Bobby Hutcherson In Memoriam,Benny Goodman

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Bobby Hutcherson In Memoriam
En la bibliografía que existe sobre Bobby Hutcherson, se
suele decir de él y de su sonido que son un híbrido entre el
swing de Lionel Hampton y el bop de Milt Jackson, y no les
falta razón, aunque en los últimos años ha recalado en el
cajón de sastre del post-bop. En cuanto a producción
discográfica se refiere, me quedaría con tres de sus placas:
Dialogue y Components de 1965 y San Francisco, junto al gran
Harold Land (con el que formó un quinteto), de 1970, además
del oro molido que suponen todas sus grabaciones con Tete
Montoliu, con el que se entendía a las mil maravillas.
Juanma Castro Medina
Bobby Hutcherson (1941-2016)
Texto: Juanma Castro Medina en el repaso de Enjoy The View
(Bobby Hutcherson, 2014)
Fotografía: Nadja von Massow, 2007. Dominio Público.
Benny Goodman (II). La Odisea
de la Música Afroamericana
(057) [Podcast]
La Odisea de la Música Afroamericana es un programa de radio
dirigido, presentado y producido por Luis Escalante Ozalla,
autor del libro Y se hace música al andar con swing.
El
capítulo
número
de
57
de
La
Odisea
de
la
Música
Afroamericana es la segunda entrega dedicada al clarinetista y
director de orquesta Benny Goodman. El recorrido musical
comienza en en esta ocasión en el año 1935 junto a Teddy
Wilson y Gene Krupa (a quienes ya habíamos escuchado en el
programa anterior). Los distintos músicos que pasaron por su
orquesta permiten, a su vez, encontrarnos con grandes músicos
y cantantes como Lionel Hampton o las cantantes Helen Ward y
Martha Tilton, que tienen su espacio en esta odisea musical.
Van Morrison y Charlie Hunter son quienes abren y cierran el
programa.
Benny Goodman, Teddy Wilson y Mel Torne
En el capítulo 57 suenan:
“Sack O´Woe” Van Morrison
“Someday Sweetheart” Benny Goodman
“Stomping At The Savoy” Benny Goodman
“Down South Camp Meeting” Benny Goodman
“These Foolish Things” Benny Goodman & Helen Ward
“Too Good To Be True” Benny Goodman & Helen Ward
“Moonglow” Benny Goodman
“Exactly Like You” Benny Goodman
“Roll ‘Em” Benny Goodman
“Bei Mir Bist Du Schoen” Benny Goodman & Martha Tilton
“Thanks For The Memory” Benny Goodman & Martha Tilton
“Where Or When” Benny Goodman
“Fistful Of Haggis” Charlie Hunter
Los gigantes del Swing (III):
Nat “King” Cole y Count
Basie. La Odisea de la Música
Afroamericana (038) [Podcast]
La Odisea de la Música Afroamericana es un programa de radio
dirigido, presentado y producido por Luis Escalante Ozalla,
autor del libro Y se hace música al andar con swing.
Dos son los protagonistas que centran la música de la entrega
número 38 de La Odisea de la Música Afroamericana. El primero
de ellos es Nat King Cole, más conocido a nivel popular por su
labor como cantante que como el también gran pianista que fue.
Su música ya había sonado al final del capítulo anterior,
aunque en el capítulo 38 es donde se repasa a fondo su carrera
tanto como cantante, como pianista liderando sus grupos y
acompañando a otros grandes del jazz como Lester Young o
Lionel Hampton. Relacionada con su figura, también se repasa
la figura de la cantante y pianista Diana Krall, que dedicó
uno de sus trabamos a mister Cole. El final de esta entrega
está centrado en “la máquina más perfecta en producir swing
que ha existido”, que no es otra que la orquesta del gran
Count Basie. La pianista y cantenta Eliane Elias y Joey
DeFrancesco son quienes, respectivamente, abren y cierran el
programa.
En el capítulo 38 suena:
“Once I Loved” Eliane Elias
“Route 66” Nat “King” Cole
“Straighten Up And Fly Right” Nat “King” Cole
“Unforgettable” Nat “King” Cole
“Back To The Land” Lester Young
“Jack The Bellboy” Lionel Hampton
“Hit That Jive Jack” Diana Krall
“Maria Elena” Nat “King” Cole
“Blues For Stephanie” Count Basie
“One O´Clock Jump” Count Basie
“Jumping At The Woodside” Count Basie
“Kansas City” Joey Defrancesco
La música de LODLMA: Hard
Time
Blues
1927-1960
(Frémeaux
&
Associés,
comp.2015; 2CD) [AKA Tomajazz
Recomienda]
El blues como música reivindicativa,
dentro de sus posibilidades, es el leitmotiv del doble CD Hard Time Blues
1927-1960, que cuenta en su título con la
coletilla “Political and Social Blues
Against Racism at the Origin of the Civil
Rights Movement“. Omitiendo el orden
cronológico, la recopilación se estructura
en distintos bloques temáticos que muestran que el blues
estaba pegado a la cruda realidad del día a día en Estados
Unidos. Entre estos aparecen la discriminación tanto en el
ejército (a pesar de que los norteamericanos de cualquier
color de piel fueron reclutados como combatientes en la
segunda guerra mundial, no fue hasta 1948 cuando en el
ejército se produjo la integración racial de los
estadounidenses), como fuera de él: “Uncle Sam Says”, “Get
Back”, “Jim Crow Blues”.También tienen su espacio la protesta
contra el sistema judicial y penitenciario norteamericano, que
era (y es) especialmente duro con la gente de color, así como
los trabajos forzados en las cárceles que derivaban de las
condenas: “There Is No Justice”, “Parchman Farm Blues”; la
pobreza en general: “No Job Blues”, “Lonesome Cabin Blues”,
“Pawnshop Blues”, “No Shoes”. Las catástrofes naturales, que
obviamente tenían unos efectos especialmente devastadores en
la parte más pobre de la población independientemente de su
color de piel, fue temática de los blues: “Back Water Blues”,
“When The Levee Breaks”. La crisis del 29 y la esperanza que
supuso el New Deal del presidente Roosevelt (“Don’t Take Away
my P.W.A.”*, “President Roosevelt”), así como también quejas
sobre el resultado de este programa (“Warehouse Man Blues”)
fue objeto de algunos blues. También se incluyen referencias
políticas directas como ocurre en “Eisenhower’s Blues”
(censurado por ser demasiado crítico con el presidente) o en
“The Big Race” que hace referencia al triunfo de los
demócratas sobre los republicanos en 1960, mientras que “The
Alabama Bus” (1960) relata los hechos protagonizados por Rosa
Parks en 1959; incluso surgen voces advirtiendo acerca de los
peligros de las guerras: “Back To Corea Blues”, “Whe World Is
In a Tanble” y especialmente “Crazy World”.
Las cuatro décadas que recorre la música sirve a su vez para
mostrar distintas maneras de entender el blues, que parten de
la austeridad (voz y guitarra) de Ramblin’ Thomas o John Lee
Hooker, hasta llegar a la Ida Cox & Her All-Star Band en la
que participaron músicos de la talla de Fletcher Henderson,
Charlie Christian, Lionel Hampton o Hot Lips Page, entre
otros. Entre medio quedan el pianismo virtuoso de Champion
Jack Dupree, el magnífico dúo -guitarra y armónica- formado
por Sonny Terry & Brownie McGhee, o una cierta aproximación al
rhythm and blues de J.B. Lenoir y Herman Ray, así como algunos
otros bluesmen esenciales como Big Bill Broonzy, Leadbelly o
Sonny Boy Williamson. Magnífica esta recopilación que sirve
para poner en valor el carácter reivindicativo del blues.
© Pachi Tapiz, 2015
Varios autores: Hard Time Blues 1927-1960. Political and
Social Blues Against Racism at the Origin of the Civil Rights
Movement (Doble CD) [Complemento sonoro a los capítulos 5, 6 y
7 dedicados al blues de La Odisea de la Música Afroamericana,
programa editado, dirigido y presentado por Luis Escalante
Ozalla]
Frémeaux & Associés, 2015
Nota: * P.W.A.: Public Works Administration
Recuerdos de Lionel Hampton
por Juanma Castro Medina
Lionel Hampton at the Aquarium, New York,
c.June 1946 (photograph: William Gottlieb).
Public Domain
Cuentan Gérald Arnaud y Maurice Cullaz que en 1930, Louis
Armstrong mostró a su banda un artilugio musical nuevo y
extraño. El aparato fue creado en 1916 y por tanto ninguno de
los chicos estaba familiarizado con él. No era un xilófono ni
tampoco era una marimba, aunque se parecía bastante. Era
eléctrico y producía un sonido suave y agradable a la par que
elegante. Satchmo plantó el cachivache delante del personal y…
con voz firme desafió, muy posiblemente de esta manera, a sus
empleados: “¿Quién se atreve a tocarlo?” De pronto, un joven
con cara de despistado que tocaba la batería, el piano y usaba
su voz en la orquesta (pocos saben que de pequeño Hamp solía
caminar sin abrigo para intentar “pescar” un resfriado y así
tener una voz ronca y profunda como su ídolo Satchmo), saltó
como un resorte para ofrecerse. Mirándolo bien, el
ofrecimiento podría parecer más que atrevido. Si metía la pata
delante de sus colegas, las bromas resultantes serían míticas,
y teniendo en cuenta que lo más semejante que había visto al
vibráfono era una mesa camilla, sería muy probable que la
pifiara. Por menos, a otros les había “caído” un cruel mote
que les perseguía de por vida, sin contar con la mofa y la
befa nivel semidiós que tenían que aguantar. Con todos estos
miedos y con la atención de todos sus compañeros al máximo, el
jovenzuelo tomó los macillos y tocó. La melodía que salió de
semejante situación fue “Chinese Chopped Suey” y el mozalbete
que la ejecutó fue, ni más ni menos que, Lionel Hampton. Desde
entonces, Hampton fue incapaz de separarse del instrumento en
lo que le restaba de vida, como las lentejas y el pescado que
nos ponen nuestras madres, naciendo uno de los mejores
vibrafonistas jazz de todos los tiempos.
A
Armstrong
le
gustó
tanto
el
sonido
de
su
novedad
instrumental, que decidió grabarlo en estudio, motivo por el
que escribimos estas líneas. El 16 de octubre de 1930, en Los
Ángeles, se recogió lo que a la postre sería el primer solo de
vibráfono de la historia del jazz, un acontecimiento que abrió
las puertas de esta música al extraño instrumento. El tema
escogido fue “Memories Of You”. Hampton, para la ocasión, hace
una escueta introducción de unos escasos 40 segundos. Nunca
antes un hito tan eterno del jazz fue tan breve. A partir de
este momento, la carrera de “Mad Lionel”, como apodaban a
Hampton, fue in crescendo: Armstrong, Goodman, además de una
carrera en solitario insuperable. Hamp no fue el primero en
usar el vibrafono en el mundo del jazz, pero sí fue el que le
dio la dimensión protagonista que se merecía. Os dejamos la
pieza en cuestión. ¡DISFRUTAD!
Doce años después, en 1942, otro solo, en otro lugar y con
otros músicos, cerraría el círculo. Esta vez Lionel era el
líder de la banda y el novato: un tal Illinois Jacquet, de 19
años… pero eso es otra historia.
© Juanma Castro Medina, 2015
Bobby Hutcherson: Enjoy the
View (Blue Note, 2014)
Si de fidelidad se trata, Bobby Hutcherson
es uno de los músicos más fieles de la
historia del jazz moderno. Es, lo que en
términos futbolísticos llamaríamos, un
one-club man Blue Note tiene el privilegio
de acoger en sus filas al magnífico
vibrafonista angelino, aunque este
matrimonio se rompió a finales de los 70 e
inicios de los 80. En 2014 se cierra el ciclo que se inició
allá por el 61 con el disco de Jackie McLean One Step Beyond,
y tras más de tres décadas sin figurar en el catálogo del
sello de la nota azul, nos llega la conciliación en forma de
álbum, titulado Enjoy The View, junto al saxofonista David
Sanborn, al polifacético Joey DeFrancesco y al baterista Billy
Hart.
Y es que a Hutcherson, le ha tocado exponer los parabienes de
su instrumento a lo largo de unas décadas “conflictivas”
cuanto menos, donde el Free Jazz, la New Thing, la Fusión… las
vanguardias en general, han campado a sus anchas. En la
bibliografía que existe sobre Bobby Hutcherson, se suele decir
de él y de su sonido que son un híbrido entre el swing de
Lionel Hampton y el bop de Milt Jackson, y no les falta razón,
aunque en los últimos años ha recalado en el cajón de sastre
del post-bop. En cuanto a producción discográfica se refiere,
me quedaría con tres de sus placas: Dialogue y Components de
1965 y San Francisco, junto al gran Harold Land (con el que
formó un quinteto), de 1970, además del oro molido que suponen
todas sus grabaciones con Tete Montoliu, con el que se
entendía a las mil maravillas.
Pero… ¿Qué encontraremos en el nuevo trabajo de Hutcherson?
Influencias Soul, mucho Hard Bop e incluso jazz modal por
doquier. Un disco sin estridencias, con mucho swing y en el
que sus componentes están en estado de gracia, liderados, sin
destacar en exceso y casi desde bambalinas, por un Hutcherson
que está en plena forma. Los puntos fuertes de este álbum: el
gran empaste y la buena combinación que hacen el órgano
Hammond B-3 de DeFrancesco y el sonido del vibráfono; la
vuelta del vibrafonista a su discográfica; el “alucine”,
permítanme la expresión, de David Sanborn en forma de gritos y
exclamaciones de fervor y disfrute, cuando sus compañeros
realizan solos. No tienen desperdicio.
Sin más, welcome to home, Mr. Hutcherson.
© Juanma Castro Medina, 2015
P.D.: ¿Por qué casi todos los apellidos de vibrafonistas
acaban en “on”?
Bobby Hutcherson: Enjoy the View
Músicos:
Bobby Hutcherson (vibráfono); David Sanborn
(saxofón); Joey DeFrancesco (trompeta y órgano); Billy Hart
(batería).
Composiciones: “Delia”; “Don Is”; “Hey Harold”; “Little
Flower”; “Montara”; “Teddy”; “You”.
Grabado y mezclado
Overdubs de trompeta
Studio, Mississauga,
Tarzana, CA .
Masterizado en Bernie
Publicado en 2014 por
en Ocean Way Studios, Hollywood, CA.
en “Hey Harold” grabado en Metal Works
Ontario, Canada. Mezclado en Studio F.
Grundman Mastering, Hollywood, CA.
Blue Note Records.
Lionel
Hampton
/
Milt
Buckner: Alive & Jumping
(MPS. 1977 -orig-, 2014 reed.digital)
El vibrafonista Lionel Hampton graba
conjuntamente este disco en directo con el
organista Milt Buckner en el año 1977 poco
antes de su fallecimiento.
El considerado primer vibrafonista del jazz, Lionel Hampton,
muestra sus mejores dotes en este disco grabado en la ciudad
alemana de Villingen en el año 1977 junto al organista Milt
Buckner en un alarde de swing sin freno y mainstream jazz,
plasmado principalmente en el tema “Hamp’s Boogie Woogie”
compuesto al limón entre ambos protagonistas. No menos
swingueante y funky es la composición de Donald Byrd “Funky
Mama”, “How High the Moon”, “The Birth of the Blues / Old Man
River” o la obertura “Avalon” donde se reparten el
protagonismo Lionel Hampton, el trompetista Cat Anderson con
Milt Buckner en un destacado segundo plano. El quinto corte,
“I’m Confessin”, es para lucimiento de Lionel Hampton como
cantante y “Midnight Sun” es una pieza tranquila de impactante
feeling.
Cierra el disco “Flying Home” cuya firma corre a cargo de
Lionel Hampton y muestra una vez más las características
inherentes a éste artista y su amor por el swing desenfrenado.
© Enrique Farelo, 2014
Lionel Hampton / Milt Buckner: Alive & Jumping (MPS. 1977 orig-, 2014 -reed.digital)
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