Revista Wine Spectator

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Revista Wine Spectator - Londres
abril, 2007
Según un estudio, quienes beben vino pueden tener una mayor expectativa de vida.
Londres | Abril, 2007 En un estudio que duró tres décadas se observó que quienes bebían
vino moderadamente vivieron más que los que preferían otras bebidas alcohólicas. Jacob
Gaffney Según una nueva investigación sobre la vida humana realizado en Finlandia,
quienes beben vino son más saludables que los que beben cerveza y bebidas espirituosas. Este resultado no sorprende, si consideramos los estilos de vida en relación a cada
uno de los tipos de bebidas. Sin embargo, el estudio también sugiere que el consumo
moderado de vino puede contribuir a una vida mejor y más extensa. En el transcurso del
estudio de tres décadas, los consumidores de vino presentaron un porcentaje de mortalidad menor que los consumidores de otras bebidas alcohólicas. El estudio, publicado en el
número de febrero del 2007 de la Journals of Gerontology (Revistas de Gerontología),
buscaba determinar si el hábito a la bebida de una persona, medido en un largo período
de tiempo, afecta la longevidad. El estudio fue dirigido por Timo Strandberg, un investigador de la Universidad de Oulu, Finlandia. Los sujetos de estudio, todos masculinos residentes de Finlandia, nacieron entre 1919 y 1934 y realizaron sus chequeos médicos en el
Institute of Occupational Health (Instituto de Salud Ocupacional) en Helsinki durante los
años sesenta y setenta. Durante los exámenes, se registró el consumo alcohólico de los
hombres y se les preguntó cómo se sentían de salud. Además, se observó que todos
ocupaban “altos cargos jerárquicos” en compañías privadas, por lo que los científicos
concluyeron que tenían unos de los ingresos más altos en Finlandia (a pesar de que no
se tuvo acceso a las cifras exactas). “Este panorama”, declararon los autores del estudio,
“ofrece una prueba más clara sobre los efectos de las bebidas alcohólicas, porque la
influencia de la clase social sobre la preferencia por la bebida está disminuyendo”. Al
reunir a los hombres en 1974, examinarlos nuevamente en 1985 y luego en el 2000, los
científicos esperaban poder determinar si el consumo de alcohol está relacionado con una
vida mejor y más extensa. En el primer examen, en 1974, 2.468 hombres informaron su
preferencia por el vino, cerveza o espirituosas, si no bebían, o si no tenían una bebida
alcohólica favorita. En la segunda etapa del estudio, en 1985, sólo se pudo reexaminar a
1.369 hombres. Algunos habían abandonado el estudio, otros habían cambiado sus hábitos con respecto a las bebidas alcohólicas y 93 de los hombres habían fallecido. En el año
2000, se realizó otro examen, y en los cálculos finales, en el año 2002, los científicos sólo
contaban con un grupo de 1.127 hombres que consumían un promedio de 3 copas o
menos al día, y que también mantuvieron sus preferencias respecto a las bebidas alcohólicas durante la realización del estudio. “En un seguimiento que duró 29 años, se relacionó
la preferencia por el vino con el índice bajo de mortalidad comparado con el de la preferencia por la cerveza o las bebidas espirituosas”, informaron los científicos. Quienes
beben vino presentan un 34 por ciento menos en el índice de mortalidad, al compararlos
con aquellos que beben espirituosas, que presentan un 9 por ciento más en el índice que
quienes prefieren la cerveza. Al final del estudio, los consumidores de vino demostraron
estar en mejor estado de salud y desarrollaron mejor los exámenes de salud mental. Sin
embargo, quienes beben vino tienden a hacer más ejercicios y fumar menos, por lo que
los investigadores no pueden descartar la posibilidad de que el vino sea simplemente una
pieza del rompecabezas feliz, de larga vida, en lugar de ser un factor decisivo. “¿Es por el
bebedor más que por las características de la bebida, que los hombres más sanos prefirieren el vino?” Preguntó Strandberg de los resultados. “Esto es lo importante. Lo mismo
se aplica a las diferencias entre quienes beben cerveza o bebidas espirituosas”, agregó.
“Los amantes de las bebidas espirituosas posiblemente llevan una vida más peligrosa,
con más factores de riesgo, y otros aspectos ocultos que posiblemente no se evalúan en
un estudio epidemiológico. Traducción del artículo: “Wine Drinkers More Likely to Live
Longer, Study Finds” Publicado en la revista Wine Spectator.
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