Yo Soy Jesús A quien tú Persigues La Conversión de Saulo es un ejemplo Digno de Seguir… Le invitamos a conocer cómo se realizó este hecho milagroso Hace cerca de veinte siglos, un hombre importante, gallardo y soberbio se dirigía a la ciudad de Damasco. Su nombre: Saulo de Tarso. Su Misión: Aprehender, matar y perseguir sin misericordia a los miembros de la IGLESIA DE DIOS, el movimiento cristiano que se extendía rápidamente. Pero algo asombroso sucedió y cambió radicalmente la vida de aquel hombre. ¿QUÉ SUCEDIÓ? En su camino hacia Damasco, en su desenfrenada carrera contra los seguidores de Cristo, súbitamente le apareció un resplandor celeste más intenso que la luz de sol y lo cegó. Saulo cegado cayó en tierra y allí escuchó una potente voz que decía: ¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?” Todos quedaron espantados, pues oyeron la voz, pero no vieron figura alguna. El arrogante Saulo, ahora humillado y confuso dijo: ¿Quién eres Señor? Y Cristo dijo: “Yo soy Jesús a quien tu persigues: dura cosa te es dar coces contra el aguijón.” Él, temblando y temeroso, dijo: Señor: ¿Qué quieres que haga? (Hechos 9:3-6) LA PERSONALIDAD DE SAULO Saulo fue un acérrimo enemigo del cristianismo mientras vivió apegado a su religión. Su exagerado celo por su religión judía lo convirtió en un verdadero peligroso fanático. En Saulo de Tarso, como en muchos más, se cumplieron palabras proféticas de Cristo, quien dijo: “...y aún viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servicio a Dios.”(Juan 16:2) Cuando Esteban fue apedreado y murió a manos de una muchedumbre pecadora, Saulo consintió, aprobó y aún se glorió de aquella muerte. Consulte Hechos 8:1-3. Saulo pensaba que así estaba sirviendo celosamente a Dios en su religión. Él creía -como todos hoy-, que sólo su religión contenía la verdad y justicia, y que fuera de ella todo era mentira. Por esto, se consideró con derecho para ofender, maldecir, injuriar, perseguir, castigar y aun matar a todos los que no creyeran como él. Por eso Cristo le salió al encuentro para hacerle conocer su error. Cuán duro fue para Saulo darse cuenta que estaba persiguiendo a aquellos hombres que eran verdaderos adoradores del Altísimo y que formaban la IGLESIA DE DIOS, la cual Cristo Iglesia de Dios, Guatemala, C.A. www.iglesiadedios.org.gt Página 1 ganó con su sangre (Hechos 20:28). UN EJEMPLO DE CONVERSIÓN Cuando Saulo fue cegado y escuchó el reproche de Jesucristo por el daño que hizo a Él y a su pueblo, comprendió que su conducta era equivocada, y reconoció su falta. Entonces arrepentido se puso a disposición y le dijo: “Señor: ¿Qué quieres que haga?”. Cristo amorosamente le contestó: “Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer.” (Hechos 9:6). Saulo obedeció inmediatamente y entró en Damasco y posó allí en casa de Judas, dedicándose a la oración. En Damasco vivía Ananías, un siervo de Dios, a quién Jesucristo notificó la misión que Saulo desarrollaría y le envió a comunicárselo y a orar por él. Ananías se rehusaba, mas al fin cumplió su importante misión. “Ananías entonces fue, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al punto la vista: y LEVANTANDOSE, FUE BAUTIZADO.” (Hechos 9:17,18) Ese fue el principio de una vida cristiana ejemplar, una vida de pureza dentro de la IGLESIA DE DIOS. Saulo abandonó su religión, riqueza, orgullo y vanidad. Todo por amor a Cristo. Se convirtió en un incansable y sufrido trabajador en la obra redentora. El fue un poderoso instrumento de Dios para convertir a los pecadores de su mal camino. Pero Saulo nunca olvidó su experiencia personal con Cristo, pues siempre le sirvió y nunca volvió atrás. El señor Jesucristo cambió totalmente esa tortuosa vida y Saulo aún sufriendo persecuciones por causa del Señor, dijo: “Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salud que es en Cristo Jesús con Gloria eterna”. (II de Timoteo 2:10). UNA DESICIÓN VITAL Esta vida, la vida de Saulo, tiene bastante en común con usted amado lector ¿Acaso no cree que fuera de su religión todas son falsas? ¿Ha ofendido a los que llevan la Biblia? ¿Se ha burlado de ellos? ¿Les ha perseguido? ¿Les ha cerrado la puerta de su casa y de su corazón? ¿Analizó ya su religión? Recuerde que en este mundo de violencia y maldad, incredulidad y fanatismo, ¡TODO HOMBRE NECESITA SALVACIÓN! ¡TODO HOMBRE DEBE CREER EN CRISTO! ¿Por qué? Porque: “...No hay justo, ni aún uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios”. (Romanos 3:10-11). Por esa actitud, todos están propensos a morir eternamente. Iglesia de Dios, Guatemala, C.A. www.iglesiadedios.org.gt Página 2 Pero Cristo le ama y quiere salvarle. Hoy le habla como le habló a Saulo, pero ahora le dice a usted: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: Si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él...” (Apocalipsis 3:20). ¿Le abrirá la puerta de su corazón? ¿Lo invitará a entrar? O dejará que se aleje de usted. Así como Saulo entró a la ciudad por la calle llamada la derecha y conoció la voluntad divina `por un ministro del evangelio, usted amado lector obedezca a Cristo y entre a la IGLESIA DE DIOS, para que conozca la voluntad divina, se arrepienta, bautice y viva una vida recta. Sólo así tendrá bendición de Dios y vida eterna. Usted debe arrepentirse de su actual manera de vivir, conocer la voluntad divina, ponerse al servicio de Cristo y predicar el evangelio a quienes no lo conocen. Dios le dice: “… he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud:” (II de Corintios 6:2) Así como Pablo, diga usted ahora mismo: Señor: ¿Qué quieres que haga? Mañana podría ser demasiado tarde. Iglesia de Dios, Guatemala, C.A. www.iglesiadedios.org.gt Página 3