colores negros se deben a la reducción del C y del Mn. El olor es otro indicador utilizado para identificar las condiciones de reducción. La reducción del azufre (H 2S) genera un olor característico a "huevo podrido" que sólo puede ser apreciado en el momento en que la reducción se está produciendo, por lo tanto no siempre constituye un rasgo confiable. Además, se trata de un indicador que está más asociado a los suelos orgánicos (Histosols), donde puede llegar a ser un proceso de significación. Los suelos que rara vez han sufrido procesos de reducción, normalmente tienen colores brillantes (croma alto) tales como rojo, amarillo o pardo debido al Fe oxidado que actúa como recubrimiento de las partículas del suelo. Es posible que un mismo suelo e incluso un mismo horizonte presente áreas con colores grises donde el hierro ha sido removido y zonas de color rojo donde el hierro ha sido acumulado (Vepraskas and Sprecher). Los colores grises pueden deberse al color primario de las partículas del suelo, principalmente el cuarzo y algunos feldespatos. Estos colores no indican condiciones de reducción. El color gris indicativo de reducción corresponde a una zona de "empobrecimiento redox", desde donde el Fe ha sido removido y que se puede identificar en los matices 2.5Y y 5Y con croma 1, o bien en las hojas de color gley de "Munsell Soil Color Chart" (1998). Los colores "gley" que corresponden a los matices amarillo-verde (GY), verde (G), verde-azul (BG), azul (B) y azul-púrpura (PB) con cromas inferiores a 2 y valores entre 2.5 y 8. Estos colores provienen de la reducción del Fe y su asociación con S, generando pirita (FeS 2 ) RASGOS QUE IDENTIFICAN A SUELOS CON CONDICIONES ÁCUICAS En la Figura 2 se han esquematizado los rasgos morfológicos más prominentes que permiten identificar a los principales suelos con condiciones ácuicas. Evidentemente se trata de una generalización, pues como se puede apreciar, los suelos se tratan a nivel de Sub Orden, lo cual no permite el detalle que se puede lograr en niveles de abstracción más bajos. También es necesario considerar que varios de esos rasgos se han descrito corno alternativos y no como obligatorios, por lo cual se recomienda consultar el texto original (Soil Survey Staff, 1999) si se desea la completa precisión de los conceptos. CONCLUSIONES 2 El exceso de agua de un suelo y el mal drenaje de él, es independiente de la región climática donde se encuentre. El origen del mal drenaje puede encontrarse en aspectos geomorfológicos, en horizontes o capas limitantes, en condiciones texturales y estructurales inadecuadas y finalmente, en el mal manejo de las aguas superficiales y subsuperficiales. 63