rentas de activ. Profesionales
Rentas de activ. Empresariales
•
•
•
•
Otro tipo de rentas
Renta neta media declarada
Número de licencias empresarial
Número de licencias profesional
•
•
•
•
Coeficiente generación residuos
Inmisiones atmosféricas
Déficit abastecimiento de aguas
(*) Zonas verdes m2/hab
•
•
•
•
INDICADORES FÍSICO-AMBIENTALES
INDICADORES
SOCIECONÓMICOS
INDICADORES DE MEDIO URBANO
Fuente: SIMA, IEA y elaboración propia (*).
63
(*) Erosión
(*) Ruidos
(*) Ruido de fondo nocturno
(*) % población con exposición probable de > 60 dB
• (*) Isla de Calor Urbana
Extensión superficial (km2)
Extensión superficial (km2)
Distancia a la capital provincial (km)
Altitud sobre el nivel del mar (m)
Temperatura mínima absoluta (mes más frío)
Temperatura mínima (media anual)
Temperatura máxima (media anual)
Temperatura máxima absoluta (mes más cálido)
Humedad relativa (media anual)
Población de derecho total (habitantes)
Población de derecho Varones (habitantes)
Población de derecho Mujeres (habitantes)
Número de emigrantes (personas)
Número de inmigrantes (personas)
Densidad de población (habitanes/km2)
Nº nacidos vivos, por residencia materna
Nº fallecidos por lugar de residencia
Nº de matrimonios por lugar donde fijan la residencia
Tasa de crecimiento anual medio
Centros de enseñanza básica
Centros de enseñanza secun./media no profesional
Centros de enseñanza media profesional
Centros de salud
Consultorios
Total de viviendas familiares
Viviendas familiares principales
Viviendas familiares secundarias
Edificios totales
Edificios no destinados a vivienda
Nº de farmacias
Nº de bibliotecas públicas municipales
Superficie de las explotaciones agrarias
Nº de explotaciones agrarias
Variables
85,1
85,1
120
22
2,9
13,38
20,82
34,8
75
101.907
50.108
51.799
1.522
1.353
1.197
1.042
743
547
1
38
9
10
2
3
34.218
27.574
2.810
14994
966
43
2
7.167
82
Algeciras
14,2
14,2
0
69
4,5
14,85
21,06
34,7
70
145.595
70.051
75.544
3.140
1.267
10.239
1.264
1.295
526
-12
41
18
16
3
4
50.582
43.129
3.678
5619
665
61
1
0
0
Cádiz
159,4
159,4
21
15
2,4
13,95
22,02
36,3
65
72.460
36.284
36.176
1.110
1.337
455
936
427
377
20
30
10
4
1
1
29.329
16.804
8.476
11058
775
35
1
8.265
549
Santa María
la Frontera
205,3
205,3
22
10
2,4
13,95
22,02
36,3
55
53.001
26.899
26.102
633
1.432
258
728
247
352
25
21
4
2
1
1
22.766
11.460
10.065
17537
723
15
1
11.755
1.117
El Puerto de
Chiclana de
1.389,40
1.389,40
37
98
-0,5
11,26
23,45
39
65
182269
89.096
93.173
2.597
1.564
131
2.105
1.177
976
-1
83
13
13
4
6
57.392
47.984
2.581
22939
2329
75
6
119.004
2.242
la Frontera
Jerez de
MUNICIPIOS
Tabla 4.2. Valores de las variables consideradas para los municipios de la provincia de Cádiz.
La Línea de
18,6
18,6
134
5
2,9
13,38
20,82
34,8
75
59.293
28.749
30.544
1.060
711
3.181
734
520
293
3
23
5
4
1
2
20.062
16.102
1.372
10785
1128
26
1
1.265
197
la Concepción
35,2
35,2
14
43
2,4
13,95
22,02
36,3
70
85.882
42.429
43.453
1.864
1.594
2.438
1.081
562
503
1
30
8
5
1
2
25.144
22.364
835
7302
693
29
2
76
49
San Fernando
171
171
63
20
4,5
14,85
21,06
34,7
70
61.088
30.617
30.471
375
389
356
781
349
240
17
19
3
4
2
2
18.757
13.914
3.032
10939
992
18
1
11.375
2.255
Barrameda
Sanlúcar de
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
64
65
1.152.080
13.557
56.541
40.848
15.943
129
295.843
48.897
61
9
957
40.232
254
1.056
410
49.172
101.634.478
3.815.747
4.942.081
4.539.819
2.337.349
6.400
1.608
1,04
1
0,69
0
63,8
48,02
93,1
6,37
4
2,66
10,01
66,3
43,36
94,87
6,03
Cádiz
217.006
8.676
35.307
26.199
9.444
72
207.948
31.303
52
10
330
34.095
209
1.174
271
29.884
59.490.033
2.077.344
4.107.629
1.552.966
2.249.631
4.545
739
0,86
Algeciras
Fuente: SIMA (IEA), SINAMBA (CMA) y elaboración propia.
Inversiones realizadas en el Registro Industrial
Paro registrado
Población activa
Población ocupada
Población parada
Nº de oficinas bancarias
Consumo de energía eléctrica
Nº de líneas telefónicas
Nº de restaurantes
Nº de hoteles
Nº de camas públicas 1994
Nº de vehículos turismos
Nº de autorizaciones de transporte: taxis
Nº de autorizaciones de transporte: mercancías
Nº de autorizaciones de transporte: Viajeros
Nº de declaraciones
Rentas del Trabajo
Rentas de actividades profesionales
Rentas de actividades empresariales
Otro tipo de rentas
Renta neta media declarada
Nº de licencias empresariales
Nº de licencias profesionales
Coeficiente de Generación de RSU (Kg/hab/día)
Inmisiones atmosféricas (días con atmósfera
calificada como Regular-Mala-Muy Mala)
Zonas verdes (m2/hab)
Erosión elevada y muy elevada 1987
Ruidos (Niv. Cont. Equi. 24 Hr)
Ruido de Fondo Nocturno
% Población con alta probabilidad de exposición a
ruidos de > 60 dB
Isla de Calor Urbana (MAX)
Variables
88,24
5,42
0
0,75
18,09
64,7
32,12
70
5,69
5
0,78
2,34
62,3
41,14
781.409
6.838
23.452
15.856
7.737
47
169.371
23.783
50
8
0
22.208
81
778
134
20.990
1.568.854
41.082.316
2.244.533
1.846.820
3.428
2.614.757
575
1,04
Santa María
la Frontera
1.878.624
229
15.428
10.899
4.735
27
88.737
15.262
29
5
0
13.729
32
985
56
13.727
21.646.055
845.722
2.199.371
-34.519
1.796.214
2.594
341
0,6
El Puerto de
Chiclana de
86,49
6,56
0
1,21
32,79
63,7
37,63
2.711.945
12.496
67.339
44.106
23.705
138
414.044
52.160
51
19
584
59.310
191
2.510
342
53.204
91.494.807
3.422.050
7.564.531
3464428
1.991.313
8.409
1.377
1,04
la Frontera
Jerez de
MUNICIPIOS
La Línea de
72,3
5,58
13
3,31
0,16
68,5
50,83
188.989
5.037
21.388
13.504
8.149
31
71.259
15.110
23
4
186
17.943
95
352
135
13.565
23.715.110
543.177
2.069.505
831.061
2.002.127
2.409
293
0,86
la Concepción
88
5,88
0
3,5
0
63,8
35,44
87.553
7.164
28.075
19.683
8.592
47
136.872
23.913
23
3
413
22.790
77
499
151
26.242
52.779.401
1.153.679
2.443.754
454.652
2.165.669
2.850
571
0,88
San Fernando
88,24
5,55
2
1,5
11,98
64,7
32,12
531.065
5.019
18.781
12.012
7.020
33
79.774
12.453
12
5
0
13.264
44
629
99
12.455
16.697.505
678.020
2.070.491
793.384
1.625.002
2.762
287
1,04
Barrameda
Sanlúcar de
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
Tabla 4.3. Valores de las variables consideradas para los municipios de la provincia de Málaga.
MUNICIPIOS
Variables
Extensión superficial (km2)
Distancia a la capital provincial (km)
Altitud sobre el nivel del mar (m)
Temperatura mínima absoluta (mes más frío)
Temperatura mínima (media anual)
Temperatura máxima (media anual)
Temperatura máxima absoluta (mes más cálido)
Humedad relativa (media anual)
Población de derecho total (habitantes)
Población de derecho Varones (habitantes)
Población de derecho Mujeres (habitantes)
Número de emigrantes (personas)
Número de inmigrantes (personas)
Densidad de población (habitanes/km2)
Nº nacidos vivos, por residencia materna
Nº fallecidos por lugar de residencia
Nº de matrimonios por lugar donde fijan la residencia
Tasa de crecimiento anual medio
Centros de enseñanza básica
Centros de enseñanza secun./media no profesional
Centros de enseñanza media profesional
Centros de salud
Consultorios
Total de viviendas familiares
Viviendas familiares principales
Viviendas familiares secundarias
Edificios totales
Edificios no destinados a vivienda
Nº de farmacias
Nº de bibliotecas públicas municipales
Superficie de las explotaciones agrarias
Nº de explotaciones agrarias
Inversiones realizadas en el Registro Industrial
Paro registrado
Población activa
Población ocupada
Población parada
Nº de oficinas bancarias
Consumo de energía eléctrica
Nº de líneas telefónicas
Nº de restaurantes
Nº de hoteles
Nº de camas públicas 1994
66
Málaga
Marbella
Vélez-Málaga
393,9
0
11
4,3
14,69
22,26
37,4
65
549.135
263864
285271
8202
5061
1394
5244
4221
2588
10
199
54
32
12
12
184667
151247
12669
47340
6115
263
19
28785
1884
3364236
43775
203341
144906
59536
351
1094959
179487
368
20
2002
116,3
58
19
5,7
14,13
20,24
32,8
65
98.823
48.698
50.125
1.371
2.593
850
892
488
364
41
35
9
3
3
0
49.362
24.785
12.043
17701
1285
23
4
4.970
359
473.523
5.273
33.515
25.402
8.399
111
353.096
44.153
415
30
133
157,8
35
67
3,7
13,48
23,3
37,1
50
53.071
26.392
26.679
665
906
336
654
448
300
8
27
4
2
3
4
29.319
13.982
10.902
13089
696
20
2
12.539
3.725
227.328
4.313
18.243
12.477
6.000
48
99.923
16.593
122
5
206
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
MUNICIPIOS
Variables
Málaga
Nº de vehículos turismos
Nº de autorizaciones de transporte: taxis
Nº de autorizaciones de transporte: mercancías
Nº de autorizaciones de transporte: Viajeros
Nº de declaraciones
Rentas del Trabajo
Rentas de actividades profesionales
Rentas de actividades empresariales
Otro tipo de rentas
Renta neta media declarada
Nº de licencias empresariales
Nº de licencias profesionales
Coeficiente de Generación de RSU (Kg/hab/día)
Inmisiones atmosféricas (días con atmósfera calificada
como Regular-Mala-Muy Mala)
Zonas verdes (m2/hab)
Erosión elevada y muy elevada 1987
Ruidos (Niv. Cont. Equi. 24 Hr)
Ruido de Fondo Nocturno
% Población con alta probabilidad de exposición a ruidos
de > 60 dB
Isla de Calor Urbana (MAX)
Marbella
Vélez-Málaga
176414
1678
6214
2309
164137
297477834
14903490
21554346
14276707
2121474
26632
6270
0,94
43.412
258
746
299
27.184
42.381.004
3.704.308
5.195.866
3.354.689
2.009.854
7.696
1.423
0,89
15.850
52
1.031
96
14.859
19.699.378
783.965
4.392.776
827.662
1.729.846
3.221
430
0,94
24
1,67
53,32
67,4
45,32
0
2,27
2,94
54,4
42,5
0
4,25
71,09
64,7
32,12
87,88
7,45
83,34
5,88
88,24
5,47
Fuente: SIMA (IEA), SINAMBA (CMA) y elaboración propia.
miéndolas en un conjunto operativo de indicadores,
conseguiremos un ahorro de tiempo y recursos pues
no se necesitarán recabar ingentes cantidades de información para todos los municipios.
De forma resumida y simplificada, hemos de comentar que, dentro de las técnicas de análisis
multivariante, el llamado Análisis de Componentes Principales (ACP) goza de gran aceptación como método
para determinar las variables que más poder explicativo tienen en la medida conjunta de la variabilidad de
un fenómeno determinado. El ACP crea unas nuevas
variables (índices) que son combinaciones lineales de
los indicadores simples. A modo de nuevos ejes
cartesianos, sobre estos índices se referencian o representan los valores de los municipios. Con la aplicación del ACP, en este estudio se pretende determinar
qué variables caracterizan la situación de los municipios considerados.
4.3. Análisis multivariante de
la calidad del medio urbano.
Selección de variables
principales.
Recordemos que el objetivo de este apartado es
cuantificar el desarrollo sostenible y la calidad del medio urbano en los municipios de la muestra. Mediante el
análisis estadístico multivariante podremos seleccionar
un conjunto de indicadores más reducido, manejable y
operativo, que nos permita cubrir prácticamente los
mismos objetivos que el sistema de indicadores completo. Ello resulta muy interesante a efectos de reducir
los esfuerzos en obtención de información estadística:
si sabemos identificar las variables más importantes
indicadoras de la calidad del desarrollo urbano, resu-
67
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
El ACP se ha realizado sobre cuatro agrupaciones
de variables:
• Variables físico-ambientales y de medio urbano.
• Variables socio-económicas.
• Únicamente variables sobre medio urbano.
• Total de Variables.
El objeto de esta distinción es tratar de comprobar
si existen diferencias características entre los munici-
pios, y qué indicadores pueden diferenciar mejor unos
municipios de otros.
Como podemos apreciar, es el subsistema socioeconómico el que presenta una mayor variabilidad
explicada (75,91%) por la nueva combinación lineal de
variables. Sin duda, este hecho se razona por la mayor disponibilidad y homogeneidad de indicadores en
comparación al resto de subsistemas de variables.
Tabla 4. 4. Valores propios y varianza explicada por cada eje para los cuatro ACP realizados.
Físico-ambiental
Valores propios
% Varianza
Socio-económico
Medio Urbano
Total
Eje x
Eje y
Eje x
Eje y
Eje x
Eje y
Eje x
Eje y
4,99
31,22
2,65
16,60
36,43
75,91
3,84
7,99
2,36
26,24
2,18
24,19
24.33
55.29
5.44
12.67
En los diagramas de los ACP se han representado
sólo los dos primeros ejes, que por sus valores son
interpretables y las variables más correlacionadas con
cada eje. De esta forma se simplifica la interpretación
de los resultados. Las variables que se han seleccionado son las que explican el mayor porcentaje de
varianza en cada eje.
Una vez obtenido el diagrama de componentes
principales se determinaron las distancias euclídeas
para cada municipio, y con ellas se elaboró el
Dendrograma, una clasificación jerárquica de los mu-
nicipios según la posición que ocupan con respecto a
los dos primeros ejes del ACP26 , interesante para analizar las agrupaciones entre municipios con características similares.
Los resultados de estos análisis se muestran a
continuación. Se han representado sólo las variables
más correlacionadas con cada uno de los ejes.
13
-0.076
0.83
0
Jerez (5)
Málaga (7)
Chiclana (3)
Figura 4.1. ACP y Dendrograma para las
variables físico-ambientales.
Vélez-Málaga (11)
Marbella (8)
San Fernando (9)
Inmi. at mosf .
Sanlúcar (10)
Ej e 2
La Línea (6)
7
Isla de calor
El Puerto (4)
Cádiz (2)
6
Ex t ensión
4
8
Algeciras (1)
1 10 9
11
2
3
Tr a máx ima media
5
Ej e 1
26 El software de clasificación utilizado ha sido el UPGMA (Sokal y
Rohlf, 1981).
68
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
Considerando las variables físico-ambientales se
detectan dos gradientes, uno relacionado con variables
físicas como la temperatura máxima, y otro relacionado con la calidad ambiental y determinado principalmente por las inmisiones a la atmósfera y por la isla de
calor (campana de calor generada por la ciudad).
La posición del municipio de Jerez de la Frontera
está determinada por el primer gradiente, mientras
que la posición de Málaga se debe al segundo factor,
es decir, la falta de calidad ambiental por el incremento de la isla de calor y de las inmisiones atmosféricas.
Las posiciones de los municipios restantes son intermedias con respecto a los otros dos gradientes.
Al considerar las variables socioeconómicas se
diferencian dos gradientes: uno relacionado con la
población ocupada y que diferencia al municipio de
Málaga; y otro relacionado con la tasa de crecimiento
de la población y con la renta media declarada. En
este caso se distinguen dos grupos de municipios, el
primero está formado por municipios con renta media
alta y tasa de crecimiento alta (El Puerto de Santa
María, Marbella, Sanlúcar de Barrameda, Vélez-Málaga y Chiclana), y el segundo lo constituyen municipios
con tasas de crecimiento baja y rentas medias declaradas también bajas (Cádiz, Jerez de la Frontera, San
Fernando, La Línea y Algeciras).
Figura 4.2. ACP y Dendrograma para las
variables socio-económicas.
Fig. 4.3. ACP y Dendrograma para las
variables específicas al medio urbano.
Ej e 2
Ej e 2
Tasa de crecimiento
medio anual
4
11
1
8
7
3
10
9
Ej e 1
3
5
1
9
Inm i. at mosf .
Población
ocupada
Ej e 1
11
6
Abast eci mi ent o
de agua
6
Zonas v er de
10
8
2
7
4
5
2
Isl a de cal or
Ren ta media
declarada
13
-0.091
13
-0.077 0.85
0
1
0
Málaga (7)
Málaga (7)
El Puerto (4)
Marbella (8)
Marbella (8)
Sanlúcar (10)
Sanlúcar (10)
San Fernando (9)
Vélez-Málaga (11)
Chiclana
Chiclana (3)
(3)
Jerez (5)
Cádiz (2)
El Puerto (4)
Jerez (5)
Cádiz (2)
San Fernando (9)
Vélez-Málaga (11)
La Línea (6)
La Línea (6)
Algeciras (1)
Algeciras (1)
69
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
Cuando se analizan las variables relativas al medio
urbano se detectan dos gradientes, el primero está
relacionado con la poca calidad ambiental, y de nuevo
Málaga es el municipio que se distingue por sus malas
condiciones ambientales. El segundo gradiente está
relacionado con el abastecimiento de agua y las zonas verdes, que caracterizan a los municipios de VélezMálaga, La Línea y Algeciras.
Destacar que debido a la falta de homogeneidad
en las variables del medio urbano los resultados obtenidos son los menos explicativos. Ello nos lleva de
nuevo a recomendar que se profundice en la búsqueda de datos ambientales -especialmente referidos a
zonas verdes y residuos- en todos los municipios, para
que las caracterizaciones que se realicen sean más
exactas.
Dada la relativa escasez de datos estadísticos en
algunos ámbitos, así como el reducido número de
municipios seleccionados, si realizamos el ACP para
el conjunto de variables consideradas podemos acentuar las limitaciones de estas técnicas más que obtener conclusiones clarificadoras. No obstante, comentamos los resultados obtenidos.
Cuando se analizan todas las variables consideradas, el primer gradiente está más correlacionado con
la renta media declarada y con la isla de calor. Estas
variables, en los análisis anteriores, también resultaron correlacionadas con los gradientes detectados
para las variables socioeconómicas y ambientales, respectivamente.
Este primer eje diferencia la ciudad de Málaga del
resto de los municipios considerados. El segundo
gradiente está relacionado con la temperatura media y
con el ruido de fondo nocturno. El municipio de Jerez
de la Frontera se caracteriza por presentar valores altos de temperatura media y valores bajos de ruido de
fondo nocturno. Marbella se caracteriza, al contrario
que Jerez de la Frontera, por valores altos del ruido de
fondo nocturno y valores más bajos de temperatura
media. El resto de los municipios ocupa una posición
intermedia entre los dos gradientes detectados.
De los sucesivos ACP realizados podemos seleccionar las variables más relevantes a la hora de explicar
las diferencias observadas en cada ámbito de análisis:
• Extensión
• Temperatura máxima media
70
Figura 4.4. Análisis de Componentes
Principales y Dendrograma para el total
de variables.
Ej e 2
Tr a. media
5
11
Rent a medi a
decl ar ada
3 9
Isl a cal or
Ej e 1
7
4 1
10
2
6
8
Rui do noct ur no
13
-0.087
0.95
0
Málaga (7)
Jerez (5)
Vélez-Málaga (11)
Marbella (8)
Cádiz (2)
San Fernando (9)
Chiclana
(3)
Sanlúcar (10)
La Línea (6)
El Puerto (4)
Algeciras (1)
• Tasa de crecimiento medio anual de la población
• Población ocupada
• Renta media declarada
• Zonas verdes
• Abastecimiento de agua
• Inmisiones atmosféricas
• Isla de calor
Con tales variables podríamos elaborar un índice
que explicara la calidad del medio urbano y del desarrollo (sostenibilidad) de los municipios estudiados,
estableciendo una ordenación en base al valor de dicho índice (de mayor a menor calidad del medio urbano, o si se incluyen indicadores socioeconómicos, po-
Calidad del medio urbano en municipios de Cádiz y Málaga
dremos referirnos a la sostenibilidad del modelo de
desarrollo). Por otra parte, podríamos analizar la situación en cada municipio identificando los principales estrangulamientos o déficits que explican la posi-
ción relativa de dicho municipio. Otras posibles utilidades derivadas de un sistema de indicadores sobre la
calidad ambiental urbana son comentados en el último capítulo.
71
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
5. Propuesta de
Indicadores de Medio
Ambiente Urbano para
Andalucía
5.1. Objetivos y criterios
ciar el proceso hacia la evaluación de la calidad
de vida y del desarrollo urbano, necesario para
establecer medidas y análisis de la sostenibilidad
local y sus efectos sobre el medio ambiente.
Otros objetivos más concretos son:
• Describir y predecir las condiciones, procesos y tendencias en relación a los ámbitos
ambiental, social y económico que determinan la calidad de vida y los niveles de desarrollo urbano.
• A partir del análisis del metabolismo urbano, identificar y evaluar los problemas (estrangulamientos ambientales, sociales, etc.),
estableciendo prioridades para su resolución, dentro de una lógica de la planificación estratégica.
• Evaluación de la efectividad de las políticas
y programas con incidencia urbana.
4. Medida estable y sólida. Crear un marco de
medida del desarrollo urbano mediante un sistema estable de indicadores que permita la incorporación sucesiva de nuevos o distintos
indicadores sin perder por ello la posibilidad de
efectuar análisis de la evolución temporal de
los mismos.
5. Versatilidad del sistema. La multiplicidad de
análisis que se pueden desarrollar sobre el sistema de indicadores es evidente, como tendremos oportunidad de comprobar en el siguiente
capítulo. Análisis ambientales, económicos o
De forma esquemática exponemos los principales
aspectos considerados para la elaboración de la propuesta.
1. Participación en las políticas urbanas internacionales. De acuerdo con las recomendaciones de Naciones Unidas, OCDE y la Unión
Europea en la Comunidad Autónoma de Andalucía es preciso establecer las bases de estrategias hacia la sostenibilidad, tanto a nivel local
como regional. Las Agendas Locales 21 son el
reflejo local de estas estrategias, conscientes
de que las ciudades y entornos industriales son
los principales responsables de los desequilibrios
medio ambientales. Como primer paso hacia la
sostenibilidad urbana está la medición del fenómeno urbano. El objetivo de este sistema de
indicadores es sentar las bases para la aproximación cuantitativa a la medición del desarrollo
sostenible urbano, tal y como se recomienda por
organismos internacionales mediante los Programas Hábitat y Agenda, de Naciones Unidas, o el
Grupo de Expertos sobre Medio Ambiente Urbano, de la Comisión Europea.
2. Análisis de las interrelaciones entre ciudad
y medio natural, así como de los procesos
internos de actividad humana que configuran el
medio ambiente urbano27 .
3. Medida del desarrollo urbano. Como primer
paso para la planificación y gestión sostenibles
es necesaria la recogida de información. Un
sistema de indicadores de desarrollo urbano
aporta la base para la toma de decisiones a
dicho nivel. Esta primera propuesta trata de ini-
27 Recordamos el uso integrador que hacemos del concepto medio
ambiente, no sólo referido a la cantidad y calidad de los recursos
naturales, sino también a los recursos humanos, económicos,
así como la estructura e interrelaciones de los mismos.
73
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
sociales, así como establecer la evolución de
la ciudad en base a unos criterios específicos,
o realizar análisis comparativos entre ciudades,
a nivel internacional, etc.
6. Demanda de información sobre las relaciones urbanas. Existe una creciente demanda de información sobre los aspectos referidos
a la calidad de vida y sostenibilidad a niveles
urbanos. Se han de elaborar una serie de nuevos indicadores y orientar la información estadística existente hacia las nuevas necesidades.
Para formular la lista de trabajo de indicadores propuesta se han tomado en cuenta las metodologías internacionales existentes, algunas de las cuales se han
expuesto en los capítulos anteriores. Con ello se pretende obtener el refrendo de la experiencia en materia
de evaluación de los procesos urbanos, concediendo
una mayor seguridad a priori sobre la fiabilidad de cada
indicador, como medidas representativas del fenómeno que se trata de aproximar.
No obstante, todo sistema de indicadores se ha
de adaptar a la realidad específica objeto de estudio.
Los problemas ambientales y económicos de las ciudades no son siempre los mismos en todas ellas, por
lo que se ha de personalizar el sistema de indicadores
a los problemas y procesos característicos de la realidad urbana, en nuestro caso, andaluza. Por tanto, en
nuestra propuesta teórica hemos tratado de no olvidar la realidad ambiental y socioeconómica de las ciudades andaluzas, pues no se trata simplemente de
aplicar directamente las metodologías al uso en materia de indicadores de sostenibilidad urbana. Sin embargo, hemos de reconocer que esta cuestión se resolvería más eficientemente realizando el análisis empírico en el que se detecten las disponibilidades y las
lagunas de información existentes.
Por otra parte, la falta de antecedentes en un proyecto de este tipo en la región, así como la tradicional
escasez de información a nivel urbano, hacen necesaria la selección ex ante de los indicadores urbanos,
realidad muy poco estudiada en general. La aplicación del análisis estratégico, así como la adopción de
algunas características del enfoque ecosistémico nos
74
permitirán establecer una imagen o modelo de los
factores definitorios del desarrollo urbano, así como
sus efectos sobre el medio ambiente. Derivado de las
restricciones estadísticas, el resultado final de este
análisis será la selección de un conjunto de indicadores
denominados como esenciales.
Se recogen indicadores ligados no solamente al
nivel local, sino también otros que se refieren a los
progresos en las políticas internacionales acerca de
la reducción de emisiones de CO2, lucha contra la
desertización, etc. Asimismo se incluyen otros
indicadores que persiguen la medición de determinados estándares de calidad de vida, objetivables, ajenos muchas veces a lo que es la gestión de los recursos (ejemplo: temperatura y humedad relativa).
Además de la diferenciación entre subsistemas, en
ciertos casos se sigue el enfoque PER de la OCDE
(1993), incluyendo así indicadores de respuesta, para
valorar el grado de éxito o el esfuerzo de las políticas
que se aplican hacia el objetivo de la calidad ambiental o la sostenibilidad.
Para elaborar la propuesta de sistema de indicadores de medio ambiente urbano en Andalucía hemos realizado los siguientes pasos:
• Definición del objetivo final a medir o cuantificar. Es decir, la conceptualización del medio
ambiente urbano como un sistema complejo caracterizado por las interrelaciones entre los distintos subsistemas que componen el modelo.
• Determinación de las áreas de interés en cada
uno de los subsistemas objeto de estudio.
• Proposición del sistema de indicadores. Éstos
han de cumplir dos condiciones: mayor acercamiento al objeto a medir y facilidad en su elaboración (en términos de disponibilidades de información). Para cada uno de estos indicadores
se añade una ficha metodológica.
• Primera selección de los indicadores principales. Dada la naturaleza de este estudio, se realiza en base a criterios de viabilidad teórica, al
no disponerse de la información estadística sobre los mismos.
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
te la integración de las mismas y aproximarnos a la
realidad objeto de estudio. De esta manera es posible
el uso de sistemas de indicadores, tan extendido en
las ciencias sociales, a la hora de analizar una realidad que resulta de difícil modelización dada la gran
cantidad de variables a tomar en consideración.
5.2. Modelización del sistema
urbano. Modelo EcUrbAn.
Subsistemas y áreas
estratégicas
Modelo
Para la integración de las distintas dimensiones que
componen lo urbano resulta de gran utilidad partir del
concepto de Ecosistema Urbano. Desde esta idea
podemos aproximarnos a la ciudad con los instrumentos de la ecología (también la humana) para analizar
una unidad territorial (más o menos delimitada) en la
que se dan lugar una serie de flujos de energía y unos
ciclos de materias (insumos, residuos). La intensidad
y dirección de estos flujos caracteriza el efecto
ecológico de la ciudad sobre el entorno local y global.
Siguiendo el modelo simplificado de estas relaciones, el sistema urbano obtiene de los ecosistemas
naturales los recursos, materias primas y energía necesarias para el desarrollo de sus actividades. De forma indirecta, puede obtener estos insumos a través
de otros entornos industriales o urbanos, los cuales
recogen y transforman inicialmente los mismos en recursos productivos, electricidad o combustible. De esta
manera se ejerce una presión (agotamiento de recursos y contaminación) sobre el medio natural no necesariamente cercano, manifiesto a su vez en el flujo de
residuos y contaminación que genera la ciudad. Las
externalidades del desarrollo urbano son las manifestaciones internas de los desequilibrios ecológicos:
ruido, polución, basuras, etc.). Se puede afirmar que
la población y sus cualidades (residencia, trabajo, salud, rentas, educación) son las variable motoras en
último extremo de estos procesos dinámicos.
Por Medio Ambiente Urbano entendemos el resultado de los distintos sistemas que confluyen en la ciudad y no solamente los referidos a los recursos naturales. Según este enfoque, comentado ampliamente
en capítulos anteriores, se parte del concepto holístico
de ciudad como sistema compuesto por elementos
que interaccionan entre sí. Esta visión permite analizar las distintas dimensiones (ambiental, socioeconómica, etc.) por separado para realizar posteriormen-
Relaciones básicas entre ecosistemas
naturales y urbanos
EXTERNALIDADES
DEL
DESARROLLO
URBANO
POBLACIÓN
NIVEL DESARROLLO
HUELLA ECOLÓGICA
ECOSISTEMA
URBANO
RESTO DE
ECOSISTEMAS
URBANOS
POBLACIÓN
NIVEL DESARROLLO
HUELLA ECOLÓGICA
ECOSISTEMAS NATURALES
BIODIVERSIDAD
RECURSOS
AGUA
ENERGÍA
FLUJO de RECURSOS, ENERGÍA y MATERIAS PRIMAS
FLUJO de RESIDUOS y CONTAMINACIÓN
FLUJO de BIENES y SERVICIOS
VARIABLES de ESTADO
Modelo Ecurban
SISTEMA
ECURBAN
SUBSISTEMA
FÍSICO - AMBIENTAL
SUBSISTEMA
SOCIO - ECONÓMICO
SUBSISTEMA
TERRITORIAL - URBANO
La propuesta del sistema de indicadores de medio
ambiente urbano para Andalucía se apoya en un modelo inicial, el cual denominamos EcUrbAn28 , que parte
28 La lista de indicadores propuesta deriva de una línea de trabajo
sobre modelización de los sistemas urbanos en Andalucía denominada “Modelo EcUrbAn”, realizada por el grupo de investigación multidisciplinar de la Universidad de Málaga sobre Medio Ambiente Urbano, que ha venido trabajando desde 1994 en
análisis relativos a la planificación estratégica urbana, el desarrollo sostenible, el sistema verde urbano y la elaboración de
medidas sintéticas de la calidad de vida y del confort urbano.
Véase por ejemplo: Salvo Tierra, A.E. (1992), (1993) y (1996);
Castro Bonaño, J.M. (1995) y (1998).
75
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
de esta visión ecosistémica de la ciudad, conformada
como el ámbito de desarrollo de una serie de procesos
abiertos e interrelacionados (los cuales pueden ser representados en términos de variables flujo y stock).
Como aproximación operativa al estudio del sistema urbano, planteamos la descomposición del mismo
en tres subsistemas. En cada uno de ellos se agrupan
las facetas y objetivos principales de todo modelo de
desarrollo. La intersección de los tres subsistemas nos
aproxima bastante fielmente la realidad urbana en los
términos que estamos considerando (análisis ecológico
y análisis socioeconómico básicamente).
Estos subsistemas son:
a) Físico - Ambiental. Recoge aquellos indicadores de aspectos relativos a la dimensión
física y ambiental del ecosistema urbano.
b) Territorial - Urbano. Por su parte, incluye
medidas que aproximan las características urbanísticas y territoriales de la ciudad.
c) Socio - Económico. Amplio conjunto de variables referidas a actividades sociales y económicas.
De cada uno de los subsistemas podríamos obtener tantos indicadores como formas distintas de observación de la realidad objeto de estudio, pero en nuestro
análisis nos interesan únicamente aquellos indicadores
que se encuentren en la intersección de los distintos
subsistemas y por tanto que «indiquen» información útil
para todos ellos. Por tanto, no se persigue describir
perfectamente cada subsistema (y tener una imagen
de la economía de la ciudad, p.e.), sino sólo aquellos
ámbitos donde exista un efecto importante de
interrelación entre las variables de los subsistemas.
En muchas ocasiones nos encontraremos con
indicadores que dada su naturaleza pueden englobarse
dentro de varios subsistemas (p.e. consumo agua por la
industria), pero que ante su fuerte relación con cierto
objetivo (agua), arbitrariamente las englobaremos en un
único subsistema (p.e. ambiental), a sabiendas de que
nos «indica» la interrelación entre actividad económica
(industria) y medio ambiente. Del análisis agregado de la
estructura de los mismos, así como sus interrelaciones,
podremos tener una imagen muy aproximada de la dinámica urbana en términos de desarrollo sostenible.
La elección del modelo de análisis urbano no resulta baladí. Se han de considerar aspectos metodológicos
y prácticos que aseguren la mejor representación de
la realidad objeto de estudio. En un principio nos hemos planteamos diversas posibilidades, básicamente
cuatro. En primer lugar, podríamos haber seleccionado directamente el método de agrupación de
indicadores en base a su función dentro del modelo
PER de la OCDE, distinguiendo entre Indicadores de
Presión, de Estado y de Respuesta. Sin embargo, esta
posibilidad resultaría a nuestro juicio simplificar demasiado la estructura del sistema de indicadores, demasiado finalista, perdiendo la posibilidad del análisis
parcial dentro de cada subsistema y, por tanto la versatilidad del sistema final.
Prácticamente por los mismos motivos, la segunda
posibilidad, establecer un modelo de equilibrio
ecosistémico urbano, en el que los indicadores estén
referidos en términos de variables stock y flujo de materiales, energía e información. De esta manera, se estudia la estructura del ecosistema urbano, así como sus
relaciones con otros ecosistemas (naturales y artificiales) y la biosfera en general. Sin embargo, la perspectiva económica y social de la actividad humana es muy
difícil de traducir a un lenguaje ecológico en los términos descritos, desvirtuando la orientación del modelo.
En tercer lugar, siguiendo la propuesta de la Unión
Europea, podríamos distinguir entre indicadores del modelo urbano, indicadores de flujos urbanos e indicadores
de calidad urbana. Esta idea resulta muy interesante,
pues permite una mayor aproximación a la ciudad como
un ecosistema (en términos de flujos de energía, información y materiales) y también el cruce con el modelo
PER. Sin embargo, lo desechamos ante la idea de aprovechar al máximo las estructuras tradicionales de organización de las bases de datos a niveles municipal y urbano existentes en Andalucía, donde hasta ahora nunca
se ha recogido esa clasificación de indicadores.
Finalmente, la estructura del sistema propuesto
permite su reordenación según el esquema PER y además, se incluyen indicadores básicos para esbozar
las relaciones del ecosistema urbano con el medio29 .
29 Sin embargo, no se contemplan aspectos tales como la descripción interna del metabolismo urbano, los procesos de transformación de los materiales y la degradación de la energía,
niveles de entropía, la acumulación de información y consiguiente
aumento de la diversidad social, el valor para el ecosistema de
los residuos generados, etc.
76
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Esta estructura nos permite además efectuar análisis
sectoriales sobre cada uno de los subsistemas, o sobre áreas estratégicas de varios subsistemas, en base
a la cantidad de información disponible. Por otra parte, de las estructuras planteadas inicialmente, la propuesta resulta más acorde con las fuentes estadísticas actuales, siendo menos traumática las exigencias
–en términos de modificaciones metodológicas y de
enfoque– necesarias para orientar las bases de datos
existentes (las cuales normalmente siguen una distribución por ámbitos similar a la expuesta).
sos, ciertos indicadores no resulten relevantes, bien
porque no se dispone de determinadas infraestructuras
(instalaciones de energía eólica, por ejemplo) o porque no existen ciertos recursos (costeros, alta montaña, etc.). Ello nos obliga a diseñar el armazón básico
de un sistema de indicadores, el cual se ha de enriquecer de las aportaciones locales que «indiquen» las
peculiaridades de cada ciudad. De esta manera, si bien
la mayoría de las veces muchos fenómenos urbanos
(por ejemplo, contaminación acústica) son originados
por las mismas causas (tráfico básicamente), al incluir
indicadores específicos de cada ciudad podremos
describir el verdadero origen del problema (p.e. industria urbana).
El sistema de indicadores propuesto es una síntesis a partir de una selección de los indicadores más
apropiados de las metodologías revisadas, considerando la problemática medioambiental del modelo de
ciudad andaluza.
Como segundo criterio de clasificación, las medidas e indicadores propuestos se reordenan según la
interpretación de la tipología de indicadores PER de la
OCDE, pudiendo distinguirse entre:
a) Indicadores de Presión. Indicadores de fenómenos que inciden, positiva o negativamente, en
el estado (nivel o calidad) de la variable objeto
de medida.
b) Indicadores de Estado. Indicadores del nivel o
calidad de la dimensión que se pretende
modelizar.
c) Indicadores de Respuesta. Indicadores de la
toma de decisiones referidas sobre la parcela
concreta de la realidad objeto de estudio, tratándola como variable de política ambiental, económica o social. Asimismo, se trata de recoger
los cambios en los comportamientos sociales
y niveles de concienciación sobre determinados hechos urbanos.
Áreas estratégicas
Dentro de cada subsistema se enumeran una serie
de áreas estratégicas, básicas para la definición de
los elementos integrantes del subsistema, así como
las interrelaciones entre los mismos. Se trata de las
esferas de la realidad urbana donde se desarrollan los
principales procesos caracterizadores de la calidad
de vida y el desarrollo urbano, así como la sostenibilidad de los mismos.
Dado que en realidad son la principal aportación
de esta propuesta30, nos hemos asegurado de que
existe un amplio consenso sobre la idoneidad de estas áreas, dadas sus aplicaciones directas a la toma
de decisiones y planificación estratégica urbanas. Experiencias en Andalucía como las del Plan Estratégico
de Málaga corroboran este hecho.
Por otra parte, cada área se subdivide en una serie de ámbitos específicos para los cuales se aportan finalmente la serie de indicadores que tratan de
representar en la medida de lo posible las variables y
procesos que caracterizan esa porción del sistema
urbano.
5.3. Sistema de Indicadores
30 En referencia a la vida útil de los indicadores, hemos de señalar
que ésta es proporcional a su uso. Si un indicador concreto es
adecuado, se podrá reformular o actualizar, pero seguirá siendo válido el modelo teórico que da coherencia interna al mismo
dentro del sistema de indicadores. De ahí que toda propuesta
teórica sobre indicadores nazca en principio estéril, hasta el
mismo momento en que se apliquen los mismos.
La elección de indicadores se ha de basar en dos
tipos de consideraciones. Aquellas referidas a aspectos metodológicos (referidos en el capítulo segundo)
y otras referidas a las peculiaridades de cada entorno
urbano. Estas últimas suponen que, en muchos ca-
77
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
ÁREAS ESTRATÉGICAS
ÁMBITOS
SISTEMA FÍSICO-AMBIENTAL
CICLO DEL AGUA
CICLO DE LA ENERGÍA
CICLO DE LOS MATERIALES
RUIDO
ATMÓSFERA
ENTORNO NATURAL
BIODIVERSIDAD
Disponibilidad
Abastecimiento y consumo
Calidad y Tratamiento
Producción y distribución
Consumo
Ahorro energético y energías alternativas
Entradas
Salidas
Generación de residuos
Tratamiento y reciclaje
Balance ecológico
Ruido
Contaminación
Confort ambiental
Calidad
Deforestación y desertización
Biodiversidad
SISTEMA TERRITORIAL-URBANO
SUELO URBANO
TRANSPORTE Y MOVILIDAD
VIVIENDA
EQUIPAMIENTO URBANO
Superficie
Distribución de usos urbanos
Áreas urbanas abandonadas
Áreas de expansión urbana
Distribución de usos urbanos
Infraestructuras de transporte
Usos modales
Volumen de tráfico y congestión
Tamaño
Tipología
Equipamiento
Viviendas ecológicas
Espacios abiertos
Salud
Telecomunicaciones
Aparcamiento
Mercado
Ocio
Cultural
Educativo
Deportivo
Administrativo
78
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
SISTEMA VERDE
Cantidad
Accesibilidad
Calidad
Urbanismo
Vida urbana
PAISAJE URBANO
SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO
POBLACIÓN
Población total
Densidad
Tasa dependencia (clases pasivas / activas)
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN
Educación y formación
Educación e información ambiental
SALUD PÚBLICA Y SEGURIDAD CIUDADANA
Salud
Seguridad ciudadana
PARTICIPACIÓN Y DIVERSIDAD SOCIAL
Participación
Actividad social
Solidaridad
Asociacionismo
RENTA Y CONSUMO
Renta
Bienestar
Consumo y ahorro
Vivienda
ACTIVIDAD ECONÓMICA Y EMPLEO
Mercado de vivienda
Empleo
Distribución sectorial VAB y empleo
Sector público
TECNOLOGÍA Y GESTIÓN DEL MEDIO AMBIENTE Administración
Empresas
Sociedad
I+D
Esta agrupación nos ayuda a identificar las relaciones lineales más importantes existentes entre las variables que describen el sistema urbano. Por otra parte, se puede dar el caso en que un indicador (p.e. la
densidad demográfica) pueda ser de Estado (área de
población) y de Presión (área de movilidad), hecho que
refuerza la noción de interdependencia comentada. La
clasificación finalmente realizada es excluyente: un
indicador sólo aparece e una de las categorías. Este
hecho redunda en un grado de subjetividad que desaparece al determinar el papel que juega cada indicador en el proceso de toma de decisiones, así como la
existencia de otros indicadores de estado o presión
más accesibles que los propuestos. Por otro lado,
variables como nivel económico, consumo de energía
o recursos, o finalmente densidad de población, aparecen en la gran mayoría de ámbitos como indicadores
de presión explicativos de las situación actual. En la
mayoría de los casos se ha optado por no explicitarlo
a sabiendas de que a lo largo del análisis ha quedado
patente el hecho de que la población (junto a sus cualidades) es el principal indicador de presión sobre la
calidad del desarrollo urbano.
79
AGUA
Área
CICLO DEL AGUA
CALIDAD Y TRATAMIENTO
DISPONIBILIDAD
Ámbitos
80
Uso o generación de fertilizantes y
substancias contaminantes en agricultura e industria
Número de días en los que el pH.
no está entre 6 y 9
Con clara incidencia sobre la calidad de los recursos hídricos de uso
urbanos
Según estándares de la OMS
Nº de días al año en que los embalses están por debajo del 30% de su
capacidad
Sequía
Número de días al año que los
estándares de agua potable no son
cumplidos
% que supone el consumo agrario
e industrial ligado a la actividad urbana sobre el total de usos
Volumen anual obtenido mediante
Transferencias inter- Cuencas
Hidrográficas (m. Hm3)
Media anual (litros/m2)
Número de estaciones de recogida
de agua de lluvia
Media anual de agua embalsada
(miles Hm3)
Media anual de agua almacenada en
el subsuelo (miles Hm3)
Inversión total (mill. ptas)
Consumo agrario e industrial
Transferencias de agua
Recuperación de agua
Creación y mejora de las infraestructuras de abastecimiento a la ciudad en su conjunto
Respuesta
Volumen agua urbana (Hm3) / población abastecida
Concentración de Sólidos en Suspensión de las muestras
Reserva de aguas subterráneas
Reserva de aguas superficiales
Estado
DESCRIPCIÓN
Consumo humano
Índice de lluvia mensual
Presión
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
5.3.1. Subsistema Físico - Ambiental
Área
ABASTECIMIENTO
CONSUMO
Ámbitos
CICLO DEL AGUA (continuación)
81
Volumen de lodos procedentes de
aguas residuales tratadas que son
reutilizados para producir compost
Grado de reciclaje de lodos residuales
Tasa crecimiento consumo
Consumo de agua reciclada
Precios del agua
Consumo de agua embotellada
Volumen medio de agua procedente de reciclado o de lluvia. (%)
Índice de la evolución respecto al
año anterior y precio medio del
agua/calidades
Distinguiendo entre usos urbanos
(mill. litros al año)
Tasa anual de crecimiento del consumo de aguas subterráneas
(mill. Ptas)
Inversión en infraestructuras de tratamiento terciario
Presión sobre las aguas subterráneas.
Diferenciando por tipo de tratamiento
Diferenciando por tipo de tratamiento en depuradoras (primario, secundario y terciario)
Nº de pozos agotados o contaminados
Concentración de substancias contaminantes. Salinización
Nº y capacidad anual de las plantas
de tratamiento
Respuesta
Tanto de aguas superficiales como
aguas subterráneas. (litros/persona/día)
Volumen de aguas residuales generadas al día.
% de aguas residuales tratadas
Calidad de las aguas subterráneas
Estado
DESCRIPCIÓN
Consumo medio de agua
Sobre-explotación de aguas subterráneas
Presión
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Área
Ámbitos
CICLO DEL AGUA (continuación)
% pérdidas en la canalización y distribución de agua urbana
Extensión urbana
Presión
Estado
TIPO DE INDICADOR
82
% Edificios o viviendas con depósitos de agua de lluvia.
% de Edificios públicos con sistemas
de reutilización de las aguas
residuales
Gasto público en I+D aplicado a las
tecnologías del agua
Gasto en iniciativas para el aprovechamiento de las aguas residuales
y ahorro de agua. Subvenciones de
equipos y asesoría para reducir el
consumo de agua (mill. ptas)
Realizadas en las conducciones
dentro de la ciudad (mill. ptas al año)
Gasto en mejora de conducciones
urbanas de agua
% aguas residuales destinadas a riego o lavado
Gasto en educación, formación e
información de la cultura de la eficiencia aplicada al consumo de agua
(mill. ptas al año)
Sobre el total de viviendas con suministro de agua
Consumo anual de agua para riego
y limpieza urbana
Campañas municipales de ahorro de
agua
Gasto público en programas de reducción del consumo domiciliario
Días al año con restricciones en el
suministro de agua
% viviendas con contador individual
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
83
CONSUMO
PRODUCCIÓN
Y DISTRIBUCIÓN
Ámbitos
31 TEP: Toneladas equivalentes de Petróleo
ENERGÍA
Área
CICLO DE LA ENERGÍA
% entre usos (doméstico, público,
urbano, industrial y transporte)
Consumo anual de energía por usos
urbanos
Edificios con aire acondicionado o
calefacción centralizada
Parque de vehículos
mill. ptas.
Nº de edificios
Electricidad en GWh por año. Consumo per cápita
energía
de
Consumo
eléctrica
anual
Combustibles minerales, fósiles, hidroeléctrica, energías alternativas y
renovables, etc. (%)
Gasto público en medidas de sustitución de energía eléctrica o del uso
de combustibles fósiles
Volumen de electricidad o calor generado a partir de recursos propios
renovables (solar, eólica, mini-centrales hidráulicas, producción eléctrica con biomasa de los lodos
residuales). (% sobre el total de energía utilizada en la ciudad)
Producción de energía urbana
% pérdidas energéticas derivadas
de la distribución de energía hasta
las ciudades
Ubicados en entornos urbanos (TEP,
etc.)
Volumen de almacenamiento de
energía y por tipos
Rendimiento energético
Volumen (TEP31, GW/h, etc.) y % de
energía generada en la región en
refinerías y centrales térmicas, consumida por la ciudad (diferenciando por tipos: gas, carbón, combustibles, electricidad, etc.)
Respuesta
Consumo urbano regional
Estado
DESCRIPCIÓN
Consumo anual de energía por tipo
de combustible
Presión
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Área
AHORRO ENERGÉTICO Y
ENERGÍAS ALTERNATIVAS
Ámbitos
CICLO DE LA ENERGÍA (continuación)
Consumo de energía alternativa en
edificios públicos
Presión
84
Nº de edificios con paneles solares
% de energías alternativas sobre el
total
Subvención para la creación de
infraestructuras de ahorro energético y uso de energía alternativas.
Educación e información (mill. ptas.)
Inversión en transporte público
ecológico (mill. ptas.)
Gasto público para ahorro energético
Fomento del transporte público
Nº de auditorías energéticas realizadas en sectores, empresas y edificios de la ciudad
Nº de instalaciones que abastezcan
a la ciudad
Instalaciones de cogeneración
Tasa de variación respecto al año
anterior
% sobre el consumo total anual
Nº de viviendas con certificación
energética de algún tipo
% crecimiento anual de la potencia
instalada
Variación precio suministro domiciliario (ptas. W/hora)
Precios energía
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Viviendas bioclimáticas
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
MATERIALES
Área
SALIDAS
ENTRADAS
Ámbitos
CICLO DE LOS MATERIALES
Indicador de actividad económica
Urbanización, rehabilitación y construcción de edificios
Presión
Productos elaborados (alimentos y
bebidas, productos de consumo,
productos industriales) destinados
a la ciudad. VAB y Tn. anuales por
grandes grupos de actividad
Productos del sector terciario destinados a la ciudad. VAB anual por
grandes grupos de actividad
Estimación del volumen de materiales que se destinan a la ciudad al
año. Diferenciando entre papel-cartón/ plástico/ cristal/ aluminio/ textil/ materia orgánica y otros
Diferenciando entre uso en la ciudad o en el exterior
Diferenciando entre uso en la ciudad o en el exterior
Estimación del volumen de materiales que se incluyen como valor añadido de la actividad económica anual
en la ciudad
Entrada de bienes y alimentos elaborados
Entrada de bienes terciarios y servicios.
Entrada de materiales
Producción por sector primario y
secundario (Extractivas y materiales
de construcción, alimentación;
combustibles, siderurgia)
Producción por sector terciario
(hostelería, servicios a las empresas,
prof. liberales, administración, etc.)
Salida de materiales
Presupuesto anual de obras públicas en la ciudad (mill. ptas). Nº de
viviendas iniciadas al año. Nº de licencias de obra solicitadas para
rehabilitación de viviendas.
Productos primarios de la agricultura, combustibles, siderurgia y
materiales de construcción destinados a la ciudad. VAB y Tn. anuales
por grandes grupos de actividad
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Entrada de bienes y alimentos primarios
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
85
Área
TRATAMIENTO Y
RECICLJAE
GENERACIÓN DE
RESIDUOS
Ámbitos
Presión
Número de vertidos incontrolados
Tamaño y densidad de población
CICLO DE LOS MATERIALES (continuación)
86
Número y capacidad de estas plantas. Volumen de residuos reciclados
o transformados. Diferenciar por tipos de basura
Plantas de
compostaje
% de basura reciclada por tipo de
residuo
Recogida selectiva
Volumen y % sobre el total de residuos (papel-cartón/ plástico/ cristal/ aluminio/ textil/ materia orgánica/industriales y peligrosos
Número y capacidad de plantas de
vertido o eliminación (incineración,
enterramiento, etc.). Diferenciar por
tipos de basura
Plantas de vertido y eliminación.
Vertederos controlados
y
Número y capacidad de estas plantas
Plantas de concentración y transferencia
recuperación
% sobre el total de residuos y per
cápita
Precio compost
Precio papel reciclado
Precio plástico reciclado
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Volumen de residuos tratados al año
Cantidad y calidad de residuos peligrosos
Composición de los residuos, diferenciando entre papel-cartón/ plástico/ cristal/ aluminio/ textil/ materia
orgánica/industriales y peligrosos
Residuos urbanos. Cantidad de
residuos producidos por habitante
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
RUIDO
Área
RUIDO
Área
Ámbitos
BALANCE
ECOLÓGICO
Ámbitos
87
(Habitantes)
(Habitantes)
Gasto en barreras sonoras para el
tráfico; gasto en transportes y vehículos públicos más silenciosos
(mill. ptas)
Nº de multas y retiradas de licencias.
Gasto en reducción de emisiones de
ruidos
Cumplimiento de ordenanzas municipales
(nº de industrias)
Respuesta
(mill. ptas)
Gasto público en recogida selectiva
DESCRIPCIÓN
Nº multas y licencias denegadas
Grado de cumplimiento de ordenanzas en materia de residuos urbanos.
Respuesta
Existencia de industrias extractivas
o básicas en el perímetro urbano
Ruido del tráfico.
Población (residentes y usuarios de
transportes) que padece el ruido del
tráfico superior a 45 dB diariamente
Población expuesta a ruido superior
a 65 dB y superior a 75dB
Estado
TIPO DE INDICADOR
Ratio de recursos usados renovables sobre los no renovables
Estado
DESCRIPCIÓN
(nº de vehículos en las dos vías con
mayor circulación de la ciudad)
Presión
Presión
TIPO DE INDICADOR
Flujo de vehículos en horas punta en
las principales arterias de la ciudad
CICLO DE LOS MATERIALES (continuación)
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
ATMÓSFERA
Área
ATMÓSFERA
CONFORT AMBIENTAL
CONTAMINACIÓN
Ámbitos
88
Calentamiento global de la atmósfera
% Suelo cinturón verde y zonas verdes/ área urbana total
ºC
Diferencia entre la mayor y menor
temperatura anual
Oscilación termométrica media
anual
Estimación de los grados centígrados de aumento al año
Temperatura media anual
Días al año que el municipio no supera los estándares de calidad de
aire establecidos
Indica renovación de la atmósfera
urbana. (Nº de días)
Media de días de lluvia al año
Dado que la cubierta forestal fija
partículas en suspensión y filtra los
gases
Indica renovación de la atmósfera
urbana. (Nº de días)
Muestra el efecto de la reducción
de la producción y consumo de
substancias que agotan el ozono
(Toneladas de substancias)
Consumo de substancias que reducen el ozono (agricultura, industria, consumidores)
Media de días de viento al año
Producto de las actividades industriales, la generación y uso de energía urbana y el volumen de tráfico
(mill. ptas)
(según medidas)
Niveles medios anuales de O3
Gasto en reducción de la contaminación atmosférica
(según medidas)
Respuesta
Concentración media anual de COx,
SO2 y partículas en suspensión
Estado
DESCRIPCIÓN
Emisión total de NOx COx, SO2 , partículas en suspensión, ozono
Presión
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
89
BIODIVERSIDAD
Área
BIODIVERSIDAD
Área
BIODIVERSIDAD
Ámbitos
Ámbitos
ATMÓSFERA (Continuación)
Presión
Presión
(días/año)
(Hl/m2/año)
Media de días soleados al año
Precipitaciones medias anuales
Tamaño de la zona verde urbana de
mayor amplitud
Áreas verdes
% áreas verdes total con especies
vegetales autóctonas
(Has.)
Educación, reforestación, etc. (mill.
ptas.)
Superficie de los espacios naturales en el entorno
Número de especies animales amenazadas
Número de ejemplares de especies
vegetales con edad > 100 años
Número de especies de aves. Parejas de aves en nidos
Estado
Implementación de programas de
protección de la naturaleza
(días/año)
Media de días de heladas al año
DESCRIPCIÓN
(días/año)
Media de días de vientos fuertes al
año
TIPO DE INDICADOR
(m)
Respuesta
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Altitud nivel del mar
Humedad Relativa media
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
ENTORNO NATURAL
Área
Ámbitos
DEFORESTACIÓN Y
DESERTIZACIÓN
CALIDAD
ENTORNO NATURAL
90
Área forestal protegida del entorno
urbano sobre el total forestal
% anual de agua subterránea utilizada para abastecimiento urbano
Pérdida de cubierta verde de terrenos de extracción de arena, tierra,
en el entorno de la ciudad (m2 de
superficie verde perdida).
Uso de aguas subterráneas
Intensidad de deforestación
% de superficie municipal afectada
por la desertización
Para ciudades costeras o ribereñas
Descargas de nitrógeno y fósforo a
las aguas costeras o riberas. Descargas de aguas fecales y residuales
sin tratamiento secundario
Suelo deshidratado
Para ciudades costeras o ribereñas
Para ciudades costeras o ribereñas
Existencia de puerto mercantil
Calidad aguas de baño
Volumen recogido
M3 de suelo afectado por las descargas incontroladas de residuos
urbanos e industriales peligrosos
Vertederos incontrolados
Campañas de recogida selectiva de
residuos urbanos altamente contaminantes (pilas, mercurio, aceite) y
escombros
Respuesta
(según medidas)
% Suelos altamente contaminados
(hidrocarburos, plomo, mercurio,
sulfuros, etc.)
Estado
DESCRIPCIÓN
Uso de pesticidas y fertilizantes en
la agricultura del entorno urbano
Presión
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
SUELO URBANO
Área
SUELO URBANO
91
% Superficie del núcleo urbano compacto, respecto a la superficie total
urbana
(Km2 ) % zonas verdes, % agua, respecto a la superficie total
% Superficie de las redes de transporte (autopistas, vías férreas), respecto a la superficie total urbana
Nucleo compacto
Áreas verdes y espacios abiertos
Área cubierta por infraestructuras
de transportes
Distribución entre usos terciarios,
industriales y residenciales (%).
Áreas muy degradadas (vertederos
incontrolados, zonas en ruina, antiguas industrias básicas abandonadas, etc.)
Distinguiendo entre usos característicos
% de superficie abandonada sobre
la total urbana
% de superficie nueva urbana sobre
el dato del año anterior
ÁREAS URBANAS
ABANDONADAS
ÁREAS DE EXPANSIÓN
URBANA
% Suelo destinado a infraestructura
y equipamiento, salvo las de transporte
Distinguiendo entre núcleo compacto + superficie urbana difusa de la
aglomeración + no urbanizado (forestal, agrario, agua) + transportes
Respuesta
Superficie total (Km2) de la aglomeración urbana
Estado
DESCRIPCIÓN
Usos del suelo
Crecimiento poblacional
Presión
TIPO DE INDICADOR
DISTRIBUCIÓN DE USOS
URBANOS
SUPERFICIE
Ámbitos
5.3.2. Subsistema Territorial - Urbano
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
TRANSPORTE Y
MOVILIDAD
Área
92
VOLUMEN DE TRÁFICO Y
CONGESTIÓN
USOS MODALES
INFRAESTRUCTURAS DE
TRANSPORTE
Ámbitos
TRANSPORTE Y MOVILIDAD
Presión
Nº y cuantía monetaria de las medidas disuasorias de uso del transporte privado
(mill. de ptas.)
% del tráfico por rondas de circunvalación/ tráfico total
Tráfico periurbano
Gasto en infraestructura vial
En vehículo/Km. al día.
Nº y % de viajeros hacia y desde la
ciudad. Intensidad media de tráfico
Nº vehículos en centro urbano: congestión en el centro
Nº de Km y nº de vehículos implicados
Total de desplazamientos en vehículo al día
Coste del combustible y coste fiscal local del automóvil privado
Especificar asimismo la distancia
media de desplazamiento (Km)
Nº de trayectos diarios realizados
por habitante y modo de transporte
Distancia media (Km) recorridos por
habitante y modo de transporte al
día
Nº de plazas de aparcamientos públicos
Longitud de líneas férreas
% km. Carriles bici urbanos/ km.
carriles BUS
Longitud y % sobre el total de viarios
Rondas de circunvalación, autovías
y vías de doble calzada
% de viarios con más de dos carriles por sentido/ total de viarios
Longitud (km)
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Total de viarios urbanos
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Área
Ámbitos
Total entradas y salidas de vehículos
Nº de semáforos por cada Km2 en
áreas de centralidad urbana
93
Nº plazas de aparcamiento/parque
vehículos
Eficiencia marginal
Número de accidentes de tráfico
con heridos y con fallecidos por
10.000 habitantes
Nº de vehículos/hora en las rutas
principales
Red de transporte público con tarifa intermodal
% incremento en las plazas de
aparcamientos públicos
% de superficie urbana que cubre
la red intermodal
Consumo de gasolina y kilómetros
recorridos por persona
Diferenciando por zonas urbanas
% sobre el total de viarios del centro urbano
Respuesta
Calles peatonales en centro urbano
Estado
DESCRIPCIÓN
Relativizado al número de habitantes y distinguiendo el tipo de
vehículo
Presión
TIPO DE INDICADOR
Parque de vehículos
TRANSPORTE Y MOVILIDAD (Continuación)
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
VIVIENDA
Área
VIVIENDA
VIVIENDAS ECOLÓGICAS
EQUIPAMIENTO
TIPOLOGÍA
TAMAÑO
Ámbitos
Presión
94
Nº viviendas con algún tipo de sistema ecológico
M2 de espacios verdes y abiertos de
la comunidad
% de viviendas conectadas a sistemas de tratamiento de aguas
residuales
% viviendas con plaza de aparcamiento privada
% viviendas con teléfono/ televisión/
lavavajillas/ ordenador
% de viviendas con agua y electricidad
Ahorro energético, energías alternativas, bioclimáticas; ahorro de agua,
tratamiento de residuos
% sobre el total
Viviendas unifamiliares
Nº de viviendas de promoción municipal al año
m2/persona
% con más de 20 años
Viviendas sociales
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Viviendas antiguas
Nº miembros de la familia / Nº habitaciones por término medio
Superficie media de vivienda por
persona
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
EQUIPAMIENTO
URBANO
Área
95
CULTURAL
OCIO
Nº de bibliotecas públicas
Nº de rutas históricas urbanas
Nº de museos, galerías de arte y
casas-museo en la ciudad
Nº de butacas, distinguiendo entre
cines y teatros
Nº de restaurantes, bares y establecimientos de bebidas
Plazas hoteleras
Nº de oficinas bancarias con cajero
electrónico
Nº de grandes superficies que abastecen a la ciudad
Nº de pequeños y medianos comercios/Km2
MERCADO
Cableado de fibra óptica
(miles ptas)
(Km)
Nº de camas/1.000 habitantes
Camas hospitalarias
Nº de teléfonos públicos /km2
Nº de centros/1.000 habitantes
% de población en un radio de 15
minutos de distancia caminando desde los espacios verdes o abiertos
Accesibilidad a espacios verdes y
abiertos
Centros de salud primaria
%
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Espacios abiertos/ superficie urbana
Estado
Nº de aparcamientos públicos/Km2
Renta per capita
Nº de habitantes y densidad de habitantes
Presión
TIPO DE INDICADOR
APARCAMIENTO
TELECOMUNICACIONES
SALUD
ESPACIOS ABIERTOS
Ámbitos
EQUIPAMIENTO URBANO
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Área
ADMINISTRATIVO
DEPORTIVO
EDUCATIVO
Ámbitos
EQUIPAMIENTO URBANO (Continuación)
Presión
Nº de delegaciones, distinguiendo
entre administración central y autonómica
Nº de piscinas cubiertas
Nº de pabellones y recintos deportivos multiusos
Nº de centros de estudios universitarios
Nº de colegios e institutos
Nº de guarderías
Estado
TIPO DE INDICADOR
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
96
SISTEMA VERDE
Área
SISTEMA VERDE
97
CALIDAD
ACCESIBILIDAD
CANTIDAD
Ámbitos
Suelo calificado como urbanizable
en la periferia urbana
Precio medio del suelo urbano
Densidad de población
Presión
Continuidad e interconexión entre
áreas verdes
% áreas verdes total con especies
vegetales autóctonas
(mill. de ptas.)
% que suponen los m2 de zonas verdes –de cierta dimensión–
interconectadas en forma de pasillos verdes, sobre el total de espacios verdes
(Concentración de impurezas o
sulfuro en las hojas)
calidad zonas verdes urbanas
% cinturón verde con usos recreativos y semi-urbanos
% de población en un radio de 15
minutos de distancia caminando
desde las áreas verdes urbanas y
periurbanas
Accesibilidad espacios abiertos
Has. de zona verde y forestal en el
entorno urbano
(Has.)
Áreas verdes urbanas
(mill. M2)
Presupuesto de parques y jardines
M2 de nuevas zonas verdes al año
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Ratio árboles/habitante
Tamaño de la zona verde más
amplia
Áreas verdes periurbanas.
% espacios abiertos/área usada por
vehículos
M2 de zonas verdes /Habitante
%espacios verdes/área urbanizada
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
PAISAJE URBANO
Área
PAISAJE URBANO
VIDA URBANA
URBANISMO
Ámbitos
Intensidad del tráfico
Densidad población
Presión
98
Media de vehículos/día
(Seleccionar determinado evento)
Nº de manifestaciones culturales al
aire libre
(mill. ptas)
Gasto municipal en limpieza e higiene urbana
Resultados de encuesta a una muestra significativa de los ciudadanos
sobre la imagen de la ciudad
(mill. ptas)
(habitantes/Km2)
Con especial referencia a las ciudades con calificación de patrimonio
de la humanidad (UNESCO)
Gasto municipal en mobiliario urbano. Gasto en rehabilitación de edificios, mejoras de calles y espacios
abiertos
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Percepción subjetiva de los ciudadanos
% espacios abiertos/espacios edificados en el casco urbano
% de calles peatonales/total calles
centro histórico
% de superficie urbana ocupada por
aparcamientos
Nº de edificios, calles y plazas de
especial protección dado su carácter histórico o arqueológico
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
POBLACIÓN
Área
POBLACIÓN
TASA DEPENDENCIA
DENSIDAD
POBLACIÓN TOTAL
Ámbitos
Tasa de envejecimiento de la población urbana
Migración neta urbana
Tasa de crecimiento poblacional
Presión
5.3.3. Subsistema Socio-Económico
Población clases pasivas/población
activa
Población por Km2
(en caso de pertenecer a una aglomeración urbana)
Total de habitantes de la
conurbación
Zonificando por distritos o barrios
Total y por barrios
Nº de habitantes nacidos en otro
municipio que residen de forma habitual en la ciudad
Zonificando por distritos o barrios
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Numero de habitantes de la ciudad
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
99
EDUCACIÓN Y
FORMACIÓN
Área
EDUCACIÓN E INFORMACIÓN
AMBIENTAL
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN
Ámbitos
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN
Concienciación medioambiental
Ventas de libros
Venta media semanal de periódicos
Presión
Voluntariado ambiental
Cursos de formación y educación
ambiental
Niveles educativos de la población
urbana
Estado
TIPO DE INDICADOR
Gasto en campañas ciudadanas y
escolares
Incremento en el presupuesto educativo en los centros de enseñanza
superior de la ciudad
Respuesta
100
Nº de personas implicados en organizaciones ecologistas y voluntariado ambiental
(mill. ptas)
Resultado de encuesta local sobre
el respeto a los recursos naturales
y ambientales en la ciudad
Nº de cursos
Nº de ejemplares
(mill. ptas)
Desglose por edad y distrito urbano
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
SALUD PÚBLICA Y
SEGURIDAD CIUDADANA
Área
SEGURIDAD
CIUDADANA
SALUD
Ámbitos
SALUD PÚBLICA Y SEGURIDAD CIUDADANA
Presión
101
Accidentes de tráfico por cada
1.000 habitantes
Asesinatos / robos / violaciones por
cada 100.000 personas
Envenenamiento y contaminación
Nº de bajas laborales por enfermedad psíquica/física
% muertes cardiovasculares / ataques corazón / cáncer /causas respiratorias por cada 1000 habitantes
% casos alergia por cada 1.000
habitantes
Nº Enfermedades infecciosas por
cada 1.000 habitantes
Casos de muerte infantil por cada
1.000 nacimientos
Estado
TIPO DE INDICADOR
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
PARTICIPACIÓN Y
DIVERSIDAD SOCIAL
Área
Ámbitos
ASOCIACIONISMO URBANO
SOLIDARIDAD
ACTIVIDAD SOCIAL
PARTICIPACIÓN
DIVERSIDAD SOCIAL
Subvenciones municipales a asociaciones y ONGs
% participación en las últimas elecciones locales
Nº de actividades sociales
Media de horas de tiempo libre/hab
Nivel de renta media per capita
Nº de asociaciones vecinales/peñas/clubes
Estimación del número de miembros
Nº de organizaciones de voluntariado social por cada 1.000 habitantes.
Respuesta
Estado
Presión
TIPO DE INDICADOR
(mill. ptas)
(diferenciando entre tipos: sociales,
culturales, artísticas)
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
102
RENTA Y CONSUMO
Área
103
VIVIENDA
Hipoteca o precio de la casa/ renta
total
Tipo de tenencia de la vivienda
% renta destinada a ahorro a medio
y largo plazo
% de renta destinada en alimentos
Indice de desigualdad en la distribución de la renta
Renta familiar y renta media total
per capita
Estado
CONSUMO Y AHORRO
% personas sin hogar.
% de personas viviendo por debajo
de la línea de la pobreza
Tasa de desempleo
Presión
TIPO DE INDICADOR
Encuesta sobre la satisfacción de
los vecinos en su barrio
Ámbitos
PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL
BIENESTAR
RENTA
RENTA Y CONSUMO
Gasto de la administración en
bienestar social
Respuesta
Media anual
(mill. ptas)
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
ACTIVIDAD ECONÓMICA
Y EMPLEO
Área
SECTOR PÚBLICO
DISTRIBUCIÓN SECTORIAL
DEL VALOR AÑADIDO (VAB)
Y DEL EMPLEO
EMPLEO
MERCADO DE VIVIENDA
Ámbitos
ACTIVIDAD ECONÓMICA Y EMPLEO
104
Inversión administración regional y
nacional en el sistema urbano
% ingresos impuestos y tasas locales/presupuesto total administraciones locales
% ingresos transferencias del estado/presupuesto total administraciones locales
% actividades agrarias/ total
Presión
(mill. ptas)
VAB por sectores y barrios
Empleados públicos
(mill. ptas)
Gastos sociales per capita
Diferenciando por destino (infraestructura, políticas de empleo, sociales, etc.)
(mill. ptas)
Distinguiendo por sectores y barrios
(mill. ptas)
Gasto en infraestructura per capita
% presupuesto administración local/
producto urbano
Empleo
Estimación del producto interior
bruto urbano
Producto y valor añadido urbano
(en términos de valor añadido y
empleo)
(mill. ptas)
Estimación del producto interior bruto urbano
(mill. ptas.)
Distinguiendo por sectores y barrios
Gasto en promoción de actividades
económicas y de generación de
empleo
Respuesta
DESCRIPCIÓN
Tasa de desempleo
Población activa
Nº créditos hipotecarios
Producción de viviendas
Inversión en viviendas
Estado
TIPO DE INDICADOR
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
TECNOLOGÍA Y
GESTIÓN DEL
MEDIO AMBIENTE
Área
I+D
SOCIEDAD
EMPRESAS
ADMINISTRACIÓN
Ámbitos
Presión
TECNOLOGÍA Y GESTIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
105
Centros I+D ambiental
Nº de viviendas con placas solares
Nº de empresas especializadas en
servicios ambientales
Vigilancia y control ambiental
% empresas que llevan a cabo programas de gestión ecológica,
auditorías ambientales o con certificación de calidad ambiental.
% presupuesto de gasto en políticas ambientales en la ciudad.
% de edificios públicos con programas de eficiencia energética o ambiental.
Estado
TIPO DE INDICADOR
Políticas promoción de I+D
Políticas de concienciación y educación medio ambiental.
Políticas de promoción de criterios de
calidad ambiental en las empresas.
Respuesta
(mill. ptas)
Nº de centros
(mill. ptas)
Montante de multas y retiradas de
licencias a empresas por delito
ecológico.
(mill. ptas)
DESCRIPCIÓN
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
5.4. Selección de Indicadores
de Medio Ambiente Urbano
La implementación de un sistema de indicadores
que persiga un objetivo tan ambicioso como el de la
medición de la sostenibilidad del desarrollo urbano,
supone la adopción de un considerable esfuerzo, sobre todo en su fase inicial al crear el primer corte de
datos para el sistema.
A los costes económicos, los cuales resultan evidentes, es necesario añadir los derivados de la necesaria coordinación entre los agentes sociales y las
administraciones con incidencia en la ciudad. Del éxito de esta integración depende la rapidez y eficacia
en la obtención y transformación de la información en
indicadores. Además, este proceso ha de realizarse
de forma homogénea con el resto de ciudades que
integran el sistema de indicadores, por lo que el grado de complejidad en el proceso de implementación
es muy importante.
La necesaria actuación de la administración regional en este proceso facilita enormemente la integración entre ámbitos urbanos, sin embargo, la gran dimensión del sistema de indicadores mantiene elevados los obstáculos económicos y de coordinación.
Por tanto, resulta necesaria la selección de un set o
conjunto de indicadores llamados Indicadores Esenciales que, manteniendo lo mejor posible la explicabilidad del modelo, se configuren como el núcleo reducido del mismo, facilitando la elaboración del análisis.
Para establecer qué indicadores entran a formar
parte de la selección hemos de referirnos nuevamente al análisis empírico como base de esta tarea. La
selección de indicadores ex post es posible mediante
la aplicación de técnicas estadísticas que permitan
eliminar los indicadores redundantes que aportan poca
información relativa al conjunto, determinando qué
variables son más explicativas de las que no lo son.
A nuestro entender, la propuesta anterior de sistema de indicadores no está cerrada hasta que no apliquemos precisamente estas técnicas estadísticas para
seleccionar no ya un set de indicadores esenciales,
sino incluso, los indicadores del propio sistema. Estas
técnicas permitirían a su vez analizar dentro de cada
ámbito qué variables son realmente indicadores de
presión o de estado. Sin embargo, las restricciones
derivadas de realizar un análisis ex ante, sólo nos permiten apoyarnos en la experiencia internacional con
tales indicadores para realizar la propuesta teórica de
inventario de indicadores expuestos en el apartado
anterior.
Es por ello que, de igual manera que para delimitar
el sistema, para seleccionar los indicadores esenciales deberíamos partir de un análisis estadístico descriptivo que nos permitiera seguir reduciendo la información necesaria al máximo.
El ejemplo expuesto en el capítulo referido a la caracterización ambiental de algunos municipios de Cádiz
y Málaga nos puede marcar la pauta de lo que sería un
análisis preliminar de este tipo. Con el Análisis de Componentes Principales (ACP) es posible seleccionar finalmente como indicadores esenciales a aquellos que más
participan (explican) en la combinación lineal determinada por los primeros componentes.
Al no disponer de esta opción, nuestra selección
de indicadores será por tanto teórica, siendo necesario su contraste empírico toda vez que se inicie el proceso de implementación del sistema de indicadores32 .
Operativamente, resultaría interesante realizar dos fases, donde la primera consistiera en la elaboración
del sistema completo de indicadores en un par de grandes ciudades andaluzas. Este análisis permitiría perfeccionar los indicadores del sistema y el set de
indicadores esenciales en una segunda fase ya generalizada al conjunto de ciudades medias andaluzas.
Para que un conjunto de indicadores resulte operativo en estas primeras fases de implementación es necesario, en primer lugar, especificar en mayor medida
el objetivo último a medir. Desde el comienzo de este
análisis, hemos perseguido una imagen dinámica del
modelo de desarrollo urbano, la cual nos permitiera su
calificación como de sostenible o no. Sin embargo, llegado este punto es necesario concretar algo tan lleno
32 Desde finales de 1998, la Consejería de Medio Ambiente ha
iniciado la fase de recogida de información necesaria para la
realización del diagnóstico ambiental de los municipios andaluces de población superior a 30.000 habitantes y la recogida de
datos básicos sobre medio ambiente urbano cuyo tratamiento
permitirá continuar el proceso de definición de un sistema de
indicadores para el caso andaluz.
106
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
de subjetividad como es el desarrollo urbano, centrándonos en los aspectos netamente ambientales y directamente relacionados con la calidad del medio ambiente urbano. Con ello conseguiremos reducir el amplio
abanico de dimensiones objeto de análisis y seleccionar un número de áreas estratégicas a representar:
ruido, paisaje urbano, agua, transporte, etc.
El set de indicadores esenciales de calidad del medio ambiente urbano seleccionado está compuesto por
50 indicadores referidos a las áreas estratégicas relativas exclusivamente a la calidad ambiental de las ciudades. La información recogida en la columna de ORIGEN
se refiere a los proyectos e iniciativas internacionales
en las que se ha aplicado dicho indicador, por lo que se
dispone de información (o se está elaborando) del mismo para algún grupo de ciudades. La columna OBSERVACIONES recoge sugerencias acerca de la disponibilidad de la información necesaria para elaborar el indicador en nuestra Comunidad Autónoma.
Posteriormente, se recoge la ampliación o extensión del set de indicadores de calidad ambiental (20
más), que permite recoger aspectos de otras dimensiones necesarias para el análisis de la sostenibilidad
del modelo de desarrollo, tales como educación, actividad económica, renta y consumo, etc.
Propuesta de Indicadores de Calidad del Medio Ambiente Urbano
– Indicadores esenciales –
ÁREAS
ESTRATÉGICAS
INDICADORES ESENCIALES
POBLACIÓN
(1)
SUELO URBANO
(2)
(3)
(5)
(6)
Numero de habitantes de la ciudad y de la conurbación.
Distribución por sexo y edad.
Densidad de población.
Superficie total (Km2) de la aglomeración urbana (ciudad
compacta + conurbación).
Usos mayoritarios del suelo (dotacional, residencial.
etc.) %.
% de superficie abandonada o contaminada.
Área cubierta por infraestructuras de transportes.
HABITAT, AEMA,
UNCSD, UA
“
HABITAT, AEMA,
UNCSD
HABITAT, AEMA,
UNCSD
HABITAT, AEMA,
UNCSD
(7)
(8)
Áreas verdes y espacios abiertos/ superficie urbana.
M2 de vivienda por persona.
(9)
% viviendas con plaza de aparcamiento privada.
HABITAT, AEMA
HABITAT, AEMA,
UA
HABITAT, AEMA,
UNCSD
(10)
(17)
Nº de viviendas con características bioclimáticas (o certificación AENOR)
Nº de vehículos por habitante y Km2.
Nº de plazas de aparcamiento público por hab.y Km2.
Kms. carril-bici. (y % sobre total de km. carriles bus).
Nº de desplazamientos cortos diarios. (en km. por hab.) y
(% modos de transporte)
Longitud total del viario y porcentaje de autovías y vías de
doble calzada/ total del área urbana.
Intensidad media de tráfico en las principales rutas de acceso a la ciudad y en el centro urbano.
Nº de accidentes de tráfico.
(18)
Gasto e inversión pública en transporte y tráfico.
(19)
Consumo urbano de agua (por usos y por hab. y día).
(20)
(21)
% Consumo aguas subterráneas sobre el total de consumo.
Calidad agua. Número de días al año que los estándares
de agua potable de la OMS no son cumplidos (aguas superficiales y subterráneas).
(4)
VIVIENDA
TRANSPORTE
Y MOVILIDAD
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
AGUA
Origen
107
Observaciones
SIMA
SIMA
COPT
(P.Subregion.)
Planeamiento
municipal
No hay datos
Planeamiento
municipal
‘’
Censo Vivienda.
INE
No hay datos
No hay datos
HABITAT
HABITAT
HABITAT, AEMA,
UA
AEMA
SIMA
Ayuntamientos
Ayuntamientos
No hay datos
Pto. Municipal
AEMA
COPT
AEMA
PG Tráfico/P.
Local
Ayuntamientos/
MF
Ayuntamientos
HABITAT, AEMA,
UA
AEMA, UNCSD
AEMA, UNCSD,
UA
No hay datos
Consj. Salud/
Aytos.
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Propuesta de Indicadores de Calidad del Medio Ambiente Urbano
– Indicadores esenciales – (Continuación)
ÁREAS
ESTRATÉGICAS
INDICADORES ESENCIALES
(22)
ENERGÍA
(23)
(24)
(25)
(26)
(27)
(28)
(29)
CICLO DE LOS
MATERIALES
(30)
(31)
(32)
(33)
(34)
(35)
(36)
RUIDO
(37)
ATMÓSFERA
(38)
(39)
(40)
ENTORNO NATURAL
y BIODIVERSIDAD
(41)
(42)
(43)
SISTEMA VERDE
PAISAJE URBANO
(44)
(45)
(46)
(47)
(48)
(49)
(50)
Origen
Observaciones
Sequía. Nº de días en que los embalses están por debajo
del 30% de su capacidad.
% Pérdidas en la canalización y distribución de agua urbana.
% de aguas residuales tratadas (por tipo de tratamiento).
% de agua reciclada o re-utilizada (para riego básicamente).
Consumo de electricidad (por habitante).
Consumo de gasolina (por habitante).
% de edificios con energía solar.
UNCSD
% Energías alternativas sobre el total de consumo energético en la ciudad.
Cantidad de mercancías transportadas con origen o destino en la ciudad (en Kg.). Por persona y año.
Volumen de residuos generados (por habitante y composición) al año.
Cantidad y calidad de residuos peligrosos.
Recogida selectiva (vidrio, plástico, papel-cartón, pilas).
Volumen recogido.
% de residuos llevados a vertederos incontrolados. Volumen vertido.
% de residuos tratados (por tipo de tratamiento). Volumen
incinerado.
% de residuos recuperados que son reciclados o reutilizados.
% de población expuesta a niveles de ruido superior a 65dB.
y 75 dB. respectivamente.
Nº de denuncias o sanciones debidas al ruido.
Días al año que el municipio no supera los estándares de
calidad de aire establecidos.
Inmisiones totales (por sectores y substancias como CO2 ,
NOx , SO2 , O3 y Partículas Suspendidas Tot.).
Número de ejemplares de especies vegetales con edad
superior a 100 años.
Nº de especies de aves acuáticas/rapaces.
% del término municipal ocupado por espacios naturales
protegidos por ser hábitats de flora y fauna de interés.
M2 de zonas verde/habitante.
% de personas a 15 minutos caminando de una zona verde.
% de zonas verdes con especies autóctonas.
% del término municipal ocupado por usos forestales. Superficie ocupada por parques periurbanos.
% Edificios protegidos del centro histórico.
Nº de itinerarios turístico/histórico urbanos.
%Calles peatonales/viario urbano en centro histórico.
UNCSD
MIMAM/
Confeder.
Ayuntamientos
Ayuntamientos
Ayuntamientos
SIMA / CSE
No hay datos
Censo Vivienda.
INE
No hay datos
AEMA
No hay datos
HABITAT, AEMA,
UNCSD
UNCSD
HABITAT, UNCSD
Ayuntamientos
108
HABITAT
HABITAT
AEMA, UA
UNCSD
HABITAT, AEMA
CMA.
Ayuntamientos/
CMA.
Ayuntamientos
HABITAT, AEMA
No hay datos
AEMA, UNCSD,
UA
AEMA AEMA
Ayuntamientos
UNCSD, UA
UNCSD
CMA (> 50.000
hab)
Ayuntamientos
CMA (si hay
estación)
‘’
No hay datos
UNCSD
AEMA
AEMA, UA
HABITAT
No hay datos
CMA
Pto. Municipal
No hay datos
No hay datos
CMA
Ayuntamientos
No hay datos
Ayuntamientos
Propuesta de Indicadores de Medio Ambiente Urbano para Andalucía
Propuesta de Indicadores de Desarrollo Sostenible Urbano
– Extensión de los Indicadores de Calidad MAU –
ÁREAS
ESTRATÉGICAS
INDICADORES ESENCIALES
Origen
Observaciones
HABITAT, UNCSD,
UA
(51)
Niveles educativos de la población urbana (por sexo y edad).
(52)
Cursos de formación y educación ambiental (nº de alumnos).
(53)
(54)
Voluntariado ambiental (nº voluntarios).
Empleo. Tasa de paro y empleo (% por sectores).
UA
(55)
(56)
Participación laboral de la mujer (tasa actividad).
Tasa de dependencia (por sectores).
HABITAT, UA
HABITAT
(57)
(58)
(59)
Nivel de renta media per cápita.
Nº de personas sin hogar.
Coste medio de la vivienda
HABITAT, UA
HABITAT, UA
HABITAT, UA
(60)
% residentes inmigrantes no nacionales.
UA
SALUD PÚBLICA Y SEGURIDAD CIUDADANA
(61)
Tasa criminalidad
UNCSD, UA
PARTICIPACIÓN Y DIVERSIDAD SOCIAL
(62)
% Participación en las últimas elecciones locales
UA
Censo Población
1991
CMA/CEC/Ayto/
DIP
‘’
Censo Población
1991
SIMA
Censo Población
1991
No hay datos
Ayuntamientos.
Ayuntamientos.
Argentaria.
Ayuntamientos
Deleg. Gobernación
Ayuntamientos
Deleg. Gobernación
SIMA
EQUIPAMIENTO
(63)
(64)
(65)
(66)
(67)
(68)
Nº de pabellones y recintos deportivos multiusos.
Nº de centros de estudios superiores.
Nº de camas hospitalarias por habitante.
Nº museos, galerías de arte y casas-museo.
Nº de sesiones de cines y represent. de teatro al año.
% Gasto en medidas de política ambiental por sectores
(agua, residuos, atmósfera, educación, equipamiento, gestión, tasas ambientales, tecnología).
Nº de empresas especializadas en servicios ambientales o
biotecnología.
Centros I+D ambiental.
HABITAT
UNCSD
UA
UA
UNCSD
Ayuntamientos
Ayuntamientos
Ayuntamientos
Ayuntamientos
Ayuntamientos
Ayuntamientos
UNCSD
No hay datos
UNCSD
No hay datos
EDUCACIÓN Y
FORMACIÓN
ACTIVIDAD
ECONÓMICA
RENTA Y CONSUMO
TECNOLOGÍA Y
GESTIÓN DEL
M. AMBIENTE
(69)
(70)
SIGNIFICADO DE LAS SIGLAS UTILIZADAS:
AEMA
AEMA. Agencia Europea de Medio Ambiente
COPT. Consejería de Obras Públicas y transporte. Junta de Andalucía.
CSE. Compañía Sevillana de Electricidad.
HABITAT. Comisión de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos
INE. Instituto de Estadística de Andalucía
MIMAM. Ministerio de Medio Ambiente.
MF. Ministerio de Fomento.
SIMA. Sistema de Información Municipal de Andalucía. Instituto de Estadística de Andalucía.
UA. Urban Audit. Comisión Europea.
UNCSD. Comisión de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible
109
Utilidad de los Sistemas de Indicadores de Medio Urbano. Conclusiones
6. Utilidad de los
Sistemas de
Indicadores de Medio
Ambiente Urbano.
Conclusiones
6.1. Algunas Aplicaciones
En la realidad local andaluza muchos son los municipios que cuentan con sistemas de información, más
o menos desarrollados, que les permiten la monitorización de los avances conseguidos a la hora de
implementar determinados programas y políticas municipales. Un ejemplo claro lo encontramos en las
empresas de gestión de agua, las cuales disponen de
información periódica sobre la capacidad y los consumos hídricos de los distintos sectores urbanos. Gracias a estos indicadores es posible establecer las pautas de consumo de agua actuales, asignar precios y
realizar previsiones de nuevas demandas y necesidades de aumento de capacidad. Al igual que ocurre en
este caso, podemos mencionar otras áreas de actuación (economía, urbanismo, servicios sociales) que
manejan una gran cantidad de información que podría
organizarse de forma homogénea siguiendo por ejemplo el esquema PER de la OCDE.
Sin embargo, estos indicadores no se encuentran
organizados de forma eficiente de manera que permitan un análisis conjunto de la información urbana. La
falta de experiencia en prácticas de este tipo, así como
las tradicionales trabas administrativas y competenciales dificultan la sinergia en los esfuerzos de las distintas administraciones y sus distintas áreas, a la hora
de elaborar información. Las utilidades de los indicadores que actualmente se vienen usando en cada organismo se verían potenciadas tras su integración y
homogeneización tanto temporal (misma unidad temporal), como espacial (mismas unidades de medida y
escala).
111
La elaboración de un sistema de indicadores de
medio ambiente urbano persigue la obtención conjunta de información referida a los diversos ámbitos que
configuran lo que de forma sintética venimos llamando el modelo de desarrollo urbano. El ámbito de análisis, la periodicidad de su cálculo y la cantidad de información seleccionada caracterizan las múltiples utilidades de los sistemas de indicadores. La presentación y el uso de los mismos resulta muy variado, por
lo que no podemos afirmar que exista una única manera de organizar y utilizar los indicadores.
En términos genéricos ya apuntamos las aplicaciones de los sistemas de indicadores, pudiendo
resumirse en:
a) Conocimiento de la realidad urbana y las
interrelaciones entre los distintos ámbitos
socioeconómico, urbanístico, ambiental, etc. La
utilidad básica de los sistemas de indicadores
pasa por representar la realidad, modelizar y
simular los componentes del sistema o modelo
elegido.
b) Establecimiento de los factores determinantes
sobre los que incidir para avanzar sobre el concepto de desarrollo sostenible o de alguno de sus
componentes (ambiental, socioeconómico, etc.).
c) Valoración de los avances conseguidos en el
proceso global de implementación de Agendas
Locales 21.
d) Mediante el intercambio de experiencias y el
conocimiento de las mejores prácticas (ejemplo: BEST y GOOD Practices, ONU), efectuar
análisis comparativos entre ciudades con problemáticas similares para validar la eficiencia
de determinadas políticas.
Utilidad de los Sistemas de Indicadores de Medio Urbano. Conclusiones
Para estos usos genéricos resulta sumamente útil
la elaboración de indicadores complejos o sintéticos
que aproximen un conjunto de características determinadas (vivienda, educación, movilidad, etc.) o un
fenómeno o cualidad subyacente (sostenibilidad, bienestar). En esta línea se enmarcan los trabajos realizados por el Observatorio Urbano Global (GUO), para la
elaboración del Indice de Desarrollo Urbano. En Europa destacan las acciones de instituciones tales como
el ICLEI, la Red de Ciudades Europeas Sostenibles o
iniciativas comunitarias derivadas en su mayoría de
las colaboraciones entre EUROSTAT, la Agencia Europea de Medio Ambiente y la D.G. XI, tales como
EURONET, Seminarios sobre Prospectivas Urbanas,
difusión de Buenas Prácticas Urbanas europeas, creación de agencias u observatorios urbanos, etc.
En referencia a la escala, la implementación de un
sistema como el que se propone permite realizar muy
diversos análisis. Éstos pueden efectuarse al nivel
sectorial, con los distintos subsistemas, así como al
nivel global con la creación de índices o medidas sintéticas que cuantifiquen la mejora del modelo de desarrollo seguido por las ciudades y comparar sus resultados y experiencias. Por otra parte, resulta muy
interesante disponer de la referencia espacial que permita en su caso la desagregación para cada indicador
genérico. Esta posibilidad permitiría el estudio por
barrios o divisiones zonales dentro de la ciudad.
Análisis de la Sostenibilidad
Si lo que perseguimos es la aproximación a la
medida de la sostenibilidad, nos encontramos con el
problema práctico de la inexistencia de una definición
objetiva y cuantitativa, lo cual obliga a hacer un considerable esfuerzo para referenciar el valor de cada indicador a ciertos criterios o principios generales de
gestión de los recursos naturales, que sean además
generalizables para otros entornos urbanos. El objetivo es aproximarnos a una medida flexible y abierta de
la sostenibilidad, de índole cuantitativa (o que al menos permita su ordenación y el establecimiento de un
sistema de ponderaciones) y trasladada a cada indicador específico. La consideración del concepto de
sostenibilidad como la suma de al menos tres dimen-
siones (social, económica y ambiental), permite al
menos la simplificación del análisis, aunque complica
la identificación de las interrelaciones entre, por ejemplo, los desequilibrios sociales y los ambientales. La
«sostenibilidad», se ha de entender como el compromiso entre la consecución de los máximos niveles de
equilibrio entre los distintos subsistemas. La cuestión
de la medida de la sostenibilidad se encuentra tras la
gran mayoría de aplicaciones de sistemas de
indicadores ambientales.
Concepto Integral de la Sostenibilidad
SOSTENIBILIDAD
SOCIAL
SOSTENIBILIDAD
MEDIOAMBIENTAL
SOSTENIBILIDAD
ECONÓMICA
Dado que no existe una metodología homogénea
para construir los indicadores, el problema de la
comparabilidad a nivel regional, nacional o mundial
acentúa la dificultad a la hora de homogeneizar los
niveles de calidad de vida y desarrollo ente distintas
ciudades. Por otro lado, una cuestión importante surge ante la comparación intertemporal de la calidad
ambiental, necesaria para poder analizar la evolución
del modelo de desarrollo hacia pautas más sostenibles
en la ciudad y poder hacer un seguimiento de determinados parámetros (consumo de recursos naturales,
balance hídrico, etc.). Un sistema de indicadores que
no sea consistente en el tiempo no es válido para poder realizar este tipo de análisis.
Partiendo del seguimiento de determinados indicadores a lo largo del tiempo es posible realizar un
análisis a medio y largo plazo que permita identificar
las tendencias y los escenarios alternativos para el
crecimiento futuro de la ciudad y sus consecuencias
en términos ambientales. Aplicando las técnicas de
112
Utilidad de los Sistemas de Indicadores de Medio Urbano. Conclusiones
simulación y predicción a través de las series temporales disponibles (cuanto más años se consideren,
mejor), se establecen los parámetros estructurales del
modelo de desarrollo en la ciudad (población, uso de
recursos, residuos generados, balance energético,
etc.). Apoyándose en estas predicciones se puede disponer de la información previa para determinar el
margen de maniobra en determinados aspectos (qué
niveles de consumo se pueden estimar como sostenibles, o la necesidad de un aumento de la capacidad
de abastecimiento, por ejemplo).
La elaboración de un sistema de indicadores urbanos puede ir acompañada de su integración en un sistema de información geográfica (SIG) que permite la
territorialización de la información a los niveles deseados, lo cual facilita el análisis conjunto de las
interrelaciones entre indicadores, o el estudio específico de determinadas áreas urbanas más degradadas.
Los llamados Observatorios Urbanos, promovidos fundamentalmente por los Programas Hábitat y Agenda
21 de la ONU, están orientados al establecimiento de
las bases para la elaboración de sistemas de información urbana que resulten comparables y que permitan
la creación de series temporales de datos. Cubierta
esta primera etapa es posible realizar análisis de la
influencia de políticas ambientales locales y el seguimiento de la Agenda local 21, aplicando los criterios
de sostenibilidad relativa a los principales ámbitos del
medio ambiente urbano.
De forma más concreta enumeramos otras potenciales aplicaciones de los indicadores de sostenibilidad
urbana.
Análisis de la capacidad urbana.
Auditoría Ambiental Urbana
El crecimiento urbano supone nuevas necesidades
(de transporte, de viviendas, de suministro de agua y
energía, etc.) que implican el aumento de la capacidad urbana, en términos de mayores consumos de
recursos naturales, energía y agua. Si bien este proceso se produce de forma muy ralentizada, existen
circunstancias en las que puede acelerarse, como por
ejemplo, las ganancias de población de la corona me-
tropolitana de las grandes ciudades, el boom inmobiliario experimentado en los municipios costeros turísticos, etc.
La previsión de estos efectos no siempre se realiza
de forma eficaz. Los instrumentos de planificación urbanística y territorial tratan precisamente de adelantarse a los desarrollos futuros en términos de usos del
suelo, necesidades de nuevos equipamientos e infraestructuras. En casi todos los municipios andaluces es
conocido el resultado del colapso o saturación de las
infraestructuras ante los crecimientos demográficos y
urbanos, manifiesto en la subida del precio del suelo y
las viviendas (ante una deficiente planificación urbanística), así como en atascos o embotellamientos en las
infraestructuras de transporte (rondas de circunvalación
y accesos desde la periferia), insuficiencia de abastecimiento de agua (manifiesta en temporadas de sequía),
o graves problemas de calidad del tratamiento de las
aguas residuales (muy claro en los municipios costeros).
En determinadas ciudades (sobre todo norteamericanas) se están aplicando las técnicas de análisis de
viabilidad empresarial y de inversiones a los problemas
actuales de gestión ambiental urbana. El caso más
emblemático es el de la ciudad norteamericana de Las
Vegas, un enclave urbano de considerables dimensiones en un entorno hostil desértico. Las costosas
infraestructuras hidráulicas desarrolladas para abastecer de agua la conurbación se ven desbordadas a medio plazo por la intensidad del crecimiento urbano. Este
hecho ha obligado a las autoridades urbanísticas a establecer unos «límites al crecimiento» en términos de
número máximo de nuevas viviendas cada año y nuevas restricciones al consumo de las ya establecidas.
Este tipo de gestión urbana se ha de apoyar en un
sistema de información que permita la elaboración de
índices de capacidad urbana en términos de carga
máxima y uso de recursos (de consumo de agua en el
ejemplo apuntado), predicciones demográficas, información sobre el crecimiento urbano, etc.
Análisis ecosistémico
Como desarrollamos en capítulos anteriores, este
tipo de estudio se centra en identificar los aspectos
113
Utilidad de los Sistemas de Indicadores de Medio Urbano. Conclusiones
definitorios de la ciudad como ecosistema. Tras seleccionar el ámbito de análisis y las poblaciones que
interaccionan, los indicadores nos ayudarán a
modelizar el ciclo artificial de los recursos, el agua, la
energía y los bienes en la ciudad, estableciendo los
balances pertinentes de la relación ciudad-entorno.
Análisis de la huella ecológica
En algunos momentos, el interés del análisis puede no estar centrado en la sostenibilidad local de la
ciudad como asentamiento, sino en la aportación de
la misma a la sostenibilidad global. En estos términos
es necesario partir de una definición de huella ecológica
que contemple los recursos naturales y territorios utilizados por el desarrollo urbano. Seleccionado ese
conjunto de variables, los indicadores urbanos nos representarán las necesidades que cada ciudad tiene
de espacio, agua, energía y otros recursos. La representación territorial de estas necesidades (utilizando
para ello un SIG), así como el solapamiento de estas
relaciones invisibles entre territorios lejanos (unos
oferentes de recursos y otros demandantes de los
mismos) nos lleva a cuantificar la presión sobre la calidad ambiental de determinados ámbitos que en principio no parecían amenazados (cuando se consideraba únicamente el crecimiento local).
Análisis de la histéresis urbana
En Física se reconoce la histéresis como aquel fenómeno en que el estado de evolución de un proceso
está determinado no sólo por la causa que lo provoca, sino también por la historia del mismo. La traducción a los términos de gestión ambiental puede ilustrarse con un ejemplo: los ecosistemas muestran una
determinada capacidad de absorción o anulación de
los desequilibrios producidos por el hombre (contaminación, tala de árboles, agotamiento reservas de agua
potable, etc.). Esta capacidad se denomina resiliencia,
término también derivado de la Física aplicado a la
resistencia que oponen los cuerpos a una fuerza. Sin
embargo, este fenómeno encuentra unos límites físicos, dado que los ecosistemas pueden alcanzar sus
114
niveles de saturación, pasados los cuales se rompe
definitivamente el equilibrio que más o menos se mantenía hasta entonces (produciéndose la crisis del
ecosistema: desertización, pérdida de biodiversidad,
etc.) e incidiendo en el resto de ecosistemas interrelacionados. Sobrepasado el umbral de resiliencia mínima, cuanto más tiempo pase el ecosistema bajo la presión, por ejemplo, de la actividad contaminante, menor
será su resistencia a dicha presión (resiliencia mínima)
y más difícil será restaurar la calidad ambiental inicial, o
incluso imposible llegado un punto de no retorno. Se
trata del fenómeno de la histéresis, en el que la dificultad en la restauración de la calidad ambiental no radica
en el daño reciente, sino en el historial de daños que
han mermado la resistencia (resiliencia) del ecosistema,
dado que el mismo ha estado demasiado tiempo bajo
la presión de la actividad contaminante.
Este proceso acumulativo de degradación ambiental puede detenerse, e incluso cabe la posibilidad de
reconstruir los niveles de calidad iniciales si el daño
producido no ha sido irreversible. En las ocasiones en
que se produce determinado desequilibrio ambiental
de proporciones importantes, la acción pública y privada opta por ingentes inversiones que se centran en
eliminar la causa que provoca el daño y sus resultados sobre el medio. Pero determinados efectos (por
ejemplo, la pérdida de biodiversidad) pueden ser definitivos, apareciendo problemas de irreversibilidad.
Según el fenómeno de la histéresis física, un muelle
sobre el que se ejerce determinada fuerza durante mucho tiempo va perdiendo su capacidad para recuperar la
forma original. Lo mismo ocurre con la posibilidad de
regenerar un ecosistema dañado, que es cada vez menor conforme mayor número de daños irreversibles se
hayan producido y mayor haya sido el tiempo de espera.
La histéresis ambiental nos dice que cada vez que
tratemos de regeneremos la calidad ambiental de un
ecosistema (incluido el urbano), los resultados conseguidos serán menores y los costes o esfuerzos necesarios irán en aumento.
Este proceso, basado en los conceptos de irreversibilidad y niveles de saturación, echa por tierra las
hipótesis más optimistas acerca del desarrollo sostenible, las cuales se basan en la confianza de que en el
futuro las generaciones venideras valoren en mayor
medida la calidad ambiental, dedicando crecientes re-
Utilidad de los Sistemas de Indicadores de Medio Urbano. Conclusiones
cursos a su regeneración. El resultado será que no se
podrá reconstituir la calidad inicial, dado que los
ecosistemas, manifestando el fenómeno de la
histéresis, mostrarán cada vez una menor resiliencia
o resistencia al impacto de las actividades humanas.
En los ecosistemas saturados, la curva que relaciona
la calidad ambiental con los recursos dedicados a su
consecución sigue una forma asintótica sobre el eje
en que se valoren los recursos orientados a las políticas de renovación o rehabilitación del ecosistema: en
términos unitarios, cada vez costará más conseguir
una mejora de la calidad ambiental..
En términos urbanos el proceso es el mismo, considerando a la ciudad como el agente (ecosistema artificial) que ejerce la presión sobre los ecosistemas
naturales. Si podemos identificar el impacto de la ciudad sobre el medio ambiente (en términos de los ámbitos de: agua, recursos, residuos y atmósfera) y establecer los niveles o umbrales mínimos para asegurar que los daños producidos no son irreversibles (asegurar el consumo ecológico y la calidad ambiental),
podremos estudiar el grado de «cansancio» o desgaste de la resistencia de los ecosistemas naturales que
nos albergan. Así, sabremos que si los ecosistemas
naturales no han estado expuestos durante demasiado tiempo a la presión de las actividades humanas, la
regeneración de los daños producidos será mucho menos costosa y viceversa. Igualmente, podremos conocer cuándo los ecosistemas naturales están al borde
del colapso por sobre-explotación y con peligro de producirse daños irreversibles.
De esta manera, se estará capacitando a los gestores urbanos para realizar una labor de planificación e
intercambio entre los objetivos ambiental (calidad del
medio) o económico (crecimiento urbano y económico). La preferencia actual por los objetivos económicos
frente a los ambientales ha de dar paso a un equilibrio
entre los mismos, de manera que se tomen en consideración los fenómenos de resiliencia e histéresis propios
de la relación ciudad-medio ambiente. De nuevo el uso
de los indicadores es básico para esta tarea.
6.2. Conclusiones
En un análisis teórico como el que estamos realizando es difícil realizar conclusiones que se deriven
de la validación empírica de la propuesta de indicadores
que se realiza. Por otra parte, la elaboración de un
sistema de indicadores guarda estrecha relación con
el proceso de elaboración de Agendas Locales 21
(AL21). A continuación enumeramos de forma esquemática algunas ideas a modo de conclusión:
• El paradigma del desarrollo sostenible debe ser
asumido por las políticas asociadas a la planificación y gestión del medio urbano.
• Desde una visión holística, toda política hacia
un desarrollo sostenible ha de integrar las distintas dimensiones del mismo, desde la ambiental hasta la socioeconómica. Las soluciones a
los problemas de calidad de vida urbana y excesivo uso de recursos naturales no son únicamente competencia de las instituciones con
competencia ambiental. La planificación del
medio urbano debe tener en consideración la
horizontalidad y transversalidad de las políticas
ambientales.
• La «sostenibilidad» debe ser uno de los principios rectores del desarrollo local, siendo las
administraciones públicas y las entidades sociales garantes de ésta. De nuevo la coordinación entre los agentes sociales e instituciones
de la ciudad aparece implícita entre los requisitos que estamos enumerando para realizar una
política urbana de sostenibilidad.
• Es necesario la realización de un sistema de
indicadores urbanos de sostenibilidad que se
adapte lo mejor posible a la realidad de cada
municipio y que a su vez sea comparable a distintas escalas. Para ello es necesario mejorar y
adecuar las bases de datos institucionales a
los criterios ambientales urbanos. La escasez
de datos y de experiencia regional en materia
de indicadores de sostenibilidad dificulta la realización y comparación de políticas ambientales municipales.
• La propuesta realizada, si bien cumple todos
los requisitos que a priori se pueden establecer
para que un sistema de indicadores sea coherente, necesita de su plasmación práctica a
partir de la ampliación de las bases estadísticas disponibles al menos para determinados
casos (proyectos piloto). Este proceso permiti-
115
Utilidad de los Sistemas de Indicadores de Medio Urbano. Conclusiones
rá una valoración ex-post de la bondad del Sistema de Indicadores, permitiendo mediante la
aplicación de técnicas multivariantes, una mejor selección de los indicadores realmente imprescindibles para la medida de cada uno de
los subsistemas parciales, así como del objetivo final: el desarrollo urbano sostenible.
• Por ello es necesario realizar un considerable
esfuerzo para el estudio de la realidad urbana,
aconsejándose la sistematización de la recogida de datos sobre la calidad ambiental del núcleo urbano (normalmente el municipio) para la
obtención de información estadística. Es necesario crear nueva información a escala municipal (o urbana) ya que los escasos indicadores
usados hasta el momento presentan problemáticas metodológicas en su aplicación, derivadas normalmente de la definición del ámbito de
medida y otros problemas de generalización,
comparabilidad y agregación. Actualmente las
116
bases de datos existentes en Andalucía y las
pocas memorias municipales ambientales son
un primer paso, insuficiente, que deben ser ampliadas para permitir delimitar la auténtica imagen urbana que de a conocer la evolución real
del municipio mediante indicadores consensuados y con validez internacional para poder
adaptar los programas de actuación que emanen de la AL21 a medio y largo plazo.
• Finalmente, tan necesario como difícil resulta
establecer redes de ciudades sostenibles tanto a escala autonómica, como en el ámbito internacional, compartiendo soluciones a problemáticas comunes de muchas regiones y municipios. A modo de evidencia, resulta paradigmático que aún no se disponga de ninguna ciudad española en las bases de datos mundiales
de que dispone, Naciones Unidas en su Programa de Indicadores Urbanos (Hábitat, UNCHS).
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