superyo | demencia 8% de los venezolanos mayores de 65 años padece algún tipo de demencia Demencia Deterioro cognitivo Si bien no es un trastorno característico de la vejez, ciertos tipos de demencia son más frecuentes en personas de avanzada edad. Un tratamiento oportuno ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente Sonia Anzola “Es un síndrome debido a una enfermedad del cerebro, de naturaleza habitualmente crónica o progresiva, en el cual existe un deterioro de múltiples funciones corticales superiores, entre las que se cuentan la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad para el aprendizaje, el lenguaje y el juicio”. Así es definida la demencia en la décima versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades, editada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre las variables asociadas a la demencia se cuentan la edad, los antecedentes de traumatismo craneal, los factores de riesgo cardiovascular, la herencia y las enfermedades sistémicas. Aunque la edad no es un factor determinante, ciertas patologías degenerativas y vasculares frecuentes en el adulto mayor –como el mal de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la arteriosclerosis– cursan con demencia. 48+SALUD demencia | superyo En la vejez “Se estima que entre 5 y 15% de la población mayor de 65 años padece algún tipo de demencia. En Venezuela, el síndrome está presente en 8% de las personas por encima de esa edad, y las cifras están aumentando porque se ha elevado la expectativa de vida”, indica la psiquiatra Tibisay López de Calatrava. Sin embargo, López señala que no es apropiado hablar de “demencia senil”, pues esa clasificación sugiere que la demencia es un trastorno normal en el adulto mayor. “Hay funciones como la atención o la memoria reciente que sufren el impacto de los años debido a la pérdida normal de conexiones en el cerebro, pero todas las demás facultades se conservan o no se deterioran progresivamente. La demencia implica un conjunto de síntomas y siempre es progresiva, aunque su evolución sea distinta en cada caso”, subraya la psiquiatra. Por su parte, el neurólogo Isaac Mosquera advierte que “el deterioro de la memoria –característico de la tercera edad– puede deberse a muchas causas, como estrés o depresión. Es común que las personas mayores se depriman porque van perdiendo a sus amigos, y eso afecta su memoria, sin ser necesariamente un signo de demencia”. Síntomas característicos Los criterios diagnósticos de la demencia han sufrido cambios en los últimos cincuenta años. La OMS y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) describen algunos síntomas generales del síndrome: • Deterioro de la memoria: alteración de la capacidad de registrar, evocar y almacenar información, y pérdida de contenidos relativos a la familia y al pasado. Complicaciones asociadas “Aunque varían según el caso y etapa de la enfermedad, existen alteraciones psicológicas y conductuales que acompañan entre 60 y 80% de los casos de demencia”, explica la psiquiatra Tibisay López de Calatrava. Ansiedad, comportamientos obsesivos, alteraciones del sueño, desinhibición sexual, agresividad, delirio, aislamiento social y falta de higiene personal son signos asociados al síndrome que pueden agravar el cuadro. Además, por la pérdida de la capacidad para cuidar de sí mismo, el paciente puede sufrir de escaras, traumatismos, contracturas musculares e infecciones frecuentes. • Deterioro del pensamiento abstracto y reducción del flujo de ideas. • Incapacidad para el reconocimiento de personas u objetos (agnosia). • Incapacidad total o parcial para la ejecución de movimientos voluntarios sin causa orgánica que lo impida (apraxia). • Dificultad para producir o comprender el lenguaje (afasia). • Alteración de la capacidad de planificar y establecer secuencias. • Dificultad para prestar atención a más de un estímulo a la vez. • Dificultad progresiva en la ejecución de actividades cotidianas. Tipos de demencia Si bien ciertas demencias tienen síntomas comunes, se diferencian en cuanto a las causas, la edad de aparición, el curso clínico y los trastornos asociados. Las más frecuentes son las degenerativas y las vasculares. DEMENCIAS DEGENERATIVAS PRIMARIAS • Por enfermedad de Alzheimer. Es la demencia más común en el adulto mayor y se presenta generalmente a partir de los 65 años. Se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria y 49+SALUD superyo | demencia Para diagnosticar una demencia se requiere la presencia persistente de tres o más síntomas asociados al trastorno otras capacidades mentales. Su curso es insidioso, lento pero continuo, y tiene un componente hereditario. • Con cuerpos de Lewy. Es una enfermedad de origen incierto, ocasionada por la presencia de los llamados “cuerpos de Lewy” (estructuras proteínicas anormales dentro de las neuronas de ciertas áreas del cerebro). Se manifiesta con deterioro mental, lentitud de movimientos, rigidez articular, temblor, alucinaciones visuales y fluctuaciones cognitivas que afectan especialmente la atención y la concentración. • Frontotemporal. Causada por una disfunción de los lóbulos cerebrales temporal y frontal, se caracteriza por presentar afasia temprana, apatía, incontinencia urinaria y dificultad para controlar normativas morales. Una de sus manifestaciones es la Enfermedad de Pick, patología que provoca la destrucción progresiva de las células nerviosas del cerebro. • Por enfermedad de Parkinson (EP). Patología neurológica progresiva que causa alteraciones en el movimiento (rigidez muscular y temblor continuo), la EP puede deteriorar las funciones cognitivas y provocar un tipo de demencia caracterizada por olvidos frecuentes y trastornos de la conducta (irritabilidad, apatía, depresión). La enfermedad puede aparecer a partir de los 60 años, aunque existe una variante precoz que puede presentarse antes de los 40. DEMENCIAS VASCULARES Son causadas por lesiones en los vasos cerebrales que disminuyen el flujo sanguíneo por debajo de los límites requeridos para el correcto funcionamiento del organismo. Las lesiones pueden ser provocadas por multiinfartos, accidentes cerebrovasculares (ACV), 50+SALUD arterioesclerosis o trastornos isquémicos como la enfermedad de Binswanger. El inicio de este tipo de demencia puede ser repentino. El síntoma más frecuente es la depresión, aunque el paciente puede también presentar delirios, alucinaciones, ansiedad y agresividad, entre otros. Un control adecuado de ciertos factores de riesgo vascular –como hipertensión arterial, diabetes y tabaquismo– podría contribuir con su prevención y tratamiento. DEMENCIAS SECUNDARIAS Algunas demencias pueden ser consecuencia del consumo excesivo de sustancias tóxicas (drogas y alcohol), la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la enfermedad CreutzfeldtJakob (conocida popularmente como “virus de las vacas locas”), tumores cerebrales, hidrocefalia, meningitis crónica, hipotiroidismo y deficiencias vitamínicas (especialmente de vitamina B6), entre otros factores. Diagnóstico oportuno De acuerdo con Mosquera, para diagnosticar una demencia se requiere la presencia persistente de tres o más síntomas asociados. Los olvidos eventuales y las fallas en la atención son naturales en las personas mayores debido al envejecimiento cerebral. Sin embargo, cuando el deterioro es significativo en relación al desempeño previo del paciente y cuando está acompañado de otros síntomas recurrentes o conductas nunca antes expuestas, se debe acudir a un especialista. También hay que tomar en cuenta que la manifestación de los síntomas varía y no siempre pueden identificarse a simple vista, por lo cual es preciso demencia | superyo Apoyo familiar La demencia interfiere de manera significativa en las actividades cotidianas de quien la padece y produce cambios radicales en su entorno familiar. Su tratamiento compete no sólo al médico y al paciente, sino también a los demás miembros del hogar. “Los familiares deben buscar información y apoyo para aprender a manejar situaciones difíciles, como cuando el paciente no se quiere bañar, está agresivo o no entiende instrucciones”, indica la psiquiatra Tibisay López de Calatrava, quien recomienda mantener mentalmente activas a las personas que padecen el síndrome y “tratarlas con paciencia y afecto, pues, independientemente del grado de deterioro, éstas siempre perciben el amor”. que el neurólogo elabore una historia clínica que incorpore todas las variables –personales y contextuales– del paciente. “Existe una evaluación sencilla, llamada ‘prueba del reloj’, en la que se le pide al paciente que dibuje un reloj y marque varias horas. La falla en esta prueba es un alerta importante para aplicar otras evaluaciones neurocognitivas, las cuales permiten medir distintas facultades mentales con base en modelos de preguntas y respuestas”, explica el neurólogo. También se practica un examen general y, de ser necesario, una resonancia magnética del cerebro y evaluaciones de imágenes más específicas para descartar posibles atrofias corticales o lesiones cerebrales compatibles con el mal de Alzheimer u otras enfermedades. hacer los síntomas más manejables, enlentecer el deterioro, controlar los problemas de base –como hipertensión o diabetes, en casos de demencia vascular– y mejorar la calidad de vida del paciente”, explica Mosquera. Existen diversos fármacos que actúan a niveles específicos del organismo para mejorar y controlar ciertas funciones. No obstante, señala Mosquera, la mejor estrategia es la prevención: practicar “gimnasia cerebral” (conjunto de actividades que buscan la creación de nuevas conexiones neuronales), manejar el estrés, hacer ejercicio al aire libre para oxigenar el cerebro, controlar los factores de riesgo vascular, fortalecer el sistema inmunitario con una alimentación sana y procurar un sueño reparador para consolidar la memoria. • Terapia combinada Con excepción de los casos por hidrocefalia, las demencias no son reversibles ni curables. “El tratamiento consiste en acompañar la estimulación cognitiva a través de ejercicios (leer, hacer crucigramas, sudokus, rompecabezas) con una terapia farmacológica para F u e n t e s c o n s u lta d a s ºTibisay López de Calatrava, psiquiatra. Directiva de la Fundación Alzheimer de Venezuela y coordinadora del Postgrado de Psiquiatría del Hospital Dr. Jesús Yerena de Lídice. ºIsaac Mosquera, neurólogo. Instituto de Neurología y Neurociencias Aplicadas. º“Criterios diagnósticos de demencia: a las puertas del cambio de paradigma”. Joseph Garre Olmo (2007). º“Demencia vascular y deterioro cognitivo de origen vascular”. Gustavo Román y Belén Pascual. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias (abril 2012, vol. 12). 51+SALUD