Sobre ¿Teléfono rojo, volamos hacia Moscú?

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Sobre ¿Teléfono
roj o,
volamos hacia Moscú?
E n 1962, Kubrick adquirió los derechos cinematográficos de Red Alert (1958), una novela de Peter George sobre un general psicótico que ordena a su grupo de bombarderos B­52 lanzar un ataque nuclear sobre Rusia. Kubrick comenzó a elaborar una adaptación seria del libro en colabo­ ración con George, y decidió que Columbia Pictures fuese la distri­ buidora de la película. Una vez Kubrick hubo decidido el nuevo enfo­ que de Teléfono rojo…, se invitó al periodista Terry Southern para que aportase al guión su marca de irreverente humor negro. Uno de los elementos de humor de Teléfono rojo... es la colección de nombres absurdos con los que Kubrick y Southern bautizaron a sus extraños personajes. Muchos de los nombres tienen connotaciones sexuales, tales como el del general Jack D. Ripper, llamado así por el famoso psicópata sexual Jack “El destripador”. Kubrick ya había escogió a Sterling Hayden para inter­ pretar a Johnny Clay, el organizador del nefasto robo de Atraco perfecto, y ahora era solicitado para el papel del general Ripper, el paranoico de la supervivencia; George C. Scott hace de general Turgidson, un halcón del ala derecha del Pentágono, y Slim Pickens, al que Kubrick había dado un papel en El rostro impenetra­ ble antes de abandonar esa película, encarna al mayor King Kong. Peter Sellers interpreta el papel principal de excéntrico científico, el de presidente de Esta­ dos Unidos, Merkin Muffley, y el del capitán Lionel Mandrake. Kubrick también pretendía que Sellers interpretara al mayor Kong, el comandante del único bombardero que llega a su objetivo ruso. Sellers dudó en aceptar el papel; Kubrick insistió en que lo hiciese. Al final, Sellers se lastimó accidentalmente un tobillo y pidió no hacer las escenas de Kong. Así las cosas, Sellers interpreta el papel de los tres hombres que, entre bastidores, intentan evitar que el mayor Kong cumpla las órdenes de Ripper . El rodaje se inició el 28 de febrero de 1963 y finalizó el 23 de abril. Teléfono rojo… recuerda a Atraco perfecto, ya que muestra cómo supuestamente un plan de acción infalible puede salir mal, y una vez más Kubrick cuenta una historia que tiene lugar en varios sitios a la vez. El guión de la película resulta uno de los mejor entretejidos y más brillante­ mente construidos del cine moderno. El tono del guión se sitúa a medio camino entre el realismo y la farsa seria. “Red Alert es una historia de suspense totalmente seria. Mi idea de darle forma de comedia de pesadilla surgió cuando empecé a trabajar con ella. Descubrí que al intentar mejorar las escenas e imaginarlas en pantalla debía eliminar cosas que eran absurdas o paradójicas a fin de evitar que hicieran gracia pese a que eran muy reales. Entonces decidí que el tono perfecto que debía adoptar la película sería lo que ahora denomino una comedia de pesadilla ”.
Los archivos personales de Stanley Kubrick ,
Alison Castle (editor), Editorial Taschen Geor ge Campbell Scott
E n 1959 Scott consiguió su primer trabajo importante en el cine, en la película Anatomía de un asesinato, en la que interpreta a un fiscal inflexible. Este papel le valió una nomina­ ción al Oscar como mejor actor de reparto. Scott era del todo contrario a los Oscar, ya que lo consideraba una forma innoble de promocionar a los actores y de hacer negocio. Cuando en 1962 fue nominado, en esa ocasión por The Hustler , con Paul Newman, envió una nota que decía "No, gracias", rechazando la nominación. No obstante, la Academia no pareció tomarse a mal su actitud, ya que en 1963 fue nominado por tercera vez por la película de suspense de John Huston The List of Adrian Messenger. Al año siguiente Scott intervino en el papel de general en la comedia anti­belicista de Stanley Kubrick Dr. Strangelove. Declaró en repetidas ocasiones que ésa fue su película favorita entre las que había hecho, y que se sentía culpable por haber cobrado honorarios teniendo en cuenta lo bien que lo había pasado en el rodaje [hay versiones, sin embargo, de tono muy diferente]. En 1970 hizo su mejor película, Patton, en la que encarna al famoso general en jefe de la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasión, ganó el Oscar al mejor actor principal, pero Scott, fiel a sus ideas, permaneció en su hogar viendo un partido de hockey en la televisión, y rechazó el premio. Esa fue la prime­ ra vez que ocurrió en Hollywood. La segunda la protagonizaría Marlon Brando. Convertido definitivamente en uno de los grandes actores de carácter, Scott alternó a partir de entonces sus apariciones en el cine con intervenciones en películas y mini­series de televisión, que cada vez fueron más frecuentes en comparación con el cine, hasta el extremo de intervenir en una o dos produc­ ciones para la televisión cada año. También se dedicó al teatro, en el que apareció regularmente. Scott estuvo casado cinco veces, dos de ellas con la misma esposa, con la que se volvió a casar después de haberse divorciado. De esa unión tuvo dos hijos. Su último matrimonio duró 27 años, hasta su muerte. Falleció en Westlake Villane, California, a los 71 años de edad, como consecuencia de un problema vascular abdominal. Sus restos se encuentran en el Cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles, California. Wikipedia
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