Puntos Sobresalientes Deuteronomio 19 a 22

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Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Noviembre y Diciembre de 2014
3ª Pregunta.¿Por qué no debía ponerse a un toro y un asno a arar juntos, y cómo siguen los cristianos el mandato sobre el
“yugo desigual”? (Deut. 22:10.) [10 de nov., w03 15/10 pág. 32.]
w03 15/10 pág. 32 “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual”
COMO se aprecia en la ilustración, el camello y el buey que están arando juntos parecen muy incómodos. El
yugo que los une —pensado para dos animales de estructura y fuerza similares— hace sufrir a ambos. Dios
mostró su interés en los animales de tiro ordenando a los israelitas: “No debes arar con un toro y un asno juntos”
(Deuteronomio 22:10). En el caso de un buey y un camello aplicaría el mismo principio.
Por lo general, el campesino no imponía semejante penuria a sus animales. Pero si no poseía dos bueyes
para ponerlos bajo el mismo yugo, quizás utilizara dos animales diferentes. Aparentemente, eso es lo que decidió
el campesino del siglo XIX que aparece en la ilustración. Debido a la diferencia de peso y tamaño, el animal más
débil tendría que esforzarse para mantener el paso, y el más fuerte habría de soportar una carga mayor.
El apóstol Pablo empleó la ilustración del yugo desigual para enseñarnos una lección importante. “No lleguen
a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos —escribió él—. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el
desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad?” (2 Corintios 6:14.) ¿Cómo podría un cristiano
llegar a estar unido bajo un yugo desigual?
Por ejemplo, si el cristiano escogiera como cónyuge a alguien que no compartiese sus mismas creencias.
Dicha unión resultaría incómoda para ambas partes, pues no estarían de acuerdo en cuestiones fundamentales.
Cuando Jehová instituyó el matrimonio, le dio a la esposa el papel de “complemento”, o parte
“correspondiente” (Génesis 2:18, nota). Asimismo, mediante el profeta Malaquías, Dios la calificó de “socia”
(Malaquías 2:14). Nuestro Creador desea que los matrimonios avancen en la misma dirección espiritual,
compartiendo las cargas y los logros de forma equitativa.
Al casarse “solo en el Señor”, el cristiano muestra respeto por el consejo de nuestro Padre celestial
(1 Corintios 7:39). Así se coloca el fundamento para un matrimonio unido, que puede resultar en la honra y
alabanza de Dios, pues ambos esposos le sirven como ‘genuinos compañeros de yugo’ en un sentido especial
(Filipenses 4:3).
CAPITULO 19:
w95 15/11 pág. 16 párr. 5 ¡Permanezca en la “ciudad de refugio” y viva!
5. ¿En qué sentido han sido algunas personas como el homicida involuntario de Israel?
5
Algunas personas han causado la muerte de otros seres humanos voluntariamente o por negligencia. Otras
han participado en matanzas colectivas, tal vez debido a que sus líderes religiosos las convencieron de que era
la voluntad divina. Otras han perseguido y matado a los siervos de Dios. Ahora bien, aunque no hayamos hecho
ninguna de estas cosas, compartimos responsabilidad de comunidad por la pérdida de vidas humanas debido a
que no conocíamos la ley ni la voluntad de Dios. Somos como el homicida involuntario que ‘mató a su semejante
sin saberlo y que no le tenía odio anteriormente’. (Deuteronomio 19:4.) Las personas que se hallan en estas
condiciones deben implorar a Dios que las perdone y deben correr hacia la ciudad de refugio antitípica. De no ser
así, tendrán un encuentro mortal con el Vengador de la sangre.
w95 15/11 págs. 12-13 párr. 11 Las ciudades de refugio, una provisión misericordiosa de Dios
11. ¿Qué podía hacer la persona en el antiguo Israel si mataba accidentalmente a un compañero de
trabajo?
11
La siguiente ilustración puede profundizar nuestro aprecio por la provisión misericordiosa de Dios de las
ciudades de refugio. Imagínese que usted está cortando leña en el antiguo Israel. Suponga que la cabeza del
hacha se desprende de repente y mata a un compañero de trabajo. ¿Qué haría? La Ley contemplaba esos casos
en particular. Usted seguramente se aprovecharía de esta provisión divina: “Este es el caso del homicida que
podrá huir [a la ciudad de refugio] y tendrá que vivir: Cuando hiera a su semejante sin saberlo y no le tuviera odio
anteriormente; o cuando vaya con su semejante al bosque a recoger leña, y haya levantado la mano para dar un
golpe con el hacha y cortar el árbol, y el hierro se haya salido del mango de madera, y le haya dado a su
semejante y este haya muerto, él mismo debe huir a una de estas ciudades y tendrá que vivir”. (Deuteronomio
19:4, 5.) Sin embargo, aunque usted llegara a la ciudad de refugio, no estaría libre de toda responsabilidad por lo
ocurrido.
Página 1
w95 15/11 pág. 13 párrs. 13-14 Las ciudades de refugio, una provisión misericordiosa de Dios
13, 14. ¿Qué asuntos debían establecer los ancianos durante el juicio de un homicida?
13
Durante el juicio celebrado en la puerta de la ciudad que tenía jurisdicción sobre el caso, usted sin duda
agradecería la gran importancia concedida por los ancianos a su conducta anterior. Ellos sopesarían
cuidadosamente su relación con la víctima. ¿Odiaba al hombre y lo acechó en espera del mejor momento para
matarlo deliberadamente? En ese caso, los ancianos tendrían que entregarlo al vengador de la sangre, y usted
moriría. Estos hombres responsables tendrían en cuenta el requisito de la Ley de “eliminar de Israel la culpa por
sangre inocente”. (Deuteronomio 19:11-13.) De igual manera, los ancianos cristianos de hoy, que atienden
asuntos judiciales, deben conocer bien las Escrituras, obrar en conformidad con ellas y tomar en consideración la
actitud y conducta anteriores del pecador.
14
Mediante una indagación bondadosa, los ancianos de la ciudad tratarían de averiguar si usted acechó a la
víctima. (Éxodo 21:12, 13.) ¿La atacó desde un escondite? (Deuteronomio 27:24.) ¿Estaba tan acalorado con la
persona que recurrió a un ardid para matarla? En ese caso, usted merecería morir. (Éxodo 21:14.) Los ancianos
tendrían que saber especialmente si había enemistad u odio entre usted y la víctima. (Deuteronomio 19:4, 6, 7;
Josué 20:5.) Supongamos que los ancianos lo declararan inocente y lo devolvieran a la ciudad de refugio.
¡Cuánto agradecería esa misericordia!
w07 15/7 pág. 22 párr. 8 ¿Seguiremos “andando por espíritu”?
8. ¿Por qué debemos manifestar amor a nuestros hermanos en la fe?
8
Si permitimos que el espíritu de Dios genere amor en nosotros, esta cualidad sin duda estará presente en
nuestra relación con Dios y en el trato con nuestros semejantes (Mateo 22:37-39). El apóstol Juan escribió: “El
que no ama permanece en la muerte. Todo el que odia a su hermano es homicida, y ustedes saben que ningún
homicida tiene la vida eterna como cosa permanente en él” (1 Juan 3:14, 15). En el antiguo Israel, los homicidas
solo podían huir a una ciudad de refugio en caso de que no hubieran sentido odio por la persona a la que habían
matado (Deuteronomio 19:4, 11-13). Si nos guiamos por el espíritu santo, manifestaremos amor a Dios, a
nuestros hermanos en la fe y a otras personas.
w10 1/11 pág. 15 ¿Lo sabía?
▪ En la antigüedad, muchos delincuentes y fugitivos se escondían en templos paganos para evitar que los
capturaran. Y lo mismo sucedía en la Edad Media en las iglesias y monasterios de la cristiandad. Sin embargo,
en el antiguo Israel, las leyes impedían que los delincuentes aprovecharan las ciudades de refugio para escapar
de la justicia.
Según la Ley mosaica, los únicos que podían pedir asilo en una de esas ciudades eran quienes mataban a
alguien sin intención (Deuteronomio 19:4, 5). Como el familiar varón más cercano a la víctima tenía derecho a
vengarse, al homicida se le permitía huir a la ciudad de refugio más próxima, donde presentaba el caso ante los
ancianos. Entonces lo llevaban a la ciudad bajo cuya jurisdicción había ocurrido la muerte para someterlo a juicio.
Aquella era su oportunidad para probar que era inocente. Los ancianos analizaban la relación entre la víctima y el
acusado, a fin de determinar si este último actuó movido por el odio (Números 35:20-24; Deuteronomio 19:6, 7;
Josué 20:4, 5).
Si se establecía que fue un homicidio involuntario, el acusado debía regresar a la ciudad de refugio y no salir
de sus límites. Esto no significa que viviera como prisionero, pues trabajaba y se integraba con normalidad en la
comunidad. Finalmente, cuando moría el sumo sacerdote, tenía libertad para abandonar la ciudad (Números
35:6, 25-28).
w81 1/11 pág. 26 párr. 8 El arrepentimiento que conduce de regreso a Dios
8. ¿Cómo proceden los ancianos al encargarse de una reunión de comité?
8
Cuando el comité judicial se reúne para considerar algún mal que se haya cometido, acuden a Jehová en
oración para conseguir su guía. De la manera apropiada para pastores amorosos, los ancianos pacientemente
consideran con la persona qué problema parece haber, o qué mal se ha cometido. (Efe. 5:1, 2; 1 Ped. 5:2, 3) Aun
cuando haya testigos que establezcan el hecho de que se ha cometido el mal, el comité judicial anima a la
persona a considerar francamente, no solo el mal que haya cometido, sino también lo que la haya llevado a
hacerlo y lo que piensa acerca de ello. (Deu. 19:15; Juan 8:17) ¿Por qué es necesario esto?
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w86 15/7 pág. 24 párr. 15 Muestre siempre amor y fe
15. ¿Qué son los “tres que dan testimonio”?
15
Así que, “hay tres que dan testimonio” al hecho de que Jesús es el Hijo de Dios. Estos son: 1) el espíritu
santo, 2) el agua en que Jesús fue bautizado y lo que representó (que se estaba presentando a sí mismo a
Jehová) y, 3) la sangre que derramó al morir como rescate. Estos tres “están de acuerdo” en dar testimonio de
que Jesús es el Hijo de Dios, en quien tenemos que ejercer verdadera fe si hemos de recibir vida eterna.
(Compárese con Deuteronomio 19:15.)
w06 15/1 pág. 22 párrs. 6-7 No dejemos lugar para el Diablo
6, 7. ¿Por qué no debemos calumniar a nadie?
6
A menudo, los siervos de Jehová son víctimas de acusaciones falsas y campañas difamatorias. ‘Los
sacerdotes principales y los escribas siguieron poniéndose de pie y acusando a Jesús con vehemencia.’ (Lucas
23:10.) Pablo fue acusado falsamente por el sumo sacerdote Ananías y otras personas (Hechos 24:1-8). Y la
Biblia presenta a Satanás como “el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de
nuestro Dios” (Revelación 12:10). Estos hermanos a quienes se acusa falsamente son cristianos ungidos que
viven en la Tierra en estos últimos días.
7
Los cristianos no debemos levantar calumnias contra nadie. Sin embargo, podemos incurrir en esta grave
falta si testificamos en contra de una persona sin conocer primero todos los hechos. La Ley mosaica disponía la
pena de muerte para el que diera falso testimonio deliberadamente (Éxodo 20:16; Deuteronomio 19:15-19). Por
otra parte, entre las cosas que Jehová detesta figura “un testigo falso que lanza mentiras” (Proverbios 6:16-19).
Entonces, evitemos por todos los medios imitar al principal calumniador.
w99 15/10 págs. 21-22 párrs. 17-18 Podemos ganar a nuestro hermano
17, 18. a) ¿Qué modelo nos ayuda a entender el significado de ‘hablar a la congregación’? b) ¿Cómo
damos este paso hoy?
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No deben entenderse como una instrucción de hablar del pecado o el mal en una reunión regular o especial
de toda la congregación. La Palabra de Dios nos ayuda a determinar el procedimiento apropiado. Veamos lo que
había que hacer en el antiguo Israel en caso de rebelión, glotonería y borrachera: “En caso de que un hombre
llegue a tener un hijo terco y rebelde, que no escucha la voz de su padre ni la voz de su madre, y ellos lo han
corregido, pero él no quiere escucharles, entonces su padre y su madre tienen que asirlo y sacarlo a los ancianos
de su ciudad y a la puerta de su lugar, y tienen que decir a los ancianos de su ciudad: ‘Este hijo nuestro es terco
y rebelde; no escucha nuestra voz, es glotón y borracho’. Entonces todos los hombres de su ciudad tienen que
lapidarlo” (Deuteronomio 21:18-21).
18
Los pecados del hombre no los oía ni juzgaba toda la nación, ni siquiera toda la tribu a la que pertenecía,
sino que los trataban los “ancianos” reconocidos como representantes de toda la congregación (compárese con
Deuteronomio 19:16, 17 que habla de un caso que atendieron ‘los sacerdotes y los jueces que actuaban en
aquellos días’). De igual modo, cuando hoy se hace necesario dar el tercer paso, quienes atienden el asunto son
los ancianos, que representan a la congregación. Su objetivo es el mismo: de ser posible, ganar al hermano
cristiano. Demuestran que tienen esa intención siendo justos, no prejuzgando el caso ni siendo parciales.
w83 15/3 pág. 15 párr. 10 Podemos ‘regocijarnos durante todos nuestros días’
10. ¿En qué sentido le entrampa al hombre malo su propia transgresión?
10
Tal vez el malhechor ‘se regocije en hacer el mal’, pero ¿quién experimenta el gozo verdadero? Otro
proverbio contesta: “En la transgresión de un hombre malo hay un lazo, pero el que es justo clama gozosamente
y está alegre” (Proverbios 29:6). Sí, al hombre malo su propia transgresión lo entrampa. Puede que un pecado
lleve a otro y los ayes le sobrevengan de manera inesperada. Por ejemplo quizás trame arruinar a otra persona,
solo para hallar que le sale el tiro por la culata. En el Israel de la antigüedad tal vez un testigo falso procurara
causar la muerte a una persona inocente por medio de dar falso testimonio en contra de ella. Pero al maquinador
mismo se le daba muerte si se descubría su conspiración. (Deuteronomio 19:16-21.)
w85 15/1 pág. 16 párrs. 5-6 Un gobierno que logra lo que el hombre no puede
5, 6. a) ¿Cómo obra el principio de la recompra respecto a librar a la humanidad del pecado heredado?
b) ¿Queda libre del pecado toda persona automáticamente?
5
De manera similar, Dios ha hecho provisión para que se recompre a la humanidad de la esclavitud al
pecado. El precio tenía que ser equivalente a lo que se había perdido (Deuteronomio 19:21). Adán perdió la vida
humana perfecta y eterna. Puesto que nada de lo que los humanos poseen iguala a eso en valor, no pueden
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“redimir siquiera a un hermano” (Salmo 49:7). No obstante, la Biblia predijo la venida de aquel que podría
hacerlo. Ése resultó ser Jesucristo. Se reveló que Jesús había existido en el cielo antes de llegar a ser humano.
Pero su vida fue transferida a la matriz de María por el poder de Jehová. De esta manera nació como humano.
Pero con Dios como Padre suyo, no heredó la pecaminosidad que había incapacitado a todo el resto de la
humanidad. (Mateo 1:18-21; Juan 1:1, 14; 1 Pedro 2:22.)
6
Por eso, Jesús poseía lo único que era igual en valor a una vida humana perfecta... otra vida humana
perfecta. Pero, a diferencia del desobediente Adán, Jesús permaneció obediente a Dios. Y cuando dio su vida a
favor de la familia humana, Jehová aceptó esto como el precio de recompra apropiado (Gálatas 1:4). Pero
¿significa esto que toda persona queda automáticamente librada del pecado, y que alcanzará la perfección bajo
la gobernación del Reino? No, pues Juan 3:16 dice: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para
que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. Solo si aceptamos la provisión de
recompra, y hacemos algo en cuanto a ello, experimentaremos la regeneración de nuestro cuerpo y nuestra
mente hasta que alcancemos la perfección en el Paraíso. (Revelación 21:4.)
w91 15/2 pág. 12 párrs. 7-8 Un rescate correspondiente por todos
7, 8. a) ¿Qué aprendemos de las palabras griega y hebrea para rescate? b) Ilustre cómo un rescate
implica correspondencia.
7
¿Qué es un rescate? La palabra griega lý·tron se deriva de un verbo que significa “desatar”. Se usaba para
describir el dinero que se pagaba a cambio de la liberación de prisioneros de guerra. Sin embargo, en las
Escrituras Hebreas la palabra para rescate, kó·fer, se deriva de un verbo que significa “cubrir” o “revestir”. Por
ejemplo, Dios dijo a Noé que cubriera (ka·fár) el arca con alquitrán. (Génesis 6:14.) Por eso, desde este punto de
vista el rescatar, o el expiar los pecados, significa cubrir los pecados. (Salmo 65:3.)
8
El Theological Dictionary of the New Testament (Diccionario teológico del Nuevo Testamento) señala que
kó·fer “siempre denota un equivalente” o una correspondencia. Así, la cubierta (kap·pó·reth) del arca del pacto
correspondía en forma con el arca misma. De igual manera, para expiar el pecado, o rescatar, la justicia divina
exige ‘alma por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie’. (Deuteronomio 19:21.) No
obstante, a veces se puede cumplir con la justicia si se ofrece un equivalente en lugar de castigo severo. Para
ilustrarlo: Éxodo 21:28-32 habla de un toro que acornea y mata a una persona. Si el dueño sabía lo que tendía a
hacer el toro, pero no tomaba las precauciones debidas, ¡podía obligársele a cubrir por la vida de la víctima
muerta, o pagar por ella, con su propia vida! Sin embargo, ¿qué habría de hacerse si el dueño tenía solamente
parte de la culpa? Necesitaría un kó·fer, algo para cubrir su error. Jueces nombrados podían imponerle un
rescate o una multa como precio de redención.
w89 1/3 pág. 22 párrs. 15-16 La justicia caracteriza todos los caminos de Dios
15, 16. ¿Cómo fue posible que Jesús llegara a ser el “Padre Eterno” de la prole de Adán?
15
En su ministerio terrestre, Jesús aclaró que con el tiempo hombres de todas las naciones podrían cifrar
esperanza en Su nombre y así beneficiarse de la justicia de Dios. Jesús dijo: “El Hijo del hombre no vino para
que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”. (Mateo 20:28.) La
Ley perfecta de Dios dada a la nación de Israel declaró: “Alma será por alma”. (Deuteronomio 19:21.) Por lo
tanto, después que Jesús entregó su vida perfecta en la muerte y fue resucitado por el poder de Dios para volver
al cielo, pudo presentar el valor de su vida humana perfecta a Jehová a cambio de los derechos de Adán
respecto a la vida. Así Jesús llegó a ser “el último [o segundo] Adán”, y ahora puede ser el “Padre Eterno” para
toda la prole creyente de Adán. (1 Corintios 15:45; Isaías 9:6.)
16
Así ‘se ha aclarado a todas las naciones’ el camino divino de la salvación mediante la provisión amorosa del
sacrificio de rescate del Hijo de Dios, Jesucristo. Este camino ciertamente se caracteriza por la justicia divina.
¡Cuán agradecidos debemos estar de que Dios haya provisto el camino para ‘redimirnos el alma de la mano del
Seol’!
CAPITULO 20:
w04 15/9 págs. 26-27 Puntos sobresalientes del libro de Deuteronomio
Lecciones para nosotros:
Deuteronomio 20:5-7; 24:5. Seamos considerados con aquellos que tengan circunstancias especiales,
incluso cuando la tarea que haya que efectuar sea importante.
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w86 15/12 pág. 22 párrs. 6-7 “A Jehová nuestro Dios serviremos”
6, 7. a) ¿En qué mostraron interés los gabaonitas, y qué estrategia adoptaron? b) ¿Qué decisión tomó
Josué al respecto?
6
Como Rahab lo había hecho antes, otros que no eran israelitas comenzaron a mostrar interés en su
supervivencia. Estos fueron los habitantes de Gabaón, una gran ciudad al norte de Jebusí o Jerusalén. Habían
oído de los actos poderosos de Jehová y decidido que buscarían paz y seguridad cumpliendo con las
condiciones que Jehová impusiera. ¿Pero cómo lo harían? Enviaron al campamento de Israel en Guilgal hombres
que llevaban provisiones secas y desmigajadas y sacos y odres gastados, y que tenían remendadas las prendas
de vestir y las sandalias. Estos hombres se acercaron a Josué y le dijeron: “Es de una tierra muy distante que
han venido tus siervos respecto del nombre de Jehová tu Dios, porque hemos oído de su fama”. Al oír esto,
“Josué se puso a hacer la paz con ellos y a celebrar un pacto con ellos para dejarlos vivir”. (Josué 9:3-15.)
7
Sin embargo, ¡poco tiempo después Israel se enteró de que los gabaonitas en realidad ‘vivían en medio de
ellos’! ¿Cómo consideró entonces Josué su ardid? Cumplió con la promesa que les había hecho, ‘de dejar que
vivieran, y que llegaran a ser recogedores de leña y sacadores de agua para toda la asamblea’. (Josué 9:16-27;
compárese con Deuteronomio 20:10, 11.)
w84 1/1 pág. 19 párr. 1 Llevadores de fruto en unión
1. ¿Cómo muestra la Biblia que Jehová considera de mucho valor los árboles frutales?
“JEHOVÁ DIOS hizo crecer del suelo todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento” (Génesis
2:9). En Israel se había de permitir que los árboles frutales recién plantados crecieran por tres años sin que el
dueño usara el fruto para propósito alguno. Hasta el fruto que se produjera durante el cuarto año tenía que ‘llegar
a ser cosa santa de alborozo festivo a Jehová’. Al quinto año, el dueño podía usar la cosecha de fruto como
deseara, después de dar los primeros frutos, o primicias, a Jehová (Levítico 19:23-25; Deuteronomio 26:1-10;
Nehemías 10:35-37). Cuando había guerra, los árboles frutales recibían protección especial bajo la Ley de
Moisés. (Deuteronomio 20:19, 20.)
CAPITULO 21:
w86 1/9 pág. 18 párr. 6 Cristianos neutrales en un mundo manchado de sangre
6. ¿Cuál es la ley de Dios tocante a la sangre, y a quiénes aplica?
6
Jehová, entonces, le informó a Noé cuál era Su expresa voluntad concerniente a la sangre. Enfatizó esto al
decir: “Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre, porque a
la imagen de Dios hizo él al hombre”. (Génesis 9:3-6.) Toda la humanidad hoy es descendiente de Noé; por lo
tanto, esta ley divina que subraya el respeto por la vida está en vigencia para todos los humanos que desean la
aprobación de Dios. El sexto de los Diez Mandamientos también declara: “No debes asesinar”. La culpa por
derramamiento de sangre exige que se tome la debida acción y que se haga recompensa. (Éxodo 20:13; 21:12;
Deuteronomio 21:1-9; Hebreos 10:30.)
w95 15/11 pág. 15 párr. 3 ¡Permanezca en la “ciudad de refugio” y viva!
3. ¿Qué aspecto de la Ley de Moisés nos ayudará a comprender que los miles de millones de habitantes
de la Tierra comparten culpabilidad por derramamiento de sangre?
3
Un aspecto de la Ley de Moisés nos ayudará a comprender que los miles de millones de habitantes de la
Tierra comparten culpabilidad por derramamiento de sangre. Dios impuso a los israelitas una responsabilidad
conjunta por derramamiento de sangre. Si alguien encontraba a una persona muerta y se desconocía la identidad
del asesino, los jueces tenían que medir la distancia a las ciudades vecinas para determinar cuál era la más
cercana. Para descargarse de la culpabilidad, los ancianos de esa ciudad presuntamente culpable de sangre
tenían que tomar una ternera con la que no se hubiera trabajado y quebrarle la cerviz en un valle torrencial sin
cultivar. Lo hacían frente a los sacerdotes levitas ‘porque Jehová los había escogido para ponerle fin a los litigios
sobre actos violentos’. Los ancianos de la ciudad se lavaban las manos sobre la ternera, y decían: “Nuestras
manos no derramaron esta sangre, ni la vieron derramar nuestros ojos. No lo cargues en la cuenta de tu pueblo
Israel, a quien redimiste, oh Jehová, y no pongas la culpa por sangre inocente en medio de tu pueblo Israel”.
(Deuteronomio 21:1-9.) Jehová Dios no quería que la tierra de Israel se contaminara con sangre ni que su
pueblo, colectivamente, fuera culpable de derramarla.
Página 5
w95 15/7 pág. 12 párr. 12 El digno papel de la mujer entre los primeros siervos de Dios
12. a) ¿Cómo se llamaba con frecuencia en las Escrituras a los hombres y las mujeres casados, y eran
estos términos ofensivos para las mujeres? b) ¿Por qué son de interés los términos que Jehová empleó
en Edén? (Véase la nota.)
12
El papel de los esposos como “dueños”: Un incidente que ocurrió en la vida de Abrahán y Sara alrededor de
1918 a.E.C, indica que para ese tiempo se solía considerar al hombre casado como el “dueño”, en hebreo, bá·ʽal,
y a la mujer casada como ‘la que era poseída’, en hebreo, beʽu·láh. (Génesis 20:3.) Estas expresiones vuelven a
emplearse en varias ocasiones en las Escrituras, y no hay indicación de que las mujeres precristianas las
consideraran ofensivas. (Deuteronomio 22:22.) Ahora bien, a la mujer no se la debía tratar como una propiedad.
La propiedad podía comprarse, venderse, incluso heredarse, pero no la esposa. “La herencia de parte de los
padres es una casa y riqueza —dice un proverbio bíblico—, pero la esposa discreta es de parte de Jehová.”
(Proverbios 19:14; Deuteronomio 21:14.)
w95 15/7 pág. 12 párr. 10 El digno papel de la mujer entre los primeros siervos de Dios
10. ¿Cómo veía Jehová la poligamia, y qué indica que nunca abandonó su norma original de monogamia?
10
La poligamia: En conformidad con el propósito original de Jehová, la esposa no debe compartir a su marido
con otra mujer. Dios creó una sola mujer para Adán. (Génesis 2:21, 22.) La poligamia empezó a practicarse en la
línea de Caín después de la rebelión en Edén. Con el tiempo se convirtió en una costumbre, y algunos
adoradores de Jehová la adoptaron. (Génesis 4:19; 16:1-3; 29:21-28.) Aunque Jehová permitió la poligamia, que
sirvió para multiplicar la población de Israel, tuvo en consideración a las mujeres, pues reguló la práctica para
proteger a las esposas y a sus hijos. (Éxodo 21:10, 11; Deuteronomio 21:15-17.) Además, Jehová nunca
abandonó su norma original de monogamia. Noé y sus hijos, a quienes se repitió el mandato de ‘ser fructíferos y
llenar la tierra’, eran monógamos. (Génesis 7:7; 9:1; 2 Pedro 2:5.) Dios se representó a sí mismo como un
esposo monógamo cuando simbolizó su relación con Israel. (Isaías 54:1, 5.) Luego, Jesucristo restableció la
norma original de Dios acerca de la monogamia, la cual rigió en la congregación cristiana primitiva. (Mateo 19:48; 1 Timoteo 3:2, 12.)
w10 1/5 pág. 13 ¿Lo sabía?
¿Cuáles eran las responsabilidades de los primogénitos en tiempos bíblicos?
▪ En la época de los antiguos patriarcas era habitual entre los siervos de Dios otorgar derechos especiales al
primer hijo varón. Al morir el padre, el hijo mayor se convertía en el cabeza de la familia: era el responsable de
cuidar y mantener a todos los que vivían bajo su techo y tenía autoridad sobre ellos. También representaba a la
familia ante Dios. La herencia se repartía entre todos los hijos, pero el primogénito recibía la parte principal, que
equivalía al doble de los demás.
El primogénito podía perder este derecho o renunciar a él. Esaú, por ejemplo, vendió su primogenitura a su
hermano menor (Génesis 25:30-34). En el caso de Rubén, él perdió este derecho debido a su conducta inmoral,
por lo que su padre, Jacob, se lo otorgó a José (1 Crónicas 5:1). A partir del momento en que se implantó la Ley
mosaica, el padre debía respetar este derecho que por nacimiento le correspondía al primogénito. Ningún
hombre con más de una esposa podía transferirlo de su hijo mayor al primogénito de otra esposa por ser esta su
favorita (Deuteronomio 21:15-17).
w91 15/4 pág. 19 párr. 22 ¿Imitará usted la misericordia de Dios?
22
Esta se ha llamado a menudo la ilustración hijo parte para un país distante, donde lo malgasta todo en
disolución, tiene que aceptar el trabajo de vigilar cerdos y hasta llega al punto del hijo pródigo. Sin embargo, al
leerla puede que usted vea por qué algunos la consideran la parábola del amor de un padre. Esta trata del hijo
menor de una familia, un joven que obtiene su herencia de su padre. (Compárese con Deuteronomio 21:17.)
Este de querer saciarse del alimento de aquellos animales. Finalmente recobra el juicio y decide regresar a su
casa, aunque fuera solo para servir como obrero asalariado de su padre. Mientras el joven se acerca al hogar
que abandonó, su padre da el paso positivo de recibirlo bien y hasta celebra un banquete. El hermano mayor,
que había permanecido en aquel hogar trabajando, se resiente de la misericordia que se ha mostrado. Pero el
padre dice que deberían regocijarse porque el hijo que estaba muerto ahora vive. (Lucas 15:11-32.)
Página 6
w88 15/4 pág. 28 párrs. 11-12 Disciplina que puede dar fruto pacífico
11, 12. a) ¿Qué efecto tenía en los parientes israelitas el que un malhechor fuera cortado de Israel?
b) Ilustre los beneficios de la obediencia.
11
Dios ciertamente está al tanto de que el cumplir con sus justas leyes sobre cortar el trato con los
malhechores frecuentemente envuelve y afecta a parientes. Como ya se ha mencionado, cuando se ejecutaba a
un malhechor israelita no era posible continuar la asociación familiar. De hecho, si un hijo era borrachón y glotón,
sus padres tenían la obligación de llevarlo ante los jueces; y si no se arrepentía, los padres habían de participar
en ejecutarlo, ‘para eliminar lo que era malo de en medio de Israel’. (Deuteronomio 21:18-21.) Como usted
puede comprender, esto no habría sido fácil para ellos. Además, piense en lo que sentirían los hermanos y
hermanas, o hasta los abuelos, del malhechor. Sin embargo, el que pusieran la lealtad a su Dios de justicia por
encima del afecto familiar podía salvarles la vida.
12
Recuerde el caso de Coré, caudillo de una rebelión contra la guía de Dios mediante Moisés. Por Su justicia
perfecta, Jehová vio que Coré tenía que morir. Pero dio este aviso a todos los leales: “Apártense, por favor, de
delante de las tiendas de estos hombres inicuos, y no toquen cosa alguna que pertenezca a ellos para que no
sean barridos en todo el pecado de ellos”. Los parientes que no quisieron aceptar la advertencia de Dios
murieron con los rebeldes. Pero algunos parientes de Coré desplegaron sabiduría y optaron por ser leales a
Jehová, lo que les salvó la vida y los encaminó a bendiciones futuras. (Números 16:16-33; 26:9-11; 2 Crónicas
20:19.)
w91 15/4 pág. 15 párr. 7 ¿Imitará usted la misericordia de Dios?
7. Mencione algunas consecuencias de la ejecución de la justicia entre el antiguo pueblo de Dios.
7
Aquellas penas recalcaban lo grave que era quebrantar la ley divina. Por ejemplo, si un hijo se convertía en
un borracho y glotón, tenía que ser llevado ante jueces maduros. Si estos hallaban que aquel hijo era un
malhechor que actuaba a sabiendas y no se arrepentía, los padres tenían que participar en la ejecución de la
justicia. (Deuteronomio 21:18-21.) Los que somos padres podemos imaginarnos lo difícil que era hacer aquello.
Sin embargo, Dios sabía que era necesario para que la iniquidad no se esparciera entre los adoradores
verdaderos. (Ezequiel 33:17-19.) Esto lo había dispuesto Aquel de quien se podía decir: “Todos sus caminos son
justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él”. (Deuteronomio 32:4.)
w97 1/3 págs. 17-18 párrs. 12-13 Felices son los que se mantienen despiertos
12, 13. ¿Por qué razón debemos evitar los excesos en la comida y la bebida?
12
Evitar los excesos nos ayudará a permanecer espiritualmente despiertos. Cuando Jesús habló sobre su
presencia, instó a los apóstoles: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar
cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté
aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz
de toda la tierra”. (Lucas 21:7, 34, 35.) La glotonería y la borrachera están reñidas con los principios bíblicos.
(Deuteronomio 21:18-21.) Proverbios 23:20, 21 dice: “No llegues a estar entre los que beben vino en exceso,
entre los que son comedores glotones de carne. Porque el borracho y el glotón vendrán a parar en la pobreza, y
el adormecimiento vestirá a uno de meros andrajos”. (Proverbios 28:7.)
13
Aunque el comer y el beber con exceso no lleguen a tal extremo, pueden, sin embargo, causar somnolencia
y hasta desidia y pereza para efectuar la voluntad de Dios. Es natural tener inquietudes relativas a la vida
familiar, la salud, etc. No obstante, nos sentiremos felices si ponemos los intereses del Reino en primer lugar en
la vida y confiamos en que nuestro Padre celestial nos suministrará lo necesario. (Mateo 6:25-34.) De otro modo,
“aquel día” vendrá sobre nosotros como “un lazo”, posiblemente como una trampa camuflada que nos atrape sin
darnos cuenta, o como una trampa cebada, como las que atraen y capturan animales desprevenidos. Esto
no nos sucederá si permanecemos despiertos, plenamente conscientes de que estamos viviendo en “el tiempo
del fin”. (Daniel 12:4.)
w99 15/10 págs. 21-22 párrs. 17-18 Podemos ganar a nuestro hermano
17, 18. a) ¿Qué modelo nos ayuda a entender el significado de ‘hablar a la congregación’? b) ¿Cómo
damos este paso hoy?
17
No deben entenderse como una instrucción de hablar del pecado o el mal en una reunión regular o especial
de toda la congregación. La Palabra de Dios nos ayuda a determinar el procedimiento apropiado. Veamos lo que
había que hacer en el antiguo Israel en caso de rebelión, glotonería y borrachera: “En caso de que un hombre
llegue a tener un hijo terco y rebelde, que no escucha la voz de su padre ni la voz de su madre, y ellos lo han
corregido, pero él no quiere escucharles, entonces su padre y su madre tienen que asirlo y sacarlo a los ancianos
Página 7
de su ciudad y a la puerta de su lugar, y tienen que decir a los ancianos de su ciudad: ‘Este hijo nuestro es terco
y rebelde; no escucha nuestra voz, es glotón y borracho’. Entonces todos los hombres de su ciudad tienen que
lapidarlo” (Deuteronomio 21:18-21).
18
Los pecados del hombre no los oía ni juzgaba toda la nación, ni siquiera toda la tribu a la que pertenecía,
sino que los trataban los “ancianos” reconocidos como representantes de toda la congregación (compárese con
Deuteronomio 19:16, 17 que habla de un caso que atendieron ‘los sacerdotes y los jueces que actuaban en
aquellos días’). De igual modo, cuando hoy se hace necesario dar el tercer paso, quienes atienden el asunto son
los ancianos, que representan a la congregación. Su objetivo es el mismo: de ser posible, ganar al hermano
cristiano. Demuestran que tienen esa intención siendo justos, no prejuzgando el caso ni siendo parciales.
w04 1/12 pág. 19 párrs. 3-4 Una actitud equilibrada ante las bebidas alcohólicas
3, 4. a) ¿Qué ejemplos podemos dar de que la Biblia condena el uso de las bebidas alcohólicas hasta el
punto de embriagarse? b) ¿Cuáles son algunos efectos de la borrachera?
3
En el antiguo Israel, el hijo que era glotón y borracho incorregible tenía que ser lapidado (Deuteronomio
21:18-21). Más tarde, el apóstol Pablo exhortó a los cristianos: “Cesen de mezclarse en la compañía de
cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o
borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre”. Queda claro, por tanto, que las
Escrituras condenan el uso de bebidas alcohólicas hasta el punto de embriagarse (1 Corintios 5:11; 6:9, 10).
4
La Biblia menciona los efectos de la borrachera: “No mires el vino cuando rojea, cuando luce centelleante en
la copa, cuando baja con suavidad. A su fin muerde justamente como una serpiente, y segrega veneno
justamente como una víbora. Tus propios ojos verán cosas extrañas, y tu propio corazón hablará cosas
perversas” (Proverbios 23:31-33). Así es: la bebida, tomada en exceso, muerde como una serpiente venenosa y
produce mareos, confusión y hasta pérdida de la consciencia. El borracho quizás vea “cosas extrañas”, producto
de alucinaciones o de su propia fantasía. Y puede que se sienta desinhibido y comience a expresar ideas y
deseos perversos que normalmente reprimiría.
w13 15/5 Preguntas de los lectores
¿Ejecutaban los israelitas a los criminales colgándolos en un madero?
▪ Muchos pueblos de la antigüedad ejecutaban a algunos criminales colgándolos en un madero o poste. Los
romanos, en concreto, los ataban o los clavaban a ese instrumento de tortura, y podían pasar varios días antes
de que el condenado a muerte finalmente pereciera a causa del dolor, la sed, el hambre y la exposición a los
elementos. Como consideraban muy humillante esta forma de morir, la reservaban para los delincuentes más
despreciables.
Ahora bien, ¿se empleaba este método de ejecución en la antigua nación de Israel? La Ley mosaica
ordenaba: “En caso de que llegue a haber en un hombre un pecado que merezca la sentencia de muerte, y se le
haya dado muerte, y lo hayas colgado en un madero, su cuerpo muerto no debería quedarse toda la noche en el
madero; antes bien, sin falta debes enterrarlo ese mismo día” (Deut. 21:22, 23). Está claro que en tiempos de las
Escrituras Hebreas primero se ejecutaba al condenado a muerte y luego se colgaba su cadáver en un madero o
en un árbol.
Con relación a esto, Levítico 20:2 declara: “Cualquier hombre de los hijos de Israel, y cualquier residente
forastero que resida como forastero en Israel, que dé de su prole a Mólek, debe ser muerto sin falta. La gente de
la tierra debe lapidarlo hasta que muera”. Quienes tuvieran un “espíritu de médium o espíritu de predicción”
debían ser ajusticiados del mismo modo, es decir, apedreados hasta morir (Lev. 20:27).
Asimismo, en Deuteronomio 22:23, 24 leemos: “En caso de que hubiera una muchacha virgen comprometida
con un hombre, y un hombre realmente la hallara en la ciudad y se acostara con ella, entonces ustedes tienen
que sacar a ambos a la puerta de aquella ciudad y lapidarlos, y ellos tienen que morir, la muchacha por razón de
que no gritó en la ciudad, y el hombre por razón de que humilló a la esposa de su semejante. Así tienes que
eliminar de en medio de ti lo que es malo”. Vemos, pues, que la forma más usual de ejecutar a los culpables de
delitos muy graves era el apedreamiento o lapidación.
Deuteronomio 21:23 declaraba: “Cosa maldita de Dios es el que ha sido colgado”. Por eso, la exhibición
pública en un madero o en un árbol del cadáver de una persona vil, “maldita de Dios”, les serviría de advertencia
a los israelitas.
[Nota]
Muchos expertos concuerdan en que bajo la Ley se ejecutaba a los criminales antes de colgar su cuerpo en un
madero. Sin embargo, hay pruebas de que en el siglo primero los judíos colgaban a algunos criminales vivos y
estos morían en el madero.
Página 8
CAPITULO 22:
w84 15/7 pág. 30 Deuteronomio nos exhorta a servir a Jehová con gozo sincero
Deuteronomio 22:5—En vista de esta prohibición, ¿es apropiado que una mujer se ponga pantalones?
El propósito evidente de esta ley era evitar los abusos sexuales y la confusión en cuanto a la identidad sexual.
En apariencia y atavío, normalmente el hombre quiere lucir masculino; y la mujer, femenina. Pues el que un
israelita actuara contrario a este sentido interno de decoro hubiera podido llevar a la homosexualidad. Aunque en
aquel entonces tanto los hombres como las mujeres usaban prendas de vestir parecidas a túnicas, había una
diferencia entre la vestidura de los hombres y la de las mujeres. De igual manera, en algunas partes de la Tierra
hoy, tanto los hombres como las mujeres usan pantalones, aunque los estilos difieren para cada sexo. El
principio en este texto no descartaría que a veces la cristiana se pusiera pantalones, como cuando trabaja en la
casa o en una finca. Y según la costumbre local y la necesidad, los pantalones pudieran ser la prenda de vestir
conveniente en climas muy fríos. La Biblia aconseja a las mujeres que “se adornen en vestido bien arreglado,
con modestia y buen juicio”. (1 Timoteo 2:9, 10.)
w84 15/5 págs. 26-27 párrs. 1-2 ¡Rechace los deseos mundanos!
1, 2. a) ¿Cómo se debe adorar a Jehová? b) ¿Qué requiere esto de sus Testigos?
JEHOVÁ DIOS merece que todos los que están dedicados a él lo adoren de manera limpia y recta. Ellos
deben honrarlo de palabra y obra en todo momento y en todo aspecto. Ciertamente no pueden tener “el espíritu
de este mundo”... su fuerza activa o sentir dominante, pecaminoso, egoísta y a menudo corrupto (1 Corintios
2:12, Torres Amat). Como pueblo organizado para alabar a Dios, los testigos de Jehová tienen que sobresalir por
ser diferentes de este mundo. Tienen que aplicar de todo corazón la instrucción divina de “repudiar la impiedad y
los deseos mundanos y [...] vivir con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este presente sistema
de cosas”. (Tito 2:11-14.)
2
Sin embargo, es lamentable que no todos los que afirman amar a Jehová lo han honrado y han dado claro
testimonio, siempre, de que han rechazado los deseos o caminos mundanos. Se informa que ciertos cristianos
dedicados, varones, asistieron a una fiesta de disfraces vestidos de mujeres. ¿Podría considerarse que tal
comportamiento no fuera mundano, sino una honra para Jehová? De seguro, acciones de esa índole no son las
que esperaríamos de los que “no son parte del mundo” (Juan 15:19). Pues, ¡en la mayoría de las circunstancias,
el hombre que se pusiera una peluca y ropa de mujer no solo tendría una apariencia afeminada, sino que
también daría ocasión para que otros hombres le hicieran proposiciones para tener relaciones sexuales que
serían contranaturales! (Deuteronomio 22:5.)
w88 15/8 pág. 17 párr. 10 Manifieste confianza en Jehová... practicando lo aprendido
10. a) ¿Qué principio debe guiarnos en el vestir y el arreglo personal? b) ¿Cuándo pudiera ser apropiado
dar consejo, y cómo deberíamos responder a este?
10
Tenemos que ‘presentarnos con vestido decoroso, con recato y modestia’, especialmente cuando
participamos en actividades espirituales. (1 Timoteo 2:9, La Santa Biblia [1980], E. M. Nieto.) No se trata de si
cierto estilo está o no muy a la moda, sino de si es o no apropiado para el que afirma que es ministro de Dios.
(Romanos 12:2; 2 Corintios 6:3.) La ropa extremadamente informal o demasiado ajustada al cuerpo puede
quitarle mérito a nuestro mensaje. Las modas que descarada y deliberadamente dan apariencia femenina a los
hombres o apariencia masculina a las mujeres son definitivamente inapropiadas. (Compárese con
Deuteronomio 22:5.) Por supuesto, las costumbres pueden variar según las localidades, el clima, lo que
impongan las ocupaciones, y así por el estilo, y por eso la congregación cristiana no establece ni fija reglas
rigurosas para la hermandad mundial. Tampoco deben los ancianos imponer sus gustos personales al rebaño.
Sin embargo, si por lo general la manera de vestir y arreglarse de un publicador del Reino perturba a la
congregación o resulta en desdoro para el ministerio, sería apropiado darle consejo bondadoso. ¿Respondería
usted a tal consejo con humildad, manifestando confianza en Jehová? (Hebreos 12:7.)
w92 15/8 págs. 13-14 párr. 18 Sigan edificándose unos a otros
18. ¿Qué reglas dio Jehová a Israel tocante a la ropa?
18
Dios no dio a los israelitas leyes detalladas en cuanto a la indumentaria. Parece ser que los varones y las
mujeres usaban mantos o prendas de vestir exteriores similares, aunque es probable que el de las mujeres
estuviera bordado o tuviera más colorido. Tanto los varones como las mujeres llevaban un sa·dhín, o prenda de
vestir interior. (Jueces 14:12; Proverbios 31:24; Isaías 3:23.) ¿Qué leyes dio Dios en cuanto a la ropa? Ni los
varones ni las mujeres podían usar ropa del sexo opuesto, una práctica que obviamente tenía motivos
relacionados con la homosexualidad. (Deuteronomio 22:5.) Para mostrar que estaban separados de las
Página 9
naciones vecinas, los israelitas tenían que poner orillas con flecos en sus prendas de vestir y una cuerda azul
más arriba del fleco, y tal vez borlas en los extremos de los mantos. (Números 15:38-41.) Esa es básicamente
toda la guía que daba la Ley en cuanto a estilos de vestir.
w97 15/6 págs. 17-18 párrs. 16-17 “Macho y hembra los creó”
16, 17. a) ¿De qué manera utilizan mal la ropa muchos hombres y mujeres hoy día? b) ¿Qué conclusión
debemos sacar del consejo de Deuteronomio 22:5?
16
Actuar o vestirse de manera provocativa no realza la verdadera masculinidad o feminidad del hombre o la
mujer, del muchacho o la muchacha, y desde luego no honra a Dios. Mucha gente del mundo va a extremos y
hacen gala de su sexualidad masculina o femenina en el modo de vestir y de comportarse. Otras personas
ocultan las diferencias entre los sexos con propósitos inmorales. Qué agradecidos podemos estar los cristianos
de que la Biblia revele el modo de pensar de Dios. Jehová dijo al antiguo Israel: “Nada del ropaje de un hombre
físicamente capacitado debe ser puesto sobre una mujer, ni debe un hombre físicamente capacitado llevar
puesto el manto de una mujer; porque cualquiera que haga estas cosas es algo detestable a Jehová”.
(Deuteronomio 22:5.)
17
A este respecto, probablemente nos convenga repasar lo que La Atalaya del 15 de agosto de 1988 dijo en
la página 17: “No se trata de si cierto estilo está o no muy a la moda, sino de si es o no apropiado para el que
afirma que es ministro de Dios. (Romanos 12:2; 2 Corintios 6:3.) La ropa extremadamente informal o demasiado
ajustada al cuerpo puede quitarle mérito a nuestro mensaje. Las modas que descarada y deliberadamente dan
apariencia femenina a los hombres o apariencia masculina a las mujeres son definitivamente inapropiadas.
(Compárese con Deuteronomio 22:5.) Por supuesto, las costumbres pueden variar según las localidades, el
clima, lo que impongan las ocupaciones, y así por el estilo, y por eso la congregación cristiana no establece ni fija
reglas rigurosas para la hermandad mundial”.
w95 15/11 pág. 11 párr. 5 Las ciudades de refugio, una provisión misericordiosa de Dios
5. ¿Cómo sabemos que la Ley no aceptaba la negligencia como una razón para mostrar misericordia
cuando se causaba la muerte de alguien?
5
Los asesinos voluntarios no recibían asilo en Israel. Ni siquiera el sacerdote levita que servía en el altar de
Dios se libraba de la ejecución si cometía un asesinato con astucia. (Éxodo 21:12-14.) Además, la Ley
no aceptaba la negligencia como una razón para mostrar misericordia cuando se causaba la muerte de alguien.
Por ejemplo, el dueño de una casa nueva tenía que construir un pretil para su techo llano. Si no lo hacía y alguien
se caía del techo y moría, la casa era culpable de sangre. (Deuteronomio 22:8.) O, si un toro tenía la costumbre
de acornear, y se advertía al dueño, pero este no lo ponía bajo guardia, y el animal mataba a alguien, el dueño
era culpable de sangre y podía ser ejecutado. (Éxodo 21:28-32.) Dios también consideraba culpable de sangre a
cualquiera que hiriera mortalmente a un ladrón durante el día cuando se podía ver e identificar al intruso, lo cual
demuestra su gran respeto por la vida. (Éxodo 22:2, 3.) Es obvio, pues, que las normas perfectamente
equilibradas de Dios no permitían que los asesinos voluntarios se libraran de la pena capital.
w97 15/1 pág. 21 párr. 18 ¿Qué requiere Dios de nosotros?
18. ¿Qué requiere de nosotros la manera como ve Jehová la vida y la sangre?
18
¿Qué exige de nosotros el respeto a la vida y la sangre? Como cristianos que somos, no nos exponemos a
riesgos innecesarios solo por placer o emoción. Nos preocupa la seguridad; por eso procuramos que nuestros
automóviles y viviendas sean seguros. (Deuteronomio 22:8.) No usamos tabaco ni nuez de areca o de betel,
ni consumimos drogas adictivas o alucinógenas por placer. (2 Corintios 7:1.) Y debido a que escuchamos a Dios
cuando dice que nos ‘abstengamos de sangre’, no permitimos que se transfunda sangre a nuestro cuerpo.
(Hechos 15:28, 29.) Aunque amamos la vida, no tratamos de salvar nuestra vida presente violando la ley de Dios
y arriesgando así nuestra perspectiva de vida eterna. (Mateo 16:25.)
w13 1/4 pág. 10 ¿Lo sabía?
¿Para qué construían los judíos un muro alrededor del techo?
Dios mandó a los judíos: “En caso de que edifiques una casa nueva, entonces tienes que hacer un pretil [o muro
de protección] a tu techo, para que no coloques sobre tu casa culpa de sangre porque alguien [...] llegara a caer
de él” (Deuteronomio 22:8). Esta medida era necesaria porque las familias judías utilizaban mucho el techo de
sus casas.
La mayoría de las casas en Israel tenían un techo plano, o azotea, que resultaba ideal para sentarse un rato al
sol, disfrutar del aire fresco o realizar algunas tareas domésticas. En verano era un lugar agradable para dormir
Página 10
(1 Samuel 9:26). Los agricultores usaban la azotea para secar lino, higos, uvas o el grano antes de molerlo
(Josué 2:6).
Esta parte de la casa también se utilizaba como lugar de culto, ya fuera al Dios verdadero o a falsos ídolos
(Nehemías 8:16-18; Jeremías 19:13). El apóstol Pedro subió a la azotea al mediodía para orar (Hechos 10:9-16).
Y si la azotea tenía un techo de ramas de palmera o de vides, debía de ser un lugar muy tranquilo y agradable.
El libro The Land and the Book (La Tierra y el Libro) dice que las casas israelitas tenían una escalera “fuera de
la casa, en el patio exterior”, que conducía a la azotea. De modo que una persona podía bajar de la azotea sin
tener que entrar en su casa. Este hecho aclara lo que Jesús dijo sobre la urgencia de huir de una ciudad
condenada a la destrucción: “El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa” (Mateo
24:17).
w00 15/4 págs. 16-17 párrs. 14-15 ¿Estará usted en el nuevo mundo?
14, 15. ¿Qué gratificantes actividades podemos esperar con anhelo, según Isaías 65:21, 22?
14
En vez de explicar con detalle cómo se eliminará al pecador obstinado, Isaías describe las condiciones de
vida que existirán en el nuevo mundo. Imagínese que se encuentra allí. Lo primero que puede visualizar es el
entorno cercano a usted. Eso es lo que Isaías destaca en los versículos 21 y 22: “Ciertamente edificarán casas, y
las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y
otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos
mis escogidos usarán a grado cabal”.
15
Si no tiene experiencia en construcción ni en jardinería, la profecía de Isaías puede significar que le espera
educación en estos campos. Pero ¿no estaría usted dispuesto a aprender con la ayuda de instructores
competentes, quizá vecinos amables que le echen una mano de buena gana? Isaías no dice si su hogar tendrá
grandes ventanas cerradas solo con persianas para disfrutar de las brisas tropicales, o cristaleras por las que
pueda observar el cambio de las estaciones. ¿Diseñará su casa con un tejado inclinado para la lluvia o la nieve?
¿O requerirá el clima local un techo plano, como los que se utilizan en el Oriente Medio, una azotea en la que
pueda reunirse con su familia para disfrutar de deliciosas comidas y agradable conversación? (Deuteronomio
22:8; Nehemías 8:16.)
w06 1/3 pág. 20 párr. 15 Diversión sana que reconforta
15. ¿Por qué debe haber buena supervisión en las reuniones sociales?
15
Al organizar reuniones sociales, no debemos pasar por alto la importancia de contar con una buena
supervisión. Aunque disfrutamos de ser hospitalarios, ¿verdad que nos sentiríamos muy mal si alguno de
nuestros invitados tropezara por algo que ocurriera en nuestro hogar debido a un descuido? Pensemos en el
principio que se registra en Deuteronomio 22:8. El israelita que construyera una casa nueva tenía que levantar
un muro alrededor del techo plano, donde se solía agasajar a los invitados. ¿Para qué? “Para que no coloques
sobre tu casa culpa de sangre porque alguien [...] llegara a caer de él.” De igual manera, es necesario tomar
medidas en las reuniones sociales —aunque sin irse a los extremos— a fin de garantizar el bienestar físico y
espiritual de los invitados.
w89 1/11 págs. 18-19 párrs. 3-4 Eviten un yugo con incrédulos
3, 4. a) ¿Qué advertencia da la Biblia contra formar lazos estrechos con incrédulos? b) ¿Cómo pudiera
aplicar al matrimonio el consejo de Pablo acerca del yugo desigual? c) ¿Cómo habrían entendido los
cristianos de Corinto el término “incrédulos”? (Véase la nota.)
3
No obstante, la Biblia advierte contra formar lazos estrechos con incrédulos. Como lo expresó el apóstol
Pablo: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual [“No forméis una pareja desigual uncidos al yugo”, Versión
Cantera-Iglesias] con los incrédulos. Porque [...] [¿]qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?”.
(2 Corintios 6:14, 15.) Puede que Pablo tuviera presente que la Ley de Moisés prohibía enyugar a un toro y un
asno para que araran juntos. (Deuteronomio 22:10.) El asno es más pequeño y menos fuerte que el toro, así
que sufriría como resultado de tal yugo desigual. Puesto que el matrimonio es como un yugo que une al esposo y
la esposa, el que un cristiano se casara con una persona incrédula llevaría a un yugo desigual o desequilibrado.
(Mateo 19:6.) Ese tipo de yugo trae con frecuencia mayor presión y tensión al matrimonio. (Compárese con
1 Corintios 7:28.)
4
Con todo, como lo ilustra la experiencia de la introducción, algunos cristianos han optado por casarse con
incrédulos. ¿Por qué se les hace difícil a algunos casarse “solo en el Señor”? (1 Corintios 7:39.)
Página 11
w94 1/8 pág. 12 párrs. 9-10 Jehová es razonable
9, 10. a) ¿Qué relación hay entre estar “listo para perdonar” y ser razonable? b) ¿De qué manera se
benefició David de que Jehová esté listo para perdonar, y por qué?
9
David escribió: “Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con
todos los que te invocan es abundante”. (Salmo 86:5.) Cuando se tradujeron al griego las Escrituras Hebreas, la
palabra “listo para perdonar” se vertió e·pi·ei·kés (“razonable”). No cabe duda de que estar listo para perdonar y
tener misericordia probablemente sea el modo fundamental de demostrar que somos razonables.
10
David sabía muy bien lo razonable que es Jehová en este respecto. Cuando cometió adulterio con Bat-seba
y maquinó el asesinato de su marido, se convirtió, junto con ella, en reo de muerte. (Deuteronomio 22:22;
2 Samuel 11:2-27.) Si hubieran juzgado su causa inflexibles jueces humanos, fácilmente habrían perdido la vida
los dos. Pero Jehová demostró su carácter razonable (e·pi·ei·kés), que, como define W. E. Vine en el Diccionario
Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, “expresa aquella consideración que examina ‘humana y
razonablemente los hechos de un asunto’”. Entre los hechos que influyeron en que Jehová tomara una decisión
misericordiosa posiblemente estuvieron el arrepentimiento sincero de los pecadores y la misericordia que David
había mostrado a otras personas. (1 Samuel 24:4-6; 25:32-35; 26:7-11; Mateo 5:7; Santiago 2:13.) Sin embargo,
en conformidad con la autodescripción de Jehová que aparece en Éxodo 34:4-7, era razonable que Jehová
corrigiera a David. Le envió al profeta Natán para transmitirle un mensaje enérgico y hacerle ver que había
despreciado su palabra. Como David se arrepintió, no tuvo que morir por su pecado. (2 Samuel 12:1-14.)
w07 15/9 págs. 22-23 párrs. 8-9 “Su Padre es misericordioso”
8, 9. ¿Cómo demostró Dios misericordia a David cuando este pecó con Bat-seba?
8
Analicemos lo que hizo un monarca del antiguo Israel, el rey David, cuando el profeta Natán lo censuró por
su relación adúltera con Bat-seba. Muy arrepentido, David oró a Jehová: “Muéstrame favor, oh Dios, conforme a
tu bondad amorosa. Conforme a la abundancia de tus misericordias, borra mis transgresiones. Lávame
cabalmente de mi error, y límpiame aun de mi pecado. Pues mis transgresiones yo mismo conozco, y mi pecado
está enfrente de mí constantemente. Contra ti, contra ti solo, he pecado, y lo que es malo a tus ojos he hecho”
(Salmo 51:1-4).
9
Es obvio que David estaba profundamente dolido. Jehová decidió perdonarle su pecado y no aplicar el
castigo que les correspondía a él y a Bat-seba según la Ley mosaica, a saber, la pena de muerte (Deuteronomio
22:22). Así es, Jehová les perdonó la vida, aunque no los libró de todas las consecuencias de su pecado
(2 Samuel 12:13). Un elemento implicado en el ejercicio de la misericordia divina es el perdón de los pecados.
Sin embargo, Jehová no se retrae de aplicar el castigo debido.
w89 1/6 pág. 12 párr. 12 Perfeccionemos la santidad en el temor de Dios
12. a) ¿Mediante qué leyes elevó Jehová la condición moral de los israelitas muy por encima de la
condición de las naciones circundantes? b) ¿Qué reglas fueron particularmente estrictas en el caso
del sacerdocio?
12
Mediante el pacto de la Ley, Jehová elevó la condición moral de los israelitas muy por encima de la
degradación de las naciones circundantes. El matrimonio y la vida familiar eran instituciones protegidas en Israel.
El séptimo de los Diez Mandamientos prohibía el adulterio. Tanto el adulterio como la fornicación se castigaban
severamente. (Deuteronomio 22:22-24.) Las vírgenes disfrutaban de protección bajo la Ley. (Deuteronomio
22:28, 29.) Las reglas relativas al matrimonio eran particularmente estrictas en el caso de los sacerdotes. En
cuanto al sumo sacerdote, se exigía que él escogiera por esposa a una virgen casta. (Levítico 21:6, 7, 10, 13.)
w04 15/9 págs. 26-27 Puntos sobresalientes del libro de Deuteronomio
Lecciones para nosotros:
Deuteronomio 22:23-27. Ante un intento de violación, gritar es uno de los recursos disuasorios más eficaces
con los que cuenta la mujer.
w12 1/9 págs. 6-7 ¿Valora Dios a la mujer?
. Derecho al respeto. Uno de los Diez Mandamientos estipulaba: “Honra a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12).
Y el sabio rey Salomón dijo en uno de sus proverbios: “Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y
no abandones la ley de tu madre” (Proverbios 1:8).
La Ley regulaba con detalle el trato con personas del sexo opuesto y manifestaba gran respeto por las
mujeres (Levítico 18:6, 9; Deuteronomio 22:25, 26). Incluso les recordaba a los hombres que debían tener en
cuenta los límites físicos y biológicos de su esposa (Levítico 18:19).
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w83 1/11 pág. 21 párr. 1 “Busque la paz y vaya en pos de ella”
1. a) ¿Cómo podemos ‘buscar la paz e ir en pos de ella’ en este mundo violento? b) En situaciones
dificultosas, ¿por qué deberíamos suplicar encarecidamente a Jehová?
¿CÓMO podemos seguir el consejo del apóstol Pablo, que se cita arriba, si nos hallamos rodeados de un
mundo violento? Pedro contesta, al decir: ‘Apártense de lo que es malo y hagan lo que es bueno’. Por lo tanto,
tenemos que esforzarnos diligentemente para llegar a tener una relación pacífica con Jehová Dios, basada en fe
en el sacrificio de Jesucristo. Entonces vamos en pos de la paz por medio de adherirnos estrechamente a las
normas que Dios establece en su Palabra. “Porque los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos atentos
a su ruego; pero el rostro de Jehová está contra los que hacen cosas malas” (1 Pedro 3:11, 12). Cuando los
inicuos procuran hacernos el mal, podemos suplicar encarecidamente a Jehová. Al enfrentarnos a un violador o a
otro malhechor, podemos invocar a Jehová en voz alta por su nombre para que nos ayude. (Compare con
Deuteronomio 22:25-27.)
w95 1/4 pág. 20 párr. 18 Cómo incitarnos al amor y a las obras excelentes
18. ¿Cómo debe emplearse la enseñanza del rescate para animar a la persona que ha sido víctima de, por
ejemplo, una violación?
18
El anciano debe analizar cada caso en particular a fin de usar debidamente esa enseñanza. Por ejemplo,
los sacrificios de animales que se requerían para la expiación de todos los pecados bajo la Ley mosaica
prefiguraron el sacrificio redentor de Cristo. (Levítico 4:27, 28.) Sin embargo, la Ley no estipulaba que la víctima
de una violación tuviera que hacer una ofrenda por el pecado. Decía que a la muchacha ‘no se le debía hacer
nada’ respecto a castigo. (Deuteronomio 22:25-27.) Igualmente hoy, si una hermana es agredida y violada, de
manera que se siente sucia y despreciable, ¿sería propio recalcar que el rescate la limpia de ese pecado? De
ninguna manera. Ser víctima de una violación no es un pecado. El violador es quien ha pecado y necesita ser
limpiado. Ahora bien, el amor de Jehová y Cristo al suministrar el rescate puede utilizarse para convencerla de
que el pecado de otra persona no la ha contaminado a los ojos de Dios, y que Jehová la tiene en gran estima y
permanece en Su amor. (Compárese con Marcos 7:18-23; 1 Juan 4:16.)
Toda la información ha sido sacada de la Watchtower Library 201
2013
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Este archivo, es simplemente una ayuda para nuestra preparación, el propósito principal de esto,
es que investiguemos más nosotros. (km 99--2006)
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