Estudios Biblicos de discipulado (1º curso)

Anuncio
ESTUDIOS BIBLICOS DE DISCIPULADO
(Primer curso)
Puesto que la vida espiritual de cada creyente
necesita alimentarse y crecer continuamente a
través de la Palabra de Dios, es conveniente
conocer a fondo las escrituras para lograr dicho
objetivo. Debe por lo menos estudiarse aquella
enseñanza básica la cual es útil para un sano
desarrollo espiritual.
Por lo anterior, a continuación se presenta una
serie de estudios los cuales parten de cuestionamientos básicos en la vida
del creyente, y que en sus respuestas, el creyente recibirá “luz” y dirección
en su caminar diario con Cristo.
TEMA I:
VIDA NUEVA EN CRISTO
EL SIGNIFICADO DE SER CRISTIANO
¿Por qué soy cristiano?
Siempre que se nos hace esta pregunta respondemos una infinidad de
razones; ya sea que digamos: “soy cristiano porque si no me voy al infierno”;
o “es que el pastor me dijo que pasara al altar y yo pasé”; o “porque voy a la
iglesia todos los domingos y me gusta”.
No hay peores razones que estas de responder a una pregunta tan
importante como esta, dado que no solo es el hecho de responder, sino lo
que encierra y significa en nuestras vidas ser cristiano.
La respuesta acertada, es que somos cristianos porque Cristo nuestro Señor
hizo un cambio tan radical en nuestra vida, y nos dio una manera tan
diferente de vivir que, lo que mas deseamos es seguirle, servirle y obedecer
a su palabra, mostrándole al mundo el poder de Dios y su misericordia a
través de nuestra vida. Esta es la razón por la cual soy cristiano, es decir,
soy un seguidor de Cristo.
¿Por qué Dios se interesa en el humano?
La respuesta es porque somos creación suya, hechos a su semejanza (Gen.
1:26-27), y aun cuando el hombre se apartó de él por voluntad propia, Dios
ha buscado siempre la manera de restaurar al hombre en su comunión con
él.
¿Cómo debe vivir un cristiano?
Debemos vivir santamente, lo cual significa dejar de hacer todo aquello que
no sea de alabanza para Dios, que no sea de bendición a otros y que no nos
edifique. (2ª Cor. 7:1)
¿Cómo puedo servir a Dios y a los demás?
1
Siendo obedientes a Dios y siendo bondadosos con el necesitado, es la
mejor manera de servir en todo tiempo, ya que si amamos a Dios, sentiremos
amor por nuestro prójimo, y si somos bondadosos con los demás, estamos
sirviendo a Dios.
¿QUÉ ENEMIGOS TIENE EL CRISTIANO?
El principal enemigo es el diablo.
La Biblia nos alerta de este ser espiritual, y nos dice: “Sed sobrios y velad;
porque vuestro adversario el diablo como león rugiente, anda buscando a
quien devorar”. (1ª Pedro 5:8). Y en otro pasaje: “Someteos pues a Dios;
resistan al diablo y huirá de ustedes”. (Santiago 4:7).
Los placeres que el Mundo ofrece.
También la Palabra habla al respecto: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que
la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera pues, que quiera
ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. (Santiago 4:4).
También menciona: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre
es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y
guardarse sin mancha del mundo”. (Santiago 1:26).
Las falsas doctrinas.
El Señor Jesús mencionó lo siguiente: “Guardaos de los falsos profetas, que
se visten con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. (Mateo
7:15).
La desobediencia y rebeldía a Dios.
Mateo 7:21 dice: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos”.
La religiosidad.
Jesús se indignó con la gente religiosa de su época: “¡Ay de vosotros
escribas y fariseos hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de
los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están
entrando”. (Mateo 23:13).
Nuestra propia “carne” (atracción por el pecado).
Jesús también nos dice: “Velad y orad para que no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. (Mateo 26:41).
Y cualquier otra cosa que pretenda apartarnos de Cristo se considera
enemigo del cristiano.
2
¿CUÁLES “ARMAS” TIENE EL CRISTIANO?
En primer lugar, contamos con la protección de aquel que nos puede dar la
victoria a diario en nuestra vida:
“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Señor Jesucristo”. (1ª Cor. 15:57).
El Señor Jesús es nuestro mejor y principal aliado, ya que a través de él, es
como nos mantenemos de pie cada día bajo el ataque del diablo.
Aparte de tener a Cristo en nuestra vida, contamos con su Palabra, la Biblia:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. (Lc. 21:33).
“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y mas cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón”. (Heb. 4:12).
La obediencia a Dios es algo ampliamente necesario en la vida del creyente,
ya que es la manera de alejar al diablo de nosotros:
“Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. (Stg.
4:7).
La oración, es un arma muy poderosa para mantenernos de victoria en
victoria, ya que a través de ella, recibimos dirección, revelación y poder de
Dios:
“Velad y orad para que no entréis en tentación…” (Mt. 26:41).
Finalmente, tenemos la descripción de las armas que describe el apóstol
Pablo en Efesios 6:10-20 :
“Por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de
su fuerza”. (Efe. 6:10).
Con esta introducción comienza Pablo la descripción de lo que él
consideraba la armadura de Dios; donde se nos habla del cinturón,
simbolizando la verdad; la coraza, que significa justicia; el calzado que nos
dice que debemos llevar el evangelio a los demás; el escudo que significa la
fe; el yelmo (casco) que es el que protege la cabeza, ya que representa la
salvación; y finalmente tenemos la espada del Espíritu, que obviamente es la
Palabra de Dios.
3
Todo lo anterior nos ayuda a mantenernos firmes cuando los enemigos del
cristiano atacan, y nos ayuda a vencerlos en todo tiempo.
¿QUÉ SON LAS PRUEBAS Y LAS LUCHAS?
El Señor Jesús nos advierte en Juan 16:33 sobre la aflicción que tendríamos
en el mundo, pero también nos dice que confiemos en él, ya que Jesús
venció al mundo.
Las pruebas que a veces padecemos, son enviadas por Dios a manera de
“examen”, y esto con el fin de hacernos ver dónde nos falta reforzar la
comunión con Dios para no apartarnos de él. Aun cuando padecemos mucho
en algunas ocasiones debido al periodo de prueba, esta nos ayuda a
acercarnos más a Dios cada día:
“..para que sometida a prueba vuestra fe, mucho mas preciosa que el
oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra, cuando sea manifestado Jesucristo…”
(1ª Pedro 1:7).
Las luchas, por otro lado, vienen de parte del diablo con el único fin de
destruir la obra de Dios:
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en
el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. (Efe. 6:12,13).
4
TEMA II :
EL PODER DE LA ORACIÒN
¿CUÁL ES EL ALIMENTO DIARIO PARA MANTENERNOS EN EL
SEÑOR?
No cabe duda que la respuesta es: LA ORACIÓN.
La oración es muy importante porque es la comunicación del hombre con
Dios. Por medio de esta, el hombre expresa sus sentimientos, emociones,
necesidades y anhelos a Dios, siendo también un medio para adorarle.
A través de ella se intercede por los que no conocen a Dios
Nos ayuda en medio de la aflicción y enfermedad
(1ª Tim. 2:1-4).
(Stg. 5:13-16).
Tenemos autoridad sobre cualquier cosa (Stg. 5:17,18).
Obtenemos poder de Dios
(Hch. 4:23-31).
Reconocimiento por parte de Dios
(Hch. 10:1-4).
Obtenemos revelación (Hch. 11:4-12).
Derramamos nuestro espíritu a Dios (1º Sam. 1:1-17).
Alabamos a Dios
(1º Sam. 2:1-10).
Confesamos nuestro pecado ante Dios
(Dan. 9:3-5).
Ahora bien, ¿cómo debo orar?
La Biblia habla de una manera completa sobre este tema, y nos insta a orar a
Dios de las siguientes maneras:
En confianza (Mt. 7:7-8; Filp. 4:6)
Con sabiduría (Stg. 4:3)
Con temor a Dios (Jn. 9:31)
En el nombre de Jesús (Jn. 16:24)
Conforme a la voluntad de Dios (1ª Jn. 5:14)
5
Sin hipocresía (Mt. 6:5-8)
Con alabanza y humildad (Mt. 6:9-13)
Con gratitud (Dan. 2:23; 6:10)
Con insistencia (1ª Tes. 3:10; 5:17)
En santidad (1ª Tim. 2:8)
Con un propósito definido (2ª Tes. 3:1; Rom. 15:30,31; Col. 4:3)
Pidiendo bendición para otros (Ef. 1:16,17; 3:14-19)
En todo tiempo (Ef. 6:18; Sal. 55:17)
Como pudimos ver en estas citas (le recomiendo que las busque si no lo
hizo), la oración es más que “palabrerías”, ya que está llena de poder, de
unción, revelación, y bendición para nosotros y para los demás, incluso
aquellos que no conocen a Dios.
EFECTOS DE LA ORACIÒN.
Mueve el corazón de Dios.
Mencionaré solo cuatro casos de los muchos que hay en la palabra de Dios,
ya que son más que suficientes:
1º Cuando el profeta Jonás desobedeció a Dios, tuvo que pagar la
consecuencia de su acción; esto lo llevó a parar al vientre de un animal
marino en el cual estuvo tres días, y en ese lugar y en esa condición, Jonás
consideró y elevó una oración a Dios de la siguiente manera:
“Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo:
Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé,
y mi voz oíste.
Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente;
todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
Entonces dije: desechado soy de delante de tus ojos; mas aun veré tu santo
templo.
Las aguas me rodearon hasta el alma, me rodeó el abismo; el alga se enredó
a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus
cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh
Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó
hasta ti en tu santo templo.
6
Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan. Mas yo con
voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación
es de Jehová.
Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”. (Jonás 2:1-10).
2º El tercer rey de Israel, Salomón, hace también una oración con motivo de
la dedicación del templo que él le había construido a Dios, mencionando lo
siguiente:
“Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová
Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti;
que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este
lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu
siervo haga en este lugar.
Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este
lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y
perdona”. (1º Reyes 8:28-30).
3º Este pasaje habla también de cómo la oración puede mover el corazón de
Dios:
“…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y
buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré
desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2º Cròn.
7:14).
4º El rey Ezequias experimentó en carne propia el efecto de la oración que
tuvo lugar cuando Dios había determinado quitarle la vida:
“En aquellos días Ezequias cayó enfermo de muerte.
Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena
tu casa, porque morirás, y no vivirás.
Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo:
Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante
de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te
agradan. Y lloró Ezequias con gran lloro.
Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a
Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequias, príncipe de mi pueblo: Así dice
Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus
lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.
Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano
del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mi mismo, y por amor
a David mi siervo”. (2º Reyes 20:1-6).
¡Qué grande es la misericordia de Dios! A través de estas oraciones la
bondad de Dios nuestro Señor y su amor por el hombre se hacen presentes,
no dejando al ser humano en su angustia, sino más bien, le rescata en medio
de la prueba y de la aflicción.
7
Tiene efectos en el hombre.
Cuando hacemos una petición a Dios, no dudando nada, Dios responde de
una manera sorprendente; tal es el caso de Nehemìas en el siguiente pasaje:
“Me dijo el rey: ¿qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y
dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti,
envíame a Judà, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la
reedificaré.
Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los
gobernadores al otro lado del rió, para que pueda pasar hasta llegar a
Judà; Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre
mí”.
(Nehemìas 2:4-8).
Este pasaje nos muestra cómo Nehemìas puso en oración la petición que iba
a hacerle al rey, ya que pensaba que el rey no le iba a permitir que fuera tan
lejos, y menos a reedificar un templo que la misma gente del rey había
destruido.
Nehemìas confiaba en que la oración tendría efecto sobre el rey…y
efectivamente lo tuvo.
La oración no tan solo actúa en situaciones presentes, sino también a futuro:
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos…” (Jn. 17:20).
En el texto anterior, Jesús está orando por sus discípulos para que tuvieran
poder, dirección de Dios, y otras bendiciones más; sin embargo, no tan solo
oró por ellos, sino que también por los que habríamos de creer en él en las
siguientes generaciones. ¡Gracias Jesús por haber orado por mí!
¿Responde Dios siempre a la oración?
En ocasiones Dios responde “sí” o “no” a nuestras peticiones. A veces,
queda en silencio, y cuando esto último sucede es porque hay pecado en
nuestra vida y eso bloquea nuestra comunión con Dios.
A continuación veremos algunos pasajes para aclarar lo anterior:
“Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños,
ni por Urim, ni por profetas”. (1º Sam. 28:6).
Mas adelante, en este mismo pasaje se menciona:
8
“Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su
ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy”. (1º Sam.
28:18).
Cuando Saúl desobedeció a Dios y empezó a apartarse de él, entonces Dios
ya no le siguió dando más instrucciones, por eso menciona la escritura que
Dios guardó silencio y ya no le habló más.
Otro ejemplo de esto lo encontramos en los escritos de Salomón:
“Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no
me hallarán.
Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de
Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión
mía…”
(Proverbios 1:28-30).
Los ejemplos anteriores hablan de cómo Dios en ocasiones permanece en
silencio a causa de nuestro pecado, pero a veces responde con una
negativa:
“..me fue dado un aguijón en mi carne…respecto a lo cual tres veces he
rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2ª Cor. 12:7-9).
“Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el
Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia,
intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió”. (Hch. 16:6,7).
A veces creemos que estamos haciendo o pidiendo lo correcto, y de hecho
puede ser que así sea, sin embargo, aun cuando lo que pidamos sea bueno,
debemos recordar que Dios nos ofrece cosas mejores que las que le
pedimos.
Cuando Dios responde a la oración, suceden cosas como las siguientes:
“Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al
amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo: Sol, detente en Gabaòn; y
tú, luna, en el valle de Ajalòn. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta
que la gente se hubo vengado de sus enemigos.
Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido
Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel”.
(Jos. 10:12-14).
Espero que el tema de la oración haya sido suficientemente claro y de interés
para usted. Espero en Dios que ponga por obra lo que este estudio le haya
dejado.
Recuerde que la oración es un arma poderosa en cualquier circunstancia.
9
TEMA III :
HUMILDAD
¿Cuál es el principio para no apartarnos de Dios?
La respuesta es:
La humildad ante Dios y los hombres.
Dentro de los muchos principios de la Palabra de Dios, tales como de
santidad, amor al prójimo, obediencia, etc., existe también el de humildad.
Este último principio, no es más importante que los demás, pero sí es
ampliamente necesario en la vida de cada creyente para poder seguir en
comunión tanto con Dios, como con el hombre.
Lo anterior está probado una y otra vez en las narraciones bíblicas,
mostrándonos la importancia y la repercusión de tener la humildad o la falta
de ella en nuestra vida diaria.
Jesús mismo hace mención en el siguiente pasaje acerca de este principio:
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla,
será enaltecido”. (Lc. 14:11).
Esta aseveración tal vez no sea comprensible del todo, por lo tanto,
necesitamos conocer algo más al respecto:
“Ser humilde significa tener un concepto de sí mismo acorde a la
realidad, sin alterar la autoestima, teniendo en claro los límites que
tenemos como seres humanos y aun como hijos de Dios”.
Veamos lo que dice el apóstol Pablo en el siguiente pasaje:
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre
vosotros, que no tenga mas alto concepto de sí que el que debe tener,
sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios
repartió a cada uno”. (Rom. 12:3).
Conforme a lo que acabamos de ver, nos damos cuenta de lo que significa
ser humilde y de la importancia que esto representa. A continuación,
veremos cómo ser humildes ante Dios.
Reconocer la grandeza de Dios.
El salmo 8:3,4 menciona: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna
y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de
él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?”.
10
El salmista reconoce la bajeza del humano y su insignificancia al comparar
las obras de Dios con él. Declara que el humano no es digno de ser visitado
por Dios, y se hace estas interrogantes mostrando la humildad del humano
ante su creador.
Buscar a Dios en medio de la aflicción.
“Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro
delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y
echaron polvo sobre sus cabezas”. (Jos. 7:6).
No podemos salir por nuestras propias fuerzas de los problemas que nos
afectan, por lo tanto debemos voltear siempre a Dios buscando su favor.
Venciendo el orgullo.
“Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia
de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?”. (1º Sam. 18:18).
David recibió una oferta del rey Saúl, la cual era la mano de una de sus hijas
y así convertirse en un príncipe de Israel, sin embargo, David no se llenó de
orgullo ni de vanidad, por el contrario mostró una humildad genuina y
rechazó la oferta.
Siendo obediente.
“Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a
la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y
quedó limpio”. (2º reyes 5:14).
Un general sirio llamado Naamàn estaba enfermo de lepra, y acudió a un
profeta de Israel para ser sanado. El profeta le dijo que se zambullera en un
río el cual estaba “lamoso” y el general se rehusó, sin embargo sus siervos lo
hacen cambiar de parecer y él finalmente accede. En esta actitud, el general
dejó de lado su orgullo y accedió a lo que el profeta de Dios le decía,
practicando así la humildad a través de la obediencia.
Reconociendo limitaciones.
“Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre”. (Sal. 138:3).
Alejarse de la soberbia.
“Ciertamente la soberbia concebirá contienda...”. (Prov. 13:10).
Ser como niños ante Dios.
11
El Señor Jesús en repetidas ocasiones mencionó a los niños como modelos
de vida a seguir, y esto no significaba que debiéramos tener conductas
infantiles, sino más bien, que viviéramos como viven ellos, es decir, de una
manera inocente ante lo malo, ser totalmente dependientes a sus padres (en
este caso nosotros ante Dios como nuestro Padre) y sin afanes ni conflictos
de ninguna índole.
Veamos lo que dice Jesús en el siguiente pasaje:
“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿quién es el
mayor en el reino de los cielos?
Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto
os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el
reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño,
ése es el mayor en el reino de los cielos”. (Mt. 18:1-4).
Queda claro en este pasaje que la humildad está presente en los niños de
una manera natural, y como dijo Jesús, debemos ser como ellos.
Reconocer el poder de Dios en nuestra vida.
El apóstol Pablo reconoció que lo que él era y lo que había logrado, era
porque Dios lo había permitido, y no por sus propios medios.
Al igual que Pablo, debemos reconocer a Dios como el autor material e
intelectual de todo lo que tenemos, somos y lleguemos a ser.
“Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser
llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano
para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la
gracia de Dios conmigo”. (1ª Cor. 15:9,10).
Sirviendo a los demás desinteresadamente y sin egoísmo.
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando
cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. (Fil.
2:3-5).
El salmo 138:6 menciona:
“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de
lejos”.
Queda claro entonces que Dios demanda humildad en nuestro diario vivir, en
cualquier parte en que nos encontremos y bajo cualquier circunstancia.
Si usted quiere que Dios atienda sus peticiones, aprenda a ser humilde.
12
¿Es lo mismo humillarse y ser humillado?
No. Aunque parece lo mismo existen grandes diferencias al respecto.
La Biblia nos habla acerca del tema mostrando la respuesta a esta pregunta.
Presentaré algunos ejemplos de personajes que fueron humillados de una
manera vergonzosa a consecuencia de sus actos, y que de ningún modo
practicaron la humildad. Estos personajes son:
Sansón.
“Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño,
se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que
Jehová ya se había apartado de él.
Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza;
y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel”. (Jue. 16:20,21).
El pueblo de Israel.
“Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán
las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus
santuarios serán profanados”. (Eze. 7:24).
El rey Nabucodonosor.
“Habló el rey y dijo: ¿no esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real
con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?
Aun estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti
se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los
hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como
a los bueyes te apacentarán; y siete años pasarán sobre ti, hasta que
reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo
da a quien él quiere”. (Dan. 4:30-32).
Y los ejemplos podrían seguir, sin embargo, considero que ha sido bastante
claro el mensaje.
Por otro lado, hubo otros personajes que decidieron humillarse de una
manera totalmente diferente. Estos fueron enaltecidos cuando se sometieron
a Dios.
Abel.
13
“Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de
ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y su ofrenda”. (Gen. 4:4).
Noe.
“Pero Noe halló gracia ante los ojos de Jehová”. (Gen. 6:8).
Abraham.
“ Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho
esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que
está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus
enemigos”. (Gen. 22:16,17).
También aquí la lista podría continuar, dado que hay muchos otros
personajes que se sometieron a Dios y disfrutaron de los beneficios que esto
traía.
Pues bien, hasta aquí el tema de la humildad. Espero en Dios que tengamos
la sabiduría para vivir de una manera humilde siempre en nuestra vida diaria.
No se le olvide los ejemplos anteriores; usted decide si quiere “ser humillado”
por su pecado, o “humillarse ante Dios” para ser enaltecido por él. Porque:
“Cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla, será enaltecido”. ( Lc. 14:11).
14
TEMA IV: ¿CUÀL ES LA HISTORIA DE LA BIBLIA?
Puesto que ya nos hemos basado en la Biblia (la cual es la palabra de Dios)
para tomarla como norma en nuestra vida, y hemos estudiado diversos
pasajes de ella como realmente verídicos, es conveniente estudiar ahora el
origen de la Biblia y ver cómo llegó a nosotros tal y como la conocemos hoy.
Pues bien, la palabra Biblia deriva de “Biblos”, o “Biblòn”, que se interpreta
como “libros”; de este nombre deriva el de “biblioteca”. Se le llama “libros”,
porque es un compendio de varios libros que se escribieron en diferentes
épocas y por diferentes escritores y que se compilaron en uno solo. De ahí
el nombre de Biblia.
¿Quién escribió la Biblia?
El autor de la Biblia es Dios, quien a través del Espíritu Santo inspiró a cerca
de cincuenta escritores en diferentes épocas y en diferentes circunstancias.
La mayoría de ellos no son contemporáneos, y distan a veces de cientos de
años de un escritor a otro; sin embargo, todos sus escritos concuerdan
lógicamente tanto en el pensamiento, como en el sentido y contenido de sus
escritos. No debe olvidarse que “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los
siglos” (heb. 13:8), y por lo tanto, su Palabra permanece fiel y es la misma a
través de los tiempos.
Los nombres de algunos de los escritores se dan a continuación:
Moisés; Josué; Finees; Samuel; Natàn; Gad; Zabud; Jeremías; un grupo de
profetas de los cuales la Biblia no menciona más información; Esdras;
Nehemìas; Mardoqueo (a quien se le adjudica el libro de Ester); Eliu; David;
Asaf; los hijos de Coré; Salomón; Etàn; Agur; Lemuel; Isaías; Ezequiel;
Daniel; Oseas; Joel; Amós; Abdìas; Jonás; Miqueas; Nahum; Habacuc;
Sofonìas; Hageo; Zacarías; Malaquìas; Mateo; Marcos; Lucas; Juan; Pablo;
Santiago; Pedro y Judas. Los libros de Rut y Hebreos no se sabe a ciencia
cierta quién los escribió.
La Biblia consta de sesenta y seis libros en total; treinta y nueve del antiguo
testamento y veintisiete del nuevo. Debo mencionar que a los escritos del
antiguo testamento se les llama “libros”, mientras que a los del nuevo se les
llama “epístolas o cartas”. Salvo los cuatro evangelios, los hechos de los
apóstoles y el Apocalipsis, el resto del nuevo testamento se considera cartas.
Los cinco primeros libros fueron escritos por Moisés, y se les conoce como
libros del “Pentateuco”, y en estos se encuentran las leyes y mandamientos
que Dios le dio a Moisés para dirigir al pueblo por el camino de Dios.
15
El Pentateuco está formado por los siguientes libros:
Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio.
Los siguientes doce libros después del Pentateuco hablan acerca de la
historia del pueblo judío, y estos son:
Josué, Jueces, Rut, 1º y 2º de Samuel, 1º y 2º de Reyes, 1º y 2º de
Crónicas, Esdras, Nehemìas y Ester.
Otros libros más, hablan de poesía y sabiduría, y estos son:
Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares.
Los profetas mayores continúan en los cinco libros siguientes:
Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel.
Los profetas menores se mencionan en los siguientes doce libros después de
los profetas mayores, estos son:
Oseas, Joel, Amós, Abdìas, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc,
Sofonìas, Hageo, Zacarías y Malaquìas.
Estos son los libros que conforman el antiguo testamento; los del nuevo
testamento son los siguientes:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos son llamados Evangelios, ya que
evangelio significa “buenas nuevas”, haciendo alusión de las buenas noticias
que en ellos se le revela al hombre al mostrar el nacimiento, vida, muerte y
resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
Después de los evangelios se encuentra un libro histórico llamado hechos
de los apóstoles, en el cual se narra la historia de la iglesia primitiva.
Inmediatamente después de hechos, aparecen las cartas “paulinas”,
llamadas así por haberlas escrito el apóstol Pablo, y estas son:
Romanos, 1ª y 2ª de Corintios, Galatas, Efesios, Filipenses, Colosenses,
1ª y 2ª de Tesalonicenses, 1ª y 2ª de Timoteo, Tito y Filemòn.
Las siguientes cartas son llamadas “cartas generales” por tratar de diferentes
temas y diversos escritores, estas son:
Hebreos; Santiago (en otras versiones aparece como Jacobo, sin
embargo es el mismo personaje con diferente nombre); 1ª y 2ª de
Pedro; 1ª y 2ª y 3ª de Juan, y Judas.
El último libro es un libro profético, y habla en su mayor parte de
acontecimientos que faltan por cumplirse; este es llamado Apocalipsis o
revelaciones escrito por el apóstol Juan.
Existen otros libros que son llamados “apócrifos”, que significa “de dudosa
procedencia, escondido, o secreto”. Estos varían de once a dieciséis.
16
Los judíos que vivieron en la dispersión en Egipto los incluyeron en la
traducción al griego del antiguo testamento, llamada dicha traducción como
“septuaginta”, pero fueron eliminados del canon hebreo por los judíos de
Palestina.
La iglesia católica romana en 1546 adoptó once de estos libros como
“verdaderos”, y los incorporó a su Biblia.
Estos libros no los contienen las Biblias protestantes o cristianas por lo
siguiente:
1º Nunca fueron citados por Jesús o alguno de sus discípulos y apóstoles.
2º Los primeros protestantes los consideraron como no inspirados.
3º No aparecían en el canon hebreo antiguo.
4º Estos libros presentan calidad inferior al comparárseles con el resto de los
libros, en cuanto a contenido doctrinal y concordancia con el resto de la
Biblia.
Los libros “apócrifos” son los siguientes:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
k)
l)
m)
Primero y segundo libro de Esdras
Tobías
Judit
Sabiduría de Salomón
Epístola de Jeremías
La canción de los tres jóvenes
Susana
Bel y el dragón
La oración de Manasès
Primero y segundo de Macabeos
Adiciones al libro de Ester
Eclesiástico (parecido a Eclesiastés, pero no es el mismo)
Baruc
Compilación de la Biblia
Escritos originales
Se hicieron
Copias
Se manejaron tres códices, los cuales son:
1º Códice Sinaìtico (Siglo IV)
2º Códice Alejandrino (Siglo V)
3º Códice Vaticano (Siglo IV)
17
A) Códice Sinaìtico.- un códice, (primer libro compilado) de la Biblia
griega, perteneciente al siglo cuarto. Adquirido en Rusia por Gran
Bretaña en 1933 y que ahora está en el Museo Británico.
B) El Códice Alejandrino.- Probablemente escrito en el siglo quinto, que
ahora está en el Museo Británico. Contiene toda la Biblia griega a
excepción de cuarenta hojas que se perdieron.
C) El Códice Vaticano.- Está en la biblioteca Vaticana (en Roma),
contenía originalmente toda la Biblia, pero algunas partes se han
perdido. Escrito probablemente a mediados del siglo cuarto.
Versiones y textos de la antigüedad.
a) La Septuaginta.- Es una traducción de las Escrituras hebreas del
Antiguo Testamento al griego, hecha en Alejandría cerca del año 250
a.C.
b) El Pentateuco Samaritano.- No es propiamente una versión, pero el
texto hebreo fue conservado en letras samaritanas.
c) Peshitta o Siríaco.- Toda la Biblia, la fecha es incierta (primer o
segundo siglo tal vez), es una traducción a la lengua común de ciertas
partes de Siria.
d) La Vulgata.- La Biblia completa, traducida al latín por Jerónimo de
Belén. Completada cerca del año 400 d.C. Por mil años fue la Biblia
usada por la iglesia católica romana.
e) El texto Masorético.- Una edición de las Escrituras hebreas (Antiguo
Testamento) desarrollada por eruditos judíos del año 500 al 950 d.C.,
en la cual los puntos en las vocales fueron introducidos por primera
vez en el texto hebreo consonántico (de solo consonantes).
Idiomas en los que fue escrita la Biblia:
Hebreo; Griego; Letras samaritanas; Lengua siria; Latín; Arameo;
Sánscrito.
El mundo de habla hispana conoció la Biblia de la manera siguiente:
Versiones Españolas.
Biblia Alfonsina. Primera versión castellana en 1260.
antiguo testamento.
Solo incluye el
Biblia de Alba. Antiguo testamento; en 1430 se hizo la traducción por un
rabino (maestro judío).
18
Evangelios y epístolas (1450).
Los evangelios litúrgicos (1490)
El Pentateuco (1497)
PERÌODO DE LA REFORMA
1) Versión católica (Biblia de Quiroga) 1527.
2) Salmos, evangelios y epístolas (1534; por Juan de Valdés, primer
reformista).
3) Nuevo testamento de Enzinas (1543; fue perseguido por la iglesia
católica por hacer la traducción).
4) La Biblia de Ferrara (traducida por judíos; 1553).
5) Nuevo testamento de Pérez (Juan Pérez, versión corregida; 1556).
6) Biblia del oso. Primera versión completa en castellano; traducida
directamente de los escritos originales por Casiodoro de Reina y
publicada en 1569).
7) Biblia de Valera. Publicación por Cipriano de Valera en 1602. Fue
solo una revisión. Lo que hizo fue “quitar” los libros apócrifos del resto
de la Biblia. Fue amigo de Juan Pérez y de Casiodoro de Reina.
Tardó veinte años en la revisión. Fue un cristiano ejemplar.
Otras revisiones posteriores se hicieron hasta el año de 1960. Algunas
revisiones más, se conocen como Dios llega al hombre y La Biblia al día.
Hay mucha más historia en relación con la Biblia, sin embargo este material
es mas que suficiente para su estudio. De esta manera es como la Biblia
llegó hasta nosotros y al resto del mundo. ¡Gloria a Dios por su Palabra!
¿ES LA BIBLIA REALMENTE LA PALABRA DE DIOS?
A lo largo de toda la historia, el hombre se ha opuesto a Dios y a su Palabra,
por lo tanto no es de extrañarse que hoy día, la gente se haga esta
interrogante de “si la Biblia es una invención humana” o realmente fue
heredada por Dios.
La Biblia no es una serie de normas que tengamos que cumplir
obligadamente, sino mas bien nos plantea un estilo de vida en donde al
practicar las enseñanzas escritas en ella, tendremos una mejor manera de
vivir. Lo anterior únicamente es posible al reconocer como Dios al creador
de todas las cosas, el cual nos invita a través de su Palabra a acercarnos a él
y vivir santamente en todo tiempo.
19
Veamos lo que la Biblia habla de sí misma:
“ Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. (Heb.
4:12).
“…y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. (2ª Tim. 3:15-17).
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en
estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el
día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo”. (2ª Pedro 1:19-21).
“Secase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro
permanece para siempre”. (Isaías 40:8).
“…así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”.
(Isaías 55:11).
“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota
ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. (Mt. 5:18).
“…siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la
palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. (1ª Pedro 1:23).
“El cielo y la tierra pasarán, pero no mis palabras no pasarán”. (Mc. 13:31).
“Porque recta es la palabra de Jehová..”. (Sal. 33:4).
“…a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya
habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta
vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en
vosotros..”. (Col. 1:5-6).
“…pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios
se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él”. (1ª Jn. 1:5).
Y podríamos continuar con varios pasajes más, sin embargo, son suficientes
para entender que la palabra de Dios, la Biblia, realmente es un libro que fue
20
inspirado por el Señor y Creador de todas las cosas, y que debemos confiar
plenamente en ella.
¿CUÀL ES EL TEMA CENTRAL DE LA BIBLIA?
¡JESUCRISTO!
Efectivamente, el tema central de la Biblia es Jesucristo.
siguientes pasajes:
Veamos los
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. (Heb. 13:8).
“…en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó
heredero de todo, y por quien así mismo hizo el universo”. (Heb. 1:2).
“Porque un niño os es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz”. (Isaías 9:6).
“Más el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
(Isaías 53:5).
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y
dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Dios con nosotros)”.
(Isaías 7:14).
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÙS, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados”. (Mt. 1:21). Este pasaje es el cumplimiento de la
profecía anterior.
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el
trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin”. (Lc. 1:32,33).
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…y
aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. (Jn.
1:1,14)
“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin
acepción de personas”. (Stg. 2:1).
“ Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha
venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos”. (Hch. 4:11,12).
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo..” (Rom. 5:1).
21
“Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su hijo
Jesucristo nuestro Señor”. (1ª Cor. 1:9).
“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo nuestro
Señor..” . (2ª Cor. 4:5).
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Fil. 4:13).
“…el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino
de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados”. (Col. 1:13,14).
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas,
según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo,
y no según Cristo”. (Col. 2:8).
“Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.
(Col. 3:3).
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por
medio de nuestro Señor Jesucristo…” (1ª Tes. 5:9).
“…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo… “ (Tito 2:13).
“Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas en las
iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la
mañana”. (Apoc. 22:13,16).
Con estos pasajes se comprueba que el tema central de la Biblia es Cristo,
ya que no hay pasaje o texto que no hable de él, ya sea directa o
indirectamente. Cada vez que estudie la Palabra de Dios, recuerde que
estudia la vida de Cristo y su relación con él.
22
RESUMEN DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA
Como final de este primer curso de discipulado, ampliaré más la información
sobre los libros de la Biblia. Esto es con el fin de despertar el interés por la
lectura Bíblica, la cual es totalmente necesaria en nuestra vida diaria para el
crecimiento espiritual.
Libro de Génesis (“Principio”)
En este libro encontramos:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
La creación del hombre y todo lo existente.
La caída del hombre en el pecado
El diluvio
Cómo se forman las naciones y países
La historia de Abraham y su descendencia
La destrucción de Sodoma y Gomorra
La historia de José
Israel en Egipto
Libro de Éxodo (“salida”)
En este libro encontramos:
a) La esclavitud de Israel en Egipto
b) La historia de Moisés
c) Las plagas en Egipto
d) La salida de Egipto del pueblo de Israel
e) Cómo se abre el mar rojo
f) Los diez mandamientos
g) El arca del pacto
h) El becerro de oro
Libro de Levítico (el nombre deriva de una de las tribus de Israel, “Levì”,
quienes eran los ayudantes de los sacerdotes)
Encontramos lo siguiente:
a) Significado de el holocausto
b) Ofrendas de tipo vegetal
c) Ofrendas de paz
d) Ofrendas por el pecado
e) Leyes diversas
f) Acerca de comer sangre
g) Castigo por el pecado
h) Acerca de las fiestas judías
Libro de Números (llamado así por los censos que tuvo Israel)
Encontramos:
23
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
k)
l)
El primer censo al pueblo de Israel
Los nazareos
Israel pide codornices
La rebelión de Aarón y Maria
Los espías
La rebelión de los espías
La rebelión del pueblo
Desobediencia de Moisés
La idolatría de Israel
El segundo censo en Israel
La familia de Moisés
Josué elegido sucesor de Moisés
Libro de Deuteronomio (significa “segunda ley”)
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Lo que Dios pide
Leyes para gobernar la nación
Consejos sobre el rey
Bendiciones de la obediencia
Maldiciones de la desobediencia
Muerte de Moisés
Libro de Josué (del hebreo “salvador”)
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
Josué como líder
Rahab y los espías
Israel cruza el jordán
La destrucción de Jericó
El pecado de Acàn
El sol se detiene
Despedida de Josué
Libro de Jueces (como aun no había rey en Israel, era gobernado por
diversas personas llamadas “jueces”)
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
k)
l)
m)
Historia de los jueces
Otoniel (primer juez)
Aod y Samgar
Débora y Barac
La historia de Gedeòn
Gedeòn derrota a los madianitas
Muerte de Gedeòn
Abimelec
La historia de Sansón
Sansón y Dalila
Muerte de Sansón
El levita y su concubina
La guerra civil de Israel (guerra contra Benjamín)
24
Libro de Rut
Es una bella historia, considerada como una joya literaria.
Es uno de los dos libros de la Biblia en la que una mujer es el personaje
principal. Trata de una “moabita” (de la tierra de Moab) que se casó con un
hebreo. Aborda temas muy interesantes. Dicha mujer está en la línea
genealógica de Cristo.
Primer libro de Samuel
Trata de la vida del profeta Samuel; de la historia del rey Saúl, de David y
Goliat; y de la amistad de David y Jonatan.
Segundo libro de Samuel
Habla del reinado de David, sus batallas y su relación con Dios y con el
pueblo de Israel.
Primer libro de Reyes
Trata del reinado de Salomón, así como de la historia de los reinos de Judà e
Israel. También encontramos la historia de los profetas Elías y Eliseo.
Segundo libro de Reyes
Amplía la historia del reino del sur (Judà), y la del reino del norte (Israel).
Continúa con la vida del profeta Eliseo.
Primer libro de Crónicas
Unificar el pueblo de Dios, trazar la línea de David, y enseñar que la
adoración verdadera debe ser el centro de la vida nacional e individual.
Segundo libro de Crónicas
Se hace énfasis en los reyes buenos de Judà y los avivamientos religiosos
bajo sus gobiernos y se exponen los pecados de los reyes malvados.
Esdras
Encontramos aquí el regreso de los judíos de su cautiverio en Babilonia, la
reconstrucción del templo, y la inauguración de reformas sociales y
religiosas.
Nehemìas
La reconstrucción de los muros de Jerusalén, el recuento de ciertas leyes
divinas y la restauración de las ordenanzas de la antigüedad.
25
Este libro es el último de los libros históricos del Antiguo Testamento.
Ester
La liberación del pueblo judío por medio de la reina Ester. En este libro se
demuestra la soberanía de Dios y su cuidado amoroso hacia su pueblo.
Job
Trata de la vida de Job, un hombre rico que pierde todas sus posesiones a
consecuencia de que Satanás interfiere en su vida, tratando de que Job
reniegue de Dios.
Job a través de su fe en Dios, espera paciente la ayuda del cielo,
consiguiendo con esto una triple bendición por parte de Dios, ya que Dios le
da tres veces lo que Satanás le hizo perder. Es un libro demasiado
interesante en donde Job se plantea la pregunta: “¿Por qué sufre el justo?”
Salmos
Son ciento cincuenta cánticos y poemas espirituales usados en cultos y
devocionales por la iglesia en todas las épocas. Fueron usados como
himnos.
En estos encontramos ayuda para cada ocasión en la vida del hombre.
Si estamos tristes, cansados, solos, en medio de un gran dolor, angustia,
etc., en los Salmos encontraremos la ayuda necesaria y consuelo por parte
de Dios.
Proverbios
Es una colección de máximas morales y religiosas que contienen instrucción
acerca de la manera correcta de vivir. También contienen discursos breves
sobre sabiduría, justicia, templanza, trabajo, pureza, etc.
En estos dichos concretos y expresivos se describe un gran contraste entre
la sabiduría y la insensatez, y entre la justicia y el pecado.
Eclesiastés (significa “predicador”)
El libro contiene las reflexiones y experiencias de Salomón, cuya mente
estaba en conflicto sobre los problemas de la vida.
Expresa verdades profundas acerca del deber y de las obligaciones del
hombre hacia Dios.
Finalmente se libera de sus dudas y especulaciones y concluye diciendo:
“Teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del
hombre”. (Ecles. 12:13).
Cantar de los Cantares
Se mira como una alegoría espiritual que representa el afecto que existe
entre Dios y su pueblo escogido, o entre Cristo y su Iglesia.
26
Relata el amor entre el esposo (rey Salomón) y su esposa, para afirmar la
santidad del matrimonio.
Isaías (“Salvación de Jehová”)
Hacer un llamado para que Judà regrese a Dios y hablar de la salvación a
través del Mesías.
Jeremías
La reincidencia del pueblo de Israel en cuanto al pecado, la esclavitud y la
restauración de los judíos.
A Jeremías se le conoce como “el profeta llorón” (hay que leer el libro para
saber por qué se le llamó así).
Lamentaciones
Es una continuación del libro de Jeremías. El propósito es enseñar al pueblo
a que desobedecer a Dios provoca el desastre, y mostrar que Él sufre
cuando su pueblo sufre.
Ezequiel (“Dios fortalece”)
Puede ser llamado “un libro de misterio”. Contiene mucho lenguaje figurado
que es difícil de interpretar. Sin embargo, muchas de sus enseñanzas son
claras y de gran valor.
Daniel
Un libro compañero del libro de Apocalipsis. Trata de la soberanía de Dios
sobre los asuntos de los hombres en todas las épocas. Las confesiones del
rey pagano de este hecho constituyen los versículos clave de este libro.
Oseas
La apostasía equivale a adulterio espiritual. (Tema central).
Joel (“Jehová es Dios”)
El arrepentimiento nacional y sus bendiciones.
Promesas del derramamiento del Espíritu Santo para estos tiempos.
Amós (“Cargador”)
Diversas profecías, consejos y juicios sobre Israel.
Abdias
Habla de una disputa entre el pueblo de Israel y Edom.
27
Los Edomitas eran descendientes de Esaù; mientras que Israel era
descendiente de Jacob (a quien se le cambió el nombre por Israel).
Jacob y Esaù fueron hermanos y siempre hubo problemas entre ellos.
Jonás
Jonás fue llamado como misionero para ir a predicar a Nìnive, enemigos del
pueblo de Israel. Jonás, siendo un israelita nacionalista, predica de mala
gana. Este libro es muy interesante, ya que es donde se narra cómo Jonás
fue “tragado” por un pez enorme. Lea este libro y descubra como termina.
Miqueas (“el que es como Jehová”)
Predicó a Judà e Israel en cuanto a su arrepentimiento.
Define la verdadera religión.
Anunció el nacimiento de Cristo. Dios se olvida del pecado de los creyentes.
Nahum (“compasivo”)
Este libro es visto por algunos como una continuación del libro de Jonás,
puesto que habla de la destrucción de Nìnive cien años después de haberles
predicado.
Habacuc
Mostrar que Dios aún tiene las riendas del mundo a pesar del aparente
triunfo del mal.
La oración tan hermosa e interesante de Habacuc resalta en este pasaje.
Sofonìas
Estremecer al pueblo de Judà a fin de que abandone su indiferencia e
instarlo a volver a Dios.
Sofonìas 3:17 sobresale en este libro.
Hageo
Hacer un llamado al pueblo a finalizar la reconstrucción del templo.
Zacarías
Dar esperanza al pueblo de Dios al revelar la divina liberación futura a través
del Mesías.
Malaquìas
Enfrentar al pueblo con su pecado y restaurar su relación con Dios. Este
libro se escribió 430 años antes de Cristo.
28
Hasta aquí estudiaremos la Palabra de Dios, dejando para otra ocasión el
estudio del Nuevo Testamento. Considero que es conveniente separar el
antiguo y nuevo testamento para una mejor comprensión y asimilación de los
mismos, que si los vemos juntos.
En los próximos estudios veremos temas tales como: la vida de Jesús; la
trinidad; la santidad; y algunas otras enseñanzas básicas de doctrina.
Le pido ore por lo aquí estudiado para que sea de bendición a todo aquel que
lo lea.
Espero en Dios que usted no se olvide de lo aquí leído y lo ponga en práctica
en su vida, sin dejar de estudiar la Biblia y complementar lo aprendido.
¡QUE DIOS LE BENDIGA!
Redactor y autor del estudio:
ALFREDO BACA AGUIRRE
29
Descargar