Los Centros de Internamiento de Extranjeros

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“Los Centros de Internamiento para extranjeros”
Un anacronismo en la sociedad actual
Silvia Martínez Ruiz
Tutora: Marina R. Marinas Sánchez
“Los Centros de Internamiento para Extranjeros”
Un anacronismo en la sociedad actual
Resumen:
Los Centros de internamiento de Extranjeros (CIE’s) se crean para
retener en ellos a los extranjeros que han emigrado de manera ilegal a España
y que, por tanto, deben de ser expulsados a sus países de origen. Esto es lo
que dicen las leyes españolas. Sin embargo, lo que la realidad revela, como se
expondrá a lo largo de este trabajo, es muy diferente.
He demostrado, con las herramientas de las Instituciones Totales que
Erving Goffman desarrolla, que los CIE’s están más cerca de ser cárceles que
centros de alojamiento temporal. Se respetan poco, cuando no se conculcan
abiertamente, los derechos fundamentales que en todo momento se deberían
garantizar a los internos. El origen del problema radica en el hecho de que su
gestión depende del Ministerio del Interior y del Cuerpo Nacional de Policía.
Por analogía con la naturaleza de la disciplina que les es propia, lo que
plantearé en el presente trabajo es que esta gestión sea realizada por los
trabajadores sociales. De esta forma será mucho menos doloroso para los
internos, sujetos al el imperativo de la ley, su expulsión sin paliativos del país.
Palabras clave: Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE),
Internos, Derechos, Institución Total, Trabajo Social.
2
Abstract
The detention centers for foreigners (CIE’s) have been created to detain
the foreigners who have migrated illegally to Spain, and therefore they should
be deported to their origin countries. This is what the Spanish laws say.
However, what the reality shows, as discussed throughout this work is very
different.
I have shown, using the tools of Total Institutions that Erving Goffman
develops, that the “CIE’s” are closer to be a prison, than to be a temporary
accommodation centers. They have little respect, if not openly violate, the
fundamental rights that all the time should be ensured for them. The origin of
the problem lies in the fact that the management is under the Ministry of Interior
and National Police.
By analogy with the nature of the discipline all their own, what I’m going
to raise in this paper is that this management should be carried out by social
workers. This will make it less painful for the internals, subject to the
requirement of the law, in their unmitigated expulsion of the country.
Key words: Detention centers for foreigners, Internals, Rights, Total
institution, Social work.
3
Agradecimientos
El presente trabajo es fruto de una experiencia inolvidable en el centro
de prácticas, CAT “el parque” San Blas. Gracias a mis supervisores,
compañeros y amigos que allí trabajan, tuve la gratificante oportunidad de
descubrir el mundo que concierne al trabajo social con inmigrantes. A todos
ellos, por ofrecerme la oportunidad de aprender y abrirme las puertas hacia
este trabajo, gracias por vuestro apoyo.
A mi pareja, David, por confiar en mí cuando yo no la hacía. A Marta y
Elena porque a pesar de estar lejos, siempre las he sentido cerca.
A mis padres agradecerles su disposición constante, detrás del
ordenador, cuando kilómetros de distancia hacían complicada la comunicación
y el estrés me podía. Por supuesto, a mis primos Álvaro y Roxana, gracias por
enseñarme, de nuevo y un poco más cada día, que todo al final llega y que el
conocimiento y tus posibilidades nunca dejan de crecer. Sois para mí, todo un
ejemplo a seguir.
A Marina, por recorrer este camino conmigo y creer en mí desde el
principio. Nuestras conversaciones, correos y discusiones, me han reforzado
para poner mi cabeza en orden, cuando hacía de esto un imposible.
Pero, sin lugar a dudas, este trabajo está dedicado a aquellas personas
que por diversos motivos deciden abandonar su país y embarcarse en una
aventura que, a veces, se les vuelve insufrible.
Madrid, 23 de Julio 2012
Silvia Martínez Ruiz
4
ÍNDICE
1. Introducción……………………………………………………………………..... 6
2. Metodología………………………………………………………………………. 9
3. Los Centros de Internamiento como Instituciones Totales del S.XXI………13
3.1 Legalidad, finalidad de los CIE’s y su estructura burocrática………16
3.2
La
vida
dentro
de
los
Centros
de
Internamiento
para
Extranjeros……………………………………………………………………………19
3.2.1 Instalaciones de los CIE’s…………………………………… 20
3.2.2 Servicios Asistenciales ofrecidos en los CIE’s……………. 21
3.2.3 Comunicación con el mundo exterior……………………… 22
3.3. Supervisores versus internos………………………………………… 23
4. La figura del trabajador social dentro de la gestión integral de los Centros de
Internamiento………………………………………………………………………... 27
5. Conclusiones…………………………………………………………………..… 32
6. Referencias………………………………………………………………………. 35
7. Anexos……………………………………………………………………………. 40
5
1. INTRODUCCIÓN:
La existencia de los Centros de Internamientos para Extranjeros (CIEs)
es una realidad que pasa desapercibida ante los ojos de la mayoría de los
españoles. Son nueve los centros que existen en el territorio español y miles
los inmigrantes que a lo largo de los años han recorrido y recorren sus pasillos.
Durante mis prácticas en el Centro de Acogida Temporal (CAT) de San
Blas para Cruz Roja, tuve la oportunidad de trabajar con el colectivo inmigrante.
Personas que por diversos motivos deciden abandonar su país en busca de
una vida mejor en el país de acogida.
Muchos de los extranjeros que residían en el CAT de San Blas habían
estado encerrados tras los opacos muros de los CIEs distribuidos por el
territorio Español, a la espera de ser deportados por haber cometido la falta
administrativa de no contar con el permiso de residencia. Las historias que
narraban sobre su paso por los CIEs suscitaron mi interés y me llevaron a
buscar más información, a través de otras fuentes, sobre el funcionamiento
interno de estos centros. Lo que encontré fue un mundo de caos, narraciones
de vulneración de derechos fundamentales, denuncias, incongruencias y todo
un conjunto de problemas sociales, característicos de la inmigración irregular,
que, como trabajadora social, me sentí impelida a estudiar y dar a conocer.
Desde el punto de vista teórico, este trabajo estudia los CIEs con las
herramientas analíticas de las llamadas “instituciones totales” (Erving Goffman,
2009), cuyo desarrollo teórico data del Siglo XIX. Desde esta perspectiva,
defiendo que los CIEs no parecen ser las instituciones más adecuadas para la
gestión de la inmigración irregular en la actualidad por parte del Estado.
6
Las cuestiones que este proyecto fin de grado busca analizar son dos.
Por un lado, los motivos que explican el inadecuado encaje dentro del marco
jurídico actual de los centros de internamiento en un Estado democrático y de
derecho como el español, que busca proteger los derechos de los ciudadanos y
garantizar los derechos y libertades fundamentales. Por este motivo, sostengo
que no se debería permitir que dentro del ordenamiento jurídico estatal estén
regulados centros donde los principios fundamentales están siendo unas veces
vulnerados y, otras, obviados, debido a la falta de transparencia en la gestión y
funcionamiento de los CIEs. Desde el punto de vista teórico, esta opinión se
sustenta en que si bien los inmigrantes irregulares no disfrutan de los mismos
derechos y libertades que los ciudadanos españoles, tienen reconocidos por la
legislación nacional e internacional la protección de sus derechos y libertades
fundamentales.
La existencia de fenómenos como la xenofobia, el racismo y el derecho
de preferencia son algunas claves que permiten explicar la existencia de los
CIEs. Desde luego, la cobertura legal de los mismos en nuestra legislación
dificulta la adecuada protección de los derechos y libertades fundamentales de
los inmigrantes irregulares internos.
La segunda cuestión, relacionada con la antedicha, que el proyecto
pretende argumentar es que la gestión de los CIEs debería estar en manos de
los Trabajadores Sociales. Esta sería la mejor garantía para la protección de
los derechos y libertades fundamentales de los inmigrantes retenidos en los
centros.
Es interesante resaltar que los inmigrantes internos en los CIEs se
encuentran bajo tutela judicial. Es el juez, como órgano unipersonal del Estado
7
en la aplicación de la ley, quien se encarga de resolver el expediente
administrativo de expulsión. Sin embargo, resulta llamativo que la labor de
gestión y custodia de dichos centros está a cargo del cuerpo Nacional de
Policía, dependiente del Ministerio del Interior.
Desde la perspectiva del Trabajo Social y como objetivo específico del
presente trabajo, busco fundamentar la necesidad de que dicha labor de
gestión esté en manos de trabajadores sociales, a fin de evitar infringir las
leyes internacionales ratificadas por el Estado Español sobre la protección
universal de los derechos y libertades fundamentales de las personas (véase,
por ejemplo, el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales ratificado por el Estado Español y
recogido en el BOE número 243, de 10 de Octubre de 1979). De esta forma,
incorporo mi trabajo al debate candente sobre la utilidad de los CIEs y la que
entiendo su pregunta vertebral: además de Jueces de Tutela, ¿policías o
trabajadores sociales?
En consecuencia, intentaré plasmar la realidad en la que transcurre el
encierro de los inmigrantes que son alojados en estas instituciones, lo que me
permitirá defender la necesidad de que desde el trabajo social se articulen los
mecanismos necesarios para dar una solución definitiva y adecuada a los
problemas que los inmigrantes irregulares afrontan durante su estancia en los
CIEs.
8
2. MÉTODO:
Para presentar la metodología utilizada en este trabajo de fin de grado,
es necesario describir previamente y a grandes rasgos la estructura del mismo.
En primer lugar, he realizado una recogida de informes que diversas
Organizaciones No Gubernamentales como Pueblos Unidos, Ferrocarril
Clandestino, CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), SOS Racismo
y Cruz Roja Española, entre otras, han publicado sobre la dinámica de los
CIEs. Estos informes están recogidos en la bibliografía. A través de ellos he
estudiado su funcionamiento, así como las demandas y denuncias que tanto
los afectados como las ONGs han realizado. Conviene resaltar que en muchas
ocasiones las ONGs no han tenido acceso al interior de los CIEs. A través de
dichas fuentes secundarias, he intentada conocer aspectos tan fundamentales
como las condiciones en las que se encuentran los internos y el trato que
reciben por parte de los responsables de la gestión de los CIEs. De esta forma,
plantearé las causas que originan la ineficacia de estas instituciones y el control
social que ejercen sobre los internos.
En segundo lugar, como fuentes secundarias, he utilizado igualmente
noticias aparecidas en la prensa, que reflejan acontecimientos trágicos
sucedidos recientemente en los CIEs, así como los debates que estos sucesos
han suscitado sobre su gestión.
Como señalé más arriba, el autor clave para el desarrollo del marco
teórico del trabajo es Erving Goffman. En su libro Internados (2009), analiza el
funcionamiento de las instituciones totales. Esta contribución teórica es la pieza
fundamental que sustenta la argumentación de mi trabajo. Así, el trabajo
pretende responder a la pregunta ¿Son los CIE’s el paradigma contemporáneo
9
de la institución total? Haciendo referencia a las instituciones totales, tal y como
Goffman las categorizó, he pretendido resaltar aquellos aspectos de los
Centros de Internamiento para Inmigrantes que los convierten en Instituciones
Totales a la manera en que fueron descritas por Goffman.
Otras fuentes de análisis para la elaboración de mi trabajo han sido la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Asociación Española
para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH), dada su
transcendencia a la hora de hacer referencia a las denuncias proporcionadas
por los afectados, según las cuales sus derechos como personas han sido
conculcados por completo.
El marco legal en el que se ubica a los centros de internamiento para
extranjeros es ambiguo e inconsistente, dadas sus repetidas modificaciones, lo
que se añade a la inexistencia de un reglamento sobre el funcionamiento de los
mismos. He utilizado, asimismo, la vigente Ley de Extranjería, estando
regulada la materia de los Centros de Internamiento para Extranjeros en la Ley
Orgánica 4/2000 del 11 de Enero, así como la recopilación de información
sobre las modificaciones que se han producido sucesivamente.
DIFICULTADES:
Los
obstáculos
durante
la
recogida
de
información
han
sido
considerables. Ahora bien, los principales problemas provienen de la falta de
transparencia de los CIEs. La entrada en los Centros de Internamiento para
Extranjeros, no en vano, está de hecho restringida. Tanto es así, que las
ONG’s constituyen la única vía de aproximación.
10
Intenté sin respuesta favorable acceder mediante la Cruz Roja al centro
de internamiento de Aluche. La respuesta que dieron a mi solicitud de acceso
fue que la información de dichos centros es confidencial, siendo imposible el
acceso para personas no acreditadas por Cruz Roja. Me encontré por tanto,
ante una barrera que no he podido salvar. Profesionales como periodistas y
trabajadores de algunas Organizaciones No Gubernamentales tienen limitado
paso, y conmigo no hicieron excepción. Este fue uno de los motivos por los que
decidí realizar un análisis documental de datos secundarios, en su gran
mayoría mediante informes públicos. A través de ellos he accedido a
entrevistas abiertas en las que los internos exponen sus vivencias durante el
tiempo en el que permanecieron emplazados en el centro.
La exigua información gubernamental ha sido otro importante obstáculo.
Ésta es prácticamente inexistente, aspecto denunciado reiteradamente por
diversas Organizaciones No Gubernamentales.
Las redes sociales, caso de Facebook, me han permitido, en
contrapartida, ponerme en contacto con organizaciones que defienden los
derechos de los inmigrantes. Fue a través de un mensaje enviado al grupo
“CIE’s NO”, como obtuve la respuesta de Xavi Torregosa, encargado de
gestionar las TICs, (Tecnologías de la Información y Comunicación) en la
campaña de los “CIE’s NO” de Valencia. Xavi Torregosa me ofreció información
de carácter público y me proporcionó de un conocimiento general sobre lo que
sucedía en los CIE’s.
Dadas estas dificultades en el acceso a la información, mi trabajo no es
lo exhaustivo que en un principio me hubiera gustado que fuera. Pero tengo
que destacar que, pese a ello, el estudio de los CIEs como instituciones totales,
11
que a través de Goffman he realizado, me ha permitido desplegar una mirada
novedosa que espero pueda abrir una nueva vía provechosa y oportuna para el
estudio académico de los CIEs. En las próximas páginas presentaré mi
aportación en este sentido.
12
3. LOS CENTROS DE INTERNAMIENTO COMO INSTITUCIONES TOTALES
DEL S.XXI
Una institución total puede definirse como un lugar de
residencia y trabajo, donde un gran número de individuos en
igual situación, aislados de la sociedad por un período
apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina
diaria, administrada formalmente. (Goffman, 2009:15)
Así comienza Goffman la introducción de su libro Internados, donde
desarrolla el concepto de institución total. Aunque analiza varios tipos de
instituciones, me referiré únicamente a los espacios de reclusión involuntaria
(cárceles, campos de concentración o presidios) en correspondencia al que
constituye el objeto del presente trabajo. La función prioritaria que cumplen
estas organizaciones es, según Goffman, la de proteger a la sociedad, lo que
implica un apartamiento de quienes suponen una amenaza para ella.
Su funcionamiento está regido por un cuerpo de funcionarios a través del
cual se controla la gestión. Todo se estructura para cumplir con los objetivos de
la institución, al margen de cuáles sean las necesidades de los internos.
El autor distingue dos grupos que conviven dentro de estos
establecimientos, los internos y el personal supervisor que los custodia. Ambos
presentan características diferenciadas. Mientras que unos son despojados de
todo contacto con el mundo exterior y, por tanto, quedan sumidos en una rutina
forzosa, los otros mantienen su relación con el mundo exterior, de forma que su
vínculo con la institución es exclusivamente laboral.
Goffman dedica una gran parte de su libro a explicar cómo este tipo de
instituciones contribuye a la degradación de los internos.
13
Todo comienza con el ataque al yo del individuo. Por un lado el
internamiento en sí provoca la primera ofensiva mediante la pérdida de libertad
física, el aislamiento del mundo exterior, la pérdida de la intimidad personal, la
privación de sus pertenencias… y, por otro el asalto que toda una suerte de
factores externos, autoridades, compañeros de celda, sociedad…, cometerán
contra él.
Con esto el individuo pierde la imagen que tenía sobre sí mismo antes
de internar y su yo se mortifica. Comienza así, la inmersión en un mundo dónde
sus necesidades básicas serán violadas haciéndolo más vulnerable a la
usurpación de sus derechos por parte de las autoridades. La defensa ante
nuevos ataques se verá reducida y en lugar de su antiguo yo, se impondrá una
nueva rutina, trasunto de cultura de masas, que se ofrece como una matriz
normativa a disposición de la institución total.
Ahora, los encargados de controlar el funcionamiento de dichos lugares
impondrán al individuo una disciplina sin fisuras marcada por reglas, horarios, y
demás imposiciones, que incapacitarán al interno a la hora de tomar decisiones
de manera libre e individual. El autor cita en su estudio a D. McI. Johnson y N.
Dodds (Goffman, 2009:39), para aludir a la “contaminación física” que
caracteriza las condiciones de vida en las instituciones totales. La suciedad, el
deterioro de las instalaciones, los colchones roídos, la comida en mal estado,
los lavabos mugrientos, hace que estos recintos presenten un estado lastimoso
que incrementa el malestar y la degradación del interno. A la contaminación
física Goffman añade otro factor “cuando el agente de contaminación es otro
ser humano, se produce una contaminación suplementaria, por el contacto
14
interpersonal forzado y, en consecuencia, por una relación social forzada”.
(Goffman, 2009:41)
Estos factores de contaminación, física y suplementaria, ejercen en el
individuo un malestar que le lleva a la pérdida de su yo y por tanto a ser
vulnerable ante cualquier tipo de agresión. Goffman sostiene que al estar
ambos actores bien diferenciados, la institución puede ejercer a través de los
supervisores, una mayor autoridad sobre los internos, haciendo así que unos
tengan el control social sobre los otros.
La relación entre los argumentos de Goffman y el objeto de mi trabajo es
clara. Por un lado está lo que Goffman establece como pautas de
funcionamiento de las instituciones totales, anteriormente descritas, y, por otro,
está la ORDEN del 22 de febrero de 1999 sobre normas de funcionamiento y
régimen interior de los Centros de Internamiento de Extranjeros, que desarrolla
el artículo 26.2 de la Ley Orgánica 7/1985, de 1 Julio, sobre Derechos y
Libertades de los Extranjeros en España. Dicha orden expone en su artículo
1.1., su definición de los CIE’s como:
Los
Centros
de
Internamiento
de
Extranjeros
son
establecimientos públicos de carácter no penitenciario,
dependientes del Ministerio del Interior, para la detención y
custodia,
a
disposición
de
la
autoridad
judicial,
de
extranjeros sometidos a expediente de expulsión del
territorio nacional, por alguno de los motivos previstos en los
apartados a), c) o f) del artículo 26.1 de la Ley Orgánica
7/1985, de 1 de julio, sobre Derechos y Libertades de los
Extranjeros en España.
15
¿Por qué afirmo, pues, con el telón de fondo del estudio de Goffman,
que los Centros de Internamiento para Extranjeros son el paradigma
contemporáneo de las instituciones totales del S.XXI? Esto es, precisamente, lo
que a continuación me dispongo a fundamentar.
3.1. Legalidad, finalidad de los CIEs y su estructura burocrática.
“Finalmente, las diversas actividades obligatorias se integran en un solo
plan racional, concebido ex profeso para lograr los objetivos propios de la
institución”. (Goffman, 2009:22)
Como dije en la introducción, los centros de internamiento son
instituciones creadas con el objetivo de regular la inmigración irregular en
España. De modo que se presentan como centros de estancia temporal hasta
que se resuelven los expedientes abiertos de expulsión. Todo el régimen
interno de estos centros está en función del cumplimiento de dicho objetivo.
Los internos una vez incoado su expediente de expulsión son retenidos,
privándoles así de su libertad. Así, sin lugar a dudas, entre los factores que los
convierten en instituciones totales del siglo XXI, están sus objetivos, normas y
funcionamiento interno.
A pesar de ser la ley Orgánica 4/2000, y posteriores leyes del mismo
rango que la modifican, la que da soporte legal actualmente al Estado Español
sobre “los Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su integración
social”, el reglamento de régimen interior de los CIE’s no se ha desarrollado
todavía pese a las disposiciones legales que obligaban a ello. Así, el Real
16
Decreto Ley 557/2011 que en su titulo XIV, Capítulo VI, artículo 258.8
establece:
El régimen de internamiento de los extranjeros, con
consideración especial de sus derechos y obligaciones, y en
plena coherencia con lo dispuesto en la medida judicial que
determine su ingreso, se desarrollará conforme a lo que
establezca el Reglamento previsto en la disposición
adicional tercera de la ley orgánica 2/2009, de 11 de
diciembre.
A su vez esta disposición adicional tercera de la Ley Orgánica 2/2009,
dice: “El Gobierno, en el plazo de seis meses aprobará un Reglamento que
desarrollará el régimen de internamiento de los extranjeros”.
Sin embargo, hasta el momento ese reglamento todavía no se ha
elaborado, por lo que el que aún se aplica en este momento en los Centros de
Internamiento para Extranjeros es el publicado por la Orden ministerial de 22
de Febrero de 1999 (Véase, anexo I) y que desarrollaba un artículo de la ley
7/1985 actualmente ya derogada por disposiciones legales posteriores.
Esta última Orden ministerial, tal y como se puede observar en informes
de ONG’s y comunicados de la Defensora del Pueblo, no se cumple en la
literalidad de sus términos, ni en la mayoría de los casos ni en la mayoría de
las situaciones que pretende regular con el objetivo de proteger los derechos y
libertades de los inmigrantes internos en los CIE’s. (Véase, anexo II)
En este sentido se pronuncia la Comisión Española de Ayuda al
Refugiado (CEAR), en su informe de Diciembre 2009 “Situación de los centros
de internamiento para extranjeros en España”. Este informe, presenta una tabla
pormenorizada de aquellos derechos de los inmigrantes internos en los CIE’s
17
que consideran de máxima importancia y que están siendo conculcados.
(Véase, anexo III). Como ejemplo extremo de vulneración de derechos, CEAR
destaca las torturas a internos dentro de los CIEs, la ausencia de sistemas de
identificación de los policías, zonas grises en el sistema de video-control,
negativa a elaborar partes médicos de lesiones por parte del personal médico
del centro, imposibilidad de acceso directo del interno al juez o fiscal para
expresar quejas o denuncias, sistema de quejas y peticiones inexistente o
inadecuado,
celdas
de
aislamiento
que
incumplen
normas
de
uso,
comunicación y registro y ausencia de los datos obligatorios en la ficha que
permitirán al interno saber quién es su letrado o contactarle de forma
independiente. (CEAR, 2009:26)
La finalidad última de los CIEs es, la expulsión y deportación de los
inmigrantes sin permiso de residencia. Sin embargo, este objetivo está lejos de
alcanzarse, pues el número de deportaciones que se llevan a cabo con
respecto a las detenciones totales es insignificante. La causa obedece en parte
a la falta de seguimiento de los expedientes incoados por parte de las
autoridades que llevan la gestión de los mismos. Me remito aquí, como ejemplo
de lo que expongo, a un artículo publicado recientemente en el periódico El
País con fecha 17 de Abril 2012:
De las 13.241 personas sin papeles que fueron confinadas
en 2011 en alguno de los nueve Centros de Internamiento
de Extranjeros (CIE) que hay en España, solo 6.825 (el
51,5%) llegaron a ser finalmente expulsadas. Por lo tanto,
casi 6.500 fueron privadas de libertad sin que la repatriación
llegara a materializarse. Mónica Ceberio Belaza (2012, 17
Abril), La mitad de los extranjeros internos en los CIE en
18
2011 no fueron expulsados. [Recuperado 15 julio de 2012,
de
http://politica.elpais.com/politica/2012/04/17/actualidad/1334
663606_813893.html]
Ni siquiera las palabras de Goffman con las que comencé este apartado
son capaces de reflejar la inconsistente organización actual de los CIE’s
respecto a los objetivos establecidos en la legislación. Las importantes lagunas
reflejadas hacen pensar que los Centros de Internamiento están creados pura y
exclusivamente para cumplir con los objetivos represores de la institución total.
Además, resulta muy llamativo que pese a su ineficacia, instituciones como
estas sigan teniendo cabida dentro del marco jurídico de un país que, como el
nuestro, presume de ser una democracia avanzada dentro del contexto
europeo.
3.2 La vida dentro de los Centros de Internamiento para Extranjeros.
“En las instituciones totales se violan estos límites personales: se
traspasa el linde que el individuo ha trazado entre su ser y el medio ambiente, y
se profanan las encarnaciones del yo”. Goffman (2009:37)
Tal y como afirmé en el apartado metodológico, el acceso a los
Centros de Internamiento para realizar mi propio trabajo de campo ha sido
imposible, por eso las descripciones de las infraestructuras y las condiciones
de vida dentro de los CIEs, que más abajo expongo, es fruto de la utilización de
fuentes secundarias.
19
3.2.1 Instalaciones de los CIEs
Las condiciones en las que viven los internos dejan mucho que desear.
Varios de los nueve CIEs que existen en la actualidad están ubicados en lo que
antiguamente eran prisiones españolas, que apenas han sido reformadas. Los
CIEs, definidos como “centros de carácter no penitenciario”, presentan no
obstante formas carcelarias incluso en sus instalaciones.
El CIE como edificio, se encuentra físicamente circundado por muros,
con cámaras de seguridad y con constante vigilancia y gestión por parte de la
Policía Nacional, con rejas en puertas y ventanas de las habitaciones donde se
hacinan entre 6 y 8 internos cuando no hay saturación. Estas condiciones
hacen que los internos se encuentren privados de toda intimidad forzando la
convivencia entre personas de diferentes nacionalidades y provocando que
aparezcan conflictos entre ellos. Estos son aspectos centrales de las
instituciones totales que violan de forma flagrante los derechos humanos
reconocidos tanto por leyes internacionales (incluso a los prisioneros de guerra)
como por las legislaciones nacionales de las democracias avanzadas.
Las áreas de ocio en los CIE’s son escasas, por no decir insignificantes:
los internos cuentan con un patio, el cual rara vez tiene otro uso que no sea el
de respirar un poco de aire fresco. Asimismo, disponen de una sala común
donde pueden ver la televisión, quizás lo único que les permite salir de la rutina
diaria que marca su estancia en los centros.
Son
muchas
las
quejas
recogidas
por
Organizaciones
No
Gubernamentales en sus informes anuales que trasmiten las denuncias de los
internos. Un ejemplo representativo es el siguiente:
20
Ahí adentro vivimos tanta gente que parecemos gente
empaquetada, porque dormimos una encima de otra, no
hay espacio para dormir, no hay mesas para comer, no
hay cubiertos a veces para comer. [María, ecuatoriana,
detenida en noviembre de 2007] (Ferrocarril Clandestino,
Médicos Mundo Madrid y SOS Racismo Madrid, 2009:45)
3.2.2 Servicios Asistenciales ofrecidos en los CIEs.
Los servicios de asistencia sanitaria y asistencia social están
garantizados en los artículos 12 y 13 de la Orden de 22 de febrero de 1999. En
ellos se establece que los internos tendrán acceso a atención médica así como
traslado hospitalario en aquellos casos que sea indispensable. La atención
social será prestada por trabajadores sociales y Organizaciones No
Gubernamentales, según lo dispuesto en el artículo 6 de la misma Orden, sin
embargo se señala que será competencia del Ministerio del Interior proveer de
dicho servicio.
En contra de lo dispuesto en la ley, la realidad es muy diferente. La
atención médica no cuenta con el personal y equipo necesarios para la correcta
atención de los internos, así como zonas habilitadas dentro de los propios
centros donde poder recuperar a los mismos y llevar a cabo su tratamiento en
caso de necesidad.
Había una joven embarazada que sufría numerosas crisis
epilépticas y que sólo en tres ocasiones vino el SAMUR a
verla; otra chica embarazada de dos meses que comenzó
con una hemorragia y hasta que no pasó la mañana entera,
que empeoró su situación, no avisaron al SAMUR para
21
llevársela. Pasadas unas horas la trajeron devuelta como si
nada hubiera sucedido, cuando en realidad había tenido un
aborto y ya había perdido el niño […]. Otra joven bosnia
embarazada de seis meses que se quejaba de mucho dolor,
fue al médico y nos dijo que ni la miraron, que sólo la dieron
unas pastillas para calmarla. Salió a los 38 días de estar allí.
En todos los casos, las jóvenes eran sacadas al pasillo y el
SAMUR siempre las atendía allí, nunca tenía acceso al
interior. [Teresa, boliviana, detenida en enero de 2009].
(Ferrocarril Clandestino, Médicos Mundo Madrid y SOS
Racismo Madrid, 2009:121)
3.2.3 Comunicación con el mundo exterior.
En los centros de internamiento la relación con el mundo exterior es
limitada y censurada por el aparato supervisor del centro. El simple hecho de
estar internados conlleva la pérdida de la relación con el exterior. Pero incluso
cuando se intenta establecer la comunicación exterior a través del régimen de
visitas, la presencia de supervisores viola la intimidad personal dificultando la
correcta comunicación entre el interno y su interlocutor.
La violación del derecho a la intimidad personal y familiar es propia de
las instituciones totales, tal y como Goffman cita en su estudio al referirse a
Dendrickson y Tomas (Goffman, 2009:45) en alusión a un tipo de “exhibición
contaminadora” que se produce cuando un extraño está presente en una
“relación intima” mantenida por otras personas. Como ejemplos de exhibición
contaminadora en los Centros de Internamiento para Extranjeros (Véase,
anexo IV) cito los siguientes:
22
CIE Madrid: “Dos policías, a cada lado, pasean entre los puestos, manteniendo
control visual y auditivo” (CEAR, 2009:118)
CIE Valencia: “Nula. Hay que hablar a gritos y existen policías a ambos lados
del muro, detrás tanto de los internos como de las familias.” (CEAR, 2009:118).
3.3 Supervisores versus internos
“La escisión entre personal e internos es un grave problema para el
manejo burocrático de grandes conglomerados humanos, un segundo
problema concierne al trabajo.” (Goffman, 2009:25)
Hablaré aquí de otro punto importante sobre los Centros de
Internamiento para Extranjeros: la gestión de los mismos. Ya he mencionado
anteriormente el carácter perentorio que en un Estado de Derecho reviste la
eficacia institucional. Sin embargo, el debate que últimamente se ha abierto
sobre los Centros de Internamiento para Extranjeros, ha puesto de relieve
muchos claroscuros sobre su actual sistema de gestión.
Son varios los aspectos que revelan las deficiencias funcionales de los
CIE’s en el territorio español. El primero de ellos guarda relación con la propia
detención del sujeto, pues es el mismo grupo supervisor que detiene al
inmigrante en la calle, el que posteriormente gestiona su estancia en los
Centros de Internamiento. La falta administrativa de no contar con el permiso
de residencia no es objetivamente demostrable a primera vista. Las
motivaciones que impelen a los efectivos de la Policía Nacional a parar a un
extranjero y pedirle la documentación, básicamente, son sus rasgos raciales.
23
Sin embargo, sin calificar al cuerpo de Policía Nacional en su conjunto ni
prejuzgar si la detención se ha realizado siguiendo criterios étnicos, sí puedo
sostener que con las lagunas legales existentes, y con las directrices que los
mandos del cuerpo transmiten a los agentes, los inmigrantes son, el chivo
expiatorio de estas detenciones selectivas. Véase la Ley Orgánica 1/1992, de
21 de febrero, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana y su artículo 20.1
en el cual se concede a las autoridades en su función de protección la
posibilidad de realizar una detención de cualquier tipo para solicitar la
documentación que fuera necesaria:
Los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán
requerir, en el ejercicio de sus funciones de indagación o
prevención, la identificación de las personas y realizar las
comprobaciones pertinentes en la vía pública o en el lugar
donde se hubiere hecho el requerimiento, siempre que el
conocimiento de la identidad de las personas requeridas
fuere necesario para el ejercicio de las funciones de
protección de la seguridad que a los agentes encomiendan
la presente Ley y la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad.
Además de la casuística previamente descrita, otra problemática dada
en los Centros de Internamiento de Extranjeros es la mala praxis por parte de
los supervisores. Refiero aquí, casos que relatan el trato degradante ofrecido a
los internos y la existencia de espacios en los CIE’s donde los abusos son
recurrentes. Para los internos, “celda de castigo”, para los supervisores
“habitaciones anti-vandálicas”.
24
“Mal, te tratan como si fueses un preso, dan órdenes como si estuviéramos
privados de libertad y no como si estuviéramos en mitad de un trámite de expulsión
“levántate”, “ven”, “cállate la boca”, “ponte ahí”; como si fueras un prisionero
militar”. El trato es así con todos los internos, se vulneran en este sentido los
Derechos Humanos. Además se escuchan amenazas por el megáfono por la
noche”. (Argentina – CIE Madrid). (CEAR, 2009:132)
“Mal. Algunos te pegan, pero todos los policías se tapan y son cómplices. A mi
me han encerrado en la celda de castigo por pedir ver al médico… no me
hacían caso, tenía la pierna infectada y acabé seis días ingresado en el
hospital. Por a dos personas una con un labio partido y la otra con un tremendo
chichón en el cabeza. El día 10 u 11 de Agosto pasó en la habitación 12; el poli
era calvo con perilla y con ojos claros, junto a una policía mujer…”. (Argelia –
CIE Valencia) (CEAR, 2009:132)
Mientras, unos, privados de la libertad y forzados a una situación de
desamparo, están a la espera de que se decida su destino. Los otros, estables
y relacionados con el exterior, tienen en sus manos el poder de decisión sobre
los internos. Esta posición desigual genera una grave escisión entre policías e
internos que dificulta la correcta gestión del CIE y agudiza la mala relación
entre ambos colectivos.
El número de internos supera con creces al de los supervisores, lo que
genera un exceso de trabajo en los funcionarios y, complica, en gran medida,
las labores que les son encomendadas. Todo ello ocasiona a los funcionarios
un estrés adicional que, sumado a la falta de motivación para trabajar en los
CIE’s, crispa más la situación.
“No estudias para policía para estar en un sitio como éste” (Madrid)
(CEAR, 2009:121)
25
“Cuando llegué me sentó fatal. Luego lo vas aceptando y esperas a que
te llegue el traslado….” (Madrid) (CEAR, 2009:121)
La raíz del problema no siempre radica en la xenofobia, el racismo o la
praxis inadecuada. No hay que olvidar, en este sentido, lo pernicioso que
resulta forzar relaciones interpersonales entre colectivos completamente
diferentes en un marco institucional cerrado que, a su vez, no ofrece un buen
uso del espacio y del ambiente en general. Esta situación provoca
inevitablemente a su vez conflictos y tensiones entre ambos grupos y también
dentro de los mismos.
26
4. LA FIGURA DEL TRABAJADOR SOCIAL DENTRO DE LA
GESTIÓN INTEGRAL DE LOS CENTROS DE INTERNAMIENTO.
Una vez estudiados los CIE’s con las herramientas analíticas de la
Institución Total de Goffman y descrita su gestión cotidiana por parte de la
Policía Nacional, me reafirmo cada vez más en la necesidad de que estos
centros estén supervisados, en lo que a la intervención con los internos se
refiere, por una plantilla multidisciplinar de profesionales (psicólogos/as,
mediadores/as,
policías,
médicos,
enfermeros/as
y
por
supuesto
trabajadores/as sociales). De este modo, se lograría dar entre todos/as una
respuesta adecuada, definitiva y efectiva, a la problemática de los internos,
cumpliendo con las leyes internacionales de Derechos Humanos así como las
propias del Estado Español.
En estos momentos las estructura de gestión y funcionamiento están en
un oscurantismo total, por lo que me ha sido imposible conseguir información
fidedigna. Desde el punto de vista del trabajo social y utilizando las
herramientas del trabajo social con inmigrantes, analizaré y propondré una
forma de gestión/intervención para este colectivo. Previamente describiré
algunas de sus características.
La inmigración es una realidad que cada día se extiende más. Los flujos
migratorios de países africanos, Europa del Este, Sudamérica y algunas partes
de Asia se incrementan al mismo ritmo que lo hacen las carencias en sus
países de origen. Es por ello, que los países de acogida reciben cantidades de
inmigrantes que llegado el caso pueden encontrarse en graves situaciones de
exclusión social.
27
Por otro lado, el propio proyecto migratorio implica en muchas ocasiones
una pérdida ambigua para aquellos que deciden abandonar su país. En
ocasiones dicha pérdida se hace insoportable. Tal y como afirma Celia Jaes
Falicov (2001/2002) en su artículo “la migración, pérdida ambigua y rituales”
(Recuperado
en
http://www.redsistemica.com.ar/migracion2.htm),
surgen
situaciones en el proyecto migratorio que dificultan afrontar la propia pérdida
ambigua que este supone. La autora define las siguientes situaciones dentro de
su estudio; migraciones forzadas, coaccionadas o sin preparación adecuada,
pasajes traumáticos (durante el proyecto migratorio, tales como abuso sexual,
mal trato…), polarizaciones en la familia, separaciones y reuniones
(separaciones dentro del núcleo familiar), y la inevitable aparición de las
transiciones del Ciclo de Vida (pérdida ambigua que provoca una nueva
pérdida). Otra de las realidades observadas en la población inmigrante, es
aquella relacionada con el retorno, el miedo a defraudar a los suyos, la
readaptación a su país de origen (sobre todo en los casos donde el proyecto
migratorio ha sido de larga duración) y la decepción con ellos mismos por una
meta no alcanzada.
Además de lo anterior, los inmigrantes retenidos en los Centros de
Internamiento para Extranjeros están en contra de su repatriación, por lo que
no tienen tiempo de afrontar lo que va a suponer dicho retorno en sus vidas y
preparase para ello.
Asumiendo la compleja situación de los internos en los CIE’s, propongo
que la labor del trabajador/a social en los centros debería ir enfocada a un
doble modelo de intervención y gestión distinguiendo entre los inmigrantes que
28
serán deportados y los inmigrantes que no lo serán, y por tanto, volverán a la
sociedad de acogida.
Hay varios aspectos clave a tener en cuenta en la implantación de este
nuevo modelo. Por un lado, a su llegada a los CIE’s los internos desconocen la
resolución final de su expediente de expulsión. Además, en segundo término,
las circunstancias personales de cada individuo convierten su caso en único
dentro del CIE. El nuevo modelo de intervención y gestión que propongo busca
establecer una serie de aspectos comunes que podrán trabajarse dentro de los
Centros de Internamiento para Extranjeros.
Es primordial que al comienzo de su estancia en los centros se notifique
a los internos los derechos que tienen. El derecho a un abogado, a recibir
visitas, condiciones de higiene digna, asistencia médica y social, a la presencia
de un intérprete, a exponer sus quejas (tanto de manera escrita como verbal), a
la notificación sobre su expediente de expulsión y todos aquellos derechos que
como persona le están reconocidos internacionalmente.
El/la trabajador/a social proveerá al interno de aquellos recursos que
sean accesibles en el mismo CIE. Será necesario que se elabore una lista de
objetos que puedan ser recibidos de parte de sus familiares, evitando así que
se confisquen efectos personales. También sería deseable, la entrega de un kit
de higiene que les permita tener un aseo personal digno.
La comunicación con las familias es uno de los principales aspectos en
el que se debe de centrar el trabajo social con inmigrantes en los CIEs. Las
familias deberán de ser notificadas en todo momento de las circunstancias en
las que se encuentra el interno. En este punto es importante centrar el trabajo
social en la posible pérdida, a fin de que si finalmente se lleva a cabo la
29
deportación, el proceso de duelo haya sido previamente planteado a la familia.
Este punto es muy importante por varios motivos. En aquellos casos en los que
el interno tenga familia, la separación que produce la retención puede afectar
gravemente a aspectos psicológicos, aumentando su desesperación, ansiedad
e indefensión, tanto para la familia como para el interno. Será necesario cuidar
de la relación entre los familiares, dado que dicho cambio puede afectar a la
estructura familiar, tanto si el inmigrante es deportado, como si no lo es.
Desde el trabajo social, se deberá realizar un seguimiento exhaustivo de
los expedientes de expulsión para de esta manera tener informados al interno y
su familia, de forma más asidua, sobre cualquier tipo de cambio que les pueda
afectar. Así, ante posibles modificaciones o informaciones de relevancia, se
dispondrá de tiempo para reaccionar ante las nuevas situaciones que se
pudieran dar. Por ejemplo, traslado de centro, resolución definitiva de
expulsión, comparecencia ante el juez, tramitación de documentos…, etc.
En aquellos casos en los que el expediente de expulsión ha sido
valorado favorablemente para la deportación, el trabajador social deberá actuar
en dos frentes, con el interno y con la familia.
Mediante el trabajo con el interno se intentará favorecer la aceptación
por parte de este de su retorno al país de origen y todo lo que conlleva. El
miedo al regreso, la propia decepción y la de su familia y el sueño incumplido
de rehacer su vida en otro país.
Con la familia, se trabajará el duelo por la pérdida física que supone la
deportación de su familiar, intentando realizar un seguimiento posterior para
poder evitar las consecuencias de un duelo mal elaborado. Para ello, será
30
necesario trabajar la despedida, permitiendo que la familia realice los rituales
necesarios para afrontarlo.
En los casos en los que el expediente de expulsión sea valorado
negativamente para la deportación se preparará la salida del interno,
intentando evitar que este se quede en situación de desamparo. Se deberá, a
través del contacto con organizaciones sociales especializadas, proveerle de
los recursos necesarios para su integración en la sociedad de acogida.
Por último, en aquellos casos excepcionales, donde no estuviera
suficientemente justificada la detención y el internamiento. El/la trabajador/a
social deberá proveer de la información necesaria y, en su caso ayudar en los
trámites necesarios para comenzar el procedimiento de “habeas corpus” al que
toda persona tiene derecho según el ordenamiento jurídico internacional
vigente (Veasé, el Artículo 17.4 de la Constitución Española). Intentando que
no se repitan los casos sucedidos el año 2011, recogidos en el informe de
Pueblos Unidos dónde se denuncian casos en situaciones de vulnerabilidad
extrema (mujeres embarazadas, menores de edad, enfermos físicos y
mentales, víctimas de malos tratos…, etc). Casos que nunca deberían haber
llegado a internamiento en estos centros
31
5. CONCLUSIONES:
Como conclusión primera de mi trabajo, y en respuesta a la pregunta
que me hacía al comienzo: ¿Son los CIE’s el paradigma contemporáneo de la
institución total?, la información proporcionada me ayuda a confirmar que los
Centros de Internamiento para Extranjeros cumplen todos los requisitos
para ser considerados instituciones totales en el siglo XXI. Elementos
clave de su estructura y funcionamiento causan indefensión y dolor a los
inmigrantes recluidos en ellos, mientras que no tienen ningún efecto en la
sociedad que dichos centros pretenden proteger. He mostrado a lo largo de mi
trabajo, mediante diversas fuentes secundarias, que las actuales condiciones
de los CIE’s vulneran derechos básicos de los internos y no permiten satisfacer
sus necesidades más esenciales.
El marco legal en el que se establecen y desarrollan los centros presenta
una confusión de primer orden, pues ni los propios Jueces encargados del
internamiento de inmigrantes ni los policías encargados de la gestión de los
centros, tienen claro en muchas ocasiones, sus competencias y funciones
respecto a los centros. Desde luego los CIE’s son un ejemplo palmario de
una incongruencia legal, que no se corresponde a un Estado Democrático
de Derecho basado en la defensa y promoción de los derechos humanos.
Es necesaria y urgente una normativa adecuada que reforme la vigente Ley de
Extranjería, y que pueda, a su vez, clarificar las condiciones de los CIE’s, su
funcionamiento interno y su estructura.
La existencia de los centros de internamiento no puede entenderse
sin la existencia de los fenómenos de xenofobia y racismo que se han ido
desarrollando en la sociedad española. Una parte de la sociedad piensa que
32
amedrentando a los extranjeros a través de controles policiales, coacciones y
órdenes de expulsión lograremos erradicar la inmigración, que es percibida
como un problema. Sin embargo, no somos conscientes, de que el proyecto
migratorio no se frena en el país de acogida, sino en el país de origen que, en
ocasiones, es el que les fuerza a emigrar.
La indiferencia que mostramos ante el coste para el presupuesto público
que suponen los CIE’s y las deportaciones que se realizan, dejan claras las
preferencias de una parte de la sociedad española, en un contexto, además de
graves ajustes presupuestarios. Por decirlo en breve: preferimos gastar el
dinero en deportar a un inmigrante que en hacer frente a una crisis que
está dejando sin trabajo a millones de personas desde que comenzó hace
cinco años. Es imprescindible que nos replanteemos de nuevo nuestras
necesidades como sociedad, indistintamente de que esté creciendo firmemente
la reivindicación del derecho de preferencia.
Si bien es cierto que todos los países utilizan centros para la deportación
de inmigrantes en situación irregular, en España los CIE’s no cumplen con
los criterios de gestión y organización básicos para alcanzar, de forma
ordenada, este objetivo. No se cumple, entre otras cosas, por la falta de
preparación del personal a cargo de la gestión de la institución, el cual está
única y exclusivamente preparado para llevar a cabo la seguridad interna y
externa de los mismos.
Por último, al debate actual que los Centros de Internamiento para
Extranjeros están generando sobre su gestión, añado que no podemos seguir
permitiendo que organismos de represión realicen el trabajo que le
corresponde efectuar a organismos que defienden, ante todo, los
33
derechos de las personas. Por ello, apoyo en mi trabajo el papel fundamental
de los/las trabajadores/as sociales en el nuevo modelo de gestión y
organización de los CIE’s.
Me gustaría finalizar con una frase del intelectual francés Albert Camus
que presenta bien la esencia de mi trabajo de investigación:
"Pero sabiendo que la tiranía totalitaria no se
construye con los meritos de los totalitarios,
sino sobre los errores de los liberales.”
Camus, Albert, 1984 (Moral y política)
34
6. REFERENCIAS:
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Funcionamiento y Régimen Interior de los Centros de Estancia Controlada de
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España y su integración social, tras su reforma por Ley Orgánica 2/2009 (20 de
abril de 2011). En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (30 de abril de
2011) nº 103. Pp. 43821 a 44006.
39
ANEXO I: ORDEN de 22 de Febrero de 1999 sobre normas de
funcionamiento y régimen interior de los Centros De Internamiento de
Extranjeros
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
40
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
41
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
42
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
43
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
44
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
45
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
46
En el Boletín Oficial del Estado. Madrid, (Miércoles 24 de febrero de 1999)
nº47. Pp. 7681-7688
47
ANEXO II: Noticia publicada en El País: “La defensora del pueblo pide
mejorar los Centros de Internamiento”
INMIGRACIÓN
La Defensora del Pueblo pide mejorar
los centros de internamiento

Cava de Llano pide sustituir a los policías que custodian los centros por trabajadores
sociales

La juez investiga la muerte de un guineano en el CIE de Barcelona
EL PAÍS / AGENCIAS 26 ENE 2012 - 11:36 CET
Archivado en: Centros internamiento Defensor Pueblo Expulsión inmigrantes Ley extranjería
Inmigrantes Legislación española Inmigración Inmigración irregular Policía Política
migración Fuerzas seguridad Migración Administración pública España Política Demografía
Legislación Sociedad Justicia
La defensora del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, en el Foro de la Nueva Sociedad. / ÁNGEL DÍAZ (EFE)
La Defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, ha propuesto la
sustitución de la policía que custodia a los inmigrantes en los Centros de
Internamiento de Extranjeros (CIE) por trabajadores sociales para mejorar sus
48
garantías ya que los internos no han cometido ningún delito, sino una falta
administrativa.
Cava de Llano ha criticado la situación sanitaria de los centros, que, según dice,
"deja mucho que desear", con carencias como la falta de asistencia durante los
fines de semana o la inexistencia de un registro de solicitantes de atención, así
como problemas de "sobreocupación".
“No hablo tanto del cierre de los CIE. Todos los países tienen centros de
internamiento para los extranjeros pendientes de expulsión pero este debe estar
controlado y tener unas condiciones sanitarias buenas", ha explicado la Defensora
en el Foro de la Nueva Sociedad, celebrado esta mañana.
La Defensora ha denunciado, además, la falta de cámaras de vigilancia en algunos
puntos de los CIE, para evitar casos como el del centro de la Zona Franca de
Barcelona, donde hay espacios exentos de este control, y cuando se han
encontrado con una denuncia de malos tratos no han podido comprobarlo porque
el lugar donde supuestamente se había producido no tenía videovigilancia. Por
esto, la Defensora ha recalcado que debe haber cámaras de vigilancia "en todas
partes para saber lo que está pasando".
Desde diciembre pasado, dos inmigrantes han fallecido en centros de
internamiento para extranjeros. El juzgado 38 de Madrid investiga la muerte
de Samba Martine, en el centro de Aluche por si los hechos pudieran constituir un
delito de negligencia médica. En tanto que Ibrahim Sissé, un joven guineano de 21
falleció de muerte súbita en el CIE de la Zona Franca de Barcelona el pasado 5 de
enero. Su muerte ha generado protestas y ha puesto en evidencia las carencias de
estos centros.
Las condiciones de vida en los centros son difíciles de evaluar. Los internos no
están detenidos, pero tampoco son libres. Están en un limbo. Han cometido una
infracción administrativa —vulnerar la Ley de Extranjería—, pero no un delito. La
Defensora ha señalado que este es uno de los asuntos que tradicionalmente
preocupa a la institución y ha afirmado que seguirá siendo "muy crítica" con los
CIE mientras la orden ministerial de 1999 por la que aún se rigen no sea sustituida
por un reglamento o una ley que establezca garantías.
Agencias, El País 26 de Enero del 2012 [Recuperado el 24 de julio de 2012 en
http://politica.elpais.com/politica/2012/01/25/actualidad/1327493916_219662.ht
ml
49
ANEXO III: Tabla sobre la vulneración de derechos básicos en los
diferentes centros de internamiento (CEAR, 2009)
Comisión Española de Ayuda al Refugiado, Informe; Situación de los
Centros de Internamiento para Extranjeros en España, 2009. P.26
50
ANEXO IV: Tabla sobre “la observación del funcionamiento de la zona de
visitas
por
Centro”
(CEAR,
2009:118/119)
Comisión Española de Ayuda al Refugiado, Informe; Situación de los Centros
de Internamiento para Extranjeros en España, 2009. Pp. 118-119
51
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