Novela Española desde la Posguerra a los Años 60

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TEMA 7. LA NOVELA ESPAÑOLA DESDE LA POSGUERRA HASTA FINALES DE LOS AÑOS
60
La novela experimentó un especial resurgimiento tras la Guerra Civil, y se mostró como el género más
apropiado para reflejar la terrible situación en la que el paÃ-s habÃ-a quedado sumido.
Se habla de novela falangista. Son jóvenes que quieren dejar constancia de la victoria como una gesta
heroica y salvadora.
Son novelas partidistas y propagandÃ-sticas, por ejemplo Javier Mariño de Gonzalo Torrente Ballester.
Tras esta tendencia, surgen obras que intentan un camino de renovación en la posguerra. Su marco
argumental se centra en la Guerra Civil o en los años sombrÃ-os de la posguerra.
En este contexto destacan La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela; Nada (1944) de
Carmen Laforet; y La sombra del ciprés es alargada (1948) de Miguel Delibes.
La obra de Camilo José Cela se divide en tres etapas. Su primera etapa es existencialista y se llama
tremendista porque el tremendismo selecciona los aspectos mas duros y desagradables de la realidad. Escribe
La familia de Pascual Duarte (1942), cruda y excelente novela sobre la guerra. Su segunda etapa, paralela al
realismo social, esta representada por La colmena (1951). Su tercera etapa es experimentalista. Desde 1980,
su obra se completa, en parecida tendencia, con Mazurca para dos muertos y Madera de boj.
Miguel Delibes comienza su etapa existencial con La sombra del ciprés es alargada (1948). Pronto
desemboca en el realismo de ambiente rural, unas veces con tono amable en El camino y otras con desgarro
en Las ratas. También aplica el realismo al análisis de los ambientes urbanos, para criticar a la
burguesÃ-a, en Cinco horas con Mario. Sus novelas recientes son: Señora de rojo sobre fondo gris y El
hereje.
Gonzalo Torrente Ballester recibe un sorprendente reconocimiento crÃ-tico al publicar La saga/ fuga de
J.B.
En los años cincuenta se desarrolla la novela social que se caracteriza por su realismo crÃ-tico. Los nuevos
novelistas intentan presentar con objetividad su testimonio sobre los recuerdos de la guerra, los ambientes
concretos del trabajo, de las profesiones, del campo o de la ciudad. Exigen con sus creaciones un cambio en la
sociedad.
La novela realista social, por un lado, suscribe un compromiso ético, un testimonio crÃ-tico y una denuncia
social; por otro, aun recuperando la tradicion realista española y siguiendo las huellas de las primeras
novelas realistas de la década (La colmena de Cela; o La noria de Luis Romero). Los escritores que
cultivan este tipo de novela utilizan un narrador testigo.
El modelo de la novela social lo da, sin duda alguna, Los bravos de Jesús Fernández Santos, que muestra
la miseria de la posguerra en un pequeño pueblo controlado por un cacique, y lo lleva a su madurez El
jarama de Rafael Sánchez Ferlosio,que refleja la falta de ilusión y el sinsentido en la vida de unos
jóvenes trabajadores madrileños que pasan un domingo en un merendero del rÃ-o Jarama. Junto a ellos,
destacan: Ana MarÃ-a Matute (Olvidado Rey Gudú), Juan Goytisolo (Juan sin tierra ), MartÃ-n Gaite
(Entre visillos), Juan Marsé, Luis Goytisolo, Ignacio Aldecoa (El fulgor y la sangre), Carmen MartÃ-n
Gaite (Entre visillos).
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En 1962 se publica Tiempo de silencio de Luis MartÃ-n Santos, que supone un cambio renovador en la
novela española. Esta renovación se debe a la utilización de nuevas estructuras y técnicas narrativas.
A este cambio contribuyó la difusión de obras de autores extranjeros, que aparecen ejemplarizadas en la
obra de Proust, Kafka, Joyce y otros novelistas. Construyen su novela mediante una estructura que rompe
con la linealidad y en la que destacan el monólogo interior, el contrapunto, el perspectivismo, el desorden
temporal, la implicación del autor en la obra y la riqueza verbal extraÃ-da de distintos registros
lingüÃ-sticos.
La influencia de dichas innovaciones es rápida y los novelistas asimilan las nuevas técnicas: Juan
Marsé escribe Últimas tardes con Teresa, una obra renovadora que analiza con dureza a la burguesÃ-a
que juega a ser revolucionaria y al marginado que intenta desclasarse; Juan Goytisolo (Señas de identidad);
Delibes (Cinco horas con Mario), Juan Benet (Volver a Región) y Carmen MartÃ-n Gaite (RetahÃ-las).
La renovación narrativa despierta tal anhelo de cambio que desemboca de modo progresivo en la novela
experimentalista. A esta novela contribuyen los novelistas hispanoamericanos del momento: Julio Cortázar,
Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Vargas Llosa, etc.
El experimentalismo piensa que la novela tradicional ha muerto. Defiende que hay que destruir el personaje,
la acción, la trama y el argumento. El resultado es un nuevo manierismo formalista que lleva a la novela a un
callejón sin salida, a la redacción de textos incomprensibles y al consiguiente alejamiento de lectores.
En esta lÃ-nea se publican obras, como La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester, Si te dicen que
caÃ- de Juan Marsé y Escuela de mandarines de Miguel Espinosa.
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