Políticas sobre alcohol - p u b l i c a t i o n s . p a h o . o r g

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CAPÍTULO 3

Políticas sobre alcohol
Emprender un enfoque de salud pública para las políticas de alcohol
implica la aplicación de intervenciones apropiadas, que muy probablemente beneficiarían a una mayor cantidad de personas, ya que
es un enfoque poblacional. También implica la hipótesis de que las
poblaciones consumen bebidas alcohólicas como resultado de una
interacción entre la sustancia (es decir, el alcohol como sustancia
psicoactiva y tóxica), lo individual (es decir, género, características
biológicas, historial personal) y los factores ambientales (es decir,
disponibilidad, precio y promoción del alcohol). Por consiguiente,
se pueden utilizar principios epidemiológicos para evaluar y comprender mejor la ingesta de alcohol en una determinada población
y proporcionar datos con el fin de monitorear tendencias, diseñar
mejores intervenciones y evaluar programas y servicios, a diferencia de la medicina clínica, que se enfoca en el tratamiento y cura de
un enfermedad en cada caso individual (Babor et al. 2003).
tanto que las opciones menos populares (por ejemplo, impuestos
sobre el alcohol) están fundamentadas con buenas evidencias sobre su impacto. La siguiente Tabla describe sus hallazgos (Babor y
Caetano 2005).
Chisholm et al. (2004) realizaron un análisis de rentabilidad de
diversas opciones de políticas en todas las regiones del mundo, a
partir de datos del año 2000. Los resultados demostraron que las
políticas de alcohol tales como la aplicación de impuestos, las leyes
para el control del manejar en estado de ebriedad, las asesorías breves y la prohibición publicitaria fueron rentables para las Américas y
que una combinación de dichas políticas podría producir un mayor
beneficio, como se muestra en la Figura 3.1.
3.1 Políticas sobre alcohol en las
Américas
Las políticas sobre alcohol pueden definirse como decisiones tomadas por los gobiernos mediante leyes, reglas y reglamentaciones
relacionadas con el alcohol, la salud y el bienestar social (Babor et
al. 2003; Longest 1998).
El tema de los daños relacionados con el alcohol en la Región aún
no se lo ha visto asociado con políticas sobre alcohol bien desarrolladas. Existe una amplia gama de respuestas de políticas sobre
alcohol en la Región. Algunos países tienen respuestas políticas
sofisticadas y bien desarrolladas para las consecuencias sociales y
sanitarias del uso perjudicial de alcohol, aunque su implementación
en el país varía de un estado a otro, e incluso de una Región a
otra. La mayoría de los países tiene políticas compatibles con las
últimas evidencias de las investigaciones, aunque en la práctica no
se aplican.
“El propósito de las políticas sobre alcohol es servir a los intereses
de la salud pública y el bienestar social, a través de su impacto sobre determinantes sociales y de salud, como los patrones de consumo, los entornos de ingesta y los servicios de salud disponibles para
tratar a los bebedores con problemas.” (Babor et al. 2003 p7).
Las políticas efectivas deben “servir al bien publico, reduciendo los
grandes costos y sufrimientos relacionados con el uso del alcohol”
(Edwards et al. 1994).
3.1.1 Edad mínima legal para adquirir alcohol
Babor y Caetano resumen el resultado de un panel de consenso de
expertos que calificó 32 opciones de políticas de alcohol utilizadas
en el mundo para prevenir o reducir los problemas relacionados con
el alcohol. El panel descubrió que, si bien existen muchas políticas
efectivas, algunas estrategias populares (por ejemplo, educación
sobre alcohol en escuelas) producen poco o ningún impacto, en
Fijar límites legales mínimos de edad ayuda a impedir que los jóvenes tengan un fácil acceso a las bebidas alcohólicas y, si se la aplica, ha demostrado ser una medida efectiva. Se pueden fijar límites
legales a la edad para beber o adquirir alcohol, dentro o fuera de
locales y para cada tipo de bebida.
5 Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica,
México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Suriname, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Uruguay, Venezuela
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24
ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
Tabla 3.1 Calificación de expertos de políticas y estrategias e intervenciones relevantes utilizadas en el mundo para
prevenir o reducir los problemas relacionados con el alcohol (a)
Estrategia/Intervención
Efectividad
general (b)
Costo para
implementar y
sostener (c)
Comentarios
1. Reglamentación de la disponibilidad física del alcohol
Prohibición total de ventas
+++
Alto
Significativos efectos secundarios adversos por el surgimiento de un
mercado negro, que es costoso suprimir. Ineficaz sin observancia.
Edad legal mínima para comprar
+++
Bajo
Reduce la ingesta de riesgo, pero no elimina la ingesta. Efectiva con un mínimo de observancia exigida, lo que incrementa significativamente su efectividad.
Racionamiento
++
Alto
Afecta particularmente a los bebedores intensos; es de difícil
implementación.
Monopolio gubernamental de las ventas al menudeo
+++
Bajo
Efectivo únicamente si se opera con metas de salud y orden
públicos.
Restricciones en las horas y días de
venta
++
Bajo
Efectivo en ciertas circunstancias.
Restricciones en la densidad de locales
de venta
++
Bajo
Su implementación requiere más tiempo si los establecimientos
de bebidas se han concentrado, debido a intereses económicos.
Responsabilidad del servidor
++
Bajo
Las leyes que hacen a los servidores de bebidas legalmente
responsables por los daños causados por sus clientes intoxicados están limitadas principalmente a América del Norte.
Diferente disponibilidad según la concentración de alcohol
++
Bajo
Se ha probado principalmente con cervezas.
+++
Bajo
La efectividad depende de la supervisión gubernamental y del control de la producción y distribución de alcohol. Los impuestos elevados pueden incrementar el contrabando y la producción ilícita.
Política de no servir a clientes intoxicados
+
Moderado
La capacitación es insuficiente por sí sola. Es esencial el control externo de la observancia para ser efectiva.
Capacitación del personal y administradores de los bares para prevenir la
agresión y manejarla mejor
+
Moderado
La efectividad depende del monitoreo continuo de incidentes
críticos.
Códigos voluntarios de prácticas en bares
0
Bajo
Ineficaz sin observancia.
Aplicación de la legislación para servir
y vender en bares y restaurantes
++
Alto
El cumplimiento depende de lo que se perciba como probabilidad de que sean aplicadas.
0
Alto
La evidencia proviene principalmente de programas alternativos para la juventud.
++
Alto
No se ha demostrado la sustentabilidad de los cambios.
Educación escolar sobre el alcohol
0
Alto
Puede aumentar los conocimientos y cambiar las actitudes,
pero no produce efectos sostenidos sobre la ingesta.
Educación de estudiantes universitarios
0
Alto
Puede aumentar los conocimientos y cambiar actitudes, pero
no tiene efectos sobre la ingesta.
2. Impuestos
Impuestos sobre el alcohol
3. Alteración del contexto de ingesta
Promover actividades y eventos sin
alcohol
Movilización comunitaria
4. Educación y persuasion
ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
Estrategia/Intervención
Efectividad
general (b)
Costo para
implementar y
sostener (c)
Comentarios
Anuncios en servicios públicos
0
Moderado
Los mensajes sobre la ingesta responsable no detienen a los
bebedores intensos; los mensajes para reforzar el apoyo público para políticas efectivas pueden ser más fructíferos.
Etiquetas de advertencia
0
Bajo
Aumenta la conciencia pero no modifica el comportamiento.
+ (d)
Bajo
Fuerte oposición de la industria de bebidas alcohólicas; puede eludirse por publicidad subliminal en TV y películas.
?
Moderado
Muchas veces sujeto a acuerdos de autoreglamentación de la
industria, que pocas veces se aplican o monitorean.
5. Reglamentación de la promoción del alcohol
Prohibición de publicidad
Controles de contenido publicitario
6. Contramedidas para manejo en estado de ebriedad
Puntos de verificación de sobriedad
++
Moderado
Los efectos de las campañas de políticas típicamente son a
corto plazo.
Pruebas aleatorias de aliento
++
Moderado
De implementación algo costosa. La efectividad del número
de conductores directamente afectados.
Menores límites de concentración de
alcohol en sangre
+++
Bajo
Rendimientos disminuidos a niveles inferiores (es decir,
0.05%-0.02%), aunque sigue siendo significativo.
Suspensión de línea administrativa
++
Moderado
Efectivo para disminuir el manejo en estado de ebriedad,
debido a lo severo del castigo.
Baja concentración de alcohol en sangre
para conductores jóvenes (“tolerancia cero”)
++
Bajo
La evidencia de la efectividad proviene principalmente de
Australia y EE.UU.
Licencias graduadas para conductores
novicios
++
Bajo
Los estudios demuestran que la “tolerancia cero” impide que
los conductores jóvenes manejen luego de beber.
0
Moderado
Puede incrementar la conciencia del riesgo y detener a un número reducido de bebedores en estados de ebriedad, aunque no
produce un impacto general sobre los accidentes de tránsito.
Intervención breve para conductores
en riesgo
++
Moderado
Los médicos de atención primaria carecen de capacitación y
tiempo para realizar screening e intervenciones breves.
Tratamiento de problemas por alcohol
+
Alto
El alcance demográfico es bajo, debido a que la mayoría de
los países tienen pocas instalaciones de tratamiento.
Ayuda mutua/autoayuda
+
Bajo
Un complemento factible y económico o alternativo al tratamiento formal en muchos países.
Tratamiento obligatorio para reincidentes que manejan en estado de
ebriedad
+
Moderado
Los enfoques puritivos y coercitivos tienen efectos limitados
en el tiempo, y a veces desvían la atención de intervenciones
más efectivas.
Conductores designados y servicios
de viaje
7. Tratamiento e intervención temprana
a. Adaptado de Babor et al. (2003), que también se encargaron de las calificaciones expertas.
b. La efectividad general representa un resumen de tres calificaciones evaluativas hechas por Babor et al. 2003. Estas tres fueron: (1) El grado en que la evidencia
científica fundamenta la efectividad de una intervención en particular; (2) Amplitud de la investigación, es decir la cantidad y consistencia de las evidencias; y (3) El
grado en que la evidencia se aplica igualmente bien a diferentes países, grupos culturales y clases sociales. Las calificaciones fueron a partir de la siguiente escala: 0=
las evidencias indican poca eficacia; += las evidencias demuestran eficacia limitada; ++= evidencia de eficacia moderada; +++= evidencia de alto grado de eficacia;
?= no se han realizado estudios o hay evidencias insuficientes sobre las que se puede basar un juicio.
c. Se refiere a costos monetarios y de otro tipo asociados con una intervención, sin importar su efectividad.
d. Los estudios econométricos hallan efectos de las prohibiciones publicitarias, aunque los estudios directos de los impactos a corto plazo han descubierto en general
que no hay efecto sobre el consumo total de alcohol.
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ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
AVAD (Años de vida ajustados) a la discapacidad
por 1 millón de habitantes por año
Figura 3.1 Efecto de las intervenciones sobre los AVAD en la Región de las Américas por millón por año
3500
3000
Impuestos actuales +50%
Pruebas de aliento
Restricción de acceso
Prohibición de publicidad
Consejos breves del médico
Elevar impuestos al máximo
+ prohibir publicidad
+ consejo breve
2500
2000
1500
1000
500
0
Américas A
Américas B
Américas D
REGIÓN
Figura 3.2 Tendencias en fatalidades de tránsito relacionadas y no relacionadas con alcohol, personas de 16 a 20 años,
EE. UU., 1982–2004
5500
5.244
5000
Número de fatalidades
26
4500
Fatalidades no relacionadas con alcohol
38%
4000
3,781
3500
3000
2.738
Fatalidades relacionadas con alcohol
2500
2000
1500
60%
2,115
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
Fuente: Sistema de reporte de análisis de fatalidades de EE. UU.
Entre los 25 países encuestados en las Américas5, Jamaica y
Suriname tienen límites legales de 16 años. Canadá y Nicaragua tienen restricciones hasta los 19 años y en EE.UU. y Chile
a hasta los 21 años. Los demás países tienen límites legales
de 18 años para todos los tipos de bebida y para ventas tanto
dentro como fuera de los locales.
Sin embargo, es importante mencionar que estos límites
legales de edad son únicamente para adquirir alcohol y no
necesariamente para beberlo. Por consiguiente, los padres u
otros adultos pueden comprar estos productos y servirlos a
jóvenes dentro o fuera de locales, lo que hace más difícil la
aplicación de la ley. Además, se sabe que, en la práctica, la
ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
mayoría de los países de la Región pocas veces aplican los
límites legales de edad.
Con respecto al efecto positivo de aumentar a 21 años la edad
mínima de consumo en los EE.UU., el Centro de Control y Prevención de enfermedades de EE.UU. revisó 49 estudios que aparecieron en publicaciones científicas sobre accidentes de tránsito relacionados con el alcohol. Se descubrió que los accidentes
de tránsito se incrementaron en un 10% cuando se reducía la
edad legal para beber y disminuían un 16% cuando la edad era
aumentada. La Figura 3.2 describe las tendencias en fatalidades
de tránsito relacionadas y no relacionadas con alcohol en personas de 16 a 20 años en EE.UU., entre 1982 y 2004.
3.1.2 Restricciones sobre la disponibilidad
de bebidas alcohólicas
Los gobiernos pueden tener un control completo (monopolios
estatales), control parcial (sistema de licencias) o ningún control sobre la producción y venta de bebidas alcohólicas. Sólo
en Canadá existen monopolios estatales de ventas al por menor (para todas las bebidas alcohólicas) y en algunas partes de
EE.UU. Colombia, Costa Rica y El Salvador tienen monopolios
estatales únicamente para la producción de licores destilados.
En lo que se refiere a sistemas de licencias, excepto Brasil, todos
los países requieren una licencia para producir bebidas alcohólicas. En Trinidad y Tobago este requisito está limitado a la
producción de licores destilados. Brasil es también el único país
en la Región sin un sistema de licencias para beber cualquier
tipo de bebidas alcohólicas, en tanto que en Jamaica se requiere
de este sistema para vender vino y licores, aunque no cerveza.
Todos los demás países encuestados tenían sistemas de licencias para vender bebidas alcohólicas.
3.1.3 Restricciones sobre la venta al por menor fuera de los locales
Los gobiernos también pueden restringir los días, horas y lugares en
que se venden las bebidas alcohólicas.
La mayoría de los países tienen algún tipo de restricción sobre las
horas, días y lugares para las ventas de alcohol, con la única excepción conocida de Brasil, en donde no existen restricciones a nivel
nacional (excepto en días de elecciones, lo que representa, en promedio, un día al año, cada cuatro años). Sin embargo, las restricciones son muy limitadas y muchas no se aplican. Sólo algunos países
tienen restricciones sobre la densidad de locales de venta: Bolivia,
Chile, Costa Rica, Guyana, EE.UU. (algunos estados) y Venezuela.
Recientemente, la República Dominicana aprobó leyes que
limitan las horas de venta de bebidas alcohólicas en bares,
restaurantes, casinos y cabarets, con el fin de disminuir la incidencia de violencia y accidentes de tránsito. También en Riobamba, Ecuador, se aprobó una legislación que limita las horas
y lugares de venta y consumo. En La Paz, Bolivia, y en Posadas
y Tucumán, Argentina, se aprobaron leyes para controlar las
horas de venta de alcohol con el fin de disminuir fatalidades.
Por otra parte, se han aplicado respuestas a nivel municipal y
con apoyo del público de manera efectiva. En Cali, Colombia, y
Diadema, Brasil, se han aplicado y evaluado restricciones sobre
las horas de venta de alcohol, que siguen funcionando como
modelos para otras ciudades en la Región.
Por ejemplo, en 2002, el alcalde de Diadema, una ciudad industrial con casi 400,000 habitantes en el Estado de San Pablo,
Brasil, aprobó una ley para obligar a los 4,800 bares y restaurantes de la ciudad a dejar de vender alcohol entre las 11 pm y
6 am. Desde que se aprobó esta ley, el número de homicidios
disminuyó en 47.4%, el número de accidentes automovilísticos,
en 47.4%, el número de ataques contra mujeres, en 55% y la
cantidad de admisiones hospitalarias relacionadas con el alcohol, en un 80% (Duailibi et al. en prensa).
Contrariamente a lo que se piensa popularmente, la actividad comercial se incrementó tras la medida, habiendo más
inversiones e incrementos en los empleos creados. Cuando
menos otros 120 municipios siguieron el ejemplo de Diadema,
y recientemente todo el Estado de Pernambuco aprobó una
ley para el mismo efecto. Actualmente el gobierno federal está
planeando ofrecer fondos adicionales para aplicar las leyes en
poblaciones que restringen al ingesta y reducen la violencia.
3.1.4 Precios e impuestos
Los precios minoristas de las bebidas alcohólicas se componen
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ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
28
Un caso para la acción
del precio al por mayor más utilidades y otros costos. Además,
a menudo se les añaden impuestos específicos, que muchas
veces difieren según la intensidad de la bebida (el alcohol que
contiene por volumen). Los datos de la Región de las Américas
demuestran que, en resumen:
•
•
•
•
•
Sin impuestos: Bahamas, Belice, Costa Rica (tienen monopolios y ya fijaron los precios).
Los impuestos varían de 5% (Suriname) a 35% (Colombia), donde la mayor parte es de 10 a 20%, y según el
tipo de bebida.
El 52% de los países cargan impuestos sobre las bebidas
alcohólicas a través de estampillados.
El 56% de los países tienen impuestos como porcentaje
del precio minorista.
No existe correlación entre precios e impuestos.
En general, se considera que los precios en las Américas son
muy reducidos, lo cual hace que las bebidas alcohólicas sean
accesibles a todos. A pesar de que los impuestos no se mantienen al ritmo de la inflación, no se los debe considerar como
una medida ineficaz, sino como una medida que requiere actualizaciones y seguimiento en forma regular para mantener
el efecto deseado.
Con creatividad, estas políticas pueden adaptarse a nivel local.
Un ejemplo es el caso de la ciudad de Paulinia, Brasil. Esta
ciudad decidió enfocar al alcohol como una cuestión de salud
pública, debido a la alta prevalencia de ingresos a salas de
urgencia durante el carnaval y a la insatisfacción del público
por el aumento de disturbios entre jóvenes embriagados. La
ciudad de Paulinia comparó la prevalencia entre ingresos a salas de emergencias y el deterioro del orden público con el gran
incremento en el número de bares que había en la ciudad.
Paulinia aumentó los esfuerzos para aplicar leyes sobre venta de bebidas alcohólicas a menores y personas intoxicadas
y aplicó reglamentaciones más estrictas en lo que se refiere
a permisos para bares e infracciones contra quienes beben y
manejan. Durante los carnavales de 2003 y 2004, se prohibió la compra de licores cerca del “Sambódromo” y la venta
de alcohol a menores. Además, se incrementó el costo de la
cerveza en 100%. El resultado fue asombroso: los incidentes
policíacos y médicos se redujeron en casi 70%.
En la actualidad, se está movilizando el programa “Paulinia
Legal” para incrementar la conciencia de las políticas sobre
alcohol en corporaciones, organizaciones públicas, comercios
locales y la comunidad en general. El Programa sigue aplicando la ley que prohíbe ventas a menores y trabaja en conjunto
con otras organizaciones públicas para reglamentar el manejo
y el funcionamiento de bares y otros establecimientos.
3.1.5 Legislación para el conducir en estado
de ebriedad
Como se muestra en la Tabla 2.4, las lesiones son una importante causa de muerte y discapacidad en la Región y los accidentes de tránsito son el origen principal de estas lesiones.
Límites para niveles de alcohol en sangre en
la Región:
•
•
•
•
Ninguno: República Dominicana, Trinidad
y Tobago
0-0.35%: Colombia, Guyana, Jamaica,
Panamá
0.4-0.6%: Argentina, Brasil, Costa Rica,
Chile, El Salvador, Perú, Venezuela
0.7% o más: Todos los demás países
Sin embargo, la mayoría de los países no aplican estos límites y la policía muchas veces ni siquiera tiene el equipo para
realizar estas mediciones en conductores que están potencialmente bajo la influencia del alcohol. Con frecuencia no existen disposiciones legislativas para el caso en que el conductor
se niegue a recibir la prueba y la corrupción es común. En la
mayoría de los países no existen programas de tratamiento
o educativos para reincidentes, tan sólo existen en algunas
ciudades en cada país, aunque la base de datos global incluye
únicamente políticas a nivel nacional.
Cabe hacer notar que las iniciativas de la sociedad civil pueden producir un enorme impacto para modificar políticas y
normas. En EE.UU., la organización no gubernamental MADD
ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
(Madres contra el manejo en estado de ebriedad, por sus siglas en inglés) fue creada para ejercer presión para cambios
en la legislación que regula el manejo en estado de ebriedad
y la disponibilidad de alcohol, entre otras medidas, que desembocaron en aumentar la edad legal para beber de 18 a 21
años en todos los estados, previniendo aproximadamente
17,000 muertes por año. En Argentina, la ONG Padres en la
Ruta (www.padresenlaruta.org.ar) colabora con la policía para
realizar sin costo pruebas de alcohol a través del aliento en
las carreteras. Todos los alcoholímetros fueron donados por
empresas privadas, con apoyo comunitario. Afirman que redujeron a cero el número de accidentes relacionados con el
alcohol mediante sus intervenciones sistemáticas.
Las intervenciones a nivel local han producido significativas reducciones en las fatalidades y lesiones de tránsito. Ejemplo de ello
es lo que se realizó en Cali, Colombia. Para disminuir las muertes
en accidentes de tránsito (de conductores, pasajeros y peatones)
se formó un comité que incluyó al alcalde, a miembros del gabinete gubernamental, de los sectores de transporte y salud, la
policía, líderes fiscales, de medicina legal y universidades, entre
muchos otros. Realizaron reuniones mensuales para analizar
datos sobre homicidios, muertes de tránsito, suicidios y muertes
no intencionales, utilizando programas de gráficas para observar
exactamente cuándo y dónde ocurrían estas muertes. Esto les
permitió crear políticas apropiadas de prevención, que incluyeron
dos acciones en particular: (1) detener a conductores y realizar
pruebas de aliento (y aplicar multas en quienes manejaban con
NAS superiores al límite) y (2) aplicar la “ley seca” de 2003 (no
permitir la ingesta después de medianoche en los establecimientos). Esto produjo significativas disminuciones en las muertes por
lesiones de tránsito. En Cali y otros municipios de Nariño, se aplicaron las siguientes políticas, que también ayudaron a disminuir
los accidentes de tránsito y de peatones:
•
•
•
•
uso obligatorio de cascos y chalecos para motociclistas
campañas educativas para conductores y peatones
controles de manejo en estado de ebriedad
instalación de señales en las carreteras
Algunas ciudades en Argentina, México y Uruguay también apro-
baron leyes para aplicar pruebas aleatorias de aliento en las carreteras, para reducir lesiones de tránsito.
Finalmente, sólo en EE.UU. y Canadá existen medidas especiales
para disminuir las lesiones de tránsito relacionadas con alcohol,
como la suspensión de licencias de conducción o sistemas de
otorgamiento de licencias graduados para conductores nuevos
y jóvenes.
3.1.6 Screening e intervenciones breves para
problemas relacionados con alcohol
En ningún país de la Región se han difundido ampliamente los
screening e intervenciones breves para problemas tempranos
relacionados con el alcohol, a pesar de su efectividad ya demostrada para reducir el consumo perjudicial y de riesgo (Babor et al. 2003; Chisholm et al. 2004). Existe una significativa
capacitación y difusión en Canadá y EE.UU., y se ha iniciado la
difusión en Brasil, Cuba, República Dominicana, México (Ayala
y Echeverría 1997; Ayala et al. 1998; Barragán et al. 2005) y
Panamá, con el objetivo de integrarlos en el sistema de atención primaria de la salud. Otros países han recibido capacitación de la OPS, incluyendo Guatemala, El Salvador, Honduras,
Paraguay y Argentina.
El screening de consumo de alcohol en pacientes de atención
primaria conlleva muchos beneficios potenciales. Proporciona una oportunidad para educar a los pacientes sobre niveles
de consumo de bajo riesgo y los riesgos que implica el uso
excesivo de alcohol. Los datos sobre cantidad y frecuencia
de consumo de alcohol pueden ayudar al diagnóstico de los
pacientes que presentan la condición y pueden alertar a los
clínicos sobre la necesidad de asesorar a los pacientes cuyo
consumo de alcohol podría afectar adversamente su uso de
medicamentos y otros aspectos de su tratamiento. El screening también ofrece la oportunidad a los médicos de brindar
intervenciones breves a quienes las necesitan.
Las intervenciones breves y el screening también han demostrado ser efectivos en entornos de salas de emergencias para
reducir el consumo de alcohol, al reducir las admisiones a salas de urgencias doce meses después (Cherpitel et al. 2006).
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ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
3.1.7 Publicidad y patrocinio en las Américas
La exposición (a la publicidad de alcohol)
forma percepciones positivas del consumo y
puede incrementar una ingesta más intensa
(OMS 2004).
La industria del alcohol muchas veces considera a la mercadotecnia y publicidad como una forma de incrementar las ventas
aumentando la exposición del público al producto. Esto puede
apreciarse en forma de publicidad televisiva, radiofónica e impresa, o a través del patrocinio de eventos.
La publicidad del alcohol tiene el potencial de mostrar al consumo como socialmente deseable, o para promover actitudes a
favor del alcohol, de reclutar nuevos bebedores e incrementar
la ingesta entre bebedores actuales. Los mensajes de la publicidad del alcohol muchas veces ignoran los efectos negativos
del alcohol como son los riesgos sociales y para la salud.
En los últimos años, los vendedores de bebidas alcohólicas
han direccionado aún más sus acciones hacia los bebedores
jóvenes, introduciendo una gama de productos baratos como
refrescos con alcohol, bebidas “energéticas” alcohólicas, cocteles premezclados, etc., con recetas y empaques diseñados
para atraer a los jóvenes. La mercadotecnia tiene un papel
crucial en la convergencia global de patrones de uso de alcohol. En los países desarrollados y en vías de desarrollo, las
actividades mercadotécnicas incluyen concursos, juegos, caricaturas en páginas de Internet, el uso de música popular y los
CDs con marcas de alcohol; promociones en clubes y revistas
orientadas a jóvenes; patrocinio de eventos deportivos; y la
creación de tiendas de CDs y cómics con marcas de alcohol.
Estas actividades mercadotécnicas en los países en vías de
desarrollo se difunden en un entorno que tiene pocas de las
protecciones de salud y seguridad que existen en los países
desarrollados (OMS 2001).
Aunque no es concluyente, gran parte de las investigaciones
sobre el impacto de la publicidad de alcohol, la Organización
Mundial de la Salud indica que “pueden hallarse evidencias
cada vez mayores de que la exposición a la publicidad induce
percepciones positivas sobre el consumo y puede incrementar
una ingesta más intensa. Por consiguiente, al parecer las restricciones sobre la publicidad y el patrocinio deberían ser parte
de una política sobre alcohol comprehensiva, especialmente si
está dirigida a los jóvenes” (OMS 2004). En 2003, el Consejo
Nacional de Investigaciones/Instituto de Medicina de EE.UU.
(NCR/IOM 2003) publicó un informe que marcó un hito, proporcionando evidencias sobre el impacto de la publicidad y
la mercadotecnia sobre la ingesta en jóvenes e instando al
Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. a
monitorear las prácticas publicitarias y mercadotécnicas de la
industria del alcohol e informar periódicamente al Congreso y
al público (NCR/IOM 2003).
a) Publicidad de alcohol en las Américas
Entre 2001 y 2005, la industria del alcohol en
EE.UU. incrementó sus gastos en publicidad e
incrementó el número de anuncios en más de
30%, respectivamente (CAMY 2005).
Dentro de un lapso similar (2002-2005),
se incrementó a cinco millones el número
de estadounidenses de doce años o más
que reportaron ser bebedores de alcohol
(SAMHSA 2006).
Tan sólo en los EE.UU., la industria de alcohol gastó 4.7 mil millones de dólares entre 2001 y 2005 para colocar 1.4 millones
de anuncios de bebidas alcohólicas tan sólo en televisión. Un
análisis de esta publicidad descubrió que tras un incremento
del 32% en el gasto de anuncios de alcohol televisados y un
incremento del 34% en el número de anuncios de alcohol en
televisión entre 2001 y 2005, la exposición de los jóvenes (de
doce a 20 años de edad) a estos anuncios incrementó en 41%,
la exposición de los adultos jóvenes (de 21 a 34 años) aumentó en 39%, y la de los adultos en general (21 o más años), en
48% (CAMY 2005).
Durante un lapso similar (2002-2005), el número de estadounidenses de doce años o más que reportaron ser bebedores
de alcohol se incrementó en cinco millones, de 121 millones
(50.3%) en 2002, a 126 millones (51.8%) en 2005 (SAMHSA
2006).
ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA EN LAS AMÉRICAS
Un caso para la acción
En 2004, los jóvenes hispánicos de 12 a 20 años de edad en
los EE.UU. estuvieron expuestos a entre 20% y 74% más publicidad de alcohol en revistas y radio en inglés que el resto
de los jóvenes, lo cual indica que son el objetivo de los productores de alcohol, puesto que los hispánicos constituyen el
grupo étnico de mayor crecimiento en EE.UU., y son comparativamente más jóvenes que la población general (Caetano y
Wool 2005).
La Organización Mundial de la Salud recomienda restringir
la publicidad de alcohol y los patrocinios de las compañías
productoras y algunos países tienen prohibiciones sobre ciertos medios y para ciertas bebidas. En las Bahamas se prohíbe
anunciar licores en la televisión y radio nacionales. En Venezuela existe una prohibición en la televisión y radio nacionales
para todo tipo de bebidas y restricciones en los medios impresos y carteles de propaganda. En cambio, en Canadá, El Salvador, Guyana, Jamaica, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay
no se reportan restricciones en la televisión y radio nacionales,
medios impresos o carteles de propaganda de cerveza, vino y
licores. En Brasil, las restricciones se aplican únicamente a licores en la televisión y radio nacionales. Asimismo, en Perú,
estas restricciones se aplican a vinos y licores en la televisión
y radio nacionales.
En Nicaragua y EE.UU., los códigos voluntarios o la autorregulación de la industria son la norma para todos los medios.
Chile tiene códigos voluntarios en la radio nacional. Todos los
demás países tienen restricciones parciales (es decir, horarios,
tipos de programas o medios, límites de saturación y lugares
de publicidad) para algunas bebidas y en algunos medios (por
ejemplo, en México hay restricciones parciales únicamente en
la televisión nacional y ninguna restricción para el resto de
los medios).
b) Patrocinio del alcohol en las Américas
Los patrocinios son una parte importante de la comercialización y promoción del alcohol y están diseñados para expandir
el mercado, muchas veces dirigidos directamente a los jóvenes
y otros grupos vulnerables. Los patrocinios cubren eventos deportivos y juveniles, conciertos, eventos culturales, así como
celebraciones y eventos nacionales, lo que permite que el be-
ber alcohol se convierta en parte esencial de la vida social.
El patrocinio de los eventos es positivo para la industria del
alcohol y por muchas razones: abre puertas políticas y la industria es vista como un “buen ciudadano” corporativo; salva
diferencias culturales en el mercado local y global (invierte en
o capitaliza los eventos y marcas locales favoritas); formula
alianzas estratégicas (con proveedores, distribuidores y otros
grupos importantes); permite la explotación de mercados
poco desarrollados (que responden a las técnicas de patrocinio desarrollados en mercados maduros); y deja afuera a otros
competidores.
En Guatemala y Costa Rica están prohibidos los patrocinios de
eventos deportivos y juveniles. En Panamá y Venezuela sólo se
prohíbe el patrocinio de eventos juveniles. Argentina, Bolivia,
Colombia, República Dominicana, Ecuador, México, Paraguay
y Venezuela imponen restricciones parciales sobre los patrocinios de eventos deportivos y juveniles. En Belice y Canadá hay
restricciones parciales sobre los eventos juveniles. Brasil tiene
restricciones voluntarias en eventos deportivos únicamente
en lo que se refiere a licores. En EE.UU. hay restricciones voluntarias en los eventos juveniles para todo tipo de bebidas.
En otros países no hay restricciones. Sin embargo, los países
que imponen restricciones no cuentan con oficinas independientes para atender quejas, o cámaras de consumidores que
ayuden en la aplicación de la legislación, y se percibe que el
nivel de observancia es más bien bajo.
En Argentina, Belice, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Venezuela es obligatorio incluir
en la publicidad advertencias para la salud.
3.1.8 Entornos libres de alcohol
Restringir el consumo de alcohol en lugares públicos podría
reducir parte del daño relacionado con el alcohol, incluyendo
el relacionado con el automovilismo. A pesar de la limitada
efectividad de tales restricciones, ellas podrían ayudar a desarrollar normas sociales con respecto al consumo de alcohol,
contrarrestar la percepción de que el alcohol tiene sólo efectos positivos y que puede combinarse con cualquier otra acti-
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vidad. En aproximadamente el 50% de los países encuestados
existe alguna restricción para beber en lugares e instalaciones
oficiales o gubernamentales, transportes públicos, instituciones de salud y educativas, así como en parques, calles, playas,
durante encuentros deportivos y otras actividades de ocio. Sin
embargo, no existe información sobre el nivel de observancia
de estas restricciones, o si los hallazgos a nivel nacional han
sido generalizados.
3.1.9 Prevención, tratamiento y capacitación
de recursos humanos
En general, se carece de tratamiento comunitario y por lo tanto es
necesario intensificarlo. Se carece de una intervención comprehensiva para trastornos por el uso de alcohol y el tratamiento que
más se proporciona es el de desintoxicación aguda para la dependencia de alcohol. Muchas veces no se cuenta con prevención comunitaria, rehabilitación y prevención de recaídas, debido a una
falta de conocimientos o de financiamiento. En algunos países,
los médicos generales se han topado con dificultades para tratar
las enfermedades relacionadas con el alcohol, especialmente en
lo que se refiere a detección e intervención temprana, debido a la
falta de capacitación y apoyo.
Se carece de programas apropiados para el desarrollo de capacidades (formación de profesionales de la salud durante los
años académicos o de educación continua de postgrado, o en
espacios de capacitación laboral, entre otras formas de educación profesional). En muchos países no están bien reconocidos los problemas de alcohol. La capacitación universitaria y
de postgrado para satisfacer las necesidades de la práctica clínica no se realiza adecuadamente en la mayoría de los países.
La falta de profesionales y no profesionales capacitados en
la prevención, tratamiento o rehabilitación de los trastornos
del uso de alcohol muchas veces impide la implementación
de programas efectivos de prevención, tratamiento y rehabilitación. Más aún, no se considera al alcohol como un tema de
salud pública, por lo que las respuestas se siguen promoviendo únicamente para aquellos con un diagnóstico clínico específico. Finalmente, reforzar la capacidad profesional en salud
requiere evaluar los recursos económicos, técnicos y humanos
disponibles y necesarios para hacerlo, por lo tanto, las inversiones no se realizan si no se cuenta con una imagen clara a
largo y corto plazo de su impacto sobre la salud pública.
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