¿DÓNDE ESTÁ TU HERMANO ABEL? Dios, hizo una pregunta a Adán, le dijo: ¿Dónde estás? (Génesis 3:9) Ahora la pregunta es para Caín hijo de Adán, diciendo: ¿Dónde está tu hermano? En la primera situación se le pregunta a Adán por su propia responsabilidad por haber pecado contra Dios. Pero en ésta oportunidad no se reclama a Caín por él mismo, se lo llama para indagar por su hermano. Con Adán y Eva la pregunta es por ellos y por sus acciones, ahora la pregunta es por el prójimo. Así, si el primer pecado fue de desobediencia a Dios, el segundo fue la falta de amor al prójimo. Desde entonces, Dios sigue preguntándonos por el prójimo. Lastimosamente, hasta hoy en día la respuesta parece seguir siendo la misma: ¿acaso soy guardia de mi hermano? ¿Acaso es mi obligación cuidar de él? Tal vez no seguimos las pisadas de Caín al pie de la letra, pero quizás seguimos teniendo una actitud indiferente, respecto de nuestra responsabilidad para con el prójimo diciéndole a Dios: ¿Acaso soy guarda de mi hermano? Mi responsabilidad para con Dios, entonces, no termina cuando salgo de la Iglesia. Cuando ya hice lo que me tocaba hacer… No señor, donde encuentre a mi prójimo, hallo mi responsabilidad de servicio, es decir, mi responsabilidad de ser un verdadero discípulo de Cristo. Caín, surge cuando nos domina el egoísmo, cuando viene a apoderarse de nuestro corazón y sólo pensamos en nosotros mismos y en las satisfacciones que podamos sacar de nuestro trabajo, de nuestra apariencia, del prójimo o de quien sea. Nuestro crecimiento espiritual no se mide - por el tiempo que pasamos rezando, yendo a la iglesia. Se mide por la calidad de nuestras relaciones con el prójimo. El Génesis aporta una clave fundamental. Considera la fraternidad como la pregunta radical de la existencia humana: « ¿dónde está tu hermano?». La respuesta de Caín es penosa y provocadora: «no lo sé, ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?» (Gen 4,9). Se desentiende del otro. La fraternidad se puede reconstruir desde la solidaridad y el compromiso por la justicia social . La fraternidad será un principio generador de paz social, de humanidad, al crear un equilibrio entre la libertad y la justicia, entre la responsabilidad personal y la solidaridad social, entre el bien de los individuos y el bien común. NO SE. ¿ACASO SOY YO EL GUARDIÁN DE MI HERMANO?