Javier Medina López Dolores Corbella Díaz En los últimos años la

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EL SESEO CANARIO Y SU CONEXIÓN CON AMÉRICA. PRELIMINARES
Javier Medina López
Dolores Corbella Díaz
Universidad de La Laguna
I. INTRODUCCIÓN.
En los últimos años la lingüística histórica parece estar viviendo momentos de renovación,
pues como se sabe ésta había perdido el protagonismo que tuvo a lo largo de todo el siglo XIX y
en buena parte de los primeros decenios del XX. Por razones de todos conocidas que no
expondremos ahora, las investigaciones con enfoque diacrónico se abandonaron en favor de la
teoría lingüística y la descripción sincrónica de las modalidades de habla que ofrecían interés
dentro de los estudios generales del lenguaje. Sin embargo, a finales del milenio se vuelven los ojos
hacia los viejos papeles y legajos que han estado depositados en archivos y fuentes documentales
de todo el mundo. A pesar de que todavía queda mucho por hacer -y pensamos que en el terreno
de la lingüística histórica la labor nunca tiene fin- bastante se ha avanzado en el conocimiento de
algunas variedades que, por diversos motivos, han suscitado la atención de los especialistas. Roger
Wright, en un extenso trabajo publicado en 1993, señalaba el estado de la cuestión del estudio
diacrónico del español, destacando las aportaciones más importantes, todo lo que se ha avanzado
en este terreno y las perspectivas futuras -tanto metodológicas como teóricas-, entre otros
planteamientos. Su conclusión era bien clara: el estudio diacrónico del español tiene más interés
que nunca 1.
En el caso concreto que ahora nos ocupa este hecho se explica, en parte, porque algunos
investigadores han tenido como meta de estudio los procesos formativos de ciertas áreas del
español en su expansión atlántica, como es el caso del andaluz, del canario y del español americano y todo el conjunto de fenómenos que en estas áreas se producen. Excluimos la dialectología
histórica desarrollada en España en las áreas del leonés o navarro-aragonés, con una fructífera
tradición en los estudios diacrónicos españoles, ya que el tema que ahora tratamos no afecta, en
principio, a estas zonas. Cierto es también que el renovado esfuerzo de algunos lingüistas en poner
de manifiesto la evolución histórica de la lengua ha hecho que se vean hoy con buenos ojos los
intentos de investigar una enorme documentación que parecía que ofrecía poco interés desde el
punto de vista lingüístico y que, a la luz de los resultados de excelentes investigaciones, han
demostrado todo lo contrario.
A los iniciales esfuerzos de los promotores de la dialectología hispanoamericana en nuestro
siglo (R. J. Cuervo, M. L. Wagner, P. Henríquez Ureña, Amado Alonso, y tantos otros) que
1
Cf. ROGER WRIGHT (1993): “Status quaestionis: el estudio diacrónico del español” en Lingüística (ALFAL), vol. 5,
pp. 77-126.
957
basaron sus estudios especialmente en fuentes literarias2, hay que añadir una nueva trayectoria
iniciada a partir de finales de los años sesenta en el que el interés se centra en el rastreo realizado
en archivos locales, nacionales e internacionales de documentación muy variada. El trabajo
pionero, llevado a cabo bajo la dirección de Guillermo L. Guitarte, es el de Olga Cock Hincapié
sobre el seseo en el Nuevo Reino de Granada3, al que le siguen estudios relevantes de otros colegas hispanoamericanos4. En el caso español, también desde distintas perspectivas ha habido un
desigual interés por el estudio diacrónico del español de América, o de los problemas concretos y
específicos que en algunas regiones se han dado, tal y como ha puesto de relieve Germán de
Granda, o desde la perspectiva exclusivamente documental, como están haciendo Francisco
Zamora y Micaela Carrera para la región dominicana. Juan A. Frago Gracia, por su lado, ha
realizado exhaustivas investigaciones en las que, junto a la discusión de no pocos problemas
teóricos que se le plantean a la lingüística histórica, ha llevado a cabo estudios precisos sobre la
configuración de las hablas meridionales españolas -especialmente del andaluz- y su expansión
atlántica tanto a Canarias como a América5.
II. EL SESEO Y SU EXPANSIÓN ATLÁNTICA.
En la mayor parte de las descripciones dedicadas a la historia del español americano, el
seseo ha ocupado un lugar destacado. Primero por ser un rasgo que triunfó históricamente en toda
Canarias y la América hispánica -además de amplias zonas andaluzas- y su persistencia llega hasta
hoy en día como síntoma claro de su arraigo desde la época colonial; y segundo porque el mismo
ha supuesto el punto de partida de importantes controversias, teorías e hipótesis, acerca de la
evolución del sistema de sibilantes de las antiguas alveolares /sº-zº/ y dentoalveolares /s§-z§/
medievales. El seseo, además, ha estado ligado en buena parte a la polémica andalucista que
arranca desde los primeros decenios de nuestro siglo.
No entraremos en la discusión teórica que ha llegado hasta hoy en día de la mano de
2
Cf. AMADO ALONSO (1953): Estudios lingüísticos. Temas hispanoamericanos, Gredos, Madrid.
3
Cf. OLGA COCK HINCAPIÉ (1969): El seseo en el Nuevo Reino de Granada (1550-1659), Instituto Caro y Cuervo,
Bogotá.
4
Cf., entre otros, las investigaciones de MANUEL ÁLVAREZ NAZARIO (1982): Orígenes y desarrollo del español
en Puerto Rico (siglos XVI y XVII), Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Puerto Rico; JUAN M. LOPE BLANCH
(1985): El habla de Diego de Ordaz, UNAM, México; ELENA M. ROJAS (1985): Evolución histórica del Español en
Tucumán entre los siglos XVI y XIX, Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán; Mª BEATRIZ FONTANELLA DE
WEINBERG (1987): El español bonaerense. Cuatro siglos de evolución lingüística (1580-1980), Hachette, Buenos
Aires; NÉLIDA E. DONNI DE MIRANDE (1990): Orígenes del español en Santa Fe: siglos XVI y XVII, Universidad
Católica Argentina, Rosario; MIGUEL ÁNGEL QUESADA PACHECO (1990): El español colonial en Costa Rica,
Universidad de Costa Rica, San José; CONCEPCIÓN COMPANY COMPANY (1994): Documentos lingüísticos de la
Nueva España. Altiplano central, UNAM, México.
5
Cf. JUAN A. FRAGO GRACIA (1993): Historia de las hablas andaluzas, Arco/Libros, Madrid, y (1994): Andaluz y
Español de América: Historia de un parenteco lingüístico, Junta de Andalucía, Sevilla.
958
prestigiosos especialistas6, de cuándo y mediante qué procesos se ha configurado una norma
seseante del español y del problema que supone su concreción histórica. Nos centraremos en esta
ocasión, siendo lo señalado de un gran interés, en destacar la aportación de Canarias en el
conjunto de estudios diacrónicos sobre el español de América. Por razones históricas de todos
conocidas, sabemos que Canarias tuvo un papel principal en la empresa hispanizadora de América
desde los primeros momentos de la misma7. A pesar de que el español llevaba aclimatándose en
las islas desde 1402 (fecha de la conquista de Lanzarote) hasta 1496, no obstante las condiciones
de la anexión castellana no permiten hablar todavía8 -y creemos que tampoco en el futuro- de una
modalidad particular canaria desde esta época (siglo XV), sino que, todo lo contrario, cabría
pensar más bien en una koiné inicial para nuestro territorio, como ya sugiriera Diego Catalán9,
dada la afluencia multidialectal que se produjo en los primeros momentos. Una perspectiva más
amplia, en esta misma línea, es la que propone Lüdtke cuando señala que el planteamiento global
de la expansión del español hacia las fronteras atlánticas debería constituirse en un marco en el que
entre a formar parte un triple proceso: a) la implantación del español en las Islas Canarias
orientales (Lanzarote y Fuerteventura; más tarde El Hierro y La Gomera); b) las Canarias
occidentales (Gran Canaria, La Palma y Tenerife) y la Andalucía oriental como proceso paralelo, y
c) Las Antillas, como primer eslabón en la hispanización americana10. La propuesta, aunque con
graves problemas documentales para las islas, debe ser –pensamos-, un punto de referencia para
trabajos futuros.
No contamos hasta el día de hoy con una historia lingüística insular, aunque sí con algunos
estudios -más bien pocos- que han abordado desde la óptica de la lingüística histórica aspectos de
la lengua en el archipiélago canario. La atención preferente se ha centrado, básicamente, en el
campo léxico, terreno en el que, además, no parece tan necesario contar con datos paleográficos
de primer orden. En el ámbito de la fonética-fonología o morfosintaxis históricas, la ausencia de
trabajos es prácticamente total.
El interés del estudio histórico de las hablas canarias, por tanto, y en particular el tema del
6
Cf. JUAN A. FRAGO GRACIA (1992): “El seseo: orígenes y difusión americana" en C. Hernández (coord.), Historia
y presente del español de América, PABECAL, Junta de Castilla y León, Valladolid, pp. 113-142; (1992): “Estrategias
para la investigación en el español americano hasta 1656" en Actas del Congreso de la Lengua Española, Pabellón de
España, Sevilla, pp. 740-753; Historia de las hablas andaluzas, ya cit.
7
Cf. JOSÉ PÉREZ VIDAL (1955): “Aportación de Canarias a la población de América. Su influencia en la lengua y en
la poesía tradicional” en Anuario de Estudios Atlánticos, 1 pp. 91-197.
8
Es interesante el planteamiento que hace Lüdkte, quien propone una visión globalizadora de los hechos acaecidos
en las Canarias y el Caribe en el momento de la conquis ta. Cf. JENS LÜDTKE, “Diferenciación y nivelación...”, ya cit.
en nota anterior.
9
Cf. (1958): “Génesis del español atlántico. Ondas varias a través del océano” en Revista de Historia Canaria, XXIV,
pp. 233-242 (esp. pp. 239-240).
10
Cf. JENS LÜDTKE (1994): “Diferenciación y nivelación del español en la expansión a Canarias y al Caribe en el
período de orígenes” en Jens Lüdkte (comp.) El español de América en el siglo XVI, Vervuert - Iberoamericana,
Frankfurt, pp. 39-56.
959
seseo-ceceo, parece clave en lo que ha sido la constitución del llamado español atlántico, toda vez
que, tal y como ha apuntado Frago Gracia:
El fenómeno evolutivo resultante en el seseo y en el ceceo, modismos que no dejan de ser la
diversificación final de un mismo cambio lingüístico, el de la simplificación en un único elemento fónico
de las cuatro sibilantes antiguas /s, z, s, z/, es una cuestión histórica que no admite un tratamiento en el
11
que se desliguen los casos del andaluz y canario, por un lado, y del español americano, por otro .
Se ha dicho en más de una ocasión que el seseo se documenta en Canarias desde el mismo
momento de su conquista, sin duda traído ya en boca de los numerosos colonos y conquistadores
de clara procedencia meriodional española fundamentalmente12. Diego Catalán, en unos trabajos
que abordan de manera más bien genérica la implantación del español en estas tierras, señalaba
que el çezeo está documentado desde los comienzos del siglo XVI:
Las notables confusiones gráficas de s por z, z por s y ç por s que aparecen en las Actas manuscritas día
a día por los escribanos del Cabildo de Tenerife desde los primeros años del s. XVI en adelante, nos
13
prueban que ya hacia 1500 el çezeo había arraigado decididamente en el español canario .
Más adelante, este mismo autor se refire a çezeo característico de lo que él denomina,
pensamos que empleando el término en un sentido cultural14 «español criollo canario», e indica
que:
El çezeo [sezeo] canario de hacia 1500, dada la posición geográfica del Archipiélago en medio de la ruta
de España a América, constituye un testimonio de primer orden para la concepción monogenética del
15
çezeo y para la historia de su expansión desde los puertos atlánticos del Viejo Mundo al Nuevo .
Nuestro punto de partida, ya sea para establecer las bases y los datos del que ha sido uno
de los rasgos más característicos de las hablas meridonales16 es, por tanto, el siglo XVI, toda vez
que la documentación del XV en Canarias es muy escasa. Es a partir del quinientos cuando se va a
poner verdaderamente en marcha todo el aparato administrativo y legal de la incorporación de
11
“El seseo: orígenes y difusión americana”, ya cit., p. 113.
12
Los nombres propios de las primeras oleadas de conquistadores, colonos, religiosos, estantes, vecinos, transeún-
tes, etc., son muy interesantes y pueden observarse en los numerosos protocolos notariales y actas capitulares escritos desde finales del siglo XV en adelante. Cf. JAVIER MEDINA LÓPEZ (1995): “Onomástica del español en Canarias:
primeras fuentes" en Lexis, XIX/1, pp. 1-57.
13
Cf. DIEGO CATALÁN, “Génesis del español atlántico...”, ya cit., p. 240.
14
El concepto de “criollo” aplicado al español canario resulta ambiguo en este contexto, toda vez que el término tiene
hoy en día una concepción muy específica dentro de la criollística que no resulta acorde con la situación lingüística
producida histórica y sincrónicamente en Canarias. Se ha encargado de este tema MARCIAL MORERA en “Sobre el
supuesto criollismo del español canario", Tebeto. Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura, V (1992),
pp. 471-492.
15
Cf. DIEGO CATALÁN “Génesis del español atlántico...”, ya cit., p. 240.
16
Cf. JUAN A. FRAGO GRACIA, “Seseo y ceceo» en su Historia de las hablas andaluzas”, ya cit., pp. 307-389.
960
Canarias a la Corona de Castilla -con la consiguiente regulación y adaptación de normas,
mandatos, edictos reales, acuerdos capitulares, protocolos notariales y correspondencia de todo
tipo17- y también cuando las interrelaciones de las Islas con América empiezan a tener auténtica
relevancia, en especial en el terreno del vocabulario18. Una de las primeras fuentes de las que se
tiene conocimiento son precisamente las actas redactadas por los escribanos del antiguo cabildo
insular de la isla de Tenerife, situado en la ciudad de La Laguna y que han visto la luz bajo el título
de Acuerdos del Cabildo de Tenerife19 y los numerosos protocolos notariales -de la mano de
diversos escribanos todos de procedencia peninsular- con nombres como Juan Ruiz de Berlanga
(1507-1508), Hernán Guerra (1508-1511), Juan Márquez (1518-1521), Alonso Gutiérrez
(1520-1521), Rodrigo Fernández (1520-1526), Bernardino Justiniano (1526-1527), y tantos
otros20.
Las dificultades en la búsqueda documental son muchas. La principal radica, precisamente,
en conocer la procedencia de los escribanos que redactaban toda esta información que hasta el
día de hoy nos ha llegado depositada en diferentes archivos públicos y privados. Según la opinión
de los historiadores, resulta muy difícil trazar los datos biográficos de los escribanos, toda vez que
estos se limitaban a firmar sus escritos, y sólo por referencias indirectas en otro tipo de
documentación podría llegarse a saber su procedecia. Además, no siempre hay garantías de que el
notario público fuera el que redactase el documento, como se aprecia en la diferente grafía que
corresponde al mismo corpus textual por un lado, y en las firmas de los protocolos por otro. A la
par que estos documentos de carácter oficial están aquellos que fueron redactados por curas en
diferentes parroquias y ermitas de las distintas islas. La información lingüística que proporciona
este tipo de fuentes es realmente valiosa y muy aprovechable cuando se quiere -como es ahora
nuestro caso- aportar datos de lugares variados y archivos igualmente heterogéneos.
2.1. APORTACIÓN ARCHIVÍSTICO-DOCUMENTAL DE CANARIAS.
Por razones conyunturales, la mayor parte de la documentación que hemos transcrito
pertenece a la segunda mitad del siglo XVII y todo el XVIII, teniendo aún grandes lagunas en lo que
se refiere al siglo XVI. Hay que decir que tanto la documentación oficial (protocolos o actas), así
como la de los registros eclesiásticos, presenta, desde los primeros textos, un alto grado de grafías
seseantes, si bien parece que éste llega a estar bastante generalizado a lo largo del siglo XVII y
principios del XVIII, aunque aún a finales de esta centuria todavía hay documentos con numerosas
17
Los investigadores de la historia insular se han ocupado de expurgar la abundante documentación relativa a
Canarias que se encuentra depositada en dos importantes archivos, entre otros, como son el de “Simancas” en
Valladolid y el “General de Indias” en Sevilla.
18
Cf. CRISTÓBAL CORRALES y DOLORES CORBELLA (1994): Diccionario de las coincidencias léxicas entre el
Español de Canarias y el El español de América, Cabildo de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife.
19
(1497-1507), t. I, 1949; (1508-1513), t. II, 1952; (1514-1518), t. III, 1965; (1518-1525), t. IV, 1970; (1525-1533), t, V, 1986,
Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, Tenerife.
20
Cf. JAVIER MEDINA LÓPEZ (1995): El español de América y Canarias desde una perspectiva histórica, Editorial
Verbum, Madrid, esp. pp. 61-74.
961
confusiones gráficas. Los datos que aportamos corresponden a transcripciones absolutamente
rigurosas, vista la importancia y naturaleza del caso.
Dado que aún estamos en un período de aprovisionamiento documental, la mayor parte del
mismo corresponde a distintos pueblos de la isla de Tenerife, que iremos señalando en cada caso.
DOCUMENTO 1.
Año de 1464: Acta del Bufadero. Toma de posesión de Tenerife por Diego de Herrera
y actos de homenaje vasallático de los menceyes de la isla. A.H.P.S.C.T21. Copia del s. XVI.
Protocolo 1106. Escribano Juan Antonio Sánchez de la Torre, folio 54:
El sistema de sibilantes empleado en este antiguo documento no permite hablar en
el mismo de confusiones ortográficas, pues la mayoría de las grafías se corresponde con sus
etimologías: conosçian, tenençia, obediençia, justiçia, çivil, quatroçientos.
Sólo hemos detectado seseo en cuatro casos: serca, Lansarote, vesino y hase.
DOCUMENTO 2.
Año de 1525: Testamento de D. Alonso Fernández de Lugo. A.H.P.S.C.T. Protocolo 605.
Escribano Juan Márquez, fol. 179.
La norma general es el mantenimiento etimológico del sistema de sibilantes. Un
único caso: presio (1 recto).
DOCUMENTO 3.
12 de junio de 1580. Petición del licenciado Liaño, juez de la Contratación de las
Yndias. Archivo Municipal de Garachico (Tenerife). Familia Cáceres.
Contiene numerosos ejemplos: dose, gonzales, benefisiado, paresco,
hisieron/hiso/hasian/haser/deshisieron/, siertos/siertas, sinco, fenisieron, alcansaba,
vesino/vesina, Peres, nasimiento, sinquenta.
DOCUMENTO 4.
Año 1600. Escritura de compraventa pública de Blas Gonzales y Ana Lorenzo.
Archivo Municipal de Icod de los Vinos (Tenerife). Carpeta con hojas sueltas.
Ejemplos: haser, consedo.
DOCUMENTO 5.
Partidas de bautismo. Libro décimo de Baptismos desde el 27 de marzo de 1639 hasta el
14 de abril de 1654. Iglesia de Los Remedios. La Laguna (Tenerife).
Del 3 de enero de 1641 son: benefisiado, baptise, Beatris Rodrigues.
Del 25 de julio de 1650 es: sincuenta.
DOCUMENTO 6.
21 de junio de 1647. Corridas de toros en La Laguna. Archivo diocesano de La Laguna
21
Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
962
(Tenerife). Sección pueblo. Firma: Joan de la Vega y como testigo el Sr. D. Luis Parrado de León.
Gran abundancia de grafías seseantes: sientos, benefisiado, notisia (2 veces), hase/haser,
plasa (2 veces), alguasil, disiendole, carsel, boses, hisieron, saserdotes (2 veces), sintarasos,
pontifises, cabesa, diligensias.
DOCUMENTO 7.
Hacia 1713-1720. Carta del hijo de Barcársel desde la Habana (inconclusa).
A.H.P.S.C.T.
La pérdida de la última hoja de esta carta hace que resulte imposible saber el nombre del
emisario. Destaca por la gran cantidad de ejemplos de cacografías seseantes: desgrasia, notisia,
exsesivos, desir, hiso, sasiado, bes, aserca, herensia/erensia, consiensia, codisilio,
prinsipales, empesar, grasias, mersed, moso, fransia, siudad, resen, hiso, hasienda, parese.
DOCUMENTO 8.
20 de septiembre de 1721. Diligencias oficiales practicadas en averiguación de la
existencia de la isla de San Borondón. Biblioteca Universitaria de Canarias, La Laguna.
Tenerife.
Ejemplos: rudesa, avesindo, forsado/exforsandolas, sinco, serca, porsion, voseauan,
presisados, presedente, fuersa, osiosas.
DOCUMENTO 9.
2 de febrero de 1729. Testamento de Constanza Francisca Maria, mujer de Agustin
Alvarez. Parroquia del Dulce Nombre de Jesús. La Guancha (Tenerife).
Ejemplos: Juisio, aser/hise, lisensia, ortorgasion, consede, presensia, lisensia,
inbocasion, redusido, remunerasion, ofisio.
DOCUMENTO 10.
5 de julio de 1730. Testamento de María de Messa. Parroquia del Dulce Nombre de
Jesús. La Guancha (Tenerife).
Ejemplos: vesina, haser, lisensias, consede, presensias, grasia, ynbocasion, presio,
presiosa, debosion, ofisio, fas, serro, disen, herensia, rremunerasion, serbisio, resibido,
agradesida, conmemorasion, falesimiento, saserdote, albaseas, aseten, codisilios.
DOCUMENTO 11.
13 de enero de 1734. Testamento de María Benites, viuda de Diego Rodrigues.
Parroquia del Dulce Nombre de Jesús. La Guancha (Tenerife).
Ejemplos: vesina, sinco, yntersetora, inbocasion, ofisio, selebrar, forsosas, pedaso,
conosido, albasea, albasiosgo, costifaser, codisilios, garsia.
DOCUMENTO 12.
10 de julio de 1734. Testamento de Joseph Luis Ravelo y Hestasia Luis, su mujer.
Parroquia del Dulce Nombre de Jesús. La Guancha (Tenerife).
Ejemplos: sinco, intersetora, presio, ynbocasion, redusido, grasias, consedidas, ofisio,
hasiendo, sera ('cera'), crus, disiendo, resadas, sasardotes, alvasear, sien, aplicasion,
963
esperansa, forsosas, moso, gose, mendes, canseladas, jurisdision, conosida, pajisa,
mensiona, haseten.
DOCUMENTO 13.
18 de febrero de 1735. Testamento de Joseph Luis Ravelo. Parroquia del Dulce Nombre
de Jesús. La Guancha (Tenerife).
Ejemplos: fuersa, espasio, sien, saserdotes, ofisio, codisilios, lorenso.
DOCUMENTO 14.
19 de abril de 1747. Petición de compraventa de tierras. Santa Cruz de La Palma (La
Palma). Biblioteca Municipal de La Orotava (Tenerife).
Ejemplos: setesientos, seruisios, Ofisio, vesino, conosco, presio, sircunstancia.
DOCUMENTO 15.
2 de marzo de 1759. Partida de bautismo. Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. Arico
(Tenerife). Libro de Bautismos.
Un único caso: Bautise.
DOCUMENTO 16.
10 de enero de 1762. Carta del Capitán D. Joseph Pacheco Solis al Rey Nuestro
Señor. Biblioteca Municipal de La Orotava (Tenerife).
Contiene un buen número de ejemplos seseantes: dise/desir, sircunstancias, disiembre,
parese, fortalesas, empesado, tersero, desendientes, noblesa, conosida, meresio, desienden,
subsedio...
DOCUMENTO 17.
29 de marzo de 1782. Partida de bautismo. Iglesia Parroquial de Los Remedios. La
Laguna (Tenerife). Hoy depositado en Sto. Domingo (La Laguna). Libro 29 de Bautismos.
Del cura Lorenzo Nicolás Arauz y Lordelo: Bautise/bautisado, absolusion, beneplasito,
nasareno.
DOCUMENTO 18.
Año de 1783. Partidas de bautismos. Iglesia de San Andrés Apóstol. San Andrés
(Tenerife). Libro Segundo de Bautismos.
Del cura Domingo Martínez: bautise, vesina, Sta. Crus, Lorenso.
Del cura: Francisco García y Cabrera: Dose, ochosientos, sincuenta, sementerio.
DOCUMENTO 19.
3 de mayo de 1784. Partida de bautismo. Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves.
La Dehesa, La Palma.
Ejemplos: Felisiano, nasio, Patrisia, vesinos, hise, exortasion.
DOCUMENTO 20.
Año 1794. Testamento de D. José Quintero Padrón. Archivo Parroquial de San Pedro
Apóstol. Güímar (Tenerife).
964
Ejemplos del escribano Francisco Quintero Párraga: capasidad, intersesora, ves, dies,
criansa, conosco.
DOCUMENTO 21.
8 de marzo de 1795. Partida de bautismo. Parroquia del Dulce Nombre de Jesús. La
Guancha (Tenerife).
Ejemplos del cura Domingo Alvares de la Guardia: sinco, Gonsales.
DOCUMENTO 22.
24 de abril de 1797. Testamento de Juan García Sanches. Parroquia de San Joaquín.
Fasnia (Tenerife).
Ejemplos: conosimiento, albasea, haser, fallesimiento.
DOCUMENTO 23.
23 de octubre de 1797. Testamento de María Pérez, viuda de Juan Garcia Sanchez,
hecho en el Pago de la Sombrera, Fasnia (Tenerife). Parroquia de San Joaquín.
Ejemplos: sinco, saserdote, Mersedes, selestial, gosen, firmesa, vesinos.
El número de ejemplos es aún mucho mayor en toda la documentación analizada y supone
una prueba evidente del estado de lengua que había en Canarias entre los siglos XVI y XVIII. Si
pasamos al análisis de una documentación más cuidada, de la mano de los primeros literatos o
historiadores de las islas, se observa que también el sistema de sibilantes era empleado en la misma
línea, con tendencia clara hacia las formas seseantes. Tal es lo que se recoge, por ejemplo, en los
manuscritos originales del escritor palmero Juan Bautista Poggio Monteverde (1632-1707), donde
en su copiosa producción literaria se advierten numerosísimas cacografías seseantes, tanto en su
epistolario privado, como en sus obras teatrales y poéticas:
resiven, orisontes, hiso, luses, vos 'voz', fuersa, selo 'celo', parese, meresca, lusido, nase, selebrado,
22
rasones, siegamente, dulsuras, exsedan, naturalesa, gosa.
De igual forma, en la Descripcio– del grancanario Pedro Agustín del Castillo y León,
perteneciente a 1686, se encuentra todo tipo de fenómenos de la lengua del XVII, entre los que
destacan las frecuentes cacografías seseantes, redactadas por el historiador canario23. Así, se
documentan ejemplos como:
tresientos, susedio, besinos, disen, reconose, sircuito, hasen, prinsipal, sebada, senteno, serca,
22
Cf. JAVIER MEDINA LÓPEZ, “Dialectología histórica del español en Canarias: hacia una configuración del seseo
en la obra de J. B. Poggio Monteverde (s. XVII)” en Homenaje al Prof. Ramón Trujillo, Montesinos, Barcelona (en
prensa).
23
Cf. PEDRO AGUSTÍN DEL CASTILLO Y LEÓN (1994): Descripcio de las yslas de Canaria..., ed. al cuidado de
Antonio de Béthencourt Massieu, Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria.
965
24
almasenada, conduse, fortalesas, ofisiales, etc .
3. CONCLUSIONES.
De lo expuesto hasta ahora, y como complemento documental de todo lo que se ha dicho
por manifestaciones de otros autores, se observa que el seseo fue un rasgo traído por los propios
conquistadores y colonos de las Islas Canarias desde un principio. Este rasgo se constata,
inicialmente, desde los primeros documentos de finales del siglo XV -pertenecientes a los acuerdos
capitulares-, y va siendo cada vez más destacado a medida que avanzan los años. Puede decirse
que, a la luz de la mayor parte de los datos aportados por nosotros, el seseo llegó a tener en la
escritura tanto pública como privada una gran presencia, a juzgar por las frecuentes cacografías
que apuntan hacia esta línea. Las confusiones gráficas se encuentran en todo tipo de
documentación, tanto notarial (testamentaria, compraventas, etc.), como en las actas eclesiásticas
(de bautismo, matrimoniales o defunciones), así como en la correspondencia privada, aunque esta
última ofrezca mayores problemas en cuanto a su localización.
El seseo canario, por tanto, documentado desde los mismos orígenes de la incorporación
de Canarias a la Corona castellana, se manifiesta como la antesala de lo que luego sería el devenir
de la lengua española en América al que se sumarán todos aquellos aspectos inherentes a la
realidad descubierta por los españoles desde finales del siglo XV en adelante y que ha constituido
uno de los acontecimientos más ricos de la historia de la humanidad.
24
Cf. JAVIER MEDINA LÓPEZ (1995): “Notas lingüísticas y edición del § X. Descripción de la Ysla de Lançarote, de
P. Agustín del Castillo y León (1686)” en Actas de las VII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote,
Excmo. Cabildo Insular de Fuerteventura, Puerto del Rosario (en prensa).
966
ESTUDIOS SOBRE EL ESPAÑOL DE AMÉRICA
Actas del Vº Congreso Internacional de "El Español de América"
(Burgos, 6-10 de nov. de 1995)
Hermógenes Perdiguero y Antonio Álvarez (eds.)
ISBN: 84-699-4035-X
Dep. Legal: BU-571-2000
APARTADOS
1 Análisis del discurso
2 Fonología, Morfología y Sintaxis
3 Lexicografía y Semántica
4 dialectología y Sociolingüística
5 Historia del Español de América
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