Parándome a pensar y sentir

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PARÁNDOME A PENSAR Y SENTIR: ANÁLISIS DE LA
REALIDAD1: VER, OIR, HACER
El Movimiento Laico Concepcionista (MLC) nace como una llamada del Espíritu, y como
respuesta a inquietudes de laicos que quieran compartir el carisma y la espiritualidad
concepcionista. (Diez cuestiones sobre el MLC)
CERTEZAS:
 El carisma concepcionista es un don a la Iglesia, y una propuesta de vida para laicos y
religiosas.
 La pertenencia al Movimiento Laico Concepcionista es una vocación específica.
 Laicos y religiosas somos corresponsables de la fecundidad, actualización y difusión del
carisma. (Propuesta de trabajo para Capítulos y Asambleas)
Para un tiempo de Oración- contemplación
Pido luz al Espíritu Santo…
1.
Ver a la personas2
Jesús mira a las personas uno a uno, les llama por su nombre,… Jesús personaliza.

Te invito a que mires a las personas de tu comunidad: religiosa y educativa (una
a una, si puedes) y pongas rostro y escribas lo que ves…
Veo a las religiosas y veo a los laicos. Veo a algunas religiosas con ilusión ante este reto
de abrir caminos a los laicos a compartir carisma en el MLC. (¿Cuantas? Quizá las
menos). Veo a otras con miedo, con escepticismo, con preocupación,…
Veo a alguna religiosa que quiere abrir caminos…, y veo a otras inmovilistas e incluso
a algunas que pretenden cerrar puertas…
Y veo a los laicos, muchos ignorantes de esta situación nueva, de este camino al que se
les invita (o ¿acaso no se les invita?) y veo a algunos otros que abren caminos con
ilusión… veo a muchos desorientados y hasta algunos con decepción.
Y ahora me pregunto: ¿Dónde estoy yo como religiosa en esta visión?
Quizá no sea una visión acertada…pero te invito a que des nombre a tu visión….
Parte de tu realidad, de tu tierra. ¡Es muy importante!.
1
¿Quienes somos? ¿Dónde estamos? ¿Cuál es nuestra realidad? Vamos a hacerlo a través de la fórmula
ignaciana de ver a las personas, oír lo que hablan, mirar los que hacen…aplicándolo al MLC
2
Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que
estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para
echar fuera demonios: a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan
hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé,
Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananeo, y Judas Iscariote, el que le entregó. Y
vinieron a casa. Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan. Cuando lo
oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí. Pero los escribas que habían
venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los
demonios. Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
((Mc. 3,13-24)
2. Escuchar a las personas3
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Escuchar a las conversaciones habituales, las comunicaciones personales y en
grupos, y también ¡y muy importante! las mociones, los sentimientos…
También las decisiones compartidas en comunidad, las correcciones fraternas…
Oír lo que nos pide el Señor en nuestra oración personal en relación con esta
misión apostólica concreta
¿Qué escucho?
Escucho voces diferentes: escucho a religiosas (¡sólo algunas!) con deseos de
compartir con laicos, de hacer camino juntos, de formar lazos de encuentro y
amistad…pero escucho a otras (bastantes más) que no les va este tema, que “mejor es
estar como estábamos”…que “para qué tenemos que hacer estas “novedades”…y de
muchas otras religiosas escucho mucho silencio… ¿qué pasa por su cabeza y corazón
ante esta realidad?
Y escucho también a los laicos:
Unos dicen: ¡queremos compartir más el carisma…pues ya compartimos la misión!
¡Queremos compartir más vida! Queremos celebrar y orar junto con vosotras…
queremos que nuestros encuentros no sean sólo en un recibidor o clase… ¡queremos
crear lazos más íntimos!
De otros escucho: ¡“Aclararos primero vosotras…y decidnos qué queréis de nosotros,
los laicos!
Otros con tono más o menos escéptico dicen:
¿Qué queréis? Primero nos llamáis a compartir y luego nos dais con la puerta….?
¿Qué participación nos dais? ¿Tenemos voz en vuestras Asambleas, Capítulos, en los
encuentros “inter” de religiosas y laicos…?
Y todavía de otros escucho: ¿queréis pedirnos aún más de lo que damos?
Y muchos…no dicen nada…y también me pregunto ¿qué sienten? ¿Qué piensan?
Y ahora tú ¿qué dices?
 Expresa por escrito tus sentimientos, tus deseos, tu palabra persona… ¿qué
dices?
 Contacta con tu tierra personal y si puedes con la comunitaria, tu comunidad
religiosa y educativa…..y escribe lo que escuchas.
 Y…escribe también lo que el Señor dice a tu corazón…
3
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio. Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red
en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de
hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron.
Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos
en la barca, que remendaban las redes. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con
los jornaleros, le siguieron. Cf. Mc 1, 14-20)
3. Mirar lo que hacen las personas:4
Jesús toca, echa espíritus malignos, realiza obras concretas…
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Detente a mirar…las misiones personales y comunitarias…
La implicación concreta en este tema de compartir carisma, espiritualidad con
laicos.
Verme también a mí en la misión a la que el Señor me envía: cual es la realidad
concreta a la que el Señor me envía
¿Qué veo que hacen religiosas y laicos en este sentido?
Hay religiosas que se han empeñado y están a abriendo el surco del compartir y echan
semillas, a veces con miedo, otras con preocupación y en otras muchas veces con
esperanza de que un día la semilla dará fruto.
Hay religiosas que las veo de espectadoras a ver qué hacen otras…
Algunas critican, otras aplauden…
Y muchas se quedan en su mundo como si no fuera con ellas…
Y ¿los laicos? Pues también veo un poco de todo: algunos escuchando llamadas
interiores del Espíritu han dicho ¡sí quiero! Y ahí están…haciendo camino entre miedos
y esperanza.
Hay muchos laicos que se han quedado como estaban ante la presentación de un mayor
compromiso en el compartir el carisma y la espiritualidad concepcionista…
Creo que también hay laicos que están mirando esto a ver qué pasa… para dar un
paso…
De nuevo contacta con tu realidad y la del entorno que vives:
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4
¿Qué pasos concretos estás dando a nivel personal para animar a laicos a
vivir su vocación personal dentro del carisma concepcionista?
¿Cómo animas los signos de vida que ves aflorar en ellos?
¿Sientes la llamada del Señor- casi siempre a través de las mediacionesa hacer algo más?
¿Cómo estás cultivando esta tierra común para que llegue a ser “tierra de
bendición” en que comamos juntos los frutos del trabajo común y sobre
todo de la acción de Dios?
Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los
endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de
diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le
conocían. Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí
oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. El les dijo:
Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. Vino a él un leproso,
rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de
él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. (Mc. 1, 32-41)
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