`black athena` revisitada - seminarisa4bandes

Anuncio
BERNARDO BERRUECOS, FERRAN INIESTA, JAUME PÒRTULAS, JORDI VIDAL
‘BLACK ATHENA’ REVISITADA
… προβήσοµαι ἐς τὸ πρόσω τοῦ λόγου, ὁµοίως µικρὰ καὶ µεγάλα ἄστεα ἀνθρώπων ἐπεξιών.
Τὰ γὰρ τὸ πάλαι µεγάλα ἦν, τὰ πολλὰ αὐτῶν σµικρὰ γέγονε· τὰ δὲ ἐπ' ἐµέο ἦν µεγάλα, πρότερον ἦν
σµικρά. Τὴν ἀνθρωπηίην ὦν ἐπιστάµενος εὐδαιµονίην οὐδαµὰ ἐν τὠυτῷ µένουσαν,
ἐπιµνήσοµαι ἀµφοτέρων ὁµοίως.
… Continuaré el meu discurs, ocupant-me de la mateixa manera de les ciutats petites i de les grans.
Car la majoria de les que en l’antigor eren grans després han esdevingut petites; i aquelles que va ésser
grans en la meva època, havien estat petites abans. I sé prou bé que la prosperitat humana no dura sempre;
per tant, faré memòria tant de les unes com de les altres.
HERÒDOT I 5
BERNARDO BERRUECOS
Los hicsos.
Flavio Josefo Contra Apión 1.75, 82, 84-90
En su reinado (el del rey Tutimeo, dinastía XIV), no sé como, se hizo sentir contra nosotros la
cólera divina y, de improviso, desde el Oriente, unos hombres de raza desconocida tuvieron la
audacia de invadir nuestro país y, fácilmente y sin combate, se adueñaron de él por la fuerza.
Hicieron prisioneros a sus gobernantes, incendiaron salvajemente las ciudades, arrasaron los
templos de los dioses y trataron con gran crueldad a todos los naturales del país, matando a unos
y esclavizando a las mujeres e hijos de otros (…) A este pueblo, en su totalidad, se le daba el
nombre de hicsos, es decir, “reyes pastores”, pues en la lengua sagrada hic significa rey y sos
pastor o pastores en la lengua vulgar (…) Manetón dice que los reyes mencionados, los de los
pueblos llamados pastores y sus descendientes, dominaron Egipto durante unos quinientos once
años, y que, más tarde, los reyes de Tebas y del resto de Egipto se sublevaron contra los
pastores y estalló entre ellos una guerra muy larga e importante. En tiempos de un rey de
nombre Misfragmutosis (Tutmosis III), los pastores fueron vencidos, refiere aquél, y expulsados
del resto de Egipto, se encerraron en un lugar cuyo perímetro abarcaba diez mil aruras (2756
hectáreas aprox.) Este lugar se llama Avaris. Refiere Manetón que los pastores lo rodearon
completamente con una muralla alta y fuerte para proteger todos sus bienes y su botín. El hijo
de Misfragmutosis, Tummosis, intentó someterlos mediante el asedio, y tomó posiciones junto a
las murallas con un ejército de cuatrocientos ochenta mil hombres. Finalmente, renunció al
asedio y estableció un pacto según el cual todos abandonarían Egipto y marcharían sanos y
salvos a donde quisieran. Según lo convenido, no menos de doscientos cuarenta mil hombres
salieron de Egipto con sus posesiones y sus familias y a través del desierto se dirigieron a Siria.
Temiendo el poderío de los asirios, que entonces dominaban Asia, en el territorio que hoy
llamamos Judea, levantaron una ciudad suficiente para tantos miles de hombres, a la que
llamaron Jerusalén.
(Trad. Margarita Rodríguez de Sepúlveda, Gredos).
Heródoto 2.128
Según los sacerdotes, Quefrén reinó cincuenta y seis años. Así, resultan ciento seis años, en el
transcurso de los cuales los egipcios sufrieron una absoluta miseria; y durante todo ese tiempo
los santuarios, que habían sido clausurados, no fueron abiertos. Por el odio que sienten contra
esos reyes, los egipcios no quieren ni tan siquiera mencionar su nombre e, incluso, a las
pirámides las llaman ‘pirámides del pastor Filitis’ (τὰς πυραµίδας καλέουσι ποιµένος Φιλίτιος),
quien, por aquel entonces, apacentaba sus rebaños en aquellos parajes. (Trad. Carlos Schrader,
Gredos).
1
Diódoro de Sicilia 1.28-29
Dicen, además, que los atenienses son colonos de los saítas de Egipto e intentan aportar pruebas
de esa colonización […] Al decir muchas otras cosas parecidas a ésas más con orgullo que con
verdad, según a mí me parece, reivindican esa colonia por la gloria de la ciudad. En general, los
egipcios afirman que sus antepasados enviaron muchísimas colonias hacia muchas partes del
mundo habitado por la superioridad de quienes reinaron entre ellos y por el exceso de
población, pero no aportan sobre esto prueba segura alguna ni lo testimonia ningún escritor
digno de confianza, por lo que no creímos que lo dicho fuera digno de descripción. (trad.
Francisco Parreu Alasà, Gredos).
Bernal y la lectura literal de Heródoto.
C. Darbo-Peschanski, Le discours du particulier, 14:
…Aborder l’enquête, non pas en tant qu’histoire, naissante ou pas, balbutiante ou pas,
projection anachronique d’une discipline intégrée dans un champ du savoir qui n’a rien à voir
avec celui de la Grèce du Ve siècle, mais comme un ensemble d’opérations, de gestes, de choix,
d’appréciations que nous aurons bien soin de laisser à leur étrangeté, sans essayer de masquer
l’écart qui les sépare de l’exploration du passé et du monde que nous est familière.
Heródoto, 2.50
σχεδὸν δὲ καὶ πάντων τὰ οὐνόµατα τῶν θεῶν ἐξ Αἰγύπτου ἐλήλυθε ἐς τὴν Ἑλλάδα. διότι µὲν
γὰρ ἐκ τῶν βαρβάρων ἥκει, πυνθανόµενος οὕτω εὑρίσκω ἐόν: δοκέω δ᾽ ὦν µάλιστα ἀπ᾽
Αἰγύπτου ἀπῖχθαι. ὅτι γὰρ δὴ µὴ Ποσειδέωνος καὶ Διοσκόρων, ὡς καὶ πρότερόν µοι ταῦτα
εἴρηται, καὶ Ἥρης καὶ Ἱστίης καὶ Θέµιος καὶ Χαρίτων καὶ Νηρηίδων, τῶν ἄλλων θεῶν
Αἰγυπτίοισι αἰεί κοτε τὰ οὐνόµατά ἐστι ἐν τῇ χώρῃ. λέγω δὲ τὰ λέγουσι αὐτοὶ Αἰγύπτιοι.
τῶν δὲ οὔ φασι θεῶν γινώσκειν τὰ οὐνόµατα, οὗτοι δέ µοι δοκέουσι ὑπὸ Πελασγῶν
ὀνοµασθῆναι, πλὴν Ποσειδέωνος: τοῦτον δὲ τὸν θεὸν παρὰ Λιβύων ἐπύθοντο. οὐδαµοὶ γὰρ
ἀπ᾽ ἀρχῆς Ποσειδέωνος οὔνοµα ἔκτηνται εἰ µὴ Λίβυες καὶ τιµῶσι τὸν θεὸν τοῦτον αἰεί.
Los nombres de casi todos los dioses han venido a Grecia procedentes también de Egipto. Que
efectivamente proceden de los bárbaros, constato que así es, merced a mis averiguaciones; y en
este sentido, creo que han llegado, sobre todo, de Egipto, pues, en realidad, a excepción de
Posidón y los Dioscuros-como ya he dicho anteriormente-, de Hera, Hestia, Temis, las Cárites y
las Nereidas, los nombres de los demás dioses existen, desde siempre, en el país de los egipcios
(y repito lo que dicen los propios egipcios). Y en cuanto a los nombres de los dioses que los
egipcios aseguran no conocer, se denominación se debe, en mi opinión, a los pelasgos, salvo la
de Posidón. A este dios, los griegos lo conocieron por los libios, ya que ningún pueblo ha
contado, desde sus orígenes, con el nombre de Posidón, salvo los libios, que honran a este dios
desde siempre.
M. Bernal, Black Athena I 72.
Furthermore, the Classical and Hellenistic Greeks themselves maintained that their religion
came from Egypt, and Herodotos even specified that the names of the gods were – with one or
two exceptions – all Egyptian.
M. Bernal, Black Athena II, p. 202:
We can trace this same mixture of the fantastic and the factual in many stories told by
Herodotos and Diodoros (…) Yet other stories, which could seem equally or more fantastic,
may surprisingly have a factual basis.
Flavio Josefo, Contra Apión 1.73:
Comenzaré por los escritos de los egipcios. No es posible citar los libros literalmente; pero
Manetón (sacerdote egipcio de Heliópolis, escribió en griego una “Historia de Egipto” para uso
del rey Ptolomeo II Filadelfo, 283-246 a.C.), un egipcio de raza, iniciado en la cultura griega,
como es evidente, pues escribió en lengua griega la historia de su patria traduciéndola de las
tablillas sagradas, como él mismo dice, reprocha a Heródoto haber alterado en muchos puntos la
historia de Egipto por ignorancia.
2
Plutarco, De Herodoti malignitate 857 d-e
[Heródoto] subvierte la absoluta solemnidad y pureza de la religión griega con las fruslerías y
leyendas de los egipcios.
Heródoto, ii 35:
Los egipcios, en correspondencia con su singular clima y con su río, que presenta un carácter
distinto al de los demás ríos, han adoptado en casi todo costumbres y leyes contrarias a las de
los demás pueblos.
Heródoto, ii 104:
Algunos egipcios me dijeron que, en su opinión, los colcos descendían de los soldados del
ejército de Sesostris, pero yo, personalmente, ya lo había sospechado basándome en los
siguientes indicios: primero, porque tienen la piel oscura (µελάγχροές) y el pelo crespo (si bien
esto realmente a nada conduce, pues también otros pueblos tienen estas características) (…)
M. Bernal I 53, 435:
Nevertheless, it is the conjunction of Neit/ Athena’s Egypto-Libyan origins, Herodotos’
awareness of the connection and his portrayal of the Egyptians as Black, that has inspired the
title of this series.”
… the Egyptians were, as Herodotos had specified, black.
F.E.Picot (1786-1868). L’Étude et le Génie dévoilent l’antique Égypte à la Grèce (circa 1827)
3
FERRAN INIESTA
El debat entorn a Bernal
Alguns fets
Vencedors eurocèntrics avui ja oblidats: Ermann i Coon
El mètode com a panacea universal: Snowden i Chrétien
Des d'on es deconstrueix? L'aposta antimoderna de B.A.
L'estructura de la llengua: l'error de Bernal i els dubtes d'Ehret
A propòsit dels traductors: mélanos, NHS, Aegyptos i KMT
Amalgames desajustades: Estela d'Israel, mestres negres a Alexandria, Cleopatra
El volum I de B.A.: les pistes de la deconstrucció
El miracle que fou Grècia
En nom de la Ciència?
C.A. Diop silenciat. Eliminat?
Outsiders. De Schlieman i Chadwick a Diop i Bernal
El precedent Nietzsche: L'origen de la tragèdia
El doble dany eurocèntric: esterilitat al Nord i tancament al Sud
Els estudis clàssics amenaçats d'orientalisme perifèric
Black Athena i l'humanisme: Quo vadis, Occidens?
Nota 1: El mite és font d'història, i els documents són fites que no es poden rebutjar d'entrada.
Si els egipcis parlaven de Pobles del Mar potser caldria enviar un Schlieman o un Bernal a
comprovar-ho, perquè amb els nostres deconstructivistes 'neutrals' no arribaríem gaire lluny. La
deconstrucció és útil des d'un model-paradigma sòlid i ben assumit (Diop, Bernal), sinó és pura
misèria intel.lectual. Amb deconstruccions no retornarem l'èntusiasme als estudiants ni
reflotarem els estudis clàssics.
Nota 2: aquest no és un debat acadèmic més, perquè toca les fibres fonamentals del model
modern establert per humanistes i pels indo-europeistes (cosa que no treu qualitat als Curtius,
Ermann i altres). El que ens hi estem jugant és si volem sortir del parany modern que ens aboca
a una lectura homogènia i progressista (en el pitjor sentit material) de la història humana. Això
no és un joc.
Albert Roca ‘Prólogo’ a la edición castellana de Cheikh Anta Diop Naciones negras y
cultura. Bellaterra: Barcelona 2012, 20-21
Resulta profundamente injusto, por ejemplo, acusar a Diop de impostor arguyendo que ‘no
sabía leer jeroglíficos’, tal como dijo algún egiptólogo reputado. En realidad, habría que
destacar la honestidad de Diop: explica que elige el wolof porque es la lengua propia, y por
tanto la que más conoce sin ser un lingüista profesional, y se arma de diversos diccionarios y
manuales de gramática bien establecidos para comparar el egipcio con otras lenguas africanas
¿Hay que recordar que Greenberg, que propone la base de la taxonomía de las lenguas africanas
más aceptada hoy en día, tampoco era un conocedor de las lenguas que comparaba y también
incurrió en errores de bulto en su teorización? Como Greenberg, Diop abre un camino a trabajar
y ese es el del parentesco del egipcio con el resto de las lenguas africanas…
En sus comparaciones, Diop echa mano de los trabajos de Gardiner, una autoridad ortodoxa
entonces (e incluso ahora): ese mismo Gardiner está en el origen, en buena medida emocional,
del trabajo de su nieto Martin Bernal… El compromiso político e identitario de los autores, sus
motivaciones, no pueden ser una causa automática de desautorización. La supuesta honestidad
‘falsacionista’ de un Popper no ha sido la regla en la ciencia moderna, y, sin embargo, ésta ha
avanzado, y a menudo vertiginosamente, merced a gentes que querían probar sus hipótesis… El
silenciamiento de posiciones con tanta enjundia como la de Diop –que ofrecen posibilidades
claras de ser contrastadas- es un empobrecimiento peligroso.
Estela de Merneptah in Moret y Davy Des clans aux empires París 1923
Tehenu está devastado, Khati pacificado, Canaán está saqueado; Ascalón desposeído; Gezer
tomado; Yenoam aniquilado; Israel desolado y sin semillas para la siembra; Kharu es como una
viuda sin donde apoyarse frente a Egipto.
4
Pseudo-Aristóteles Physiognomica 812a 12-15.
Οἱ ἄγαν µέλανες δειλοί· ἀναφέρεται ἐπὶ τοὺς Αἰγυπτίους, Αἰθίοπας. οἱ δὲ λευκοὶ ἄγαν δειλοί·
ἀναφέρεται ἐπὶ τὰς γυναῖκας. τὸ δὲ πρὸς ἀνδρείαν συντελοῦν χρῶµα µέσον δεῖ τούτων
εἶναι.
Los que son demasiado negros son cobardes. Y esto se aplica a los egipcios y a los etíopes. Pero
los que son excesivamente blancos son igualmente cobardes, por ejemplo las mujeres; pero la
complexión que corresponde al coraje se sitúa entre los dos.
Cheikh Anta Diop Antériorités des Civilisations Nègres. París 1967, 25.
Los antropólogos han inventado la noción ingeniosa, cómoda, ficticia, del ‘auténtico negro’ que
les permite considerar si es necesario, a todos los negros reales de la tierra como a falsos negros,
que se acercan más o menos a una especie de arquetipo de Platón, sin alcanzarlo nunca.
K.F. Schinkel (1781-1841). Decorat per a una producció de La Flauta Màgica (acte segon, escena 3), el 1815
JAUME PÒRTULAS
El mite com a font. Història o pseudo-història?
Martin Bernal, Black Athena Writes Back 97.
… The creators of the Arian model knew far less of the Bronze Age than even the ‘latest’
ancient writers, who lived when there were still many physical, linguistic, and institutional
vestiges of the Bronze Age civilizations. Scholars working within the Aryan model in the
twentieth century have had much more data than their nineteenth-century predecessors, and in
some respects their knowledge may even exceed that of Late Antiquity, but I do not accept that
this was true in general. Certainly Strabo, Pausanias, and Plutarch had a feel for the societies
they were describing that cannot be equaled by modern scholars.
E. Vermeule, Black Athena Revisited 278
… endearingly childlike faith in the absolute historical value of Greek myths
E. Hall, BAR 347
Desconeixement (o refús en bloc) de les “sophisticated theories of the twentieth century which
have helped us to understand how mythology works”.
5
Martin Bernal BAWB 15.
On the mistrusting Greek traditions […] I believe that given the paucity of other information,
Greek traditions should be used as a source of evidence about prehistory but used cautiously
and in conjunction with material from other disciplines: archaeology, linguistics, studies of cult
and more…
Martin Bernal, els hel·lenistes i el ‘Miracle grec’
Martin Bernal, BAWB 100-101:
Furthermore, Europeans holding a gamut of political views from fascist to liberal to communist
agree that Ancient Greece gave the world philosophy, art, science and democracy. This myth of
origin has been widely used to give Europeans and their descendants elsewhere the exclusive
possession of such desirable cultural artifacts […] Suppose that it is accepted that the greatness
of Ancient Greek civilization came from its eclecticism, that it was not a purely ‘European’
culture, that it had strong African and Asian components… However, and empty or groundless
“myth of an eclectic Greece” would be worse than useless, as it would lead to disillusion and a
still greater sense of inferiority among non-European
Ian Morris, Archaeology as Cultural History (2000: 31):
Ancient Greece is important partly because our forebears made it so. For the past two-hundred
years, westerners defined classical Athens as the fountainhead of Europeannes, the beginning of
a unique cultural tradition setting us apart from (and above) the rest of the world. Late
twentieth-century academics look on this grand narrative with suspicion and in some circles
anything to do with ancient Greece is tainted by association with Eurocentric charter myths.
Some feel be should forget Greece. I believe precisely the opposite. The appropriation of
Greece within this ideology demands that we continue to debate categories whic intellectuals of
the last two centuries have made into some of the most potent symbols of western identity. A
new theory about the Parthenon frieze or Socrates’ skin color is front-page news, and it id the
height of folly for academics to abandon this ideologically charged subject to the platitudes and
deceptions of politicians and advertising agents…
Chester G. Starr, Essays on Ancient History: A Selection of Articles and Reviews (1979)
272. (Citat per L. A. Tritle BAR 317 i per Bernal BAWB 69)
… We are historians, seeking to restore past reality. Historical work must always be judged on
that basis, not on the intellectual skill and rhetorical dexterity with which an author may
manipulate and combine miscellaneous, inadequately criticized bits into a towering edifice of
gossamer.
JORDI VIDAL
El milagro sumerio y la supremacía aria en el Próximo Oriente
Antiguo
¿El milagro sumerio?
G. Roux, Mesopotamia 82ss.
Será en este momento y en estas ciudades donde eclosionará la civilización sumeria, sin duda
alguna, con sus notables logros arquitectónicos y artísticos, y sobre todo con la invención de la
escritura, auténtica “revolución”, tan importante para el futuro de la humanidad como la
“revolución neolítica” (…) En cuanto a los restantes elementos innovadores de las culturas de
Uruk y Jemdet Nasr, son obra evidentemente del genio inventivo de artistas y artesanos locales
(sumerios)…
J. Sanmartín, 1999, 14.
Pero los pobladores de lengua sumeria no eran de suyo ni campesinos ni pastores. Su talento
consistía en un enorme poder de organización, en un agudo instinto político; síntoma de ello es
la explosión urbana que, desde mediados del IV milenio, convirtió las primitivas aldeas
6
surmesopotámicas en urbes monumentales – Eridu, Ur, Uruk, Nippur, Lagash... – y las ciénagas
del delta en un retículo de canales y acequias.
P. Michalowski, Antes del diluvio, 2012, 90.
Sin embargo, esto no significa que todos, en el Súmer del IV y III milenios, hablaran sumerio;
tan sólo que ésa era la lengua elegida para la comunicación escrita. Existen pruebas, gracias
sobre todo a los préstamos lingüísticos, de que se hablaban además otros idiomas, en su mayoría
de la familia semítica (…) Esto no es más que un indicio de la complejidad cultural de los
espacios urbanos de la Mesopotamia meridional en aquel período, espacios que a buen seguro
estaban repletos de gentes de muy diversas procedencias y costumbres.
La invención de la supremacía aria en el POA
E. Von Dassow, Alalah under the Mittani Empire, 2008, 77s.
… The postulates of this theory (= el origen indo-ario de los gobernantes mittanios) were
combined with the Indo-Aryan etymology of the term maryanni and the association of this class
with chariots to generate a conception of the maryanni class as a warrior caste of invading IndoAryans who, possessing superior military technology in the form of the horse-drawn war
chariot, founded the kingdom of Mittani, established their dominion over much of the Near
East, and served as the catalyst that ended the Dark Age and ushered in the Late Bronze Age
[…] In a variation on this myth of Indo-Aryan supremacy, the scope of the invasion is reduced
in favor of portraying the new ethno-linguistic element as a kind of vitamin, the injection of
which infused the Hurrian population with the capacity to form a coherent state (Mittani)
possessing military potency and imperial ambition.
BIBLIOGRAFIA
Astour, M.C. (1965). Hellenosemitica. An Ethnic and Cultural Study in West Semitic Impact on
Mycenaean Greece. E.J. Brill: Leiden.
Berlinerblau, Jacques (1999). Heresy in the University. The Black Athena Controversy and the
Responsibilities of American Intellectuals. Rutgers University Press: New Brunswick, NJ, &
London.
Bernal, M. (1987). Black Athena: The Afroasiatic Roots of Classical Civilization. Vol. 1. The
Fabrication of Ancient Greece 1785-1985. Free Association Books: London.
Bernal, Martin (1990). Cadmean Letters. The Transmission of the Alphabet to the Aegean and
Further West before 1400 BC. Eisenbraus: Winona Lake.
Bernal, M. (1991). Black Athena: The Afroasiatic Roots of Classical Civilization. Vol. 2. The
Archaeological and Documentary Evidence. Free Association Books: London.
Bernal, Martin (2001). Black Athena Writes Back: Martin Bernal Responds to his Critics.
Durham NC & London.
Bernal, M. (2005). Black Athena: The Afroasiatic Roots of Classical Civilization. Vol. 3. The
Linguistic Evidence. Free Association Books: London.
Burkert, W. (1983). “Oriental Myth and Literature in the Iliad”, in R. Hägg (ed.), The Greek
Renaissance of the Eighth Century BC: Tradition and Innovation. Stockholm: Svenska Institutet
i Athen: 51-56.
Burkert, W. (1985) “Herodot über die Namen der Götter: Polytheismus als historisches
Problem”, Museum Helveticum xlii: 121-132.
Burkert, W. (1991). “Homerstudien und Orient”, in J. Latacz (ed.), Zweihundert Jahre HomerForschung. Rückblick und Ausblick. Colloquia Raurica ii. Teubner: Stuttgart/Leipzig: 155-181.
7
Burkert, W. (1992). The Orientalizing Revolution: Near Eastern Influence on Greek Culture in
Early Archaic Age. Harvard University Press: Cambridge (Mass).
Calder, W.M. & Schlesier, R. (eds. 1998). Zwischen Rationalismus und Romantik: Karl Ottfried
Müller und die Antike Kultur. Weidmann: Hildesheim.
Chrétien, J.-P.; Fauvelle-Aymar, F.-X.; Perrot, C.H. (eds. 2000). Afrocentrisme : L'Histoire des
Africains entre Egypte et Amérique. Coll. Homme et Société. Sciences économiques et
politiques. Karthala: Paris.
Diels, H. (1910). “Die Anfänge der Philologie bei den Griechen” = W. Burkert (ed. 1969)
Kleine Schriften zur Geschichte der antiken Philosophie. Georg Olms Verlag: Hildesheim: 6892.
Diop, Cheick Anta (1974). The African Origin of Civilization: Myth or Reality. Lawrence Hill:
Connecticut.
Edwards, R.B. (1979). Kadmos the Phoenician. A Study in Greek Legends and the Mycenaean
Age. A.M. Hakkert: Amsterdam.
Froidefond, C. 1971. Le mirage égyptien dans la littérature grecque, d’Homère a Aristote.
Publications Universitaires d’Aix-en-Provence/Editions Ophrys.
Gordon, C. H. 1965. The Common Background of Greek and Hebrew Civilizations. W.W.
Norton: New York.
Hall, E. (1989). Inventing the Barbarian: Greek Self Definition through Tragedy. Clarendon
Press: Oxford.
Hall, J.M. (1997). Ethnic Identity in Greek Antiquity. Cambridge University Press.
Hall, J.M. (2002). Hellenicity: Between Ethnicity and Culture. The University of Chicago Press:
Chicago & London.
Harrison, T. (2000). Divinity and History. The Religión of Herodotus. Oxford University Press:
New York & Oxford (Appendix 2: “The names of the Gods”).
Heutsch, L. de (1987). Écrits sur la royauté sacrée. Editions de l’Université de Bruxelles.
Iniesta, F. (2012). THOT. Pensamiento y poder en el Egipto faraónico. Catarata: Madrid.
James, George J. M. (1954) Stolen Legacy: The Greeks Were Not the Authors of Greek
Philosophy, but the People of North Africa, Commonly Called the Egyptians. Philosophical
Library: New York.
Keita, S.O.Y. (1993a). “Black Athena: ‘Race’, Bernal and Snowden”, Arethusa xxvi: 295-314.
Keita, S.O.Y. (1993b). “Response to Bernal and Snowden”, Arethusa xxvi: 329-334.
Lattimore, R. (1939). “Herodotus and the Names of Egyptian Gods”, Classical Philology xxxiv:
357-365.
Lefkowitz, M.R. (1996). Not Out of Africa: How Afrocentrism Became an Excuse to Treat Myth
as History. New Republic & Basic Books: New York.
Lefkowitz, M.R. & Rogers, G. MacLean (eds. 1996). Black Athena Revisited. The University of
North Carolina Press: Chapel Hill & London.
Lecznar, A. (2012). Review de Orrells, Bhambra & Roynon. Bryn Mawr Classical Review
2012.06.40.
Levine, M.M. & Peradotto, J. (eds. 1989). The Challenge of ‘Black Athena’. Arethusa. Special
Issue.
Linforth, I.M. (1926) “Greek Gods and Foreign Gods in Herodotus”, University of California
Publications in Classical Philology ix: 1-25.
8
Linforth, I.M. (1940) “Greek and Egyptian Gods (Herodotus ii 50 and 52)”, Classical Philology
xxxv: 300-301.
Lloyd, A.B. (1975) Herodotus. Book II. Introduction, Leiden: Brill.
Lloyd, A.B. (1976) Herodotus Book II. Commentary 1-98, Leiden: Brill.
Lloyd, A.B. (1988) Herodotus Book II. Commentary 99-182, Leiden: Brill.
Michalowski, P. (2012). “En los comienzos: la civilización urbana de Súmer”, in Antes del
diluvio. Mesopotamia 3500-2100 a.C. Barcelona.
Morris, I. (2000). Archaeology as Cultural History. Blackwell Publishers: Oxford.
Obenga, Th. (1973). La philosophie africaine de la période pharaonique (2780-330 avant nôtre
ère). Paris.
Olender, M. (1989). Les Langues du paradis. Aryens et sémites: un couple providentiel.
Gallimard/Seuil: Paris.
Orrells, D.; Bhambra, G.K.; Roynon, T. (ed. 2011), African Athena: New Agendas. Classical
Presences. Oxford University Press: Oxford & New York.
Pòrtulas, J. (1998). “Los Griegos y sus vecinos Orientales”, Aula Orientalis xvi: 261-268.
Roux, G. (1990) Mesopotamia. Historia política, económica y cultural. Akal: Madrid (edició
francesa original, 1985).
Rubio, G., (1999), “On the Alleged ‘Pre-Sumerian’ Substratum”, Journal of Cuneiform Studies
51: 1-16.
Sanmartín, J. (1999). “Génesis oriental de los dioses fenicios de las colonias occidentales”, in B.
Costa & J.H. Fernández, (eds.). De Oriente a Occidente: Los dioses fenicios en las colonias
occidentales. Eivissa.
Snowden, F. (1989). “Bernal’s ‘Blacks’, Herodotus, and Other Classical Evidence”, in Levine
and Peradotto 1989: 83-95.
Snowden, F. (1993). “Response to Keita”, Arethusa xxvi: 319-327.
Vidal-Naquet, P. (2005). L’Atlantide. Petite histoire d’un mythe platonicien. Les Belles Lettres:
Paris.
Von Dassow, E. (2008). State and Society in the Late Bronze Age. Alalah under the Mittani
Empire. Bethesda.
West, M.L. (1971). Early Greek Philosophy and the Orient. Clarendon Press: Oxford.
West, M. L. 1997. The East Face of the Helicon. West Asiatic Elements in Greek Poetry and
Myth. Clarendon Press: Oxford.
9
Descargar