SOLUCION DE CONTROVERSIAS EN EL AMBITO DE LA PROTECCION DE LAS INVERSIONES EXTRANJERAS Algunas estadísticas: Casos pendientes: 120 (a octubre de 2008) Casos terminados: 153 (a octubre de 2008) Casos ingresados desde el 2005 a la fecha: 110 Casos ingresados entre 1972 y 1990: 26 Casos ingresados contra Argentina: 46 Objetivos de la creación del CIADI: Report of the Executive Directors on the Convention 9. In submitting the attached Convention to governments, the Executive Directors are prompted by the desire to strengthen the partnership between countries in the cause of economic development. The creation of an institution designed to facilitate the settlement of disputes between States and foreign investors can be a major step t3oward promoting an atmosphere of mutual confidence and thus stimulating a larger flow of private international capital intro those countries which wish to attract it. … 12. Adherence to the Convention by a country would provide additional inducement and stimulate a larger flow of private international investment into its territories, which is the primary purpose of the Convention. Do bilateral investment treaties attract foreign direct investment? Only a bit - and they could bite (by Mary Hallward-Driemeier) Summary: Touted as an important commitment device that attracts foreign investors, the number of bilateral investment treaties (BITs) ratified by developing countries has grown dramatically. The author tests empirically whether BITs have actually had an important role in increasing the foreign direct investment (FDI) flows to signatory countries. While half of OECD FDI into developing countries by 2000 was covered by a BIT, this increase is accounted for by additional country pairs entering into agreements rather than signatory hosts gaining significant additional FDI. The results also indicate that such treaties act more as complements than as substitutes for good institutional quality and local property rights, the rationale often cited by developing countries for ratifying BITs. The relevance of these findings is heightened not only by the proliferation of such treaties, but by recent high profile legal cases. These cases show that the rights given to foreign investors may not only exceed those enjoyed by domestic investors, but expose policymakers to potentially large-scale liabilities and curtail the feasibility of different reform options. Formalizing relationships and protecting against dynamic inconsistency problems are still important, but the results should caution policymakers to look closely at the terms of agreements. ¿Qué ganan los inversionistas y los Estados con la posibilidad de solucionar sus controversias mediante el arbitraje previsto en el Convenio de Washington? Inversionistas: 1) Los tribunales internos dejan de ser su única opción de acceso directo a un medio de solución de controversias. 2) No necesitan buscar la protección diplomática de su propio Estado. Estado: 1) Se despolitizan las controversias relativas a las inversiones, ya que no interviene el Estado de la nacionalidad del inversionista a través de la protección diplomática. 2) Se supone que la posibilidad de recurrir al arbitraje para solucionar controversias promueve la inversión extranjera. Inversionistas y Estados: el arbitraje que ofrece el CIADI, con todo el apoyo logístico de que dispone el CIADI asegura que no se frustre el procedimiento y que los costos estén claramente especificados. Renuncia a la protección diplomática Artículo 27 (1) Ningún Estado Contratante concederá protección diplomática ni promoverá reclamación internacional respecto de cualquier diferencia que uno de sus nacionales y otro Estado Contratante hayan consentido en someter o hayan sometido a arbitraje conforme a este Convenio, salvo que este último Estado Contratante no haya acatado el laudo dictado en tal diferencia o haya dejado de cumplirlo. (2) A los efectos de este Artículo, no se considerará como protección diplomática las gestiones diplomáticas informales que tengan como único fin facilitar la resolución de la diferencia. ¿Quiénes son los árbitros en los casos CIADI? Art. 37 Convenio de Washington: (1) Una vez registrada la solicitud de acuerdo con el Artículo 36, se procederá lo antes posible a la constitución del Tribunal de Arbitraje (en lo sucesivo llamado Tribunal) (2) (a) El Tribunal se compondrá de un árbitro único o de un número impar de árbitros nombrados según lo acuerden las partes. (b) Si las partes no se pusieren de acuerdo sobre el número de árbitros y el modo de nombrarlos, el Tribunal se constituirá con tres árbitros designados, uno por cada parte y el tercero, que presidirá el Tribunal, de común acuerdo. Artículo 38 Si el Tribunal no llegare a constituirse dentro de los 90 días siguientes a la fecha del envío de la notificación del acto de registro, hecho por el Secretario General …. o dentro de cualquier otro plazo que las partes acuerden, el Presidente, a petición de cualquiera de éstas y, en lo posible, previa consulta a ambas partes, deberá nombrar el árbitro o los árbitros que aún no hubieren sido designados. Los árbitros nombrados por el Presidente conforme a este Artículo no podrán ser nacionales del Estado Contratante parte en la diferencia, o del Estado Contratante cuyo nacional sea parte en la diferencia. Artículo 39 La mayoría de los árbitros no podrá tener la nacionalidad del Estado Contratante parte en la diferencia, ni la del Estado a que pertenezca el nacional del otro Estado Contratante. La limitación anterior no será aplicable cuando ambas partes, de común acuerdo, designen al árbitro único o a cada uno de los miembros del Tribunal. Observaciones: ¾No existe la institución del juez ad-hoc como en otros tribunales internacionales. ¾Se requiere del acuerdo de la otra parte. ¾Si no hay acuerdo el árbitro es nombrado por el Secretario General ¾Los árbitros se repiten de caso en caso ¾El sistema ha creado, se dice, tribunales pro-inversionistas; lo que ha generado suspicacias respecto de las bondades del sistema para los estados. ¾Entre las futuras reformas se ha discutido la posibilidad de una instancia de apelación. Concepto de Inversión. Ejemplo: El APPI Chile/España Artículo I Definiciones A los efectos del presente Acuerdo: 2. Por "inversiones" se designa a todo tipo de haberes, tales como bienes y derechos de toda naturaleza, adquiridos de acuerdo con la legislación del país receptor de la inversión y en particular, aunque no exclusivamente, los siguientes: - acciones y otras formas de participación en sociedades, - créditos, valores y derechos derivados de todo tipo de aportaciones realizadas con el propósito de crear valor económico; se incluyen expresamente todos aquellos préstamos concedidos con este fin, hayan sido o no capitalizados, - bienes muebles e inmuebles, así como todo tipo derechos relacionados con los mismos, todo tipo de derechos en el ámbito de la propiedad intelectual, incluyendo expresamente patentes de invención y marcas de comercio, así como licencias de fabricación y, know-how, - derechos para realizar actividades económicas otorgados por la ley o en virtud de un contrato, en particular los relacionados con la prospección, cultivo, extracción o explotación de recursos naturales. Derecho aplicable Artículo 42 (1) El Tribunal decidirá la diferencia de acuerdo con las normas de derecho acordadas por las partes. A falta de acuerdo, el Tribunal aplicará la legislación del Estado que sea parte en la diferencia, incluyendo sus normas de derecho internacional privado, y aquellas normas de derecho internacional que pudieren ser aplicables. (2) El Tribunal no podrá eximirse de fallar so pretexto de silencio u oscuridad de la ley. (3) Las disposiciones de los precedentes apartados de este Artículo no impedirán al Tribunal, si las partes así lo acuerdan, decidir la diferencia ex aequo et bono. La Nacionalidad del inversionista: Artículo 25 (2) Se entenderá como “nacional de otro Estado Contratante”: (a) toda persona natural que tenga, en la fecha en que las partes consintieron someter la diferencia a conciliación o arbitraje y en la fecha en que fue registrada la solicitud prevista en el apartado (3) del Artículo 28 o en el apartado (3) del Artículo 36, la nacionalidad de un Estado Contratante distinto del Estado parte en la diferencia; pero en ningún caso comprenderá las personas que, en cualquiera de ambas fechas, también tenían la nacionalidad del Estado parte en la diferencia; y (b) toda persona jurídica que, en la fecha en que las partes prestaron su consentimiento a la jurisdicción del Centro para la diferencia en cuestión, tenga la nacionalidad de un Estado Contratante distinto del Estado parte en la diferencia, y las personas jurídicas que, teniendo en la referida fecha la nacionalidad del Estado parte en la diferencia, las partes hubieren acordado atribuirle tal carácter, a los efectos de este Convenio, por estar sometidas a control extranjero. Algunos temas controvertidos en relación con la nacionalidad del inversionista: 1) La doble nacionalidad 2) La posibilidad de que los accionistas minoritarios reclamen por la violación de derechos de la cual es titular la sociedad 3) La posibilidad de que nacionales del país receptor constituyan sociedades en el extranjero para obtener la protección de un APPI y acceso al arbitraje. Tokios Tokeles v. Ucrania Voto Disidente de Prosper Weil: 9. The instant case opposes a Lithuanian corporation, Tokios Tokele·s, to Ukraine on measures taken by the Ukrainian authorities against its wholly owned subsidiary, the Ukrainian corporation Taki spravy, in alleged violation of the bilateral investment treaty (BIT) between Ukraine and Lithuania. As stated in the Decision, “[t]here is no dispute that nationals of Ukraine own ninety-nine percent of the outstanding shares of Tokios Tokele·s, and comprise two-thirds of its management. Assuming that the dispute brought before the Tribunal meets the condition of “arising directly out of an investment” laid out in Article 25 of the ICSID Convention, a question thus arises: Does the dispute fall into the category of “disputes between States and nationals of other States,” as required by the very title of the Convention? Does it qualify as a dispute “between a Contracting State… and a national of another Contracting State,” as required by Article 25 of the Convention? In the affirmative, the Tribunal has to affirm its jurisdiction. In the negative, it has to deny it. 10. It is, I think, the first time that an ICSID tribunal has to address the specific problem of a dispute opposing to State A (Ukraine) a corporation which has the nationality of State B (Lithuania) but which is controlled by citizens of State A (Ukraine)—so much so that the dispute, while formally meeting the condition of being between a Contracting State and a national of another Contracting State, is in actual fact between a Contracting State and a corporation controlled by nationals of that State. In some instances, there may be doubts about whether the corporation is, or is not, to be regarded as being controlled by nationals of the respondent State, and a choice will then have to be made between various possible criteria. In the present case, however, where Tokios Tokele·s is indisputably and totally in the hands of, and controlled by, Ukrainian citizens and interests, there is no evading the issue of principle. 11. The Decision rests on the idea that the Ukrainian origin of the capital invested by Tokios Tokele·s in Taki spravy and the Ukrainian nationality of Tokios Tokele·s’ shareholders and managers are irrelevant to the application of both the Convention and the BIT. What is relevant and decisive, according to the Decision, is the fact that the investment has been made by a corporation of Lithuanian nationality, whatever the origin of its capital and the nationality of its managers. The Decision dismisses any “origin-of-capital requirement,” which, so it maintains, “is plainly absent from the text” of the relevant instruments and “is inconsistent with the object and purpose of the Treaty which… is to provide broad protection to investors and their investments in the territory of either party”: 16. The Decision states that “[t]he Convention does not define the method for determining the nationality of juridical entities, leaving this task to the reasonable discretion of the Contracting Parties,”21 and it begins its analysis, as already mentioned, “by underscoring the deference this Tribunal owes to the definition of corporate nationality contained in the agreement between the Contracting Parties.”22 While it is true that no definition of the nationality of corporations is to be found in the Convention, it cannot be the case that this definition is left to the discretion of the Parties, because it is not for the Parties to extend the jurisdiction of ICSID beyond what the Convention provides for. It is the Convention which determines the jurisdiction of ICSID, and it is within the limits of the ICSID jurisdiction as determined by the Convention that the Parties may in their BIT define the disputes they agree to submit to an ICSID arbitration. 30. To sum up: The ICSID mechanism and remedy are not meant for, and are not to be construed as, allowing—and even less encouraging—nationals of a State party to the ICSID Convention to use a foreign corporation, whether preexistent or created for that purpose, as a means of evading the jurisdiction of their domestic courts and the application of their national law. It is meant to protect—and thus encourage—international investment. It is regrettable, so it seems to me, to put the extraordinary success met by ICSID at risk by extending its scope and application beyond the limits so carefully assigned to it by the Convention. This might dissuade Governments either from adhering to the Convention or, if they have already adhered, from providing for ICSID arbitration in their future BITs or investment contracts. Las obligaciones que asumen los Estados y que, en general, se contienen en los tratados sobre protección de inversiones 1.Trato nacional 2.Trato justo y equitativo 3.Expropiación con compensación (pronta, adecuada y completa) 4.Protección y seguridad plena 5.Cláusula de la Nación Más Favorecida Obligaciones adicionales: 5. Performance requirements 6. Derechos de establecimiento Trato Nacional y no discriminación 1) Trato nacional y ‘performance requirements’ 2) Trato nacional y la discriminación no arbitraria dentro del país (con quien se debe comparar) 3) Trato nacional y trato especial para sectores débilitados Trato justo y equitativo • Origen y relación con el mínimo estándar internacional. • ¿Es una norma de derecho consuetudinario o sólo convencional? • La interpretación de los países del Nafta y la decisión en Pope & Talbot. • El contenido de la noción de trato justo y equitativo Interpretación de “fair and equitable treatment” por los países del NAFTA 1. Article 1105 prescribes the customary international law minimum standard of treatment of aliens as the minimum standard of treatment to be afforded to investments of investors of another Party. 2. The concepts of “fair and equitable treatment” and “full protection and security” do not require treatment in addition to or beyond that which is required by the customary international law minimum standard of treatment of aliens. 3. A determination that there has been a breach of another provision of the NAFTA, or of a separate international agreement, does not establish that there has been a breach of Article 1105(1). Umbrella Clause: “Either Contracting Party shall constantly guarantee the observance of the commitments it has entered into with respect to the investments of the investors of the other Contracting Party”. Tecmed vs. México 154. El Tribunal Arbitral considera que esta disposición del Acuerdo, a la luz de los imperativos de buena fe requeridos por el derecho internacional, exige de las Partes Contratantes del Acuerdo brindar un tratamiento a la inversión extranjera que no desvirtúe las expectativas básicas en razón de las cuales el inversor extranjero decidió realizar su inversión. Como parte de tales expectativas, aquél cuenta con que el Estado receptor de la inversión se conducirá de manera coherente, desprovista de ambigüedades y transparente en sus relaciones con el inversor extranjero, de manera que éste pueda conocer de manera anticipada, para planificar sus actividades y ajustar su conducta, no sólo las normas o reglamentaciones que regirán tales actividades, sino también las políticas perseguidas por tal normativa y las prácticas o directivas administrativas que les son relevantes. Un accionar del Estado ajustado a tales criterios es, pues, esperable, tanto en relación con las pautas de conducta, directivas o requerimientos impartidos, o de las resoluciones dictadas de conformidad con las mismas, cuanto con las razones y finalidades que las subyacen. El inversor extranjero también espera que el Estado receptor actuará de manera no contradictoria; es decir, entre otras cosas, sin revertir de manera arbitraria decisiones o aprobaciones anteriores o preexistentes (continuación) El inversor extranjero también espera que el Estado receptor actuará de manera no contradictoria; es decir, entre otras cosas, sin revertir de manera arbitraria decisiones o aprobaciones anteriores o preexistentes emanadas del Estado en las que el inversor confió y basó la asunción de sus compromisos y la planificación y puesta en marcha de su operación económica y comercial. El inversor igualmente confía que el Estado utilizará los instrumentos legales que rigen la actuación del inversor o la inversión de conformidad con la función típicamente previsible de tales instrumentos, y en todo caso nunca para privar al inversor de su inversión sin compensación. En realidad, la no observancia por el Estado receptor de la inversión de las pautas apuntadas en su conducta relativa al inversor extranjero o sus inversiones perjudica la posibilidad de éste, tanto de apreciar el nivel de trato y protección realmente brindado por el Estado receptor, como de determinar hasta que punto dicho Estado observa un comportamiento acorde con la garantía de trato justo y equitativo MTD vs. Chile 164. Chile ha sostenido que cada órgano del Gobierno tiene determinadas responsabilidades y, que no es su función llevar a cabo tareas de due diligence respecto de la viabilidad jurídica y técnica de un proyecto, ya que ello es responsabilidad de los interesados. El Tribunal comparte la opinión de que es responsabilidad del inversionista asegurarse de contar con el asesoramiento apropiado, especialmente si va a invertir fuera de su país, en un entorno desconocido. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, Chile no es una parte pasiva y la coherencia en el proceder de los diversos funcionarios por intermedio de los cuales actúa no es responsabilidad del inversionista sino de Chile. Si las Demandantes actuaron en forma responsable o diligente al adoptar la decisión de invertir en Chile es otra cuestión. MTD vs. Chile 166. El Tribunal está convencido, basándose en las pruebas que le han sido presentadas de que la aprobación por parte del CIE de una inversión para un proyecto que contraviene la política urbana del Gobierno constituye una violación al deber de dispensar a un inversionista un trato justo y equitativo. El hecho de que la reunión del 6 de noviembre de 1996 se hubiera celebrado o no, no afecta el resultado de estas consideraciones. En efecto, si en verdad la reunión tuvo lugar, es aún más inexplicable que el CIE aprobara la inversión y que se suscribieran los dos primeros Contratos de Inversión Extranjera. El Ministro Hermosilla y el CIE eran dos canales de comunicación diferentes de la Demandada con terceros, pero, a los efectos de las obligaciones contraídas por Chile en virtud del TBI, ambos representaban a Chile como una unidad, como un monolito, para usar la expresión de la Demandada.