Consecuencias del pecado “Con el sudor de tu rostro comerás el pan” Gn 3,19 Oración “Con el sudor de tu rostro comerás el pan” Gn 3,19 Ambientación Un tronco, unas tinajas rotas, una cuerda rota, piedras, flores y ramas, pedazos de cascotes… Canto al Espíritu Monición El Señor Jesús nos acoge esta noche en su corazón magnánimo, dispuesto a acoger nuestros deseos de luz, de gracia, de perdón… Él sabe de nuestra fragilidad, de nuestros límites… Sabe de nuestra debilidad… Cada uno de nosotros puede decir con Pablo: “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Rm 7,19). Jesús está siempre… La espera cargada de amor gratuito es siempre su actitud. Él espera que nosotros volvamos a su amor, que dejemos en su corazón nuestra libertad quebradiza para que Él la fortalezca… Él ESTÁ para abrir nuestro corazón a la lectura de este misterio tan hondo que es la pérdida de la santidad original. Así nos dice la Iglesia: “La Escritura muestra las consecuencias dramáticas de [la] primera desobediencia. Adán y Eva pierden inmediatamente la gracia de la santidad original (cf. Rm 3,23). Tienen miedo del Dios (cf. Gn 3,9-10) de quien han concebido una falsa imagen, la de un Dios celoso de sus prerrogativas (cf. Gn 3,5)”. (Cat. Nº 399) “Esta situación dramática del mundo que "todo entero yace en poder del maligno" (1Jn 5,19), hace de la vida del hombre un combate: A través de toda la historia del hombre se extiende 1 Oración - 24/02/2011 una dura batalla contra los poderes de las tinieblas que, iniciada ya desde el origen del mundo, durará hasta el último día según dice el Señor. Inserto en esta lucha, el hombre debe combatir continuamente para adherirse al bien, y no sin grandes trabajos, con la ayuda de la gracia de Dios, es capaz de lograr la unidad en sí mismo (GS 37,2)”. (Cat. Nº 409) Pausa Señor Jesús, sabemos que nuestra vida toda es don, es gracia… que nada podemos por nosotros solos. Por eso venimos a pedirte que derrames sobre nosotros tu amor y tu gracia. Peticiones de gracia Joven Danos, Señor, la gracia de alimentar en nuestro corazón deseos de santidad, y de acoger la invitación de la Escritura: “Sed santos porque vuestro Padre Dios es santo”. Mantra: Joven Señor, concédenos la gracia de dejarnos liberar por ti de una falsa imagen de Dios, que nos aleja del Dios amor, que eres Tú, que sólo quieres nuestro bien y conformarnos a tu imagen. Mantra: Joven Señor, concédenos la gracia de crecer en tu amor y tu gracia que son infinitos, de confiar en tu poder que nunca falla, y de arraigarnos y cimentarnos en ti, que en tu cruz has salvado a la humanidad. Mantra: 2 Oración - 24/02/2011 Joven Danos, Señor, la gracia de no sucumbir al poder del mal, que tan fácilmente toma posesión de nuestro ser para dominarlo a su antojo y destruir en nosotros el deseo del bien. Mantra: Joven Señor, danos la gracia de no abandonar nunca la lucha contra el mal, y esperar de ti ser librados de la tentación. Mantra: Pausa orante Lectura del libro del Génesis (Gn 3,16-24) Consecuencias del pecado “Dios dijo a la mujer: - «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará». Al hombre le dijo: - «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás». El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella la madre de todos los vivientes. Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los vistió. Y dijo Dios: - «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre». 3 Oración - 24/02/2011 Y le echó Dios del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde habiá sido tomado. Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida”. Oración con la Palabra de Dios Te invito a pararte en algo que quizás pueda pasar desapercibido en este relato en el que se subrayan las consecuencias del pecado… Ordinariamente nos dejamos impactar por las palabras pronunciadas por Dios y dirigidas a la serpiente, a Eva y a Adán. Detrás de estas palabras intenta penetrar lo que hay en el corazón de Dios… Podemos correr el riesgo de dejarnos llevar por la imagen de un Dios impasible, que “no siente ni padece”… ¿Por qué no ver, detrás de sus palabras, el dolor del DIOS, CREADOR y PADRE, que contempla a su criatura rota? Ha venido a buscarla para compartir, como cada tarde, su diálogo de amistad, y no la ha encontrado como siempre en su jardín, testigo de aquellos paseos de “familia”… La ha encontrado, sí; pero ha necesitado llamarla, porque se había escondido, quiso ocultarse porque sus ojos contemplaron su propia realidad a través del prisma del pecado… y le entró miedo. Dios tiene ante sí a unas personas que han perdido la belleza, la lucidez, la genuinidad de una relación “familiar”… Han entrado en el juego de la auto- justificación: Ha sido ella… ha sido él. Ha empezado a desdibujarse la verdad, la limpieza de corazón, el amor… Aparece la mentira, la huída de responsabilidades… Y, frente a esto, el dolor de Dios, un Dios que corrige porque ama… Un dolor que es fruto del amor infinito de su corazón… Un dolor que respeta la libertad del hombre y asiste a las consecuencias de la ruptura de esta libertad, que afecta a todos los hombre, porque, por la “unidad del género humano”, todos están 4 Oración - 24/02/2011 implicados en el pecado de Adán, como estarán implicados en la justicia de Cristo”… A Dios le afecta el pecado de “nuestros primeros padres” porque afecta a la naturaleza humana… Un pecado transmitido por propagación a toda la humanidad, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales… La muerte hace su entrada en la historia del hombre… Dios, con dolor, echa del jardín a sus hijos y les cierra el camino del árbol de la vida... Pero en el corazón de Dios sigue latiendo fuerte el amor, y no los abandona “a su suerte”. Está cerrado el camino del árbol de la vida; pero sigue abierto en el corazón de Dios, porque Él es fiel a sus promesas… Y tanto ama al hombre que deja que el “CAMINO” de su corazón, su Hijo Jesús, llegada la plenitud de los tiempos, suba al árbol de la cruz y muera para devolver la “VIDA”… Así, el camino al árbol de la vida queda abierto, para el hombre, en el corazón de Dios. Adoración (silencio - 20 minutos) Canto Resonancias de la Palabra Joven: Salmo para pedir perdón Yo sé que me quieres, Señor, porque eres bueno, porque tienes un corazón sensible, perdóname; limpia mis bajos fondos de pecado, y de mis caídas continuas, levántame. Me siento pecador ante ti, que eres santo, mi pecado está agarrado a mí. ¡Cómo soy!: contra ti, contra ti sólo pequé y tus ojos han visto con pena mi corazón manchado. 5 Oración - 24/02/2011 Qué alegrón que eres Padre, y también justo y recto, y que juzgas sin chantajes ni partidismos. Lo siento; ya nací manchado por la culpa. Ya antes de nacer estuve envuelto en tinieblas. Tú me miras fijamente y amas lo profundo y limpio dentro de mí y me hablas suavemente como amigo en el silencio. Abrázame y tu amor me cambiará el corazón, sé mi amigo y caminaré hacia la cumbre. Devuélveme, que lo perdí, el gozo y la alegría, y toda mi vida salte en fiesta. Somos amigos: olvida el mal que hice, y ayúdame con tu amistad a renovarme. Que nazca en mí, como una fuente, un corazón puro, y una voluntad firme, Señor, fragua en mí. Quiero ver tu rostro alegre a mi lado, y tu fuerza en mí me acompañe siempre. Dámela, te lo pido, la alegría de tu salvación y un corazón sincero que se juegue todo por ti. Les diré a los jóvenes que tus caminos son formidables, y a los que pecan sin conocerte que prueben lo que eres Tú. Dame vida, pues yo amo el vivir, Tú que eres el Dios de la Vida, y con ella diré a los hombres que contigo todo es posible. Abre mi corazón y mis labios hacia ti, Señor, para que diga cuánto te quiero. Ya sé que Tú no andas con pamplinas y que no quieres de mí palabras vacías. Lo que me pides es un corazón arrepentido; un corazón sincero y noble es lo que quieres. Sé bueno conmigo y con los otros y fortalece nuestras vidas indefensas. A ti nuestra vida dura de cada día te ofrecemos, para que Tú, Dios nuestro, sobre tu altar, encuentres nuestro don y lo recibas con alegría. 6 Oración - 24/02/2011 Devuélvenos, te lo pedimos, el gozo y la alegría, y toda nuestra vida salte hoy en fiesta. Somos amigos: olvida el mal que te causamos, y ayúdanos con tu amistad a convertirnos. Canto Oración con el Catecismo de la Iglesia “El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’”. (Cat. Nº 1849) “La raíz del pecado está en el corazón del hombre, en su libre voluntad, según la enseñanza del Señor: ‘De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al hombre’ (Mt 15,19-20). En el corazón reside también la caridad, principio de las obras buenas y puras, a la que hiere el pecado”. (Cat. Nº 1853) “El pecado crea una facilidad para el pecado, engendra el vicio por la repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones desviadas que oscurecen la conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así el pecado tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta su raíz”. (Cat. Nº 1865) “Así el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecados provocan situaciones sociales e instituciones contrarias a la bondad divina. Las ‘estructuras de pecado’ son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus víctimas a cometer a su vez el mal. En un sentido analógico constituyen un ‘pecado social’ (cf. RP 16)”. (Cat. Nº 1869) 7 Oración - 24/02/2011 Pausa El primer paso para acercarnos a Dios y obtener su perdón es el reconocimiento del propio pecado, que nos confunde y desvía, que nos aparta de Él y nos priva de su amistad. Reconocimiento del propio pecado Joven: Reconozco, Señor, que mi pecado consiste principalmente en olvidar tu amor infinito y encerrarme en mi egoísmo, mis intereses mezquinos, mi orgullo, mi autosuficiencia, mi ambición desmedida... Me he dejado seducir por la mentira que nubla mi conciencia y aprisiona mi libertad. Reconozco mi culpa y mi pecado. Mantra: Joven: Reconozco, Señor, que el pecado ha echado raíz en mi corazón y, si no vivo en tu presencia, si no me dejo envolver en tu ternura, mi corazón se endurece como piedra, se confunde, se desvía… y no me deja hacer el bien que quiero, sino el mal que no quiero… Quita de mí, Señor, el corazón de piedra y dame un corazón de carne. Mantra: Joven: Reconozco, Señor, que soy cómplice de la violencia que mata vidas e ilusiones, de la injusticia que a tantos hace sufrir, de la impureza que corrompe a muchos, del hambre y la desnudez que afectan a tantos hermanos, de la tristeza que deprime, de la soledad que aterra, de la oscuridad que nos rodea, de la muerte que nos acecha… En ti está, Señor, mi salvación. Por tu amor, dirígeme y guíame. Mantra: 8 Oración - 24/02/2011 Joven: Reconozco, Señor, que he pecado “contra el cielo y contra ti”, contra mí misma y contra la humanidad toda… Te pido perdón por la lágrima que hice brillar y por la que no enjugué, por los pies que pisé y por mis manos cerradas, por mis palabras hirientes, por mis miradas torcidas, porque no quise pararme a escuchar… Perdona mi indiferencia ante el sufrimiento ajeno, Tú, que me has dado un corazón para amar. Mantra: Joven: Reconozco, Señor, que muchas veces no quise arrimar el hombro, ni compartir las alegrías; no fui capaz de levantar mi voz en favor de la verdad, por miedo, por cobardía o por “cuidar mi tipo”. He llegado a considerarme mejor que otros y también a desear lo de otros, sembrando discordias, dolor, desconfianza… Perdón, Señor, por el entramado de pecado social en el que me muevo y del que formo parte. Mantra: Adoración (silencio) Oración final Joven: Señor, Tú no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Creo que sigues deseando mi bien, buscando mi amistad, bajando a mi jardín cada tarde, llamando a mi puerta… Yo sé que me amas, Señor, y que así será eternamente. Joven: Señor, mi corazón está hecho para ti y quieres que sea transparente como el tuyo, limpio… para poder verte y alcanzar la plenitud de vida para la que fui hecha. Espero que 9 Oración - 24/02/2011 tu mirada de misericordia me trasforme por dentro, me purifique de todo pecado; me ayude a ser humilde para reconocer mi fragilidad y la necesidad que tengo de dejarme transformar por ti, de volver a ti como vasija rota que vuelve a las manos de su alfarero para que la haga nueva. Joven: Señor, Tú eres el AMOR y fuente de la caridad, vínculo de UNIDAD, dador de PAZ… Hazme sentir tu amor y crea en mí un corazón generoso, bondadoso, solidario… Restaura en mí el amor con que debo amarte y amarme, el amor con que debo amar a los otros como a mí misma… como Tú nos amas. Canto final 10 Oración - 24/02/2011