Diario de los sentimientos personales.

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Diario de los sentimientos personales.
“Yo quiero escribir, pero más que eso, deseo registrar toda suerte de cosas que quedan grabadas
profundamente en mi corazón”, escribió Ana Frank en El diario de una Niña Joven.
En un diario de los sentimientos personales, las notas intermitentes son tan adecuadas
como las que se hacen a diario. Los niños pueden dictar esos diarios. Cuando su hijo
registra y tal vez analiza sus emociones, probablemente se sienta más calmado.
Cuando usted lleva un diario de sus sentimientos, usted escribe para su futuro propio.
Como una joven adolescente, leo y releo mis notas de mi propio diario casi todo los días. Ese auto
absorción es normal a esa edad, ya que es deseo de los adolecentes ganar perspectivas de la vida
durante ese tumultuoso periodo. Cuando la escritora Gail Godwin relee sus viejos diarios, emite
una o dos palabras hacia su anterior persona como una forma de aprobar lo que registró.
Los diarios de la juventud de mucha gente famosa han sido publicados, sea así lo hubiera planeado
ellos o no. Theodore Roosvelt, Louisa Mary Alcott, Karen Horney, Ana Frank y Margaret O´Brien
son solo algunos ejemplos que vienen a la memoria. (Por supuesto, algunos escriben con la mirada
puesta en la posteridad.) En seguida se exponen algunas ideas que pueden servir para un diario de
sentimientos:
 Registre sus emociones acerca de un problema en su vida
 Intente imaginar, al escribir, lo que habría sucedido si hubiera tomado una decisión
opuesta a otra.
 Escriba sobre sus amigos y padres y lo que ellos significan para ustedes.
 Escriba acerca de lo que hace feliz o lo pone triste. A la edad de cuatro años y medio,
Simón era una persona muy bien orientada en sus sentimientos, como lo demuestran los
siguientes apuntes:
Yo soy un buen niño todo lo que hice fue jugar. Fui al zoológico con los
compañeros de la escuela. Me vuelvo loco con Liza. También me vuelvo
loco con Marcos porque me golpea siempre que voy a la escuela.
Aunque mi maestro es torpe y nadie puede decírselo ya que no me dejo ir
escaleras arriba por mi mismo hoy.
Ahora tengo algo que cuidar: mi rana. De hecho yo amo a Mommy. No hay nada
que me guste más que Mommy. A veces yo amo a mi rana y a veces no.
Me enloquece mi papa y también me enloquezco conmigo mismo porque yo no quise hacer algo
tan malo y no sé si lo (tomar sus pinzas).
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