Huye de aquí -¡qué mala consejera . . . i — Barrera del

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La larga etapa liberal-conservadora, fue en extrem o
pintoresca políticamente hablando . No había sitio par a
otra cosa, sino para la política que quiso ser restaudora .
En Cádiz tuvo sus hondas repercusiones, con sus ejércitos de aprovechados y sus jefaturas de caciques que más
bien parecían virreyes de esta ínsula meridional que otr a
de aquí -¡qué mala consejera . . . i —
Barrera del impulso. La desgana
pariote a ti . Al aire cana y cana .
Negación de la idea paridora .
Huye de aquí a otros vientos ; filoxer a
del magín ¿a dónde el hombre se afana ?
Mensajera de la odiosa galban a
siempre en el no hacer nada, borrachera .
Por tu culpa se incumplen los emplaces .
Por tu culpa los tajos se atraganta n
y el ganapán se afirma en su poltrona .
Los grandes pecadores tus secuace s
son y embobados a su deber faltan .
¡Vete lejos de mí, vil comodona !
Diego Navarro Mota .
Huye
cosa :
A las órdenes del cacicato, institución muy arraigada
en las costumbres nacionales, vivían y se desarrollaba n
diversas faunas : que buscaban su sombra para medrar e n
la dirección que fuera posible . No había más que un ca mino viable que era la sumisión total a los dictados del
poderoso y estar listo para los combates electorales qu e
se repetían con frecuencia, fueran comicios para diputa dos, para concejales o para lo que fuera . Sin la total entrega y obediencia ni había posibilidad de cargos, ni prebendas . Lo más frecuente era la colocación en organismo s
oficiales para estar dispuesto a las contiendas o haber estado ya presente en ellas para recibir el premio en forma de nombramiento y credencial .
Había en Cádiz verdaderos ejércitos electorales qu e
daban la cara cuando sonaba llamando a filas la campana electoral . Uno de los centros más mimados era el Matadero, entonces aledaño al barrio de Santa María. Allí
había una especie de escuela de todas las artimañas precisas para derrotar al contrario fuera el que fuera. Algo
así como el fútbol actual, con sus fichajes y sus idas yvenidas de jugadores de uno a otro lado, según la paga
conveniente y el traspaso acertado.
Recordamos bien las elecciones . Sobre todo las de concejales nos dejaron una honda huella porque en una oca
Sión fuimos testigos presenciales, de cerca, y hasta luchamos un poco por el triunfo de un pariente Fue en la Vi ña, por cuyo distrito era la lucha edilicia. Había dos candidatos liberales, otros tantos conservadores y hasta un
republicano, con su propaganda cartelera tricolor . Nada
faltaba. Discursos, arengas, visitas de candidatos, reparto s
de limosnas y pan . Todo un programa previo al tejemaneje final .
Uno de los candidatos era, liberal hablamos, un conocido, ferretero y el otro un tío mío, comerciante en antigüedades que tenía su tienda en la calle Rosario frent e
al 'Cuadro" . Uno y otro llevaban sus buenos montones
de "duros", de aquellos magníficos de plata, para compra r
los votos . Era la vieja y fea costumbre electoral . Los cuarteles estaban situados en tiendas veteranas cuyos dueño s
eran amigos montañeses, "El Destino", "El Toro", "L a
Uvita y otras y hasta en el mismísimo colegio de los
Hermanos porque los candidatos de aquella época eran
amables y atrevidos . Un " duro" por voto era el presupuesto . Se formaban colas y con su capataz respectivo s
iban los hombres a votar, casi en formación militar, vigilados y custodiados .
En aquella ocasión fue la cosa distinta . La mayor de
las picarescas triunfó espléndidamente . Las columnas de
votantes y sus encargados todos a una, cobraron y se fueron cada uno para su. casa pensando que todas las tretas
son buenas cuando el interlocutor no anda derecho .
La solución fue la derrota plena de mis dos candidatos y el triunfo del "enemigo " . No hubo denuncia en Comisaría porque no se podía en modo alguno. Había que
resignarse y en lo sucesivo pagar después y no antes . Perdiendo se aprende .
Francisco MORENO RUIZ .
Algún tiempo después y merced a nada en el Parque Genovés, la que tra s
las numerosas gestiones realizadas po r , 1hacérsele algunas reparaciones (que cos el entonces Delegado Regio Provincia l taron 50 ptas .), fue instalada en los tede Bellas Artes D. Pelayo Quintero y rrenos de la Necrópolis fenicia de l a
Atauri, con el apoyo de las Autoridade s Punta de la Vaca, nombrando un guard a
gaditanas y la cooperación económic a con carácter interino, con el haber d e
de la Comisaría Regia de Turismo, "So- dos pesetas diarias . Como quiera que
ciedad , de Turismo " y. e l Centro "Los dicha garita resultaba insuficiente par a
Amigos de l Arte" , se reanudaron la s e x- el fin propuesto, con fecha 2 de Marz o
cavacione s en los meses d e Septiembr e de 1915 la Sociedad de Turismo solicit ó
y Octubr e de 1912, e n los desmonte s autorización del Ayuntamiento para cons de l Astillero, las qu e dieron po r resul - truir un pabellón en terrenos de la Pun tado, el hallazgo de doce tumbas feni - ta de la Vaca, con destino a guarderí a
cias y diversas alhajas . Por esta época y vivienda- del guarda, ton arreglo a
y debido a la importancia que había n los planos que se acompañaban, qu e
adquirido estos trabajos, a propuesta de habían sido trazados por el arquitecto
la junta Superior de Excavaciones, s e municipal D. Juan Cabrera Latorre .
nombró un Director de las mismas, car- Por diversos documentos que hemo s
go que recayó en D . Pelayo Quintero. examinado en el Archivo Municipal, pa- El citado arqueólogo redactó una am- rece -ser, que el hecho de tener qu e
plia y, detallada Memoria, dando cuent a atender a la guardería de las tumba s
de los trabajos realizados y el fruto o b- fenicias, no era del agrado del Ayunta tenid o e n los mismos, qu e con fecha 1 5 miento que presidía D . Manuel García
de Enero de 1914, envi ó a l a Junta Su- Noguerol, por lo que dicha Autorida d
perior de Excavaciones y en virtud d e con fecha 17 de Enero de 1916, elevó
ello, seis meses después la Comisión d e una instancia al Ministro de Instrucció n
Monumentos Históricos y Artísticos y l a Pública, en la que solicitaba que siendo
Real Academia de la Historia incoaro n las tumbas fenicias, descubiertas en l a
expediente de utilidad pública, regulán- Punta de la Vaca, propiedad de Estado ,
dose la ocupación temporal de los te - se obtuviera de éste el reconocimient o
rrenos que el- efecto indicara el Sr. Quin- de ser de su obligación la expresad a
tero Atauri, para realizar en ellos ex- vigilancia. Pero los deseos del Municipi o
cavaciones, disponiéndose al mismo tiem- no se vieron cumplidos, en este aspecto.
po que pasaran a ser propiedad del Es El día 14 de Noviembre de 1928, in tado todos los- objetos descubiertos y , gresó en el Ayuntamiento como guard a
los que fueran hallados, los que debe - de la Necrópolis fenicia D. Emilio Lo rían pasar en calidad de depósito a l zano Rodríguez, con el haber diario de
Museo Arqueológico Provincial . A par- cuatro- pesetas, cesando en dicho come tir de esta fecha, puede decirse que se tido, por supresión de la citada plaza ,
realizaron excavaciones en los terreno s el día 15 de Agosto de 1931 . Por cierto
antes citados, casi sin interrupción des- que como trabajaba de ocho de la ma de el año 1916 a 1917, en las que s e ñana a siete de la tarde y su ¡ornad a
encontraron sepulturas, diversas alhaja s diaria de trabajo excedía en tres hora s
y algunos objetos de cerámica . De la más de las ocho reglamentarias, al se r
excepcional importancia de los enterra - dado de baja en dicho trabajo solicit ó
mientos encontrados en la Punta de la por medio de una instancia, con fech a
Vaca, para los que no los conocieron , 14-10-1932, que se le abonasen las dibaste la sola referencia de que por Rea l ferencias dejadas de percibir, a lo qu e
Orden del mes de Diciembre de 1924 , tras los trámites reglamentarios, accedi ó
fueron declarados Monumento Arquitec- el Ayuntamiento. El guarda de estas
tónico Artístico Nacional .
tumbas, además de atender a su custo Pese a la importancia de las tumba s dia, era el encargado de cobrar un a
fenicias, que se encontraban situada s pequeña cantidad a los visitantes de la s
en la Punta de la -Vaca, la conservació n mismas, a cambio de lo cual entregab a
y custodia de las mismas, pasaron po r un ticket numerado, destinándose los in una serie de vicisitudes, de las qu e gresos recaudados por tal concepto, a
existen las consiguientes referencias e n sufragar nuevas excavaciones . Al cons el Archivo Municipal . Como hemos in- truirse por el Estado, en estos mismo s
dicado anteriormente, fue en el alí o terrenos, en el año 1929, la Fábrica d e
1912, cuando se reanudaron las exc a Torpedos y quedar dichas tumbas den vaciones en aquel lugar con el fin d e tro de su recinto, para visitarlas er a
explorar aquellos terrenos y realizare a l necesario un permiso de la Autorida d
mismo tiempo un estudio metódico s o de Marina.
bre los mismos, cuyos trabajos dieron
Y dentro precisamente de esta Fábric a
los resultados de los hallazgos ye indi cados. Con fecha 8 de Octubre de 1913, de Torpedos, se encontraba la Base de
el Director del Museo Arqueológico Pro - Defensas Submarinas, en la triste noche
vincial, dirigió al Ayuntamiento, la s i del 18 de Agosto de 1947, en la qu e
guiente comunicación : " Suprimida por l a al hacer explosión algunas de las mina s
Ley de Presupuestos de 1911 la plaza allí almacenadas, llevaron su` triste sede vigilante de la Necrópolis fenici a cuela de dolor, luto y lágrimas, a todo s
dependiente del Museo Arqueológic o los rincones de la Ciudad . . .
por su ineficacia, ya que la guarda s e
- Ricardo MORENO CRIADO .
hacía en difíciles circunstancias, se ex citó muy pronto la codicia y la incul .
tura se ha manifestado removiendo y
saqueando el hipogeo explorado en Sep tiembre-Octubre de 1912, por lo que e l
Director del Museo Arqueológico prop u
so al Ayuntamiento estableciera un gua ].
da y que se le construyera una caset e
para que la vigilancia fuera efectiva y
permanente . . . " El Municipio cedió par a
el guarda una garita de las de! servici t
de jardines, que se encontraba almace
El escritor y académico don
Mariano de Rétegui Bensusan ,
una de cuyas ambiciones como
investigador, es plasmar en un
libro la historia de Cádiz en l a
última etapa del siglo XIX,
nos ha ofrecido ya varios an _
ticipos de este propósito. Uno
de ellos, el más reciente, es un
estudio titulado "La factoría
naval Vea-Murguia Hermanos" ,
impreso en los Talleres Jiménez-Mena.
La Exposición Marítima In _
ternacional, inaugurada, - en Cá diz con amplia resonancia mu n
dial el 15 de agosto del año
1887, sirvió de ambientació n y
arranque a la creación . de l a
factoría naval, logro debido a l
tesón de don Juan Vea —
Mur-guía, y de sus hermanos don-M i
guel y don José, tras una serie - de vicisitudes y barreras qu e
nos hacen recordar, en ciert o
modo, las qüe rodearon y r o
dean al puente de la bahía de
Cádiz. Con ágil estilo y rigur o
sa y variada documentación, e l
Sr. Rétegui relata los hecho s
claves que desembocaron en l a
inauguración de la factoría
construida en la "Dársena de
Lacaissagne" —donde se montó
anteriormente la, Exposició n
Marítima Internacional- el 2 3
de julio de . 1891 .
En su narración cronológica ,
recoge el autor el ambiente de
la factoría, con su reloj de te _
rre imponiendo sonoro - ritmo
en el trabajo y las visitas de
personalidades que perduran e n
el . libro fundacional, como do n
Javier - de Burgos que improvis ó
estas peteneras :
Quiera Dios que el Astiller o
de la Casa Ved Murguia
eche mis barcos al - agu a
que peces los mares crían.
La primera unidad lanzada a l
mar, el 25 de julio de 1892, fu e
el torpedero "Filipinas", de 7 1
metros de eslora, 8,25 de man e
ga y 4,20 de puntal . Prosiguen
lasbotaduras debuques par a
la Marina de Guerra y de va pores, hasta el 10 de marzo d e
1895, en que se registra otro im _
portante hito en la historia, de l
astillero : el lanzamiento al mar
del crucero-acorazado "Carlos
V", de 3.500 toneladas, primera
unidad de este tipo- botada e n
España . Termina, el trabajo co n
la reseña de sucesivas botadu _
ras hasta el final del siglo y
unas notas finales sobre la casi
centenaria factoría integrad a
actualmente en la empres a
"Astilleros Españoles, S. A." . DL
bujes, planos y otros grabados ,
casi inéditos, ilustran el ante_
resantísimo relato del escritor
gaditano.
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