PubliFarma: un gran alivio para muchas marcas. Nuestro amigo Miguel Muñoz es, tal vez, el profesional en activo con mayor experiencia en el manejo y comercialización de medios exteriores que, como ya sabemos, están viviendo el mejor momento de su historia, toda vez de que los anunciantes ya se dieron cuenta de que ahí, fuera del hogar, la posibilidad de establecer contacto con el consumidor se multiplica al infinito. Pues bien, con ese conocimiento de la actual ubicación de los clientes potenciales, el Sr. Muñoz terminó por descubrir un punto de venta que, por increíble que parezca, hasta la fecha se encontraba totalmente olvidado por la moderna mercadotecnia: las farmacias. Nos referimos, desde luego, a aquellos establecimientos comerciales ubicados prácticamente en cualquier lugar cercano a donde vivimos; desde barriadas hasta colonias residenciales; anejadas por sus propios propietarios o por grandes cadenas; a las que la gente acude en busca de alivio para cualquier problema de salud: se calcula que, tan solo en el área metropolitana del D.F. existen más de 5 mil de ellas y a nivel nacional su número rebasa, con holgura, las 20 mil, según datos de ANAPROFARM (Asociación Nacional de Propietarios de Farmacias). Y hablamos en pasado del acto de compra ya que, en la lucha por la supervivencia y la competencia frente a los grandes autoservicios, las farmacias han incorporado a su mix de productos cada vez más y mas artículos de primera necesidad; como alimentos, bebidas carbonatadas, golosinas, artículos de higiene o belleza y muchos otros satisfactores que han provocado que el ciudadano típico acuda a una farmacia tres veces por semana, en promedio, con intenciones de comprar ahí todo lo habido y por haber. No obstante tan impresionantes cifras y como ya lo señalamos antes, hasta hace poco las farmacias eran poco menos que ignoradas por las grandes marcas y solo unos cuantos fabricantes, en su mayoría laboratorios, mantenían en tan concurridos puntos de venta una presencia menos que discreta limitándose, casi siempre, a la colocación de simples cartulinas, en pocas cantidades que, como ya sabemos, poseen una vida útil sumamente corta. Para enmendar esa situación, una vez detectado tan interesante nicho, Miguel Muñoz y compañía invirtieron su tiempo en concretar y firmar convenios con todo tipo de farmacias, individuales o de cadena, a las que, para hacerlas copartícipes en el éxito del nuevo medio que hoy nos ocupa, se les ofreció pagarles una renta a cambio de que ellas permitieran la colocación de los mensajes que ahora procedemos a describir: se trata de cajas de luz, de 60 x 93 cm., a una o dos caras, con acrílicos transparentes de 1.5 mm. de espesor, con tapas de PVC, con perfiles de aluminio anodizado natural brillante y un sistema de iluminación electrónico T8, de bajo consumo de electricidad. Sus formatos son verticales u horizontales y su versatilidad permite colocarlas en mostradores, adosadas a la pared o incluso colgando del techo. Para el diseño de tan funcional mueble, como para su posterior producción en serie, (a la fecha se cuenta ya con un gran número de las mencionadas cajas luminosas), Miguel Muñoz se asoció con la empresa Sima, Sistemas Integrales de Manufactura, que preside el Ing. Bruno León. Ambos, Miguel y Bruno, crearon la empresa PubliFarma, S.A. de C.V., la cual se encarga de comercializar, colocar y dar el debido mantenimiento a este nuevo medio. Como era de esperarse, anunciantes y publicistas han respondido con interés y beneplácito, hasta el punto de que hoy en día, menos de un año después de su fundación, PubliFarma sirve ya a no pocas e importantes marcas; incluso ello ha permitido las pruebas de eficacia tan acostumbradas entre las agencias de medios, cuyos resultados han sido, más que satisfactorios, espectaculares: condones Trojan llevó a cabo uno de dichos experimentos y contrató para tal efecto 50 cajas de luz de PubliFarma, de las de forma elíptica, mismas que se colocaron en otras tantas farmacias de todo tipo... ¡y las ventas del producto se incrementaron en un 60% durante el período de prueba! Al decir de todo tipo nos referimos a farmacias ubicadas en colonias metropolitanas de todas las clases sociales, ya que esa es otra de las grandes ventajas de PubliFarma: la posibilidad de segmentación de la audiencia a impactar en función de la clase socio-económica de las zonas donde se localicen las boticas seleccionadas. De igual manera, ello permite tanto la segmentación geográfica, para productos de distribución limitada y/o dirigida, como las necesarias pruebas de aceptación, que permiten conocer, a costos reducidos, si un satisfactor va o no a tener éxito entre el mercado al que va dirigido. Y es que, como los directivos de la empresa que hoy nos ocupa lo han señalado en forma por demás atinada, no existe ningún periódico que todos lean, tampoco existe un canal de televisión que todos vean pero si, todos nostros, vamos a menudo a una farmacia. En lo que respecta a condiciones de contratación, PubliFarma es también bastante flexible ya que se puede contratar desde un anuncio-mes, a un costo de 3 mil pesos susceptible de negociarse, a la baja, en empresas de mayores volúmenes. Y, huelga decirlo, su colocación, sustitución y remoción son inmediatas.